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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

UNIDAD ACADÉMICA FACULTAD DE MEDICINA

LICENCIATURA EN IMAGENOLOGIA

GRUPO IV-1

ORTOPEDIA POR IMAGEN

DR RAÚL MERCADO LÓPEZ

FRACTURAS DE LA RÓTULA

LESLIE KARINA RAMIREZ ESCOBEDO


FRACTURAS DE RÓTULA
La rótula es un hueso de forma triangular que protege la parte anterior de la rodilla
como un escudo, además de tener una función estética, sirve como fulcro para el
tendón de cuádriceps: aumenta así su brazo de palanca y permite estirar y
flexionar la rodilla de forma adecuada. Las fracturas de rótula representan el 1%
de todas las fracturas esqueléticas. Pueden ocurrir por mecanismos directos
(golpe o caída fuerte sobre la rótula) o indirectos (fracturas por estrés) y es 2
veces más frecuente en los hombres que en las mujeres.
Las fracturas indirectas son las menos frecuentes, pero son las que más daño
pueden provocar al aparato extensor de la rodilla; en este tipo de fracturas
encontramos:

-Fracturas por estrés: causadas por un movimiento violento de tracción muscular


sobre los extremos de la rótula (avulsión), o por una carga repetitiva que cursa con
dolor a nivel del hueso. Si se nota un dolor en la rotula durante los entrenamientos
se debe acudir a un profesional sanitario.
-Fracturas por causas endógenas : tumores óseos (condroblastomas) u
osteoporosis.
Según el tipo de rotura, la incapacidad funcional para mover la rodilla puede no
presentarse, por eso, ante cualquier dolor o sospecha de rotura de rótula, se hace
necesario un diagnóstico certero y un tratamiento rápido. En la exploración física
se nota tumefacción de la rodilla con inflamación y dolor agudo e incapacidad para
estirar la pierna contra gravedad (con esta limitación puede estar indicada la
cirugía). Algunas veces se puede notar una movilidad anormal, crepitación o
incluso se puede palpar un surco de separación entre los fragmentos fracturados.
Para determinar la presencia de fractura, así como su clasificación, emplearemos
la radiografía simple. Sin embargo, la resonancia magnética o la tomografía
computarizada se requieren, en general, solamente para lesiones más sutiles o
como diagnóstico previo a una fractura por estrés.
TIPOS DE FRACTURAS

La clasificación de las fracturas de rótula va a depender del lugar, el número de


fragmentos y de la dirección de la línea de fractura:

-Transversales: son las más frecuentes y advienen por mecanismo indirecto. En


esta suele producirse un importante desgarro de los alerones laterales de la rótula,
y la separación de los dos segmentos de fractura debido a la contracción del
cuádriceps.
-Vertical o longitudinal. Estas son las menos frecuentes y se pueden producir en el
medio de la rótula o como fracturas marginales.
-Conminuta: cuando por un traumatismo directo la rótula se rompe en fragmentos,
y si estos no se desplazan coge el nombre de “rotula estrellada”.
-Osteocondrales: donde se encuentra afectado también el cartílago articular.
-Marginales: afectan al reborde articular de la rótula.
TRATAMIENTOS
Las fracturas de rótula pueden ser tratadas de forma conservadora o quirúrgica.
Los enfoques terapéuticos se basan en las preferencias de los médicos y las
características del paciente. La cirugía se debe evitar en los pacientes con alto
riesgo preoperatorio.

TRATAMIENTO CONSERVADOR
Si la fractura es muy leve y no se necesita cirugía, posiblemente será suficiente
tan solo reducir las proprias actividades, no suspenderlas. Lo más probable es que
se coloque un yeso o un aparato ortopédico removible en la rodilla durante 4 a 6
semanas, el médico puede recomendar un apoyo parcial del peso en la pierna
lesionada, según tolerancia y con la ayuda de unas muletas.

Durante el periodo de inmovilización es importante asegurar una reparación


completa de la fractura y preservar la masa muscular de la pierna inmovilizada. La
fisioterapia en esta fase temprana desarrolla un papel importante y debe empezar
desde el día 1 para optimizar la recuperación.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
El tratamiento quirúrgico tiene por objetivo obtener una reducción anatómica,
garantizar una movilización precoz y restaurar la integridad del mecanismo
extensor de la rodilla. En las fracturas muy conminutas se puede recurrir a la
patelectomìa. Hay diversos métodos de fijación quirúrgica, incluyendo el obenque
o banda de tensión (con agujas de Kirschner o tornillos) y hoy en día se están
desarrollando técnicas mínimamente invasivas tramite artroscopia. En el
postoperatorio debe inmovilizarse la articulación con una férula durante 3 a 6 días,
hasta que mejore la situación cutánea, para posteriormente iniciar la movilidad
precoz. Se seguirán los pasos del tratamiento conservador, progresando desde la
carga parcial hasta la carga completa a las 6 semanas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Gupton M, Imonugo O, Terreberry RR. Anatomy, Bony Pelvis and Lower Limb,
Knee. En: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020
Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK500017/

Saragaglia D. Rupturas del aparato extensor de la rodilla y fracturas de la rótula.


EMC – Téc Quirúrgicas – Ortop Traumatol [Internet]. 1 de marzo de 2018

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