Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Fue una suerte que la mayoría del ejército enemigo no se diera cuenta
de lo que había sucedido. Ante el formidable empuje de los hunos, los
hombres de Aladar finalmente se dieron a la fuga y Chaba quedó
dueño del campo de batalla.
Pero fue una victoria muy amarga.
De su gran ejército apenas si quedaba un millar de hombres de pié.
Los demás, decenas de miles de ellos, yacían seriamente heridos
sobre la llanura y, según lo que decían los dedicados a curarlos, sólo
muy pocos podían albergar alguna esperanza. A Chaba se le partía el
corazón al ver a tantos fieles guerreros sacrificados por algo que, al
final de cuentas, no había sido más que una estúpida y cruel lucha
entre hermanos. ¿Por qué su madre había querido que él fuese el rey
de los hunos? ¿Por qué había cargado sobre sus hombros esa enorme
responsabilidad? Recordó a su madre, recordó sus últimas palabras, y
como un recuerdo traía consigo al siguiente, de pronto recordó
también la flecha que le había dicho que guardara.
Como obedeciendo a un impulso repentino, tomó esa flecha, tensó su
arco, y la disparó lejos; lo más lejos que pudo. El proyectil describió
una parábola perfecta en el aire y voló tan lejos que se perdió de vista.
Tanto Chaba como los hombres a su lado estaban haciendo grandes
esfuerzos por tratar de determinar dónde había caído cuando, de
pronto, se hizo un hueco entre las nubes que tapaban el sol y un
poderoso rayo de luz iluminó el sitio en el que había caído la flecha.
Rápidamente, los hombres cabalgaron hasta ese lugar y encontraron
a la flecha clavada en una extraña planta de grandes y carnosas hojas
que, al ser apretadas, segregaban un líquido blancuzco y espeso.
Chaba quedó perplejo, sin comprender, pero los magos sabios
supieron inmediatamente de qué se trataba.
– Cubre las heridas de tus hombres con estas hojas – le dijeron – y
verás como todos ellos sanarán de inmediato.
Así lo hicieron y, milagrosamente, todos los guerreros se
restablecieron. Incluso hubo algunos que hasta salieron fortalecidos
luego del tratamiento, con mayor vigor y más bríos que antes.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*