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BUNGE: CAJAS NEGRAS Y TRANSLUCIDAS


y ACCION A DISTANCIA

José M. Sánchez Ron


Universidad Autónoma de Madrid

"Undoubtedly the existence of attraction is ren-


dered more acceptable to common apprehension
by supposing some intermediate machineryoo. by
which the forces may be conveyed from one
point to another. But such images are rather fit-
ted to satisfy those prejudices which arise from
the earlier application of our ideas of force, than
to exhibit the real nature of those ideas."

William Whewell, The Phl1osophy o{ lnductive


Sciences.

1. Bunge vs. operacionalismo

El mejor homenaje que se puede dispensar a un pensador


es el de analizar, comentar y elaborar sus ideas. Algo de esto es lo
que voy a intentar hacer en este trabajo, tomando para ello una
pequeña parcela de la filosofía de la ciencia de Mario Bunge.
Para que se comprenda mejor lo que tengo que decir co-
menzaré por recordar la postura crítica -de rechazo- de Bunge
frente al operacionalismo (y frente al positivismo lógico al que
asocia, tal vez demasiado estrechamente, con la filosofía de Mach-
Bridgman), doctrina fllosófica en la que ve un gravepeligro para la
física. Así en su artículo titulado "The Turn of the Tide"l , Bun-
ge escribía (pág.1):
"un número de físicos con tendencias fIlosóficas, especial-

195

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196 Bunge: cajas negrasy translúcidas, y acción a distancia

mente Mach... instituyeron sin darse cuenta una nueva meta-


física que hubo de dominar la filosfía de la física durante me-
dio siglo; la metafísica según la cual el mundo está hecho de
sensaciones de la experiencia."
Para Bunge esta "metafísica" tuvo su origen en el hecho de que
estos físicos "se alarmaron por el creciente número de conceptos
físicos que consideraban como metafísicos o fuera de un control
experimental, por ejemplo, el movimiento absoluto, el éter, el
campo electromagnético, y la molécula,,2. Más adelante y refi-
riéndose a la física relativista y cuántica, Bunge continúa diciendo
que (págs. 2-3):
"Observadores y observables -o más bien, las palabras corres-
pondientes- comenzaron a invadir la totalidad de la nueva
física... hacia mediados de los años veinte [1920], la conver-
sión de los físicos al observacionalismo -u operacionalismo-
fue casi completa. Se declaró muerto el ideal de una teoría
física objetiva (invariante con respecto al sujeto)... Cuando el
Círculo de Viena fue fundado... sus miembros se dedicaron a
desarrollar la filosofía de la ciencia que había sido esbozada
medio siglo antes por Mach... por vez primera desde el siglo
de oro (el XVII), un grupo de brillantes filosófos estuvieron
de acuerdo con la mayoría de los físicos eminentes de su
tiempo acerca de la naturaleza y propósito de las ciencias
físicas. Los dos grupos coincidieron en que lo que había esta-
do equivocado en la física clásica fue el que habiendo adop-
tado una epistemología realista, hacía hincapié en el objeto
más que en las operaciones del sujeto." ,
Aunque no voy a basar en esto mi argumentación, sena
conveniente hacer algunas precisiones al contenido de ciertas~a-
nifestaciones de Bunge. Así, si bien es cierto que tanto operaclO-
nalismo como positivismológico son dos filosofías que influy;ron
e influyen todavía de manera importante, aunque conflictiva , en
un número sustancial de físicos de siglo XX, sin embargoel pe:
de esta influencia filosófica no se ha manifestado por igualen -
ferentes teorías, .o conceptos físicos. En particular, Bungeafirma
. t nútnero
q ue muchos flSlCOSestaban alannados " por el creClene
. f' 'cos o j
de conceptos físicos que ellos consideraban como meta 1S1 ,.~"'~
- -
Bunge: cajas negras y translúcidas, y acción a distancia 197

fuera de un control experimental", citando-el campo electromag-


nético como uno de estos conceptos. Ahora bien, el campo elec-
tromagnético aunque sin duda alguna susceptible en teoría a esta
crítica, ha gozado casi siempre4 -con pocas excepciones, nota-
blemente Bridgmans- de una sorprendente inmunidad en la prác-
tica. (Probablemente porque el concepto de campo se constituyó
en el vínculo que salvó el núcleo metafísico de la física del éter,
en donde se veía bastante satisfecha nuestra concepción antro-
pomórfica de "lo" que debía de ser -o "cómo" debía de ser- la
interacción entre objetos físicos)6. La práctica totalidad da los
físicos que han intentado prescindir en sus teorías del concepto
de campo lo han hecho por razones físicas, no ftlosóficas. Volve-
ré sobre esta cuestión más adelante.
Pero vayamos de nuevo al tema principal. Es evidente
-y saludable, naturalmente- el que Bunge no aprueba ni el ope-
racionalismo ni el positivismo lógico. Así -de nuevo en "The
Turn of the Tide" - señalaba que (pág. 5):
"[Muchos físicos] están comenzando a sospechar qu~ la ftlo-
sofía oficial de la física... ha ido demasido lejos... no hay du-
da de que las hipótesis físicas deben de ser susceptibles de
pruebas experimentales, pero ¿por qué [estas hipótesis] no
deben de corresponder al mundo externo, y por qué no de-
ben de explicar cómo funcionan las cosas?"
Como ya he dicho, lo adecuado de las críticas de Bunge
no ofrece ninguna duda para mí. Pero sigamos, ya que Bunge, na-
turalmente, no se limita a la postura crítica, sino que va más
allá en un proceso claramente constructivo. En este sentido su su-
gerencia es clara: la situación generada por el positivismo lógico y
el operacionalismo puede ser mejorada adoptando un punto de
vista realista; esto es, dando a nociones no observacionales (térmi-
nos teóricos 7) un significado digamos que ontológico, en lugar del
caracter formal que los positivistas les adjudicaban. Y esto no es ~.
simplemente una táctica ya que tanto Bunge como por citar un
famoso ejemplo Einstein antes que é15,piensa que el conocimien-
to procede descubriendo -desvelando se podría decir tal vez- su-
cesivamente estadios de realidad cada vez más profundos: cada
nuevo nivel descubierto está más apartado de nuestras expe-

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198 Bunge: cajas negrasy translúcidas, y acción a distancia

riencias inmediatas9, pero tiene, sin embargo, un mayor significa-


do ontológico.

2.Cajas negras y cajas translúcidas

Antes de pasar a confrontar -manteniendo como trans-


fondo lo dicho hasta ahora- las ideas filosóficas de Bunge con sus
opiniones sobre el concepto de acción a distancia, voy a comentar
las 'fiociones, introducidas por el propio Bunge, de caja negra y ca-
ja translúcida. Para ello me referiré en primer lugar al artículo ti-
tulado "Phenomenological Theories"lO que Bunge publicó
en 1964.
La cuestión a debate en este artículo es "el problema de
escoger el tipo de teoría que debería intentarse utilizar a partir de
ahora. ¿Debemos tratar de encaminarnos en la dirección de más
detalles y profundidad (crecimiento de la población de entidades
teóricas)? ¿O debemos suprimir toda especulación relativa a lo
que sucede en los más íntimos recovecos de la realidad dedicándo-
nos, por el contrario, a ajustar datos con la única ayuda de varia-
bles observables bastante directamente? En otras palabras ;,la fu-
tura teoría deberá de ser representacional o fenomenológica?"ll
Lo que Bunge trata de demostrar a lo largo de este artícu-
lo no es únicamente el que la física es algo más que una serie de
teorías fenomenológicas u operacionalistas -estoy de acuerdo
con esto- sino el que debe avanzar en la dirección de sustituir
teorías fenomenológicas por teorías representacionalistas, conclu-
sión que, como veremos, no puedo aceptar si se trata de tomarla
como cuestión de principio o, podríamos decir también, como
norma metodológica, como me parece que Bunge hace en realidad.
Para desarrollar su tesis Bunge introduce las nociones de
teorías de "caja negra" y de caja translúcida". Con el fm de re-
cordar lo que significan estas nociones supongamos que las teo-
rías científicas son como instrumentos en forma de cajas con sa- ¡
lidas (conexiones) al exterior que se pueden manipular. Estas sa-
lidas corresponden a las variables"externas" que representanpr~-
piedades "directamente" observables, tales como el uunafioy a
Bunge: cajas negras y translúcidas, y acción a distancia 199
,e, .
dirección del movimiento de los ~uerposvisibles.Las piezas que
están en el interior de la caja corresponden a las variables"inter-
nas" o "hipotéticas", como por ejemplo la tensión elástica.Si
para "poner en funcionamiento" la caja solamentees precisoma-
nipular las salidas, entonces tenemos una teoría de caja negra.
Ahora bien, cuando ademásde manejar las salidasque representan
a las variablesexternas, nos vemosen la necesidadde trabajar con
un mecanismo interno "hipotético" descrito con la ayuda de
variables internas, entonces nos encontramos con lo que Bunge
llama una teoría de caja translúcida. Las teorías de caja negra se
denominan también -siguiendo siempre a Bunge- fenomenoló-
gicas, mientras que las de caja translúcida se pueden llamarrepre-
sentacionales.
No hay duda de dónde se encuentran las preferencias de
Bunge. Así en el artículo al que me estoy refiriendo leemos
(pág. 238):
"Lo que es cierto es que las teorías de caja negra proporcio-
nan únicamente explicacionessuperficiales,en el sentido de
que no suministran interpretaciones en función de sucesos
y procesos dentro del sistemaen cuestión."
y todavía más claramente en su Filosofía de la Física12:
"Pero hay explicacionessuperficialesy otras profundas, y no
nos detendremos en las primeras si podemos alcanzar las
últimas. Ahora bien, para explicar en profundidad, para ir al
meollo de las cosas, debemos conjeturar mecanismos -no
necesariamente ni, por lo usual siquiera- mecánicos. Y los
mecanismos, salvo los macrofísicosy propiamentemecánicos,
escapan a la percepción. Sólo las teorías profundas (no
fenomenológicas) pueden dar cuenta de ellos. En resum~n,
para lograr explicaciones profundas, sea en física o en cual-
quier otra ciencia, hay que inventar teorías profundas: teo-
rías que trasciendan a la par la experienciay las teorías del ti-
po de la caja negra."

-- --
200 Bunge: cajas negrasy translúcidas, y acción a distancia

3. Cajasnegras, cajas translúcidas, acciones a distancia y campos

Naturalmente, la cuestión a debate no es únicamente de


orden epistemológico o metodológico, debe existir también la
componente histórica y a ésta se refiere Bunge (de nuevo en su
"Phenomenological Theories", págs 240-241) cuando escribe:
"La historia de la ciencia real se puede construir como una
secuencia de transiciones de teorías de caja negra a teorías
de caja translúcida, con la excepción de unas pocas y ocasio-
nales inversiones en esta tendencia principal... La física del
campo que reemplazó a las teorías de acción a distancia, in-
cluye intensidades de campo inobservables y, lo que es peor
desde un punto de vista fenomenológico, incluye potencia-
le3 de campo... Tanto la epistemología como la historia refu-
tan, por consiguiente, la pretensión de que las teorías feno-
menológicas son el tipo más elevado de sistematización cien-
tífica. "
No voy a discutir en absoluto lo adecuado y correcto de
la última aseveración de Bunge en la cita anterior: es evidente
que las teorías fenomenológicas no tienen por qué considerarse
como el prototipo de sistematización científica, y no hay duda de
que debemos mucho a las teorías de campos por la clarificación
de esta cuestión. El problema que quiero tratar aquí es el de si es
lícito el invertir, de alguna manera, la respuesta a la Mach y a la
Bridgman y decir, como nos dice Mario Bunge, que son las teorías
representacionales las que deben considerarse como la clase más
elevada de construcción científica. Y en este sentido la última cita
me sirve de mucho porque ahí, como en tantos otros de sus tra-
bajos, Bunge se refiere explícitamente a los conceptos de acción
a distancia y campo. Naturalmente no nos debemos sorprender
¿porque qué mejor ejemplo de teorías de caja negra puede darse
que el de acción a distancia? De hecho Bunge es muy explícito en
este punto 12:
"Compárese ahora la teoría de campos de Maxwell con las
teorías de acción a distancia. Tanto las electrodinámicas
pre-maxwellianas desprovistas de campo (Ampere, Gauss Y
Weber) como las teorías post-maxwellianas de aCClon
. , directa
Bunge: cajas negras y translúcidas, y acción a distancia 201

entre partículas (Tetodre, Fokker y Wheeler y Feynman) son


teorías de caja negra, en tanto que no se preguntan acerca del
"mecanismo" de la interacción electrodinámica. Postulan la
no intervención de variables de unión (intensidades y poten-
ciales de campo), esto es, [postulan únicamente] el movi-
miento observable de dos cuerpos cargados. Lo que tratan es
de calcular los efectos netos observables de un cuerpo sobre
otro. Comparada con este conjunto de teorías [que se en-
cuentran] dentro del espíritu newtoniano (o más bien ampe-
riano), la [electrodinámica] de Maxwell es un paradigma de
teoría de caja translúcida."
Sin embargo, para justificar su idea de que las teorías re-
presentacionalistas son el tipo más elevado de sistematización
científica Bunge debe proporcionar argumentos, y esto es lo que
trata de hacer cuando dice que "con la excepción de unas pocas
y ocasionales inversiones en esta tendencia principal", las teorías
de caja negra han sido siempre sustituidas por teorías de caja
translúcida. Pero esta afirmación es fácilmente rebatible desde un
punto de vista histórico: el sistema de vórtices de Descartes es un
magnifico ejemplo de teoría de caja translúcida, pero fue, sin
embargo, superado y reemplazado por el sistema (es decir, diná-
mica + teoría de gravitación) de acción a distancia (instantánea)
de Newton, y es difícil considerar en modo alguno al sistema de
Newton como una "ocasional inversión" de la "tendencia princi-
pal". Más aún, existen otros ejemplos más recientef., como es el
caso de la electrodinámica donde Wheeler y Feynman desarrolla-
ron en 1945 y 194914 una teoría de acción a distancia (no instan-
tánea) casi completamente equivalente (se reproducen todos los
efectos físicos al nivel clásico) a la electrodinámica de campos de
Maxwell-Lorentz, una teoría representacionalista, como vimos
antes. ¿Cómo suprime Bunge la teoría de Wheeler y Feynman?
Una de las contestaciones 15 se encuentra en su libro Foundations
of Physicsl6; allí podemos leer (págs. 179-183):
"La teoría de acción directa entre partículas más completa
es la de Wheeler y Feynman..., únicamente variables relativas
aparecen en esta teoría... (La teoría es matemáticamente
equivalente a una teoría del campo "adjunto", pero este cam-

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202 Bunge: cajas negrasy translúcidas, y acción a distancia

po adjunto, lejos de ser libre está atado a las partículas). La


teoría ha sido abandonada por sus creadores porque es incon-
sistente con la teoría cuántica, en particular con la hipótesis
de los fotones. Aún así continúa atrayendo a muchos no so-
lamente porque huele a mecanismo y operacionalismo, sino
también porque en ella no aparecen autofuerzas y por tanto
tampoco auto fuerzas infmitas (y las correspondientes auto-
aceleraciones). Pero esta es una ventaja muy pequeña com-
parada con sus inconvenientes incluso al nivel clásico. De he-
cho, la teoría hace uso de la relatividad especial... pero es in-
consistente con ella porque la relatividad especial toma pres-
tada del [electromagnetismo clásico] la suposición de que las
señales electromagnéticas se propagan en un vacío con una
velocidad constante c y además llevan una existencia que,
mientras dura, es independiente tanto del emisor como del
receptor. En otras palabras, al negar la existencia de campos
de radiación libre que se propagan en el espacio, la formula-
ción de acción a distancia del [electromagnetismo clásico]
contradice su propia base: es lógicamente inconsistente."
En primer lugar y sin entrar en la discusión de cómo se
puede cuantizar la teoría de Wheeler y Feynman, permítaseme
decir que no es evidente que -como afirma Bunge- "la teoría...
es inconsistente con la teoría cuántica." Esta ha sido ciertamente
la opinión de sus creadores1?, pero desde su publicación en los
años cuarenta se han hecho varios intentos de cuantizarla; men-
cionaré únicamente los de F. Hoyle y J. V. Narlikar18 y P. C. W.
Davies19 que, por citar un ejemplo, son aceptados en un reciente
artículo de Cramer20. En concreto la opinión de Fred Hoyle es
tajante21 :
"La prueba defmitiva del punto de vista de acción a distancia
fue derivar la electrodinámica cuántica. Wheeler y Feynman
dudaban de que tal teoría fuese posible... Narlikar y yo en-
contramos tal teoría en 1970."
En 10 que se refiere a la cuestión de los fotones tampoco
es este un problema imposible de resolver, bien con soluciones de
carácter técnico como las dadas por los mencionados Hoyle Y
Narlikar22, o con enfoques, de carácter"más general, como el suge-

---
. -- - -- - --- ___o. __o. __ __ ____

,
.,
Bunge: cajas negras y translúcidas, y acción a distancia 203

rido por Peter Havas quien dice23:


"No hay por qué pensar sobre esto en términos de un flujo
de energía en el "campo" -uno podría decir que "radiación"
significa que el efecto del resto [es decir, de todas las demás]
partículas sobre una partícula viene dado por 10 que a esa
partícula le parece rser] una onda." '!
De la misma forma se podría cambiar la última frase de
manera que se leyese "... viene dado por lo que a esa partícula le
parece [ser] un fotón." De hecho procedimientos de este tipo son
comunes en física; así, en muchos aspectos los fotones se tratan
como si fuesen partículas cuando en realidad son únicamente una ,.
especie de resonancias,de estados energéticosde un sólido.

4. La interpretación de Bunge de la teoría de la relatividad especial

Es, sin embargo, con el segundo tipo de objeciones dadas


por Bunge en la cita del apartado anterior con 10 que estoy en
completo desacuerdo. Por ello y por la importancia que el tema a
debate tiene, le voy a dedicar una sección. Organizaré mi desa-
cuerdo en dos tiempos. El primero se refiere a que Bunge nos di-
ce que la teoría de acción a distancia de Wheeler y Feynman es
inconsistente con la relatividad especial porque al no incluir -al
menos directamente, porque ya vimos que ésta puede ser una
cuestión discutible (cf. cita de Havas)- la radiación electromagné-
tica, "la luz", parece que no contiene la constancia de la veloci-
dad de la luz y entonces -aparentemente sugiere Bunge- se viola
uno de los postulados de la relatividad especial (el segundo) de la
formulación original de Einstein de 1905, Y por consiguiente la
propia teoría relativista. Ahora bien, la relatividad especial es mu-
cho más rica, más profunda, más problemática si se quiere, que lo
que nos puede hacer creer la presentación del propio Einstein en
190524. Ya en 1909 el matemático ruso Woldemar von Ignatow-
sky demostró en una conferencia pronunciada en Moscú en di-
ciembre de 1909 y posteriormente en un artículo titulado" ¿Qué
transformaciones se pueden obtener a partir del principio de re-
latividad únicamente?" 25, que para deducir las ecuaciones de las

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204 Bunge: cajasnegrasy translúcidas, y acción a distancia

transformaciones de Lorentz no es necesario hacer referencia a la


propagación de la luz, ni a su constancia, ni tampoco a la teoría
electromagnética; es decir que se pueden obtener a partir de unas
premisas entre las que no se encuentra el segundo postulado. Es-
ta línea de investigación fue continuada por P. Frank y H. Rothe
en 1911 y 1912 Y más tarde por Pars, Strauss, Terletskii y J. M.
Levy-Léblond, por citar algunos26. Permítaseme presentar, como
ejemplo muy clarificador, una cita de un artículo de Levy-Léblond
titulado "On the Conceptual Nature ofthe Physical Constants,,27.
En este trabajo Levy-Léblond se refiere a tres tipos de constantes
que existen en la física: Tipo A, propiedades físicas de objetos
particulares (masas de partículas fundamentales, sus momentos
magnéticos, etc.); tipo B, constantes que caracterizan clases de
fenómenos físicos (e, electromagnetismo; G, gravitación); y
tipo C, constantes universales (c, h, que aparecen en los esquemas
teóricos más generales de que disponemos, independientemente
de objetos o interacciones específicas). Una vez establecida esta
distinción Levy-Léblond pasa inmediatamente a discutir el tema
que a nosotros nos interesa. Leemos de esta manera (págs. 190-
191):
"Como la infortunada terminología todavía refleja, c, fue in-
troducida en primer lugar como la velocidad de la luz, esto
es, una constante del tipo A. Con el desarrollo del electro-
magnetismo (clásico), vino a entenderse que jugaba un papel
en todos los fenómenos electromagnéticos... y así uno puede
considerar a c como una constante del tipo B. Pero la llegada
de la relatividad einsteiniana nos fuerza a asociar a c con la
descripción teórica del espacio-tiempo, independientemente
de su contenido específico. Esto viene demostrado por el he-
cho de que la relatividad einsteiniana rige, por lo que sabe-
mos hasta ahora, todas las interacciones fundamentales, lo
que implica la aparición de c en las teorías relevantes inc1u-
.
so cuando no se consIderanen l"
absolutolenomeno s electro-
,
magnéticos. Este punto viene oscurecido por la terminologla
tradicional (velocidad de la luz), que está asociad~~o~ 0::
interpretación positivista de la teoría de la .relatlVlda.' de
donde las transfonnaciones de Lorentz se denvan a partif
l
- -- --- .----

t Bunge: cajas negras y trans/úcidas, y acción a distancia 205

un análisis de la comunicación entre señales electromagnéti-


cas. Sin embargo, la teoría se puede construir en base a un
análisis estructural del espacio-tiempo, sin usar postulado al-
guno de la velocidad de la luz. Que c es así una constante del
tipo e y no del tipo A puede verse todavía más claramente
haciendo hincapié en que [c] podría muy bien ser la veloci-
dad de... ningún objeto físico existente. Si el fotón y el neu-
trino tuviesen masas, por muy pequeñas que éstas fuesen, sus
velocidades serían únicamente aproximadamente c, [y] dife-
rirían apreciablemente de [este valor] a energías suficiente-
mente bajas. Pero tal hecho no arruinaría per se la validez de
la relatividad einsteiniana; sin embargo, invalidaría la mayo-
ría de sus obtenciones habituales."
El segundo tiempo de mi desacuerdo con Bunge es, básica-
mente, idéntico al primero pero tiene algunos matices que hacen
aconsejable distinguido de él. Para ello comenzaré por decir que
no es cierto que "al negar la existencia de campos de radiación
libre que se propagan en el espacio, la formulación de acción a
distancia" del electromagnetismo clásico contradiga "su propia
base", esto es, que sea "lógicamente inconsistente". En realidad
esta objeción no es sino una expresión más de lo que se puede
denominar "relatividad electromagnética,,28, entroncada con la
"visión electromagnética de la naturaleza". En este sentido y
antes de hacer explícitos mis argumentos quiero citar unas líneas
de un escrito de Max Abraham donde se defienden posiciones en
cierto modo análogas a las del propio Bunge. Decía en 1914 el
conflictivo físico alemán29:
"Muchos seguidores de la teoría de la relatividad concluyen
a partir del primer postulado que un medio que llena el
espacio, un "éter", no es necesario... El segundo postulado,
el de la constancia de la velocidad de la luz, no puede enten-
derse propiamente sin referencia a la teoría ondulatoria... El
segundo postulado da fé de cómo la relatividad desciende de
la teoría de campos... Los relativistas radicales, los enemigos
del éter, querrían negar tal origen."
Abraham quería defender a toda costa el concepto en el
que se basaba su física: el concepto de éter, y aunque no sea este

-- - -- - - -
206 Bunge: cajas negrasy trasnlúcidas, y acción a distancia

el caso de Bunge nos encontramos, a pesar de todo, que de hecho


no existen demasiadas diferencias entre Abraham y la postura de
Bunge, que intenta rechazar, dentro del contexto relativista, la
acción a distancia en favor de los campos. Considérese, por si es-
tuviera poco clara la analogía, la siguiente cita extraída de "Foun-
dations of Physics" 30:
"[La relatividad especial] presupone [el electromagnetismo
clásico = la teoría de Maxwell], por tanto comparte el fon-
do formal y material de este último. En particular, [el elec-
tromagnetismo clásico] proporciona a la [relatividad especial]
el concepto de campo de radiación electromagnético, lo mis-
mo que la suposición de que este campo, una vez en existen-
cia, es indiferente tanto a su emisor como a su eventual re-
ceptor."
No hay duda de que el rechazar las acciones a distancia (las cajas
negras pues de esto es de lo que en realidad estamos hablando) en
favor de los campos (las cajas translúcidas) -tan similares al éter-
de radiación libre sería muy favorable para las ideas de Bunge
sobre la dinámica de cajas negras y translúcidas (realismo vs. feno-
menologismo); algo que si bien no es imprescindible para el sis-
tema fIlosófico de Bunge, sí es, sin embargo, importante. Ahora
bien, como he dicho, pienso que ni la postura de Bunge, ni la de
Abraham que en defmitiva niegan la posibilidad de otorgar un
sentido a la relatividad especial al margen del electromagnetismo
clásico, se pueden mantener. Es cierto que, históricamente, la teo-
ría de Einstein se originó a partir de la teoría de campos de Max-
well -en este sentido el concepto de campo jugó un papel desta-
cado en su génesis-, pero una vez acabado el proceso (o contex-
to) de descubrimiento, la estructura lógica de la teoría, su inter-
pretación si se quiere, no implica en absoluto la existencia de
campos (o campos de radiación, o luz). La teoría de la relatividad
especial es una cinemática, no una dinámica; es una especi~ d~
requisito geométrico que debe satisfacer toda teoría, toda din~-
ca, independientemente de su contenido específico (termodina-
mica, física estadística, electromagnetismo, in te racción fue rte ,etc.):
La interpretación que Bunge da a la teoría de Einstein es, en
opinión, errónea y contraria al uso que habitualmente sehace
::

- --
Bunge: cajas negras y tra1l31úcidas,y acción a distancia 207

esta teoría en la física actual31. Más aún, una interpretación de


este estilo favorecería la postura que niega a las teorías físicas la
posibilidad de trascender las atmósferascientíficas en las que sur-
gieron.

5. Otros argumentos de Bunge en contra de la acción a distancia

Antes mencioné que la "objeción del segundoprincipio"


es sólo una de las que Bunge dedica a la electrodinámica de acción
a distancia de Wheeler y Feynman. La he tratado en primer lugar
porque creo que es la más fundamental en tanto que atañe a una
importante cuestión relativa a la interpretación de la relatividad
especial. No quiero, sin embargo, finalizar este trabajo sin referir-
me -aunque sea brevemente- a alguna de las otras objeciones
que Bunge dedica a esta teoría, o mejor dicho, a este tipo de teo-
rías, ya que incluye también a la electrodinámica cuántica ti la
Feynman32. Uno de los puntos en discusión se refiere al hecho
de que en la electrodinámica de Wheelery Feynman el movimien-
to de una partícula, a, viene determinado por la semisumade las
soluciones avanzada y retardada de las ecuacionesde Maxwell pa-
ra las restantes partículas incluidas en el sistema a que pertenece
a. Es decir, seintroducen fuerzas avanzadasjunto a las retardadas.
y este es uno de los temas que toca Bunge, quien en su libro cau-
salidad33 y dentro del contexto de su crítica a la concepción (in-
teraccionismo o funcionalismo) según la cual causasy efectos de-
ben considerarse en un pie de igualdad, en forma simétrica, escri-
be (págs. 177-178):
"Si se lleva el funcionalismo lo bastante lejos, hasta puede
conducir a una interpretación teleológica de la realidad física.
Por cierto que si -como suele hacerse- sólo se emplean en
electrodinámica fuerzas ordinarias (retardadas), seinfringe en
cierto sentido la ley mecánica de acción y reacción... pero la
cadena de acción y reacción puede completarse, para satisfa-
cer al funcionalismo, si se introducen fuerzas avanzadasjun-
to con las retardadas. [Al llegar a este punto, Bunge incluye
como nota al pie de página una referencia al artículo de

- -- - - -
208 Bunge: cajasnegrasy translúcidas, y acción a distancia

Wheeler y Feynman de 1949, J. M. S. R.]. Tales fuerzas avan- -1


zadas se comportan de manera "p.remonitoria"; además, re-
presentan la acción sobre el presente de un futuro aún nona-
to. Para evitar el retroceso a una ciencia medieval, teleológica
-retroceso que, obvio es decido, ningún experimento nos
impone- tenemos que abandonar la concepción funcionalis-
ta de la completa intercambiabilidad de causa y efecto. Debe-
mos repudiar, en síntesis, la noción típicamente romántica de
que su distinción es superflua o carente de sentido, a menos
que estemos dispuestos a caer en el estado de aquel hombre
que al recordar su entierro se consolaba con la esperanza de
su nacimiento."
Antes de comentar la cita anterior es necesario señalar que
aunque es cierto que según la teoría de Wheeler y Feynman, a un
nivel fundamental la interacción entre partículas es tanto avanza-
da como retardada, sin embargo, consideraciones estadísticas que
forman parte también del núcleo básico de la teoría, hacen que el
producto final sea análogo a lo que se obtiene en el caso de una
interacción puramente retardada. De esta manera, por ejemplo,
surgen en la electrodinámica de acción a distancia términos como
el de reacción de radiación que tradicionalmente se asociaban a
teorías de campos con interacciones retardadas. Bunge sabe muy
bien todo esto. No obstante considera que el elemento "premo-
nitorio" que se introduce de esta manera, es un claro "retroceso
a una ciencia medieval, teleológica", y que tal retroceso "es obvio
decido" no viene impuesto por ningún experimento. Creo que al
hablar de esta manera se confunden dos niveles, dos estadios de
conocimiento diferentes. Uno, menos problemático, que es más
accesible a nuestra experiencia inmediata y donde, parece claro,
no aparecen fenómenos premonitorios, al menos en el sentido ~ue
se le pueden dar aquí. El otro nivel, menos accesible a la expenen-
cia pseudodirecta, mucho más mediatizado, es además el que la
física teórica -siguiendo su desarrollo histórico- pugna por des-
cribir analíticamente con creciente precisión desde hace ya bas-
tante tiempo, en el que no tienen por qué ser válidas
' las cate~o-
, ., As Para reJe-
nas que nos formamos en nIvelesmas cercanos. 1, Y . do
rirme más específicamente a la cuestión que estoy discutlen
,. Bunge: cajas negras, translúcidas, y acción a distancia 209

ahora, se tiene que se puede distinguir34 entre un:


Principio de causalidad fuerte: Una causa debe preceder
siempre a todos sus efectos en cualquier sistema de referencia.
La información, ya sea microscópica o macroscópica, nunca se .:1
ti
puede transmitir a través de un intervalo de género espacio o so- .\
!~
bre intervalos negativos de género tiempo o luz, y un:
Principio de causalidad débil: Una causa macroscópica de
be preceder siempre a sus efectos macroscópicos en cualquier
sistema de referencia. La información macroscópica nunca se pue-
de transmitir a través de un intervalo de género espacio o sobre
intervalos negativos de género tiempo o luz.
Nuestra experiencia diaria parece indicarnos que se satis-
face el principio de equivalencia débil. Esto es todo, no hay na-
da en principio que exija que se verifique el principio de causali-
dad fuerte y, recordémoslo, es únicamente éste el que viola, en el
dominio microscópico, la interacción avanzada -retardada a la
prendente, contraintuitivo. De acuerdo, pero sabemos muy bien
que las teorías científicas -nuestra manera más poderosa de
"entendemos" con la naturaleza- plantean problemas de carác-
ter ontológico. Es fácil eliminar de un plumazo "explicaciones
anormales", pero ¿no corremos el riesgo de tirar al bebé con
el agua de su baño? Las teorías científicas plantean problemas fi-
losóficos que enriquecen a la propia filosofía, problemas que en
ocasiones obligan a cambiar sustancialmente los esquemas de en-
tendimiento aceptados35. ¿Qué es el tiempo microscópico?; los
sistemas físicos ¿son cerrados o abiertos?36 (si ocurre lo prime-
ro no hay ningún problema con las acciones avanzadas)37; ¿exis-
te un elemento teleológico -que Bunge desecha- en la física?
(piénsese no sólo en la no localidad en el espacio y en el tiempo
ti la Wheeler y Feynman, sino también en la cada vez más com-
probada no localidad cuántica desvelada por experimentos del
tipo Einstein-Podolsky-Rosen). Todas estas preguntas y algunas
más son relevantes a la cuestión de acción a distancia vs. campos
(aunque no limitadas, naturalmente, a esta discusión) y de un in-
terés filosófico obvio.
Por último quiero señalar que no es justo utilizar un argu-
mento de "autoridad filosófica", como pienso hace en realidad
210 Bunge: cajasnegrasy translúcidas, y acción a distancia

Bunge en Causalidad38 y en Metascientific Queries39, al acusar a


Wheeler y Feynman de cumplir "el programa operacionalista de
Bridgman". Aunque no se pretenda, se puede inducir al lector a
rechazar la teoría de Wheeler y Feynman, y tal vez como conse-
cuencia el concepto de acción a distancia, simplemente porque se
rechaza -muy naturalmente- la ya caduca filosofía de Bridgman
o la de Mach. Ni Wheeler ni Feynman, si creemos lo que ellos
mismos escriben4o, se plantearon su trabajo con el fin de comple-
tar el programa de Bridgman. Los físicos, como los matemáticos
o como los fIlósofos, siguen muchas veces una dinámica propia,
interna.

6. Conclusiones

No hay duda de que los aspectos de la filosofía de Bunge


de los que me he ocupado aquí representan en muchos sentidos
un avance con respecto al operacionalismo y positivismo lógico.
Sin embargo, el caso de los conceptos de acción a distancia y
campo nos demuestra algunas de sus limitaciones. En particular,
una vez hecha la distinción entre teorías de caja negra y teorías de
caja translúcida, Bunge argumenta, utilizando términos bastante
tajantes y empleando como justificación razones aparentemente
históricas y epistemológicas, que las últimas teorías -las de caja
translúcida- son las que deben ser elegidas, las que constituyen
un estadio superior en el desarrollo de la ciencia. He tratado de
demostrar que sus argumentos no se pueden mantener si se los
intenta considerar como norma general. De hecho al reaccionar
en contra de lo que él llama la metafísica del operacionalismo,
Bunge está yendo al otro extremo, defendiendo de forma poco
crítica una filosofía representacionalista.
No quiero fmalizar sin referirme al hecho de que, como
en toda defensa, yo me he ocupado esencialmente de sólo un as-
pecto de la relación entre campos y acciones a distancia. No he
hablado, porque no era este el tema a discusión ni tampOco nece- ..
sario para ilustrar mi tesis, de las múltiples -y probadas- virtudes .
del concepto de campo en la física teórica. Me he limitado a se- .

- ....j. .
~*d .

-- - --
1 Bunge: cajas negrasy translúcidas, y acción a distancia 211

ñalar, para así comentar algunos aspectos de la ffiosofía de Bunge,


que el concepto de acción a distancia es, en principio y en la
práctica también, perfectamente válido para jugar un importante
y progresivo41 papel en -al menos- algunas parcelas de la física.

NOTAS

1 Quantum Theory and Reality, vol. 2 de Studies in the Foundations,


Methodology and Philosophy 01 Science, M. Bunge, ed. págs. 1-6 (Sprin-
ger-Verlag, Berlin 1967).
2 ¡bid., pág. 1.
3 La famosa dicotomía entre lo que se dice y lo que en realidad se
hace, como el propio Bunge ha señalado en numerosas ocasiones.
4 Me estoy refiriendo al período que va desde finales del siglo XIX
hasta la actualidad.
5 Ver por ejemplo P. W. Bridgman, The Logic 01 Modem Physics (Mac
Millan, New York 1932), especialmente págs. 131-150.
6 Sobre estos puntos véase J. M. Sánchez Ron, Studies 01 Relativistic
Action-at-a-Distance Theories, Chapters 1 and 2 (Ph. D. dissertation, Uni-
versity of London 1978) y J. M. Sánchez Ron, Relatividad especial, rela-
tividad general, 1905-1923: Orrgenes, desarrollo y recepción por la comu-
nidad cientilica (Institut de Ciences de l' Educació, Universitat Autónoma
de Barcelona 1981), especialmente el capítulo 4.
7 Todos, al menos en física teórica, como el mismo Bunge recordaba
durante una de las sesiones en el simposio de Peñíscola.
8 Véase su conocida carta del 27 de mayo de 1952 a Maurice Solovine
en Lettres a Maurice Solovine (Gauthier-Villars, Paris 1956). Reproducida
también en Sánchez Ron (1981), op. cit. ref. 6, págs 360-362.
9 Así en su Filosolra de la Frsica (Ariel, Barcelona 1978) leemos
(pág. 18): "seguramente, no hay esencias inmutables que la sola intuición
pueda asir."
10 En The Critical Approach to Science and Philosophy, M. Bunge,
ed., págs. 234-254 (The Free Press of Glencoe, London 1964).
11 /bid., pág. 234.
12 Cf. ref. 9, pág. 18.
13 Cf. ref. 10, pág. 242.
14 J. A. Wheeler, R. P. Feynman, "Interaction with the Absorber as
the Mechanism of Radiation", Rev. Mod. Phys. 17, 157 (1945); "Classical
212 Bunge: cajas negras y translúcidas, y acción a distancia

Electrodynamics in Terms of Direct Interparticle Action'\ Rev. Mod. Phys.


21,425 (1949).
15 Digo una porque, como veremos luego, Bunge considera esta cues-
tión desde diferentes puntos de vista en varios de sus trabajos.
16 (Springer-Verlag, Berlin 1967).
17 Véase por ejemplo, la conferencia Nobel de Feynman, "The Deve-
lopment of the Space-Time View of Quantum Electrodynamics", Physics
Today, August 1966, pág. 31, o J. A. Wheeler, "Some Men and Moments in
the History of Nuclear Physics: The Interplay of Colleagues and Motiva-
tions" en Nuclear Physics in Retrospect, Roger H. Stuewer, ed. (University
of Minnesota Pres, Minneapolis 1979). Hay aquí que señalar, no obstante,
que parece que Wheeler ha modificado últimamente esta opinión (carta de
J. A. Wheeler a J. M. Sánchez Ron, 26 de Junio de 1978).
18 F. Hoyle, J. V. Narlikar, "Electrodynamics of Direct lnterparticle
Action, 1: The Quantum-Mechanical Response of the Universe", Ann.
Phys. 54, 207 (1969); "", II: Relativistic Treatment of Radiative Processes",
Ann. Phys. 62,44 (1971).
19 P. C. W. Davies, Ph. D. Thesis, London University (1970); "A
Quantum Theory of Wheeler-Feynman Electrodynamics", Proc. Camb.
Phil. Soco 68, 751 (1970); "Extension of Wheeler-Feynman Quantum
Theory to the Relativistic Domain, 1 & H", J. Phys. A 4, 836 (1971) y 5,
1025 (1972).
20 J. G. Cramer, "Generalized Absorber Theory and the Einstein-Po-
dolsky-Rosen Paradox", Phys. Rev. D 22, 362 (1980).
21 F. Hoyle, carta a J. M. Sánchez Ron, 5 de mayo de 1979.
22 Véase para una exposición de carácter general, J. V. Narlikar,
"Th.ermodynamics and Cosmology" en Modern Developments in Thermo-
dynamics, B. Gal-Or, p.d. . pág. 53 (John Wiley & Sons, New York 1974)
en partic ular la página 61.
23 P. Havas, "Classical Relativistic Theory of Elementary Particles",
ANL - 5982, 124 (1959), pág. 206.
24 A. Einstein, "Zur Elektrodynamik bewegter Korper", Ann. der
Phys. 17, 891 (1905).
25 Phys. Z.11, 972 (1910). Véase también M. Jammer, "Some Foun-
dational Problems in the Special Theory of Relativity" en Problems in the
Foundations o{ Physic, pág. 202 (North-Holland Amsterdam 1979) y J. M'
Sánchez Ron (1981), op. cit. ref. 6, capítulo 4, sección 4.
26 Para referencias ver J. M. Sánchez Ron, op. cit. ref. (25).
27 Rivista del Nuovo Cimento 7, 187 (1977).
28, "
Ver J. M. Sanchez Ron (1981), op. cit. ref. 6, seCClOn3 . a . del ea-
pítulo 4.
"
f

---
, Bunge: cajas negras y translúcidas, y acción a distancia 213

29 M. Abraham, Scientia 15, 8 (1914).


30 Op.cit., reí. 20, pág. 367.
31 Es evidente por ejemplo en el caso de la física de las partículas ele-
mentales.
32 Ver M. Bunge Metascientijic Queries (Charles C. Thomas, Spring-
field 1959), capítulo 10.
33 (Editorial Universitaria de Buenos Aires 1961).
34 Ver Cramer, op. cit. ,ref. 20, pág. 367.
35 P ., ' ' ' .
lensese, como eJemp 1o mas eVld en t e, en K ant y sus 1d eas acerca
de la geometría euclideana y de la mecánica newtoniana.
36 Para un recordatorio de la importancia que tiene considerar más
seriamente los sistemas abiertos, véase J. Stachel, Boston Studies in the Phi-
losophy of Science, vol. V, 179 (1966/68).
37 P. Havas, "Relativity and Causality", Proceedingsofthe 1964 lnter-
national Congress for Logic, Methodology and Philosophy of Science, pág.
347 (North-Holland, Amsterdam 1965). También P. Havas, Synthese 18,
75 (1968).
38 Op.cit., ref. 33, ver pág. 73.
39 Op.cit., ref. 32, ver pág. 264.
40 Op.cit., ref. 17.
41 Como ejemplo de que el concepto de acción a distancia puede ser-
vir para resolver problemas que hoy tiene planteada la física y que resultan
particularmente difíciles dentro del contexto de campos, me referiré a la
explicación dada recientemente por J. G. Cramer (op. cit., ref. 20) de la
denominada "paradoja de Einstein-Podolsky -Rosen".

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