Una técnica de respiración que puede ayudar a reducir la ansiedad se llama respiración
abdominal, y se puede hacer siguiendo estos pasos:
1. Busca un lugar tranquilo y cómodo para sentarte o acostarte.
2. Coloca una mano sobre tu abdomen, justo debajo de las costillas, y la otra mano en el pecho. 3. Cierra los ojos y comienza a inhalar profundamente por la nariz, permitiendo que tu abdomen se expanda mientras inhalas. La mano que tienes en el abdomen debería moverse hacia afuera mientras inhalas. 4. Exhala lentamente por la boca, permitiendo que tu abdomen se contraiga mientras exhalas. La mano en tu abdomen debería moverse hacia adentro mientras exhalas. 5. Continúa respirando profundamente de esta manera, enfocándote en tu respiración y en la sensación de tu abdomen moviéndose hacia adentro y hacia afuera. 6. Si tu mente comienza a divagar, simplemente tráela de vuelta a tu respiración. 7. Haz esto durante unos minutos, o hasta que te sientas más calmado y relajado.
La respiración abdominal o diafragmática ayuda a reducir la ansiedad porque te obliga a
enfocarte en tu respiración, lo que puede ayudarte a calmar tu mente y reducir la sensación de estrés en tu cuerpo. Es una técnica simple que puedes hacer en cualquier momento y lugar cuando necesites reducir la ansiedad. La respiración diafragmática ayuda a reducir la conducta impulsiva al aumentar la conciencia de tu cuerpo y de tu respiración. Al hacer esto, te ayuda a disminuir la tensión y el estrés que pueden estar contribuyendo a tu conducta impulsiva. Al estar más presente y consciente de tu cuerpo, también puedes ser más consciente de tus pensamientos y sentimientos, lo que puede ayudarte a tomar decisiones más reflexivas y menos impulsivas en situaciones estresantes o desafiantes.