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CAPÍTULO 11

Psicopatología e intervención cognitivo-conductual


del paciente con obesidad

Aída Monserrat Reséndiz Barragán y Mariana Sierra Murguía

La obesidad se define como “una acumulación anor- De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud
mal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para y Nutrición 2012 (ENSANUT) realizada por el Insti-
la salud” y se determina mediante el Índice de Masa tuto Nacional de Salud Pública, la obesidad y el so-
Corporal (IMC) el cual es un indicador que se obtie- brepeso se presentan de manera conjunta en el 73%
ne al dividir el peso en kilogramos sobre la estatura de las mujeres y en el 69.4% de los hombres en Méxi-
en metros al cuadrado (kg/m2); cuando el resulta- co. Este documento también reporta que de 1988 al
do sobrepasa los treinta puntos puede determinarse 2006 en mujeres de 20 a 49 años la tasa de sobrepeso
que dicha persona presenta obesidad (Organización incrementó en un 41.2% y la de obesidad 270.5%; en
Mundial de la Salud [OMS, 2012]). los hombres mayores de 20 años entre el 2000 y el
Otra definición de obesidad es la presenta- 2012 el sobrepeso incrementó en un 3.1% y la obesi-
da por el Olaiz-Fernández, Rivera-Dommarco, Sha- dad en un 38.1%. Estos datos revelan que 7 de cada
mah-Levy et al. (2006), la cual afirma que la obesidad 10 mexicanos sufren de sobrepeso u obesidad, por
es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial lo que se le debe de dar prioridad nacional a su pre-
que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia y vención, mediante el involucramiento multisectorial
cuyo desarrollo obedece a un desequilibrio entre la y social y la elaboración, aplicación y monitoreo de
ingesta y el gasto energético e involucra factores ge- programas específicos.
néticos y ambientales que provocan la acumulación
excesiva de grasa corporal. Etiología
La obesidad genera comorbilidades que re- La obesidad es un fenómeno multifactorial atribui-
presentan una amenaza para la salud física y psicoló- ble a cuestiones biológicas, psicológicas y sociales
gica de las personas. De acuerdo a Garduño y García (Akbartabartoori, Lean y Hankey, 2005) que pueden
(2010) algunas complicaciones físicas que pueden presentarse desde la infancia del individuo o a raíz
presentarse en los pacientes con obesidad son: dia- de un evento específico. Entre los factores biológi-
betes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemias, cos que contribuyen con el problema de la obesidad
apnea del sueño, cáncer, y diversas alteraciones mus- existen elementos genéticos y alteraciones metabó-
culo-esqueléticas y trastornos gastrointestinales, al- licas o endocrinas tales como: hipotiroidismo, hi-
gunas de las cuales pueden llevar a una muerte pre- percortisolismo, síndrome de ovarios poliquísticos,
matura (Pi-Sunyer, 2003). alteraciones del eje hipotálamo-hipófisis, resistencia
a la insulina y la función de ciertas hormonas cuyo pacientes obesos son el episodio depresivo mayor y
efecto en el tejido periférico y en distintas regiones el desorden bipolar, aunque también se mencionan
del hipotálamo y la hipófisis actúan como regulado- los desórdenes de ansiedad, desórdenes de alimenta-
res de las señales de hambre y saciedad, así como del ción, trastornos psicóticos y el trastorno por déficit
tejido adiposo (García-García, 2010). Sin embargo, de atención (Pagoto, Schneider, Appelhans, Curtin,
algunos autores estiman que la probabilidad de que y Hajduk, 2011).
una persona padezca obesidad por cuestiones bioló-
gicas oscila entre el 30% y 40%, lo que significa que Comorbilidades psicológicas del paciente
la etiología más recurrente es la sobrealimentación y con obesidad
el sedentarismo (Rankinen, et al. 2002) siendo estos La obesidad se ha descrito como un problema de sa-
elementos los más sobresalientes entre los factores lud que no sólo se relaciona con riesgos físicos, au-
conductuales que favorecen la obesidad, los cuales mento de morbilidad y de mortalidad; sino que ade-
son exacerbados por los medios de transporte, activi- más se relaciona con comorbilidades psicológicas
dades sedentarias y escasez de espacios físicos, entre y psiquiátricas. En este padecimiento las variables
otros (Fomento de Nutrición y Salud [FNS], 2002; psicológicas son de gran importancia pues influyen
Gutiérrez, 2005; Rivera et al., 2006). en su desarrollo, mantenimiento y tratamiento. Iden-
Según la Fundación Mexicana para la Salud tificar las que intervienen en el éxito del tratamiento
(FUNSALUD [2008]) algunos factores ambienta- es importante para diseñar tratamientos efectivos.
les o sociales que favorecen el desarrollo de la obe- El presente apartado explica las principales comor-
sidad son: económicos (ingreso familiar, costo de bilidades psicológicas identificadas en pacientes con
los alimentos), políticos (formales: leyes y políticas obesidad.
públicas e informales como: reglas institucionales
incluyendo las del hogar), socioculturales (influencia Psicopatología
de amigos, valores, escuela, vecindario, hogar) y fí- La encuesta epidemiológica nacional de alcohol y
sicos (disponibilidad de alimentos en casa, escuela, condiciones relacionadas (NESARC, 1994) de Es-
propaganda comercial), en los que se desenvuelve el tados Unidos incluyó los trastornos evaluados por el
individuo y que tienen poderosas influencias sobre la Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
conducta. Mentales (DSM IV TR) que se hayan presentado en
También se ha observado una alta corre- la historia del paciente y durante el último año, así
lación entre distintos trastornos psiquiátricos y la como datos antropométricos como peso, talla e IMC
obesidad, por lo que numerosos autores consideran de 41,654 participantes, por lo que Petry, Barry, Pie-
que al padecer un trastorno psiquiátrico la probabi- trzak y Wagner (2008) examinaron la relación entre
lidad de presentar obesidad aumenta (Simon et al., IMC y trastornos mentales. Se identificó una correla-
2006). Sin embargo, la prevalencia de la obesidad ha ción positiva significativa entre IMC y trastornos del
incrementado notablemente entre las personas con estado de ánimo (historia y presente), los grupos con
desórdenes psiquiátricos durante los últimos años a obesidad moderada y obesidad severa tenían mayor
manera de una interrelación recíproca en la que mu- prevalencia de los mismos; también identificaron
chas de las personas con desórdenes psiquiátricos una correlación positiva significativa entre 5 de los 6
presentan obesidad y a su vez la obesidad ocasiona trastornos de ansiedad (trastorno de ansiedad gene-
mayor incidencia en trastornos psiquiátricos (Alli- ralizada, trastorno de angustia con y sin agorafobia,
son et al., 2009). Los desórdenes psiquiátricos más fobia específica y fobia social) y obesidad, los grupos
frecuentemente encontrados en la literatura entre con sobrepeso, obesidad moderada y severa tenían

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mayor prevalencia de los mismos, y a mayor grado Kessler et al., 2005; Luppino et al., 2010) que han re-
de obesidad, mayor prevalencia (Petry et al., 2008). portado una correlación entre obesidad y depresión,
Kessler, Chui, Demler y Walters (2005) y siendo 32% mayor el riesgo en mujeres que en hom-
Abilés et al. (2010) concluyeron que los pacientes que bres; así como una alta prevalencia de trastornos del
buscan someterse a una cirugía bariátrica presentan estado de ánimo y trastornos de personalidad en pa-
mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos; los cientes con obesidad (Kalarchian, et al. 2007; Petry
autores concluyen que a mayor grado de obesidad, es et al., 2008).
mayor la prevalencia de trastornos psiquiátricos. Otros estudios han mostrado que padecer
En relación a la prevalencia de trastornos trastornos del estado de ánimo y de la conducta
psiquiátricos específicamente en pacientes con obe- alimentaria se ha relacionado a menor pérdida de peso
sidad se ha reportado que 66% presenta historia de y a deserción de tratamiento (Pagoto et al., 2007), de
trastornos en el eje I del diagnóstico multiaxial del igual manera, en pacientes que se encuentran bajo
(trastornos clínicos psiquiátricos) ocupando el pri- tratamiento para trastorno por atracón, presentar
mer lugar los trastornos de ansiedad (38% prevalen- sintomatología depresiva se ha asociado a mayor
cia actual); historia de abuso de sustancias con 32.6% deserción de tratamiento y mayor severidad del
y trastornos de la personalidad con 29% (Greenberg, trastorno de la conducta alimentaria (Masheb y
Sogg y Perna, 2009). Grilo, 2008). Con base en esto, se ha sugerido que
A su vez, presentar un diagnóstico psiquiá- enfocar el tratamiento al estado de ánimo además de
trico como depresión o ansiedad se ha asociado a pa- la conducta alimentaria puede ser de utilidad en el
decer obesidad y a presentar trastorno por atracón tratamiento de la obesidad, y se resalta la importancia
(Kessler et al. 2005), adicional a esto, haber presen- de considerarlos para la evaluación inicial de estos
tado depresión o ansiedad alguna vez en la vida se ha pacientes (Peterson, Latendresse, Bartholome y
asociado a conductas poco saludables como el seden- Raymond, 2012).
tarismo y a ser obeso (Strine et al. 2008).
Se ha descrito una relación bidireccional en- Estigma
tre la obesidad y la depresión, pues se ha encontrado Las personas que padecen obesidad frecuentemente
que las personas que padecen obesidad tienen un in- son víctimas de discriminación, prejuicio y estigma
cremento de riesgo de 55% para desarrollar depre- (Puhl, 2010). Como consecuencia de esto, se ha en-
sión, mientras que las personas que padecen depre- contrado un aumento en las preocupaciones por el
sión tienen in incremento del 58% para desarrollar cuerpo, aislamiento social, estado de ánimo deprimi-
obesidad (Luppino et al., 2010). do y baja autoestima (Werrij et al., 2009), una dismi-
Se resalta la importancia de esta relación nución en la calidad de vida del sujeto, aumento de
bidireccional pues se ha señalado en la literatura el prevalencia de tabaquismo, alcoholismo, depresión,
afecto negativo (síntomas de depresión o ansiedad) ansiedad y trastornos de la conducta alimentaria, así
como variable antecedente de episodios de atraco- como una mayor mortalidad (Abilés et al., 2010).
nes (Haedt-Matt y Keel, 2011). Se ha descrito que el estigma relacionado al
En un estudio realizado en población mexi- peso juega un papel crucial en el desarrollo de psi-
cana con obesidad severa se encontró que el 57 % copatología, en especial de la depresión, en personas
de los pacientes presentaba algún grado de depre- con obesidad por lo que no debe ser subestimado
sión (Sierra- Murguía et al., 2012), lo cual concuer- pues estas personas están sujetas a constante discri-
da con otros estudios (Hayden, Dixon, Sixon, Shea minación, prejuicios y estereotipos (Puhl y Heuer,
y O’Brien, 2010; Kalarchian, Marcus y Levine, 2007; 2009).

Capítulo 11 215
Trastornos de la conducta alimentaria bajo las mismas circunstancias.
Hace algunos años la obesidad era considerada como • Sensación de pérdida de control durante
un trastorno de la conducta alimentaria, sin embargo, el episodio (sentir que no puede parar de
comer, o controlar la cantidad de alimento
se ha visto que no existe un patrón de alimentación
que está ingiriendo).
para todas las personas con sobrepeso u obesidad.
2. Los episodios de atracón se asocian a tres (o
Se han identificado dos patrones de alimenta-
más) de las siguientes:
ción mayormente prevalentes en personas que pade- • Comer más rápido que la mayoría de las
cen sobrepeso u obesidad, el trastorno por atracón y personas.
el síndrome de comedor nocturno (Stunkard, 2011). • Comer hasta sentirse incómodamente
Otro patrón desadaptativo relacionado con satisfecho.
la conducta alimentaria es la ingesta emocional, se • Comer grandes cantidades de alimento
presenta en el 38% de los pacientes con obesidad y se aún sin tener hambre física.
caracteriza por comer sin hambre física, sino en res- • Comer sólo, debido a sentir vergüenza
puesta a algún estado emocional (Guerdikova et al., con las demás personas por la cantidad de
2007). Se ha descrito como una respuesta común en alimento que ingiere.
pacientes que son víctimas de discriminación (Puhl y • Sentimientos de culpa, disgusto o depre-
Brownwell, 2006). Estas condiciones generan males- sión asociada a los episodios.
3. Estrés notable asociado a los atracones.
tar emocional y disfunción en quien lo padece por lo
4. Los atracones ocurren, en promedio, por lo
que deben evaluarse y recibir intervención adecuada
menos una vez a la semana durante por lo me-
(Stunkard, 2011).
nos 3 meses.
5. Los atracones no se asocian al uso recurrente
Trastorno por atracón (binge eating disorder) de conductas compensatorias como en el caso
Una de las mayores comorbilidades asociadas a la de bulimia nerviosa y no ocurre exclusivamen-
obesidad lo representan el trastorno por atracón. te en el curso de la bulimia nerviosa o anorexia
Mientras que la prevalencia de trastorno por atracón nerviosa.
en población sin obesidad es de 2- 5% (de Zwaan,
2001), se ha descrito que el 24% de los pacientes con Síndrome del Comedor Nocturno
obesidad mórbida presentan trastorno por atracón Este síndrome no es común en población general, se
severo, que a su vez se relaciona con mayor prevalen- ha descrito en un 1.5%, con un aumento de la pre-
cia de depresión y disminución de la calidad de vida valencia conforme aumenta el peso. En clínicas de
(Alger-Mayer, 2009). obesidad se ha reportado una prevalencia de 8.9 al
Acorde al Manual Diagnóstico y Estadístico 15% y en clínicas de cirugía bariátrica de 10 al 42%
de los Trastornos Mentales versión V (DSM-V), los (Stunkard, 2011).
criterios diagnósticos son los siguientes: Es un trastorno que se caracteriza por un re-
traso en los ciclos circadianos de la ingesta alimenta-
Trastorno por atracón: criterios diagnósticos ria, los síntomas que presenta son (de Zwaan, 2006):
1. Episodios recurrentes de atracón. Un episodio
se caracteriza por: 1. Hiperfagia nocturna (más del 50% de la ingesta
• Ingerir, en un periodo discreto (aproxi- calórica diaria).
madamente dos horas), una cantidad de 2. Anorexia matutina.
alimento mayor a la que la mayoría de las 3. Puede o no despertarse a comer durante la noche.
personas comería en un periodo similar 4. Por lo menos durante los últimos 3 meses.

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Si bien es un trastorno identificado, no se ha desenlace relevante en los programas de tratamiento
definido si es un trastorno de la conducta alimentaria (Apolone, De Carli, Brunetti y Garattini, 2001).
o un trastorno del sueño. Los criterios aún no se han El hecho de que las comorbilidades psico-
definido debido a diferencias culturales y esto ha difi- lógicas determinan un decremento en la calidad de
cultado la investigación y generación de tratamientos vida y que en personas con obesidad hay un mayor
específicos. número de éstas, hace que la intervención psicológi-
ca sea esencial en los centros de tratamiento para la
Distorsión de la imagen corporal obesidad (Mannucci, 2010).
En pacientes con obesidad se ha reportado que hasta En personas que padecen obesidad se ha
el 20% percibe su figura ideal con sobrepeso u obesi- descrito un deterioro en la calidad de vida, particu-
dad en menor grado del que se tiene y que sólo el 16% larmente en dominios psicológicos, sociales y físicos
se percibe con obesidad, esta discrepancia resultó ser (Karlsson, 2007). Se ha reportado que a mayor grado
significativa en mujeres con sobrepeso y obesidad, de obesidad, mayor deterioro en la calidad de vida;
en donde se reporta que las mujeres con obesidad en pacientes con mayor índice de masa corporal
tienden a subestimar el tamaño de su cuerpo hasta (IMC) se ha visto mayor afectación en el área física,
en un 20%, mientras que las que padecen sobrepeso por lo que se sugiere que el desempeño físico y las co-
con 12%. Esto confirma que muchas mujeres con so- morbilidades físicas juegan un papel importante en
brepeso u obesidad se perciben en peso normal y no la calidad de vida de estos pacientes (Karlsson, 2007;
existe percepción de riesgo para esta condición (Po- Sierra-Murguía et al., 2012).
tti, Milli, Jeronis, Gaughan y Rose, 2009). Una de las
explicaciones que se ha dado a este fenómeno es la Evaluación Psicológica del paciente con obesidad
habituación, al aumentar la prevalencia de personas El objetivo de la evaluación psicológica de los pacien-
con sobrepeso u obesidad, las personas que lo pade- tes con obesidad es identificar factores psicológicos,
cen se perciben dentro de la norma y por ende, en sociales, ambientales y biológicos, que se relacionan
un peso “normal” (Burke, Heiland y Nadler, 2010); al con el desarrollo y mantenimiento de la obesidad
no percibirse como población “en riesgo” son menos (LeMont, Moorehead, Parish, Reto y Ritz, 2004;
propensos a realizar cambios que puedan beneficiar García-García y Vázquez-Velázquez, 2010), esto para
su salud (Moore, Harris y Wimberly, 2010). Se resalta diseñar intervenciones acorde a las necesidades del
la importancia de comunicarle al paciente sobre su paciente.
estado, ya que se ha reportado que aún con el cono- La evaluación además nos sirve para identi-
cimiento del peso, talla e IMC, 37% de los pacientes ficar la conducta del paciente antes del tratamiento
con sobrepeso y 19% de los pacientes con obesidad para poder evaluar los cambios que se generen con
se consideraban en un peso sano cuando el médico el mismo, ya que además de identificar cómo se en-
tratante no se los había comunicado; esto disminuía cuentra el individuo actualmente, permite registrar
cuando se les comunicaba, a 6% en pacientes con so- los síntomas y áreas problema a lo largo de la inter-
brepeso y 3% en pacientes con obesidad (Post et al., vención.
2011). Las áreas que se han sugerido evaluar para el
tratamiento de la obesidad son las siguientes tablas
Calidad de vida (ver Tablas 11.1 y 11.2).
La calidad de vida actualmente es considerada como
una prioridad en el manejo de los padecimientos
crónico degenerativos, por lo que es una variable de

Capítulo 11 217
Padecimiento Tiempo que tiene con la obesidad Padecimiento Entrevista Clínica
actual Menor peso logrado actual y WALI
Mayor peso logrado conducta Cuestionario de Sobreingesta
Detonantes de la obesidad alimentaria alimentaria*
Factores que la mantienen Entrevista Boston
Intentos previos por perder peso Cuestionario para la cuantificación
(evaluar efectividad) y valoración de hábitos de vida
Razones por las cuales ha vuelto a relacionados con el sobrepeso y la
subir de peso obesidad
Barreras percibidas para cambiar
Depresión Entrevista Clínica
sus hábitos
Entrevista MINI*
Conducta Número de comidas que realiza por Inventario de depresión de Beck
alimentaria día BDI*
Horarios de alimentación Inventario Hamilton de depresión*
Descripción detallada de la
Ansiedad Entrevista Clínica
conducta alimentaria (dónde, con
Entrevista MINI*
quién, otras actividades que realiza,
Inventario de ansiedad de Beck
disponibilidad de los alimentos)
BAI*
Conductas específicas: atracones,
Inventario de ansiedad rasgo/estado
“picar” alimentos, ayunos
IDARE*
prolongados, consumo de refrescos,
Inventario de sensibilidad a la
frituras, etc.
ansiedad ASI*
Ingesta emocional y recreativa
Psicopatología Entrevista Clínica
Actividad Estilo de vida (sedentarismo, medio
Entrevista MINI*
Física de transporte, tiempo que camina
MMPI*
diario, etc.)
Realización de ejercicio físico (tipo, Trastornos Entrevista Clínica
duración, frecuencia e intensidad) de Conducta Entrevista MINI*
Alimentaria Eating Disorders Inventory EDI*
Motivaciones Razones por las cuales quiere perder
y expectativas peso Calidad de Escala de Factores de Riesgo
del tratamiento Qué espera que se modifique Vida Asociados a TCA EFRATA*
Cuánto peso espera perder y en Entrevista Clínica
cuánto tiempo SF 36*
Inventario de Calidad de Vida y
Redes de De qué manera su familia, amigos y
Salud InCaViSa*
apoyo personas cercanas han contribuido
Bariatric Quality of Life index BQL
al padecimiento, de qué manera
Impact of weight quality of life
pueden ayudarlo a modificar sus
IWQL
hábitos
Psicopatología Historia psiquiátrica/psicológica Tabla 11.2. Métodos de evaluación del paciente con obesidad.
Entrevista MINI (diagnósticos del
DSM IV)
Examen mental
Padecimiento actual
Tabla 11.1. Temas a incluir en la entrevista. Inicio y curso de la obesidad, factores que han contri-
buido al desarrollo y mantenimiento de la obesidad
(LeMont et al., 2004; Sogg y Mori, 2004).

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• Intentos previos por perder peso: Es importante Métodos de Evaluación
conocerlos para identificar el tipo de interven- Se pueden realizar entrevistas clínicas, estructuradas
ciones y conductas que han funcionado o no para o semi estructuradas en donde se incluyan estos fac-
el paciente. Identificar razones por las cuáles no tores relacionados con el padecimiento actual.
ha funcionado el tratamiento anteriormente y
generar nuevas estrategias de intervención to- Métodos observacionales
mando en cuenta estos factores (Greenberg, Autorregistros de conducta alimentaria que incluya
Smith y Rockart, 2004, Sogg y Mori, 2004). todos los alimentos y bebidas que el paciente ingie-
• Conducta alimentaria: consiste en identificar los ra durante el tiempo establecido por el terapeuta, es
factores cognitivos, conductuales, ambientales, importante incluir días regulares y fines de semana;
sociales y emocionales que determinan lo que los autorregistros tienen la ventaja de que podemos
come el paciente (García-García y Vázquez-Ve- incluir pensamientos, emociones, situaciones ante-
lázquez, 2010). Incluye la frecuencia, duración cedentes y consecuencias de la conducta que que-
del episodio de ingesta y la intensidad. remos evaluar (alimentación, ejercicio, episodios de
• Hábitos de alimentación específicos del indivi- atracón, pensamientos saboteadores, etc.), de esta
duo: conductas como “picar” alimentos, ayunos manera podemos hacer un análisis funcional.
prolongados (más de 4 horas sin comer), número
de alimentos que hace al día, horarios de alimen- Cuestionarios autoaplicables: existen algunos instru-
tación, consumo de bebidas con alta densidad mentos diseñados para evaluar el estilo de vida inclu-
energética (refrescos, jugos), atracones, conduc- yendo la historia del peso, redes de apoyo, e inclu-
tas compensatorias, el consumo de agua simple. so ingesta emocional como el Weight and Lifestyle
• Factores ambientales: Lugar y personas con Inventory (WALI) (Wadden y Foster, 2006), o el
las que come, preparación y manejo de los ali- Boston Interview for Gastric Bypass (Sogg y Mori,
mentos, actividades que realiza mientras come, 2004). Para conducta alimentaria está el Cuestio-
disponibilidad de alimentos (Wadden y Phelan, nario de Sobreingesta Alimentaria OQ (O’Donnell
2004). y Warren, 2007) que mide hábitos, pensamientos y
• Costumbres familiares y sociales relacionadas actitudes relacionadas con la obesidad, así como el
con la conducta alimentaria. Cuestionario para la Valoración y Cuantificación de
• Ingesta emocional: comer en respuesta a algún los Hábitos de Vida relacionados con la Obesidad y el
estado emocional Sobrepeso (Pardo et al., 2004).
• Ingesta recreativa: comer en respuesta a inactivi-
dad como un medio de distracción. Psicopatología actual e historia psiquiátrica
• Actividad Física: Tipo de actividad, duración y Se ha encontrado una alta prevalencia de psicopa-
frecuencia. Pueden usarse marcadores objetivos tología en personas que padecen obesidad, debido
como el uso de monitores cardiacos en donde a que es un factor que puede interferir con la moti-
se incluye el tiempo del ejercicio, la frecuencia vación y conducta del paciente, se considera impor-
cardiaca promedio de cada sesión de actividad tante identificarla y tratarla a la vez que el paciente
física. También pueden tomarse actividades co- intenta la pérdida de peso. En este rubro es impor-
tidianas, por ejemplo, el transporte utilizado, tante incluir trastornos de la conducta alimentaria
promedio de tiempo que camina al día, el uso de incluyendo el trastorno por atracón y el síndrome de
escaleras, el tipo de trabajo (Wadden y Phelan, comedor nocturno.
2004).

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Instrumentos de Evaluación 2012). Cabe mencionar que no todos los inventarios
Mediante la entrevista clínica se debe conocer la his- mencionados cuentan con una versión validada para
toria psicológica/psiquiátrica del paciente y corro- población mexicana, por lo que representan un área
borar los datos de los cuestionarios autoaplicables. de oportunidad para el médico conductual interesa-
do en el área de obesidad.
Instrumentos de evaluación: Mini International Neu-
ropsychiatric Interview (MINI: Sheehan et al. 2000). Calidad de Vida
Entrevista corta y estructurada que explora síntomas La obesidad se asocia a un deterioro en la calidad
compatibles con los criterios del DSM IV TR. Ver- de vida en salud especialmente en dominios físicos,
sión del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de psicológicos y sociales, y que a mayor grado de obe-
la Fuente Muñiz” muestra adecuadas propiedades sidad, mayor deterioro en la misma (Manucci et al.,
psicométricas para ser utilizado en población mexi- 2010).
cana (Heinze, 2000). Los cuestionarios autoaplicables que se han utili-
zado para calidad de vida general son el SF36 y el
Cuestionarios Autoaplicables: Para depresión se ha Inventario de Calidad de Vida y Salud (InCaViSa)
reportado más frecuentemente el uso del Inventario (Riveros Rosas, Sánchez Sosa y Del Águila, 2009),
de Depresión de Beck (BDI) (Beck, Steer y Garbin, ambos con características psicométricas adecuadas
1988b) cuenta con versión adaptada para población para utilizarse en población mexicana. Existen algu-
mexicana por Jurado, Villegas, Méndez, Rodríguez, nos cuestionarios específicos para calidad de vida en
Loperena y Varela (1998); seguido por la Escala Ha- pacientes con obesidad como el Impact of Weight on
milton de Depresión (Hamilton, 1960; Bagby, 2004). Quality of Life (IWQL) y otros específicos para pa-
Para ansiedad se ha reportado el Inventario de An- cientes que se someten a cirugía bariátrica como el
siedad de Beck (BAI) (Beck, 1988a; Tafoya, Gómez, Bariatric Quality of life Index (Weiner et al., 2005) o
Permitré, Ortega y Ortiz, 2006), el Inventario de el Baros (Wolf, Falcone, Kortner y Kuhlmann, 2000),
Ansiedad rasgo/estado de Spielberger (Spielberger y sin embargo éstos no se encuentran aún disponibles
Díaz Guerrero, 2008) y el Inventario de Ansiedad de para uso en población mexicana.
Hamilton (Hamilton, 1969), o el Inventario de Sensi-
bilidad a la Ansiedad (ASI) en su versión adaptada Otros factores a evaluar en la entrevista
para población mexicana por Zvolensky (2003). Se • Redes de apoyo: Los hábitos, actitudes y con-
ha utilizado el Inventario Multifásico de Personalidad ductas de la familia, amigos y compañeros de tra-
Minnesota (MMPI) para psicopatología en pacien- bajo del paciente tienen influencia en los inten-
tes con obesidad severa (Kinder, Walfish, Young y tos que hace el paciente de perder peso (Wadden
Fairweather, 2008). y Phelan, 2004; LeMont et al., 2004; Sogg y Mori,
Para trastornos de la conducta alimentaria 2004).
se ha ulitizado el Eating Disorders Inventory (EDI) • Motivaciones y expectativas del tratamiento:
(Garner, 1991) que también se ha adaptado utiliza- Uno de los factores asociados a la reganancia
do para población mexicana (Unikel Santoncini, Bo- de peso y al abandono de tratamiento son las
jorquez Chapela, Carreño García y Caballero Romo, expectativas poco realistas de los resultados del
2006) y la Escala de Factores de Riesgo Asociados a tratamiento (Fabricatore et al., 2007). Al percibir
Trastornos de la Conducta Alimentaria (EFRATA) que no se obtienen los resultados que esperaban,
(Gómez Pérez-Mitre, 2000) también ha sido utiliza- abandonan los esfuerzos por mantener el peso
do en pacientes con obesidad (Sierra-Murguía et al., que han logrado perder (Cooper, 2001). En otro

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estudio se encontró que a mayor expectativas so- Las personas con obesidad tienden a subesti-
bre la pérdida de peso, mayor deserción al trata- mar el consumo calórico hasta en un 50% por lo que
miento y menor disminución en el IMC a un año esta estrategia es eficaz para identifcar la cantidad real
de tratamiento (Dalle Grave et al., 2005). de alimento que consumen (Lichtman et al., 1992).
En el tratamiento de obesidad se ha
Estrategias utilizadas en el tratamiento sugerido el automonitoreo de alimentos y bebidas
de la obesidad (especificando cantidades y preparados), puede
Automonitoreo incluir además la cantidad de calorías, pensamientos
Consiste en la observación sistemática y el registro asociados, ejercicio realizado (pasos contados con
de la conducta problema como puede ser un pensa- podómetro, tiempo de ejercicio, frecuencia cardiaca
miento disfuncional, respuesta emocional y/o con- promedio, etc), tiempo que pasa en horas “pantalla,”
ducta problema ( Jarrett y Nelson, 1987). El automo- intensidades de hambre y saciedad (Dicker y
nitoreo de conductas específicas con antecedentes y Wilcoxon, 2004).
consecuentes es útil para la realización de un análisis
funcional o como parte de una evaluación inicial (Tee Control de Estímulos
y Kazantzis, 2011). Permite identificar frecuencia o El control de estímulos es una técnica fundamenta-
línea base de la conducta que queremos modificar, da en los principios del condicionamiento operante
aumenta la atención del paciente hacia esa conducta, de Skinner, el cual determina que una conducta se
y proporciona retroalimentación sobre los progresos encuentra bajo el control de un estímulo denomina-
del paciente (Butryn, 2007). Existen diferentes ma- do discriminativo cuando tiene mayor posibilidad
neras de implementar el automonitoreo en terapia de realizarse frente a dicho estímulo a manera de
psicológica, pueden utilizarse hojas de registro en predicción y no de obligatoriedad. Esta respuesta se
donde simplemente se registre la ocurrencia de la establece mediante una experiencia previa que esta-
conducta deseada, o registros más complejos en don- blezca correlación entre un antecedente, una con-
de se incluyan antecedentes, emociones, intensidad ducta y una recompensa positiva o reforzamiento
de las mismas, pensamientos y consecuentes (Cohen, (Kazdin, 1994).
Edmunds, Brodman, Benjamin y Kendall, 2012). En el tratamiento para la obesidad, los patro-
Pueden utilizarse formatos de registro, cua- nes de sobreingesta y el sedentarismo pueden ser mo-
dernillos de registros o medios electrónicos. Lo im- dificados mediante la identificación de los estímulos
portante es que la conducta sea registrada lo más internos y externos que favorecen la sobreingesta y
cercano posible a su ocurrencia (Kanfer, 1980). Por su sustitución por otros que promuevan hábitos más
lo que se ha reportado que los medios electrónicos saludables; al emplear esta técnica se pueden manejar
son más precisos, generan mayor adherencia y mayor arreglos contextuales tales como disminuir la dispo-
preferencia en los pacientes, que los registros tradi- nibilidad de alimentos hipercalóricos en casa o evi-
cionales (papel) (Dale y Hagen, 2007). Este proce- tar la exposición a situaciones sociales que pudieran
dimiento ha mostrado ser una estrategia eficaz para despertar la sobreingesta (Dorsten y Lindley, 2008)
promover el control del peso (Wing, Tate, Reynor con la finalidad de romper las asociaciones que in-
y Fava, 2006) en virtud de que se ha observado que crementan la posibilidad de realizar dicha conducta.
tiene un efecto sobe la conducta, incrementa las con- El control de estímulos también se refiere a
ductas deseadas y disminuye las no deseadas. Se utili- la implementación de reforzadores que harán más
za tanto para la pérdida como para el mantenimiento frecuentes la realización de una conducta deseable.
del peso (Fabricatore, 2007b). De este modo, puede ser empleado en el tratamien-

Capítulo 11 221
to de los pacientes de obesidad al proporcionar re- con esta técnica se puede aumentar la percepción de
compensas contingentes a las conductas que se bus- control sobre los mismos (Mynors- Wallis, 2001).
ca incrementar, tales como la práctica de ejercicio, el Basado en la propuesta de D’Zurilla & Gol-
respetar horarios, controlar antojos, etc., las cuales fried (1971), consiste en cinco pasos: 1. Identifica-
se sumarán a las ganancias que obtendrá por la pér- ción del problema (operacionalización), 2. Propues-
dida de peso en sí (mejor salud, mejor autoconcepto, ta de diferentes soluciones, 3. Analizar beneficios y
agilidad, etc.) actuando como reforzadores de dicha desventajas de cada una de esas soluciones, 4. Imple-
conducta (Fabricatore, 2007b). mentar la solución que le parezca más adecuada en
base al análisis anterior y 5. Evaluar si esa solución
Solución de Problemas fue útil o no.
Este procedimiento aplicado a la obesidad consiste
en enseñar al individuo a identificar barreras para el Activación conductual
cambio en su estilo de vida, mantenimiento del mis- En la década de los 70s, se describió que la depresión
mo y a proponer soluciones para las mismas. Puede era el resultado de un déficit de reforzamiento posi-
enfocarse a cuestiones ambientales (fijar horarios de tivo en el ambiente (Ferster, 1973; Lewinsohn, 1974;
alimentación, generar disponibilidad de alimentos MacPhillamy y Lewinsohn, 1972). Esta técnica fue
saludables, planear comidas en restaurantes, aspec- creada en un principio como tratamiento conductual
tos económicos de la alimentación y ejercicio, etc), de la depresión, en donde se buscaba incrementar de
sociales (presión por parte de familiares y amigos, manera estructurada eventos que generaran reforza-
comidas o festejos, etc), retos personales (desmoti- miento positivo además de disminuir los eventos ne-
vación, pensamientos saboteadores, trastornos del gativos y sus consecuencias (Lewinsohn y Graf, 1973).
estado de ánimo, etc.) (Van Dorsten y Lindley, 2008). El objetivo de la activación conductual es
Aproximadamente 38% de los pacientes con mantener a los pacientes activos y realizando acti-
obesidad come en respuesta a algún estado emocio- vidades cotidianas que serán reforzadas de manera
nal (ingesta emocional) (Guerdikova et al., 2007), natural por el ambiente; en lugar de mantenerse evi-
esta técnica puede ayudarlos a enfocarse en resolver tativos e inactivos, se busca enseñar al paciente la im-
el problema que genera esa emoción en lugar de inge- portancia de las actividades reforzantes y la influen-
rir alimento para disminuir o modificar la emoción. cia de éstas en el estado anímico (Martell, Addis, y
El paciente y el terapeuta deben lograr cua- Jacobson, 2001).
tro objetivos: el primero, identificar la relación entre La eficacia de la activación conductual en el
la sintomatología actual del paciente y los problemas tratamiento de la depresión ha sido comparada en
que presenta, como parte de este objetivo, hacerle estudios aleatorizados con el uso de antidepresivos y
entender que los problemas son una constante en la con la terapia cognitiva, mostrando resultados equi-
vida de todo ser humano y que aprender a enfrentar- parables a los farmacológicos y superiores a la terapia
los y resolverlos le ayudará a disminuir la sintoma- cognitiva (Dimidjian et al., 2006).
tología. El segundo objetivo consiste en aumentar la Se ha adaptado a conductas de salud, con el
capacidad del paciente para definir sus problemas. objetivo de la exposición a los refuerzos positivos de
El tercero es enseñar al paciente esta técnica como realizar conductas saludables que mantendrían estas
una manera de enfrentar de una forma estructurada conductas y disminuirían síntomas depresivos (Le-
los problemas que se le presenten. El último objeti- juez, Hopko y Hopko, 2001). La activación conduc-
vo es generar una percepción positiva de la técnica, tual puede entonces contribuir a una pérdida de peso
muchos pacientes se agobian al percibir problemas, mediante el incremento de conductas saludables, e

222 Reséndiz Barragán y Sierra Murguía


incompatibles con comer, que además sirvan como Técnicas de Relajación
reguladoras del estado de ánimo para evitar la ingesta Las técnicas de relajación son empleadas para dis-
emocional (Pagoto et al., 2008). minuir la reactividad fisiológica y afectando los
Se ha sugerido el uso de esta técnica en pa- procesos emocionales, cognitivos y conductuales
cientes con obesidad para disminuir conductas seden- mediante el restablecimiento del equilibrio mental,
tarias y aumentar la actividad física (Bean, Stewart y la calma y la paz interior (Ruiz, Diaz y Villalobos,
Olbrisch, 2008). Se ha evaluado su efecto en pérdida 2012). Se considera un proceso de aprendizaje gra-
de peso en conjunto con asesoría nutricional en pa- dual en el cual se desarrolla la habilidad de reducir la
cientes con obesidad y depresión (Pagoto et al., 2008) activación general del organismo con la finalidad de
reportando que la activación conductual en conjun- favorecer el manejo de distintas situaciones y favo-
to con asesoría nutricional es efectivo para pérdi- recer la salud y el equilibrio mental ( Jacobs, 2001).
da de peso y remisión de los síntomas depresivos. Existen varias técnicas de relajación entre las cuales
se debe de elegir la más adecuada de acuerdo a los
Prevención de Recaídas objetivos específicos que se buscan y a la disfunción
Marlatt y Gordon (1985) propusieron un modelo de psicológica que se intenta abordar. Entre las técnicas
prevención de recaídas basado en la psicología so- de relajación se encuentra la relajación progresiva de
cial-cognitiva que ha sido usado principalmente en Jacobson (1939); el entrenamiento en relajación au-
el tratamiento de adicciones, el cual está compuesto tógena (Schultz, 1931); distintas técnicas de respira-
de un modelo conceptual y de un cúmulo de técni- ción (costal, diafragmática y abdominal), entre otras.
cas cognitivas y conductuales que pueden disminuir La modificación de hábitos alimenticios y el
la probabilidad de presentar una recaída o limitarla. empleo de técnicas de automonitoreo descritas con
La aplicación de dicho modelo consiste en identificar anterioridad, pueden llevar al paciente a identificar
los estímulos que pueden generar recaídas, analizar problemas de índole psicológica y psicosocial, así
sus características contextuales y emocionales y eva- como dificultad para resolver problemas. En ocasio-
luar las respuestas del individuo ante ellos, así como nes, la sobreingesta es empleada como estrategia de
el análisis en retrospectiva de las situaciones en su enfrentamiento a diferentes problemas y emociones,
estilo de vida que lo exponen a situaciones de riesgo. por lo que se debe de enseñar a los pacientes diferen-
Con esta información se debe elaborar un plan espe- tes maneras de hacerles frente sin recurrir a la comida
cífico para proveer al paciente de herramientas que (KinzI, Trefalt, Fiala y Biebl, 2002). Según Sánchez y
disminuirán la posibilidad de recaídas. Pontes (2012) las personas desarrollan distintas ma-
Uno de los mayores retos en el tratamiento neras de lidiar con sus emociones las cuales pueden
de pacientes con obesidad es el mantenimiento a lar- tener influencia directa en su peso ya que existen fac-
go plazo de la pérdida de peso, para lo cual pueden tores emocionales que pueden desinhibir a los indivi-
emplearse estrategias para la prevención de recaídas. duos y ser antecedentes a la sobreingesta tales como
Dorsten y Lindley (2008) realizaron una revisión li- cansancio y ansiedad. Estos autores encontraron en
teraria en la cual identificaron como estrategias útiles un estudio que la desinhibición por la comida y los
para prevenir la reganancia de peso: seguimientos a antojos por ciertos alimentos son las respuestas con-
largo plazo por parte del mismo personal que tra- ductuales más frecuentes frente a situaciones emo-
bajó con el paciente durante su tratamiento, pesaje cionales en personas sedentarias, coincidiendo con
frecuente, el acceso a entrenadores personales o ali- la evidencia empírica que señala que las personas con
cientes económicos, entre otros. obesidad son más vulnerables a la ingesta emocional.

Capítulo 11 223
Entrenamiento en Habilidades Sociales niciones pueden cambiarse y al cambiarse éstas pue-
Según Caballo (1997) la conducta socialmente habi- den modificar la conducta (Dobson y Dozois, 2001).
lidosa es una conducta emitida en un contexto de in- Los pacientes con obesidad tienden a pre-
teracción interpersonal en el cual se expresan senti- sentar esquemas desadaptativos, creencias disfun-
mientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos del cionales relacionadas con imagen corporal, ánimo
individuo, de modo adecuado a la situación, manifes- deprimido, metas de peso irreales, rol desproporcio-
tando respeto por los demás y solucionando proble- nado de su peso y figura en autoevaluación así como
mas actuales a la vez que se minimiza la probabilidad creencias desadaptativas sobre el control de su ali-
de problemas futuros. El entrenamiento en habilida- mentación. Si se logra modificar estos esquemas dis-
des sociales (EHS) está enfocado en incrementar la funcionales, se puede promover el mantenimiento
competencia de la actuación en situaciones críticas de patrones de alimentación más saludables y reducir
de la vida (Goldsmith y McFall, 1975). recaídas después de perder peso (Werrij et al., 2009).
El sobrepeso es una característica percibida El objetivo de la terapia cognitiva enfocada al trata-
como estigmatizante y coloca a quien la sufre en miento de la obesidad es identificar, poner a prueba
una situación de vulnerabilidad que puede ser factor y reestructurar pensamientos disfuncionales relacio-
clave en el desarrollo de trastornos alimenticios, nados con el peso, el control de los alimentos, la figu-
depresión, ansiedad y otros problemas de salud ra, etc. Al agregar la terapia cognitiva a un programa
física y psicológica (Wardle y Cooke, 2005). Dierk de dieta y ejercicio se mantiene la pérdida de peso y
et al. (2006) comentan que para que el paciente hay menor tasa de recaídas (Werrij et al., 2009). Se ha
logre superar estos problemas es necesario que descrito que una de las distorsiones cognitivas más
ponga en práctica sus habilidades sociales y cuente encontradas en pacientes con obesidad es el pensa-
con una adecuada red de apoyo. Sin embargo, se ha miento del tipo “todo- nada” sobre todo en lo relacio-
observado que las situaciones de estigma dificultan nado con éxito o fracaso del tratamiento, por lo que
a los pacientes con obesidad el desarrollo de redes es importante identificar y reestructurar las expec-
de apoyo, por lo que es importante proveerles tativas que tenga y las interpretaciones sobre el pro-
herramientas que puedan ayudarles a generar greso a lo largo del tratamiento (Fabricatore, 2007b).
relaciones interpersonales significativas (Miller, Actualmente existen programas específicos
Rothblum, Barabour, Brand y Felicio, 1990). que incluyen técnicas cognitivas enfocadas a la pérdi-
da y mantenimiento de peso como es el caso de “Beck
Terapia Cognitiva Diet Solution”, un programa creado por la Dra. Judith
Desarrollada por Aaron Beck en los años 60 (Beck, Beck (2008) que enseña a los pacientes a identificar
2005), postula que las interpretaciones negativas de y modificar “pensamientos saboteadores” tales como
eventos tanto internos como externos pueden llevar “es tan delicioso que debo aprovechar,” “el lunes em-
a una visión negativa de sí mismo, del mundo y del piezo la dieta, mientras comeré esto,” “por más esfuer-
futuro. Los “errores” de interpretación o distorsiones zo que haga no logro bajar;” les enseña a generar pen-
cognitivas pueden reforzar creencias disfuncionales samientos alternativos más adaptativos para seguir un
que tiene el sujeto e incrementar la vulnerabilidad ha- plan de alimentación sin generar malestar emocional.
cia trastornos del estado de ánimo o de conducta. La
premisa de la terapia cognitiva es que lo que una perso- Aceptación y Compromiso
na piensa sobre sí mismo o cierto evento tiene un im- Forma parte de la tercera generación de terapias y
pacto directo sobre sus emociones y su conducta; así se diferencia en que el enfoque no está en cambiar
pues, las cogniciones influyen en la conducta, las cog- pensamientos y emociones, sino en aceptarlas y

224 Reséndiz Barragán y Sierra Murguía


realizar conductas acorde a estos pensamientos. Mindfulness
En un estudio (Forman et al., 2010) se comparó La técnica Mindfulness o conciencia plena, como se
el efecto en pérdida de peso de la terapia de le refiere en español, se integra dentro de las terapias
aceptación y compromiso contra terapia cognitivo de tercera generación, las cuales buscan la acepta-
conductual convencional. Se encontró que el grupo ción de las emociones, cogniciones y sensaciones y
de aceptación y compromiso perdió el 13.6% del no su modificación (Baer, 2006). Cabe destacar la
peso, mientras que el grupo de terapia cognitivo definición que Vallejo (2006) ha dado a esta técnica
conductual convencional, 9.8% del peso. de la cual dice “puede entenderse como atención y
En esta técnica se enseña al paciente a conciencia plena, presencia atenta y reflexiva. Los
aceptar (y tolerar) estados internos como antojos, términos atención, conciencia y referencia al mo-
hambre, cansancio por ejercicio y emociones mento concreto están incluidos de lleno en su sig-
negativas, estados que afectan el cambio de conducta nificado. Viene a plantear, por tanto, un empeño en
de estos pacientes. La premisa es que una persona centrarse en el momento presente de forma activa
puede tolerar situaciones que le generan malestar, y reflexiva. Una opción por vivir lo que acontece en
siempre y cuando esté comprometido con metas que el momento actual, el aquí y el ahora, frente al vivir
justifiquen ese malestar (Forman, Butryn, Hoffman y en la irrealidad, el soñar despierto.” En cuanto a sus
Herbert, 2009). En esta técnica se identifican metas componentes, Bishop et al. (2002) mencionan que es
de vida y se compromete al paciente con conductas el desarrollo de la conciencia curiosa, abierta y de to-
que sean acordes a ésta (Neimeier, Leahey, Palm- tal aceptación del momento presente.
Reed, Brown y Wing, 2012). Existe un interés creciente por esta terapia
Se han descrito algunos argumentos que jus- en el ámbito del tratamiento para diferentes pato-
tifican el uso de esta técnica en el tratamiento de la logías. En el tratamiento para la obesidad se ha de-
obesidad; el ambiente obesigénico, es decir, la alta mostrado su efectividad para la pérdida de peso a
disponibilidad de alimentos con densidad energéti- corto plazo y en el tratamiento de desórdenes de la
ca elevada que resulta en una “urgencia” por querer alimentación (Cooper, 2010), así como en el trata-
comerlos (Forman y Herbert, 2009). Aun existiendo miento del trastorno por atracón (Vocks et al., 2010);
restricción alimentaria, es muy fácil que las perso- en este contexto, el mindfulness funciona mediante
nas regresen a sus hábitos anteriores dificultando el el incremento de la conciencia de las emociones y
mantenimiento del peso a largo plazo, por lo que se señales internas, las cuales al pasar desapercibidas
necesita un compromiso con estas conductas a largo pueden despertar conductas automáticas, tales como
plazo (Williams et al., 1996). Para un adecuado con- la ingesta de alimentos (Boudette, 2011; Kristeller y
trol de peso se requiere tolerar ciertas situaciones Wolever, 2011). Al desarrollar la conciencia de los
como antojos, presión social, hambre, restricción, pacientes para lograr total entendimiento de sus pen-
aburrimiento, etc. (Byrne, Cooper y Fairburn, 2003). samientos, emociones y sensaciones, es decir, vivir
En el sentido que logren tolerar estas sensaciones, en de manera conciente el momento presente, se logra
lugar de intentar disminuirlas, varían las respuestas incrementar la tolerancia a la frustración, reducien-
del individuo. Se enseña al paciente a tolerarlas como do la impulsividad en la ingesta y el consumo de ali-
una opción contra la obesidad (Forman et al., 2009) mentos ocasionado por estímulos internos diferentes
“no puedo comer todo lo que quiera y ser delgado, al hambre (Caldwell, Baime y Wolever, 2012). Otras
debo escoger,” en este sentido el paciente aceptaría ganancias han sido reportadas por distintos autores,
este malestar pues está comprometido con su meta, tales como la capacidad del individuo de diferenciar
mantener un peso saludable. la sensación de hambre de otro tipo de sensaciones;

Capítulo 11 225
incrementar su percepción de satisfacción; mejorar que aplicaron distintos tratamientos accesibles a
su actitud ante la práctica del ejercicio (Wolever y los centros de atención primaria. Los resultados
Best, 2009); así como reducir las emociones negati- arrojados indicaron que las intervenciones
vas, el juicio crítico hacia ellos mismos y por ende la conductuales ofrecieron una pérdida de peso de
sobreingesta vinculada a éstos (Gongora, Derksen y entre 9 y 15 lbs. contra ninguna pérdida o pérdidas no
Van Der Staak, 2004). significativas en los grupos control. En los estudios en
los que se les ofreció a los pacientes una intervención
La obesidad desde la Medicina Conductual conductual intensiva con el medicamento Orlistat
Desde los años 60’s analistas de la conducta han es- se encontró que la pérdida de peso fue de 11 a 22
tudiado la relación entre ambiente y conducta apli- lbs. contra 7 a 13 lbs. en los grupos placebo. Otros
cado a los temas relacionados con el peso (Ferster, efectos observados de estas intervenciones son la
Nunberger y Levitt,1962). Estos autores afirman que disminución de incidencia en diabetes en un 50%,
los aprendizajes que han llevado a un paciente a de- disminución de 5.4 mg/dL, reducción de 2 a 5 mm
sarrollar esta enfermedad pueden ser modificados Hg en presión diastólica y sistólica y reducción de
con la finalidad de sustituirlos por otros nuevos que entre 4.1 y 1.4 cms de circunferencia en cintura.
le permitan mejorar el control de su peso. También Estos datos demuestran la efectividad de los
se busca a través de estas intervenciones modificar tratamientos conductuales con y sin medicamento,
el ambiente en el que se encuentra inserto el indivi- ya que la modificación observada en los marcadores
duo con la finalidad de incrementar la probabilidad biológicos contemplados en la investigación son de
de que realice los nuevos comportamientos aprendi- relevancia para la salud de las personas.
dos (Wing, 1998; Wadden, Crerand y Brock, 2005). La evidencia empírica provista por este tipo
Tomando como base estas aseveraciones y la tasa de de investigaciones en cuanto a la efectividad de los
incremento de la obesidad a nivel mundial es que tratamientos conductuales ha servido para integrar
se justifica la necesidad de diseñar intervenciones los tratamientos que ofrecen distintas asociaciones
conductuales que puedan generar pérdidas de peso e instituciones de prestigio. Tal es el caso de la So-
sostenidas. Autores como Tamly (2009); Johnston, ciedad de Medicina Conductual (2013 [SBM por
Tayler y Foreyt (2007); Fabricatore (2006) y Dorsten sus siglas en inglés]), la cual cuenta con un grupo
y Lindley (2008) han realizado propuestas específi- de interés especial para la obesidad y los trastornos
cas de intervención conductual con y sin componen- de alimentación enfocada en formar terapeutas in-
tes cognitivos con esta finalidad. Ha quedado claro teresados en las patologías vinculadas a la ingesta,
que uno de los objetivos principales de estas inter- competentes en su tratamiento y capacitados cientí-
venciones es la pérdida de peso, sin embargo, no es el ficamente para la elaboración de investigaciones que
único objetivo que se persigue al implementar estas favorezcan el área.
técnicas ya que los criterios de éxito se han ido mo- Asimismo, la SBM presentó recientemente
dificando en el sentido de buscar que el nuevo reper- una declaración sobre obesidad infantil en la cual
torio de conductas del paciente favorezca su estado la denomina como un reto para la salud pública
general de salud y no sólo promueva la pérdida de para cuyo tratamiento es necesaria la aprobación de
peso (Brownell y Wadden, 1992). políticas públicas basadas en la evidencia y vigiladas
En una revisión sistemática realizada por para unificar su calidad y modo de implementación
Leblanc, O’connor, Withlock, Patnode y Kapka (Fitzgibbon, Hayman y Haire-Joshu, 2008).
(2011) para la US Preventive Services Task Force Otra institución de prestigio que cuenta
se analizaron los datos obtenidos de 58 estudios con programas para el tratamiento de la obesidad

226 Reséndiz Barragán y Sierra Murguía


desde la medicina conductual, es el programa de por los investigadores nacionales, razón por la cual
medicina conductual para la obesidad del hospital será importante establecer líneas de investigación
Johns Hopkins Bayview Medical Center bajo la que puedan impactar de manera directa la prevalencia
dirección de la doctora en psicología Janelle W. creciente de pacientes con obesidad en México.
Coughlin, el cual actualmente ofrece evaluación y
tratamiento conductual a personas con sobrepeso y Conclusiones
obesidad mayores de 18 años, en modalidad grupal La obesidad es una enfermedad crónica que repre-
e individual, así como programas de mantenimiento senta actualmente una epidemia mundial y que afec-
para la prevención de recaídas. El trabajo que realizan ta la salud física y psicológica de quien la padece.
en esta institución se ofrece a pacientes obesos no Existe documentación acerca de diversas patologías
quirúrgicos y candidatos a cirugía bariátrica, en psicológicas y psiquiátricas frecuentes en pacien-
cuyo caso se realiza la evaluación y preparación tes con obesidad para cuyo tratamiento el enfoque
pertinente para dicho procedimiento. En México, cognitivo-conductual es el más aceptado debido a la
existen varios grupos de trabajo dedicados a tratar evidencia empírica de su efectividad para la modifi-
pacientes con obesidad, así como académicos que cación de las conductas que contribuyen al desarro-
han desarrollado trabajos de investigación en este llo de esta enfermedad. En este sentido, la medicina
campo bajo enfoques psicológicos y campos de conductual ha desarrollado estudios enfocados en el
conocimiento muy diversos. Pueden mencionarse tratamiento de la obesidad y se han creado centros
los trabajos de Gómez Pérez-Mitre et al. (2006) sobre de tratamiento especialmente en Estados Unidos si-
obesidad en población universitaria, su prevalencia guiendo este modelo, sin embargo, en México hay
y relación con agresión y conductas compensatorias poca referencia de su aplicación en la obesidad y re-
y alimentarias de riesgo y de Morin (2008) sobre presenta por lo tanto un área de oportunidad para los
obesidad y satisfacción sexual. En cuanto a los especialistas en el área.
trabajos de investigación realizados desde la medicina
conductual es posible referir la tesis de maestría
de Sierra-Murguía (2012) realizada como parte del REFERENCIAS
programa de posgrado en psicología con residencia
en Medicina Conductual de la Facultad de Estudios Abilés, V., Rodríguez-Ruiz, S., Abilés, J., Mellado,
Superiores Iztacala de la Universidad Nacional C., García, A., Pérez de la Cruz, A. y Fer-
Autónoma de México y el Hospital General Dr. nández-Santaella, M.; (2010). Psychological
Manuel Gea González, institución en la cual se sigue characteristics of morbidly obese candidates
el modelo de medicina conductual en el tratamiento for bariatric surgery. Obesity Surgery, 20 (2),
de los pacientes candidatos a cirugía bariátrica de la 161- 167.
clínica de obesidad de dicha institución, del 2011 a la Akbartabartoon, M., Lean, M. y Hankey, C. (2005).
fecha. Actualmente en esta institución se desarrollan Relationships between cigarette smoking,
investigaciones enfocadas a describir la conducta body size and body shape. International
alimentaria de las personas mexicanas con obesidad, Journal of Obesity, 29(2), 236-43.
las variables psicológicas y psiquiátricas presentes en Alger-Mayer, S., Rosati, C., Polimeni, M. y Malone,
las personas obesas que desertan al tratamiento una M. (2009). Preoperative binge eating status
vez que lo han iniciado y el papel de la familia en el and gastric bypass surgery. Obesity Surgery,
éxito de éste. Se observa que a pesar de las altas tasas 19, 139–45.
de obesidad en México el área ha sido poco explorada

Capítulo 11 227

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