Está en la página 1de 17
CAP{TULO 3 COMPARTIR LA MESA TRAE SANIDAD E: el afio 1925, si el duefio adinerado de una planta- cién en Atlanta, Georgia, le extendia una invitacion formal a cuatro recolectores negros de algodén para visi- tar su mansién y compartir una cena acompafiada por cécteles y seguida por varias horas de conversacién y brandy, la aristocracia de Georgia se hubiese indignado y los vecinos de Alabama junto al KKK se hubiesen enfure- cido. El sistema de castas era inviolable, la discriminacién social y racial inflexible, y ser indiscreto podia acabar con la buena reputacion. El escdndalo que Jesus ocasion tino del siglo I, el mundo cristiano 6 en el judaismo pales- de hoy no lo aprecia como deberia. E] sistema de clases ve hacia Curnplis oy rigor. Estaba Jegalmente prohibido mezclarve oon yerad, res que estaban fuera de la ley, la prohibicion de Cong tir una mesa con mendigos, prostitutas y recaudadores de impucstos no estaba en discusiOn en Ambitos religion, sociales y culturales, El tedlogo Marcus Borg resalta que “una de las a mas sorprendentes del ministerio de Jess racteristic ; = , eran las comidas que compartla con los ‘pecadores’, es decir, los marginados sociales, Los fariscos (entre otros) jams comerian con alguien considcrado impuro, y nin- guna persona decente compartirfa una comida con un marginado” . Cuando Jess comié con los recaudadores de impuestos, las autoridades religiosas también se en- furecieron porque “los recaudadores de impuestos se en- contraban entre los mas despreciables”’. Desafortunadamente, la sociedad occidental ha per- dido en gran medida el interés por el significado de com- partir una comida, En oriente, compartir una comida con alguien ¢5 un simbolo de paz, confianza, hermandad y perd6n; aquella mesa compartida es la vida siendo com- partida. Decirle a un judio ortodoxo: “Me gustaria cenar contigo” ¢s interpretado como: “Me gustaria entablar una amistad contigo”, 1 Wet Mateus, Meeting Jesus Again forthe Fit Time (Encomtratnon e Yamente por penera ver} San Francisen, Marpersantranchans 190 aa ries 2 Lae. on Incluso hoy en dia, miembros del judaismo ortodoxo mente compartirian un café contigo, pero al extender nvitacion a cenar te dicen: “Ven a mi mikdash me-at, ni pequenio santuario, mi mesa y celebrernos la experien- cia mis hermosa que la vida puede darnos: la amistad”. so fue Jo que Zaquco oy6 cuando Jestis le pidié que ba- jara del arbol y, a raiz de estas cosas, el habito de Cristo de compartir la mesa generé comentarios hostiles desde los comienzos de su ministerio. facil und u A los fariseos les llamé la atencién que Jesus quisiera hacerse amigo de Jos marginados sociales. No solo incum- plia la ley, jsino que destruia la mismisima estructura de la sociedad judia! “Al ver esto, todos empezaron a murmurar: ‘Ha ido a hospedarse con un pecador”” (Lucas 19:7). Pero Zaqueo, sin preocuparse demasiado por el respeto ajeno, se alegré enormemente. Seria imposible subestimar el impacto que estas comi- das tuvieron en los pobres y Jos pecadores. Al aceptar- Jos como amigos y pares, Jestis habia quitado de ellos la vergiienza, la humillacion y la culpa. Al mostrarles El, les devolvia que sus vidas eran importantes para del cautiverio en un sentido de dignidad y los liberaba que s¢ encontraban. El contacto fisi ellos en la mesa (juan 13:25) yel cual jamas se le ocu Lucas 7:38-39) hizo sen! como Jesus er visto © debieron interpretar se co que tenia con i os ¥ rrié rechazar ( tirlos Limp" aceptados. Por otra parte, un hombre de Dios y profeta, ome DESTELLOS DE fists gesto de amistad como la aprobacién de} Seiio if con ellos. Ahora eran aceptados por Dios. Sus pec vn A . ‘ados, su ignorancia y su impureza fueron pasados por a J ya no los perjudicaban. t A través de la comunién en la mesa, Jestis simbgj. camente demostraba su visin del amor indiscriminado del Padre, un amor que hace salir el sol tanto en perso- acer Ilover sobre honestos y 5:45). La inclusion de los lograda en la nas buenas como malas y hi deshonestos por igual (Mateo pecadores en la comunidad de los salvos, comunién de la mesa, es la expresién mas dramatica del mensaje del amor redentor del Dios misericordioso. Hace varios aiios, el tedlogo alemén Karl Rahner daba una conferencia sobre salvacién en Roma y remarcaba que la salvacién es como “una botella de Coca-Cola”. Por toda Europa habia carteles que decian: “Todo va mejor con Coca-Cola”. El describié la experiencia: Hace calor, y las calles de Roma estén polvorientas ¥ llenas de la polucién de los escapes de los autobuses: caminas junto a un amigo, ves el cartel, te sientas ¥ a an A satisfaccién y la tranquilidad de una botella sca de Coca-Cola con tu ami; id migo. botella de Coca-Cola." ear 3. Nolan, Albert. OP, 6p. ct 4 Rahner, Karl, On ida, M. etianas, 1986, p. 2 1 Karl, Onaciones de v4 Madrid, Publicaciones Claretianas, 1 : Hanas, 1986, p. 2 orGrady escribe: Todo lo que contribuye al bienestar de la humanidad, todo lo bueno, noble, amoroso y verdadero se encuen- traen la experiencia de la salvacién. La salvacién no esta reservada solo para cl futuro. Se encuentra presen- te cuando una familia se sienta a celebrar con accién de gracias las cosas buenas que han recibido y han con- tribuido los unos con los otros y, asi, disfrutan de una deliciosa cena, un buen vino y una gran compania. La actividad comtin de Jestis de compartir una comida en el hogar o en el camino era la Santa Cena, y asi debe- ran ser las miles de comidas que una familia comparte todos los afios. Las comidas de las primeras Santas Cenas eran celebraciones de gratitud del regalo de la vida de Dios, celebrados con alimentos compartidos y con gozosa comunién. Parecia ser la actividad recreativa preferida de Jess, Las cenas ocupaban un papel tan importante en st tutina, que en mas de un ocasion fue acusado de borracho y glotén (por ejemplo, Lucas 7:34). El extenso estudio del biblista Albert Nolan indica que Jess tenia su propio hogar en Capernaum, ol ee un hogar comin, que compartia con Pedto. oo s ine familias, Sin duda alguna, come su ministerio — co era ambulante, Jesus 4 menudo dormit al costade pat 5. O'Grady, John 1.07 pESTBLLOS DE TRSOS camino 0 s¢ hospedaba con amigos: “el Hijo del Hombr no tiene donde recostar la cabeza” (Matco 8:20), Pero al as gresar de sus viajes misioncros, tenia una especie de domi- cilio cuasipermanente.” La frase “Este hombre recibe a Io; pecadores” (Lucas 15:2, énfasis agregado) sugiere que Je- suis era frecuentemente el anfitrién y en mas de una opor- tunidad debid haber alquilado una sala (como lo hizo para la Ultima Cena). La lista de invitados incluiria un variado desfile de vendedores ambulantes, prostitutas, pastores, pandilleros y apostadores. jJestis no era un trepador social! Los buscadores de estatus en la sociedad actual son selectivos con sus invitados a cenar y se preparan con gran esmero para aquellos con quienes desean quedar bien. Es- peran ansiosamente a ver sila invitacion les sera devuelta. Consciente 0 inconscientemente, los buscadores de poder y los trepadores sociales de hoy no subestiman el poder que tiene compartir una comida. Los pecadores que Jestis invitaba sabian muy bien que la comunion en la mesa significaba mas que buena educacion y cortesia; signifi- caba paz, aceptacion, reconciliacion, fraternidad. Como resalta Hans Kiing: “Para Jestis, esta comunion en la mes? i ; con aquellos rechazados por los religiosos, no era solo uni o humanitario. Erle pazy reconciliacio® ra los pecadores : expresion de tolerancia y sentimient expresién de su mision y su mensaje: para todos, sin excepciones, incluso pa 6. Nolan, Albert, dp. cit. 7. Kiing, Hans, 6p. cit. SUPA Lay mes trae sanidad Una vez conoci a un Parroco . a lorado que invité a-una familia a su casa los domingos por la tarde para aa conn frecuenci®, is demas invitados nunca Hea casera, Con asistian a la iglesia. Durante mj visita, | ple, pero la compafifa y la Conversacién farnilia compartie el dolor que les causé otro pastor y los motivos por (oS que consecuentemente dejaron de ir al templo. Sin embargo, aquella tarde fueron apreciados en lugar de condenados, y recibieron liberacién en lugar de un veredicto anticipado de culpa. Regresaron a la comu- nidad la semana siguiente. jHabfan sido sanados por una simple cena de domingo! Compartir la mesa con el pastor los habia llevado a tener comunién con Dios. Nn las Montafias de Co. al todos asistieron 9 ya no ‘a comida fue sim- estimulantes, Esta éCémo justificamos la exclusidn de los cristianos di- vorciados de la Cena del Sefior, cuando Jestis recibié a pe- cadores y preparé la mesa para los marginados morales? iHasta cuando seguird siendo asi? Dentro de la disciplina romana catélica, las condiciones y los requisitos para ob- tener la anulacién del matrimonio son hoy mas amplios. “A pesar de que este procedimiento ha sido mejorado, es claramente un improvisado legal, abierto a serios abusos. Los problemas basicos de esta 4rea contintan siendo se- tios y urgentes”®, _ Unhombre de 68 afios vino a mi en jeria; de hecho, al verme se lanz6 con Hlant os Gaffney, James, 6p. cit., p. 256. busca de conse- ‘oa mis brazos. DESTELLOS DE JESUS Haba sido privado de tomar la comunién durante cua- renta y scis afios. Hasta el hombre incestuoso en Corinto pudo regresar a la comunidad de la fe para no caer en desesperanza. Tras ser herido en batalla durante la Segun- da Guerra Mundial, fue dado de baja con honores y habja regresado a los Estados Unidos. Debido a una desespe- rada soledad, contrajo matrimonio con una muchacha que apenas conocfa en una ceremonia cristiana. Tras las primeras tres semanas de matrimonio, la muchacha ya habia cometido adulterio con varios hombres y por ende la relacién terminé en divorcio. Este hombre habia vuelto a ccasarse fuera de la Iglesia y, como sucede tan a menudo, el segundo y exitoso matrimonio habia sanado los errores humanos del pasado. Sin embargo, fue expulsado de la Iglesia. Incluso si el primer matrimonio hubiese sido un error despistado tipico de la juventud, {debe este hombre pagar una pena de por vida por no haber visto lo que nadie en ambas familias habia visto? Prohibirle a este hombre su regreso a la comunidad cristiana hace imposible que la Iglesia muestre compasién. “Es dificil creer que el rechazo a la compasién refleje la imagen de Jestis —dice el biblista John McKenzie—. Pareciera poner trabas a las personas” A medida que prevalecen la mentalidad religiosa y !os razones insensibles en los magnates religiosos, s¢ achica ee 9. McKenzi sit iicKenzie John, The New Testament Without Illusion {El Nuevo Testa"? ‘usiones}, Chicago, Thomas More Press, 1980, p. 155. Seompa Partin La mesa trae santdad Ja lista de invitados al banquete ’ y aume ‘ gillas vacfas en la mes nta cl nimero de a del Sefior. Jestis no gamos a buscar a los mendigos, los invalidos prantados de coraz6n; y nosotros, en cambio, la i" ave a los que ya estan sentados alrededor de la a “Que levanten, se vayan, y les cerramos la puerta. John McKenzie, cuyas palabras han ejercido una in- fluencia decisiva en mi ministerio pastoral, también escri- bid: “Si la Iglesia hubiese aplicado sobre los textos acerca del divorcio el mismo tipo de interpretacién que aplicé sobre los numerosos textos acerca de la no violencia y 5 dijo que sal- la acumulacién de riquezas, el divorcio en la comunidad ctistiana no serfa mas comun que las guerras y los ricos””. Tras un exhaustivo estudio de los dichos de Jesus pro- hibiendo el divorcio, Richard B. Hays, profesor de los estudios sobre el Nuevo Testamento en la Escuela de Teo- logia de la Universidad de Duke, comenta: De hecho, si uno de los propésitos del matrimonio r de Dios en el mundo (al sto y la Iglesia), écomo de que un segundo es ser un simbolo del amo! simbolizar la relacién entre Cri podemos rechazar la posibilidad matrimonio tras un divorcio pueda al quebrantamiento del ser un simbolo de gracia y redencion al pecado y Pasado? (...) —- " contemporary Life (Lo. que B 0. {dem, What the Biblie Says About the Problems of Ce — ary fee il ala con Biblia dice com respecto a los problemas de la vila Thomas More Press, 1984, pp. 45-46. prsTELLos BE FESUS Ninguin escritor del Nuevo Testamento lo supie. a ofrezco aqui como una propuesta teolépi- re, pero | tiva. Uno se atreve a hacer tal sugerencia ca construc precisamente porque el mismisimo Nuevo Testamento (especialmente 1 Corintios 7) invita a sus lectores a ser parte de un proc nimiento sobre lo: eso de reflexion constructiva y discer- s asuntos de divorcio y matrimonio," A menudo me preguntan cual es el libro mas impor. tante que he leido aparte de La Biblia. Mi respuesta ha sido consistente e inequivoca a través de los afios: Ser cris. tiano, de Hans Kiing. El retrato del tedlogo aleman sobre el Jestis verdadero (a diferencia del inventado) ha revolu- cionado mi idea de Cristo y el significado del discipula- do cristiano. En una prosa apasionada y hermosamente escrita, afirma: La Iglesia no esta ahi solo para los religiosa y moral- - - mente irreprensibles sino, también, para los inmorales, los irreligiosos y los. impios. por cualquier causa. No debe condenax.y seprobar sino, sin mengua de la se- riedad judicativa del mensaje, curar, perdonar, salvar y dejarlo todo al juicio de Dios. Una comunidad de fe que no quiere reconocerse integrada de hombres peca- dores y ordenada a hombres pecadores se vuelve dura ; Ml 1. Hen, Richard 8, The Mora Vision of the New Testament {La win mel! 0 Testamento}, San Francisco, HarperSanFrancisco, 1996, p- 373 Compartis la mesa trae sanidad \ de corazon, presuntuosa, inhum; ' ‘ana. No merece Ja mi- " ' confianza del hombre. En ‘a que, en una histori ' ‘a historia i ice barn de fidelid, de que solo en el sericordia del Seftor ni | cambio, una Igle ‘i lades acie Ttos y de errores, es consciente le 1 Reino de Dios ¢stardn separados el grano y la cizafia, los peces buenos y los malos, los ca- britos y los corderos, recibe por gracia la santidad que no puede adquirir por sf misma. Tal comunidad de fe sabe que no necesita fingir ante la sociedad una elevada moralidad, como si en ella todo estuviera en perfecto ‘orden; sabe que su fe es débil, su conocimiento oscuro y su profesién de fe vacilante; sabe que no hay pecado ni falta en que no haya incurrido alguna vez de una u otra forma, de tal modo que nunca, pese a su continuo distanciamiento del pecado, tiene motivo para distan- ciarse de ningtin pecador. En cuanto la comunidad de fe, considerandose autojustificada, mira desde arriba a los pecadores, los irreligiosos y los inmorales, no puede entrar justificada en el Reino de Dios. Pero si no deja de tener conciencia de su culpa y su pecado, puede vivir con el consuelo y el gozo del perdén. Ha recibido sera ensalzado."? la promesa de que quien se humilla - _— r una sugeren- lesia declare | libro de éQué puede hacerse? Permiteme hace! cia biblica un tanto audaz: idejemos que la Igl un afio de jubileo con el mismo espiritu que ¢ 12, Kiing, Hans, ép. cit. (cursiva agregada). Ba Fr 4 DESTELEOS DE TEST Levitico y sea anfitriona de una celebracién que Feciba , todos los cristianos cuyos derechos han sido quitados E,, la Israel antigua, ¢ cada sicte afios (0 afto sabitico), tods, Jas deudas debian ser canceladas; cada cincuenta afios lo aio de jubileo), todo lo que se habia perdido debia sep devuelto a su duehio original y todos debian regresar g sus respectivos hogares. “En el afio de jubileo cada uno Volverg asu heredad familiar” (Levitico 25:13). En el afto Sabatic, “habré la posibilidad de recobrar todo terreno que haya Sidy heredad familiar. (...) Pero si no consigue lo suficiente Parg rescatarla, la tierra quedard en posesion del comprador hast, el aro del jubileo, cuando el que Ia vendi6 la recobraré, yesta volverd a su heredad familiar” (Levitico 25:24,28). En un afio de jubilo que refleje el gozo del Evange. lio, dejemos a los lideres de nuestras iglesias proclamar |z amnistia, el perdén incondicional y gratuito para aquellos que se encuentran fuera de la ley; dejemos que actie el ministerio de Jestis que libera a los andrajosos de la cul- pa, la humillacién, el rechazo y el autodesprecio; con un magnifico gesto de misericordia, permitamos que el 10s tro de un Dios compasivo sea revelado a su Pueblo. Como pudimos observar, Jestis reivindica el compart: la mesa con los pecadores y justifica su conducta revolu- cionaria ante aquellos que la critican cuando afirma 4% el amor del Sefor por el pecador no tiene limites. “b que hago en palabra y obra —dice El— representa lh turaleza y la voluntad de Dios’ (...) Asi, Jess afm en sus acciones se hace efectivo el amor de Dios Po bs za “ Compartir ta mesa trac sanidag i sanida ecadores arrepentidos””, Al establece mo de El mismo con los pecadores, e entre los pecadores y Dios. Jestis es constant lo establece ciente de que el Sefior es amor, poi nnn cons- algo sin precedentes: socializar con los andres m ; ae, ; . Esto oe en la vida de adoracién de la comunidad La trascendencia de Dios es la presuposicién subya- cente de las ensefianzas de Jestis y el curso natural de su propia vida interior. La clasica definicién de predicar con- tinua siendo: aliis contemplata tradere, es decir, transmitir alos demas los frutos propios. Pere Sertillanges alude a un compafieris- esto cuando escribe: Intentemos analizar de la mejor manera posible la ora- cién del Maestro. ¢A qué responden sus sentimientos? ¢Qué generan en el alma? Sin duda alguna, el primero de ellos es la adoracién (...) Adorar significa reconocer que El lo es todo y que el adorador es nada (...) La ado- na desvaneciéndose ante la ‘0 es lo que Jesus hace. nada mis que alien- noce que El mismo an maravillosa es. racién es la pequefiez huma' presencia de la infinidad. Y es Reconoce que la criatura es nada, to que salié de la boca divina. Recor es nada desde su humanidad, que t , le dijo a un joven quien “@Por qué me llamas bueno?” “Nadie es bueno lo habfa llamado “maestro bueno”. ——— ial Verbo Divino, 1971 13. Jeremias, Joachim, Las pardbolas de Jestis, Navarr®, Editor ac os DESTEEEOS DE THESE sino solo Dios”. Solo uno es también grandiose; y ol Cristo humano, con toda su gloria, es solo un faye des prendido de Dios. Entonces, al adorar, humildements regresaba de donde habja salido."* El concepto que Jestis tenia sobre el Padre Y Su des. lumbrante santidad, su preocupacién por el otro YSU mis. teriosa grandeza, iba en contra de las Presunciones de |o, fariseos, que habian encasillado a Dios en la Tord y loha. bian interpretado en el Talmud. Sin embargo, el concepty de Cristo sobre Dios no estaba relacionado con el poder, el conocimiento, la belleza, la alteridad; sino con el amor. Nombrar a Dios revela lo que Jestis entendia sobre El: £] esta cerca de la humanidad en el amor. Por lo tanto, el privilegiado camino para obtener acceso a El es el amor. Los domingos de adoracién son una expresion pu- blica y en comunién del amor del Sefior y del prdjimo; cualquier accién de culto que se interponga en el cami- no del amor, se interpone en el camino del mismo Dies. Las celebraciones de alabanza y gratitud tienen como fin lograr lo que Jestis hacia al compartir la mesa: accion de gracias, paz, aceptacién mutua, reconciliacion, fratemi: dad. Cuando la comunidad de fe alberga rencores y ali menta resentimientos entre sus miembros, cuando cre la indiferencia por el otro, cuando abundan los gf 4 AD. Seruilanges, A.D, Jesus [Jesus}, Denville, NJ, Dimension Be 36 Compartir la mesa ty 1 4 sanded privilegiados y se refuerzan las lineas de A A divi religiosa y étnica, el servicio de isién social, adoracién aliment lugar de destruir, las barreras que sep a, en : Ni . aran a la : disminuye la calidad de vida de la fraternidad, ue y J este modo, la comunién se celebra indignamente. El tedlogo latinoamericano Jon Sobrino escribe; Adoracion, culto y religién en general no tienen au- tonomia propia para Jestis. Dios no es un ser egocén- trico, cuya realidad es ser para si mismo, sino que es para los demas. Y por esa raz6n el culto, ademas de hipocrita, carece de sentido si no va acompajiado del amor al hermano porque, de tal forma, no puede ser la manera de corresponder a Dios.'* Seis parejas se encontraban en circulo bebiendo Mar- tini en una fiesta. Uno de los esposos se dirigié a su mujer yle dijo —Estas engordando tanto que siento vergienza de sa- lir contigo. Para la mujer esto fue como decirle: “Ya no te amo”. El esposo cumple el rol de anciano en su iglesia y es to- mado como ejemplo de cristiano. ¢Pero segtin qué estdn- dates? Seguin la respuesta de Jesus al experto de la ley en Mateo 22, la nica regla para ser un discipulo bueno y fiel nana 1s E, CRI, 1977. Sobrino, Jon, S.J, Cristologia desde América Latina, México. Ediciones CRT, 1977 DESTELLOS DE JESUS es que ame a Dios y a la gente. Nada debe oponerse a las relaciones correctas entre los seres humanos, Jestis va directo al grano: “Por lo tanto, si estas Presen. tando tu ofrenda en el altar y alli recuerdas que tu hermang tiene algo contra ti, deja tu ofrenda alli delante del altar, Yp primero y reconciliate con tu hermano; luego vuelve y Presen. ta tu ofrenda” (Mateo 5:23-24). {Qué terrible cambio de prioridades religiosas! El tiempo de culto y adoracién a Dios esta subordinado a la reconciliacién con los herma- nos; el valor de la alabanza en comunidad para El (inde. pendientemente de la calidad de la musica, la efectividad de la predicacién y del disefio imaginativo del escenario) se mide por la calidad de vida y el amor en la comunidad de fe. Esta Palabra de Dios podria ser tan escandalosa para los cristianos devotos como fue, para los judios de- votos, ver a Jestis compartir la mesa con los pecadores. iCuanto potencial para acabar con las mentiras dentro de la comunidad religiosal! Si lo que se dijo anteriormente es cierto (que solo podemos experimentar la compasién y la aceptacién incondicional de Jesucristo si nos sentimos valorados y apreciados por los demas), entonces es la mis mi{sima familia de la Iglesia la que puede sanar el odio q¥* sienten por s{ mismos los divorciados, los alcohdlicos: los inadaptados y los rechazados sociales cargados con desir denes emocionales y mentales, La calidad de la pres . cristiana en la sociedad (no solo su relacién con dl aa sino con sus hermanos y hermanas) es lo que Pablo re “discernir el cuerpo”. La calidez y la bondad, la #6 Compartir la mesa trac canidad sin prejuicios ¥ el amor acogedor de los cristianos podria un conducto que lleve a que el poder sanador de Jesus re en la vida de un hermano o hermana. Esta atractiva tre la adoracién y la vida es sinénimo de la co lestis en la mesa con los pecadores. Esto trae idad a toda la comunidad. fu bn en union de J canidad ¢ integt

También podría gustarte