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El colibrí se dirige hacia el fuego que está quemando el campo mientras todos los demás animales huyen, con la intención de recolectar agua con su pico para mitigar las llamas. La liebre trata de convencerlo de que sus esfuerzos solitarios no serán suficientes para apagar el fuego, pero el colibrí sigue determinado a cumplir con su parte a pesar de las dudas de los demás. Aunque el colibrí no logra apagar el fuego solo, su acción demuestra la importancia de que cada uno contribuya
El colibrí se dirige hacia el fuego que está quemando el campo mientras todos los demás animales huyen, con la intención de recolectar agua con su pico para mitigar las llamas. La liebre trata de convencerlo de que sus esfuerzos solitarios no serán suficientes para apagar el fuego, pero el colibrí sigue determinado a cumplir con su parte a pesar de las dudas de los demás. Aunque el colibrí no logra apagar el fuego solo, su acción demuestra la importancia de que cada uno contribuya
El colibrí se dirige hacia el fuego que está quemando el campo mientras todos los demás animales huyen, con la intención de recolectar agua con su pico para mitigar las llamas. La liebre trata de convencerlo de que sus esfuerzos solitarios no serán suficientes para apagar el fuego, pero el colibrí sigue determinado a cumplir con su parte a pesar de las dudas de los demás. Aunque el colibrí no logra apagar el fuego solo, su acción demuestra la importancia de que cada uno contribuya
iluminaba con todo su esplendor los pajarillos no cesaban de trinar entonando sus hermosas melodías, las liebres saltaban de alegría de aquí para allá, las mariposas y flores lucían sus trajes elegantes donde se podía percibir el aroma de estas. Se escuchaba el mugido de los toros, el balar de las ovejas y el zumbido de los colibríes. De pronto se escuchó el sonido de llamas de fuego, que quemaba el rastrojo del trigo y de cebada, generada por los agricultores que preparan sus terrenos para la nueva siembra, todos los animales huían despavoridos, en mitad de la confusión, un pequeño colibrí con su traje verde azulado brillante empezó a volaren dirección contraria a todos los demás. Todos miraban al colibrí asombrados pensando qué demonios hacia dirigiéndose hacia el fuego. - La liebre le pregunto: ¿Dónde vas? ¿Estás loco?, tenemos que huir del fuego. - El colibrí respondió recojo un poco de agua del riachuelo con mi pico para mitigar el fuego. - La liebre asombrada le grito: No va a servir para nada, tú solo no podrás apagarlo - El colibrí seguro de sí mismo respondió, es posible, pero yo cumplo con mi parte aquí está mi vida, mi nido y todo lo que construí, me sentiría muy mal sin hacer nada. - Estás loco, no servirá unas pocas gotas de agua para apagar el tamaño de intensidad de las llamas. No podrás apagarlo tú solo. - El colibrí continúo su incansable vuelo hacia el riachuelo. Todos los demás animales huyeron de la pradera dejando el arduo trabajo que realizaba el colibrí, fue la última vez que lo vieron.
Moraleja: El trabajo en conjunto nos acerca a un resultado óptimo si cada uno hace lo que le corresponde en cada momento, podríamos lograr grandes cambios en conjunto