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“La casa de Adela”

La narradora, Clara, y su hermano mayor, Pablo, viven en Lanús. Se


hacen amigos de una niña, Adela, a la que le falta un brazo. La admiran
por su valor a pesar de su discapacidad.
A Adela y a Pablo los dejan ver películas de terror.
No así a Clara, por su edad. Sin embargo, ellos le reponen todos los
argumentos de las películas con narraciones orales detalladas y
espeluznantes.
Hay una casa abandonada en el barrio, que inclusive a la mamá de los
chicos les da miedo. Adela se obsesiona con la casa, quiere entrar.
Los hermanos no pueden evitar contagiarse de este deseo. “La casa nos
cuenta historias. ¿Vos no las escuchas?”, le pregunta Adela a Clara. Ella
no las escucha, pero ellos se las reponen: una viejita ciega, un viejito que
quemaba libros de medicina en el fondo, madrigueras de ratas, una
canilla que no dejaba de gotear “porque lo que vivía en la casa necesitaba
agua”

Una noche, los tres niños planean entrar en la casa. La puerta los recibe
entreabierta.
Adentro los espera una mesa de teléfono, un zumbido como de abejas,
sillones sucios.
Una repisa de estantes llenos de pequeños adornos. Clara se acerca, y
esos adornos resultan ser muelas y uñas. De repente, lejos, Adela grita en
la oscuridad.
La encuentran en el marco de una puerta. Adela saluda, cierra la puerta
tras ella y los hermanos no pueden volver a abrirla. Salen corriendo a
buscar las herramientas para abrirla. Dan alaridos de terror.

Finalmente, Pablo le hace caso a Clara, que le grita que por favor vayan a
buscar ayuda.
Al llegar, la policía no encuentra a Adela. Ante el relato de los
hermanos, los adultos los tratan de mentirosos: la casa está por dentro
demolida y llena de escombros. No hay sillones, mesa de teléfono ni
muelas.
Los adultos no les creen, pero Adela nunca más aparece.
La familia de Clara se muda. Pablo se vuelve loco y se suicida a los
veintidós años.
Desde ese momento, Clara, la narradora, visita la casa en la que
desapareció su amiga.
No se anima a entrar.
Un grafiti reza: “Acá vive Adela” Clara sabe que es así.

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