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LAS E.I.A. EN EL MARCO DE LA GESTIÓN AMBIENTAL

TÓPICO 1.2

1.2.1 LA GESTIÓN AMBIENTAL.

El conjunto de acciones que tienen por objetivo lograr la máxima racionalización en el

proceso relativo a la conservación, defensa, protección y mejora del entorno, se denomina
gestión ambiental y está basada en una información interdisciplinaria coordinada con la
participación ciudadana.

Lo anterior ha generado una nueva metodología de decisión en materia ambiental,

además de hacerse extensiva al plano económico y socioeconómico. Ello supone la
aceptación, por parte del hombre, de su labor de protector y vigilante de la naturaleza,
administrando debidamente la utilización de los recursos ambientales con una visión
ecológica global, que asegure bienestar al hombre y a su medio ambiente. La gestión
ambiental se basa en una serie de principios, de los cuales se destacan:

- Optimización en la utilización de recursos.

- Previsión y prevención de impactos ambientales.
- Control de la capacidad de absorción del medio de los impactos.
- Ordenación del territorio.

El esquema básico para la gestión ambiental consta de dos partes; la primera

corresponde a un programa de planificación, propiciado por los poderes públicos,
conducente a un modelo global o estrategia que racionaliza la actuación publica y orienta la
iniciativa privada. La segunda contempla la realidad a un nivel de mayor detalle, en la fase de
proyecto, y responde a la forma de actuar de la iniciativa privada.

La actuación pública tiene el marco de referencia, orientando, señalando las

limitaciones a que deben ajustarse las actuaciones propias de la iniciativa privada. Este
esquema responde a un enfoque sistémico, ya que analiza el problema globalmente y
muestra la interacción entre diferentes subsistemas y componentes de la acción.

A pesar de que las etapas aparecerán secuencialmente, en la realidad se produce un

desarrollo paralelo de éstas y, en algunos casos, un flujo de retroalimentación de una etapa
hacia otra. Dichas etapas son las siguientes:

 La primera fase es la definición del área del problema, pero su producto, que es el
que realmente se evalúa, es la delimitación geográfica del área del problema.
 Comprensión de la estructura y funcionamiento del sistema, lo que lleva a su
descripción y diagnóstico.

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 Al interpretar la delimitación geográfica y el diagnóstico del sistema, se pueden

definir los objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo.
 La generación de soluciones que tiendan a cumplir los objetivos es la etapa más
creativa del proceso, y su producto final es la generación y evaluación de alternativas.
 Selección de una propuesta específica, conteniendo mecanismos instrumentales para
su puesta en práctica, determinando programas, políticas y proyectos concretos,
generando la selección y desarrollo del modelo global de estrategia.
 Evaluación de proyectos concretos en la alternativa seleccionada y aquéllos que
surgen de una idea, problema o existencia de un recurso, incluyendo su evaluación
ambiental. Determinará cuáles se ponen en ejecución, dando origen a la evaluación y
selección de proyectos, sistemas integrados de proyectos.
 El control consistirá en seguir la trayectoria del sistema implementado, con objeto de
ver su adaptabilidad al proyecto concreto, evaluar la conveniencia de corregir su
trayectoria cuando se desvíe de lo previsto y evaluar en qué medida sería
conveniente cambiar los objetivos iniciales. Esta etapa contempla una fase de
retroalimentación, readaptando los puntos o políticas que lo requieran.

1.2.2 LAS E.I.A. COMO INSTRUMENTO PREVENTIVO.

La idea fundamental en la realización de Estudios Ambientales es que no se trata de

un estudio negativo ni obstructivo, sino de un instrumento operativo para impedir
sobreexplotaciones del entorno natural y social, utilizándola como una herramienta que
permita un progreso conjugado con una preocupación seria sobre el medio ambiente.

En términos generales, la E.I.A. es una herramienta necesaria para paliar efectos

forzados por situaciones que globalmente se han caracterizado por :

 Carencia de sincronización entre el crecimiento de la población y el crecimiento de los

servicios básicos.
 Son consecuencia de la movilidad de la población y aumento del nivel de vida.
 Una creciente manifestación de la progresiva degradación del medio natural, que en
el área del presente estudio se concreta en:
 Ruptura del equilibrio ecológico, como consecuencia de la destrucción de diversas
especies animales.
 Perturbaciones por desechos o residuos de origen urbano e industrial.
El afrontar los problemas ambientales implican dos opciones a seguir: una preventiva
y otra curativa. Para actuaciones pasadas, la opción curativa es la única posible, mientras que
con vistas al futuro, todos los países coinciden en adoptar políticas de carácter preventivo,
dejando las curativas para paliar los impactos no corregidos en fuente.

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Las políticas preventivas adoptan tres formas directas, a las que se agregan otras indirectas.
Las primeras son:
 Planificación, como proceso racional en la toma de decisiones, en cada una de sus
formas: Física, sectorial, económica, social, espacial, etc. La planificación integral es la
que cumple el mejor papel preventivo.
 Normativa con relación a la calidad ambiental, dirigida a mantener los parámetros
ambientales dentro de límites aceptables.
 EIA, como proceso destinado a identificar, predecir, interpretar, prevenir y comunicar el
efecto de un proyecto sobre el medio ambiente.

Las políticas indirectas actúan a largo plazo, no correspondiendo exclusivamente a

gestión ambiental: investigación básica, educación y formación ambiental, sensibilización
social, desarrollo de tecnologías limpias, etc.

1.2.2.1 El factor ambiental en la planificación.

Como establece Bastida (1994), las EIA deben ser incluidas lo antes posible en las
fases de la planificación, en instancias lo suficientemente previas como para que las opciones
reales estén aún disponibles. En la etapa inicial de un proyecto individual de desarrollo, es
cuando se identifica más fácilmente la mayor parte de los impactos ambientales, y donde
pueden tomarse las medidas adecuadas para evitarlos o minimizarlos. En etapas posteriores,
las opciones o alternativas disponibles quedan limitadas por decisiones de una etapa previa o
a más alto nivel.

La planificación consiste en un proceso racional de toma de decisiones para definir

objetivos coherentes, pretendiendo resolver problemas actuales, prevenir los potenciales y
satisfacer aspiraciones, aprovechando las oportunidades del medio. La planificación garantiza
la integración de los proyectos en el medio, determinando la capacidad de acogida de éste
para una serie de actividades actuales o futuras. (Gómez Orea, 1992).

La incorporación de la dimensión ambiental en la planificación tomó importancia a

partir de mediados de los setenta; no obstante, se ha enfrentado con la dificultad de abrirse
espacio en una problemática basada en el corto plazo y, por otro lado, en buscar la
oportunidad de influir como propuesta en estilos alternativos de desarrollo.
Dicha incorporación en los planes globales no ha tenido, hasta hoy, gran repercusión
en las políticas, programas y proyectos de desarrollo. Una mayor influencia del factor
ambiental debe darse basándose en tres premisas generales:
- Capacidad para sustentar estrategias de desarrollo a partir de una mayor coherencia
entre el corto y largo plazo.
- Nivel de vida y estructura de consumo de las poblaciones, estableciendo lazos entre
carencias y disponibilidades reales.
- Aprovechamiento de recursos propios sobre bases sustentables a largo plazo.

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De acuerdo al criterio preventivo que hemos establecido, y a la inclusión de las

consideraciones ambientales en las etapas de planificación, Arce (1987) establece tres
formas básicas de actuación, las que no son excluyentes, pudiendo ser adoptadas en forma
simultánea :

(a) Planificación sistemática de los diversos usos del medio, donde se consideren los
criterios medioambientales en un sentido amplio.
(b) Inclusión de la evaluación ambiental en la fase correspondiente del proceso de
planificación sectorial.
(c) Exigencia de un Est. I.A. previo a todo proyecto cuyas consecuencias pueden ser
graves para el medio.

Los principales instrumentos con que cuenta un plan son la normativa respectiva y el
programa de actuaciones. La normativa tiene carácter fundamentalmente previsor,
indicando, para cada categoría de ordenación, los proyectos o actuaciones propiciados,
tolerados con o sin ciertos requisitos y aquellos prohibidos. El programa de actuaciones
plantea propuestas de acción positiva en materia de protección, conservación, mejora,
recuperación, rehabilitación, potenciación y puesta en valor de recursos ociosos.

1.2.2.2 Marco legal.

Las EIA vienen enmarcadas por una legislación que determina tanto los tipos de
proyectos que deben someterse a ella, como el contenido de los estudios de impacto y el
procedimiento administrativo de ellas. Los dos últimos aspectos son regulados por una
legislación específica en materia de EIA, y el primero está regulado por legislaciones
específicas y normas legales de carácter sectorial.

Legislación chilena

Con fecha 9 de Marzo de 1994, se promulgó la Ley 19.300 sobre Bases Generales del
Medio Ambiente que regula las materias ambientales. Contiene un valioso instrumento de
gestión, el cual obliga a someterse a dicho sistema a todos los proyectos de inversión
públicos y privados.

En dicha Ley, se establece que al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA),

se ingresa a través de declaraciones o de estudios según el impacto que genere el proyecto o
actividad; le corresponde calificar, aprobar o rechazar los estudios o las declaraciones de
impacto ambiental a las comisiones de medio ambiente regional o a la Comisión Nacional de
Medio Ambiente, según corresponda.

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La función principal de la autoridad ambiental es administrar y coordinar el sistema

de evaluación de impacto ambiental, constituyendo el nivel regional una pieza fundamental
de este sistema. Mientras, en las comunas, es a través de los Municipios donde se genera la
acción ambiental (función de regular la participación ciudadana relativa al impacto ambiental
de los proyectos de dicha comuna y velar por el cumplimiento de la normativa ambiental
vigente de acuerdo a la ley y reglamentos).

Con fecha 26 de enero de 2010, se produce un cambio en la institucionalidad que rige

los temas ambientales e, Chile, promulgandose la Ley 20417, mediante la cual se crea El
Ministerio, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medio Ambiente,
además de incorporar modificaciones a la Ley 19.300.

Se crea el Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA) Territorial es una

plataforma organizada de información ambiental georreferenciada, que fortalece el apoyo
en la gestión ambiental y la toma de decisiones, permitiendo a todo tipo de actores contar
con una herramienta que exprese el componente territorial ambiental.

1.2.3 APLICABILIDAD DE LAS E.I.A.

Una determinada actividad puede inscribirse en distintos niveles temporales y

conceptuales que encuadran su programación. Así, estos distintos escalones pueden surgir
desde una etapa previa de planificación, la propia E.I.A., donde en función de determinadas
características de la actuación que se contemple, se estudia un gran territorio donde se van
detectando zonas, a esta amplia escala, donde pudiera ser posible, desde un punto de vista
ambiental, acoger esta actividad sin que ningún factor que define este territorio pudiera
verse afectado de manera importante. Se trata, de esta manera, de seleccionar una primera
localización óptima para la actividad, en función de las propias características del territorio.

La segunda aproximación se produce en la etapa de anteproyecto, donde se trata de

estudiar posibles alternativas para localizar el proyecto que se plantea, que estén incluidas
en el espacio seleccionado previamente durante la planificación.

Finalmente, puede existir un tercer escalón, donde la actividad alcanza su mayor nivel
de concreción: el proyecto, donde se detallan todas las especificaciones técnicas de la
actividad, localizada en el lugar seleccionado en el anteproyecto. Este último nivel se
desarrolla fundamentalmente con vista a la aplicación de medidas correctoras de incidencias,
tanto en la construcción como en la explotación.
1.2.3.1 Inclusión de las consideraciones ambientales.

Coincidente con la opinión de técnicos y científicos, se hace hincapié en que la mejor

política ambiental es evitar la creación de contaminaciones, en vez de combatir luego sus
efectos; así como se debe considerar, en etapas lo más tempranas posible, las repercusiones
sobre el medio ambiente en todos los procesos de planificación y decisión.

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Lo anterior debe estar enmarcado dentro de un proceso de integración ambiental,

inserto en cada uno de los pasos del proceso general de toma de decisiones: en la
formulación de políticas, en las disposiciones legales y administrativas, en los planes, en los
proyectos, en la ejecución y en la gestión.

No obstante, como se aprecia en la siguiente figura, la eficacia de las consideraciones

ambientales variará sensiblemente de acuerdo a la etapa en la cual se incluyan, siendo lo
óptimo que se realicen desde etapas tempranas.

INCLUSIÓN DE LAS CONSIDERACIONES AMBIENTALES

FASE EFICACIA
POLÍTICAS Directrices, políticas y disposiciones
GENERALES administrativas de ámbito nacional, regional o ÓPTIMA
local

Finalidad del Plan.

Definición del ámbito geográfico y
FORMACIÓN administrativo. ÓPTIMA
DE PLANES Información y diagnóstico.
Definición de objetivos.
Generación de alternativas.
Evaluación de alternativas.
Instrumentación de alternativas seleccionadas.
Otros planes, programas o proyectos.
DUDOSA
CONFIGURACIÓN Viabilidad.
DE PROYECTOS Anteproyecto.
Proyecto de ingeniería.
BAJA O
Construcción. NULA
PUESTA EN MARCHA, Operación.
SEGUIMIENTO Y Abandono.
CONTROL

Figura 1.1 Eficacia de las consideraciones ambientales según su inclusión en el

proceso de toma de decisiones. (Fuente: Gómez Orea, 1992).

Una actuación en fase de programación o planificación general, permitirá estudiar

alternativas de localización, proceso y dimensión amplias, obteniéndose una optimización de
la efectividad de la EIA. Un estudio de viabilidad puede considerar alternativas de localización
restringida, dimensión y proceso parcial, con lo que la efectividad sería ya dudosa.

A nivel de proceso constructivo, las alternativas sólo pueden canalizarse en respuesta

a una propuesta específica, por tanto, la efectividad es menor. Durante la construcción,
pueden plantearse cambios de emplazamiento de algunas unidades o introducirse de
manera parcial instalaciones correctoras, pero en esta etapa, la eficacia de una EIA resulta ya
francamente baja.

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En la fase de operación, las estrategias quedan muy reducidas; la mayoría de los

impactos serán ya inevitables, posibilitando únicamente minimizar algunos de ellos; la
eficacia de una EIA se considera baja o nula, no debiendo por ello desestimarse a priori su
realización. (Bastida, 1988).