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23 Semana - Ginecoobstetricia - #Cursillodeapo
23 Semana - Ginecoobstetricia - #Cursillodeapo
Anticoncepción
1. Métodos anticonceptivos de primer tipo: son los más eficaces. Comprenden los
dispositivos intrauterinos (DIU), los implantes y varios métodos de esterilización. Los
implantes y DIU son los métodos con mayor eficacia anticonceptiva. Reducen
efectivamente las tasas de embarazo no intencionado y se consideran métodos
anticonceptivos reversibles de acción prolongada. Se ha instado al empleo de
anticonceptivos reversibles de acción prolongada para todas las personas elegibles,
incluidas adolescentes (Conarem 2019). Ningún método anticonceptivo está
completamente exento de efectos secundarios.
1.1. Dispositivo intrauterino: los cinco DIUs actualmente aprobados son
químicamente activos y se liberan continuamente en cobre o levonorgestrel. El DIU T
380A (cobre) está aprobado para 10 años de utilización después de su inserción. Las
tasas de fracaso son <1% y similares a las de la esterilización de la trompa. Con el
sistema intrauterino liberador de levonorgestrel (SIU-LNG), la liberación de progestina a
largo plazo conduce a atrofia endometrial, lo cual dificulta la implantación normal. Las
progestinas crean una mucosidad cervical viscosa escasa que obstruye la motilidad del
espermatozoide (Conarem 2020). Dentro del útero se provoca una respuesta
inflamatoria endometrial local intensa, en especial con los dispositivos de cobre, estas
dan por resultado una disminución de la viabilidad de los espermatozoides y del óvulo.
En el caso de que ocurra la fecundación, las mismas acciones inflamatorias se dirigen
contra el blastocisto. Con el DIU-Cu específicamente, los niveles de cobre se elevan en
el moco cervical, lo que disminuye la movilidad y la viabilidad de los espermatozoides.
1.1.1. Efectos adversos: las complicaciones consisten en perforación uterina,
expulsión del dispositivo, cambios menstruales, infecciones y aborto espontáneo
si ocurre embarazo. Los mecanismos de acción del DIU son más efectivos en la
prevención de la implantación intrauterina, por tanto, si un DIU falla, es probable que
una mayor proporción de embarazos sean ectópicos. La expulsión de un DIU del útero
es más común en el primer mes. La mayoría de las perforaciones ocurren en el
momento de la inserción. En la perforación aguda, el fondo es el sitio más común y el
sangrado suele ser mínimo. Con la perforación crónica, un dispositivo logra penetrar en
la pared uterina muscular en diversos grados. La dismenorrea y las irregularidades del
sangrado complican el uso del DIU. El sangrado abundante con mayor frecuencia
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complica el uso del DIU-Cu y puede causar anemia. Con SIU-LNG, las manchas
irregulares de hasta 6 meses después de la colocación a menudo causan amenorrea
progresiva. El riesgo de infección relacionada con el dispositivo es mayor durante los
primeros meses posteriores a la inserción. Después del primer mes, el riesgo de
infección no se incrementa, por el contrario, existe bajo riesgo de enfermedad de
transmisión sexual (ETS). En las mujeres que se embarazan mientras utilizan un
DIU se debe descartar embarazo ectópico. Las tasas de malformación fetal no son
mayores con un dispositivo dejado in situ. El aborto espontáneo del segundo trimestre
con un DIU colocado es más probable que se infecte.
1.1.2. Momento de inserción: la inserción del DIU ha seguido de forma tradicional la
involución uterina completa en al menos 6 semanas después del parto. Inmediatamente
después de un aborto espontáneo, un aborto quirúrgico o el parto, se puede insertar el
DIU si no hay infección. Para la colocación no relacionada con el embarazo, la
inserción cerca del final de la menstruación alcanza a ser más fácil y ayuda a excluir el
embarazo temprano.
1.2. Implantes de progestina: son cilindros delgados y flexibles que contienen
progestina, los cuales se implantan de forma subdérmica y liberan hormona durante
muchos años. El implante de etonogestrel se coloca en el tejido subdérmico en la
superficie interna del brazo, a 8-10 cm del codo. Se puede utilizar por 3 años y luego
reemplazarse en el mismo lugar o en el brazo opuesto.
1.2.1. Efectos adversos: el sangrado irregular es común. Los efectos adversos
específicos del dispositivo se derivan de la posición incorrecta. Se observan
entumecimiento y parestesia sobre la cara anteromedial del antebrazo. Los dispositivos
no palpables no son infrecuentes y requieren imágenes radiológicas para localización.
1.2.2. Momento de inserción: el implante de etonogestrel se inserta dentro de los
primeros 5 días después del inicio de la menstruación. Con los implantes liberadores de
levonorgestrel se establece la anticoncepción durante las primeras 24 h si se inserta en
los primeros 7 días del ciclo menstrual. En relación con el embarazo, se puede insertar
un implante antes del alta, después del parto o el aborto.
2. Métodos anticonceptivos de segundo tipo: son muy eficaces. Comprenden los
anticonceptivos hormonales sistémicos que se venden en la forma de comprimidos
orales, inyecciones intramusculares, parches transdérmicos o anillos transvaginales.
2.1. Anticonceptivos hormonales combinados: el efecto más importante es la
supresión de los factores liberadores de gonadotropina hipotalámicos, que a su vez
bloquean la secreción de la FSH y LH para inhibir la ovulación. El componente
progestágeno evita la ovulación al suprimir la LH y espesar el moco
cervicouterino, asimismo, hacen que el endometrio no sea favorable para la
implantación. El estrógeno bloquea la ovulación al suprimir la liberación de FSH para
promover el control del ciclo (Conarem 2018), además, estabiliza el endometrio, lo que
previene el sangrado intermenstrual.
2.1.1. Píldora anticonceptiva oral combinada (ACO): es el método de control de la
natalidad reversible más utilizado. El etinilestradiol es el estrógeno más frecuente
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presente en las formulaciones. Los efectos secundarios que se atribuyen al
componente de estrógeno son sensibilidad en los senos, aumento de peso, náuseas y
cefalea. La mayor parte de los progestágenos utilizados en los ACO están relacionados
con la testosterona y pueden producir efectos secundarios androgénicos como acné y
concentraciones desfavorables de HDL y LDL. Para evitar estos efectos se han
introducido progestinas antiandrogénicas (dienogest y acetato de nomegestrol). Otra
progestina, la drospirenona, muestra actividad antiandrógena, antialdosterona y
antimineralocorticoides, que pueden causar retención de potasio e hiperpotasemia, por
lo que se evita en mujeres con insuficiencia renal o suprarrenal o con disfunción
hepática. En los ACO denominados monofásicos, la dosis de progestágeno permanece
constante durante todo el ciclo. En otros, la dosis con frecuencia es variada, y se usa el
término píldora bifásica, trifásica o cuadrifásica.
a) Administración: se toman diariamente por un periodo específico de 21 a 81 días y
luego se reemplazan por placebo durante 4-7 días. Durante estos días, el sangrado por
la retirada es posible. Para el inicio en general, las mujeres deben comenzar los ACO
en el primer día del ciclo menstrual. Para una eficacia máxima se deben tomar los
comprimidos a la misma hora cada día. Con el inicio de los ACO, las manchas o el
sangrado son comunes, por lo general se resuelve al cabo de 1 a 3 ciclos.
b) Efectos específicos del método: los ACO aumentan las concentraciones séricas
de triglicéridos y colesterol total. El estrógeno disminuye las concentraciones de LDL.
En mujeres con dislipidemias, las ACO aumentan el riesgo de infarto de miocardio y
muy poco el de tromboembolismo venoso (TEV) o la enfermedad cerebrovascular. Para
las mujeres con enfermedad cerebrovascular previa, las ACO no deben
considerarse debido al riesgo de que se repita el evento. Para mujeres con infarto
de miocardio previo, no se deben considerar las ACO. En mujeres con múltiples
factores de riesgo cardiovascular, que incluyen el tabaquismo, la hipertensión, la edad
avanzada y la diabetes, el riesgo de infarto de miocardio supera los beneficios de este
método. Los riesgos de TVP y embolia pulmonar aumentan en las mujeres que usan
ACO, estos están claramente relacionados con la dosis de estrógeno. Los TEV
incrementan de forma significativa en las mujeres >35 años que fuman y no se
recomiendan las ACO. No se recomiendan para las mujeres dentro de las primeras 4
semanas después del parto. Con las ACO, se ha demostrado un efecto protector
contra el cáncer de ovario y endometrio. El riesgo relativo de displasia del cuello
uterino y el cáncer de cuello uterino es mayor en las usuarias actuales de ACO. Las
ACO se evitan en aquellas con adenoma hepático benigno y carcinoma hepatocelular.
En las mujeres que tienen hepatitis activa, las ACO no deben iniciarse.
2.1.2. Parche transdérmico: contiene etinilestradiol y la progestina norelgestromina
(Conarem 2020). Se puede aplicar en las nalgas, la parte externa del brazo, la parte
baja del abdomen o la parte superior del tronco, pero se evitan las mamas. El inicio del
parche es el mismo que para los ACO y se aplica un nuevo parche cada semana
durante 3 semanas, seguido de una semana sin parche para permitir el sangrado por
supresión. El parche se ha relacionado con un riesgo de TEV más alto. La
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obesidad puede asociarse con un mayor riesgo de insuficiencia de anticonceptivos de
parche. La reacción en el lugar de la aplicación y la hipersensibilidad de la mama son
más frecuentes durante los ciclos iniciales.
2.1.3. Anillo transvaginal: libera etinilestradiol y el progestágeno etonogestrel. Su
duración útil es de 4 meses. El anillo se coloca en los primeros 5 días de iniciadas las
menstruaciones y después de 3 semanas se retira durante una semana para permitir la
hemorragia por supresión. La vaginitis, los eventos relacionados con el anillo y la
leucorrea son más comunes.
2.2. Anticonceptivos de progestina sola: incluyen los implantes, píldoras e
inyectables. Estos progestágenos suprimen la LH y a su vez bloquean la
ovulación. El moco cervicouterino se espesa para retrasar el paso de los
espermatozoides y la atrofia hace que el endometrio no sea favorable para la
implantación. Se restablece la fecundidad rápidamente después del cese de la
anticoncepción. Para todos los métodos que sólo contienen progestágeno solo, el
sangrado uterino irregular o abundante es una desventaja distintiva y es el efecto
secundario más frecuente. Los métodos que sólo contienen progestágeno no
alteran la producción de la leche y son una opción excelente para las mujeres en
fase de lactancia. No existen mayores riesgos de neoplasia del tracto genital, hígado o
mama. Los quistes ováricos funcionales se desarrollan con mayor frecuencia en
mujeres que usan agentes de progestina sola (Conarem 2023). El cáncer de mama
actual y el embarazo son las únicas dos contraindicaciones absolutas. No incrementan
el riesgo de tromboembolia, ACV o enfermedad cardiovascular.
2.2.1. Anticonceptivos de progestina inyectables: tanto el acetato de
medroxiprogesterona de depósito como el enantato de noretisterona son
anticonceptivos de progestágeno inyectables que se han utilizado con eficacia.
Proporciona anticoncepción mediante inhibición de la ovulación, aumento de la
viscosidad del moco cervicouterino y la creación de un endometrio desfavorable para la
implantación. La inyección inicial se administra en los primeros 5 días después del
inicio de las menstruaciones. El sangrado menstrual irregular es común. La
anovulación prolongada puede presentarse tras la suspensión, lo que da por
resultado la reanudación tardía de la fecundidad. El acetato de
medroxiprogesterona no se ha relacionado con complicaciones cardiovasculares o ACV
en mujeres sanas. En las usuarias a largo plazo, la pérdida de la densidad mineral
ósea es un problema potencial.
2.2.2. Píldoras de progestina sola: no inhiben de manera fiable la ovulación. Su
efectividad depende más del engrosamiento del moco cervical y de la atrofia
endometrial. Las minipíldoras se deben tomar al mismo tiempo todos los días para que
tengan una eficacia máxima.
3. Métodos anticonceptivos del tercer tipo: son de eficacia moderada. Son los de
barrera para varones y mujeres y el conocimiento de las fechas de fecundidad.
3.1. Métodos de barrera: si se usa correctamente, el condón masculino brinda
protección considerable, pero no absoluta, contra una amplia gama de ETS, incluido el
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VIH. La eficacia anticonceptiva se intensifica ostensiblemente por un extremo de
reservorio y probablemente porque se le añade un espermicida. El condón femenino no
se debe utilizar con condones masculinos al mismo tiempo, debido a que el uso
simultáneo puede causar fricción, deslizamiento del condón, rotura y desplazamiento.
El condón femenino puede ofrecer cierta protección contra las ETS.
3.2. Métodos basados en el conocimiento de días fértiles: su principal
inconveniente es su eficacia limitada. Las formas de estos métodos comprenden días
estándar, ritmo de temperatura, moco cervical y métodos sintotérmicos.
4. Métodos anticonceptivos de cuarto tipo: conllevan una tasa notablemente grande
de ineficacia con su empleo. Comprenden los preparados espermicidas. El método del
coito interrumpido es tan impredecible que algunos expertos han concluido que no
pertenece a ninguna de las otras categorías de técnicas anticonceptivas. Los
espermicidas funcionan al proporcionar una barrera física a la penetración del
espermatozoide y una acción espermicida química. Se deben evitar las duchas por lo
menos 6 h después del coito. La esponja anticonceptiva es un disco de poliuretano
impregnado de nonoxinol-9, debe permanecer colocada durante 6 horas después de la
relación sexual. El embarazo se previene principalmente con el espermicida
nonoxinol-9 y, en menor medida, cubriendo el cuello uterino y absorbiendo el semen.
5. Anticoncepción de urgencia: los métodos actuales incluyen los ACO, las
progestinas, antagonistas de progesterona y los DIU que contienen cobre. En general,
el DIU es más efectivo y el acetato de ulipristal es el régimen oral más eficiente. El
principal mecanismo de todos los esquemas hormonales es la inhibición o el
retraso de la ovulación. En caso de que no se prevenga el embarazo o esté fuera de
tiempo, no se han observado asociaciones con malformaciones congénitas importantes
o complicaciones del embarazo con estos métodos hormonales.
6. Anticoncepción puerperal: en las madres en fase de lactación, es poco probable la
ovulación durante las primeras 10 semanas postparto. Sin embargo, la lactancia no es
un método confiable de planificación familiar para las mujeres cuyos bebés están en un
horario de alimentación diurno. Los anticonceptivos a base solo de progestágeno son la
opción preferida. Se han recomendado los DIU para la fase de lactación.
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exploración clínica de las mamas puede identificar la pequeña fracción de cánceres
mamarios que no detecta la mamografía, y se puede identificar cáncer en mujeres
jóvenes que habitualmente no son elegibles para la mamografía. Se recomienda
practicar el examen clínico de las mamas cada 1-3 años cuando tengan entre
20-39 años. A los 40 años, se hará anualmente. Si se detectan hallazgos anormales
en las mamas, para describirlos se señala su ubicación, su posición de acuerdo con las
manecillas del reloj, distancia respecto de la areóla y tamaño. La autoexploración de
mama se debe realizar en la semana siguiente a la menstruación.
2.2. Exploración ginecológica: se realiza con la paciente en decúbito dorsal. Los
cánceres e infecciones del aparato reproductor pueden drenar en los ganglios
inguinales y hay que palparlos durante la exploración. Lo habitual es revisar la vagina y
el cuello uterino después de colocar un espéculo de Graves o Pederson. Por lo regular,
el útero está en anteversión y el ectocérvix está contra la pared vaginal posterior.
Durante la exploración bimanual se pueden valorar el tamaño del útero y sus anexos,
su movilidad y puntos dolorosos al tacto.
2.3. Intervalo de exploraciones: es recomendable que se haga la primera consulta
de salud reproductiva entre los 13-15 años de edad. No es obligatoria la exploración
ginecológica, pero a veces se necesita si la persona describe síntomas en el aparato
reproductor. En caso de mujeres >21 años, se recomiendan consultas anuales de salud
con exploraciones físicas y ginecológicas.
3. Medidas preventivas:
3.1. Detección sistemática del cáncer: se recomienda iniciar a los 50 años la
detección sistemática del cáncer colorrectal en personas con riesgo promedio. La
técnica preferida para detección suele ser la colonoscopia. En caso de la paciente con
riesgo promedio y hallazgos normales, se repite el estudio a los 10 años. La prueba de
sangre oculta en heces es un método de detección adecuado anual. El cáncer de
pulmón constituye la causa principal de muertes por cáncer en varones y mujeres. La
detección sistemática se centra en personas con riesgo alto. La detección se realiza
con TC helicoidal. Para el cáncer de piel, se recomienda utilizar el sistema ABCD para
evaluar las lesiones cutáneas que despierten preocupación.
3.2. Cambios en el estilo de vida: el tabaquismo se asocia a disminución de la
fecundidad, aumento de las complicaciones del embarazo y complicaciones
postoperatorias. A menos que estén contraindicados, los tratamientos farmacológicos
que facilitan la interrupción del tabaquismo pueden ofrecerse a todas las mujeres
interesadas. Las recomendaciones para ejercicios comprenden actividad de intensidad
moderada, como caminar, aeróbicos en agua o trabajo de jardinería durante al menos
150 minutos cada semana, o actividades vigorosas como correr, nadar en competencia
o bailes aeróbicos durante 75 minutos cada semana. Los problemas ginecológicos
vinculados con la obesidad incluyen anomalías menstruales, riesgo de neoplasias
endometriales y empeoramiento del síndrome de ovarios poliquísticos (SOP). Además,
algunos anticonceptivos tienen menor eficacia en obesas. El riesgo de hipertensión
aumenta con la edad, se recomienda comenzar a medir la presión arterial a los 20 años
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y repetir la valoración cada 2 años si en el comienzo fueron normales. Entre los
factores de riesgo de apoplejía en mujeres, y que muestran especificidad de género,
están HTA, fibrilación auricular, migrañas con aura y consumo de ACO. La disminución
del LDL se ha asociado a tasas más bajas de IAM y apoplejía. Se recomienda la
detección sistemática de diabetes mellitus en adultos asintomáticos con PA ≥135/80
mmHg. Se considera realizar detección en edades menores o con mayor frecuencia en
personas con sobrepeso con uno o más factores de riesgo. Se recomienda la detección
sistemática en busca de disfunción tiroidea a todos los adultos por medio de la
medición de la concentración de TSH, que comienza a los 35 años de edad y se repite
cada 5 años. En caso de violencia de pareja, se recomienda que los médicos
pregunten habitualmente y de manera directa y específica si hay abuso.
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hipoestrogenizadas es más pequeño. El volumen ovárico varía de 4 a 10 cm3 según el
estado hormonal. Los folículos ováricos pueden alcanzar 3 cm como tamaño normal.
Las trompas de Falopio no son visibles. Otro signo normal es un pequeño volumen de
líquido en el fondo de saco posterior y suele observarse con la ovulación. El espesor
del endometrio guarda una relación aproximada con el día del ciclo menstrual hasta los
días 7-8. Con la ovulación, el endometrio alcanza su espesor máximo. En la
menopausia, el endometrio se atrofia y cesa el desprendimiento cíclico de tejido. En la
posmenopausia el endometrio se ve delgado y uniforme.
1.2. Aplicaciones clínicas de la ecografía: la ecografía TV suele preferirse para la
valoración inicial del dolor pélvico, hemorragia uterina anormal, tumoraciones pélvicas,
complicaciones del embarazo temprano, prácticas contra infecundidad y detección
temprana del cáncer ovárico y endometrial. La ecografía suele ser el estudio de imagen
inicial y muy a menudo el único que se realiza durante la valoración ginecológica y en
busca de tumoraciones pélvicas. La ecografía es el mejor método diagnóstico para
conocer en el preoperatorio el potencial neoplásico de una tumoración ovárica.
1.3. Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI): los signos ecográficos de las trompas de
Falopio constituyen los datos definitorios más notables y específicos de la EPI. La
trompa puede transformarse en un órgano ovoide lleno de líquido, la pared se engruesa
y mide ≥5 mm, es frecuente detectar tabiques incompletos. Cuando el ovario se adhiere
a la trompa de Falopio, pero aún se lo visualiza, recibe el nombre de complejo
tuboovárico. El absceso tuboovárico es consecuencia de la pérdida completa de la
arquitectura del ovario y de la trompa, al grado de que ya no se identifican como
estructuras independientes. Los hallazgos de EPI crónica incluyen hidrosalpinx.
1.4. Infecundidad: la ecografía TV se utiliza para detectar anomalías uterinas
congénitas que originan infecundidad o aborto espontáneo temprano. La ecografía es
el estudio de imagen más utilizado para valorar la sospecha de endometriosis.
2. Radiografía: la mamografía es la única modalidad cuya práctica disminuye en
forma corroborada la tasa de mortalidad por cáncer mamario. La mamografía
anual como técnica de detección sistemática es recomendable a partir de los 40 años.
Si durante la mamografía se identifica alguna anomalía, suele estar indicada la biopsia
por aspiración. La histerosalpingografía se utiliza en forma habitual durante estudios de
infecundidad para valorar el conducto endocervical, cavidad endometrial y el interior de
las trompas mediante inyección de contraste. Se realiza entre los días 5 y 10 del ciclo.
Entre las contraindicaciones para realizarla están infección pélvica aguda, hemorragia
uterina aguda, embarazo y alergia al yodo. La densitometría permite identificar la
densidad ósea. El método DEXA es el mejor para valorar y cuantificar la osteopenia
axial, es el método preferido para medir la densidad ósea y diagnosticar osteoporosis.
3. Tomografía computarizada (TC): es útil para diagnosticar complicaciones de
procedimientos ginecológicos. En caso de lesiones ureterales es útil la TC con medio
de contraste IV o urografía por TC. Es probable que la TC sea la técnica de obtención
de imágenes más utilizada para valorar y buscar en forma seriada neoplasias malignas
del aparato reproductor.
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4. Imágenes por resonancia magnética (RM): las indicaciones frecuentes para
realizar RM incluyen deformaciones de la anatomía del aparato reproductor de la mujer
y pelvis, tumoraciones grandes de definición dificil por medio de ecografía, casos de
adenomiosis y trastornos endometriales en mujeres poco elegibles para cirugía.
Infecciones ginecológicas
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como en mujeres lactando, porque pueden afectar al cartílago de desarrollo. Se usa en
ginecología para tratar infecciones agudas de las vías urinarias bajas y algunas ETS.
4. Úlceras genitales infecciosas: una úlcera se define como la pérdida completa de la
cubierta epidérmica y la invasión de la dermis subyacente.
4.1. Infección por el virus del herpes simple (VHS): es la enfermedad ulcerosa en
genitales más prevalente, es una infección viral crónica. Se conocen dos tipos de virus
de herpes simple, VHS-1 y VHS-2. El VHS-1 es la causa más frecuente de lesiones en
la boca. El VHS-2 aparece en forma más típica de lesiones en genitales, pero
ambos tipos originan herpes genital. Casi todas las infecciones son transmitidas por
contacto sexual. Las lesiones vesiculares iniciales se acompañan de ardor y dolor
intenso. Las lesiones herpéticas pueden abarcar la vagina, cuello del útero, vejiga, ano
y recto. El método de referencia para el diagnóstico es el cultivo del tejido. Se puede
emprender la analgesia con AINES o un narcótico leve como paracetamol con codeína.
Las mujeres con herpes genital deben abstenerse de actividad sexual con compañeros
no infectados cuando tienen síntomas prodrómicos o lesiones. Entre los fármacos
antivirales están el aciclovir, famciclovir y valaciclovir.
4.2. Sífilis: es una ETS causada por Treponema pallidum. En la sífilis primaria, la lesión
característica es el chancro, en que abundan las espiroquetas. Es una úlcera no
dolorosa aislada que tiene bordes elevados y base no infectada (Conarem 2023). Los
chancros aparecen en el cuello uterino, vagina o vulva, aunque también pueden estar
en la boca o alrededor del ano. En el caso de la sífilis secundaria, la bacteriemia
aparece de 6 semanas a 6 meses después del chancro. Su signo característico es una
erupción maculopapulosa que abarca todo el cuerpo e incluye palmas de las manos y
plantas de los pies y mucosas, también pueden existir condilomas planos. La sífilis
terciaria es la fase de sífilis no tratada que puede surgir incluso 20 años después de la
latencia. En esta fase se manifiestan afectaciones en el aparato cardiovascular y SNC y
músculo esquelético. La sífilis temprana se diagnostica sobre todo por medio de
estudios de campo oscuro o anticuerpos fluorescentes directos del exudado de la
lesión. Los estudios que no son treponémicos son el método de VDRL y el
método RPR. Los métodos treponémicos son FTA-ABS y TP-PA. Para los estudios
de detección poblacional son apropiados el RPR o VDRL. Los métodos treponémicos
se escogen para la confirmación del diagnóstico. La penicilina es el fármaco de primera
línea para tratar la infección y se escoge de preferencia la benzatínica.
4.3. Chancroide: es causado por Haemophilus ducreyi, la incubación dura 3-10 días.
El chancroide no muestra reacción sistémica ni pródromo. El cuadro inicial es una
pápula eritematosa que se torna pustulosa y se ulcera en término de 48 hs. Los bordes
de las úlceras dolorosas son irregulares y no indurados, pero sí eritematosos. Los sitios
más comunes de aparición son la horquilla, el vestíbulo, el clítoris y los labios de la
vulva. Cerca de la mitad de las personas terminará por mostrar linfadenopatía inguinal
dolorosa unilateral o bilateral. El tratamiento incluye dosis únicas de azitromicina oral o
ceftriaxona IM. Hay mejoría sintomática en término de 3 días y evidencias de respuesta
positiva en término de 1 semana. La linfadenopatía muestra una resolución más lenta.
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4.4. Granuloma inguinal: también conocido como donovanosis, es una enfermedad
ulcerosa de genitales causada por la bacteria gramnegativa Calymmatobacterium
(Klebsiella) granulomatis. El cuadro inicial se caracteriza por nódulos inflamatorios
indoloros que evolucionan hasta la formación de úlceras rojas y gruesas, muy
vascularizadas, que sangran fácilmente con el contacto. El diagnóstico se confirma por
identificación de cuerpos de Donovan durante la valoración microscópica. El
tratamiento no interrumpe la evolución de la lesión y puede ser muy larga.
4.5. Linfogranuloma venéreo: es una enfermedad de úlceras genitales causada
por serotipos L1, L2 y L3 de Trachomatis. En el comienzo, las pápulas aparecen de
manera predominante en la horquilla y la pared posterior de la vagina y llegan al cuello
uterino. En la segunda fase, conocida como síndrome inguinal, se agrandan los
ganglios linfáticos de la ingle y femorales. Los ganglios dolorosos pueden unirse en uno
y otro lado del arco crural y crear el “signo del surco” (Conarem 2020 y 2023). En la
tercera fase, se presenta prurito rectal y secreción mucoide por úlceras en el recto. El
tratamiento se realiza con 100 mg de doxiciclina VO dos veces al día durante 21 días.
5. Vaginitis infecciosa: la secreción vaginal sintomática refleja la presencia de
vaginosis bacteriana, candidosis o tricomonosis. En la vaginosis bacteriana la paciente
refiere un olor fétido. Si la secreción anormal se acompaña de ardor, irritación o
prurito vulvar se diagnostica el cuadro como vaginitis.
5.1. Micosis: suelen ser causadas por Candida albicans, aparecen primero en la boca,
recto y vagina. Aparece más a menudo en climas cálidos y en obesas. Factores como
inmunodepresión, diabetes mellitus, embarazo y el uso reciente de antibióticos de
amplio espectro predisponen a la infección. Puede ser transmitida por actos sexuales.
Los signos frecuentes son prurito, dolor, eritema vulvar y edema con
excoriaciones. La típica secreción vaginal se compara con material cuajado o queso
cottage. La exploración microscópica de la secreción vaginal permite la identificación
de las levaduras. La candidosis no complicada es esporádica, la gravedad de los
síntomas es leve a moderada, los azólicos son muy eficaces. La candidosis complicada
conlleva mayor gravedad de los síntomas, posible participación de especies diferentes
de la albicans, en pacientes con inmunodepresión relativa o enfermedad recurrente. La
enfermedad recurrente refleja ≥4 infecciones por Candida durante un año. En la
enfermedad recurrente, el tratamiento se centra en la aplicación intravaginal de
fluconazol por 7-14 días o la administración VO de dicho fármaco. El régimen de
mantenimiento para evitar recidivas es el fluconazol VO semanal, durante 6 meses. Las
especies de Candida no albicans no muestran respuestas a azólicos tópicos.
5.2. Tricomonosis: causada por el protozoo Trichomonas vaginalis. Su incidencia
aumenta con la edad, se diagnostica con más frecuencia en mujeres porque en
varones es asintomática. Este parásito suele ser marcador de conducta sexual de
alto riesgo, y es frecuente la infección coexistente con otros patógenos transmitidos
por relación sexual, en particular N. gonorrhoeae. El periodo de incubación va de 3 días
a 4 semanas, puede infectar vagina, uretra, endocérvix y vejiga. La secreción vaginal
se describe como un material fétido, fluido y de color amarillo verdoso (Conarem
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2018). Pueden percibirse disuria, dispareunia, prurito vulvar, emisión de gotas de
sangre vaginal y dolor. La vulva puede estar eritematosa, edematosa y excoriada. La
vagina y el cuello uterino muestran hemorragias subepiteliales o puntos de color fresa.
El diagnóstico se confirma con la identificación microscópica de los parásitos móviles
en una preparación salina de la secreción. Los fármacos orales recomendados son
metronidazol o tinidazol, ambos en dosis de 2 g una sola vez.
6. Cervicitis supurativa:
6.1. Neisseria gonorrhoeae: entre los factores de riesgo de ser portadora de
gonococo se incluyen edad ≤24 años, ETS previas o actuales, compañeros sexuales
nuevos o múltiples, un compañero que tiene otros compañeros de manera simultánea o
un compañero con ETS, no contar con protección de barrera en personas que no llevan
una relación monógama y el sexoservicio comercial. La gonorrea sintomática puede
asumir la forma de vaginitis o cervicitis. Las personas afectadas de cervicitis suelen
describir la expulsión de material vaginal profuso, inodoro, no irritante y de color
blanquecino amarillento. Las pacientes pueden señalar expulsión de sangre vaginal
intermenstrual o postcoital. El tratamiento con una sola dosis de fármacos se realiza
con ceftriaxona 250 mg IM más azitromicina 1g VO.
6.2. Chlamydia trachomatis: su máxima prevalencia es en <25 años. Origina una
secreción purulenta o endocervical, el tejido endocervical presenta edema e
hiperemia. También puede surgir uretritis y es notable la disuria. Si se diagnostica o
sospecha está indicada la búsqueda sistemática de otras ETS. Para evitar nuevas
infecciones es recomendable que la mujer y su compañero se abstengan de tener sexo
en el tiempo que dure el tratamiento y hasta que estén asintomáticos. Para el
tratamiento, el régimen recomendado es azitromicina 1g una vez o doxiciclina 100 mg 2
veces al día por 7 días.
7. Enfermedad pélvica inflamatoria: se trata de una infección de la parte alta del
aparato reproductor, otra denominación es salpingitis aguda. El órgano afectado de
mayor importancia es la trompa de Falopio. La importancia clínica de establecer el
diagnóstico queda de manifiesto por sus secuelas, como infecundidad por factor
tubario, embarazo ectópico y dolor pélvico crónico. La salpingitis clásica es producto
de la infección por N. gonorrhoeae, y con frecuencia se identifica también a C.
trachomatis. Los criterios diagnósticos corresponden a mujeres sexualmente activas,
en riesgo de tener EPI, que tienen dolor pélvico o de la mitad inferior del vientre y en
quienes se excluyen o son poco probables otros orígenes. Se establece el
diagnóstico si hay dolor a la palpación del útero y anexos, o con el movimiento
del cuello uterino (signo de Fraenkel). Uno o más de los siguientes signos refuerza
la especificidad diagnóstica: (1) temperatura mayor a 38,3ºC, (2) secreción o friabilidad
cervicouterina, mucopurulenta, (3) leucocitos abundantes en la secreción cervical, (4)
aumento de VSG o PCR, (5) presencia de N. gonorrhoeae o C. trachomatis en material
cervical. En mujeres con EPI y peritonitis hay afectación sólo de la mitad inferior del
vientre, sin embargo, la inflamación de la cápsula del hígado que a veces acompaña a
la EPI puede ocasionar dolor en el cuadrante superior derecho, conocido como
12
síndrome de Fitz-Hugh-Curtis. Si durante la exploración hay afectación de todos los
cuadrantes abdominales, aumenta la sospecha de rotura de absceso tuboovárico. En la
ecografía, entre los signos característicos están una trompa de falopio de forma ovoide
y distendida llena de líquido anecoico, engrosamiento de la trompa, tabiques internos
incompletos y aspecto de rueda dentada de las trompas.
7.1. Absceso tuboovárico: en general es unilateral, y puede abarcar estructuras
vecinas como asas intestinales, vejiga y anexos contralaterales. El debilitamiento
estructural puede hacer que se rompa y surja peritonitis, que puede ser letal. En el
cuadro clásico las mujeres afectadas presentan signos de EPI y una masa simultánea
en anexos o fondos de saco. En la imagen ecográfica se identifica una masa compleja
quística en anexos o fondo de saco, con paredes irregulares gruesas, tabiques y ecos
internos. Los microorganismos a menudo identificados en cultivos incluyen E. coli,
especies de Bacteroides y especies de Streptococcus aerobios. Para el tratamiento
inicial se escogen antibióticos de amplio espectro, muchas mejorarán con la
administración de antibióticos intravenosos solos y no será necesario el drenaje. Se
continua la administración parenteral de antimicrobianos hasta que la mujer esté afebril
24 h. Cabe considerar la combinación de drenaje y antibioticoterapia como tratamiento
inicial de abscesos ≥8 cm. En caso de rotura se necesita cirugía de urgencia.
7.2. EPI crónica: se plantea en el caso de mujeres que describen el antecedente de
EPI aguda y que más adelante tienen dolor pélvico. El hidrosalpinx podría confirmarse
como un criterio para ese diagnóstico.
7.3. Tratamiento de la EPI: el daño o oclusión de las trompas que son consecuencia
de la infección pueden culminar en infecundidad. La EPI aumenta de 6 a 10 veces el
riesgo de embarazo ectópico. En las primeras tres semanas después de la colocación
de un DIU, la mujer tiene un mayor riesgo de EPI por dicho cuerpo extraño. Las
enfermedades graves justifican la extracción del DIU. En mujeres con cuadro inicial
leve o moderado, el régimen ambulatorio recomendado es ceftriaxona IM 250 mg una
vez, más doxiciclina VO 100 mg 2 veces al día por 14 días, con o sin metronidazol. Si
las mujeres presentan una enfermedad más grave necesitan hospitalización.
8. Verrugas y pápulas infecciosas:
8.1. Verrugas en genitales externos: las lesiones son producto de la infección por
el VPH y 86% de los casos proviene de VPH 6 u 11. Su aspecto varía desde pápulas
planas hasta lesiones clásicas verrugosas exofíticas (condilomas acuminados). Son
asintomáticas, pero a veces son pruriginosas o dolorosas. Se diagnostican por
inspección clínica y no es necesaria la toma de material de biopsia, salvo que se
sospeche una neoplasia. Los condilomas acuminados pueden no cambiar o pueden
mostrar resolución espontánea. Muchas mujeres prefieren la extirpación, y es posible
destruir las lesiones por ablación con bisturí o electrocirugía, crioterapia o ablación con
láser. Como otra posibilidad, pueden aplicarse fármacos tópicos, como la crema de
imiquimod al 5%, la sinecatequina a 15%, podofilox al 0,5%, entre otros.
8.2. Molusco contagioso: es un poxvirus ADN que se transmite por contacto directo
de un ser humano a otro por fómites. La respuesta del hospedador a la invasión viral es
13
la aparición de pápulas con umbilicación central, se diagnostican por la sola inspección
visual. Los cuerpos de molusco confirman el diagnóstico. Muchas de las lesiones
muestran regresión espontánea en término de 6-12 meses. Las opciones de extirpación
incluyen la crioterapia, coagulación electroquirúrgica con aguja o raspado.
9. Infecciones pruriginosas:
9.1 Escabiosis: Sarcoptes scabiei infesta la piel y origina una erupción muy
pruriginosa. Entre los sitios infectados con más frecuencia están las manos, muñecas,
codos, ingle y los tarsos. El síntoma más predominante es el prurito. Un signo que
confirma el diagnóstico es identificar los parásitos, huevos, fragmentos de estos últimos
o bolitas de heces. Para el tratamiento, un fármaco recomendado es permetrina al 5%.
Otra opción es la ivermectina VO. Otra opción menos preferida es el uso de lindano al
1%, no se recomienda en embarazadas ni niños menores de 2 años.
9.2. Pediculosis: las tres especies que infestan a los seres humanos son el piojo
corporal, la ladilla y el piojo de la cabeza. Las ladillas púbicas se transmiten durante el
contacto sexual, los parásitos de la cabeza y el cuerpo se transmiten cuando se
comparten objetos personales. El síntoma principal es el prurito. Los pediculicidas
matan a los parásitos adultos y a sus huevecillos. Permetrina al 1%, butóxido de
piperonilo, malatión al 0,5% e ivermectina son opciones terapéuticas eficaces.
10. Infecciones de vías urinarias (IVU): la especie bacteriana que se identifica más a
menudo en el cultivo de orina infectada es E. coli.
10.1. Cistitis bacteriana aguda: los síntomas más frecuentes son disuria, polaquiuria,
urgencia para la micción, hematuria e incontinencia. Hasta 50% de las mujeres que
tiene un episodio bacteriano agudo de cistitis sin complicaciones tendrá otra infección
en término de un año. En mujeres que tienen infecciones complicadas o recurrentes o
con síntomas persistentes o nuevos durante el tratamiento, se tornan indispensables
para el diagnóstico el examen general y el cultivo de orina. Se define a la bacteriuria
significativa como ≥105 UFC/ml de orina. Si la orina se obtuvo por talla suprapúbica o
sondaje, el diagnóstico se confirma con un recuento de colonias ≥102 UFC/ml. El cultivo
es el método de referencia y permite identificar las especies bacterianas en forma
preliminar. En la mujer con ≥2 episodios en un lapso de 6 meses, o 3 infecciones en un
lapso de 1 año, se considerará la valoración urológica del aparato urinario.
10.2. Bacteriuria asintomática: se define como la identificación de un número
cuantitativo especificado de bacterias en una muestra de orina reunida de manera
apropiada, proveniente de una persona sin signos ni síntomas atribuibles a una IVU. Se
recomienda no someter a detección sistemática ni tratar la bacteriuria asintomática en
ninguna premenopáusica no embarazada.
10.3. Pielonefritis aguda: se divide en leve y grave. Las medidas tradicionales para
combatir la infección han incluido hospitalización, hidratación y administración IV de
antibióticos. En caso de tratamiento ambulatorio, se recomienda una fluoroquinolona
oral, salvo que el patógeno sea susceptible a TMP-SMX. Si el microorganismo causal
es un grampositivo, entre las opciones recomendadas está la combinación de
14
amoxicilina-clavulanato. Está justificado hospitalizar a las pacientes que tienen
indicaciones clínicas o a las que no mejoran con medidas ambulatorias.
11. Infección posoperatoria: la aparición de una infección en el posoperatorio origina
complicaciones graves, y entre las más importantes está la septicemia. Tal vez el factor
de riesgo más importante sea el grado de contaminación de la incisión. Las incisiones
limpias son las que se observan en métodos realizados por indicaciones no
traumáticas, que no tienen inflamación en el sitio por operar y que no incluyen los
aparatos respiratorio, digestivo y genitourinario. Las incisiones o heridas contaminadas
limpias son las que se observan en los aparatos respiratorio, digestivo, genital y
urinario porque se penetra en ellos en situaciones controladas sin contaminación
bacteriana excesiva. Este grupo incluye muchos de los métodos ginecológicos, como
histerectomía total, conización cervical, dilatación y legrado. La histerectomía es el
método ginecológico en el que con mayor frecuencia surge infección en el sitio
operado. Las heridas o incisiones contaminadas denotan operaciones con graves
transgresiones de la técnica estéril o un derrame importante de material
gastrointestinal, o incisiones en que se tope el cirujano con una inflamación aguda no
purulenta. Dentro de tal categoría, se incluyen la laparoscopia o la laparotomía en
casos de salpingitis aguda. En caso de haber un absceso, se les considera como
herida contaminada. Las complicaciones febriles se definen como temperatura ≥38º C
medida en la boca en ≥2 ocasiones, con diferencia de ≥4 h y ≥24 h después de la
operación. La hipertermia aparece más a menudo después de la histerectomía, en
particular la abdominal. En caso de una infección del sitio quirúrgico superficial, el
dolor no es profundo y se localiza en la incisión. En la infección de órganos de la
reproducción, se advierte dolor profundo en la mitad inferior del abdomen, la pelvis o
ambos sitios. Los sitios más comunes de infección son los parametrios y el borde
quirúrgico vaginal. No se debe esperar a que lleguen los resultados del cultivo para
comenzar la antibioticoterapia empírica con fármacos de amplio espectro.
11.1. Celulitis del muñón vaginal: todas las mujeres terminan por presentar esta
infección en el borde quirúrgico vaginal después de la histerectomía. El proceso por lo
común cede y no necesita tratamiento.
11.2. Celulitis pélvica: es una infección frecuente después de histerectomía vaginal o
abdominal. El proceso inflamatorio se propaga en las regiones parametriales y
ocasiona dolor en la mitad superior del vientre, hipersensibilidad regional y fiebre, a
finales del segundo o tercer día posoperatorio. Conviene la hospitalización y el
tratamiento con un régimen de antibióticos de amplio espectro por vía IV.
11.3. Síndrome de choque tóxico: causada por una exotoxina producida por el S.
aureus, surge unos 2 días después de la cirugía o del comienzo de la menstruación.
Los síntomas clásicos son fiebre, malestar general y diarrea. Se visualiza hiperemia de
conjuntivas y faringe, sin purulencia. La lengua está enrojecida y la piel muestra
eritema no doloroso ni pruriginoso. Las temperaturas exceden 38,8ºC y puede haber
hipotensión ortostática o choque.
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11.4. Fascitis necrosante: entre los factores de riesgo de infección están tener >50
años, cardiopatía arterioesclerótica, diabetes mellitus, obesidad, enfermedades
debilitantes, tabaquismo y radioterapia previa. La mayor parte surge después de
lesiones menores, solo el 20% surge después de una cirugía. El signo característico es
la necrosis en aponeurosis subcutáneas y superficiales que se manifiesta por edema
hístico excesivo en zonas vecinas. También puede surgir mionecrosis. Puede
detectarse crepitación o induración y edema que rebasa la región de eritema visible. El
elemento básico del tratamiento es la identificación rápida y la extirpación quirúrgica
inmediata del tejido necrótico.
Bibliografía:
● F Gary Cunningham, John Whitridge Williams, & Al, E. (2019). Williams
obstetricia (25th ed.). Mcgraw-Hill Education, Cop.
● Hoffman, B. L., Schorge, J. O., & Bradshaw, K. D. (2017). Williams. Ginecología
(3a. ed.). Mcgraw-Hill Interamericana.
16
Tests varios
23 Semana - Ginecoobstetricia
1 Durante el uso de los anticonceptivos, los quistes ováricos funcionales se forman con
mayor frecuencia en mujeres que utilizan (pág 689, ed 25. Conarem 2023):
a) Anticonceptivos orales combinados
b) Anticonceptivos transdérmicos de estrógenos asociados a progestágenos
c) Dispositivos intrauterinos metálicos
d) Anticonceptivos que contienen sólo progestágeno (Los quistes ováricos
funcionales se desarrollan con mayor frecuencia en mujeres que usan agentes de
progestina sola, aunque generalmente no requieren intervención)
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efectivamente las tasas de embarazo no intencionado y se consideran métodos
anticonceptivos reversibles de acción prolongada)
c) Anillo vaginal
d) Conocimiento de los días de fecundidad
5 Los anticonceptivos orales inhiben la ovulación mediante (pág 689, ed 25. Conarem
2018):
a) Bloqueo de producción y liberación de FSH por los estrógenos (El componente
de la progestina de los ACO proporciona prevención de la ovulación al suprimir la LH;
espesa el moco cervical y, por tanto, retrasa el paso de los espermatozoides, y
contribuye a que el endometrio sea desfavorable para la implantación. El estrógeno
bloquea la ovulación al suprimir la liberación de FSH para promover el control del ciclo,
el estrógeno estabiliza el endometrio, lo que previene el sangrado intermenstrual,
también conocido como sangrado intercurrente. El efecto neto es un método
extremadamente efectivo pero altamente reversible)
b) Bloqueo de LH por los estrógenos
c) Aumento de la testosterona
d) Inhibición de la producción de TSH
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e) Antecedente de migraña
8 Indique una situación en la que se la inserción del DIU podría recomendarse (pág
685, ed 25):
a) Después del parto vaginal
b) Seis semanas después del parto (Para reducir las tasas de expulsión y los riesgos
de perforación, la inserción del DIU ha seguido de forma tradicional la involución uterina
completa en al menos 6 semanas después del parto. De manera alternativa,
inmediatamente después del aborto espontáneo, el aborto quirúrgico o el parto, se
puede insertar un DIU en ausencia de una infección manifiesta. Además, se ha descrito
la inserción “inmediata” 1 semana después de la mifepristona y el aborto con
medicamentos)
c) Después de un parto por cesárea
d) Post aborto en el segundo trimestre
e) Todas son correctas
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profundas, arritmias cardiacas trombógenas o valvulopatías cardiacas trombógenas,
hemorragia genital anormal no diagnosticada, carcinoma mamario diagnosticado o
sospechado, ictericia colestásica del embarazo o ictericia con el uso de la píldora,
adenomas o carcinomas hepáticos o hepatopatía activa con anomalía de las funciones
hepáticas, cáncer endometrial u otras neoplasias dependientes de estrógeno
diagnosticadas o sospechadas)
c) Diabetes mellitus sin evidencia de afectación vascular
d) Mujer de menos de 35 años y fumadora
e) Infección urinaria
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c) Inyección de un contraste ecógeno durante la ecografía en tiempo real (La ecografía
con intensificación por medio de contraste combina el contraste IV con la ecografía
tradicional)
d) Tiene tres componentes principales: volumen, procesamiento y visualización (Los
tres componentes principales de la ecografía tridimensional son la recopilación de
volumen, su procesamiento y su visualización)
14 Indique cuál es la opción falsa acerca de la ecografía transvaginal (pág 23, ed 3):
a) Se utilizan transductores de alta frecuencia
b) Posee mayor sensibilidad que la ecografía abdominal
b) Gran resolución espacial de las imágenes
c) Es óptima para la exploración de la anatomía ginecológica
e) La vejiga debe estar cargada para la realización del estudio (A diferencia del
estudio transabdominal, se vacía la vejiga antes de la exploración transvaginal. La
ecografía transvaginal tiene pocas limitaciones. Las dos contraindicaciones absolutas
son himen imperforado y que la paciente se rehúse. Una contraindicación relativa es la
mujer con un introito virginal o estenósico. Sin embargo, en tales casos la explora· ción
puede ser cómoda si se brinda orientación apropiada)
21
17 Usted detecta en una paciente el "Signo del surco". Este surco característico es
producto de la linfadenomegalia con confluencia de ganglios en uno y otro lado del arco
crural y acompaña al cuadro de (pág 60, ed 3. Conarem 2023):
a) Chancroide
b) Linfogranuloma venéreo (En la segunda fase, conocida a veces como síndrome
inguinal, se agrandan de manera progresiva los ganglios linfáticos de la ingle y
femorales. Los ganglios dolorosos pueden unirse en uno y otro lado del arco crural y
crear el “signo del surco” que aparece hasta en el 20% de las mujeres infectadas)
c) Sífilis
d) Virus herpes simple
20 El llamado signo del surco aparece en el 20% de las mujeres con el diagnóstico de
(pág 60, ed 3. Conarem 2020):
a) Sífilis (Causada por la espiroqueta Treponema pallidum. Sífilis 1ria: la lesión principal
se denomina chancro, donde abundan las espiroquetas. Es una úlcera aislada no
dolorosa con bordes redondeados y elevados y una base íntegra, no infectada. Se
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localizan por lo general en el cuello uterino, la vagina o la vulva aunque también
pueden aparecer en la boca o alrededor del ano)
b) Linfogranuloma venéreo (Causada por los serotipos L1, L2 y L3 de Chlamydia
trachomatis. Esta infección se divide en tres fases: estadio 1, vesículas o pápulas
pequeñas; estadio 2, linfadenopatía inguinal o femoral; y estadio 3, síndrome
anogenitorrectal. Durante la segunda fase, llamada en ocasiones síndrome inguinal, los
ganglios linfáticos inguinales y femorales aumentan de volumen en forma gradual.
Estos ganglios hipertróficos y dolorosos en ambos lados del ligamento inguinal, se
fusionan creando el “signo del surco” que es característico y que aparece hasta en el
20% de las mujeres infectadas)
c) Granuloma inguinal crónico (Causada por el microorganismo intracelular
gramnegativo Calymmatobacterium -Klebsiella- granulomatis. Se manifiesta en forma
de nódulos inflamatorios no dolorosos que degeneran en úlceras rojas muy
vascularizadas que sangran con facilidad con el contacto)
d) Chancroide (Causado por Haemophilus ducreyi. Al principio esta enfermedad se
manifiesta en forma de una pápula eritematosa que se convierte en pústula y se ulcera
en 48 h. Los bordes de estas úlceras dolorosas son irregulares con bordes
eritematosos no indurados. Las bases de las úlceras son granulosas, de color rojo y, a
diferencia del chancro sifilítico, blandas. Alrededor del 50% de las pacientes manifiesta
al mismo tiempo linfadenopatía inguinal unilateral o bilateral dolorosa)
21 Paciente nuligesta, vida sexual activa, consulta por secreción vaginal no irritante, sin
eritema, que se exacerba después del coito y la menstruación, en la exploración
cervicouterina no se detectan anomalías. En base a su diagnóstico presuntivo cuál
sería su tratamiento de elección (pág 52, ed 3. Cuadro 3-3. Conarem 2019):
a) Metronidazol 500mg VO cada 12 hs durante 7 días (Vaginosis bacteriana: se trata
de un síndrome clínico común, bastante complejo, que no se conoce bien y que refleja
anomalías de la flora vaginal anormal. Entre los síntomas, es característica la secreción
no irritante y fétida, aunque no siempre surge. La vagina por lo regular no muestra
eritema y en la exploración cervicouterina no se detectan anomalías. Tratamiento con
un solo fármaco: metronidazol 500 mg VO 2 veces al día por 7 días, gel de
metronidazol 1 aplicador por vía intravaginal 1 vez al día por 5 días, crema de
clindamicina 1 aplicador por vía intravaginal a la hora de acostarse durante 7 días)
b) Ampicilina 1gr/día durante 7 días y tratamiento a la pareja
c) Secnidazol 2 g monodosis
d) Azitromicina 2 gr monodosis y tratamiento a la pareja
22 Paciente joven que consulta por leucorrea profusa, espumosa, maloliente, de color
amarillento y a veces grisáceo, se acompaña de prurito vulvar y disuria. Su diagnóstico
(pág 63, ed 3. Conarem 2018):
23
a) Vulvovaginitis candidiásica (Los signos frecuentes son prurito, dolor, eritema vulvar y
edema con excoriaciones. Para describir la típica secreción vaginal se la compara con
un material cuajado o como queso cottage)
b) Vulvovaginitis gardnerella
c) Vulvovaginitis mobiluncus
d) Vulvovaginitis por tricomonas (La secreción vaginal se describe de manera
habitual como un material fétido, fluido y de color amarillo verdoso. Además, pueden
percibirse disuria, dispareunia, prurito vulvar, emisión de gotas de sangre vaginal y
dolor)
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26 Uno de los siguientes datos aumenta la especificidad diagnóstica de enfermedad
pélvica inflamatoria aguda (pág 66, ed 3):
a) Temperatura bucal mayor a 38,3°C
b) Secreción cervicouterina mucopurulenta
c) Presencia de N. gonorrhoeae en cérvix uterino
d) PCR aumentada
e) Todas son correctas (Uno o más de los signos siguientes refuerza la especificidad
diagnóstica: 1* temperatura >38,3ºC medida en la boca; 2* secreción o friabilidad
cervicouterina, mucopurulenta; 3* leucocitos abundantes en el estudio microscópico de
las secreciones cervicales en solución salina, 4* aumento de la velocidad de
eritrosedimentación o de la proteína C reactiva, y 5* presencia de N. gonorrhoeae o C.
trachomatis en el material cervical. Por todo lo expuesto, lo habitual es que el
diagnóstico de EPI se base en hallazgos clínicos)
27 La enfermedad ulcerosa genital más frecuente es producida por (pág 55, ed 3):
a) Virus del herpes simple (El herpes de genitales es la enfermedad ulcerosa en
genitales más prevalente, y es una infección viral crónica)
b) Treponema pallidum (Causa sífilis, chancro duro en sífilis primaria)
c) Haemophilus ducreyi (Causa chancroide)
d) Klebsiella granulomatis (Causa granuloma inguinal)
e) Chlamydia trachomatis (Causa linfogranuloma venéreo)
25
c) Crema de clindamicina al 2% 5 g por vía intravaginal una aplicación por 2 días (La
aplicación es cada 24 h durante cinco días)
d) Tinidazol 2 g VO cada 24 h durante 7 días (Debe ser durante 3 días. Es una
alternativa)
e) Clindamicina 300 mg VO cada 12 h durante 3 días (Debe ser durante 7 días. Es una
alternativa)
30 Cuál de las siguientes es una enfermedad que presenta lesiones pruriginosas (pág
71, ed 3):
a) Escabiosis (Sarcoptes scabiei infecta la piel y origina una erupción muy pruriginosa)
b) Molusco contagioso (El virus del molusco contagioso es un poxvirus de DNA que se
transmite por contacto directo de un ser humano a otro o por fómites infectados. La
respuesta del hospedador a la invasión viral es la aparición de pápulas con
umbilicación central, lo cual da a la lesión la imagen característica)
c) Pediculosis (El síntoma principal de que las personas tienen un parásito de este tipo
que se está alimentado es el prurito)
d) A y C son correctas
e) Todas son correctas
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