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Endomoral Mario Bunge oie re : wn Dialogo Educaci6n Axiologia® Tae Psicobiok ae : __ Biofisica “J _ ~l Seudotécnica Bioquimica Mito Sociologis: ° z Biofilosofia — ‘Ontologia Secdncions oe Bioespecies 4_ Sociologia juridica : Genética » Inteligencia Sociologia historica it artificial Biologia Socioeconomia| ae a" oom Indetefminisrtais® SS Positivismo Individualista Indetermii Colectivista Semanfica Genética Paradigma Electronica Primer dia (8 de julio de 1996) CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA Presidente de la mesa: David Sobrevilla AlcAzar Panelistas: Luis Piscoya Hermoza Holger Valqui Casas viev 29 Ciencia, técnica y epistemologia Primera parte Mario Bunge Concepto general de ciencia Vamos a ocuparnos hoy de unas ideas muy generales, empezando por la idea 0 el concepto de ciencia. Hay que te- ner en cuenta que la ciencia no es simplemente un cuerpo de conocimientos, sino que es una actividad de investigacién, es una actividad que se da ademds en una sociedad, se da en el curso de la historia, etc. Es decir, que hay un aspecto conceptual, hay un aspecto empirico, hay un aspecto social y un aspecto histérico. Hay que tener todo esto en cuenta cuando se quiere caracterizar el concepto de ciencia. Y aqui han fallado precisamente los filésofos que han pretendido definir la ciencia 0 el concepto de ciencia en un solo renglén. Es como decir «el elefante es orejudo». Esto es cierto pero no basta. Pues bien, la ciencia es un objeto tan complejo como un elefante. Defino una ciencia particular CP como una decatupla: CP = Ante todo est4 la comunidad de investigadores (C), sin la cual no hay ciencia viva. Es decir, los investigadores cientificos no estan solos sino que forman una comunidad mas o menos cohesiva. No quiere decir que no haya con- flictos entre ellos, por supuesto que los hay. Cada vez que hay cooperacién también hay conflicto. El que los inves- Ugadores en un campo cientiffico formen una comunidad. viev 31 MARIO BUNGE significa simplemente que estan en comunicacién entre si, que los unos aprenden de los otros, que los unos corrigen a los otros, que no se da, al menos en la ciencia moderna, el sabio aislado. A partir del siglo XVII, digamos de la época de Descar- tes y Galileo, todos los cientificos han estado en correspon- dencia entre si, aun cuando no habia todavia sociedades cientificas. Se escribia muchas veces a través de Mersenne'. Este notable matematico y fisico era una especie de agente de enlace de los cientificos de su tiempo. Como cualquier otra comunidad, la cientifica esta in- mersa en alguna sociedad (S). ¢Por qué es preciso hacer referencia explicita a la sociedad? Porque hay sociedades que no toleran la investigaci6n cientifica: son sociedades cerradas, por ejemplo las teocraticas, en las que no se tolera la biisqueda de la verdad, porque la verdad ya se encuentra en algtin libro. Para que florezca una comunidad cientifica, la sociedad en que estA inmersa tiene por lo menos que tolerar la actividad de los miembros de esa comunidad. Después aparece el dominio (D), universo del discurso 0 clase de referencia. Este es el conjunto de ideas o de hechos, alos que se refieren o que estudian los miembros de esta comunidad. Por ejemplo, el universo del discurso de la bio- logia es el conjunto de organismos y de ecosistemas, y el de la economia es‘el conjunto de los productores, mercaderes y consumidores de bienes y servicios. En cuarto lugar aparece algo que casi siempre se desconoce cuando no se niega explicitamente: los supuestos filoséficos que tiene toda ciencia (G). Para un positivista no hay tales supuestos filos6ficos; al contrario, la filosofia siempre debe ajustarse a la ciencia, la que va devorando paulatinamente todas las ramas de la filosofia. Pero de hecho, los cient{ficos dan por sentada una cantidad de tesis 1 Enelsiglo XVII se empezaron a formar las primeras asociaciones de cientificos. Entre los promotores de estas comunidades destaca n{tidamente la labor del padre Mersenne, fraile minimo jesuita educado en la Fleche de Paris, quien mantenfa correspondencia con Torricelli, Descartes, Fermat, Gassendi, Pascal, Hobbes y otros, sirviéndoles de nexo y de lugar de animadas discusiones. 32 uiev i a reine CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA de tipo filoséfico. Por ejemplo, hay supuestos ontoldégicos, tales como que el mundo exterior existe independiente- mente del investigador; que el mundo exterior es legal, es decir no hay milagros, hechos ilegales. Hay supuestos gnoseolégicos, tales como el de la posibilidad de alcanzar la verdad, al menos parcial y aproximada. Finalmente, hay una ética del investigador: los imperativos de la basqueda de la verdad, de la coherencia y de la claridad; la propiedad comin de los conocimientos, la promesa tacita de no usar el saber para dafiar, etc. Quien viola estos preceptos mora- les no se considera un investigador cientifico propiamente dicho. Naturalmente, la mayor parte de los cientificos no se ocupan de desenterrar esos supuestos, ésa es una de las tareas del filésofo, averiguar la filosofia que hay metida en la ciencia. El quinto componente es el fondo formal (F). En toda ciencia se supone tacitamente que valen las reglas del dis- curso racional, del debate racional, las que son codificadas por alguna teoria légica. Es decir, no se admite, por ejem- plo, la contradiccién, no se admite los circulos viciosos, ni se admite la imprecision, excepto al comienzo, y se busca siempre la exactitud, como meta por lo menos. Luego viene el fondo especifico (B). Hay una sola ciencia que no supone ninguna otra ciencia, y esa es la mateméaiti- ca. Los matematicos no presuponen la fisica ni la biologia, ni la sociologia, ni la economia, ni la historia, nada. Los mateméaticos, en principio, o las matematicas, se bastan a si mismas. No ocurre asi con la fisica, que presupone la matemiatica; ni con la quimica que presupone la matematica y la fisica; ni con la biologia, que presupone la matematica, la fisica y la quimica, y asi sucesivamente. Es decir, hay un fondo especifico que toda ciencia, con excepcién de la ma- temitica, admite y no discute. Por ejemplo, un quimico no discute las proposiciones de la fisica, a menos que él mismo se convierta en fisico. Luego viene P, la problematica, es decir el conjunto de problemas abordables por la ciencia en cuestién. En el caso de las ciencias basicas, estos problemas son puramente uiev 33 cognoscitivos. P es el conjunto de los problemas posibles_ es un conjunto abierto, de modo que no es un conjunto en el sentido matemitico. M4s bien, es una coleccién variable en el curso del tiempo, porque algunos problemas se van resolviendo, otros problemas se decide que no han sido bien planteados o que no vale la pena investigarlos, pues aparecen problemas completamente nuevos. Cada vez que se conoce algo existe la posibilidad de formular nuevos problemas. De aqui el crecimiento exponencial del fondo de conocimientos cientificos. Luego esta el fondo de conocimientos acumulado (A). En matematica sobre todo se ve que el progreso es acu- mulativo. Es cierto que muchas teorias matematicas yano interesan en el momento actual. Con todo, no se discute que son adquisiciones que se pueden perfeccionar. A medida que se va subiendo la escala de las ciencias se ve que ese fondo es cada vez menos seguro. Por ejemplo, sabemos que las teorias fisicas mds exactas de todas no son completamente verdaderas, sabemos que tienen defectos y esperamos que alguna vez esos defectos se corrijan. Pero no hay revoluciones cientificas completas a partir de la Revolucién Cientiffica del siglo XVII. Cuando se produ- ce alguna transformaci6n cientifica, se agrega o se quita algo aese fondo de conocimiento, pero no se niega todo el resto. Creo que hubo solamente dos revoluciones cientificas en la historia. Una fue el nacimiento de la ciencia en el siglo V a. C., en la Grecia antigua; la segunda revolucié6n cientifica fue el renacimiento de la ciencia o el nacimiento de la ciencia moderna en el siglo XVII. El noveno componente de la decatupla est4 constituido por los objetivos (O) de la ciencia. éCudles son los objetivos de la ciencia basica, a diferencia de los objetivos de la cien- cia aplicada y de la técnica? Simplemente, adquirir nuevos conocimientos, nuevas verdades. El cientifico se propone entonces averiguar la verdad o, mejor dicho, verdades que no tienen por qué ser completas y precisas ni, por lo tanto, definitivas. 34 view CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA Finalmente est4 la metédica (M), o sea la coleccién de métodos generales, especialmente el método cientifico y el método experimental, y métodos particulares, por ejemplo el método de muestreo estadistico, los métodos especiales utilizados para hacer microscopia electrénica o para redac- tar y circular cuestionarios en sociologia, etc. En resumen, CP = , a Q 5 a e = comunidad = sociedad = dominio = supuestos filoséficos = fondo formal fondo especifico = problematica = fondo de conocimientos = objetivos (2) fo i Cin) fo) is a fel i} = metédica Ahora bien, hay ciertas condiciones que debe cumplir esta decatupla 0, mejor dicho, una disciplina para ser con- siderada cientifica, ademas de las que he mencionado. Una de estas condiciones es que no debe estar aislada. Es decir, toda ciencia forma parte de un sistema de ciencias, en el sen- Sido de que cada una de estas ciencias tiene alguna ciencia vecina con la que se solapa aunque sea parcialmente. Por =jemplo, en el caso de la fisica y la quimica, el solapamien- *o es la fisicoquimica. La biologia y la fisica se combinan frmando la biofisica, y asi sucesivamente. La sociologia y la economia se unen en la sociologia econémica y, aun 4s intimamente, en la socio-economia. La historia y la sociologia se combinan formando la historia sociolégica y '2 sociologia histérica. uiev 35 Si alguien menciona una disciplina totalmente aislada, que no forma parte del sistema de las ciencias, esto indica que no es ciencia genuina. Una de las caracteristicas de la parapsicologia y psicoanilisis, etc., es que no se solapan con ninguna otra disciplina: est4n aisladas, no forman parte de la familia de las ciencias. Otra condicién es que ninguna de los componentes de la decatupla permanece constante. Es decir, van variando en el curso de la historia. Por ejemplo se van modificando desde luego las comunidades, las sociedades se van modi- ficando, el dominio o universo del discurso de cada ciencia se va ampliando habitualmente. Por ejemplo, se restringe cuando una ciencia se subdivide en varias ramas. Otro ejemplo: se descubre nuevas cosas 0 se descubre que algo que se crefa que existia, de hecho no existe. En todo caso, ninguna Ciencia auténtica permanece constante. La ciencia perenne es una ilusi6én. Ciencia formal y ciencia factica Ahora quisiera hacer una diferencia radical entre dos grupos de ciencias: las ciencias formales principalmente Ja matemiatica, y las ciencias de hechos o fActicas. Desde luego que lo que voy a decir pertenece a una cierta filosofia : de la matemAtica, la mia. Hay muchas otras filosofias de la matemiatica, pero de ellas no podemos ocuparnos en detalle ahora; puede ser durante el periodo de la discusi6n. En matemiatica se da por sentado que los objetos mate- maticos —tales como los niimeros, las figuras, las estruc- turas algebraicas y los espacios topolégicos— existen de una manera muy diferente de la manera en que existen los objetos fisicos, como existe este micréfono, 0 como existe alguno de nosotros. Los objetos matematicos carecen de propiedades fisicas: no tienen masa, no tienen carga eléc- trica, etc. Carecen de propiedades biolégicas: no estan ni vivos ni muertos. Carecen de propiedades, sociales: no son prosociales ni antisociales. 36 uiev CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA Los objetos matematicos no cambian por si mismos: son, como decia Platén, eternos. Esto no quiere decir que existan por si mismos. Si uno es idealista, en particular platénico, dirA que si, que la matemAtica preexiste a los matemiéaticos, asi como las rocas preexisten a los gedlogos. Si adoptamos una posicién realista, diremos que los objetos matemAaticos son creaciones de los mateméaticos. E] dia que deje de haber matematicos, o al menos personas capaces de entender algo de matematica, dejara de haber objetos matematicos. Pero-eso si, hacemos de-cuenta o fin-~ gimos, que los objetos mateméaticos tienen una existencia propia y que sus caracteristicas son independientes de la manera en que se los piense. Por ejemplo, usted y yo pensamos seguramente el mis- mo ntimero 3 de manera diferente, porque nuestros cere- bros, aunque son muy parecidos, tienen algunas diferencias. Sin embargo estamos ambos diciendo «estoy pensando en el namero 3». Cuando alguien demuestra el teorema de Pitagoras pasa por un proceso mental diferente del proceso mental por el cual pas6 el mismo Pitagoras 0, mejor dicho, aquel miembro de la escuela de Pitagoras que demostré6 el teorema justamente famoso. En resumen, hacemos de cuenta o fingimos que esos objetos matematicos existen de por-si y no tienen propie- dades fisicas, biolégicas, ni sociales. Dicho de otro modo, todas las propiedades de los objetos matemAaticos son con- ceptuales. De modo que la matemiatica (incluida la logica) es la ciencia en que todas las propiedades son atributos (o predicados). Totalmente diferente es el caso de las ciencias facticas. Por ejemplo la fisica, la biologia, la sociologia y la historia se ocupan de hechos. Se supone que estos hechos ocurren, ya en el mundo exterior ya en el mundo interno, el mundo de la experiencia subjetiva. Es decir, estos hechos ocurren fuera o dentro de nuestros cerebros, los que son cosas concretas o materiales. Por lo tanto, estos hechos tienen propiedades fisicas, biolégicas, sociales, etc. En cambio, no uicv 37 MARIO BUNGE tienen propiedades matematicas, aunque en muchos casos se los puede representar matematicamente. Admitimos entonces dos tipos de existencia: existencia formal y existencia material. Por ejemplo, Euclides demos- tré el teorema segiin el cual hay infinitos nimeros primos (es decir nimeros que no son divisibles por otros nimeros salvo por ellos mismos). Acaso alguien pregunte donde estan esos nimeros. Respuesta: en ninguna parte. Pero al menos éestan en la mente de alguien? No. Nadie puede pensar sucesivamente una infinidad de nimeros, ni primos ni com- puestos. Se hace de cuenta que estos conjuntos, numerables pero infinitos, existen de por si: son ficciones. Los objetos mateméaticos, segiin esta filosofia de la mate- mitica, son ficciones, no todas las cuales son pensables. Son pensables en principio, pero de hecho no lo son. Por ejem- plo, podemos escribir un nimero tal como 10 elevadoala1o elevado ala 10 elevado ala 10; pero no tenemos la capacidad de concebir un némero tan grande como este. Sin embargo, nadie puede impedirnos utilizar ese concepto que no ha sido pensado y que no puede pensarse. Otros ejemplos: la recta infinita, o conjunto de todos los nameros, «reales», y la familia de todos los subconjuntos de ese conjunto. En las ciencias facticas se utiliza un concepto filos6fico muy importante que es.el de verdad. Este es el de la verdad de hecho, radicalmente diferente de la verdad de razén. (Esta dicotomia se debe a‘Pascal y Leibniz.) La proposicién «este es un vaso de jugo de papaya», es independiente de todo contexto teérico y de toda ideologia: no es neoliberal ni socialista, catélica ni atea. Esta ahi el jugo de papaya: existe independientemente de que yo lo piense 0 lo beba. En general, si afirmo que una proposicién es verdadera de hecho, es porque hay un conjunto de hechos que son descritos adecuadamente, correctamente, mAs 0 menos exactamente por esa proposicién. Estos hechos conocidos son el soporte empfrico de la proposicién de marras. En otras palabras, esta proposicién sera declarada verdadera si 38 uiev CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA ysolo si corresponde a esos hechos. Por ejemplo, si digo que “est4 lloviendo en este momento en alguna parte” (que no sea Lima, desde luego) esta proposici6n va a ser verdadera si y solo si de hecho llueve en alguna parte del mundo. Luego hay hechos que est4n fuera de la proposicién, pero a los cuales se refiere una proposicién dada. En cambio, la negacién de esta proposicién seré falsa si no hay ningén hecho que la apoye. Una vez que logro afirmar la proposici6n P, no-p queda excluida completamente. Con mayor raz6n queda excluida la conjuncién de ambas, es decir, p y no-p. Este es un principio clave de todas las légicas propiamente dichas. Sin él no podriamos hacer ciencia de ningin tipo, formal ni factica, basica o aplicada. Sin embargo, hay que aclarar que lo anterior vale sola- mente para las proposiciones precisas, que solo contienen predicados exactos. Si en cambio enuncio proposiciones imprecisas, tales como: «Fulano es mds o menos bueno», 0 «Zutano es mas o menos joven», estoy empleando conceptos imprecisos. En estos casos también puede valer la contra- dictoria, tal como «Fulano de tal es mas o menos malo». El concepto de verdad, aunque central en las ciencias fActicas, en las técnicas y en la vida diaria, tiene muy poco que hacer en la matematica pura. En la matemAtica pura lo que importa es el concepto de deducibilidad: el saber si a partir de un cierto grupo de suposiciones iniciales (axiomas y definiciones), se deduce tal o cual teorema de acuerdo con ciertas reglas de légica deductiva. Endomoral de la investigacion Ahora demos un vistazo a lo que llamo la endomoral de la investigacién, a diferencia de la exomoral, que se refiere a la responsabilidad social del investigador. Quien primero investigé la moral inherente a la investi- gacién cientifica fue el socidlogo norteamericano Robert Merton, quien fundé la sociologia cientifica de la ciencia en los afios 30. Segtin Merton, los dos principios basicos uiev 39 MARIO BUNGE de la moral de la ciencia bdsica son: la busqueda honesta de la verdad y la participacién en la propiedad colectiva de los conocimientos, o comunismo sistémico. Es decir, a diferencia de este jugo de papaya, que es mio —a nadie se Je ocurra tomarlo— los conocimientos cientificos son pro~ piedad comin de la sociedad, son compartidos por quienes quieran adquirirlos o utilizarlos. Por eso es tan importante la comunicabilidad, el he~ cho de que no haya secretos cientificos. Justamente para asegurar la busqueda de la verdad necesitamos libertad de investigacién. No se trata de la libertad de propagar men- tiras o de incitar a la gente ala violencia, sino de la libertad para buscar y ensefiar la verdad. En la ciencia no podemos admitir otras restricciones que las restricciones légicas y las restricciones empiricas, es decir, la necesidad de ajustarse a los hechos conocidos. Seudociencia Ahora examinemos brevemente al concepto de seudocien- cia. Una seudociencia es un conjunto de ideas 0 practicas que se presenta como ciencia aunque de hecho no lo es. Es decir, se la vende como ciencia pero no es cientifica. Por ejemplo, en una época la grafologia fue considerada una ciencia. Hoy dia ya nadie la toma en serio. Por ejemplo, los tribunales ya no recurren a grafélogos, porque saben muy bien que se puede imitar la letra y en todo caso la letra no es un indicador de personalidad. Otra seudociencia, todavia muy difundida, es la para- psicologia. Esta es la disciplina que afirma la posibilidad de la transmisi6n del pensamiento, del conocimiento del futuro, de la telequinesis y de la comunicacién con muertos. Es una mera supersticién legada por la antigiiedad. Pero es la tinica seudociencia en la que se hace experimentaci6n. Sin embargo, los que han estudiado los experimentos parapsicolégicos han encontrado que adolecen de una de dos fallas: o bien no hay gru- pos de control o bien hay fallas de razonamiento estadistico. 40 viev OO ae CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA En todo caso, el estatus cientffico de la parapsicologia se ve distinto desde dos perspectivas epistemoldgicas dife- rentes. Por ejemplo, un empirista diré que la parapsicologia no esta probada ni refutada: que lo inico que podemos afirmar es que hasta ahora nadie ha logrado transmitir pensamientos, a menos que sea por fax, por teléfono, o de viva voz. De modo que debemos seguir experimentando. En cambio, un epistemédlogo realista y materialista afirmard que tales experimentos son una pérdida de tiem- po. Razonara asi: el pensamiento no existe de por si, sino que es un proceso neurofisiolégico. Por consiguiente, no se puede transmitir sin canales fisicos, de la misma manera que no se puede transmitir un dolor de barriga, un latido del corazén o una emocién. Todos estos son procesos fisiolégicos intransferibles, aunque por supuesto comuni- cables por la palabra o el ademén. Por consiguiente, no es necesario esperar un ntimero ilimitado de afios para ver si alguien logra confirmar alguna hipétesis parapsicolégica. Si alguien persiste en hacer experimentos, que los pague de su bolsillo. Analogia: consideremos la proposicién «Todos los hombres son mortales». Hasta ahora ha sido confirmada empiricamente: toda la gente eventualmente ha muerto. Pero un empirista podria argiiir que esto no prueba la imposibilidad de que alguna vez, en alguna parte, existan seres humanos inmortales. éQué contestaria un realista cientifico? Veamos. En primer lugar, la hipétesis de la inmortalidad huma- na es inverificable. En efecto, para confirmarla habria que esperar un tiempo infinito. Segundo, no hace falta esperar ese tiempo, porque los que investigan el proceso de enve- jecimiento han descubierto una cantidad de mecanismos de envejecimiento. Por ejemplo, mutaciones, acumulacién de sustancias téxicas, apotopsis (muerte celular «progra- mada» genéticamente), etc. Sabemos que necesariamente cada uno de nosotros va a morir, no exactamente cuando, Pero lo sabemos. viev 41. MARIO BUNGE Ahora voy a hacer una breve mencié6n al psicoanilisis, que —junto con la homeopatia— es la mas rentable de las seudociencias. En efecto, los psicoanalistas cobran por lo menos cien délares por hora, mientras que los parapsi- célogos no hacen consultas (a menos que oficien como espiritistas). Las hipétesis psicoanaliticas se pueden dividir en dos clases: las comprobables y las incomprobables. Entre las incomprobables esta la hipétesis de la represi6n, porque segiin los psicoanalistas si uno no admite algo, por ejemplo si una nifia no admite que su padre ha abusado sexualmente de ella, es porque ha reprimido ese recuerdo; y cuanto més se niega tanto mas prueba esto la represién. Entonces, écémo hacemos para refutar la hipétesis? Otro ejemplo: la hipétesis de que todo varén sufre el complejo de Edipo. Si un varén ama realmente a su padre, los psicoanalistas dicen que el superyé del sujeto esta re- primiendo el odio. Cuando afirma que ama a su padre esta probando que, en realidad, lo odia. La sola presencia de hipétesis incomprobables en el psicondlisis muestra que es una seudociencia. Las’ hipétesis psicoanaliticas comprobables son en principio de tres tipos: las que han sido verificadas, las que han sido falseadas, y las que no han sido puestas a prueba. Yo no conozco ninguna que haya sido verificada. Una tras otra, las que han sido puestas a prueba, han sido refutadas. Una de ellas es la hipétesis de que hay dos tipos de per- sonalidad, la oral y la anal. Quien tiene una personalidad anal es disciplinado, serio y mas bien introvertido; en cam- bio, los sujetos con personalidad oral son despreocupados, indisciplinados y extravertidos. Hace ya una cuarentena de afios se probé que no hay ninguna correlacién entre la personalidad y la manera en que al nifio de corta edad le han entrenado los esfinteres. Otro mito freudiano es el del orgasmo vaginal. También este ha sido refutado hace una cuarentena de afios. 42 uiev CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA Uno de los mitos psicoanaliticos mds absurdos yrenta- bles es la tesis de que todo olvido es debido a la represi6n. Los psicélogos cientificos han descubierto hace un siglo que lo excepcional no es el olvido sino el recuerdo. Y en el curso de las Giltimas décadas se ha descubierto el mecanismo de la memoria: la formacién de sistemas de neuronas activadas por algiin acontecimiento. Estos sistemas se van formando y deshaciendo en el curso del desarrollo. No se mace con recuerdos: el cerebro del recién nacido es demasiado pri- mitivo para formar recuerdos que no sean de impresiones muy basicas. En resumen, la hipétesis de que todo olvido se debe a la represién es incompatible con la psicologia experimental y la neuropsicologia. Esto no quita que no exista toda una industria: la tera- Pia de los recuerdos reprimidos. Este negocio, hasta hace poco floreciente en los EE.UU., se ha desinflado en afios recientes. El negocio consiste en lo siguiente. Una persona, por lo comin una mujer, acude donde una psicoanalista porque tiene algiin problema psicolégico. Puede ser que el 0 la psicoanalista le diga: - Lo que ocurre es que su padre ha querido o ha lo- grado violarla cuando usted era chica. - _iOhno, de ninguna manera! Yo me llevaba bien con mi padre, quien siempre me traté con carifio y considera- cién. ~__ No, lo que pasa es que usted ha reprimido ese re- cuerdo. Yo voy a ayudarla a recuperar ese recuerdo repri- mido. El mago o la maga «ayuda» a la paciente incauta con hipnosis (sugestién), y con drogas tales como embutal si €s necesario. Finalmente, ocurre una de dos: la paciente abandona el tratamiento, o termina admitiendo que si, que su padre la violé. En este segundo caso el mago o la maga ha logrado implantar un recuerdo ficticio. En psicologia =xperimental es cosa sabida que se puede injertar recuerdos. Dicho sea de paso, uno de los primeros ejemplos que aparece en la literatura no cientifica figura en La guerra y la paz de viev 43 Tolstoi, escrita hace mas de 100 afios. En esta novela una chica le injerta un recuerdo a su amiga. En todo caso, en los EE.UU. ha habido algunos juicios espectaculares, en los cuales mujeres han acusado a su pa- dre de haberles arruinado la vida por haberlas violado en su infancia. El Gnico testimonio exhibido era el testimonio de un psicoanalista. La presunta perjudicada entablaba un juicio a su padre. Este era encarcelado y quedaba arruinado, y su familia quedaba desmantelada, etc. Finalmente, los tribunales de California han decidido que no van a aceptar mis ese tipo de testimanio de psicoanalistas. Existe, ade- més, una Fundacién para el estudio y la denuncia de esta industria. Nada de esto implica que en algunos casos haya habi- do incesto. Pero esos casos han sido descubiertos de una manera muy diferente. Han sido verificados por testigos y visitadores sociales. No se ha recurrido a sugesti6n nia drogas, nadie ha injertado recuerdos. Bueno, en todo caso, si hay interés podremos volver al psicoan4lisis cuando nos ocupemos de la Psicologia. Ciencia hasica y ciencia aplicada Hay ciencias basicas, hay técnica, y en el medio tenemos las ciencias aplicadas, por ejemplo la farmacologia, la toxico- logia, la criminologia, etc. Estas disciplinas buscan verdades, lo mismo que las ciencias basicas. Pero las verdades que buscan son de posible utilizacién practica, de posible valor practico. Ejemplo, la investigacién de productos naturales en quimica, bioquimica y farmacologia, con la finalidad de ver si algunos de ellos podrian utilizarse en la industria farmacéutica. La definicién o caracterizacién de una técnica es parecida ala caracterizaci6n de una ciencia. Pero hay un componente adicional, de modo que tenemos una endecatupla. El undéci- mo componente es un conjunto de juicios de valor. El técnico, a diferencia del cientifico, asigna valores a todas las cosas. 44 viev even RE ree HE Para un bidlogo vale tanto, en principio, un mosquito como un elefante. En cambio, Para un epidemiélogo norma- tivo los mosquitos son disvaliosos, y para un técnico forestal los elefantes son una plaga. Para un ingeniero, las estrellas no tienen el menor valor. En cambio, tal vez la Luna pueda alcanzar algun valor, ya que tal vez podamos enviar mineros ala Luna y traer minerales de ella. En cambio, las estrellas y el pasado de la humanidad no tienen el menor valor para un técnico, porque él se propo- ne modificar la realidad. Mejor dicho, se propone disefiar aparatos 0 procesos capaces de cambiar, sea el curso de la naturaleza, sea las acciones humanas. De modo, pues, que para el técnico el conocimiento es un medio, un instrumento para hacer, o para permitir que otros acttien guiados por esos disefios 0 esos planes. Naturalmente, la técnica moderna se apoya sobre la ciencia moderna, pero no sobre toda ella. La mayor parte de la ciencia, empezando por la matematica, no es inme- diatamente relevante a la técnica. Por ejemplo, el disefio y la fabricacién de armamentos le deben poco a la ciencia basica, aunque ese poco sea indispensable. E] técnico original, en cuanto disefiador de artefactos, Procesos u organizaciones, tiene ideas nuevas. No le basta con exprimirala ciencia: usa algo de ciencia, Pero tiene que agregar investigaci6n e imaginacién. Exomoral de la técnica Desde el punto de vista &tico, es interesante observar que la técnica tenga la misma endomoral que la ciencia basica. Pero también est4 sometida alo que yo llamo exo- moral, es decir a exigencias sociales. Se da Por supuesto que el técnico debe ajustarse a la verdad, buscar la calidad y no debe engafiar a su cliente. Todas estas exigencias figuran en los cédigos de ética Profesional. Pero estos cédigos son incompletos. En efecto, en una sociedad minimamente justa el técnico tiene obligaciones viev 45 MARIO BUNGE adicionales. Por ejemplo, no debiera deteriorar irreversible- mente el ambiente, ni debiera dafiar en forma irreparable al préjimo. Es decir, hay ciertas restricciones sociales a las que no est4 sometido el cientifico basico, porque este no cambia las cosas, sino que se limita a estudiarlas. Imponerle restricciones al cientifico basico es lo mismo que limitar la basqueda y difusién de la verdad. Los ciuda- danos de una democracia deben, pues, proteger la libertad de investigacién y apoyar su ejercicio. En cambio, como ciudadanos tenemos el derecho y el deber de vigilar a los técnicos para evitar abusos de lo artificial. Hay una enorme diferencia entre la técnica artesanal, por ejemplo la técnica de la confeccién de vestidos por modistas, y la técnica de la confeccién de vestidos en es- cala industrial. Son técnicas bastante diferentes, porque en la produccién en gran escala se necesita maquinaria especializada, que se disefia sobre la base de conocimien- tos de ingenierfa, que a su vez se basan sobre la fisica y la matemiatica. En resumen, la técnica y la ciencia se parecen en que ambas procuran la verdad, pero se distinguen en que la técnica también procura ser itil. Seudociencia y seudotécnica Asi como hay seudociencias hay seudotécnicas. La primera de estas parece haber sido la magia. Aunque suele afirmarse que la magia es la antecesora de la ciencia, la verdad es que la magia es la antecesora de la téenica. En efecto, el mago se proponfa, se propone, modificar, ya sea la naturaleza, ya sea la gente. Lo que ocurre es que el mago no empleaba los métodos adecuados. Si era astuto engafiaba ala gente para hacerla creer que, en efecto, era eficaz. Por ejemplo, el chamén o mago de una tribu africana empieza la danza de la lluvia poco antes de empezar la estacién de las Iluvias. El sabe cudndo empiezan las lluvias, porque lleva la cuenta de los dias: es el encargado del calendario. 46 viev a sa CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA Ademas utiliza trucos, el chaman 0 el médico brujo conoce algo de hierbas y sabe tal vez c6mo curar una frac- tura o detener una hemorragia. Es decir, tiene algunos conocimientos auténticos, los que le dan prestigio, y otros que no son auténticos. Un ejemplo mAs actual de seudotécnica es la psiquia- tria hablada, 0 psicoterapia. Hay dos clases de psiquiatria: la que supone que todas las perturbaciones mentales son perturbaciones del cerebro, y la que supone que son per- turbaciones de un alma inmaterial que se pueden curar con la palabra. Lo que se puede curar con la palabra son desérdenes de conducta, es decir, pautas de conducta no adaptativas o desviantes. Esto si se puede cambiar a veces con la palabra, con la persuasi6n, con el consejo dado por una persona experimentada. Pero esto es modificar la manera en que trabaja cierta parte del cerebro. : Lo que no puede modificar la palabra en forma perma- nente es la quimica del cerebro. Con meras palabras no se puede aumentar ni disminuir sino fugazmente la concentra- cién de los neurotransmisores. Justamente de esto se ocupa la psiquiatria biolégica: de modificar los procesos quimicos que intervienen en los procesos mentales, en particular los afectos, los sentimientos y las emociones. Uno de los casos més trégicos es el de los maniaco- depresivos, que hasta los afios 50 eran intratables. A partir de entontes no es que se los puede curar, pero si se los puede tratar. Es decir, se puede corregir levemente la transmisién de ciertos neurotransmisores, tales como la serotonina, de mado tal que las fluctuaciones afectivas estén mAs o menos acotadas. Asi se evita casi siempre que el paciente se deses- Pere y se suicide. Un depresivo no tratado con farmacos no solo es incapaz de trabajar, sino que termina por suicidarse. Por siguiente, es irresponsable, e incluso criminal, enco- mendar su tratamiento a psicoterapeutas, que creen en la emnipotencia del verbo y en cambio no creen que el cerebro tenga algo que ver en las perturbaciones mentales. uicv 47 MARIO BUNGE Para poder aumentar la eficacia de la psiquiatria piolégica es indispensable impulsar el cultivo de la neu- rociencia y de la psicologia biolégica, que atin estan en la infancia. Por ejemplo, todos los afios aparecen articulos que pretenden demostrar que la depresién y las psicosis son hereditarias. Poco tiempo después se publica una rec- tificacién. Ni siquiera esta bien definida la esquizofrenia. Cada decenio se cambia la definicién de este trastorno y, por lo tanto, su diagnéstico y su tratamiento. Hay dos razones por las cuales la psiquiatria biolégica est4 poco desarrollada. Una es que sigue dominando el mito del alma inmaterial, inventado por las religiones y reforzado por las filosofias idealistas. El segundo motivo es que la mayoria de los psiquiatras no tienen una forma- cién cientifica adecuada. Tienen formacién de médicos. Son entrenados para aplicar conocimientos biomédicos, no para contribuir a ellos. Otra seudotécnica muy difundida es la homeopatia. Todos hemos ofdo hablar de los remedios homeopAticos, pero son pocos los que se han tomado la molestia de ave- riguar si son eficaces. La evaluacién de la homeopatia se puede hacer desde dos puntos de vista: el empirico y el cientffico. En el primer caso se procede a contar la frac- cién de casos de curacién que sigue a la administraci6n de remedios homeopaticos. Si el porcentaje es bajo, se abriga la esperanza de que aparezcan remedios homeopaticos mis eficaces. Este procedimiento no es cientifico, y ello por dos ra- zones. En primer lugar, involucra la conocida falacia del post hoc, ergo propter hoc (después de ello, por lo tanto acausa de ello). Segundo, siempre que se medique, bien o- mal, obra el efecto placebo, o sea, la sugestién: si tengo fe en un remedio, me sentiré mejor. Si somos optimistas va- mos a sobrellevar una enfermedad 0 una desgracia mucho mejor que sisomos pesimistas. Es decir, la autosugesti6n, y en particular el efecto placebo, es real. En resumen, el razonamiento empirista es inv4lido. 48 viv a CIENCIA, TECNICA Y EPISTEMOLOGIA El Gnico razonamiento valido es el del farmacélogo © bioquimico aplicado. Este nos: dird que al cabo de las numerosas diluciones sucesivas involucradas en la fabrica- cién de un farmaco homeopatico, solo queda algo asi como una molécula de la llamada sustancia activa por centimetro cibico. De modo que semejante farmaco carece de efecto biolégico. Por lo tanto es absurdo seguir ensayando los presuntos remedios homeopaticos: son una engafiifa. No sirven mds que para enriquecer a los homeépatas yalos laboratorios homeopaticos. A propésito, el hecho de que casi ningtin epistemélogo haya analizado ni denunciado esta estafa intelectual y comercial muestra que la mayoria de los epistemédlogos viven muy lejos de aquello que dicen estudiar. Hace poco menos que una década, un tal doctor Ben- yeniste, director de un laboratorio de la Universidad de Paris, publicé un articulo en la revista cientifica britanica Nature. En él sostenia que, si bien es verdad que en un Presunto remedio homeopatico practicamente no queda nada de sustancia activa, el agua conserva el recuerdo de la misma. Pero, como no aclaré en qué consistia esa pre- sunta memoria, lo que dijo no es sino bla-bla. El agua en estado liquido no tiene estructura suficiente Para recordar lo que contuvo en el pasado. Es muy diferente del caso de una barra de hierro: si se la dobla, queda doblada, y sise la imanta queda imantada. El articulo de marras fue objeto de una investigacién Por un equipo formado por el director de Nature, el célebre James Randy —un mago de espectéculos que se especializa €n trucos mégicos— y un investigador del famoso instituto norteamericano de la salud. Los tres fueron al laboratorio de Benveniste y repitieron los experimentos de su equipo (que, casualmente, habfan sido subvencionados por la industria homeopatica francesa). La verdad, admitié el doctor Benveniste, es que los experimentos siempre dan Bien cuando los hace la doctora fulana. Naturalmente, esto reforz6 la sospecha de los visitantes. Estos repitieron los =xperimentos de acuerdo con los protocolos, y no encon- viev 49 MARIO BUNGE traron nada. Pocos afios después, el gobierno francés cerré el laboratorio fraudulento. Debido ala hora avanzada debemos terminar aca. Ahora el panel va a demoler todo lo que he dicho. 50 uisv

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