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CELULA ANIMAL

 María Laura Martínez Cantú


 Daniel Galindo Santiago
Introducción:

La importancia de estudiar la célula animal no solo radica en entender cómo


funciona esta unidad básica de vida, sino también en su aplicación en el campo
médico. El conocimiento de la estructura y función de las células animales ha sido
fundamental para comprender las enfermedades y desarrollar tratamientos
eficaces. Por ejemplo, el estudio de las células cancerosas ha permitido identificar
las alteraciones genéticas y moleculares que causan la proliferación descontrolada
de estas células, lo que ha llevado al desarrollo de terapias dirigidas y mejores
herramientas de diagnóstico.

Desarrollo:

La célula animal es una entidad compleja que se caracteriza por su falta de pared
celular rígida y su capacidad de movimiento. Posee una membrana plasmática
que delimita su superficie y controla el flujo de sustancias hacia adentro y hacia
afuera de la célula. Además de la membrana plasmática, la célula animal presenta
varios orgánulos intracelulares, incluyendo el núcleo, las mitocondrias, el retículo
endoplasmático, el aparato de Golgi y los lisosomas, entre otros. El núcleo es el
orgánulo que contiene el material genético de la célula en forma de ADN. Es
responsable de la regulación de la expresión génica y la transmisión de la
información genética a las células hijas durante la división celular. Las
mitocondrias, por otro lado, están involucradas en la producción de energía a
través de la respiración celular. El retículo endoplasmático y el aparato de Golgi se
encargan del procesamiento y transporte de proteínas dentro de la célula,
mientras que los lisosomas son responsables de la digestión de partículas
extrañas y el reciclaje de componentes celulares. La célula animal también puede
presentar estructuras especializadas, como cilios y flagelos, que le permiten el
movimiento. Estas estructuras son fundamentales para la función de diversos
tejidos y órganos en los organismos multicelulares. Además, las células animales
pueden formar tejidos, como los epitelios, los tejidos musculares y los tejidos
nerviosos, que realizan funciones específicas y trabajan en conjunto para
mantener la homeostasis del organismo. La importancia de estudiar la célula
animal no solo radica en entender cómo funciona esta unidad básica de vida, sino
también en su aplicación en el campo médico. El conocimiento de la estructura y
función de las células animales ha sido fundamental para comprender las
enfermedades y desarrollar tratamientos eficaces. Por ejemplo, el estudio de las
células cancerosas ha permitido identificar las alteraciones genéticas y
moleculares que causan la proliferación descontrolada de estas células, lo que ha
llevado al desarrollo de terapias dirigidas y mejores herramientas de diagnóstico.
Estructura:

Las células animales son eucariotas, es decir, poseen un núcleo definido y una
serie de orgánulos especializados. Aunque su forma puede variar dependiendo del
tipo de célula y la función que cumple, generalmente tienen una forma irregular.
Además, carecen de una pared celular rígida, a diferencia de las células
vegetales.

Componentes:

El núcleo es el centro de control de la célula animal y contiene el material genético


(ADN). También posee una membrana nuclear que lo separa del citoplasma.
Dentro del citoplasma se encuentran varios orgánulos, como las mitocondrias, que
producen energía, y el aparato de Golgi, que se encarga del procesamiento y
transporte de proteínas. Además, las células animales contienen retículo
endoplasmático, lisosomas y peroxisomas, entre otros orgánulos.

Funciones:

Las células animales llevan a cabo una variedad de funciones vitales para el
organismo. Algunas células, como las células nerviosas, se especializan en la
transmisión de señales, mientras que otras, como las células musculares,
permiten el movimiento. Además, las células animales también se encargan de la
síntesis y secreción de hormonas, la absorción de nutrientes y la eliminación de
desechos, entre otras funciones.

Reproducción:

Las células animales se reproducen a través de la división celular, principalmente


mediante el proceso de mitosis. Durante la mitosis, una célula madre se divide en
dos células hijas idénticas. Este proceso es esencial para el crecimiento y la
reparación de tejidos en los organismos multicelulares.

Conclusion:

En resumen, las células animales son unidades fundamentales de la vida animal y


desempeñan un papel crucial en el funcionamiento de los organismos
multicelulares. Su estructura compleja y sus distintas funciones hacen posible la
supervivencia y el funcionamiento de los animales. El estudio de las células
animales es fundamental para comprender la biología de los animales y
desarrollar avances en ciencia y medicina.

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