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La Reforma y su repercusión musical en Alemania:

El 31 de Octubre de 1517, el monje alemán Martín Lutero colgó en la puerta de la Iglesia del
Palacio de Witterberg sus 95 tesis cuestionando las enseñanzas de la Iglesia romana.
Seguramente Lutero no pudo imaginar que este acto desembocaría en uno de los debates
teológicos más importantes de todo los tiempos y que daría como resultado el nacimiento de
una nueva rama cristiana desvinculada de Roma. El protestantismo.
Dada la importancia de la música dentro del oficio religioso, esta también tuvo que adaptarse
los cambios que se produjeron en la nueva Iglesia. Una de las contribuciones más
importantes de la música al protestantismo en Alemania fue el Coral. Este himno estrófico,
al igual que el canto llano, está formado por un texto sacro en lengua vernácula y una
melodía cantada al unísono sin armonización ni acompañamiento. Surgió debido a la
necesidad de nuevos cantos cuyo texto fueran acordes al pensamiento de la nueva Iglesia
protestante. Tanta fue la demanda de éste género que incluso el propio Lutero escribió varios
textos para ellos. El contrafactum, que consiste en sustituir el texto de una obra musical
vocal por otro, también sirvió como herramienta para la producción en masa de corales
luteranos a partir de cantos llanos de la Iglesia romana o de canciones profanas.
El coral evolucionó hasta tomar la forma con el que lo conocemos en la actualdiad. Cuatro
voces estructuradas a partir de una sucesión de acordes de ritmo sencillo y constante con una
melodía en la voz superior. Esto permitió que, a partir del 1600, se adoptara la costumbre
dentro de los oficios, de que el órgano tocara todas las voces del mientras los fieles
entonaban al unísono la melodía principal, dejando la interpretación vocal a cuatro voces a
coros experimentados (coro a estilo canción).
Muchos compositores alemanes del inicio de la Reforma mantuvieron intactos el texto y la
melodía del coral pero a finales del siglo XVI muchos otros decidieron tomar estos textos y
fragmentos melódicos para construir, a partir de ellos, nuevas composiciones corales
polifónicas donde desplegar libremente sus herramientas artísticas. Surgió así lo que se
conoce como "motete coral". Este género estableció la división definitiva entre música sacra
sencilla cantada en las asambleas (Corales) y la música compleja para coros con formación
(motete coral). Los grandes compositores de motetes en éste período fueron Michale
Praetorius, Johannes Eccard, Leonhard Lechner y Hassler.

La Reforma musical en el resto de Europa:


Fuera de Alemania, el teólogo francés Juan Calvino y otros disidentes de la Iglesia Católica,
aún defendiendo las tesis de Lutero, se opusieron al uso de elementos católicos dentro del
oficio protestante y a cantar textos que no se hallaran en la Biblia. Así, surgió en Francia la
necesidad de un género musical que se encargase de tomar las traducciones de textos
bíblicos (no olvidemos que el protestantismo defendía el uso de las lenguas vernáculas para
acercar la Iglesia al pueblo) y musicalizarlos a partir de melodías populares o cantos llanos
existentes. Éste nuevo género fue el Salterio. El salterio se compuso de distintas formas: para
cantarse al unísono sin acompañamiento dentro de la misa, a cuatro voces como sucesión de
acordes con la melodías principal en el soprano o tenor o de forma contrapuntística. Este
género se extendería a otras regiones como Holanda, Escocia, Inglaterra e incluso algún que
otro se internaría dentro de los oficios alemanes. La principal antología de salterios franceses
se publicó en 1562 con Claude Goudimel y Claude Le Jeunec como compositores más
destacados.

En 1534, bajo el reinado de Enrique VIII, Inglaterra también se separó de la Iglesia Católica
romana fundando la Igleasia Anglicana. Tras un periodo agitado de indecisiones dentro de la
estructura del oficio religioso inglés, en 1548 se dispuso que se usara el inglés en lugar del
latín en los cantos. Aunque en un primer momento el estilo exigido era silábico y
homofónico, el contrapunto y la polifonía terminó por imponerse. Los géneros que se
cultivaron fueron el "Gran servicio" que usaba el contrapunto y el "Servicio breve" que
consistía en la sucesión de acordes, el "Anthem" que era la interpretación inglesa del motete
y el "Full anthem" sin acompañamiento y escrito para coro.

CONTRAFACTUM: SCHOLA

Thomas Mann definió acertadamente el coral como "el verbo sonoro del espíritu luterano" y,
como tal, su importancia dentro de la música alemana de los siglos XVII y XVIII es
fundamental, hasta el punto de que casi todos los géneros musicales se verán influidos por él
en uno u otro modo. Esta influencia se dará de modo especial en el campo de la música
organística y, en el que nos atañe, la música vocal polifónica luterana.
El término coral se utilizaba originalmente para designar los cantos monódicos que tenían
lugar en la liturgia de la Iglesia Occidental, como, por ejemplo, el canto gregoriano. En el
siglo XIV se distinguía entre los cantos corales o eclesiásticos (cantus choralis sive
ecclesiasticus) y los cantos figurales (cantus figuralis). Los primeros eran monódicos y eran
interpretados por la Schola (de ahí el término coral). Los segundos correspondían a la música
polifónica interpretada en la iglesia.
A partir del siglo XVI se empezó a usar este término para designar un género musical
litúrgico, de origen luterano, creado al hilo de esta reforma protestante, para ser cantado en
coro por los fieles durante el culto y en lengua alemana. Se pretendía así que las corales
fueran memorizadas y cantadas por los fieles. Igualmente se comenzó a llamar también
corales a las piezas de órgano que utilizaban como base un coral o un tema con
características similares a las de un coral, como, por ejemplo, los tres corales de César
Franck.
La forma de las melodías corales se puede sintetizar en dos fórmulas fundamentales: forma
estrófica y forma bar. La forma estrófica es la más sencilla. En ella las frases se suceden por
la yuxtaposición de cuatro o cinco estrofas sin otra relación que la propia sucesión. La forma
bar AAB proviene de la composición literaria de los Meistersänger. En un bar cada parte se
caracteriza por el esquema AAB, dividida a su vez en dos estrofas o Stollen (A), que
conjuntamente se denominan Aufgesang, seguidas por un Abgesang. Por lo tanto, la forma
musical contiene dos repeticiones de una melodía (Stollen) seguidas de una melodía
diferente (Abgesang). Prácticamente todos los corales luteranos están escritos siguiendo esta
forma AAB.

IMPORTANTE
Las corales se originan en la reforma protestante iniciada en Alemania por Lutero (Martin
Luther) en 1517. Su reforma tuvo como objetivo un retorno a las fuentes introduciendo
modificaciones en el desarrollo de la misa. Lutero tradujo la Biblia en lengua alemana,
haciéndola así accesible a las personas que no hablaban latín, es decir a la mayoría del
pueblo. Este punto es importante porque permite comprender por qué las corales se cantan en
lengua vernácula (por ejemplo, las de Johan Sebastian Bach se cantan en alemán). En el lado
opuesto, la Contrarreforma católica va favorecer, a partir del Concilio de Trento (1547-
1563), un experimento pedagógico, retórico e incluso teatral, que dará origen poco después a
los oratorios. Estos últimos serán muy distintos de las corales: cantados por profesionales, en
latín, con un alcance menos didáctico.

En propias palabras de Lutero, tiene como finalidad «que la Palabra de Dios permanezca
viva en sus corazones por medio de la canción ».
La Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos,
pensadores y políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y generalizado en
los usos y costumbres de la Iglesia católica, especialmente con respecto a las pretensiones
papales de dominio sobre toda la cristiandad. El movimiento recibirá posteriormente el
nombre de Reforma Protestante, por su intención inicial de reformar el catolicismo con el fin
de revitalizar el cristianismo primitivo, y la importancia que tuvo la Protesta de Espira,
presentada por los príncipes cristianos alemanes en 1529 contra un edicto del Emperador
Carlos V tendiente a anular la tolerancia religiosa que había sido legalmente concedida los
principados alemanes.

Las corales fueron al principio monódicas. Encontramos sin embargo corales polifónicas a
partir de 1524, fecha en la que Johann Walther publica una colección de corales a 4 y 5
voces.
Los corales monódicos se editaron en colecciones a las que los autores de música litúrgica
recurrían para buscar las melodías adecuadas para los poemas sacros que se pretendía
musicalizar. De este modo, Juan Sebastián Bach, el autor por excelencia de corales, tomó
estas melodías para sus cantatas, pasiones, etc. Bach no compuso apenas melodías de coral,
pero armonizando las del repertorio ya establecido creó unos modelos que hoy se siguen
considerando ejemplares y muy útiles para el estudio de la armonía y del contrapunto.
El coral se usa también en forma instrumental, en forma notable en los llamados preludios
corales, o corales para órgano. Aquí podemos encontrarnos con tratamientos muy diversos,
entre los que destaca la presentación del coral en notas largas mientras se acompaña
contrapuntísticamente, frecuentemente con motivos extraídos del coral.

LUTERO Y LA MUSICA POPULAR

Martín Lutero debió ser un hombre práctico. No parecía posible enseñar al pueblo una
enorme cantidad de canciones religiosas apropiadas para cada ocasión, menos aún si cada
una iba con su texto, de manera que escogió melodías conocidas por la mayoría del pueblo.
Las canciones populares religiosas anteriores a la reforma fueron incluidas en la liturgia
protestante, con pequeñas variaciones debido a las diferencias de credo entre ambas
confesiones. Por ejemplo: la canción Dich Frau vom Himmel ruf ich an, se modificó en
Christum vom Himmel ruf ich an. También hay ejemplos de doble modificación. Uno de
estos sería Victimae paschali laudes, que data de la primera mitad del siglo XI, la cual en el
siglo siguiente varió en la canción popular religiosa Christ ist erstanden von der Marter alle y
finalmente en el conocido Christ lag in Todesbanden. En algunas ocasiones la canción
popular religiosa fue incluida textualmente cuando no era necesario algún cambio de carácter
doctrinal. Un ejemplo sería Nun bitten wir den heiligen Geist, la cual data del siglo XIII.

Lutero escribió dos documentos en los cuales expone sus ideas sobre la música litúrgica
reformada. Estos son la Formula missae, escrito en 1523, y la Deutsche Messe und Ordnung
des Gottesdienstes. Este último es la Misa alemana y orden del oficio religioso, escrito en
1526, donde la canción litúrgica debía reemplazar las partes del ordinarium missae y las del
propium missae, estas últimas designadas como canciones "de tempore". Como ejemplo de
los reemplazos del ordinarium missae encontramos la canción Kyrie, Gott Vater in Ewigkeit
que sustituye al Kyrie, y Allein Gott in der Höh sei Ehr al Gloria.

No existen grandes variaciones de las melodías de las canciones respecto de sus modelos
gregorianos, salvo cuando era necesario acomodarlas al texto (omisión de melismas,
repeticiones de sonidos, etc.). En algunas ocasiones es utilizado sólo el texto traduciéndolo
en una versión libre, como en el caso del salmo Aus tiefer not schrei ich zu dir, cuya melodía
parece original.
Las canciones profanas requerían un proceso de adaptación mucho más profundo que el de
las canciones que brotaban del mundo religioso, ya fueran litúrgicas o populares. En las
canciones profanas había que variar la melodía y, en forma especial, el texto. Cuando ya
estaban "mejoradas", según un término popular de la época, recibían el nombre de
contrafacta (El contrafactum es un procedimiento usado en la música vocal que consiste en
sustituir el texto original de una obra por otro), pero en muchas ocasiones eran motivo de
rechazo, sobre todo en los días de la reforma, cuando aún estaba muy latente el origen de
estas melodías. Lutero, en el afán de acercar el oficio al hombre común mediante la lengua
vernácula y una melodía conocida, defendía la práctica de la contrafacta diciendo: "El diablo
no ha de acaparar para sí solo todas estas hermosas melodías”.

Algunos ejemplos a mencionar son Auf meinen lieben Gott, que proviene de Venus, du und
dein Kind y Lobt Gott ihr Christen allzugleich, de Kommt her ihr lieben Schwesterlein. Un
ejemplo de contrafacta con origen en la canción profana artística puede ser Innsbruck, ich
muss dich lassen, atribuida a H. Isaac, que fue utilizada en O Welt, ich muss dich lassen.
Un ejemplo más tardío de canciones profanas como fuente para corales sería el asombroso
coral de la Pasión según San Mateo, llamado normalmente Herzlich tut mich verlangen, cuya
melodía fue compuesta en 1601 por Hans Leo Hassler, con texto que decía "Mi ánimo está
turbado por una tierna doncella".

Se compusieron pocas corales originales. Un caso especial sería Ein Feste burg ist unser
Gott, con melodía compuesta por el propio Lutero, que tocaba flauta y laúd. Este coral se ha
convertido en el símbolo musical del mundo protestante hasta el día de hoy, de forma que, ya
se trate de la Cantata de la Reforma (J. S. Bach), de la Sinfonía de la Reforma (Felix
Mendelssohn) o de una simple cita obviamente religiosa, el coral de la Historia de un
soldado (Igor Stravinsky), nos encontraremos literalmente cientos de casos en que se utiliza
esta melodía.
En la época de Johann Sebastian Bach (1685 –1750), el coral luterano ya se había convertido
en la experiencia crucial de la práctica religiosa de la comunidad. Durante los siglos XVII y
XVIII las fuentes melódicas para nuevos corales seguían siendo las mismas que usaba Lutero
y, ya que el espíritu de los corales (cantos con melodías fáciles de aprender para ser cantados
por la congregación durante el servicio religioso) era el mismo.
En Leipzig, a partir de 1723, Bach consideró la composición de "música religiosa por
encargo para honrar a Dios" como su obligación principal, por lo que se dedicó a proveer
de cantatas a las principales iglesias, San Nicolás y Santo Tomás. Esta actividad le ocupó los
primeros años, hasta que hubo suficiente música disponible. Planificó su trabajo en forma de
cinco ciclos anuales, a fin de contar con cantatas para cada domingo o festividad del
calendario eclesiástico. Cada ciclo anual comienza con el primer domingo después de la
Trinidad, cuando Bach aceptó su cargo aquí, y finaliza con el festival de la Trinidad.

Los reformadores protestantes, deseosos de proporcionar una música apropiada para sus
devociones, recurrieron tanto a la música popular y cortesana como a la música sacra más
antigua, alterando los textos según fuera necesario. El salterio de Ginebra se nutre en gran
medida de melodías de chansons populares, mientras que muchos corales luteranos derivan
su música de melodías sacras tradicionales y canciones profanas. Por ejemplo, "Innsbruck"
de Isaac se convierte en "O Welt ich muss dich lassen". Los textos religiosos de carácter
católico se modificaron para adaptarlos al criterio luterano. El "Ave regina caelorum" de
Petrus de La Rue se convirtió en "Ave apertor caelorum" en la "Symphoniae iucundae" de
Georg Rhau (Wittenberg, 1538).

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