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LO IMAGINARIO

Cuestionario

Nombre: Sedmiel Azgad Durón Martínez Fecha: 15 de enero 2023

1.- Cuáles son los aspectos distintivos de la agresividad como:

 Resorte de la técnica del análisis: En un primer momento se habla de que


el analista cura a través del diálogo, al cual, le ofrecería un personaje
despojado de características individuales; con la intención de eliminar la
simpatía que busca el analizante en el rostro del analista. Por tanto, se puede
decir que, el analista se guía con base a una relación hostil que direcciona su
prudencia; con la intención de que, el analizante busque liberarse por cuenta
propia de su padecer, en lugar de suponerle un saber supremo al analista que
le escucha. Es así, como el analista pone en juego la agresividad del sujeto
hacia su posición, para dar pie al nudo inaugural del drama analítico; hecho
que, detona una transferencia imaginaria del paciente hacia la persona del
analista; imago que, se le ofrece al sujeto como espejo puro de una superficie
sin accidentes que dirigirá la cura analítica. En resumidas cuentas, el
analizante insiste en posicionar sus afectos en el analista y ante ello, el
analista rechaza, no sin cierta hostilidad, esas intenciones.
 La agresividad como una de las coordenadas intencionales: En primera
instancia, es importante resaltar que, en la sociedad actual, existe una
prominencia de la agresividad; la cual, es socialmente aceptada en las
costumbres. Lo cual, trae consigo, una dinámica del amo y el esclavo. Pues,
el deseo humano, solo es posible por el deseo y el trabajo del otro.
Propiciando, entonces, a una rencilla de la cual, habría que liberarse.

(Escoger 2 de las 5 tesis para responder la pregunta)

2.- En el esquema óptico: ¿Dónde está lo Real, lo Imaginario y lo Simbólico?

Todo objeto tiene un punto desde donde se puede reflejar… Desde el espejo,
podemos ver el florero. La imagen corporal, es representada por el ramillete de flores
(imaginario) que, ilusoriamente le hace sentir que está “completo”.
La ausencia o presencia del florero ante la mirada, sería lo real. Lo cual, correspondería al
organismo propiamente dicho, cuando el infans carece de lenguaje y, por tanto, conecta con
la sensación de cuerpo fragmentado; mientras que, el ojo mirando el efecto que interpreta y
logra apalabrar lo que sucede, haría referencia al registro simbólico (yo je), o sea, la
ratificación que la madre da al niño sobre la propia imagen.
3.- En el estadio del espejo: ¿Dónde está lo Real, lo Imaginario y lo Simbólico?

El registro de lo real, estaría en el momento en el que, el bebé, carece de lenguaje y por


ende, abundan las sensaciones displacenteras que propician el desconocimiento de
su organismo; el cual, percibe fragmentado y cuyos indicios deben ser interpretados
por la madre para darles algo de sentido.
Lo imaginario entraría cuando, el infans, a través de las caricias, la madre activa las zonas
erógenas y a partir del vínculo simbiótico con la madre, logra percibirse como
completo. Y entonces, al mirar su imagen en el espejo, experimenta júbilo… ese soy
yo (yo moi).
Lo simbólico entraría cuando la madre le ratifica su propia imagen en el espejo, diciéndole:
Tú eres ese (yo je).

4.- ¿Qué se entiende por el doble y cuál es su función?

El doble es un efecto constitutivo que surge a partir del “yo placer inicial”, como una
forma de protección contra una posible pérdida del yo, a raíz de un desdoblamiento
del cuerpo que, aparece para reafirmar nuestra existencia; lo cual, le permite tener
un reencuentro con la imagen completa de sí. Por tanto, es un producto psíquico
creado por el mecanismo de “proyección”, con el que, el yo se identifica con el otro
yo; cuyo origen se manifiesta como resultado de una desestructuración psíquica.
Vale decir que, ese “otro yo”, se encuentra fuera de uno mismo y tiene la función de
resguardar al yo, ante cualquier amenaza que ponga en riesgo a su integridad.
Asimismo, es importante mencionar que, el doble se vincula estrechamente con la
imagen que tenemos de nosotros mismos en relación con la sombra; que es, un
vestigio de lo ominoso al que tememos, porque funge como un espíritu tutelar
(variante del superyó) que nos observa, juzga, vigila y cuestiona como sujetos y ante
el cual, funciona el doble… De ese modo, cada vez que surge el sentimiento de lo
ominoso, reaparece el doble actualizado; siendo la idea del alma, nuestro primer
indicio de su existencia, debido a que se asocia con el miedo a la muerte; a la que,
en esencia: sospechamos, porque ignoramos a dónde irá nuestro primer doble que
nos protege.
.

5.- ¿Cuáles son las principales características del Yo Ideal e Ideal del Yo?

El “yo ideal” es imaginario (lo que eres); Parte del autoerotismo; la madre ama al hijo por
lo que es; corresponde a una imagen global, total, de perfección que gesta la sensación de
un cuerpo unificado. Alude al narcicismo primario estructural de todo ser humano y se e
caracteriza por un delirio de grandeza infantil; hay un desinterés por el mundo externo; está
presente la omnipotencia de pensamiento.

Ideal del yo, es simbólico, es a lo que aspira ser el yo (lo que serás), lo que se espera de
uno y por tanto, se debe satisfacer para ser considerado como valioso… Parte de la
influencia crítica de los padres, reforzada por el medio circundante. Se constituye tomando
como referencia a otros. Es un sustituto del narcicismo perdido de la infancia en la que, él
fue; que surge a partir de la mediación paterna y se forma luego de la represión, en la cual
recae el narcicismo y en consecuencia la libido que investía al “Yo ideal”.

6.- Cuando decimos que somos “el deseo del otro”, se trata:

 ¿Del deseo que está en el otro? Con base a esta pregunta, infiero que, de
entrada, el otro nos desea, en tanto le hacemos falta y es por ello que nos
demandará algo, para llenar ese vacío estructural que pretende llenar con
nosotros. Es así, como ese mandato, nos irá definiendo como sujetos a través
de su discurso que nos dotará de significantes.

 ¿Del deseo que tenemos por el otro? En esencia, el amor, es el deseo de ser
amado por el otro. Con base a ello, considero que, el otro funge como una
fuente de deseo, en tanto nos ratifica una imagen que en un inicio le dio
estructura a nuestro psiquismo; “yo deseo que me desees”: por lo cual,
experimentamos el impulso por buscar la aprobación de los demás.

Se quiere destruir el deseo del Otro y se quiere introyectar el deseo por el otro.

7.- ¿Qué se entiende por báscula del deseo?

Es un vaivén que se mueve u oscila de un lado a otro; de un afuera hacia adentro… algo
que sale y luego es introyectado de diferente manera. Una conjunción entre lo imaginario y
lo simbólico. Es así, como el deseo alienado, es perpetuamente reintegrado de nuevo o en
su defecto, reproyectado al exterior. Así es como se hace presente el deseo; un movimiento
que se desplaza una y otra vez.

8.- Desde lo estético y lo ético, ¿Cuáles son las principales diferencias entre ¿Yo
Ideal, Ideal del Yo y Superyó?

Yo ideal: es el otro que soy yo mismo. identificación deja al descubierto la mayor


cantidad de agresión. Tiene que ver con lo que yo era, en la medida en que yo era el objeto
deseado por mi madre. Lo estético, imagen (yo ideal)
Ideal del yo: tiene que ver las identificaciones del sujeto en tanto que se apropia de
emblemas sociales; con valores colectivos, generales; las cuales sirven para soportar una
imagen. Podríamos decir que se trata de significaciones o valores sociales de las cuales se
apropia el sujeto. Simbólico, con lo ético (ideal del yo).
Superyó: resguardo de la posición narcisista del sujeto. es la apropiación de
significaciones y los valores sociales que rigen las acciones. Sin embargo, su función es
ética, ya que hay una recomendación con respecto a la acción. El motivo es la defensa
narcisista. Por tanto, se juega el narcisismo y las relaciones del sujeto en el goce.
9.- ¿De qué está el hombre insatisfecho? De su imagen.

10.- ¿Cuáles son los principales argumentos a tu respuesta anterior?

En primera instancia, considero importante mencionar que, el registro de lo imaginario,


viene de la identificación que el sujeto hace con su propio cuerpo. A su vez, la imagen se
constituye a partir del discurso y las demandas que, el Otro nos confiere a modo de
imperativo. Sin embargo, este mandato siempre resulta ser ambiguo, por tanto, la
identificación que tenemos frente a este, tiende a ser realmente frágil; lo cual, trae consigo
la posibilidad de ser desestructurada en cualquier instante a través de la retroalimentación
que podemos recibir de la percepción negativa que tienen los demás sobre nosotros. De
igual modo, es importante mencionar que, el Yo se constituye de dos elementos: la imagen
(yo moi) y la palabra (yo je), los cuales se forman en relación con los otros semejantes,
quienes, a su vez, ratifican la imagen que proyectamos. Ese reconocimiento, entonces,
funge como un rasgo unario a partir del cual, se va a constituir el “Ideal del yo”; el cual, por
más que nos esforcemos, nunca será suficiente, pues, de entrada, no vamos a representar lo
mismo para todos los individuos con quienes podemos llegar a relacionarnos a lo largo de
nuestras vidas; y es que, como rasgo estructural, nunca tendremos claro lo que “el Otro”,
quiere de nosotros.

CALIFICACIÓN:__________ ____________________________
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