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Resumen De Papaíto Piernas Largas

(Libro): Resumen y Frases


Jerusha Abbott es una triste huérfana adolescente que ha
pasado su vida en el Hogar John Grier. Un hombre caritativo de
manera anónima decide enviarla a la universidad para obtenga una
carrera como escritora. El único requisito del hombre anónimo
para facilitar la beca es que ella le escriba una carta una vez al
mes. A través de sus cartas mensuales con el hombre, estas
narran su crecimiento de una niña huérfana a una mujer fuerte e
independiente. En este artículo encontraras un resumen del libro
papaíto piernas largas, frases importantes, opiniones y mucho
más.

Resumen Papaíto Piernas Largas

Papaíto piernas largas cuenta la historia de una joven de


dieciséis años llamada Jerusha Abbott, que fue criada en un
orfanato. Siendo la mayor de las jóvenes, tiene que trabajar duro
para su pago, ayudando a cuidar a los otros niños del orfanato. A
pesar de la vida triste y aburrida que lleva, es una persona alegre
y creativa y tiene mucho talento para escribir.
Para sorpresa de la joven chica, uno de los supervisores del
orfanato lee uno de los ensayos que Jerusha ha escrito para la
escuela, hablando de su vida como una niña huérfana, y lo
impresiona tan gratamente que decide pagar para que ella vaya a
la universidad, con una convicción que ella tiene potencial para
convertirse en una gran escritora. Pero él establece una condición
extraña: Jerusha debe escribirle una carta todos los meses,
contándole sobre su vida y sus estudios, pero nunca debe esperar
ninguna carta de él a cambio.

Jerusha solo ha tenido la oportunidad de ver a este misterioso


hombre una vez desde atrás, y lo único que sabe con certeza
sobre él es que es muy alto. Con solo ese hecho (y la poderosa
imaginación que la caracteriza) ella crea su propia imagen de su
benefactor, así como un apodo cariñoso para dirigirse a él:
Papaíto piernas largas.

Este «Papaíto piernas largas» se convierte en el confidente de


las alegrías y las penas de Jerusha, y una ayuda implícita para
luchar contra «los pequeños peligros del día», como ella los llama.
Su protegido nunca ve las piernas largas de papá, nunca le
responde, pero encuentra una manera de estar presente cada vez
que ella lo necesita.

«El Miércoles Negro»


La historia comienza un «Miércoles negro» (así le llamaba la joven
a todos los primeros miércoles de cada mes) con Jerusha Abbott,
huérfana de toda la vida y trabajando en este orfanato John
Grier, en donde ella fue criada.

Era un orfanato con tantos niños huérfanos, probablemente


sobrepasaban los 100, donde cada miércoles debían ser aseados,
y arreglados, además de tener que recordarles los buenos
modales ya que debían responder «Sí, señor», «No, señor», cada
vez que alguno de los síndicos del orfanato les dirigieran la
palabra. Este día resultaba ser tan ajetreado porque venían los
síndicos y benefactores el orfanato.

Era un día de mucho trabajo, y Jerusha Abbott, por ser la mayor


en todo el orfanato con respecto a los otros niños, le tocaba
siempre los trabajos mas duros. Sin embargo, entre empujones y
correteos el día llego a su fin de forma muy prometedora. Los
pertenecientes al síndico habían llevado a cabo sus rondas y leído
los informes.

Jerusha se asomó a la ventana para observar con un poco de


desdén y nostalgia como la fila de autos lujosos salían hacia el
camino, empezando ella a imaginar y divagar como se vería ella, en
el lugar de estas distinguidas personas. Soñando despierta , la
vuelve a traer a tierra un grito de la Sra. Lippett solicitándole
que bajara a su oficina.

Jerusha un poco asustada se dirigió a la planta baja del lugar,


pensando en que habría sido lo que hizo mal. Las luces no estaban
encendidas del todo y, al bajar la escalera, Jerusha vio a uno de
los síndicos que, parado ante la puerta abierta, estaba listo para
retirarse. La joven solo tuvo de él una visión muy rápida, y la
impresión que se llevo de este hombre es que era muy alto.

De repente gracias a las luces del carro que recogían al hombre,


estas se proyectaron a el generando una sombra en la pared ,
proyectando unas piernas excesivamente largas, por lo que
Jerusha lo bautizo como «papaíto piernas largas» , haciendo
mención a las arañas que se les conoce por ese nombre.

Al acercarse a la dirección, más relajada por aquel gracioso


suceso, Jerusha se encontró con La señora Lippett que era la
directora del lugar, bastante relajada y hasta se le notaba feliz.
Esta le indico a Jerusha que el hombre acababa de partir (que
era uno de los síndicos más adinerados y poderosos) después de
unas largas horas de conversación y análisis se llegó a un acuerdo
de que Jerusha por su destacada inteligencia asistiera a la
universidad, y este hombre se encargaría económicamente de
ella. Sin embargo La señora Lippett dejo claro que no tenia el
permiso de revelar la identidad del hombre, ya que este se quería
mantener de forma anónima.

El hombre estaba interesado en que Jerusha asistiera a la


universidad, y se formara como escritora, ya que le observaba
venir un gran y brillante futuro.

El hombre misterioso, quien aparentemente ya envió a varios


jóvenes del orfanato a la escuela, leyó un ensayo que Jerusha
escribió y decidió patrocinarla sobre la base de sus escritos.
Según la Sra. Lippett, el dinero para los gastos y mantenimientos
de la joven se le enviaría por medio del secretario privado de
este hombre misterioso, una vez al mes, siendo uno de los
requisitos del hombre es que Jerusha le escriba regularmente, se
lo envié intermediariamente por su secretario, para así informar
sobre su progreso:

u razón para solicitar las cartas es que este hombre piensa que
nada fomenta la facilidad en la expresión literaria como la
escritura de cartas. Como la joven no tenia una familia con la que
mantener contacto, él solicita que le escriba de esta manera;
además, desea realizar un seguimiento de su transcurso en la
carrera. Cabe destacar que Él nunca respondería a sus cartas. El
hombre misterioso aborrece escribir cartas.

«Cartas de Jerusha Abbott a Papaíto Piernas Largas».


Estas cartas debían ser dirigidas al «Sr. John Smith». El hombre
ciertamente no se llama John Smith, pero así podría permanecer
en el abonimato.Estas cartas mensuales son absolutamente
obligatorias; son el único pago que requiere el Sr. Smith, por lo
que debe ser tan puntual al enviarlas como si fuera una factura
que debía y estaba pagando.

Jerusha está encantada con esta oportunidad inesperada, y


escribe a Smith casi de inmediato a su llegada a la universidad.
Debido a que ella lo vio fugazmente cuando salió del orfanato, y
debido a que su sombra en la pared reveló que era inusualmente
alto y delgado, Jerusha lo nombra como «Papaíto Piernas
largas» y se dirige a él como tal en sus cartas.
Desde el principio, su irreverencia y diversión desafían los límites
que él ha establecido en su relación, incluso cuando su
correspondencia permanece decididamente unilateral (su
secretario aparentemente a veces le responde con respuestas a
solicitudes, entre otras).

Jerusha se decide llamarse a si misma en esta nueva etapa de su


vida, como Judy; la joven deseo que la Sra. Lippett usara un poco
más de ingenio e imaginacion para elegir los nombres de los niños
en el orfanato. Sacaba los apellidos de la guía telefónica
(encontró Abbott en la primera página) y recoge los nombres
cristianos en cualquier lugar; el de Jerusha lo saco de una lápida.
La joven siempre lo he odio; por lo que prefería que la llamasen
Judy.
Pertenece al tipo de chica que no era, una dulce jovencita de ojos
azules, malcriada por toda la familia, que se abre paso por la vida
sin preocuparse. ¿No sería bueno ser así? Cualquier  falla que
pueda tener, nadie podría acusarla de haber sido mimada por una
familia.

Las cartas de Judy son ligeras, divertidas y de tono


conversacional; ella rocía información sobre su progreso
académico en todo momento, pero de lo contrario sus cartas a
menudo se leen como entradas de diario, reflejando sus
pensamientos (e inseguridades) sobre su cambio de localidad y
sobre las personas que la rodean. Ella se hace amiga de la
compañera de primer año Sallie McBride y una enemiga (no del
todo, pero Judy no confia tanto en ella) de la presuntuosa Julia
Rutledge Pendleton.

Este libro transcurre en todas las cartas que Jerusha «Judy» le


escribe a su benefactor y buen hombre que apodo como «papaito
piernas largas», donde nunca recibe una respuesta de este.
De forma simultanea, Judy envuelta en su nuevo mundo
universitario y conociendo un montón de gente nueva, se hace
amiga de un hombre llamado Jervis Pendleton, con quien comienza
a pasar mucho tiempo ya que resultó ser un hombre encantador,
con una calidad humana incalculable y para nada acorde a un
Pendleton, por lo que Judy termina enamorándose de este
hombre, pero esto se torna un amor un tanto complejo, ya que los
dos se desentienden muchas veces.

Esta empezó a frecuentar mucho mas a menudo la granja del


señor Jervis, ya que la hallaba bastante entretenida, se tomaba
por tarea verificar a las gallinas, y si estas habían puesto huevos,
recogerlos. El paisaje era inigualable: un valle, lleno de colinas
donde tocaba el sol al caer por la tarde, y como si no fuera
suficiente para tan hermoso paisaje, un rio de azul intenso que lo
atravesaba.

Con el pasar del tiempo Judy mantiene sus cartas con su «papaíto
piernas largas», quien estaba al tanto de toda la vida de Jerusha,
así como los sentimientos de esta por Jervis, y le indica que
continue quedándose en la granja de este hombre; al mismo
tiempo Jerusha se entera que Jervis Pendleton, enferma muy
gravemente y con la inteligencia y audacia inminente de la joven
Judy, esta termina descubriendo que su gran amor Jervis
Pendleton era el mismo «Papaíto Piernas Largas».

Los Personajes

Los personajes idealizados por la autora en esta historia,


presentan un tinte literario e intelectual. Son personajes llenos
de tantos conocimientos que en la forma que es narrado este
libro se hace notar. A manera de epístolas, la joven protagonista,
nos da detalle de las cualidades físicas y personalidades de cada
uno de ellos.

Jerusha “Judy” Abbott


Es la protagonista del libro. Es una joven divertida, ingeniosa y
fuerte, lo que la hace muy agradable. Judy siempre está
encantada con los eventos en su vida desde que dejó el orfanato.
Aunque a veces expresa su odio efímero hacia su benefactor por
no poder verlo cuando se siente muy sola, todavía tiene el mayor
respeto por el hombre viejo y calvo (como lo imagina).
Es un personaje bastantemente creíble que le da la sensación de
empatía al lector El hecho de ser una huérfana no le impidió
aprender cosas y crecer. Muy  abierta con “Papaíto piernas
largas” sobre sus sentimientos, incluso su debilidad e interés
amoroso.

Julia Pendleton
Es compañera de clase y compañera de cuarto de Judy en la
universidad. Es una chica alta, elegante, y adinerada. Ella
representa a la sociedad de clase alta que probablemente nunca
quiera juntarse con personas que no sean de su clase. Julia no es
realmente un tipo de antagonista en esta historia ya que si no
fuera por ella, Judy nunca habría conocido al amor de su vida.

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 Sallie McBride
Es otra compañera de clase y compañera de cuarto de Judy.
Dulce y amigable, es por eso que se vuelve tan cercana con Judy,
debido a su cariñosa personalidad. Ella tiene una familia muy
cálida y amorosa que Judy conoció durante unas vacaciones. Sallie
es la amiga perfecta para la protagonista ya que Judy no tiene
una familia real; Sallie le da la imagen de cómo es una familia
feliz y unida.

Jimmy McBride
Hermano de Sallie que esta enamorado de Judy. Es muy popular
en la Universidad de Princeton, por lo que Judy debe ser muy
afortunada de haber atraído a un joven de su tipo, que suele ser
muy popular y rodeado de todas las chicas que nos pudiéramos
imaginar.

Jervis Pendleton (Tío Jervie)


Es tío de Julia Pendleton. Judy se encuentra con él cuando decide
visitar y visitar a Julia. Sin embargo, Julia le rogó a Judy que lo
acompañara por el campo. Parece un verdadero Pendleton a
primera vista, aunque parece simple y no se ve presuntuoso. Se
crió en una conocida familia de Nueva York, pero a diferencia de
su familia (y Julia) parecía ser una persona muy amigable y
honorable.
Judy habla de él con admiración. Pasan tiempo juntos y se hacen
amigos muy cercanos. El maestro Jervie representa a esas
personas ricas que todavía tienen el corazón noble, cálido y
genuino. También se presenta como alguien que se percibe de
manera diferente en su familia (Pendleton) debido a su
personalidad humorística.

Jerusha lo describe como un hombre bastante alto, delgado, de


piel mas morena, con unas arrugas «gracioas «en su frente.

John Smith (Papaíto Piernas Largas)


Es el benefactor de Jerusha. En la imagen que tiene Judy en su
mente, la de un hombre viejo, alto, delgado y calvo. Es un
personaje admirable porque, aunque nunca visita ni responde a las
cartas de Judy, todavía es evidente que se preocupa mucho por
ella. Siempre se asegura de que a Judy le vaya bien en la escuela
y tenga todo lo que necesita. Judy también recibe generosos
regalos de él (tanto monetariamente como vestidos lujosos que
Judy extrañamente llega a usar). Al igual que un padre, también
le ordena (a través de su secretaria) sobre ciertas cosas y
eventos de su vida, que Judy se siente obligada la mayor parte
del tiempo.

Sra. Lippet

Es la directora del orfanato John Grier, donde se crió y creció


Jerusha durante toda su niñez. Es una mujer fría, algo severa,
que no demuestra afecto por los niños del orfanato. Simplemente
se preocupa por solventar mes a mes las dispensas que este lugar
necesite. Sin embargo, cuando eligen a Jerusha para cumplir su
sueño de ser escritora y asistir a una universidad con todo
costeado, esta no puede evitar alegarse un poco.

Frases
«Jerusha tuvo la efímera impresión de que aquel tipo tenía una
altura desproporcionada. El desconocido hacía señales con el
brazo al automóvil que esperaba en un recodo. Durante un
instante, cuando el vehículo se puso en movimiento y se acercó de
frente, la sombra del benefactor dibujó unos brazos y unas
piernas grotescamente largos, que se escurrían por el suelo y las
paredes del corredor, como si se tratara de una araña papaíto
piernas largas.»
Jean Webster- «Papaíto Piernas Largas»
«Adoro la universidad y lo adoro a usted por haberme mandado
aquí. Estoy muy, pero muy feliz y casi no puedo dormir de tanta
excitación que reina en cada momento de la vida universitaria. No
puede usted imaginarse la diferencia entre esto y el asilo John
Grier. En mi vida soñé que existiese en el mundo un lugar como
éste. Siento compasión por cualquiera que no sea una chica y por
lo tanto se vea impedido de venir aquí. Seguro que no era tan
precioso el colegio a donde fue usted de chico»
Suya, como siempre, Jerusha Abbott
«Tengo una idea perfecta de cómo es usted, y a mi entera
satisfacción, hasta que llego a la punta de la cabeza. Ahí me
quedo en suspenso. No puedo decidir si le agrego pelo blanco,
negro o gris, o tal vez no le pongo pelo en absoluto. Ahí tiene
usted su retrato. ¿Le gustaría saber de qué color son los ojos?
Son grises, y las cejas sobresalen como un alero. En cuanto a la
boca, la nene como una línea recta con tendencia a descender en
las comisuras. Ya ve qué bien enterada estoy. Por lo que a la boca
se refiere, he decidido que usted es un viejo enérgico, de muy
mal genio.»
Siempre suya, Judy

«Hoy estuve paseando y tomando el té con un hombre. Y un


hombre muy superior, a saber: con el señor Jervis Pendleton, de
la casa de Julia; en realidad, su tío, ¡un individuo alto como usted!
Como había venido a la ciudad por negocios, se le ocurrió visitar a
la sobrina. Es el hermano menor del padre de Julia, pero no la
trata mucho. Parece que le echó una mirada cuando ella nació,
decidió que no le gustaba y desde entonces no la tuvo en cuenta
para nada.»
«De todos modos, allí estaba, en la sala, muy correctamente
vestido de sombrero, bastón y guantes. Y Julia y Sallie con clases
de séptima hora a las que no podían faltar. De modo que Julia
entró como una bala en mi cuarto a rogarme que le paseara al tío
por el parque y se lo devolviese intacto al terminar la séptima
hora. Por complacerla acepté, aunque sin ningún entusiasmo, ya
que los Pendleton no me gustan nada.»
Judy

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Mi muy queridísimo niño Jervie-Papaíto-Piernas-Largas-


Pendleton Smith:
«¿Dormiste bien anoche? Yo no pude pegar un ojo. Estaba
demasiado atónita, demasiado confundida, demasiado emocionada
y demasiado feliz; tengo la sensación de que ya no volveré a
dormir nunca más, ni a comer tampoco. Pero tú debes dormir,
queridísimo. Es preciso que te pongas fuerte lo más pronto
posible para venir a reunirte conmigo. Mi hombre querido, no
puedo soportar la idea de lo enfermo que has estado y yo sin
enterarme. Cuando el doctor me acompañó ayer hasta el coche,
me dijo que durante tres días te habían desahuciado. ¡Dios mío!…
Si no te hubiera recobrado, la luz habría desaparecido para mí.
Me imagino que algún día, en un futuro muy lejano, uno de los dos
deberá dejar al otro; pero por lo menos entonces habremos
disfrutado ya de nuestra felicidad y nos quedarán los recuerdos
para seguir viviendo.»
Tuya para siempre,  Judy
«Hace tiempo bueno para trepar y ¡ojalá estuvieras aquí para
subir conmigo por las colinas! Te extraño espantosamente, Jervie
querido, pero es una nostalgia feliz; pronto estaremos juntos y
ahora sí que nos pertenecemos sin duda alguna; nada de juegos
de «hacer creer». Parece raro que yo pertenezca por fin a
alguien, ¿no? Pero es una sensación muy, muy dulce. Y no dejaré
que lo lamentes un solo instante.
Tuya para siempre,  Judy
Opinión
En Jerusha encontramos a una chica llena de sueños y
aspiraciones, con ganas de progresar y convertirse en lo mejor
que pueda a pesar de todas las dificultades. Ella es reflexiva y
tiene un gran sentido del humor, además es capaz de reírse de sí
misma. Es optimista, y tiene fuertes convicciones.

Pero lo más importante, es que es un personaje con el que todos


los lectores se pueden sentir identificados: una chica que trata
de hacer un lugar para ella en el mundo y enfrenta las
dificultades de crecer por sí misma de la mejor manera posible. A
lo largo del libro vemos sus esfuerzos por encajar en la
universidad, sus amistades, sus intentos de desarrollar sus
habilidades de escritura, su primera experiencia con el amor,
todo en un tono inocente y divertido que hizo que esos temas
simples fueran amenos e interesantes de leer.

A medida que pasa el tiempo, sus cartas comenzaron a mostrar


los cambios que la educación y la vida social han hecho en ella un
giro que denota que se está convirtiendo a pasos agigantados en
una mujer. El punto más fuerte de la autora en este libro es la
simplicidad de la escritura.

Es fácil de entender, además de directo y conmovedor, y el


formato de las cartas hace sentir al lector que Jerusha, de
alguna manera, se dirige a cada uno de ellos, como si fueran sus
confidentes. También el autor deja en claro en esta historia una
gran convicción de ella: que todos, sin importar cuáles sean sus
orígenes, pueden encontrar el éxito y la felicidad en la vida.

A veces, lo único que requiere una persona es una oportunidad.


Este libro es probablemente muy diferente a cualquiera otro, y
ciertamente no es como los que están de moda hoy en día. No hay
diálogos dramáticos, ni violencia, ni romances acalorados. Y creo
que ese es precisamente el punto que quería llegar la autora. Una
de las tareas más difíciles para un escritor es encontrar una
manera de hacer que los personajes sean creíbles, verdaderos,
para darles su propia voz. La historia se compone casi por
completo de las cartas de Jerusha a “papaíto piernas largas”, lo
que significa que podemos ver las cosas desde su punto de vista.

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