Un acto de ambición: privilegio o

perdición

La ambición ha existido desde tiempos antiguos, el deseo por conseguir más de lo que
tenemos siempre ha estado presente y este es uno de los temas presentes en el cuento
El banquete, de Julio Ramón Ribeyro y él nos lo muestra en el personaje de Fernando
una persona proveniente del interior del país que tenía una gran ambición por el poder,
pero al final fue esa misma ambición la que lo llevo a quedar en una situación que ni él
mismo pudiera haber imaginado, ya que pensó que, con halagos y adquisiciones caras,
lograría algún tipo de beneficio, como todos sabemos, en algunos casos podemos dar
todo de nosotros pero eso no quiere decir que nos lo vayan a dar de la misma manera,
pero lamentablemente nos dejamos guiar por nuestra ambición y por nuestro deseo de
aumentar lo que ya poseemos.
Un banquete por el poder
El cuento El Banquete de Julio Ramón Ribeyro es una crítica mordaz a la ambición
desmedida y la corrupción en la sociedad peruana de la época, utilizando de ejemplo a
nuestro personaje principal, Don Fernando, un hombre adinerado, impaciente y
ansioso, el cual representa la ambición; el autor muestra cómo la búsqueda del poder y
la riqueza puede llevar a la ruina y la decepción. El banquete en sí mismo es una
metáfora de la sociedad peruana de la época, donde la ostentación y el derroche eran
comunes entre la élite política y económica. En la época solo se trataba de favor con
favor se paga, es por ello que siempre la alta sociedad quería mejorar sus relaciones
con las personas que tenían más “poder”.
El mensaje al lector
 En este cuento se nos narra el siguiente fragmento: “los invitados se emborrachan y
comen en exceso, mientras la orquesta intenta imponer un aire vienés que no encaja
con la realidad del país ya que no se parece en nada a la ridiculez en la que caen
algunos. Los discursos y los panegíricos son vacíos y sin sentido, y al final todo se ahoga
en las copas del coñac”.
Don Fernando, por su parte, es un personaje complejo que representa la ambición y la
impaciencia, está dispuesto a gastar grandes sumas de dinero y tomar decisiones
impulsivas para impresionar al presidente y obtener lo que quiere. Sin embargo, su
sueño se desvanece cuando los acontecimientos políticos cambian el rumbo de la
historia y el presidente es obligado a dimitir, renunciar a su puesto. El cuento también
muestra la corrupción y la falta de ética en la sociedad peruana de la época, los
soplones y los agentes secretos están presentes en el banquete, y el presidente es
fácilmente influenciado por los intereses de los poderosos. Gracias a estos puntos
señalados se podría decir que el cuento titulado El Banquete de Julio Ramón Ribeyro es
un cuento que critica la ambición desmedida, la corrupción y la falta de ética en la
sociedad peruana.
La moraleja del cuento es que la ambición desmedida y la corrupción pueden llevar a la
ruina y la decepción. A través de la figura de Don Fernando, el autor muestra cómo la
búsqueda del poder y la riqueza puede llevar al fracaso total en vez del éxito que se
esperaba, y que a pesar de que siempre esperemos algo a cambio de nuestras acciones
nunca debemos sobrevalorar dichos esfuerzos y que aunque no sea del todo justo,
muchas veces podemos entregar y poner a disposición todo lo que poseemos sin
ponernos a discurrir de los posibles daños que nos generaría el hecho de ser
simplemente uno más que quiere obtener lo que talvez ya posee.
En conclusión, “El Banquete” de Julio Ramón Ribeyro es un cuento satírico sobre la
obsesión por las apariencias y el poder en la sociedad peruana de la época. La historia
de don Fernando Pasamano y su banquete para el presidente muestra la
superficialidad y la falta de verdadero valor de la sociedad peruana de la época, así
como su deseo de impresionar al poder y hacer negocios con él. Es una crítica mordaz
de la sociedad peruana, además lo que realmente nos enseña que muchas veces el
hecho de ser ambicioso nos puede segar y que no podamos ver las distintas
posibilidades ya sean estas buenas o malas.