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Banco Cinematografico y a quien cano apoyara la produccion de de corte critico como fo Echeverria, director del se debe que el Estado mexit peliculas de todo tipo, incluso las Canoa. Conacine, que dependia del Banco Cinematografico, apo- yo la produccion de Canoa con plena conciencia de que abordaba un tema sensible y que su exhibicion podria perju- dicar la imagen del gobierno en turno. Prueba de ello es que endiciembre de 1975, tras el estreno de Canoa en la V Mues- tra Internacional de Cine, resurgié el debate sobre la respon- sabilidad de Luis Echeverria en la masacre de Tlatelolco en 1968 y el llamado “halconazo” de 1971, Cuando Canoa fue Reomneeh cn cl festival de, Berlin de 1976, le preguntaron a abelian ~Como es posible que el Estado produz- este tipo de peliculas?” La respuesta fue simple y esquiva: “Las peliculas las hacen ellos (os cineastas), no el Estado”. fuente oficial— y le ayudaron a trazar los perfiles de los per- sonajes. Gracias a uno de ellos, Pérez Turrent, que en sus viajes a San Miguel Canoa se habia topado con el hermetismo de la gente sobre el tema, logro entrar en contacto con un cam- pesino dispuesto a contar su yersion de los hechos y a través de él con un centenar de lugarefios. A partir de ese momento, ‘escribio Pérez Turrent, “el guion empez6 a tomar forma” De hecho, el agricultor sirvio de modelo para la creacion de uno de los personajes principales del filme, a quien el guio- nista Ilamé el “Testigo”. La disciplina y el rigor en la investigaci6n, asi como el fiel apego alos hechos, son la base de realismo y veracidad sobre Jacual se sostiene el guion de Canoa. Antes del rodaje, inclu- ‘so antes de que el cineasta Felipe Cazals entrara al proyecto G@ finales de 1974), este gui6n ya era la huella digital de un lamentable suceso hist6rico. l q en con el talento, las visceras y vision de d humana de Cazals la hiciera su propia huella sin concesiones y para siempre en la memoria il. Como director-autor, hay que subrayarlo, apr guion de Pérez Turrent con ab- nei gr > mediante rupturas temporales, llevar e] Telato, (intensificando el suspenso), chamiento. la estructura del gui6n result6 muy efectiva en términcs narrativos, y esto se puede experimentar en su a que permite que el espectador, en este caso el lector, yy. ya asimilando los hechos lentamente, sin Prisaya distancia, mientras que la inminencia del linchamiento, que se acer. ca oculto en la noche como un fantasma, Sostiene la tensiig dramatica y nos mantiene atentos, en permanente estado é& alerta. En otro nivel de lectura, Canoa tiene el poder de trascen deren el tiempo y mantenerse tan vigente como aterradon. Ethecho de que curas, politicos y caciques manipulen yaz \ €S cosa comin en el México actual, com? 'y la represi6n a los movimientos poe Basta con tener acceso a internet para o> a hacia el punto Climaticg ine Perc y para 1 una de | Pérez T Cazals | 1994), ¢ [at &- Pero esto €s puro idealismo. Asi que de vuc Ita a la realidad y para rematar con un final tan feliz como el de Canoa ais una de las reflexiones mas c Pérez Turrent, la cual tomé de la pagina 134 del libro Felipe Cazals habla de su cine (Universidad de Guadalajara/ciic 1994), de Leonardo Garcia Tsao. En el guion de Tomas Pérez Turrent existe la voluntad de ha cer notoria la diferencia, ¢l abismo social entre estudiantes, trabajadores, campesinos alcoholizados, caciquismo... y todo eso dado en un perimetro de muy pocos kilémetros. Es insis- tir otra vez en la historia de este pais de tantos pisos, tan sefialadamente diferentes, y que nadie quiere acabar de en- tender que son realmente abismos. La virtud de la pelicula es sefialar ese profundo abismo. Después de transcribir estas afables palabras de Felipe Ca- zals, sintesis atemporal de nuestro incomprendido México, sOlo resta recomendar que se tomen un par de antiacidos antes de iniciar la lectura de este magnifico guion cinemato” Brafico, Roberto Garza Iturbide Ciudad de México, noviembre de 2007 FULGOR SOBRE LA NOCHE: CANOA Jal vez Canoa, de Felipe Cazals, sea la pelicula mas represen- tatiya de la época echeverrista. Fue una coproduccion de tra- bajadores y Estado sobre el primer guin surgido del Taller de Fscritores, obra de Tomas Pérez Turrent que fue ampliamen- teanalizada, comentada y discutida, en forma colectiva, antes de presentarse para su realizaciOn. El libreto, escrito por per- sona empapada de todas las corrientes de avanzada filmica enel mundo, mezclaba con inteligencia y habilidad la ficcion yel documento, la dramatizacion y la desdramatizacion, la concernencia y el distanciamiento. Filmada en 1975, la cinta comenta y recrea los tragicos suce- sosacaecidos una noche de septiembre de 1968 en San Miguel Canoa, localidad del municipio de Puebla, situada a doce kilo- ‘metros de la ciudad del mismo nombre y muy cerca de la ele- ‘Yacion montafiosa conocida como Malintzin o La Malinche ‘Ezan los tiempos del movimiento estudiantil. radio, television y pul- o de propia cuenta, pues de : Ja histeria anti- 235 1.- FADE IN — SOBRE FONDO NEGRO SE INSCRIBE EN LETRAS BLANCAS EL SIGUIENTE TEXTO: EL REY SOLO ES SENOR DESPUES DEL CIELO, Y NO BARBAROS HOMBRES INHUMANOS. SI DIOS AYUDA NUESTRO JUSTO CELO, QUE NOS HA DE COSTAR? LOPE DE VEGA, FUENTEOVEJUNA, ACTO II FADE OUT 2.- TEXTO EN FONDO NEGRO. ESTO Si SUCEDIO comunista, a desprestigiar a los jovenes y a sembrar la insidia en contra de los inconformes. En la ciudad de México, don. de la magnitud y fuerza del movimiento eran tan enormes que impedian en la practica la contrainformaci6n oficial, jg orquestacion programada de la mentira solo encontraba eco en el desahogo oral de la momiza y en los grupitos de ultra. montanos, pero en Ja provincia, y en especial en las Peque- fias aldeas que atin duermen el suefio de una raza vencida por Hernan Cortés, la demonizaci6n de los estudiantes fun- cioné como una vilvula de escape para frustraciones de otro signo (las que tienen que ver con la injusticia social) y el cam. po qued6 abonado para la caceria de brujas. La hoguera se prendi6 en Canoa. Un grupo de jovenes em- pleados de la Universidad Autonoma de Puebla llego a la aldea, en plan de excursion y con el deportivo propésito de escalar la montafia cercana, pero la Iluvia les oblig6 a pasar la noche en los confines del pueblo. Quizé sea bueno recordar sus nom- bres: Ramon Calvario Gutiérrez, Miguel Flores Cruz, Julian Gonzalez Baez, Jesis Carrillo Sanchez y Roberto Rojano Gutié- rrez. La desconfianza natural hacia los fuerefios, los complejos aflorados por el alcohol, el avivamiento de las bajas pasio- nes por la camarilla torva que nunca falta en los pueblos, €l despertar de los fantasmas del sexo reprimido, el azuzamien- to de un guia espiritual sobreviviente de la inquisicion espa- fiola y sobre todo, el clima de alarma ¢ histeria fomentado por la propaganda gubernamental en una comunidad semianal- fabeta, todo reyuelto y oi Serr ical ss _ Gustavo Diaz Ordaz, los jovenes empleados universi- on pretendian ascender el volcan de La Malinche, ad- qwiriero0 para los lugarefios de Canoa el rostro de los demonios ad sistema: Jos estudiantes, los comunistas, “los que vienen q violar a nuestras mujeres y a robar a nuestros hijos para enviarlos 4 Mosca’. jHabia que acabar con ellos! La extraor- dinaria pelicula de Felipe Cazals nos lleva a compartir casi te su terrorifica pesadilla. Lo que se habia planteado y buscado con El jardin de tia Jsabel, elarribo a un cine de calidad que asumiera su condi- cion pensante y su naturaleza critica, se daba por fin plena- mente en Canoa. En las paginas del diario Esto, yo mismo escribiria por ese entonces (24 de marzo de 1976): “;Qué mejor conquista que la de haber superado estructuras narrati- vas ideologicas como las que el tradicional churro mexicano hizo famosas desde sus inicios? Canoa es terreno ganado. Ya nose puede dar marcha atras”. Y afiadia, cuatro dias despues en El Nacional: “Rodolfo Echeverria debe estar orgulloso de esta pelicula. Ella dice mas que mil discursos sobre los resulta- dos positivos de su laboral frente del Banco Nacional Cincmai> grifico. Byidentemente, la renovacion de nuestra industri Hl ‘no ha sido una Ilamarada de petate- 9 se estrend Ia pelicula en la Muestra e abia dado mi primera impresion relato va ca una fuerza expresiva impresionante a avanza la accion. Las secuencias del linchamiento son trales por la sobriedad y el vigor con que estan concebidas C realizadas. El crescendo sobrecogedor que nos conduce ig jos!” . ¢l fondo del horror es en verdad alucinante, jo? _ me* Canoa no es cine digestivo. Tampoco es academia nibuen fl a gusto. Podriamos incluso buscar su definicion por lo que la ao pelicula no es. En efecto, Canoa no presenta una realidad ry. ral buc6lica, con charritos vestidos de mariachis, ni una tea. lidad indigena de rostros inméviles con fondo de nopales y piramides. Su sacerdote catdlico no es ni Domingo Soler nj Cantinfias ni el Arturo de Cordova de La ciudad de los nifios. No es un cura canonizable. Es simple y sencillamente un vergiienza que manipula el fanatismo religioso en su prove- cho particular. En el drama de San Miguel Canoa, sin embargo, no es it perioso buscar un culpable individual. El parroco que insti al linchamiento (Enrique Meza Pérez en la vida real) esc mucho un villano circunstancial. El verdadero culpable, se giin se desprende de una lectura atenta del filme de Ca la situacion del desamparo y miseria en que esta y las invocaciones a la bondad de Dios del sacerdote hipo- crita se hermana con la mano falazmente extendida del pre- sidente represor, fingimiento que en su momento recibio de los jévenes esta respuesta contundente: “La prueba de la para- fina a la mano tendida”. El cine mexicano despegaba... no tardarian en hacerlo aterrizar. Francisco Sanchez* MULTITUD iM Jos comunistas! jViva el sefior cura! El jueran Dp (ad libitum). 582.- Un hombrecito vestido a girones, casi desnudo, grita histé. ricamente. DE! HOMBRECITO \Cristianismo si, comunismo no! {Cristianismo si, comunismo no! y ujuuy-

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