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CICLO DE LAS ROCAS

El ciclo de las rocas consiste en los cambios que sufren los tres tipos de rocas,
transformándose unas en otras. Para ello suceden los siguientes pasos:
Cuando las rocas fundidas son expulsadas al exterior por un volcán, después
se enfrían y forman rocas magmáticas.
Con el paso del tiempo se va produciendo la erosión de la roca: el agua de la
lluvia, el viento, los ríos y torrentes y el mar actúan sobre ellas desgastándolas
y llegando a formar fragmentos finos o sedimentos.

Estos sedimentos y restos de seres vivos se acumulan y con el paso del


tiempo se endurecen dando origen a las rocas sedimentarias.

A través del paso del tiempo estas rocas se van cubriendo por otras rocas y
terminan depositadas en las profundidades de la corteza terrestre, debido
al transporte que realizan los ríos y torrentes, las aguas subterráneas y los
mares.

En el interior de la corteza terrestre la presión aumenta y la temperatura se


eleva. Debido a esto las rocas sedimentarias irán transformándose dando lugar
a rocas distintas como las rocas metamórficas. Si la corteza terrestre se
erosiona o si estas rocas metamórficas son expulsadas por un volcán, el ciclo
de las rocas comenzará nuevamente.

TIPOS DE ROCAS

Rocas magmáticas

Se forman en las profundidades de la corteza terrestre al enfriarse el magma y


llegan a la superficie cuando se produce una erosión en la corteza terrestre. El
granito, el basalto, la traquita y la piedra pómez son rocas magmáticas.

Rocas sedimentarias

Surgen por la acumulación de sedimentos o restos de seres vivos. Como


ejemplos de estas rocas tenemos la caliza, la arenisca, la arcilla, el carbón y el
conglomerado.

Rocas metamórficas      

Se generan a partir de otras rocas cuando aumenta la presión y la temperatura,


sufriendo transformaciones tanto en su estructura como en su composición. El
mármol, la pizarra, el grafito y el gneis son ejemplos de rocas metamórficas.

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