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EL NIÑO

MUERTO
Hace mucho tiempo hubo un niño
llamado Darwin. Un día, chocó en un
auto y pensó que era un sueño lo
que le había pasado, así que no le
dijo nada a nadie.
Él vivía con su familia en una
casa muy bonita, su abuelita
estaba muy grave, en el
hospital. Toda su familia fue al
hospital a verla. Llegando a su
casa, Darwin salió con unos amigos
llamados David y Carlos, ellos
notaron que Darwin estaba muy triste
porque su abuelita estaba enferma y lo consolaron.
Entonces regresó a su casa por que sus papás le llamaron para
decirle que su abuelita estaba muy grave, quien se llamaba Carla.
Después llegando al hospital los doctores le dijeron que estaba muy
grave, que tal vez no iba a sobrevivir, todos se quedaron muy tristes
y llorando. A las pocas horas salió un doctor a informar que había
fallecido, ellos soltaron el llanto, entonces fueron al cementerio a
enterrarla.
Estaban todos muy tristes, llorando y para desahogarse todos fueron
a caminar, se encontraron con una tumba era la tumba de Darwin.
Todos quedaron sorprendidos, era Darwin, ¡la tumba de Darwin!
dijeron todos.
Fueron con la policía a decir lo que habían visto. La policía investigo
que el niño había chocado hace mucho tiempo, Darwin quedó muy
sorprendido estaba muy pálido y frío. Empezó a oscurecer y el
cementerio estaba muy oscuro, muy frío, muy tenebroso como la
boca de un lobo. De pronto todos oyeron una voz que decía, Darwin,
Darwin, de pronto se estaba desvaneciendo, Darwin se sentía frío y
pálido y se despidió de toda su familia. Todos se fueron para la casa
muy tristes por lo de la abuela y Darwin.

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