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Edith Grossman Por qué la traduccién importa discusiones 1 Autores, traductores y lectores hoy La traduccién vista como una conversacién ~la conversacién supone igualdad entre los hablantes- es claramente el idioma dels idiomas, el idioma que todos los idiomas deberfan hablar. Ngugi We Thiong-o, director del Centro Internacional de Escritura y Traduccién, Universidad de California, Irvine EI mar vasto, siempre en expansin, de la literatura contemporénea puede abrumar con facilidad a cual- quier lector interesado en mantenerse al dia de las nuevas obras y los nuevos escritores. En mi propio caso, y creo que esto se aplica también a mucha otra ‘gente, no puedo encontrar la manera de leer todos los buenos libros que se publican cada afio en un solo idioma. A pesar de nuestras mejores intenciones y de nuestros deseos més espléndidos, demasiados de esos libros pasan a nuestro lado mientras la pila de voli- 50 | POR out ca TRavuccid4 0 ‘menes ain-por-leer se hace cada ver mas alta, mientras nuestros ojos parecen moverse cada vez mas lentos, y nuestras agendas saturadas se hacen cada vez mis es- trechas y mas dificiles de manejar. Esta nefasta falta de tiempo es extrema y parece aumentar minuto a minuto, dia a dia. La proxima pregunta inevitable es, ‘reo, tristemente obvia: spor qué aumentar el mare- ‘magnum de titulos indispensables, de alta prioridad, que nunca leeremos traduciendo aun més titulos in- dispensables, de alta prioridad, de otros idiomas? Nuestras estanterias de libros ya se doblan bajo el aplastante peso de obras importantes de escritura contemporsnea. Narrativa, poesia, historia, biografia, filosofia, memoria: jc6mo podemos encontrar el tem- po para leer siquiera una pequefia parte de las obras significativas publicadas en inglés cada afo en los Estados Unidos y en Gran Bretafia? Es obvio, desde Inego, que a pesar de certa teoriza- ign muy divertida sobre el tema del narrador y escri- tor satirico guatemalteco Augusto Monterroso en su ‘muybreve“Cémo me deshice de quinientos libros’ la cantided no es, 0 por cierto no deberia ser, crucial en esta discusién: la gente no ee libros por kilo, ni man- tiene un registro de cusntos volimenes tiene, ni hace ‘que su inteligencia y su educacion sean juegadas, por cellos mismos 0 por otros, sobre la base de a cantidad cde metros de estantes llenos de libros que cubren sus furokes, reapucroaes y tecrones Mov | 51 paredes. Pero la realidad es vertiginosa: mantenerse al dia con lo que se publica originalmente en inglés cada ao significaria, como minimo, que tendriamos que abandonarelempleo remuunerado,no volver ver nunca otra pelicula u obra de teatro, no asistir nunca a otro concierto, y por cierto no volver a dar nunca otro pa- seo ni tener otra comida distendida con amigos. ¥ sin embargo también es certo quella pregunta fundamen- talmente juiciosa y légica, junto con su respuesta im- plicita, de por qué tendrfamos que molestarnos en ‘raducir libros que bien pueden seguir sin ser abiertos. por lectores que cada vez se ven més acuciados por el tiempo (por no mencionar a un piblico deprimente- mente amplio que no tiene absolutamente ningin interés en leer para tener lo que algunas publicaciones denominan de modo irritante una “experiencia litera- ria”) necesita ser eontrarestada con otra pregunta, aun ‘més fundamental: qué perdemos,histérica, potencial- ‘mente y,en realidad, como individuos y como sociedad, side algin modo perdemos el acceso a la literatura ‘raducida al reducir voluntariamente su presencia en nuestra comunidad ol observar pasivay calladamente ‘como su disponibilidad queda reducida para nosotros de modo dréstico y arbitrario? Para empezar a formular una respuesta, y para ex- poner el tema del modo més sucinto y menos dramé- tico posible, es probable que la pregunta deba ser re- 52 | Pon out ca TaAnucciow inponts formulada: sQué sentido tiene traducic libros? Por ‘quéla traduccién de literatura importa en absoluto, ‘a quiénes beneficia? ;Cual esl propésito de promover elarte de la traduccién literaria con proyectos subsi iados,simposios, conferencias internacionales, series de conferencias, oganizaciones y peri6dicos profesio- rales, premios residencias universitarias? sDéndle esté la ganancia cultura, el bien pablico? Tal vez podria hhacerse la defensa de la traduccion de obras clésicas de laliteratura mundial (muy pocos, incluso entre los ‘més cinicos y audaces, tendrian la temeridad de dis- catirel valor de leer a Homero 0 a Dante o a Shakes- peare sin que importeel propio idioma nativo, si uno no conoce el griego antiguo oe italiano medieval oel inglés isabelino), pero ya hemos planteado la cuesti6n de la superabundancia de libros nuevos por leer en un solo idioma, {No hay obras de narrativa, poesia ytea- tro contempordneas més que suficientes para satisfacer las predilecciones literarias de cualquiera sin tener que aventurarnos en el terreno temible, reputadamente poco rentable, famosamenteresstido por ellector y el editor, dela traduccién? Para los traductores, desde luego, nunca puede ha- ber traducciones suficientes. Pero en una obra maestra de jugarreta intelectual, hay ciertos académicos de cuyos nombres, como lo expres6 Cervantes con tanta belleza, no quiero acordarme, que creen en realidad surones, HRapucTones ¥ LecronEs ROY 153 quelas traducciones deberian ser prohibidas por com- pleto en la curricula de cualquier universidad que se respete.Olosatribuledos estudiantes de literatura leen la obra en el idioma original, proclaman estos peda- {g0g0s, 0 no la leen en absoluto, al menos no en una clase de a universidad, Es una propuesta asombrosa, verdad? Piensen en lo que significa realmente, Si por ejemplo, no lees Ajmétova en ruso, Brecht en alemén, ‘Montale en italiano, Garcfa Lorca en espaol, Valéry en francés, Kazantzakis en griego, Ibsen en noruego, Strindberg en sueco, Saramago en portugués,o Singer ‘en yiddish, no deberian permitirte estudiar aestos au- tores en un curso formal de literatura del siglo xx, con «xédito oficial, sobre todo site has inscrito en una es- ‘cuela de posgrado. Pasé buena parte de mi vida adulta ‘eniefiando, por lo comtin en departamentos de ii masextranjeros,y aunque queria que todos estudisran algunos idiomas aparte del propio, laidea de eliminar Jas traducciones por completo del curso universitario no se me ocurrié ni una sola vez. sCémo podriamos seguirsin ella? Lo que es més, ge6mo podria yo seguir sinellas, cuando hay tantos idiomas importantes en el ‘mundo que no puedo leer y tantas obras valiosas de literatura que ignoraria por completo si no hubiesen sido traducidas al inglést Y sin embargo la pregunta irritante y desagradable persiste: realmente, qué sentido tiene traducir obras 54 | poe ave Us renouccioy iapoRTA de literatura cuando ya tenemos un exceso enorme de libros en nuestro propio idioma y una cantidad de lec- tores en disminucién? Supongamos que acotamos la Investigacion y consideramos solo la traduccién de narrativa. Se simplifican las cosas y se vuelven més inteligibles si dejamos de lado las obras de teatro, la poesia, el cuento, los ensayos y todas las otras especies de Ia literatura, y tratamos de justificar y apoyar la traduccién de novelas contemporéneas con la suposi cidn de que esta restricci6n podria producir una can- tidad mas manejable de libros traducidos para los lectoresinfatigables de inglés? No, en absoluto. Incluso en esta esfera limitada, nadie puede leer cada novela publiceda originalmente en inglés en un afio, por no hhablar de las traducidas. Aun cuando la cantidad deno- ‘elas llevadas al inglés cada aio es lamentable, tremen-

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