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Cronoestratigrafía y sedimentología de las cuencas neógenas de Boudinar y Arbaa Taourirt (Rif Oriental,
Marruecos)

Tesis Diciembre 2016

CITAS LEE

3 12,031

1 autor:

achalhi mohamed
Escuela Nacional de Minas ­ Rabat
12 PUBLICACIONES 102 CITAS

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Cuencas neógenas del proyecto Vista Mediterránea

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Primera Universidad Mohammed ‫ـــ‬ ‫ــ‬

Facultad de Ciencias Oujda ‫ـــ‬ ‫ــ‬

‫ــ‬ ‫ـ‬ ‫ـ‬ ‫ــ‬ ‫ــ‬

Centro de Estudios de Doctorado en Ciencia y Tecnología

Número de pedido: 394/16

TESIS
Presentado y apoyado por:
Mohamed ACHALHI

Para obtener el rango de:


DOCTORADO EN CIENCIAS

Formación doctoral: Geociencias

Especialidad: Sedimentología

Cronoestratigrafía y sedimentología de las cuencas


neógenas de Boudinar y Arbaa Taourirt (Rif
Oriental, Marruecos)

Defendida públicamente el 15 de diciembre de 2016 en Oujda ante el comité de examen:

Sr. Abdelkhalak Ben Moussa Profesor, Facultad de Ciencias, Tetuán Presidente

Sr. Hamid Haddoumi Profesor, Facultad de Ciencias, Oujda ponente

Sr. Halima Rezqi Profesor, Facultad de Ciencias, Oujda ponente

Sr. Abdel Hamid Sadiki Profesor, Facultad de Ciencias, Fes ponente

Sr. Jean­Jacques Cornee DR2, CNRS, Universidad de Montpellier II, Francia Examinador

Sr. Philippe Münch Profesor, Universidad de Montpellier II, Francia Codirector de tesis

Sr. Ali Azdimusa Profesor, Facultad de Ciencias, Oujda Director de tesis


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El trabajo presentado en esta tesis fue financiado por:


­ Una beca del centro nacional de investigaciones científicas y técnicas "CNRST",
­ El programa francés CNRS: Proyecto Actions Marges­MedOcc "Alborán",
­ El programa franco­marroquí de cooperación científica: PHC Volubilis N°
MA/12/274,
­ El proyecto europeo FP7­IRSES­MEDYNA

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Gracias

GRACIAS

Al final de este trabajo, que nunca se logra solo, quisiera dirigirme a mi más sincero

gracias a todos los que pudieron ayudarme, de cerca o de lejos, a todos los que permitieron

con su apoyo y asesoramiento, para llevarlo a buen término.

En primer lugar, me gustaría agradecer a mis padres que supieron creer en mí y que me trajeron

toda su ayuda cuando la necesitaba. “Lo has sacrificado todo por tus hijos, ahorrando

ni salud ni esfuerzo. Me has dado un magnífico modelo de trabajo duro y perseverancia. I

estoy en deuda con una educación de la que estoy orgulloso”, esta disertación está 100% dedicada a usted. I

También agradezco a mis hermanos y hermanas (Maser, Ridouan, Nazha, Ouarda, Morad, Wafae,

Nafie, Achraf, Wiâam) y toda mi familia (tíos, primos, sobrinas, sobrinos, etc.)

quienes me apoyaron, directa o indirectamente durante mis estudios de doctorado y quienes contribuyeron a

me he vuelto.

Me gustaría agradecer muy calurosamente a mis directores de tesis, los profesores Ali

Azdimousa y Philippe Münch, quienes, a pesar de sus múltiples ocupaciones, acordaron

tomar la dirección de esta tesis en el camino, transformando así las dificultades

conocimos en una experiencia enriquecedora. También les estoy agradecido por tenerme

una rigurosa supervisión a lo largo de estos años. También les agradezco por haber

poner a mi disposición todos los medios y recursos económicos para llevar a cabo este trabajo.

Igualmente, también estoy en deuda con la contribución de los profesores Jean­Jacques

Cornée y Gilles Merzeraud , quienes dirigieron esta tesis. Se consagraron, cada uno a su manera

mucho tiempo y energía para su avance. estoy muy agradecido por

su intercambio de ideas y comentarios juiciosos, que me permitieron refinar aún más

ciertos puntos del análisis e interpretación de mis datos.

También me gustaría agradecer calurosamente a la profesora, Sra. Sérvrine Fauquette

por su invaluable aporte a la realización de parte de este trabajo. De la misma manera, mi

los agradecimientos van dirigidos a los profesores Sr. Frédéric Quillévéré, señoras

Mihaela Melinte­Dobrinescu y Hara Drinia por su análisis y valioso tiempo

dedicado para esta tesis. Un gran agradecimiento y también dirigido a Najat Feddi, que participó

a algunas misiones sobre el terreno.

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Gracias

Los examinadores que hayan aceptado formar parte del jurado de esta tesis también deben encontrar aquí

expresión de mi gratitud, Profesores Abdelkhalak Ben Moussa, Hamid

Haddoumi, Halima Rezqi y Abdelhamid Sadiki.

Quisiera agradecer a todos los integrantes del Laboratorio de Geociencias Aplicadas de la facultad

Ciencias de Oujda y Montpellier Laboratorios de Geociencias de la Universidad de Montpellier

II, más particularmente a los miembros del equipo "Cuenca" por su acogida, contribución

y ayudar a llevar a cabo este trabajo.

Un agradecimiento especial para Houda Ahmidout , quien me animó y apoyó constantemente.

a lo largo de estos años. También doy las gracias a Rachid Ahrouch y Khalid Majdoubi por

su acogida durante mis prácticas en Francia. No puedo terminar sin destacar el apoyo amistoso

y la calidez de mis amigos cotidianos (Abdelilah, Khalid, Morad, El Masaoudi,

Issam, Khoutoul, Farid, Oussama, Yassir, Najib…) que me apoyaron durante este viaje
doctoral.

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Lista de publicaciones y comunicaciones

LISTA DE PUBLICACIONES Y COMUNICACIONES

Publicaciones:

Mohammed Achalhi, Philippe Münch, Jean­Jacques Cornée, Ali Azdimousa, Mihaela


Melinte­Dobrinescu, Frédéric Quillévéré, Hara Drinia, Séverine Fauquette, Gonzalo

Jiménez­Moreno, Gilles Merzeraud, Abdelkhalak Ben Moussa, Younes El Kharim,

Najat Feddi, 2016. “The late Miocene Mediterranean­Atlantic connections through the

Corredor del norte de Rifian: nuevos conocimientos de las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt

(noreste del Rif, Marruecos)”. Paleogeografía, Paleoclimatología, Paleoecología, 459


131–152.

Jean­Jacques Cornée, Philippe Münch, Mohammed Achalhi, Gilles Merzeraud, Ali


Azdimousa, Frédéric Quillévéré, Mihaela Melinte­Dobrinescu, Christian Chaix,

Abdelkhalak Ben Moussa, Johanna Lofi, Michel Séranne, Pierre Moissette, 2016. El

Superficie erosiva del Messiniense y reinundación del Plioceno temprano en el mar de Alborán: nueva

Percepciones de la cuenca de Boudinar, Marruecos. Geología sedimentaria, 333, 115–129.

Gilles Merzeraud, Mohammed Achalhi, Jean­Jacques Cornee, Philippe Münch, Ali


Azdimusa, Abdelkhalak Ben Moussa. Análisis de facies y estratigrafía secuencial de la

Messiniense tardío ­ Plioceno temprano Depósitos continentales a marinos de la cuenca de Boudinar (Norte

Marruecos). Enviado a Sedimentología en 2016.

H. Nasri, K. Elhammouti, A. Azdimousa, M. Achalhi, S. Bengamra, 2016.


Caracterización calcimétrica y sedimentométrica de depósitos de arcilla en la cuenca del Neógeno

de Boudinar (noreste del Rif, Marruecos): implicación en la evolución eustática y

hidrodinámica de la cuenca e interés económico. J.Mater. Alrededor de. Ciencia. 7(3), 859­870.

Comunicaciones:

Mohammed Achalhi, Philippe Münch, Jean­Jacques Cornée, Ali Azdimousa,

Mihaela Melinte­Dobrinescu, Frédéric Quillévéré, Hara Drinia, Séverine

Fauquette, Gonzalo Jiménez­Moreno, Gilles Merzeraud, Abdelkhalak Ben

Moussa, Younes El Kharim, Najat Feddi. “El Mioceno Superior Mediterráneo­Atlántico

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Lista de publicaciones y comunicaciones

Conexiones a través del Corredor Rifiano del Norte: Nuevos conocimientos de Boudinar y

Cuencas de Arbaa Taourirt (noreste del Rif, Marruecos)”. Los días geológicos de

Marruecos: Geología y Exploración, Ministro de Energía, Minas, Agua y

el entorno. Rabat, mayo de 2016.

Mohammed Achalhi, Gilles Merzeraud, Ali Azdimousa, Philippe Munch, Jeans

Jacques Cornee, Abdelkhalak Ben mousa: “Plioceno repavimentación en el mar

d'Alborán: aportes de la cuenca del boudinar (Marruecos oriental)”. 5ta reunión

congreso internacional sobre la puesta en valor y conservación del patrimonio paleontológico

(RIV3P5), en la Universidad Mohammed 1er Oujda, mayo de 2014.

Manfred Lafosse, Mohammed Achalhi, Elia d'Acremont, Philippe Münch, Belén

Alonso, Abdellah Ammar, Ali Azdimousa, Abdelkhalak Ben Moussa, Jean­­Jacques

Córnea, Michel Corsini, Gemma Ercilla, Carmen Juan, Christian Gorini, Gilles

Merzeraud, Mihaela Melinte­­Dobrinescu, Frédéric Quillévéré, Alain Rabaute :

" Evolución del Neógeno superior del margen marroquí de la cuenca de Alborán: Estudio

integrado Tierra­Mar de la cuenca de Boudinar ". En “RST Meeting”, Pau (Francia), octubre
2014.

Nasri Hicham, Elhammouti Kamal, Azdimousa Ali, Achalhi Mohammed: “Estudiar

sedimentología de la fracción fina de la cuenca del Neógeno de Boudinar (Rif oriental,

Marruecos)". Los primeros días de jóvenes investigadores en Geociencias, Casablanca el


20 de marzo de 2015.

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Resumen

RESUMEN

S
sobre la base de estudios sedimentológicos y cronoestratigráficos en las cuencas de

Boudinar y Arbaa Taourirt (Rif Oriental, Marruecos), evolución geodinámica

Se ha esclarecido el Neógeno del dominio sur de Alborán en el Mediterráneo occidental. Este

El trabajo se centra en tres grandes temas de investigación. El primero tiene como objetivo establecer

un marco cronoestratigráfico para la apertura y cierre del Corredor Norte de Rifain, por

el estudio de dos cuencas neógenas del borde sur del mar de Alborán. El segundo tiene como objetivo

comprender el comportamiento de estas dos cuencas frente a un evento mayor en la historia de

Mediterráneo: la crisis de salinidad del Messiniense. Finalmente, el tercero pretende comprender

las modalidades de reposición del Mediterráneo tras la Crisis: las inundaciones del Plioceno.

La evolución del Corredor Rifaino Norte en el Mioceno Superior se esclarece a partir de estudios

Cronoestratigrafía de las cuencas neógenas de Boudinar y Arbaa Taourirt (norte de Marruecos).

Oriental). Los sedimentos marinos del Mioceno se depositaron entre el Tortoniense Inferior y el

Messiniense inferior (10 a 6,1 Ma) en la cuenca de Boudinar y entre el Tortoniense superior y

el Messiniense inferior en la cuenca de Arbaa Taourirt. Datos paleoambientales

registrar una importante inundación de la cuenca de Boudinar en relación con una tectónica

extensa durante el Messiniense Inferior (~7,2 Ma). Al mismo tiempo, los conglomerados y

areniscas progresivas desarrolladas sobre las margas tortonianas en la cuenca de Arbaa

Taourirt. La cuenca de Boudinar experimentó una profundización en el Messiniense Inferior. Estos

Los resultados indican que el Corredor del Norte de Rifain se abrió en ~7.2 Ma asegurando el

comunicaciones entre el Atlántico y el Mediterráneo, luego sufrió una restricción gradual

durante el Messiniense Inferior antes de cerrarse totalmente a ~6,1 Ma.

Nuevos estudios sedimentológicos y paleontológicos de los depósitos del Messiniense Superior


Plioceno inferior en la cuenca de Boudinar aportan información sobre la Crisis de

Salinidad Messiniense (“MSC”) y reinundación de Zanclean en el Mar de Alborán. Uno de los

Se identifican los principales marcadores de la Crisis: la superficie de erosión Messiniense "MES". Ella es

de edad Messiniense Superior y fue emplazado en condiciones subaéreas. Su geometría

original sólo se conserva localmente y ha sido remodelado por la superficie transgresora de la


Plioceno inferior.

Por encima del "MES" el relleno sedimentario de la cuenca de Boudinar se caracteriza por

una amplia variedad de facies que van desde condiciones de depósito continental hasta

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Resumen

desde la parte baja de la costa. Se reconocen dos conjuntos principales: un conjunto Messiniense terminal

que constituye una megasecuencia transgresora­regresiva, interrumpida en la parte superior por

una discordancia tectónica y un conjunto Plio­Cuaternario regresivo. Durante el intervalo

Terminal Messiniense­Zanclean, se han documentado cuatro modelos de depósitos sucesivos

registrando cambios importantes en paleocorrientes y paleogeografías, relacionados con

fluctuaciones del nivel base. No hemos identificado un delta de Gilbert en Boudinar. Allá

el aumento desde la línea de base está marcado por una regresión y un desarrollo normales

lagos y complejos de abanico­delta en los márgenes de la cuenca durante el Messiniense superior,

antes de la inundación marina en el Zanclean basal. La inundación marina de la cuenca se presenta más

tardía con una superficie transgresora de cárcavas y por gruesos depósitos transgresivos, en superposición sobre

todos los depósitos anteriores. La mayor parte del relleno sedimentario de la cuenca no es

recibido de los relieves del borde sur de la cuenca, sino del lado noroeste en el borde de la

Mediterráneo. Los sedimentos luego son reelaborados por las tormentas y transportados hacia el sur por

deriva costera. Se ha identificado una superficie máxima de inundación a varias decenas de

metros por encima del "MES". Esto sugiere inundaciones progresivas y no catastróficas,

después de la caída del nivel de base del Mediterráneo.

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Abstracto

ABSTRACTO

T
a evolución geodinámica neógena del reino sur­Alborán en occidente

Mediterráneo ha sido aclarado, basado en sedimentológicos y

estudios cronoestratigráficos. Este trabajo se centra en tres temas principales de investigación,

el primero es establecer los momentos de apertura y cierre del Corredor Rifeño Norte por

estudiando dos cuencas neógenas del borde sur del mar de Alborán. La segunda, pretende

comprender el comportamiento de estas dos cuencas frente a un acontecimiento capital en la historia de la

Mediterráneo: la crisis de la salinidad del Messiniense. Finalmente, el tercer tema tiene como objetivo comprender la

Modalidades de reinundación post­MSC en la parte sur del reino de Alborán.

La evolución del Mioceno tardío del Corredor del norte de Rifian se aclara sobre la base de

estudios cronoestratigráficos de las cuencas del Neógeno Boudinar y Arbaa Taourirt (noreste

Marruecos). Los sedimentos marinos depositados en la cuenca de Boudinar entre el Tortoniense temprano

y el Messiniense temprano tardío (10 Ma a 6,1 Ma) y en el Tortoniense tardío ­ Messiniense más temprano

intervalo en la cuenca de Arbaa Taourirt. Los datos paleoambientales registran un importante ahogamiento en

asociación con tectónica extensiva en la cuenca de Boudinar durante el Messiniense temprano en ~7.2

Ma. Al mismo tiempo, se desarrollaron conglomerados y areniscas progradantes a finales de

Margas tortonianas en la cuenca de Arbaa Taourirt. Durante el Messiniense tardío­temprano, una tendencia a la poca profundidad

ocurrió en la cuenca de Boudinar. Por lo tanto, el Corredor del Norte de Rifian se abrió en ~ 7.2 Ma asegurando

conexiones Atlántico­Mediterráneo, luego se restringió progresivamente durante el tardío­temprano

Messiniense y totalmente cerrado a ~6,1 Ma.

Nuevos estudios sedimentológicos y paleontológicos de los depósitos del Messiniense tardío­Plioceno temprano

en la cuenca de Boudinar proporcionan nueva información sobre la crisis de salinidad de Messiniense ("MSC") y

el reinundamiento de Zanclean en el mar de Alborán. La superficie de erosión Messiniense “MES” es de última

Messiniense y fue colocado en escenarios subaéreos. Es poligénico, su geometría original es

preservado localmente y fue remodelado por la superficie transgresora del Plioceno.

Por encima del “MES”, el relleno de la cuenca de Boudinar se caracteriza por una amplia variedad de facies de

ambientes continentales a condiciones más bajas en alta mar. Se reconocen dos conjuntos principales: un último

conjunto Messiniense­Zanclean que constituye una megasecuencia transgresora­regresiva interrumpida en

el tope por una discordancia tectónica, y un conjunto regresivo Plio­Cuaternario. durante la tarde

intervalo Messiniense Zanclean, se documentaron cuatro modelos deposicionales sucesivos. Ellos

registrar cambios importantes en el paleoflujo y la paleogeografía relacionados con las fluctuaciones del nivel base. No

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Abstracto

El delta de tipo Gilbert se ha identificado bien en Boudinar. el comienzo del aumento del nivel base está marcado por

regresiones normales y por la formación de varios lagos y complejos de abanico­delta en los márgenes

de la cuenca a finales del Messiniense y antes del arrecife marino a principios de Zanclean. Té

La inundación marina de la cuenca aparece más tarde, con una superficie transgresora de barranco y un

grueso paquete de depósitos transgresivos. Estos depósitos transgresores se superponen a todos los anteriores

depósitos. La mayor parte del relleno de la cuenca no salió de una posición tierra adentro (sur

de la cuenca) sino del lado noroeste de la cuenca, es decir, cerca del Mediterráneo. sedimento

Posteriormente fueron reelaborados por tormentas y transportados por deriva costera hacia el sur. A

la superficie máxima de inundación se encuentra varias decenas de metros por encima del “MES”. esta fidencia es

consistente con una progresiva y no catastrófica inundación temprana de Zanclean del

Mediterráneo occidental después de la caída del nivel de base del Mediterráneo.

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Lista de abreviaturas

LISTA DE ABREVIATURAS

AC: Conjunto de las Alpujarrides MES: Superficie de erosión Messiniense

Alba: Mar de Alborán MFS: Superficie Máxima de Inundación

BOB: Cuenca de Boudinar MRS: Superficie Regresiva Máxima

BOG: Bouhaddi Graben MSC: Crisis de Salinidad Messiniense

CF: Falla de Crevillente NF: Falla de Nekor

DSB: Cuenca Dhar Souk NAB: Cuenca del Nador,

EAB: la cuenca Este­Alborán NFC: Complejo Nevado­Filábrido

FNR: Región de Fnidek NN: nanoplancton neógeno

ES: Regresión forzada NGHB: Cuenca Ghareb del Norte

FSST: tracto del sistema de etapa descendente NR: Regresión Normal

Reino Unido: Banco Gorringe PF: Falla Palomares

GF: Falla Gloria SAB: la cuenca del Sur de Alborán

HCS: capas cruzadas de Hummocky SCS: estratificación cruzada de swaley

HF: falla de herradura SGHB: Cuenca del sur de Gharb

HOs: ocurrencia más alta SU: discordancia subaérea

HST : tractos del sistema Highstand FICHA: Cuenca del Taounate,

KEB: cuenca de Kert TAR: Región de Talembote

LAF: Foreep de Larache TGB: Cuenca Taza­Guercif,

LF: Falla de Lorca TMB: Cuenca Tetuán­Martil,

LOs: ocurrencia más baja TRS: Superficie de Barranco Transgresor

LST: tractos del sistema Lowstand TST: tracto del sistema transgresivo

MA: Medio Atlas WAB: la cuenca Oeste­Alborán

MC: Complejo de Malaguides YF: Falla de Yussuf

SEM: Cuenca de Melilla ZOF: Zoumi Profundo

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Indice

INDICE
RESUMEN…………………………………………………………………………………………………… 7

RESUMEN……………………………………………………………………………………...…… 9

LISTA DE ABREVIATURAS…………………………………………………………………….11

TABLA DE CONTENIDOS……………………………………………………...……………….12

LISTA DE ILUSTRACIONES………………………………………………………………...18

INTRODUCCIÓN GENERAL………………………………..28

CAPÍTULO I:

CONTEXTO GEOLÓGICO MUNDIAL

I. DEL MAR MEDITERRÁNEO A LAS CADENAS BETICO­RIFAINES .................. 33

1. Cinemática de la convergencia África/Eurasia ........................................... ....... ................ 33


1.1. A escala del Mediterráneo ............................................... .................................... 33

1.2. En la escala del Dominio de Alborán .................................................... ...................... 34

2. Estructura actual del Señorío de Alborán......................................... .......................... 37

2.1. Tomografía sísmica .................................................. ............................................... 37

2.2. Sismicidad y neotectónica ............................................................. . .......................................... 38

3. Los principales modelos de evolución geodinámica del Arco de Gibraltar ........................... 39

3.1. Modelos de retroceso del plano de subducción ............................................... ..... .................. 39


3.2. Patrones de delaminación de la corteza .................................................... ....................... 40

II. EL DOMAINE D'ALBORAN: LAS CADENAS BETICO­RIFAINES Y LAS CUENCAS SEDIMENTARIAS


ASOCIADAS..………………………………………………...42

1. Descripción de los principales dominios estructurales de la cadena del Rif ........................... 42


1.1. Áreas internas .................................................... ................................................ 42

1.1.1. Los Sebtides .................................................. ............................................... 43

1.1.2. Los Ghomáridas .................................................. .......................................... 44

1.1.3. El Dorsal de la Caliza ............................................... . ............................. 45

1.2. El dominio de los flyschs magrebíes........................................... .................................... 45


1.3. El dominio externo .................................................... ............................................................. 46

1.3.1. Intrarif ............................................... .. .................................................. .. .. 46

1.3.2. El mesorif................................................. .................................................... 47

1.3.3. El Prérif y el promontorio ............................................... .................................... 47

2. Cuencas sedimentarias terciarias y ciclos tectono­sedimentarios .................. 48


2.1. Dominio marino: Cuenca de Alborán ............................................... .................................. 48

2.2. Dominio continental: las cuencas terciarias del Rif......................................... ..... ......... 51

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Indice

2.2.1. El Rif occidental ................................................ . ............................................. 51

2.2.2. El Rif Oriental .................................................. .................................................. 55

3. La crisis de la salinidad del Messiniense .......................................... . .......................................... 58

3.1. Las causas de “MSC” .................................................. ............................................ 59

3.2. Controversia en torno a los modelos “MSC ” ........................................... ......... ......... 63

3.2.1. Piscina profunda vs. Cuenca poco profunda ............................................... . ...... 63

3.2.2. Momento de depósito de evaporita: síncrono vs. diacrónicamente ....................... 65

3.3. Aportes de los estudios en el campo marino ............................................... .................................. 67


3.4. Hacia un escenario consensuado .............................................. .................................... 69

CAPITULO DOS:

ESTUDIO ESTRATIGRÁFICO DE LOS DEPÓSITOS MIOCENOS DE LA CUENCA DE


BOUDINAR Y ARBAA TAOURIRT: CONTRIBUCIONES SOBRE LA
COMUNICACIONES ENTRE EL ATLÁNTICO Y EL MEDITERRÁNEO POR EL
CORREDOR DEL NORTE DEL RIFAIN EN EL MIOCENO SUPERIOR (ARTÍCULO 1)

I. INTRODUCCIÓN................................................. .................................................... ..... 75

II. CONTEXTO GEOLÓGICO .................................................. .................................... 77


tercero MATERIAL Y MÉTODOS ............................................... .................................... 80

1. Bioestratigrafía ............................................... .................................................... .......... 81

2. Paleobatimetría .................................................... .................................................... ........ 82


3. Polen ............................................... .................................................... .......................... 82

4. Datación Ar40/Ar39................................................ ...... ............................................ ...... ........ 83

IV. RESULTADOS ................................................. .................................................... ............ 84

1. Cuenca de Boudinar .............................................. .................................................... ........ 84

1.1. Litoestratigrafía .................................................. .......................................... 84

1.1.1. Copa de Irhachâmene.................................................... .................................................... 84

1.1.2. Copa de Moulay el'Arbi ............................................... .. .................................... 88

1.1.3. Otros cortes complementarios ....................................................... ...................... 90

1.2. Bioestratigrafía .................................................. . .................................................. . .91

1.2.1. Copa de Irhachâmene.................................................... .................................................... 91

1.2.2. Copa de Moulay el'Arbi ............................................... .. .................................... 94

1.2.3. Copa Aït Abdallah ............................................... .................................................... 94


1.3. Datación 40Ar/39Ar.................................................... .................................................... .. 96

1.3.1. Copa de Irhachâmene.................................................... .................................................... 96

1.3.2. Copa de Moulay el'Arbi ............................................... .. .................................... 96

1.4. Ensambles de foraminíferos bentónicos y estimación de paleobatimetrías


98

1.4.1. Copa de Moulay el'Arbi ............................................... .. .................................... 98

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Indice

1.4.2. Copa Sidi Haj Youssef ............................................... .... ............................................. 100


1.5. Polen................................................. . .................................................. .. ............... 101

2. La cuenca de Arbaa Taourirt........................................... .. ............................................. 102

2.1. Litoestratigrafía .................................................. ............................................. 102

2.2. Bioestratigrafía .................................................. . .................................................. 104

2.2.1. Copa de Azrou Zazirhine ............................................... ............................. 104

2.2.2. Copa Arbaa Norte.................................................... .................................................... 104


v. DISCUSIÓN................................................. .................................................... .......... 104

1. Cronoestratigrafía de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt .............. 104


1.1. Cuenca de Boudinar ................................................ .. ............................................... 106

1.2. Correlación con la cuenca de Arbaa Taourirt .................................................... 108

1.3. Correlación con otras cuencas marginales del Neógeno ............................................... ... 109

2. Evolución tectónica, sedimentaria y paleoambiental de la cuenca de Boudinar y Arbaa


Taourirt ................................. . .................................................. . ..................... 111

2.1. ¿Serravalliense Superior?­Tortoniense Inferior ........................................... .. ........... 111

2.2. Tortoniense superior .................................................. ............................................. 112


2.3. Transición tortoniano­mesiniano ............................................... .................................. 113

2.4. Messiniense inferior ................................................. ............................................. 114

3. Conexiones entre el Atlántico y el Mediterráneo en el Mioceno superior ............... 114


VI. CONCLUSIÓN ................................................. .................................................... ....... 117

CAPÍTULO III:

LA SUPERFICIE DE EROSIÓN MESINIANA Y LA REINUNDACIÓN DEL PLIOCENO EN LA ZONA DE


ALBORAN: NUEVOS DATOS DE LA CUENCA DE BOUDINAR (MARRUECOS). (ARTÍCULO 2)

I. INTRODUCCIÓN................................................. .................................................... ... 120

II. CONTEXTO GEOLÓGICO .................................................. .................................... 121


tercero MÉTODOS ................................................. .................................................... .......... 123

IV. RESULTADOS ................................................. .................................................... .......... 123

1. Parte norte de la cuenca ............................................. ............. ..................................... .... 123

1.1. Copa Ait Abdallah .................................................... ........................................ 123

1.1.1. Litoestratigrafía .................................................. .......................................... 123

1.1.2. Bioestratigrafía .................................................. . .......................................... 125

1.2. Región de Saida ................................................. . .................................................. . .127


1.3. “Carretera principal ” .............................................. .... ............................................... .... ...... 127

2. Centro de la pelvis ............................................. .............. .................................... .......... 127

2.1. Copa de Irhachâmene ............................................... ... ............................................................. 127

2.2. Copa de Imessaoûdene.................................................... ... ............................................... 128

14
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Indice

2.3. Oued Amekrané .................................................... .................................................... ... 130

3. Parte sur de la cuenca ............................................. ....... .................................................. ...... 130

3.1. Megziyat­Iyedderene ............................................... ............................................... 130


3.2. Oued Salah ................................................. .................................................... ............ 131

4. Geometría, amplitud, naturaleza y edad de la superficie de erosión en la cuenca de Boudinar


………………………………………………………………………………………..133

v. DISCUSIÓN................................................. .................................................... .......... 137

1. La superficie de erosión del Messiniense en Marruecos y en la Cuenca de Alborán ....................... 137

2. La transgresión menor de Zanclean ............................................... .................................... 141

3. Tener ciertas conexiones marítimas entre el Atlántico y el Mediterráneo


persistió durante el “MSC”? ............................................... .................................................. 143
VI. HALLAZGOS .................................................. . .................................................. . ..... 145

CAPÍTULO IV:

ESTUDIO SEDIMENTOLÓGICO DE LOS DEPÓSITOS DEL MESINIANO SUPERIOR


PLIOCENO INFERIOR DE LA CUENCA DE BOUDINAR (Artículo 3)

I. INTRODUCCIÓN................................................. .................................................... ... 148

II. ANÁLISIS FACIALES .............................................. .. .................................................. 149

1. Facies F1: facies caóticas con olistolitos de yeso ....................................... . ............. 152

2. Facies F2: conglomerado mal clasificado con una matriz arcillosa­limosa blanca ....................... 152

3. Facies F3: conglomerado cementado con matriz microconglomerática .............. 153

4. Facies F4: arenisca estratificada con cantos rodados levemente imbricados .......................... .... 154

5. Facies F5: caliza lutita compacta ........................................... ..................................... 155

6. Facies F6: margas grises laminadas con lentes conglomeráticos erosivos .......................... 156

7. Facies F7: conglomerados y areniscas gruesas con estratificación oblicua arqueada (“estratificación
transversal en canal”) ................................ .................................................... ....................... 158

8. Facies F8: conglomerados cementados (F8 a) / gravas rojas estratificadas y areniscas (F8 a)... 160

9. Facies F9: conglomerados con matriz o soporte clástico ........................................... ..... .. 161

10. Facies F10: arenisca gruesa estratificada con estratificación oblicua plana / estratificación oblicua arqueada .......... 163

11. Facies F11: arcillas abigarradas........................................... .... .................................................. 164

12. Facies F12: areniscas y conglomerados erosivos ........................................... ....... .......... 165

13. Facies F13: conglomerados muy ricos en restos faunísticos (camas de conchas) ..... 167

14. Facies F14: alternancia de arenas finas/limos y bancos de arena gruesa con conglomerados
……………………………………………………………………………………………….169

15. Facies F15: barras areno­conglomeráticas progradantes .................................. ....... 172

16. Facies F16: barras arenosas con estratificación plana oblicua y estratificación tabular oblicua
(“estratificación tabular­planar cruzada”) ................. ... ............................................................. ... ............. 174

17. Facies F17: bancos arenosos conglomeráticos y erosivos......................................... ....... ... 175
18. Facies F18: arenas finas y limos laminados con bioturbación diversificada ..... 178

15
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Indice

19. Facies F19: arenas finas con estratificaciones oblicuas huecas “Swaley cross
estratification, SCS” .................................................... .................................................... .... 180

20. Facies F20: areniscas de estratificación cruzada media .................................. ....... 182

21. Facies F21: arenas medias y conglomerados finos con fauna marina profunda ............. 183

22. Facies F22: bancos arenosos gruesos con estratificación oblicua en lomas (HCS) ........ 185
23. Facies F23: HSC de arena fina altamente bioturbadas......................................... ....... .......... 186

24. Facies F24: arenas finas y limos pardos con ondulaciones ........................................... .......... 188

25. Facies F25: lechos limosos pardos débilmente ondulados .................................. .... .......... 189

26. Facies F26: margas gris oscuro con fauna marina profunda .................................. ...... 191
tercero ASOCIACIONES DE FACIES/AMBIENTE DEPÓSITO .......................... 194

1. Asociación de facies AF1 (F1, F2, F3, F4): flujos subaéreoes de gravedad.... 194

2. Asociación de facies AF 2 (F5, F6): Ambiente lacustre con influencia de la gravedad ........... 195

3. Asociación de facies AF 3 (F2, F3, F7, F8, F9, F10): Abanico delta con dominancia fluvial
197

4. Asociación de facies AF 4 (F11, F12): Ambiente lagunar con influencia de la gravedad ..... 198

5. Asociación de facies AF 5 (F13, F14): Backshore/Foreshore.................................... 200

6. Asociación de facies AF 6a (F15, F16, F17, F18, F19, F22): cara superior de la costa/cara media
de la costa ........... .................................................... .................................... 201

7. Asociación de facies AF 6b (F16, F17, F18, F20, F21, F23): Costa inferior.. 203

8. Asociación de facies AF 7a (F18, F24, F25): Upper Offshore .......................... 205

9. Asociación de facies AF 7b (F25, F26): Lower Offshore ................................. .. 205

IV. ESTUDIO DE LA PETROGRAFÍA DE FORMACIONES CONGLOMERÁTICAS Y


PALEOCRIENTES ....................................... ... ............................................................. ... ..... 207

1. Introducción ............................................... .................................................... ............... 207

2. Estratigrafía de las unidades geológicas en torno a la cuenca de Boudinar........................... 208

2.1. El dominio interno (la cresta de piedra caliza) ........................................... .. .............. 208

2.2. El dominio de los flyschs (el acuífero de Tisiren) ........................................... .................... 209

2.3. El dominio externo (la unidad de Ketama) ........................................... ...... ................................. 210

2.4. El Rif occidental y central (Zones des Fenêtres) ........................................... .... ........... 210

2.5. El dominio externo (unidad de Temsamane) ........................................... .... ................... 210

3. Petrografía de cantos rodados en formaciones conglomeráticas........................................... ..... 211

4. Direcciones de las paleocorrientes ............................................... ..... ................................................. 216


5. Conclusión.................................................. .... ............................................................. .... ............. 218

V. ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL/MODELOS DE DEPÓSITO ................................ 219


1. Introducción ............................................... .................................................... ............... 219

2. Ciclos de corta duración .......................................... . .................................................. 220

3. Ciclos a largo plazo .............................................. ...... ............................................ ...... .226

4. Evolución de los sistemas de depósito a lo largo del tiempo ....................................... ....... ......... 231

dieciséis
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Indice

VI. DISCUSIÓN ................................................. .................................................... ....... 234

1. El prisma de bajo nivel de Messiniense ........................................... ..... .................................. 234

2. Post­reinundación "MSC" ........................................... .......... ................................................. 236


3. Discordancia Intra­Plioceno Temprano........................................... .... ............................... 238

VIII. CONCLUSIÓN ................................................. .................................................... ....... 238

CAPÍTULO V:

ESTUDIO SEDIMENTOLÓGICO DE DEPÓSITOS DEL PLIOCENO


ALTO/CUATERNARIO DE LA CUENCA DE BOUDINAR

I. INTRODUCCIÓN................................................. .................................................... ... 241

II. SEDIMENTOLOGIA DE FACIES.................................................... ............................. 242

1. Facies (F1): Conglomerados heterométricos con matriz arcillosa roja ........................... 242

2. Facies (F2): Arcillalitas limosas azo rojas y amarillas .................................. ....... ... 242

3. Facies F3: Conglomerados cementados con bases erosivas......................................... .... ..... 243

4. Facies (F4): Conglomerados gruesos con matriz arcillosa amarilla ....................... 245

5. Facies (F5): Conglomerados gruesos con matriz de arenisca gruesa .................. 246

6. Facies (F6): Arenisca gruesa con estratificación plana oblicua ........................... ...... ............ 247

7. Facies (F7): margas limosas multicolores 8. .................................................... .................. 248

Facies (F8): arenisca roja con lecho plano y restos de fauna marina................. ... ... 249

9. Facies F9: arenas finas, limos laminados y arcillas......................................... .. ................... 250

10. Facies (F10): Conglomerados erosivos gruesos con matriz arcillosa­arenosa .......... 250

11. Facies (F11): Arenisca amarilla con microconglomerados rica en fauna marina ............ 252

tercero ASOCIACIONES DE FACIES/AMBIENTE DEPOSITIVO .......................... 253

1. Asociación de facies AF1 (F1, F2): Cono aluvial .......................................... .. ............. 253

2. Asociación de facies AF2 (F2, F3, F4, F5, F6): Planicie aluvial con canales trenzados
254

3. Asociación de facies AF3 (F9, F10): Ambiente lagunar con influencia de la gravedad ..... 256

4. Asociación de facies AF4 (F9, F10): Ambiente marino litoral (“Foreshore/Backshore”)


256

IV. ESTUDIO DE LA PETROGRAFÍA DE FORMACIONES CONGLOMERÁTICAS


258

1. Conglomerados fluviales del tramo Tassensach (Facies F5) ....................................... 258

2. Conglomerados fluviales del tramo Tassensach (Facies F3) ....................................... 259

3. Conglomerados de abanicos aluviales de la cumbre de la sección Tassensach (Facies F1) ....... 260

4. Conglomerados fluviales de la sección Imessaoûdene (Facies F3) .......................... 261


CONCLUSIÓN V ............................................... .................................................... ......... 261

CONCLUSIÓN GENERAL Y PERSPECTIVAS………………………………………….….263

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………………………………… 265

17
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Lista de Ilustraciones

LISTA DE ILUSTRACIONES

Figura I­1 : mapa tectónico del Mar Mediterráneo, mostrando las principales cadenas montañosas y dominios corticales, sobre
los que se superponen los vectores de desplazamiento de la placa África frente a Europa desde 50 Ma hasta la actualidad
(tomado de Lebret (2014 ) , modificado de Jolivet et al., (2006))…………………………………… 33

Figura I­2: Mapa de velocidades de viaje relativas a Eurasia fija (Billi et al., 2011). Las flechas rojas: velocidades medidas; las
flechas blancas: velocidades deducidas del polo de rotación Nubia­Eurasia; las flechas grises: campo de desplazamiento
obtenido por inversión de los gradientes de los desplazamientos horizontales………………………….34

Figura I­3 : Mapa sismotectónico y batimétrico del extremo occidental del Mediterráneo (Vernant et al., 2010), que representa
las tres grandes hipótesis de la geometría del límite de placa entre el Golfo de Cádiz y el dominio de Alborán (Klitgord et al.
Schouten, 1986 , Bird, 2003 , Gutscher, 2004 , respectivamente en rojo, verde y azul). Las líneas negras corresponden a las
principales fallas cartográficas. (MA): Medio Atlas; (Alba): Mar de Alborán……………………………………………………………………………………………………………….35

Figura I­4: Mapa de las velocidades de movimiento de los dominios continentales alrededor del dominio de Alborán, calculado
tomando como fija la placa euroasiática (a) y el modelo cinemático asociado (b) (de Koulali et al., 2011).
Mapa de velocidades de desplazamiento calculado para una placa África fija (c) y el modelo cinemático asociado (d)
(Nocquet, 2012)………………………………………………………….………………………………………………..36

Figura I­5: a) Mapa geológico del arco de Gibraltar y estructuras del manto subyacente, tomado de datos de tomografía sísmica
(García­Castellanos y Villaseñor, 2011). b) Representación 3D de la morfología del plunging panel bajo el dominio de Alborán
(Pedrera et al., 2011)……………….……………….37

Figura I­6 : Mapa de la tectónica activa de Alborán y Golfo de Cádiz y localización de terremotos de M > 4 desde 1901 hasta
1964 (Platt et al., 2013). Las líneas negras indican frentes de empuje activos en el Mioceno Medio.
El trazo morado indica el frente de empuje actual. (CF): Falla de Crevillente; (Reino Unido): Gorringe Bank; (GF): Falla Gloria;
(HF): falla de herradura; (LF): Falla de Lorca; (NF): falla de Nekor; (PF): Falla Palomares; (YF): Falla de
Yussuf……………………………………………………………………………………………………………….39

Figura I­7 : modelo de evolución geodinámica del Mar de Alborán con retirada del plano de subducción (Duggen et al., 2008)
…………………………………………………… ………… ………………………………………….40

Figura I­8 : Modelo de evolución geodinámica del Mar de Alborán invocando procesos de delaminación cortical (Platt et al.,
2006). A) Reconstrucción paleogeográfica del Dominio de Alborán en el Eoceno. B)
Reconstrucción paleogeográfica del Dominio de Alborán en el Mioceno. C) Sección litosférica esquemática (ubicación en figura
B). (AC) Conjunto de las Alpujarrides; (MC): Complejo de Malaguides; (NFC)
Complejo Nevado­Filábrido ………………………………………………………………………………………… 41

Figura I­9 : Mapa estructural de la cadena del Rif que representa los principales dominios estructurales y la ubicación de las
cuencas posteriores al acuífero. Modificado de Suter (1980) y Jolivet et al. (2003) ………………………………………… 42

Figura I­10 : Sección de la cadena rifeña a escala de la corteza con la edad de los principales contactos según datos
bibliográficos (de Romagny (2014), modificado de Michard et al. (2002)) ……………………… …….43

Figura I­11 : mapa estructural que representa las diferentes unidades de dominio interno (de Chalouan et al.
(2008))……………………...…………………………………………………………………………………………..44

Figura I­12 : Mapa de isópacas de los sedimentos del Neógeno en Alborán (tomado de Iribarren et al., 2009) ………… 48

Figura I­13 : Sucesión estratigráfica, eventos tectónicos y volcánicos en todas las cuencas del Mar de Alborán (Comas et al.,
1999) ……………………………………………… ………… ……………… 50

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Figura I­14 : Mapa de las principales cuencas sedimentarias neógenas desarrolladas dentro y alrededor del dominio
de Alborán (modificado de Sissingh, (2008)). (BOG): Bouhaddi Graben; (DSB): Cuenca Dhar Souk; (FNR): Región de
Fnidek; (KEB): cuenca de Kert; (LAF): Profundo de Larache; (TAR): Región de Talembote; (ZOF): Zoumi Profundo …..51

Figura I­15 : Estratigrafía de las cuencas neógenas del Rif (Sissingh, 2008). BOB: Cuenca de Boudinar, MEB: Cuenca
de Melilla, NAB: Cuenca de Nador, NGHB: Cuenca del Norte de Ghareb, SAB: Cuenca de Saiss, TAB: Cuenca de
Taounate, TAR: Región de Talembote, TGB: Cuenca de Taza­Guercif, TMB: Cuenca de Tetuán­Martil, SGHB: Cuenca
Gharb del Sur, ZOF: Zoumi Foredeep…………………………………………………………………………………………………………………… 22

Figura I­16 : Mapa de las principales unidades estructurales del arco de Gibraltar y ubicación de las rías pliocenas
(Loget y Van Den Driessche, 2006)…………………………………………………… …………………………………… 53

Figura I­17 : Distribución de depósitos de evaporita Messiniense en el Mediterráneo (de Roveri et al., 2014)… 59

Figura I­18 : Evolución paleogeográfica y tectónica del Mediterráneo desde el Burdigaliano hasta el Messiniense
superior (según Jolivet et al., 2006)……………………………………………………………… ……… ………………….60

Figura I­19: reconstrucción paleogeográfica del arco Bético­Rifan antes de la Crisis de Salinidad del Messiniense (en
el límite Tortono­Messiniano; según Benson et al., 1991)……………………………… ……… ………………..61

Figura I­20 : Estimaciones de variaciones en el nivel global del mar desde 9.5 Ma hasta el presente (modificado de
Miller et al., (2011))………………………………………… …………… …………………………………………………...… 62

Figura I­21 : Comparación de los dos modelos: "cuenca desecada poco profunda" (Nesteroff, 1973) y "cuenca
desecada profunda" (Hsü et al., 1973) (modificado después de Clauzon et al., 1996) ………… … ………………………………… 63

Figura I­22 : Modelo de deposición de evaporita en una cuenca profunda bajo nivel bajo de agua (Roveri et al., 2014b)
……………………………………………..… ………… …………………………………… 64

Figura I­23 : Modelos estratigráficos de la Crisis de Salinidad del Messiniense. (a, b, c) : modelos diacrónicos; (e) :
modelo ligeramente diacrónico; (d, f) : modelos síncronos. Según Roveri et al. (2014) ……………………….66

Figura I­24 : a) Morfología erosiva del “MES” que muestra la excavación de los valles Messinienses (Lofi et al.,
2011). b) Mapa de la profundidad actual de la Superficie de Erosión Messiniense en el Golfo de León, en el que se
han enumerado las redes fluviales observadas en los perfiles sísmicos (Lofi et al., 2010) ………………….67

Figura I­25 : Cronoestratigrafía del Mioceno Superior­Plioceno Inferior y eventos Messinienses en el Mediterráneo
(según Roveri et al., (2014), modificado según CIESM, (2008) y Manzi et al., (2013)) … ………. .70

Figura II­1 : A) Distribución de las cuencas Tortono­Messiniense en torno al Mar de Alborán (modificado según
Esteban 1996). B) Mapa estructural de la cadena del Rif y ubicación de las cuencas post­nappie (cuencas de Tafrant,
Taounate, Dhar Souk, Boured, Arbaa Taourirt y Boudinar). Modificado de Suter (1980) y Jolivet et al. (2003)
………………………………………………………………………………………………………………….76

Figura II­2 : Mapa geológico simplificado de la cuenca de Boudinar y localización de los tramos estudiados (Beni Bou
Ya'Koub, Irhachâmene, Moulay el'Arbi, Aït Abdallah y Sidi Haj Youssef). Modificado de Guillemin y Houzay
(1982).………………………………………………………………………….………………………………. .…………..78

Figura II­3: Los tramos estudiados y su ubicación en la cuenca de Boudinar, con la litología, los ciclos sedimentarios
y la ubicación de las muestras estudiadas. *: La Superficie de Erosión Messiniense según Cornée et al. (2016)
………………………………………………………………………………………………………………….85

Figura II­4: A) Vista general de la sección Irhachâmene. La parte superior de la sección muestra la superficie de
erosión Messiniense. B) Detalle de la base de la sección y ubicación de las tobas volcánicas muestreadas y analizadas
en este estudio. C, D) Detalle de conglomerados marinos en la base de la Sub­Unidad IIb……………………...87

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Figura II­5 : A) Vista general de la sección de Moulay el'Arbi que muestra los depósitos de margas del Tortoniense
del Messiniense Inferior con niveles de toba volcánica intercalados. B) la base de la sección que muestra los
conglomerados marinos sobre el basamento metamórfico (unidad Ketama). C) Vista detallada de los bloques perforados.
D) Detalle de conglomerados marinos con Glycimeris y acumulaciones de conchas………………………….88

Figura II­6: A) Vista general de la sección de Sidi Haj Youssef que muestra las margas del Messiniense con
intercalaciones de diatomita. B) la superficie de erosión del Messiniense cubierta por grandes (más de 30 m de
largo, 10 m de ancho y 2 a 4 m de espesor) olistolitos de arrecife Porite . C) Vista detallada de los bloques de arrecife
en Porites……………………...………………………………………………………………………………………… 89

Figura II­7: A) Vista general del tramo Beni Bou Ya'Koub. B) Vista detallada del contacto erosivo entre
conglomerados marinos y continentales. C) Ejemplar grande (20 x 25 cm) de vieira recolectado de conglomerados
basales …………………………………………………………………………………… …… ……………….91

Figura II­8: Distribución estratigráfica de foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos identificados en la


sección Irhachâmene (en negrita y puntos grandes: marcadores estratigráficos). Las calibraciones de edad de los
bioeventos están de acuerdo con Hilgen et al. (2012) ……………………………………………………………………… 92

Figura II­9: Fotomicrografías de nanofósiles de piedra caliza estratigráficamente significativos. A, B)


Triquetrorhabdulus rugosus Bramlette & Wilcoxon; sección de Irhachâmene, muestra IRA21. C) Discoaster broweri
Tan; tramo de Moulay el'Arbi, muestra MA5. D) Discoaster pentaradiatus Tan; Sección Moulay el'Arbi , muestra
MA14. E) Nicklithus amplificus (Bukry & Percival), Raffi, Backman & Rio; Sección Irhachâmene , muestra IRA 21.
F) Amaurolithus delicatus Gartner & Bukry; Sección Irhachâmene , muestra IRA15. G) Amaurolithus primus (Bukry
y Percival), Gartner y Bukry; Sección Moulay el'Arbi , muestra MA22. H) Discoaster berggrenii Bukry; Sección
Moulay el'Arbi , muestra MA16. I) Discoaster hamatus Martini & Bramlette; Sección Moulay el'Arbi , muestra
MA9…………………………………… 93

Figura II­10: Distribución estratigráfica de foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos identificados en la


sección de Moulay el'Arbi. Las calibraciones de edad de los bioeventos están de acuerdo con Hilgen et al. (2012)
…………………………………………………………………...……………………………………..95

Figura II­11: Espectros de edad 40Ar/39Ar e isócronas inversas correspondientes. Todos los errores en 2σ (meseta
y edades isócronas, intercepto inicial). En el diagrama isócrono inverso, los símbolos abiertos correspondientes a
las etapas no se consideran en la edad meseta ni en la edad isócrona. MSWD = “cuadrado medio de los desvíos
ponderados ”……………………………………………………………………………………………………………….. ... 97

Figura II­12: Distribución de foraminíferos bentónicos identificados en las secciones de Moulay el'Arbi y Sidi Haj
Youssef con interpretación paleobatimétrica. Puntos negros: bajo porcentaje; en rojo: curva de profundidad media;
en azul: tendencia general…………………………………………………………………… 99

Figura II­13: A) Resumen de la serie sedimentaria del Mioceno en la cuenca de Arbaa Taourirt. En la parte superior
de las margas se observa una importante superficie de erosión (línea roja), esta superficie está cubierta por
depósitos de conglomerados y areniscas marinas progradantes. B) Diagrama estratigráfico de Azrou Zazîrhîne con
la dirección de progradación registrada en los abanicos conglomeráticos basales y las dunas suprayacentes. C)
Detalle de conglomerados marinos que progradan hacia el ENE, sobreyacidos por areniscas y microconglomerados
marinos que presentan grandes escamas. D) Resumen de la sucesión de areniscas y microconglomerados sobre
las margas del Tortoniense Superior­Messiniense Inferior. E) Vista detallada de la progradación de conglomerados
marinos y areniscas que muestra una estratificación cruzada a gran escala en dirección N­NNE. F) Vista
perpendicular a la dirección principal de progradación del “entrecruzamiento en artesa ”………………………….103

Figura II­14 : Foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos identificados en la cuenca de Arbaa Taourirt.
A) Copa de Azroû Zazirhîne. B) Copa Arbaa Norte …………………………………………………………...105

Figura II­15: Correlación de secciones estudiadas en la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt en base a dataciones
bioestratigráficas y radiométricas, en comparación con trabajos previos: 1­Barhoun y Wernli (1999)

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; 2­ Guillemin y Houzay (1982); 3­ Azdimusa et al. (2006). *: Azdimusa et al. (2006), Córnea et al. (2016). Derecha:
régimen tectónico en la cuenca de Boudinar según Morel (1989) y Azdimousa et al. (2006), evolución paleobatimétrica
y diagrama polínico…………………………………………………………………… 107

Figura II­16: A) Resumen de la progradación de los depósitos de carbonato paraarrecife del Mioceno Superior en el
macizo volcánico Ras Tarf (ubicación en la Figura II­2). B, C) vista del margen de la cuenca de Boudinar cerca de la
falla de Nékor (ver ubicación en la Figura II­2). B) ¿ Cono de conglomerado servaliano?­
Tortoniense inferior correspondiente a la actividad más joven de la falla de Nékor en la cuenca de Boudinar. VS)
Las margas del Tortoniense inferior se superponen a los conglomerados y sellan la falla de Nékor…………………… 109

Figura II­17: Mapas paleogeográficos que muestran los cambios en las vías de comunicación entre el Atlántico y el
Mediterráneo a través del norte de Marruecos y el sur de España, desde el Tortoniense Inferior hasta el Messiniense
Superior. Modificado de Martín et al., (2001, 2009, 2014) y Flecker et al., (2015) …………….116

Figura III­1 : A) Ubicación de la cuenca de Boudinar en el Mediterráneo occidental (modificado de Roveri et al.,
2014a). B) Mapa geológico simplificado de la cuenca de Boudinar (modificado según Guillemin y Houzay, 1982). VS)
Sección transversal simplificada (ubicación en B). D) Sección transversal sintética de los depósitos neógenos de la
cuenca de Boudinar, con la localización estratigráfica de las áreas estudiadas……………………………………………….122

Figura III­2 : Vista general de la sección de Aït Abdallah con la ubicación de la Fig. III­4. La mayoría de los depósitos
de margas y diatomita del Messiniense están ausentes……………………………………………………………… 124

Figura III­3 : Conglomerados y yeso en la base de los depósitos que cubren el "MES" en Aït Abdallah. A) Olistolitos
de yeso. B) Bloque de Selenita. C) Bloques de Porites en conglomerados. D) Conglomerados de abanico aluvial en
posición proximal, Sur­Oeste de Aït Abdallah………………………………………………………………………… 125

Figura III­4 : Sucesión estratigráfica en Aït Abdallah…………………………………………………………………… 126

Figura III­5 : A) Vista panorámica de la superficie de transgresión marina del Plioceno en Saïda. El "MES" está
debajo de los conglomerados. B) La superficie de erosión del Messiniense: canales que intersectan los depósitos
del Mioceno Superior en “ Main Road ”. Su relleno está formado por margas con olistolitas de los arrecifes de Porites
Messinienses, coronados por una terraza del Pleistoceno. C) Vista panorámica de la superficie de erosión
Messiniense en Irhachâmene……………………………………………………………………………………………………………… … 128

Figura III­6 : A) Vista panorámica de la transgresión marina del Plioceno en Imessaoûdene. B) sucesión estratigráfica.
C) Vista panorámica de la superficie de erosión del Messiniense y la superficie de transgresión del Plioceno en Oued
Amekrâne. D) Vista de cerca de los lechos carbonatados de Oued Amekrâne…………………… 129

Figura III­7. Izquierda: Diagrama de sucesión en Megziyat e Iyedderene. Derecha: Olistolitos Messinienses de
arrecifes de Porite contenidos en las margas de Zancléan……………………………………………………………… 131

Figura III­8 : A) Vista panorámica de la superficie de erosión del Messiniense en Oued Salah. El "MES" y la superficie
de transgresión del Plioceno se superponen. Los depósitos de margas del Plioceno se superponen a las margas del
Messiniense. B, C) Sucesión litológica. DE) Fragmentos de asentamientos de Tarbellastraea…………………… 132

Figura III­9 : Reconstrucción de la superficie de erosión de Messiniense y los depósitos transgresores de Zanclean
entre " Main Road " y Oued Amekrâne……………………………………………………………… …… ……… 135

Figura III­10 : Batimetría del Mar de Alborán (GMRT grid v.2.6, GEOMAP) y principales estructuras asociadas al
"MSC" (de Comas et al., 1999; Estrada et al., 2011). WAB: Cuenca del Alborán Oeste (“cuenca del Alborán Oeste”);
SAB: cuenca sur de Alborán (“cuenca sur de Alborán”); flechas rojas: Clinoformas deltaicas del Bajo Zanclean
(Martinez­Garcia et al, 2012)…………………………………………………………………………..138

Figura III­11 : Sección sísmica interpretada a través de la dorsal Oeste­Alborán y la cuenca Sur de Alborán (Martinez
García et al., 2012)……………………………………………………………… ……………………………………… 140

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Figura III­12 : Resumen de la evolución de la cuenca de Boudinar desde el Messiniense al Zancleaniense………………………… 142

Figura IV­1 : Mapa de ubicación de los tramos estudiados. A) Irhachâmene, B) Megziyat, C) Tizza, D) Saida, E)
Ouest­Tizza, F) Aït Abdallah, G) Imessaoûdene, H) Oued Amekrâne (1), I) Ijetti, J) Tassensach, K) K. El borj, L) Oued Amekrâne
(2), M) Sidi Drîs…… ………………………………………………………………………………… 149

Figura IV­2 : Diagrama de zonación de ambientes marinos. Modificado de Walker y Plint (1992) y Zonneveld et al.
(2004)…………………………………………………………………………………………………………………… 151

Figura IV­3 : Facies F1. a) vista general que muestra olistolitos de yeso contenidos en una matriz de arcilla gris. b, c) vista de
detalle de bloques de yeso (Selenita). …………………………………………………………… 151

Figura IV­4 : Facies F2. a, b) vista general del lecho que contiene un lente conglomerático ligeramente erosivo con elementos más
gruesos y abundante matriz arcillo­arenisca. c) vista de detalle de conglomerados gruesos con abundante matriz de arenisca
fina……………………………………………… 153

Figura IV­5 : Facies F3. a, b) Descripción general de la erosión de lentes de conglomerado grueso. c, d) vista de detalle de
conglomerados gruesos con abundante matriz microconglomerática…………..154

Figura IV­6: Facies F4. a) vista general que muestra las areniscas de facies F4 en la parte superior del lecho conglomerático de
facies F2. b) vista detallada de la facies F4 que muestra areniscas estratificadas con cantos rodados aislados e imbricados……………… 155

Figura IV­7: Facies F5. a, b) vista detallada de calizas laminadas de lutita …………………………………….156

Figura IV­8 : Facies F6. a) alternancia de margas grises laminadas (F6 a) y lutitas calizas (F5). b) margas grises (F6 a) intercaladas
con lechos conglomeráticos erosivos que muestran una granulometría normal (F6 b). contra)
alternancia de margas (F6 a), lutitas calizas (F5) y areniscas erosivas homogéneas (F6 b)…………………… 157

Figura IV­9 : Facies F7a y F7b . a, b) descripción general de conglomerados y areniscas con estratificación oblicua arqueada
("estratificación cruzada en canal") (F7 a). c) descripción general de los lentes conglomeráticos erosivos que muestran estratificación
oblicua arqueada (F7 b) alternando con areniscas y conglomerados estratificados de la facies F8 b…………..159

Figura IV­10 : Facies F8. a) alternancia de lechos conglomerados cementados decimétricos y arcillas rojas. b) vista de detalle de
la facies F8a que muestra elementos de conglomerados de cemento calcítico. c) conglomerados y areniscas con estratificación
plana y estratificación plana oblicua (F8 b). d) vista de detalle de la cama que muestra las piedras alineadas según los planos de
la cama …………………………………………………………… ………...161

Figura IV­11 : Facies F9. a) descripción general de las alternancias de facies F9 y F10 que muestran bancos con buzamiento de
unos 15° hacia el norte o el noreste. b) alternancia de conglomerados con matriz arcillosa­arenisca blanca (F9) y arenisca gruesa
(F10). c) conglomerados finos con matriz de arcilla blanca­arenisca (F9). d) conglomerados gruesos con matriz microconglomerática
(F9). e) vista detallada de la matriz microconglomerática de la facies (F9)…….162

Figura IV­12 : Facies F10. a) Vista general de lechos lenticulares de arenisca alternados con estratificación oblicua arqueada y
estratificación plana (F10), alternados con conglomerados de granulometría normal (F9). b) alternancia de conglomerados con
matriz arcillosa­arenisca blanca (F9) y arenisca gruesa con estratificación plana (F10). c) vista de detalle de arenisca con lecho de
arco oblicuo. d) vista de detalle de areniscas de lecho plano ……………………………………………………………………..163

Figura IV­13 : Facies F11 y F12. a) resumen de las alternancias de conglomerados (F12 a) y arcillas abigarradas y areniscas finas
(F11, F12 b). b) vista de detalle de conglomerados heterométricos con matriz arcillosa mostrando figuras de carga en la base. c, d,
e) vista detallada de alternancias de arcillas (F11) y areniscas finas (F12 b) mostrando figuras de carga (“load­cast ”, lc), figuras
de escape de agua (“estructuras de llama”, fs), ondulaciones de ondas trocoidales , r) y patrones de desecación (“grietas de
desecación”, d)… 165

Figura IV­14 : Facies F13. a) descripción general de la facies F13 que muestra lechos erosivos y amalgamados. b) vista detallada
de conglomerados gruesos básicos con restos de ostras. c) vista detallada de conglomerados finos con ostras, Chlamys radians y
fragmentos de fauna. d) vista detallada de un percebe. e) microconglomerados de Amusium cristatum ,

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Chlamys radians y restos de fauna. f) Glicimeris, vieiras y ostras. g) panorama de los bancos de cumbres rojas con
restos de fauna fina…………………………………………………………………….168

Figura IV­15 : Facies F14 a y F14 b. a) alternancia de arenas finas y limos (F14 a) con laminaciones onduladas (Wb)
y arenas medias (F14 b) con estratificación plana oblicua y “rip up clasts” alineados (Ru). b) Ofiomorfa. c, d) arenas
y limos con bioturbación de Macaronichnus (Mc), Skolithos (Sk), Teichichnus (Te), rastros de raíces (Tr) y Amusium
cristatum (A)…………………………………… ……………………………………………………………………..169

Figura IV­16 : Facies 14 b. a) Parte proximal de megárido asimétrico que muestra estratificación plana oblicua de alto
ángulo. b) parte media del megarido asimétrico mostrando estratificación oblicua arqueada y estratificación oblicua
plana. c) parte distal del megarido truncado por un banco de arena gruesa con estratificación plana oblicua en ángulo
bajo……………………………………………………………………………… …………………………..170

Figura IV­17: Facies F15. a) vista general de las barras areno­conglomeráticas que muestran una dirección de
progradación orientada hacia el SSE. b) vista detallada de una barra de arena que muestra bolsillos conglomeráticos
progradantes con bases erosivas. La barra está rematada y modificada en la parte superior por megarides con lecho
plano oblicuo. c) vista detallada de la barra conglomerática que muestra una base ligeramente erosiva y prograding
“forestets” en un ángulo bajo hacia el SSE, cubierta por capas de arena planas oblicuas ………………………… 173

Figura IV­18 : Facies F16. a) Panorámica de los bancos de arena de Sidi Drîs. b) vista de detalle de una barra de
arena que muestra estratificación plana oblicua y estratificación tabular oblicua (las flechas indican la dirección de
progradación orientada hacia el sureste) ……………………………………… ………… ……………………… 174

Figura IV­19 : Subfacies F17 a. a) visión general de un canal en erosión. b) canales fusionados. c) canal individual
que muestra un episodio de relleno grueso incluido en depósitos finos. d) vista de la base del canal que muestra
“lanzamientos de flauta”. e) Ophiomorpha nodosa. f) Palaeophycus heberti en la base del canal. g) conglomerados
festoneados …………………………………………………………………………...………………………………………… 176

Figura IV­20 : Sub­facies F17b : a, b) vista general de los canales con geometría lenticular (F17b) que intersectan las
arenas finas de la facies F16………………………………………… … ………………………….177

Figura IV­21 : Facies F18. a) panorama de arenas finas estratificadas y margas amarillas con bioturbación y
laminaciones del subplano (F18) alternadas con arenas de la facies F21. b, c) Madrigueras verticales de Ophiomorpha
nodosa (O). d) Talasinoides (T). e) Diplocraterions paralelo (D). f) Teichichnus (Te). g) Amusium cristatum
(A)…………………………………………………………………………………………………………………………. 179

Figura IV­22 : Facies F19. a) descripción general de las arenas con estratificación oblicua hueca (SCS) que cortan
las barras de arena progradantes de la facies (F16). b) vista detallada de las arenas en SCS. c) características
morfológicas de las estratificaciones huecas oblicuas (SCS) descritas por Leckie y Walker (1982) …………………………………..181

Figura IV­23 : Facies F20. a) vista general de las megáridas con crestas simétricas y base plana alternando con las
margas de la facies F18. b, c) vista de detalle de un megaride que muestra laminaciones ramificadas ("laminaciones
derivadas") y laminaciones drapeadas ("laminaciones drapeadas") en la dirección opuesta. d) vista de detalle de un
megaride asimétrico que muestra una cama oblicua inclinada hacia el Sur…………..182

Figura IV­24 : Facies F21. a) descripción general de los arenales (F19) inyectados en las arenas finas y margas
amarillas de la facies (F18). b, c) vista detallada de la base del banco que muestra banderines de casta que indican
una dirección de corriente orientada hacia el ENE. d) arenas de vieira. e) Arenas de Amusium cristatum ……………………………… 184

Figura IV­25 : Facies 22. a) HCS arenoso métrico que muestra engrosamiento de láminas en los domos. b)
Vista longitudinal del HCS que muestra una base cóncava que se hunde suavemente y engrosamientos laterales de
los bancos. c) Vista transversal de HCS (b) que muestra haces de láminas subparalelas a las bases cóncavas. d)
características del HCS típico descrito por Harms et al. (1975) ………………………………………………………..185

Figura IV­26 : Facies F23. a, b) descripción general que muestra HCS amalgamado con bases erosivas y cimas
irregulares bioturbadas. c, d) vista de detalle de un subplano HCS de un centímetro de espesor (10 cm) y persistente

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lateralmente durante varios metros. Su base muestra cunetas y surcos de erosión y su cima está fuertemente bioturbada por
madrigueras verticales. e) Vista detallada de un HCS individual que muestra laminaciones planas subparalelas que se estrechan
lateralmente. f) vista detallada de HCS amalgamado que muestra bases erosivas y cimas altamente
bioturbadas…………………………………………………………………….…………………… 187

Figura IV­27 : Facies F24. a) panorama de arenas finas y limos (F24) alternados con margas amarillas bioturbadas (F18). b)
alternancia de lechos arenosos centimétricos altamente bioturbados (F24) y limos amarillos bioturbados (F18). c) vista de detalle de
los bancos de arena mostrando laminaciones ondulantes, cunetas erosionales en la base y cima irregular altamente bioturbada. d)
vista detallada de lechos de arena fina fuertemente bioturbados por Ophiomorpha y Thalassinoides……………………………………………… 189

Figura IV­28 : Facies F25. a, b) descripción general de las alternancias de lechos limosos finos ondulados (F25) y margas grises
bioturbadas tipo “ planolita ” (F26). La base de los lechos limosos muestra surcos y cunetas de erosión. c) vista de detalle de los
lechos limosos mostrando láminas ondulantes paralelas a la parte superior de los bancos………………..190

Figura IV­29 : Facies F26. a) descripción general de margas grises con restos de plantas incrustadas. B, c) Pelecyora gigas. d, e)
Amussium cristatum. f) Escafópodos de Dentalium . g) carbón vegetal rodeado de una franja pirítica
oxidada……………………………………………………………………………………………………………….. .191

Figura IV­30 : Especies dominantes y morfología de las conchas de pectínidos en las diferentes litofacies de los depósitos siliciclásticos
del Plioceno inferior de la cuenca Almería­Níjar. Barra de escala = 2 cm. Según (Aguirre et al., 1996)
…………………………………………………………………………………………………………. . .192

Figura IV­31 : Diagrama de sustitución de facies y distribución de macrofauna y rastros fósiles……..193

Figura IV­32 : Asociación de facies AF 1. a, b) sucesión de depósitos típicos de un ambiente de abanico aluvial proximal: panorama
Irhachâmene (sección A, Fig. IV­1). c, d) alternancia de conglomerados con matriz arcillosa (F2) y conglomerados con soporte clástico
microconglomerático (F3)……………………………………………… 194

Figura IV­33 : Asociación de facies AF 2. a) Panorámica de la serie lacustre de Oued Amekrâne mostrando alternancias de margas
grises (F6) y calizas estratificadas (F5) emplazadas sobre las margas verdes del Messiniense.
MES : Superficie de erosión Messiniense ………………………………………………………………………….…..196

Figura IV­34 : Asociación de facies AF 3. a, b) canales fluviales de la parte proximal subaérea del abanico delta del “abanico aluvial”.
c) modelo de depósito delta en abanico. d, e) parte subaérea media del abanico delta (“frente delta”). f) parte distal subacuática del
abanico delta (“Pro delta”) …………………………………………………………… 198

Figura IV­35 : Asociación de facies AF 4. a) Registro sedimentológico que representa la sucesión de depósitos propios del ambiente
lagunar con influencias gravitatorias: la base de la sección Aït Abdallah (sección F, Fig. IV­1). b) vista detallada de los conglomerados
de gravedad (F12a). c) vista detallada de los depósitos de lagunas finas (F11 y F12b) ………… 199

Figura IV­36 : Asociación de facies AF 5. Registro sedimentológico que representa la sucesión de depósitos típicos del ambiente
marino muy somero (“Foreshore”): la sección Tizza (sección C, Fig. IV­1) …………… … ……… 200

Figura VI­37 : Asociación de facies AF 5. a) Sucesión de depósitos típicos de un ambiente de playa: panorama Tizza (sección C, Fig.
IV­1). b) representación esquemática de las barras de la franja costera (“barras litoral”) ….201

Figura IV­38 : Asociación de facies AF 6a. a) vista panorámica de la sección de Sidi Drîs . b) vista detallada de estratificaciones
hundidas oblicuas (SCS). c) posición para tomar fotografías de cada panorama. d) sección sintética de la región de Sidi Drîs que
muestra la disposición vertical y lateral de las diferentes facies. e) vista de detalle de los canales proximales (F17b) que se cruzan con
las partes distales de las barras (F16). f) vista de detalle de la parte proximal y media de las barras de la
boquilla…………………………………………………………………………………….203

Figura IV­39 : Asociación de facies AF 6b . Panorámica de la parte media del tramo Tassensach (tramo J, Fig. IV­ 1) y registro
sedimentológico correspondiente……………………………………………………………… 204

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Figura IV­40 : Asociación de facies AF 7a y AF 7b. a) vista panorámica del tramo Tassensach . La base de la
sección muestra margas grises masivas (F26) a arenas finas y limos (F25) sobre las cuales llegan las facies
de canal y tormenta de la asociación AF 6b. b, c, d) alternancias de facies margosas de la parte baja de la
costa (F26) y arenas finas y limos de la parte alta de la costa (F25) ………………………………………………… …. .206

Figura IV­41 : Mapa geológico del Rif oriental elaborado a partir de los mapas de Suter (1980), Frizon de
Lamotte (1985), Negro et al. (2007) y Michard et al. (2007) ……………………………………………………………….207

Figura IV­42 : Mapa estructural de la cresta de piedra caliza (unidad Bokkoya) y registros estratigráficos
sintéticos (modificado de Chalouan et al. 2008)………………………………………….…… ……… ……………… 208

Figura IV­43 : Estratigrafía de la unidad flysch (Tisiren nappe) y la unidad Kétama (De Chalouan et al.,
2008)……………………………………………………………… ……………………………………………………… 209

Figura IV­44 : Estratigrafía de la unidad Temsamane (modificado de Azdimousa et al., 2007) ……………..211

Figura IV­45 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies
F2 de la sección Irhachâmene……………………………………………………………………………… …………………….212

Figura IV­46 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies
F3 de la sección Irhachâmene…………………………………………………………………….. .…… ………………………………..213

Figura IV­47 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies
F2 de la sección Megziyat………………………………………………………………………… ………………………...214

Figura IV­48 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies
F17a en la base de la sección Tassensach……………………………………………………………… ………………….215

Figura IV­49 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies
F15 en la parte superior de la sección de Sidi Drîs……………………………………..…………………… …… …………………………..216

Figura IV­50 : representación de las direcciones de las paleocorrientes medidas a partir de grandes estructuras
(progradaciones de abanicos deltas, canales submarinos y barras de boca, etc.) y de pequeñas estructuras
sedimentarias (ondulaciones de olas y corrientes, figuras base de bancos…), agrupados según sus posiciones
estratigráficas………………………………………………………………………………………….217

Figura IV­51 : Transgresión­regresión, procesiones sedimentarias ("tractos de sistema") y superficies clave


("superficies clave") formadas por la interacción entre los cambios de nivel de base y la sedimentación. La
curva de arriba representa la magnitud de los cambios del nivel base y la curva de abajo representa la tasa
de cambios del nivel base en comparación con la tasa de sedimentación. NR= Regresión Normal
; FR= Regresión Forzada. TST= procesión transgresora (“Transgressive System Tract”); HST= tractos del
sistema Highstand; LST= Tractos del sistema Lowstand; FSST= (“Falling Stage System Tract”), SU=
discontinuidad subaérea (“Discordancia subaérea”); MRS= Superficie Regresiva Máxima o Superficie
Transgresiva; TRS= Superficie de ravinment transgresora; MFS= Superficie Máxima de Inundación
……………………………………………..220

Figura IV­52 : Asociaciones de facies y apilamiento de secuencias genéticas en la sección K. el Borj. MFS=
superficie máxima de inundación; ZLM= zona de máxima inundación; S2­S6= secuencias genéticas numeradas
después de correlaciones en toda la cuenca (ver Fig. IV­53) ; HG= suelo duro………………………………...…………………………
221

Figura IV­53 : Correlación de secuencias genéticas a lo largo de la cuenca de Boudinar que ilustra la
distribución y arquitectura de asociaciones de facies. Se desconoce el tiro de falla vertical (línea de puntos)
entre Tassensach e Ijetti . MES = superficie de erosión Messiniense …… 222

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Figura IV­54 : Mapa geológico simplificado y estratigrafía de la cuenca de Boudinar. A) Mapa geológico simplificado
con la ubicación de los tramos estudiados. B) Ubicación estratigráfica de las secciones estudiadas, SB1­SB3=
discontinuidades mayores. C) Litología, sedimentología y edad de la sección de referencia de Aït Abdallah ……...224

Figura IV­55 : Superficies estratigráficas clave. A) Discontinuidad subaérea mayor (“SU= MES”); corte: Oued
Amekrâne. B) Superficie máxima de regresión (“MRS”) y superficie de transgresión de cárcavas (“TRS”); Corte:
Tizza. C) Superficie de máxima regresión (“MRS”) reelaborada por superficie de transgresión de cárcavas (“TRS”),
las flechas amarillas indican el “onlap” de los depósitos marinos sobre la “TRS”; corte: Oeste­Tizza. D) sucesión
de bancos intensamente bioturbados que representan la zona de máxima inundación ("ZMF") en la cara media de
la costa; corte: Ijetti. E) superficie máxima de inundación (“MFS”) en la parte inferior de la costa representada por
un suelo duro mineralizado y bioturbado (Ophiomorpha nodosa) ; corte: K. el Borj. F) superficie máxima de
inundación en la parte baja de la costa que muestra faunas profundas (Amusium cristatum) y bioturbaciones
(Ophiomorpha) ; corte: Tassensach…………………………...……………………………………………………………………………… 227

Figura IV­56 : evolución de la arquitectura regional de los sistemas de depósito a lo largo del tiempo, vinculada a
las fluctuaciones del nivel base a largo plazo. A) Caída de línea base y erosión subaérea (depósitos por gravedad
y flujo lacustre). B) inicio del ascenso del nivel base (depósitos de sistemas de abanicos deltaicos del prisma de
bajo nivel, progradándose en depósitos lagunares). C) aumento rápido del nivel de base y transgresión. En
condiciones continentales, el inicio de la transgresión está marcado por un cambio en la arquitectura fluvial con
canales fusionados que se transforman en canales aislados que se degradan a través de la Superficie de Máxima
Regresión (“MRS”). Arriba, se ha formado una superficie de transgresión de barranco ("TRS") que marca la
inundación marina. En condiciones marinas se observa una única superficie que separa los depósitos continentales
regresivos de los depósitos marinos transgresivos (“MRS/TRS”). Esta procesión está limitada en la parte superior
por la Superficie Máxima de Inundación (“MFS”). D) el final del ascenso del nivel base y la formación del prisma
de alto nivel. Corresponde a unidades de progradación a gran escala formadas por el apilamiento de secuencias
genéticas………………………………………………………………………….228

Figura IV­57 : discrepancias angulares en la parte superior de la serie del Plioceno ( región de Imessaoûdene,
sección g; Fig. IV­54 A)………………………………………………………… … ……………………………………………..231

Figura IV­58 : diagramas de bloques en 3D que ilustran la interpretación de la distribución y preservación de los
sistemas de depósito, en relación con los cambios del nivel de base a largo plazo. A) Fase de caída de la línea de
base, representada por una discordancia subaérea ("SU"). Sólo se conservan las facies de gravedad subaérea y
lacustre (erosión de los relieves formados durante la inmersión). B) etapa temprana de ascenso desde el nivel base
(regresión normal y “LST”). Los sistemas de depósito están compuestos por varios complejos de abanicos deltas
que progresan desde el margen de la cuenca hacia ambientes lagunares. C) rápido ascenso en el nivel base y
distribución de facies a lo largo de una pared rocosa dominada por olas y tormentas durante la transgresión. D)
fase final de recuperación desde el nivel base y regresión normal. Varias asociaciones de facies se distribuyen en
un sistema de “plataforma tipo abanico­delta” (“delta­frente/pro­delta”), en el que los sedimentos son depositados
principalmente por flujos hiperpicnales, reelaborados por tormentas y redistribuidos hacia el sur por la deriva litoral. …..233

Figura IV­59 : Diagrama modelo que ilustra una posible explicación de las paleocorrientes observadas en la cuenca
de Boudinar. Los sedimentos provienen del margen noroeste de la cuenca y son redistribuidos hacia el interior de
la cuenca por la deriva litoral. En esta hipótesis el Macizo Volcánico de Ras Tarf puede ser total o
parcialmente sumergido en el Plioceno Inferior…………………………………………………………………… 234

Figura IV­60 : Morfología (A) y sección sintética (B) de un delta de Gilbert. Según Du Cuoto (2014), modificado
según Gilbert (1885, 1890)………………………………………………………………………………………… ….235

Figura V­1 : Diagrama de zonación de facies …………………………………………………………………… 241

Figura V­2: Facies F1 y F2). a, b) descripción general de las alternancias de conglomerados gruesos con matriz de
arcilla roja (F1) y arcillas limosas amarillas (F2). c) vista detallada de las alternancias de facies F1 y F2………………..243

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Figura V­3: Facies (F3). a) visión general de los cauces fluviales (F3) alternados con los depósitos finos de la llanura aluvial
(F2). b) vista de detalle de conglomerados cementados por un cemento calcítico o por una matriz clástica. c) vista de detalle
del relleno del canal mostrando estratificaciones que se cruzan ………………………………..244

Figura V­4: Facies (F4). a) detalle del relleno del fondo del cauce por conglomerados gruesos con matriz de arcilla amarilla
(F3). b) detalle de la alternancia de lentes conglomeráticos de matriz arcillosa y conglomerados de matriz arenisca
(F5)……………………………………………………………………………… .245

Figura V­5: Facies (F5). a, b) descripción general de las alternancias de conglomerados estratificados (F5) y arenisca gruesa
(F6). c) vista de detalle de los conglomerados mostrando alineamientos y anidamiento de los cantos rodados (F5) …………….246

Figura V­6: Facies (F6). Vista detallada de la lente de arenisca (F6) interestratificada en facies de conglomerados
(F5). La base de la lente es erosiva y su estructura interna muestra un lecho plano oblicuo ………………..247

Figura V­7 : Facies F7 y F8. a) descripción general de la alternancia de margas limosas (F7) y areniscas (F8). Las margas
limosas presentan laminaciones onduladas. b) vista de detalle de margas bioturbadas (F7) alternadas con areniscas gruesas
de capa plana y restos de fauna marina (F8). (En azul: huellas de raíces, en amarillo:
bioturbación)………………………………………………………………………………………………………… ….. .249

Figura V­8 : Facies F9 y F10. a) resumen de las alternancias de margas limosas abigarradas (F9) y conglomerados gruesos
de matriz arcillosa (F10). Los lentes conglomeráticos son erosivos y muestran grados inversos. b) vista detallada de margas
limosas con ondulaciones……………………………………..251

Figura V­9 : Facies (F11). a) panorama de los canales erosivos ricos en fauna marina (F11) alternando con los depósitos
finos de la facies F7. b, c) detalle de la acumulación de fauna marina variada (percebes, ostras, vieiras), entera y
fragmentada…………………………………………………………………… ……… ………… 253

Figura V­10 : Panorama y registro sintético de la parte superior de la sección de Tassensach , representando la sucesión
vertical de las tres asociaciones de facies: AF1 del medio del abanico aluvial, AF2 del ambiente fluvial trenzado y AF4 del
ambiente marino litoral ………………………………………………………………………………..254

Figura V­11 : registro sedimentológico de la parte superior de la sección Tassensach (por encima de SB2) ..255

Figura V­12 : Panorama y registro sintético de la parte superior de la sección de Imessaoûdene, representando la sucesión
vertical de las cuatro asociaciones de facies definidas: AF1 desde el medio del abanico aluvial, AF2 desde el ambiente fluvial
trenzado, AF3 desde el ambiente lagunar y AF4 del medio marino costero …………………………………….257

Figura V­13 : registro sedimentológico de la parte superior de la sección Imessaoûdene (por encima de
SB2)…………………………………………………………………………………… ………………………...258

Figura V­14 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F5 de la sección
Tassensach………………………………………………………………………… ………………………...259

Figura V­15 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F5 de la sección
Tassensach………………………………………………………………………… ………………………...259

Figura V­16 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F1 de la sección
Tassensach………………………………...…………………………………… ……………………………………… 260

Figura V­17 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de la facies F5 de la
sección Imessaoûdene………………………………………………………………………… …………………………… 261

Tabla 1 : Coordenadas GPS de los diferentes tramos estudiados……………………..……………….……… 150

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Introducción general

INTRODUCCIÓN GENERAL

tu
n cuenca sedimentaria designa una depresión en la que se acumulan sedimentos

sedimentos durante un período de tiempo determinado. Actualmente, las piscinas

Los sedimentos son una herramienta esencial para entender la

procesos sedimentarios y tectónicos a escala global. El relleno sedimentario y

la evolución geodinámica de estas cuencas depende de su geometría, el régimen tectónico y

condiciones climáticas globales.

El área de Alborán (parte occidental del Mediterráneo) está formada por el Mar de Alborán y el

cadenas béticas y rifeñas que comenzaron a formarse durante el Oligoceno, tras la

convergencia entre África y Europa (p. ej., Jolivet et al., 2006; Chalouan et al., 2008). Dentro

En este contexto de convergencia, se han constituido en el mar gruesas cuencas sedimentarias

d'Alborán (Comas et al., 1999) y en sus márgenes desde el Mioceno Superior. Este

contexto particular hace de esta región un tema importante de investigación y debate entre

investigadores en diferentes disciplinas: sedimentología, tectónica, paleoambientes,

geodinámica….

El Mar de Alborán es un lugar de intercambio de aguas marinas entre el Océano Atlántico y el Mar

Mediterráneo, a través del Estrecho de Gibraltar. En el Mioceno superior, estos intercambios ocurrieron

a través de corredores en las cordilleras rifeña y bética, situadas respectivamente al norte de la

Marruecos y sur de España (Benson et al., 1991; Krijgsman et al., 1999a; Martín et al.,

2001, 2009, 2014). La interacción entre los procesos de levantamiento tectónico relacionados con la

la tectónica de placas, los cambios eustáticos y climáticos llevaron al cierre

de estos corredores y el aislamiento del Mediterráneo frente al océano mundial. Este

El cierre provocó uno de los acontecimientos más fascinantes de la historia del Mediterráneo

a saber, la Crisis de Salinidad Messiniense ("MSC") (Hsü et al.,

1973) que ocurrió entre 5,97 y 5,33 Ma (Gautier et al., 1994; Krijgsman et al., 1999a;

Manzi et al., 2013; Roveri et al., 2014a). El "MSC" provocó la formación de depósitos.

evaporitas muy gruesas en las partes centrales de las cuencas mediterráneas e intensa erosión

de sus márgenes (desarrollo de la superficie de erosión Messiniense, "MES"). Las condiciones

la tectónica y la eustasis también están en el origen del embalse del Mediterráneo

durante el Messiniense tardío y/o Zanclean temprano (p. ej., Hsü et al., 1973; Blanc, 2002;

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Introducción general

Lofi et al., 2003; García­Castellanos et al., 2009; Estrada et al., 2011; Bache et al., 2012), que

poner fin a la crisis.

Problema y objetivos

A pesar del acuerdo existente sobre las causas y algunos aspectos de la Crisis de Salinidad Messiniense,

Varios puntos aún están en discusión:

­ La caída del nivel del mar : para algunos autores, el Mediterráneo era enteramente o

se secó casi por completo mientras que, para otros, la caída del nivel del mar ha sido

de amplitud moderada.

­ Post­reinundación "MSC" : algunos estudios sugieren que la reinundación fue

muy rápido y de gran amplitud, atestiguado por el depósito de margas marinas profundas o

por el desarrollo de los deltas de Gilbert en los cañones de Messiniense. Otros estudios

apoyar la idea de la reinundación progresiva.

­ La edad de reinundación : es de 5,33 Ma (base del Plioceno) para algunos autores y

para otros, se habría dado en dos etapas: una primera etapa con ascenso

nivel del mar moderado y lento seguido de inundaciones repentinas con aumento

aumento repentino del nivel del mar.

Sin embargo, la mayoría de estos escenarios han sido establecidos principalmente por estudios realizados

en el margen norte del Mediterráneo, y el margen sur del Mediterráneo permanece poco o mal
estudió.

Los horarios de apertura y cierre de los distintos carriles también están siempre sujetos a

a importantes incertidumbres, en particular en lo que respecta a los corredores de Rifain y, más concretamente,
Corredor Norte de Rifain.

En este trabajo de tesis aportamos nueva información sobre estos debates en

el dominio de Alborán, a partir del estudio de afloramientos clave de dos cuencas situadas en el

borde sur del Mar de Alborán: las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt (norte del Rif

oriental, Marruecos). Este estudio se basa en un enfoque multidisciplinario (bioestratigrafía,

sedimentología, radiocronología, paleoambientes) y pretende comprender mejor la

funcionamiento de estas dos cuencas neógenas del dominio meridional de Alborán.

Estas dos cuencas fueron elegidas por su posición en la salida del Corredor Norte de Rifain.

y la excepcional calidad de sus afloramientos del Mioceno Superior y Plioceno.

El estudio estratigráfico, sedimentológico y bioestratigráfico de estos depósitos nos permite

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Introducción general

destacar el comportamiento de esta porción del dominio de Alborán antes, durante y

después de la crisis de salinidad de Messiniense.

Los estudios se han centrado en el relleno sedimentario del Mioceno superior en el

Cuenca de Arbaa Taourirt y Mioceno Superior­Plioceno Inferior en la Cuenca de Boudinar

con las siguientes preguntas:

­ ¿Cuáles son los horarios de apertura y cierre del Corredor Norte de Rifain?

­ ¿Cuál es el comportamiento de las cuencas de la margen sur del Mar de Alborán durante el

¿Crisis de salinidad de Messiniense? ¿Cómo se traduce en él?

­ ¿Cuáles fueron los métodos de reinundación post­MSC?

­ ¿Qué aporta esta región a la evolución neógena del Mediterráneo occidental?

Organización del manuscrito

El capítulo I presenta una introducción sobre el conocimiento existente en torno a la

contexto geológico del Mediterráneo occidental y el dominio de Alborán. En esta parte,

se presenta brevemente el contexto geológico y tectónico global, así como las diferentes

modelos de evolución geodinámica existentes. Los principales dominios estructurales de la cadena.

luego se describen las rifaínas. A continuación, una síntesis sobre el relleno sedimentario y

se presenta la evolución tectónica de las cuencas sedimentarias del Terciario en el área de estudio.

Finalmente, se presenta la crisis de salinidad del Messiniense: causas, etapas, consecuencias,

aspectos controvertidos y últimos avances.

El Capítulo II presenta los resultados de las investigaciones realizadas sobre una de las causas de la Crisis

de la salinidad Messiniense, a saber: el cierre de los corredores marinos que unen el Océano

Mar Atlántico y Mediterráneo. En este contexto, el estudio cronoestratigráfico y

sedimentología de las cuencas neógenas de Boudinar y Arbaa Taourirt (noreste de Marruecos),

proporcionó restricciones sobre la evolución del Corredor del Rifain del Norte en el Mioceno tardío, poco estudiado

en el pasado.

El Capítulo III es un estudio estratigráfico y sedimentológico de los depósitos en la transición

Messiniense­Plioceno en la cuenca de Boudinar. Este estudio proporcionó nueva información

y decisiva sobre la crisis de salinidad del Messiniense y la inundación de Zanclean en la parte

parte sur del dominio de Alborán. En este sector, la superficie de erosión Messiniense,

Se identifica "MES" por primera vez. La edad, la geometría del "MES" y los depósitos.

subyacente han sido determinados. Se explican las modalidades de las inundaciones post­crisis.

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Introducción general

El Capítulo IV presenta los resultados de un estudio sedimentológico detallado de los depósitos de la

Messiniense Superior­Plioceno Inferior en la Cuenca de Boudinar. Este capítulo comienza con

un análisis y una interpretación de las facies, seguido de una reconstitución de los ambientes

sedimentario. Luego se aplican los principios de la estratigrafía secuencial para la

determinación de las secuencias de depósitos, permitiendo luego la reconstrucción de la evolución de

paisajes sedimentarios. Estos resultados se integran en la discusión sobre las modalidades de la

embalse después de la crisis de salinidad de Messiniense.

El capítulo V presenta, por primera vez, un análisis sedimentológico de los depósitos de la

Plioceno superior/Cuaternario en la cuenca de Boudinar. Los resultados se devuelven al

dominio del sur de Alborán, en particular proponiendo correlaciones tierra­mar.

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Capítulo I: Contexto geológico global

CAPÍTULO I:

CONTEXTO GEOLÓGICO MUNDIAL

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Capítulo I: Contexto geológico global

I. DEL MAR MEDITERRÁNEO A LAS CADENAS BETICO­RIFA

1. Cinemática de la convergencia África/Eurasia

1.1. A nivel mediterráneo

Las cadenas bético­rifeñas pertenecen al grupo de las cadenas alpinas mediterráneas. Ellas

resultado de la convergencia entre las placas litosféricas africana y euroasiática desde el

Cretácico (Dercourt et al., 1986; Dewey et al., 1989).

A escala del Mediterráneo occidental, las reconstrucciones cinemáticas indican una

movimiento convergente Norte­Sur orientado globalmente desde el Oligoceno (Dewey et al., 1989)

(Figura I­1). Este movimiento convergente va acompañado de una rotación en sentido contrario a las agujas del reloj de la placa.

alrededor de un polo situado frente a África Occidental al nivel de las Islas Canarias.

Figura I­1 : mapa tectónico del Mar Mediterráneo, mostrando las principales cadenas montañosas y dominios corticales,
sobre los que se superponen los vectores de desplazamiento de la placa África frente a Europa desde 50 Ma hasta la
actualidad (tomado de Lebret (2014 ) , modificado de Jolivet et al., (2006)).

La convergencia entre África y Eurasia también viene acompañada de importantes movimientos

horizontales y verticales vinculados a procesos profundos como la subducción del océano

Tetisiano y la colisión continental entre las dos litosferas continentales. La configuración

y la heterogeneidad del Océano Tethysian (un océano angosto intercalado entre el africano y el

euroasiático) es en parte responsable de la diversidad actual del dominio mediterráneo. Esto tiene

favoreció una colisión diferencial que afecta al mar Mediterráneo de oeste a este desde

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Capítulo I: Contexto geológico global

30­35 Ma (Jolivet y Faccenna, 2000). Así, mientras el dominio oriental todavía está en

subducción (subducción del Egeo), el dominio occidental ya ha alcanzado la etapa de colisión

continental, o incluso la prolongación post­colisión (arco Bético­Rifain). las observaciones de

desplazamiento de África muestran que la dirección de la convergencia cambia gradualmente de

Norte­Sur en el Mediterráneo Oriental y Central, Este­Oeste en Gibraltar (Fig. I­2 ; Serpelloni y

otros, 2007; Vernant et al., 2010; Billi et al., 2011; Reilinger et al., 2011; Noquet, 2012).

Figura I­2: Mapa de velocidades de viaje relativas a Eurasia fija (Billi et al., 2011). Las flechas rojas: velocidades medidas;
las flechas blancas: velocidades deducidas del polo de rotación Nubia­Eurasia; flechas grises:
campo de desplazamiento obtenido por inversión de los gradientes de desplazamiento horizontal.

1.2. En la escala del Dominio de Alborán

En la escala del dominio de Alborán, la ubicación del límite entre las dos placas

continental (placa de Eurasia y la placa de África o Nubia) sigue siendo controvertida y muy

mal definida (Gutscher, 2004; Zitellini et al., 2009; Buforn y Udías, 2010; Vernant et al., 2010

; Billi et al., 2011; Noquet, 2012). Los datos sismológicos y geodésicos permitieron

autores a proponer diferentes hipótesis sobre la geometría de este límite (Fig. I­3).

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Capítulo I: Contexto geológico global

Figura I­3 : Mapa sismotectónico y batimétrico del extremo occidental del Mediterráneo (Vernant et al., 2010),
que representa las tres grandes hipótesis de la geometría del límite de placa entre el Golfo de Cádiz y el
dominio de Alborán (Klitgord et al. Schouten, 1986 , Bird, 2003 , Gutscher, 2004 , respectivamente en rojo,
verde y azul). Las líneas negras corresponden a las principales fallas cartográficas. (MA): Medio Atlas; (Alba):
Mar de Alborán.

Los campos de velocidad obtenidos de datos GPS recientes muestran una gran
complejidad en el dominio de Alborán que se encuentra entre un dominio convergente y un

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Capítulo I: Contexto geológico global

zona de transformación intraatlántica. Los autores describen varios subdominios que incluyen

las velocidades y los vectores de desplazamiento varían (Fig. I­4). El Sur de las Béticas avanza hacia

el Oeste o el Sur­Oeste en relación con Iberia. La región rifeña, se desplaza hacia el Sur o hacia el

suroeste de África. Estos movimientos se interpretan como relacionados con

desplazamiento de un solo "bloque" rígido (cuyos límites están mal definidos) hacia el Sur­Oeste

(Pérouse et al., 2010; Koulali et al., 2011; Pedrera et al., 2011; Nocquet, 2012).

Figura I­4: Mapa de las velocidades de movimiento de los dominios continentales alrededor del dominio de
Alborán, calculado tomando como fija la placa euroasiática (a) y el modelo cinemático asociado (b) (de Koulali et
al., 2011). Mapa de velocidades de desplazamiento calculado para una placa africana fija (c) y el modelo
cinemático asociado (d) (Nocquet, 2012).

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Capítulo I: Contexto geológico global

2. Estructura actual del Estado de Alborán

2.1. Tomografía sísmica

Los estudios de tomografía sísmica han revelado anomalías en la velocidad

Ondas P en el Mediterráneo, más concretamente en el Mediterráneo occidental bajo la cuenca

Alborán y la Cordillera Bética (Carminati et al., 1998 a y b; Calvert et al., 2000 Timoulali

et al., 2013; Bezada et al., 2013; Bonnin et al., 2014 ; Higo. I­5 a). Estas anomalías positivas

(velocidad de onda P rápida) permitió visualizar la presencia de un cuerpo denso y frío con un buzamiento

Este bajo la Cuenca de Alborán (Fig. I­5b).

Figura I­5: a) Mapa geológico del arco de Gibraltar y estructuras del manto subyacente, tomado de datos
de tomografía sísmica (García­Castellanos y Villaseñor, 2011). b) Representación 3D de la morfología del
plunging panel bajo el dominio de Alborán (Pedrera et al., 2011).

Este cuerpo se interpreta como la huella de un panel de litosfera oceánica hundiéndose bajo

el Mar de Alborán (Lonergan y White, 1997; Jolivet y Faccenna, 2000; Faccenna et al., 2004

; Jolivet et al., 2009). Sallarès et al. (2013) demostró la naturaleza oceánica de la litosfera

sumergiéndose bajo el arco de Gibraltar a lo largo del golfo de Cádiz. Esto llevó a la conclusión de que la

la subducción de una estrecha franja de litosfera oceánica del golfo de Cádiz sería siempre

activo (Gutscher et al., 2002; Pedrera et al., 2011; Bezada et al., 2013; Sallarès et al., 2013).

De manera similar, Bokelmann et al. (2011) afirman que la dispersión de datos de ondas P es un

evidencia de la presencia de un plano de subducción bajo la cuenca de Alborán.

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Capítulo I: Contexto geológico global

Además, el modelado de las deformaciones superficiales en el norte de África ha demostrado que una

parte del cuerpo sumergido bajo el Alborán consiste en manto litosférico de afinidad

continental (Pérouse et al., 2010).

2.2. Sismicidad y neotectónica

La sismicidad en el límite del dominio de Alborán es muy difusa y ligada a movimientos en

límites de placas (Calvert et al., 2000; Buforn et al., 2004; Pedrera et al., 2011; Koulali

et al., 2011).

Bajo las Cordilleras Béticas y la cadena del Rif, los mecanismos focales de los terremotos son

a menudo superficial (menos de 35 km de profundidad, Fig. I­6). El análisis de esta categoría.

de los terremotos muestra que la deformación se localiza principalmente en redes de fallas

deslizamientos de rumbo en las Béticas Orientales (Vissers y Meijninger, 2011) y sobre fallas

reverso y deslizamiento de rumbo a lo largo del margen del norte de África (Morel y Meghraoui, 1996; Poujol

et al., 2014; Lafosse et al., 2016).

Una segunda familia de sismos ubicados entre 35 y 150 km de profundidad (Fig. I­6) se ubican

al norte del Golfo de Cádiz, bajo el Rif exterior, en un transecto Norte­Sur al oeste del mar

Alborán (Buforn et al., 2004; Koulali et al., 2011) y sobre una zona vertical situada bajo

Málaga (Calvert et al., 2000).

Entre 150 y 600 km de profundidad, no se registraron terremotos aparte de algunos terremotos

eventos muy poderosos tuvieron lugar a una profundidad de casi 600 km (Bezada y Humphreys, 2012;

Grimison y Chen, 1986).

Varias redes de fallas consideradas activas hoy (Fig. I­6) afectan esta área,

incluído :

­ Fallas escalonadas con juegos sinistrales transpresivos y transtensivos (fallas N/S

NE/SW de Lorca, Palomarès, Carboneras y Mecina en las Béticas; la arruga

Alborán y las fallas de Nékor y Trougout en el Rif (Poujol et al., 2014; Lafosse

et al., 2016)) constituyendo la Zona de Cizalla Transalborán (Stich et al., 2006).

­ Las fallas normales E/W a NW/SE en las Béticas centrales (Martínez­Martínez y

al., 2006).
­ Las fallas dextrales WNW/ESE de la Dorsal de Yussuf cruzan la cuenca de Alborán

oriental (Watts et al., 1993).

­ La falla transformante de las Azores.

­ Los frentes superpuestos del Rif y las Béticas.

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Capítulo I: Contexto geológico global

Figura I­6 : Mapa de la tectónica activa de Alborán y Golfo de Cádiz y localización de terremotos de M > 4 desde
1901 hasta 1964 (Platt et al., 2013). Las líneas negras indican frentes de empuje activos en el Mioceno Medio.
El trazo morado indica el frente de empuje actual. (CF): Falla de Crevillente; (Reino Unido): Gorringe Bank;
(GF): Falla Gloria; (HF): falla de herradura; (LF): Falla de Lorca; (NF): falla de Nekor; (PF): Falla Palomares;
(YF): Falla de Yussuf.

3. Principales modelos de evolución geodinámica del arco de Gibraltar

En este contexto regional de convergencia entre las placas africana y euroasiática, la evidencia

extensiones incompatibles con este contexto compresivo han sido propuestas por dos

modelos geodinámicos:

­ Modelos que proponen la retirada de la zona de subducción;

­ Los modelos que proponen el adelgazamiento de la litosfera bajo el Alborán.

También se ha propuesto otro modelo, pero parece estar desactualizado. Este último

asume la presencia de un bloque continental rígido que se mueve entre las dos placas africanas

y euroasiático (Andrieux et al., 1971; Olivier, 1984; Leblanc y Olivier, 1984; Durand­Delga

y Oliver, 1988; Sanz de Galdeano, 1988).

3.1. Modelos de retroceso del plano de subducción.

El primer grupo de maquetas reúne las que explican la geometría del Mar de Alborán

en relación con el retroceso de un plano de subducción de este a oeste (Malinverno y Ryan, 1986;

Royden, 1993a, b). Esto induce una extensión de arco posterior asociada con aumentos de

materiales astenosféricos (Duggen et al., 2004; Lustrino et al., 2011). Por lo tanto, la

Las reconstrucciones cinemáticas muestran que la retirada del plano de subducción va acompañada

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Capítulo I: Contexto geológico global

una extensión Norte­Sur en el Oligoceno, luego Este­Oeste en el Mioceno (Jolivet et al., 2006;

Faccena et al., 2014; van Hinsbergen et al., 2014).

Este proceso de retiro también está marcado por la rotación en el sentido de las agujas del reloj de las unidades en el

nivel de las Cordilleras Béticas y en sentido contrario a las agujas del reloj para las unidades del Rif (Platzman y

otros, 1992, 1993; Allerton et al., 1993; Platt et al., 1995; Mattei et al., 2006, 2007; Ciffelli y

al., 2008). Estos autores estiman la edad de estos movimientos de rotación entre el límite Oligo

Mioceno y el final del Mioceno o incluso el comienzo del Plioceno.

Este tipo de modelos es consistente con la zonación geoquímica y temporal (Fig. I­7, Duggen

et al., 2008) de magmatismo y parece y se invoca con frecuencia (por ejemplo, Lonergan y White,

1997; Jolivet y Faccena, 2000; Faccenna et al., 2001, 2002; Jolivet et al., 2006, 2008; camioneta

Hinsbergen et al., 2014; Faccenna et al., 2014).

Figura I­7 : modelo de evolución geodinámica del Mar de Alborán con retirada del plano de subducción (Duggen
et al., 2008).

3.2. Patrones de delaminación de la corteza

El segundo grupo de modelos propone que la cuenca de Alborán se forma por desprendimiento

y colapso gravitacional de la raíz litosférica del dominio de Alborán (fig. I­8),

previamente engrosada durante un episodio de compresión prealpino (Dewey, 1988; Doblas y

Oyarzun, 1989; Platt y Vissers, 1989).

Los datos geofísicos permitieron visualizar la presencia de un fragmento de litosfera

desprendida en profundidad bajo el Dominio de Alborán (Grimson y Chen, 1986; Seber et al., 1996

; Calvert et al., 2000; Spakman y Wortel, 2004). Este fragmento se deduce de la presencia en

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Capítulo I: Contexto geológico global

profundidad de un área caracterizada por fuertes anomalías térmicas (Polyak et al., 1996;

Fernández et al., 1998; Rimi, 2001), gravimétrico (Banda et al., 1980; Torné et al., 2000) y

fuerte atenuación sísmica (Grimison y Chen, 1986; Seber et al., 1996; Calvert et al., 2000).

El Platt et al. (2006) (fig. I­8), propone la siguiente evolución: ­ En el Eoceno:

desplazamiento de África hacia el Norte, subducción, acreción del complejo

de las Alpujarrides bajo el complejo Malaguides y formación del

Nevado­Filábridos en el margen sureste de Iberia (Fig. I­8 A).

­ En el Mioceno Inferior: hundimiento del Dominio de Alborán y su desplazamiento hacia

el Oeste (Fig. I­8B). El Dominio de Alborán se transforma así en una litosfera adelgazada

tras la pérdida del manto litosférico (Fig. I­8 C). El Dominio de Alborán

luego se superpone al complejo Nevado­Filabrides. Este último entró entonces

subducción bajo el Dominio de Alborán, luego exhumado en extensión.

Figura I­8 : Modelo de evolución geodinámica del Mar de Alborán invocando procesos de delaminación
cortical (Platt et al., 2006). A) Reconstrucción paleogeográfica del Dominio de Alborán en el Eoceno. B)
Reconstrucción paleogeográfica del Dominio de Alborán en el Mioceno. C) Sección litosférica esquemática
(ubicación en figura B). (AC) Conjunto de las Alpujarrides; (MC): Complejo de Malaguides; (NFC)
Complejo Nevado­Filábrido.

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Capítulo I: Contexto geológico global

II. EL DOMINIO DE ALBORAN: LAS CADENAS BETICO­RIFAINES Y LA

CUENCAS SEDIMENTARIAS ASOCIADAS

1. Descripción de los principales dominios estructurales de la cadena rifeña

Esta parte del trabajo consiste en describir brevemente la estratigrafía y la estructura del

grandes grupos que constituyen la cadena del Rif. La estructura de la cadena de rifaína corresponde a una

apilamiento de acuíferos caracterizados por desbordamientos divergentes hacia el exterior del Rif

(Andrieux, 1971). Clásicamente, se distinguen tres dominios principales (Fig. I­9, I­10) , desde

el interior hacia el exterior de la cadena: las zonas internas (Domaine d'Alboran) que

superponer las propias láminas de flysch llevadas sobre las zonas exteriores. Estos últimos

a su vez se superponen a un basamento paleozoico, preestructurado durante la orogenia herciniana

(antes del país).

Figura I­9 : Mapa estructural de la cadena del Rif que representa los principales dominios estructurales y la ubicación de las
cuencas posteriores al acuífero. Modificado de Suter (1980) y Jolivet et al. (2003).

1.1. Áreas internas

Las zonas internas del Rif constituyen la parte marroquí emergida del dominio de Alborán. Ellas

consisten en una pila de tres juegos grandes, desde la base hasta la parte superior y

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Capítulo I: Contexto geológico global

del interior hacia el exterior de la cadena: las Sebtides, las Ghomarides y la dorsal caliza (fig.

I­10, I­11).

Figura I­10 : Sección de la cadena rifeña a escala cortical con la edad de los principales contactos según
datos bibliográficos (de Romagny (2014), modificado de Michard et al. (2002)).

1.1.1. Los Sebtides

El complejo de Sebtides forma un apilamiento de capas de protolitos prealpinos que

afloramiento en cuatro ventanas tectónicas (Beni Mezala, Ceuta­Monte Hacho, Cabo Negro y

Beni Bousera, fig. I­11) bajo las siestas de Ghomarides.

En la base del pilote, la unidad de Beni Bousera y Filali constituyen un basamento paleozoico

rematado por una cubierta Permo­Triásica (unidad de Federico). La unidad de Beni Bousera es

constituido esencialmente por peridotitas (lherzolita con espinela) de unos 2 km de espesor,

coronado por niveles discontinuos de granulitos (kinzigites). Las rocas de la corteza suprayacente

(unidad Filali) son esencialmente granulitas ácidas (cinzigitas). Por encima de la base, el

Las unidades metasedimentarias del Permo­Triásico (Federico) se apilan en secuencias de lutitas y

cuarcitas repetidas varias veces. Estas unidades están rematadas por mármoles dolomíticos fechados
del Triásico.

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Capítulo I: Contexto geológico global

Datos metamórficos (Bouybaouene, 1993; Saddiqi, 1995; Michard et al., 1997, 2006

; Negro et al., 2006) indican diferentes gradientes metamórficos que decrecen desde bajas

en alto. El sótano de las Sebtides (unidades de Beni Bousera y Filali) evolucionó bajo una geotermia

alta (hasta P > 20 kbar, 1200­1350 °C en el macizo de peridotitas). las unidades

metasedimentarias (Federico) presentan un contexto metamórfico menor en

Condiciones HP­BT (presiones entre 7 y 18 Kbares para temperaturas entre 300 y 550°C).

Figura I­11 : mapa estructural que representa las diferentes unidades de dominio interno (de Chalouan et al.
(2008)).

1.1.2. los gomaridas

El complejo Ghomarides consta de cuatro capas paleozoicas de bajo grado de

metamorfismo (Aakaili, Koudiat Tizian, Beni Hozmar y Talembote, fig. I­10, I­11) apilados

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Capítulo I: Contexto geológico global

y separados por sus cubiertas sedimentarias no metamórficas de edad Mesozoica

cenozoico.

Las formaciones paleozoicas (Ordovícico a Carbonífero) están compuestas por metapelitas,

lutitas, calizas y grauvacas. La cubierta sedimentaria está formada por sedimentos

“lechos rojos” discordantes del Triásico Medio al Superior, compuestos de conglomerados, cuarcitas

y evaporitas. Los acuíferos paleozoicos registran dos episodios metamórficos

(Chalouan y Michard, 1990) : la primera es varisca, tipo esquisto verde y la segunda es

alpino. Las temperaturas máximas alcanzadas durante el episodio alpino varían desde < 330°C en la cima

de la serie a 500°C en la parte inferior de la serie, en contacto con los Sebtides (Negro et al., 2006).

1.1.3. El dorsal calizo

La Caliza Dorsal es una unidad de transición entre las zonas internas y el dominio flysch

(fig. I­11), adscrita al dominio de Alborán (Michard et al., 2002; Chalouan et al., 2008). Estos

las unidades están en contacto con el dominio flysch a través de las unidades predorsales

(Oliver, 1984). Se denomina "caliza de Dorsale" porque se compone esencialmente de

facies carbonatadas del Triásico al Neógeno (Fallot, 1937). Su asociación estructural con el

El dominio de Alborán tiende a interpretarlo como una cubierta meso­cenozoica de un

Secuencia paleozoica (Didon et al., 1973; Chalouan et al., 2008, Michard et al., 2008). Este

unidad fue afectada sólo localmente por un metamorfismo post­eoceno de muy bajo grado.

1.2. El dominio de los flyschs magrebíes

El segundo gran dominio estructural del orógeno Bético­Rifan, la unidad Flyschs es

incluidos estructuralmente entre las unidades exteriores de los paleo­márgenes tetisianos que serán

descrito a continuación y las unidades internas descritas anteriormente (fig. I­10). ella es es

compuesta por cuatro capas alóctonas, no metamórficas y plegadas según el mismo

orientaciones que las de las zonas exteriores. Esta fase compresiva probablemente esté ligada a la

reanudación de la convergencia África­Europa (Balanyá et al., 1997; Crespo­Blanc y Campos,

2001; Vergés y Fernández, 2012). Estas hojas se transportan en las unidades externas al

Mioceno inferior (Bourgois, 1978; Sanz de Galdeano y Véra, 1992; Crespo­Blanc y Campos,

2001) o se superponen localmente en el complejo Ghomarides. Los depósitos de

estas láminas están compuestas principalmente por turbiditas y hemipelagitas de edad Jurásico

Mioceno superior a inferior (Serrano, 1979; Rodriguez­Fernandez y Comas, 1999; Lujan y

al., 2006; de Capoa et al., 2007).

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Capítulo I: Contexto geológico global

1.3. El dominio externo

Las zonas externas constituyen el último gran dominio estructural empujado en el promontorio (fig.

I­9, I­10). A diferencia de las zonas internas y las zonas flysch, las unidades del dominio externo

no muestran continuidad estratigráfica ni estructural. En general, estos

unidades fueron plegadas, despegadas y transportadas sobre el sótano africano durante la colisión entre el

El dominio de Alborán y el margen africano desde el Burdigaliano hasta el final del Mioceno (Flinch,

1996; Flinch, et al., 1996).

Estos acuíferos están formados por sedimentos datados del Triásico al Neógeno, autóctonos, para

autóctono y/o alóctono, del paleomargen continental africano del Tethys (Favre,

1995). Estas unidades son a menudo no metamórficas, con la excepción de la parte norte del

Temsamane (Azdimousa et al., 2007; Negro et al., 2007).

Según la subdivisión de Suter (1965) y Chalouan et al. (2008), las zonas exteriores del Rif son

dividida en tres partes principales según criterios estratigráficos y estructurales. Fiestas

las partes más internas a las más externas de la cadena distinguimos: el Intrarif, el Mesorif y
el Prerif.

1.3.1. Intrarif

El Intrarif incluye las unidades más distales derivadas del paleomargen africano. estas unidades

aflora inmediatamente debajo de las unidades Maghrébin Flysch y el Dorsal de Caliza. Tres

unidades en particular se distinguen: la unidad de Ketama, la unidad de Tánger y la unidad de


Lukkos.

La unidad Kétama aflora exclusivamente en el Rif central (Andrieux, 1971). es una unidad

parautóctono, compuesto esencialmente por series turbidíticas siliciclásticas de edad liásica

Cretácico Inferior (Andrieux, 1971; Frizon De Lamotte, 1985), plegado y epimetamórfico

(3 kbar, 200­300°C). La exhumación de esta unidad se produce después de 14 Ma (Azdimoussa et al.,

1998).

Su cubierta parcialmente desprendida constituye la unidad de Tánger , que aflora principalmente en el

parte occidental del Rif exterior. Su serie estratigráfica incluye formaciones de margas

pelítico desde el Cretácico Superior hasta el Eoceno (Chalouan et al. , 2008).

La unidad Loukkos en el Rif occidental está formada por depósitos más gruesos, marga

Calizas albo­cenomanianas y senonienses (Lespinasse, 1975; Ben Yaich, 1991)

frecuentemente cortado por diapiros yeso­arcillosos del Triásico.

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Capítulo I: Contexto geológico global

Fragmentos de las unidades de Tánger y Loukos se desprendieron (las capas de Aknoul, Habt,

Ouezzane y Tsoul) todavía se pueden llevar en el Mésorif y el Prérif.

1.3.2. el mesorif

El Mesorif, entre el Intrarif y el Prerif, corresponde a formaciones del Jurásico al Cretácico.

inferior (Andrieux, 1971; Monie et al., 1984; Frizon De Lamotte, 1985). El área de

Mesorif presenta características diferentes a ambos lados de la falla de Nekor, en el


Rif Occidental y Central y en el Rif Oriental.

El Rif occidental y el Rif central, también llamados “Zones des Fenêtres”, están formados por

formaciones turbidíticas y olistóstromos del Mioceno Inferior a Medio aflorando debajo

unidades mesozoicas alóctonas. Estas formaciones son de origen supra­Ketama (acuífero

de Aknoul y klippe de Jbel Berkane) o infra­Kétama (grupo Tifelouest, acuífero Senhadja

y Bou Haddoud). La serie de turbiditas mesozoicas está fuertemente plegada y afectada

por un metamorfismo que probablemente data del Oligoceno tardío (Negro, 2005). Ellas son

luego discordantemente superpuesto por una mezcla no metamórfica de elementos

Mesozoico, seguido por turbiditas del Mioceno Inferior a Medio. El conjunto es moderadamente

deformado y afectado por metamorfismo anquizonal, luego cubierto por depósitos transgresivos
Tortono­Messinianos.

En el Rif oriental, las formaciones típicas del Mesorif se encuentran al nivel del macizo de

Temsamane, así como en dos macizos aislados: el macizo de Trois Fourches y la unidad de

Jebaba. Al este de la falla de Nékor, el Mésorif representado por el macizo de Temsamane,

subdividido en dos sub­unidades (South Temsamane y North Temsamane) cuyo

deformación y el gradiente metamórfico aumenta hacia el Norte (Azdimoussa y

otros, 2007; Negro et al., 2007; Chalouan et al., 2008).

1.3.3. El Prérif y el promontorio

El Prérif está fuera de la cordillera del Rif. Limita al sur con la llanura de

Sais, al oeste por la llanura de Rharb, y al este por el valle de Sebou.

Los acuíferos prerifanos corresponden a los sedimentos más proximales del paleomargen

Africano. Estas formaciones, calificadas como “para­indígenas”, se desprenden de su base

Mesozoico y empuje hacia el promontorio (Wildi, 1983). Están hechos de materiales

caótico, formado por rocas del Triásico al Neógeno en una matriz margosa­arcillosa
Mioceno.

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Capítulo I: Contexto geológico global

En el límite sur del Rif, la parte norte del sistema Atlas forma el promontorio. el atlas

es un dominio intracontinental compuesto por los cinturones del Alto y Medio Atlas, así como
mesetas.

2. Cuencas sedimentarias terciarias y ciclos tectono­sedimentarios

2.1. Espacio marino: Cuenca de Alborán

La cuenca de Alborán, rodeada por las cadenas Bético­Rifan, se considera una cuenca

de retroarco desarrollado desde el Oligoceno en relación con la migración del arco de Gibraltar

hacia el oeste (Platt y Vissers, 1989; Maldonado et al., 1992; Garcia­Dueñas et al., 1992; Watts

et al., 1993; Comas et al., 1999, 1992; Martínez­García et al., 2011). Incluye tres lavabos.

principales (Fig. I­12) : la cuenca Oeste­Alborán (WAB) que presenta los más importantes

espesor de depósitos (entre 7 y 12 km de sedimentos acumulados de 20 Ma; Comas et al., 1992,

1999; Soto et al., 1996; Iribarren et al., 2009; Soto et al., 2010), la Cuenca Este­Alborán (EAB)

que contiene cerca de 2 a 3 km de depósitos y la Cuenca Sur de Alborán (SAB) que contiene cerca de 3

km de sedimentos (Comas et al., 1997; Booth­Rea et al., 2007; Mauffret et al., 2007).

Figura I­12 : Mapa de isópacas de sedimentos del Neógeno en Alborán (tomado de Iribarren et al., 2009).

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Capítulo I: Contexto geológico global

La cuenca de Alborán presenta una evolución tectónica marcada por dos grandes periodos de

deformación (Fig. I­13 ; Comas et al., 1992; Watts et al., 1993; Chalouan et al., 1997; Comas

et al., 1999; Mauffret et al., 2007) :

­ El primer período, caracterizado por una extensa y sin­sedimentaria deformación,

corresponde a la apertura de la cuenca y cesa alrededor de 8 a 9 Ma;

­ El segundo período marca una inversión tectónica asociada a una deformación

Compresiva orientada NW­SE, fechada desde el Tortoniense hasta la actualidad.

El análisis combinado de datos sísmicos marinos, así como varios pozos perforados en

toda la cuenca de Alborán han permitido reconstruir la sucesión estratigráfica

(Comas et al., 1999; Iribarren et al., 2009; Soto et al., 2010). Seis unidades diferentes, delimitadas

por discrepancias, han sido identificados (Jurado y Comas, 1992). Estas unidades son de abajo hacia arriba.

(Figura I­13) :

­ Unidad VI : la primera unidad descansa sobre la base metamórfica. Esta unidad no es

conocida únicamente en la cuenca Oeste­Alborán y está formada por depósitos de edad aquitaniense

Burdigaliano (Mioceno inferior). Estos depósitos están compuestos principalmente por arcillas

con algunos bancos de arena. El límite superior de esta unidad muy a menudo corresponde

a un desajuste angular.

­ Unidad V : Es de edad Langhiense en Serravalliense. La parte inferior de esta unidad

(Langhian) corresponde a una sucesión de arcillas grises seguidas de arcillas limosas

verdoso a rojizo luego por arcillas verdes. La parte superior, por el contrario,

compuesto de arcillas, arcillas limosas y margas, alternando con conglomerados,

carbonatos y niveles volcaniclásticos.

­ Unidad IV : esta unidad es de edad Serravalliense mayor que Tortoniense. ella esta compuesta

por alternancias de arcillas y arcillas limosas con intercalaciones de niveles de cantos rodados
y margas.

­ Unidad III : esta unidad corresponde a una secuencia gruesa de edad Tortoniense Superior. EN

su base está colocada en una discordancia angular y su vértice está truncado por una superficie

de la erosión. Esta unidad corresponde a depósitos turbidíticos profundos, compuestos por

alternancias de arcillas, areniscas y microconglomerados.

­ Unidad II : esta unidad es de edad Messiniense. Se compone principalmente de depósitos

arcillas, margas, carbonatos y escasos niveles de yeso o anhidrita. Desde

depósitos de conglomerados, arenas, arcillas y limos alternando con niveles

Los volcán­clásticos se encuentran en la base.

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Capítulo I: Contexto geológico global

­ Unidad I : esta unidad está compuesta por margas y arcillas con intercalaciones de lechos

areniscas­arenosas de edad Plio­Cuaternario. Su base está marcada por una superficie de erosión

reconocida a lo largo de toda la cuenca (superficie “M”, Fig. I­13).

Figura I­13 : Sucesión estratigráfica, eventos tectónicos y volcánicos en todas las cuencas del Mar de
Alborán (Comas et al., 1999).

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Capítulo I: Contexto geológico global

2.2. Dominio continental: las cuencas terciarias del Rif

Proponemos en esta parte una síntesis del conocimiento sobre las cuencas desde la
zonas las internas a las zonas externas en el dominio occidental luego en el dominio
al este de la cadena del Rif.

Figura I­14 : Mapa de las principales cuencas sedimentarias neógenas desarrolladas dentro y alrededor del dominio
de Alborán (modificado de Sissingh, (2008)). (BOG): Bouhaddi Graben; (DSB): Cuenca Dhar Souk; (FNR): Región de
Fnidek; (KEB): cuenca de Kert; (LAF): Profundo de Larache; (TAR): Región de Talembote; (ZOF): Zoumi Profundo.

2.2.1. El Rif occidental

Los depósitos de syn­rift más antiguos de las zonas internas del Rif pertenecen a la Formación de
“Fnideq” (Chatiense­Aquitaniense) y la Formación “Viñuela” (Burdigaliense Inferior) en
comarca de Ceuta (El Kadiri et al., 2000), a la formación “Fnideq” en la comarca de Fnideq

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Capítulo I: Contexto geológico global

(Feinberg et al., 1990; Ouazani­Touhami y Calhoun, 1995) y la formación de “Fnideq” y


“Sidi Abdeslam” (Burdigaliense Inferior) en la cuenca Tetuán­Martil (Fig. I­14, I­15).

Figura I­15 : Estratigrafía de las cuencas neógenas del Rif (Sissingh, 2008). BOB: Cuenca de Boudinar, MEB: Cuenca de
Melilla, NAB: Cuenca de Nador, NGHB: Cuenca del Norte de Ghareb, SAB: Cuenca de Saiss, TAB: Cuenca de Taounate,
TAR: Región de Talembote, TGB: Cuenca de Taza­Guercif, TMB: Cuenca de Tetuán­Martil, SGHB: Cuenca Gharb del Sur,
ZOF: Zoumi Foredeep.

Los depósitos de la formación Fnideq (Ciudad Granada) descansan discordantemente sobre el


complejo Ghomarides y en Limestone Ridge (Hlila et al., 2008). Corresponden a
sedimentos clásticos depositados por corrientes de turbidez de alta densidad, en pequeñas
“cuencas” con subsidencia controlada por fallas normales (Zaghloul et al., 2003; Serrano et al .
al., 2006). Los depósitos de la formación Sidi Abdeslam (Viñuela), transgresores sobre los de la
formación del Fnideq, están formados por conglomerados que remodelan el terreno del

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Capítulo I: Contexto geológico global

Ghomarides y Sebtides (Serrano et al., 2006). El contacto entre las dos formaciones.

corresponde a una importante superficie de cárcavas (El Kadiri et al., 2001).

También se describen depósitos marinos pliocenos en las rías del dominio interno (cuencas

de Tetuán­Martil, Oued Laou­Tirinesse, Oued Tighissasse y Oued Amter, Fig. I­16). Estos

Los depósitos corresponden a rellenos de antiguos cañones del Messiniense (Wildi y Wernli, 1977;

Rampnoux et al., 1979; Morell, 1987; Wernli, 1988; Loget y Van Den Driessche, 2006) y han

fechado en Zanclean, entre 5,04 y 3,8 Ma (Cornée et al., 2014).

Figura I­16 : Mapa de las principales unidades estructurales del arco de Gibraltar y ubicación de las rías del Plioceno
(Loget y Van Den Driessche, 2006).

En la parte occidental del Rif exterior entre el Intrarif y el Mesorif, la cuenca de Zoumi es

una cuenca alargada NNW­SSE, que se desarrolló durante el Mioceno Inferior­Mioceno

PROMEDIO. Incluye cuatro unidades tectono­sedimentarias (Ben Yaïch et al., 1989) :

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Capítulo I: Contexto geológico global

­ Unidad A : Formación Jbel Amalou de edad Burdigaliano Inferior (Fig. I­15). Ella es

constituido por depósitos de micro­brechas y margas con intercalaciones de turbiditas

bioclásticos. La parte superior de esta formación está marcada por una discordancia angular.

­ Unidad B : Formación Ouhahda de edad Burdigaliana media­superior. ella caracterizó

en su parte inferior por depósitos de olistóstromos derivados del Intrarif. La parte

la capa superior incluye depósitos de margas con turbiditas limosas y arenosas.

­ Unidad C : Formación Jbel Taourda (Upper Burdigalian­Langhien, Fig. I­16). Este

unidad, discordante en la unidad B, consiste en depósitos de olistolitos y conos

submarinos en la base, luego por turbiditas distales.

­ Unidad D : Formación Dar el Oued (Langhian Superior ­ Serravallian Inferior). Ella

está compuesto por depósitos de turbiditas limosas y arenosas, conglomerados

detritos, arcillas y olistóstromos.

La cuenca de Zoumi se cerró en el Mioceno superior durante el empuje del Intrarif en el Mesorif.

(Morley, 1988).

Las cuencas intramontañosas, también llamadas “post­mesas”, se han desarrollado más

tarde en la parte occidental del Rif exterior, al borde de los grandes accidentes del

cadena. Estas son las cuencas de Bouhaddi, Dhar Souk , Rhafsaï , Tafrannt y

Taounate (Fig. I­14). Estas cuencas se forman bajo la influencia de un régimen tectónico

compresivo de orientación NNE­SSW a NE­SW, en asociación con una extensión ortogonal

durante el Tortoniense Superior­Messinio (Aït Brahim y Chotin, 1989).

El relleno sin­tectónico de la cuenca Taounate incluye dos formaciones (Fig. I­15) :

­ La formación de Aïn Mediouna, de edad Tortoniense Superior, corresponde a depósitos de

conglomerados rojos continentales, cubiertos por depósitos de conglomerados y areniscas

marineros El límite superior de esta formación es una superficie de erosión que la separa

de la formación suprayacente.

­ La formación Taounate, de edad Tortoniense?­Messiniense, está compuesta por margas

paisajes marinos con intercalaciones de niveles de arenisca. . Está coronado por depósitos de

conglomerados continentales de edad Plio­Cuaternario (Tejera de Leon et al., 1995) siguiendo

erosión mesiniana y las fases compresivas del Mioceno­Plioceno (Aït Brahim y

Chotín, 1989; Samara et al., 1997; Ait Brahim et al., 2002).

En la parte más occidental del Rif, en el promontorio, dos cuencas principales

conectadas entre sí y con el Océano Atlántico, se distinguen:

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Capítulo I: Contexto geológico global

­La cuenca del Sais está limitada al Norte por el Prerif, al Sur por el Atlas Meseta y es

conectado al oeste con la cuenca del Gharb. También estaba conectado en el este con la cuenca de Taza

Guercif durante el Tortoniense Superior­Mesniense Inferior. El relleno sedimentario de este

cuenca se compone de dos grandes series, una primera denominada "antemesas", formada por

yacimientos de edad Langhiense a Tortoniense, y un segundo denominado "post­nappe", formado por

Depósitos de edad del Tortoniense superior al Plio­Cuaternario (Aït Brahim y Chotin, 1984).

La serie "ante­nappes" incluye depósitos de conglomerados y calizas de edad Langhian

Serravalliano Inferior (Formación Molasse Inferior, Fig. I­15) y carbonatos, arcillas rojas

y arenisca del Serravalliense Superior al Tortoniense Medio (Formación de Arcilla Continental, Fig. I

dieciséis).

La serie "post­tables" está formada por depósitos de mega­brechas, calizas

bioclásticos y margas blancas del Tortoniense Superior (Formación Molasse Superior, Fig. I

16), calizas arenosas y margosas pasando en la parte superior a margas grises de edad Tortoniense final

en el Plioceno Inferior (Formación Marga Marina, Fig. I­16), depósitos clásticos marinos y

fluviatiles del Plioceno inferior a medio (Formación Fulvous Sand, Fig. I­16) y depósitos

bioclásticos y carbonatos continentales del Plioceno Superior al Cuaternario (Lacustre

Entrenamiento de piedra caliza).

­La cuenca del Gharb , situada a lo largo de la costa atlántica, incluye tres principales

secuencias (Fig. I­16 ; Flinch, 1996; Pratsch, 1996) :

­ Una primera secuencia (Mioceno Medio Superior??), formada por margas y calizas

de Langhian­Serravallian a Tortonian (Flinch, 1996).

­ La segunda secuencia está formada por olistóstromos del Mioceno Superior.

La tercera secuencia del Mioceno Superior al Plio­Cuaternario (Flinch, 1996; Pratsch,

1996) equivale a la formación de margas marinas en la cuenca de Sais (Marine Marl

Formación) y la secuencia Oued Akrech de Barbieri y Ori (2000).

2.2.2. Rif oriental

La Cuenca de Melilla , o Melilla­Nador, se sitúa en las zonas exteriores del Rif oriental y más

precisamente entre el macizo volcánico de Gourougou de edad Tortoniense Superior a Messiniense

y el macizo volcánico Three Forks de edad Tortoniense Inferior (9,8 Ma, Hernández y

Bellón, 1985; El Bakkali et al., 1998).

La evolución tectónica de la cuenca está marcada por cuatro fases tectónicas distintas. Su

La apertura está relacionada con una fase extensa del Serravalliense al Tortoniense. Esta primera fase

es seguido por una fase compresiva Norte­Sur del Tortoniense, luego por una extensión NE­SW

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Capítulo I: Contexto geológico global

en el Tortoniense final al Messiniense y finalmente por una fase compresiva NW­SE en el Plioceno

(Guillemin y Houzay, 1982).

El relleno sedimentario de la cuenca de Melilla corresponde a cuatro secuencias principales

limitada por superficies de erosión (Fig. I­15) :

­ ¿Una primera secuencia clástica (Cuña Clástica) de edad Serravalliense? en tortoniano

(Leblanc, 1980), incluye conglomerados básicos cubiertos por margas

sedimentos marinos. Esta secuencia corresponde a la apertura en extensión de la pelvis y su

la superficie de la cumbre es una discordancia angular formada después de la fase de compresión

tortoniano (Guillemin y Houzay, 1982).

­ La segunda secuencia está representada por un complejo de carbonato poco profundo

(Complejo de Carbonato marino somero) de edad Tortoniense­Messiniense. Esta secuencia es

compuesto por cuatro sub­unidades denominadas "Rampa", "Plataforma Bioclástica", "Fringing

Complejo Arrecife” y “Complejo Carbonatado Terminal”. Estas cuatro subunidades están fechadas

por Córnea et al. (2002) del Tortoniense Superior? "¿Messiniano?" (>6,87 Ma), Messiniense

Inferior (~6,87 ­ 6,46 Ma), Messiniense (~6,46 ­ 6,10 Ma) y Messiniense Superior (~6,10 Ma)

­ 5,77 Ma), respectivamente.

­ La tercera secuencia corresponde a un complejo carbonatado y silicoclástico (Mixto

Complejo Carbonato­Siliciclástico) de edad Messiniense terminal (6,1­5,8 Ma: Hernández y

Bellón, 1985; Cunningham et al., 1997; Munch et al., 2001; Córnea et al., 2002;

Rouchy et al., 2003). Estos depósitos marcan un importante descenso del nivel del mar
relativo que conduce al surgimiento de la cuenca en relación con el cierre del Corredor Sur

Rifain (Cunningham et al., 1997; Rouchy et al., 2003) y una fase compresiva del Norte

Sur en el este del Rif (Münch et al., 2001).

­ La cuarta secuencia corresponde a depósitos marinos arenosos del Plioceno. Estos depósitos

constituyen rellenos de paleo­valles creados por la erosión subaérea que se ha producido

al final del Messiniense (<5,77 Ma), luego de la inundación marina del Plioceno (~5,3 Ma;

Cunningham et al., 1997; Cunningham y Collins, 2002; Rouchy et al., 2003; Córnea

et al., 2006).

La cuenca de Boudinar , objeto principal de este trabajo de tesis, está situada a lo largo de la falla de

Nékor, entre el Intrarif y el Mesorif (Fig. I­14). Esta cuenca "post­acuífero" incluye depósitos

Mioceno y Plioceno (Fig. I­15) que han sido objeto de varios estudios cartográficos,

estratigráficas y sedimentológicas (Guillemin y Houzay, 1982; Kharrim, 1987; Wernli,

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Capítulo I: Contexto geológico global

1988; Morell, 1988; Benmoussa, 1991; El Kharim, 1991; El Hajjaji, 1992; Barhoun y Wernli,

1999; Azdimusa et al., 2006; El Ouahabi et al., 2007). un resumen bibliografico

referente a esta cuenca se presenta más adelante (Capítulo II).

La cuenca Taza­Guercif , situada en el promontorio de la parte oriental del Rif (Fig. I­15),

descansa en la cadena NE­SW del Medio Atlas. Esta cuenca se habría estructurado como un graben siguiendo

una extensión NW­SE al Serravalliense superior (Leblanc, 1980) o al Tortoniense inferior

(Gómez et al., 2000).

Se distinguen cinco secuencias, separadas por discontinuidades de origen tectónico (Fig. I

15 ; Bernini et al., 1999; Gelati et al, 2000) :

­ La primera secuencia (syn­rift) corresponde a la formación de Draa Sidi Saada. Ella

incluye depósitos de conglomerados, brechas y margas limo­arenosas rojas

continentes de la era Serravalliana? Tortoniano medio (> 8 Ma; Krijgsman et al., 1999b

; Gómez et al., 2000).

­ La segunda secuencia (syn­rift) corresponde a la formación de Ras el Ksar. El límite que

lo separa de la formación Draa Sidi Saada subyacente corresponde a una discordancia

ángulo resultante de una fase tectónica compresiva. La formación de Ras el Ksar

está formado por conglomerados, arenas, areniscas y margas y niveles

bioclásticos depositados en un ambiente de transición entre el dominio marino y

continental. Estos depósitos, transgresores, se interpretan como resultado de la apertura

desde el Corredor Sur de Rifain hasta el Tortoniense Superior (~8 Ma; Krijgsman et al., 1999b).

­ La tercera secuencia corresponde a la formación Melloulou. se subdivide en

tres subunidades: la primera corresponde a depósitos de "margas azules", la segunda

y la tercera subunidad (El Rhirane y Tachrift) corresponden a depósitos turbidíticos

y margas yesíferas. Según Gelati et al., (2000) estos depósitos turbidíticos están vinculados a la

levantamiento de los márgenes de la cuenca, asociado a la reactivación tectónica del "Medio

Atlas Shear Zone", mientras que el espesor significativo de las margas yesíferas estaría vinculado

a un fuerte hundimiento que continúa en el centro de la cuenca hasta el Messiniense Inferior.

Estas formaciones marcan la progresiva restricción de las comunicaciones marítimas a través de la

Corredor del sur de Rifain en relación con la tectónica compresiva (Bernini et al., 1999;

Krijgsman et al., 1999b; Gómez et al., 2000).

­ La cuarta secuencia corresponde a la formación Kef ed Deba, compuesta por

Depósitos de arena y marga del Messiniense inferior (Krijgsman et al., 1999b). Allá

discordancia angular en la base de esta formación probablemente está relacionada con el avance de la

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Capítulo I: Contexto geológico global

Rif Exterior al Sur en relación con el estrechamiento del Corredor Sur Rifain al Oeste

(Bernini et al., 1999). Mientras que el desajuste angular en el vértice será

probablemente ligado al cierre definitivo del Corredor, tras el traslape del Prerif

en el Medio Atlas en la región entre el Bassin de Sais y el Bassin de Taza­Guercif

(entre ~6,7 y 6,0 Ma; Krijgsman et al., 1999b).

­ La última secuencia corresponde a la formación de Bou Irhardaiene. esta formacion

corresponde a depósitos continentales de conglomerados fluviales y calizas lacustres,

Edad del Messiniense superior al Plio­Cuaternario.

3. La crisis de la salinidad del Messiniense

La crisis de salinidad de Messinian ("MSC o Messinian Salinity Crisis"; Hsü et al., 1973;

Ryan et al., 1973) tuvo lugar entre 5,97 y 5,33 Ma (Gautier et al., 1994; Krijgsman et al.,

1999b; Manzi et al., 2013; Roveri et al., 2014). Corresponde a uno de los más

Catástrofes en la historia del Mediterráneo. Este evento daría lugar a una

secado casi total de la cuenca (descenso del nivel del mar de unos 1500 m respecto al

nivel actual), tras el cierre de las vías de comunicación entre el Océano Atlántico y el

Mar Mediterráneo (Hsü et al., 1973; Ryan, 1976; Clauzon et al., 1996; Krijgsman et al.,

1999a).

El progresivo aislamiento provocó la evolución hacia condiciones hipersalinas de las aguas del

Mediterráneo, induciendo la deposición de gruesas series de evaporitas en el fondo del Mediterráneo (más

de 1 millón de km3 de evaporitas, cubriendo un área de más de 2 millones de km2 ; Fig. I

17). Esta crisis que concluye el Mioceno provocó una fuerte incisión de los márgenes e interrumpe

sedimentación marina en las cuencas periféricas del Mediterráneo.

En la base del Plioceno (5,33 Ma), la ruptura del umbral de Gibraltar habría provocado la inundación

del Mediterráneo a través de aguas atlánticas (Hsü et al., 1973; Blanc, 2002; Lofi et al., 2003

; García­Castellanos et al., 2009; Estrada et al., 2011; Bache et al., 2012), marcando el final de

el "MSC" y el muy rápido retorno a las condiciones marinas normales. Sin embargo, las causas

de haber dado lugar a la reapertura del Estrecho de Gibraltar siguen siendo inciertos, se consideran

como de origen tectónico (Hodell et al., 2001; Maldonado et al., 1999; Campillo et al.,

al., 1992; Kastens, 1992; Hsü et al., 1973), eustático, o una combinación de los dos (Hodell

et al., 1994; Kastens, 1992; Weijermars, 1988). Por su parte, Blanco (2002) ; Loget et al. (2005)

Loget y Van Den Driessche (2006) proponen un origen ligado a la erosión regresiva de un cauce

orientado E/W a su paso por el Estrecho de Gibraltar.

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Capítulo I: Contexto geológico global

Figura I­17 : Distribución de depósitos de evaporita Messiniense en el Mediterráneo (de Roveri et al., 2014).

3.1. Las causas de “MSC”

Desde su descubrimiento, se han realizado numerosos trabajos en el "MSC", que han permitido
comprender mejor las causas y modalidades de este evento. Actualmente, la mayoría de
investigadores mencionan dos causas principales que llevaron a esta crisis: cierre tectónico
vías de comunicación entre el Atlántico y el Mediterráneo provocadas por la tectónica del
placas (Krijgsman et al., 1999a; Gutscher et al., 2002; Duggen et al., 2003; García
Castellanos y Villaseñor, 2011), combinado con cambios climáticos y eustáticos
(Krijgsman et al., 1999a; Hilgen et al., 2007; Manzi et al., 2013; Pérez­Asenzio y
al., 2013).

3.1.1. tectónica

Antes de la Crisis de la Salinidad del Messiniense, el Mediterráneo estaba conectado con el Océano Atlántico

al Oeste y el Océano Indo­Pacífico al Este (Fig. I­18 A). El aislamiento hidrológico de la


Mediterráneo comienza en el Mioceno Medio (Langhien­Serravalian), con el corte provisional
canales de comunicación con el Océano Indo­Pacífico (Jolivet et al., 2006 ; Fig. I­18 B). En esta
etapa, el Mediterráneo se convierte en un mar semicerrado y solo intercambia con el océano
Atlántico persistió.

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Capítulo I: Contexto geológico global

En el Tortoniense­Messiniense Inferior, los intercambios entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo

opera principalmente a través del corredor Rifain ubicado en el norte de Marruecos y el corredor

Bética en el sur de España (Fig. I­19) y probablemente por el Estrecho de Gibraltar

(Krijgsman et al., 1999a). Estos dos canales de comunicación serán progresivamente

restringida tras el levantamiento del arco Bético­Rifan provocado por los movimientos de convergencia

Norte­Sur (Fig. I­18 C, D). Esto ha provocado una disminución en la circulación de las masas de agua.

(Benson et al., 1991 ) en el Mediterráneo y su enriquecimiento progresivo de sal

(Sierro et al., 1999; Seidenkrantz et al., 2000).

Figura I­18 : Evolución paleogeográfica y tectónica del Mediterráneo desde el Burdigaliano hasta el Messiniense
superior (según Jolivet et al., 2006).

En general, se acepta que la convergencia Norte­Sudáfrica­Eurasia es la principal causa

del aislamiento hidrológico del Mediterráneo y el "MSC". Sin embargo, preguntas

Queda lo que se refiere a la cronología y los métodos exactos de cerrar las conexiones entre

el Mediterráneo y el Océano Mundial. Estudios recientes en algunas cuencas españolas y

Marroquíes, proponen un cierre anticipado del corredor bético y posterior del corredor rifeño

(Krijgsman et al., 1999b). Por otro lado, es difícil explicar el espesor de los depósitos

de evaporitas registradas localmente en determinados lugares (~1500 m) sin imaginar descuentos

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Capítulo I: Contexto geológico global

en aguas episódicas del Mediterráneo o entradas de agua casi permanentes pero de

volumen restringido (Rouchy y Blanc­Valleron, 2007).

Figura I­19: reconstrucción paleogeográfica del arco Bético­Rifan antes de la Crisis de Salinidad del Messiniense
(en el límite Tortono­Messiniano; según Benson et al., 1991).

3.1.2. Influencia climática y eustatica

Las condiciones climáticas regionales desempeñaron un papel importante en el balance hídrico de la

Mediterráneo (Griffin, 2002; Fauquette et al., 2006). Es comúnmente aceptado que el

Las evaporitas mesinianas se formaron en un clima árido (Krijgsman et al., 2001;

Fauquette et al., 2006), que implican una fuerte evaporación. Hsu et al. (1973) consideran que un

tal clima ya existía antes del comienzo del "MSC", mientras que Rouchy (1982) pensó

que estas condiciones climáticas se habían instaurado en el Messiniense y estaban en el origen del
Crisis.

Por otro lado, las aguas oceánicas globales muestran un enfriamiento progresivo, ligado a la

desarrollo del casquete polar antártico desde el Mioceno Superior hasta el presente (Zachos

et al., 2001). Durante el Messiniense (alrededor de 6,3 Ma), el casquete polar de la Antártida Occidental se extiende

rápidamente, haciendo que las aguas del océano se enfríen (Hodell et al., 2001; Vidal et al .

al., 2002) asociado con caídas sucesivas del nivel del mar (Fig. I­20 ; Miller et al., 2011). EL

paroxismo de enfriamiento está marcado por dos picos glaciares TG20 y TG22 alrededor de 5,8

61
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Capítulo I: Contexto geológico global

Ma (Shackleton et al., 1995; Vidal et al., 2002), muy posterior al inicio de la “MSC”

ubicado en 5.97 Ma. Estos dos episodios glaciales causaron una caída moderada en el nivel del mar

del orden de 60 m respecto al nivel pre­MSC, lo que no puede ser la única causa de la

“MSC”.

Los mecanismos eustáticos y climáticos, por tanto, habrían influido parcialmente en el aislamiento de

el Mediterráneo. Estos procesos, sumados al contexto tectónico compresivo predominante,

acentuó el aislamiento de la cuenca durante la Crisis. Por otro lado, las variaciones eustáticas

los cambios globales podrían haber permitido la reposición regular de las aguas del Mediterráneo, lo que explica

el espesor de las evaporitas así depositadas. Un aumento en el nivel global del mar de alrededor de 70

m (Fig. I­20) ocurrió al final del “MSC”. Este ascenso puede haber contribuido a restaurar
Agua mediterránea en la base del Plioceno.

Figura I­20 : Estimaciones de variaciones en el nivel global del mar desde 9.5 Ma hasta el presente (modificado de Miller
et al., (2011)).

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Capítulo I: Contexto geológico global

3.2. Controversia sobre los modelos “MSC”

La historia de la investigación de la crisis de la salinidad del Messiniense ha estado marcada por la controversia.

entre diferentes grupos de investigación. Enfoques variados, diferentes herramientas analíticas

y diferentes áreas de estudio (principalmente en tierra y en el mar), se han abierto a

concepciones fuertemente opuestas sobre el "MSC".

3.2.1. Piscina profunda vs. piscina poco profunda

La primera controversia se refería a la profundidad de la cuenca mediterránea a finales del Mioceno.

Se proponen entonces dos modelos principales: el primer modelo que propone una piscina con poca

profunda (“cuenca desecada somera”; Nesteroff, 1973), y la segunda propone la existencia

una cuenca profunda desecada; Hsü et al., 1973).

Figura I­21 : Comparación de los dos modelos: “cuenca desecada poco profunda” (Nesteroff, 1973) y “cuenca desecada
profunda” (Hsü et al., 1973) (modificado después de Clauzon et al., 1996).

El primer modelo (“cuenca desecada somera”; Nesteroff, 1973; Fig. I­21) propone

la existencia de una cuenca somera (entre 200 y 500 m de profundidad en el agua) antes de la Crisis de

Salinidad Messiniense. Por lo tanto, no hay una caída importante en el nivel del mar Mediterráneo

necesaria para explicar la deposición de las evaporitas Messinienses. Según este autor y Rouchy

(1982), la profundidad actual de las evaporitas sería el resultado de una intensa tectónica vertical

ocurrió durante el Plioceno. Esta hipótesis que imagina el Mediterráneo poco profundo

63
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Capítulo I: Contexto geológico global

al Messiniense fue refutada, tras el descubrimiento mediante perforación de depósitos marinos profundos en

debajo, dentro y encima de las evaporitas (Hsü et al., 1973a, b; Ryan, 1976). Este

Este descubrimiento llevó a estos autores a proponer un segundo modelo (“cuenca desecada profunda”; Fig.

I­21) que sustenta la existencia de una cuenca profunda (profundidad estimada en 1500 m) antes de la Crisis
Salinidad Messiniense.

El argumento decisivo que apoyó el modelo de la "cuenca desecada profunda" fue la demostración de un

red de cañones llenos de sedimentos marinos del Plioceno (Fontannes, 1882; Chumakov, 1973

; Clauzon, 1974, 1978, 1982; Peluquero, 1981; Clauson, 1982). Estos cañones son el resultado de un

severa erosión en los márgenes del Mediterráneo (Denizot, 1952) tras un fuerte descenso del nivel

marinero durante la Depresión. Clauzon (1982) estima un descenso del nivel del mar de unos 1500 m

para una paleobatimetría del fondo de la cuenca de aproximadamente 2500 m. Un tercer modelo defiende

la precipitación de evaporitas en una cuenca profunda bajo un ligero descenso del nivel del agua

(“Modelo en cascada de plataforma densa”, Roveri et al., 2014b). En este modelo, la restricción de

circulaciones y la disminución del nivel del agua provocaría la formación de salmueras densas en

las plataformas continentales. Estas salmueras migrarían a la cuenca profunda donde se

precipitaría. Durante esta migración, los márgenes se verían fuertemente erosionados en el dominio bajo

marinero (Fig. I­22).

Figura I­22 : Modelo de deposición de evaporita en una cuenca profunda bajo bajada del nivel del agua
(Roveri et al., 2014b).

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Capítulo I: Contexto geológico global

3.2.2. Momento de depósito de evaporita: síncrono vs. diacrónicamente

Sobre la base de estudios realizados en las cuencas periféricas del Mediterráneo, se han

Se ofrecerán modelos. Estos modelos pretenden correlacionar observaciones

estudios sísmicos realizados en el relleno de la cuenca central con observaciones de campo

realizadas en las cuencas periféricas.

Se propusieron entonces dos modelos principales, que diferían en el sincronismo o en el

diacronismo de la deposición de evaporitas en las cuencas central y periférica (Fig. I­23) : el

modelo síncrono admite una simultaneidad de la deposición de evaporita en todo el

Mediterráneo (Krijgsman et al., 1999a; Roveri et al., 2001; Manzi et al., 2007) ; el otro

modelo apoya la existencia de un diacronismo de depósitos evaporíticos entre las cuencas

periférico y central (Butler et al., 1995; Clauzon et al., 1996b; Riding et al., 1998).

La hipótesis que asimila la precipitación de evaporitas Messinienses a un proceso

Rouchy (1982) introdujo la diacrónica y Rouchy y Saint­Martin la elaboraron más.

(1992). En este escenario, el inicio de la deposición de evaporitas comenzaría en las cuencas

periférico menos profundo y migraría gradualmente a las cuencas más profundas

(Rouchy y Caruso, 2006) ; Higo. I­23e ).

Basado en datos magnetoestratigráficos en las subcuencas de Sicilia, Butler et al.

(1995) (Fig. I­23 a) mostró que los primeros depósitos de evaporita se forman alrededor

de 6,88 Ma, mientras que los depósitos más jóvenes se precipitan más de 800 ka después. Este

El escenario diacrónico también fue propuesto por Riding et al. (1998) (Figura I­23c). Así, en el

a partir del registro sedimentario de las Cordilleras Béticas (España), estos autores

sugieren que la precipitación de evaporitas comenzó a principios del Messiniense en el

cuencas en tierra, luego se trasladó a la profunda cuenca del Mediterráneo en el Messiniense

medio, y termina en las cuencas periféricas al final del Messiniense.

Clauzon et al. (1996) (Fig. I­23 b), por su parte, proponen un escenario del “MSC” que

desdoblada en dos etapas correspondientes a dos descensos sucesivos del nivel del mar separados por

un breve ascenso. El primer descenso del nivel del mar se estima entre 100 y 150 m y

provoca la deposición de evaporitas en las cuencas periféricas. El segundo corresponde a un

descenso del nivel del mar estimado en 1500 m (entre 5,6 y 5,32 Ma), y provoca la deposición de

Evaporitas centrales y erosión del margen.

sesenta y cinco
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Capítulo I: Contexto geológico global

Figura I­23 : Modelos estratigráficos de la Crisis de Salinidad del Messiniense. (a, b, c) : modelos diacrónicos;
(e) : modelo ligeramente diacrónico; (d, f) : modelos síncronos. Según Roveri et al. (2014).

Modelos sincrónicos (Krijgsman et al., 1999a; Roveri et al., 2001; Manzi et al., 2007 ;

Higo. I­23 d, f) proponer una simultaneidad de depósitos evaporíticos a lo largo del Mediterráneo.

El desarrollo de una escala de tiempo astronómica para los depósitos del Messiniense inferior

(Hilgen et al., 1995) permitieron evaluar estas hipótesis sincrónicas y diacrónicas. Entonces,

basado en datos magnetoestratigráficos, Gautier et al. (1994) sugirió una

desarrollo síncrono del "MSC" en Sicilia y Andalucía limitado al horario de C3R. EL

Los primeros estudios cicloestratigráficos detallados mostraron que las evaporitas más antiguas

en todas las subcuencas sicilianas, se forman sincrónicamente a una edad de 5,98 Ma

(Hilgen y Krijgsman, 1999). Además, la datación astronómica también ha demostrado que la

la deposición de evaporitas en España, Grecia y Chipre tuvo lugar aproximadamente a la misma edad de 5,96

± 0,02 Ma (Krijgsman et al., 1999a, 2002), lo que demuestra que la aparición de depósitos de evaporita

era sincrónico al este y al oeste del Mediterráneo. Esta edad ha sido re­especificada a 5.97 Ma por

Manzi et al. (2013).

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Capítulo I: Contexto geológico global

3.3. Aportaciones de los estudios en el ámbito marino

3.3.1. La superficie de erosión Messiniense

Se han realizado campañas de reflexión sísmica en el dominio marino mediterráneo

para precisar la sucesión estratigráfica ligada al "MSC" y correlacionarla con la

observaciones realizadas en tierra. Estas campañas permitieron identificar uno de los marcadores más importantes

más importante relacionado con la crisis de salinidad del Messiniense, a saber: la superficie de erosión

Messiniense (“MES o Messinian Erosional Surface”). La geometría irregular de este

superficie, ligada al descenso espectacular del nivel del mar, ha permitido destacar la existencia

de redes fluviales mesinienses que han incidido profundamente en los márgenes mediterráneos (Fig.

I­24 ; Ryan y Cita, 1978; Peluquero, 1981; Gorini, 1993; Guennoc et al., 2000; Lofi et al., 2010

; Urgeles et al., 2011).

Figura I­24 : a) Morfología erosiva del “MES” que muestra la excavación de los valles Messinienses (Lofi et al.,
2011). b) Mapa de la profundidad actual de la Superficie de Erosión Messiniense en el Golfo de León, en el que
se han enumerado las redes fluviales observadas en los perfiles sísmicos (Lofi et al., 2010).

67
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Capítulo I: Contexto geológico global

Actualmente, la superficie de erosión del Messiniense está bien reconocida y caracterizada a su alrededor.

Mediterráneo, por ejemplo en Alborán (Auzende et al., 1971, 1975; Mulder y Parry,

1977; Campillo et al., 1992; Comas et al., 1999), en el margen levantino (Ben­Avraham et al.,

1995; Bertoni y Cartwright, 2007), en Argelia (Lofi et al., 2011) o en la cuenca de Valencia

(Mauffret et al., 1978; Maillard et al., 2006).

3.3.2. Los conos detríticos

Los productos resultantes de la erosión Messiniense son transportados y acumulados en la cuenca

central en forma de abanicos detríticos. Estos ventiladores se encuentran principalmente en la

desembocaduras de los principales sistemas fluviales.

Rizzini et al. (1978) y Barber (1981) son los primeros en documentar la existencia del sistema

detritos en la desembocadura del Nilo. Este sistema Messiniense que puede alcanzar más de 1000 m

de espesor, corresponde a acumulaciones de sedimentos fluvio­deltaicos sobre el

" MI ". Estos sistemas detríticos se destacarán más adelante en el Golfo de León (Lofi,

2002; Lofi et al., 2005; Bache, 2008; Bache et al., 2012).

En el Mediterráneo occidental, estos abanicos detríticos de Messiniense se han encontrado en

varios lugares :

­ Frente al Var (Mar de Liguria), se ha identificado un pequeño abanico. Consiste

sedimentos deltaicos acumulados paralelos a la deposición de evaporitas superiores

en la cuenca (Savoye y Piper, 1991).

­ Frente al Golfo de León, se observó una unidad con una facies sísmica caótica bajo

evaporitas superiores y sal (Dos Reis, 2001; Lofi, 2002). Estos depósitos detríticos

se interpretan como que datan de la Crisis de Salinidad Messiniense (Dos Reis, 2001).

­ Al oeste de Cerdeña, también se han identificado depósitos clásticos arriba

de la superficie de erosión Messiniense (Sage et al., 2002; Sage et al., 2005). Estos depósitos

se organizan en prismas progresivos aguas arriba de la cuenca y se presentan sobre un

unidad que termina en un bisel progresivo en el margen. Estos autores interpretan estos

depósitos como contemporáneos al embalse de la cuenca en el Plioceno.

3.3.3. Evaporitas de la cuenca central

La serie evaporítica de Messiniense (Fig. I­17) corresponde en su conjunto a las evaporitas

decir sal superior, inferior y masiva. En el Mediterráneo occidental, esta serie alcanza

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Capítulo I: Contexto geológico global

1500 m a diferencia del Mediterráneo Oriental donde esta serie supera los 2000 m

de espesor (Montadert et al., 1970; Ryan, 2009).

Las evaporitas superiores que constituyen la unidad superior de la secuencia evaporítica (600 a 800

m de espesor), se componen principalmente de margas dolomíticas y anhidrita. La sal,

unidad intermedia (1000 m de espesor en la cuenca occidental), es principalmente halítica.

Las evaporitas inferiores alcanzan de 500 a 700 m de espesor en la cuenca occidental, así como

calificada por analogía con las evaporitas inferiores periféricas de Sicilia.

En el dominio profundo, los sedimentos post­evaporíticos superan la serie evaporítica por

por contacto concordante. Sin embargo, algunas observaciones han demostrado que la

techo de las evaporitas superiores a veces tiene un carácter erosivo (Sage et al., 2005; Maillard et al.,

2006).

3.4. Hacia un escenario consensuado

Tras la controversia a largo plazo sobre la diacronía donde la sincronía de los depósitos de evaporita

ciencias messinianas, en 2007 se organizó un taller con la presencia de los principales actores científicos

por la CIESM (Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mar)

Mediterráneo) con el objetivo de aproximarnos a un modelo estratigráfico consensuado del “MSC”

(CIESM 2008). Este nuevo escenario está inspirado en el modelo diacrónico de dos pasos de Clauzon .

et al. (1996), integrando datos de campo y datos bioestratigráficos y

datos magnetoestratigráficos recientes (Roveri et al., 2001; Manzi et al., 2007; Roveri et al., 2008a,

b).

Este modelo comprende tres etapas de evolución, caracterizadas por asociaciones de evaporitas

específico. Los pasos 1, 2.1 y 2.2 de la versión original (CIESM, 2008), fueron luego

transformados en 1, 2 y 3 respectivamente (Fig. I­25 ; Roveri et al., 2009, 2014; Manzi et al.,

2012, 2013). El paso 3 se subdivide a su vez en dos subpasos (3.1 y 3.2).

3.4.1. Etapa 1 (5,97–5,6 Ma): inicio de la “MSC” y depósito de las primeras evaporitas

Esta etapa corresponde al primer descenso del nivel del mar estimado en 5.971 Ma (Manzi et al.,

2013). Las cuencas periféricas están así sujetas a condiciones de salinidad relativamente bajas.

de altura dando lugar a la sedimentación de las primeras evaporitas formadas principalmente por

yeso (Fig. I­25) alternando con margas. Lugli et al. (2010) indican que estas facies

se depositan en un ambiente marino poco profundo (200 m de profundidad), lo que testimonia la

sostenibilidad de las condiciones marinas durante esta primera etapa del "MSC".

69
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Capítulo I: Contexto geológico global

El descenso del nivel del mar durante esta primera etapa sigue siendo relativamente bajo (~150 m) y la cuenca

El Mediterráneo central todavía está sujeto a la sedimentación marina profunda.

Figura I­25 : Cronoestratigrafía del Mioceno tardío­Plioceno temprano y eventos Messinienses en el


Mediterráneo (según Roveri et al., (2014), modificado según CIESM, (2008) y Manzi et al., (2013)).

3.4.2. Etapa 2 (5,6–5,55 Ma): pico de “MSC”

El paroxismo de la Crisis de Salinidad del Messiniense se alcanzó durante esta segunda etapa de 5.6 a 5.55

Ma (Fig. I­25 ; Hilgen et al., (2007) ; CIESM Etapa 2.1 (2008)). EL

los sedimentos están dominados por halita primaria gruesa y depósitos de yeso clástico agrupado

en una unidad de “yeso inferior” (RLG, Roveri et al, 2008a, b). Este paso ahorra una fase

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Capítulo I: Contexto geológico global

de erosión subaérea generalizada con el desarrollo de la superficie de erosión Messiniense

"MES", vinculado a un descenso del nivel base mediterráneo de gran amplitud. La intensa caída

nivel del mar se debe a la reducción de los intercambios Atlántico­Mediterráneo tras la

cierre de los corredores marinos Atlántico­Mediterráneo.

3.4.3. Etapa 3 (5,6–5,55 Ma): depósitos de evaporitas superiores y “Lago Mare”

Tras el paroxismo de la Crisis, la tercera etapa del "MSC" se caracteriza por una

aumento del nivel del mar, con depósitos de selenita y yeso (Upper Gypsum donde UG, Fig. I

25) en cuencas poco profundas al sur y al este (Sicilia, Chipre), y por evaporitas y

depósitos clásticos dominantes en el oeste.

El desarrollo generalizado de ambientes de aguas poco profundas, con fauna y flora.

agua dulce con afinidades paratetisianas (Orszag­Sperber, 2006; Rouchy y Caruso, 2006;

Roveri et al, 2008b), sugieren una dilución significativa de las aguas superficiales, puntuada

localmente por eventos evaporíticos episódicos (Upper Gypsum; Manzi et al, 2011).

Estas características son compatibles con el concepto de evento "Lago­Mare".

(Gignoux 1936; Ruggieri, 1967; Orszag­Sperber, 2006) y sugieren que la cuenca

Mediterráneo sufrió importantes cambios paleogeográficos y paleoclimáticos,

dando lugar a importantes cambios hidrológicos.

3.4.4. Las plataformas carbonatadas del Messiniense: “el Carbonato Terminal

Complejo "

Plataformas carbonatadas esencialmente oolíticas y microbianas con Porites ,

desarrollado al inicio del “MSC” en las zonas costeras de los corredores bético y rifeño.

Se les conoce como el “Complejo de Carbonato Terminal” (Esteban, 1979; Martin y

Braga, 1994; Braga et al., 2006).

Estas plataformas registran una disminución en las construcciones de arrecifes de coral y

aumento gradual de la actividad microbiana. Estas características se interpretan

como vinculado a condiciones de estrés creciente, vinculado a la reducción de conexiones con

fluctuaciones oceánicas y de salinidad (Esteban, 1979; Martín y Braga, 1994). La edad de estos

depósitos es controvertido. Por lo tanto, se considera posterior a la etapa 1 del "MSC" para Martin y Braga,

(1994); Roep et al., (1998); Braga et al., (2006) y Bourillot et al., (2010). Sin embargo, estos

Los depósitos serán contemporáneos con los depósitos de yeso inferior "Unidad primaria de yeso inferior" y

así registrar el comienzo (Cunningham et al., 1994, 1997; Cornée et al., 2002 y 2006) cuando el

todo el “MSC” (Roveri et al., 2009).

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Capítulo I: Contexto geológico global

3.4.5. La restauración de las condiciones marinas en el Plioceno ("The Zanclean

inundaciones”, 5,33 Ma)

El retorno a las condiciones marinas en la región mediterránea marca el fin de la Crisis de


Salinidad Messiniense. Este regreso a las condiciones marinas abiertas está relacionado con el colapso abrupto

del umbral de Gibraltar y la inundación de la cuenca mediterránea desecada por las aguas atlánticas

(Hsü et al, 1973a; Blanc, 2002; Meijer y Krijgsman, 2005; García­Castellanos et al., 2009).

Generalmente se acepta que un cambio paleoceanográfico tan significativo (registrado por

un abrupto límite litológico y paleontológico) sugiere un evento instantáneo en la escala

geológico. Sin embargo, las interpretaciones divergen en cuanto a los términos y la duración de

volver a regar Grupos de investigadores sugieren ahogamiento extremadamente rápido en

desastre en el Mediterráneo que duró unos pocos miles de años (Hsü et al., 1973;

Clauzon et al., 1996; Pierre et al., 2006), de unos diez años (36 años, Blanc, 2002; Lofi y

al., 2003; Loget et al., 2005) o mucho menos (2 años, García­Castellanos et al.,

2009; Estrada et al., 2011; Bach et al. 2012). Sin embargo, otros estudios han sugerido que la

el embalse fue gradual (Roveri et al., 2008 a, b, 2014 b; Cornée et al. 2006, 2014;

Caracuel et al., 2011; Omodeo­Sale et al., 2012).

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

CAPITULO DOS:

ESTUDIO ESTRATIGRÁFICO DE DEPÓSITOS MIOCENOS

DE LA CUENCA DE BOUDINAR Y DEL ARBAA

TAOURIRT: CONTRIBUCIONES SOBRE

COMUNICACIONES ENTRE EL ATLÁNTICO Y EL

MEDITERRÁNEO POR EL CORREDOR NORTE DEL RIFÁN EN

MIOCENO SUPERIOR

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Este capítulo fue objeto de una publicación científica titulada: Mohammed Achalhi,

Philippe Münch, Jean­Jacques Cornée, Ali Azdimousa, Mihaela Melinte­Dobrinescu,

Frédéric Quillévéré, Hara Drinia, Séverine Fauquette, Gonzalo Jiménez­Moreno, Gilles

Merzeraud, Abdelkhalak Ben Moussa, Younes El Kharim, Najat Feddi “El Mioceno tardío

Conexiones Mediterráneo­Atlántico a través del Corredor Rifiano del Norte: nuevas perspectivas desde el

Cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt (noreste del Rif, Marruecos) ”, publicado en 2016 en el

revista Paleogeografía, Paleoclimatología, Paleoecología. es el resultado del trabajo

colaboración entre muchos actores sedimentólogos, geoquímicos, bioestratigraphers,

estratígrafos, palinólogos y paleontólogos. Por lo tanto, se presentará en forma de artículo.

Resumen :

Nuevos datos de las cuencas neógenas de Boudinar y Arbaa Taourirt (Marruecos)

noreste) proporcionan restricciones sobre la evolución del Corredor del Norte de Rifain en el Mioceno

superior. La cronoestratigrafía de estas cuencas se aclara a partir de dataciones

bioestratigráficos (foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos) y radiométricos.

La sedimentación marina en la cuenca de Boudinar comenzó durante el Tortoniense Inferior.

alrededor de 10 Ma y persistió hasta el Messiniense inferior (~ 6,1 Ma). en la cuenca

de Arbaa Taourirt, todos los sedimentos marinos se depositaron entre el Tortoniense Superior y el

Messiniense inferior. Datos paleoambientales (foraminíferos bénticos y granos)

de polen) registran importantes inundaciones en relación con la tectónica extensiva en

la cuenca de Boudinar durante el Messiniense inferior en ~ 7,2 Ma. Al mismo tiempo, un

Se ha producido un importante cambio sedimentológico en la cuenca de Arbaa Taourirt con la

desarrollo de conglomerados y areniscas progradantes sobre las margas tortonianas. Desde

areniscas cruzadas a gran escala indican circulaciones de paleocorrientes

desde el Océano Atlántico hasta el Mar Mediterráneo. Durante el Messiniense inferior, un

tendencia a somerización aparece en la cuenca de Boudinar hasta la deposición de

carbonatos de arrecife progradantes. Nuestros resultados indican que el corredor North Rifain se ha abierto

en ~7.2 Ma asegurando las comunicaciones entre el Atlántico y el Mediterráneo, luego se sometió a una

restricción progresiva durante el Messiniense inferior antes de cerrarse totalmente en ~6.1 Ma.

Los resultados de este estudio desafían las suposiciones posteriores sobre el momento y

naturaleza de las conexiones Atlántico­Mediterráneo durante el Messiniense Superior.

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

I. INTRODUCCIÓN

Las cordilleras rifeña y bética comenzaron a formarse durante el Oligoceno tras la

movimientos de convergencia entre África y Europa (Jolivet et al., 2006; Chalouan et al.,

2008). Durante el Mioceno Superior, varios pasajes marítimos conectaban el mar

Mediterráneo al Océano Atlántico a través de las cordilleras Rifaina y Bética ubicadas

en el norte de Marruecos y el sur de España respectivamente (Benson et al., 1991; Krijgsman et al.

al., 1999a; Martín et al., 2001, 2009, 2014 ; Higo. II­1A). El paso marítimo rifeño tiene dos

corredores, el Corredor Norte de Rifain y el Corredor Sur de Rifain (Fig. II­1A). los procesos de

levantamiento tectónico causado por la tectónica de placas (Krijgsman et al., 1999a;

Gutscher et al., 2002; Duggen et al., 2003; García­Castellanos y Villaseñor, 2011), combinadas

con cambios climáticos y eustáticos (Krijgsman et al., 1999a; Hilgen et al., 2007;

Manzi et al., 2013; Pérez­Asenzio et al., 2013) favorecieron la restricción progresiva y

cierre de estos corredores. El cierre de estos pasos marítimos ha aislado al mar Mediterráneo

del Océano Atlántico, dando lugar a la precipitación de gruesas series evaporíticas en

Mediterráneo. Este evento, conocido como la Crisis de Salinidad Messiniense (MSC, Hsü

et al., 1973; Ryan et al., 1973) ocurrió entre 5,97 y 5,33 Ma (Gautier et al., 1994;

Krijgsman et al., 1999b; Manzi et al., 2013; Roveri et al., 2014). Horarios de apertura y

cierre de los distintos corredores están siempre sujetos a importantes incertidumbres

(Benson et al., 1991; Martín y Braga, 1994; Krijgsman et al., 1999a; Martín et al., 2001;

Van Assen et al., 2006; Hüsing et al., 2010, 2012; Martín et al., 2014; Flecker et al., 2015).

Durante el Tortoniense Superior­Messinio, los corredores de Rifa fueron los más

importante que conecta el Mediterráneo con el Océano Atlántico (Fig. II­1A). El Corredor Norte de Rifain

conecta las cuencas de Boudinar y Gharb a través de las cuencas intramontañas, mientras que

el Corredor Sud Rifain reúne las cuencas de Melilla­Nador, Taza­Guercif, Saïs y

Mamora (Fig. II­1B). Hay muchos datos disponibles en el Corredor Sud Rifain.

En la cuenca Taza­Guercif, los sedimentos marinos más antiguos que marcan la apertura de la

corredor se depositaron alrededor de 8 Ma, luego las comunicaciones entre el Atlántico y

el Mediterráneo se estrechó entre 7,2 y 6,1 Ma (Krijgsman et al., 1999a). Además, en

la cuenca Taza­Guercif, los datos del isótopo Nd (neodimio) probaron que estos

las comunicaciones fueron interrumpidas al este de la cuenca alrededor de 7.2 Ma, cuando

persistió en Occidente (Ivanović et al., 2013). Por el contrario, los datos del Corredor Norte

Los rifainos son raros. Solo se dispone de datos bioestratigráficos de Wernli (1988).

en las cuencas intramontanas, mientras que en la cuenca de Boudinar los datos disponibles

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

son contradictorios (Guillemin y Houzay, 1982; Wernli, 1988; Barhoun y Wernli, 1999;
Azdimusa et al., 2006). En consecuencia, los horarios de apertura y cierre del Corredor
North Rifain sigue siendo desconocido.

Figura II­1 : A) Distribución de las cuencas Tortono­Messiniense en torno al Mar de Alborán (modificado según
Esteban et al., 1996). B) Mapa estructural de la cadena del Rif y ubicación de las cuencas post­nappie (cuencas
de Tafrant, Taounate, Dhar Souk, Boured, Arbaa Taourirt y Boudinar). Modificado de Suter (1980) y Jolivet et al.
(2003).

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

En este capítulo estudiamos la evolución del Corredor Norte de Rifain a partir del análisis

detalle de dos cuencas principales directamente vinculadas al mar Mediterráneo: la cuenca del

Boudinar y Arbaa Taourirt. Para ello, se realiza la cronoestratigrafía de estas dos cuencas.

aclarado sobre la base de la datación bioestratigráfica (foraminíferos planctónicos y

nanofósiles calcáreos) y radiométricos. Estos nuevos datos combinados con datos

paleoambiental (foraminíferos bénticos y pólenes) y sedimentología,

permitió reconstruir la historia de las comunicaciones entre el Atlántico y el Mediterráneo mediante

el Corredor Norte de Rifain en el Mioceno Superior.

Como las demás conexiones entre el Atlántico y el Mediterráneo a través de Marruecos y

España están bien estudiados, es fundamental mejorar nuestro conocimiento del Corredor Norte

Rifain para establecer el calendario de aislamiento mediterráneo. De hecho, fue recientemente

propuso que las entradas de aguas atlánticas al Mediterráneo durante el "MSC" tengan

fueron necesarios para la deposición de gruesas secuencias evaporíticas Messinienses (Roveri et al.,

2014). Este estudio nos permitirá responder a la siguiente pregunta: el Corredor Norte Rifain

podría representar la última ruta marítima neógena que une el Océano Atlántico y el
¿Mediterráneo?

II. CONTEXTO GEOLÓGICO

Las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt están situadas en el extremo norte del Corredor Norte

Rifain, a lo largo de la falla de Nékor y en el límite entre las unidades Intrarif y Mesorif (Fig.

II­1B). Pertenecen a las cuencas neógenas posteriores al nape formadas después de la principal

movimientos orogénicos del Rif.

La Dársena de Boudinar tiene forma triangular y se abre hacia el mar hasta el Mar de Alborán.

(Figura II­1B). Incluye sedimentos del Neógeno depositados sobre unidades metamórficas

Cretácico (Ketama y Temsamane) y en el macizo volcánico de Ras Tarf formado entre

13,3 Ma y 8,8 Ma (EL Azzouzi et al., 2014). La cuenca está limitada al oeste por el poste de falla

Neógeno de Ras Tarf, mientras descansa en "onlap" sobre la falla de Nékor y la base

metamorfismo de la unidad Temsamane en el sur (Guillemin y Houzay, 1982; Morel, 1988;

Higo. II­1B, II­2).

Los estudios previos en la cuenca de Boudinar se refieren principalmente a la

bioestratigrafía (Guillemin y Houzay, 1982; Kharrim, 1987; Wernli, 1988; Barhoun y

Wernli, 1999; Azdimousa et al., 2006 y 2011), paleoambientes (Benmoussa, 1991;

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EL Kharim, 1991; EL Hajjaji, 1992; EL Ouahabi et al., 2007), sedimentología (EL Kharim,

1991) y tectónica (Guillemin y Houzay, 1982; Aït Brahim 1985, 1991; Morel, 1988).

El registro sedimentario de la cuenca de Boudinar se subdivide tradicionalmente en tres

principales unidades depositadas durante el intervalo Tortoniense superior­Zanclean inferior

(Guillemin y Houzay, 1982; Aït Brahim 1985, 1991; Morel, 1988; Wernli, 1988; EL Kharim,

1991; Barhoun y Wernli, 1999; Azdimusa et al., 2006, 2011).

Figura II­2 : Mapa geológico simplificado de la cuenca de Boudinar y localización de los tramos estudiados (Beni Bou
Ya'Koub, Irhachâmene, Moulay el'Arbi, Aït Abdallah y Sidi Haj Youssef). Modificado de Guillemin y
Houzay (1982).

La Unidad I incluye depósitos de conglomerados continentales y margas arenosas lagunares

(45 m de espesor) cubriendo discordantemente el basamento metamórfico. Los depósitos de esta primera

afloramiento del ciclo sedimentario principalmente en la parte suroeste de la cuenca y

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considerado de edad tortoniense superior (Guillemin y Houzay, 1982; Barhoun y Wernli, 1999)

en el tortoniano tardío (Azdimousa et al., 2006).

La Unidad II corresponde a depósitos marinos y comprende, de abajo hacia arriba:

­ Hasta 14 m de espesor de conglomerados gruesos con fauna marina (vieiras, ostras,

gasterópodos y percebes) y areniscas sobre una superficie de erosión marina.

­ Hasta 150 m de margas marinas con varias tobas volcánicas intercaladas. En la

parte media del ciclo, conglomerados ricos en briozoos cubiertos por

también se han identificado calizas con algas rojas;

­ Hasta 40 margas y diatomeas alternas;

­ 10 m de lentes de caliza coralina en Porites, coronados por una superficie de erosión.

Se discute la edad de esta segunda unidad. Se consideran conglomerados marinos básicos

de edad Messiniense (Guillemin y Houzay, 1982; Choubert et al., 1984; Azdimousa et al., 2006)

o Tortoniense superior (Barhoun y Wernli, 1999). La parte inferior de las margas suprayacentes.

se considera de edad Messiniense (Guillemin y Houzay, 1982; Choubert et al., 1984; Azdimousa

et al., 2006) o tortoniano superior (Barhoun y Wernli, 1999). Por otra parte, en base a la

presencia del foraminífero planctónico Globorotalia conomiozea y en la datación

mediciones radiométricas de tobas volcánicas, las alternancias de margas y diatomitas están datadas

Messiniense. En efecto, las dos tobas volcánicas situadas en la parte media del ciclo de la

la sección de Moulay el'Arbi indica edades concordantes de 6,4 ± 0,3 Ma y 6,2 ± 0,9 Ma,

respectivamente (Guillemin y Houzay, 1982; Azdimousa et al., 2006). Cabe señalar la existencia

desde ciertos niveles de para­arrecife hasta carbonatos de arrecife en diferentes localidades y elevaciones en

el macizo volcánico de Ras Tarf (es decir, 610 m de altitud en la región de Igar Amekrane, Fig. II

2). Estas facies carbonatadas se consideran contemporáneas con los lentes arrecifales de Porites, ubicados

en la parte superior de la Unidad II en la Cuenca de Boudinar (Guillemin y Houzay, 1982).

Finalmente, la Unidad III está compuesta por:

­ Conglomerados continentales de hasta 100 m de espesor que cubren una superficie erosiva

importante que trunca los depósitos del Mioceno Superior. Estos conglomerados son

considerado plioceno (Guillemin y Houzay, 1982; Wernli, 1988; Barhoun y Wernli,

1999; Azdimousa et al., 2006) o Messiniense superior (Cornée et al., 2016). La superficie

ha sido asignada a la Superficie de Erosión Messiniense ("MES") por Azdimousa

et al. (2006) y Córnea et al. (2016).

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­ Hasta 150 m de depósitos marinos arenosos y margosos atribuidos al Plioceno Inferior

(Guillemin y Houzay, 1982; Barhoun y Wernli, 1999; Azdimousa et al., 2006; Cornée

et al., 2016).

La cuenca de Arbaa Taourirt tiene una estructura alargada siguiendo una dirección SW­NE a lo largo de la

Falla de Nekor (Fig. II­1B). Incluye sedimentos del Mioceno depositados en la unidad

roca metamórfica de Ketama y sobre el olistóstrom de Nékor que corresponde a un

Formación tectono­sedimentaria tortoniana emplazada a lo largo de la falla de Nékor (Frizon

de Lamotte, 1981). El registro sedimentario de la cuenca de Arbaa Taourirt es

tradicionalmente subdividida en tres unidades litológicas (Frizon de Lamotte et al., 1979;

Guillemin y Houzay, 1982; Wernli, 1988). La primera unidad consta de 5 a 10 m de

conglomerados marinos que cubren discordantemente el basamento metamórfico. La segunda unidad es

constituido por unos 70 m de margas de color amarillento a grisáceo, atribuido al Messiniense sobre la base de

la presencia de G. conomiozea (Guillemin y Houzay, 1982; Wernli, 1988). Las margas de este

segunda unidad están truncados por una superficie erosiva y rematados por unos 100 m de arenisca

y conglomerados marinos entrecruzados. Estos últimos depósitos correspondientes a la

tercera unidad son de edad desconocida.

tercero MATERIAL Y MÉTODOS

En general, la cronoestratigrafía precisa de los depósitos tortoniano­mesinianos en el


Las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt siguen estando poco definidas. Uno de los objetivos de este estudio es

establecer un marco bioestratigráfico preciso de los depósitos del Mioceno en estas cuencas a partir de

sobre análisis de foraminíferos planctónicos y nanoplancton calcáreo, combinado con datación 40Ar/39Ar de

niveles volcánicos interestratificados en los depósitos de las unidades I y II.

Además, los cambios paleobatimétricos y paleoambientales en estas cuencas

se evalúan sobre la base de análisis de foraminíferos bénticos y polen. Estos análisis,

agrupados, nos permiten afinar la historia de las comunicaciones entre el Atlántico y el

Mediterráneo a través del Corredor Norte de Rifain en el Mioceno Superior.

Se estudiaron cinco tramos en la cuenca de Boudinar, situada en la parte occidental de la

bol. Estos cortes son de Sur a Norte: Beni Bou Ya'Koub, Irhachâmene, Moulay

el'Arbi, Aït Abdallah y Sidi Haj Youssef (Fig. II­2, II­3). La revisión bioestratigráfica de

Los depósitos marinos neógenos de la cuenca de Boudinar se basan en el estudio de las tres secciones

Irhachâmene, Moulay el'Arbi y Aït Abdallah. Estas secciones fueron muestreadas

para el análisis de la flora de nanoplancton calcáreo y foraminíferos planctónicos (43

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

muestras). En las secciones de Irhachâmene y Moulay el'Arbi , se recolectaron cuatro muestras adicionales

en las tobas volcánicas para datación digital (40Ar/39 Ar).

Las secciones de Moulay el'Arbi y Sidi Haj Youssef también fueron muestreadas para

el análisis de foraminíferos bentónicos (26 muestras), con el fin de seguir la evolución

paleobatimétrica de la cuenca de Boudinar. Los tramos de Irhachâmene, Moulay el'Arbi y

Sidi Haj Youssef fueron muestreados para análisis palinológicos, con el fin de especificar la

paleoambientes continentales alrededor de la cuenca de Boudinar en el Mioceno. Finalmente, el

También se estudió la sección Beni Bou Ya'Koub para la descripción de los depósitos base.

En la cuenca de Arbaa Taourirt se estudiaron dos tramos, uno en un pequeño valle

a lo largo del Oued Nékor al norte del pueblo de Arbaa Taourirt ( sección Arbaa Norte), y otro

al sur (sección de Azroû Zazîrhîne). Estas dos secciones fueron muestreadas para los análisis.

bioestratigráfico (nanoplancton calcáreo y foraminíferos planctónicos; 9 muestras).

1. Bioestratigrafía

Los nanoplancton calcáreos fueron estudiados en la fracción entre 2 a 30 μm y separados por la


método de decantación utilizando una solución de H2O2 al 7%. Se han realizado frotis

preparado con bálsamo de Canadá (“Canada balsam”) y analizado bajo un microscopio Olympus en

Ampliación de 1200x ("Olympus transmite luz con una ampliación de 1200x"). EL

las determinaciones específicas son hechas por la Sra. Mihaela Melinte­Dobrinescu del instituto

Instituto Nacional de Geología Marina y Geoecología (GeoEcoMar) en Bucarest (Rumanía). La mayoría de

las muestras muestran una conservación de baja a moderada, con muchas reelaboraciones

de faunas del Cretácico Superior y Eoceno. Identificación de taxones sigue Perche­Nielsen

(1985) y Young et al. (2003). La subdivisión zonal utilizada corresponde a la zonificación Martini

(1971) ("NN: Neogene Nanoplankton"). Las edades de las ocurrencias (“LOs: más bajo

ocurrencia ; HOs: ocurrencia más alta”) de las especies principales siguen a Hilgen et al. (2012).

Se han realizado calibraciones de edad adicionales (Lourens et al., 2004; Raffi et al., 2006).

también se utiliza para Amaurolithus delicatus y Discoaster pentaradiatus

respectivamente.

En cuanto a los foraminíferos planctónicos, se tamizaron muestras de sedimentos

(malla entre 2 mm y 63 μm). La conservación fue pobre a moderada en la mayoría

muestras Los especímenes fueron identificados por el Sr. Frédéric Quillévéré de la Universidad de

Lyon 1 (Francia), siguiendo los conceptos y nomenclaturas taxonómicas de Kennett y Srinivasan

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(1983). Las calibraciones de eventos biológicos siguen a Hilgen et al. (2012) y la subdivisión

zonal utilizado en este trabajo corresponde al de Berggren et al. (1995).

2. Paleobatimetría

Los foraminíferos bénticos se separaron en la fracción >125 μm. Al menos 250 a 300

los especímenes fueron seleccionados, identificados y contados para determinar las abundancias relativas

de especies Las determinaciones específicas son hechas por la Sra. Hara Drinia de la Facultad de

Geología y Geoambiente de Atenas (Grecia). Ejemplares con abundantes foraminíferos

se dividieron utilizando un micro­divisor obteniendo un total de casi 250 especímenes. EL

las paleobatimetrías se determinan utilizando fósiles y modelos de distribución

de algunas faunas y taxones indicadores bénticos. Terminología batimétrica

sigue a Van Morkhoven et al. (1986) : estante interior = 0­50 m, estante medio = 50­100 m, estante exterior

= 100­200 m, batial superior = 200­600 m, batial medio = 600­1000 m, batial inferior = 1000­

2000 m, abisal = 2000­6000 m. Conceptos taxonómicos y estimaciones de

las paleobatimetrías se basan en múltiples referencias para las secciones del Mioceno

(Cushman y Cahill, 1933; Schnitker, 1970; Gibson, 1983; van Morkhoven et al., 1986;

Olsson et al., 1987; Snyder et al., 1988; Miller et al., 1996).

3. Polen

Para el análisis de polen, las muestras de arcilla se procesaron utilizando un método estándar,

permitiendo que los granos de polen se separen de las partículas minerales. Este tratamiento utiliza HCL y

HF frío para eliminar carbonatos y sílice, seguido de un procedimiento de enriquecimiento del

residuo utilizando ZnCl2 (densidad > 2). Finalmente, el residuo se mezcló con glicerina.

y montado sobre finas palas. Solo 8 ejemplares de la sección Irhachâmene

proporcionó suficientes granos de polen para el análisis cuantitativo (IRA4, 5, 6, 8, 9, 11, 14 y 18;

Higo. II­2). Las determinaciones específicas las hace la Sra. Séverine Fauquette del Instituto de Ciencias

Evolutivas de la Universidad de Montpellier (Francia).

Se contaron alrededor de 150 granos de polen para cada muestra analizada excepto

de indeterminables Pinaceae y Pinus . Este último generalmente está sobrerrepresentado debido a

de su prolífica producción y su sobreabundancia cuando se transporta por aire y agua. En

sedimentos marinos costeros, los pólenes proporcionan un registro fiable de los cinturones de

vegetación regional, según lo establecido en sedimentos recientes (Heusser y Balsam, 1977

; Heusser, 1988; Beaudouin et al., 2005, 2007). Sin embargo, la proporción de granos de polen

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Pinus a menudo está controlado por la distancia de la costa debido a su flotabilidad.

alta (Heusser, 1988; Beaudouin et al., 2005). Como resultado, la proporción de granos de

El polen de Pinus puede proporcionar información sobre la posición y la distancia del sitio de
en la costa.

4. Datación Ar40/Ar39

Se separaron cristales de biotita de muestras volcaniclásticas tomadas de

las secciones Irhachâmene y Moulay el'Arbi (muestras MA­11, MA­20, IRA­3 y

KET14­3). Después de moler y tamizar las muestras, los cristales se eligieron de la

fracción entre 100 y 200 μm. Estos se concentraron utilizando el separador

Frantz magnético. Los cristales separados se limpiaron con ácido nítrico 1N para

disolver las impurezas de carbonato, luego enjuagar en sucesivos baños ultrasónicos con

agua destilada y alcohol puro. Finalmente, los granos fueron seleccionados al microscopio.
binocular.

Las muestras fueron irradiadas en el núcleo del reactor nuclear Triga Mark II en Pavía.

(Italia) con varias alícuotas estándar de sanidina de Taylor Creek (28,34 ± 0,08 Ma; Renne

et al., 1998) como monitor de flujo. Las interferencias isotópicas de argón en K y Ca se han

determinada por irradiación de sales puras de KF y CaF2, a partir de las cuales se obtuvieron los siguientes

factores de corrección: (40Ar/39Ar) K = 0,00969 ± 0,00038, (38Ar/39Ar) K = 0,01297 ± 0,00045, (39Ar/

37AR) Ca = 0,0007474 ± 0,000021 y (36Ar/37AR) Ca = 0,000288 ± 0,000016.

Los análisis de argón fueron realizados en Geosciences Montpellier (Francia) por el Sr. Philippe

Münch, con un dispositivo analítico que consiste en un láser IR­CO2 de 100 kHz utilizado en

3 a 15% de potencia para calentar muestras durante 60 segundos; un sistema de lentes para enfocar el

haz; una cámara de acero mantenida a 10­8 ­10­9 bar,

con un soporte de cobre en el que se han avellanado agujeros ciegos de 2 mm de diámetro

; una línea de entrada para la depuración de gases compuesta por dos adquirentes de Zr­Al; A

espectrómetro de masas multicolector (Argus VI de Thermo­Fisher). La discriminación de

la masa para el espectrómetro se siguió analizando el volumen de aire de una pipeta; los valores
medido varía de 0,999037 ± 0,13% a 0,99998 ± 0,14%.

Se colocaron alícuotas de cinco a diez granos de biotita en los orificios del soporte de cobre y

se calentaron por etapas. Se realiza una calibración del instrumento cada tres muestras.

analiza Se procesaron los datos brutos de cada paso y de la calibración y se calcularon las edades.

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calculado utilizando el software ArArCALC (Koppers, 2002). Los criterios para definir las edades de meseta

son: (1) los escalones de meseta deben contener al menos un 70 % de 39Ar liberado , (2)

debe haber al menos tres etapas sucesivas en la bandeja y (3) la edad integrada de la bandeja

debe concordar con cada antigüedad aparente dentro de un intervalo de confianza de 2σ.

Todas las incertidumbres posteriores están al nivel de 2σ, incluido el error en el factor
de irradiación J.

IV. RESULTADOS

1. Cuenca de Boudinar

1.1. Litoestratigrafía

1.1.1. Copa de Irhachamen

La sección de Irhachâmene se encuentra a unos 4 km al noroeste del pueblo de Boudinar (N

35° 11' 08''; W3° 40' 18''; Higo. II­2). Representa la sección más gruesa de la cuenca donde el

Los depósitos del Mioceno superan los 200 m de espesor (Fig. II­3 y II­4A) y registran las tres unidades

sedimentos de la cuenca de Boudinar. La primera unidad (Unidad I) se puede subdividir en dos


subunidades:

­ Subunidad Ia: de 25 m de espesor, corresponde a una sucesión estrato­grano

decreciente, constituida por brechas conglomeráticas intercaladas en niveles

decímetros de arcillas rojas (Fig. II­4B). Las brechas se organizan en bancos.

de espesor métrico que decrece hacia arriba. Los bancos muestran geometrías

acanalados y sus bases son erosivas y cóncavas hacia arriba. Ellos representan

estratificaciones horizontales y estratificación plana oblicua. La mayoría de los clastos son

entre 5 y 30 cm de diámetro con algunos bloques dispersos que superan los 60 cm. De acuerdo a

Miall (1985), estas brechas corresponden a depósitos de abanicos aluviales proximales.

­ Subunidad Ib: de 9,5 m de espesor, está compuesta principalmente por arcillas rojas con

gris con lentes conglomeráticos raros. Los lentes conglomeráticos son

de un decímetro de espesor, hecho de guijarros de un centímetro sostenidos en un

matriz de arcilla. Estas facies se interpretan como depósitos de planicies de inundación.

Un metro por encima de la base de la subunidad Ib, un nivel volcaniclástico de 50 cm

de espesor que contiene muchos cristales de biotita (muestra KET14­3; Fig. II

4B) está resaltado.

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Figura II­3: Los registros de los tramos estudiados y su ubicación en la cuenca de Boudinar, con la litología, los
ciclos sedimentarios y la ubicación de las muestras estudiadas. *: La Superficie de Erosión Messiniense según
Cornée et al. (2016).

Los depósitos de la Unidad I están cubiertos por una superficie irregular de erosión. la segunda unidad

(Unidad II) también se puede dividir en dos subunidades:

­ Subunidad IIa : 85 m de espesor, comienza en la base con conglomerados

costas marinas con un espesor que varía entre 50 cm y 2 m, que contienen fauna marina

abundante representada por ostras, vieiras y corales solitarios. Estos

Los conglomerados marcan las primeras llegadas marinas a la cuenca de Boudinar. Ellos

están cubiertos por 13 m de depósitos marinos costeros, constituidos por arcillas negras

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microconglomerados o areniscas con cemento calcáreo. Estos depósitos contienen una fauna

abundante y variada marina representada por: pectínidos, Cerithium, briozoos, pequeños

ostras, escafópodos, corales solitarios y varios restos de conchas. Estos depósitos costeros

están coronados por un delgado nivel volcaniclástico rico en cristales de biotita y

plagioclasa (muestra IRA3; Fig. II­4B), luego por margas limosas que pasan hacia

la parte superior en margas grisáceas luego en margas oscuras (70 m de espesor). La parte superior de

Los depósitos de la subunidad IIa están truncados por una superficie de erosión marina irregular.

­ Sub­Unidad IIb: 90 m de espesor, la Sub­Unidad IIb comienza con conglomerados

marineros de 50 cm a 1 m de espesor. Estos conglomerados consisten en guijarros gruesos

(10 a 50 cm de diámetro), bien redondeado y a veces perforado, contenido en una matriz

margoso (Fig. II­4C, D). Se interpretan como depósitos de gravedad bajo

acuáticos (“flujos submarinos de detritos”). Estos conglomerados están coronados por una delgada

nivel de calcarenita (40 cm de espesor). Estos dos primeros niveles contienen un

abundante fauna marina, esencialmente costera, incluyendo ostras,

vieiras, espondilidos, gasterópodos, bivalvos (Veneridae) y organismos

incrustantes (briozoos, serpulas y algas rojas). Están cubiertos por margas con

tobas volcánicas reelaboradas (4 m de espesor) luego por 12 m de margas oscuras

homogéneo. Arriba viene un nivel de conglomerado marino delgado (< 20 cm) en

matriz arcillosa, cubierta por una capa de caliza (1 m de espesor) rica en

briozoos y algas rojas con algunas centollas y vieiras, y luego por

arcillas microconglomeráticas. Estos últimos depósitos están coronados por una toba volcánica

blanco de 1,5 m de espesor que representa un importante marcador estratigráfico en la

Cuenca de Boudinar.

La subunidad IIb termina con 75 m de margas grisáceas a amarillentas con intercalaciones de

algunos niveles de diatomeas y margas blanquecinas de diatomeas. estas margas

contienen en su parte media, un nivel de arenisca de unos 4 m de espesor

coronado por un delgado lecho lumachélico rico en fauna marina (Cardium, Glycimeris,

Veneridae, escafópodos, pectínidos, fragmentos de Porites y ostras).

La cumbre de la Unidad II está erosionada y profundamente incisa por conglomerados continentales.

de espesor (hasta 50 m de espesor) de la Unidad III (Fig. II­4A). Los depósitos de esta última unidad

muestran dos facies principales: conglomerados con matriz fangosa y conglomerados

cementos con soporte clástico. Ambas facies consisten en guijarros bien redondeados, de tamaño

centimétricos a decimétricos (la mayoría entre 2 y 5 cm con cantos rodados dispersos hasta

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15 cm de diámetro) y sin graduar, derivadas del basamento metamórfico. Estos

los conglomerados se interpretan como depósitos de flujo de masas subaéreas


"flujo másico subaéreo" según la clasificación de Nemec y Steel (1984). Por otro lado, la córnea

et al. (2016) propusieron que estas facies corresponden a depósitos deltaicos de abanico subaéreo
“deltas de abanico subaéreo”.

Figura II­4: A) Vista general de la sección Irhachâmene. La parte superior de la sección muestra la superficie de
erosión Messiniense. B) Detalle de la base de la sección y ubicación de las tobas volcánicas muestreadas y analizadas
en este estudio. C, D) Vista detallada de conglomerados marinos en la base de la Sub­Unidad IIb.

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1.1.2. Copa de Moulay el'Arbi

El tramo de Moulay el'Arbi se encuentra a 2 km al noroeste del tramo de Irhachâmene

(N35° 11' 43,5''; W3° 40' 51,7'', Fig. II­2). En esta sección, los depósitos del Neógeno tienen 130 m

de espesor y solo existen las unidades II y III (Fig. II­3, II­5A).

Figura II­5 : A) Vista general de la sección de Moulay el'Arbi que muestra los depósitos de margas del Tortoniense
del Messiniense Inferior con niveles de toba volcánica intercalados. B) Base de sección que muestra conglomerados
marinos sobre basamento metamórfico (unidad Ketama). C) Vista detallada de bloques perforados de conglomerado.
D) Vista detallada de conglomerados marinos de Glycimeris y acumulaciones de conchas.

En la base de la sección, la Sub­Unidad IIa comienza con gruesos depósitos de conglomerados marinos

(alrededor de 2 m de espesor) que cubre discordantemente el basamento metamórfico de la unidad de

Ketama o brechas localmente continentales (Fig. II­5B). Estos conglomerados están formados

bloques subangulares, de tamaño centimétrico a decimétrico, a veces perforados (Fig. II­5C).

Contienen una fauna marina litoral abundante y bien conservada, como ostras,

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vieiras, gasterópodos, bivalvos enteros (Glycimeris) y Clypeaster (Fig. II

5D). Estos depósitos están cubiertos por 1,5 m de arenisca microconglomerática con cemento calcáreo

que contienen bioclastos, briozoos y ostras. La Sub­Unidad IIa termina con alrededor de 80

m de margas grises que contienen un nivel de toba volcánica gruesa (1,8 m de espesor) en

su parte media (muestra MA11).

La Sub­Unidad IIb comienza con 1,5 m de caliza rica en algas rojas y briozoos

con algunas vieiras y bivalvos. Arriba vienen 4m de piedra caliza rica en algas

roja rematada por una toba volcánica blanca de un metro de espesor (muestra MA20). Allá

La Subunidad IIb termina en 15 m de marga oscura. La parte superior de estos ha sido erosionada y el

las alternancias de diatomeas y margas observadas en la sección Irhachâmene están ausentes. Este

la superficie de erosión está cubierta por conglomerados continentales de más de 25 m de espesor

(Unidad III) que contiene algunos olistolitos de arrecife de Porite en su base.

Figura II­6: A) Vista general de la sección de Sidi Haj Youssef que muestra las margas del Messiniense con
intercalaciones de diatomita. B) Superficie de erosión Messiniense cubierta por grandes olistolitos de arrecife de
Porite (más de 30 m de largo, 10 m de ancho y 2­4 m de espesor) . C) Vista detallada de los bloques de arrecifes en Porites.

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

1.1.3. Otros cortes complementarios

El tramo de Sidi Haj Youssef situado al norte de la cuenca de Boudinar (N35° 15' 13,1''; W3° 41'

37,1''; Higo. II­2) consta de aproximadamente 45 m de depósitos de la Sub­Unidad IIb y la Unidad III

(Fig. II­3, II­6). La Sub­Unidad IIb comienza con 17 m de margas grisáceas, con una toba

volcánica intercalada de 2,5 m de espesor. Arriba vienen unos 15 m de depósitos de

margas grisáceas, en las que se intercalan tres niveles de diatomitas blancas masivas

(Fig. II­6A) y unos escasos niveles ricos en fauna marina (bivalvos, vieiras, ostras,

serpulas). El corte termina con 10 m de marga amarilla erosionada en la parte superior. Esta última

la superficie erosiva está cubierta por bloques decamétricos de arrecifes Porite de la Unidad III

(Fig. II­6B, II­C).

En la sección de Aït Abdallah (N35° 14' 25,8''; 03° 40' 51'', fig. 2), los depósitos del Mioceno son

30 m de espesor y corresponden a la Sub­Unidad IIb y la Unidad III (Fig. II­3). La subunidad

IIb está representado por unos 25 m de margas grises, en las que se encuentra una toba volcánica de 3 m.

de espesor se intercala. Sobre la toba volcánica, algunas intercalaciones de margas

diatomeas blanquecinas están presentes. La parte superior de las margas del Mioceno se ha erosionado y el

depósitos de diatomitas observados en las secciones de Irhachâmene y Sidi Haj Youssef son

ausente. Esta última superficie de erosión está cubierta por 10 m de conglomerados continentales

y depósitos de flujo másico de la Unidad III. En estos últimos yacimientos, olistolitos de

el yeso (selenita) y los fragmentos de arrecifes de Porite son comunes.

Finalmente, el tramo Beni Bou Ya'koub ubicado al suroeste de la cuenca (N35° 8' 12''; W3°

39' 12'', Fig. II­2), consiste en depósitos del Mioceno de 100 m de espesor correspondientes a la

Unidades I y II (Fig. II­3, II­7A). La Unidad I está representada por más de 20 m de conglomerados

matriz de arcilla roja continental, descansando discordantemente sobre el basamento metamórfico.

Estos depósitos, correspondientes a la Sub­Unidad Ia, se encuentran truncados por una superficie de erosión (Fig. II

7B). La Unidad II comienza con unos 12 m de conglomerados marinos ricos en fauna marina

(vieiras, serpulas, ostras, trozos de coral y restos de conchas, Fig. II­7B). En estos

depósitos, pudimos identificar dos especies diferentes de pectínidos grandes

(hasta 30 cm de diámetro): Gigantopecten tournali (Fig. II­7C) y Gigantopecten albinus

(Determinación del Sr. Abdelkhalak Ben Moussa de la Facultad de Ciencias de Tetuán). Estos

Los depósitos están cubiertos por areniscas de cemento calizo y microconglomerados (3 m de espesor)

y luego por margas grisáceas homogéneas (hasta 90 m de espesor).

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Figura II­7: A) Vista general del tramo Beni Bou Ya'Koub. B) Vista detallada del contacto erosivo entre
conglomerados marinos y continentales. C) Ejemplar grande (20 x 25 cm) de vieira recolectada de conglomerados
básico.

1.2. Bioestratigrafía

1.2.1. Sección de Irhachâmene (Fig. II­8)

La sección Irhachâmene proporcionó conjuntos de nanofósiles calcáreos diversificados, en

los cuales los reordenamientos faunísticos del Cretácico y Paleógeno fueron muy importantes (25% a 80%

de las especies observadas). En la base de la sección (Unidad II, muestra IRA1), la presencia de

Discoaster brouweri (FAD = 10,76 Ma) indica que las arcillas marinas inferiores de la sección

de Irhachâmene se correlacionan con la Zona NN8, y luego se depositan en el Tortoniense Inferior. Dentro

la parte media de la sección cerca de la base de la Subunidad IIb, la muestra IRA14 proporcionada

el nanofósil Amaurolithus primus, cuyo FAD está calibrado en 7,42 Ma. La ausencia de

Nicklithus amplificus (FAD = 6.91 Ma) en esta muestra (IRA14), indica que se correlaciona

probablemente con la parte media de la Zona NN11, correspondiente al Tortoniense tardío.

En la parte superior de la sección (muestra IRA21), la coexistencia de N. amplificus (Fig. II­9E) y

Triquetrorhabdulus rugosus (Fig. II­9A,B) sugiere que la parte superior de la Subunidad IIb es

se correlaciona con la parte superior de la Zona NN11 y por lo tanto se depositaría en el Messiniense Inferior

(~6,79 Ma).

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Figura II­8: Distribución estratigráfica de foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos identificados en la


sección Irhachâmene (en negrita y puntos grandes: marcadores estratigráficos). Las calibraciones de edad de los
bioeventos están de acuerdo con Hilgen et al. (2012).

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Figura II­9: Fotomicrografías de nanofósiles de piedra caliza estratigráficamente significativos. A, B)


Triquetrorhabdulus rugosus Bramlette & Wilcoxon; sección de Irhachâmene, muestra IRA21. C) Discoaster broweri
Tan; tramo de Moulay el'Arbi, muestra MA5. D) Discoaster pentaradiatus Tan; Sección Moulay el'Arbi , muestra
MA14. E) Nicklithus amplificus (Bukry & Percival), Raffi, Backman & Rio; Sección Irhachâmene , muestra IRA 21.
F) Amaurolithus delicatus Gartner & Bukry; Sección Irhachâmene , muestra IRA15. G) Amaurolithus primus (Bukry
y Percival), Gartner y Bukry; Sección Moulay el'Arbi , muestra MA22. H) Discoaster berggrenii Bukry; Sección
Moulay el'Arbi , muestra MA16. I) Discoaster hamatus Martini & Bramlette; tramo de Moulay el'Arbi, muestra MA9.

En cuanto a los foraminíferos planctónicos, la presencia de Neogloboquadrina acostaensis


(FAD = 9.83 Ma) 15 m sobre la base de la Sub­Unidad IIa (muestra IRA4), indica la

Zonas M13a­M12, Tortoniense inferior a menor. La presencia de Globorotalia juanai (FAD


= 9.69 Ma) en la muestra IRA5, indica la Zona M13a correspondiente al Tortoniano

más bajo. Basado en la presencia de Globorotalia cibaoensis (FAD = 9.44 Ma) y la ausencia
Globigerinoides extremus (FAD = 8,93 Ma), las muestras de IRA8 e IRA9 se correlacionan con

Zona M13a correspondiente al Tortoniense Inferior a Medio. Alternativamente, la presencia de


G. extremus en la muestra IRA14 (recolectada 10 m por encima de la base de la Subunidad IIb)

indica la parte superior de la Zona M13a. La parte inferior de la Sub­Unidad IIb ha sido
depositado durante el Tortoniense superior al más joven. Finalmente, identificamos

Globorotalia miotumida (FAD = 7,89 Ma; LAD = 6,56 Ma en la región mediterránea)


en la muestra IRA16. Esto indica que esta parte de la sección Irhachâmene se correlaciona

con la Zona M13b (entre 7,89 Ma y 6,56 Ma), correspondiente al Tortoniense­Messiniense terminal
más bajo.

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1.2.2. Sección Moulay el'Arbi (Fig. II­10)

Todas las muestras de la sección de Moulay el'Arbi (Fig. II­10) arrojaron una

cantidad significativa (20 a 75%) de nanofósiles calcáreos reelaborados del Cretácico y Paleógeno.

Veinte metros por encima de la base de la sección (Sub­Unidad IIa), la muestra MA5 arrojó D.

brouweri (FAD = 10.76 Ma; Fig. II­9C), indicando Zona NN8, Tortoniense Inferior. En la

parte media del corte, muestras MA9, MA10 y MA13 proporcionadas por Discoaster

hamatus (FAD = 10,18 Ma, LAD = 9,53 Ma en la región mediterránea; Fig. II­9I). Por

por lo tanto, estas muestras (MA9, MA10 y MA13) se asignan a la Zona NN9

correspondiente al Tortoniense Inferior. En la parte superior de la Sub­Unidad IIa, la muestra

MA14 proporcionó D. pentaradiatus (Fig. II­9D), cuyo FAD se calibró a 9,1 Ma (Raffi et al .

al., 2006). Esto marca la zona NN10, Tortoniense medio. La muestra MA16 que proporcionó

Discoaster berggrenii (FAD = 8.29 mA; Fig. II­9H) probablemente se correlacione con el

transición entre las zonas NN10 y NN11 correspondientes al Tortoniense Superior. Por encima del

toba volcánica MA­11 (Subunidad IIb), la muestra MA22 produjo A. primus (FAD = 7,42

Mi ; Higo. II­9G). En ausencia de N. amplificus (FAD = 6,91 Ma), esta presencia (A. primus)

indica que la muestra MA22 es probablemente más antigua que 6.91 Ma. Sin embargo,

el conjunto de nanofósiles de esta muestra indica la parte media de la zona NN11,


Tortoniense superior­Mesniense inferior.

La parte baja de la sección de Moulay el'Arbi (la base de la Subunidad IIa) no proporcionó ninguna

Marcadores de foraminíferos planctónicos. Sin embargo, en la parte media del corte

(muestra MA9), encontramos G. juanai (FAD= 9.69 Ma) que marca la Zona M13a

indicando el Tortoniano Inferior. En la parte superior de la sección, las muestras MA18

y MA21 proporcionó G. miotumida (FAD= 7.89 Ma; LAD = 6.52 Ma en la región

Mediterráneo). Esta presencia marca la zona M13b, indicando una edad tortoniana terminal en

Messiniense inferior. Con base en los análisis de los nanofósiles de piedra caliza, las margas

paisajes marinos de la cumbre de la sección Moulay el'Arbi fueron depositados durante el Messiniense
más bajo.

1.2.3. Copa Ait Abdallah

En el tramo de Aït Abdallah , la muestra AAB3 tomada justo encima de la toba volcánica

AAB2, proporcionado el foraminífero planctónico G. miotumida (FAD = 7,89 Ma; LAD = 6,52 Ma

en la región mediterránea). Esto indica que la parte inferior de la Sub­Unidad IIb es

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se correlaciona con la zona M13b y que fue depositado durante el Terminal Tortoniense­Messinio

más bajo.

Figura II­10: Distribución estratigráfica de foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos identificados en la


sección de Moulay el'Arbi. Las calibraciones de edad de los bioeventos están de acuerdo con Hilgen et al. (2012).

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1.3. Datación Ar40/Ar39

1.3.1. Copa de Irhachamen

La muestra #KET­14­3 muestra espectros perturbados sin meseta de edad y con una edad total de

fusión de 11,02 ± 0,13 Ma (Fig. II­11). Se puede calcular una edad de minimeseta de 10,52 ± 0,1 Ma, que

corresponde a solo el 42,89% del 39Ar liberado. Sin embargo, la isócrona inversa (36Ar/40Ar vs. 39ArK/

40Ar) para todas las etapas proporcionó una edad de 10,46 ± 0,14 Ma (proporción inicial de 40Ar/36Ar de

302,7 ± 2,2, MSWD = 2,84; Fig. II­11), consistente con edad de mini­meseta. El valor de la relación inicial

de 40Ar/36Ar es cercano al del aire (295,5), lo que indica que no

el argón exterior sólo se considera en la edad calculada. Conservamos la edad de las isocronas

inversa (10,46 ± 0,14 Ma) como la mejor estimación de edad para la muestra #KET­14­

3. Sin embargo, cabe señalar que esta edad no es compatible con los resultados bioestratigráficos
obtenido en los sedimentos marinos anteriores.

La muestra #IRA­3 proporcionó una meseta de edad de 9,68 ± 0,08 Ma correspondiente al 100 % de 39Ar

liberado (Fig. II­11). La isocrona inversa para las etapas de meseta produce una edad concordante de

9,67 ± 0,09 Ma (proporción inicial de 40Ar/36Ar de 304,2 ± 18,9, MSWD = 0,77; Fig. II­11). El valor de la

relación inicial de 40Ar/36Ar es indistinguible del del aire (295,5), lo que indica

que no se considera argón externo en la edad calculada.

1.3.2. Copa de Moulay el'Arbi

La muestra #Ma­11 proporcionó una meseta de edad de 9,57 ± 0,19 Ma, que corresponde al 99,11 % del

39Ar liberado (Fig. II­11). La isocrona inversa (36Ar/40Ar frente a 39ArK/40Ar) para las etapas de meseta

da una edad concordante de 9,57 ± 0,19 Ma (proporción inicial de 40Ar/36Ar de 294,5 ± 4,6, MSWD =

0,7, Fig. II­11). El valor de la relación inicial de 40Ar/36Ar es indistinguible del de

aire (295.5), indicando indica que no se considera argón exterior en la edad calculada.

La muestra #MA­20 arrojó una meseta de edad de 7,15 ± 0,15 Ma correspondiente al 96 % de 39Ar

liberado (Fig. II­11). La isócrona inversa para las etapas de meseta produce una edad concordante de

7,14 ± 0,15 Ma (proporción inicial de 40Ar/36Ar de 298,8 ± 5,6, MSWD = 1,38, Fig. II­11). El valor de la

relación inicial de 40Ar/36Ar es indistinguible del del aire (295,5), lo que indica

indica que no se considera argón externo en la edad calculada.

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Figura II­11: Espectros de edad 40Ar/39Ar e isócronas inversas correspondientes. Todos los errores en 2σ (meseta
y edades isócronas, intercepto inicial). En el diagrama isócrono inverso, los símbolos abiertos correspondientes a las
etapas no se consideran en la edad meseta ni en la edad isócrona. MSWD = “cuadrado medio de las desviaciones
ponderadas”.

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1.4. Ensambles de foraminíferos bentónicos y estimación de paleobatimetrías

1.4.1. Copa de Moulay el'Arbi

Los ensambles de foraminíferos bentónicos muestran baja diversidad. en todos los

muestras estudiadas, Ammonia beccarii sl es la especie más abundante y parcialmente

dominante (hasta 90%), con excepción de la parte superior del corte (muestra MA 21).

Las especies agrupadas y miliolidas están ausentes o son extremadamente raras. Subrepositorios

La unidad IIa proporcionó un conjunto dominado por A. beccarii y Nonion fabum, en asociación con

Cibicidas dutemplei, Valvulineria bradyana y especies de Elphidium, Bulimina ,

Globobulimina y Boliviana. Este montaje caracteriza un entorno de "estante interior"

al “estante intermedio” (0 a 100 de profundidad). De abajo hacia arriba, se puede distinguir en la Sub­Unidad

Ia (Fig. II­12) :

­ Las muestras MA1, MA2 y MA3 tomadas en la base de la sección dieron hasta

el 43% de a. beccarii, Elphidium spp. y N. Fabum. Todas estas especies muestran su

concentración máxima en un ambiente de “estante interior”. N. fabum resultó

abundante entre 40 y 80 m de profundidad en el Mar Mediterráneo y suroeste del

Mar de Mármara (Milker et al., 2004; Phipps et al., 2010). Por lo tanto, la parte de

el tramo entre MA1 y MA3 se coloca en la parte exterior del "estante interior" (40 a

80 m de profundidad del agua).

­ Muestras MA4, MA5 y MA6 entregadas hasta 50% A. beccarii en asociación

con N. fabum, C. dutemplei y V. bradyana. Todas las especies de cibicida (incluyendo

Heterolepa dutemplei, sinónimo de C. dutemplei) se han considerado como

indicadores de un ambiente oxigenado según Kaiho (1994, 1999). Según el análisis

morfotípica de Rosoff y Corliss (1992), C. dutemplei indica un medio nerítico con

batial ("nerítica exterior" a "batial superior"). Este segundo montaje corresponde a

una zona de “plataforma intermedia” (75 ± 25 m de profundidad del agua).

­ Las muestras MA7 a MA10 entregaron entre 39% y 77% de A. beccarii, N. fabum (7%

al 14%) y V. bradyana, Cibicides sp., Bolivina sp., Bulimina sp. en pequeños porcentajes.

Este conjunto caracteriza la parte exterior de la zona de "plataforma interior" (40 a 80 m de

Profundidad del agua).

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Figura II­12: Distribución de foraminíferos bentónicos identificados en las secciones de Moulay el'Arbi y Sidi Haj
Youssef con interpretación paleobatimétrica. Puntos negros: bajo porcentaje; en rojo: curva de profundidad media;
en azul: tendencia general.

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­ Justo encima de la toba volcánica (muestra MA11) ubicada en la parte media del

Subunidad IIa, la muestra MA12 produjo un ensamblaje oligotípico con 90 % de A.

beccarii. Esta especie domina en ambientes costeros poco profundos (menos de

20 m de profundidad del agua, Jorissen (1987)). La muestra MA12 se coloca en el área

de "plataforma interior" (0 a 50 m de profundidad del agua).

­ Las muestras MA13 a MA18 arrojaron entre 37% y 77% de A. beccarii, N. fabum

(9% a 29%) y V. bradyana, Cibicides sp., Bolivina sp., Elphidium sp., Bulimina sp.,

Globobulimina sp. en pequeños porcentajes. Jorissen (1987) describe una profundidad de agua

mínimo de 40 m para V. bradyana en el Mar Adriático. La parte del corte entre

MA13 y MA18 se coloca en la parte exterior de la zona de "plataforma interior" (40 a 80 m

de la profundidad del agua).

Solo se tomó una muestra (MA21) de la Sub­Unidad IIb. Esta muestra proporcionó

17,07% Cibicidoides kullenbergi, Elphidium sp. (14,63 %), A. beccarii (7,31 %), V. bradyana

(5,85%), Hanzawaia bouana (4,88%), C. dutemplei (4,45%), Cibicides lobatulus (4%) y

Globobulimina sp. (2,92%). Este montaje corresponde a un entorno establecido.

plataforma continental exterior; entre 100 y 200 m de profundidad del agua)

a menudo en áreas con bajo contenido de carbono orgánico (Lutze y Coulbourn, 1984;

Corliss, 1985; Corliss y Emerson, 1990; Corliss, 1991; Fontanier et al., 2002; Morigi et al.,

2001).

1.4.2. Copa Sidi Haj Yousef

En la sección Sidi Haj Youssef, que se correlaciona con la Sub­Unidad IIb, los conjuntos de

Los foraminíferos bentónicos son muy diversos y dominados por especies indicativas de

ambientes de aguas profundas (Fig. II­12).

Las muestras de la parte inferior de la sección (muestras SY0 a SY6) son

caracterizada por la dominancia de Bolivina spathulata, C. kullenbergi, Uvigerina peregrina,

Bulimina costata, C. lobatulus, Lenticulina spp. y Elphidium spp. La mayoría de estas especies

se conocen en áreas desde la "plataforma media" (50 a 70 m) hasta batial (< 1000 m). Sin embargo,

C. kullenbergi es abundante en las áreas batiales medias­superiores ("superior­media

batial”) y U. peregrina se vuelve muy abundante en el fango batial (400 a 1000 m de

Profundidad del agua). Por lo tanto, la parte de la sección entre SY0 y SY6 se refiere a la

zona batial superior.

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

La muestra SY7 produjo 26% U. peregrina, 26% Bulimina aculeata, 22% Bolivina
punctata, 21% de C. kullenbergi, Uvigerina cylindrica gaurdrynoides y B. costata en débil
porcentajes (2%). Cibicidoides kullenbergi es abundante en la zona batial superior en
(batial medio­superior) y B. aculeata es común en áreas batiales
batial inferior; reportado entre 1800 y 5000 m Jones (1994)). En consecuencia,
esta muestra corresponde a una zona batial inferior.

En la parte superior del corte, la muestra SY9 produjo 26 % B. spathulata, 22 % Uvigerina


cylindrica gaurdrynoides, 20% Globobulimina pupoides, 12,5% C. dutemplei, B. aculeata
(8%), B. costata (6%), B. punctata (4,5%) y algo de U. peregrina. Esta asamblea sugiere
un medio desde la “plataforma exterior” hasta el batial superior (“batial superior”). Muestra SY10 proporcionada

un conjunto compuesto por C. kullenbergi, U. peregrina, Spirrorutilus carinatus y


Spiroplectammina carinata, indicativa de la zona de la “plataforma exterior”. Estas dos asambleas
sugieren una "plataforma exterior" al ambiente batial superior, entre 150 y 400
m de profundidad del agua.

1.5. polen

Los datos de polen de la sección Irhachâmene cubren la Subunidad IIa (IRA 4 a IRA
11) y IIb (IRA 14 e IRA 18; Fig. II­2). La flora consta de 47 taxones de (1)
plantas megatérmicas (es decir, tropicales) como Celastraceae, Buxus bahamensis,
Mussaenda, Rutaceae, Sapotaceae; (2) plantas mega­mesotérmicas (es decir, plantas
subtropicales) tales como Arecaceae, Symplocos, Engelhardia ; y (3) plantas subdesérticas
representada por Prosopis, acacia, Lygeum, Caesalpiniaceae, Geraniaceae y Plumbaginaceae.

La flora está dominada por pastos (principalmente Asteraceae y Poaceae) y por


halófitas (Amaranthaceae, Ephedra), excepto Pinus, que está sobrerrepresentada en
sedimentos marinos. Junto a Pinus, los granos de polen de los árboles son principalmente
representado por tipo Quercus perennifolio , tipo Quercus caducifolio , Salix,
Olea y Cupressaceae. Solo se encontró una semilla de Cedrus . Pinus es muy abundante en
los espectros de polen con valores que alcanzan casi el 50% de los granos de polen en el
la mayoría de las muestras. Se observa una tendencia de aumento de los porcentajes de Pinus
en el tramo estudiado, donde alcanzan ~62 y ~97% en IRA 14 y IRA 18 respectivamente.
Este aumento significativo de Pinus va acompañado de una disminución de Amaranthaceae.

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2. La cuenca de Arbaa Taourirt

2.1. Litoestratigrafía

Se estudiaron dos secciones en la cuenca de Arbaa Taourirt (Azroû Zazîrhîne y Nord

Arbaa). La sección Azroû Zazîrhîne se encuentra en la parte sur de la cuenca, a unos

4 km al sur del pueblo de Arbaa Taourirt (N 34° 53' 39''; W3° 52' 28,80''). este corte

comienza con margas grisáceas a amarillentas de 60 m de espesor (Fig. II­13A, II­14A). Aunque

Frizon de la Motte (1982) informó, directamente encima de la base y debajo de las margas,

conglomerados azo rojizos (3 m de espesor), luego unos pocos metros de conglomerados

marineros, no observamos estos depósitos. Las margas están discordantemente cubiertas por

unos 100 m de depósitos mixtos siliciclásticos y carbonatados. En su parte inferior, estos

últimos depósitos muestran niveles conglomeráticos gruesos y localizados (hasta 200 m en

extensión lateral y 10 m de espesor) rico en algas rojas (Fig. 13B y C). ellos estan organizados
en lechos no clasificados con matriz carbonatada y numerosos reordenamientos faunísticos

especies marinas someras (vieiras, ostras, briozoos). Los clastos están bien redondeados y

perforado por litófagos. Los bancos buzan de 12 a 20° hacia el ENE a NNW y disminuyen

de espesor en la misma dirección (Fig. 13 C). Por encima de estos conglomerados o directamente sobre

la superficie erosiva, vienen areniscas de 90 m de espesor ricas en algas rojas con lentejas

conglomerados y mostrando estratos cruzados a gran escala (Fig. 13A,B,C,

D). Estas areniscas y conglomerados bioclásticos están organizados en conjuntos plurimétricos “conjuntos”

(hasta 10 m de espesor y más de 80 m de largo; Fig. 13D) de lechos que se cruzan con

superficies límite cóncavas hacia arriba (Fig. 13E). La estructura interna de los "conjuntos" se caracteriza

por intersecciones y lechos cóncavos que se sumergen hasta 15° esencialmente hacia el N y NNE

(Figura 13E). La vista perpendicular a la dirección principal de progradación de estas estructuras.

indica la presencia de estratificaciones cruzadas de canal a gran escala orientadas NNE­SSW

(Figura 13F). En general, las paleocorrientes se dirigen de S­SW a N­NE.

La sección Arbaa Norte está ubicada en la parte noreste de la cuenca, a unos 2 km al norte de la

pueblo de Arbaa Taourirt (N 34° 56' 8,50''; W3° 49' 3,10''). Consta de aproximadamente 100 m

espesor de margas grisáceas, con algunas intercalaciones de finas capas de areniscas y

conglomerados marinos en su parte superior (Fig. II­14 B).

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Figura II­13: A) Resumen de la serie sedimentaria del


Mioceno en la cuenca de Arbaa
Taourirt. En la parte superior de las margas se observa
una importante superficie de erosión (línea roja), esta
superficie está cubierta por depósitos de conglomerados
y areniscas marinas progradantes. B) Diagrama estratigráfico de
el Azrou Zazîrhîne con la dirección de progradación registrada en los abanicos conglomeráticos de base y las dunas
suprayacentes. C) Detalle de conglomerados marinos que progradan hacia el ENE, sobreyacidos por areniscas y
microconglomerados marinos que presentan grandes escamas. D) Resumen de la sucesión de areniscas y microconglomerados
sobre las margas del Tortoniense Superior­Messiniense Inferior. E) Vista detallada de la progradación de conglomerados
marinos y areniscas que muestra una estratificación cruzada a gran escala en dirección N­NNE. F) Vista perpendicular a la
dirección principal de progradación del entrecruzamiento de la artesa.

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2.2. Bioestratigrafía

2.2.1. Copa Azroû Zazirhîne (Fig. II­14A)

Los nanofósiles calcáreos de la sección Azroû Zazîrhîne (Fig. II­14A) están mal conservados y
poco diversificado. En la muestra NEK14­14, situada unos 20 m por debajo de la
conglomerados marinos, encontramos algunos ejemplares de A. primus (ADF = 7,42 Ma),
indicando Zona NN11. Los foraminíferos planctónicos también son raros y están mal conservados.
en esta copa La muestra NEK14­14 produjo Neogloboquadrina humerosa (FAD = 8,56
Ma), indicando Zona M13b o M14. Basado en la existencia de A. primus, muestra
NEK14­14 se depositaría durante el Tortoniense Superior.

2.2.2. Sección Arbaa Norte (Fig. II­14B)

Como en la sección de Azroû Zazîrhîne, los nanofósiles calcáreos y los foraminíferos


planctónicos están mal conservados y poco diversificados en la sección del norte de Arbaa.
La muestra NEK14­4, tomada de la parte inferior de la sección, arrojó A. primus (FAD =
7,42 Ma) indicando Zona NN11. Muestras NEK14­5 y NEK14­6, ubicadas en el
parte media de la sección, siempre que G. miotumida (FAD = 7.89 Ma; LAD = 6.52 Ma en
la región mediterránea) y por lo tanto se correlacionan con la zona M13b. Basado en el
nanoplancton, estas muestras se depositarán durante el Tortoniense tardío o Messiniense
más bajo.

V. DISCUSIÓN

1. Cronoestratigrafía de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

La combinación de datos bioestratigráficos (nanofósiles calcáreos y foraminíferos


planctónico) con datación radiométrica nos permite calibrar el marco

cronoestratigráfico de la cuenca de Boudinar (Fig. II­15) y proponer correlaciones entre


afloramiento de depósitos en las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt.

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Figura II­14 : Foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos identificados en la cuenca de Arbaa Taourirt.
A) Copa de Azroû Zazirhîne. B) Copa Arbaa Norte .

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

1.1. Cuenca de Boudinar

Se estima que la edad de los depósitos continentales en la base de la cuenca de Boudinar es Tortoniense

Inferior­Serravalliense Superior. Esto se deduce de la edad 40Ar/39Ar (10,46 ± 0,14 Ma) del nivel

volcaniclástica #KET14­3, ubicada 8 m por debajo de estos depósitos en la sección

de Irhachamene. El inicio de la sedimentación continental en esta cuenca (Unidad I) no puede

estar fechado con precisión, pero se estima que es del Tortoniense Inferior que el más joven. Este resultado

rechaza propuestas anteriores, que proponían una edad tortoniana mayor que la edad tortoniana

terminal de los depósitos continentales más antiguos de esta cuenca (Guillemin y

Houzay, 1982; Barhoun y Wernli, 1999; Azdimusa et al., 2006).

La edad de los primeros depósitos marinos de la cuenca de Boudinar se puede estimar gracias a la presencia

de tres capas volcaniclásticas (muestras #KET14­3, #IRA3 y #MA11) que rodean

la superficie transgresora. En la sección Irhachâmene, el nivel volcaniclástico #KET14­3

situada a 8 m por debajo de la superficie transgresora, está fechada en 10,46 ± 0,14 Ma. Esta última edad

indica que la sedimentación marina en esta sección comenzó después del DCP de D. brouweri. 13 m por

encima de la superficie transgresora, la edad 40Ar/39Ar (es decir, 9,68 ± 0,08 Ma) del nivel

volcaniclastic #IRA3, también demuestra que la sedimentación marina ocurrió bien

después de FAD de N. acostaensis. Además, el nivel volcaniclástico #IRA3 proporcionó una edad

consistente con la de la toba volcánica #MA11 (9.57 ± 0.19 Ma) ubicada 50 m arriba

la superficie transgresora en el tramo de Moulay el'Arbi . Por lo tanto, ofrecemos un

correlación de estos dos niveles (#IRA3 y #MA11) y un cálculo de edad promedio ponderado de 9.60

± 0,13 Ma. Esta última confirmada bioestratigráficamente por la presencia de G. juanai y D.

hamatus, que se encuentran respectivamente por debajo (muestra MA9) y por encima (muestra

MA13) toba volcánica #MA11 en el tramo de Moulay el'Arbi. Aquí podemos calcular

una tasa de sedimentación de 13 cm/ky entre estos dos marcadores (el espesor de la toba volcánica

no se considera porque corresponde a un evento instantáneo). Esta tasa de sedimentación

permite estimar una edad tortoniana menor de 10 Ma para los primeros depósitos marinos.

Esta edad, perfectamente corroborada por las fechas de la sección Irhachâmene, parece

significativamente mayor que las edades determinadas por el trabajo anterior (Tortonian

superior: Barhoun y Wernli (1999) ; Messiniense: Guillemin y Houzay (1982) y Azdimousa

et al. (2006)).

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Figura II­15: Correlación de secciones estudiadas en la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt en base a dataciones
bioestratigráficas y radiométricas, en comparación con trabajos previos: 1­Barhoun y Wernli (1999) ; 2­
Guillemin y Houzay (1982); 3­ Azdimusa et al. (2006). *: Azdimusa et al. (2006), Córnea et al. (2016). Derecha:
régimen tectónico en la cuenca de Boudinar según Morel (1989) y Azdimousa et al. (2006), evolución paleobatimétrica
y diagrama polínico.

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

La edad de la superficie de erosión marina identificada en la sección Irhachâmene que marca el límite

entre las subunidades IIa y IIb también se puede estimar. En el tramo de Moulay el'Arbi ,

esta superficie está por encima de la muestra MA18 que produjo G. miotumida (FAD = 7,89 Ma

en la región mediterránea), y debajo de la toba volcánica #MA20 fechada en 7.15 ± 0.15

Ma. Por lo tanto, en la cuenca de Boudinar, esta superficie de erosión marina tiene una edad

Tortoniense superior a Messiniense inferior.

Cerca de la parte superior de las margas con intercalaciones de diatomeas (ubicadas sobre la toba volcánica

#MA20 fechado en 7,15 ± 0,15 Ma), identificamos el N. amplificus­T. rugoso

calibrado en 6,79 Ma. Esto indica que los depósitos marinos del Mioceno conservados más jóvenes en el lugar

en la sección Irhachâmene son de menor edad Messiniense que los más antiguos. Este resultado está en

acuerdo con Barhoun y Wernli (1999). Sin embargo, existen depósitos del Mioceno más jóvenes.

probablemente en la cuenca de Boudinar. De hecho, podemos proponer una edad más joven

por las calizas para­arrecifes que progradan hacia el norte y que afloran sobre el volcán de

Ras Tarf (Fig. II­16) y para los Olistolitos Oligoespecíficos de Porite Reef encontrados en el

“MES” en la pelvis (Fig. II­6).

1.2. Correlación con la cuenca de Arbaa Taourirt

En la cuenca de Arbaa Taourirt, las margas marinas descansan sobre el lecho rocoso metamórfico

se depositan durante el Tortoniense Superior­Mesniense Inferior. Las margas más jóvenes,

truncados por una superficie de erosión marina (Fig. II­14), tienen menos de 7.42 Ma tales

como lo indica la presencia de A. primus (FAD = 7,42 Ma). Como en la cuenca de Boudinar,

esta superficie de erosión marina está cubierta por conglomerados marinos ricos en algas

rojo. Por tanto, consideramos que los conglomerados marinos de la cuenca de Arbaa

Taourirt constituyen un equivalente lateral de margas con conglomerados, calizas ricas en algas

intercalaciones rojas y de diatomeas (Subunidad IIb) de la cuenca de Boudinar. Por lo tanto, la

Los conglomerados marinos de la cuenca de Arbaa Taourirt probablemente fueron depositados durante el
Tortoniense superior o Messiniense inferior.

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Figura II­16: A) Resumen de la progradación de los depósitos de carbonato paraarrecife del Mioceno Superior en el macizo
volcánico Ras Tarf (ubicación en la Figura II­2). B, C) vista del margen de la cuenca de Boudinar cerca de la falla de Nékor
(ver ubicación en la Figura II­2). B) ¿ Cono de conglomerado servaliano?­
Tortoniense inferior correspondiente a la actividad más joven de la falla de Nékor en la cuenca de Boudinar. VS)
Las margas del Tortoniense inferior se superponen a los conglomerados y sellan la falla de Nékor.

1.3. Correlación con otras cuencas marginales del Neógeno

Cabe señalar que en la cuenca de Boudinar, los sedimentos marinos más antiguos (~ 10 Ma)

parecen ser mucho más antiguos que los que afloran en las cuencas vecinas del Neógeno (en

excepto la cuenca "Cap des Trois Fourches"). En la cuenca del “Cap des Trois

Forks", se depositaron depósitos marinos poco profundos de 180 m de espesor en el Tortoniense.

menor, antes de 9,6 ± 0,4 Ma (Bellon, 1976; Azdimousa y Bourgois, 1993). el comienzo de la

hundimiento y sedimentación marina en la cuenca de Boudinar y el "Cap des Trois

Fourches” estaba sincronizado con el Tortoniense Inferior. También hay que señalar que estas dos cuencas

se ubican a lo largo de deslizamientos de rumbo sinistrales orientados NE­SW que se han vuelto inactivos en el

tortoniano (Morel, 1988). En las otras cuencas vecinas del Neógeno, la sedimentación marina ha

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

ocurrió en el Tortoniense superior, al menos 2 Ma más tarde: ~ 8 Ma en la cuenca de Taza

Guercif (Krijgsman et al, 1999a) y cerca de la transición Tortonian­Messinian en la cuenca de

Melilla­Nador (Münch et al., 2001; Cornée et al., 2002).

La cuenca de Melilla­Nador, situada en la desembocadura del Couloir Sud Rifain, es una de las

cuencas de referencia para el estudio de la estratigrafía de las cuencas neógenas del Mediterráneo,

ya que muchos datos magnetoestratigráficos, bioestratigráfico,

En esta cuenca se han publicado datos cicloestratigráficos y tefrocronológicos (Cunningham et al.,

1994, 1997; Roger et al., 2000; Munch et al., 2001, 2006; Córnea et al., 2002, 2006; camioneta

Assen et al., 2006). Desde la base hasta el tope de la cuenca se han identificado siete unidades sedimentarias

y fechados entre ~6,9 Ma y ~5,8 Ma (Cornée et al., 2002). Las margas intercaladas de

diatomitas pasan lateralmente a una unidad bioclástica progradante (Unidad 2) fechada entre 6.9

Ma y 6,5 Ma, seguida de una unidad de arrecife de coral oligoespecífica en Porites (Unidad 3) fechada entre

6,5 Ma y 6,1 Ma (Roger et al., 2000; Münch et al., 2001; Cornée et al., 2002). Proponemos

una correlación de la progradación de calizas para­arrecifes y arrecifes oligoespecíficos de Porites

de la cuenca de Boudinar con las unidades 2 y 3 de la cuenca de Melilla­Nador. Por lo tanto, la

Las condiciones marinas en la cuenca de Boudinar persistieron hasta aproximadamente 6,5­6,1 Ma,
como en la cuenca Melilla­Nador.

La historia de la cuenca de Boudinar guarda similitudes con la de la sucesión anterior a la evaporita

de referencia de las cuencas marginales de Sorbas y Níjar en el SE de España (Martin y Braga, 1994,

1996; Fortuin y Krijgsman, 2003). En estas cuencas, la sedimentación del Neógeno superior ha

comenzó con depósitos clásticos rojos durante la transición del Alto Serravaliense­Tortoniense

inferior (Ott d'Estevou y Montenat, 1990), como en la cuenca de Boudinar. En la mayoría

de las cuencas marginales españolas, un levantamiento tectónico regional en el Tortoniense Superior

fue responsable de una importante discordancia que se produjo entre el Tortoniense medio y tardío y

entre depósitos marinos del Tortoniense tardío y Messiniense temprano. Hemos identificado un

tal disconformidad entre las subunidades IIa y IIb cerca de la transición Tortonian­Messinian. En

España, los sedimentos del Tortoniense Superior­Messiniense Inferior están representados por

depósitos transgresivos mixtos carbonatados y siliciclásticos (“miembros de Azagador”), cubiertos

por las margas “miembro de Abab” que han sido fechadas con precisión entre 7,24 Ma y 5,97 Ma

(Krijgsman et al, 2001; Sierro et al, 2001; Manzi et al., 2013). Por lo tanto, la

conglomerados y calizas de la parte inferior de la subunidad IIb en Boudinar (Fig. II­15)

se puede correlacionar con el “miembro de Azagador”. Las margas suprayacentes pueden ser

correlacionado con el “miembro Abad inferior” que data de 7,24 a 6,7 Ma (Krijgsman et al., 2001). EL

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Faltan depósitos de margas contemporáneos con el "miembro superior de Abad" (6,7 a 5,97 Ma)

en Boudinar, porque fueron erosionados durante “el MSC” (Cornée et al., 2016). Sin embargo,

depósitos de carbonato de aguas poco profundas se conservan por encima del macizo de Ras Tarf y en
olistolitos por encima del "MES".

2. Evolución tectónica, sedimentaria y paleoambiental de la cuenca del


Boudinar y Arbaa Taourirt

2.1. ¿Serravalliense Superior?­Tortoniense Inferior

Trabajos previos han asignado un papel importante al deslizamiento sinistral del Nékor

(Fig. II­1B) en la génesis de la cuenca de Boudinar (Houzay 1975; Guillemin y Houzay, 1982

; Morell, 1988). La cuenca debe tener una estructura de fosa, debido a una extensión EW

en asociación con la compresión ortogonal (Aït Brahim y Chotin, 1990). De acuerdo con nuestro

resultados, la apertura de la cuenca de Boudinar se produjo durante el Tortoniense Inferior antes

~10,5 Ma y la cuenca se presenta como una depresión continental abierta al mar paleo­Alborán. En este

punto, el hundimiento probablemente fue controlado por la reactivación del

la caída de Nékor en un contexto extensivo (Houzay 1975, Guillemin y Houzay, 1982;

Morel 1988).

Continúa el hundimiento tectónico y se ha producido transgresión marina en la cuenca del

Boudinar alrededor de 10 Ma. Los conglomerados continentales básicos serán superados en

discordancia por formaciones marinas clásticas y luego margosas del Tortoniense Inferior (Sub

Unidad IIa). En las margas de la Sub­Unidad IIa, la abundancia del foraminífero bentónico A. beccarii

sl y la presencia de Elphidium, Cibicidas y Nonion indican condiciones ambientales

van desde condiciones hipersalinas hasta condiciones marinas normales (Nigam, 1987;

Murray, 1991; Nigam y Chaturvedi, 2000). Este conjunto de foraminíferos caracteriza

estuarios a marinos poco profundos ("plataforma interna") y ambientes restringidos que pueden

verse afectada por las variaciones de salinidad en relación con la presencia de los ríos. Estos entrenamientos

también se superponen a la falla de Nékor (Fig. II­16 B, C), lo que indica que esta última

estuvo inactiva en su parte nororiental entre 10 y 9,6 Ma. Sin embargo, la tectónica extensiva

a lo largo de las fallas normales sinsedimentarias N20° (Azdimousa et al., 2006) todavía estaba en

actividad en la cuenca de Boudinar, marcada por el desplazamiento de la subsidencia hacia

oeste después de 9,6 Ma. Esto se indica por mayores tasas de acumulación de sedimentos en el

base de la sección Moulay el'Arbi en comparación con la sección Irhachâmene (antes de 9,6 Ma),

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como se enfatiza por el grosor variable y la naturaleza de los depósitos y luego por la inversión de la

hundimiento (Fig. II­15).

En la cuenca de Arbaa Taourirt, a pesar de la ausencia de restricciones estratigráficas precisas, un

Similar evolución puede deducirse de la parte basal del corte descrito por Frizon a partir de la

Motte (1982).

2.2. Tortoniense superior

Durante el Tortoniense Superior, conjuntos de foraminíferos bentónicos en margas

de la Sub­Unidad IIa indican paleoambientes poco profundos (“plataforma interna­media”) en

paleobatimetría constante por debajo de 80 m (Fig. II­12, II­15). La tasa de acumulación de

sedimento es igual a la tasa de hundimiento de la cuenca. Estos ambientes poco profundos son

también confirmado por datos palinológicos con pocos pólenes de Pinus, indicando

proximidad relativa a la línea de costa y evidencia de un tipo de vegetación abierta dominada

por Poaceae, Asteraceae y halófitas típicas de ambientes litorales en este

región (Bachiri­Taoufiq y Barhoun, 2001; Bachiri­Taoufiq et al., 2001, 2008). Áreas

cubiertos de bosques eran raros y probablemente se desarrollaron en las montañas vecinas y/o

a lo largo de los ríos. Además, los datos palinológicos indican un clima cálido y árido.

durante el Tortoniense, lo que es consistente con trabajos previos en el Corredor Sur de Rifain

(Bachiri­Taoufiq et al., 2001, 2008). La aridez está subrayada por la relación entre los porcentajes

de polen de Poaceae y Asteraceae que siempre está a favor de Asteraceae, indicando

precipitaciones de menos de 500 mm por año (Cour y Duzer, 1978). También hay que señalar que

las plantas microtérmicas (es decir, plantas de alta latitud/altitud) están ausentes (en

a excepción de un grano de cedro). Esto indica que la cuenca de drenaje era pequeña sin alta

montañas, o que las montañas estaban demasiado lejos de la cuenca de sedimentación (un transporte en

una larga distancia elimina el registro de plantas microtérmicas como Abies )

o que las montañas del Rif todavía eran desiguales y demasiado bajas para permitir

árboles microtérmicos para crecer. Así, proponemos que durante el Tortoniano

superior la cuenca de Boudinar corresponde a un golfo marino poco profundo rodeado de

montañas de baja altura.

Se han demostrado entornos similares consistentes (<70 m) de aguas poco profundas

en la cuenca de Arbaa Taourirt, basado en análisis de foraminíferos bentónicos (Wernli,

1988) dentro de margas ahora atribuidas al Tortoniense superior (este estudio).

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2.3. Transición tortoniano­mesiniano

Los depósitos de la Subunidad IIa están truncados por una superficie de erosión marina tortoniana

terminal o muy cerca de la transición Tortono­Messinian. Por correlación con la pelvis

de Arbaa Taourirt, podemos precisar que esta superficie data entre 7,42 y 7,15 Ma.

esta superficie, se registra un aumento repentino del nivel relativo del mar en el Messiniense

inferior, como lo indican los ambientes batiales superiores a medios resaltados

en el tramo de Moulay el'Arbi (Fig. II­12). La profundización de la cuenca continuó hasta

ambientes batiales promedio (Fig. II­12), con cambio batimétrico

superior a 500 m. Esta amplitud excede en gran medida la amplitud de los cambios en el nivel de

el mar y el océano global durante este período (Miller et al., 2011), lo que indica que

la cuenca sufrió un importante hundimiento tectónico durante el Messiniense Inferior. De más,

varias fallas normales afectaron los depósitos de margas y diatomita del Messiniense

menor (Azdimusa et al., 2006). Estos autores identificaron dos direcciones principales de

fallas: EW y NW­SE a NNW­SSE indicando dos direcciones de extensión NS y NE­SW

respectivamente. Los datos de polen muestran un aumento en los porcentajes de grano

de Pinus y una disminución de Amaranthaceae (halófitas) en las margas del Messiniense

inferior por encima de la superficie de la erosión marina (Fig. II­15). El comportamiento de estos dos

taxa indica que las fuentes de suministro de sedimentos estaban más distantes que durante el

Tortoniano, consistente con otra evidencia de profundización de la cuenca. Los datos

Los datos palinológicos no indican ningún cambio climático crucial desde el Tortoniense Inferior,

lo cual está de acuerdo con los resultados obtenidos en el Corredor Sud Rifain (Bachiri­Taoufiq y

al., 2008). Parece que los cambios eustáticos controlaron las variaciones en

porcentaje de polen (es decir, Pinus) en este sector. Durante el Messiniense inferior, la cuenca del

Boudinar se habría convertido en una cuenca marina abierta y profunda y la costa era relativamente
distante.

En la cuenca de Arbaa Taourirt, abanicos conglomeráticos localizados y depósitos de arenisca y

en la superficie se encuentran conglomerados que muestran estructuras de paleocorrientes a gran escala

de erosión marina truncando las margas marinas del Tortoniense Superior (Fig. II­13). EL

Los conglomerados gruesos básicos surgen de la erosión de las masas de tierra cercanas,

se componen principalmente de flujos de escombros. Estos se interpretan como

abanicos delta submarinos (Fig. II­13B), depositados en una depresión de orientación SW­NE ubicada

a lo largo de la falla de Nekor. Las areniscas bioclásticas suprayacentes y los microconglomerados presentes

estructuras gigantes de lechos cruzados en canal. Estas estructuras, que indican corrientes

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

de alta energía, son el resultado de la migración de dunas submarinas bajo el efecto de un

fuerte corriente unidireccional, cuyo sentido de flujo está orientado hacia el N­NNE. Este

dirección sugiere que está relacionado con el flujo de aguas del Atlántico hacia el Mediterráneo en

alrededor de 7,2 Ma. Según Anastas et al. (1997), la altura de las dunas (H) está relacionada con la profundidad

agua (D) por la fórmula H = 0,17 D. la duna más gruesa tiene unos 15 m de espesor,

indicando una profundidad de agua de unos 90 m. Así, el hundimiento parece haberse mantenido

constante en Arbaa Taourirt mientras se aceleró en Boudinar durante la transición

Tortoniano­Messiniano.

2.4. Messiniense inferior

En la cuenca de Boudinar, los depósitos Messinienses superiores se caracterizan por

una tendencia a disminuir en profundidad, pasando de un ambiente batial promedio

(“batial medio”) a batial superior­“plataforma exterior” (“plataforma exterior­batial superior”; Fig. II

12). Esta tendencia de profundidad decreciente persistió durante el Messiniense Inferior.

Messiniense superior (6.1 a 6.5 Ma) como lo indica la progradación de calizas paraarrecifes

sobre el volcán Ras Tarf y por olistolitos de arrecifes de coral en la cuenca. Entonces el

La cuenca de Boudinar volvió a convertirse en una cuenca marginal poco profunda. Los depósitos de

este período están completamente ausentes en la cuenca de Arbaa Taourirt.

3. Conexiones entre el Atlántico y el Mediterráneo en el Mioceno Superior

Durante el Tortoniense Inferior y antes de los 8 Ma, el Mediterráneo estaba conectado con el Océano Atlántico.

por el estrecho bético norte y por las cuencas de Granada y Guadix en el sur de España

(Martín et al., 2009, 2014; Fig. II­17 A). Las conexiones marinas se establecieron entre 9 Ma

y 8 Ma (Soria et al., 1999) y la máxima extensión de los corredores béticos se produjo en

Tortoniense superior, después de 8,35 Ma (Corbi et al., 2012). Por otro lado, ningún vínculo marítimo entre

el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo a través del corredor de Rifain no existía antes de 8 Ma y, desde

10 Ma, las invasiones marinas en el paleo­margen mediterráneo se limitaron a los golfos

superficial en las regiones de Boudinar y “Cap des Trois Fourches” (Fig. II­17 A).

Durante el Tortoniense superior, las conexiones marítimas entre el Atlántico y el Mediterráneo

por el Corredor Sur de Rifain fueron emplazados alrededor de 8 Ma (Fig. II­17 B). Este

evento está marcado por el inicio de la sedimentación marina y el desarrollo de

ambientes marinos profundos (paleo­profundidades de ~600 m) en la cuenca de Taza

Guercif (Krijgsman et al., 1999a). En el Corredor Norte de Rifain, nuestros resultados muestran que la

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

Se han conectado las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt. Además, las aguas del Atlántico tienen

probablemente ha sido capaz de llegar a las cuencas de Dhar Souk y Boured, como lo indica el

presencia de Neogloboquadrina humerosa (FAD = 8,56 Ma) o G. miotumida (FAD = 7,89

Ma en la región mediterránea) cerca de la base de depósitos marinos en estas cuencas (Wernli,

1988). Por lo tanto, el Corredor Norte de Rifain también quedó completamente abierto. Al mismo tiempo,

el estrecho norte bético sufre una restricción diacrónica debido a las condiciones

tectónica local entre 7,9 Ma y 7,3 Ma (Corbi et al., 2012) y puede haberse cerrado durante el

Tortoniense superior (Soria et al., 1999; Martín et al., 2009, 2014).

Durante la transición tortoniano­mesiniano, (Krijgsman et al. (1999) propusieron que el

se han restringido las conexiones entre el Atlántico y el Mediterráneo a través del Corredor Sud Rifain

después de un levantamiento tectónico combinado con variaciones glacioeustáticas entre ~7.2 y

6,1 Ma. Sin embargo, en el corredor norte de Rifain, se ha producido un cambio sedimentológico importante.

producto. Este cambio está marcado por el desarrollo de estructuras paleo­actuales en

gran escala en depósitos conglomeráticos de arenisca sobre una superficie erosiva

armada regional (Fig. II­13). Estas estructuras que indican paleo­corrientes unidireccionales

de gran energía, se puede vincular a la entrada de aguas del Atlántico en el Mediterráneo en el

alrededor de 7,2 Ma. También se han descrito estructuras actuales similares en

estrechos corredores que conectaban el mar Mediterráneo y el océano Atlántico a través del sur de España

durante el Mioceno Superior (Martín et al., 2001, 2009, 2014; Betzler et al., 2006).

La diferente evolución de los corredores del norte y del sur del Riffian probablemente esté relacionada con la migración de

frente compresivo de la cadena del Rif hacia el sur permitiendo el levantamiento tectónico de la cuenca

de Taza­Guercif (Fig. II­17 C).

En el Messiniense Inferior, el Corredor Norte de Rifain sufrió una restricción progresiva y muestra

una evolución similar a la de las cuencas de Sorbas­Nijar (Ott d'Estevou y Montenat, 1990;

Sierro et al., 1997) y el Guadalquivir (Pérez­Asensio et al., 2012a) en el sur de España. Después

~6,1 mA, el corredor South Rifain probablemente estaba cerrado (Krijgsman et al., 1999a; Krijgsman

y Langereis, 2000; Ivanovic et al., 2013). Proponemos que el Corredor Norte de Rifain sea

también cerró simultáneamente después de 6.1 Ma (Fig. II­17 D), como lo indica la tendencia

a una menor profundización con el desarrollo de unidades para­arrecifes progresivas en el

Cuenca de Boudinar. Al mismo tiempo, el Estrecho de Guadalhorce (Fig. II­17 C) fue el último

Corredor Bético y funcionaba como un gran canal que permitía la salida de las aguas del Mediterráneo

hacia el Océano Atlántico (Martín et al., 2001; Pérez­Asensio et al., 2012b). Este último tiene

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cerró casi simultáneamente con el Corredor Norte de Rifain alrededor de 6.3­6.2 Ma (Corbi

et al., 2012; Pérez­Asensio et al., 2012b).

Figura II­17: Mapas paleogeográficos que muestran los cambios en las vías de comunicación entre el Atlántico y
el Mediterráneo a través del norte de Marruecos y el sur de España, desde el Tortoniense Inferior hasta el
Messiniense Superior. Modificado de Martín et al., (2001, 2009, 2014) y Flecker et al., (2015).

No obstante, la presencia de comunicaciones limitadas entre el Atlántico y el Mediterráneo

No se puede descartar definitivamente el Messiniense superior. De hecho, la deposición de evaporitas

de espesor kilométrico en el Mediterráneo central (Lofi et al., 2011) requiere cierta

conexiones con el Atlántico en la época del “MSC” (CIESM, 2008; Ryan, 2009; Roveri

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Capítulo II: Estudio estratigráfico de los depósitos miocenos de la cuenca de Boudinar y Arbaa Taourirt

et al., 2014). Según nuestro conocimiento actual, todos los corredores marinos estudiados

en torno al Mar de Alborán cerrado en el intervalo Tortoniense Superior­Messiniano

más bajo. En consecuencia, pueden existir algunas conexiones con el Messiniense tardío.

a través del Couloir Sud Rifain propuesto por Pérez­Asensio et al. (2012b), o

probablemente a través del Estrecho de Gibraltar. Se necesitan más estudios en estas regiones.

VI. CONCLUSIÓN

Se ha definido un marco cronoestratigráfico preciso para los depósitos miocenos de la cuenca del

Boudinar y Arbaa Taourirt, utilizando nanofósiles calcáreos, foraminíferos

Datación planctónica y radiométrica. En Boudinar, los depósitos continentales se colocaron

en su lugar durante el Tortoniense Inferior o antes y la sedimentación marina ocurrió entre

el Tortoniano menos de ~10 Ma y el Messiniense menos de ~6,1 Ma. En Arbaa Taourirt, el

Las margas marinas se depositan entre el Tortoniense superior y el comienzo del Messiniense, y son

cubierto por los conglomerados marinos someros y areniscas del Messiniense Inferior. Este

estudio nos permite establecer el siguiente escenario para la evolución de las conexiones entre

el Atlántico y el Mediterráneo a través del Corredor Norte de Rifain.

Desde hace 10 Ma, las intrusiones marinas se limitan a golfos poco profundos en la región.

de Boudinar y el “Cap des Trois Fourches” en el paleomargen mediterráneo marroquí.

Los Corredores del Norte de Rifain se abrieron en el Alto Tortoniano. Cerca de la transición tortoniana

Messiniense, el Corredor Norte de Rifain registró un importante evento sedimentológico que puede

estar vinculado al estrechamiento del Corredor Sud Rifain. Así, el Corredor Norte de Rifain actuó como un

principal canal de entrada de las aguas atlánticas al mar Mediterráneo durante la

Messiniense inferior (después de 7,2 Ma). Comunicaciones entre el Atlántico y el Mediterráneo

por el Corredor Norte de Rifain se restringieron progresivamente durante el Alto Messiniense

y totalmente cerrado alrededor de 6,1 Ma, como en los corredores del Sur del Rifio y Bético.

Este resultado plantea la pregunta sobre la conectividad entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo.
durante el “MSC”.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

CAPÍTULO III:

LA SUPERFICIE DE EROSIÓN MESINIANA Y LA

RENUNDACIÓN DEL PLIOCENO EN LA ZONA

D'ALBORAN: NUEVOS DATOS EN LA CUENCA

DESDE BOUDINAR (MARRUECOS).

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Este capítulo también fue objeto de una publicación científica titulada: Jean­Jacques

Córnea, Philippe Münch, Mohammed Achalhi, Gilles Merzeraud, Ali Azdimousa,

Frédéric Quillévéré, Mihaela Melinte­Dobrinescu, Christian Chaix, Abdelkhalak Ben

Moussa, Johanna Lofi, Michel Séranne, Pierre Moissette “La superficie de erosión Messiniense

y reinundaciones del Plioceno temprano en el Mar de Alborán: Nuevos conocimientos de la cuenca de Boudinar,

Marruecos”, publicado en la revista Sedimentary Geology en 2016. Por tanto, se presentará bajo
forma de articulo

Resumen

Nuevas investigaciones en la cuenca del Neógeno de Boudinar (Marruecos) aportan

información sobre la crisis de salinidad de Messiniense ("MSC") y la reinundación de Zanclean en

la parte sur del dominio de Alborán (Mediterráneo occidental). edad y geometria

de la Superficie de Erosión Messiniense ("MES") y los depósitos suprayacentes fueron determinados por

basado en nuevos análisis sedimentológicos y paleontológicos. El "MES" es

de edad Messiniense Superior y fue emplazado en condiciones subaéreas. En el

cuenca de Boudinar, se han erosionado un máximo de 200 m de sedimentos del Mioceno, incluidos los

Bloques de yeso del Messiniense superior. Se conserva la geometría original del "MES"

solo cuando está cubierto por depósitos continentales del Messiniense superior. Estos

estos últimos corresponden a depósitos de abanicos aluviales conglomeráticos o margas

lagos, interpretados como indicadores de la caída del nivel del mar durante el "MSC".

En otra parte de la cuenca, contacto entre el Messiniense tardío y el Plioceno

más abajo hay una superficie de inmersión suave y poco profunda. Este último corresponde a la superficie

regresivo (“MES”) luego remodelado por la superficie transgresiva del Plioceno Inferior. EL

Los depósitos del Plioceno inferior se caracterizan por: (i) su superposición en el basamento de la cadena del Rif

o sobre depósitos del Mioceno superior; (ii) depósitos lagunares en la base que pasan a

margas y arenas en alta mar (Plioceno temprano; rango de 5,33 a 5,04 Ma; zona de

foraminíferos PL1); (iii) la restauración de las condiciones marinas en el intervalo entre 5.32

y 5,26 Ma; y (iv) un cambio de ambiente de laguna a mar abierto que ha

operado a través de unas pocas decenas de metros de depósitos. Esto indica que al menos al final del

la reinundación fue gradual y no catastrófica.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

I. INTRODUCCIÓN

Uno de los acontecimientos más fascinantes de la historia reciente del Mediterráneo es la Depresión

de salinidad mesiniana (“MSC: Messinian Salinity Crisis”) (Hsü et al., 1973) que

producido entre 5,97 y 5,33 Ma (Gautier et al., 1994; Krijgsman et al., 1999a; Manzi et al.,

2013; Roveri et al., 2014a). El "MSC" provocó la formación de depósitos muy gruesos

evaporitas en las partes centrales del Mediterráneo y la intensa erosión de sus márgenes,

con la incisión de cañones profundos (eg, Chumakov, 1973; Clauzon, 1973; Hsü et al., 1973;

Ryan y Cita, 1978; Gautier et al., 1994; Krijgsman et al., 1999a; Lofi et al., 2005, 2011a,

2010b; CIESM et al., 2008). El "MSC" fue provocado por el cierre progresivo de

corredores bético y rifeño entre el Mediterráneo y el océano Atlántico y el descenso del nivel de

base mediterránea resultante (Flecker et al., 2015). Durante el Messiniense terminal y/o comienzo

du Zancléen ("último Messiniense y/o más temprano Zanclean"), el Mediterráneo fue inundado por

aguas del Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar (eg, Hsü et al., 1973; Blanc, 2002; Lofi

et al., 2003; García­Castellanos et al., 2009; Estrada et al., 2011; Bache et al., 2012). Tres

Las características del "MSC" siguen siendo objeto de debate:

­ Para algunos autores, el Mar Mediterráneo ha sido totalmente o casi totalmente

desecado (Chumakov, 1973; Hsü et al., 1973; Ryan y Cita, 1978; Barber, 1981;

Clauzon, 1982; Clauzon et al., 1996; Ryan, 2009; Lofi et al., 2011b; Bach et al.

2012) mientras que, para otros, la caída del nivel del mar fue de amplitud moderada

(p. ej., Nesteroff, 1973; Néraudeau et al., 2001; Roveri et al., 2001, 2014b; Manzi et al.,

al., 2005, 2009).

­ Algunos estudios sugieren que la reinundación fue rápida para

catastrófico (varios miles de años: Hsü et al., 1973; Clauzon et al., 1996;

Pierre et al., 2006 ; 36: Blanco, 2002; Lofi et al., 2003; Loget et al., 2005 ; 2 años :

García­Castellanos et al., 2009; Estrada et al., 2011; Bache et al., 2012) mientras que

otros apoyan la idea de reinundación gradual (Roveri et al., 2008a, b, 2014b

; Córnea et al. 2006, 2014; Caracuel et al., 2011; Omodeo­Sale et al., 2012).

­ Para algunos autores, la edad de reinundación es de 5,33 Ma (base del Plioceno; Hsü y

al., 1973; Pierre et al., 1998; Blanc, 2002) y, para otros, habría ocurrido en dos

etapas (eg, Estrada et al., 2011). Bach et al. (2012) proponen un primer paso entre

5,56 y 5,46 Ma seguido de un moderado y lento aumento del nivel del mar (< 500 m)
inundaciones repentinas en 5,46 Ma, con un aumento repentino del nivel del mar

de 600 a 900 m vinculado al ahondamiento del Estrecho de Gibraltar. Por Pérez­Asensio

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

et al. (2013) la primera etapa ocurrió a los 5,52 Ma (etapa glacioeustática TG11) y

el segundo a principios del Plioceno (“primer Plioceno”) a los 5,33 Ma (erosión en Gibraltar

y luego el aumento del nivel del mar).

En esta parte del trabajo, traemos nueva información sobre estos debates.

en la zona de Alborán (parte occidental del Mediterráneo), a partir del estudio

de afloramientos clave en la cuenca de Boudinar (noreste del Rif de Marruecos). Documentamos y

describen la superficie erosiva del Messiniense y los depósitos del Plioceno inferior.

II. CONTEXTO GEOLÓGICO

El Mar de Alborán está situado en el extremo occidental del Mediterráneo (Fig. III­1A). Ella es

delimitada por las cadenas Bética y Rifiana que comenzaron a formarse durante el Oligoceno

tras la convergencia entre África y Europa (p. ej., Jolivet et al., 2006; Chalouan et al.,

2008). Desde el Mioceno Superior se han emplazado gruesas cuencas sedimentarias en

Mar de Alborán (eg, Comas et al., 1999) ya lo largo de sus márgenes. una de las caracteristicas

típico de la sedimentación en el mar de Alborán es la ausencia de evaporitas Messinienses en

costa afuera. Esto es diferente de la parte central del Mediterráneo oriental, donde las evaporitas

(incluida la halita) tienen un espesor de hasta dos kilómetros (p. ej., Lofi et al., 2011a, b).

La cuenca de Boudinar está situada en el margen sur del mar de Alborán, en la parte

al este de las montañas del Rif del norte de Marruecos (Fig. III­1A). Él se formó por encima de la

mantos metamórficos de Kétama y Temsamane, o sobre el macizo volcánico de Ras Tarf del Mioceno Medio

(Fig. III­1B). Al oeste, la cuenca de Boudinar está cortada por la falla

Ras Tarf reciente (Guillemin y Houzay, 1982) (Fig. III­1C). Después de la deformación del Mioceno

bajo Rif y erosión subaérea, ha comenzado el relleno marino de los paleo­valles

en el Mioceno Superior (Tortoniense) y se prolongó hasta el Plioceno Inferior (Guillemin y Houzay,

mil novecientos ochenta y dos; Choubert et al., 1984; Wernli, 1988; Barhoun y Wernli, 1999; Azdimusa et al., 2006)

(Figura III­1D). Los depósitos del Neógeno superior incluyen de abajo hacia arriba: conglomerados

margas continentales (hasta 25 m de espesor) y marinas (ca. 150 m de espesor) de

Tortoniense, margas del Messiniense inferior y diatomitas (hasta 40 m de espesor) y

lentes de arrecife de coral con Messiniense Porites (ca. 10 m de espesor). En esta piscina, el

evaporitas relacionadas con el "MSC" no han sido identificadas y la base de los depósitos del Plioceno ha sido

descritas como casi concordantes con las margas Messinienses (Guillemin y Houzay, 1982;

Azdimusa et al., 2006). No se ha registrado ninguna superficie de erosión importante relacionada con el "MSC".

observado y solo se reportó un claro de sedimentación (Azdimousa et al., 2006).

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Figura III­1 : A) Ubicación de la cuenca de Boudinar en el Mediterráneo occidental (modificado de Roveri et al.,
2014a). B) Mapa geológico simplificado de la cuenca de Boudinar (modificado según Guillemin y Houzay, 1982). VS)
Sección transversal simplificada (ubicación en B). D) Sección sintética de los depósitos neógenos de la cuenca de
Boudinar, con la localización estratigráfica de las zonas estudiadas.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Sin embargo, las alternancias de margas y diatomitas del Messiniense están cubiertas por

conglomerados (hasta 100 m de espesor). Estos fueron considerados depósitos.

de conos submarinos, relacionados con la caída del nivel del mar en el Messiniense superior, en el intervalo

de 5,8 a 5,3 Ma (Guillemin y Houzay, 1982; Azdimousa et al., 2006). Por encima de estos

Los conglomerados provienen de depósitos marinos arenosos y margosos del Plioceno Inferior (ca. 150 m

de espesor) mostrando una geometría progradante (Azdimousa et al., 2006). sedimentos

plioceno se depositaron en un ambiente deltaico abierto en alta mar hacia el noreste (EL

Jarrim, 1991; Azdimusa et al., 2006). Nuevas observaciones nos permiten

mejorar nuestro conocimiento de la transición Messiniense­Plioceno en este sector del dominio

de Alborán.

tercero MÉTODOS

Se han estudiado ocho secciones principales en la transición entre los depósitos Messiniense y Plioceno.

inferior en la cuenca de Boudinar (Fig. III­1B, D). Estas secciones se describen a lo largo de tres

transectos proximales­distales: (1) Aït Abdallah–Saïda–Main Road, (2) Irhachâmene–

Imessaoûdene–Oued Amekrâne, y (3) Iyedderene–Oued Salah (Fig. III­1B). Secciones

de Aït Abdallah, Iyedderene y Oued Salah para el análisis de

nanofósiles calcáreos para completar los datos bioestratigráficos disponibles. 30

Se estudiaron muestras totales de las cuales 21 proporcionaron información útil. Los métodos

análisis de foraminíferos planctónicos y nanofósiles calcáreos son similares a los

utilizada en el capítulo anterior (ver Capítulo II, apartado III.1). La subdivisión zonal de

Wade et al. (2011) se utiliza para foraminíferos planctónicos y el de Martini (1971)

de nanofósiles calcáreos. La calibración de los bioeventos sigue a Wade et al. (2011) para

foraminíferos planctónicos y Raffi et al. (2006) para nanoplancton calcáreo.

IV. RESULTADOS

1. Parte norte de la cuenca

1.1. Copa Aït Abdallah (N 35° 14' 25.8'', W 3° 40' 51'')

1.1.1. Litoestratigrafía

En la sección de Aït Abdallah (Fig. III­1B) no hay depósitos de diatomita Messiniense

debido a una superficie irregular de erosión, cubierta por una sucesión siliciclástica

aproximadamente 70 m de espesor (Fig. III­2). A lo largo de esta superficie, entre 4 y 10 m de espesor

depósitos caóticos llenan depresiones métricas excavadas en las margas de la

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Messiniense inferior (Fig. III­3A, III­4). Estos depósitos caóticos consisten en bloques de yeso

(selenita) centimétrica a métrica, reelaborada en sedimentos arcillosos (Fig. III­3B). En

arriba vienen unos metros de conglomerados con bases ligeramente erosivas, constituidos por

guijarros metamórficos y volcánicos derivados del lecho rocoso y bloques de arrecife Messiniense en

Porites (Fig. III­3C). Los guijarros están bien redondeados, sin matriz y presentan estratificaciones

entrecruzamiento indicativo de las condiciones de los depósitos en ambiente fluvial. estos conglomerados

muestran un soporte matricial y alcanzan un espesor de unos diez metros al suroeste de Aït

Abdallah, cerca de la falla de Ras Tarf (Fig. III­3D). Por encima de los conglomerados se distingue

la siguiente secuencia (Fig. III­4), de abajo hacia arriba:

­ Conglomerados fluviales de 10 m de espesor intercalados con areniscas finas y arcillas

laminado y oxidado. Este último mostrando ondas de onda, pequeñas madrigueras,

figuras de desecación, microfauna marina y nanoflora. Estos depósitos son

interpretado como depositado en ambientes de transición entre el mar y

el continente ;

­ Los depósitos oxidados ascienden gradualmente a margas marinas (40 m

de espesor), que contienen conchas de Amusium e intercalaciones de arenisca fina

bioturbadas que muestran laminaciones de ángulo bajo y estratificación oblicua en

pezones ("estratificación cruzada hummocky o HCS"). Estos sedimentos fueron depositados

repetidamente en ambientes costeros a marinos;

­ 20 m de depósitos de limolitas, conglomerados y areniscas, depositados varias veces en


ambientes de la costa a la costa.

Figura III­2 : Vista general de la sección de Aït Abdallah con la ubicación de la Fig. III­4. La mayoría de los
depósitos de margas y diatomita del Messiniense están ausentes.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Figura III­3 : Conglomerados y yeso en la base de los depósitos que cubren el "MES" en Aït Abdallah. A) Olistolitos
de yeso. B) Bloque de Selenita. C) Bloques de Porites en conglomerados. D) Conglomerados de abanico aluvial
en posición proximal, Sur­Oeste de Aït Abdallah.

1.1.2. Bioestratigrafía

A dos metros por debajo de la superficie de erosión, encontramos la especie de foraminíferos

planctónicas Globorotalia mediterranea y Globorotalia conomiozea, indicando una edad

Tortoniense superior­Mesniense inferior (Iaccarino, 1985). Entre 18 y 70 m sobre el

superficie, muestras de AAB9 a AAB16 proporcionadas Globoturborotalia nepenthes

(LAD = 4,37 Ma) y Globorotalia margaritae (FCO ­ primera ocurrencia común = 5,08

Ma), apuntando a la Zona PL1.

Muestras desde AAB5 hasta 10AA9 (entre 2 y 18 m sobre la superficie) han

también proporcionó el nanofósil Ceratolithus acutus (FAD = 5,32 Ma; LAD = 5,04 Ma; Raffi

et al., 2006), indicando Zona NN12. Justo encima de los conglomerados fluviales,

la muestra AAB5 produjo un conjunto de nanofósiles con Triquetrorhabdulus

rugosus (LAD = 5,27 Ma, la parte inferior de la Zona NN12). Por lo tanto, la primera

decenas de metros de depósitos caóticos y conglomerados fluviales son más antiguos que

el intervalo Messiniense final­Plioceno temprano ("Mesniense tardío/Plioceno temprano"; 5.32 a

5,27 Ma) y más joven que el Messiniense inferior (Fig. III­4) (base del Plioceno: 5,33 Ma, Van

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Cubrir et al., 2000). Los depósitos marinos suprayacentes se correlacionan con la zona PL1, en
el intervalo de tiempo entre 5,33 y 4,37 Ma.

Figura III­4 : Sucesión estratigráfica en Aït Abdallah.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

1.2. Región de Saida (N 35° 13' 0,55'', O 3° 39' 5,7'')

En la comarca de Saida, conglomerados continentales de 20 m de espesor superan la superficie

Erosión mesiniana (Fig. III­5A). Son de soporte matricial o clástico y muestran

estratificaciones oblicuas a gran escala, con bancos inclinados 20° hacia el este o el norte

Este. La parte superior de los conglomerados es una superficie plana, subrayada por hidróxidos de hierro y

algunos gusanos serpúlidos incrustantes que sugieren una superficie de inundación marina. Este

la superficie está cubierta por depósitos de conglomerados marinos y acumulaciones de conchas

("retraso") de espesor métrico. Por encima de este "retraso", vienen depósitos de margas marinas

con conchas de Amusium y HCS arenoso. HCS muestra geometrías superpuestas


al sur o suroeste.

1.3. “Carretera principal” (N 35° 16' 17.4'', W 3° 40' 41.7'')

A lo largo de la carretera nacional en el margen norte de la cuenca, bloques de arrecifes Porite karstificados

alcanzando varios metros de diámetro se encuentran dispersos en el macizo volcánico de Ras Tarf o

sobre calizas margosas del Neógeno. A veces estos bloques karstificados se encuentran en canales

erosiva incidiendo los carbonatos tortonianos, en una matriz margosa y desprovista de fósiles

(Figura III­5B). Por ello, en este sector se han reelaborado los bloques de arrecife de Porites .

directamente sobre la superficie de erosión, probablemente como flujos masivos

flujos másicos subaéreos (Fig. III­1B).

2. Centro de la pelvis

2.1. Copa Irhachâmene (N 35° 11' 12'', W 3° 39' 48'')

En la región de Irhachâmene, los depósitos Tortono­Messinian alcanzan un espesor de 200

Señor. La cima de la sucesión del Mioceno es una superficie irregular de erosión que sumerge

suavemente al noroeste (Fig. III­5C). Arriba, llegan hasta 100 m de espesor desde

predominantemente conglomerados soportados por matriz que muestran grandes estratos oblicuos
escalera y bancos inclinados 20° hacia el Noreste. Los clastos se derivan del sótano.

rocas andesíticas metamórficas del Mioceno del macizo de Ras Tarf, arrecifes de Porites

Messinienses y margas del Mioceno. Estos conglomerados son lateralmente continuos hacia el norte.

más de dos km hasta la región de Imessaoûdene (Fig. III­1B) y se interpretan como

depósitos de abanico aluvial.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Figura III­5 : A) Vista panorámica de la superficie de transgresión marina del Plioceno en Saïda. El "MES" está debajo de
los conglomerados. B) La superficie de erosión del Messiniense: canales que intersectan los depósitos del Mioceno Superior
en “ Main Road ”. Su relleno está formado por margas con olistolitas de los arrecifes de Porites
Messinienses, coronados por una terraza del Pleistoceno. C) Vista panorámica de la superficie de erosión del Messiniense
en Irhachâmene.

2.2. Copa Imessaoûdene (N 35° 12' 6.8'', W 3° 39' 15.7'')

En la región de Imessaoûdene, de unos diez metros de espesor de conglomerados similares a

los de la sección Irhachâmene se encuentran sobre una superficie erosiva. Estos

Los conglomerados están rematados por una superficie de truncamiento cubierta por depósitos marinos (Fig.

III­6A, B).

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Figura III­6 : A) Vista panorámica de la transgresión marina del Plioceno en Imessaoûdene. B) sucesión
estratigráfica. C) Vista panorámica de la superficie de erosión del Messiniense y la superficie de transgresión del
Plioceno en Oued Amekrâne. D) Vista cercana de las capas de carbonato en Oued Amekrâne.

Los primeros depósitos marinos consisten en conglomerados de aproximadamente 8 m de espesor que

contienen percebes fragmentados, ostras, vieiras, Glycymeris y guijarros

perforado. Estos conglomerados están rematados por un rezago de conchas y se interpretan como

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

depositado en un medio costero (Fig. III­6A,B). Por encima vienen hasta 4 m

depósitos gruesos de arcilla con pequeñas bioturbaciones y ondulaciones, areniscas laminadas

planicies y algunos canales conglomeráticos que sugieren un ambiente de parte superior de la costa.

Luego, 4 m de arcillas limosas con lentes de areniscas depositadas en un ambiente de

la superficie de la costa cubre estos depósitos. En la parte superior del corte hay depósitos marinos limosos

con conchas de Amusium , depositadas en la costa o incluso en un entorno marino. Estos últimos son

típico de los depósitos de Zanclean en la cuenca (Ben Moussa, 1994).

2.3. Oued Amekrâne (N 35° 12' 57'', O 3° 34' 33'')

En la región de Oued Amekrâne situada al este de Imessaoûdene, la superficie de erosión es

irregular y se localiza en la parte superior de las margas oscuras del Messiniense Inferior (Fig. III­6C). EL

depósitos suprayacentes (~30 m de espesor) consistentes en margas compactas con lechos intercalados

decímetros de conglomerados, se superponen sobre la superficie de erosión y alisan la

Paleotopografía irregular. Al norte, estos depósitos consisten en margas limosas

laminada y azoica con intercalaciones de lechos de calizas blancas ricas en carófitas ovogonias

(Fig. III­6C, D) que indican un ambiente lacustre. Estos depósitos continentales pueden estar relacionados con

facies de “Lago Mare” (eg, Roveri et al., 2014a) pero otras investigaciones

Se requieren estudios paleontológicos detallados. La parte superior de la serie está marcada por

depósitos de margas limosas estratificadas, oxidadas y bioturbadas que sugieren un ambiente

de depósito de transición entre el continente y el mar somero.

3. Parte sur de la cuenca

3.1. Megziyat (N 35° 10' 39'', W 3° 34' 19'')­Iyedderene (N 35° 11' 15,7'', W 3° 33'

40,3'')

En el área de Megziyat (Fig. III­1B, III­7) depósitos de decenas de metros de espesor

conglomerados de abanicos aluviales yacen sobre margas mesinianas (Guillemin y Houzay,

mil novecientos ochenta y dos; El Jarrim, 1991; Azdimousa et al., 2006) a través de una superficie de erosión pobremente expuesta.

Los olistolitos de arrecife de porita se encuentran en la base a lo largo de la superficie erosionada. EL

los conglomerados se caracterizan por una geometría progradante con "preajustes" inclinados

al noreste (buzamiento máximo de 16°); están cubiertos por margas que han cedido

ensamblajes de nanofósiles calcáreos que contienen C. acutus (muestra BM5; Fig. III­7)

indicando una edad Zanclean más baja.

En el pueblo de Iyedderene, los olistolitos de arrecife de Porites están empaquetados en depósitos

margas limosas marinas (Fig. III­7). Estas margas proporcionaron abundantes nanofósiles

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

calizas (muestra BM3; Fig. III­7) incluyendo Ceratolithus larrymayeri que aparece en 5.34

Ma (Raffi et al., 2006), o cuyo FAD y LAD están calibrados en 5.322­5.229 Ma y 5.255­

5.219 Ma respectivamente (Buitrago­Reina et al., 2010). Este marcador indica la parte

parte inferior de la Zona NN12 y una edad del comienzo de Zanclean ("Zanclean más temprano"). Bajo la

superficie de erosión, las margas oscuras produjeron abundantes nanofósiles calcáreos, incluyendo

incluyendo Discoaster surculus (FCO = 7,88 Ma; es decir, Tortoniense tardío) y foraminíferos

del Messiniense Inferior (Guillemin y Houzay, 1982). Por lo tanto, los conglomerados

los progradantes continentales son más jóvenes que el Messiniense inferior y más antiguos que el principio

del Plioceno (“primer Plioceno”).

Figura III­7. Izquierda: Diagrama de sucesión en Megziyat e Iyedderene. Derecha: Olistolitos Messinienses de
arrecifes de Porite contenidos en las margas de Zancléan.

3.2. Oued Salah (N 35° 12' 18,7'', O 3° 32' 34,9'')

En el lado este de Oued Salah, la superficie de erosión se hunde suavemente (buceo menos de

5°) por encima de las margas del Messiniense inferior (Fig. III­8A). Localmente, los hidróxidos de

En la parte superior de estas margas verdes aparecen cristales de hierro y yeso secundario. En

sobre la superficie de la erosión vienen depósitos marinos margosos y arenosos, mostrando

geometrías “onlap” de ángulo bajo. Se puede describir una sección típica de este sector (Fig.

III­8B), de abajo hacia arriba podemos ver:

­ 0­4 m: margas marinas oscuras de edad Messiniense, coronadas por una superficie de erosión.

­ 4­14 m: margas limosas grisáceas estratificadas, que contienen algunos bloques metamórficos

fragmentos redondeados y raros de ostras y Cardium, que indican un ambiente poco profundo.
Estas margas limosas permanecen sin fecha.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Figura III­8 : A) Vista panorámica de la superficie de erosión del Messiniense en Oued Salah. El "MES" y la
superficie de transgresión del Plioceno se superponen. Los depósitos de margas del Plioceno se superponen a
las margas del Messiniense. B, C) Sucesión litológica. DE) Fragmentos de colonias de Tarbellastraea.

­ 14­23 m: margas oscuras y lentes microconglomeráticos intercalados. las margas

proporcionó fósiles de piedra caliza bien conservados y relativamente abundantes. Los mas

comunes entre ellos son los foraminíferos planctónicos (Globigerina, Orbulina,

Globigerinoides, Globoturborotalia, Neogloboquadrina, Globorotalia…), corales

especies hermatípicas, moluscos (Cardium, Venus, etc., varios gasterópodos) y

briozoos. Más raramente, se pueden encontrar corales solitarios, serpúlidos,

percebes, equinoides y foraminíferos bentónicos, así como algas verdes muy raras

de Halimeda, segmentos de dasycladaceae, espículas de esponja, braquiópodos, decápodos,

ostrácodos y otolitos de peces. Estos fósiles indican un ambiente marino.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

abierto, cálido, oxigenado y poco profundo con una profundidad máxima de alrededor de 30 a
50 m.

­ 23­29 m: Flujos de escombros y margas marinas. Los flujos de escombros son

formado por cantos rodados de basamento, bloques aislados de coral con Porites karstificados , conchas

bivalvos costeros (p. ej., isognomos, ostras raras) y fragmentos de coral

centimétrico a decimétrico (Tarbellastraea reussiana y rara Siderastraea

radianes).

­ 29­40 m: margas limosas con HCS arenoso plano y olistolitas, interpretadas como depositadas

en un entorno marino superior. Los oistolitos, de diámetro métrico, son redondeados

y compuesto por fragmentos de arrecifes de Porite a veces asociados con Tarbellastraea. Ellos

están empacados en una matriz fangosa, han sufrido una fuerte disolución y son

cubierto localmente con hidróxidos de hierro.

La muestra BM8B tomada de las margas oscuras (Fig. III­8B) proporcionó

nanofósiles calcáreos y foraminíferos planctónicos. La co­ocurrencia de

Globorotalia tumida (FAD = 5,72 Ma en el Océano Atlántico) y G. nepenthes

(LAD = 4,37 Ma) indica el intervalo de zona M14 ­ PL1. La presencia de C. acutus

(intervalo entre 5.32 y 5.04 Ma; Zona NN12) en la misma muestra indica una edad
Bajo Zanclean.

4. Geometría, amplitud, naturaleza y edad de la superficie de erosión en la cuenca de


Boudinar

En este estudio demostramos la presencia de una superficie erosiva en la cuenca de

Boudinar que se puede graficar a escala regional (Fig. III­1B). Interpretamos esto

discontinuidad, en la transición entre los depósitos del Mioceno pre­MSC y los depósitos marinos del Plioceno,

como correspondiente a la Superficie de Erosión Messiniense, o

MI ").

La parte norte y central de la cuenca de Boudinar está atravesada por dos grandes fallas

normales de direcciones NW­SE y NNW­SSE buzamiento hacia el este: la falla de Imessaoûdene

y Ras Tarf (Fig. III­1B, C) (Guillemin y Houzay, 1982; Azdimousa et al., 2006). Sobre

Volcán Ras Tarf en el suroeste de la cuenca, piedra caliza de arrecife de hasta 50 m de espesor

Los mesinianos se observan a una altitud de 668 m (Guillemin y Houzay, 1982). En el Ras Tarf, un

También se ha descrito una superficie plana de bajo buzamiento (<6°) que no corresponde al "MES".

a una altitud de 650 m (Maurer, 1968; Morel, 1988). De hecho, esta superficie ha sido asignada a la

Plioceno, porque los depósitos de esta edad pueden cubrir el macizo volcánico. al norte de la zona

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Falla de Ras Tarf, las diatomeas debajo de los arrecifes de Porites se encuentran a 480 my 150 m de altitud

en la región de Irhachâmene y Sidi Haj Youssef, respectivamente (Fig. III­1). En estos lugares, el

depósitos de diatomeas y margas Messinienses son truncados por el "MES" que llega a su

mayor altitud de 480 m en la región de Irhachâmene. Entre las fallas de Ras Tarf y

de Imessaoûdene, la altitud del "MES" disminuye hacia el noreste y el noroeste hasta

100­150 m (áreas desde Imessaoûdene hasta Aït Abdallah). En estos sectores, hasta 100 m

gruesos conglomerados continentales ( región de Irhachâmene) yacen en la superficie

erosión y están coronados por una superficie de transgresión marina, cubierta a su vez por

onlap por depósitos marinos del Plioceno Inferior (de Imessaoûdene ; Fig. III­5A). Al norte de

la zona de falla de Imessaoûdene, la altitud del "MES" disminuye suavemente hacia el norte

hasta 70 m a 30 m cerca de la costa actual y va por debajo del nivel del mar en Bahar

Sidi Driss (Fig. III­1B, C). En estos sectores, las diatomeas están ausentes y los depósitos marinos

del Plioceno inferior descansan directamente sobre las margas del Tortoniense superior al Messiniense

más bajo. A pesar de la geometría relativamente plana del "MES" en estos sectores,

localmente se pueden observar depresiones de baja amplitud (< 10 m) (Fig. III­6B, C,

III­8A, III­9). En estas depresiones se encuentran ya sea depósitos de margas marinas con

Olistolitos de arrecife de Porite del Plioceno inferior (Fig. III­5B), es decir, depósitos continentales

preservado (Fig. III­9). En la parte más septentrional de la cuenca, cerca de la orilla actual, las rocas

Los afloramientos volcánicos de Ras Tarf y los depósitos marinos del Neógeno están formados por carbonatos

aguas poco profundas no reconocidas en ninguna otra parte de la cuenca (Fig. III­5B).

En la parte sur de la cuenca de Boudinar, al sur de Oued Amekrâne, el "MES"

solo se puede observar al norte de la falla de Imessaoûdene. La parte superior de

Las margas mesinianas y las diatomitas aún están ausentes (Fig. III­1C) y la erosión ha alcanzado
Margas del Messiniense inferior. La superficie de erosión se encuentra a una altitud de 350 m en el

región de Megziyat y está cubierta por conglomerados continentales. Al noreste,

la altitud del "MES" disminuye a 200 m de altitud hacia Iyedderene, luego a 50 m en la región

de Oued Salah cerca de la orilla actual. Allí, el "MES" es plano y se sumerge suavemente

hacia el mar (Fig. III­1B, III­8A). En estas partes bajas, el "SS" está cubierto por el

Depósitos marinos del Plioceno inferior. Olistolitos arrecifales con Porites en las margas

Los marinos pliocenos se pueden observar a pocos metros y entre 5 a 19 m sobre el

“MES” en Iyedderene (Fig. III­7) y en la región de Oued Salah (Fig. III­8), que indica

una geometría retrógrada de margas del Plioceno (Fig. III­8A). Esta organización geométrica

depósitos en la parte sur es muy similar a la de las partes norte y central

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

de la cuenca, mientras que la altitud actual del "MES" y los depósitos continentales suprayacentes es

mayor en la parte sur que en el sector norte. Esto apoya la presencia de una falla.

normal NNE­SSW a lo largo de Oued Amekrâne (Fig. III­1B) como lo sugiere

Azdimusa et al. (2006).

Figura III­9 : Reconstrucción de la superficie de erosión Messiniense y los depósitos transgresores de Zanclean
entre “ Main Road ” y Oued Amekrâne.

El volumen de erosión ligado a la "SS" en la cuenca de Boudinar es moderado. Su geometría

el original se puede reconstruir restaurando las compensaciones de fallas (Fig. III­9). Espesor

máximo de los depósitos del Mioceno alcanza los 200 m (Fig. III­1D). Cuando los depósitos del Mioceno son

ausente debajo de los depósitos del Plioceno, un espesor máximo de 200 m de sedimentos del Mioceno ha

eliminado por la erosión antes de la transgresión marina del Plioceno. Este es el caso en la mayoría

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

al norte de la cuenca a lo largo del camino principal (“ Main Road ”; Fig. III­1B), donde las margas

del Tortoniense­Messiniense Inferior están ausentes (Fig. III­9) y los depósitos del Plioceno cubren

la base directamente. Proponemos que esta situación está de hecho ligada a la presencia de un alto

paleo­topográfica en este sector, concretamente el volcán de Ras Tarf creado entre 13,3 y

8,8 Ma (EL Azzouzi et al., 2014), por encima del cual se ubicaron los depósitos Tortono­Messiniense.

delgado o ausente. Por lo tanto, una erosión de sedimentos de menos de 200 m de espesor

Es probable la transgresión marina del Mioceno antes del Plioceno, como en otras partes de la cuenca

(Figura III­9).

Los depósitos marinos más antiguos sobre la superficie erosiva fueron previamente

considerado del Plioceno Inferior, basado en la presencia de G. margaritae (Guillemin

y Houzay, 1982; Barhoun y Wernli, 1999; Azdimusa et al., 2006). De un punto de vista

estratigráficos, los depósitos más antiguos sobre esta superficie de erosión no son marinos sino

corresponden a depósitos de conglomerados continentales progradantes. Nuestras investigaciones

información adicional sobre nanofósiles calcáreos y foraminíferos planctónicos en margas

mapas (es decir, Fig. III­4, III­7, III­8) son consistentes con trabajos previos, pero

permitir evaluar con mayor precisión la edad de los depósitos continentales ubicados entre el

MES (abajo) y margas marinas (arriba) con base en la siguiente evidencia:

­ en Megziyat, los depósitos marinos en los conglomerados continentales se correlacionan con la

Zona PL1 (intervalo de 5,32 a 5,04 Ma).

­ en Iyedderene, los depósitos de olistolita se correlacionan con la parte inferior de la Zona PL1

entre 5,34 y 5,23 Ma. Dado que los conglomerados alcanzan hasta 60 m de espesor,

se atribuyen al Messiniense Superior al Zanclean muy Inferior.

­ en Oued Salah, las margas oscuras debajo de los depósitos de olistolita se correlacionan con

Zona PL1 entre 5,32 y 5,04 Ma.

­ en Aït Abdallah, las primeras margas en los conglomerados continentales se correlacionan

con la base de la Zona PL1, entre 5,32 y 5,27 Ma. Dado que los conglomerados alcanzan

hasta 40 m de espesor, se atribuyen al Messiniense superior a Zanclean más

inferior antes de 5,27 Ma. Los depósitos marinos suprayacentes se correlacionan con la Zona PL1 y

tienen una edad de 4,37 Ma en el más joven.

La superficie de erosión regional y los conglomerados continentales suprayacentes se formaron entre

el Messiniense inferior y el Zanclean inferior ("Mesinian temprano­Zanclean más temprano"),

después de la deposición de arrecifes Porite y yeso. En el estado actual del conocimiento, es difícil

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

para identificar la ubicación inicial del yeso. Esto último podría atribuirse a fragmentos

reelaborado con yeso primario inferior (“Primary Lower Gypsum”; 5.97­5.6 Ma) (Roveri y

al., 2014a) ya que se formó antes del “MES”. Como los últimos arrecifes de Porites han

asentado hace 5,9 Ma en la vecina cuenca Melilla­Nador y en el Mediterráneo occidental (Cornée

et al., 2004; Münch et al., 2006), consideramos que la superficie de erosión y los conglomerados

Los continentes suprayacentes se formaron durante el Messiniense tardío­Zanclean más temprano.

inferior, entre 5,97 y 5,26 Ma. Esto confirma que la superficie de erosión regional en la cuenca

de Boudinar está vinculado a la Crisis de Salinidad Messiniense (“MSC”) y corresponde al “MES”

encontrado clásicamente en los márgenes del Mediterráneo (es decir, Rouchy y Caruso, 2006;

Córnea et al., 2006; Roveri et al., 2014a). Los conglomerados continentales suprayacentes, atribuidos

principalmente en el Messiniense superior, sería así contemporáneo con el "MSC" y sería

vinculado al descenso del nivel relativo del mar durante el "MSC". Arriba, la edad del primer

depósitos marinos que indican transgresión marina en la cuenca de Boudinar es ahora

resultó ser Zanclean inferior en el intervalo de 5,32 a 5,26 Ma (inicio de la Zona PL1). Dentro

los sectores donde los depósitos marinos están directamente sobre las margas del mioceno, el "MES"

es bastante plano y se hunde suavemente hacia el norte. Proponemos que el "MES" estuvo ahí

remodelado durante la transgresión marina al final de la Crisis, como lo ilustra la superficie de

Transgresión de Zanclean (ZTS) en la parte superior de los conglomerados continentales (Fig. III­5A, III

6A). Esto puede explicar la geometría principalmente plana de esta superficie en la cuenca de

Boudinar (Fig. III­9), por lo que no fue identificado previamente. El "MES"

por encima de los depósitos marinos del Mioceno es, por lo tanto, una superficie compuesta y diacrónica,

correspondiente a una superficie de erosión formada durante el bajo nivel del mar Messiniense o a

una superficie de transgresión marina del Plioceno relacionada con la inundación marina basal de Zanclean. Este

resultado es importante para estudios sobre perfiles sísmicos en el mar, cerca de la cuenca de

Boudinar donde no hay perforaciones disponibles.

V. DISCUSIÓN

1. La superficie de erosión del Messiniense en Marruecos y en la cuenca de Alborán

En la costa marroquí, el "MES" presenta dos morfologías diferentes en función de su

ubicación en relación con las diferentes zonas estructurales de la cadena rifeña, y más,

de la litología del material erosionado.

En las zonas exteriores del Rif oriental, el "MES" se ha descrito sólo en la cuenca del

Melilla situada al este de la cuenca de Boudinar (Fig. III­10). En este lugar (es decir, Melilla), el "MES"

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

corresponde a una superficie de erosión de inmersión de ángulo bajo que trunca margas y arrecifes

Messinienses y que está cubierto por las margas marinas del Zancléan basal (Cornée et al., 2006).

También se observaron pequeños paleo­valles cortando los depósitos pre­MSC (Cornée y

al., 2006). Sin embargo, en áreas donde esta superficie es plana, parece muy similar

a la de la cuenca de Boudinar interpretada como una superficie de abrasión marina de Zanclean

inferior que volvió a ocupar la superficie de erosión desarrollada previamente, tras la caída del

nivel del mar durante el “MSC” (Fig. III­9). Por lo tanto, consideramos este

la superficie no se forma en condiciones subaéreas. En este sector del Rif, durante la

Bajo nivel del mar Messiniense, la erosión se produjo principalmente en las cuencas del Neógeno

atravesado por paleo­ríos (o paleo­wadis). La geometría original del "MES" fue

luego reelaborado localmente y suavizado durante la transgresión de Zanclean. no observamos

no hay grandes valles incisos como los que se ven en otras partes del Mediterráneo (por ejemplo,

Valle del Ródano; Clauzon, 1982) y la cantidad de depósitos neógenos erosionados es aún baja

(< 200 m en la cuenca de Boudinar).

Figura III­10 : Batimetría del Mar de Alborán (GMRT grid v.2.6, GEOMAP) y principales estructuras asociadas al
"MSC" (de Comas et al., 1999; Estrada et al., 2011). WAB: Cuenca del Alborán Oeste (“cuenca del Alborán
Oeste”); SAB: cuenca sur de Alborán (“cuenca sur de Alborán”); flechas rojas: clinoformas deltaicas del Zanclean
inferior (Martinez­Garcia et al, 2012).

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Las cuencas de Boudinar y Melilla son la parte emergida de la cuenca Sur de Alborán (SAB

; Higo. III­10), que constituye uno de los principales depocentros plio­cuaternarios del mar de Alborán,

con aproximadamente 3000 m de sedimento (Comas et al., 1999). En alta mar, el sitio ODP (979) perforó hacia el sur

de la Cordillera de Alborán ("Cerma de Alborán"), penetró hasta 581 m y no alcanzó el "MES"

ubicada, según investigaciones sísmicas, alrededor de los 620 m de profundidad (Comas et al,

1999; Martínez­García et al., 2012). La profundidad actual del "MES" está parcialmente ligada a

hundimiento posterior al Messiniense, como lo indican las altas tasas de sedimentación durante el

Pleistoceno (200 m/Ma) y Plioceno Superior (181­194 m/Ma). Este hundimiento es

contemporáneo con el levantamiento de las fronteras, incluida la cresta de Alborán en la frontera norte

cuenca (Comas et al., 1999). Se ha producido una deformación plio­cuaternaria extensiva a transtensiva.

producidos en toda la cuenca costa afuera (Comas et al., 1999; Mauffret et al., 2007; Martinez­García

et al., 2012), como en tierra (Morel, 1988). Por lo tanto, el "MES" offshore de la "SAB"

es actualmente más profunda en comparación con su situación al final del "MSC". Costa afuera desde

Cuenca de Boudinar y Melilla, el “MES” (reflector M, Fig. III­11 ; Martinez­García et al.,

2012) muestra dos morfologías principales. Por encima de los puntos altos del zócalo, se

corresponde a una superficie irregular y marcada de erosión. Por encima de las cuencas del Mioceno,

corresponde a una superficie de erosión por inmersión de ángulo bajo (<6°), con configuraciones

similares a las observadas en tierra: una superficie inclinada, plana, lisa, con raras incisiones

y muy localizada, y concordante con las unidades sísmicas subyacentes (Mauffret et al., 2007

; Martínez­García et al., 2012). Se cree que los depósitos continentales se depositaron antes de la

transgresión marina del Zanclean (Martinez­García et al., 2012) pero no hay grandes incisiones. Cerca de

Boudinar y Melilla, el "MES" está cubierto por unos 400 m

sedimentos interpretados como deltas progradantes desarrollados en el margen marroquí

(Figura III­10) ; se considera que su edad es Baja Zanclean mayor de 4.57 Ma (unidad

sísmica P4; Martínez­García et al., 2012). Tales depósitos pueden ser considerados

parte offshore de los depósitos estudiados en tierra en la cuenca de Boudinar. En este lugar,

Conglomerados continentales del Messiniense tardío y depósitos deltaicos marinos de Zanclean

menores mayores de 4,37 Ma cubren el "MES".

En las áreas internas del Rif occidental, al oeste de Boudinar, las cuencas del Neógeno

más alto probablemente no existió y principalmente las rocas metamórficas son

exhibido. La exhumación final de rocas metamórficas probablemente ocurrió cerca

la transición Serravalliense­Tortoniense y la sedimentación se reanudaron a principios del Plioceno ("primera

Plioceno”) (Cornée et al., 2014; Romagny et al., 2014). En el Rif occidental, el "MSC" ha

conduce a la formación de paleo­valles estrechos y profundos que alcanzan algunas decenas de

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

kilómetros de longitud y que fueron transformadas en rías durante la transgresión marina del

Bajo Zanclean (Wildi y Wernli, 1977; Loget y Van Den Driessche, 2006; Cornée et al.,

2014). Estos paleo­valles constituyen la parte más proximal (es decir, en dirección a la tierra) del

sistema erosivo del "MSC" en la Cuenca de Alborán Oeste (WAB; Fig. III­10) y el tamaño

de sus cuencas hidrográficas terrestres era más pequeña que la de los wadis actuales (Wildi y Wernli,

1977; Loget y Van Den Driessche, 2006). Entre los paleo­valles, superficies planas

sumergiendo suavemente hacia el centro de la WAB se encuentran y se ha demostrado que son superficies

abrasión marina del Plioceno Inferior (Cornée et al., 2014).

Figura III­11 : Sección sísmica interpretada a través de la dorsal Oeste­Alborán y la cuenca Sur de Alborán (Martínez
García et al., 2012).

Mar adentro, algunos cañones submarinos extienden paleo­valles observados en tierra,

(Estrada et al., 2011). Este sistema de erosión considerado de la misma edad que el "MSC" es causado

por erosión subaérea durante la Crisis y antes de la fase transgresora (eg, Blanc, 2002;

Loget y Van Den Driessche, 2006; García­Castellanos et al., 2009; Estrada et al., 2011). EL

WAB muestra muchas diferencias con SAB: su tamaño es mucho mayor

grande, sus principales características de erosión cuesta abajo ocurrieron en relación con el MSC

(eg, Estrada et al., 2011) y estaba conectado por el este con la cuenca balear (Fig. III­10). Además, el

margen sur terrestre del WAB (zonas internas del Rif) parece haber quedado emergido

durante el Mioceno Tardío, mientras que el margen sur terrestre del SAB registró

sedimentación marina y hundimiento durante el mismo período. Tales diferencias en el

marco tectónico, zonas hundidas versus zonas estables o exhumadas, también puede

explicar las diferencias observadas en los dispositivos de erosión durante el MSC entre los

zonas occidental y oriental de la margen sur de Alborán.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Finalmente, también cabe señalar que el SAB está ubicado en la boca este del corredor.

Rifain que habría surgido alrededor de 6 Ma (Krijgsman et al., 1999b). Sin embargo,

conexiones marítimas reducidas por este corredor no pueden ser completamente excluidas al menos

hasta aprox. 5,8 Ma, ya que en la cuenca de Melilla se encuentran yacimientos marinos de esta edad

(Cornée et al., 2002). Del mismo modo, las conexiones marítimas a través de otros corredores rifeños podrían

existen (Flecker et al., 2015), como sugiere el registro completo de Messiniense en

la cuenca del Guadalquivir (SO de España; Pérez­Asensio et al., 2013). Esta posición particular

del SAB, su carácter subsidente, así como su relativo aislamiento de otras partes

del Mar de Alborán, pudo haber favorecido la persistencia de condiciones marinas posteriores

que en cualquier otro lugar de la zona de Alborán. Esto habría llevado a una reducción en la erosión del margen,

especialmente en la parte actualmente emergida del margen.

2. La transgresión menor de Zanclean

Los depósitos continentales más antiguos encontrados por encima del "MES" en la cuenca de

Boudinar están localizados, con abanicos aluviales del Messiniense superior y depósitos lacustres

(Figura III­9). Interpretamos estos depósitos como marcadores de "MSC", ya que

se forman durante el Messiniense Superior y por encima del "MES", de acuerdo con

Azdimusa et al. (2006). Estos depósitos continentales pueden corresponder a depósitos clásticos

del “Lago Mare” perteneciente a la etapa 3 del “MSC” (5.55­5.33 Ma; Roveri et al., 2014a)

(Figura III­12). Además, los abanicos aluviales reelaboran algunos arrecifes de Porite y yeso

(selenita). Tales bloques de yeso también se han encontrado en otras partes del Mediterráneo.

(Roveri et al., 2001; Manzi et al., 2005; Roveri et al., 2008a, b; Karakitsios et al., 2013). Ellos

indican que el yeso se depositó localmente en las cuencas marginales del Mar del Sur

Alborán durante el Messiniense Superior, como en el margen norte del Mar de Alborán en

España, pero fueron erosionados durante el "MES" en las cuencas marroquíes.

Sobre los depósitos continentales se registra una transgresión marina en la transición entre

Messiniense y Plioceno. La parte inferior de los depósitos pliocenos muestra onlaps

depósitos sucesivos de aguas poco profundas, por encima de los depósitos continentales y el "MES"

(Fig. III­5A, III­6A, III­8). Los depósitos más bajos de Zanclean tienden

transgresivo, pasando de facies costeras a facies costa afuera (p. ej., Fig. III­4, III­5A, III­6A,

III­8). Este semiciclo alcanza un espesor máximo de 30 m en Saïda. consideramos que

esta transgresión es contemporánea al llenado de la cuenca al final del "MSC", porque el

los ambientes de depósito indican un cambio de un ambiente costero a un ambiente marino

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

de alta mar, con un cambio batimétrico superior a 80 m. Esta amplitud excede

la amplitud de los cambios globales del nivel del mar durante la zona de Foraminíferos PL1
(Miller et al., 2011) (Fig. III­12).

Figura III­12 : Resumen de la evolución de la cuenca de Boudinar desde el Messiniense hasta el Zanclean.

Proponemos así que la organización sedimentaria observada corresponde a la inundación


Zanclean al final del "MSC". Dado que la transgresión está claramente registrada por

decenas de metros de sedimento, indica que al menos el final de la inundación no fue


repentino pero gradual, probablemente durante períodos de energía hidrodinámica

alto como lo demuestra la reorganización de los "MES" en toda la cuenca de Boudinar y


costa afuera. En nuestra zona de estudio, la transgresión se inició durante la parte baja

de la zona de foraminíferos PL1 (en el intervalo de 5.32 a 5.26 Ma), y el máximo


transgresor se alcanzó durante la zona PL1, antes de 5,04 Ma. Este resultado está de acuerdo con

las obtenidas del margen sur del Mar de Alborán, en la cuenca de Melilla
situado al este de Boudinar (Cornée et al., 2006) y en las rías pliocenas de las zonas internas

situado más lejos en el Rif occidental (Cornée et al., 2014).

En la cuenca de Melilla se han identificado dos ciclos sedimentarios principales durante la


zona PL1. El ciclo inferior probablemente comenzó durante el Messiniense tardío hasta
PL1 inferior, y la superficie máxima de inundación se ubicó a unos 15 m por encima

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

el "MES". En las rías pliocenas de las zonas internas del Rif, dos ciclos sedimentarios

conglomerados (conglomerados continentales) se produjeron por encima del "MES" y

antes de la inundación máxima de Zancléan (Cornée et al., 2014). En las Béticas, entre Málaga

y Gibraltar, también se ha producido la restauración de las condiciones marinas abiertas

gradualmente durante los primeros 0.1 Ma del Zanclean (Guerra­Merchan et al., 2014). Dentro

otros sectores de las Béticas, depósitos o secuencias costeras del Plioceno inferior

transgresores fueron depositados inmediatamente encima del "MES" y pasan

gradualmente a margas de mar abierto (eg, Caracuel et al., 2004; García­García et al.,

2011). Una evolución similar también se registra en la transición Mioceno­Plioceno en

todo el Mediterráneo occidental (p. ej., Roveri et al., 2014a) (Fig. III­12). Sin embargo, algunos

Los estudios también han propuesto que las inundaciones posteriores a MSC comenzaron durante el Messiniense.

terminal (Pérez­Asensio et al., 2013; Do Couto et al., 2014; Clauzon et al., 2015).

3. ¿Existen ciertas conexiones marítimas entre el Atlántico y el Mediterráneo?

persistió durante el “MSC”?

Durante el Mioceno, las conexiones entre el Mediterráneo y el Océano Atlántico se realizaron por

corredores marinos a través de las cordilleras Bética y Rifaina (p. ej., Benson et al., 1991; Braga y

al., 2006) (Fig. III­10). El Estrecho de Gibraltar generalmente se considera cerrado en este momento.

(por ejemplo, Hsü et al., 1973; Blanc, 2002; Loget y Van Den Driessche, 2006; García­Castellanos

et al., 2009). El inicio de la "MSC" en las cuencas periféricas en relación con la

cierre de estos dos principales corredores marinos, ahora está bien calibrado en 5,97 Ma

(Manzi et al., 2013).

Entre 5,97 y 5,6 Ma (etapa 1 del “MSC”; Roveri et al., 2014a) (Fig. III­12), las conexiones

fueron restringidas pero no completamente interrumpidas, lo cual se evidencia en la persistencia de

faunas de mar abierto en las margas intercaladas con los yesos de Yesares de la cuenca de

Sorbas (eg, Saint Martin et al., 2000) y por depósitos marinos hasta 5,8 Ma en la cuenca de

Melilla (Cornée et al., 2002). El siguiente intervalo corto (5,60 a 5,55 Ma)

correspondiente al apogeo del "MSC" (etapa 2 de Roveri et al., 2014a) estuvo marcada por la

caída en el nivel de base del Mediterráneo, el desarrollo del "MES" y el establecimiento

gruesas evaporitas en las partes más profundas de las cuencas (Lofi et al., 2011b).

Luego, la sedimentación principalmente continental ocurrió entre 5.55 y 5.33 Ma

en las cuencas periféricas con depósitos clásticos y facies “Lago Mare” (etapa

3 de Roveri et al., 2014a), antes de la etapa de llenado que marca el final del “MSC”.

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

Sin embargo, otros autores proponen que la restauración de las condiciones marinas ha

producido antes, durante el Messiniense Superior (Martín y Braga, 1994; Riding et al., 1998;

Aguirre y Sánchez­Almazo, 2004).

Según nuestros estudios en la cuenca de Boudinar y los resultados obtenidos en la cuenca de Melilla

(Cornée et al., 2002) y en el oeste de Argelia (Moissette y Pouyet, 1987), estamos a favor

la hipótesis de la persistencia de conexiones marinas, más o menos continuas, a través del corredor

Rifain propuesto por Pérez­Asensio et al. (2013) y Roveri et al. (2014b). estas conexiones

no puede existir a través de la cuenca de Boudinar donde se emplazan depósitos continentales.

lugar durante el "MSC". Además, en la boca norte del Corredor Sud Rifain y en

En la costa de Boudinar, el "MES" no muestra ningún paleo­valle importante. La mayoría de la fauna

Los bentónicos de Messiniense también se encuentran en depósitos del Plioceno inferior en Marruecos.

y en Argelia (p. ej., briozoos: David y Pouyet, 1985; Moissette y Pouyet, 1987; El Hajjaji,

1992 ; moluscos: Ben Moussa, 1994). Esto también ha sido propuesto en el campo

Alborán de asociaciones de peces (Gaudant, 1978; Carnevale et al., 2008),

equinoideos (Néraudeau et al., 2001), foraminíferos bénticos (Goubert et al., 2001) y

vermétidos (Calvo et al., 2015). Al menos el SAB podría haber funcionado en una piscina encaramada

durante la fase de caída. Sin embargo, las conexiones marinas con el Messiniense Superior, con

a través de algunos de los Corredores Béticos no puede eliminarse por completo (Husing et al.,

2010), ni a través del Estrecho de Gibraltar.

Esta interpretación tiene implicaciones para los registros sísmicos en

Cuenca de Alborán en alta mar. De hecho, los marcadores del “MSC” en esta cuenca consisten

en una superficie de erosión extendida ("MES"), con depósitos caóticos localizados interpretados

como depósitos de flujo másico (Estrada et al., 2011). El "MES" se considera

como una superficie poligénica y diacrónica (eg, Estrada et al., 2011) resultante de la acción

combinación de erosión subaérea durante la fase de bajo nivel del mar y erosión

subacuático durante el llenado catastrófico de la cuenca de Zanclean, que provocó una

incisión mayor en la parte central de la pelvis (García­Castellanos et al., 2009) (Fig. III­10).

Debido a la ausencia de la sucesión evaporítica clásica (incluyendo la gruesa capa de

sal) observada en la cuenca Liguro­Provenzal o Argelia (Lofi et al., 2011a, b), la

de Alborán puede considerarse como una cuenca de profundidad intermedia (sensu Roveri y

al., 2014a), menos profunda que las zonas Liguro­Provenzal y Argelia durante el

“MSC”. Tal fisiografía, asociada a las persistentes entradas atlánticas, habría permitido

el mantenimiento de unas condiciones marinas normales, que permitan a la fauna mediterránea

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

mioceno para sobrevivir. Sin embargo, no se sabe si la Cuenca de Alborán (SAB) estuvo colmatada durante

la Crisis, como cuenca intermedia entre el Océano Atlántico y la cuenca argelina. Si tal

existiera un umbral, probablemente se situaba en la parte oriental de la cuenca de Alborán, pero este

necesita ser aclarado. Sugerimos tentativamente que la inundación de Zanclean requiere, al

tiempos, la ruptura del Estrecho de Gibraltar y este sillón alborán oriental si existiera.

VI. RECOMENDACIONES

La cuenca de Boudinar situada en Marruecos, aporta nueva información fundamental

sobre la crisis de salinidad del Messiniense en el mar de Alborán:

­ Se depositaron yesos (¿PLG?) en el margen sur del Mar de Alborán durante la

Messiniense superior, pero fue erosionado durante el "MSC".

­ La superficie de erosión Messiniense se describe aquí por primera vez. ella fue entrenada

durante el “MSC” en condiciones subaéreas. Su geometría original no está bien

preservado solo localmente, cuando está cubierto por depósitos continentales. A

un máximo de 200 m de depósitos del Mioceno fue erosionado durante el MSC.

­ Por encima de la superficie, localmente se emplazan abanicos aluviales y lagos.

durante el Messiniense superior, antes de una inundación marina en 5,3 Ma. La superficie de

transgresión (superficie de transgresión de Zanclean, ZTS) desarrollada sobre la base

metamórficas, sobre depósitos continentales del Messiniense superior o sobre sedimentos

navegantes pre­MSC (Tortonian a Lower Messinian). En el último caso, el "MES" tiene

sido reocupado y allanado durante la transgresión de Zanclean, y debe ser considerado

como una superficie poligénica.

­ Las inundaciones marinas posteriores al MSC fueron graduales y no catastróficas. Los depósitos de

Zanclean de la parte baja de la zona PL1 están onlap en todos los depósitos

precedentes y se encontró una superficie máxima de inundación en varias decenas de


metros por encima del "MES".

Los dispositivos morfológicos del "MES" observados a lo largo de la costa marroquí parecen

relacionarse primero con las diferencias en el contexto tectónico entre el WAB y el SAB durante el

Tortoniense­Plioceno. Hacia el oeste (WAB), las áreas internas de la cordillera del Rif eran estables o

elevada, mientras que al este (SAB) las zonas exteriores se vieron afectadas por hundimientos. EL

diferencias en las litologías de los terrenos erosionados durante la MSC entre estos dos sectores

parecen tener solo un efecto menor en las características erosivas del Messiniense superior (MES).

Por otra parte, esta diferencia litológica es un factor determinante para el desarrollo de la

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Capítulo III: La superficie de erosión del Messiniense y el reinundamiento plioceno en el dominio de Alborán

“ZTS”. De hecho, el "MES" fue reelaborado intensamente durante la fase de inundación.

en áreas correspondientes a las cuencas del Mioceno (Rif oriental, áreas externas) y el

La actual transición Mioceno­Plioceno corresponde principalmente a la "ZTS". El "MES" es

conservada sólo en las partes más proximales de las cuencas (onshore), donde se

cubiertos por depósitos continentales. Dichos dispositivos también se identifican en alta mar.
de la cuenca de Boudinar.

Las condiciones marinas pueden haber persistido al menos en el "SAB" durante el "MSC"

y pueden haber existido conexiones marinas entre el Mediterráneo occidental y el Atlántico,

al menos episódicamente durante este intervalo de tiempo. Estas conexiones pueden tener

existía principalmente a través del Corredor Sud Rifain, aunque las conexiones a través del Corredor

No se puede excluir la Bética o el Estrecho de Gibraltar. Esto es compatible con un

inundaciones graduales y no catastróficas del Mediterráneo occidental durante el

Bajo Zanclean, después de la caída del nivel de base del Mediterráneo. Así, el "SAB" puede

actuó como una cuenca intermedia durante el "MSC", pero esta hipótesis requiere

otros estudios, en particular basados en correlaciones onshore­offshore.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

CAPÍTULO IV:

ESTUDIO SEDIMENTOLÓGICO DE LOS DEPÓSITOS DE LA

MESINIANO SUPERIOR­PLIOCENO INFERIOR

DE LA CUENCA DE BOUDINAR

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

I. INTRODUCCIÓN

Esta parte del trabajo se basa esencialmente en observaciones de campo y en la

descripción de las facies, con el fin de reconstruir la geometría y la cronología relativa de los diferentes

objetos y cuerpos sedimentarios encontrados.

El análisis de las facies sedimentarias utilizado en este trabajo consiste en describirlas a partir de

observaciones macroscópicas. Para ello se plantearon varios cortes detallados, distribuidos

sobre toda la cuenca. Los afloramientos se eligieron teniendo en cuenta los mayores

espesor posible como estándar en cada sector.

La descripción de las facies se basa en una síntesis de las observaciones macroscópicas ilustradas

por fotografías. Tiene en cuenta varios criterios:

­ criterios litológicos tales como composición petrográfica, tamaño de grano,

textura y estratonomía (grosor y relieve de lechos, organización de capas, límites

bancas superior e inferior);

­ indicadores de actividad biológica tales como ensamblajes fósiles (naturaleza de

fósil, tamaño, estado de conservación) o la presencia de bioturbaciones o perforaciones;

­ marcadores hidrodinámicos registrados por estructuras sedimentarias (lecho,

banco de figuras básicas…);

­ la presencia de fenómenos químicos y diagenéticos;

­ la presencia de elementos particulares (carbón, rastros de raíces, etc.).

La interpretación de facies se hace en primer lugar en términos de proceso sedimentario. los ambientes
luego se determinan a partir de las vistas de las asociaciones de facies verticales y laterales.

Finalmente, después de haber definido los ambientes de depósito, los ambientes sedimentarios son

reconstituida gracias a las evoluciones laterales observadas en todas las secciones. Modelos

luego se ofrecen depósitos.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

II. ANÁLISIS FACIAL

Se definen 26 facies en 13 secciones, distribuidas a lo largo de la cuenca (Fig. IV­1, tabla 1). EN

La sedimentación de Boudinar es esencialmente silicoclástica con algunos niveles

gaseado. La subdivisión de los medios utilizados es la descrita para los sistemas

siliciclásticos por Walker y Plint (1992) basados en la posición relativa a la línea de costa

(“orilla”), complementada para las áreas de playa trasera por la clasificación de Zonneveld et al.

(2004) (Figura IV­2).

Figura IV­1 : Mapa de ubicación de los tramos estudiados. A) Irhachâmene, B) Megziyat, C) Tizza, D) Saida, E)
Ouest­Tizza, F) Aït Abdallah, G) Imessaoûdene, H) Oued Amekrâne (1), I) Ijetti, J) Tassensach, K) K. El borj, L) Oued Amekrâne (2),
M) Sidi Drîs.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Cortar Coordenadas GPS

Cumbre : N35°11'12''; O 3° 39' 48''

A) Irhachamene 498m
Base : N35° 10' 9.1''; O 3° 34' 25''

B) Megziyat 301m
Base : N35°; O 3°

C) Tizza
Base : N35° 12' 3,76''; W 3° 38' 6.78''

D) Saida 112 m
Base : N35° 13' 0,55''; W 3° 39' 5.7''

E) Oeste de Tizza 258 m


Base : N35° 14' 25,8''; O 3° 40'51.4''

F) Ait Abdallah Base


de 135 m : N35° 12' 5,56''; W 3° 37' 15.9''

G) Imessaouden 131 m
Base : N35° 12' 32,3''; O 3° 35' 25''

H) Oued Amekrané (1) 67 m


Base : N35° 13' 50''; O 3° 36' 37,9''

yo) Ijetti 126m


Base : N35° 13' 44''; O 3° 36' 48''

J) Tassensach 70m

Cumbre : N35° 13' 46.1''; W 3° 37' 19.5''

Base
de 250 m : N35° 14' 58,6''; O 3° 39' 39.6''

K) K. El borj 88m
Base : N35° 12' 57''; O 3° 34' 33''

L) Oued Amekrané (2) Base


de 54 m : N35° 14' 52,7''; W 3° 37' 25.8''

M) Sidi Dris 54m

Tabla 1 : Coordenadas GPS de los diferentes tramos estudiados.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­2 : Diagrama de zonación de ambientes marinos. Modificado de Walker y Plint (1992) y Zonneveld et al. (2004). FWWB:
base de onda de buen tiempo. FWB: base de onda de tormenta.

Figura IV­3 : Facies F1. a) vista general que muestra olistolitos de yeso contenidos en una matriz de arcilla gris. b, c) vista de detalle
de bloques de yeso (Selenita).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

1. Facies F1: facies caóticas con olistolitos de yeso

Descripción

Esta facies caótica está bien conservada en Aït Abdallah, consiste en olistolitas de yeso.

(selenita) decimétrica a métrica contenida en arcillas grises (Fig. IV­3 a, b, c). El se

se desarrolla en depresiones plurimétricas directamente sobre la superficie de erosión

Messiniense (“MES”). No se observa estructura sedimentaria o clasificación.


en esta facies.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de los bloques, la ausencia de clasificación, de estructuras sedimentarias y la abundancia

de la matriz arcillosa indican una dinámica gravitacional. Esta facies está relacionada con

flujos másicos subaéreos (“subaerial mass­flow”; Nemec y Steel, 1984) que

desarrollarse en los paleo­huecos creados por la superficie de erosión Messiniense.

2. Facies F2: conglomerado mal clasificado con una matriz arcillosa­limosa blanca

Descripción

Se presenta en forma de bancos multidecimétricos con métricas consolidadas, en forma horizontal

en capas, con bases débiles o no erosivas (Fig. IV­4 a).

La mayoría de los elementos son centimétricos (3 a 8 cm), bien redondeados, cementados y sin

nivelación u orientación con unos pocos bloques grandes dispersos. la matriz es

arcilla o arenisca ligera (Fig. IV­4 c). Episodios alternos de lodo y menos

se observan episodios fangosos y gruesos a finos (Fig. IV­4 a, b). En algunos casos,

se encuentran niveles con una matriz dominante en relación a los elementos (Fig. IV­4 c).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La organización de esta facies en lechos conglomeráticos con matriz arcillosa o arenisca

muestra una hidrodinámica débil e indica depósitos por flujos de escombros

subaéreo ("flujos de escombros"). Los niveles dominantes de la matriz arcillosa se interpretan

como flujos de lodo.

El tamaño de grano, el desorden y la falta de orientación de las partículas sugieren

flujos de detritos cohesivos y no cohesivos alternos (Costa y Williams, 1984;

Mayor, 2003; Talling et al., 2012).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

La arquitectura general de estos depósitos recuerda a la de los "Flujos de sedimentos por gravedad, SG", descritos

por Miall, (1985). Según este autor, este elemento está formado principalmente por flujos

escombros y el mecanismo de flujo de sedimentos es por gravedad.

Figura IV­4 : Facies F2. a, b) vista general del lecho que contiene un lente conglomerático ligeramente erosivo con elementos más
gruesos y abundante matriz arcillo­arenisca. c) detalle de conglomerados gruesos con abundante matriz de arenisca fina.

3. Facies F3: conglomerado cementado con matriz microconglomerática

Descripción

F3 está organizado en lechos multidecimétricos, mostrando geometrías lenticulares con bases

erosiva (Fig. IV­5a, b). Los elementos son de tamaño variable con una mayoría entre 5 y 15

cm, redondeadas a subangulares, mal clasificadas y sin orientación. Están aislados en una matriz.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

micro­conglomerático (soporte clástico) consolidado y muy abundante en comparación con

( Fig . IV­5 c, d).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de los elementos, el desorden, la falta de orientación de las partículas y la

el soporte clástico indica depósitos por flujos de escombros.

Esta facies está asociada a la facies descrita anteriormente (F2). Es diferente a este

por la geometría lenticular, el tamaño de los elementos y el soporte clástico. La facies F3 es

interpretado como depósitos de "láminas de grava difusa ", descrito por Hein y Walker (1977),

que consisten en pequeños lóbulos de flujos de escombros que ocurren durante períodos

el más mojado.

Figura IV­5 : Facies F3. a, b) Descripción general de la erosión de lentes de conglomerado grueso. c, d) detalle de conglomerados
gruesos con abundante matriz microconglomerática.

4. Facies F4: arenisca estratificada con guijarros ligeramente entrelazados

Descripción

Esta facies se encuentra en la parte superior de las facies anteriores (F2, F3). Corresponde a los niveles

decímetros de geometría lenticular, formada por areniscas amarillas de espesor medio y

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

laminados En estos se observan algunos cantos rodados dispersos, alineados y ligeramente superpuestos.

depósitos (Fig. IV­6 a, b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El carácter estratificado de las areniscas, sus geometrías y posición en la parte superior de las facies F2 y F3, la

Los guijarros dispersos y anidados indican una deposición episódica por las corrientes. Estos últimos

se deben a la disminución de las corrientes de tracción y ocurren hacia el final de los eventos

gravedad.

Figura IV­6: Facies F4. a) vista general que muestra las areniscas de facies F4 en la parte superior del lecho conglomerático de facies
F2. b) vista detallada de la facies F4 que muestra areniscas estratificadas con cantos rodados aislados e imbricados.

5. Facies F5: caliza lutita compacta

Descripción

Esta facies, encontrada en el centro de la cuenca (Oued Amekrâne 2), presenta bancos

centímetros a decímetros de piedra caliza de lutita, intercalada en niveles margosos del

facies F6 . Las calizas se encuentran en forma de lechos duros en plaquetas que presentan

laminaciones horizontales con intercalaciones de lechos de yeso fino (Fig. IV­7 a, b). faunos

y la flora son muy raras, con algunos pequeños mohos internos de gasterópodos ,

ostrácodos, bivalvos de finas pruebas y oogonias carófitas.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La textura de esta facies atestigua condiciones de sedimentación tranquilas, en un área protegida

actividad de las olas La abundancia de lutitas calizas indica que el modo principal

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

la sedimentación fue la suspensión (Massari et al., 1993). Este carácter protegido, la presencia

algunos cristales de yeso y el ensamblaje de fósiles permiten interpretar esta facies

como característico de un medio esencialmente lacustre. Según Flügel E. (2004), la

ambientes protegidos detrás de barreras de playa, con salinidades variables, son sitios

propicio para la deposición de sedimentos finos formando "lutita", con una baja diversidad de
fauna silvestre.

Figura IV­7: Facies F5. a, b) vista detallada de calizas de lutitas laminadas.

6. Facies F6: margas grises laminadas con lentes conglomeráticos erosivos

Descripción

Esta facies se encuentra en el centro de la cuenca (Oued Amekrâne 1, Oued Amekrâne 2). Él

corresponde a niveles margosos grises plurimétricos (F6 a) que contienen intercalaciones de

conglomerados centimétricos a decimétricos y lechos de areniscas con bases erosivas (F6 b)

alternando con calizas de facies F5 (Fig. IV­8 a).

Las margas están laminadas y la fauna y la flora son muy escasas allí, con algunos pequeños mohos

gasterópodos internos, ostrácodos y fragmentos de bivalvos finos. sin escombros

en los residuos de lavado no se encontró fauna netamente marina (foraminíferos,

briozoos, equinodermos, pectínidos…).

Los elementos del conglomerado están contenidos en una abundante matriz arenisca o arcillosa,

con clasificación normal (Fig. IV­8 b) o sin clasificación. pequeños bancos

Se observan areniscas homogéneas bien cementadas (Fig. IV­8 c).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­8 : Facies F6. a) alternancia de margas grises laminadas (F6 a) y lutitas calizas (F5). b) margas grises (F6 a) intercaladas
con lechos conglomeráticos erosivos que muestran una granulometría normal (F6 b). contra)
alternancias de margas (F6 a), lutitas calizas (F5) y areniscas erosivas homogéneas (F6 b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Esta facies está asociada a calizas lacustres (F5). El ensamblaje de fósiles, la ausencia

de fauna y flora puramente marinas así como la dominancia y el importante espesor de las margas

permiten interpretar esta facies como característica de un ambiente lacustre.

La abundancia de soporte matricial, la mala clasificación y la textura mal ordenada de los bancos.

conglomerados así como sus geometrías lenticulares y sus bases erosivas indican

depósitos episódicos por flujos de gravedad submarinos (Nemec, 1984; Postma, 1984).

La presencia de niveles de arenisca testimonia una dinámica temporal de crecidas instaurada

desbordamientos (“crevasse splay”) que transportan materiales finos al lago. esto se enfrenta

(F6) está por lo tanto relacionado con depósitos finos en un ambiente lacustre con influencia de la gravedad

episódico.

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7. Facies F7: conglomerados y areniscas gruesas con estratificación oblicua arqueada

("a través de estratificación cruzada")

Descripción

Esta facies está bien desarrollada en la parte sur de la cuenca (Irhachâmene, Tizza, Ouest­Tizza,

Megziyat). Corresponde a niveles conglomeráticos de espesor métrico en

plurimétrica y de varios metros de ancho. Esta facies se puede subdividir en dos sub
facies F7a y F7b .

Sub­facies F7 a : Esta sub­facies está bien expuesta en Ouest­Tizza (Fig. IV­9 a) y Tizza (Fig.

IV­9 b, c). Está organizado en unidades métricas de espesores (2 a 10 m) y anchos

Plurimétricas, con bases erosivas que se superponen entre sí (Fig. IV­9 a, b). Su

el relleno sedimentario consiste en conglomerados medianos bien redondeados y areniscas

brusco. Estratificaciones oblicuas arqueadas (“estratificación cruzada en canal”) (Fig. IV­9 a, b)

y los grados normales son comunes en estos depósitos. Estas estratificaciones oblicuas

a gran escala (megáridos actuales) indican una dirección de la paleocorriente dirigida hacia el Norte
o el noreste.

Sub­facies F7 b: esta sub­facies se desarrolla por encima de la facies F7 a. corresponde a

unidades de conglomerado aisladas que muestran geometrías lenticulares, en espesores métricos

y anchos plurimétricos (2 a 10 m), alternando con los conglomerados y areniscas rojas del

facies F8 b (Fig. IV­9 c). El relleno sedimentario está formado por finos conglomerados, aunque

redondeada, contenida en una matriz de arenisca roja gruesa. La estructura interna de estas unidades.

muestra ropa de cama oblicua arqueada.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La granulometría de estos depósitos, predominantemente de partículas gruesas (cantos rodados, gravas y areniscas

grueso), la ausencia de sedimentos finos (arcillas), los elementos bien redondeados y ordenados y la

Los grados normales son característicos de los depósitos fluviales.

La geometría de estos depósitos canalizados, las bases erosivas y las estructuras internas

(estratificaciones y lechos, mega­ondas de corrientes) dan testimonio de las condiciones de los depósitos por

corrientes unidireccionales en el dominio fluvial. Estos depósitos se interpretan como

relleno de canales fluviales en trenzas amalgamadas (F7 a) o individuales (F7 b) (Miall,

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

1977, 1996; Mrakovich y Coogan, 1974). Estratificaciones oblicuas arqueadas y Megarides

de corriente indican una dirección de la paleocorriente orientada del Sur­Oeste al Noreste.

Figura IV­9 : Facies F7a y F7b . a, b) descripción general de conglomerados y areniscas con estratificación oblicua arqueada
("estratificación cruzada en canal") (F7 a). c) vista general de los lentes conglomeráticos erosivos que muestran estratificación oblicua
arqueada (F7 b) alternando con areniscas estratificadas y conglomerados de la facies F8 b.

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8. Facies F8: conglomerados cementados (F8 a) / gravas rojas estratificadas y areniscas (F8 a)

Descripción

Esta facies se encuentra en la parte suroeste de la cuenca (Irhachâmene, West­Tizza). Dentro

la parte sur (Irhachâmene), esta facies está representada por lechos conglomeráticos cementados

de espesores decimétricos (F8 a) pasando lateralmente hacia el Norte (Tizza y Oeste­Tizza) hasta

Lechos estratificados de arenisca conglomerática (F8 b).

Sub­facies F8 a : encontrado solo en la sección Irhachâmene por encima de la facies

gravedad (F2, F3, F4) y facies fluvial F7. Corresponde a bancos conglomerados

alternando cementos decimétricos de espesor con arcillas rojas. Los fundamentos de los bancos.

son ligeramente erosivas y sus cimas son planas o irregulares (Fig. IV­10 a). Los elementos

de los conglomerados son finos (grava), contiguos, redondeados a subangulares y unidos por un cemento

calcítica (Fig. IV­10 b). No muestran ninguna clasificación, pero muestran en algunos

caso de ropa de cama plana y ropa de cama plana oblicua.

Subfacies F8 b : encontrado en las secciones Tizza y Ouest­Tizza, consta de bancos

Conglomerados estratificados de arenisca roja, de espesor decimétrico, que contienen capas intermedias

arcilla (Fig. IV­10 c, d). Los elementos son finos, dominados por gravas gruesas y areniscas

a veces mostrando guijarros aislados. Los guijarros y gravas están bien redondeados, clasificados, mostrando

clasificaciones, anidamientos y alineaciones normales de acuerdo con los planes de las camas.

Las estratificaciones planas son frecuentes y las capas planas oblicuas ("planar cross

camas”) también se observan. Esta facies se diferencia de la facies (F7) por el tamaño de grano fino

conglomerados (grava), el escaso espesor de los taludes, la abundancia de arenisca, la

estratificaciones y ropa de cama plana. Las estructuras sedimentarias observadas en estos depósitos

indican una dirección de la paleocorriente orientada hacia el Norte o el Noreste.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano de estos depósitos, predominantemente de grava, calcita y/o cemento arenisca,

elementos oxidados, bien redondeados, clasificados y clasificación normal son característicos de

depósitos fluviales.

La arquitectura de los depósitos de la subfacies F8a y sus características recuerdan a los de

depósitos de canal en forma de lámina en el dominio del cono

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

aluvial (Friend et al., 1979; Blakey y Gubitosa, 1984; Miall, 1985). Usualmente están

no acanalada, débilmente erosiva con una relación ancho/espesor muy alta.

Las estratificaciones planares y el lecho plano oblicuo observados en las subfacies F8 b , la

fino carácter de los sedimentos, la imbricación y la alineación de los guijarros dan testimonio de un régimen

hidrodinámica débil. Estos depósitos se atribuyen a rellenos de cauces fluviales

rectos, más distales que los de los canales de la facies (F8 a), o a depósitos de desbordamiento
entre canales de facies F7 b.

Figura IV­10 : Facies F8. a) alternancia de lechos conglomerados cementados decimétricos y arcillas rojas. b) vista de detalle de la
facies F8a que muestra elementos de conglomerados de cemento calcítico. c) conglomerados y areniscas con estratificación plana y
estratificación plana oblicua (F8 b). d) vista de detalle de la cama que muestra los cantos rodados alineados según los planos de la
cama.

9. Facies F9: conglomerados con matriz o soporte clástico

Descripción

Esta facies está bien expuesta en la parte suroeste de la cuenca (Saida, West­Tizza). el mismo se organiza

en decimétrico a métrico lechos conglomeráticos, inclinados hacia el Norte o el Noreste

con buzamientos entre 10 y 15° (Fig. IV­11 a).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Los conglomerados están formados principalmente por cantos rodados finos y grava (1 a 5 cm)

con algunos cantos rodados aislados que superan los 5 cm. Los elementos están bien redondeados en un

matriz microconglomerática (Fig. IV­11 d, e) o arcilla­arenisca blanca (Fig. IV­11 b, c).

Hacia la parte superior de los bancos, areniscas medianas a gruesas bien seleccionadas llenan los espacios entre

herpes. Las leyes normales son frecuentes en estos depósitos y la parte superior de la

Los bancos a menudo están marcados por depósitos de arenisca de facies F10.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La organización de estos depósitos en bancadas con normal clasificación y la matriz soporte o

los conglomerados clásticos indican condiciones de deposición por flujos gravitatorios

"flujos de gravedad" en una pendiente. Relleno matricial de espacios intraclastosos en los vértices

bajíos está relacionado con los flujos turbulentos que ocurren hacia el final del

fluye la gravedad. Estos flujos turbulentos transportan arenas medianas y gruesas

y depositarlos en los espacios intraclastos. La facies F9 se interpreta como el resultado de

flujos de escombros altamente concentrados.

Figura IV­11 : Facies F9. a) descripción general de las alternancias de facies F9 y F10 que muestran bancos con buzamiento de unos
15° hacia el norte o el noreste. b) alternancia de conglomerados con matriz arcillosa­arenisca blanca (F9) y arenisca gruesa (F10). c)
conglomerados finos con matriz de arcilla blanca­arenisca (F9). d) conglomerados gruesos con matriz microconglomerática (F9). e)
vista detallada de la matriz microconglomerática de la facies (F9).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

10. Faciès F10: arenisca gruesa estratificada con estratificación oblicua plana / estratificación oblicua arqueada

Descripción

Esta facies está asociada con la facies conglomerática F9 en la parte suroeste de la cuenca.

(Saida y West­Tizza). Está representado por lechos decimétricos de areniscas estratificadas en el

Conglomerados de facies F9 (Fig. IV­12 a, b).

Figura IV­12 : Facies F10. a) Vista general de lechos lenticulares de arenisca alternados con estratificación oblicua arqueada y
estratificación plana (F10), alternados con conglomerados de granulometría normal (F9). b) alternancia de conglomerados con matriz
arcillosa­arenisca blanca (F9) y arenisca gruesa con estratificación plana (F10). c) vista de detalle de arenisca con lecho de arco
oblicuo. d) vista de detalle de areniscas de lecho plano.

Los depósitos de areniscas medianas a gruesas de esta facies se organizan en lechos con bases planas o

ligeramente erosivo y cimas erosionadas por conglomerados de facies F9 . la estructura interna

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

los bancos muestran ropa de cama plana oblicua ("ropa cruzada plana"), ropa de cama oblicua

arqueado ("lecho cruzado a través") y lecho paralelo plano.

Las estructuras y lechos observados en estos depósitos indican una dirección hacia el este de la paleocorriente.
o el noreste.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La geometría lenticular, el espesor de los lechos, el tamaño de grano fino, la estratificación

horizontal, las capas oblicuas planas y curvas dan testimonio de un alto régimen hidrodinámico.

Estos depósitos son característicos de flujos laminares (“inundaciones laminares”) y pequeños

Barras de ríos con crestas rectas o ligeramente sinuosas. son depositados por las corrientes

de agua que se producen después de los eventos de gravedad.

Este tipo de facies se interpreta como correspondiente a depósitos de corrientes fluviales en

arroyos trenzados efímeros que ocurren en la superficie del delta del abanico

(Doeglas, 1962; Kazanci, 1988; Williams y Rust, 1969; Rust, 1978; Mrakovitch y Coogan,

1974; Eriksson y Vos, 1979; Middleton y Trujillo, 1984).

11. Facies F11: arcillas abigarradas

Descripción

Esta facies encontrada en los bordes de la cuenca (Aït Abdallah, Saîda) está representada por

arcillas abigarradas alternando con areniscas y conglomerados de facies F12 (Fig. IV­13 c, d, e).

Las arcillas muestran diferencias de color entre rojo, morado y amarillo. Allá

la bioturbación es rara y no se han encontrado restos de fauna claramente marina (briozoos,

equinodermos, pectínidos, etc.). Algunas pequeñas arrugas de onda trocoidal ("onda trocoidal

ondulaciones”) y se observan patrones de desecación (“desecación­grietas”) (Fig. IV­13 c).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano muy fino de los sedimentos (arcillas) atestigua las condiciones hidrodinámicas

débil. Sedimentos terrígenos oxidados con algunas pequeñas ondas de onda, pequeñas madrigueras

y las cifras de desecación se interpretan como depósitos medios muy poco profundos en el

transición entre el continente y el mar, la ausencia de fauna marina sugiere un ambiente de deposición

laguna y el carácter abigarrado de las arcillas indica una influencia pedogenética. De acuerdo con estos

argumentos, la facies F12 se refiere a un ambiente de depósito de laguna.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­13 : Facies F11 y F12. a) resumen de las alternancias de conglomerados (F12 a) y arcillas abigarradas y areniscas finas
(F11, F12 b). b) vista de detalle de conglomerados heterométricos con matriz arcillosa mostrando figuras de carga en la base. c, d, e)
vista detallada de alternancias de arcillas (F11) y areniscas finas (F12 b) mostrando figuras de carga (“load­cast ”, lc), figuras de
escape de agua (“estructuras de llama”, fs), ondulaciones de ondas trocoidales , r) y grietas de desecación, d).

12. Facies F12: areniscas y conglomerados erosivos

Descripción

Esta facies encontrada en los bordes de la cuenca (Aït Abdallah, Saîda) está asociada con

arcillas de la facies F11 descritas previamente (Fig. IV­13 a). Está representado por bancos.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

conglomerados decimétricos (F12 a, Fig. IV­13 a, b) y estratos centimétricos erosionados

formado por arenisca fina (F12 b, Fig. IV­13 c, d, e) alternando con arcillas de la facies F11.

Los lechos conglomeráticos (subfacies F12 a) están formados por elementos

heterométricos (la mayoría entre 1 y 5 cm con algunos guijarros aislados a veces que superan

10 cm) sin gradación o, a veces, con gradación inversa. Los elementos están contenidos

en una matriz arcillosa que se vuelve abundante hacia la parte superior de los bancos. figuras de

“load­cast” en la base de los bancos y lentes conglomeráticos aislados son

frecuentes (Fig. IV­13 b).

Los niveles de areniscas (subfacies F12 b) se organizan en pequeños lechos con bases y cimas

irregulares, que muestran figuras de fundición de carga (Fig. IV­13 c, d, e), figuras

escape de agua, estructuras de llamas (Fig. IV­13 d, e) ,

pequeñas bioturbaciones verticales no identificadas (Fig. IV­13 c) y pequeñas ondas de onda (Fig.

IV­13 c). En esta facies no se encontró fauna ni restos de fauna marina (F12 a y F12

b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Esta facies está intercalada en arcillas lagunares (F11). La ausencia de fauna marina, la

presencia de algunas bioturbaciones pequeñas y ondas de onda indican condiciones de

depósitos bajo una capa baja de agua en un ambiente de transición entre el marino y el continental.

Las estructuras sedimentarias observadas como las figuras de escape de agua, las figuras de

Las estructuras de carga y llamas caracterizan la deposición episódica rápida.

La litología y organización interna de los lechos conglomeráticos (estratos erosivos,

granulometría variada, granulometría inversa, matriz arcillosa que se vuelve abundante hacia el

parte superior de los bancos) son típicos de los depósitos subacuáticos de flujo por gravedad ("sub

flujos de detritos acuosos”) (Nemec et al, 1980; Kelling y Holroyd 1979; Nemec y Steel, 1984).

Los niveles de areniscas (F12 b) se interpretan como depósitos resultantes de flujos

flujos hiperpicnales ("flujos hiperpicnales") que ocurren durante períodos de marea alta

ríos (Mulder y Alexander, 2001; Lamb y Mohrig, 2009; Lamb et al., 2010). esta facies

Por lo tanto, F12 está relacionado con depósitos episódicos que marcan eventos de inundación de ríos.

y la gravedad fluye en un ambiente de laguna.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

13. Facies F13: conglomerados muy ricos en restos faunísticos (capas de conchas)

Descripción

Esta facies solo se encuentra en la parte suroeste de la cuenca (Tizza). Él está representado por

lechos multidecimétricos a métricos (de 1 a 3 m de espesor), subhorizontales, amalgamados,

lateralmente discontinua y con bases erosivas irregulares (Fig. IV­14 a).

Presenta conglomerados que contienen una mezcla de fauna infralitoral a circalitoral.

(Amusium cristatum, vieiras) y elementos costeros (cantos rodados de sótano, cantos rodados incrustados,

fragmentos de ostras, guijarros calcáreos y grandes ostras clion, Glycimeris, Cardium,

Clypeaster y Cirripedes) (Fig. IV­14 b, c, d, e, f).

Los bivalvos se encuentran fragmentados y desarticulados, muy abundantes en comparación con los materiales

detrítico Estos niveles no presentan estructuras sedimentarias ni clasificación. EL

los conglomerados pasan hacia arriba a lechos formados puramente por fragmentos de fauna ("concha

escombros"), luego a lechos rojizos decimétricos formados por pequeños fragmentos de ostras

y percebes (Fig. IV­14 g).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El contenido fósil de esta facies muestra orígenes variados, con faunas que van desde el litoral

a las profundidades. Amusium cristatum es típico de ambientes marinos profundos,

Los percebes son organismos que se adhieren a sustratos duros en ambientes con poca

playa profunda (Stephenson y Stephenson, 1949), otras organizaciones como

ostras y vieiras son abundantes en ambientes costeros y frente a la costa (Aguire,

1996).

Pequeños bancos rojos con restos de fauna fina son típicos de áreas con sedimentación fina en

“área costera” (Reading y Collinson, 1996). En este tipo de depósito, el

alto grado de fragmentación, reelaboración y deposición de restos faunísticos de diferentes

orígenes dan testimonio de eventos de alta energía. Esta facies se interpreta como relacionada con

marejadas ciclónicas (Aigner, 1985; Einsele y Seilacher, 1982) en

zonas marinas poco profundas (costa/playa).

Según Puga­Bernabéu et al. (2014), este tipo de depósito se interpreta como vinculado a flujos no

confinado resultante de las corrientes unidireccionales generadas por las tormentas. las partículas

los esqueletos son removilizados por la acción de las corrientes de retorno de la tormenta y depositados

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

en forma de “camas de conchas” (Puga­Bernabéu et al., 2010). La presencia de capas base.

formas irregulares amalgamadas es el resultado de múltiples fases de reelaboración (D'Alessandro y

al., 2004).

Figura IV­14 : Facies F13. a) descripción general de la facies F13 que muestra lechos erosivos y amalgamados. b) vista detallada de
conglomerados gruesos básicos con restos de ostras. c) vista detallada de conglomerados finos con ostras, Chlamys radians y
fragmentos de fauna. d) vista detallada de un percebe. e) microconglomerados con Amusium cristatum, Chlamys radians y restos de
fauna. f) Glicimeris, vieiras y ostras. g) vista general de los bancos rojos de la cumbre con restos de fauna fina.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

14. Facies F14: alternancia de arenas finas/limos y bancos de arena gruesa con

conglomerados

Descripción

Esta facies solo se encuentra en la parte suroeste de la cuenca (Tizza). se puede subdividir

en dos subfacies: arenas rojas limosas, finas y estratificadas con microconglomerados (bajo

facies F14 a) alternando con bancos de arena conglomerados decimétricos a métricos

( subfacies F14b ).

Figura IV­15 : Facies F14 a y F14 b. a) alternancia de arenas finas y limos (F14 a) con laminaciones onduladas (Wb) y arenas medias
(F14 b) con estratificación plana oblicua y “rip up clasts” alineados (Ru). b) Ofiomorfa. c, d) arenas y limos bioturbados de
Macaronichnus (Mc), Skolithos (Sk), Teichichnus (Te), trazas de raíces (Tr) y Amusium cristatum (A).

Sub­facies F14 a: corresponde a arenas finas limosas rojas y amarillas con laminaciones

lecho ondulado o subplanos (Fig. IV­15 a). La bioturbación está representada

esencialmente por pequeños tubos horizontales o inclinados, sin ramificaciones, de unos pocos

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

centímetros de largo y pequeños círculos (4 mm a 1 cm de diámetro) atribuidos al género


“ Macaronichnus ” (Fig. IV­15 c, d). Del raro “ Teichichnus ” (Fig. IV­15 c), grandes
Ophiomorpha (Fig. IV­15 b) y madrigueras verticales atribuidas a la icnofacies “ Skolithos ”
(Fig. IV­15 c) también se identifican. Algunos rastros de raíces y restos de fauna.
(Amusium cristatum, percebes) (Fig. IV­15 d).

Figura IV­16 : Facies 14 b. a) Parte proximal de megárido asimétrico que muestra estratificación plana oblicua de alto ángulo. b) parte
media del megarido asimétrico mostrando estratificación oblicua arqueada y estratificación oblicua plana. c) parte distal del megarido
truncado por un banco de arena gruesa con estratificación plana oblicua en ángulo bajo.

F14 subfacies b: está representada por megáridas asimétricas con


cóncavos, decimétricos a métricos de espesor (50cm­1m) y varios metros de ancho
(5m­10m) (Fig. IV­16). En sus partes proximales (hacia el Sur), el relleno
sedimentario de estos megarides está dominado por arenas finas y limos, con elementos de
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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

conglomerados, algunos restos de conchas, nódulos arcillosos ("clastos rasgados") alineados y

láminas de arcilla amarilla (Fig. IV­15 a). La estructura interna de los bancos muestra ropa de cama

planos oblicuos (“planar cross­bedbed”) en un ángulo bajo entre 8 y 10° (Fig. IV­16 a). en su

medianas, las megáridas muestran estratificación oblicua plana o arqueada ("cruz plana

camas/crucetas de artesa”) (Fig. IV­16 b). En las partes distales están truncados.

abruptamente por bancos de arena gruesos decimétricos con estratificación plana oblicua en ángulo bajo

(entre 2 y 5°) o con laminaciones subhorizontales paralelas planas (Fig. IV­16 c). a la cima

bancos, lentes de algunos decímetros de largo con bases cóncavas, llenos de arena

se observan gruesos y conglomerados (Fig. IV­16 b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El carácter abigarrado de arenas y limos (ambiente oxigenado), las laminaciones onduladas (“onduladas

ropa de cama"), la rara fauna marina de diferentes ambientes (desde alta mar hasta

foreshore) y las huellas de raíces caracterizan ambientes muy costeros o de depósito marino.

un poco profundo

La abundancia de ichnogenus Macaronichnus es característica de las zonas de playa y la

cara superior de la costa. Las madrigueras verticales de Skolithos y Ophiomorpha requieren ambientes con

altos niveles de partículas orgánicas en suspensión por las corrientes de onda en

energia alta. Todas estas características son típicas de un medio de alta energía con muy poca

profundo (“playa”) (Reading y Collinson, 1996; Buatois y Mangano, 2011; Mac Eachern

et al., 1999, Basan et al., 1984).

La arquitectura general y la organización interna de los megáridos asimétricos son típicas de

depósitos de barras costeras (“longshore bars”) que se desarrollan en ambientes con muy poca

profundo ("playa"). Nódulos de arcilla ("clastos rasgados") alineados paralelos a la ropa de cama

El plano oblicuo proviene probablemente de la erosión de los sedimentos finos subyacentes (F 14 a).

Estos depósitos se interpretan como el producto de la erosión de la playa (bern/beach­face) durante

períodos de tormentas (Bridge y Demicco, 2008), o durante períodos de disminución

de la energía de las olas después de tormentas (Hiroki y Terasaka, 2005; Reineck y

Singh, 1973; Thompson, 1937; McKee y Sterrett, 1961).

Esta facies F14 (F14 a y F14 b) se interpreta como depositada en un ambiente muy somero

(playa) influenciada en gran medida por corrientes de alta energía inducidas por tormentas

(Hayes y Kana, 1976; Davis et al., 1972).

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15. Facies F15: barras areno­conglomeráticas progradantes

Descripción

Esta facies se encuentra en las secciones de Sidi Drîs, Tassensach e Imessaoûdene. El está bien

expuesto a Sidi Drîs y consiste en bancos arenosos­conglomerados de espesor métrico (1 a

5 m) y más de 200 m (Fig. IV­17 a).

Los bancos muestran bases planas o levemente erosionadas con "moldes de flauta" que indican

una paleocorriente orientada desde el NNW hacia el SSE. La parte superior de los bancos es irregular, incisa y

reelaborado por megarides de ondas de un metro de espesor que muestran ropa de cama plana oblicua,

o por bancos de arena decimétricos con estratificación oblicua en niples en “cruz hummocky”

estratificación o HCS” (Fig. IV­17 b).

El relleno sedimentario de los bancos se realiza con arenas gruesas pardas mal seleccionadas y

conglomerados con cantos rodados y algunos bloques dispersos (Fig. IV­17 c). Fragmentos de

se observa fauna costera y marina somera (percebes, vieiras, ostras).

Los conglomerados están organizados en "forestetas" que progradan en un ángulo bajo (10 a 15°) hacia el SSE,

inyectado en las arenas y mostrando bases erosivas (Fig. IV­17 b, c). Granoclasificaciones

también se observan inversas (Fig. IV­17 b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano grueso de los sedimentos (arenas gruesas mal seleccionadas y conglomerados con guijarros y

bloques), la geometría progradante de barras conglomeráticas con clasificación inversa o

sin clasificación y los moldes de flauta observados en sus bases indican depósitos por

fluye la gravedad. Según Mutti et al. (2000) este tipo de depósito está ligado a flujos

flujos de detritos cohesivos subacuáticos. Geometría

progradante resulta del apilamiento lateral de varios eventos de inundación.

Fauna costera y marina somera (percebes, vieiras, ostras), mega­ondas de olas

y el HCS que recubre y remodela estas barras conglomeráticas indica un medio débil.

de profunda a alta energía, probablemente de la parte superior a la media de la costa.

Esta facies se interpreta como depósitos de la parte proximal de las barras bucales.

("barras bucales") que se forman cerca de los abanicos delta, influenciados y reelaborados por

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

corrientes de oleaje y tormentas en un entorno de costa superior a media (Marzo y


Anadón, 1988; Wright, 1977; Mutti et al., 2000).

Figura IV­17: Facies F15. a) vista general de las barras areno­conglomeráticas que muestran una dirección de progradación orientada
hacia el SSE. b) vista detallada de una barra de arena que muestra bolsillos conglomeráticos progradantes con bases erosivas. La
barra está rematada y modificada en la parte superior por megarides con lecho plano oblicuo. c) vista detallada de la barra
conglomerática que muestra una base ligeramente erosionada y prograding "foresets" en un ángulo bajo hacia el SSE, cubierta por
capas de arena planas oblicuas.

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16. Facies F16: barras arenosas con estratificación plana oblicua y estratificación tabular oblicua (“

entrecruzamiento tabular­planar”).

Descripción

Esta facies está bien expuesta en la parte norte de la cuenca (Tassensach y Sidi Drîs). El comprende

bancos de arena de espesor métrico (1 a 3 m) y varios metros de largo (más de

100 m) con bases planas no erosivas (Fig. IV­18 a, b).

Figura IV­18 : Facies F16. a) Panorámica de los bancos de arena de Sidi Drîs. b) vista de detalle de una barra de arena que muestra
estratificación plana oblicua y estratificación tabular oblicua (las flechas indican la dirección de progradación orientada hacia el sureste).

Los granos de arena son de color amarillo y marrón de medianos a finos y contienen restos finos de

fauna marina somera. Los bancos muestran bases planas no erosivas y su espesor

disminuye hacia el sureste. La estructura interna de los bancos presenta un lecho plano oblicuo (Fig.

IV­18 b) ("estrato cruzado plano") en ángulo bajo (<5°) y lecho tabular oblicuo

("lecho cruzado tabular") que indica una progradación hacia el sureste. Superposiciones de

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Se observan series con lechos planos oblicuos que se incisan entre sí. La parte superior de

bancos es ligeramente irregular y está rematado por HCS de espesor decimétrico.

Esta facies está intercalada en los sedimentos finos de la facies (F18) y representa la continuidad

distal de las barras conglomeráticas progradantes de la facies (F15) (Fig. IV­18 a).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano fino de los sedimentos de esta facies (arenas finas), las estructuras sedimentarias que

indican una progradación hacia el Sudeste (estrato oblicuo plano y estrato oblicuo tabular), su

alternancia con los depósitos finos de la facies (F18) y su posición en relación a las barras

conglomerados de la facies (F15) llevan a interpretar esta facies como la continuidad

distal a las barras de la boquilla (Mutti et al., 2000).

17. Facies F17: lechos arenosos conglomeráticos y erosivos

Descripción

Esta facies se encuentra en secciones de la parte central de la cuenca (Tassensach,

Imessaoûdene, Sidi Drîs). Tiene dos morfologías diferentes. El primero corresponde

a lechos métricos con bases fuertemente erosivas y asimétricas (F17 a); su ancho es

variable, desde unos pocos metros hasta unos diez metros y su espesor alcanza los 2 metros (Fig. IV

19 a). El segundo tiene forma de lentejas o cucharas con bases cóncavas y

ligeramente erosivo (F17 b), de espesor métrico (1 a 2 m) y de ancho plurimétrico (10 a

20 m) (Fig. IV­20 a, b).

Sub­facies F17 a : El relleno sedimentario es realizado por conglomerados heterométricos

(1 a 20 cm) y arenas gruesas. Los elementos del conglomerado muestran una mezcla de

materiales redondeados y subangulares, bien clasificados para las partes más finas, mientras que los

los elementos gruesos muestran localmente tamaños variables (Fig. IV­19 c). algunos bancos

muestran conglomerados de clasificación normal en la base que hacen una transición hacia arriba en la parte inferior

arenas finas con laminaciones planas (Fig. IV­19 a). Muestran en algunos casos varias fases

relleno (Fig. IV­19 b). La base de los bancos a menudo tiene moldes de flauta (Fig. IV­19

d). Se observan restos de fauna marina costera (percebes, ostras, vieiras) (Fig. IV­19

gramo). La bioturbación está presente, localizada en la base de los bancos, mostrando un

“ Hipicnia”. Está representado por tubos verticales o ligeramente inclinados.

de Ophiomorpha de 10 a 15 cm de largo y 2 a 3 cm de espesor (Fig. IV­19 e), así como

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

por tubos horizontales y verticales, de 0,5 cm de espesor y más de 20 cm de ancho,


que se atribuye al género Palaeophycus heberti (Saporta, 1872) (Fig. IV­19 f).

Figura IV­19 : Subfacies F17 a. a) visión general de un canal en erosión. b) canales fusionados. c) canal individual que muestra un
episodio de relleno grueso incluido en depósitos finos. d) vista de la base del canal que muestra “lanzamientos de flauta”. e)
Ophiomorpha nodosa. f) Palaeophycus heberti en la base del canal. g) conglomerados con vieiras.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

F17 b sub­facies : Esta sub­facies descrita en Sidi Drîs presenta la misma litología

(conglomerados y arenas mal clasificados) y contenido fosilífero (percebes, ostras, vieiras) que el sub

facies F17 a. Se diferencia de este último por su baja extensión, su geometría lenticular y su

base débilmente o no erosiva. En algunos lugares, esta sub­facies muestra pilas verticales

Lentes ligeramente erosivos y amalgamados. La orientación de los ejes de los canales indican

una dirección de la corriente orientada de Oeste a Este o de Noroeste a Sudeste (Fig. IV­20 a,

b).

Figura IV­20 : Sub­facies F17b : a, b) vista general de los canales con geometría lenticular (F17b) que intersectan las arenas finas de
la facies F16.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Según la morfología de estos niveles, su extensión y su contenido, se interpretan

como canales submarinos. Según Puga­Bernabéu et al. (2014), los canales son

grandes estructuras excavadas en los sedimentos del talud y fondo de la cuenca, pero que

también puede crecer localmente en rampas de aguas poco profundas (Puga­Bernabéu

et al., 2008). La mayor parte del sedimento en los canales provenía de áreas poco profundas,

con también un aporte silicoclástico local probablemente proveniente de las áreas emergidas. Allá

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

presencia de fauna marina litoral indica que los canales actuaron principalmente como

conductos para el transporte de sedimentos erosionados desde la rampa interna hasta la cuenca.

Las características sedimentarias de los rellenos del canal sugieren que fueron depositados

por flujos de escombros. Según Puga­Bernabéu et al. (2008), el

sedimentos costeros movilizados por las corrientes de tormenta se vierten en los cañones bajo

océanos generando flujos de sedimentos por gravedad. Estas corrientes son

luego canalizado a lo largo de los cañones y movido hacia la cuenca redistribuyendo los sedimentos

en sistemas de canales (Puga­Bernabéu et al., 2014). Según Shepard y Marshall (1973),

Puig et al. (2003), Braga et al. (2006) y Migeon et al. (2010), transporte de sedimentos en

canales submarinos está controlado por corrientes de gravedad subacuáticas ("subacuáticas

flujos por gravedad, SGF”). La presencia de varias fases de erosión y relleno indica que

los canales han sido reactivados (Braga et al., 2001).

La presencia de madrigueras de Ophiomorpha es compatible con estos ambientes: estas huellas fósiles

son bien conocidos en ambientes bien oxigenados (Savrda et al., 1991) y ricos en desechos

plantas (Uchman, 1999). Según Bromley, (1996) y Uchman, (1995, 1999), la

Ophiomorpha ocurre en áreas con altas tasas de sedimentación en canales

y cañones submarinos.

Los canales de la sub­facies F17a se cruzan con los sedimentos finos de la facies F18 y presentan

sus bases de las madrigueras de Palaeophycus heberti, lo que indica su ubicación en un

ambiente relativamente profundo, frente a la costa inferior o incluso en alta mar (Frey, 1990). Sin embargo,

los canales débilmente erosionados de la sub­facies F17 b cortan las arenas finas de la facies F16 de

barras bucales, las dimensiones y la débil extensión de estos canales en relación con el bajo

facies F17a indican que fueron depositados en un ambiente menos profundo, frente a la costa

por encima del promedio

18. Facies F18: arenas finas y limos laminados con bioturbación diversificada

Descripción:

Esta facies, presente en la mayoría de los tramos estudiados, está formada por niveles arenosos con

lechos margosos amarillos oxidados que ocupan los espacios entre lechos. Su espesor es

variable desde unos pocos decímetros hasta unos pocos metros (Fig. IV­21 a).

La bioturbación es frecuente y diversa, representada por tubos verticales de Ophiomorpha

(Fig. IV­21 b, c), Thalasinoids (Fig. IV­21 d), Skolitos y Teichichnus (Fig. IV­21 f) .

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Madrigueras verticales en forma de U con un diámetro de menos de 2 cm y algunos


también se observan centímetros (5 a 10 cm): se atribuyen a Diplocraterions
paralelo (Fig. IV­21 e). El contenido fósil está representado por Amusium cristatum (Fig.
IV­21 g), vieiras pequeñas, escafópodos y lamellibranquios.

Las arenas son finas con laminaciones de subplanos que muestran, localmente, pequeñas ondulaciones de olas.

Figura IV­21 : Facies F18. a) panorama de arenas finas estratificadas y margas amarillas con bioturbación y laminaciones del subplano
(F18) alternadas con arenas de la facies F21. b, c) Madrigueras verticales de Ophiomorpha nodosa (O). d) Talasinoides (T). e)
Diplocraterions paralelo (D). f) Teichichnus (Te). g) Amusium cristatum (A).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Considerando la naturaleza litológica de esta facies de carácter fino (arenas finas y margas), la abundancia y

la diversidad de las huellas fósiles que representa y su posición en relación con otras facies (entre

bancos de la facies arenosa del oleaje y las tormentas), esta facies se interpreta como depositada

durante períodos de calma con sedimentación esencialmente fina entre períodos de alta

energía (oleaje y tormentas). En esta facies, la fauna marina indica las condiciones del mar

abiertos (Amusium cristatum, vieiras, escafópodos y lamellibranquios). Amusium cristatum

es característico de los medios arcillosos marinos finos, pero también se han descrito en

ambientes costeros menos profundos no afectados por las olas (El Kadiri et al., 2010). Allá

la presencia de algunas ondas de onda indica que esta facies se depositó por encima del límite

de la acción de las olas con buen tiempo. Esta facies está por lo tanto relacionada con una vasta área que va desde

parte superior de la costa a la parte superior de la costa.

19. Facies F19: arena fina con estratificaciones oblicuas huecas “Swaley cross

estratificación, SCS »

Descripción

Esta facies está bien expuesta en Sidi Drîs, consiste en bancos de arena con geometría lenticular

decimétrico a métrico de espesor (50 cm a 1 m) y plurimétrico de ancho (10 a 20 m)

que cortan transversalmente las barras arenosas de la facies (F16) (Fig. IV­22 a).

Estas geometrías huecas o lenticulares subhorizontales muestran bases erosivas cóncavas

hacia arriba. Su relleno sedimentario consiste en arenas finas de color pardo, bien seleccionadas

con láminas débilmente oblicuas (<5°). Las láminas muestran acreciones verticales,

engrosamientos hacia el centro de los huecos y adelgazamientos hacia sus bordes. Ellas son

generalmente subparalela y concordante con la base cóncava (Fig. IV­22 b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La morfología de estos depósitos estando organizados en huecos con bases cóncavas hacia el tope, su

intersecciones, el tamaño de grano fino del sedimento (arenas finas) y la estructura interna de los bancos

conducen a interpretar estos depósitos como estratificaciones oblicuas huecas (“swaley cross

estratificaciones, SCS”) (Leckie y Walker, 1982; Allen y Underhill, 1989).

Se debate el origen del SCS. Dott y Bourgeois (1982) y Walker et al. (1983) sugieren que

este tipo de depósito es generado por corrientes puramente oscilatorias. Por su parte, Allen (1985),

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Greenwood y Sherman (1986) y Swift y Nummedal (1987) proponen un origen combinado

entre corrientes de onda oscilantes y corrientes unidireccionales generadas por

tormentas dominantes ("flujo combinado dominado unidireccional"). Finalmente, otros

autores sugieren un origen combinado dominado más bien por corrientes oscilatorias

(“flujo combinado dominado por oscilaciones”) (Allen, 1993; Arnott y Southard, 1990; Cheel y

Leckie, 1993; Duque, 1987; Duque et al., 1991; Higgs, 1990; Leckie y Krystinik, 1989;

Midgaard, 1996; Molgat y Arnott, 2001; Nottvedt y Kreisa, 1987).

Es ampliamente aceptado que los SCS se forman por la acción combinada de corrientes oscilatorias.

y corrientes unidireccionales por encima del límite de acción de las olas en buen tiempo

("base de olas de buen tiempo"), por encima de los depósitos de HCS y por debajo de los depósitos de playa

(Arnott, 1992; Duke, 1985; Plint y Walker, 1987; Tillman, 1986; Walker, 1982). De acuerdo a

Según estos argumentos, esta facies está relacionada con los depósitos de SCS en la cara media de la costa.

Figura IV­22 : Facies F19. a) descripción general de las arenas con estratificación oblicua hueca (SCS) que cortan las barras de arena
progradantes de la facies (F16). b) vista detallada de las arenas en SCS. c) características morfológicas de las estratificaciones huecas
oblicuas (SCS) descritas por Leckie y Walker (1982).

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20. Facies F20: arenisca de estratificación cruzada media


Descripción

Esta facies está bien expuesta en Sidi Drîs, consiste en lechos de areniscas decimétricas con
planos y cimas irregulares que muestran crestas simétricas y asimétricas, aisladas en el
arenas finas y margas de la facies (F18) (Fig. IV­23 a, b).

Figura IV­23 : Facies F20. a) vista general de las megáridas con crestas simétricas y base plana alternando con las margas de la
facies F18. b, c) vista de detalle de un megaride que muestra laminaciones ramificadas ("laminaciones derivadas") y laminaciones
drapeadas ("laminaciones drapeadas") en la dirección opuesta. d) vista de detalle de un megaride asimétrico que muestra un lecho
oblicuo inclinado hacia el sur.

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Los granos de arenisca son medianos y bien clasificados, organizados en megáridas con bases planas y crestas.

bien conservado simétrico a asimétrico. Su espesor varía entre 40 cm y 1 m para una

longitud de 2 a 3 m. Las formas simétricas muestran lechos con laminaciones ramificadas oblicuas.

("laminación derivada") (De Raaf et al., 1977) cortada y cubierta por láminas colgantes

("laminaciones drapeadas") (Fig. IV­23 b, c). Las formas asimétricas muestran laminaciones.

ramas y lechos con estratificación oblicua inclinada hacia el sur (Fig. IV­23 d).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Las estructuras sedimentarias dominadas por estratificaciones intersecantes (“cruz

estratificación") y megarides de onda indican la presencia de "ondas de arena" bajo

marinos (Puga­Bernabéu et al., 2010, 2014).

Los megarides simétricos y asimétricos aislados en las arenas y margas bioturbadas del

facies (F18) corresponden a pequeñas "ondas de arena" aisladas que se formaron arriba

la base para la acción de las olas con buen tiempo en un entorno costero más bajo.

21. Facies F21: arenas medias y conglomerados finos con fauna marina profunda

Descripción

Esta facies se encuentra en la parte central de la cuenca (Ijetti), está representada por bancos

metros de arena media a conglomerados (Fig. IV­24 a).

Los arenales aparecen como lóbulos inyectados en las arenas finas y margas del

facies F18 . Sus bases están ligeramente erosionadas y son cóncavas hacia arriba (Fig. IV­24 a). Ellos

mostrar "lanzamientos de flauta" y "lanzamientos de carga" en sus bases que indican una dirección de corriente

orientada hacia el ENE (Fig. IV­24 b, c).

Su relleno sedimentario está hecho por arenas medianas y conglomerados finos que presentan una

clasificación inversa y algunos guijarros dispersos. La fauna marina está representada

principalmente por fragmentos de vieiras (Fig. IV­24 e) y algo de Amusium cristatum

(Figura IV­24e).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La arquitectura y organización de estos depósitos, la granulometría fina de los sedimentos, las figuras

las inyecciones en la base (flute­casts y load­casts) indican depósitos rápidos de arena

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probablemente por corrientes de turbidez. La presencia de Amusium cristatum indica una

ambiente de aguas profundas.

Esta facies es diferente a las facies (F17) de canales submarinos descritas previamente por el

tamaño de grano fino, la presencia de Amusium cristatum y la base ligeramente erosiva. Nosotros

por lo tanto, lo atribuye a lóbulos submarinos depositados en el medio de la cara inferior de la costa.

Figura IV­24 : Facies F21. a) descripción general de los arenales (F19) inyectados en las arenas finas y margas amarillas de la facies
(F18). b, c) vista detallada de la base del banco que muestra banderines de casta que indican una dirección de corriente orientada
hacia el ENE. d) arenas de vieira. e) Arenas de Amusium cristatum .

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22. Facies F22: bancos arenosos gruesos con estratificación oblicua en lomas (HCS)

Descripción

Esta facies se encuentra en la mayoría de las secciones de la parte central de la cuenca (Tassensach,

Imessaoûdene, Sidi Drîs, K. El borj, Ijetti, Aït Abdallah), se compone de bancos de arena

de espesor decimétrico a métrico y de longitud plurimétrica mostrando una geometría

lenticular (Fig. IV­25).

Figura IV­25 : Facies 22. a) HCS arenoso métrico que muestra engrosamiento de láminas en los domos. b)
Vista longitudinal del HCS que muestra una base cóncava que se hunde suavemente y engrosamientos laterales de los bancos. c)
Vista transversal de HCS (b) que muestra haces de láminas subparalelas a las bases cóncavas. d)
características del HCS típico descrito por Harms et al. (1975).

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Los bancos están constituidos por arenas medianas seleccionadas, sus bases se presentan en forma de

canales débilmente cóncavos hacia arriba y sus cimas son a menudo irregulares mostrando

cúpulas y huecos (Fig. IV­ 25 a, b). La estructura interna de los bancos muestra haces de

láminas subparalelas en la base del lecho. Las láminas se engrosan lateralmente en el

haces que crean una morfología abovedada por acreción vertical.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La morfología de estos depósitos muestra una superposición de capas gruesas con débilmente

cóncavo hacia arriba, el tamaño de grano fino del sedimento (arenas medianas), y la estructura interna

bancos conducen a interpretar estos depósitos como estratificaciones oblicuas en los pezones

(“estratificaciones cruzadas hummocky, HCS”) (Harms et al., 1975). Las características

La morfología de estos HCS es similar a la HCS en acreción vertical "A­HCS" descrita

por Rees et al. (2014).

Estos tipos de HCS generalmente se interpretan como resultado de la acción combinada de

corrientes de tormenta y corrientes oscilatorias generadas por olas por encima de la base

acción de las olas de tormenta en el centro de la cara superior de la costa (Dott y Bourgeois, 1982;

Galloway y Hobday, 1996; Rees et al., 2014).

23. Facies F23: HSC de arena fina altamente bioturbadas

Descripción

Esta facies, encontrada en la mayoría de las secciones en el centro de la cuenca (Tassensach,

Imessaoûdene, Sidi Drîs, K. El borj, Aït Abdallah), consiste en bancos de arena organizados

en haces de HCS decimétrico (10 a 50 cm) amalgamados y fuertemente bioturbados (Fig. IV­26

a, b).

Las arenas de esta facies son finas, pardas, organizadas en haces con bases de subplanos o

de suave pendiente que muestra canaletas y submadrigueras

verticales llenas de arena. Los haces se adelgazan lateralmente hasta que desaparecen.

total, presentan láminas subparalelas y débilmente onduladas que se adelgazan

lateralmente (Fig. IV­26 e). Los topes de los bancos son irregulares, erosionados, fuertemente bioturbados y

esencialmente perforado por Ophiomorpha y Thalassinoides (Fig. IV­26 d, f).

Haz individuales de HCS con base de subplano, delgados (10 cm) y persistentes

también se observan lateralmente sobre varios metros (20 m), fuertemente bioturbados y perforados en

su ápice (Fig. IV­ 26 c, d).

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Figura IV­26 : Facies F23. a, b) descripción general que muestra HCS amalgamado con bases erosivas y cimas irregulares bioturbadas.
c, d) vista de detalle de un subplano HCS de un centímetro de espesor (10 cm) y persistente lateralmente durante varios metros. Su
base muestra cunetas y surcos de erosión y su cima está fuertemente bioturbada por madrigueras verticales. e) Vista detallada de un
HCS individual que muestra laminaciones planas subparalelas que se estrechan lateralmente. f) vista detallada del HCS amalgamado
que muestra bases erosivas y cimas fuertemente bioturbadas.

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Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano fino del sedimento (arenas finas), la abundancia de bioturbación representada

esencialmente por madrigueras de Ophiomorpha y Thalassinoides, la naturaleza amalgamada de

bancos y su morfología y estructura interna llevan a interpretar esta facies como

Depósitos de HCS de tormentas distales en un entorno costero inferior (Dott y Bourgeois,

mil novecientos ochenta y dos; Brenchley et al., 1993; Olsen y otros, 1996; Coe, 2003; Buatois et al., 2012).

24. Facies F24: arenas finas y limos marrones con arrugas

Descripción

Esta facies se encuentra en la mayoría de las secciones de la parte central de la cuenca y está bien expuesta

en los tramos de Tassensach y K. El borj. Corresponde a bancos centimétricos en

decímetros de arenas finas y limos marrones alternados con las margas bioturbadas de la facies

F18 (Fig. IV­27 a, b). Los bajíos son subhorizontales y persisten lateralmente durante unos

metros antes de que se diluyan y desaparezcan. Sus bases débilmente cóncavas muestran

surcos (Dyer, 1970; Guillocheau, 1983) y canales de erosión

(“moldes de canalones”) (Whittaker, 1973). La estructura interna de los bancos presenta láminas

ondulado subparalelo (Fig. IV­ 27 a, c). La parte superior de los bancos está fuertemente bioturbada y perforada.

por Ophiomorpha. Las bases de los bancos muestran madrigueras Thalassinoid llenas de

arenas (Fig. IV­27 b, d).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano muy fino del sedimento (arenas y limos muy finos), la geometría de los depósitos

organizados en estratos erosivos (surcos y canales de erosión), la estructura interna de los bancos

mostrando láminas paralelas y pequeñas ondulaciones indican que esta facies se deposita en el

por encima de las acciones de las olas de tormenta base.

Las características de esta facies son típicas de las tempestitas fangosas descritas por Aigner y

Reineck (1982). Según estos autores, las tormentas de lodo son estratos de arcillas y limos

no bioturbado, cruzando brutalmente un todo subyacente bioturbado, su cumbre

mostrando algunas huellas de fósiles. Estos depósitos serían el resultado de corrientes de gradiente ("tormenta

flujos de marea y reflujo”) por debajo del límite de acción de las olas en buen tiempo. Según estos argumentos,

atribuye la facies F24 a las tempestidades depositadas en un ambiente superior en alta mar.

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Figura IV­27 : Facies F24. a) panorama de arenas finas y limos (F24) alternados con margas amarillas bioturbadas (F18). b) alternancia
de lechos arenosos centimétricos altamente bioturbados (F24) y limos amarillos bioturbados (F18). c) vista de detalle de los bancos de
arena mostrando laminaciones ondulantes, cunetas erosionales en la base y cima irregular altamente bioturbada. d) vista detallada de
lechos de arena fina fuertemente bioturbados por Ophiomorpha y Thalassinoides.

25. Facies F25: lechos limosos pardos débilmente ondulados

Descripción

Esta facies está bien expuesta en la parte central de la cuenca (Tassensach). consta de camas

Limo y arena muy finos, de un centímetro de espesor y de un decímetro a un metro de largo

alternando con las margas, las margas grises de facies F26 (Fig. IV­28 a).

Los lechos limosos son subplanares o débilmente ondulados, sus bases presentan cunetas y

surcos de erosión. La estructura interna de los lechos presenta laminaciones ondulantes paralelas a la

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arriba de las camas. Los espacios entre bancos muestran madrigueras horizontales llenas de arena
atribuido a los planolitas .

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano muy fino del sedimento (arenas y limos muy finos), la geometría de los depósitos

organizados en estratos ligeramente erosivos de bajo espesor, mostrando la estructura interna

las laminaciones onduladas indican que esta facies se deposita por encima o justo en el límite de acción

olas de tormentas.

De acuerdo con estos argumentos, esta facies (F25) está relacionada con depósitos de micro­HCS que ocurren

en un ambiente superior en alta mar más distal que para la facies F24.

Figura IV­28 : Facies F25. a, b) descripción general de las alternancias de lechos limosos finos ondulados (F25) y margas grises
bioturbadas tipo “ planolita ” (F26). La base de los lechos limosos muestra surcos y cunetas de erosión. c) vista de detalle de los
lechos limosos que muestran láminas ondulantes paralelas a la parte superior de los lechos.

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26. Facies F26: margas gris oscuro con fauna marina profunda

Descripción

Esta facies se encuentra en las secciones Tassensach, Sidi Dris, Ijetti, Aït Abdallah y K. El .

borj. Corresponde a niveles margosos gris oscuro métricos a plurimétricos

estratificado masivamente con intercalaciones de pequeños lechos limosos.

Las margas de esta facies están masivamente estratificadas, de color gris oscuro (Fig. IV­29 a). Su

espesor supera los treinta metros en la parte de aguas abajo de la cuenca ( sección Tassensach), por lo que

que se reduce a 5 m en la parte alta de la cuenca ( tramo Aït Abdallah y K. El borj).

La fauna marina está representada por Pelecyora gigas (Fig. IV­29 b, c), Amusium cristatum

(Fig. IV­29 d, e), y escafópodos enteros y bien conservados del género Dentalium (Fig. IV­29 f) ,

a veces en posición de vida. Desechos vegetales con incrustaciones de pirita oxidada alrededor

son frecuentes (Fig. IV­29 a, g). La bioturbación está representada por madrigueras horizontales.

atribuido al género Planolites y las raras madrigueras verticales de Ophiomorpha.

Figura IV­29 : Facies F26. a) descripción general de margas grises con restos de plantas incrustadas. B, c) Pelecyora gigas. d, e)
Amussium cristatum. f) Escafópodos de Dentalium . g) carbón rodeado por una franja pirítica oxidada.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La mayoría de los bivalvos muestran un buen estado de conservación a veces en la posición de vida. EL

Amusium son típicos de marismas en ambientes circalitoral a batial tranquilos, entre 50 y

100 m (Lacour et al., 2002), ambientes arcillosos profundos de la transición de la cara inferior de la costa

ambientes marinos superiores y marinos profundos (Aguirre et al., 1996) (Fig. IV­30). EL

sustratos finos en el entorno marino son los hábitats preferidos de Amusium moderno (Kauffman,

1969; Gould, 1971; Stanley, 1972; Hayami, 1991). Por otro lado, la pirita observada en forma

de corteza oxidada alrededor de los restos de carbón, podría reflejar la presencia de material

organismo degradado por bacterias anaerobias (Jorgensen, 1983).

El tamaño de grano fino de los sedimentos (arcillas y limos), la presencia de fauna marina profunda y

la ausencia de estructuras sedimentarias ligadas a corrientes de oleaje y tormentas atestigua la

condiciones de deposición en un ambiente tranquilo no afectado por las olas. Por lo tanto, esta facies se reporta

a la parte inferior de la costa.

Figura IV­30 : Especies dominantes y morfología de las conchas de pectínidos en las diferentes litofacies de los depósitos siliciclásticos
del Plioceno inferior de la cuenca Almería­Níjar. Barra de escala = 2 cm. Según (Aguirre et al., 1996).

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Figura IV­31 : Diagrama de sustitución de facies y distribución de macrofauna y rastros fósiles.

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tercero ASOCIACIONES DE FACIES/AMBIENTE DEPOSITIVO

En esta parte del trabajo se trata de agrupar las facies en asociaciones de facies
características de los diferentes medios de sedimentación (concepto de sustitución lateral de

facies). Una asociación corresponde así a la sucesión vertical o lateral de varias facies
que se encuentran en diferentes niveles de la serie. Para ello, troncos sedimentarios y

Se presentarán ilustraciones mediante fotos panorámicas y secciones sintéticas para


cada asociación de facies.

Se han definido nueve asociaciones correspondientes a nueve ambientes sedimentarios sobre un


diagrama de sustitución de facies (Homewood et al., 1992) (Fig. IV­31). el diagrama de

La sustitución de facies es una representación gráfica de las relaciones longitudinales y laterales.


entre las facies observadas en campo, entre dos polos extremos (marino/continental) a lo largo

de un perfil de depósito. Muestra las diferentes posibilidades de pasajes laterales de facies y su


posición relativa a lo largo del perfil de deposición. No implica coexistencia en un instante dado,
de todas las facies y asociaciones de facies identificadas.

1. Asociación de facies AF1 (F1, F2, F3, F4): flujos subaéreos por gravedad

Esta asociación de facies se describe en los bordes suroeste y sureste de la cuenca (sección
Irhachâmene, Aït Abdallah y Megziyat). Incluye las facies caóticas compuestas por

bloques de yeso y arcilla (F1), conglomerados de matriz arcillosa sin clasificar (F2),
lentes conglomeráticos cementados con soporte clástico microconglomerático (F3) y

gres laminado con guijarros entrelazados (F4).

Estos depósitos se desarrollan directamente sobre las margas verdes del Messiniense y rellenan
paleogeografías y depresiones métricas a plurimétricas creadas por la superficie de erosión

Superficie de erosión Messiniense, MES (Fig. IV­32 a, b).

En todas estas facies, la textura, la variación significativa de las litofacies (conglomerados

matriz arcillosa, conglomerados con soporte clástico, arenisca) y la dinámica involucrada en estos
depósitos (flujos másicos subaéreos, flujos alternos de escombros cohesivos y

no cohesivo), indican la proximidad de la fuente de suministro.

Esta asociación de facies está relacionada con los flujos gravitacionales subaéreos que
ocurren en las paleo­depresiones creadas por la erosión superficial de Messiniense.

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Figura IV­32 : Asociación de facies AF 1. a, b) sucesión de depósitos típicos de un ambiente de abanico aluvial proximal: panorama
Irhachâmene (sección A, Fig. IV­1). c, d) alternancia de conglomerados con matriz arcillosa (F2) y conglomerados con soporte clástico
microconglomerático (F3).

2. Asociación de facies AF 2 (F5, F6): Ambiente lacustre con influencia de la gravedad

Esta asociación de facies se observa únicamente en la parte nororiental de la cuenca (Oued

Amekrâne 1, Oued Amekrâne 2), consiste en alternancia de lutitas calizas

compacto (F5) con margas grises intercaladas con pequeños lechos de areniscas y

conglomerados (F6) (Fig. IV­33 a, b).

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Estos finos yacimientos de margas y calizas de carácter laminado, sin fauna puramente marina, con

algunos pequeños gasterópodos, ostrácodos y ovogonias de carófitas, indican una mitad de


depósito lacustre. Este ambiente lacustre está sujeto a marcadas influencias gravitatorias episódicas.

por depósitos de conglomerados erosivos y lentes de arenisca, colocados por


avalanchas y flujos de gravedad submarinos.

Estos depósitos lacustres se desarrollan directamente sobre las margas verdes del Messiniense y
llenar las paleogeografías y depresiones creadas por la superficie de erosión Messiniense
" MI ". Su espesor supera los diez metros (10 a 20 m) por una longitud
cien metros.

Figura IV­33 : Asociación de facies AF 2. a) Panorámica de la serie lacustre de Oued Amekrâne mostrando alternancias de margas
grises (F6) y calizas estratificadas (F5) emplazadas sobre las margas verdes del Messiniense.
MES : Superficie de erosión Messiniense.

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3. Asociación de facies AF 3 (F2, F3, F7, F8, F9, F10): Abanico delta predominantemente
río

Esta asociación de facies está bien expuesta en el borde suroeste de la cuenca (Tizza, West

Tizza, Saida e Irhachâmene), en la parte sureste (Megziyat) y menos desarrollado en Aït

Abdullah. Está formado por conglomerados de gravedad (F2, F3), depósitos de canal

cauces fluviales en trenzas (F7 a, F7 b), los cauces fluviales en forma de láminas

canal” (F8 a), depósitos de relleno entre canales (F8 b), conglomerados gruesos

con matriz clástica (F9) atribuida a flujos de escombros concentrados (“high­concentrated

flujos de escombros”) y finalmente las areniscas medias de la facies F10 interpretadas como depósitos

inundaciones de láminas.

Las facies de gravedad (F2, F3) y las facies fluviales (F7, F8) forman una secuencia gruesa

(más de 30 m) grueso­estrato­decreciente en Irhachâmene y Tizza y parcialmente en el Oeste

Tizza que se asienta directamente sobre la superficie de erosión Messiniense (D1, Fig. IV­34 a, c). EL

Los depósitos del canal de la corriente muestran una paleocorriente con tendencia al norte o al noreste.

Estas facies están relacionadas con depósitos de abanico aluvial “abanico aluvial” (Fig. IV­34 c).

Las dos facies (F7 y F8) pasan lateralmente en dirección al Norte (Oeste­Tizza) en

unidades de espesor métrico, progradándose en un ángulo bajo (entre 10 y 15°) hacia el noreste (Fig.

IV­34 d, e). Estas unidades compuestas por las facies F9 y F10 constituyen una secuencia grano­estrato

decreciendo alrededor de 15 metros de espesor interpretados como depósitos de frente deltaico

(Figura IV­34c).

Hacia los extremos distales del sistema (Aït Abdallah, Saîda) estas facies conglomeráticas

inyectar en depósitos finos de lagunas (asociación de facies AF4) (Fig. IV­34 f). Estos depósitos

se atribuyen a la parte submarina del abanico delta (“Pro delta”) (Fig. IV­34 c).

En general, las facies de esta asociación se organizan en alternancias de depósitos

gruesos conglomerados de gravedad y fluviales que se depositan directamente en la superficie

de erosión Messiniense (MES) y que pasan lateralmente (de Sur a Norte) a unidades

conglomerados de progradación, compuestos esencialmente por flujos de escombros,

coronado por depósitos de arenisca de inundaciones laminares y pequeños

barras de río. Esta disposición vertical y lateral de facies es muy común en conos.

aluviales (Rust, 1978, 1979) y abanicos deltaicos (Kazanci, 1988; Mc. Pherson et al., 1988, Nemec

y Acero, 1988).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Esta asociación de facies caracteriza un ambiente predominantemente de depósito deltaico de abanico fluvial.

que progresa de Sur­Oeste a Noreste, con una dirección promedio N10° y buzamientos

que varían entre 13° y 16°. Los depósitos de gravedad más gruesos están limitados en las partes

proximal (Irhachâmene y Megziyat) pasan lateralmente a depósitos esencialmente

ríos (Tizza, Ouest­Tizza, Saîda) y desapareciendo en depósitos lagunares (Aït

Abdalá, Saida).

Figura IV­34 : Asociación de facies AF 3. a, b) canales fluviales de la parte proximal subaérea del abanico delta del “abanico aluvial”.
c) modelo de depósito delta en abanico. d, e) parte subaérea media del abanico delta (“frente delta”). f) parte distal sumergida del
delta del abanico (“Pro delta”).

4. Asociación de facies AF 4 (F11, F12): Ambiente lagunar con influencia de la gravedad

Esta asociación de facies se describe en la parte suroeste de la cuenca (Aït Abdallah, Saîda).

Está formado por alternancias de arcillas abigarradas (F11) y conglomerados y estratos de areniscas

finos erosivos (F12a, F12b).

En la base de la sección de Aït Abdallah (Fig. IV­35 a), una sucesión de aproximadamente

15 m, comienza con alternancia de estratos limosos y arcillas abigarradas sin fauna y sin

bioturbación (F11, Fig. IV­35 c). Están coronados por alternancias de arcillas,

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

gravedad y conglomerados de arenisca de la facies (F12a, F12b, Fig. IV­35 b). Estos depósitos se colocan

sobre conglomerados de gravedad (F1 y F2) de la asociación de facies AF1 .

Figura IV­35 : Asociación de facies AF 4. a) Registro sedimentológico que representa la sucesión de depósitos propios del ambiente
lagunar con influencias gravitatorias: la base de la sección Aït Abdallah (sección F, Fig. IV­1). b) vista detallada de los conglomerados
de gravedad (F12a). c) vista detallada de los depósitos de lagunas finas (F11 y F12b).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

La primera facies (F11) representa depósitos finos oxidados de un medio muy somero de

laguna. Este ambiente de laguna está sujeto a llegadas episódicas y rápidas de materiales.

gruesa durante los períodos de inundación. Estos períodos de inundación están marcados por depósitos de

conglomerados y areniscas (F12a, F12b) mostrando varias figuras sedimentarias (figuras de erosión,

cargas y escape de agua). Según estos argumentos, esta asociación de facies es

interpretado como representativo de un ambiente lagunar influenciado por crecidas de ríos y

la gravedad fluye desde la parte distal del delta del abanico.

5. Asociación de facies AF 5 (F13, F14): Backshore/Foreshore

Esta asociación de facies se describe exclusivamente en la parte suroeste de la cuenca (sección

Tizza, Fig. IV­36). Está formado por bancos de conglomerados muy ricos en fauna marina de

diferentes orígenes (F13) sobre los que descansan alternancias de arenas finas y limos

intensamente bioturbado (F14a) y bancos de arena y conglomerados (F14b) (Fig. IV­36).

Figura IV­36 : Asociación de facies AF 5. Registro sedimentológico que representa la sucesión de depósitos típicos del ambiente
marino muy somero (“Foreshore”): la sección Tizza (sección C, Fig. IV­1).

En el tramo Tizza descansa una sucesión marina de más de 25 metros de espesor

directamente sobre los conglomerados continentales de la facies F7, a través de una superficie

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

de erosión cementada (D2, Fig. IV­36, VI­37). Sobre esta superficie, la serie marina
comienza con alrededor de 10 metros de conglomerados remodelando desechos de fauna marina
de diferentes ambientes (litorales y profundos) que ascienden a riberas
compuesto únicamente de restos de fauna interpretados como “camas de conchas” (F13). Este
primer conjunto está coronado por unos 15 metros de arena fina estratificada en
microconglomerados (F14a) de color rojo y amarillo (oxidados) típicos de un
poco profundo. En estas facies finas, barras conglomeráticas de arena de la facies
F14b atribuido a barras portuarias (Fig. IV­37 b).

Las facies de esta asociación y los procesos sedimentarios asociados a ellas.


caracterizan un ambiente marino muy somero, de muy alta energía y muy influenciado por
tormentas; estas condiciones indican un entorno costero (Hayes y Kana, 1976; Davis et al.,
1972).

Figura IV­37 : Asociación de facies AF 5. a) Sucesión de depósitos típicos de un ambiente de playa: panorama Tizza (sección C, Fig.
IV­1). b) Representación esquemática de barras portuarias.

6. Asociación de facies AF 6a (F15, F16, F17, F18, F19, F22): Shoreface superior/
Costa media

Esta asociación de facies se describe en la mayoría de los tramos estudiados a excepción del
secciones de Tizza, Irhachâmene, Megziyat, Oued­Amekrâne y Saîda. Reúne las facies

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Progradantes conglomeráticos (F15) y arenosos (F16) interpretados como depósitos de barras

bocas en un entorno de la parte superior de la costa ( parte proximal F15 y parte F16

distal de la barra), las lentes arenosas y conglomeráticas erosivas atribuidas a canales

submarinos proximales (F17b), arenas finas y limos amarillos oxidados con abundante bioturbación

(F18), lentes de arena fina interpretados como SCS (F19, Swalley cross

estratificaciones) y la métrica HCS arenosa en acreción vertical típica de mediados de

litoral superior (F22).

Una de las mejores secciones que agrupa estas facies es la sección de Sidi Drîs (sección M, Fig.

IV­1 ; panorama, fig. IV­38 a). Para ilustrar la disposición vertical y lateral de estas facies,

fotos panorámicas (Fig. IV­38 a, b, e, f) y una sección sintética (Fig. IV­38 c) en la

región de Sidi Drîs están representados.

En esta ubicación y en la parte proximal del sistema, las barras de la boquilla (F15 y F16)

se cortan las facies finas (F18) y las HCS arenosas (F22) y se superan y retrabajan en la

cumbre por métrica HCS y megarides (F22). Estas barras muestran progradaciones hacia

el Sur o Sudeste (Fig. IV­38 c, f).

En la parte media del sistema, los canales submarinos cortan las facies finas (F18) y las

barras de boquilla distales (F16). La orientación de los ejes de los canales indica una

palecurrent orientado de Oeste a Este o de Noroeste a Sudeste (Fig. IV­38 e).

Hacia el extremo distal del sistema, los bancos de arena de la facies F16 están cortados por

lentes de arena fina con estratificación oblicua hueca (SCS, F19) (Fig. IV­38 b).

En todas las facies de esta asociación, la litología variante de arenas finas a

conglomerados gruesos, fauna marina somera (percebes, vieiras, ostras),

la abundancia de bioturbación (esencialmente Ophiomorpha, Skolithos), la organización de

depósitos y estructuras sedimentarias dominadas por estructuras de corrientes unidireccionales

y procesos gravitacionales (flujos de gravedad bajo el agua, corrientes de tormenta),

indican un ambiente de depósito marino de alta energía consistente con la superficie de la costa

por encima del promedio

Esta asociación de facies, por lo tanto, corresponde a un ambiente de frente de costa alto a medio.

influenciado por las corrientes de tormenta y las inundaciones del complejo

delta (continente).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­38 : Asociación de facies AF 6a. a) vista panorámica de la sección de Sidi Drîs . b) vista detallada de estratificaciones
hundidas oblicuas (SCS). c) posición para tomar fotografías de cada panorama. d) sección sintética de la región de Sidi Drîs que
muestra la disposición vertical y lateral de las diferentes facies. e) vista de detalle de los canales proximales (F17b) que se cruzan con
las partes distales de las barras (F16). f) vista de detalle de la parte proximal y media de las barras de la boquilla.

7. Asociación de facies AF 6b (F16, F17, F18, F20, F21, F23): costa inferior

Esta asociación de facies se describe en la mayoría de los tramos estudiados a excepción del

secciones del borde sur de la cuenca (Irhachâmene, Megziyat y Saîda) y secciones de

Oued­Amekrane. Incluye las facies de arena fina de la parte distal de las barras

boca (F16), los canales de arena­conglomeráticos submarinos erosionados (F17 a), el

arenas finas y limos amarillos oxidados con abundante bioturbación (F18), las megarides arenosas

("ondas de arena") (F20), arenas finas atribuidas a lóbulos submarinos (F21) y HCS

amalgamas altamente bioturbadas (F23).

Uno de los cortes representativos de esta asociación es la parte media del corte de

Tassensach que representa una sucesión de facies de canales submarinos erosivos (F17 a),

facies oxidadas finas con bioturbación y Amusium cristatum (F18) y HCS amalgamado (F23) en

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

un espesor de unos 40 m (Fig. IV­39). Esta serie se instala en la facies de


asociaciones extraterritoriales AF 7a y AF 7b.

En esta asociación, la facies F18 es gruesa y muestra abundante bioturbación y

diversificado (Ophioporpha, Thalassinoides, Teichichnus, Diplocraterion, Skolithos), faunas

mares profundos (Amusium cristatum, vieiras pequeñas) y algunas ondas de olas pequeñas.

En algunos lugares como Ijetti, los lóbulos submarinos (F21) que consisten esencialmente

de fragmentos de reelaboración de arena de pectinidae y Amusium cristatum, se inyectan en este

facies (F18) e indican una dirección de la paleocorriente orientada hacia el ENE (Fig. IV­24). Dentro

Otros lugares como Sidi Drîs, megarides arenosos atribuidos a "olas de arena"

HCS aislado (F20) y amalgamado altamente bioturbado (F23) se alternan con esta facies (F18)

(Figura IV­23, Figura IV­26).

Figura IV­39 : Asociación de facies AF 6b . Panorámica de la parte media del tramo de Tassensach (tramo J, Fig. IV­ 1) y registro
sedimentológico correspondiente.

En todas las facies de esta asociación, la fauna marina indica condiciones de depósito

en mar abierto (vieiras, Amusium cristatum, ostras). La pequeña ola ondula y el

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

las megaridas oscilatorias observadas en las facies F18 y F20 se forman encima de la base

acción de las olas con buen tiempo en medio de la costa. Litología dominada por arenas

y arenas finas ricas en arcillas y la abundante y diversificada bioturbación permiten interpretar

esta asociación de facies como típica de un entorno costero inferior (Galloway y

Hobday, 1996; Coe, 2003; Bullimore et al., 2008).

8. Asociación de Facies AF 7a (F18, F24, F25): Upper Offshore

Esta asociación de facies se describe en la mayoría de los tramos estudiados a excepción del

tramos del borde sur de la cuenca (Irhachâmene, Saïda, Oued­Amekrane y Megziyat). EL

Las facies de esta asociación están bien expuestas en la sección de Tassensach y K. El borj . Ellos

consisten en alternancias de arenas finas y limos amarillos con abundante bioturbación (F18),

HCS decimétrico fuertemente bioturbado (F24) y mico­HCS centimétrico erosivo (F25)

(Fig. IV­40 a, b).

En esta asociación de facies, la fina litología rica en arcillas, la abundante bioturbación

(principalmente Ophiomorpha y Thalassinoides) y fauna marina profunda bien conservada

(Amusium cristatum) indican las condiciones de depósito en un entorno marino. EL

Las tempestades fangosas y micro­HCS (F24, F25) son típicas de los ambientes profundos afectados

por tormentas ubicadas justo por encima de la base de la acción de las olas de tormenta. De acuerdo con estos

argumentos, estas facies se interpretan como formadas en el entorno superior de la costa.

9. Asociación de Facies AF 7b (F25, F26): Baja Mar adentro

Esta asociación de facies se describe en las secciones de Tassensach, Sidi Drîs, K. El borj y

Ait Abdalá. Está formado por margas grises oscuras, masivas y homogéneas (F26) en

que se intercalan con pequeños lechos limosos de la facies (F25). El espesor de las margas es muy

importante en el centro de la cuenca (Tassensach, Ijetti, Sidi Drîs) donde supera varias decenas

metros, mientras que se reduce en los bordes de la cuenca como en Aït Abdallah donde se
del orden de 5 metros.

La asociación de las dos facies es claramente visible en la base de la sección de Tassensach (Fig. IV 40 a).

En esta ubicación, niveles margosos grises de espesor métrico a plurimétrico (F26)

que contiene fauna de aguas profundas (Amusium cristatum, Pelecyora gigas y Dentalium),

restos vegetales y bioturbaciones tipo planolita, se van alternando con lechos

centímetros de arenas finas y limos de la facies (F25) (Fig. IV­40 c).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

En esta asociación, las características litológicas (margas y limos) y la fauna marina

aguas profundas bien conservadas indican un entorno marino abierto profundo relativamente tranquilo. De acuerdo a

Con estos argumentos, esta asociación de facies se atribuye a un entorno marino más bajo.

Figura IV­40 : Asociación de facies AF 7a y AF 7b. a) vista panorámica del tramo Tassensach . La base de la sección muestra margas
grises masivas (F26) a arenas finas y limos (F25) sobre las cuales llegan las facies de canal y tormenta de la asociación AF 6b. b, c,
d) alternancia de facies margosas de la parte inferior de la costa (F26) y arenas finas y limos de la parte superior de la costa (F25).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

IV. ESTUDIO DE LA PETROGRAFÍA DE FORMACIONES CONGLOMERÁTICAS Y PALEOCRIENTES

1. Introducción

Se realizó un estudio detallado sobre la petrografía de conglomerados con el objetivo de

la determinación de fuentes de materiales detríticos. Para ello, diferentes niveles


Los conglomerados se eligen de acuerdo con sus posiciones estratigráficas para establecer una

evolución vertical de las fuentes de cotización. Las medidas porcentuales de los elementos se
realizan en cuadrados con un área de 1 m2 . . Entre 56 (mínimo) y 350 (máximo) guijarros

por cuadrado se analizan y los resultados de conteo de cada nivel se representan como
forma de gráficos. La interpretación de la fuente de contribución tiene en cuenta la naturaleza

petrografía de los guijarros, el proceso sedimentario involucrado en su deposición y las direcciones


paleocorrientes registradas.

Figura IV­41 : Mapa geológico del Rif oriental elaborado a partir de los mapas de Suter (1980), Frizon de Lamotte (1985), Negro et al.
(2007) y Michard et al. (2007).

Para una determinación de las fuentes de aportes con mayor credibilidad, se realiza una síntesis
Se realiza una estratigrafía de las formaciones geológicas alrededor de la cuenca. La tarjeta

(Fig. IV­41) representa las diferentes unidades geológicas del Rif oriental y sus
edades, estas unidades son:

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

­ El dominio interior (la dorsal caliza) y el dominio flysch al noroeste.

­ Las unidades Ketama que afloran en el borde occidental de la cuenca.

­ Las unidades Temsamane Sur y los acuíferos rifeños al Sur.

­ La unidad Temsamane Nord que aflora en el borde noreste de la cuenca.

2. Estratigrafía de unidades geológicas en torno a la cuenca de Boudinar

2.1. El dominio interno (la cresta de piedra caliza, Fig. IV­42)

Situada en el extremo noroeste de la cuenca (comarca de Alhuceima), esta unidad se puede subdividir

en dos subunidades (Chalouan et al., 2008) :

La dorsal interna (ID, registros D3 y D4; Fig. IV­42) : La serie estratigráfica de esta

la subunidad consta de alternancias de arcillas rojas, yesos y dolomita

Triásico Superior; brechas dolomíticas grises de edad Triásico Superior­Jurásico

más bajo ; caliza blanca y caliza nodular (Ammonitico rosso) del Jurásico

más bajo ; radiolaritas y calizas micríticas ( calizas de Saccocoma) de la

Jurásico Superior; Calizas del Jurásico Superior (Calizas Calpionella )

Margas del Cretácico Inferior y Cretácico Superior (margas Globotruncana ).

La dorsal externa (ED, log D2; Fig. IV­42) : La serie estratigráfica de esta bajo

unidad consta de dolomías estromatolíticas seguidas de alternancias de

calizas y dolomías del Triásico, luego alternancias de calizas blancas y

dolomías oscuras del Jurásico inferior.

Figura IV­42 : Mapa estructural de la cresta de piedra caliza (unidad Bokkoya) y registros estratigráficos sintéticos (modificado de
Chalouan et al. 2008).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

2.2. El dominio de los flyschs (el Tisiren nappe, Fig. IV­ 43 a)

La serie estratigráfica de la capa de Tiziren del Cretácico Inferior comienza con

calizas margosas (preflysch I, Berriasiense­Valanginiano), seguidas de una secuencia turbidita

compuesta por areniscas y arcillas alternas (areniscas episodio I, Hauteriviano

Barremiense), luego una segunda secuencia predominantemente pelítica (preflysch I, Barremiense­early

Aptiano) y finalmente una segunda secuencia de turbiditas (areniscas episodio I, Aptiano

Albiano).

Figura IV­43 : Estratigrafía de la unidad flysch (Tisiren nappe) y la unidad Kétama (De Chalouan et al., 2008).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

2.3. El dominio externo (La unidad Ketama, Fig. IV­ 43 b)

La unidad Ketama consiste esencialmente en series turbidíticas de edad Cretácico

inferior, afectado por metamorfismo anquizonal (Leikine et al., 1991; Azdimousa et al.,

1998). La serie estratigráfica de la unidad Ketama está formada por calizas masivas

seguido de calizas con Ammonitico rosso, luego de margas limosas de edad Liassic; desde

calizas filamentosas y margas del Jurásico Medio; flyschs del Jurásico superior; desde

calizas del Jurásico Superior­Cretácico Inferior; edad calcschists y pelitas

neocomiano­barremiano; flyschs de edad Aptiano­Albiano caracterizados por turbiditas

cuarzosa espesa; calquistos y calizas del Cretácico Superior que afloran en el


al norte de esta unidad.

2.4. El Rif Occidental y Central (Zonas de Ventana)

El Rif central o "zona de ventana" se caracteriza por antiformas de núcleo de turbidita

(Tamda, J. Kouine) y olistóstromos (olistostrome du Nekor) del Mioceno inferior a

medio, emergido bajo unidades mesozoicas alóctonas de origen infra­Ketama (grupo de

acuíferos Tifelouest, Senhaja y Bou Haddoud) o supra­Kétama (acuífero Aknoul).

El acuífero Senhaja (Lias a Neocomian) y el acuífero Bou­Haddoud (Malm a Terciario)

incluyen cipolinas, lutitas, cuarcitas ligeramente metamórficas, triásicas

calizas gipsosalinas y dolomíticas del Lias.

El acuífero de Aknoul está formado por: esquistos y areniscas de edad Aptiano­Albiano, margas

pelitas, pelitas negras del Senoniense y Paleoceno, calizas del Eoceno, margas

negro con bolas calizas del Eo­Oligoceno y areniscas númidas de edad Aquitania (Frizon

DeLamotte, 1987).

El Nekor olistostrom está formado por bloques de yeso, cipolinas, ofitas y

rocas metamórficas empaquetadas en una matriz margosa del Mioceno medio (Frizon De

Lamotte, 1981).

2.5. El dominio externo (unidad Temsamane, Fig. IV­44)

La serie estratigráfica de la unidad Temsamane va desde el Paleozoico hasta el Cretácico Inferior.

en la unidad norte y del Jurásico al Albiano­Aptiano en las unidades intermedia y sur (Fig.

IV­44). Estas series están afectadas por un metamorfismo epizonal (8 Kbar; 350­400°C) que disminuye

de norte a sur (Negro, 2005 y Negro et al., 2007).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

La serie estratigráfica de la unidad Temsamane está formada por esquistos de cuarcita gris.
Paleozoico en edad; doleritas triásicas; mármoles calcíticos y dolomíticos de
Jurásico; calquistos neocomianos, metapelitas y metapsammitas; esquistos marrones
y cuarcitas del Aptiano­Albiano (Azdimusa et al., 2007).

Figura IV­44 : Estratigrafía de la unidad Temsamane (modificado de Azdimousa et al., 2007).

3. Petrografía de guijarros de formaciones conglomeráticas

3.1. Conglomerados de Messiniense tardío

Estos conglomerados constituyen los primeros depósitos sobre la superficie de erosión


Messiniense. Corresponden a asociaciones de facies AF1 y AF3 (facies F2, F3, F7, F8 y
F9) que afloran exclusivamente en los márgenes suroeste y sureste de la cuenca (tramo
de Irhachâmene, Megziyat). Estas dos asociaciones de facies corresponden a depósitos
flujos másicos subaéreos y depósitos en abanico delta. Se analizaron tres niveles
en estos repositorios.

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3.1.1. Conglomerados de facies F2 de la parte superior de la sección Irhachâmene

Este nivel, ubicado en la parte superior de la sección Irhachâmene, representa los primeros depósitos en

sobre la superficie de erosión Messiniense. Los guijarros tienen un tamaño centimétrico (3 a 8 cm)

con unos pocos bloques dispersos que superan los 15 cm, redondeados a subangulosos y contenidos en un

escasa matriz arcillosa en relación a los elementos. Estos depósitos están destinados a

flujos subaéreos de gravedad “flujos subaéreos de escombros”.

La naturaleza petrográfica de los cantos rodados se resume en la figura (IV­45). Según estos resultados,

destacamos el predominio de los cantos rodados de arenisca cuarcítica del Albiano (58%), seguidos de la arenisca

Calizas amarillas del Terciario (18%) y calizas negras del Cretácico Superior (13%). Areniscas cuarcíticas

y las calizas provienen de la unidad Ketama ubicada en el borde suroeste de la cuenca,

mientras que las areniscas amarillas pueden ser de varios orígenes. Estos pueden derivarse de

depósitos del Mioceno Inferior con siestas sintéticas que actualmente afloran en el Rif central (unidad

Temsamane sur, Tamda y j. Kouine), o el macizo de Tifelouest donde los depósitos de piedra caliza­arenisca

Se han descrito edades del Eoceno al Oligoceno (Leikine et al., 1991).

Dados los procesos sedimentarios (esencialmente flujos por gravedad)

involucrados en estos depósitos y que indican la proximidad de la fuente de aporte de estos

conglomerados, sugerimos que probablemente estas facies de areniscas del Terciario estaban presentes

cerca de la cuenca (por encima de la serie del Cretácico Inferior de la unidad Ketama) y que

desde entonces han sido totalmente erosionados.

Según estos argumentos, se considera que el origen de estos conglomerados es local, provenientes de la

relieves situados en el borde suroeste de la cuenca donde actualmente aflora la unidad Kétama.

Figura IV­45 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de la facies F2 de la sección

de Irhachamene.

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3.1.2. Conglomerados de facies F3 de la parte superior de la sección Irhachâmene

Los conglomerados de esta facies se organizan en lentes pluridecimétricos con bases erosivas. EL

los elementos son gruesos (5­15 cm), redondeados a subangulares, mal clasificados y aislados en un

matriz microconglomerática consolidada muy abundante en relación a los elementos. Estos depósitos

se interpretan como lóbulos de flujo de escombros que ocurren durante

períodos más húmedos.

La figura (IV­46) resume la naturaleza petrográfica y el origen de los cantos rodados que constituyen estos

conglomerados. Todavía notamos el predominio de los guijarros de arenisca cuarcítica del Albiano

(52%), seguido de areniscas amarillas con cemento calcáreo y areniscas finas del Terciario (44%) y calizas

Negros del Cretácico Superior (4%).

En cuanto a los conglomerados de la facies F2, la geometría de los depósitos de los conglomerados de la facies

F3 y los procesos sedimentarios involucrados en su formación (flujos de detritos)

indicar la proximidad de la fuente de entrada. De acuerdo con estas observaciones, el origen de estos

conglomerados sólo puede ser el macizo de la unidad Ketama ubicado en el borde suroeste de la
bol.

Figura IV­46 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F3 de la sección
Irhachâmene.

3.1.3. Conglomerados de facies F2 de la sección Megziyat

Ubicados en la parte sureste de la cuenca cerca del macizo Temsamane (Megziyat), estos

Los conglomerados vienen directamente sobre la superficie de la erosión Messiniense, tienen un

idéntico en carácter y aspecto a los conglomerados en la parte superior de la sección Irhachâmene. EL

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cantos rodados son heterométricos (la mayoría entre 1 y 5 cm con algunos bloques dispersos que superan

10 cm), redondeadas a subangulosas, contenidas en una matriz arcillosa blanca (facies F2).

Se representa la naturaleza petrográfica y el origen de los cantos rodados que constituyen estos conglomerados.

en la figura (IV­47). Siempre notamos altos porcentajes de cantos rodados de cuarcita

Albiano (81%) que puede tener su origen en los macizos fronterizos de Kétama o Temsamane,

esquistos verdes de edad Aptiano­Albiano (8%) y mármoles Jurásicos (2%) provenientes de la unidad

Areniscas Temsamane y Terciario (9%).

Los procesos sedimentarios involucrados en estos depósitos (flujos por gravedad) indican

la proximidad de la fuente de aporte de estos conglomerados. De acuerdo con estos resultados, la fuente de ingesta

de conglomerados en la región de Megziyat se considera local, proveniente principalmente de

del macizo fronterizo de Temsamane.

Figura IV­47 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F2 de la sección Megziyat.

3.2. Conglomerados basales del Plioceno inferior

Estos conglomerados afloran en la parte noroeste de la cuenca ( sección Tassensach, Sidi

Driss). Son conglomerados marinos que pertenecen a la asociación de facies AF 6a y

AF 6b (facies de barras de boca F15, facies de canales submarinos F17).

3.2.1. Conglomerados de facies F17 b de la base de la sección Tassensach

Este nivel conglomerático ubicado en la base de la sección Tassensach está formado por

guijarros heterométricos (1 a 20 cm), redondeados a subangulosos contenidos en una matriz arenosa

abundante. Estos conglomerados se interpretan como depósitos de canales submarinos.

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La naturaleza petrográfica de los guijarros que constituyen estos conglomerados se muestra en la Fig.

(IV­48). Los cantos rodados están compuestos mayoritariamente por areniscas cuarcíticas del Albiense (48%),

areniscas amarillas con cemento calizo del Terciario (21%) y calizas litográficas del

Cretácico Superior (18%). Otros elementos también están presentes en pequeños porcentajes,

en particular calquistos neocomianos (8%), brechas sedimentarias y limolitas amarillas

areniscas terciarias o post­napstones (3%) y areniscas púrpuras del Triásico (2%).

Siempre notamos el predominio de los guijarros de arenisca cuarcítica del Albiano seguidos de la arenisca

Calizas del Terciario y Cretácico Superior. Por otro lado, y a diferencia de los conglomerados del

Messiniense terminal, estos conglomerados del Plioceno inferior contienen elementos que

vienen de lejos (suroeste de la cuenca). Entre estos elementos se encuentran los calquistos

Neocomianos descritos en la unidad Kétama (Andrieux, 1971; Leikine et al., 1991), areniscas

Violetas triásicas encontradas en la base de los mantos de Ketama o en olistolitos en el

Cretácico Superior o en el Nekor olistostrom (Fig. IV­41).

Estos resultados permiten concluir que el abastecimiento de la cuenca con materiales detríticos en la

El Plioceno inferior se realiza esencialmente por el Sur­Oeste. El análisis detallado de la naturaleza.

la petrografía de los guijarros y sus porcentajes permite sugerir dos fuentes de materiales,
un manantial local del macizo de Kétama en el borde suroeste de la cuenca y otro

situado mucho más lejos en el suroeste de la cuenca (a lo largo de la falla de Nékor, Fig. IV

41).

Figura IV­48 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F17a en la base de la
sección Tassensach.

215
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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

3.2.2. F15 conglomerados de facies de la sección Sidi Drîs

Este nivel situado en la parte superior del tramo de Sidi Drîs está formado por conglomerados de cantos rodados

heterométrico (1 a 8 cm), redondeado a subangular contenido en una matriz arenosa

abundante interpretado como depósitos de barra bucal.

La naturaleza petrográfica de los guijarros que constituyen estos conglomerados se muestra en la Fig.

(IV­49). Los cantos rodados están dominados por areniscas cuarcíticas del Albiano (71%), seguidas de areniscas

Amarillos terciarios (13%), calizas del Cretácico Superior (9%) y algunos cantos rodados de cuarzo (7%).

Todos estos elementos provienen de la unidad de Ketama y ningún elemento original de la unidad de

Temsaman no ha sido resaltado.

Figura IV­49 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F15 en la parte superior
de la sección de Sidi Drîs.

4. Direcciones de la paleocorriente

En esta parte del trabajo se trata de determinar las direcciones de las paleocorrientes registradas

en los cuerpos sedimentarios siempre con el objetivo de definir las fuentes de abastecimiento a la cuenca

en material detrítico. Las direcciones de las paleocorrientes se extraen de las geometrías y

direcciones de progradación de grandes estructuras (sistemas de abanico delta y barras

boca, por ejemplo), estructuras sedimentarias (ondas y megarips de corriente

y olas, las formas básicas de los bajíos) y la orientación de los ejes del canal.

4.1. En el Messiniense terminal

En estas formaciones, las direcciones de las paleocorrientes se deducen de la orientación de las

ejes de canales fluviales (facies F7, F8), mega­ondas de corrientes y direcciones de

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

progradación de bosques (facies F9, F10). Así, las paleocorrientes están orientadas hacia el Norte,

el NNE o el NNW en la parte suroeste de la cuenca (Irhachâmene, Tizza, Ouest­Tizza y

Saida), y hacia el Norte o Noroeste en la parte Sudeste (Megziyat) (Fig. IV­50).

Estos resultados indican que la alimentación de los dos sistemas de abanico delta descritos en el Sur

de la cuenca (la primera en Irhachâmene y la segunda en Megziyat) se hace desde el suroeste

(macizo de Kétama) para el primero y del sureste para el segundo (macizo de

temsaman). Estos resultados están de acuerdo con los resultados de los análisis petrográficos del

conglomerados.

Figura IV­50 : representación de las direcciones de las paleocorrientes medidas desde grandes estructuras (progradaciones de
abanicos deltas, canales submarinos y barras de desembocadura, etc.) y desde pequeñas estructuras sedimentarias (ondulaciones
de olas y corrientes, figuras bancadas, etc.) , agrupados según sus posiciones estratigráficas.

4.2. En la base del Plioceno Inferior

En este punto de la evolución de la cuenca, las direcciones de las paleocorrientes medidas a partir de las ondulaciones

olas y “barras costeras” de Tizza, y partir de las figuras básicas de los bancos

facies de tormenta (canaletas de erosión, surcos de erosión y moldes de flauta, etc.) en el

diferentes secciones de la cuenca (Tassensach, K. el. Borj, Sidi Drîs) muestran direcciones actuales

marineros mirando al sur (Fig. IV­50).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

4.3. En lo alto del Plioceno Inferior

En esta etapa de la evolución de la cuenca, las paleocorrientes se estiman a partir de las orientaciones de las

ejes de canales submarinos, lóbulos submarinos y progradaciones de barras

boca (facies F17, F21 y F15/F16 respectivamente; secciones de Tassensach, K. El borj

Imessaoûdene e Ijetti). Direcciones de paleocorriente estimadas a partir de ejes de canales y

las progradaciones de la barra bucal indican transporte de sedimentos norte/noroeste

al Sur/Sureste (Fig. IV­50).

5. Cierre

El estudio de la naturaleza petrográfica y de los procesos sedimentarios asociados a los yacimientos de

Conglomerados del Messiniense tardío­Plioceno temprano en la cuenca de Boudinar, combinados

con el estudio de las paleocorrientes permite determinar con mayor precisión las fuentes de

materiales detríticos. Así podemos concluir que:

En la terminal Messiniense :

La fuente de entrada es local y la mayor parte del material detrítico proviene de los macizos

rocas metamórficas vecinas (unidad Ketama en la parte suroeste de la cuenca y

la unidad Temsamane en la parte sureste).

Las paleocorrientes medidas muestran dos direcciones principales de progradación de los dos

complejos de abanicos deltaicos descritos en el sur de la cuenca. Así, el primer complejo ubicado en

el Oeste (Irhachâmene, Tizza, West­Tizza, Saida) avanza hacia el Norte o el Norte

Este, por otro lado, el segundo complejo ubicado en el Este (Megziyat) prograds hacia el Norte o
el noroeste.

En el Plioceno Inferior:

La cuenca se alimenta de fuentes locales (macizo fronterizo de Ketama) y

Manantiales distantes ubicados en el suroeste de la cuenca (a lo largo del accidente de

Nekor).

Las paleocorrientes medidas muestran que la mayoría de los flujos son hacia el

Sur/Sureste (progradaciones de las barras de boquilla de K. El borj y Sidi Drîs) o

hacia el Este (canales proximales F17b de Sidi Drîs) con algunas paleocorrientes orientadas

al noreste observado en los lóbulos submarinos profundos (Ijetti). Estas pautas

indican que la fuente de entrada se ubica principalmente en el noroeste de la cuenca

y que la cuenca se alimenta del Oeste.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Por otro lado, sólo se han encontrado materiales volcánicos de Ras Tarf en la base de la

Sección de Aït Abdallah ubicada al noroeste de la cuenca (ver Fig. IV­1 para ubicación), esta

probablemente indica que el macizo volcánico de Ras Tarf estaba parcialmente sumergido

durante el Plioceno Inferior o que estuvo cubierto por depósitos Messinienses. Observamos

también la ausencia en todos los depósitos del Messiniense terminal­Plioceno inferior de guijarros de

serpentinas. Estos actualmente afloran al sur de la cuenca (macizo serpentino del Beni

Maleck, Fig. IV­41) y se encuentran abundantes en el lecho actual del wadi Amekrâne. esto que

indica que estas serpentinas no salieron a la superficie hasta finales del Cuaternario.

V. ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL/MODELOS DE DEPÓSITO

1. Introducción

La distribución y acumulación de sedimentos en ambientes marinos o continentales son

controlado principalmente por la interacción entre el espacio de alojamiento y las entradas

depósitos sedimentarios, es decir, la noción de nivel base (“base­level”; Wheeler, 1964; Cross et al.,

1993). Los cambios de línea de base se registran en la sedimentación por el

sucesión de fases transgresoras y regresivas organizadas en procesiones sedimentarias

(“tractos del sistema”; Brown y Fisher, 1977; Catuneanu, 2006; Zecchin y Catuneanu, 2013) y

por diferentes tipos de superficies estratigráficas.

En este trabajo, el análisis de facies y la zonación establecida anteriormente (Fig. IV­31) nos permitió

para definir la evolución de los entornos de depósito a lo largo del tiempo, con tendencias

profundización o menos profundización asociada con fases transgresoras o

regresiones e identificar superficies estratigráficas alocíclicas clave (Fig. IV­51).

En las doce secciones estudiadas, las correlaciones a escala de cuenca de estas fases transgresoras

y regresivo delimitado por superficies estratigráficas, nos permitió definir dos órdenes

ciclos y secuencias de depósitos, asociados a fluctuaciones en el nivel base. Estos

las correlaciones se basan en marcadores bioestratigráficos y un nivel de referencia en rastros de

hojas (Fig. IV­52, IV­53). Un ciclo transgresivo­regresivo (TR) a largo plazo, parcialmente

conservado (erosionado en la parte superior) ha sido definido y los ciclos a corto plazo están marcados con unidades

estratigrafía a pequeña escala (Fig. IV­52).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­51 : Transgresión­regresión, procesiones sedimentarias ("tractos de sistema") y superficies clave


("superficies clave") formadas por la interacción entre los cambios de nivel de base y la sedimentación. La
curva de arriba representa la magnitud de los cambios del nivel base y la curva de abajo representa la tasa
de cambios del nivel base en comparación con la tasa de sedimentación. NR= Regresión Normal
; FR= Regresión Forzada. TST= procesión transgresora (“Transgressive System Tract”); HST= tractos del
sistema Highstand; LST= Tractos del sistema Lowstand; FSST= (“Falling Stage System Tract”), SU=
discontinuidad subaérea (“Discordancia subaérea”); MRS= Superficie Regresiva Máxima o Superficie
Transgresiva; TRS= Superficie de ravinment transgresora; MFS= Superficie Máxima de Inundación.
Modificado de Catuneanu et al. (2002, 2006).

2. Ciclos a corto plazo

Por encima del "MES", siete unidades estratigráficas de pequeña escala (20 a 30 m de espesor)

parcialmente conservados (erosionados en la parte superior de la serie por discrepancias angulares) han sido

identificadas y correlacionadas a escala de cuenca (Fig. IV­53).

La duración de los ciclos a corto plazo es difícil de establecer. Marcadores bioestratigráficos

indican que todas las series estratigráficas estudiadas datan entre 5.32­5.27 Ma y 4.37

Mi en el más joven. La duración total de la serie conservada entre las principales discrepancias (SB1 y

SB2/3; Higo. IV­53, IV­54 B) es del orden de un millón de años y la duración individual de la

unidades de pequeña escala es probablemente alrededor de unos pocos cientos de miles de años

(secuencias de cuarto orden). Estas pequeñas unidades están delimitadas por superficies bioturbadas

expresado muy bien o por superficies endurecidas ("hard­grounds") que marcan la inversión de

la evolución de las facies desde una tendencia de profundización a una tendencia de

pérdida de profundidad (Fig. IV­52).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­52 : Asociaciones de facies y apilamiento de secuencias genéticas en la sección K. el Borj. MFS=
superficie máxima de inundación; ZLM= zona de máxima inundación; S2­S6= secuencias genéticas
numeradas después de correlaciones en toda la cuenca (ver Fig. IV­53) ; HG= suelo duro.

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l
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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Estas superficies límite, grandes extensiones (en la escala de la cuenca), se interpretan como

Superficies Máximas de Inundación (“MFS”). Entre dos límites (es decir, "MFS"), cada unidad

registra una tendencia de profundización seguida de una tendencia de profundización

que caracterizan un ciclo transgresivo­regresivo. No hay evidencia de exposición al aire libre

(discordancias o superficies de erosión subaéreas) solo se encuentra al final de las fases regresivas (es

decir, al final de las secuencias de cuarto orden), lo que sugiere que la tasa de acomodación no se extingue

nunca 0. Esto puede ocurrir cuando la tasa de hundimiento en la cuenca es siempre más

mayor que la tasa de caída del nivel del mar. Debido a sus superficies límite (es decir, "MFS"),

su duración (menos de un millón de años) y su espesor, tales unidades se han atribuido a

secuencias genéticas (“secuencias estratigráficas genéticas”) en el sentido de Galloway,

(1989).

La primera secuencia genética se observa parcialmente en Irhachâmene y Saida y bien

expuesto en las regiones de Tizza y Aït Abdallah (Secciones a, i, j y k; Fig. IV­54 B). Este

secuencia formada inmediatamente por encima del "MES", está limitada en la parte superior por un

superficie dura, bioturbada y oxidada o por una zona bioturbada asociada con

facies distal (F18). En los tramos de Tizza y Saîda, por encima del "MES", las facies de

los cauces fluviales (F7a) son coronados abruptamente por cauces fluviales aislados

(F7b/F8b). Estos depósitos están truncados por una superficie de erosión marina coronada por depósitos

lechos de conchas (F13). Arriba, la sucesión de facies registra una evolución del medio ambiente

de depósito desde la playa/frente a la costa media (Fig. IV­55 B). En la región Oeste

Tizza, los afloramientos bien expuestos nos permiten estudiar esta secuencia en 2D/3D. En esto

lugar, los canales aislados están ausentes y los canales (F7a) pasan lateralmente a la facies

programantes (F9/F10). Estos depósitos son truncados por una superficie de erosión marina luego

coronada en “onlap” por la facies margosa de la parte superior de la costa ( facies F18 distal ; Fig.

IV­55C ). Esta evolución de facies vertical es claramente transgresora. se interpreta

como una secuencia genética asimétrica que registra la primera fase transgresora,

característica de la inundación de la cuenca de Boudinar después del "MSC" y la gran emersión

asociado ("MES"). Las diferentes superficies de discontinuidad (“MES”, superficies de erosión

marino...) se describirán más adelante por sus significados en la escala de los ciclos a

A largo plazo.

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­54 : Mapa geológico simplificado y estratigrafía de la cuenca de Boudinar. A) Mapa geológico simplificado con la ubicación
de los tramos estudiados. B) Ubicación estratigráfica de las secciones estudiadas, SB1­SB3= discontinuidades mayores. C) Litología,
sedimentología y edad de la sección de referencia de Aït Abdallah .

Las siguientes dos secuencias genéticas (S2 y S3; Fig. IV­52, IV­53) han sido reconocidas en

siete secciones estudiadas (secciones a, b, c, d, g, k y l, Fig. IV­54) y correlacionadas a lo largo de un

Sección transversal EW (Fig. IV­53). Su espesor aumenta 15 m hacia el oeste (hacia el

margen) más de 30 m al este (hacia la cuenca). Estas dos secuencias están compuestas

principalmente facies finas formadas en condiciones costa afuera (Fig. IV­52) y sus límites

corresponden a niveles bioturbados asociados con la facies fangosa distal (F18, F26). En

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

afloramientos distales (hacia la cuenca, es decir, al este) estos niveles muestran acumulaciones

de Amusium cristatum, escafópodos Dentalium y grandes madrigueras de Planolites. Hacia la

margen (Oeste), estos niveles corresponden a bancos altamente bioturbados o hard­grounds

decimétrico, mineralizado y perforado por Ophiomorpha (ejemplo de la parte superior de la

secuencia S2; Higo. IV­52, IV­55 E). Estos límites se interpretan como superficies

inundación máxima y representan los límites de las secuencias genéticas. En ambos

secuencias S2 y S3, se observan dos tendencias evolutivas de las asociaciones de facies a partir de la
abajo hacia arriba:

­ Las facies margosas fosilíferas amarillas/grises (F18) pasan hacia arriba en alternancia

margas (F18) y HCS arenoso de grano fino (F25) seguido de HCS de grano fino

con bases medias y erosivas (F24). Este aumento en el tamaño de grano hacia arriba y

la evolución de las facies de tormenta (F24/F25 que aumentan su espesor y que

se vuelven más erosivos hacia arriba) se interpretan como una tendencia de

estrechándose hacia arriba representando la parte regresiva de la secuencia.

­ La evolución de facies se caracteriza por una disminución del tamaño de grano hacia arriba

y las facies fangosas distales (F26 o F18) se vuelven dominantes hacia arriba. Este

La evolución de facies sugiere una tendencia de profundización ascendente y representa

la fase transgresora. Cabe señalar que la inversión de las tendencias de la

la superficialidad a la profundización es gradual y no hay superficie de

no se observa discontinuidad (Fig. IV­52).

Por encima de la secuencia S3, otras cuatro secuencias genéticas (S4 a S7; Fig. IV­52, IV­53)

desarrollado en areniscas finas a gruesas en condiciones marinas mayores que

cara superior de la costa. Las secuencias S5 a S7 están incompletas debido a erosiones posteriores.

(Fig. IV­53) y las dos secciones más completas fueron estudiadas en Tassensach y Sidi Drîs (sección

c y d; Higo. IV­54 A). El espesor de estas secuencias es de unos 20 m al oeste de la cuenca y

hasta 40 m de espesor en el este. Los límites de las secuencias están marcados por suelos duros.

(a veces con mineralizaciones de sulfuro de hierro u óxidos de manganeso) fuertemente

bioturbado por Ophiomorpha (Fig. IV­55 E) o por lechos muy bioturbados

(Ophiomorpha y Thalassinoides). La evolución de las facies registra fases regresivas y

transgresor sin superficies físicas marcando la inversión de tendencias:

­ La parte regresiva sufre una evolución de facies de un ambiente offshore superior (facies

tormentas F24, facies fangosas finas F18) a ambientes costeros medianos a medianos

superior (facies F15, F16 y F18 ; Fig. IV­52). Además, en el transecto EW a través del

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

cuenca, la evolución lateral de las facies refleja una progradación de oeste a este (Fig.

IV­53).

­ Las partes transgresoras de las secuencias comienzan con facies toscas de barras

prograding bocas o canales submarinos (F15/F16 y F17) en el

zonas proximales (hacia el Oeste), o por facies de tormenta espesa y amalgamada (F20,

F23) en las zonas más distales (hacia el Este). Las primeras facies se depositan en

condiciones medias de la cara de la costa y transición hacia arriba a las facies de la cara de la costa

de abajo hacia arriba en alta mar (Fig. IV­52). Esta evolución de facies indica una

tendencia de profundización que caracteriza la fase transgresora.

3. Ciclos a largo plazo

Las secuencias genéticas descritas anteriormente se apilan para formar diferentes procesiones.

unidades sedimentarias, definidas por la progresión de estas unidades estratigráficas de pequeña escala hacia el

suelo o hacia el estanque. La sucesión vertical de estas procesiones sedimentarias constituye un ciclo

a largo plazo, parcialmente conservado, con una duración total de alrededor de 1 Ma correspondiente a un

ciclo estratigráfico de tercer orden (Mitchum y Van­Wagoner, 1991). De abajo hacia arriba, nosotros

puede distinguir:

­ Discontinuidad subaérea (“Subaerial Discontinuity; SU”):

La primera superficie de mayor discontinuidad observada en la base de los depósitos estudiados es la

"MES" (superficie de erosión de Messiniense, SB1) que separa las margas marinas profundas de las

Messiniense de los depósitos continentales suprayacentes. Corresponde a una superficie de erosión

subaérea, irregular que incide suavemente las margas mesinienses y con irregularidades

escaleras pequeñas (menos de 20 m de altura). Esta superficie está cubierta por diferentes

asociaciones de facies según su posición en la cuenca. En la parte sur de la cuenca, donde la superficie

buza suavemente hacia el norte, está cubierto por depósitos de flujos de gravedad

subaéreo (Irhachâmene) o por facies fluviales de canales trenzados al Norte

(Tizza). En la parte norte de la cuenca (Aït Abdallah y Oued Amekrâne), esta superficie se hunde

al norte en un ángulo bajo y pequeñas depresiones están llenas de depósitos lacustres y

flujos de gravedad (Fig. IV­55 A). Esta superficie se interpreta como una discontinuidad.

mayor subaérea de extensión regional (Fig. IV­55 A, IV­56 A), formado durante la bajada de la

nivel del mar en el Messiniense cuando el espacio de acomodación decrece a 0 (“MES”);

Higo. IV­51). En la cuenca de Boudinar, no se observó una gran incisión fluvial pero

solo procesos de gravedad y viento (granulos de viento en facies F2 a F4).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­55 : Superficies estratigráficas clave. A) Discontinuidad subaérea mayor (“SU= MES”); corte: Oued Amekrâne. B) Superficie
máxima de regresión (“MRS”) y superficie de transgresión de cárcavas (“TRS”); Corte: Tizza. C) Superficie de máxima regresión
(“MRS”) reelaborada por superficie de transgresión de cárcavas (“TRS”), las flechas amarillas indican el “onlap” de los depósitos
marinos sobre la “TRS”; corte: Oeste­Tizza. D) sucesión de bancos intensamente bioturbados que representan la zona de máxima
inundación ("ZMF") en la cara media de la costa; corte: Ijetti. E) superficie máxima de inundación (“MFS”) en la parte inferior de la
costa representada por un suelo duro mineralizado y bioturbado (Ophiomorpha nodosa) ; corte: K. el Borj. F) superficie máxima de
inundación en la parte baja de la costa que muestra faunas profundas (Amusium cristatum) y bioturbaciones (Ophiomorpha) ; corte:
Tassensach.

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Figura IV­56 : evolución de la arquitectura regional de los sistemas de depósito a lo largo del tiempo, vinculada a las fluctuaciones del
nivel base a largo plazo. A) Caída de línea base y erosión subaérea (depósitos por gravedad y flujo lacustre). B) inicio del ascenso del
nivel base (depósitos de sistemas de abanicos deltaicos del prisma de bajo nivel, progradándose en depósitos lagunares). C) aumento
rápido del nivel de base y transgresión. En condiciones continentales, el inicio de la transgresión está marcado por un cambio en la
arquitectura fluvial con canales fusionados que se transforman en canales aislados que se degradan a través de la Superficie de
Máxima Regresión (“MRS”). Arriba, se ha formado una superficie de transgresión de barranco ("TRS") que marca la inundación
marina. En condiciones marinas se observa una única superficie que separa los depósitos continentales regresivos de los depósitos
marinos transgresivos (“MRS/TRS”). Esta procesión está limitada en la parte superior por la Superficie Máxima de Inundación
(“MFS”). D) el final del ascenso del nivel base y la formación del prisma de alto nivel. Corresponde a unidades de progradación a gran
escala formadas por el apilamiento de secuencias genéticas.

­ Prisma de Bajo Nivel (“LST”) y Superficie de Máxima Regresión (“MRS”):

El prisma de bajo nivel se desarrolló por encima de la discontinuidad subaérea ("SU"),


se caracteriza por facies toscas de abanico aluvial o deltas de abanico progresivo en

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

facies de laguna (F7 a F12) y corresponde a la parte inferior de la secuencia S1 (Fig. IV­51).

Esta evolución de facies marca una regresión normal que ocurrió durante la primera

etapa de la elevación del nivel base, cuando la tasa de acomodación es inferior a la tasa de

sedimentación (Fig. IV­51, IV­56 B). Esta procesión se limita arriba por una superficie discreta y

concordante que separa los estratos de progradación subyacentes (F9 y F10) de los estratos fluviales

agravantes suprayacentes (F7, F8 ; IV­55 B). Esta última superficie marca el cambio de

la regresión hacia la transgresión se interpreta como una superficie de regresión máxima

(MRS, Catuneanu, 1996; Helland­Hansen y Martinsen, 1996; Zecchin y Catuneanu, 2013).

Finalmente, cabe señalar que las facies fluviales (F7/F8) pueden estar directamente en contacto

con la discontinuidad subaérea (Fig. IV­34) como se observa en Saida. en este ultimo

casos, la discontinuidad subaérea ("SU") y la superficie de regresión máxima ("MRS") son

unido.

­ Procesión transgresora (“TST”), superficie de máxima regresión (“MRS”), superficie de

Barranco Transgresivo ("TRS") y Zona de Máxima Inundación ("MFZ"):

La procesión transgresora, de espesor reducido, se caracteriza por una secuencia genética

asimétrico que muestra una evolución de facies de condiciones continentales a marinas (parte

parte superior de la secuencia 1). La procesión transgresora registra la subida del nivel base

cuando la tasa de acomodación es mayor que la tasa de sedimentación (Fig. IV­51). Puede

comience con una superficie de base limpia que recubra las unidades gruesas formadas por canales

en trenzas amalgamadas (F7a, Tizza y Saida ; Fig. IV­55 B). Por encima de esta superficie, en el

secuencia S1, observamos un cambio rápido en la arquitectura fluvial pasando de

canales amalgamados (F7a) con canales de acumulación aislados (F7b, F8b). Este cambio refleja

una repentina disminución de la energía fluvial o aportes sedimentarios y una alta tasa de

creación de espacio de alojamiento (Posamentier y Vail, 1988; Aitken y Flint, 1995;

Catuneanu, 2006). Esto se interpreta como que marca el cambio de regresión a

transgresión y el área basal puede corresponder a un área máxima de regresión

(“MRS”; Catuneanu, 1996; Helland­Hansen y Martinsen, 1996; Zecchin y Catuneanu,

2013).

Los depósitos fluviales transgresores están cubiertos por una superficie erosiva subhorizontal y

red cubierta por depósitos de lechos de conchas (F13). Esta facies muestra reelaboraciones de

Es probable que se formen conchas de moluscos de diferente origen (de la costa a la costa).

por las olas y las tormentas y la superficie se atribuye a una superficie de barranco

mayor transgresora ("TRS"; Fig. IV­55 B, IV­56 C). Cabe señalar que esta superficie puede ser

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

observado directamente sobre los depósitos de prisma de bajo nivel ("LST") en Ouest­Tizza

(Figura IV­55C). En el último caso, esta superficie puede remodelar la superficie de regresión

máximo (“MRS”; Catuneanu, 2006) y erosiona los depósitos subyacentes de facies continentales

(cauces fluviales aislados; F7b) en la cuenca de Boudinar. Por encima de los lechos de conchas (F13), un

se observa una tendencia de profundización en las facies superiores de la cara costera

inferior, asociado a estratos organizados en "onlap" de muy bajo ángulo que reflejan una

cambio descendente (Fig. IV­55C). Esta procesión está delimitada por niveles de areniscas muy bioturbadas

( facies de tormenta F20/F23 ) o por suelos duros discretos en áreas marginales (Aït

Abdallah y K. el Borj) y por facies fangosas profundas y bioturbadas (F25/F26) hacia la cuenca

(Tassensach ; Fig. IV­55 D, E, F). Estos niveles corresponden a las facies más profundas

asociado con la condensación (bioturbación, suelos duros) observada en todas las secciones

estudiados y se interpretan como superficies máximas de inundación (“MFS”) o áreas

inundación máxima (“MFZ”, Di Celma y Cantalamessa, 2007; Emery y Myers, 2009 ;

Higo. IV­55 D) en los casos en que sean difíciles de identificar.

­ El prisma de alto nivel (“HST”):

El prisma de alto nivel ("HST") está formado por el apilamiento de secuencias genéticas durante

la etapa final del ascenso desde el nivel base, cuando la tasa de espacio de alojamiento crea

disminuye en relación con la velocidad de sedimentación (Fig. IV­51). En la cuenca de Boudinar,

la mayoría de los sedimentos conservados (secuencias S2 a S7) se formaron durante este intervalo. EL

Las dos primeras secuencias experimentan un apilamiento en la agradación y la evolución vertical y

la facies lateral permanece en condiciones costa afuera (Fig. IV­52, IV­53). esta pila de

secuencias genéticas caracteriza el comienzo de la regresión y corresponde a la fase agravante

del prisma de alto nivel ("early­HST"). Verticalmente, en las secuencias S4 a S7, las facies

desde el litoral medio hasta el superior aumentan gradualmente sus espesores hacia

el alto. Lateralmente, las facies distales (parte superior de la costa) aumentan de espesor hacia el

centro de la cuenca (Este/Norte) y disminuyen su espesor hacia tierra (Oeste/Sur)

(Figura IV­53). Aunque la geometría a gran escala no es claramente visible en la

afloramientos, estas correlaciones reflejan a escala de cuenca una tendencia de

somerización y progradación (Fig. IV­53, IV­56 D). Este desarrollo se interpreta

como la fase de progradación del prisma de alto nivel (“tarde­HST”).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

­ Superficies de erosión superiores (SB2 y SB3) y depósitos suprayacentes

En la parte superior de las secciones estudiadas, una superficie de mayor erosión de gran extensión (en la escala

cuenca) ha sido identificado. Está bien expuesto en las regiones de Tassensach y

de Imessaoûdene y corresponde a una superficie de gran erosión submarina (Fig. IV­54, IV

57). Esta superficie tiene la secuencia S7 en Tassensach y las secuencias S6­S7 en Imessaoûdene. Seguro

la sección Tassensach, esta superficie está cubierta por depósitos de conglomerados y areniscas

orilla del mar ("playa"), mientras que en la región de Imessaoûdene está cubierta

por areniscas fosilíferas y depósitos de conglomerados de un entorno costero superior a medio.

En ambos tramos, estos depósitos pasan hacia arriba a los conglomerados fluviales.

continentales. La edad de estos depósitos permanece desconocida, sugerimos que estos depósitos corresponden

a un ciclo sedimentario depositado durante el Plioceno Superior­Cuaternario ya que cubren

una mayor superficie de erosión de gran extensión (SB2). Un análisis detallado de la

La sedimentología de estas facies y sus ambientes de depósito se presentarán en el próximo capítulo.

(Capítulo V).

Todos los depósitos descritos anteriormente se encuentran erosionados (SB3) y discordantemente cubiertos por el

conglomerados rojos continentales o por terrazas marinas atribuidas al Pleistoceno

superior (Guillemin y Houzay, 1982).

Figura IV­57 : discrepancias angulares en la parte superior de la serie del Plioceno ( región de Imessaoûdene, sección g; Fig. IV­54 A).

4. Evolución de los sistemas de depósito a lo largo del tiempo

Después de un estudio detallado de la sedimentología de facies, secuencias estratigráficas,

fuentes de aportes de sedimentos y paleocorrientes registradas en los depósitos Messinienses

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Plioceno Superior­Inferior de la Cuenca de Boudinar, discutimos a continuación algunos aspectos de

la historia del llenado de la cuenca durante este período de tiempo. Nuestros resultados

permitir especificar las fuentes de los sedimentos y su evolución en el tiempo y

reconstruir los sistemas de depósito y su evolución en relación con las fluctuaciones de nivel

base a largo plazo:

­ Durante la caída del nivel base (Mesniense terminal), la facies lacustre y la

Los flujos gravitatorios subaéreos se desarrollan localmente en relación con la

topografía del “MES” (Fig. IV­58 A). La acumulación de depósitos de escorrentía

la gravedad es muy local y resulta de la erosión de los relieves proximales durante la emersión

de la cuenca Los depósitos lacustres pueden vincularse al desarrollo de pequeños lagos.

­ Durante el inicio del ascenso del nivel base (“LST”; Messiniense terminal),

el ambiente sedimentario todavía está dominado por procesos continentales.

El estudio de direcciones de paleocorrientes y petrografía de conglomerados.

indican fuentes locales y múltiples de sedimentos (Fig. IV­46, IV­47, IV­50). Dos

Se describen sistemas de abanicos deltaicos en el sur de la cuenca, el primero ubicado en

Irhachâmene, Tizza, Ouest­Tizza y Saîda se abastece exclusivamente del Sur

West (macizo de Ketama) y el segundo ubicado en Megziyat se abastece principalmente

del macizo de Temsamane en el sureste. Estos dos sistemas de ventilador delta

inyectar distalmente (Saida) en los depósitos de la laguna (Fig. IV­58 B).

­ Durante el ascenso del nivel base (“TST”; la base del Plioceno inferior), el

paleocorrientes medidas en Tizza, Tassensach, K. el. Borj y Sidi Driss indican que el

el viento y las corrientes marinas se dirigen hacia el sur (flechas azules; Fig. IV­50). EL

Las facies caracterizan principalmente la sedimentación en la parte distal de una rampa.

siliciclástico dominado por tormentas (Fig. IV­58 C). La orilla era estrecha y aflorante.

sólo en Tizza (estructuras onduladas de pequeña escala y barras litorales en

un entorno costero/playa). Esta distribución de facies y su diversidad

relativamente bajos se interpretan como el resultado de un rápido aumento en el nivel

base y el aumento brusco del espacio de acomodación, que conduce a la

formación de facies de tormentas profundas (mar adentro) en la mayor parte de la cuenca.

­ Durante el final del ascenso del nivel base (“HST”; cumbre del Plioceno

inferior), las paleocorrientes emitidas desde los ejes de los canales submarinos y

las progradaciones de las barras de boca indican un transporte de sedimentos hacia el Sur

o hacia el Este (Fig. IV­50).

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Figura IV­58 : diagramas de bloques en 3D que ilustran la interpretación de la distribución y preservación de los sistemas de depósito,
en relación con los cambios del nivel de base a largo plazo. A) Fase de caída de la línea de base, representada por una discordancia
subaérea ("SU"). Sólo se conservan las facies de gravedad subaérea y lacustre (erosión de los relieves formados durante la inmersión).
B) etapa temprana de ascenso desde el nivel base (regresión normal y “LST”). Los sistemas de depósito están compuestos por varios
complejos de abanicos deltas que progresan desde el margen de la cuenca hacia ambientes lagunares. C) rápido ascenso en el nivel
base y distribución de facies a lo largo de una pared rocosa dominada por olas y tormentas durante la transgresión. D) fase final de
recuperación desde el nivel base y regresión normal. Varias asociaciones de facies se distribuyen en un sistema de “plataforma tipo
abanico­delta” (“delta­frente/pro­delta”), en el que los sedimentos son depositados principalmente por flujos hiperpicnales,
reelaborados por tormentas y redistribuidos hacia el sur por la deriva litoral. .

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

A falta de relieves conocidos en el Mediterráneo durante el Plioceno Inferior y en base a

sobre las orientaciones de los canales submarinos, se sugiere que la cuenca fue alimentada por

el noroeste. Las direcciones de las progradaciones de las barras de la boquilla (F15/F16)

hacia el Sur sería el resultado de la redistribución de sedimentos por la deriva litoral

y tormentas (Fig. IV­59). Durante el nivel del mar alto ("HST"), el sistema de

los depósitos corresponden a las zonas de frente delta y pro­delta de un “delta de abanico tipo plataforma”

(sensu Westcott y Ethridge, 1980) controlado por flujos hiperpícnicos,

tormentas y por la deriva de la costa ( Fig. IV­58 D). Actualmente, el

El principal sistema fluvial más cercano a la cuenca de Boudinar al oeste es el wadi

Nekor. Durante el nivel del mar alto, los sedimentos probablemente provendrían del paleo

Nékor, lo que sugiere que el macizo volcánico de Ras Tarf estaba parcialmente sumergido

(Figura IV­59). Esto lo confirma la escasez de guijarros volcánicos de Ras Tarf en el

Depósitos del Plioceno inferior.

Figura IV­59 : Diagrama modelo que ilustra una posible explicación de las paleocorrientes observadas en la cuenca de Boudinar. Los
sedimentos provienen del margen noroeste de la cuenca y son redistribuidos hacia el interior de la cuenca por la deriva litoral. En esta
hipótesis, el Macizo Volcánico de Ras Tarf puede estar total o parcialmente sumergido en el Plioceno Inferior.

VI. DISCUSIÓN

1. El prisma Messiniense de bajo nivel

En el margen norte del Mediterráneo, los primeros depósitos sobre la superficie de erosión

La zona de Messiniense ("MES") se ha atribuido a depósitos de los deltas de Gilbert Zanclean (Ford et al.,

2007; Breda et al., 2007; Clauzon y Rubino, 1992; Boni et al., 1985, Clauzon, 1978, 1982;

Clauzon et al., 1995, 2015; Do Couto et al., 2014). Los “deltas de Gilbert” han sido descritos para la

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

primera vez por Gilbert (1885, 1890) y se caracterizan por una particular geometría

(Figura IV­60).

Figura IV­60 : Morfología (A) y sección sintética (B) de un delta de Gilbert. Según Du Cuoto (2014), modificado según Gilbert (1885,
1890).

Fisher et al., (1969) definen este tipo de deltas como un sistema muy constructivo con

dominancia de la progradación “Sistema progradacional dominante altamente constructivo”.

Actualmente se considera un delta formado por depósitos gruesos y gruesos organizados

en tres grandes unidades sedimentarias típicas (topsets, forestsets y bottomsets) prograding

en ambientes lacustres o marinos poco profundos a profundos. Los “topsets” de los débiles

los espesores están constituidos esencialmente por depósitos fluviales (Clauzon et al., 1995;

Collella, 1988). Los "forestets " que representan el frente del delta progresivo con ángulos fuertes,

consisten en diferentes tipos de flujos de gravedad subacuáticos (Nemec, 1990)

incluyendo depresiones, flujos de escombros, corrientes de turbidez y escombros

caídas". Los "bottomsets " se ubican en la base y en la prolongación de los "forestets ", se

consisten en sedimentos de grano fino con un bajo ángulo de progradación (Gilbert, 1890

; Collella, 1988; Nemec, 1990; Rohais et al., 2008). Los deltas de Gilbert en el margen norte del

Mediterráneo muestran la transición de depósitos continentales en los "topsets" a depósitos

conglomerados marinos y margosos en los “forestets” y “bottomsets”, respectivamente. Ellos

se interpretan como el resultado de una inundación repentina del Mediterráneo durante el Messiniense

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

terminal­Zancléen y correspondiente a un prisma de alto nivel global (“global highstand

tractos del sistema”).

En Boudinar, identificamos dos conglomerados conglomerados gruesos con dominancia fluvial

directamente encima del "MES" que corresponde a la asociación de facies Fa3. estos conos

se componen de dos partes: (1) una parte proximal que se agrava dominada por procesos

fluvial y gravitacional (F2/F3/F7/F8) y una parte distal compuesta por depósitos progradantes en

ángulo bajo, estructurado por procesos gravitacionales subaéreos y fluviales (F9/F10). Estos

estructuras son comunes en abanicos aluviales (Rust, 1978, 1979) y abanicos deltas (Kazanci,

1988; Mc. Pherson et al, 1988, Nemec y Steel, 1988). Por lo tanto, los dos conos

conglomerados continentales que se encuentran directamente sobre el "MES" en la cuenca de

Boudinar, se consideran predominantemente complejos deltaicos de abanico fluvial. Nosotros


no observamos ningún delta de Gilbert en este sector. Esta situación es diferente a la

descrito en el margen norte del Mediterráneo. Además, y como ya hemos señalado en

el capítulo anterior (Capítulo III), estos depósitos de conos continentales tienen una edad Messiniense

superior y no Zanclean. Finalmente, mostramos que los abanicos aluviales en el

La cuenca de Boudinar corresponde principalmente al prisma marino de bajo nivel del Messiniense y

no al prisma transgresor o de alto nivel del mar. Tal situación también se describe en

las rías Zancléenne del Rif interior al oeste de Boudinar (Cornée et al., 2014). Entonces los conos

depósitos aluviales de la cuenca de Boudinar y el margen sur del mar de Alborán no pueden ser

en comparación con los deltas de Gilbert del margen norte del Mediterráneo. Esta diferencia puede ser

ligado principalmente a las diferentes condiciones climáticas e hidrológicas entre los dos lados

del Mediterráneo, con un aumento de la aridez y redes fluviales efímeras

wadis en lugar de ríos) en el margen sur.

2. Post­reinundación "MSC"

Como ya hemos señalado en el capítulo anterior (Capítulo III), la reinundación

post "MSC" generalmente se considera muy rápido y de gran amplitud, como lo demuestra la presentación

margas marinas profundas o por el desarrollo de los deltas de Gilbert en los cañones

Messinianos (p. ej., Gautier et al., 1994; Butler et al., 1995; Clauzon et al., 1982, 1995, 1996,

2005, 2015; Equitación et al., 1998; Krijgsman et al., 1999; Rouchy et al., 2001; Blanco, 2002;

Gorini et al., 2015). Sin embargo, este escenario ha sido establecido principalmente por estudios realizados

en el margen norte del Mediterráneo. En la cuenca del Rosellón (suroeste de Francia),

Clauzon et al. (2015) proponen que inmediatamente después de un retorno repentino de las aguas marinas,

algunos flujos de escombros se colocaron antes de los sistemas deltas de Gilbert

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

Zancleans. En el Cañón de Ventimiglia, Breda et al. (2007, 2009) mostró una

diferente organización sedimentaria en la primera secuencia sedimentaria depositada en el

paleo­ria. De la base a la cima: (1) brechas locales interpretadas como un prisma de

bajo nivel (LST); (2) arenisca bioclástica de la cara de la costa de 15 m de espesor interpretada como

el comienzo del prisma transgresor (“early­TST”); (3) margas marinas de 150 m de espesor

profundidades en “onlap” que datan del Zanclean (MPl1 y MPl2) y atribuidas al prisma transgresor

(“TST”); (4) un delta de Gilbert depositado durante el prisma de alto nivel ("HST"). estos autores

considerar que el prisma transgresor ("TST") del Zanclean inferior está vinculado a una inundación

rápido a pesar de la falta de fechas en la parte más baja del prisma transgresor

("TST"). La mayoría de los autores están de acuerdo en la datación de la inundación en

Mediterráneo en 5.33 Ma (la base del Zanclean), por otro lado otros autores sugieren que

producido antes (Cavazza y DeCelles, 1998; Carnevale et al., 2006) a 5,52 Ma (Pérez

Asenzio et al., 2013) o 5,46 Ma (Bache et al., 2012).

En la cuenca de Boudinar, el ascenso del nivel base y la transgresión postmarina

"MSC" comenzó durante la primera secuencia S1 y finalizó al final de esta

secuencia. La transgresión marina comenzó con una superficie de barranco transgresora

(“TRS”) sobre los depósitos de abanico aluvial y corresponde a una superficie creada por la

ondas ("superficie de corte de onda"). Por encima vienen los depósitos de shell lag ("shell

lechos") coronados por depósitos siliciclásticos de 20 a 30 m de espesor que van desde la playa

a alta mar e indican una tendencia alcista cada vez más profunda. Depósitos

Los marineros más bajos están fechados a principios de Zanclean ("Zanclean más antiguo"), entre 5.32 y

5.27 Ma. Estos depósitos marinos son parte del prisma transgresivo (“TST”) y el nivel bajo del

ciclo a largo plazo (Fig. VI­56) y el “MFS” se ubica en su vértice (entre S1 y S2; Fig.

IV­53). Por lo tanto, la reinundación en Boudinar duró un medio ciclo de cuarto orden.

correspondiente a unos cientos de miles de años. Esto no coincide con el escenario.

de una catastrófica, rápida y repentina inundación, lo cual está de acuerdo con los resultados

obtuvo las cuencas neógenas vecinas de la cuenca de Boudinar, ubicadas a lo largo del margen sur

de Alborán. En la cuenca Melilla­Nador situada al este de Boudinar, Cornée et al. (2006) tienen

demostrado que la inundación comenzó en el período Messiniense tardío?­ Zanclean temprano ("último

Messiniense? ­ el más antiguo de Zanclean”). En esta región, los primeros depósitos por encima del

"MES" también muestran una tendencia de profundización de entornos

costas a ambientes marinos y la superficie máxima de inundación a largo plazo ha sido

identificado a 15 m por encima del "MES". En las rías pliocenas de las zonas internas ubicadas en

Al oeste de Boudinar, se han establecido dos ciclos sedimentarios conglomeráticos

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

por encima del "MES" y antes de la inundación máxima de Zancléan (Cornée et al., 2014). Por

En consecuencia, a lo largo de toda la parte terrestre de la margen sur del Mar de Alborán, el ascenso

del nivel base y las inundaciones marinas post­MSC fueron progresivas y duraron unos pocos

cientos de miles de años. Además, nuestros resultados se asemejan a la organización sedimentaria

descrito en la primera secuencia de llenado de la cuenca del Bajo Segura (Caracuel et al.,

2004, 2011) y el Cañón Ventimiglia (Breda et al. 2007, 2009), que también destacó

cuestiona la hipótesis de la catastrófica inundación del Mediterráneo occidental.

3. Discordancia Intra­Plioceno Inferior

El tope del ciclo sedimentario de largo plazo corresponde a la discordancia SB2. Su edad puede

deducirse por la correlación costa afuera. En la cuenca Sur de Alborán, Comas et al. (1999)

y Martínez­García et al. (2013) también destacó una discordancia intra­Plioceno.

Además, Martínez­García et al. (2013) identificaron 4 unidades sísmicas (desde la base hasta la cima,

se denominan P4 a P1) por encima del "MES" (reflector M) y datan del Zanclean

Gelasiano. Estos autores también identificaron 3 discordancias que separan las unidades P3 a P1 y una

otro (llamado pl­q) que separa los depósitos Gelasianos de los depósitos post­Gelasianos. En el margen sur

de Alborán, la unidad sísmica P4 ha sido interpretada como la parte distal de un delta progradante

del margen marroquí (Los márgenes de las cuencas de Boudinar, Kert y Melilla), coronado

por una superficie de erosión local de una edad estimada de 4,57 Ma (discordancia p3). Esta discrepancia

presente en la parte marina de Boudinar y puede corresponder a una pausa importante entre 4,13 y 5,07

Ma. Dado que nuestra secuencia de cuarto orden S5 tiene una edad de 4,37 años como mínimo,

proponen correlacionar la secuencia sedimentaria Zanclean a largo plazo de la cuenca de Boudinar

con la unidad sísmica P4 costa afuera y nuestra discrepancia SB2 con la discrepancia p3 en

costa afuera. Esta discordancia SB2/p3 puede ser de origen tectónico, ya que una tectónica
local extensiva se ha demostrado en alta mar de la cuenca sur de Alborán entre 5,33 y 4,57

Ma, en un contexto global de convergencia entre África y Europa (Martínez­García y

al., 2013).

VIII. CONCLUSIÓN GENERAL

El estudio detallado de la serie sedimentaria Messiniense Superior­Plioceno Inferior en el

La cuenca de Boudinar nos ha permitido sacar las siguientes conclusiones:

­ Durante el Messiniense superior­Plioceno inferior, el relleno sedimentario de la cuenca

de Boudinar se caracteriza por una gran variedad de facies (26 facies y 9 asociaciones

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Capítulo IV: Estudio sedimentológico de los depósitos del Messiniense inferior del Plioceno superior de la cuenca de Boudinar

facies) que van desde las condiciones del depósito continental hasta las condiciones del mar

abierto (más bajo en alta mar). Esta cuenca, menos estudiada en detalle en el pasado, aparece

como un caso excepcional para estudiar las relaciones entre las fluctuaciones en el nivel de

base y preservación de ambientes sedimentarios. Durante el Intervalo Messiniense

Upper Zanclean, se han documentado 4 modelos de depósitos sucesivos. ellos graban

grandes cambios en paleocorrientes y paleogeografías, vinculados a fluctuaciones


nivel básico.

­ El lavabo Boudinar es diferente y original en comparación con los otros lavabos Zanclean

del margen mediterráneo donde son frecuentes los deltas de Gilbert. Además, el mayor

parte del relleno sedimentario de la cuenca (durante el nivel del mar alto, "HST")

no se recibe de los relieves del borde sur de la cuenca, sino del lado noroeste en el borde

del Mediterráneo. Los sedimentos luego son reelaborados por las tormentas y transportados

al sur por la deriva litoral.

­ Se han documentado dos órdenes de ciclos estratigráficos ( ciclos de 3er y 4to orden )

y correlacionado a escala de cuenca, durante el intervalo Messiniense­Plioceno tardío

más bajo. Los ciclos a corto plazo están limitados por las superficies máximas de inundación

y se consideraban a sí mismos como secuencias genéticas. Estas secuencias están apiladas

para formar un ciclo a largo plazo de dos fases transgresoras y regresivas organizadas

en procesiones sedimentarias (“LST”, “TST” y “HST”) que registran la

fluctuaciones del nivel base a largo plazo.

­ Los dos grandes eventos que caracterizan la crisis de salinidad del Messiniense y la

inundaciones del mar Mediterráneo están bien registradas en la serie


sedimentos de la cuenca de Boudinar. El "MES" es una superficie de erosión subaérea

mayor con bajorrelieve que marca la fase de caída del nivel base. Sobre

esta superficie, el inicio del ascenso del nivel base ("LST") está marcado por un

regresión normal y por el desarrollo de complejos abanico­delta en los márgenes

de la cuenca El aumento subsiguiente en el espacio de alojamiento continental es

marcado primero por el agravamiento de cauces fluviales aislados y desconectados. EL

La inundación marina de la cuenca aparece más tarde con una superficie de transgresión.

cárcava (“TRS”) y por gruesos depósitos transgresivos, delimitados por suelos duros

o por zonas altamente bioturbadas (“MFS­MFZ”) y reflejando una duración de

unos cientos de miles de años.

­ La parte superior de los depósitos de zanclées está truncada por una discordancia tectono­erosiva,

correlacionada con la discordancia p3 de Zanclean definida en alta mar en Boudinar.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

CAPÍTULO V:

ESTUDIO SEDIMENTOLÓGICO DE DEPÓSITOS

DEL PLIOCENO SUPERIOR/CUATERNARIO DE

CUENCA DE BOUDINAR

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

I. INTRODUCCIÓN

El objetivo de este capítulo es describir las facies sedimentarias encontradas por encima del

superficie de erosión submarina SB2 (Fig. IV­54, IV­57). Como en el capítulo anterior,

el análisis de las facies se basa esencialmente en observaciones macroscópicas. estas facies

luego se interpretan en términos de procesos sedimentarios y se agrupan en asociaciones de

facies características de cada ambiente de depósito (Fig. V­1).

Se eligieron dos secciones de referencia (Tassensach e Imessaoûdene, ubicación en la Fig.

IV­1). Se definieron once facies en todas estas dos secciones. Estas facies se agrupan

cuatro asociaciones de facies correspondientes a cuatro ambientes de depósito. se debe notar que

reconstrucción del modelo de funcionamiento de la cuenca durante el Plioceno Superior

cuaternario sigue siendo inalcanzable debido a la escasez de afloramientos.

Como en el capítulo anterior, un complemento de estudio que se relaciona con la petrografía del

conglomerados que constituyen estos depósitos se llevó a cabo con el objetivo de determinar las fuentes

aportes de materiales detríticos.

Figura V­1 : Diagrama de zonación de facies.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

II. SEDIMENTOLOGIA DE FACIES

1. Facies (F1): Conglomerados heterométricos con matriz de arcilla roja

Descripción

Esta facies está organizada en forma de niveles conglomerados métricos a plurimétricos en

alternancia con arcillas de la facies F2 (Fig. V­2 a, b).

Los elementos constitutivos de estos conglomerados son heterométricos, sus tamaños son variables

entre 1 y 40 cm, angulares a subredondeadas, contenidas en una matriz arcillosa muy roja

abundante (Fig. V­2 c). No se observa estructura sedimentaria o clasificación.

en esta facies.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de los elementos, la ausencia de estructuras sedimentarias de clasificación, orientación

cantos rodados y la abundancia de la matriz de arcilla indican una dinámica gravitacional. esta facies

por lo tanto, está vinculado a los flujos másicos subaéreos (Nemec y Steel, 1984), interpretados como

depósitos de gravedad en el dominio del abanico aluvial.

2. Facies (F2): arcillas limosas azo rojas y amarillas

Descripción

Esta facies constituye intercalaciones de espesor variable (métrico a plurimétrico) y es

asociado con conglomerados de facies F1, F3 y F4 (Fig. V­2 a, b).

Está formado por arcillas masivas limosas o incluso arenosas, de color amarillo y rojo. Ninguno

no se encontró rastro de fauna marina en los residuos de lavado. Huellas de raíces y

Los bloques de conglomerados dispersos son comunes en estos depósitos.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano fino de estos depósitos (arcillas limosas) atestigua condiciones muy débiles

hidrodinámica. La ausencia de fauna marina y la abundancia de rastros de raíces indican

que estos depósitos se constituyen en el dominio continental. Este tipo de depósito caracteriza la

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

zonas interdistributivas de un entorno de depósito de planicie aluvial con canales trenzados

(Merzeraud et al., 1999).

Figura V­2: Facies F1 y F2). a, b) descripción general de las alternancias de conglomerados gruesos con matriz de
arcilla roja (F1) y arcillas limosas amarillas (F2). c) vista detallada de las alternancias de facies F1 y F2.

3. Facies F3: Conglomerados cementados con bases erosivas

Descripción

Esta facies se presenta en forma de lechos de varios decimétricos a métricos de espesor que

disminuyen lateralmente hacia las extremidades dibujando morfologías acanaladas. Ellos son

persistente lateralmente durante unos diez metros. Estos niveles están bien consolidados de dibujo.

relieve, sus bases están fuertemente erosionadas y sus cimas son irregulares (Fig. V­3 a).

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

La mayoría de los elementos constitutivos de estos conglomerados son de tamaño centimétrico (1 a 10

cm) con algunos bloques dispersos de gran tamaño. Son angulosos a subredondeados,

débilmente graduada y cementada por un cemento calcítico o por una matriz clástica (Fig.

V­3b). Guijarros alineados y ligeramente superpuestos, así como estratificaciones que se cruzan

se observan en estos depósitos (Fig. V­3 c).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Tamaño de grano grueso, geometría acanalada, estratificaciones intersecantes, bases

la erosión y la cementación de estos conglomerados por un cemento cálcico o clástico permiten

interpretar esta facies como rellenos de cauces fluviales.

Figura V­3: Facies (F3). a) visión general de los cauces fluviales (F3) alternados con los depósitos finos de la llanura
aluvial (F2). b) vista de detalle de conglomerados cementados por un cemento calcítico o por una matriz clástica. c)
vista detallada del relleno del canal que muestra la intersección de la cama.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

4. Facies (F4): Conglomerados gruesos con matriz de arcilla amarilla

Descripción

Esta facies se encuentra ya sea en la base de los canales fluviales descritos previamente (F3) (Fig.

V­4 a) o en forma de niveles decimétricos con geometrías lenticulares alternas con el

Facies F5 (Fig. V­4 b). Los elementos son de tamaño variable hasta 30 cm, redondeados a

subangulares, mal clasificados y sin orientación. Están contenidos en una matriz de arcilla amarilla.

abundante (Fig. V­4 a, b).

Figura V­4: Facies (F4). a) detalle del relleno del fondo del cauce por conglomerados gruesos con matriz de arcilla
amarilla (F3). b) vista detallada de las alternancias de lentes conglomeráticos con matriz arcillosa y conglomerados con
matriz arenisca (F5).

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

Tamaño de elemento variable, soporte de matriz abundante y falta de clasificación

y la orientación indican depósitos por flujos de escombros.

La arquitectura general de esta facies indica que estos depósitos están formados principalmente por

flujos de escombros. Esta facies se interpreta como depósitos de gravedad episódicos.

Figura V­5: Facies (F5). a, b) descripción general de las alternancias de conglomerados estratificados (F5) y arenisca gruesa
(F6). c) vista de detalle de los conglomerados mostrando los alineamientos y anidamientos de los cantos rodados (F5).

5. Facies (F5): Conglomerados gruesos con matriz de arenisca gruesa

Descripción

Esta facies está organizada en forma de lechos decimétricos a métricos alternando con

estratos de arenisca de la facies F6. Estos niveles conglomeráticos son subhorizontales, estratificados y

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

persistiendo lateralmente por varios metros (Fig. V­5 a, b). La mayoría de los guijarros en estos

los conglomerados tienen un tamaño centimétrico (1 a 8 cm), bien redondeados y contenidos en una matriz

arenisca mediana a gruesa. A menudo están alineados y anidados (Fig. V­5 c). Desde

Las estratificaciones planas y planas oblicuas son comunes en estos depósitos.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La granulometría de estos depósitos, predominantemente de partículas gruesas (cantos rodados, gravas y areniscas

grueso), la ausencia de sedimentos finos (arcillas), los elementos bien redondeados y ordenados son

característico de un ambiente de depósito fluvial.

La geometría de estos depósitos, las estructuras internas (estratificaciones planas y planas oblicuas)

atestiguan las condiciones de los depósitos por corrientes unidireccionales de alta velocidad en

zona del río. Estos depósitos se interpretan como rellenos de cauces fluviales

en trenzas (Miall, 1977, 1996).

Figura V­6: Facies (F6). Vista detallada de la lente de arenisca (F6) interestratificada en facies de conglomerados
(F5). La base de la lente es erosiva y su estructura interna muestra una cama plana oblicua.

6. Facies (F6): arenisca gruesa con estratificación plana oblicua

Descripción

Esta facies está asociada con la facies conglomerática F5 (Fig. V­5). Se presenta en forma

lentes o niveles de espesor decimétrico y ancho métrico, estratificados en el

Conglomerados de facies F1 (Fig. V­5b). Estos depósitos de arenisca gruesa llenan los espacios

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

intra­clastos de los conglomerados subyacentes y son erosionados por los conglomerados suprayacentes. Allá

La estructura interna de las lentes de arenisca muestra un lecho plano oblicuo ("planar cross

ropa de cama”, fig. V­6) y en lugares, gravas y microconglomerados alineados y ligeramente

anidado.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El carácter estratificado de las areniscas, sus geometrías y posición en la parte superior de la facies F5, la estratificación

Los guijarros observados y anidados indican depósitos por corrientes unidireccionales. Ellos

probablemente correspondan al techo de barra de arena de canal trenzado.

7. Facies (F7): margas limosas de colores

Descripción

Esta facies consiste en niveles margosos limosos de espesor decimétrico a métrico, estratificados,

alternando con capas decimétricas de areniscas de facies F8 (Fig. V­7 a, b).

Las margas de esta facies muestran la superposición de láminas y estratos de color variable entre

rojo y amarillo. Lecho ondulado (“lecho ondulado”, Fig. V­7 a) o subplanos

son comunes en estos yacimientos. La bioturbación está representada por Ophiomorpha ,

Macaronichnus y madrigueras verticales atribuidas a las icnofacies “ Skolithos ”. algunas pistas

También se observan raíces y restos de fauna marina reelaborada (ostras, percebes) (Fig.

V­7 b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El aspecto abigarrado de esta facies (ambiente oxigenado), las laminaciones onduladas,

las faunas marinas someras y reelaboradas así como las huellas de raíces caracterizan

ambientes de depósito costeros o en mares muy poco profundos. Las madrigueras verticales de Skolithos y

Ophiomorpha requiere medios de alta energía ricos en partículas orgánicas mantenidas

en suspensión. El género Macaronichnus caracteriza las zonas de playa. Estas características

son típicos de un entorno costero de alta energía muy poco profundo ("playa") (Reading y

Collinson, 1996).

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Figura V­7 : Facies F7 y F8. a) descripción general de la alternancia de margas limosas (F7) y areniscas (F8). Las
margas limosas presentan laminaciones onduladas. b) vista de detalle de margas bioturbadas (F7) alternadas con
areniscas gruesas de capa plana y restos de fauna marina (F8). (En azul: rastros de raíces, en amarillo: bioturbación).

8. Facies (F8): arenisca roja con lecho plano y restos de fauna marina

Descripción

Esta facies se presenta en forma de lechos decimétricos de areniscas con bases erosivas alternas.
con margas limosas de facies F7 (Fig. V­7 a, b).

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Las areniscas de esta facies son de color rojo medio a grueso. La estructura interna de los bancos.

muestra ropa de cama paralela plana (Fig. V­7 b). Desechos de fauna marina costera

reelaborados y algunas bioturbaciones verticales son comunes en estos depósitos (Fig. V­7b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano de esta facies (arenisca gruesa), la naturaleza erosiva de los lechos, la estratificación plana

dan testimonio de una dinámica temporal de inundaciones. La asociación de esta facies con las margas

depósitos limosos en el ambiente litoral (F7) y la presencia de desechos de fauna marina reelaborados conduce a

interpretar esta facies como depósitos de desbordamiento ("crevasse splay"; Miall, 1996) por

entorno costero ("playa").

9. Facies F9: arenas finas, limos laminados y arcillas

Descripción

Esta facies que se encuentra en la parte superior de la sección Imessaoûdene está representada por alternancias

arenas finas, limos y arcillas alternando con conglomerados de facies F10 (Fig. V­8

A). Esta facies muestra alternancia de niveles laminados con tonalidades variables. La bioturbación es

ausente y no se encontraron restos de fauna claramente marina. Algunas ondas de onda

se observan en lugares (Fig. V­8 b).

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

El tamaño de grano fino de los sedimentos (limos y arcillas) indica condiciones hidrodinámicas

débil. El aspecto abigarrado del sedimento indica que estos sedimentos se oxidan en un medio

de profundidad en la transición entre el continente y el mar La ausencia de bioturbación y fauna marina

y la presencia de ondas de ondas pequeñas sugiere un ambiente de depósito lagunar. De acuerdo con estos

argumentos, la facies F9 está relacionada con un ambiente de depósito de laguna.

10. Facies (F10): Conglomerados erosivos gruesos con matriz arcillosa­arenosa

Descripción

Esta facies está asociada con los depósitos finos de la facies F9 descrita previamente (Fig. V­8 a,

b). Consiste en lechos conglomeráticos decimétricos con bases erosivas que alternan entre

arcillas y limos de la facies F9.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Los elementos constitutivos de estos conglomerados son heterométricos, el tamaño de la mayoría de

cantos rodados varía entre 5 y 10 cm a veces con algunos cantos rodados aislados que superan los 20 cm. Ellos son

redondeado a sub­angular, sin granulado o granulado inverso. la matriz es

arcilla­arena roja. Son frecuentes las figuras de carga ("load­cast") en la base de los bancos

en estos depósitos (Fig. V­8 a).

Figura V­8 : Facies F9 y F10. a) resumen de las alternancias de margas limosas abigarradas (F9) y conglomerados
gruesos de matriz arcillosa (F10). Los lentes conglomeráticos son erosivos y muestran grados inversos. b) vista
detallada de margas limosas con ondulaciones.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La variada granulometría, la matriz arcillosa, la granulometría inversa y el carácter erosivo

de estos conglomerados indican que son depositados por flujos gravitatorios. EL

estructuras sedimentarias observadas como las cifras de carga en la base de los bancos

caracterizar los depósitos episódicos rápidos. Esta facies corta y erosiona las arcillas lagunares del

facies (F9), por lo tanto, se interpreta como depósitos de gravedad subacuáticos y episódicos

en un ambiente de laguna ("flujos de escombros subacuáticos", Nemec et al, 1980; Kelling y Holroyd 1978

; Nemec y Acero, 1984).

11. Facies (F11): Arenisca amarilla con microconglomerados rica en fauna marina

Descripción

Esta facies bien desarrollada en la sección Imessaoûdene corresponde a lechos de arenisca

decimétrico a métrico de espesor y varios metros de ancho alternando con el

margas arenosas de las facies F7 y F9.

Los lechos de areniscas de esta facies dibujan geometrías lenticulares de gran escala, sus

las bases son muy erosivas y cóncavas hacia arriba (Fig. V­9 a). El relleno sedimentario es

constituido por arenisca de color amarillo medio con microconglomerados. Estos depósitos son ricos en fragmentos

variada fauna marina (percebes, ostras, vieiras, etc., Fig. V­9 c, d) que presentan

varias etapas de desintegración que van desde un buen estado de conservación hasta conchas

muy fragmentado.

Proceso sedimentario y ambiente de depósito

La geometría lenticular, el carácter erosivo y acanalado de los lechos, la fragmentación, la

transporte y acumulación de variada fauna marina indican eventos energéticos

relativamente alto. Las condiciones responsables del transporte y deposición de estos sedimentos de

la alta energía se puede atribuir a fuertes corrientes de marea (Longhitano et al., 2014).

La asociación de esta facies con los depósitos litorales de la facies F5 permite interpretarla como

depósitos de canales de marea en el dominio litoral (“foreshore”).

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Figura V­9 : Facies (F11). a) panorama de los canales erosivos ricos en fauna marina (F11) alternando con los
depósitos finos de la facies F7. b, c) vista detallada de las acumulaciones de diversa fauna marina (percebes, ostras,
vieiras), enteras y fragmentadas.

tercero ASOCIACIONES DE FACIES/AMBIENTE DEPOSITIVO

1. Asociación de facies AF1 (F1, F2): Cono aluvial

Esta asociación de facies se describe en los dos tramos estudiados ( sección Tassensach y
Imessaouden, Fig. V­10, V­12). Incluye las facies de gravedad compuestas por conglomerados
con bloques y abundante matriz de arcilla roja (F1), arcilitas limosas rojas y amarillas
compuestos azoicos (F2).

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Las dos facies de esta asociación forman una sucesión de varios metros de espesor

(más de 20m). En todas estas facies, la litología (conglomerados de matriz gruesa

arcilloso, arcillas), textura (romo de guijarros angulares a subangulosos) y dinámica

involucrados en estos depósitos (flujos gravitatorios subaéreos), indican la proximidad por

en relación con la fuente de entrada y la existencia de una pendiente relativamente pronunciada. Estos

características conducen a interpretar las facies de esta asociación como formada en el

parte proximal de la mitad del abanico aluvial.

Figura V­10 : Panorama y registro sintético de la parte superior de la sección de Tassensach , representando la
sucesión vertical de las tres asociaciones de facies: AF1 del medio del abanico aluvial, AF2 del ambiente fluvial
trenzado y AF4 del ambiente marino costero .

2. Asociación de facies AF2 (F2, F3, F4, F5, F6): Planicie aluvial con canales trenzados

Esta asociación de facies se describe en los dos tramos estudiados (Tassensach y

Imessaouden). Incluye argilitas limosas azoicas rojas y amarillas (F2), canales

conglomerados cementados con bases erosivas (F3), la facies de gravedad compuesta por

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conglomerados con matriz de arcilla amarilla (F4), conglomerados estratificados con matriz de arenisca (F5)

y areniscas gruesas estratificadas (F6).

rectapouilC
rnonrie
oira/o P
S

Figura V­11 : registro sedimentológico de la parte superior de la sección Tassensach (por encima de SB2).

Las facies de esta asociación forman una sucesión de varios metros de espesor (más de

30m en Tassensach). En la sección Tassensach (Fig. V­10, V­11), una sucesión de aproximadamente

15 m de espesor está formado por niveles alternados de conglomeráticos y areniscas

laminados (F5 y F6). Sobre este primer conjunto descansa una sucesión de 15 m de niveles

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

arcilla limosa (F2) atravesada por canales erosivos cuyo relleno sedimentario

comienza con conglomerados de gravedad (F4), seguido de conglomerados cementados (F3).

Las estructuras sedimentarias observadas en estos depósitos reflejan una dinámica fluvial

unidireccional (lecho cruzado, lecho plano y plano oblicuo, clasificación

y anidamiento de guijarros).

Esta asociación de facies refleja la alternancia entre depósitos que requieren una muy baja

hidrodinámica (posicionamiento de arcillas) y depósitos que implican más hidrodinámica

fuertes (areniscas con estratificación plana u oblicua, conglomerados estratificados con cantos rodados ordenados e imbricados).

Todas las facies de esta asociación caracterizan a los depósitos llenando canales y

zonas intercanales en un ambiente de planicie aluvial con canales trenzados.

3. Asociación de facies AF3 (F9, F10): Ambiente lagunar con influencia de la gravedad

Esta asociación de facies descrita en la sección Imessaoûdene consiste en alternancias de

sedimentos lagunares finos (arenas finas, limos y arcillas abigarradas (F9) y conglomerados gruesos

y areniscas erosivas (F10).

En la sección Imessaoûdene (Fig. V­12, V­13), una sucesión con un espesor de unos 15

m constituido por finos depósitos oxidados de un ambiente lagunar muy somero (F9) en

que son lentes inyectadas de conglomerados gravitacionales y areniscas erosivas (F10). Estos

Estos últimos reflejan llegadas episódicas y rápidas de materiales gruesos durante el

periodos de inundación en la laguna. Los depósitos de esta asociación se sitúan entre las facies

costas marinas de la asociación AF4 y los depósitos de planicies aluviales con canales trenzados de
la asociación AF2.

De acuerdo con estos argumentos, esta asociación de facies se interpreta como representativa de una

ambiente de la laguna influenciado por flujos gravitacionales episódicos que reflejan períodos
de inundaciones

4. Asociación de facies AF4 (F9, F10): Ambiente marino litoral

("Playa costera / Costa trasera")

Esta asociación de facies se describe en los dos tramos estudiados (Tassensach y

Imessaouden). Incluye margas limosas abigarradas con bioturbaciones (F7), areniscas

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

laminados gruesos (F8) y facies de areniscas microconglomeráticas muy ricas en fauna y

restos de fauna marina poco profunda (F11).

Las facies de esta asociación forman una sucesión marina de más de 30 metros de espesor

que descansa discordantemente sobre depósitos marinos del Plioceno Inferior, a través de un

superficie de erosión marina (SB2, Fig. V­10, V­12). Esta sucesión se compone de depósitos finos

óxidos con bioturbaciones propias de un ambiente marino costero (F7) en las que se intercalan

canales erosivos muy ricos en fauna marina costera atribuidos a depósitos de canales de

mareas (F11) y depósitos de areniscas laminadas por desbordamientos, con restos de fauna marina (F8).

La riqueza de la fauna marina (vieiras, percebes, ostras), la presencia y tipo de bioturbación

(Ophiomorpha, Macaronichnus y Skolithos) y estructuras y procesos sedimentarios

involucradas en todas las facies de esta asociación (erosiones fuertes, laminaciones

onduladas, laminaciones planas, reelaboración de fauna marina) caracterizan un ambiente de yacimientos

marino costero, de alta energía y fuertemente influenciado por las corrientes de marea; Estas condiciones

indicar un entorno costero/trasero.

Figura V­12 : Panorama y registro sintético de la parte superior de la sección de Imessaoûdene, representando la
sucesión vertical de las cuatro asociaciones de facies definidas: AF1 desde el medio del abanico aluvial, AF2 desde el
ambiente fluvial trenzado, AF3 desde el ambiente lagunar y AF4 del medio marino costero.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

Figura V­13 : registro sedimentológico de la parte superior de la sección Imessaoûdene (por encima de SB2).

IV. ESTUDIO DE LA PETROGRAFÍA DE FORMACIONES CONGLOMERÁTICAS

1. Conglomerados fluviales del tramo Tassensach (Facies F5)

Estos conglomerados constituyen los primeros depósitos continentales sobre la superficie.

de erosión SB2 (Fig. V­10, V­11). Corresponden a depósitos de llenado de canales

ríos en trenzas (facies F5, asociación de facies AF2).

La naturaleza petrográfica de los cantos rodados se resume en la Figura V­14. Según estos resultados, nos

nótese el predominio de los guijarros de arenisca cuarcítica del Albiano (51%), seguidos de la arenisca amarilla

Terciario (29%) y las calizas negras del Cretácico Superior (12%). Guijarros de esquisto calcáreo

Mármoles neocomianos, mármoles blancos del Jurásico y elementos volcánicos están presentes en

pequeñas cantidades (2%).

Las areniscas cuarcíticas, las calizas negras, los esquistos calcáreos y los mármoles blancos son de

de la unidad Ketama, mientras que las areniscas amarillas pueden ser de la unidad Ketama.

Depósitos de ketama o syn­nappe del Mioceno Inferior que actualmente afloran en el Rif

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

central (Temsamane Sur, unidad Tamda y J. Kouine). Vienen guijarros de roca volcánica

probablemente del macizo volcánico de Ras Tarf.

La naturaleza petrográfica de los cantos rodados constituyentes de estos conglomerados, los procesos

sedimentos involucrados en su deposición (corrientes de los ríos) indican que la fuente

fuente de material detrítico se encuentra al sur y suroeste de la cuenca (esencialmente la unidad

de Ketama).

Figura V­14 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados F5 de la sección
Tassensach.

2. Conglomerados fluviales del tramo Tassensach (Facies F3)

Estos conglomerados corresponden a los depósitos de rellenos de cauces fluviales en trenzas

facies F3 (asociación de facies AF2) situada más arriba en la serie, por encima de la

Conglomerados de facies F5 (Fig. V­10, V­11).

Figura V­15 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F5 de la
sección Tassensach.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

La Figura V­15 muestra la naturaleza petrográfica de los cantos rodados que componen estos conglomerados.

Los resultados obtenidos aún muestran la dominancia de los cantos rodados de areniscas cuarcíticas del Albiano

(54%), seguido de las areniscas amarillas del Terciario (32%) y las calizas negras del Cretácico Superior

(11%). Todavía notamos la presencia de la misma facies identificada en el nivel anterior,

lo que indica que la fuente de aporte no cambia y que siempre se ubica en el Sur y Sur

Al oeste de la cuenca (la unidad Ketama).

3. Conglomerados de abanicos aluviales de la cumbre de la sección Tassensach (Facies F1)

Estos conglomerados constituyen los últimos depósitos de la serie (Fig. V­10, V­11). Ellos

corresponden a depósitos de gravedad en medio del abanico aluvial (facies F1, asociación de facies

AF2).

La naturaleza petrográfica de los cantos rodados constituyentes de estos niveles se representa en la figura V

16. Los resultados muestran la dominancia de los cantos rodados de arenisca cuarcítica del Albiano (49%), seguido de

por areniscas amarillas del Terciario (20%) y calizas negras del Cretácico Superior (23%). Herpes

Esquistos calcáreos neocomianos y elementos volcánicos están presentes en pequeñas cantidades (2 a

3%).

Notamos que la composición petrográfica de los cantos rodados no cambia en comparación con la

niveles subyacentes descritos anteriormente, lo que indica que la fuente de ingesta es

siempre al suroeste y al sur de la cuenca.

Figura V­16 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F1 de la
sección Tassensach.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

4. Conglomerados fluviales de la sección Imessaoûdene (Facies F3)

Estos conglomerados corresponden a los depósitos de rellenos de cauces fluviales en trenzas

facies F3 (asociación de facies AF2) desde la parte superior de la sección Imessaoûdene (Fig. V­12,

V­13).

Se resumen los resultados del análisis petrográfico de los guijarros constituyentes de estos conglomerados.

en la Figura V­17. Los resultados obtenidos muestran la dominancia de los cantos rodados de arenisca cuarcítica

Albiano (62%), seguido de calquistos neocomianos (14%), areniscas amarillas del Terciario (13%) y

caliza negra del Cretácico Superior (6%). Algunos guijarros de brechas sedimentarias y limolitas

Los manteles amarillos o post­terciarios también se encuentran en porcentajes bajos (2%).

Estos resultados son similares a los obtenidos en la sección de Tassensach , esto indica que el

la fuente de aportes siempre se ubica al sur y suroeste de la cuenca.

Figura V­17 : naturaleza petrográfica y origen de los guijarros constituyentes de los conglomerados de facies F5 de la
sección Imessaoûdene.

CONCLUSIÓN V

El análisis sedimentológico de los depósitos del Plioceno Superior y Cuaternario permite definir

once facies, agrupadas en cuatro asociaciones de facies características de cuatro

ambientes sedimentarios. La sucesión vertical de estas facies caracteriza un medio ciclo

regresivo que se inicia con depósitos marinos litorales someros, seguidos de depósitos de

ambiente lagunar, luego por depósitos continentales de cauces fluviales en trenzas y cabos

por depósitos de abanicos aluviales.

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Capítulo V: Estudio sedimentológico de los depósitos del Plioceno sup­Cuaternario de la cuenca de Boudinar

El estudio detallado de la naturaleza petrográfica y los procesos sedimentarios asociados a los yacimientos

Los conglomerados del Plioceno Superior­Cuaternario de la cuenca de Boudinar nos han permitido

determinar, con mayor certeza, las fuentes de materiales detríticos. Así podemos concluir

eso :

La mayor parte de los materiales detríticos provienen de los afloramientos del macizo

zona metamórfica de Ketama en los límites sur y suroeste de la cuenca y

áreas distantes ubicadas en el suroeste de la cuenca, a lo largo del accidente de Nékor.

Los elementos volcánicos del macizo volcánico de Ras Tarf son frecuentes

en estos depósitos contrario a los resultados obtenidos en los depósitos del Plioceno

inferior, donde los materiales volcánicos de Ras Tarf son raros y están presentes sólo en

la base de la copa Aït Abdellah. Esto probablemente indica que el macizo volcánico

de Ras Tarf afloró en gran medida durante el Plioceno Superior­Cuaternario.

También notamos la ausencia en estos depósitos de cantos rodados serpenteantes

del macizo de Beni Malek (Fig. VI­41). Estos últimos son abundantes en las terrazas y

en el lecho actual del wadi Amekrâne, lo que indica que este macizo sólo alcanzó

el afloramiento sólo tardío, durante el Cuaternario reciente.

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Conclusión general y perspectivas

CONCLUSIÓN GENERAL Y PERSPECTIVAS

I
Las cuencas de Boudinar y Arbaa Taourirt situadas en el margen sur del mar

d'Alborán han aportado valiosa información sobre la evolución neógena del dominio

d'Alborán, en particular, sobre la crisis de salinidad del Messiniense. Las aclaraciones son

realizado sobre la evolución del Corredor Norte de Rifain, la geometría de la superficie de erosión en el

margen sur del Mar de Alborán, métodos de inundación post­"MSC" y la organización

y la dinámica de los depósitos del Plio­Peistoceno. Este trabajo nos permitió sacar conclusiones
siguiente:

(1) El marco cronoestratigráfico preciso definido para los depósitos del Mioceno de la cuenca de

Boudinar y Arbaa Taourirt permitieron caracterizar la evolución del Corredor Norte de Rifain

en el Mioceno Superior. Este corredor marino se abrió en el Tortoniense superior, luego sufrió

restricción progresiva durante el Messiniense antes de su cierre total alrededor de 6,1 Ma.

Este resultado plantea la pregunta sobre la conectividad entre el Océano Atlántico y el mar.
Mediterráneo durante el "MSC".

(2) El estudio detallado de la serie sedimentaria Messiniense Superior­Plioceno Inferior en el


La cuenca de Boudinar proporcionó nueva información sobre la crisis de la salinidad

Mar Messiniense y reinundaciones post­"MSC" en el Mar de Alborán. Sacamos conclusiones


siguiente:

­ Se depositaron yesos (¿PLG?) en el margen sur del Mar de Alborán durante la

Messiniense superior, pero fue erosionado durante el "MSC".

­ El "MES" es una superficie de gran erosión subaérea con bajo relieve y 200 m de

Los depósitos del Mioceno han sido erosionados. Se considera una superficie poligénica, su

la geometría original solo se conserva localmente y se ha reelaborado ampliamente

durante la fase de inundación post­"MSC".

­ El relleno sedimentario de la cuenca de Boudinar se caracteriza por una gran

variedad de facies que van desde condiciones de depósito continental hasta

mar abierto. Dos órdenes de ciclos estratigráficos ( ciclos de tercer y cuarto orden ) tienen

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Conclusión general y perspectivas

identificados y correlacionados a escala de cuenca. 4 modelos de depósitos sucesivos han sido

documentado durante este intervalo de tiempo.

­ El lavabo Boudinar es diferente y original en comparación con los otros lavabos Zanclean

del margen mediterráneo donde son frecuentes los deltas de Gilbert. Aquí, el ascenso de la

el nivel base está marcado por una regresión normal y por el desarrollo de lagos

y complejos de abanico­delta en los márgenes de la cuenca durante el Messiniense Superior,


antes de la inundación del mar.

­ La inundación marina de la cuenca aparece más tarde (hace 5,3 Ma) con una superficie de

transgresión de cárcavas y gruesos depósitos transgresivos que reflejan una duración de unos pocos

cientos de miles de años. Estos repositorios transgresores están en onlap en todos los repositorios

precedentes y se encontró una superficie máxima de inundación en varias decenas de

metros por encima del "MES". Esto es compatible con un ahogamiento de Zanclean.

paulatina y no catastrófica, tras la caída del nivel base mediterráneo.

(3) La parte superior de los depósitos de Zanclean en la cuenca de Boudinar está truncada por una superficie

emergencia de origen tectónico, correlacionada con la discordancia de Zanclean p3 definida en alta mar

de Boudinar. Por encima de esta superficie, la sucesión vertical de estas facies caracteriza una

semiciclo regresivo que comienza con depósitos marinos poco profundos, seguido de

lagunas, luego por depósitos continentales.

Este trabajo plantea muchas preguntas, particularmente sobre la conectividad entre el Océano

Mar Atlántico y Mediterráneo durante el "MSC". De hecho, las condiciones del mar

pudo haber persistido en el "SAB" durante el "MSC" y conexiones marinas

episódico entre el Mediterráneo occidental y el Atlántico pudo haber existido. Estos

probablemente existieran conexiones a través del Corredor Sur del Rifaín, el Corredor Bético o

el Estrecho de Gibraltar. Así, la hipótesis de que el "SAB" podría co­responder a una cuenca

intermediario durante el “MSC” requiere estudios adicionales, basados en


correlaciones onshore­offshore.

Por otro lado, la validación del modelo sedimentario de la cuenca de Boudinar en el Neógeno en el

El margen sur de Alborán requiere estudios detallados de las cuencas sedimentarias cercanas

(en particular, la cuenca de Kert y las cuencas intramontanas).

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Referencias bibliográficas

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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