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PSICOLOGIA COMUNITARIA BASES CONCEPTUALES Y OPERATIVAS METODOS DE INTERVENCION ~2° Edicion — A. SANCHEZ VIDAL Cae & LL y is CLMLESPs, entra de Ipresiaes (RRR ce Estos da Picola PPU Alipie Sanchez Capitulo 8 Yotervenel Capitulo 8 Intervencién comunitaria: Concepto, proceso y panordmica La intervencién es —frente a Ja construccién teérica o la investigacién— Ja actividad basica de la PC. Recordemos que, histéricamente, Ja disciplina ha querido distinguirse, precisamente, por su voluntad de actuar sobre la situacién y los problemas sociales, en lugar de Himitarse a estudiarlos. La intervencién —su concepto, formas y roles impficados— es, pues, como ya se ha reiterado a lo largo de este volumen, el tema més definitorio y distintivo de la PC. Eso e0 Ja actualidad; es de esperar que el protagonismo de Ja intervencién disminuya en el futuro debido al mayor desarrollo teérico e investigador. En este capitulo se aborda sistematicamente la intervencién comunitaria a partir tanto de los cimientos conceptuales’sentados en la primera parte del libro, como de la definicién y caracterizacion de la PC realizada a lo largo del capitulo 4. Se clabora, en primer lugar, el concepto de intervenciéa comunitaria frente al de intervencién social por un Jado y a la accién.o cambio psicol6gico por otro. Sigue la descripcién del desarrollo o proceso bésico de intervencién, —una de cuyas fases, la evaluacidn, ha sido ya tratada previemente— y sus puntos clave, para centrarse.entonces en la descripcién panorémica de estrategias interventivas realizada a través de su agrupamiento y clasificacién, integrada desde dos petspectivas: Por niveles y por funciones u objetivos. ‘Aunque el tema de la evaluacién ya fue ampliamente tratado en el capftulo precedente — Y, por tanto, aparece aqui sélo mencionado de pasada como parte del proceso interventivo— algunos de los puntos alli tocados (como la participacién comunitaria) son retomados en éste en fancién de su significacién comin o especificamente interventiva. Otros temas relevantes aqui fueron, en cambio, cubiertos indirectamente en el tema de la evaluacién. 8.1 Intervencién social Revisemos como aproximacién a la intervencién social QS) ¢ intervencién comunitaria (IC) algunas definiciones de esos términos contenidos en la literatura psicosocial y comunitaria, antes de entrara examinar con mayor rigor y profundidad el significado y alcance de esos conceptos. Buena parte de'las definiciones estén extraidas de la serie que desde 1973 dedica el Annual Review of Psychology a "Intervenciones Sociales y Comunitarias" (Cowen, 1973; Kelly, Snowden y Mufioz.1977; Bloom, 1980; Iscoe y Harris, 1984; Gesten y Jason, 1987; Heller, 1990), cuyo contenido es realmente comunitario, pero cuyo rétulo denota la cercanfa —aunque no equivalencia, pues entonces sobraria uno de los dos calificativos— de IS e IC. Més adelante examinamos las diferencias entre ambos tipos de intervencién, Intervencién social. Kelly y otros (1977) definen la 1S como, "influencias, planificadas 0 no, en la vida de un grupo pequetio, organizacién o comunidad (para)... prevenir o reducir la desorganizaci6n social y personal y promover el bienestar de la comunidad” (pp. 323 y 324). Bloom (1980), como "cualquier intervencién (preventiva 0 restauradora) que intente tener un impacto en el bienestar psicolégico de un grupo de poblacién definido" (p. 113). Ambos autores aportan una visiOn comunitaria de la IS. Para Caplan (1980) la accién social (equivalente, grosso modo, @ la IS) esté constituida (frente a la accién interpersonal). por Jos "esfuerzos realizados para modificar los sistemas operativos sociales y politicos y la actividad legislativa y reglamentadora relativa a la salud, educacién y bienestar y a los campos religioso y correccional, con el fin de mejorar a escala comunitaria la provisién de suministros fisicos, psicosociales y socioculturales bésicos, y la 151 a Alinio Sincher__Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concepto, proceso v panordmica organizacién de los servicios para ayudar a los individuos a confrontar sus crisis" (p. 72). Ya se han definido (capitulo 5) los suministros fisicos, psicosociales y socioculturales. Seidman (1983), por su parte, entiende la IS como "la alteracién de las relaciones intrasociales —entre individuos, grupos, asociaciones e instituciones—... planificadas y no planificadas (0 naturales"), intencionales y no intencionales... (que) también tienen un impacto en Ia calidad de vida de ta sociedad o en las circunstancias de grandes nimeros de individuos o grupos (y que) ocurren como resultado de la operacién de varios procesos clave y de sus interrelaciones. Esos procesos son: 1) Distribucién de derechos, recursos y servicios; 2) desarrollo de bienes, recursos y servicios —materiales y simbélicos— que mantienen e intensifican Ja vida y 3) la asignacién de estatus dentro de la totalidad de las tareas y funciones sociales que involueran roles y prerrogativas". Finalmente, para Iscoe y Harris (1984) la IS tiene como propésito "la mejoria de la condicién humana a través de esfuerzos dirigidos principalmente hacia la asistencia de los pobres, menos privilegiados y dependientes pera enfrentarse con los problemas y mejorar 0 mantener una calidad de vida" (n 334). Hay, como se ve, una cierta diversidad en las distintas formas de entender la intervencién social, aunque también se da un tono general de coincidencia en varios temas bésicos, destacando cada definicién unos elementos sobre otros segin el campo e intereses tedricos desde los que estén formuladas. La de Seidman, es la mas amplia y teérica; el resto (provinientes del campo ‘comunitario y de salud mental en su mayorfa) son més limitadas en lo conceptual y mas precisas en lo aplicado. Pero, analicemos y profundicemos un poco mas. {Qué es infervenir? {Qué es la intervencién? Segtin los diccionarios, la intervencién consiste en "interposicién o intermediacién de una autoridad”, "entrada, ocurrencia o aportacién de un elemento extrafio entre dos eventos 0 momentos" o “ser un tercero entre dos partes en conflicto o discusién”, Barriga (1987) recoge las referencias de la literatura a una autoridad y una intencionalidad como caracteristices centrales de la IS. Dependiendo del tipo autoridad e intencionalidad implicadas en una intervencién, ‘tendremos las distintas variantes de esa. Mas adelante (8.2) las examinamos para la interveneién comunitaria, Intervenir se'refiere, pues, a la’ introduccién, interposicién o intermediacién desde una postura de autoridad, de un elemento externo con la intencién de modificar, o interferir con, el fancionamjento de un proceso o sistema en une direccién dada (cambio direccional, cesacién, desarrollo, etc.). La intervencién comporta, pues, un proceso intencional de interferencia 0 influencia y persigue un cambio. Podramos clasificar las intervenciones psicoligicas 0 sociales segin: 1) El tipo de cambio (objetivo o meta); 2) la unidad (nivel o destinatario) social a afectar y 3) e1 método usado (asi como el proceso o marco relacional implicado en la intervencién). Si la unidad a afectar es social (una comunidad, el racismo) y el cambio perseguido también (cambio de estructura de la comunidad) tendriamos una IS; ‘si intervenimos. sobre personas para producit cambios psicolégicos (conductuales, emocionales, educativos, etc.), una intervencién psicolégica (IP). Pueden darse, obviamente, otro tipo de combinaciones més dificiles de caracterizar, entre las que podria incluirse Ia posibilidad de una intervencién psicosocial, més o menos intermedia entre la propiamente psicoldgica y la genuinamente social. La Psicologia Clinica y otras formas establecidas de Psicologia Aplicada, se ocupan de la intervencién psicolégica o individual; la Psicologia Comunitaria, de la intervencién social 0, mejor dicho, de los efectos —y componentes— psicalégicos de esa intervencién (o sea, en rigor, de la intervencién psicosocial: Social en su input, psicolégica en su output). Alipio Sénchez Capftulo 8 Intervencién comunitaria: concento, proceso v panordmica Intentemos ahora ampliar y sistematizar el concepto de intervencién social describiendo sus aspectos diferenciales respecto de Ja intervencidn: psicolégica. Aunque, en. realidad, tiene ‘poco sentido usar el té:mino "intervencién psicoldgica", dado que intervencién suele denotar un objeto 0 proceso complejo o proceso complejo y supraindividualizado. Seria, por tanto, mas propio referirse a “estrategias de resolucién de problemas y de desarrollo humano centradas en el individuo” (psicoterapia, educacién y actividad productive principalmente), denominacién tediosa y larga que sustituiremos por accién psicolégica, o (aunque tampoco sea equivalente) por psicoterapia, la forma inds influyente y conocida de IP. 8.1.1 Intervencién social frente a accion psicolégica Las. diferencias entre intervencién social y accién. psicolégica (psicoterapia) se dan fandamentalmente a nuestro juicio en 7 aspectos (Sanchez, Vidal, 1986): 1) Objeto o destinatario de la intervencién; 2) estado inicial esumido; 3) tipo de cambio perseguido; 4) objetivos o metas; 5) ambitos ,de.aplicacién;.6) técnicas usadas; y 7) duracién temporal, Estos aspectos son.casi siempre una generalizacién de los principios de intervencién comunitaria descritos en el capitulo 4 (Mas. adelante —8.2.2— se distinguen, no obstante, intervencién social e intervencién comunitaria). 1. Objeto, destinatario 0 unidad con que se interviene. En Ja IS son los procesos y_ sistemas sociales (comunidades, organizaciones e instituciones). estructuralmente complejos, en interaccién ecolégica con el entorno y en evolucién dingmnica. (En realidad la intervencién suele centrarse en problemas, necesidades o cuestiones sociales detectados en el sistema social; el sistema —o proceso— constituyen como tales el background contexto interventivo inmediato, sobre todo en sus aspectos relacionados con los problemas y recursos apropiados para resolver esos problemas.) En la IP se interviene sobre elementos més simples: los individuos; si los sistemas sociales son considerados (familias, grupos) suele ser mis como contexto social del individuo que como blanco directo de la intervencidn. 2, Estado inicial. En la IS bay un “estado inicial" propio det sistema social del que partimos; en la IP se asume a grosso modo que partimos de cero (0 de un estado inicial "negativo", pero conocido y clasificado: Patologia, estado carencial predeterminado como "sintomas”, retraso del ‘aprendizaje, etc.) La evaluacién del estado inicial del sistema social a modificar (sobre todo en cuanto a dinémica evolutiva, estructura sistémico-social interna y relacion ecoldgica con el entorno —su historia y cultura—) es, precisamente, el primer paso de toda IS: Partimos de ese estado inicial y procesal, con el que hay que contar, para influir en su evolucién, ritmo o direccién de desarrollo de una manera dada. La intervencién externa es sélo un input en esa evolucién, no el Unico, ni necesariamente el ms importante. 3, Tipo de cambio. E] objetivo inmediato (y genérico) de toda intervencién es producir un cambio o transformacién. En la IS se busca el cambio social; en la IP o! individual. Entendamonos: El objetivo final de a IS es igualmente cambiar Jas vidas de los individuos, pero es0 se hace a través del cambio de las estructuras y procesos sociales, y no directamente como con Ja IP. EJ cambio social es considerablemente mas complejo, multidimensionado, imprevisible ¥ desconocido que el cambio individual (psicoterapia), més unidimensional, familiar y previsible ppara el psicdlogo que ha centrado tradicionalmente en él su quehacer practice e investigador. 4. Objetivos 0 metas (especificos). El cambio social e individual constituyen las metas genéricas de IS e IP respectivamente, Los objetivos especificos se fijarin seginn la direccién que deseemos 153 ncher Intervencién comunitaria: concepto, proces dar a ese cambio o los efectos a lograr. También difieren IS ¢ IP respecto de esos objetivos. En la intervencién clinica estan predeterminados: "Curar" al "paciente" (0 sea, revertir o disminuir la intensidad de sus sintomas y disfunciones comportamentales y paliar su sufrimiento subjetivo). En IS Jos objetives estén indeterminados; su determinacién es el paso inicial —tras la evaluacién— de la intervenci6n. 5. Ambito de aplicacién. La TP se suele centrar en Ja salud mental; Ja IS cubre un espectro mucho mas amplio (salud mental, educacidn, drogas y alcohol; ocio y recreo; sistema penal, judicial y policial; sistema religioso-parroquial; adolescencia, menores y predelincuencia; etc.) ya que la vida social tiene inputs y determinantes complejos y multidimensionales sobre el desarrollo hhumano (0 su coartacién) y la intervencién social (la comunitaria, més'bien) se pretende integral, no pudiendo, por tanto, centrarse en un solo aspecto con desconsideracién del resto. 6. Técnicas (y esmategias) usadas. En IP las técnicas usadas son de cardcter exclusivamente psicoldgico (eso es precisamente lo que significa "psicoterapia": Tratamiento por medios psicolégicos). En IS, en cambio, y en respuesta a la complejidad y multifacetismo de problemas y sistemas sociales, las técnicas concretas —y estrategias globales— son mucho més variadas (en el apartado 5 se ofrece una panorémica de ellas) y no necesariamente de carécter psicoldgico, sino también psicosociales, de trabajo social, poifticas, administrativo-organizativas, de salud publica, ecolégico-ambientales, etc, 7, Duracién, La IP es de duracién relativamente corta (2 a 6 meses habitualmente y segiin los paquetes terapéuticos més modernos y realistas en términos temporales —cognitivos, interpersonales, etc), comparada con la IS que suele comportar largos periodos (affos), sobre todo si implica una planificacién moderada y se han de efectuar cambios estructureles, reorganizaciones o dinamizacién y movilizacién de comunidades apéticas y faltas de estructura asociativo-organizativa o con conflictos grupales complejos. Claro que la extensién poblacional y Ja profundidad de los efectos (personales ¢ institucionales) son, concomitantemente, mucho rmayores en Ia intervencién comunitaria que en la individual. Resumiendo. La intervencién social se centra en problemas 0 cuestiones sociales que se dan en el seno de sistemas 0 procesos sociales complejos, multifacéticos y dinamicos partiendo de un estado inicial dado e intentando alcanzar un estado, o estructura final definido por unos objetivos que incluyen la resolucién de los problemas y/o el desarrollo del sistema social (y, a través de él, de los individuos que lo forman) aplicando estrategias y técnicas interventivas méltiples a varios niveles. El resultado inmediato de la IS es el cambio social; el mediato 0 Ultimo el cambio personal (masivo, o sea cambio colectivo). La psicoterapia 0, en general, la accién psicolégica, se centra en individuos con problemas psicolégicos de salud mental para conseguir su "curacién” (remisi6n sintomética y mejora del malestar subjetivo) a través de técnicas psicolégicas que persiguen el cambio psicoldgico 0 individual (diferenciado, no masivo). 8.2 Intervencién comunitaria Hemos examinado ya la intervenicién social en si misma y en sus diferencias basicas respecto a la accién psicoldgica. A la luz de ese examen debemos explorar ahora la intervencién comunitaria, tema central de este capitulo —y de la PC—, las cuestiones y contradicciones que plantea y también sus diferencias bisicas con la intervencién social, con la que hasta aquf la hemos emparentado en el capitulo, reflejando la ambivalente cercania —frente a otras modalidades de trabajo o actuacién— de ambas ramas del tronco _interventivo supraindividualizado mostrada en la literatura referida. 154 Sv Alipio Séncher Capitulo 8 InfervenciGn comunitaria: concepto, proceso y panorémica 8.2.1 Cuestiones: contradicciones, legitimidad, intencionalidad y racionalidad, autoridad Planteamos aqui concisamente algunas de las cuestiones y pardmetros caracteristicos de la idea de intervencién (social, en general) examindndolos desde el punto de vista especifico de Ja “intervencién comunitaria". Concretamente 4: Legitimidad, intencionalidad, autorided y otra cuestién —la contradiccién implicita en la propia denominacién “intervencién comunitaria"— que nos servird de punto Idgico de partida, J. Contradicciones. La expresién “intervencién comunitaria” es una. contradiccién en. sus ‘términos: Intervencién connota una accién o interferencia impositiva, desde arriba y desde fuera; comunitaria se refiere, en cambio, a algo més "natural" o espontaneo, generado desde dentro y desde abajo, desde Jo comin 0 compartido por un colectivo. ,Cémo puede resolverse tamafia contraposicién (que no se plantea, en cambio, en la intervencién social)? Pueden compaginarse © compatibilizarse ambos términos. —y sus. implicaciones operativas— racional»y coherentemente? Examinemos esas dos cuestiones tras las que se agazapa, como veremos més abajo, el tema de la legitimidad, En principio, parece que la intervencién —desde arriba— excluye ta accién comunitafia, desde abajo. Sin legar tan Jejos, es un hecho que en el campo comunitario se han distinguido tradicionalmente (ver capitulo 14; Eckiein, 1984; Rothman y Tropman, 1987) dos tendencias 0 enfoques polarmente extremos de trabajo: 1) Aquellos —planificedos y organizados— iniciados desde arriba (top—down, en terminologia inglesa) ejemplificados globalmente . por 12 planificacién y desarrollo global de la comunidad y por la prestacién de servicios, como actividad tipica (enfoque que nosotros denominemos —4.7—— marginalista). 2) Aquellos que potencian 0 apoyan Jo existente o iniciado mas o menos "esponténeamente” desde abajo (bottom-up, en la literatura anglosajona) centrados en Ia accién social (en sentido restringido) y el desarrollo de recursos comunitarios, y cuyos prototipos de actuacién serian le organizacién comunitaria y Ja autoayuda. ‘La contradiccién entre intervencién externa y accién comunitaria se da sdlo, sin embargo, si Ja cuestién se plantea en términos absolutos. En términos de "a" 0."b". En la realidad, en cualquier sociedad o grupo humano suficientemente extenso y complejo, ambos enfoques son probable mente necesarios y complementarios, pues siempre habré grupos o personas que no ‘cumplan las asunciones implicitas en cada uno de ellos, Bl enfoque intervencionista se justificard, porque'no, todas-las ;personas 0. grupos (por ejemplo, los nifios o algunos ancianos) tendran suficientes recursos que desarrollar o Ja capacidad de actuar organizada y eficientemente para acceder 2 los recursos —o conseguir objetivos— sociales y porque hay miRiples procesos y actividades complejas que necesitan coordinacién y planificacién global. E} enfoque de desarrollo de recursos comunitarios seré preciso para potenciar la accién generada desde la propia comunidad en todo aquello que ésta pueds conseguir por s{ misma (con mayor 0 menor apoyo externo) como proceso de desarrollo autodirigido, evitando al mismo tiempo, el fomento del intervencionismo o la dependencia exterior excesivos. (Se asume, en este caso, que existen suficientes recursos potenciales para generar una dinamica de desarrollo), La primacia global de uno u otto enfoque dependerd de hasta qué punto Ja situacién, problema y comunidad concreta se adecitan mejor a las asuncjones implicitas de uno u otto, La cuestion general no es, por tanto, intervencién o desarrollo de recursos, sino de intervencién (c6mo, dénde, cudndo) v desarrollo de recursos (cémo, dénde, cuando). {Como se pueden compatibilizar esas dos perspectivas en el disefio de la accién comunitaria? Simplificando, sugerimos dos direcciones de actuacién posibles —y obvias—: a) 155 6 Alipio Sanchez. Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concepto, proceso y panordmica Potenciando y fomentando los recursos existentes en fa propia comunidad (grupos de auto— ayuda; organizaciones y asociaciones intermedias —vecinales, recreativas, parroquieles, consumidores, ete—; liderazgo comunitario; formacién de paraprofesionales y voluntarios; actividades formativas y recreativas del barrio; etc.). b) Fomentando Ja participacin —y abriendo vias apropiadas para ello— de la comunidad y de sus grupos en aquellos procesos y actividades que precisen planificacién © intervencién (urbanismo, servicios, accién politica institucional, etc.). Evidentemente, ambas alternativas son compatibles y perfectamente realizables siempre, claro es, que no se pretenda monopolizar —por parte de las instituciones 0 los profesionales— el control del poder o de los recursos sociales. 2. Legitimidad. Todo esto nos lleva a confrontar el tema de la legitimidad de la intervencién comunitaria y su justificacién frente a las criticas a la filosofia y praxis del intervencionismo social Justificacién parcialmente implicita en las proposiciones previas. Pero, explicitemos primero los términos de las criticas en forma de altemativa dual a la que puede enfrentarse la intervencién: — Intervencién frente a no intervencién (de ningén tipo); el laissez. faire del liberalismo extrem. Si se da un problema o necesidad social (o psicosocial) el agente politico-técnico mantendria una postura de pasividad y no afectacién. Esta postura niega implicitamente los principios de solidaridad y responsabilidad social, pilar fundante —y conquista basica— de la politica social (y a accién comunitaria) en el mundo modero. Es una alternativa indeseable. + Intervencién externa frente a otras alternativas de actuacién menos intervencionistas, como el desarrollo de recursos. Esta si es una altemativa relevante, puesto que, sin negar los principios de responsabilidad y solidaridad social, plantea la cuestién de cuél es la posibilidad de accién més deseable. Concebida como accién unilateral y externa, la intervencién no solo puede no ser positiva y deseable, sino negativa y perjudicial, al interferir con la accién y desarrollo de mecanismos' de resolucién de probiemas del propio grupo. social, contribuyendo. asi a. crear dependencias coartadoras que dificultan a largo plazo la autoregulacién y desarrollo del grupo. Planteada de esta forma la. cuestién, ,cudndo podremos considerar legitima una accién interventiva externa? Segiin sefialamos en 4.7, lo sera cuando: a) Esté motivada o justificada. Es decir, afiada algo (conocimientos tebticos, previsibilidad, técnicas de evaluacién o de actuacién, sistemas de motivacién, relacién o dinamizaciéa, etc.) alo ya aportado por la propia comunidad o grupo. Algo significativamente itil —y necesario— para alcanzar un efecto perseguido por el grupo social 0 comunidad (resolver tn problema, satisfacer una necesidad, evitar un conflicto 0 alcanzar un objetivo deseable), de tal forma que, de no darse la intervencién, esos efectos no se prodacirian. Y esto, sea porque a través de la intervenciéa se inducen procesos (concienciacién, dinamizacién, reivindicacién, solidaridad...) imprescindibles — inexistentes—, sea porque se vehiculan y potencian técnicamente (mediante estrategias de evaluacién 0 intervencisn, organizativas, dindmicas grupales, etc.) procesos ya existentes pero inoperantes. Esto nos da una visi6n de la intervencién comunitaria més catalizadora, aditiva y complementadora que absoluta ¢ impositiva. »b) La intervencién sea compatible con los deseos y necesidades de la propia comunidad y con su particfpacién activa en los cambios, asi como con sus valores y capacidades potenciales, De no cumplirse estas condiciones, Ia intervencién no deberia probablemente Hamarse comunitaria, pudiendo cuestionarse su legitimidad real al no pasar de ser una imposicién tecnocratica externa con poco potencial motivador para la comunidad al no partir de los deseos o necesidades de ésta. Estas cuestiones deberian plantearse antes de tomar decisiones sobre una intervencién, Naturalmente, el problema puede ser mucho mas complejo, cuando tengamos una 156 + Alipio Sénchez, Capitulo 8 Intervencién comunltaria: concepto. proceso v panorémica comunidad beterogénea en términos de grupos ¢ intereses y los problemas o deseos:de unos grupos no coinciden con —o se oponen a— los de ots. : 3, Intencionalidad y racionalidad. Cuando afirmamos que una intervencién es infencional, queremos decir que es deliberada, racional o planeada, buscdindose unos efectos espérables a partir de la experiencia acumulada o de una teoria sobre el tema y la accién a conducir, de forma que los resultados producidos no sean independientes del conocimiento 0 accién del inferventor, fruto del azar o resultado de Ja actuacién de fuerzas o factores desconocidos y con los que no se contaba. Sin intencionalidad, tiene poco sentido hablar de intervencién, planes o programas. Sin embargo, y como ya se dijo en 5.7, ¢] tema de la intencionalidad de la intervencién es distutible y. relative, dependiendo de factores como: 1) Casi todas las intervenciones tienen efectos secundarios, inesperados. {Las descalifica esto como intencionales? O bien, zexiste un grado 0 proporcién de efectos inesperados respecto a los esperados para descalificar una accién como intencional y planeada? En principio, mantendriamos la calificacién de intencional, cuando la mayoria de los.efectos —o Jos efectos més importantes-- estén en linea con los esperados y previstos y-no, a Ia inversa, cuando la mayoria de los efectos —o los més relevantes— sean imprevistos ¢ inexplicables. ) La posicién relativa del observador y su postura respecto a la intervencién y el sistema a afectar. Para el psicdlogo (el técnico, en general) los cambios © ajustes sociales producidos en ese sistema sin su intervencién pueden ser "naturales"; para aquellas personas que los han impulsado ‘0 apoyado desde le propia comunidad, en cambio, si que serdn intencionales (aunque no interventivos' al darse dentro del propio sistema). Ora cosa es que los efectos de Ia intervencién sean previsibles y se conformen a una racionalidad—cientifico-técnica— definida por el profesional a partir de un modelo edrico 0 empirico-experimental dado. Lo cual nos remite a la cuestin —que dejamos simplemente apuntada— de si en la IC hay un sdlo tipo de racionalidad valida (la cientifico-técnica) 0 debemos admitir otras (como Ta empfrica de un grupo social 0 la socio-politica de un gestor politico) como apropiadas (aunque quizé con distintos grados de validez que la cientifico- técnica). 4, Autoridad. Aparte de la legitimidad general de 1a intervenciéa, tnda accién interventiva debe estar respaldade o justificada por algin tipo dc autoridad que, como ya se ha filtrado en los dos puntos previos, avale el acto mismo de intervenir y, sobre todo, 108 resnltados que con él se quieren obtener. Esencialmenté en la intervenciéni comunitaria hay (debe haber, mejor) dos tipos Ge amtoridad: Politico-social y cientifico-técnica, ° + La autoridad socio-politica (0 politica, a secas) autoriza a actuar politicamente sobre un colectivo social a partir de un mandato genérico conferido voluntariamente (las elecciones, en un sistema democrético) por ese colectivo. EI politico 0 gestor administrativo tienen pues la legitimidad o autoridad de iniciar la acci6n social y de aurizar y dotar de medios a las acciones de otros agentes sociales 0 socio-téenicos desde oa delegaciOn de la legitimidad colectiva —que puede cuestionarse en casos de disfuncids ieficacia 0 autocratismo— + La autoridad cientifico-téonica e> &2 general, Ia que deriva el profesional de la experiencie 0 conocimientos teéricos u a~r#tvos Vélidos (cientificos) y de los conocimientos y destrezas sobre Como condueir aprers#a Y eficientemente une accién interventiva para producir unos efectos Previsibles v «~seatlos (técnicas). Su autoridad no emana, pues, de la comunidad sino de: a) Los ‘conoriaitentos (modelos teéricos validos y evidencia empirica) y b) experiencia vélida sobre los fomas y grupos humanos —en general—y sobre el que se estl trabajando —en paticular— que le permitan disefiar y evaluar apropiadamente la intervencidn; y c) las habilidades metodologicas y teonicas para llevar a término esa intervencién adecuada y eficientemente. Allie Sanchez Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concepto, proceso v panersmic En Ja intervencién comunitaria el rol del psicélogo.tiene, sin embargo, un componente afiadido (aunque el basico siga siendo el cientifico-técnico). 2Qué autoridad respalda ese componente y el compromise politico consubstancial al trabajo comunitario segin muchos? Como tal técnico, y en principio, ninguna. Si el psicdlogo quiere tener una autoridad social 0 politica, deberé obtener algiin tipo de legitimidad delegada de fa comunidad (titular final de esa legitimidad) actuando en su nombre 0 como representante de ella, Para esto deberé asumir su nuevo rol actuando como organizador social, portavoz. o lider de grupos marginados, denunciando Jas injiasticias o desigualdades del sistema, la incompetencia o autocracia de politicos o agentes socializadores, et Este tipo de aotividad y rol —bésioos en estrategias como le organizacién comunitaria— pueden plantearse sobre todo en situaciones sociales de extrema injusticie, impotencia o necesidad, en que no existen otras personas (Ifderes, portavoces, etc.) que puedan asumir ese rol en un momento dado. Son, en todo caso, polémicos y discutibles (como ya se discutié en el capitulo 7), planteando cuestiones como: ;Son compatibles la autoridad politica y técnica a largo plazo? {No pierde el profesional su autoridad técnica si asumne substancialmente la politica? ;Se puede actuar politicamente con una autoridad sélo ténica cuando hay unos ‘agentes politicos especificos? {Se debe? Bic. Evidentemente que toda actividad profesional tiene, en Ia actuacién comunitaria, un ‘componente politico mas o menos implicito, pero este debe ser, en principio, s6lo secundaria o ‘complementario respecto al cientifico-técnico. Si el componente bisico de la actividad fuera politicdgestivo, es dudoso que el profesional esté actuando como tal profesional sino, més bien, ‘como gestor o politico, aunque con una formacién profesional afiadida. Las aventuras del técnico on el terreno puramente politico en su accién comunitaria, pueden resuitar en todo caso de dificil {sino imposible) retomo a su rol y autoridad profesional habitual, Por otro lado, en una situacién social extrema, Jas demendas funcionales y de rol basicas pueden ir en una direccién més. politica (liderazgo, concienciacién, organizacién, eto.) que técnica, lo que Hevaria —si sé quiere ayudar realmente al grupo— a cuestionar el papel basica 0 linicamente téonico y a asumir temporalmente otros roles y finciones més apropiados a esas necesidades y demandas reeles, no a nuestra oferta profesional. En una sociedad generalmente funcional y “normalizada” —en cuanto a roles sociales— el planteamiento seria diferente. Queda simplemente apuntado el tema, que no —ni mucho menos—~ agotado, El tema de le fundameatacién de la intervencién comunitaria, se ha planteado recjentemente en el Ambito norteamericano (en el American Journal of Community Psychology concretamente: Davidson, 1989; Heller, 1989; O'Neill, 1989; Reinharz, 1989; Riger, 1989) un interesante debate sobre Jas. implicaciones éticas de la IC centrando dos puntos concretos. Primero, el destinatario de la responsabilidad del psicdlogo comunitario; esté' es, ante quién es (0 debe set) responsable el psicélogo 0, en otras palabras, quién es el "cliente" de la accién comunitaria. Segundo, cual es el alcance de esa recponsabilidad: De qué se ha de responsabilizar el psicélogo comunitario al actuar en un campo comple) y diverso de actores ¢ intereses sociales en que se producen acciones ¢ iniciativas varias, entre las qu. ta de el psicdlogo es-s6lo una de elas, mediatizada, con frecuencia, por las relaciones y dependenciss —contractuales o de otro tipo— varias que mantiene con esos actores y grupos sociales. El particular interés y utilidad del examen requerido reside en que parte av 2 situaciones reales y concretas (O'Neill, 1989); Una sobre una casa transicional de mujeres maltratates cuya viabilidad econémica ha de evaluar el psicdlogo de cara a su financiacién. Otra, en que ta psicdloga es requerida por un centro de dia para nifios con problemas escolares y comportamentales para ayudar —en calidad de consultora— a obtener la ayuda precisa para 158 Alipio Sanchez. Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concepto, proceso v panorémica ampliar Ja plantila de profesores especializados del centro. A partir de ahi, varios autores examinan desde distintos puntos de vista (clinico-dindmico, ecolégico-contextual, comunitario, politico y ético) la situacién y dilemas planteados y las soluciones posibles, asi como el alcance profesional, ético y politico de cada curso de accién y la “verdadera” naturaleza comunitaria cada uno, poniendo todo ello en relacién con su propia experiencia profesional. ‘No vamos a intentar resumir aqui la amplitud de cuestiones y sugerencias que emergen de ‘ese rico debate; recomendamos, eso si, la Jectura atenta de Jas referencias citadas, particularmente del atinado andlisis de K. Heller. Nos limitaremos a citar algunos puntos clave que emergen de la Giscusién y merecen mayor debate a nivel de actuacién concreta (no sélo de consideraciones generales. ‘en abstracto, como es frecuente). en. la preparacion de los futuros psicélogos comunitarios: 1) El reconocimiento (0 denegacién) de la dimensién explicita —o implicitamente— politica del sol psicolégico-comunitario (tanto 2 nivel de evaluacién como de. disefio y ¢jecucién de acciones). 2) La naturaleza misma —y limitaciones— del trabajo comunitario en contextos sociales y politicos siempre complejos y alejados de la pureza virgiliana de Ja comunidad ideal (homogénea, interrealacionada, ‘inica y libre de tensiones y.vonflictos intemos). 3) La insuficiencia e inadecuacién de los modelos profesionales de actuacién y cédigos deontologicos al uso, —pensados, casi siempre, para. situaciones y modos. de trabajar individualizados y clinicos— al estilo y condiciones reales de trabajo del psicélogo comunitario. 8.2.2 Intervencién comunitaria e intervencién social ‘Ya hemos mencionado la vacilante y ambivalente relacién de similitud global y diferenciacién detectada en Ja literatura psicolégica y social entre intervencién social (IS) © intervencién comunitaria (IC), reflejada en Ja denominacién del Annual Review of Psychology Intervenciones sociales v comunitarias", que implica un cierto parentesco a la vez que una iferenciacion y adicién mutua. Pero, pasando a un nivel de andlisis més fino, gson realmente asimilables IS ¢ IC? ¢Seria la IC na variante de IS o hay diferencias substantivas entre armbas formas de intervencién supra-individualizada? Como ya puede deducirse de Jo previamente escrito (especialmente en 4.7), nuestro planteamiento es que —a pesar de su cercania y comunalidades— hay importantes diferencias y particularidades de la intervencién comunitaria tal y como aqui ha sido concebida— respecto de Ja intervencién social. Apuntemos brevemente comunalidades. y, sobre todo, diferencias y particularidades, en una exploracién inicial del tems. Commnatidades. En principio, IS € IC son dos ramas del tronco interventivo suprainicial, aunque autores (y praxis) incluyen con cierta frecuencia la atencidn individualizada como parte de la IC. En general, el objeto de la intervencién es comin (grapos humanos con una estructura social dada) asi como Ja asuncién de causas sociales relevantes de la problemética humana (con ccausas, en Ia IC). Diferencias y particularidades. Hay, sin embargo, diferencias y especificidades de ta intervencién comunitaria —relativas 0 de énfasis en ocasiones, pero relevantes— que marcan Tineas de actuacisn diferenciadas de ésta respecto de la intervencién social genérica, sobre todo en Ia parte del sujeto y nivel de intervencién, asi como en los objetivos y filosofia interventiva y relacional implicita. Veamnos esas diferencias y particularidades: 1) Probablemente la diferencia basica entre IC e IS es el papel de sujeto —activo y participante— Y protagonista que tienen las personas en la intervencién comunitaria ademés de papel —-comin con ta IS— de objetos de esa intervencién. 159 Alipio Sanchez. Capit cin comunitaria: conce 2) Interactividad. El planteamiento radical de la IC incluye (4.7) una verdadera interaccién (informativa, valorativa e interventiva) entre interventor y miembros del grupo cliente — inexistente en Ia IS—, de forma que cada uno de ellos puede cambiar su punto de partida (y praxis comportamental) inicial. Esto implica la influenciabilidad del propio interventor; su apertura a ser influido por —ademés de influir a— el grupo social blanco de la intervencién, cosa tanto més necesaria cuanto mayor sea la discrepancia cultural y valorativa inicial” entre interventor y grupo social. También implica, més genéricamente, Ja existencia de un verdadero marco relacional personalizado (0 grupal, cara a cara) en la JC ausente en la IS. Esta —como en casi toda intervencién tecnocratica— establece un marco de accién o influencia masiva, impersonal 0 transpersonal (social) desde una postura distante, externa y supraordinada y a través de instrumentos (leyes, normas, disposiciones, etc.) despersonalizados y —frecuentemente— ordenancistas, no relacidnales. 3) El nivel de intervencién comunitario es mesosocial, mas reducido (capitulo 2) que el de Ja IS, que es global, macrosocial Otras diferencias —especificidades mAs bien— de la IC respecto a la IS se centrarian en: 4) Autodireceién det grupo social 0 comunidad, que marca, en Ia IC, una Ifnea especifica y particular de intervencién y de valoracién implicita del grupo como sujeto y origen de aquélla, frente a una intervencién més tecnocritica, guiada por formulaciones 0 motivaciones sociales 0 ‘econdmicas mas globales, externas y planificadoras, en Ia IS. 5) La intervencién comunitaria esté mas cerca (tanto por ser el nivel de actuacién mas reducido, como por ser el mas préximo) de lo humano, involucrando més elementos (interaetivos, comunales, relaciones primarias, etc.) de identidad y significacién personal y (en relacién con el punto 3) mas elementos culturales —no sélo sociales—, es decir generados "esponténeamente” desde abajo ¢ indisolublemente implicitos en el concepto de comunidad. 6) El énfasis positivo, de recursos y desarrollo, es también relativamente distintivo de la IC frente a la IS que parece més centrada —en principio, al menos—en los aspectos probleméticos y disfuncionales de los sistemas sociales y en el cambio —miés que en el desarrollo— social. Mas especificamente —y a partir de las consideraciones més humanas y autodirectivas mencionadas en los puntos 1, 4y 5— Ia JC persigue el desarrollo humano integral, equilibrado, multioriginado ¢ integrado (cada una de esos calificativos remite a una cualidad distintiva del estilo interventivo 0 forma de trabajo comunitario). Reiteramos que lo anterior es un esquemna general de partida en que faltaria, en todo caso, cl input informative y valorativo de Ja otra parte, los analistas y practicantes del cambio social no comunitatio. 8.2.3 Participacion La participacién es, a la vez, un valor, un proceso, una técnica y una actividad. Como valor, es parte esencial del discurso —y la retérica— comunitaria y politica: Algo tan enfatizado xy zarandeado verbalmente, como poco practicado en la realidad, salvo honrosas excepciones. Su Signifieado y papel central en Psicologia Comunitaria ha quedado ya fijado en los parrafos precedentes, como el proceso que permite compatibilizar “intervenciéa" y "comunitaria", tendiendo un puente entre ambos conceptos contrapuestos que legitima y da sentido —junto a otros elementos— a la expresién “intervencién comunitaria". Esbozamos aqui unos apuntes iniciales sobre el tema, apenas tratado en Ia literatura comunitaria, organizados en tomo a los siguientes puntos: 1) Premisas; 2) significado; 3) 160 44 Capitulo 8 Jntervencin compnitar contenido y relevancia; 4) tipos; 5) niveles; 6) partes implicadas; 7) aspectos téenicos y 8) efectos y. limitaciones. Los. siguientes autores —y_ publicaciones— han tratado el tema de la articipacién, en su globalidad o en alguno de. sus aspectos relevantes: Ander-Egg (1980); Marchioni (Bejarano, 1987); CDFA (1987 y 1989); Dowart y Meyers (1981); Erber (1976); Fermandez y Peiré (1989); Halprin y otros (1974); Giner del Grado (1979); Heller, Price y otros (1984; capitulo 10), Langton (1978); Periman (1976); Sénchez. Alonso (1986); y. Wandersman (1981). En ellos pueden encontrarse igualmente fuentes de informacién y referencias adicionales. I Premisas generales, Antes de entrar en otros aspectos del tema de la participacion y dado el hhalo cuasi-mistico y la retérica reverencial con que es revestido con frecuencia en la literatura y praxis comunitaria, conviene hacer unas consideraciones generales y previas sobre el tema para ‘centrarlo y situarlo mds realistamente en e] contexto de la intervencién comunitaria, 2) La participacién social de las personas va se da a distintos niveles a través de actividades e instituciones sociales y comunitarias, como el trabajo (o 1a escuela), la familia, las actividades relaciénales y sociales habituales de la vida comunitaria (la misa del domingo, el partido de fiitbol 0 el concierto de rock el paseo por el barrio, la "partida” o la charla del bar, etc.) 0 Jas actividades asociativas més o menos formalizadas (la. pea, el club recreativo, excursionista 0 deportivo, la asociacién vecinal, la seocidn barrial del partido politico correspondiente, etc.) Sélo las personas que —por la razén que sea— estén excluidas —-o se autoexcluyen— de estas actividades (parados; marginaciones émica, escolar, econdmica, etc.; emigrados; trastomnados mentales; inadaptados; etc.) tendrén un cierto "déficit" o necesidad “estructural” de participar a través de otros canales "especializados" en la actividad comunitaria o social habitual. Cuando Jos profesionales planteamos el tera de la participacién suele ser sin embargo, en relacién a un proyecto © actividad que iniciamos porque nos parece interesante, util o necesario y en el que querémos interesar a la comunidad, haciéndola parte activa de él y de su realizacién. Es decir, en la participacién comunitaria estamos, en el fondo, recabando de esas personas un extra.o "plus" de participacién sobre le que ya realizan a través de los canales mentados. En general habré que plantearse, por tanto, hasta que punto lo que nos interesa a nosotros —como interventores técnicos: le interesa realmente a aquella gente (0 le debe interesar, aunque este planteamiento puede resultar polémico e inoperante) 0, por el contrario, nosotros necesitamos que ellos participen, siendo en este caso ambos -comunidad ¢ interventor- victimes" propiciatorias de Ja mistica de la participacién. En este sentido, Ja falta de participacién puede significar,-no un fracaso o-deficiencia, técnica 0 comunitaria, sino, simplemente, que estamos planteando un tema o una tarea irrelevante o sin valor para el grupo correspondiente. Hay que planttearse que ni todo €! mundo quiere —ni tiene por qué- participar, ni participar en todo, b) En efecto, en un mundo tan complejo, supertecnologizado y diverso como el actual, hay muchas actividades y procesos que requieren un alto grado de coordinacién y planificacién no siempre compatibles con —o que pueden resultar muy dificultadas por— la patticipacién social activa, Debemos, por tanto, plantearnos que no todas las actividades y procesos han de hacerse participativamente, teniendo en cuenta lo ya dicho en a sobre la posibilidad de que las necesidades participativas de un grupo estén ya cubiertas en otras éreas 0 por otras vias. En ciertas actividades 0 procesos deberfa proponerse (Moynihan, 1969) la idea de Ja “méxima participacién factible", es decir, compatible con la eficiencia técnica de esas actividades, por un Jado, y en funcién de la situacién de participacién general de la gente, por otro. Tampoco debemos, en este punto, caer en ¢] otro extremo, ¢] misticismo tecnocratico — mucho més extendido y peligroso en la actualidad— de negar las posibilidades de participacién social significativa y relevante (puntos 2 y 3) en nombre de la todopoderosa eficacia técnica (proposicién con una carga politica subyacente considerable). 161 42 Alipio Sé Capitulo 8 nitaria: coneepto, proceso. ©) En wna sociedad crecientemente organizada y diferenciada desde el punto de vista social (sobre todo a partir de los aspectos econdmicos y productivos) como la presente, se da una tendencia a Ja especializacién —y fragmentacién— de roles y funciones de las personas (relativamente “natural” o justificada desde el punto de vista psicosocial, por la complejidad de las demandas sociales, por un lado, y por las limitaciones de las capacidades adaptativas personales, por otro). Pues bien, bay que tener en cuenta que las demandas de participacién militan precisamente contra esa tendencia, al pedirle a Ia gente que no delegue responsabilidades o "partes" de su identidad social en otros agentes especializados (politicos, técnicos, administradores) sino que las asuman y recuperen como parte integral de si mismos. La participacién (y otras actividades comunitarias) deben ser asi analizadas desde la perspectiva de demandas adapiativas adicionales a unas personas ya “cargadas" de funciones (roles) sociales varias; demandas contrarias, por otro lado, a importantes tendencias sociales (ocialimente "regresivas", por tanto, aunque también humanizadoras). En este sentido parece importante —tanto para el psicdlogo como para el grupo social— intentar analizar y especificar Jas ventajes 0 ganancias —globales y en Ja sitacién concreta— de la postura participativa (argumentadas implicitamente a lo largo de esta seccién) para ese ‘grupo, que justifiquen su motivacién e implicacién participativa dado que —en general y a diferencia del profesional— el ‘tupo no participa de las creencias en la importancia de participar y toda la mistica asociada a la participacién, Puede ilustrarse, por ejemplo, la "humanizacién" y *ganancia® de poder y control sobre la propia vida que se derivan —a largo plazo y en general— de la participacién significativa y eficaz. 2. Significado. En principio y como accién, participar significa tomar parte en alguna actividad 0 proceso. El significado y aleance iltimo de la participacién dependeré por tanto de la relevancia, de la actividad 0 proceso en él sistema social y Ia vida comunitaria. El objetivo —e indicador— ultimo de la participacion deberia ser el grado en que —a través de ella— se tiene acceso al poder, se comparte ese poder en un grupo social. Lo cual tiene implicaciones politicas y técnicas relevantes —que se examinan después— y centra perfectamente el tema dentro de la Psicologia Comunitaria que —como se indicd en 4.7— esté centralmente concemida con el poder psicolégico y politico-social como via —una de las vias— posibilitadora det desarrollo de las, personas, En tltima instancia, [a participacién relevante remite pues al empowerment, potenciacién y desarrollo de las personas. En esta misma linea conceptual, Marco Marchioni (Bejarano, 1987), ha sefialado la dimensi6n politica que toda participacién auténtica comporta, al implicar un cambio en la comunidad que participa: Esta debe involucrarse —activamente y desde el principio— en el desarrollo de la intervencién. Con ello, la participacién se convierte en un proceso dinémico dual de: a) Toma de conciencia de la situacién o problematica existente y sus causas (fracaso escolar, enfermedades fisicas, et.) asi como de las condiciones y acciones que pueden conducir a su superacin positiva; b) implicacion activa en los cambios consiguientes, a partir de esa toma de conciencia (Lo cual supone un cambio de rol de la comunidad en la direceién —més activa y protagonista— indicada en 4.7.3). Desde esta perspectiva —puntualizarfamos—, no tendria demasiado sentido la participacién pasiva de la poblacién en actividades planificadas tecnocriticamente desde afuera y sin contar con esa poblaciéa. Tampoco lo tendria la postura opuesta, que el profesional trabaje "para Ja comunidad”. Ese debe mas bien pasar a trabajar "con la comunidad”, significando con ello —entendemos nosotros— que el técnico habré de contribuir activamente —desde una postura coordinada y de mutua exigencia respecto de la comunidad— a la dinamizacién de éstay al cambio de la situacién y no limitarse, simplemente, 2 servir pasiva y directamente los deseos 162 2 que emanan del grupo y la situacién social en cuestion. ‘Marchioni concibe la participacién comunitaria como un proceso dindmico, complejo (en funcién del contexto social y situacién de partida) y bastante lento, en gue no existen modelos rigidos y preestablecidos. Subraya también la importancia departir de Ja situacién, condiciones y posibilidades reales de Ja poblacién, de cara a evitar que la pronta frustracién de las expectativas més 0 menos imeales— de] trabajador comunitario, le leven a concluir erréneamente que "Iz gente no. quiere participar" (Més adelante retomamos nosotros este punto en relacién a la necesidad de preparacién bilateral —de técnicos y poblacién— para la participacion). 3. Contenido y relevancia, Se puede participar en distintos tipos de actividades y procesos. Unos, més 0 menos triviales y lidicos —desde el punto de vista socio-politico— como fiestas, enctientros, competiciones, actos deportivos o recreativos, conmemoraciones 0 actos vecinales 0 barriales. La participacién tiende a ser ahi més esponténea, a titulo individual y més informal que organizada, Puede también estar fomentada a través de la animacién socio-cultural con diversas finalidades de cobesionamiento social o dinamizacién comunitaria o barrial. Generalmemte, sin embargo, la participacién ciudadana se cita. para referinse a aspectos socialmente, més relevantes y "serios” como participaciin en: Procesos productivos y. trabajo (como los Comités de Empresa); politica (a través del voto 6 de consejos o juntas asesoras); programacién de salud 0 servicios sociales; disefio de entormos arquitecténicos y comunitarios; organizaciones y servicios comunitarios; educacion (a tavés de las Asociaciones de Padres de Alumnos —APA— 0 de los "Consejos Sociales" de las universidades); administracion de Ja justicia Gurados); etc. La participacion suele ser ahi orgenizada en alguno de estos tres sentidos (en los 3 habitualmente, pues estin relacionados): a) Se realiza a través de organizaciones sociales (partidos politicos, comités, juntas, consejos, etc.) y no individualmente; b) existen canales establecidos (institucionalizados 0 no) y diferenciados; c) existen unas finalidades u objetivos que estructaran u orgenizan la participacién. Naturalmente que en un "mundo social” tan estructurado y organizado en tomo a cuestiones ¢ intereses sociales como el actual, la organizacién de Ja participacion es, a ciertos niveles, imprescindible para poder "competi" (en realidad, para tener una minima eficacia) con Jas potentes organizaciones y corporaciones (productivas, econdmico-financieras, politicas, etc.) dominantes.. En todo caso, ni esa participacién estructurada substituye a la personal y mas esponténea (a complementa, si acaso), ni siempre representa los verdaderos intereses del conjunto social 0 comunitario sino, con frecuencia, Ios de aquellos grupos 0 sectores social 0 politicamente més beligerantes 0 concienciados, con més medios mejor dotados organizativamente, De lo que se deduce, que la organizacién es imprescindible —y deseable— para la accién social eficaz, pero no para la participacién (para cualquier tipo de participacién, al menos). Entendemos que, para que Ja participacién en una comunidad o contexto social u organizacional dado sea verdaderamente relevante y tenga un impacto real en el enriquecimiento de Ja vida personal y comunitaria (mds allé de la satisfaccién que da participar en cualquier cosa), debe incluir como contenidos dos procesos clave en cualquier sistema social (4.7): 2) Fijacién de objetivos, actividad con frecuencia ligada en la intervencién comunitaria a Ja evaluacién de necesidades, que funciona como una de las vias y metodologias principales de participacién social (asumiéndola como. primer paso de la fijaciin de objetives, toma de decisiones y ejecucién programatica subsiguientes, basadas en esa evaluacién). ) Toma de decisiones. Més relevante ain que el proceso anterior, pues Jos objetivos pueden ser igmorados a la hora de las decisiones y actuaciones reales.’Particularmente importantes son las, 163 44 Alipio Sén ‘apitulo 8 comunitar ypanorémica decisiones relacionadas con el reparta de poder y recursos en un sistema social y con los procedimientos de control del poder y del funcionamient del sistema social. 1L Tipos. A partir de lo escrito antes sobre participacién “espontinea" y organizada, podemos distinguir dos tipos de partiipacién complementarios (y més clarificadores quizé que aquellos), segin que el origen de la participacién sea desde arriba —institucional— o desde abajo. Esta comprenderia la de contenido més lidico e informal deserita pero, también, la partcipacion de contenido politico y social (0 terapéutico y de crecimiento personal) iustrada por las asociaciones de vecinos y barriales, asociaciones de consumidores, sindicales, feministas; grupos de autoayuda y otros frecuentemente definidos (capitulos 13 y 14) como "movimientos sociales" o grass-root en Ja literatura estadounidense (Periman, 1976). La participacién desde arriba va ligada a estructuras o canales institucionalmente establecidos o "mandados” para posibilitar la participacién en los procesos politicos o sociales 0 controlar algiin tipo de administracién u organizacién. Ejemplos serian las APA en las escuelas, los Consejos Sociales en las universidades, los Comités de Empresa en el mundo laboral o los (casi inexistentes en nuestro pais) representantes de los ciudadanos o consumidores en las Juntes ‘0 consejos gestores de centros o empresas prestadores de servicios. Evidentemente, el contexto institucional facilis o ichbe la perticipacién, pero, por si solo, no es sufisiente sino conecta con tin deseo o necesidad desde abajo de partciper. Participacién desde arriba y desde abajo son pues complementarias y se necesitan mutuamente. La participacién desde abajo se ve altamente facilitada (posibilitada, con frecuencia) por los canales institucionales corriendo el riesgo, si estos no existen, de terminar cuando cesa (por cansancio, desinimo, etc.) la necesidad o empuje temporal o el liderazgo que la origin, dejando muchas veces un vacio de frustracién. La participacién desde abajo deberia tender (siempre que responda a un impulso mantenible y a una riecesidad o deseo social duradero, no a una ‘cuestién puntual o perecedera) a establecer canales institucionales permanentes e incorporados a la vida habitual de Ja comunidad y el sistema social. ‘La participacién desde arriba ser, por otto Indo, un mero artefacto legislative 0 normativo sino conecta con una poblaeién (o un grupo gestorinicial) concienciada y deseose de participar y/o con una cuestién social relevante que pueda ser resuelta 0 canalizada por medio de esa participacién. (No todas las cuestiones socialés pueden ser resuelias a través de a participacién o, al menos, sdlo a través de ella.) if ‘5, Niveles, Mas que tipos diferentes de participacién, podriamos pues distinguir niveles en que se da (0 que la enmarean), Seriai, de mas globales a més microsedpicos: Socio-politico, institucional, organizacional e individual. Examinémoslos a la luz de lo ya dicho y del andlisis de Heller, Price y otros (1984). a) El nivel socio-politico funciona como marco global —mnés que como constituyente directo— de la participacién. Listamos simplemente 3 propuestas marco relevantes para fecilitar la participacign desde este contexto global: + Potenciacién de las estructuras sociales intermedias (familia, vecindario, iglesia, asociaciones Yoluntarias) ¥ uilizacion para realizar la actividad politica a través de ellas, siempre que sea factible. La proposicién de Berger y Neuhaus (1977; capitulo 5). + Deseentralizacion politica y administrativa para acercar los procesos y decisiones politicas a la comunidad local y el ciudadano. Por ejemplo, la gestién local desde los distritos (barrios) censayada en algunas ciudades espafiolas como Barcelona. + Ampliacién de la actividad politica de los ciudadanos mas alla del acto y momento puntual de ‘votar. Se propone aqui restringir el mandato global y cuasi total otorgado por los ciudadanos al gestor politico a través del voto electoral, reteniendo aquellos parte de sa actividad de acciém LS a Jo 8 Intervencin comunitaria: concepto, proceso v panord politica para actuar por si mismos manteniendo un "mareaje” permanente y activo sobre los procesos y vida politica posterior a las elecciones en aquellas cuestiones relevantes que les afecten en sus respectivos ambitos socio-comunitarios (barrio, escuela, trabajo, ciudad, sistema politico especifico, ete.). Esto posibilitarfa una democracia participativa y no una cémoda cesion de responsabilidades y mandato cuasi-incondicional de actuacién al "especislista” politico. La ropuesta se inscribe, como se ve, dentro de los cambios (ampliaciones y restricciones, seguin la parte) de rol asociados en 4.7 a la PC y no parece nada facil de aceptar por ninguna de las dos partes afectadas. Lo que subyace en el fondo de estas propuestas, es el tipo de asunciones —y teorias— que hacemos. sobre el. poder (recursos, en general) existente en un. sistema social y su distribucién, tema este, por otro Jado, con implicaciones basicas para la estrategia de acciOn a seguir de cara a Ja potenciacién o capacitacién de personas y grupos sociales. Si asumimos que el poder (y. otros recursos: Econémicos, estatus social, informacion y asignacion de valores, autoestima, liderazgo, etc.) es limitado, la potenciacién del conjunto de las personas exige su cesién por parte de las élites controladoras, ya que no habré poder y recursos para todos. Si lo tienen unos, no Jo tendran otros, que resultarin marginados. Esto conduciria a una estrategia de accién social (8.6 y 8.7), para redistribuir recursos sociales escasos a través de, Ja confrontacién de las élites opresoras. La participacién real de las mayorias seria aqui elemento fundamental con un contenido politico central Si, en cambio, asumimos la existencia de recursos (y poder) ilimitados, la clave del trabajo. comunitario estaria en la localizacién de esos recursos en un grupo social y en su desarrollo. En jugar de Ja confrontacién y lucha por Jos recursos escasos, se impondria una estrategia de desarrollo comunitario que permita desenvolver y actualizar esos recursos (y el poder psicosocial de las personas) sin violentar Ja estructura social, sistemas de roles, asignacién de recursos, etc. La participaciin tendria aqui un contenido mas psicosocial y técnico que politico, tendente a facilitar la coordinacién interpersonas ¢ intergrupos, ayudar a definir metas comunes y facilitar Ja readaptacion y cambio de pavtas adaptativas en funcién del desarrollo a producir. ) Nivel institucional. Ya descrito en el punto 4 como sistema facilitador o inhibidor de la participacién de los individuos o grupos. ©) Nivel organizacional. De los tres aspectos organizativos de Ia participacién (fines, canalizacién institucional y grupos vehiculadores), nos referimos aqui mas directamente al tercero y primero, ya que el-segundo ha sido ya abordado. (Mas que un nivel distinto, lo organizacional se refiere-a un aspecto distinto del institucional, estando ambos, con frecuencia, en niveles. sociales similares). Heller, Price y otros (1984) mencionan el liderazgo, la orientacién hacia Ja tarea (frente a la vaguedad de fines) y la capacidad de Jlevar a cabo las tareas y de conseguir los fines, perseguidos, como caracteristicas asociadas con Ia eficacia y el mantenimiento de estructuras organizativas participativas en diversos campos. 4) Nivel individual. Sabido es que no todas las personas son igualmente proclives a perticipar o a persistir en la participacién. Hay algunas indicaciones a partir de le literatura existente (Heller y otros) de que factores como e] interés por el tema (por ejemplo, las personas mas zrTaigadas en su barrio), el nivel de educacisn o el deseo de ayudar a otros 0 de mejorar el contexto, influyen positivamente en la participacién. Pero también variables psicosociales como. expectativas, valoracién de Ja situacién, capacidades individuales y las caracteristicas y tendencias de los ‘grupos circundantes influyen significativamente sobre la participacion. 6. Partes implicadas en la participactén comumitaria. Simplificando podriamos reducirlas a 3: Politico © gestot piiblico, téenico 0 profesional y grupo social (que llamaremos simplemente, ta 165 Ali anordmica comunidad). Cada parte tendria un papel piopio'y coimplementario en el proceso de participacién y unas despandas’yproblemitica detivadas del paso de su forma de funcionamiento hebitual a ticipativa. ‘Vesmoshas en relagién sobre todo al téenico (el psioélogo, en nuestro a) El pilitico debe renunciar a controlar los distintos sectores y nticleos organizados de actividad y poder en la sociedad y a cualquier concepcién patrimonialista en la detentacién de sus funciones piblicas. Deberd pasar de concebir esos nicleos como posibles competidores 0 peligrosos rivales a Jegitimos "parteners” sociales auténomos con los que se ha de contar tanto a Ja hora de obtener feedback informativo social (de Jo contrario nunca sabré Jo que pasa en ef exterior) como al distribuir recursos y llevar a cabo los programas sociales. Debe, en una palabra, ‘compartir el poder (que no es suyo, sino delegado de la comunidad). b) La comunidad, la gente, debe ser capaz de trascender Ia relativamente cémoda posicién de apatia, pasividad y transferencia de responsabilidades a otros agentes hacia una postura mas activa, de asuncion de responsabilidades y de reivindicacién de su verdadero rol y capacidades de protagonismo en la vida comunitaria y social. Esto es tanto més dificil cuanto que no exista una cuestién social relevante y sentida como propia que dinmico a la comunidad no haya nada patente ¢ inmediato que "ganar" y en Ia medida en que los intentos de dinamizacién o participacién previos hayan resultado frustrantes 0 —incluso— penalizadores por sus resultados. ‘Tampoco ayudan las actitudes negatives de técnicos o politicos, o el maximalismo destructivo de algunos Hideres o grupos en la propia comunidad. Ni un entorno social en que prima lo individual y el esfuerzo productivo, desanimandose, en cambio, lo solidario, colectivo y la participacién de contenido més social o politico, que no se limite a la mera emision periédica de votos 0 a Jos aspectos mas mecénicos e intrascendentes de la participacién a través de la familia, el trabajo o la asistencia a actos periddicos y cuasirituales (religiosos, barriales, "politica doméstica", etc.) como los ya indicados mas arriba. Es clave recordar en este sentido, que, ademas de una mistica, Ja participacién es un proceso y una actividad que, como todo, necesita aprendizaje y adaptacién. No se puede pasar sin més de una situacién pasiva y apatica a una de participacién activa sin la adecuada preparacién (de la comunidad y del téenico). Los factores técnicos son, pues,,fundamentales; revisémoslos 7, Aspectos técnicos. La tercera parte implicada en Ja participacién _el profesional— es, en principio, el encargado de disefiar, ejecutar y evaluar Jos programas. El también deberé cambiar su actitud, perspectiva y metodologfa de trabajo. En cuanto a actitud, el téenico deberd estar abierto y dispuesto no sélo a permitir, sino a. facilitar que la comunidad sea una parte activa y util 1 Jo largo del proceso programatico (especialmente en los puntos ya sefialados de fijacién de objetivos y toma de decisiones), renunciando al protagonismo tnico 0 central y adoptando wun rol y postura acorde, mas abierta, dialogante e igualitaria. No debe, sin embargo, renunciar a sus conocimientos 0 aportaciones téenicas y coordinadoras que deberén, en principio, ser compatibles con la participacién ciudadana). Esta "reconversién” del rol y actitud det téenico pueden resultar al comienzo bastante dificiles —y poco recompensadoras— si no se poseen los instrumentos téenicos —y las cexpectativas realistas— apropiadas para el manejo de Ia nueva situacién. No basta pues con buenas intenciones. Pensamos que es necesaria una preparacién (actitudinal y técnica) del profesional que Je capacite —con antelacién— para afrontar la situaci6n real y evitar que las dificultades iniciales le retrotraigan a una postura més negativa respecto a la participacién que la de partida, desvaneciendo en el desengatio el falso halo mistico que rodea habitualmente al fenémeno participative. 166 1t Alivio Sanchez Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concento, proceso v panoréimi ‘La preparacién técnica aparece as{ como. fundamental (tanto respecto de la comunidad como, sobre todo, del técnico) pues su carencia puede malograr ficilmente Ja experiencia patticipativa y resultar frustrante y regresiva para las partes implicadas (comunidad, téonicos, politicos). Aunque los contenidos y aspectos de la preperacién dependerin en parte del tema, situaci6n social y disposicién y tipo de grapo implicados, algunos temas e indicaciones técnicas ‘generalmente relevantes serian: 1) El paso de una situacién de no participacién a una situacién (0 programa) de participacién no ¢ (salvo en circunstancias extremas excepcionales) un acto. puntual sino un. proceso transicional: Hay que pensar y actuar més en téminos de adaptacidn o adecuacién gradual a Ja nueva situacién que de reconversi6n "automética” del téenico o Ja comunidad. La explicacién racional de los nuevos sistemas y conceptos clave y de sus ventajas previsibles deben ser parte de este esfuerzo de transicién, El formato grupal y las téonicas informativas, persuasivas o de cambio grupal pueden ser muy stiles vehiculando el aprendizaje progresivo —y experiencial, no puramente conceptual, siempre que sea posible— de Jas nuevas metodologias. 1b) Ademés de les ideas y_ proceso general seré necesario el aprendizaje y uso. de.técnicas especificas y formatos relaciénales o grapales pare vehicular la participacion segin el ambito, grupo y objetivos concretos. El riesgo es que — como ya se ha seitalado— el proceso fiacase (y Ja situacién empeore) por desconocimiento.técnico, por no saber como hacerlo. La téenica no serd tan relevante si existe una fuerte motivacion y disposicién de base (se plantea una cuestién relevante 0 necesidad apremiante). En el caso contrario —mas habitual— Ja técnica es fundamental para no encallarse en la pasividad en discusiones estériles 0 periféricas. Aleunos enfoques metodolégicos. para vehicular la participacién han sido descritos en capftulo 7 (grupos estructurados y nominales) 0 en Sanchez Alonso (1986) asi como en ta literatura citada al principio, en Ja de organizacién ‘comunitaria (8.7) 0, incluso, en la de andlisis y dindmica grupal. ) Ademds de los factores motivacionales ya mentados —y teniendo en cuenta que la gran variedad de situaciones y temas demandarin. respuestas. diversificades—, algunas reglas o principios generales que pueden resultar dtiles para facilitar ta participacién desde el punto de vista de técnica psicosocial serian: + Partir de los intereses de Ja comunidad, sea en cuanto a los contenidos (aquellos temas que al grupo le interesen positiva 0 negativamente) de lo que se propone, sea en cuanto al formato de Ja participacién (sf al grupo le gusta la competicin o el deporte, acercarla al formato competitive deportivo; si la relacién interpersonal, al formato relacional). Naturalmente, nose trata de quedarse ahi: Asumimos esos intereses como punto de partida para intentar llegar —o avercarse— a otras tareas o cometidos que consideremos mas relevantes o deseables. + Plantear tareas 0 actividades en lugar de discusiones 0 charlas que tienen, en general, menos capacidad de dinamizacién y “enganche" haciendo més dificil la participacién. El problema se da asi en aquellos temas centrados en la transmisiGn de informacién, que requieren un planteamiento diferente —y mucho mas lento en general o simplificado— que la mera disertacién o conferencia directa, + Proponer objetivos conoretos y precisos, no abstractos y genéricos, también parece facilitar la participacién y dinamizacién a través de la accién. + Intentar que las propuestas participativas tengan algim beneficio o recompensa temprana y tangible (en forma de satisfacciones, relaciones, resultados concretos, etc.), sobre todo si el proceso es largo y dificil; de lo contrario mucha gente puede desanimarse y abandonar la empresa antes de que los resultados a largo plazo empieceni a ser visibles. + Romper Ja estructura, formalidad o distancia inicial entre el interventor — 0 persona que hace 167 18 Alivio Sanchez, Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concepto, proceso v panorémica Ja propuesta— y el grupo; cosa tanto més necesario cuanto mayor sea esa distancia y mas grandes Jas formalidades sociales y Ia distancia entre interventor y grupo. Este "romper el hielo” puede Jograrse mediante tareas, actividades informales o "juegos" (que redefinen €] marco social y relacional pasando a otro nivel més Kidico 0 espontdneo, menos formal) 0 partiendo las asambleas 0 grupos grandes en grupos pequeflos —5 a 10 6 12 personas— que rompen la dinamica masiva y presién de las asambleas multitudinarias (y la polarizacién entre interventor y "masas"), permitiendo una interaccién cara a cara entre Jos individuos y una participacion més personalizada y con menos presin social extema, Naturaimente, una vez rota la estructura inicial puede ser muy dificil —o imposible— recuperarla en el caso de que deseemos volver a ella, una vez cumplido un objetivo o “ilustrado" ‘un punto concreto sobre el que planteamos la experiencia participativa. No pocas veces sucede que se genera una nueva dindmica que supera las expectativas y planes iniciales del propio interventor y que exige un reajuste de éste, so pena de verse desbordado por las nuevas iniciativas y actividades emenadas del grupo (Una de las virtualidades mAs interesantes y vistosas de la participacién es, precisamente, su capacidad —cuando funciona bien— para dinamizar y generar actividad e iniciativa). + Establecer la seguridad propia —del interventor—por otros medios 0 en otras situaciones. Ya que, si no es asi, el interventor tenderd a —necesitard, con frecuencia— definir el marco relacional de forma fal que asegure su propia superioridad, dominio o autoridad (personal, de conocimientos, de poder, etc.) sobre la situacién, lo cual dificulta ~si no imposibilita— la participacién inicial a largo plazo det grupo que asume —con mayor o menor resistencia— un cémodo papel de docilidad, subordinacién o dependencia muy dificil de cambiar después. Esto hace que, no pocas veces, la participacién sélo sea posible cuando el lider o interventor domine apropiadamente el tema de trabajo y/o Ia situacién relacional implicada (esto, si desde la propia comunidad no se rompe unilateralmente esa dindmica marcada por la otra parte). La recomendacién para disminuir en lo posible los efectos de ese periodo de autoafirmacién del interventor, pasarfan ‘por que éste intente establecer esa seguridad — psicolégicamente imprescindible— fuera de la situacién y tarea en que actiia profesionalmente y que requieren la capacidad de ceder espacio al protagonismo y afirmacién de la otra parte (la comunidad). €) El psicdlogo (téenico, en general) no puede permitirse el Iujo de caer en un papel pasivo de escucha y observacién del proceso participativo esperando que funcione o se resuelva por su propia dinamica (una tentacién polarmente opvesta a la “antigna’ de dirigirlo y controlarlo todo). Generalmente la participacién necesita impulso y direccién constantes para no caer en alguno de Ios vicios que dificultan 0 paralizan el proceso. Eso implica habitualmente seguir los princi ya indicados en c) y, ademés: Sugerir (0 introducir) formatos asamblearias, grupales 0 yelaciénales que estructuren la situacién e interacciones, proponer temas y ejes de discusién 0 calendarios, proyectos y acciones concretas que gufen el proceso general y las actuaciones sucesivas, Todo lo cual necesita, casi siempre, preparacién previa de las reuniones y tareas a realizar 0 proponer que no deberian fiarse a la improvisacién momentinea ¢ in situ. ¢) Deben vigilarse y evitarse al maximo algunos vicios ligados a Ja nueva situacién y procedimientos participativos —muchas veces transferidos de la antigua situacién y habitos— que pueden interferir seriamente con el proceso participative, paralizarlo 0 desviarlo de sus verdaderos objetivos. Por ejemplo, las actitudes victimistas, el "quejismo universal" ("todo va mal", “no han hecho nada por nosotros", "no aprendemos nada”, etc.) que puede sélo tolerarse como una manifestacién reactiva parcial y de partida, Si, por el contrario, la participacién adquiere ese tono general (normalmente transferidos de otras 168 19 situaciones 0 momentos en que —paradéjicamente— no se permitia participar), el moderador debe advertir sobre e] verdadero propésito de la reunién y su propia funcidn en ella, intentado reconducir el proceso hacia la dinamizacién del grupo que le leve @ asumir su propia responsabilidad y actuar evitando que el grupo se limite simplemente a la expresién catirtica 0 vietimista de sus problemas. Otros tipos de vicios tienen que ver con: La transferencia global —y frecventemente injusta e inapropiada— de responsabilidades. al técnico. por todo lo que ha pasado en la institucién © comunidad de Ja que aquél es percibido como parte responsable 0 rectora; Ja ttivializaci6n de las discusiones o derivacién hacia temas, situaciones y consideraciones confusas, anodinas © irelevantes, desvidndose de los temas bésicas; los enfrentamientos constantes de distintas posturas 0 grupos de interés mas centrados en sus diferencias y rencores acumulados Gotentando implicar al técnico en su bando) que en sus coincidencias. o en. hallar salidas constructivas o consensuadas —algo que el moderador deberé enfatizar en ese, caso— ete. f) Otto aspecto de la participacién resefiable aqui es su valor como técnica instrumental para mejorar el disefio de entomos (arquitect6nicos 0 sociales) y programas sociales. En este sentido, la participacién es una parte importante del desarrollo global de distintas estrategias comunitarias, como, por ejemplo, la organizacién comunitaria (8.7) o el desarrollo comunitario (cap. 14); en la primera como objetivo y valor basico —ademds de’ técnica; en el segundo como técnica instrumental apropiada, 2) Funcién técnica de la:participacién es, también, su uso como indicador en la evaluacién — procesal o de resultados— del éxito de un programa (cap. 7). Si la participacién en actividades del programa es —comparativamente— baja, podremos deducir que algo no va bien, aunque — por-ese solo dato— no sabremos qué es lo que no marcha 0 por qué (el clima social y motivacional previo también influyen). Si la participacién en actividades especificas del programa aumenta a Io largo del proceso o al final en selaci6n al principio, eso indicard su éxito como elemento dinamizador o movilizador (no necesariamente en otros aspectos). Con frecuencia, el aumento inespecifico en actividades barriales y vida comunitaria es una medida de impacto de un programa, independientemente de sus objetivos especificos. De hecho, el aumento de la participacién es, casi siempre, un objetivo perseguido, explicita o implicitamente (como efecto ,"secundario" deseable), por los programas cotnunitarios; con frecuencia constituye una meta deseable a medio o largo plazo. 8. Efectos y limitaoiones. ‘Ya se han citado algunos de los efectos positives asi como los potencialmente negativos de la participacién. En lo positivo, la participacién genera-una notable sensacion de bienestar y sentido de la propia potencia y utilidad de los participantes, claramente diferenciado de la apatia e indiferencia derivadas de ser mero espectador o auditor pasivo y marginado, En ese sentido, a participacién —ademas de sus efectos sobre el proceso concreto— es un factor muy positivo y dinamizador (sobre todo si funciona bien, pero, incluso por el sélo hecho de participar y autoexpresarse) para personas y grupos (y para los correspondientes programas). ‘No es, sin embargo, ninguna panacea; tione no pocas limitaciones ¢ inconvenientes: Es costosa en términos de tiempo y energia, pudiendo llegar a suponer un engorro y una pérdida de eficiencia en determinados procesos de planificacién; requiere un cambio de actitudes y procedimientos —que pueden generar resistencias— as! como preparacién previa especial Es de esperar que, con un mejor conocimiento de la teoria y prictica de la participacién, se mejore su metodologia y resultados positivos para que pase de ser un valor aceptado, pero apenas ejescitado, a consolidarse como una practica realista y normalizada de la actividad social y comunitaria, que, sin detraer de la eficiencia técnica de los programas sociales y comunitarios, 169) Alipio Sanchez. Capitulo § Jntervencién comunitaria: concepto, proceso y panorémica facilite el desarrollo y potenciacién de las personas a través de su protagonismo social en aquellos asuntos de su competencia. Y zqué asuntos no son de la competencia —directa o indirecta— de los ciudadanos...? 8.3 Realizaci6n de Ia interveneiéu comunitaria: premisas y asunciones Antes de abordar el desarrollo procesal de la intervencién comunitaria, debemos explicitar algunas asunciones ¢ ideas previas que la enmarcan a partir —en buena parte— de lo ya indicado en las secciones anteriores. 1. Intervencién frente a "laissez faire" y planificacién total. Seguimos en este punto la sugerencia de Fisher (1982) que sittia la intervencién psicosocial entre los dos extremos opuestos de la pasividad o no intervencionismo ("laissez faire"), propio del liberalismno puro y la planificacién social y econémica total propia de algunos regimenes politicos autocraticos o de socialismo centralizado, admitiendo implicitamente (y combinando) la necesidad de planificacién e intervencién —limitadas— desde arriba con la propia dindmica individual y social, desde abajo. Ya se ha discutido antes la posibilidad de compatibilizar ambas tendencias contrapuestas. 2. Nivel mesosocial. Como se sefialé en el capitulo 2, 1o comunitario se sitia en un nivel social intermedio entre lo grupal y lo social. Igual sucede a nivel interventivo, donde la IC se sitéa como escalén intermedio entre el politico (prioridades de actuacién y politicas sectoriales), como escalén superior, y las acciones o companentes concretos como escalén ejecutivo —y analitico— inferior, Esto implica que —como ya hace notar la OMS (1981; ver 7.9}— hay que tener en cuenta las prioridades y el marco politico general en que se enmarca una intervencién y que facilitan 0 dificultan (segin la concordancia o discrepancia de la filosofia y objetivos del programa con los de las politicas piiblicas del sector en que se enmarca) la puesta en marcha y realizacién de esa intervencién, sobre todo a la hora de obtener recursos, pero, también, a la hora de conseguir efectos sociales globales y coordinados. Las acciones 0 componentes concretos del programa interventivo formardn el nivel analitico y operativo més reducido a tener en cuenta en el disefio, valoracién, explicacién y posible diseminacién —o modificacién— ulterior del programa, segin se explica més adelante (8.4). 3. Participacién de la comunidad y legitimidad de Ia intervencién, segin lo ya explicitado en 8.2, 4. Compatibilidad basica de valores entre interventor (persona 0 equipo) la comunidad 0 grupo social con que'se va a intervenir. Si la asuncién implicaba —més como conveniencia que como necesidad— la congruencia valorativa y de objetivos con el escalin politico supraordinado, aqui se indica la necesidad de una minima compatibilidad o no discrepancia entre Jos valores y cultura del interventor y la comunidad, sin Ja cual es més que dudoso de que pueda Tlevarse a buen puerto Ja intervencién. Caso de que exista una discrepancia significativa entre las dos partes, lo apropiado parece ‘manifesiar explicitamente el punto de vista del interventor y discutir racionalmente con el grupo —o sus representantes— para tratar de Hegar a un acuerdo mutuo 0 al convencimiento de una de las partes por Ja otra. Silas diferencias de base persisten, lo mejor es renunciar en ese estadio a la intervencién, a la espera de otro interventor més congruente con la comunidad 0 una comunidad més congruente con el interventor. De lo contrario la intervencién se convertiria probablemente en un proceso improductivo marcado por los malentendidos y enfrentamientos constantes. 5. Intervencién desde arriba y desde abajo. Como se ha sefialado en secciones previas hay 2 ‘enfoques generales de intervencién comunitaria —entendida en sentido amplio—: Desde abajo. (bottom-up), centrada en el desarrollo de recursos del sistema social —ilustrada por la accién 170 ad Capitulo 8 Intervencisn comuniter social y la autoayuda— y desde arriba (top-down), centrada en Ja prestacién o transferencia técnicamente organizada de. servicios y recursos externos, ilustrada por el desarrollo. de comunidad. 7 Cada modalidad global tiene sus posibilidades y limitaciones ya explicitadas en buena parte anteriormente y retomadas més adelante (8.6) al describir Ja accién social y el desarrollo de comunidad. Evidentemente Ja idea de intervencidn est4 mucho mas cerca —sensu estrictu— de la ‘actuacién desde arriba, con Ta que se la suele identificar. Aqui, sin embargo, la usamos en un sentido més amplio e integrador para permitir —en linea con Jo ya indicedo en 8.2— inchuir la actuacién desde abajo a la vez que compatibilizar Jegitimamente ambos enfoques (desde abajo y desde arriba). Por otro lado, la intervencién social o comunitaria planificad se acerca mis —tal y como se plantea y practica en los pafses industrializados occidentales—~ a la reforma o cambio social ‘gradual (5.7) que al cambio social profundo o revolucionario, que puede darse, en todo caso, mas en sociedades en condiciones extremas de injusticia, explotacién 0 atvaso. De hecho podrfamos —y deberiamos— plantearnos hasta qué punto el cambio social planificado, tal y como es concebido aqui y en Jos textos comunitarios, excluye —e incluso impide— e] cambio social radical, al dirigirse més. a, optimizar recursos y mejorar algunos mecanismos y_ procesos secundatios (que no Jos basales ni las profundas raices de los problemas) del funcionamiento y problemética social, funcionando asi, en gran parte, como valvula de escape de tensiones sociales, evitadora de explosiones sociales mayores. (Deberia también plantearse a este respecto, si otto tipo de cambios son realistamente posibles —o van a crear més problemas de los que en principio resolverfan—; si su titularidad Y mandato ejecutivo— corresponde a determinados profesionales 0 a la sociedad total y sus ‘agentes politicos. delegados y si-no debe ser ese papel —reductor de tensiones— el que cortesponde, en buena parte, a los programas sociales y comunitarios o si, por el contrario, asumimos una postura testimonial o estética radical que necesite cataclismos y rupturas sociales, més en funcién de las propias necesidades ideologicas, éticas y estéticas que de las verdaderas demandas y deseos sociales.) En cuanto al origen de la intervencién, podemos seflalar 3 vias posibles: Encargo extemo, demanda. comunitaria e iniciacién auténoma por el propio -interventor. Eni el contesto institucional y organizativo de nuestro pais, en que los psicdlogos suelen trabajar encuadrados (Como funcionarios .o contratados) en las, ‘administraciones piblicas, las dos. primeras modalidades —sobre todo el. encargo— son. las més habjtuales. Cada inodalided tiene sus ventajas ¢ inconvenientes, marcando wna forma. de trabajo, un rol y un. marco contractual interventor-comunidad diferenciados. La intervencién generada por una demanda de la comunidad 0 grupo social de interés, asegura la motivacién y participacién de la comunidad, asi como el acceso directo del interventor al grupo. El problema puede venir al conseguir el "place!" politico-gestivo y los medios precisos para Ilevarla a cabo. Habitualmente necesita, ademas una redefinicién y replanteamiento de Ja demanda inicial. La intervencién generada desde el encargo asegura, en cambio, Ia iniciativa politica y los medios precisos, estando —en general— més claramente definida y perfilada. Restringe mucho més, en lo problematico, e} papel e iniciativa del interventor y, sobre todo, no garantiza la motivacién e interés de Ja comunidad, a menos que contacte eon un deseo o necesidad sentida de ésta. ‘La intervencién generada desde Ja iniciativa de} propio profesional o téenico (a través de tuna beca universitaria, desde una cooperativa auténoma o un proyecto dado, etc.), se sitia en un terreno intermedi que —en principio y si se cuenta con medios no dependientes de Ja agencia im 22 Alinio Sanche Capitulo 8 Intervencién comunitaria: concepto, proceso y panorémica politica ejecutiva— da més autonomta al técnico para realizar cambios 0 acciones considerados conflictivos, problematicos o politicamente poco rentables pot la parte politica. Habra que "legitimar” la intervencién, no obstante, verificando que se refiere a un tema sentido como relevante o necesario por la propia comunidad, En realidad, el tema es mucho més complejo, cabiendo, entre otras cosas, posturas intermedias. Lo dejamos simplemente apuntado. En el capitulo 7 (7.10) se describié una metodologia de planificacién y evaluacién de programas, ‘asada en Ios grupos nominales, que permite conocer ¢ integrar operativa y realistamente el input de las 3 partes (gestién politica y patrocinadores; técnicos y expertos; y comunidad o clientela) implicadas aqui como originadores posibles de la intervencién comunitaria. Finalmente, y como también se sefiald en el capitulo 7, todo programa de intervencién ‘comunitaria debe tener en cuenta para su realizacién —al menos— 3 elementos clave: a) Tener sus raices en la comunidad, siendo accesible a ésta. En otras palabras, toda intervencién debe contar desde su iniciacién con aquellos a los que se va a aplicar. Es este un principio basico para asegurar, no ya la participacién, sino la aplicaciér misma del programa: Una intervencién vista por los usuarios o clientes potenciales como impuesta, esta destinada al fracaso. En este sentido ya se sefialé que la evahiacién inicial de necesidades ademas de proportionar informacién (contenido) sirve para relacionarse con la comunidad transmitiéndole explicita y/o implicitamente (proceso) que se cuenta con ella. ) Se cuenta con los medios (financieros, materiales, de personal) necesarios para Ilevarla a cabo y no va a quedar en una movilizacin frustrante, una escaramuza verbal o un dossier de folios con ‘membrete: ©) Se establece una via o sistema de comunicacién apropiado con la comunidad o sistema cliente para obtener feed-back adecuado de estos que permita seguir el progreso de la intervencién y hacer las correcciones precisas sobre la marcha, antes de que los problemas o deficiencias Sean irseversibles. 8.4 Proceso o desarrollo ‘No hay un proceso tinico y prescriptivo para cualquier tipo de intervencién comunitaria, dado que el curso y formato de ésa depende considerablemente del émbito y nivel de la intervencién (educacién, salud mental, urbanismo, etc.; barrio, regidn, centro u organizacion, etc.) ast como de las estrategias usadas y objetivos perseguidos. Se puede proponer, sin embargo, tun proceso genérico de 6 fases, mas o menos secuenciales, apropiado —como resumen y guia— para la mayorfa de las intervenciones habituales y que puede resumir varios de los propuestos en Ja literatura (por ejemplo, y por citar sélo 3: Caplan, 1979; Periman y Gurin, 1972; Warren, 1977; ver 8.4.7). Las siguientes, expuestas linealmente (aun cuando, en realidad, no sean estrictamente secuenciales, sino con un cierto grado retroalimentacién mutua): 1) Definicién (y andlisis) del tema, comunidad o problema; 2) evaluacién inicial (de necesidades); 3) disefto/planificacién y organizacién del programa; 4) ejecucién 0 implementacién; 5) finalizacién y evaluacién de resultados; 6) diseminaci6n. 8.4.1 Definicién (y anslisis) del tema, comunidad 0 problema El punto de partida de Ia intervencién puede ser una comunidad, una poblacién o un tema —problemitico 0 carencial— a resolver, o positivo —de interés— a potenciar. En realidad, ese punto de partida incluye casi siempre 2 partes: 1) Un tema —problematico o positivo—; 2) una operacién referida a qué es lo que queremos hacer (globalmente, en este momento inicial) con ese 172 23 ent yanorimica ‘tema (prevenis, desescalar la tensién, promocionar o ayudar, etc.); es decir, cual es nuestro objetivo general de partida. En esta fase nos ocupamos de la primera parte, el tema; en la fase 3 (Gisefio de la intervencién) retomamos la operacién al hablar de los objetivos. + Si partimos de una comunidad, tendremos una delimitacién social y geogréfica del tema selativamente clara que nos facilitara €l acceso —evaluativo ¢ interventivo— al objeto de la intervenoién y —ademas— podremos contar con los lazos, interacciones sociales y psicosociales y- niicleos. organizativos comunitarios (centros. cfvicos, asociaciones, parroquias, centros asistenciales, de reuni6n o actividades, etc.) como trama que facilite o intermedie la intervencién, Como desventajas, estaremos frente a una unidad interventiva muy compleja en términos de problematica, grupos. e. intereses sociales, que requeriré una intervencién paralelamente multifacética (idealmente, un plan integral), con una evaluacién y disefio complejos y nada faciles. Grosso modo, podriamos ampliar Jo indicado a organizaciones de base territorial (una escuela, un centro productivo, un centro de prestacién de servicios, etc.), cambiando el énfasis territorial (central en,la comunidad) por e} derivado de.una mayor estructuracién u organizacion en tomo a intereses —sociales, profesionales 0 funcionales— predefinidos. + Si partimos de un problema —o necesidad—- tenemos, por el contrario, un tema (Felativamente) monogréfico de intervencién (droga o marginaciGn) lo que simplifica y centra el proceso. Carecemos, en cambio, de los elementos organizativos, asociativos y relaciénales a nivel social y psicosocial que faciliten la accién (excepto si los afectados por el problema han formado algén tipo de asociacién, lo cual seria un buen punto de partida). ‘Tampoco podemos contar con la vecindad geogréfica, lo que dificulta —y encarece— notablemente el acceso 2 los afectados, Ja evaluacién (sobre todo si hemos de hacer un sondeo muestral) y a intervencién, tanto en términos asociativos como de prestacién de servicios, La intervencién puede organizarse aqui a partir de los centros de asistencia o. tratamiento ‘(el elemento "homogeneizador" 0 compartido por esa poblacién) o territorialmente, a partir de la division mas adecuada de la administracién local (distrito, municipio, comarca, provincia). Algo similar podria decirse si partimos de un tema positivo a potenciar: Participacién, uso del tiempo libre, fomento de las relaciones interpersonales 0 sociales, desarrollo personal 0 sgrupal, dinamizacién de un colectivo, concienciacién respecto a un tema, etc. + Una poblacién —como unidad de intervencién— esté definida por parametros demogréficos — © sociales— como la edad, e! sexo, nivel de renta, situacién escolar 0 laboral, etc. Por ejemplo, os adolescentes, la tercera edad o las mujerés. Esto facilita la locatizacién y —hasta cierto punto— el acceso al grupo blanco de la intervencién aunque, en general, esa poblacién puede ser bastante diversa respecto a factores importantes (zona de residencia, clase social, educacién, asociaciones, ete.) y padecer probleméticas multiples, careciendo, como en el criterio anterior, de Ios ligamenos sociales y psicosociales generados por el vecindario comunitario, En la paite positiva, los individuos suelen presentar elementos comunes (intereses, problematica basica, cultura generacional, etc.) sobre todo si se trabaja por criterios evolutivos o de edad. Con frecuencia una poblacién viene definida por un problema compartido: Los drogadictos, los parados o las mujeres maltvatadas. En este caso este criterio se combina con el anterior y tenemos una problemdtica més definida y conoreta. Como ya se indicé en el capitulo 7, esta fase inicial comprende bésicamente, segin el tema y nivel de la intervencién: 1) La delimitacién y definicién lo mas clara y precisa y operativamente posible del tema, grupo o problema blanco de la intervencién previamente identificado. 2) Andlisis inicial de conjunto, para ver Jos elementos problematicos —y carenciales—, los 173, 24 Alivio Sinche Capitulo 8 Intervenci6n comupitaria: concepto, proceso v panorémi recursos y las dimensiones y relaciones bésicas entre esos elementos y el sistema social global Esta delimitacién, definicién y andlisis se pueden realizar a partir del conocimiento experiencial del tema por el interventor, o bien a través de documentacion indirecta, Hemos de asegurar la relevancia del tema, no sélo para el propio interventor, sino para Ja comunidad 0 afectados, ya que sin una percepcién compartida de esa relevancia o urgencia no existird motivacién para actuar 0 colaborar, al no existir conciencia de problema o interés por el tema, Para esto es conveniente incluir en el proyecto de intervencién una seccién expositiva describiendo la justificacion o necesidad—el "porqué"— de la actuacién que proponemos en el ‘momento y contexto dados. 'Sél6 cuando hayamos delimitado y definido un tema relevante y analizado sus dimensiones y relaciones basicas, podremos pasar a la segunda fase, de evaluacién formal, puesto que ya sabremos qué evaluar y —a partir de ahi— cémo hacerlo. La fase de evaluacién retroalimentard, a su vez, a la anterior, contribuyendo a una mejor definicién de Ia cuestion problematica 0 positiva y de sus dimensiones, una vez hayamos tomado contacto con él y recogido informacion desde los distintos grupos y temas afectados. 8.4.2 Evaluaci6n inicial Esta fase fue descrita ampliamente en el capitulo 7, bajo el rétulo general de "evaluacién de necesidades", como constatacién y evaluacién inicial de la problemética 0 necesidades existentes, imprescindible para la planificacién de la intervencién posterior. En esencia, se trata de un andlisis y valoracién del sistema social 0 comunidad desde el punto de vista del tema 0 problematica de interés —y de su resolucién—, con aplicacién de las metodologias métricas y de disefio experimental apropiadas, teniendo en cuenta que debemos constatar posteriormente los efectos (eficacia, eficiencia, impacto) del programa interventivo frente a como habria evolucionado el tema o sistema social si no se hubiera producido la intervencién, También deben tenerse en cuenta —junto a los informativos— los efectos implicaciones relaciénales y valorativos del proceso evaluativo y de los diversos enfoques utilizados, revisados en el capitulo 7. Esos enfoques 0 métodos habituales fueron agrupados en 5 apartados: Informantes clave, grupos estructurados y foros comunitarios, tasas de personas tratadas, encuestas poblacionales ¢ indicadores sociales.También se ilustraron areas, metodologias 0 técnicas concretas de evaluacién de necesidades o programas -como la calidad de vida, estrés, climas sociales, consecucién de objetivos (GAS) y planificacién y evaluacién a través de los grupos nominales. 8.4.3 Disefio/planificacién y organizacién de la intervencion Concebimos un programa como un conjunto coherente de acciones destinadas a alcanzar unos objetivos o resolver un problema, Pues bien, en esta fase se crean y desarrollan sistemética y ordenadamente —sobre el papel— esas acciones 0 componentes que, en su conjunto, nos permitirén, a partir de una teoria 0 modelo valido (0 de la experiencia previa) del cambio psicosocial, por un lado, y del problema conereto, por otro, alcanzar los objetivos prefijados. Se ‘rata pues de: 1) Establecer un plan racional de actuacién para alcanzar unos objetivos y 2) obtener y organizar Jos medios que lo hagan realidad en un contexto social conereto a través de una estrategia eficaz (que se desarrolla en la fase siguiente). Esta etapa sirve, por tanto, de puente entre teoria y accién desde la idea directriz de que lo que en ella se cree 0 disefie va a ser Ilevado a la realidad. No se trata pues de un divertimento 174 2s Alivio Sénchez. Cepitule 8 Intervencién comunitaria: concepte, proceso v panorémicg tebrico 0 de disefio creativo, sino de una preparacién para la accién, de forma que lo que aqui se conciba.a partir de unos conocimientos teéricos, empiricos o experienciales (parte 7, intervencién racional 0 descable) debe ser, por un Jado, traducible a acciones y procesos. psicosociales concretos y, por otro, viable en una realidad y con unos medios— determinados (parte. 2, intervencién real o posible). Neturalmente, estamos hablando aqui de programas de intervencion, no de programas expositivos 0 “de escaparate” —tan abindantes Gltimamente en la vida politica ¥ social de este pais—, en cuyo caso los planteamientos y disefio variarin de lo aqui expuesto, pudiendo incluir, al no estar destinados a ser hechos realidad, Ja fantasia conceptual y el brillo imaginativo. Es esta, pues, una fase "de laboratorio" o despacho, sélo posible —precisamente por haber estado precedida por otras fases (de andlisis y evaluacién) en las que se ha estado en contacto — directo indirecto— con Ja realidad social y psicosocial que queremos transformar. Elementos.o partes bésicas de este etapa (no necesariamente en orden temporal, ni acotados secuencialmente) son: a) Determninacién de objetivos; b) establecimiento del contenido del programa, (acciones 0 ‘componentes); c) andlisis de la conexién entre objetivos y components; d) organizacién del programa y obtencién de recursos. a) Determinacién de los objetivos (jerarquizados) de Ja intervencién. Paso a caballo entre esta fase y Ja de evaluacién, que concluye precisamemte en la fijacién de los objetivos. Estos se

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