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El impacto del libro de Romanos en Agustín.

a. En verano del año de 386, un hombre joven lloraba en el patio de un


amigo. Él sabía que su vida de pecado y rebelión contra Dios lo dejaba
sintiéndose muerto y vacío; pero no podía encontrar las fuerzas para hacer
una decisión final por Cristo Jesús. Mientras estaba sentado, él escuchó a
algunos niños jugando un juego y se gritaban entre sí estas palabras:
“¡Toma y lee! ¡Toma y lee!”
b. Pensando que Dios tenía un mensaje para él a través de las palabras de
los niños, él tomó una voluta que estaba tirada cerca, lo abrió y empezó a
leer: no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los
deseos de la carne (Romanos 13:13b-14). Él no leyó más; No tenía que
hacerlo. A través del poder de la palabra de Dios, Agustín tuvo la fe para
confiar toda su vida a Cristo Jesús en ese momento.
2. El impacto del libro de Romanos en Martín Lutero.
a. En agosto de 1513, un monje dio un sermón del libro de los Salmos en
un seminario, pero su ser interior no era nada más que un tumulto. En sus
estudios se encontró con Salmos 31:1: Líbrame en tu justicia. El pasaje lo
confundió; ¿Cómo podía la justicia de Dios hacer algo mas que condenarlo
al infierno como un castigo justo por sus pecados? Lutero siguió pensando
en Romanos 1:17, el cual dice que la justicia de Dios se revela por fe y para
fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
b. El monje procedió a decir: “Noche y día he ponderado hasta que … he
tomado la verdad de que la justicia de Dios es esa justicia que, por medio
de la gracia y pura misericordia, él nos justifica por fe. Por lo tanto, sentí
que había renacido y pasado a través de unas puertas abiertas al paraíso …
Este pasaje de Pablo para mi se convirtió en un portón hacia el cielo”.
Martín Lutero nació de nuevo y la reformación empezó en su corazón.
3. El impacto del libro de Romanos en John Wesley.
a. En mayo de 1738, este ministro y misionero fue de mala gana a un
pequeño estudio bíblico en donde alguien leyó en voz alta el Comentario
de Martín Lutero sobre Romanos. Y después de haber escuchado el
cometario dijo lo siguiente: “Mientras él estaba describiendo el cambio que
Dios obra en el corazón a través de la fe en Cristo, sentí que mi corazón
ardía de manera extraña. Sentí que confiaba en Cristo, solo en Cristo, para
mi salvación, y me dio una seguridad que él había quitado los pecados,
incluso los míos”. John Wesley fue salvo esa noche en Londres.

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