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EL CONDOR MALVADO

Érase una vez en el pueblo llamado Acópalca, ubicado a 4 horas de la ciudad de


Huancayo, en una estanza vivía una pastorcita que cuidaba sus ovejas y llamas,
acompañando de su padre que se dedicaba a las labores agrícolas en la siembra de
papas, cebadas, trigos entre otros.
Cierto día la pastorcita se levantó muy trempano para preparar sus alimentos e ir a
pastear sus ovejas y llamas acompañado por su perro llamado Rocky, en el transcurso
de la trocha se veía el resplandeciente sol que irradiaba todo el valle montañoso, a lo
lejos se veía un inmenso cóndor que volaba por las cumbres, cual tan grande era sus
alas que opacaba la manada de ovejas y llamas, desafiante el vil cóndor afirmo su
mirada a la manada, en ese instante al ver eso el perro empieza a ladrar mirando al
cielo y a la pastorcita presintiendo el ataque que se disponía a realizar el cóndor. Luego
de varios intentos de ataque de parte del cóndor, y este al ver que era una trocha y con
una pendiente llenas de rocas y malezas que dificultaba cual malévola intención se
desvía y desaparece entre las montañas, quedando tranquilos la pastorcita y su fiel
guardián continuando el camino hasta llegar a la cima del cerro a pastear sus ganados.
Ya empezando la tarde cuando el sol se escondida entre las nubes, entre las montañas
se veía un infernal trueno que avizoraba la pronta llegada de una torrencial lluvia, la
pastorcita alista sus cosas y manda a su perro a amontonar a las ovejas y llamas para
retornar a la estanza, entonces el fiel amigo empieza a ladrar y los animales se
amontonan, en ese instante que empiezan los truenos infernales, las lluvias caen con
una inmensidad en eso que se ve una sombra inmensa que aterrizaba encima de la
pastorcita, era el cóndor que se lo lleva a la pastorcita, ante la mirada atónica de su fiel
acompañante ante los ladridos y maullidos que daba este, desapareciendo entre las
tormentas y la oscuridad de las montañas.
Preocupado el padre de que no llegaba su hija, va en busca de ella entre las lluvias
torrenciales que caían sobre dicho pueblo, en el camino, el padre se encuentra con el
novio de la pastorcita y le cuenta de lo que está sucediendo, los dos marchan camino
hacia la cima del cerro y solo encuentran a los animales y al fiel compañero, siendo ya
muy tarde retornan a la estanza. Muy acongojados el padre y el novio, se disponen a
descansar para muy trempano salir en busca de la pastorcita. Ya de amanecida cuando
se dirigen nuevamente a la cima del cerro, ya estando en el lugar donde se encontró a
los animales se disponen a separarse y buscar cada uno por diferentes rumbos, es en eso
que el novio encuentra huellas de su ropa y sigue las huellas llegando a una cueva
inmensa y muy oscura y al percatarse escucha los gritos de la pastorcita, tomándose de
valor el novio ingresa a la cueva decidido a rescatarla. Ya estando adentro ve a la
pastorcita prisionera del malvado cóndor, grande fue la sorpresa que el cóndor no
había, y ya logrando rescatarla y huyendo de la cueva, aparece un hombre con alas y les
dice: “a donde creen que van”, los dos muy atemorizados retroceden, y es ese instante
que aparece el padre de la pastorcita con la ira y cólera que estaba le corta las alas y le
da un punzón en el pecho del hombre malvado con un filudo machete, este queda
retorcido de dolor y queda desangrándose, logran escapar de la cueva saliendo los tres,
llegando al lugar donde había sido desaparecida, la pastorcita cuenta lo sucedido a los
dos que el malvado cóndor: dentro de la cueva se convirtia en hombre con alas y fuera
de la cueva era cóndor, su finalidad era encontrar a una mujer para poder enamorarla, y
este al encontrar su pareja seria para siempre hombre. Ya que la cueva conectaba a una
ciudad subterránea y se decía que había un pueblo encantado. Y este cóndor malvado
salía en épocas de invierno y buscaba a las mujeres solteras para poder enamorarlas. Ya
regresando a la estanza los tres, el padre comunica lo sucedido a las autoridades de la
comunidad, todos armados de machetes, picos, lanzas, huaracas van a la cima de la
montaña llegando al lugar, grande fue la sorpresa encontrar a la cueva cerrada por
inmensa roca como si hubiese pasado un terremoto, en así que todos volvieron a la
comunidad, desde ese día nunca más se vio al cóndor malvado sobrevolar por la cima
de la montaña.

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