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Comentario - Wallerstein y Osorio
Comentario - Wallerstein y Osorio
Comentario
En esta primera parte, escrita por Immanuel Wallerstein, titulada: “Cambiando la
geopolítica del sistema-mundo: 1945-2025” el autor realiza un estudio desde la
perspectiva histó rica que da cuenta de los poderes hegemó nicos después de la Segunda
Guerra, sus repercusiones mundiales, el rol econó mico y político de las diferentes
naciones dentro del tablero mundial y el “pase de la estafeta del poder” entre las
diferentes potencias centrales; claramente hay que destacar el papel de Estados Unidos
dentro de este orden mundial, de su repercusió n en los países del sur y su influencia
cultural.
Podemos observar el poder inminente del vecino del norte en el primer periodo
caracterizado de 1945 a 1970, el líder surge y se destaca dentro de las naciones
europeas que quedaron resentidas por la guerra. Mientras que EUA se conservaba casi
intacto, su intervenció n en esta guerra le trajo la hegemonía e influencia que supo
aprovechar muy bien, el “Plan Marshall” lejos de considerarse un dote de buenas
intenciones fue el plan perfecto para asegurar la “lealtad” de ciertas naciones que
precisaban recuperarse después del conflicto bélico. Lo que habría que resaltar es como
una ayuda econó mica de ese tipo só lo se le brindo a la Europa de posguerra y nunca se
proporcionó a la América del sur, por ejemplo, para subsanar el “atraso” econó mico
provocado por ciertas estructuras y relaciones antiquísimas y dependientes.
Estas nociones devinieron en una supremacía política para EUA en muchos aspectos de
la existencia humana, la cultura, la política, el modelo de conocimiento, etc. La nueva
era que se abría paso, conocida como la guerra fría, se inauguró con la conferencia de
Yalta, un punto crucial en el nuevo orden mundial, mencionado por Wallerstein, una
reunió n de orden imperialista en la cual, los líderes de los “Tres Grandes” se sentaron
en la mesa para discutir el futuro de las naciones. En la Península de Crimea, Churchill,
Franklin Roosevelt y Stalin, aliados tras el éxito de Normandía, la capitulació n de Italia,
la retirada de Alemania de Europa Occidental y la liberació n de Bulgaria, Rumania y
Polonia por parte de la URSS establecieron clá usulas a cumplir. Durante la guerra fría se
mantuvo la idea de que en Yalta había producido la divisió n del mundo entre las
potencias occidentales y la URSS, aunque la realidad es má s compleja que eso, y habría
que analizar ese escenario con todas sus aristas aú n esta actualidad.
Lo que sí podemos acotar es que ademá s de una opinió n pú blica divida entre los que se
pronunciaban por el comunismo y los que atendían el llamado del capitalismo se sentó
un proyecto político, econó mico y social como una meta a largo plazo, y en este punto,
es donde caben nuestros debates encaminados a la noció n del desarrollo que tanto
hemos discutido, este periodo histó rico fue determinado por muchas contradicciones,
por un lado, la defensa de este proyecto mundial, difundido principalmente por el líder
occidental, y por otro, una efervescencia política e intelectual que se acentú o en los
setenta para criticar ese modelo y materializarlo en luchas a diferentes escalas, como la
revolució n cubana, de la que ya hemos hablado en ocasiones anteriores, y que cimbró la
estructura imperialista.
Después, la reflexió n que se puede hacer en torno al 68 mundial podría resultar basta,
el decline del líder imperial y expansionista marcó el punto de inicio de una revolució n
global, que enmarcaba también el rechazo de los acuerdos de Yalta como denuncia al
imperialismo norteamericano y, en cierta forma, la caducidad de la vieja izquierda en
una suerte de movilizaciones sociales de cará cter populista que cambiaron el escenario
político de muchas regiones del recién inventado Tercer Mundo. Ahora bien, el fracaso
de la noció n de desarrollo en los setentas, con todas estas movilizaciones, revoluciones
y teorías hechas desde el marxismo (como lo vimos la sesió n pasada en el recuento
historiográ fico de Pierre Matari y las bases críticas marxistas a estas nociones
desarrollistas) visibilizaron el subdesarrollo nacido del mismo desarrollo,
paradó jicamente, fueron parte sustancial del escenario que gestó la entrada del
neoliberalismo, un proyecto que hemos de seguir analizando, brazo operativo del
mismo sistema capitalista, que si bien, cambió de discurso y estigmatizó el papel del
Estado en una idea de aparato burocrá tico inservible, siguió perpetuando las mismas
relaciones de dominació n que, incluso se acentuaron aú n má s con el papel primordial
del mercado y el monopolio, con la Organizació n Mundial de Comercio por delante.
La idea sobre que el mismo Marx no había tomado en cuenta esta degradació n de la FT
ha sido clarificada por Osorio, en una suerte de que el mismo Marx se auto-limitó por
razones de método al no desentrañ ar la ló gica que organiza, articula y reproduce la
burguesía, misma que Marini, como marxista, desentrañ ó precisamente en Dialéctica de
la dependencia, quien retoma de manera má s profunda (y aquí hay que hacer hincapié
en que lo “retoma” de Marx, no porque éste no lo haya planteado, sino que en sus
límites no lo profundizó ) la noció n de comercio exterior y la inserció n de América
Latina al mercado mundial como principal detonante de la superexplotació n que
compensa las transferencias de valor al exterior.
Indagación:
Quisiera enfocarme en responder en clase las cuestiones planteadas por el mismo
Osorio, las cuales, después de la lectura podríamos responder: ¿Por qué los capitalistas
no iniciaron procesos de industrializació n en los países periféricos desde el S. XIX? ¿Por
qué no llevaron a cabo revoluciones industriales y posteriores gastos en la bú squeda de
innovaciones tecnoló gicas? ¿Por qué no incorporaron a los trabajadores al círculo del
consumo y ampliaron el mercado interno por medio de mejores salarios?