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SINOPSIS
Pov. Danna
Llevo una semana en la casa de Luke y no tengo ningún progreso,
esta renuente a mi contacto y la enfermera que tiene consigo no
ayuda mucho, no se separa ni un segundo de su lado con la excusa
de ser su soporte. «Juro que no la aguanto y algo me dice que
está interesada en él»
Contra su voluntad me instale en una de sus habitaciones, no
pienso irme de su casa si es que el no viene conmigo a Los
Ángeles; aún tengo esperanzas que Luke pueda volver a caminar y
ser ese hombre tan maravilloso que conocí, del cual me enamore
perdidamente y sé que el también de mí.
Lo pude sentir cuando me curo las heridas que me hice en la
rodilla, la delicadeza con la que me curo me hizo recordar
nuestros momentos juntos. Cuando éramos más jóvenes solía
lastimarme muy seguido por lo descuidada y despistada que era.
Yo solo deseo y quiero poder abrazarlo, besarlo y decirle que no
me importa si puede o no caminar, solo deseo estar a su lado y
no separarme nunca más.
Salgo de la habitación en busca de Luke, no lo encuentro dentro
de la casa, sino que está afuera tomando sol y acompañado de Lun,
su enfermera.
—¿Puedo tomar sol con ustedes? —pregunto sonriente.
Nadie responde y solo me siento en la mesa, observo detenidamente
la pintura de Luke y lo disfruto.
—Ya no quiero pintar, por favor llévame al estudio.
Lun me pone cara de pocos amigos y se va junto a Luke, dejándome
sola en el jardín. No puedo negar que me duele su comportamiento
y sé que lo está haciendo para hacerme aburrir y que me vaya de
su vida, pero no estoy dispuesta a rendirme. La palabra rendirse
nunca estuvo en mi diccionario y Luke no será la excepción.
Tiro la cabeza para atrás, cierro los ojos y dejo que el sol
golpee mi rostro. Logro poner mi mente en blanco y olvidarme de
todo.
—¿Cuándo piensas irte?
Giro la cabeza lentamente, me encuentro con Lun parada delante
de mí con los brazos cruzados y observándome despectivamente.
—No tengo fecha de irme de este lugar y no quisiera ser grosera
contigo, pero no tengo porque darte explicaciones de cuánto
tiempo pienso quedarme en casa de mi novio, porque Luke y yo
seguimos siendo novios… —nunca fui grosera, pero con Lun no puedo.
Sonríe con ironía.
—Por favor vete sino yo me encargaré de hacerlo, no puedo dejar
que alteres y perturbes la vida de Luke.
—Por favor Lun, no sobrepases tus límites. Que yo haya sido
paciente y tolerante a tus groserías no significa que no me pueda
defenderme. Soy una persona muy tolerante y paciente, pero
también se poner en su lugar a personas que necesitan ayuda para
ubicarse —advierto.
—No me das miedo. Actualmente yo soy el presente de Luke y con
quien él quiere estar —responde de forma retadora.
Inconscientemente cierro las manos en puño. «Puede existir
mujeres así»
—Me pongo de pie y quedamos cara a cara. Entiende tu lugar Lun,
solo eres la enfermera y si deseas seguir manteniendo tu trabajo
te recomiendo cambiar ese comportamiento, que no siempre estaré
de buen humor para tolerarte.
Lun se va sin decir más. No puedo negar que me molesta verla
cerca de Luke, pero tampoco puedo actuar impulsivamente y
despedirla.
Pov. Luke
Desde el día que decidí alejarme de Danna y fingir mi muerte, es
como si fuera un muerto en vida. Me negué a visitar más médicos
porque tengo miedo que la respuesta sea la misma, temo que me
vuelvan a confirmar que no podré volver a caminar. «Malditos
Stone»
Recuerdo que estuve a punto de aparecerme delante de Danna al
enterarme que había entrado en una nueva crisis al saber sobre
mi muerte, pero gracias Lun no lo hice; ella tuvo razón al decirme
que era mejor un sufrimiento ahora a sufrir por años al lado de
un hombre que no podrá volver a caminar y quizá sea incapaz de
poderle dar una familia.
Cada noche veo las fotos de Danna que me envió Dylan, es una
tortura verla de esa manera y no poder estar a su lado. Esta casa
mi padre la compro con el único deseo de que yo formará mi familia
con Danna, que dejará el pasado atrás y viviéramos lejos de todos
los problemas y peligros, pero todo quedará en un deseo
inconcluso.
El día de la boda de Drake me tomo por sorpresa hablar con Danna,
mi corazón se paralizo en aquel momento y no supe que decir, solo
corté la llamada. Desde ese día me quede ansioso y pensativo de
que pasaría ahora, «¿Danna me buscara» —esa pregunta cada día
desde esa llamada rondaba mi cabeza.
Escucho el timbre sonar varias veces… —¡Lun la puerta —grito más
no tengo respuesta y no tengo más opción que ir a abrir la puerta!
«Seguro que Lun se olvidó la llave, porque quien más vendría a
casa»
Mis ojos se abren como platos y mi corazón late tan frenético,
siento mis manos temblar. Danna… —musito y ante mis ojos la veo
caer de rodillas, intente moverme y sostenerla, pero mis malditas
piernas no reaccionan y me siento incapaz de protegerla ante una
simple caída. «¡Soy un maldito inútil!»
Gracias a la ayuda de Lun la metí dentro de la casa, verla
lastimada hace que me llene de dolor y frustración.
—Lun tráeme el botiquín de primeros auxilios… —grito al ver el
gesto de dolor en su rostro.
Minutos después regresa Lun con lo pedido, intenta curarle las
heridas más no se lo dejo, yo mismo me hago cargo de desinfectar
sus heridas.
—¿Duele? —pregunto al pasar el alcohol por su herida.
Solo mueve la cabeza en negación. Al ver las marcas que dejaron
las cadenas en su tobillo y muñecas es un dolor constante que yo
no puedo perdonarme aún. Si me hubiese esforzado más Danna no
hubiese pasado por tanto sufrimiento. Danna siempre fue una chica
de corazón noble, amable y alguien que siempre odiaba la
violencia. «La vida es tan injusta»
Esta noche nomas te puedes quedar acá, mañana vuelves a Los
Ángeles —ordeno al terminar de curar sus heridas y pido a Lun que
me acompañe a la biblioteca, ignoro los gritos de Danna.
—Lun por favor prepara la habitación para la señorita Sanders y
algo delicioso para que coma…
—Pero…
—Nada Lun, solo haz lo que te pido.
—Luke si haces eso solo estarás dándole esperanzas y no se irá
de este lugar, quieres que se quede contigo por lastima.
—Las palabras de Lun me afectan y me devuelven a la realidad,
pero esta única vez quiero ser egoísta y tenerla cerca, aunque
no pueda decirla todo lo que siento. Solo haz lo que digo,
recuerda que soy tu jefe y debes hacer lo que yo pido por eso te
pago —ordeno algo molesto.
Pov. Danna
Estar con Danna y aclarar las cosas nos hicieron bien, estamos
felices y tranquilos se podría decir. No puedo evitar pensar que
no soy el hombre que Danna necesita, esta maldita silla de ruedas
me limita y me llena de impotencia.
Después de regresar del supermarket tengo una sensación de
intranquilidad, no sé si estoy siendo paranoico o si había alguien
siguiéndonos realmente. Me metí al estudio, decidí llamar a Bob
y confirmar si él nos estuvo siguiendo, para mi mala suerte no
era él.
Tuve que mentir a Danna que estuve hablando con el médico para
que no me hiciera más preguntas por la llamada. Dije una mentira
para no preocuparla, pero termine metido en otra mentira porque
no hable con ningún médico y tampoco tengo ganas de pasar por
uno.
Inconscientemente masajeo la cien porque no sé cómo lidiar con
todo esto, si llegará a pasar algo como demonios podría proteger
a Danna.
—Me vas a decir que pasa realmente.
Siento ambas manos de Danna en mi rostro y me devuelve a la
realidad, y eso es que ella está a mi lado y debo hacer hasta lo
imposible para protegerla; creo que debo tomar en serio lo de
visitar una vez más al médico.
—Te lo contaré —digo y le acaricio suavemente la mejilla.
Se sienta delante de mí y toma mis manos entre las suyas.
No hable con él médico…
—¡Qué!
—Tranquila, ósea si lo llamé, pero no tuve valor para contarle
mi caso y que quería una evaluación más. «sé que es una mentira,
pero no quiero ponerla ansiosa o que se preocupe»
—Ya decía yo que algo me ocultabas, te conozco muy bien mi querido
Luke. Yo llamaré al médico por ti y programaré una cita… —Nunca
más volveré a soltar tu mano —dice y me deposita un beso en la
frente, me abrazo a su cintura y me aferro a ella. «nunca más
permitiré que te lastimen», era una promesa para mí mismo.
La semana la pasamos en casa, teniendo citas virtuales con el
médico y me siento más motivado a intentarlo una vez más.
—Viste mi amor, ya tenemos una cita y sé que todo saldrá bien —
pronuncia una Danna entusiasmada.
—Eres una mujer llena de positivismo y mucha energía.
Danna sonríe.
En ese momento se escucha el timbre, ambos nos miramos y arrugamos
el entrecejo. —¿Esperas a alguien? —pregunta.
—No…
Veamos quien es —dice Danna y camina hacia la puerta, tengo una
sensación extraña y no me da un buen presentimiento.
—Por favor no abras la puerta… —demando desde mi silla haciendo
que Danna detenga su paso y me mire extraña. Arruga el entrecejo
y me pregunta que pasa.
—Nada, solo que me parece extraño que alguien este tocando el
timbre. Nadie conoce esta casa, mejor verifiquemos las cámaras
antes de abrir la puerta.
Observamos las cámaras y ya no hay nadie lo cual nos parece
extraño, retrocedemos el video y nos damos cuenta que es un
repartidor, que a simple vista parece que se fue porque nadie le
abrió la puerta.
Desde ese día llame a Bob pidiendo que este más vigilante a las
afueras de la casa y que pida apoyo por temas de seguridad porque
(…)
(…)
Pov. Danna
(…)
Pov. Luke
No puedo negar que estoy nervioso y tenso. La puerta de la sala
de operaciones se cierra y por última vez veo a mi amor, sé
que tan bien está preocupada, su mirada lo dice todo. «Desde
el fondo de mi corazón lo único que deseo es que esta operación
sea un éxito»
Poco a poco la anestesia va haciendo efecto y antes de quedar
completamente en blanco atesoro todos mis recuerdos en mi
memoria y mi corazón, en lo único que me mentalizo es que
saldré de este lugar con una operación exitosa.
Al despertar observo a mi alrededor y sé que estoy en el
hospital, tengo varios aparatos conectados al cuerpo. Observo
a mi alrededor y no veo a Danna por ningún lado, minutos después
ingresa el doctor acompañado por varias enfermeras.
—Por fin despertó…
—¿Cuánto tiempo llevo sin despertar?
—Dos días…
—La operación… —dígame como fue la operación.
—Por favor señor Collins, cálmese y deja que le revisemos
primero. Me quedo en silencio y dejo que el doctor haga su
trabajo, después de realizar varios análisis que no entiendo
muy bien el doctor le da algunas indicaciones a la enfermera
quien sale dejándonos a solas.
—Vamos a realizarle algunas placas y análisis más para ver la
condición real.
—Me está queriendo decir que la operación fue un fracaso y no
volveré a caminar… —¡Lo sabía! ¡Soy un maldito inútil! —grito.
Siento una impotencia, siento mi cuerpo reaccionar
violentamente, el pecho me comienza a doler, los aparatos
comienzan a sonar, no logro entender que quiere decir el doctor
porque mis ojos se van poniendo borroso cada vez más hasta que
todo se vuelve tan oscura como la noche.
—Hombre despertaste.
Cierro y vuelvo abrir para adaptarlos al momento, muevo
levemente la cabeza y me encuentro con Drake. Quiero decir
algo, pero no lo hago al sentir un profundo dolor en la
garganta.
—Qué bueno que despertaste —es Fénix quien saluda y se acerca
para ayudarme a beber el agua.
—La operación fue un fracaso —musito débilmente.
—No lo fue señor Collins.
Giro la cabeza y es el doctor quien acaba de ingresar a la
habitación, trae unos documentos en las manos. Según los
análisis que le realizamos, la operación fue un éxito.
—Entonces porque no puedo sentir ni mover las piernas.
—Posiblemente sea una reacción fisiológica, dado que mucho
tiempo estuviste sin sentir ni mover las piernas. «Deseo desde
el fondo de mi corazón que eso sea el caso».
El doctor se va y nos deja a solas con Fénix y Drake, ¿Dónde
está Danna? —pregunto, me parece extraño que no esté a mi lado.
Ambos se quedan callados y eso me da una mala, malísima
sensación. —¿Dónde está Danna? —vuelvo a preguntar con la voz
ronca.
—Danna está en casa descansando, ya que sufrió un accidente
bajando las escaleras y no quiso venir para que no te
preocuparas al verla en esa condición —responde esta vez Fénix
y Drake solo agacha la cabeza.
—Por favor Fénix llámala quiero saber cómo esta… —pido. No me
convence lo que dice, siento que algo me están ocultando.
Capítulo 7
Pov. Danna
Quiero mover las manos para frotarme los ojos porque los siento
demasiado pesados para abrirlos más no lo puedo hacer, tengo
las manos imposibilitadas y siento un fuerte dolor al querer
moverlas. Cierro fuertemente los ojos y las vuelvo abrir, muevo
la cabeza y me doy cuenta que tengo las manos esposadas a los
barrotes de la cama.
—¡Maldición! ¡No otra vez!
Recuerdos vienen a mi memoria… —¡La operación de Luke! —grito
al recordar que estaba a la espera de la operación de Luke y
aproveche un momento para ir a ver a Cristal.
Comienzo a gritar y grita más no tengo respuesta alguna, siento
que en algún momento colapsare, recuerdos de mi cautiverio
vuelven a mi memoria y me aterra, tengo mucho miedo de volver
a caer en lo mismo.
Analizo todo a mi alrededor, debo mantener la calma sino todo
estará perdido. Es una habitación normal por lo que puedo darme
cuenta, no escucho ruido alguno y tampoco ingresa luz solar.
¿Dónde es este lugar? ¿Será un sótano? ¿Quién quiere hacerme
daño ahora?
Grito tan fuerte que me duele la garganta de tanto hacerlo,
pero es inútil nadie me escucha o si me escucha me está
ignorando completamente. La desesperación por no saber qué está
pasando o como salió la operación de Luke se apodera de mí y
vuelvo a gritar, no sé cuánto tiempo lo hice o en qué momento
me quedé dormida.
—¡Dios! —grito al sentir algo frio en los labios y despierto
de golpe.
—¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? —pregunto al hombre que me ve
con una sonrisa y tiene en las manos un cubo de hielo.
—Solo vine a ver cómo estas y dejarte tus alimentos.
—¿Quién demonios eres? —vuelvo a gritar y la garganta me arde,
siento un dolor desgarrador en la garganta.
—No grites mujer te lastimaras la garganta. Créeme que el menor
de tus problemas es saber quién soy yo.
—¿Por qué estoy aquí?
—Posiblemente estas aquí porque te metiste con los tipos
equivocados, yo solo cumplo con cuidarte mientras estés en este
lugar y te puedan llevar.
Paso ligeramente mi lengua sobre mis labios buscando
humedecerlo porque están demasiado resecos. El tipo se me
acerca y pasa suavemente el cubo de hielo por mis labios.
Te recomiendo que no gastes energía gritando, nadie te podrá
escuchar, esta habitación es insonora.
—¿Por qué haces esto? ¿Quieres dinero? —pregunto con
desesperación a lo que él solo sonríe.
Mi familia tiene mucho dinero y te puede pagar el triple de lo
que te están pagando si me dejas ir, por favor ayúdame a salir
de este lugar. Mi novio fue sometido a una operación y debo
estar con él, necesito estar con él —suplico al borde del
llanto.
El hombre solo me observa sin desviarme la mirada, suelta un
suspiro y se acerca a una de mis muñecas, saca una llave de su
bolsillo y abre una de las esposas. Mi corazón se alegra al
pensar que este tipo me va a liberar, pero ese sueño se apaga
en el mismo instante que abre la boca.
—No te muevas demasiado, tu muñeca está sangrando —dice y yo
recién me doy cuenta que tengo la muñeca herida, no sé si soy
Pov. Luke
—¿Lun? ¿Qué te paso? ¿Qué haces aquí?
—Hola Luke…
Lun se acerca y deposita un beso en mi mejilla. Tu cuñado me
trajo, la casa en Bali se incendió y sufrí algunas quemaduras,
por seguridad y hasta que se investigue todo lo que paso estaré
bajo la protección de los Sanders.
—Entiendo. No lo sabía, Drake no me comento nada al respecto.
Deberías estar en casa descansando y no aquí en el hospital,
puedes lastimarte.
—Necesitaba verte y saber que estas bien.
—¿Quién te trajo al hospital?
—Tomé un taxi y vine.
—No vuelvas a hacer eso, Drake puede estar preocupado. Deberías
ser más cuidadosa, peor aún que sobreviviste de un atentado
como el incendio de la casa en Bali. —¿Sabes cómo esta Danna?
—¿Danna?
—Sí, me dijeron que está en casa reposando por un accidente
que tuvo.
—Danna no está en casa, está desaparecida desde hace muchos
días y no logran encont…
—¿Qué estás diciendo? —grito a todo pulmón interrumpiendo sus
palabras, siento un fuerte dolor en el corazón.
—Perdón…
—Dime que no es cierto… —grito desesperado. Si a Danna le
vuelve a pasar algo juro que me muero.
—Luke…
Levanto la cabeza y me encuentro con Drake, que alterna la
mirada entre Lun y yo. —Dime que no es cierto… —suplico.
—Señor Sanders, yo lo siento —pensé que él ya sabía que la
señorita Danna estaba desaparecida.
—¡Salte de la habitación! —grita Drake y veo salir corriendo a
Lun.
—¿Es cierto? —vuelvo a preguntar deseando que solo sea un
sueño, esto no puede ser real nuevamente, no otra vez, no de
esta manera.
—Lo siento Luke.
Escuchar esas palabras solo destrozan mis pocas esperanzas de
que fuera mentira, mis piernas no reaccionan como demonios
podre buscarla, como diablos la encontrare, no podre
protegerla, no lo hice antes y ahora mucho menos —grito
frustrado, golpeo mis piernas, deben reaccionar debo ir a
buscarla.
—Tranquilízate, no te hará bien —grita Drake y siento sus manos
presionarme fuertemente del cuerpo, escucho gritos y yo lo
único que quiero es ir a buscar a Danna, debo ir a buscarla.
Me quito los aparatos y agujas que tengo en el cuerpo, no
entiendo nada solo siento más manos presionar contra mi cuerpo
y poco a poco siento mi cuerpo debilitarse e ir perdiendo
fuerzas.
—¿Cómo te sientes?
—Giro la cabeza y me encuentro con Drake, quien se ve ojeroso
y cansado. —¿Dónde está Danna? —pregunto con desespero al
recordar todo lo que paso antes de que me sedaran.
—La estamos buscando, aún no tenemos pistas de su paradero. Lo
último que supimos de ella es cuando fue a visitar a Cristal,
no tenemos más pistas.
—¿Y las cámaras de seguridad?
—Dañadas. Visualizamos en el video a un tipo vestido de
enfermero que la arrastro en una silla de ruedas, se perdió en
Pov. Luke
—Luke, espera… —grita Peter.
—Es una puerta oculta Peter, debemos ingresar y saber si hay
algo detrás de ella.
—Debemos llamar a Drake…
—Si tú quieres hazlo, pero yo debo saber que se oculta detrás
de esta puerta. Maldigo el hecho de no poder pararme e ingresar
más rápido. Por más que intento abrir la puerta no puedo, está
cerrada, se necesita una llave para poder ingresar al lugar.
Quizá yo este loco e imaginando cosas, pero no pienso irme de
este lugar hasta saber que hay detrás de esta puerta.
—Drake está en camino.
—La puerta necesita una llave, vayamos a por algún personal
que nos pueda abrir esta puerta.
—Luke estás loco, sabes que estaremos cometiendo un delito si
ingresamos a ese espacio sin ninguna autorización.
—¡Maldita sea Peter! Existe la posibilidad que a Danna la
sacaran por este lugar, no lo sé, solo quiero encontrarla.
—Entiendo que estas desesperado, pero debemos hacer las cosas
bien.
—Lo siento, pero yo no puedo seguir esperando más. Ya pasaron
casi tres semanas y no sé nada de mi mujer.
—Luke créeme que te entiendo.
—Tu no me entiendes porque no es tu mujer la que está
desaparecida. Busco entre mis contactos el número de Dylan. La
llamada se conecta de inmediato y le pido que venga cuanto
antes al hospital.
Observo a Peter solo mover la cabeza.
Media hora más tarde llega Drake y Dylan casi a la misma vez.
Dylan tira la puerta.
—Sí señor.
—Dylan detente, deja que vaya a hablar con el director —
interviene Drake y lo toma del brazo.
—¿Qué demonios haces? Te dije que tires la puerta…
—Maldita sea Luke, espérame veinte minutos. Déjame ir a hablar
con el director.
—Solo tienes veinte minutos —bramo. Drake mueve la cabeza y se
retira, dejándonos a solas con Dylan y Peter. Respiro profundo
e intento ponerme de pie, me apoyo en las paredes para no caer.
—¿Qué intentas hacer? —grita Peter, mientras me sostiene del
brazo para no caer.
—Suéltame, yo puedo hacerlo —grito e intento pararme y
sostenerme más tiempo con mis propios pies. «Malditas piernas
no me fallen, por favor»
—Tira la puerta…
Levanto la mirada y me encuentro con un Drake furioso. Dylan
asiente con la cabeza, saca el arma, da un disparo certero
sobre la cerradura y de una patada la puerta es abierta.
Cualquiera podría decir que hubiese sido una puerta de algún
almacén que ya no está en uso sin embargo esa no es la historia.
Es un pasillo completamente iluminado, como si personas
transitaran por este lugar.
Dylan encabeza el camino, detrás lo seguimos Peter y Drake
quien empuja mi silla. Llegamos a otras puertas que también
están cerrados con llave, se me complica bajar las escaleras y
odio estar retrasando al resto por mi incapacidad.
—Hay sangre… —grita Dylan.
Arrugamos el entrecejo al notar rastros de sangre en el suelo,
observo a Dylan ponerse en cuclillas, pasa la yema de los dedos
Capítulo 10
Pov. Danna
Siento pesadez en los parpados y me es un poco molesto abrirlos,
al abrir los ojos lo primero que veo es a Lun abrazando a Luke,
quisiera poder gritarles más no lo hago, sé que eso no me es
importante ahora. Creo que sería lo mejor que pudiera pasar.
Escucho las palabras de Luke y verlo caminar hace que mi corazón
de saltos de emoción, lo amo más que a mi vida y sacrificaría
todo lo que tengo por verlo sonreír. Mi corazón se rompe en
mil pedazos al recordar las amenazas de Macarius y me devuelve
a la realidad.
—No debieron sacarme de ese lugar —musito débilmente y por más
que me esfuerzo en no querer llorar no lo logro, las lágrimas
salen sin el mayor esfuerzo. Recuerdo de mi encuentro con
Macarius se apoderan de mi mente y solo puedo sentir temor,
ese hombre es el mismísimo demonio. Siento mi cuerpo sacudirse,
solo puedo escuchar ecos y mis ojos se van cerrando, todo se
vuelve oscuro.
Giro lentamente la cabeza y me encuentro a un Luke
completamente dormido sosteniendo mi mano entre las suyas y
vuelvo a llorar como una tonta, no quiero separarme de él, me
niego a hacerlo.
—Mi amor despertaste —dice y se pone de pie, uniendo sus labios
con los míos. Siento sus dedos secarme las lágrimas. —¿Me vas
a decir que está pasando? ¿Por qué lloras?
—Por favor llama a Michelle, necesito hablar con ella.
—No pienso llamar a nadie hasta que me digas que está pasando.
Respiro profundo y trato de controlarme. No debo decirle nada
de esto a Luke, lo conozco lo suficiente y sé que es un
impulsivo, no quiero verlo herido, no quiero que lo lastimen.
Levanto débilmente las manos y acaricio su rostro. —Todo está
bien —musito débilmente.
—¿Entonces porque lloras?
—Es la emoción mi amor.
—La policía vendrá a tomar tu declaración, quieren saber que
paso.
—El tipo que encontraron muerto quiso ayudarme a salir de ese
lugar y lo asesinaron.
—¿Sabes quienes fueron y porque te secuestraron?
—No les pude ver la cara, tenían pasamontañas —respondo. Me
duele mentirlo, pero es lo mejor para todos, debo hablar cuanto
antes con Michelle.
Se escucha golpes en la puerta, levantamos la mirada y son los
oficiales que acaban de ingresar a la habitación. Pido a Luke
que salga de la habitación y llame a Michelle, que quiero
verla.
Les cuento a los oficiales lo mismo que le acabo de contar a
Luke, que no se quienes me secuestraron ni porque lo hicieron.
—¿Esta segura que no conoce a los hombres que la secuestraron?
—vuelve a preguntar el oficial Carter.
—Ya le dije que no, porque los protegería,
—¿Quizá por miedo?
—Señores oficiales mi hermana dijo que no sabe, que no reconoce
a sus captores.
Levanto la mirada encontrándome con Drake y agradezco de
corazón que haya llegado, ya me estaba cansando de repetirlo
tantas veces lo mismo. Minutos después los oficiales se retiran
y me quedo a solas con Drake.
—¿Cómo te sientes?
Pov. Luke
Esperar a que Michelle saliera de la habitación de Danna era
desesperante y agotador, pero debo investigar que está pasando.
Michelle sale de la habitación tan distraída que no se da
cuenta que choca contra mi cuerpo, levanta la cabeza se
disculpa y sigue su camino. Me extraña su comportamiento así
que la tomo violentamente del brazo y le hago notar mi
presencia.
—¿Me puedes decir lo que está pasando? —pregunto.
—Yo… yo… —tartamudea.
—Habla Michelle —bramo y la tomo fuertemente del brazo.
—No soy yo la que deba hablar de este tema contigo, ve y
pregúntale directamente a Danna.
—Me tienes que decir que está pasando para poder ayudarlas,
por favor Michelle habla que estoy a punto de volverme loco.
—Perdóname Luke, pero no soy yo la persona indicada para hablar
de esos temas.
—¡Maldita sea! ¡No entiendes que estoy a punto de volverme
loco!
—Lo siento. Déjame ir, que no me estoy sintiendo muy bien.
—No te dejaré ir hasta que no me digas que demonios está pasando
—grito ya bastante alterado que tuvo que venir la enfermera y
pedir que guardáramos silencio por respeto a todos los
enfermos. Me disculpo y arrastro a Michelle a la cafetería.
—Ahora habla que se me está agotando la paciencia. Prometiste
ser mi hermana y nunca ocultarme nada, confía en mí, puedo
ayudarlas.
Suelta un suspiro profundo.
—Luke, ¿alguien más conoce mi pasado como Samantha?
Arrugo el entrecejo porque no entiendo mucho a que viene esa
pregunta, fue hace mucho tiempo que Danna rescato a Michelle
de ese lugar y nadie más que nosotros sabíamos de su origen,
acordamos entre todos borrar su pasado.
—Solo Drake, Peter, Bob, Danna y yo, ni el mismísimo Klein
conoce tu historia —respondo con total seguridad.
—Al parecer alguien más conoce esa historia —responde.
Inconscientemente se lleva el dedo a la boca y comienza a
morderse las uñas, eso solo denota que está nerviosa o quizá
temerosa.
—¿Puedes ser más clara?
—Alguien más conoce mi historia y la de Danna. Ellos vienen
por nosotras —pronuncia al borde de las lágrimas. Eso solo me
recuerda la primera vez que conocí a Michelle, la atraigo a
mis brazos, siento su cuerpo temblar y me preocupa. —Todo
estará bien, prometo que nunca dejaré que alguien volviera a
lastimarte.
—Tengo miedo Luke…
Escucho una tos fingida detrás nuestro que me obliga a voltear,
encontrándome con la mirada malicioso de Klein, quien alterna
la mirada entre Michelle y yo. —¿Todo bien? —pregunta.
—Michelle se seca las lágrimas… —quiero ir a casa —dice.
—Deja que te acompañe uno de mis hombres —dice Klein. Michelle
solo asiente y se va sin más.
—¿Me puedes decir que le paso a Michelle?
—Si ella está segura de confiar en ti lo hará —respondo,
evitando contar sobre el pasado de Michelle. Aquello solo le
deja con más dudas y quizá preocupado, pero no puedo hacer más
no quiero ser yo el que se meta en la vida privada de Michelle,
se cuánto le afecta hablar sobre su pasado. De solo recordar
Pov. Danna
—¿Qué demonios haces? —bufo al despertar y llevarme la
desagradable sorpresa de ver a Macarius al pie de mi cama
oliendo mi cabello mientras dormía.
—Por fin despertaste.
—¿Qué haces aquí?
—Quise venir a ver como estabas y asegurarme que pensante en
lo que te dije.
Cuando estoy a punto de responder la puerta se abre y me deja
ver a Luke, me pone nerviosa y me da terror de solo imaginar
lo que puede ser capaz de hacerle Macarius.
—Lu… Luke… —tartamudeo. Sé que Luke no es tonto y se podrá dar
cuenta lo que está pasando sino logro controlar mis nervios.
Luke se pone a la defensiva y comienza a atacar con preguntas
a lo que Macarius contesta sin ningún temor. Intervengo para
no dejar que estos dos se saquen los ojos, conozco cuan
despiadado puede ser Macarius.
—Macarius es mi amigo —digo con los dientes apretados.
—Así es señor Collins somos muy amigos…
—Pero él ya se iba.
—Aún no terminamos de hablar Charlene, no sé cuál es tu
respuesta o debo sobre entenderlo —dice dirigiendo la mirada
hacia Luke.
—Mi mujer dijo que ya te ibas y por lo visto no le agrada tu
presencia, así que lárgate —interviene Luke y se para delante
suyo, puedo notar que ambos se retan con la mirada.
—Luke… —pronuncio e intento tomar su mano para tranquilizarlo.
Sé que está a punto de explotar y Macarius también.
—Bien... por ahora me iré ya que te veo agotada —dice Macarius,
se acerca a mi mejilla y deposita un beso en ella. “Tú decides
a quien irá dirigido esa bala” dice en susurro y mi piel se
pone como de gallina.
Observo a Macarius salir de la habitación, presiono fuertemente
las manos de Luke.
—¿Me puedes explicar que está pasando? ¿Quién es este tipo?
—Luke…
—Luke nada… ¿Quién es este tipo? ¿porque pareces temerle?
Me siento cansada, después hablamos —me excuso porque ahora
tengo la cabeza hecha un lío y no sé qué demonios debo hacer,
no sé si contarle a Luke lo que está pasando o simplemente
ceder a los chantajes y amenazas de Macarius.
—No siempre podrás huir de mis preguntas, tu y yo tenemos mucho
de qué hablar… mucho Danna —advierte Luke y sale molesto de la
habitación.
Pov. Danna
El miedo se apodera de mi cuerpo, siento mis manos temblar
mientras presiono contestar la llamada.
—Hola mi hermosa Charlene…
—¿Qué demonios quieres? —pregunto entre dientes, tratando de
contener mis nervios y mis miedos.
—Ya sabes lo que quiero y al parecer tú ya tomaste tu decisión…
¡Qué pena que tenga que morir tan pronto!
Diciendo aquello corta la llamada y yo salgo a toda prisa de
la habitación en busca de Luke. Mi corazón está a punto de
salirse de mi pecho, siento mis lágrimas recorrer mis mejillas…
—Luke… Luke… Luke... —grito mientras corro hacia la biblioteca.
De un golpe abro la puerta y corro a abrazar a Luke quien me
observa extrañado. Tomo su rostro entre mis manos, quiero
sentirlo y saber que está bien, que está vivo.
—¿Qué pasa? —pregunta mientras arruga el entrecejo y me seca
las lágrimas, yo no puedo explicarme bien porque entre el
llanto y los mocos no me permite decir palabra alguna.
—Habla hermana, ¿Qué paso? —pregunta Drake preocupado
poniéndose de pie y caminando hacia nosotros.
Me ayudan a sentarme en el mueble, después de tranquilizarme y
relajarme… —Solo fue un mal sueño y temí que ese sueño se
hiciera real —miento.
En ese momento escucho un sonido fuerte que proviene de la
puerta, todos giramos nuestra mirada y es el personal de
servicio que esta tirada en el piso y alrededor de ella toda
su fuente que traía consigo. Drake se mueve rápido hacia ella
mientras nosotros lo seguimos por detrás.
—Está muerta… —dice Drake mientras le toma el pulso. En mi
cabeza retumban las palabras de Macarius y sé que esto es una
advertencia, sé que, para la próxima, “no habrá próxima”
responde mi mente.
Drake se mueve delante nuestro pide a Luke que me saque de la
biblioteca y aunque me niegue a hacerlo termina por sacarme.
Después de que Luke me dejara sola en la habitación, me debatía
si llamar o no a Macarius, estaba segura que esto que había
pasado era obra suya. Pude escuchar el sonido de las sirenas
tanto de la ambulancia como la de los policías. Quería bajar
más no lo hice cuando mi teléfono volvió a sonar y era el mismo
número del que me había llamado antes Macarius. Presione
contestar y la llamada se conectó de inmediato, me quede en
completo silencio esperando que el dijera la primera palabra.
—Eso fue una advertencia Charlene. Para la próxima me asegurare
que no haya errores que le permitan seguir con vida… —en un
momento te llegara un sobre con la invitación donde nos
encontraremos y te quiero ver puntual, sabes que la paciencia
no es una de mis virtudes, sino llegas sabré tu respuesta y a
quien quieres que vaya dirigido la bala.
—No respondí nada, solo me quedé escuchando atentamente cada
una de sus palabras y me dejé caer de rodillas al piso, solo
podía escuchar el pitido del teléfono que notificaba que la
llamada ya se había terminado. Sentí como mis lágrimas
recorrían mis mejillas y un dolor punzante se apoderaba de mi
pecho.
Me seque violentamente las lágrimas, no podía arriesgarme a
que Luke me viera en estas condiciones, sino me haría
demasiadas preguntas que no podré responder. Me metí al baño,
abrí la ducha y con la ropa encima me metí bajo la lluvia
artificial, el agua se mesclaba con mis lágrimas, mientras mi
cabeza estaba hecho un lio. Debía proteger a mi hija si es que
Pov. Danna
—¡Mamá…! —esa palabra resuena en mi cabeza, es una palabra
nueva para mí. Recibo su contacto como si la conociera de toda
la vida, acaso esto es lo que llaman el llamado de la sangre
me pregunto internamente.
—Papá dijo que te traería de vuelta y lo cumplió, eres tan
hermosa como siempre lo imagine, eres mucho más bonita que en
la foto que me enseño papi —dice la hermosa niña de ojos azules,
mi corazón se siente cálido ante su contacto, ante su sonrisa
no puedo evitar sonreír como tonta. Me toma de la mano y me
hace pasar a la suite, no pongo resistencia y me dejo arrastrar
al lado de Macarius quien observa atentamente cada uno de
nuestros movimientos.
—¿Cuál es tu nombre pequeña hermosa? —pregunto mientras detengo
mis pasos y la observo fijamente a los ojos, veo a la pequeña
echarle una mirada a Macarius antes de responder.
—Mi nombre es Azul Grant, me pusieron ese nombre por el color
de mis ojos. Ahora sé que herede ese color por los tuyos —dice
mientras me sonríe. Acaricio suavemente su mejilla con la yema
de mis dedos. Mis lágrimas caen sin cesar recordando todo lo
que perdí mientras ignoraba su existencia. Esta niña es mi hija
lo podía sentir en el fondo de mi corazón, ere mi versión en
miniatura.
No pude contener las emociones y la atraje a mis brazos, la
abrace tan fuerte como pude y permanecí abrazada a ella por un
buen rato ignorando la presencia de Macarius que agradecía se
mantuviera en silencio sin decir palabra alguna.
—Papi une a nuestro abrazo —la escuche gritar a la pequeña
haciendo que en todo mi cuerpo se pusiera tenso, no quería el
contacto de Macarius, no lo quería cercar así que me separe de
golpe de Azul y me gire rápidamente para encontrarme con la
sonrisa burlona en la cara de Macarius.
—Despídete de mamá que ahora ella y yo tenemos que conversar
mi amor —dice Macarius.
—Pero…
—Azul sabes que no me gusta repetir las cosas, ve con la nana
y déjanos a solas con mamá que tenemos mucho de qué hablar.
—Está bien papi —responde poniendo unos ojitos tristes mientras
mira hacia mi lado, haciendo que en mi corazón sienta una
fuerte punzada y mire con dureza a Macarius. —Adiós mami —dice
mientras se acerca y me abraza, siento el impulso de no dejarla
ir, quiero que se quede a mi lado, quiero que se quede conmigo.
Minutos después llega una mujer mayor y se la lleva, haciendo
que la siga con la mirada hasta que se pierde detrás de la
puerta. Suelto un suspiro de resignación y después recién le
dirijo una mirada de desprecio a Macarius.
—¿Qué tal te pareció mi hija?
—Sabes que esa niña no es hija tuya —gruño molesta. «como
demonios se atreve a llamarla hija suya»
—No abuses de tu suerte Charlene…
—Mi nombre es Danna Santander—aclaro. Odio el nombre Charlene,
representado todo el pasado que quiero olvidar, todo aquello
que me causa dolor representa ese nombre.
De un movimiento rápido siento las manos de Macarius rodearme
por la cintura y atraerme hacia sus brazos… —¡Suéltame! —grito
mientras me esfuerzo por soltarme de su agarre. Su agarre se
hace más fuerte y más violento, sus labios se estrellan
violentamente con los míos y por más que intento cerrar la boca
no lo logro su lengua me invade y mi último esfuerzo por
—Mientes…
—Juro que no miento Charlene —dice mientras toma mis manos
entre las suyas. Yo no sabía que estabas viva, el viejo Stone
me hizo creer que estabas muerta y cuando descubrí que aún
estabas viva fue cuando ya tu hermano te había rescatado.
En ese momento se escucha gritos que provienen de la puerta,
arrugo el entrecejo tratando de averiguar qué pasa, siento como
mi cuerpo es atraído violentamente y estrella contra unos
pechos duros. Levanto la cabeza para entender que pasa cuando
Pov. Luke
—¿Ya te dieron los resultados? ¿Sabes cuál fue la razón de su
muerte?
—Un paro al corazón.
Suelto un suspiro al oír esa respuesta, mi cabeza estaba
imaginando tantas posibilidades y más aún cuando vi reflejado
el susto en el rostro de Danna, parecía aterrada y eso solo me
recordaba que tenía que estar más alerta con ella. Aún no
teníamos respuestas concretas sobre los atentados que sufrimos,
primero el incendio en la casa de Bali seguido por el secuestro
de Danna.
—¿Crees que tenga relación con las cosas que pasaron
últimamente? —pregunto.
—La verdad que después de todo lo que pasamos no descarto nada,
hay veces que las cosas menos imaginables tienen relación entre
sí —dice Drake mientras se frota la sien.
En ese momento escuchamos golpes en la puerta del estudio. —
Adelante —ordena Drake, seguido entra Klein acompañado de
Peter.
—Buenos días saludan ambos mientras se sientan delante nuestro.
—¿Tienes la información que te pedí? —pregunta Drake.
—Sí. Tal como lo sospechabas, el análisis arrojo que el
personal de servicio que falleció no fue a causas naturales,
le inyectaron una droga que le provoco el paro y por ello
falleció instantáneamente.
—Lo sabía —dice Drake mientras golpea el escritorio con ambas
manos, ahora estoy completamente seguro que todo tiene relación
entre sí.
—Eso quiere decir que en casa tenemos infiltrados —digo
analizando el contexto de la situación y como se están dando
las cosas. En ese momento los recuerdos de Danna y su reacción
se vienen a mi memoria. —¿Luke tenemos cámaras de seguridad en
toda la casa?
—Sí.
—¿Hay alguna que apunte al cuarto de Danna?
—Sí, ¿Por qué lo preguntas?
—Necesito ver el video de esta noche, algo me dice que Danna
ya sabía que algo pasaría. Recuerdas la reacción que tuvo
anoche, estaba hecha un mar de lágrimas pensando que algo me
había pasado.
—Tienes razón, vayamos a la sala de seguridad —dice Drake. Nos
ponemos de pie todos y nos dirigimos a la oficina donde se
monitorea toda la casa.
Buscamos entre los monitores la cámara que da para nuestra
habitación, coloco unas horas antes y ver si pasa algo raro.
Nuestros ojos se abren como platos al ver que la sirvienta que
acaba de morir se mete de forma sospechosa a nuestra habitación
con un sobre en las manos y luego sale de la habitación mirando
para todos lados esperando que nadie la vea salir de mi cuarto.
Unos minutos más tarde sale Danna con una mirada de horror y
corre escaleras abajo, después de eso todos estamos de acuerdo
que Danna sabía lo que pasaría.
Seguimos revisando el video, para nuestra sorpresa vemos a
Danna salir nerviosa de nuestra habitación e ir escaleras abajo
donde parece tener algún enfrentamiento con Lun, esta segunda
le entrega un sobre que Danna desecha y lo tira a la papelera.
Busco entre mis contactos el número de Lun y llamo, citándola
que vaya de inmediato a la biblioteca y nos espere en ella.
Las cámaras de seguridad visibles para todos son solo señuelos
para evitar que puedan evadirlas, las verdaderas cámaras solo
Pov. Danna
Mi corazón se rompió en mil pedazos al ver el rostro de Luke y
yo era la causante de su tristeza. Rogué en lo más profundo de
mi corazón que Luke se fuera del lugar sino no podría resistir
más tiempo la máscara de indiferencia que cubría mi rostro.
Caí en mis propios pies al notar que la puerta por donde había
entrado Luke se cerró, las lágrimas por fin podrían salir sin
restricciones y me repetía mentalmente que debía aguantar por
mi hija y la propia seguridad de Luke.
—Tomaste la decisión correcta querida —susurro Macarius en mi
oído, aquellas palabras me forzaron a cerrar las manos en puño
y en mi corazón anhele poder tener la sangre fría para
asesinarlo.
—Lárgate… —chillé apretando fuertemente los dientes que pude
sentir dolor en mi mandíbula.
—Solo por hoy me iré Charlene, solo por hoy… —diciendo aquello
se inclinó y pude sentir el beso repugnante que dejo en mi
cabeza. Seguido escuche sus pasos y el sonido que hacia la
puerta al cerrarse. Mis lágrimas eran de nunca terminar, ya
había sufrido tanto abuso en mi vida y esta seguía siendo tan
cruel conmigo. «el amor no estaba hecho para mi»
No sé cuánto tiempo permanecí en esa posición que al intentar
moverme tenía las extremidades entumecidas, quise pararme y
mis piernas no me resistieron y termine cayendo al piso
haciendo que un dolor recorriera en mi trasero. Minutos después
por fin pude ponerme de pie y salí de ese lugar, busqué mi
cartera y dentro de ella estaba mi celular que al encenderla
tenía muchísimas llamadas perdidas de Drake y Michelle.
Tire la cabeza para atrás mientras cerraba los ojos buscando
encontrar algo de paz y tranquilidad.
Al salir de la habitación camine con la mira en la punta de
mis zapatos, no quería ver a nadie, aunque sabía que en este
piso no podría encontrarme con alguna alma al menos así lo creí
cuando sentí que alguien me tomaba fuertemente del brazo, quise
levantar la cabeza y ver quien era, pero fue demasiado tarde,
me habían colocado algo en la nariz que por más que luche por
defenderme termine perdiendo de a pocos la fuerza que me queda
y todo a mi alrededor se fue viendo borroso y por ultimo oscuro.
Presione fuertemente los ojos y los abrí poco a poco, mi
cuerpo se sentía relajado y cómodo en aquella cama… —¡Cama! —
exclame asustada y me removí de la cama sin darme cuenta y
termine por caer al piso haciéndome emitir un grito de dolor
por el golpe que recibí.
—Buenos días mi amor —dijo Luke quien me mirada desde un mueble
que estaba en la esquina de la habitación, no me había percatado
de su presencia hasta que seguí el sonido de su voz.
—Luke… —pronuncie temerosa mientras me ponía de pie y camine
hacia él, definitivamente su aspecto no era el mejor, tenía
unas ojeras que adornaban su hermoso rostro y sus ojos rojos
como los de un conejo, posiblemente no había dormido pensé para
mis adentros.
—¿Por qué me hiciste esto? —indague mientras me pare delante
suyo y a centímetros de distancia de su rostro, mi corazón me
dolía como una condenada al verle en ese estado, sus hermosos
ojos azules no brillaban como solía iluminarse al verme.
El solo me observaba de pies a cabeza sin emitir alguna palabra,
solo se limitó a llevarse a la boca un vaso lleno con un líquido
ámbar que me apresure en quitarle al darme cuenta que era
Wisky.
—Deja de tomar —ordene.
Pov. Luke
Tenía a Danna debajo de mi cuerpo, mis ojos estaban fijos sobre
los suyos esperando que me autorizara seguir. No quería
presionarla, no quería forzarla a ser mi mujer, aunque ya lo
había sido tiempo atrás. Recuerdo como si fuera ayer el día
que ambos perdimos nuestra virginidad, nuestra primera vez fue
el día que por primera vez consumimos alcohol en un bar que
había cerca a la playa y terminamos por hacerlo en aquella
playa sin importar nada.
Un suave beso de Danna me devolvió a la realidad, a la realidad
que ella me permitió volver a ser su hombre. Me sonrió y yo le
sonreí —me olvide de todo lo que había pasado y solo me centre
en el momento que estábamos viviendo, y eso era el que Danna
me dio permiso a seguir dándole mucho amor.
Deposite un beso sobre su frente, uní mi frente al suyo “te
amo” musite. Sentí los brazos de Danna acariciarme suavemente
por la espalda mientras sus ojos se clavaban sobre los míos,
nuestra respiración se aceleró y ambos podíamos oír el sonido
que, hacia nuestros corazones, “te amo” dijo antes de tomar la
iniciativa y estrellar sus labios sobre los míos.
Mi lengua invadió su cavidad, saboree cada centímetro de su
boca mientras nuestras lenguas comenzaron a danzar entre sí.
Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo sin separarme de sus
labios, podía sentir el temblor del cuerpo de Danna ante mi
contacto.
—¿Te sientes bien? —pregunte con la voz ronca y entrecortada
por el momento.
—Estoy bien —dijo Danna mientras sus manos acariciaban mi
rostro y una sonrisa se formó en su hermosa carita.
Me moví lentamente, me senté sobre la cama y me quite la bata
quedando completamente desnudo ante la atenta mirada de Danna,
aproveche el momento para desnudarla y quedar completamente
desnudos.
—Eres hermosa —dije sin apartar la mirada de su cuerpo mientras
acaricié con la yema de mis dedos su piel blanca y suave,
también pasé mis dedos por algunas cicatrices que tenía en él
cuerpo, no me importaba esas cicatrices la amaba. Me lancé
sobre ella y comencé a besarla desde su cuello mientras empecé
a bajar por su clavícula y por fin darles atención a sus pechos,
primero mi boca comenzó a succionar, chupar, lamer y
mordisquear el primer seno mientras que el otro lo acaricia
con mi mano. Podría escuchar los gemidos y jadeos de Danna ante
mi contacto y lo amaba, amé saber que ella era mía solo mía.
Comencé a regar besos por cada centímetro de su cuerpo, baje
por su ombligo y saboree con mi lengua aquel lugar haciendo
que Danna se curveara y se agarrara de las sabanas. Baje
depositando más besos sobre su vientre hasta posicionarme en
su centro el cual se encontraba completamente mojado. Me
deleité saboreando sus jugos, me abrí paso entre sus pliegues
introduciendo mi lengua y lamiendo toda la extensión de su
coño. Podía escuchar los jadeos y gemidos más fuertes dando
autorización a atacarla con más fuerza. Me deleite de su
clítoris lamiéndolo cual mango, chupe y succione cada uno de
sus pliegos haciéndola soltar un fuerte gemido que era música
para mis oídos y una autorización para continuar con mi ataque.
Sentí sus manos enredarse en mis cabellos y tirar de ellos
cuando uno de mis dedos invadió su zona privada.
—Te amo Luke… —dijo Danna entre jadeo y gemidos lo cual me
ponía feliz haciendo que acelera el ritmo de mi ataque con los
dedos haciéndola jalarme más fuerte el cabello.
Pov. Danna
Salí del hotel sin ver atrás no quería arrepentirme de la
decisión que había tomado, sabía que era lo que tenía que hacer
y por ahora lo mejor era mantenerme al lado de Macarius y
averiguar cómo deshacerme de ese maldito.
Mi hija llamaba padre a ese hombre y confiaba en él, no había
posibilidad que pudiera separarla de él sin que él no la
manipulara. Conocía lo suficientemente bien a Macarius y de
sus capacidades.
Tomé un taxi y me dirigí a casa, tarde treinta minutos en
llegar. Toque la puerta que se abrió en seguida.
—Buenos días señorita Danna…
—¿Mi hermano? —pregunté directo y comencé a caminar hacia la
sala.
—Está en la biblioteca…
Sin decir más nada caminé hacia la biblioteca donde encontré a
mi hermano junto a Michelle. Arrugue el entrecejo al verlos
juntos y sospechosos, temía que Michelle dijera algo a mi
hermano.
—Buenos días —salude alternando la mirada entre ambos.
—Buenos días hermana…
—Buenas días Danna. Bueno Drake me voy tengo que seguir con el
bar —dijo Michelle, se puso de pie y camino hacia la salida no
sin antes darme una mirada y sonreírme.
—Debemos hablar —dice Drake y me señala el asiento donde debo
sentarme. Camino a paso firme y me siento delante suyo con la
frente en alto. —Habla hermano —pido.
—Gira la pantalla de su portátil y me enseña el video del día
que murió la mujer del servicio y también el video del
motorizado que entrego el sobre a Lun y todo lo que yo ya se.
Trate de controlar mis nervios para evitar que mi hermano
hiciera más preguntas.
—¿Qué significa eso? —pregunto fingiendo no entender lo que me
está enseñando.
—¿Tiene alguna relación con la muerte del personal de servicio?
—De que hablas Drake, solo fue una tarjeta citándome a un lugar
con un viejo amigo —dije mostrando seguridad.
Drake da la vuelta al escritorio y se para delante de mi
clavándome sus ojos azules el cual no puedo resistir su mirada
y lo evado. —Confía en mi hermana —pide Drake mientras toma
mis manos entre las suyas.
Respiro profundo y camino hacia la puerta, saco la cabeza y
observo que no haya nadie alrededor, cierro la puerta y le
pongo seguro para caminar de vuelta hacia mi hermano quien me
mira extraño y sigue cada uno de mis movimientos.
—¿Qué pasa? —pregunta. Yo llevo mi dedo índice a la boca
diciéndole que guarde silencio, me acerco a su escritorio tomo
un papel y un lapicero “las paredes en esta casa tienen oído”.
—¿Cómo así? —Drake pregunta en susurro.
—Vayamos a un lugar seguro donde podamos hablar —escribo en
otro papel y el asiente, pide que lo siga y así lo hago llevando
consigo los papeles que escribí. Ingresamos a su habitación
luego me guía donde se supone es para sus calzados, pero allí
hay una puerta oculta que nos lleva a una habitación
completamente equipada con varios monitores, cámaras,
portafolios, armas y más cosas que desconocía.
—Estamos seguros en este lugar, ahora puedes decirme que pasa
—exige Drake.
Pov. Luke
Al meterme a la ducha sabía a lo que podría estar enfrentándome,
existía la posibilidad de que Danna no estuviera en la
habitación al salir y fue tal cual lo anticipe, Danna ya no
estaba en la habitación, solo encontré mis ropas y una simple
nota que me confirmaba que haber hecho el amor con ella no fue
más que una despedida.
Triture en mis manos la maldita nota, no entendía cómo demonios
ella podría preferir a ese idiota, pero importante en todo esto
era por qué Danna prefirió irse con él, con que es que este
hombre la amenazaba.
Respire profundo, me cambien y me dije mentalmente que debería
averiguar la relación entre Danna y el tal Macarius. Tenía
muchas dudas y muchas preguntas sin resolver revoloteándome en
la cabeza como porque la busco ahora y no antes, sobre todo y
lo más importante cuando y donde se conocieron.
Me arreglé y salí de aquella habitación que era testigo del
amor que Danna y yo nos teníamos, estaba cien por ciento seguro
que Danna me amaba, pero por alguna extraña razón tenía que ir
con ese imbécil.
Baje a recepción, registre mi salida y pague los gastos
correspondientes. Me metí de vuelta al ascensor y esta vez me
dirigí a la playa de estacionamiento que se encontraba en
sótano. Arrugue las cejas al ver que mi coche tenia las llantas
completamente bajas, me puse de cuclillas y revise una a una
las llantas quienes presentaban signos de haber sido pinchados
con algún objeto punzo cortante. Di una patada en las llantas
para bajar un poco el coraje que tenía encima.
Me metí de nuevo al ascensor y caminé a paso firme a recepción
preguntando donde se encontraba el personal de seguridad,
estaba tan alterado que la recepcionista que antes tenía una
sonrisa en la cara ahora solo era miedo. No me molestaba que
el auto estuviera averiado, lo que en verdad quería saber era
quien lo hizo.
—Se… señor —tartamudeo.
—¿Dónde demonios está el personal de seguridad? —vocifere.
—Por favor baje la voz que está asustando a los presentes —
hablo una voz detrás de mí haciéndome girar y encontrándome
con un moreno que al parecer era el personal de seguridad que
estaba exigiendo.
—Necesito que me ayude a visualizar a través de sus cámaras de
seguridad quién demonios pincho las llantas de mi auto.
—Entiendo señor, por favor acompáñeme a otro lugar no puede
seguir generando alarma —dijo el moreno y se abrió paso
enseñándome el camino, sabía que lo estaba haciendo para
sacarme de la zona principal y no seguir haciendo escándalos.
Llegamos a una pequeña habitación donde solo había un
escritorio y unas sillas. —Siéntese —ordeno.
—No me quiero sentar lo único que quiero es ver los videos de
vigilancia y saber quién demonios pincho los neumáticos de mi
auto —exigí golpeando el escritorio con ambas manos haciendo
que estas emitieran un sonido fuerte y el dolor que sentí en
las palmas de las manos no me importaba.
—Señor por favor agradeceré nos regale unos minutos más para
poder verificar que sucedió exactamente. Entiendo que está
molesto, pero tenemos protocolos que seguir en casos atípicos
como lo que usted nos menciona.
Supe que mi comportamiento no era el mejor y traté de
tranquilizarme, comencé a caminar en círculos en aquella
Pov. Luke
¡Maldita sea Michelle! ¡Habla! —grito furioso, ya no puedo
seguir dándole muchas vueltas a las cosas y estar sin conocer
la vida del hombre al cual tengo que enfrentar. No puedo seguir
con la incógnita de quién diablos es “Macarius”.
La observo pararse, camina hacia el pequeño bar que tiene en
su oficina. Sirve dos vasos de Wisky y camina de retorno hacia
mí. Coloca el vaso delante de mí y de un solo trago se acaba
el suyo, respiro profundo y de un trago acabo todo el líquido
ámbar que raspa mi garganta a su paso. —Ahora si habla y cuenta
todo lo que sabes —exijo poniendo el vaso boca abajo sobre la
mesa.
—No sé por dónde empezar.
—Empieza por contarme la verdad y todo lo que sabes.
Camine de regreso a la barra y se trae toda la botella de
Wisky, se sienta delante de mí y yo clavo mis ojos sobre los
suyos exigiendo que ya hable porque estoy a punto de volverme
loco.
—Macarius Grant tenía negocios con los Stone.
—¿QUÉ…?
—Por favor solo escucha lo que relatare sin interrumpirme
porque no se si tendré valor de seguir contando porque debes
saber que estoy traicionando la confianza de Danna, la mujer a
la que le debo la vida —pronuncia con dolor.
—Como bien sabes yo nací y crecí en un prostíbulo que nunca
sabré cuales de los tantos clientes de mi madre fue padre mío.
Mi madre fue víctima de trata de blancas, fue obligada a
permanecer en ese lugar y erróneamente creyó que lo que se
hacía en ese lugar era lo correcto así que cuando tuvo la
oportunidad de ganarse la confianza de George Grant quien es
el hermano mayor de Macarius, se hizo cargo del prostíbulo más
grande que queda en las profundidades de alguna selva. Mi madre
era la mujer que maltrataba y ordenaba las muertes de aquellas
mujeres que intentaban huir de ese lugar o no cumplían con sus
obligaciones. Yo fui educada por mi madre creyendo que eso era
el único destino que nos correspondía vivir, fui entrenada por
mi madre para tener la seducción como un arma que me pudiera
ayudar a seguir con vida, fui así que me convertir desde muy
joven en la amante de George y constantemente era sometida a
maltratos mientras se acostaba conmigo ya que el gordo
asqueroso ese era un completo sádico.
Un día había perdido las ganas de vivir ya que creía que eso
no era la vida que todos merecíamos e intenté quitarme la vida
más no lo hice, una voz me detuvo haciéndome levantar la cabeza
encontrándome con aquella guapa joven de ojos azules, sus ojos
tenían un brillo diferente de las mujeres que vivían en ese
lugar. Esa mujer fue Danna.
Danna desde ese momento me hablo de las oportunidades de la
vida que había fuera de ese lugar y yo vi un rayito de luz a
través de su mirada.
—¿Danna fue obligada a prostituirse? —interrumpo.
—No.
Danna nunca se dejó doblegar por más que la torturarán, nunca
se prostituyo en ese lugar sin embargo conoció a alguien peor.
Macarius Grant la conoció y se enamoró de ella a primera vista,
quiso que ella fuera su mujer exclusiva y orquestamos un plan
para que así fuera.
—Danna y ese hombre —vuelvo a interrumpir.
—Por favor no interrumpas o no te contaré nada —advierte
Michelle.
Pov. Danna
—¡No debí confiar en Drake! —exclamo mientras doy vueltas en
círculos en mi habitación tratando de pensar en alguna forma
de contarle las cosas a Luke, mi hermano me dio plazo de tres
días para contarle todo a Luke o sino el mismo se lo decía.
Escucho golpes en la puerta. —Soy Fénix, ábreme.
Camino hacia la puerta, la abro y es Fénix con una fuente de
mis dulces favoritos, arrugo el entrecejo porque no tengo idea
de cómo sabe esas cosas.
—No me mires así, me contaste cuales eran tus dulces favoritos
cuando estuvimos en aquel lugar. Me toma de la mano, me lleva
hacia el balcón y nos sentamos frente a frente en la mesita
que tengo en el balcón. —Tu hermano me conto todo e imagino
que esta echa un lío y con los nervios de punta —dice Fénix
mientras me da palmaditas en el dorso de la mano haciéndome
sentir más tranquila y me calma los nervios.
—Mi hermano me pidió que habla con Luke, pero lo conozco y es
demasiado impulsivo. No quiero que ese hombre lastime a mi
hija, a Luke o a quizá a ustedes también. Tengo muchísimo miedo
Fénix —digo mientras presiono la mano de mi cuñada.
—Pero no puedes hacer todo esto sola, Luke tiene derecho a
saber la existencia de esa niña, yo fui testigo de cómo sufrió
y se culpaba por no poder protegerte antes, por favor piénsalo,
recuerda que nosotros podemos protegerte.
—El verdadero problema es que mi hija cree que ese hombre es
su padre y lo ama, yo solo quiero conseguir tiempo para ganarme
el amor y la confianza de mi hija, de paso averiguar en qué
demonios está metido Macarius porque los chicos no lograron
encontrar nada.
—¿Confías en Drake y Luke?
—Claro que sí.
—Entonces Danna, confía en ellos ya que estoy completamente
segura que harán de todo para protegerte tanto a ti y como a
tu hija.
No respondí nada ante su comentario, mejor decidí llevarme un
trozo del pastel a la boca y saborearlo, en verdad en mi
encierro anhelaba estas pequeñas cosas y lo único que deseaba
desde el fondo de mi corazón era vivir en paz y tranquilidad,
la misma que rechacé cuando decidí investigar la muerte de mis
padres. No es que lamentara la decisión que tome solo que si
hubiese las cosas como me las había indicado Luke nada de eso
hubiese pasado, en fin, no podemos volver al pasado y mucho
menos cambiarlo.
—Siente a tu sobrina o sobrino —dice Fénix y toma mi mano
colocándolo sobre su pequeño vientre. En ese momento recuerdo
todas las sensaciones que tuve al descubrir que estaba
embarazada, si hubiese sabido que estaba embarazada antes de
meterme en todo ese lío… quizá. «no existe un quizás»
—Créeme que por esa pequeña vida que crece en tu interior serás
capaz de hacer muchas cosas —digo mientras sonrió a mi cuñada.
—¿Cuántos años tiene tu hija? ¿ya la conociste?
Asiento con la cabeza en afirmativo, en ese momento todos mis
pensamientos se llenan de Azul y la emoción que tuvo al verme.
Es una niña hermosísima, tiene los ojos como los míos y de
Luke, se llama Azul y está próximo a cumplir sus nueve años.
Aquí te enseño una foto —digo emocionada y busco en mi celular
las fotos que me envió Macarius.
—¡Es hermosa!
Pov. Danna
6 meses después…
Observo a mi hija dormir tranquilamente en su cama, acaricio
su cabello y la abrigo antes de salir de su habitación. Lo
único que me mantiene en esta casa y permanecer al lado de
Macarius es mi hija, ella adora a ese hombre como si fuera su
padre.
Suelto un suspiro y procedo a retirarme de la habitación de mi
hija. En el trayecto a mi habitación me encuentro con la sonrisa
de Macarius quien me genera repugnancia al ver sus ojos llenos
de lujuria, no sé por cuánto tiempo más podré mantenerlo a raya
sin que busque querer tener algún contacto íntimo.
—¿Cómo esta nuestra hija?
Pongo los ojos en blanco, sigo mi camino e ignoro su comentario.
Segundos después siento que su mano me agarra fuertemente del
brazo impidiendo que siga caminando.
—No tientes a la suerte Charlene, el hecho que te esté dando
tu espacio para que superes tus “traumas” no significa que no
me cumplirás como mi mujer que eres, recuerda que en esta casa
tu eres mi mujer y somos un hogar junto a Azul. Quizá quieres
que te mande una advertencia para que sepas que no estoy
bromeando —dice mientras une sus labios a los míos con
violencia que por más que intento cerrar mis labios para evitar
su contacto no lo logro.
—Lárgate a tu habitación no quiero verte, no me provoques que
la única que sufrirá las consecuencias es tu bastarda o talvez
quieres verla sumergirse en la profundidad del océano para
refrescarte la memoria.
—No te atrevas a hacerle daño —digo con los dientes apretados
cerrando mis manos en puño.
—Entonces ya sabes lo que tienes que hacer —dice dandose la
vuelta y desaparecer de mi panorama visual. Camino hacia mi
habitación, cierro la puerta de un portazo y me caigo en mis
propios pies, no sé cuánto más podré aguantar este lugar. Me
pongo de pie y camino hacia el baño, me cepillo los dientes y
me enjuago la boca tantas veces como sea posible con la única
finalidad de quitarme el mal sabor de boca que me dejo Macarius,
su solo contacto me repugna. Observo mi reflejo en el espejo
que tengo en el cuarto de baño, cierro mis ojos e imagino que
Luke me está abrazando por detrás y susurrando cuanto me ama,
después de disfrutar de mi imaginación me echo agua en el
rostro y salgo del baño, debo descansar para estar de mejores
ánimos mañana ya que se llevará a cabo la fiesta de bienvenida
de su hija, si, será una hermosa niña que espero traiga muchas
buenas cosas y bendiciones para toda la familia.
Cuando estoy por acostarme en la cama veo una sombra que ingresa
por mi habitación, quiero gritar más no lo puedo hacer ya que
su mano me impide gritar y al descubrir quién es el hombre
tampoco lo hago.
—¡Estás loco! —susurro.
—Me volvería loco sino pudiese verte —dice Luke mientras besa
mis labios, llevándose consigo cualquier rastro de las huellas
de Macarius. Me entrego a su beso y disfruto de su contacto,
luego recuerdo todo lo que paso y me separo de golpe, corro a
la puerta para ponerle seguro y regreso de nuevo hacia Luke.
—Mi amor por favor vete, no quiero verte mal herido o que
lastimen a nuestra hija, ya sabes que la última vez quedaste
gravemente herido y nuestra hija casi es tirada al mar.
Pov. Luke
—¡Todo listo! —exclamo una vez que confirmo que el día de
mañana será un gran día y el inicio de la caída de Macarius.
Gracias a Peter y después de mucho seguimiento logramos
descubrir que un cargamento grande iba a ser entregado a través
de los contenedores de las empresas de Macarius.
—Mañana será el inicio de todo hermano, pronto tendremos a mi
hermana y sobrina bajo nuestro cuidado. Juro que mataré a
Macarius con mis propias manos.
—Descuida Drake que yo me encargaré personalmente de hacerle
saber quién es Luke Collins —pronuncie con los dientes
apretados y cerrando mis manos en puño. Hablando de otra cosa,
¿Cuándo piensas decirle a Danna que Cristal ya despertó? —
pregunte.
Veo a Drake rascarse la cabeza y soltar un suspiro. Más adelante
cuando las cosas se calmen, ahora tengo constantemente vigilada
a Cristal, no creo que haya perdido la memoria.
—Yo tampoco creo en su pérdida de memoria por lo que ordene
personalmente a Dylan que la vigilara muy de cerca, si tenía
algún mínimo contacto con alguien externo.
—Yo también me asegure de mandar a investigar a los médicos y
enfermeras que se encargan de su cuidado.
En ese momento se escucha golpes fuera de la puerta. —Adelante—
dice Drake y seguido aparece Klein con unos sobres en las
manos.
—Mañana llegara también cargamento vía terrestre para Macarius,
bueno no exactamente para él sino para uno de sus hombres de
confianza que tiene entre las sombras —dice Klein mientras nos
alcanza los documentos que trae consigo.
—Será más grande de lo que habíamos previsto hermano —digo
mientras chocamos puños entre todos.
—Ya lo tenemos. Aunque no sea directamente a Macarius, pero si
al más cercano a él, estoy casi seguro que si Macarius está
detrás de todo esto saldrá volando mañana de la reunión para
encargarse el mismo y eso será nuestra oportunidad para ir a
la isla —dice Drake mientras sonríe.
—Lamento no poder acompañarlos, pero deseo estar presente en
todo el proceso cuando todo su cargamento sea intervenido.
Bueno espero que mañana se diviertan y la pasen bien, aquí está
mi presenta para Fénix ya que no estaré presente mañana —dice
Klein mientras le entrega una pequeña cajita a Drake. Minutos
después Klein se despide y abandona la oficina.
—No sientes celos al saber que Klein estuvo perdidamente
enamorada de Fénix —pregunto con picardía para molestar a Drake
quien mueve la cabeza en negación y dice que el hablo con Klein
hace muchísimos años y llegaron a buenos términos.
Drake suelta un suspiro y responde. —Es un tipo de palabra.
—Si tú lo dices —respondo encogiéndome de hombros.
—¿Por cierto mandaste a investigar y seguir a las personas de
las cuales sospechamos?
—Si Drake, estoy en eso. No te preocupes que yo me encargaré y
una vez que lo confirme créeme que lo lamentara el resto de su
vida, aunque me daría muchísima pena saber que nos
traicionaron.
—Espero que no sea lo que estamos pensando.
—Yo también lo espero por su propio bien. Por ahora tengo algo
de que encargarme así que me voy, antes debo de hablar con Lun
para que finja ser mi mujer delante de Macarius el día de
mañana.
Pov. Danna
La isla es hermosa, me hace sentir en paz y tranquilidad.
Recuerdo que me negaba a acompañar a Drake y Fénix a este
lugar, ahora me arrepiento por no haberlo hecho. Podría vivir
en este lugar por el resto de mi vida, sería muy feliz y estaría
rodeado de lo que siempre amé.
—¡Es hermoso mamá! —escucho el grito entusiasmado de mi hija y
mi corazón salta de la emoción. Si es hermoso mi amor —digo
mientras le acaricio la mejilla.
—Sabes mamá desde que tenía seis y me enteré que vendrías a
buscarnos soñé con que viviéramos cerca al mar en una playa
así de hermosa como esta, papá dijo que estaríamos juntos por
siempre, pero mami… —¿Te puedo preguntar algo?
—Claro que si mi amor, tratare de aclarar tus dudas —digo
mientras acaricio sus mejillas y le sonrió.
—¿Eres feliz con nosotros?
—Soy feliz porque te tengo en mi vida cariño, te amé desde el
primer momento en que te conocí e hice todo para protegerte.
—Pero no eres feliz con papá, ¿cierto?
Su comentario me toma por sorpresa, me obliga a arrugar el
entrecejo, abro la boca y la vuelco a cerrar cuando no encuentro
las palabras precisas para responder a las preguntas de Azul.
—Mamá yo sé que no amas a papá, sé que amas al tío Luke.
—¿Co-como lo sabes? —tartamudeo.
—Escuche una conversación que tuviste con papá, sé que estarías
con tío Luke si nosotros no hubiésemos aparecido en tu vida y
estoy agradecida que nos eligieras, sabes que yo te amé desde
siempre y lo hare sin importar lo que diga papá, solo quiero
verte sonreír como lo estás haciendo ahora mamá.
—Mi niña… —pronuncio entre lágrimas y abrazo a mi hija, es tan
madura para la edad que tiene y me duele escuchar hablar de
esa manera.
Escuchamos unos pasos de afuera, nos secamos las lágrimas y
vemos a Luke entrar, quien sonríe ampliamente al vernos y nos
invita a acompañarlo al mar, gustosa aceptamos porque Azul es
la más entusiasmada en aprender a nadar. Observo a mi hija
quien nada con Luke de lo más alegre, está sonriendo y gritando
de la emoción.
Pero hay algo en la mirada de Luke que no logro descifrar que
le pasa, no quiero pensar que está pasando algo por culpa de
Macarius, no quise preguntar como salió las cosas por no
malograr el ambiente y porque confiaba en la palabra de Drake
y Luke, asumo que ellos no nos hubiesen traído a la isla sino
estaban seguro que lo que harían.
Cuando tuve la oportunidad pregunté a Luke si pasaba algo y el
me aseguro que todo estaba bien, entonces asumí que estaba
siendo demasiada paranoica y ya no volví a preguntar, decidí
aprovechar el segundo día con mi cuñada y los demás presentes.
—¿Todo bien?
Me giro y me encuentro con los ojos interrogativos de Fénix. —
Todo bien cuñada solo que ando buscando a Luke que no lo veo
por ningún lado.
—Yo lo vi ir hacia su cabaña.
—Ah…
—Espérame que ahora vuelvo, tengo un regalo para Azul —dice
Fénix mientras le sonríe a mi hija y ella emocionada corre
hacia su tía, la abraza y besa. Fénix se separa e ingresa a la
cabaña principal mientras me quedo en compañía de las dos
mayores y mi hija.
Pov. Luke
—¡Michelle! ¿Por qué nos haces esto? —vuelvo a gritar mientras
intento moverme de la silla.
—Lo-lo siento Luke —pronuncia con cierto dolor en sus palabras
y me desvía la mirada.
—Si lo sientes ayúdame a salir de este lugar. Se llevaron a mi
hija, no sé qué paso con Danna y con el parto de Fénix.
Puedo ver la duda en la mirada de Michelle, no sé qué demonios
está pasando ni como fuimos a terminar de esta manera, pensé
que era Lun la que nos estaba traicionando y no era ella, era
Michelle la que nos vendió y destruyo nuestra vida todo este
tiempo.
—Luke lo siento, no puedo hacerlo tengo que proteger ah…
No pudo terminar de decir las últimas palabras porque alguien
más la ataco desde atrás haciendo que se desmayara y su cuerpo
terminara por estrellarse con el suelo. —¡Michelle! —grito al
ver como su cabeza comienza a sangrar.
—¡Saquen a esa mujerzuela!
Levanto la cabeza y me encuentro con el hijo de puta de
Macarius, quiero ponerme de pie y molerlo a golpes más no lo
puedo hacer al estar atado de manos y pies a la silla.
—¿Creíste que podías llevarte a mi mujer e hija y salir bien
librado? —pregunta mientras pide a uno de sus hombres ponerle
una silla delante de mí.
—¿A dónde se la llevan? —grito al ver que el cuerpo de Michelle
es arrastrado fuera de la pequeña habitación e ignoro la
pregunta de Macarius lo cual lo pone furioso, siento un fuerte
golpe en mi mejilla que me hace escupir sangre.
—¡Desátame y peleemos como hombres! —grito mirando con mis ojos
inyectados de sangre.
Sonríe. ¿Crees que me importa demostrar mi hombría? Te
equivocas señor Collins porque lo único que me importa es ganar
sin importar los medios que utilice. Lo único que quiero es
matarte con mis propias manos por ser el causante de todos mis
problemas. Por tu culpa ahora tengo que estar escondido como
una maldita rata, pero es una lástima porque así les obligaste
a vivir a tu hija y Charlene. —¿Dónde escondiste a mi mujer? —
grita de un momento a otro y tomando por el cuello.
Internamente me alegro que Macarius no haya podido atrapar a
Danna, espero de corazón que Danna este a salvo con Drake, no
me importaría morir sabiendo que mi mujer está a salvo, pero
al instante se me quita las ganas de morir al recordar que
ellos trajeron a mi hija.
—¿Dónde está mi hija? —pronuncio jadeante mientras toso
buscando respirar con normalidad. Me duele el cuello y siento
mi garganta seca, jure que perdería la vida en ese instante si
Macarius no me soltaba.
—Tu hija… —ríe a carcajadas al pronunciar esas palabras.
—¿Dónde escondiste a mi mujer? —vuelve a gritar y esta vez saca
su arma, me apunta directamente a la cabeza y sonrió de forma
burlona ante su amenaza.
—¿Crees que te lo diría? —pregunto mirándolo fijamente a los
ojos.
—Pues tendrás que hacerlo sino quieres que tu querida hijita
pague las consecuencias por la no colaboración de su querido
papito, perdón de su querido tío Luke porque para ella soy su
padre —dice mientras ríe a carcajadas minutos después se pone
serio y ordena a uno de sus hombres que encienda el monitor
que está en la habitación.
Pov. Danna
Del impacto al escuchar que Lun cortaría mi mano me desmaye,
no sé qué tiempo llevaba dormida. Cuando desperté no vi a nadie
a mi alrededor, estaba completamente sola y atada a la silla.
Sentí dolor en todo mi cuerpo y mucha pesadez en mis ojos, solo
podía ver con el ojo izquierdo. Yo debía salir de este lugar,
no podía permanecer aquí por mucho tiempo.
Trate de concentrarme, podía escuchar el sonido que hacia las
olas cuando chocaban con las piedras. ¿Dónde diablos estaba?
¿Dónde estaba mi hija? ¿Qué le había pasado a Luke?
Quise moverme y terminé por caer al piso con toda la silla al
piso.
—Ahhh… —grite de dolor.
Escuché unos pasados que se acercaban a la puerta lo más
probable es que escucharon el ruido que hice al caer seguido
por el grito de dolor.
—¡Levanten a esa perra! —ordeno Cristal una vez que ingreso a
la habitación. Sentí unos fuertes brazos moverme violentamente,
volví a gritar de dolor cuando me tomo del brazo el cual me
dolía demasiado, tenía la ligera sospecha que me fracture el
brazo el momento que caí al piso, baje la mirada y tenía el
pie completamente hinchado y con moretones.
—¡Ahhh…! —volví a gritar de dolor cuando Cristal presiono
fuertemente mi brazo.
—No pienses ir a ningún lado, si te atrapo queriendo huir no
dudare en hacer que una bala atravesé tu cráneo sin importar
lo que mi hermana opine porque para mí no eres más que basura
—amenazo Cristal, podía sentir el odio que sentía hacia mí en
cada una de sus palabras y su mirada confirmada que me odiaba.
Sonreí con ironía al saber que había sacrificado años de mi
vida, la vida de Adam y la de otras personas que murieron
tratando de rescatarnos por personas que no valían la pena,
por personas que tenían el alma y el corazón completamente
podrido. Fue aquí que me di cuenta que no podemos cambiar la
naturaleza de los seres humanos, entendí que en el mundo había
personas que solo nacieron para hacer daño, no sabía si esas
dos hermanas nacieron con ese corazón o la infancia tan sufrida
que tuvieron la convirtieron en este tipo de ser humano.
—No me mires con lastima, deberías sentir lastima por ti —grito
Cristal y sentí una fuerte bofetada.
—Te perdono a ti y a tu hermana desde el fondo de mi corazón,
espero que en algún momento encuentren el camino y no sea tarde
para hacer las cosas bien —dije mirándola nuevamente a la cara
haciendo que Cristal me mirara sorprendida.
—Te crees mejor persona que nosotros por demostrar bondad, no
eres más que una perra, un pedazo de mierda que se cree superior
al resto por hacer labor social.
—Que ustedes se sientan inferior al resto es algo que no podré
hacerles entender a personas tan estrechas de mente y con el
alma completamente podrido —dije mientras la miraba fijamente
a los ojos haciéndola arrugar el entrecejo.
—No logro entender porque me sigues odiando tanto Cristal. Se
suponía que tu odio provenía porque había “asesinado a tu
hermana”, pero ahora que ella está viva porque no pueden solo
vivir en paz porque no se marchan y viven tranquilamente en
algún lugar del mundo —seguí hablando al notar que Cristal se
quedaba pensativa.
—Puedes dejarme ir y juro que nunca dejaré que ni Luke ni
hermano las busquen porque sé que mi hermano hará lo imposible
por encontrarlas y posiblemente no será tan amable como lo fue
Pov. Luke
Ver a mi mujer llorar me partió el corazón así que caminé hacia
ella lo más rápido que pude y lo que la muleta me permitía
caminar. Sabía que ya todo había pasado que todo termino, bueno
no todo porque aún tenía que encargarme del maldito Macarius.
—Mi hija, ¿Dónde está mi hija? —pregunto Danna mirándome
fijamente a los ojos.
Nuestra hija está muy bien mentí. La verdad es que Azul fue
inducida al coma por la maldita droga que Macarius ordeno que
le inyectaran, para una niña como Azul era demasiado fuerte,
en sí para cualquier niño era demasiado fuerte, pero ya me
encargaría yo que me las pagara todo lo que hizo. Tenía
esperanzas en que Azul se pondría bien, según la información
del médico Azul presentaba buen diagnóstico.
Después de estar un rato hablando con Danna y por pedido de la
enfermera quien dijo que Danna necesitaba descansar no tuve
más opción que salir de la habitación de mi mujer y regresar a
la mía. En el trayecto me encontré con Drake quien estaba
camino hacia las incubadoras, su bebé por ser prematura fue
llevada ese lugar mientras Fénix se recuperaba en una de las
habitaciones del hospital.
—¿Le contaste a Danna lo que paso con Azul? —pregunto.
Moví la cabeza en negación, como podría darle tal noticia a
Danna. La conocía demasiado bien y sabía que se sentiría
culpable por todo lo que paso. —¿Cómo esta Michelle? —pregunte
porque hasta ahora no me había ido a visitarla aún no me sentía
preparado para hacerlo, tenía mucho enojo y decepción en el
corazón.
—Se está recuperando, fue por ella que Klein encontró tu
ubicación.
—¿Cómo? —pregunto sorprendido por la información que me acababa
de dar Drake.
Suelta un suspiro y sonríe. Recuerdas el collar que nos regaló
Michelle hace mucho tiempo —dice mientras saca el collar debajo
de su polo y me enseña el dije en forma de bala. Asiento al
recordar que aquel collar nos lo obsequio Michelle antes de
atrapar a los Stone.
—Este dije tenía un GPS por lo que Michelle lo activo y mando
su ubicación, la ubicación que la rastro Klein y llego hacia
ustedes.
En ese momento recuerdo lo que hizo Michelle y mi corazón se
siente un poco culpable al recordar que Mich había armado todo
un show frente a Macarius solo para que me arrebatara el collar
y activará en GPS.
No quiero justificar la traición de Michelle, pero puedo
entenderlo porque lo hizo. Macarius tenía a su madre y con ello
la estuvo amenazando, pero fue en vano porque Macarius una vez
de haber logrado su objetivo asesino a la madre de Michelle en
sus propios ojos.
—¡Maldito hijo de puta!
—Calma Luke, pronto nos vengaremos de él —dice Drake mientras
palmea mi hombro.
—¿Qué paso con Cristal y Lun?
—Lun muerta y Cristal escapo, pero no te preocupes que mis
hombres la están buscando.
—Lamento que Lun haya muerto sin haber sido castigada por mis
propias manos, juro que si estaba viva le haría sufrir lo mismo
que sufrió Danna.
—Eso ya no importa, lo importante es que no consiguieron lo
que se lo propusieron.
Pov. Danna
Seis meses después…
—¡Te ves hermosa!
Me giro y me encuentro con Fénix quien ingresa a mi habitación
cargando en brazos a la pequeña Esperanza. —Gracias —digo
mientras le sonrió.
—Te deseo toda la felicidad del mundo cuñada, que tu hogar sea
bendecido grandemente y puedas ser feliz con el hombre que
amas.
—¡Gracias! —digo mientras me pongo de pie y deposito un beso
en su mejilla. Luego Fénix se despide dejándome sola y pensando
en todo lo que pase en mi vida, no puedo creer que ahora me
vaya a casar con el único hombre que ame y amare por el resto
de mi vida.
Decidí ser ignorante y no preguntar más sobre la vida de
Macarius y Cristal. Observo por la ventana hacia el jardín y
observo todos los arreglos que se hicieron, me siento alegre y
contenta con todo lo que se hicieron pedí una boda modesta,
aunque Luke se negara, él quería hacer una fiesta a lo grande
y anunciar que se casaba con la mujer más maravillosa del mundo
más no se lo permití solo quería a mi lado a las personas que
me importaban y ellos solo podían ser mis familiares y amigos
que me acompañaron en este doloroso camino de la vida.
Me duele el corazón saber que Michelle no estará conmigo en
esta fecha importante, la culpa no le permite estar cerca de
nosotros así que se fue sin decirnos el lugar adonde se iría,
detrás de ella se fue Klein y ahora desconocemos el paradero
de ambos.
—Mamita es hora de bajar —es la voz de Azul quien acaba de
ingresar a la habitación vestida de rosa y su pequeña canastita
que ira regando las rosas de buenos deseos como ella lo llama.
Fue duro al momento que descubrió que Macarius no era su
verdadero padre, sino que su tío Luke, gracias a la ayuda de
los psicólogos mi pequeña fue asimilando todo lo que paso.
—Hermana es momento de bajar.
Esta vez es Drake quien acaba de ingresar y me llevará al
altar.
—Le acabo de avisar tío, pero no hace caso —se queja Azul y
ambos sonreímos. Azul se adelanta y yo entrelazo mi brazo al
de Drake, salimos de la habitación y nos dirigimos al jardín
donde se lleva a cabo mi hermoso matrimonio.
Visualizo a lo lejos a todos los presentes y al fondo este mi
adorado y amado hombre, él único que me enseño el verdadero
significado de amar. El resto de los presentes no mi importan
mis ojos solo se clavan en aquel hombre guapo que tengo en
frente quien me espera con esa sonrisa que me devuelve la vida.
No escucho las palabras que dice Drake, por inercia me suelto
de los brazos de mi hermano y entrelazo mis manos a la de Luke,
este besa mi frente y nos centramos en las palabras que dice
el padre, damos nuestros votos y promesas.
—¡Hasta que la muerte nos separe! —pronunciamos en una sola
voz ambos.
—Puede besar a la novia —escuchamos decir al padre y así
sellamos nuestro amor bajo los ojos de Dios. Rogando desde el
fondo de mi corazón que todo, absolutamente todas mis personas
puedan ser felices.
Recibimos las felicitaciones y buenos deseos de todos mis
amigos. Bailamos, reímos, brindamos y compartimos.
Un año después…
—Bienvenida Michelle —dije y la abracé tan fuerte como pude.
—Yo… yo…
—Tú nada mujer, no recordemos cosas tristes e infelices. Estas
de vuelta y eso es lo único que importa.
—Así es Michelle —intervino esta vez Fénix quien también se
acercó a abrazarla y así permanecimos un buen rato tratando de
consolar a Michelle quien no paraba de sollozar entre mis
brazos.
—¡Malditas hormonas me tienen con los nervios cruzados!
—¡Hormonas! —gritamos Fénix y yo en una sola voz.
Michelle sonríe mientras intenta limpiarse las lágrimas con la
yema de los dedos. —La culpa es de ese idiota —se queja Michelle
mientras dirige una mirada furiosa a Klein quien está sonriendo
con los demás hombres, bueno a excepción de Drake quien está
correteando a su hija por toda la playa.
—¿Estas embarazada? —pregunto con una sonrisa y recordando que
yo también tengo un secreto que confesar.
Respira profundo. —Sí, tengo tres meses de embarazo.
—Oww… felicidades —dice Fénix y la llenamos de besos
nuevamente, en ese momento recuerdo que yo también tengo tres
meses de embarazo y no dije a nadie aún, esperaba sorprender a
Luke en este viaje a la isla y pues la sorprendida fui yo al
recibir la visita de Michelle y sobre todo con la noticia que
está embarazada.
—Yo debo confesar algo —dice Fénix mientras lleva sus manos a
su vientre y nosotras la seguimos con la mirada.
—No… —grito. No podía dar crédito que las tres nos hubiésemos
embarazado al mismo tiempo, esto sería un verdadero caos.
—¡Estoy embarazada de cuatro meses! —grita Fénix de lo más
feliz.
—Y yo de tres —digo desganada.
—¡QUÉ...! —gritan esta vez las dos mujeres clavando sus ojos
sobre los míos. Al final las tres terminamos abrazándonos y
llorando como locas, nos giramos y nos encontramos con las
miradas inquisitivas de nuestros hombres.
—Son las hormonas —pronunciamos las tres en una misma voz.
—¿Mi amor estás embarazada? —pregunta Luke mientras me carga
en brazos y Drake hace lo mismo con Fénix mientras que Klein
persigue a Michelle por la playa.
—Uy… parece que no la tiene fácil —exclama Luke.
—¿Estas insinuando que tu si la tienes fácil? —pregunto levanto
un lado de mi ceja y mirando fijamente a los ojos de Luke quien
sonríe mientras me guiña un ojo. —Tengo que contentar a mi
esposa —dice mientras me carga en brazos hacia nuestra cabaña.
Me acomoda sobre el sofá de la sala con total delicadeza como
si fuera a romperme. —¿Mi amor necesitas algo? ¿Te sientes
bien? ¿Te duele algo?
—Solo me siento mareada, pero es por tu lluvia de preguntas —
bromeo e intento sentarme más no lo puedo hacer porque Luke me
obliga a recostarme de vuelta, me toma por sorpresa al ver como
acaricia mi vientre que aún no parece de una mujer embarazada
y comienza a hablarle como si mi pequeño o pequeña pudiera
escucharlo.
—Aún tengo tres meses y no puede reaccionar a tus palabras —
digo mientras enredo mis dedos en su cabello.
—Lo se amor, solo quiero que vaya acostumbrándose a mi tacto y
a mi voz, quiero que sienta cuando lo amo y espero conocerlo.
Final