En esta fecha tan importante de la Educación en nuestro país siempre recordamos a

Sarmiento y es lógico. Este día existe gracias a él, nuestra profesión, vocación es
recordada hoy por toda su obra, una persona que tuvo muchísimas profesiones como
minero, comerciante, periodista y hasta Presidente. Pero lo más importante para él fue
ser maestro. Vio en la educación la clave de cualquier esperanza, y sembró la Patria en
las escuelas. Garantizó a todos los habitantes de la Argentina la educación, y con eso nos
garantizó a todos la libertad de pensamiento, de elegir, de decidir. Saber leer y escribir
nos permite informarnos, expresarnos y comunicarnos.
Gracias Sarmiento!!! Pero hoy, agradecemos a nuestros docentes su labor? Tenemos aún
ese respeto, aprecio por el docente a quién confío la educación de mis hijos? Inculco a
mis hijos a respetar y a obedecer a su maestro a su maestro? Este día reflexionemos
sobre esto. Un docente un maestro brinda mucho a los alumnos y no solo es un simple
trabajo de oficina donde termina el horario y ya está. En nuestros hogares los docentes
seguimos pensando en ese niño o niña que no entendió hoy la actividad, en el niño que
se raspó la rodilla jugando en el recreo, en si un alumno llora o está enfermo, en como
puedo dar el tema ese dificil que no comprendieron de otra manera para que puedan
aprender. Así es hay mucha entrega y muchas emociones en esta labor. Es un trabajo de
amor.
Por eso solo aquél que vive para los demás, podrá ser llamado maestro. Porque qué gran
verdad nos supo expresar Henry Adams al decir “Un Maestro trabaja para la eternidad.
Nadie puede predecir dónde acabará su influencia”.