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TRABAJO DE EXEGESIS
CITA BIBLICA
PRESENTA
MATERIA
Maestro
Urías. 15En la carta había escrito: “Poned a Urías en primera línea, donde la lucha sea
más reñida, y retiraos de detrás de el para que le hieran de muerte”. 16Cuando estaba
Joab asediando la ciudad, colocó a Urías en el sitio en que sabía que estaban los
hombres más valientes. 17Los hombres de la ciudad hicieron una salida y atacaron a
Joab; cayeron algunos del ejército de entre los veteranos de David. También murió
Urías el hitita.
Vocabulario
Betsabé: Cuarta de las mujeres de la genealogía de Jesús. Pero aparece como la mujer
de Urías, no con su nombre. Ella a jugado un papel irregular e importante en la historia
de las genealogías de Israel, lo mismo que las otras tres mujeres. El texto la presenta
como hija de Eliam y pertenece con toda probabilidad a la aristocracia preisralita.
Probablemente Betsabé no es israelita, pero al texto no le interesa, sino la manera en
cómo abría aprovechando las circunstancias para ascender a la corona del rey.1
Purificación: Desaparición de una impureza ritual. Consíguese por medio de:
abluciones, por aspersiones con sangre, por contacto con carbón ardiente, y por
sacrificios purificador. Vasijas de barro que se han hecho impurezas deben ser
1
Pikaza X., Diccionario enciclopédico de la Biblia.Sapientia, 2013, 155
destrozadas y fregadas con agua. Las piezas de metal, procedentes de botín, que
aguantan el fuego han de purificarse en el fuego; otras, con agua2.
Urías: Yahvé es mi luz. Marido de Betsabé miembro de los treinta, el cuerpo de élite de
David. Dado que se le designa como “hitita” y a veces su nombre se le designa por una
hebraización del hurrita ariya, se pensó que se trataba de un mercenario extranjero. Sin
embargo, en la época de David, los Estados neohititas tenían una población
predominante semítica, en especial aramea. Víctima de la unión adultera de David con
su esposa.3
Lavatorio de pies: Lavar los pies constituía un deber elemental de hospitalidad en un
país en que los viajeros andaban descalzos o calzados con sandalias y terminaban
cubiertos de polvo. Los sacerdotes israelitas debían lavarse las manos y los pies antes de
ejercer sus funciones. El lavatorio de pies lo hacía un esclavo; las prescripciones
rabínicas lo reservaban a esclavos no judíos. Si llegaba el caso, sin embargo, había
discípulos que prestaban este servicio a su maestro o rabino en señal de devoción.4
Casa: Para vivir tiene el hombre necesidad de un medio favorable y de un abrigo
protector: una familia y una casa, ambas designadas con la misma palabra hebrea: Bayt.
Ahora bien, Dios no se contenta con dar al hombre una familia natural y una morada
natural: quiere introducir en su propia casa, no solo como servidor, sino a título de hijo;
por eso dios, después de haber habitado y medio de Israel en el templo, envió a su Hijo
único a construirle una morada espiritual hecha de piedra vivas y abierta a todos los
hombres5.
Tienda: Habitación de los nómadas, a menudo también de los seminómadas, como los
patriarcas, y de los israelitas mientras conquistaba las tierras hasta convertirse en
sedentarios. También los reyes clavaban tiendas o chozas en el campo.
El nombre de tienda pervivió posteriormente, como antigua expresión de la vida
nómada, para significar habitación. El templo como morada de Yahvé, se llama a veces
tienda.6
Comentario:
Se describe el adulterio de David con Betsabé, que coloca a ambos en una
situación difícil y apurada. El castigo previsto para la mujer adultera era la muerte.
Después de una doble tentativa de que pareciese como padre de la criatura el marido de
Betsabé, David envió a Urías de nuevo al frente de batalla con una carta que significaba
su propia muerte. Joab le comunicó a David la muerte de Urías y el rey tomó por esposa
a Betsabé.
La pregunta que Joab preveía que David, contrariado y enfurecido, podría hacer
y he hecho hizo al mensajero que llevo la noticia de Urías, están inspiradas y
formuladas a partir de la muerte de Abimélec en Tebes a manos de una mujer, que le
arrojo una piedra de molino desde lo alto de la torre de la ciudad.
2
Haag H. e.a., Diccionario de la Biblia, Herder, 2000, 1607
3
Bogaert P. e.a, Diccionario enciclopedico de la Biblia, Herdes, 1993, 1553
4
Bogaert P. e.a, Diccionario enciclopedico de la Biblia, Herdes, 1993, 897
5
Léon- Dufour X. Vocabulario de Teología Bíblica, Herder 1982, 150
6
Haag H. e.a., Diccionario de la Biblia, Herder, 2000, 1939
Aunque el relato del adulterio con Betsabé y del crimen contra Urías está
redactado en términos bastantes asépticos sin entrar en juicios de valor, sin embargo, la
simple narración de los hechos deja entrever la degradación moral de David, por una
parte, y la grandeza y coherencia ética de Urías, por otra. EL momento de mayor poder
y esplendor de David coincide con su mayor abyección. Tampoco Joab y Betsabé están
exentos de complicidad. A juzgar por su facilidad para la intriga cortesana, que
demuestra sobre todo la hora de colocar a su hijo Salomón en el trono, Betsabé aparece
como una mujer ambiciosa y es posible que su llegada al palacio por el cambio del
adulterio y del crimen no fue sólo idea de David.
Contrastan la grandeza y fidelidad de Urías, por una parte, con la bajeza y la
villanía de David, por otra. Son como los paneles de un díptico hecho de luz y de
sombra. Pegado a la puerta de palacio, con el pensamiento puesto en sus compañeros de
armas y en el arca del Señor, que se encontraban en el frente de batalla, renunciando a
los placeres y sobornos que David le brindaba, Urías aparece en el cuadro moral
dibujado como el prototipo de lealtad hacia su rey, solidaridad con los demás soldados,
y devoción hacia Dios presente en el arca. Es el panel de la luz, la nobleza y la
fidelidad. El panel de las sombras le corresponde a David, convertido en un guiñapo en
manos de las pasiones más viles y abyectas, que le hacen recurrir a artimañas ruines y
arteras, con el fin de salvar la imagen y las apariciones, sin renunciar a sus crímenes
propósito.7
Aplicación pastoral:
A lo largo de la nuestra vida, sin duda no encontramos en situaciones límite,
muchas son por accidentes, muchas otras por culpa de terceros, pero la gran mayoría de
estas situaciones nosotros somos los causantes. Podríamos decir que somos nosotros
quienes nos ponemos mas trabas en la manera de actuar o en la consecuencia de
nuestros actos.
De esta misma manera, podemos observar como con David sucede lo mismo. En
el esplendor de su reinado, y llegado el tiempo de las campañas, decide quedarse.
Tenemos que examinar esto, ver lo que sucede. En los tiempos de David, el tiempo de la
campaña es aquel en que salían al combate y eran comandados por el rey, era el
encargado de guiar a las tropas. Pero al no hacerlo, al dejar de lado su responsabilidad, o
mejor dicho al dar paso a la pereza, es que sucede todo su mal, se mete con una mujer
casa, la cual se queda embarazada y al no conseguir que su marido se metiera con ella,
termina por mandar a que lo asesinaran.
Muchas veces en nuestro caminar, en nuestro día a día, somos como David,
dejamos de hacer lo que tenemos que hacer, y lo podemos ver desde la hora de
despertar, como por la procrastinación, el decir 5 minutos más, nos afecta en nuestro,
día, llegamos tarde, no comemos, puede que nos regañen, no rendimos igual o pude ver
mas consecuencias. Tal ves no llegaremos a meternos con la mujer de otro hombre o
matar a alguien, pero si afectaremos nuestra vida. Y de la misma manera aplica para
nosotros que nos encontramos en la formación, cuantas veces no dejamos de hacer lo
mínimo o lo que nos toca, le damos paso a la flojera, nos dejamos seducir por la pereza,
7
Guillén Torralba J. e.a., Comentario al Antiguo testamento I, Verbo divino, 1997, 419
por la de obligación, por el desinterés y terminamos afectado todo nuestro proceso
formativo, dejamos nuestra vida de oración, dejamos de estudiar y al final nos termina
por pasar factura.
Con esta lectura el Señor nos muestra que, hasta lo más mínimo que dejemos de
hacer, afecta nuestra vida y puede afectar la de los demás, con David fue el termino de
una familia y la muerte de una persona, pero para nosotros puede significar la perdida
de un cristiano, nuestro mal testimonio afecta nuestra Iglesia. Por eso, es necesario
fijarnos en Urías que, a pesar de poder descansar en una cama, de poder dormir bien,
comer, y estar con su mujer, no dejaba de pensar en sus compañeros, en su lealtad al rey,
y tal ves no era el mejor, o tal ves si, pero lo que si tenía claro era saber cuál era su lugar
y que era lo que le corresponda hacer.
Así, cada uno de nosotros tenemos que responder, por que estemos en el
esplendor de nuestra vida tenemos que dejar rienda suelta a los placeres, a pensar que no
pasa nada, por que si pasas y pasa muy grave. Al contrario, tenemos que ser conscientes
de quienes somos, que somos y de quien somos, sabiendo que esta una comunidad por
delante que nos necesita.