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LA MUJER QUE DIOS CREO “EVA”

SU NOMBRE SIGNIFICA
"Dadora de vida o madre de todos los que tienen vida"

SU CARÁCTER:
Vino al mundo en perfecta paz con Dios y con su marido, la única otra persona que habitaba el planeta. Vivió en el paraíso,
y todo placer imaginable le pertenecía. Nunca supo el significado de la vergüenza, el desacuerdo, el dolor, los desvíos, la
envidia, la amargura, el luto ni la culpa hasta que escuchó a su enemigo y comenzó a dudar de Dios.

SU DOLOR:
Ser desterrada junto con su marido del paraíso y de la presencia de Dios, y que su hijo mayor fuera un asesino, siendo la
víctima su segundo hijo.

SU GOZO:
Haber gustado alguna vez del paraíso, y que Dios le prometiera que su descendencia en el futuro destruiría a su enemigo.

LA PROMESA QUE RECIBE

Plantada en medio de la misma maldición que se pronuncia sobre Eva a causa de su pecado hay una promesa maravillosa.
Dios le promete a ella y a las generaciones subsiguientes: (Génesis 3:16). La gracia y la misericordia de Dios se hacen
evidentes de un modo asombroso incluso cuando emite su juicio. Promete que la raza humana continuará a la vez que
anuncia que la muerte ahora será inevitable.

Cuando estamos en nuestro punto más bajo, de rodillas ante el juicio de Dios, nunca olvidemos que su gracia aún obra. Y
eso es verdaderamente asombroso.

Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, a fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también
la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.
-ROMANOS 5:20-21

REFLEXIÓN

Qué tristeza debió de haber sentido Eva. Sin duda, toda la promesa que ella sintió en el nacimiento de Caín se debilitó. Ella
había perdido a su hijo menor, y Dios había condenado al mayor a vagar por la tierra. Sin embargo, Dios renovó su promesa
dando a Eva a un tercer hijo: Set. Desde luego, ningún hijo puede ocupar el lugar del otro, pero Eva volvió a sentir el amor
y el consuelo de Dios. Y por medio de Set llegó la línea de Salvación, en Noé y su familia.
Muchas mujeres podemos identificarnos con sus fracasos, heridas y esperanzas. Como ella es la primera mujer, de quien
vienen todas las demás, la vida de Eva nos habla a todas nosotras. Nuestras dudas, pecados y experiencias se parecen a las
de ella. Al igual que ella, puede que hagamos elecciones precipitadas que nos separen de Dios; pero al igual que ella,
descubrimos que aunque abandonemos a Dios, Él no nos abandonará. Él siempre nos llama a regresar al huerto de su amor.
Así que dé gracias a Dios por ese inmenso amor y paciencia que tiene cada día para contigo y porque Él está dispuesto a
cubrirnos son vestidos de Salvación siempre y cuando nosotras queramos.
Pídale que te ayude y que te de Sabiduría para edificar tu hogar y cualquier decisión que se tome junto con tu esposo.
Eso nos lleva a ti y a mí. Nunca, querida, dudes de tu valor como mujer. Dios cerró la creación con broche de oro al formar
a la mujer. Una vez creó a la mujer, ¡había terminado!

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