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CONCEPTO:
La humanidad enfrenta un conflicto entre Cristo y Satanás sobre la naturaleza de Dios, su ley y
su soberanía. Iniciado en el cielo, cuando un ser con libre albedrío, Satanás, se rebeló, este
conflicto afectó a ángeles y humanos. La entrada del pecado a través de Adán y Eva distorsionó
la imagen de Dios y alteró la creación, culminando en el diluvio. Este mundo es ahora el
escenario del conflicto universal, donde Dios será vindicado. Para ayudar a su pueblo, Cristo
envía al Espíritu Santo y ángeles leales para guiar y proteger en la salvación.
Misterio de misterios, el conflicto entre el bien y el mal comenzó en el cielo. Los ángeles, que
son seres de un orden más elevado que los humanos, fueron creados para gozar de íntima
comunión con Dios.
El origen de la controversia.
Tras ser expulsado del cielo, Satanás llevó su rebelión a la Tierra. Disfrazado como serpiente,
socavó la confianza de Adán y Eva, induciéndoles a desobedecer a Dios. Eva ansió igualarse a
Dios, dudando de la Palabra divina y comiendo el fruto prohibido. Su influencia llevó a Adán a
hacer lo mismo. Esta caída robó su dominio sobre la Tierra. Satanás se proclamó "príncipe de
este mundo", desafiando a Dios desde la Tierra y amenazando al universo entero. Las semillas
del conflicto celestial germinaron en la Tierra a través de esta acción.
Los efectos de la lucha entre Cristo y Satanás se manifestaron en la distorsión del ser humano
por el pecado. Desde Caín hasta la generación posterior al diluvio, la maldad se expandió.
Aunque el diluvio limpió, la humanidad volvió a apartarse. La Torre de Babel mostró
desconfianza. Dios pactó con Abraham para bendecir a las naciones, pero la apostasía
persistió, culminando con la crucifixión de Jesucristo. El pecado colaboró con Satanás.
El relato de Job muestra una convocatoria cósmica ante Dios, incluyendo a Satanás, quien
desafía la lealtad de Job. Dios permite pruebas, revelando la controversia entre el bien y el
mal. El mundo es el escenario del conflicto. El pecado rompió la relación entre Dios y humanos.
La desobediencia proviene de falta de fe, pero Dios busca restaurar la confianza a través del
amor y la obediencia. En la era actual, la iniquidad neutraliza valores, pero la visión de un Dios
amoroso revela la importancia de la expiación y su fin para la controversia universal.
EL TEMA CENTRAL:
La ley de Dios es crucial para el universo, como las leyes físicas lo son para su funcionamiento.
El pecado es rebeldía contra esta ley. Satanás culpa a Dios por la ilegalidad y argumenta que la
ley limita la libertad. Intenta socavarla para derrocar a Dios y su gobierno.
Cristo y la obediencia.
Durante su ministerio, Cristo enfrentó tentaciones que revelaron la lucha entre obedecer a
Dios o ceder al enemigo. En el desierto, Satanás lo tentó a mostrar su divinidad al convertir
piedras en pan, pero Cristo priorizó obedecer la palabra de Dios. Satanás ofreció el mundo a
cambio de adoración, buscando evitar la cruz, pero Jesús resistió con lealtad total a Dios. Su
dependencia en la Palabra divina y su rechazo a ceder al enemigo resultaron en victoria sobre
las tentaciones y demostraron su papel como sumo sacerdote y Salvador que cumpliría su
misión a través de la obediencia y el sacrificio en la cruz.
Confrontación en el Calvario.
Hoy, la gran controversia se centra en Cristo y las Escrituras. Ciertas interpretaciones bíblicas
minimizan su divinidad y autoridad al tratarlas como documentos históricos comunes. Muchos
ya no creen en la infalibilidad de la Biblia ni en la revelación divina. Esto genera dudas sobre la
posición bíblica sobre Jesucristo: su naturaleza, nacimiento virginal, milagros y resurrección
son disputados, incluso por teólogos, erosionando la fe y la comprensión tradicional.
El significado de la doctrina:
La doctrina de la gran controversia revela la batalla formidable que afecta a cada persona que
nace en el mundo; de hecho, el conflicto abarca hasta los últimos rincones del universo.