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La cirugía
asistida por robots ha permitido avances en el campo quirúrgico, como la cirugía a distancia y
la cirugía mínimamente invasiva. Los robots pueden ayudar a los pacientes mediante la
realización de diagnósticos y evaluaciones de traje médico, y mediante la realización de cirugía
asistida con mayor precisión y mejor acceso a áreas difíciles de alcanzar. La inteligencia
artificial también se está utilizando para el diagnóstico de enfermedades como la neumonía. La
combinación de la robótica y la inteligencia artificial puede ofrecer una mayor eficiencia en la
propuesta de diagnósticos, lo que puede llevar a una medicina personalizada más efectiva. Los
profesionales de la salud deben estar preparados para entender las ventajas y desventajas de
estas tecnologías, ya que se espera que sean una parte integral de su trabajo en el futuro
La cirugía asistida por robots se ha estado implementando en algunos países desarrollados con
la finalidad de ser más rápidos, exactos y tener más tiempo en casos extremos de pacientes ya
que los robots quirúrgicos han revolucionado la forma en que se realizan las cirugías. Estos
sistemas permiten a los cirujanos llevar a cabo procedimientos mínimamente invasivos con
mayor precisión y estabilidad. Los brazos robóticos controlados por cirujanos pueden realizar
movimientos más precisos y reducir el riesgo de errores. Además, la IA se utiliza para ayudar a
los robots a aprender y mejorar continuamente sus habilidades quirúrgicas.
El diagnóstico médico donde las IA ha demostrado ser muy útiles ya que los algoritmos de
aprendizaje automático y la inteligencia artificial pueden analizar grandes cantidades de datos
médicos, como imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografías computarizadas (TC) y
radiografías, para identificar patrones y señalar posibles anomalías. Esto puede ayudar a los
médicos a realizar diagnósticos más precisos y tempranos, lo que puede mejorar la eficacia de
los tratamientos y salvar vidas.
Con respecto a la rehabilitación y terapia los robots y la IA se han utilizado mucho un claro
ejemplo, los exoesqueletos robóticos ayudan a las personas con discapacidades físicas a
recuperar habilidades motoras, mientras que los sistemas de IA pueden proporcionar terapia
cognitiva personalizada para pacientes con trastornos neurológicos. Estas tecnologías mejoran
la eficacia de la rehabilitación y pueden aumentar la independencia y la calidad de vida de los
pacientes.