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LA ZORRA Y LA CIGUEÑA

Érase una vez en un valle muy hermoso vivía una hermosa cigüeña y una zorra, ambas eran
aparentemente muy amigas. La zorra admiraba el porte de la cigüeña y la cigüeña admiraba
la astucia de la zorra.
Cierto día la zorra emocionada que ya se acercaba la primavera organizo una cena donde
prepararía su deliciosa sopa de hierbas, invito a su familia y a su amiga cigüeña. Llegado el
día la zorra sirvió la sopa en platos hondos, la pobre cigüeña que tiene el pico largo no podía
tomar la sopa.
La zorra en tono burlesco le pregunto ¿Qué te pareció la sopa amiga cigüeña?, la cigüeña
entristecida y avergonzada por no poder probar la sopa solo se limitó a decir ¡bien!
La cigüeña llego a su casa muy triste, pero decidió hacerle lo mismo a la zorra. Pasarón los
días y se acercaba la fecha de la navidad y la cigüeña preparaba un rico consomé de frutas
silvestres, así a esta cena invito a sus primas y a su supuesta amiga zorra.
Llegado el día la cigüeña muy contenta sirvió el consomé de frutas, pero lo hizo en
recipientes en forma de tubo donde solo entraba el pico largo de la cigüeña.
De pronto, cuanto todos estaba comiendo, la cigüeña le pregunto a la zorra:¿ Amiga que te
pareció mi consomé de frutas?
La zorra molesta le contesto: ¡Todavía me lo preguntas! Si no he podido probar ningún
bocado porque mi hocico no puede entrar en este recipiente. Me siento muy desairada y
poca consideración a tu invitado
La cigüeña le contesto: ¡ah! Pero eso mismo sentí yo, me hiciste pasar hambre
deliberadamente cuando me invitaste a tu casa, y hoy has sido tratada de la misma manera
en que me trataste.
Enseñanza de esta fabula:
Trata a los demás como deseas que te traten a ti, y si no lo haces, luego
no te quejes de las consecuencias.
Así, el mensaje de la cigüeña es claro y conocido por todos: no hagas a los demás lo que
no deseas que te hagan a ti.

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