Está en la página 1de 72

Ed

pr ic
oh ión
ib e
id le
a ct
su ró
ve nic
nt a
a
y
re
dis
tri
bu
ci
ón
.
PUTESÍA
Ed
pr ic
oh ión
ib e
id le
a ct
su ró
ve nic
nt a
a
y
re
d is
tri
bu
ci
ón
.
PUTESÍA
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA-SÁNCHEZ
.
ón
ci
bu
El contenido de este libro no podrá ser reproducido, ni total ni
parcialmente, sin el previo permiso escrito de los titulares del copyright.

tri
Todos los derechos reservados.

is
6HJXQGD edición: septiembre de 20
«Oh... Poeta maldito»,

d
© Textos: Miguel Ángel García-Sánchez

re
© Fotografías: Julio Murias, Studioivolution, Martín Page
gritaban los timoratos con fingida admiración.

nt a
y Miguel Ángel García-Sánchez ¡Qué fácil es hacerse amigo de un muerto...!

ve nic
y
Introducción:

a
‹Alejandro Jodorowsky
Dedicado a todos los poetas muertos.
Edición:
su ró
a ct
6,0Ð1',&(, S.L., Madrid
 •  PLJXHO#PDJDUFLDHV
id le
www.PDJDUFLDHV
ib e

Diseño y maquetación:
Jacques-A. Schnieper
oh ión

Diseño de portada:
Miguel Ángel García-Sánchez
Fotografía de portada:
pr ic

Martín Page
Modelos (portada e interior):
Ed

Irina Vega, EriV Máximo, Onix Babe y Mistress Kawa

ISBN: 978- ((GLFLyQH[FOXVLYDSDUD$PD]RQ)


Depósito legal: M-27064-2014


6
7
INTRODUCCIÓN

.
ón
Un bárbaro sexual vive dominado por deseos invasores.

ci
Un bárbaro material vive dominado por necesidades

bu
inútiles. Un bárbaro psicológico vive en su jaula mental

tri
dominado por ideas locas. Un bárbaro emocional vive

is
dominado por sentimientos ilusorios.

d
Contemplando el mar, no encontrarás la perla. Si

re
quieres obtenerla, sumérgete en él.

nt a
ve nic
y
No trates de parecer inteligente cerrándote a una

a
comprensión más profunda. Cuatro ángulos forman
su ró un cuadrado. El goce es circular.
a ct
id le
¡Que la revolución política se transforme en re-
ib e

[evolución poética!
oh ión

Alejandro Jodorowsky
pr ic
Ed
© Julio Murias. Modelo: Irina Vega.

9
SOBRE ESTE LIBRO

«... andando siempre... andando toda su vida... día tras


día... unos pocos pasos y después se para... mira al

.
vacío... después continúa... unos pocos pasos más... se

ón
para y mira al vacío... y así... a la deriva... día tras día...

ci
o aquella vez en que lloró... la única vez que pudo recor-

bu
dar... desde que era una niña... debió de llorar cuando
niña... tal vez no... no es esencial para vivir... sólo el

tri
grito del nacer para ponerla en marcha...».

is
d
No yo,

re
Samuel Beckett, 1972.

nt a
ve nic
y
El irlandés reivindica el recuerdo de momentos de

a
su ró
esplendor, evocados en el marco de un presente abu-
rrido y estéril. Su obra No yo, que él mismo definió
a ct
como «una boca moviente en medio de un escenario
id le

a oscuras» está marcada por el autoconfinamiento y la


ib e

autoobservación personal.
oh ión

Y ante esta postura, que preside su última etapa


creativa y vital, no pide que se le comprenda, es más,
pr ic

le es absolutamente indiferente que alguien lo haga


Ed

—se la suda— como a mí.


Confieso mi debilidad tanto literaria como filosófi-
ca por lo estoico. Miro atrás y concluyo que hasta hoy
no he escrito una puta mierda decente: mi único

11
mérito si es que lo ha habido, ha sido el de vomitar El puticlub del arte huele a champán y Winston, a
algunas flemas que me asfixiaban y, ahora que he whisky con agua y a Chanel, y sus putas, esclavas y
extirpado parte del corazón, necrosado por la falta esclavos del proxeneta, chulo sofisticado, afectado y
arrogante que se cree 'ios porque con su pluma o su

.
de oxígeno, no sé si volveré a esputar sobre el már-

ón
mol de aquella piel blanca los coágulos que la man- verbo puede elevar o enterrar.

ci
chaban en forma caprichosa de vocales y consonantes Y cierro igual que abrí esta introducción, como un
garabatos. vulgar ladrón de palabras:

bu
Da igual: evocaré como Beckett los momentos de

tri
esplendor vividos, si me aburro. O si me acuerdo. Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las

is
Hablamos de Libertad ignorantes de la cadena que palabras: inmoralidad, moralidad en el arte y demás ton-

d
nos aferra a la tiranía de los prejuicios. terías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a

re
Cerrando etapas y deteniendo el tiempo. Transmu- cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre

nt a
tando: sin interés alguno en lo que hay fuera del donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a

ve nic
y
huevo. taparse la cara. Tirándome a cada momento de la

a
su ró
Ni siquiera me importa saber si me comprendes. manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros
¿Cómo decirlo sin ser malinterpretado? ¿Cómo inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejan-
a ct
expresarme y que se me entienda? tes indecencias.
id le

¿Cómo poder eludir el juicio de quienes dirán que


ib e

[...]
el odio, el rencor o el miedo me nublan el sentido?
oh ión

¿Cómo gritar una verdad —mi verdad— sin causar ¿Quién de nosotros, en sus días de ambición, no hubo de
molestias a quien me lea? soñar el milagro de una prosa poética, musical, sin ritmo
pr ic

¿Qué es el arte?: prostitución. y sin rima, flexible y sacudida lo bastante para ceñirse a
Ed

—Hay putas caras y baratas: por gusto, afección al los movimientos líricos del alma, a las ondulaciones del
lujo y los placeres del cuerpo y del alma, o precaria ensueño, a los sobresaltos de la conciencia?
necesidad de subsistencia. Por libre elección o por Charles Bauledaire
imposición forzosa.

12 13
No me importa si tu mundo está llegando a su fin por-
que después de todo, no estoy invitado a él.

.
Tú dijiste que probaría la fama, así que dibujé un

ón
corazón.

ci
Pero ahora ya no soy un artista, soy una puta obra

bu
de arte.
Querías perfección. Lo conseguiste.

tri
Y ahora soy demasiado perfecto para alguien como tú.

is
Brian Hugh Warner, (s)AINT

d
re
PUTESÍA

nt a
ve nic
y
Miguel Ángel García-Sánchez

a
www.magarcia.es [X-RATED]
su ró
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

14
PROFECÍA

.
ón
ci
bu
tri
is
d
re
nt a
... y la sombra, vestida de oro se acercó y la sedujo.

ve nic
y
Así quedó preñada de odio la Humanidad.

a
Y está pronta a romper aguas.

su ró
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed
© Miguel Ángel García-Sánchez.

17
CARNAVAL

.
ón
ci
La multitud, con aire festivo y despreocupado se
agolpaba a lo largo de la angosta acera. Algunas per-

bu
sonas adelantaban por la izquierda, caminando por

tri
la calzada y llevando una silla de madera sobre sus

is
cabezas. Eran hombres en silencio y soledad, de sem-

d
blante serio y antipático, caras grises que contrasta-

re
ban con los animados corrillos que se formaban

nt a
entre quienes caminaban, paso a paso, apretujados

ve nic
y
en la acera.

a
su ró Entonces la vio. Iba acompañada de su gran amiga
a ct
y, incomprensiblePHQWH para él, de aquella otra
id le

personaque tanto daño decía ella le había ocasionado,


ib e

riéndose de forma socarrona y sabiéndose con poder;


oh ión

elpoder vacuo y fugaz que otorga tener una piara de


mamones alrededor adulando y riendo las gracias.
pr ic
Ed

Trató de alcanzarla, de hacerse ver. Imposible


entre tanta gente. Solo bajando a la calzada sería
posible adelantar aquella procesión que a paso quie-
to prácticamente no avanzaba, pero al hacerlo se dio

19
cuenta de que la silla que llevaba sobre sus hombros, e ignorantes de lo que recibirían en aquel •• ••••••••••
bar,
de la que no había sido consciente hasta ese momen- seguían haciendo cola como gilipollas, ajenos a lo
to, estaba en una posición opuesta a la que llevaban que el destino les deparaba.

.
los otros hombres tristes. Una silla de madera. ¿De

ón
dónde había salido?, ¿por qué no la había visto

ci
antes?

bu
Siguiendo el curso de aquel río de ojos y bocas,

tri
ensordecido por el murmullo de su cháchara, llegó a

is
la esquina donde moría: un puto bar donde despa-

d
chaban según les salíadeloscojones: arbitraria y capri-

re
chosamente servían cañas, cafés y tapas. Al llegar su

nt a
turno, recibe una bolsa de papel de manos de un

ve nic
y
inexpresivo camarero. La tienta, aprieta en sus

a
su ró
manos y percibe una frialdad aguda y áspera a la vez,
hiriendo sus palmas. «¿Qué coño?», pensó sorpren-
a ct
dido, «¿Unos clavos?». Y sin comprender nada
id le

intentó hacerse ver nuevamente, soportando a duras


ib e

penas la mirada indiferente de aquella muñeca de


oh ión

porcelana, inexpresiva más allá de la altivez que la


adornaba.
pr ic
Ed

Clavos. Unos clavos. Y risas a su alrededor.

Mientras, aquellas bocas que seguían en la calle,


escupiendo carcajadas, vomitando estupideces, felices

20 21
RESPUESTAS

.
ón
ci
bu
tri
is
¿Qué es Amor?

d
¿Qué es Libertad?

re
nt a
¿Qué es Alegría?

ve nic
y
a
No es Dolor,

su ró Ni tu Verdad,
a ct
Ni lo que Tenía.
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

23
VAGUEDAD

.
ón
ci
bu
tri
is
d
Con el alma encogida y temerosa

re
Náufrago soy en un mar de soledad.

nt a
ve nic
y
De la vida escondida y temblorosa

a
El tiempo me engulle y desvanezco
su ró Como polvo en la eternidad.
a ct

id le

ib e
oh ión
pr ic
Ed
© Miguel Ángel García-Sánchez.
ESCUCHANDO

.
ón
Una estancia amplia y una escalera a la derecha, sillo-

ci
nes rojos y olor a cerrado.

bu
Ella le dice: «Has decepcionado a muchas perso-

tri
nas».

is
Él escuchaba y no entendía cómo nadie se lo había
dicho a él. No conocía las reglas de aquel juego. No

d
re
comprendía nada.

nt a
Y siguió escuchando cómo ella recitaba en una ora-

ve nic
y
ción monótona cada una de las desilusiones que había

a
causado a quienes habían estado cerca de él.
su ró Y lloró.
a ct
Por dentro y por fuera. Su corazón se abrió envol-
id le
viendo su ser de un frío seco y cortante, y sus ojos
ib e

regaron aquel rostro que ya no recordaba qué aspecto


oh ión

tenía.
Y FRPSUHQGLó.
pr ic
Ed

27
© Julio Murias. Modelos: Irina Vega y Eri••••
Máximo.

Ed
pr ic
oh ión
ib e
id le
a ct
su ró
ve nic
nt a
a
y
re
d is
tri
bu
ci
ón
.
29
SIEMPRE

Desnuda tu piel
Mis dedos te sueñan,

Y déjalos despertar en ella.


BLACK DOG

Perro negro, ladrón.

.
La puerta FHUUDGDque guardas

ón
0DQWLHQHFLHJR

ci
Este cuarto pequeño

bu
Donde escondo mi alma.

tri
Perro negro, que traes dolor,
No te alimentes más

is
De su blanco espíritu.

d
re
Perro negro que muerdes el corazón,

nt a
Desilusión que devoras la vida

ve nic
y
Que engulles los sentimientos y los anhelos.

a
su ró Perro negro, veneno en la sangre,
a ct
¿Por qué te di de comer?
id le

Perro negro, cabrón.


ib e
oh ión

Perro negro, guardián traidor,


¿Por qué no te encerré?
pr ic

Perro negro que naces de una palabra,


Ed

Muérete. Vomita tu bilis negra


Y déjala vivir.

31
PERDIDO

¿Dónde estoy?

.
¿Dónde voy?

ón
ci
El viento del Este
Me desorienta.

bu
Brisa vestida de luz,

tri
Que acaricia mi alma

is
Con un susurro cadente,

d
De ritmo monocorde y cálido.

re
nt a
¿Dónde estoy?

ve nic
y
¿Dónde voy?

a
su ró Del Oeste las sombras
a ct
Esperan al borde del camino.
id le

Frío lecho, tumba del Sol.


ib e

Sus nudosos dedos


oh ión

Rasgan mi vida.
Sus labios secos
pr ic

Se sacian en mi corazón abierto.


Ed

¿Dónde estoy?
¿Dónde voy?

33
UN SUSPIRO
Arriba, las estrellas.
%yYHGD estampadD de perlas.
El mundo de los anhelos.

.
No acierto a orientarme.

ón
ci
Abajo... abajo,
Miro abajo, y mis ojos

bu
Tropiezan con el presente,

tri
Ahora. Hoy.

is
Mis pasos se detuvieron.

d
No puedo caminar

re
Sin saber qué destino deseo.

nt a
Mis manos están vacías de ti

ve nic
y
mis pies quietos,
¿Un sueño?

a
Y mi corazón fatigado.

su ró
Lo he acariciado.
a ct
¿Dónde voy?
id le

¿Dónde estoy?
ib e
oh ión
pr ic
Ed

34 35
SIMPÁTICO CABRÓN

Su cabeza bulle de ideas, creaciones, como una olla a

.
presión en la que los ingredientes que la vida y el día a

ón
día van proporcionándole se cocinan a fuego lento,
mezclando grasas, jugos y proteínas, GHVWLODQGR un caldo

ci
espeso GHRORUSHQHWUDQWH y sabor fuerte.

bu
Extremadamente concentrado y que es preciso tamizar.

tri
Sí, su cabeza bulle con todo tipo de ocurrencias: ideas

is
malas, ideas absurdas y buenas ideas, danzando en una

d
orgía de sensaciones, ora en silencio, ora de forma

re
escandalosa y ruidosa. Y la siente pronta a estallar...

nt a
Es un tipo EDVWR. Intentó pulirse hace algún tiempo

ve nic
y
pero aquel carácter esculpido FRQHOque llegó a

a
su ró
cubrir su piel, quebró. Ahora la tosquedad rezuma a
borbotones por esas grietas y el muy cabrón sale a
a ct
pecho descubierto y pistola en mano dispuesto a des-
id le

pojar al mundo de la belleza cursi y rosa, de olor a lilas


ib e

y jazmín, y a inundarlo de su propio olor almizclado,


oh ión

de macho. Un macarra sinvergüenza con la inconte-


nida necesidad de marcar las esquinas de su territorio,
pr ic

tal y como hacen los perros y los lobos.


Ed
© Miguel Ángel García-Sánchez.

Pero muy simpático, eso sí.


Su cabeza bulle. Un Rohipnol y una hembra le ayu-
darían a olvidar.

37
LAMENTO DE PELEO ANTE
TETIS CUANDO ÉSTA,
SINTIÉNDOSE HUMILLADA
POR LA IMPOSICIÓN DE LOS

.
DIOSES, LE RECHAZÓ

ón
ci
bu
Tetis, caprichosa ninfa del mar, ¿Y quién eres tú para

tri
juzgarme por mis actos, mis ideas o mis palabras?

is
Nunca mojaste tus argénteos pies en la espuma de

d
estas olas.

re
Mírate en el espejo y no me hagas gastar saliva ni

nt a
obligues a mis desolladas manos a tirar más, a sostener

ve nic
y
una soga con semejante peso.

a
su ró
Estoy fatigado, agotado, exhausto de bregar en esta
tempestad, de mantener las velas hinchadas al capri-
a ct
choso soplo de tu brisa, sin saber el rumbo al que me
id le

diriges.
ib e

Y ahora que la nave va a pique, lo único que podría


oh ión

mantenerla a flote no está. Ya no existe. O tal vez


nunca existió y ésta la mía fue una travesía en solita-
pr ic

rio, una aventura suicida condenada al fracaso desde


Ed

el mismo día HQTXHSDUWt

39
CUANDO LA ROSA
PIERDE LOS PÉTALOS,
SOLO VISTE ESPINAS

.
ón
ci
bu
tri
¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?

is
Nació, creció y sin saber cómo, dejó el

d
amargo recuerdo del calor perdido, la

re
nt a
nostalgia de abrazos interminables y

ve nic
y
generosas y sinceras promesas. En su lugar
dejó un inmenso y oscuro agujero lleno de

a
su ró nada, profundo e insondable. Imposible de
esconder o cubrir.
a ct
id le

Y para evitar perderse en su interior, para


ib e

impedir que nadie cayese en él por accidente,


oh ión

lo rodeó de alambre de espinos y cristales


rotos, excusa indisimulada para alejar de sí
pr ic

mismo la tentación a asomarse siquiera a ese


Ed

abismo.


PLUTÓN
El silencio grita tu nombre, y yo, borracho de
soledad me escondo en la cobardía del recuerdo.
Aquellos campos nevados que cubrimos y

.
ón
regamos, relucen tímidamente bajo las estrellas,
lágrimas de eternidad engarzadas en un hilo

ci
invisible que nació ayer en el cielo y morirá

bu
mañana en la tierra.
«¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de [esta]

tri
Noche Plutónica!».

is
Y el Cuervo dijo: «Nunca más».(1)

d
Tras deambular sin sentido ni rumbo Y tras el paso por aquella Puerta Infernal, un

re
definido, desorientado por el destello

nt a
mundo ya olvidado se mostró ante sus ojos.
de una estrella errante y agotado por el

ve nic
y
Hasta el aire brillaba atravesado por la cálida luz
vaivén de las olas, el náufrago llegó a

a
del alba que rasgaba insolente los últimos batidos de
una playa.
su ró
Una isla desierta será su hogar por tiempo
la capa negra de aquel Ave.
a ct
«Adiós Ira, Angustia, Congoja». Y el amante dijo:
indefinido. Tal vez no vuelva jamás a
id le
mirar al mar, ni a buscar velas en el «Nunca más».
ib e

horizonte. Tal vez, nunca más.


La supervivencia es ahora su única meta en
oh ión

tierra firme. En su isla.


En Putesía.
pr ic
Ed

(1)
Edgar Allan Poe.


43
PUTESÍA

.
ón
ci
Burguesía, progresía,

bu
—Pleitesía.

tri
Ambrosía, malvasía,

is
—Fantasía.

d
Cortesía, demasía,

re
—Hipocresía.

nt a
Hidropesía, travesía,

ve nic
y
—Alevosía.

a
Feligresía, apostasía,
su ró —Medrosía.
a ct
Celosía, jemesía,
id le
—Frenesía.
ib e

Raposía, bravosía,
oh ión

—Putesía.
pr ic
Ed

45
FÉNIX

.
ón
ci
La renuncia a la propia libertad es un error imperdo-

bu
nable. No hay cadena más pesada que la que se impo-
ne uno mismo.

tri
is
Estoy en la fase de hacer y decir lo que deseo, y

d
Aunque parezca poco meditado, no lo es.

re
nt a
Nace de otra forma en mi interior,

ve nic
y
Intuyendo, en el tiempo, viendo y viviendo.

a
su ró Renací una vez más de mis cenizas.
a ct
Me despojé de certezas, maté fantasmas,
id le
Arrojé oropeles y desnudé mi espíritu de vanidades.
ib e

Asesiné prejuicios, di de comer a la compasión y


oh ión

Floreció la desvergüenza en mi alma.


pr ic
Ed

47
OLVIDAR

.
ón
—Teseo, ¿qué ansías?

ci
Tu boca besar, las manos coger.

bu
Tu pecho abrazar, y de tu copa beber.

tri
Pero voy a perderme esta noche en algún laberinto

is
no demasiado complicado, del que poder escapar sin

d
seducirte, Ariadna.

re
Necesito beber de otras fuentes y bañarme en otros

nt a
mares para que mi alma se recomponga.

ve nic
y
No sé si servirá.

a
No podré olvidar fácilmente, pero tengo que inten-
su ró tar borrarte de mi piel2HVSHUDUSDFLHQWHTXHHO
a ct
WLHPSRHQWLHUUHWXUHFXHUGRHQPLPHPRULD
id le
—Teseo, ¿qué harás?
ib e

Llorar, gemir, el velo descorrer


oh ión

Y después de morir,
Volver a nacer.
pr ic
Ed

49
VERSOS EN LA PIEL

.
ón
ci
bu
Desangro mi corazón gota a gota,

tri
Se evapora mi vida a cada suspiro

is
Cada letra y palabra que brota,

d
Mi mundo detuvo su giro.

re
nt a
ve nic
y
Con mi negra sangre

a
Trazo sobre su piel blanca,

su ró Palabras sin sentido.


a ct
Tinta en el papel, luto efímero
id le
Que las lágrimas borrarán
ib e

Y perderán en el olvido.
oh ión
pr ic
Ed

51
LA SOMBRA ASESINADA

Ya no le seguirá. Llevaba varios meses adelantándose,

.
marcando su rumbo, señalando sus pasos.

ón
Silenciosa y siempre presente, perenne en su vida.

ci
Continuamente situada dos pasos por delante, sin
dejar ocasión de participar al azar ni a la improvi-

bu
sación.

tri
Alimentándose de su carácter e ingenio. La savia

is
dulce de sus nervios la mantenía viva a costa de su

d
agudeza y genialidad.

re
Una falsa sensación que le mantuvo durante meses

nt a
narcotizado. El XQWXRVR\RSLiFHRaroma que aquella

ve nic
y
oscura mancha desprendía mientras precedía su mar-

a
su ró
cha aún le envuelve.
Un viaje hacia ninguna parte. Sin origen ni desti-
a ct
no, sin sentido.
id le

Nunca supo de dónde surgió ni cómo llegó a pasar


ib e

de ir tras él a adelantarle.
oh ión

Pero no podía permitir que continuase haciendo


suyas sus vivencias.
pr ic

Era aquella oscura mancha o él.


Ed

Y la mató. Con alevosía y premeditación. Sí, asesi-


© Miguel Ángel García-Sánchez

nó a su sombra.
La estranguló lentamente, mientras sentía cómo se
escurría entre sus dedos. Como humo, aquella negra

53
ALAS NEGRAS
figura se fue desdibujando ante sus ojos y su alma se
sintió aliviada, libre de un peso invisible.
Aquella inefable sensación que embargó durante

.
meses sus sentidos y su corazón, desapareció entre sus

ón
manos y ante sus ojos, dejando su corazón franco de

ci
nuevo.
Y no sintió remordimiento alguno. Y ello le hizo

bu
sentirse suficientemente bien aunque no feliz.

tri
is
El sonido del silencio,

d
Sordo y grueso,

re
Se rompió al batir sus alas.

nt a
El aire frío de la mañana

ve nic
y
Lloraba sobre el cristal de la ventana.

a
su ró
a ct Y entonces lo vi.
Poe no estaba loco.
A mí también me habló...
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

54
55
TEDIO

.
Un día corriente, como cualquier otro día; igual que

ón
fue ayer o será mañana.

ci
A pesar de lo ordinario del discurrir del tiempo,
suceden cosas, haciendo de su acontecer un hecho

bu
extraordinario en sí mismo.

tri
Como el día en que nació, o en el que morirá.

is
Acontecimientos que pueden hacerle sentir feliz, o

d
desgraciado.

re
Lazos que acaban uniendo como nudos y pesando

nt a
como férreos eslabones unidos a un grillete.

ve nic
y
Sin llegar a saber cómo, escondido en un sombrío

a
su ró
rincón acabó aquel corazón marchito y cansado.
Aquella estancia antaño soleada, día a día fue oscu-
a ct
reciéndose y llenándose de polvo. El silencio, la
id le

humedad y el frío sustituyeron a las risas, el calor y


ib e

la luz. Una vulgar desolación destronó al amable


oh ión

candor que abrigó aquel trozo de carne, ahora sin


vida.
pr ic

Y todo había ocurrido de forma anodina, con abu-


Ed

rrida normalidad ante los ojos que contemplaban


aquel discurrir con indiferencia.
Vidas grises, tristes y vacías. ¿Dónde están el calor
y la luz? Solo aquella lejana sonrisa, que él recordaba

57
URGENCIA
casi desdibujada, parecía mostrarle con certeza singu-
lar que aún no estaba muerto...
Un día corriente como cualquier otro día; igual que

.
fue ayer o será mañana.

ón
ci
bu
tri
Esta visión distorsionada de la realidad me da dolor de

is
cabeza. Urge buscar una perspectiva desde la cual no

d
sienta el vértigo que me invade.

re
nt a
El resultado de esa ficción construida es una serie

ve nic
y
de acontecimientos que tambalean la propia exis-

a
tencia.

su ró Estrellas que se deshacen en lluvia e inundan el


a ct
pozo en el que se ahoga el alma.
id le
Súbita agonía, ¡que lenta eres!
ib e
oh ión
pr ic
Ed

58 59
EL CUARTO CABALLO

Yohanan se equivocaba. La consecuencia no puede

.
ser causa.

ón
No puede la muerte montar el caballo amarillo

ci
junto a los otros jinetes.
Su espíritu, envuelto en el melancólico aliento de

bu
la verde diosa absenta y amordazado por el láudano

tri
los vio y sus sentidos soportaron entre brumas sus frías

is
caricias y sordo canto.

d
Ángeles enfermos de maldad.

re
Alas teñidas de negro, custodiando el camino sin

nt a
retorno.

ve nic
y
Ángeles famélicos reclamando su portazgo a quie-

a
su ró
nes pasan, con la cabeza baja, ante ellos.
Exigiendo su salario y fortalecidos con cada alma
a ct
que devoran.
id le

Y más profundo es el abismo donde aquellos despo-


ib e

jos sin ánima alguna caen arrojados.


oh ión

Ángeles, guardianes de la noche en el País de los


Sueños.
pr ic

Putos Ángeles negros.


Ed

61
MIEDO A AMAR

.
ón
ci
bu
Amor a escondidas,

tri
A resguardo de miradas indiscretas

is
Y de juicios vanos.

d
Siempre quise gritar a los cuatro vientos

re
nt a
Lo que por ti sentía.

ve nic
y
Y cada vez que tú, en contadas ocasiones,

a
Por el corazón tentado lo hacías,

su ró Yo de alegría e ilusión enloquecía.


a ct
Pero un miedo te invadía y presta
id le
Desdecías, borrabas o huías.
¿Por qué, mi amor?
ib e
oh ión
pr ic
Ed

63
CORAZONES ROTOS
Si un corazón se rompe y sangra,
Otro también se derrama
Y deshace en dolor.

.
ón
Como un torrente se escapa la vida,
Marea de agua salada

ci
Que seca el jardín.

bu
Agosto del afecto,

tri
Yermo y marchito.

is
Dolor, tristeza.

d
Sueño y sed.

re
No sé seguir.

nt a
Quiero, deseo, busco...

ve nic
y
Y no sé.

a
¿Dónde está el camino?
su ró ¿Dónde se borró la senda que caminabas
a ct
Con alegría y felicidad?
id le
¿Cómo se cerró la puerta?
ib e

¿Dónde está la llave?


oh ión

¿Por qué ese empeño en evitar que se abra?


Ni puta idea.
pr ic

Y sí. Sigue importándome.


Ed

El sillón rojo... trono de Venus,


Está vacío...
Suplicante que su diosa lo ocupe.

65
CASTIGO

.
ón
ci
bu
tri
is
d
Morena luz de luna, tiembla en tu mirada,

re
nt a
Tu piel tensa se estremece,

ve nic
y
Tus nalgas desnudas se enrojecen

a
Tras la disciplina aplicada...

su ró Y anhelas sentir más.


a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed
© Julio Murias. Modelo: Irina Vega.

67
PERLA NEGRA

.
Rara perla, negra flor.

ón
Mis días sin sol

ci
Acabaron.

bu
Polvo de estrellas,
Dorado crepúsculo.

tri
Puente ante el abismo.

is
d
Rara perla, negra flor.

re
nt a
Contigo desafío al mundo.

ve nic
y
Tu insolente belleza

a
Humilla a la vulgaridad

su ró Y retorna a la sencillez,
a ct
Este oscuro mundo.
id le

No puedo engarzare, rara perla,


ib e

No puedo asirte, negra flor.


oh ión

Solo puedo desearte,


© Martín Page. Modelos: Irina Vega y Onix Babe.

Solo puedo amarte.


pr ic

Rara perla, negra flor.


Ed

69
LÁGRIMAS

.
ón
ci
bu
tri
is
d
Lágrimas de oro, manadas de la felicidad de un alma

re
cándida.

nt a
Espíritu dichoso, que repta y se retuerce, vulnera-

ve nic
y
ble al placer que su gemela llama inflama.

a
Lágrimas doradas, hijas del sol...
su ró Solo tú lo entiendes.
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

71
SOLO CENIZAS

.
ón
ci
Fuera de control, palpitante y vivo,

bu
El fuego devora la razón, la belleza y hasta la pasión.

tri
Como un hiriente puñal, corta la carne del alma

is
Y la convierte en cenizas amargas y ásperas.

d
re
Ese fuego que agota la fuente de la que bebemos,

nt a
Que calcina el mismo pavimento por el que caminamos

ve nic
y
Y que nuestra sangre roja hace hervir,

a
Nos consume a los dos.
su ró
a ct
No puede detenerse una vez alimentado.
id le
No hasta que ya no queden más que cenizas
ib e

Y una mancha negra duerma en el suelo,


oh ión

Allá donde tu alma soñaba junto a la mía.


pr ic
Ed

73
ESCLAVAS DE UN DIOS

.
ón
ci
Almizcle y azafrán,

bu
Canela y clavo.

tri
En la puerta claman

is
Desde un mundo cerrado.

d
re
Las cadenas romperán,

nt a
Violarán el candado.

ve nic
y
a
Almizcle y azafrán,
su ró Canela y clavo.
a ct
La puerta cerrada abrirán,
id le
Y vivirán lo siempre soñado.
ib e

Y libres olvidarán,
oh ión

Su estado esclavo.
Geisha. © Studioivolution. Modelo: Mistres Kawa.

pr ic
Ed

75
LA PRESUMIDA CORRECCIÓN
DE LA IMPOSTURA
O EL ARTE DE LAS PUTAS

.
ón
Colmena de negro alquitrán,

ci
poligonal prisión de alacranes blancos,

bu
emponzoñados de vanidad y mentira.

tri
is
Prostíbulo abyecto, insulto a las honradas putas.

d
re
Mercado de esclavos, tu salario de sangre y mierda

nt a
compra sicarios que asesinan al amor,

ve nic
y
negreros que rasgan la inocencia de almas blancas,

a
su ró
brujas que arrancan corazones,
enanos que zarandean las cunas de los que duermen.
a ct
id le

Tus cucarachas alquilan belleza a las mariposas


ib e

sin mirarse en un espejo, para volver a esconderse en


oh ión

tus rendijas, mientras ellas, libres vuelan sobre rojos


© Martín Page. Modelos: Onix Babe e Irina Vega.

campos de amapola.
pr ic
Ed

Santas putas que el Arcade conoció,


decentes en la indecencia hipócrita de las ratas.
La presumida corrección de los impostores
os mancha cuando os follan.

77
EL DESCENSO DE VENUS
Compleja simplicidad la de su estúpida maldad
que hincha algunos sacos vacíos en los cuales,
Esculpida, majestuosa

.
solo tabletea un puñado de huesos.

ón
Desde tu altar
Contemplas el mundo.

ci
Y te pregunto yo, colmena: ¿Eres burdel o cemen-
terio? Una diosa entre mortales.

bu
tri
Mis manos convierten

is
La frialdad del mármol

d
En carne cálida y temblorosa.

re
nt a
Bajas de tu pedestal de diosa

ve nic
y
Y haces tuya la vida

a
Breve pero intensa
su ró De los hombres,
a ct
Y su humanidad fluye
id le
De tus ojos
ib e

En forma de lágrimas.
oh ión

Heroína de la pasión,
pr ic

La belleza y el Amor.
Ed

Venus, mi diosa.

78 79
CAZADORA
Shhh, camina de puntillas.
Tu sombra felina estremece y ahuyenta a las

.
Cobardes y pusilánimes presas que te intuyen.

ón
Sigilosa hembra, esconde tus garras.

ci
¿Dejarás de seguir la linde para cruzarla?

bu
¿Que buscas? ¿Dónde vas?

tri
Oteas el horizonte mientras frotas contra la áspera cor-

is
teza de troncos rugosos y duros, tu lomo grácil y esbelto.

d
Pero es inútil, el viento anuncia tu fragante celo.

re
nt a
Shhh, silencio.

ve nic
y
Sigilosa hembra, esconde tus garras.

a
El camino se estrecha y ahora es más fácil cruzarlo.

su ró Escuchas el rugido cercano de los machos al otro lado.


a ct
Solo la hierba pajiza te separa de ellos.
id le

Pero no. Tienes hambre y buscas la Gran Presa.


ib e

Esa que sacie tu hambre por días.


oh ión

Necesitas cazar, sentir en tu boca la tibieza


De los fluidos vertidos, el palpitar de la carne
pr ic

Mientras muere en tus garras, en un abrazo mortal.


Ed

Shhh, GHWHQWH.
Se acerca. Te ha olido e inmóvil te espera.
Ha elegido. Y tú, ¿cruzarás el camino?

81
CAÑA DE AZÚCAR

Bella dama, amor moreno.

.
El viento te cimbrea,

ón
Ásperas manos te asieran

ci
Y el machete te cercene.

bu
Tu amargo azúcar

tri
Quemó mis labios.

is
d
Tu sabor vive en mi boca,

re
nt a
Tu suavidad muere en mis dedos.

ve nic
y
a
Oscura luna de invierno,

su ró Que el sol te ciegue de lleno.


a ct
id le
Tus ojos llueven tristeza
Y los míos por verte de nuevo.
ib e
oh ión

Bella dama, amor moreno.


>SLOHQFLR@ Escucha, atiende:
pr ic

Te como, te bebo.
Ed
© Julio Murias. Modelo: Irina Vega.

Te quiero, te amo.

83
EN PRIMAVERA

.
ón
ci
bu
tri
is
d
Amapola, frágil al viento.

re
Abre tus pétalos y déjate por el sol mimar.

nt a
Pasión de rojo terciopelo siento,

ve nic
y
Imposible de olvidar.

a
su ró Y créeme: no miento,
a ct
Que hoy no te puedo dejar de amar.
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

85
UN SUEÑO

.
ón
ci
bu
tri
Evaporarme.

is
Sueño convertirme en aire,
Para que me respires.

d
re
nt a
Y llover.

ve nic
y
a
Como una gota de agua
su ró Recorrer tu piel,
a ct
Y tus labios mojar.
id le
ib e

Y volver a nacer.
oh ión
pr ic
Ed

87
TODOS ZOMBIS
(CUENTO CORTO)

.
ón
ci
bu
tri
Caminaba incómodo por la acera, sabiéndose un

is
extraño en aquella ciudad. ¿Cómo entender esa pesa-

d
da sensación de vaguedad?

re
nt a
¿Cómo explicar tan angustiosa soledad?

ve nic
y
Percibía punzantes las miradas hiriéndole, mien-
tras los murmullos acrecentaban el escozor en su piel

a
su ró rasgada.
a ct
Sentíase un intruso de su propia existencia. Gra-
id le
vosa levedad la de aquella impostada actuación que
durante tanto tiempo le había mantenido medio
ib e

vivo.
oh ión
pr ic
Ed

89
ALQUIMISTA

Mármol colorido,
Frío y altivo.

.
ón
Con mi mirada

ci
Y mis susurros

bu
Tornas arcilla.

tri
Mis manos moldean

is
Tu pasión,

d
Mis dedos hundiéndose

re
nt a
En el barro

ve nic
y
Dan forma

a
A tu orgasmo.

su ró
a ct
Mármol frío
id le
E insolente
Que guardas en ti
ib e

El calor y humedad
oh ión

De la tierra.
pr ic

Grácil materia.
© Martín Page. Modelo: Onix Babe.

Ed

Hora dúctil y maleable,


Hora fría y dura.

91
LUZ DE LUNA
Camaleónica ramera,
Furcia divina,
Dueña del infierno,

.
Caída del cielo.

ón
A la sombra de la luna,

ci
Diosa y Puta
Siempre, Tu figura se escurre

bu
No te olvido. A la sombra de la luna,

tri
El sordo llanto fluye.

is
d
Noche pintada en blanco

re
La nieve el tiempo engulle,

nt a
Palabras que de mi piel arranco,

ve nic
y
Tic tac, el tiempo transcurre.

a
su ró A la sombra de la luna,
a ct
Tu figura se escurre
id le
A la sombra de la luna,
ib e

El sordo llanto fluye.


oh ión
pr ic
Ed

92 93
LA DERROTA DE SET

—Tu dolor me fortalece, ¿no lo ves?

.
Sus labios se movían pero él en realidad no escu-

ón
chaba nada. Solo veía cómo dibujaban caprichosas

ci
muecas entre las cuales, de vez en cuando, brotaba
una leve bocanada de vaho que desdibujaba la redon-

bu
da cara su rival.

tri
is
¿Y si no oía sonido alguno, cómo podía entender lo

d
que le decía? Tal vez no lo hiciese y todo fuese un

re
sueño. No estaba seguro. Todo eran dudas.

nt a
ve nic
y
—Tu miseria es mi alegría. ¿No lo sabes?

a
su ró
Se fijó en aquella mirada, en su expresión de locu-
ra, con fugaces destellos de ira vestida de placer.
a ct
Aquellos antaño buscados ojos ahora le asustaban.
id le

No quería que le observaran, deseaba que mirasen a


ib e

otro lado, que su fuerza se apagara.


oh ión

—Tu tristeza calma mi sed. ¿No lo sientes?


pr ic

Sí, lo sentía. Claro que era consciente de ello. Es


Ed

más, esa era su única certeza en aquel momento en


que sentía crujir su pecho bajo la presión de unos bra-
zos invisibles pero fuertes, y que parecían determina-
dos a acabar con él.

95
LLUVIA DE ESTRELLAS
Aquella negra estrella, un oscuro punto en el cielo
que de luz y vida se alimentaba había aparecido una

.
mañana en el horizonte, distante y solitaria. Opuesta

ón
a la que trae la luz, acabaría echando siete cerrojos

ci
sobre ésta para una vez derrotada y prisionera devorar
la alegría de los corazones, sembrando ignorancia e

bu
impasibilidad. Esparciendo locura y rabia. Llora estrellas la noche,

tri
Morir es vivir.

is
No entendía nada. Ni siquiera cómo había llegado Lágrimas amargas ríos llenan.

d
hasta allí. Estaba tan cansado, que el dolor ya no le Las estrellas caen del cielo.

re
causaba temor alguno. Envuelto en aquella oscuridad, Noche triste sin perlas,

nt a
solo deseaba cerrar los ojos y dormir. Océano de soledad,

ve nic
y
Mi corazón ahogado,

a
Enmudeció OD boca
su ró Y mis dedos se ataron.
a ct
6RIRFDGDSasión, amor asesinado.
id le
Y aun así sentir que sin ti,
ib e

Vivir es morir.
oh ión
pr ic
Ed

96 97
SIEMPRE

.
ón
ci
bu
tri
is
Mis dedos sueñan con tu piel.

d
Mis ojos buscan tu mirada.

re
nt a
Y mi boca ansía probar tu miel.

ve nic
y
a
Oscura hada alada,

su ró Mis pies a ti me llevan.


a ct
Siempre, tu amante fiel.
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

99
CAMINANTE

Repasando el trecho recorrido y marcando los baches

.
que rompieron sus pies. Y no, él no los puso ahí pero

ón
sí los pisó.

ci
Mentalmente visualiza cada uno de ellos, rememo-
ra cada traspié y cada esfuerzo para levantarse.

bu
Cada uno de ellos dejó una marca en su piel, mar-

tri
cas bellas algunas, cicatrices feas las más, alguna de

is
ellas aún llorando sangre negra, envenenada.

d
Creyó ver la luz pero no, estaba cegado, como la

re
mariposa que vuela hacia la luz mortífera en la noche.

nt a
Peregrino, en la vida, el caminar duele. Él ya no

ve nic
y
espera que nadie le tienda la mano sin extender la

a
su ró
otra más temprano que tarde.
Soledad. Soñada soledad que temió.
a ct
El agridulce recuerdo del camino, las posadas visi-
id le

tadas, mesas y catres compartidos se agolpan en su


ib e

memoria.
oh ión

La fragancia del jazmín y las rosas se confunde con


el olor a coño y vino en sus recuerdos y mientras,
pr ic

aquella rosa negra, clava más hondo sus espinas,


Ed

adornando su piel con un collar de rojas perlaV


.
Esta roto, cansado, sin aliento. Y sin rumbo. No le
queda con que pagar el peaje. O no lo sabe.

101
LA ESQUINA
Descansa amigo caminante y mientras recréate con
esta leyenda que otro viajero, cansado como tú, escri-
bió en la dura corteza del tiempo:

.
Aquello le sigue, percibe su presencia. Inmóvil y

ón
Caminante, son tus huellas sorda. Fría.
El camino, y nada más;

ci
Inquieto, se detiene, mira atrás y cree ver algo por
Caminante, no hay camino,
el rabillo del ojo. Una sombra o un bulto, no lo sabe

bu
Se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
con certeza.

tri
Y al volver la vista atrás «Bah, da igual. No ha sido nada», piensa, y conti-

is
Se ve la senda que nunca núa su camino. El sonido de sus pasos no ahuyenta al

d
Se ha de volver a pisar. grave silencio que le aturde.

re
Caminante, no hay camino, Le pesan los bolsillos. Demasiadas piedras recogi-

nt a
Sino estelas en la mar. das en el trecho caminado.

ve nic
y
Antonio Machado «¿Para qué coño me sirven?», razona mientras sien-

a
su ró
te la insoportable carga hundiéndole en la arena. Esa
misma arena que antes fuera piedra y edificio y que
a ct
ahora es solo escombro.
id le

Y de nuevo, siente su presencia, perenne, silencio-


ib e

sa. Que le acecha, con movimientos mecánicos, feli-


oh ión

nos, casi imperceptibles, que su yo interior perciben


sin atisbo de duda.
pr ic

Puede notar su respiración tras de sí y casi ve sus


Ed

dedos alargándose al final de unas manos negras y


frías, prestos a asirle del brazo...
Camina entre ruinas, entre falsas puertas que no
conducen a lugar alguno. Entre mentiras.
102

103
¿Es un sueño?, ¿vive una realidad fingida?, ¿o erró
el camino?
1ota su FDULFLD en el hombro, XQ pútrido aliento
KLHOD el aire que respira y una capa oscura

.
ón
y sucia vela el sol.
Ya no puede correr. No puede KXLU

ci
Siente sus fríos dedos clavarse en su alma y un géli-

bu
do e inerte YDFLR sofoca su voluntad.

tri
Le ha alcanzado.

is
Y un frío que quema le envuelve con la suavidad de

d
un beso.

re
nt a
ve nic
y
a
su ró
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed
© Miguel Ángel García-Sánchez.

105
ESTRELLA FRÍA

.
ón
ci
Aquella espiral de energía, que algunos de sus senti-

bu
dos percibían en forma de luz y calor iba tomando

tri
forma. Rotando sobre sí misma, el tamaño iba aumen-

is
tando progresivamente y formando una esfera palpi-

d
tante. Su superficie se oscurecía mientras se cubría de

re
una dura costra negruzca que, de cuando en cuando,

nt a
se agrietaba dejando ver el áureo interior que emana-

ve nic
y
ba sublimizado por aquellas breves fisuras, cada vez

a
más pequeñas y menos frecuentes.
su ró El frío, señor absoluto que reina en la ausencia, en
a ct
la nada, en la oscuridad. Y en la soledad.
id le
El Señor de la Noche Eterna, con su pesado manto,
ib e

acabará cubriendo la estrella, frenando su giro y apa-


oh ión

gando la luz que vive en su interior.


pr ic
Ed

107
SOLEDAD

Soledad, vieja conocida que retornas sin llamarte.

.
Tú que vistes tristeza y tus frías manos muertas

ón
cubres con suaves guantes, no vengas.

ci
Tú, compañera de la angustia y el desánimo, no des
un paso más.

bu
No estás invitada, aunque veas la estancia vacía.

tri
El diáfano espacio que ves a oscuras no es para ti.

is
— ¿No oyes los trinos?

d
Alegres ruidos de mis ángeles y musas que traéis

re
la luz.

nt a
— ¡Música!, ¡color!, ¡risas!

ve nic
y
Amistad, camaradería, honor... devaluadas pala-

a
su ró
bras que te alimentan, negra soledad, cuando pierden
su sentido.
a ct
— ¡Amor!, ¡canta y ríe!, ¡amigo mío, dame tu
id le

mano!
ib e

Hoy la necesito como nunca. Como siempre.


oh ión

Soledad conocida. No vengas.


pr ic

Soledad vieja amiga


Ed

Ya había olvidado,
Fiel compañera
Tu compañía eludida.

109
EL NIÑO
Te acaban encontrando
El cansancio y la fatiga
Vagando perdido, en el centro del laberinto, le encon-
Huyendo del destino,
tró. Estaba sentado en el frío y oscuro suelo de aquel

.
Son peajes de la vida.
prístino espacio, de espaldas, pareciendo esperarle: un

ón
niño feo y asustado. Un niño deforme y horrendo, casi

ci
Alegría vivida,
un monstruo.
Las más bella estrella

bu
Se acercó a él, temeroso de mirarle a la cara o ten-
La oscuridad rompió,
derle la mano. Cuando por fin lo hizo, éste le sonrió y

tri
Felicidad perdida,
sus ojos se llenaron de luz. Y su fealdad desapareció y

is
Mi lucero se eclipsó.
dio paso a una radiante belleza.

d
Hablándole con la mirada, le dijo que llevaba

re
De este viajero cansado,

nt a
mucho tiempo esperándole, casi toda una vida. Su
Fiel compañera,

ve nic
y
vida.
Ya habíate olvidado

a
Y le dijo que ojalá le hubiese buscado antes.

su ró
Soledad vieja amiga.
a ct Su inocencia y su candor le habían condenado en
un mundo en el que los malvados y los mediocres
id le
hacían moneda corriente del egoísmo, la insolidaridad
y la traición.
ib e

Hoy ese niño le acompaña a todas partes recordán-


oh ión

dole que el amor, la generosidad y la compasión


empiezan por uno mismo.
pr ic

No escondas a tu niño. Ábrele la puerta y déjale


Ed

que sea tal y como es, sin censuras ni constricciones.


¡De él nace tu propia libertad!

110 111
JUSTICIA

.
ón
ci
bu
tri
is
d
Manos blancas, de finos dedos.

re
Manos que acarician la vida, e hilan el tiempo.

nt a
¿Dónde estáis, por qué esta perturbadora ausencia?

ve nic
y
Manos esperadas y amigas,

a
Manos cerradas en torno al puñal de la indiferencia
su ró O la pluma con la que firmáis sentencia.
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

113
PREGUNTA

.
ón
ci
bu
tri
is
d
re
nt a
¿Que qué quiero, dices?

ve nic
y
La calle está llena de coños... pero no quiero un coño

a
Quiero tu alma, te quiero a ti.

su ró
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

115
NARCISISMO

Ella:
—¿Te has follado ya a alguna tía?

.
Él:

ón
—No. ¿Y tú a algún tipo?

ci
Ella:

bu
—Tampoco. ¿Y tu faceta de cabrón? Eres un narci-
sista provocador de coños.

tri
Él:

is
—Ve instruyéndote, perra. Mañana serás mi escla-

d
va sumisa.

re
nt a
Ella:

ve nic
y
—Me pones nerviosísima, cabrón.

a
Él:

su ró —No seas mojigata, lo que te pongo es CACHONDA.


a ct
Lo sé. Te huelo...
id le
Ella:
—Más cachondo te pones tú, cabronazo guarro.
ib e

Él:
oh ión

—No, no... Soy yo quien decide cuándo y cómo.


¿Recuerdas cómo te chorreaba el coño el otro día
pr ic

cuando te follé como a una perra, de pie frente al


Ed

espejo? Te asustaste porque nunca te habías moja-


do así... ¿verdad? Pues solo es el principio...

117
© Julio Murias. Modelos: Irina Vega y Eri••••
Máximo.

Ed
pr ic
oh ión
ib e
id le
a ct
su ró
ve nic
nt a
a
y
re
d is
tri
bu
ci
ón
.
119
ORACIÓN

palabras que santificarán tu desnudez.


Escribiré en tu piel con mis dedos y mi saliva,
LITURGIA

.
ón
ci
bu
tri
is
d
re
Exhausta, aún ofrecía levantadas sus caderas, expues-

nt a
tas con descaro. Los muslos separados, húmedos y

ve nic
y
tersos, invitaban al ritmo de su respiración a ser con-

a
quistados de nuevo por el dueño de sus sueños.
su ró
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

121
SOBRE EL GOBIERNO

.
ón
ci
bu
tri
Un príncipe debe en todo momento mantener el

is
equilibrio entre vicio y virtud y no puede descuidar

d
sus principios ni desviar su atención del único propó-

re
nt a
sito que ha de guiarle.

ve nic
y
Ha de repartir amor con generosidad y hacer

a
de la disciplina moderada y magnánima su natural

su ró forma de gobierno. Ha de saber tomar el látigo sin


a ct
quitarse los guantes de terciopelo.»
id le
Le dijo el marqués al príncipe.
ib e
oh ión
pr ic
Ed

123
ESCUCHANDO A
THE STOOGES

.
ón
ci
bu
tri
is
d
re
El tacto del látex al chocar inesperadamente en sus

nt a
nalgas se le antojó frio y húmedo. Mientras aquella

ve nic
y
zorra que le había seducido e invitado a la mazmorra

a
le sujetaba con firmeza, se estremeció jadeante,
su ró deseando en silencio recibir el siguiente azote.
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

125
PERFUME

.
ón
ci
bu
tri
is
d
re
—Hueles a paraíso.

nt a
Fue lo último que aquélla oscura dama permitió

ve nic
y
decir a su ángel encadenado y arropado entre negras

a
cortinas y frías cadenas.
su ró
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed
© Julio Murias. Modelo: Irina Vega.

127
UN BUEN CULO

.
ón
ci
Un buen culo. Esa es la mejor arma (tal y como cuen-

bu
ta Pandora) para debilitar la razón de un hombre y
conquistar su voluntad.

tri
Un culo terso, generoso, duro, con forma de cora-

is
zón o de pera, que para gustos están los colores, y a

d
algunos nos gusta el arco iris.

re
nt a
Un culo sobre el que reposar tras haberlo agarrado,

ve nic
y
asido con firmeza, conquistado. Un culo sobre el que

a
hacer música, estampando besos, o azotes, que los dos

su ró saben y suenan a gloria bendita.


a ct
Lo confieso. Acabo de desvelar mi secreto. Una
id le
debilidad estratégica.
Eso es lo que más me gusta: Un buen culo. Que no
ib e

es poco.
oh ión

¿Te sorprende?, no lo creo.


pr ic
© Martín Page. Modelo: Onix Babe.

Ed

129
¿QUÉ ERES?

.
ón
ci
bu
tri
is
d
«Solo soy un follador, un buen amigo...», es lo único

re
que pude decirle cuando, asaltadas sus mejillas de

nt a
rubor, harto su cuerpo de placer, se ponía torpemente

ve nic
y
el abrigo mientras se calzaba los zapatos como si, de

a
repente, sólo quisiese huir hacia un destino más segu-
su ró ro... pero mucho menos placentero...
a ct
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

131
DESPEDIDA

.
ón
ci
bu
Ella:
—Me comes la boca y usas mis labios sin piedad

tri
mientras pisas las flores que pacientemente he cul-

is
tivado para ti.

d
re
nt a
Él:

ve nic
y
—Ese jardín inundado de lágrimas en el que sue-

a
nan las risas y se huele el placer.

su ró
a ct
Gritos de amor y de locura.
id le
Templo del pecado, el jardín de la santa ramera.
Oscura felicidad que mancha mis pies desnudos
ib e

Y moja mis dedos al hundirse en tu negra tierra.


oh ión
pr ic
Ed

133
FINAL

.
ón
ci
bu
tri
is
Desintegración de realidades.

d
Deconstrucción de mi mundo,

re
Incertidumbre de lealtades.

nt a
Cosas raras.

ve nic
y
Cuando la cabeza devora al corazón,

a
La certeza se contrae y expande.
su ró Negación. Implosión.
a ct
Necedades.
id le
ib e
oh ión
pr ic
Ed

135
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN .................................................... 9

.
ón
SOBRE ESTE LIBRO ................................................ 11
PROFECÍA .............................................................. 17

ci
CARNAVAL ............................................................ 19

bu
RESPUESTAS .......................................................... 23
VAGUEDAD .......................................................... 25

tri
ESCUCHANDO ...................................................... 27

is
SIEMPRE ................................................................ 29

d
BLACK DOG .......................................................... 31

re
nt a
PERDIDO .............................................................. 33

ve nic
y
UN SUSPIRO .......................................................... 35

a
SIMPÁTICO CABRÓN .............................................. 37

su ró LAMENTO DE PELEO ANTE TETIS CUANDO ÉSTA,


a ct
SINTIÉNDOSE HUMILLADA POR LA IMPOSICIÓN DE
LOS DIOSES, LE RECHAZÓ ...................................... 39
id le

CUANDO LA ROSA PIERDE LOS PÉTALOS, SOLO


ib e

VISTE ESPINAS........................................................ 41
oh ión

PLUTÓN ................................................................ 43
PUTESÍA ................................................................ 45
pr ic

FÉNIX .................................................................... 47
Ed

OLVIDAR .............................................................. 49
VERSOS EN LA PIEL ................................................ 51
LA SOMBRA ASESINADA ........................................ 53
ALAS NEGRAS ...................................................... 55

137
TEDIO .................................................................. 57 SOLEDAD .............................................................. 109
URGENCIA ............................................................ 59 EL NIÑO ................................................................ 111
EL CUARTO CABALLO ............................................ 61 JUSTICIA ................................................................ 113

.
MIEDO A AMAR .................................................... 63 PREGUNTA ............................................................ 115

ón
CORAZONES ROTOS .............................................. 65 NARCISISMO .......................................................... 117

ci
CASTIGO .............................................................. 67 ORACIÓN .............................................................. 119
PERLA NEGRA ........................................................ 69 LITURGIA .............................................................. 121

bu
LÁGRIMAS ............................................................ 71 SOBRE EL GOBIERNO .............................................. 123

tri
SOLO CENIZAS ...................................................... 73 ESCUCHANDO A THE STOOGES ............................ 125

is
ESCLAVAS DE UN DIOS .......................................... 75 PERFUME .............................................................. 127

d
LA PRESUMIDA CORRECCIÓN DE LA IMPOSTURA UN BUEN CULO .................................................... 129

re
O EL ARTE DE LAS PUTAS ...................................... 77 ¿QUÉ ERES? .......................................................... 131

nt a
EL DESCENSO DE VENUS ........................................ 79 DESPEDIDA ............................................................ 133

ve nic
y
CAZADORA .......................................................... 81 FINAL .................................................................... 135

a
CAÑA DE AZÚCAR ................................................ 83
su ró
ÍNDICE .................................................................. 137
EN PRIMAVERA...................................................... 85 BIOGRAFÍA DEL AUTOR.......................................... 141
a ct
UN SUEÑO ............................................................ 87
id le
TODOS ZOMBIS (CUENTO CORTO) ........................ 89
ib e

ALQUIMISTA.......................................................... 91
oh ión

LUZ DE LUNA ........................................................ 93


LA DERROTA DE SET ............................................ 95
pr ic

LLUVIA DE ESTRELLAS .......................................... 97


Ed

SIEMPRE ................................................................ 99
CAMINANTE .......................................................... 101
LA ESQUINA .......................................................... 103
ESTRELLA FRÍA ...................................................... 107

138 139
EL AUTOR

Miguel Ángel García-Sánchez


viajero incansable, fotógrafo autodidacta y editor

.
ón
independiente de varios medios de comunicación
online, es un librepensador y activo agitador intelectual,

ci
que busca provocar a través de su obra una reflexión

bu
profunda sobre el hombre y la sociedad, denunciando

tri
en especial el cinismo y la hipocresía que, a su juicio,
lastran y dificultan el desarrollo del individuo como

is
ciudadano libre en una sociedad más justa.

d
re
Publica en 2012 el poemario Versos negros [UNCENSORED]

nt a
y crea el proyecto educativo Openmind integrado en

ve nic
y
el programa de formación continua de la Universidad

a
Complutense. Es autor, además, de numerosos artícu-
su ró los publicados en medios de comunicación, conferen-
a ct
ciante y colaborador habitual de radio Inter, dirige y
id le
presenta diversos ciclos de conferencias culturales y
ib e

sociales en el Ateneo de Madrid, del que es miembro.


oh ión

Posee una sólida formación técnica, (BSc Computer


Engineering y máster en Dirección y Administración
pr ic

de empresas), lo que le ha llevado a trabajar en varias


Ed

multinacionales dentro y fuera de España en el ámbi-


to de las nuevas tecnologías compaginando dicha acti-
vidad profesional con la docencia.

141
AGRADECIMIENTOS
Mi más sincero agradecimiento a Alana Vandeweghe por

.
ón
haber coordinado de forma paciente a modelos y
fotógrafos. Su profesionalidad solo es equiparable a la

ci
generosidad mostrada. Gracias por tu sonrisa, Alana.
A mis amigos Paco Damas y Joaquín Kremel, por haber

bu
puesto música y voz a mis poemas. Y a mi editor Jimmy
Schniepper por su paciencia e inestimable ayuda.

tri
is
Sin la valiosa aportación de todos ellos, este libro no habría
sido posible tal y como lo ve el lector.

d
Gracias a todos.

re
Este libro terminó de imprimirse

nt a
Modelos:

ve nic
y
Irina Vega el 23 de septiembre de 2014,
www.irinavega.com día del equinoccio de otoño.

a
su ró
Onix Babe
www.onixbabe.com
a ct
Eris Máximo
www.erismaximo.com
id le
Mistress Kawa
ib e

www.mistresskawa.com
Fotógrafos:
oh ión

Julio Murias
www.jmurias.es
pr ic

Martin Page
www.martinpagefotografia.com
Ed

Studioivolution
www.studioivolution.com

Imágenes recopiladas y publicadas en www.altporn4u.com

142
Ed
pr ic
oh ión
ib e
id le
a ct
su ró
ve nic
nt a
a
y
re
dis
tri
bu
ci
ón
.

También podría gustarte