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IGLESIA DE CRISTO EMMANUEL DE MINISTERIOS EBENEZER

ESCUELA DE DOCTRINA VIRTUAL EMMANUEL.


MÓDULO DE FUNDAMENTOS BIBLÍCOS

Tema 16

Haciendo morir el alma


Mateo 10:38 R60 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que
halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará
INTRODUCCIÓN:
El evangelio se refiere al Señor Jesucristo y cómo tal va relacionado con la vida, ya que Él nos
dice en la Palabra que es La vida (Juan 11:25, y 14:6). Pero cuando se habla de la vida también
debe hablarse del otro extremo que es la muerte, ya que cuando nacemos empezamos a
morir como un proceso natural según los científicos. Un ejemplo son las células que nacen,
se multiplican o mitosis y luego mueren, y a los 33 años está comprobado que nacen más
células de las que mueren; pero a partir de esa edad empiezan a morir mayor número de
células y esto se llama envejecimiento. A todo esto, el cerebro le envía una señal a las células
que no hacen su función para que mueran y no sigan multiplicándose, pero las que no
quieren morir se vuelven células cancerígenas. Por eso nosotros también nosotros debemos
multiplicarnos, pero después de fructificar (Genesis 1:28), y para fructificar la Escritura nos
enseña que el grano debe morir para que dé fruto (Juan 12:24). Por eso no es correcto
multiplicarse sin fructificar.
Los animales que tienen sus células similares al ser humano son las del cerdo y una clase de
ovejas llamada “oveja negra” con las que han hecho experimentos para regenerar las células
y mantener la juventud. Es curioso que conocemos a la oveja negra como la descarriada, y
el Señor deja a las noventa y nueve por buscar a la oveja descarriada que representa a la
humanidad (Mateo 18:13), y el Señor vino a morir para que nosotros tengamos vida eterna
(1 Juan 4:9) dejándonos ver que el morir trae vida. Por eso en este tema estudiaremos los
aspectos importantes para hacer morir al alma para así tener vida, ya que la Biblia nos enseña
que el que pierda su vida (“psuche” alma) a causa del Señor, la hallará (Mateo 10:38).
La vida está relacionada a la muerte, porque para vivir, debemos morir a diferentes aspectos
en nuestra alma. Cuando alguien se niega a morir, tiene problemas. Por eso a muchos
cristianos el Señor como nuestra cabeza nos pide que muramos a ciertas cosas y debemos
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oír la voz del Señor, para que podamos tener vida y vida eterna.

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Algunas religiones orientales piensan que deben realizar meditación o realizar alguna
práctica filosófica para que muera el alma, pero la Palabra nos enseña que por el Espíritu
podemos hacer morir las obras de la carne y así vivir (Romanos 8:13). Por eso es necesario
conocer que se hace para hacer morir al alma.
DESARROLLO:
1. Morir al viejo hombre - bautismo
Romanos 6:3 (R60) ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
En estos versículos podemos ver cómo somos sepultados juntamente con Él para muerte por
el bautismo, para que podamos tener vida y una vida nueva. En el bautismo es sepultada
nuestra vieja naturaleza, para andar en novedad de vida. Por eso debemos saber que
aquellos que no se bautizan anda aún en ropas egipcias o con el viejo hombre. Cuando nos
bautizamos el cuerpo de pecado queda inmóvil, semejante a lo que hizo David al lanzar la
piedra a Goliat, que quedó inmóvil, pero luego con la propia espada de Goliat le corta la
cabeza (1 Samuel 17:49-51).
2. Morir al tomar la cruz
Mateo 10:38 R60 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que
halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
El tomar la cruz nos deja ver que debemos morir, morir a nosotros mismos, a nuestros
deseos, anhelos para ir en pos de Cristo. Por eso el apóstol Pablo enseñaba que ya no se
gloriaba o jactaba de cosas personales, sino de la cruz de Cristo, en la cual el mundo fue
crucificado o abolido para él y él muerto para el mundo (Gálatas 6:14).
Esto nos invita a buscar más del Señor para ser dignos de Él, y evitar ir en pos de cosas del
mundo. La Biblia nos enseña que debemos poner nuestra mirada en las cosas de arriba y no
en las de la tierra, porque ya hemos muerto y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios
(Colosenses 3:2-3).
3. Morir al tener obediencia
R60 Génesis 2:17 más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que
de él comieres, ciertamente morirás.
Hay que ministrar nuestra alma con obediencia, ya que podemos ver el caso de Adán que se
le dice que no coma del árbol de la ciencia del bien y del mal, pero desobedeció y ese día
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murió. Vemos que Adán vivió 930 años y la Biblia dice que un día es como mil años (2 Pedro

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3:8), logramos entender que por desobediencia no logro vivir ese milenio completo. Es por
eso por lo que nosotros debemos hacer morir nuestra alma al obedecer, teniendo como
ejemplo al Señor Jesucristo, quien en el momento de la prueba en el Getsemaní su alma
estaba afligida hasta la muerte, y no decidió hacer lo que Él quería o necesitaba, sino decidió
rendir su voluntad y hacer la Voluntad del Padre (Mateo 26:38-39).
4. Morir al pecado
Efesios 2:1 R60 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
pecados,
Cuando no conocíamos al Señor estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Pero
viene el Señor y paga por nosotros con precio de sangre para ser redimidos mediante su
muerte, llevando nuestros pecados en su cuerpo para que nosotros tengamos vida. Ahora a
nosotros nos corresponde morir al pecado (1 Pedro 2:24 BAD).
5. Morir del alma en santa cena
1 Corintios 11:26 (R60) Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta
copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
El pan significa muerte y el vino significa vida. Por eso podemos ver la figura del panadero y
copero, los cuales habían ofendido al rey de Egipto y fueron metidos a la cárcel donde estaba
José, los dos tuvieron un sueño el cual fue interpretado por José lo cual era que el panadero
muere y copero vive (Génesis 40:1-5, 20-22). Por eso en Santa Cena tenemos la posibilidad
de estar en el Tribunal del Espíritu Santo, para analizar nuestra vida y morir a todo aquello
que no le agrada al Señor, arrepintiéndonos y poniéndonos a cuentas con Él y así no ser
juzgados (1 Corintios 11:31).
6. Morir ungido - unción y llenura del Espíritu Santo
Mateo 26:12 BNC Derramando este ungüento sobre mi cuerpo, me ha ungido para mi
sepultura.
Cuando hablamos de ungir hablamos también del bautismo del Espíritu Santo, para poder
hacer la obra que el Señor demanda en nuestras vidas (Lucas 3:22, 4:1). Pero no es suficiente
ser bautizado con el Espíritu Santo, debemos anhelar ser llenos del Espíritu Santo, para que
recibamos poder (Lucas 4:14) y así vencer las obras de la carne y vivir (Romanos 8:13). En el
ejemplo de Mateo 26:12 el Señor fue ungido para prepararlo para la muerte, pero cuando lo
sepultan es cubierto de lino y especias aromáticas (Juan 19:40). Esto nos deja ver que cuando
morimos, como amada del Señor tenemos lino fino (Apocalipsis 19:8), es decir que podemos
tener acciones justas, y podemos adorar como dulce aroma para el Señor (Ezequiel 20:40
TLA).
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7. Morir al ver el rostro de Dios
Éxodo 33:20 RVA --Dijo además--: No podrás ver mi rostro, porque ningún hombre me verá
y quedará vivo.
Génesis 32:30 R60 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara
a cara, y fue librada mi alma.
En la vida de Jacob vemos dos aspectos importantes, uno al inicio cuando reconoce que en
el lugar que se encuentra esta la presencia del Señor, y llama a aquel lugar Betel o Casa de
Dios (Génesis 28:16, 19). Esta es nuestra primera faceta, reconocer el tiempo de nuestra
visitación, reconocer la presencia del Señor en un lugar y sobre todo en nuestras vidas. Pero
luego Jacob después de su caminar de varios años, se queda solo y tiene un encuentro con
un varón que Jacob describe como Dios y allí es librada su alma (Génesis 32:30, Oseas 12.3).
Esto deja ver que cuando tenemos un encuentro genuino con el Señor y más aún, le podemos
ver, nuestro caminar es cambiado, porque nuestra alma ya no tiene dominio sobre nuestro
ser sino el Espíritu Santo.
8. Morir del alma en el sacrificio
Éxodo 29:36 RVA Y cada día ofrecerás un toro como sacrificio por el pecado, para hacer
expiación. Purificarás el altar al hacer expiación por él, y lo ungirás para santificarlo.
Romanos 12:1 R60 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
En estos pasajes nos habla del sacrificio de un toro, palabra que significa también toro joven
o novillo. Esto nos deja ver que se debe morir a diferentes características cómo el carácter
y el tema sexual. La palabra sacrificio viene del hebreo “zebaj” (H2077 y H2076 Strong) que
significa matanza, sacrificio, inmolar, consagración. Es este sentido podemos ver que
Romanos 12:1 nos habla acerca de presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo. Al utilizar
cuerpos en plural significa varios, los cuales son nuestro cuerpo, alma y espíritu para
presentarlos en sacrificio vivo, con santidad, en un culto racional, agradable a Dios. Por eso
mismo el apóstol Pablo nos enseñaba que cada día moría, buscando consagrarse y no en los
deleites del mundo (1 Corintios 15:31-32). Una de las formas en las que podemos presentar
sacrificio es por medio de la alabanza, con fruto de labios que confiesan su nombre (Hebreos
13:15), y así mismo cuando hacemos el bien y ayudamos a los demás es algo que le agrada
al Señor (Hebreos 13:16)
9. Morir al ofrendar
Hebreos 10:12 R60 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio
por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
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Efesios 5:2 LBA y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
El Señor dio su vida como ofrenda, no solo algo material, sino su vida misma. Nosotros
también al momento de la ofrenda y los diezmos podemos morir a las cosas terrenales como
la avaricia, la codicia, la necedad. Hay gente que acumula y no puede ofrendar porque viven
en avaricia y en necedad (Lucas 12:19-20). Pero cuando nosotros damos nuestros diezmos,
el Señor abre las ventanas de los cielos (Malaquías 3:10), y Él de su buen tesoro dará lluvia
para bendecir la obra de nuestras manos, y aún para prestar a otros (Deuteronomio 28:12).
Así mismo el Señor nos llama a ser ricos en buenas obras, generosos y prontos para
compartir, y podamos echar mano de lo que en verdad es Vida (1 Timoteo 6:18-19).
Conclusión:
El Señor Jesucristo es nuestro máximo ejemplo que aun siendo Dios no se aferró a eso y se
despojó de sí mismo y tomando forma de siervo semejante a hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte para que luego Dios lo exaltará dándole un nombre
sobre todo nombre (Filipenses 2:6-10). El apóstol Pablo nos invita a que tengamos el mismo
Sentir que tuvo el Señor Jesucristo, y una de las actitudes es despojarnos. En este caso
debemos despojarnos de nosotros mismos, para que podamos decir: “Ya no vivo yo, más
Cristo vive en mi” (Gálatas 2:20).

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ESCUELA DE DOCTRINA VIRTUAL EMMANUEL
NIVEL: FUNDAMENTOS BIBLÍCOS
HOJA DE TRABAJO 16

TEMA: Haciendo morir el alma.

1. ¿Qué entiendes por hacer morir el alma?

2. ¿Por qué es importante morir?

3. ¿Qué debemos hacer para hacer morir al viejo hombre?

4. ¿Cómo morimos al ofrendar?

5. ¿Cómo muere el alma al momento del sacrificio (Romanos 12:1)?

6. ¿Cómo funciona la obediencia en la muerte al viejo hombre?

7. ¿Qué es morir al pecado?

8. ¿Qué efecto tiene en nosotros cuando nos dejamos llenar por el Espíritu Santo?

9. ¿Qué nos resulta al ver el rostro de Dios?

10. ¿Qué es más importante la Santa Cena o el bautizo para hacer morir el viejo hombre?
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