ta a la muerte dada a los que llama "muertos espirituales", es d e
cir, a los enfermos de la mente, de naturaleza incurable. Hoche cree que llegará un día en que estimaremos que la eli minación de esos individuos de espíritu muerto no es un crimen, un acto inmoral, una brutalidad, sino un acto permitido, un acto útil ( i ) .
I I . L A CRÍTICA.
E n el mundo científico ha causado sensación este folleto, que
pone a debate ideas antiguas, pero con moderno ropaje y con nue vos alegatos. 6. Discusión del asunto en la "Sociedad psicológico-forense de Gottinga". —• La Góttinger psychologisch-forensischen Ve reinigung discutió el asunto en su sesión de 26 de enero d e 1921^ con nutrida asistencia de juristas, médicos, filósofos y teóíogos. H a b l a r o n como ponentes von Hippel, desde el punto de vista jurí dico, y Goeijpert, en el aspecto médico. El resultado d e la viva polémica fué la unánime repulsa de la idea de conceder pública y oficial autorización para matar a los enfermos incurables y a los idiotas sin esperanza de mejoría, a pesar de la alta estima que merece la labor de Binding y de Hoche. P e r o se apreció que, jurídicamente, es necesario otorgar una atenuante, en toda su amplitud, e incluso hasta conceder el perdón en casos particu lares, cuando se trata de una muerte causada por la demanda del enfermo incurable, u originada por una verdadera piedad ante los sufrimientos de los enfermos sin esperanza o ante la idiotez irremediable (2). 7. Los debates sobre esta cuestión en la "Sociedad médico- forense de Breslau".—La Breslauer forensisch-medisinischen Ve reinigung se ocupó también en el hondo problema, siendo ponen tes Klee y Strassmann. Los debates —como apunta atinadamente
(1) Pág-. 57.
(2) Cf. R. von Hippel, Tagesfragen, en Zeilschrift für die gesamle- .Slrofrechtsniissenschaft. X L I I (1921), pág. 284.