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FICHA INFORMATIVA ÁREA RELIGIÓN 3 de Setiembre
FICHA INFORMATIVA ÁREA RELIGIÓN 3 de Setiembre
No es nada fácil estar enfermo, tienes dolores, fiebre, malestar, no tienes ganas de
nada...
Imagínate lo que es estar enfermo durante 12 años. Esto es mucho tiempo, muchos
años.
El Evangelio de Marcos, en el capítulo 5, se relata la historia de una mujer que llevaba
12 años enferma. Esta mujer estaba verdaderamente muy enferma, tenía una
hemorragia continua, perdía mucha sangre. Había visitado a todos los médicos y a los
especialistas de su ciudad, pero ninguno de ellos había resuelto su problema. Estaba
muy delgada, pálida, tenía anemia, siempre estaba cansada. Pero tras 12 años de
enfermedad oyó hablar de Jesús
Ella escuchó hablar de que Jesús hacía milagros, que era Cristo, el Hijo de Dios. El
corazón de aquella mujer se llenó de alegría, ¡tantos años visitando médicos que
pusieran fin a su mal! ¡tantos años apartada de la sociedad! ella no iba a fiestas, no
andaba por las calles, ella era una mujer rechazada debido a su enfermedad, para el
resto de la gente era una mujer contaminada, ella no podía tocar a nadie, ni abrazar a
sus seres queridos.
Pero esta mujer ahora tenía una esperanza, buscaría a Jesús, tenía fe en que ella la
sanara. La fe en Jesús le había dado una nueva esperanza, confiaba en que algo iba a
ocurrir, por eso salió de su casa en busca de Jesús.
Cuando ella llegó a donde estaba Jesús había una gran multitud que lo seguía así que
ella pensó que no conseguiría hablar con él, pero también pensó "si tan solo consiguiera
tocar el borde de su manto yo sería sanada". Y así fue, tan enferma como estaba se
introdujo entre la multitud hasta que llego a donde estaba Jesús, estiró su mano y por
fin pudo tocar la capa de Jesús, y en el mismo momento en el que tocó su manto ella fue
sanada de la hemorragia.
Cuando esto ocurrió Jesús se detuvo y preguntó a sus discípulos: ¿quién me ha tocado?
Sus discípulos le contestaron que muchas personas le habían tocado, porque era una
gran multitud la que lo rodeaba. ¡Cómo iban a saber ellos quién había tocado a Jesús!
Pero Jesús les dijo, "Alguien me ha tocado de un modo diferente porque sentí que salía
de mi poder"
Y la mujer oyendo la pregunta de Jesús miró a Jesús y le dijo: "Señor, fui yo quien te
tocó" y le contó todo su sufrimiento de 12 años.
Jesús al ver aquella mujer y la fe que ella tenía le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado, vete en
paz libre de tu mal"
¡Que alegría! la mujer fue sanada, a ella no le paralizaron las dificultades, sabía lo que
quería y sabía cómo conseguirlo.
6. El ciego Bartimeo
Un ciego que pedía limosna llamado Bartimeo, hijo de Timeo, vio a Jesús de Nazaret y le
gritó: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!. Muchas personas querían callarlo pero el
gritaba aún con más fuerza. Jesús paro su camino y le dijo: “Llámenlo”. Llamaron al ciego y
él arrojó su manto, se puso en pie y se acercó a Jesucristo. Jesús le preguntó: ¿Qué quieres
que haga por ti? Él ciego respondió: –Maestro, que vea. Entonces Nuestro señor Jesucristo le
dijo: “Puedes irte, tu fe te ha salvado”. Mensaje cristiano sobre la fe que se repite en
muchos milagros. Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino… Marcos
10, 46-52.
8. El ciego de nacimiento
Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento y sus discípulos preguntaron: “Maestro, ¿quién
ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?” Jesús respondió: “No es por haber pecado
él o sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten claramente”. Hizo un poco
de lodo con la tierra y la saliva, untó con él los ojos del ciego y dijo: “Vete y lávate en la
piscina de Siloé (que significa enviado)”. Entonces el ciego se fue, se lavó y cuando volvió,
veía claramente. (Milagro de Jesús relatado en: Juan 9, 1-3;6-7)