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Caso 2. La quiebra de Pericles Almanza

"...No piensen, no, que es mentira, que lo cuenta quien lo vio..."

"Una de las razones por las cuales una empresa de familia se puede acabar es
porque los padres resuelven entregar el manejo de la empresa a sus hijos cuando
ellos todavía no están preparados para administrarla". Era el comentario
generalizado en una reunión social. Voy a ilustrar con un ejemplo que como dice la
poesía "La Perrilla" de José Manuel Marroquín "…No piensen, no, que es mentira,
que lo cuenta quien lo vio…". Se trata del caso de Pericles Almanza, patriarca
antioqueño, quien después de 20 años de entrenamiento y formación en una
conocida cadena de almacenes de ropa, resolvió iniciar su propia empresa con
uno de sus compañeros, a quien más tarde compró su participación. La empresa
creció y se posicionó en el mercado nacional, gracias al excelente manejo
financiero y comercial dado por don Pericles.

Su experiencia y relaciones fueron fundamentales para ello. Durante los años de


la administración de don Pericles, ninguno de los miembros de la familia tuvo la
oportunidad de trabajar en la empresa, debido al estricto cumplimiento de la norma
establecida por los fundadores de que la familia no podía vincularse a la empresa.
Además, en la casa no se hablaba de negocios, aunque la familia siempre gozó de
muchas comodidades, gracias al buen desempeño de la empresa familiar.

Una tarde, precisamente el mismo día del cumpleaños 52 de don Pericles, él


resolvió que ya había trabajado lo suficiente y que era tiempo de hacer uso de su
buen retiro; decidió hacerlo en una finca ganadera que había adquirido cerca de
uno de esos lindos pueblos antioqueños. Como no había ningún empleado digno
de su confianza, don Pericles llamó a Rudesindo, su hijo mayor, quien se había
graduado de una universidad muy prestigiosa en Estados Unidos, y para ese
entonces ya tenía un par de años de experiencia laboral. Luego, Rudesindo
asumió el manejo del negocio familiar. Pero una cosa era haber trabajado un par
de años en una empresa, y otra la responsabilidad de más de 250 empleados, 25
tiendas y una logística respetable.

Rudesindo, emocionado con el nuevo cargo, inició su labor con la construcción de


un gran edificio para las bodegas y las oficinas de la empresa; y como las 25
tiendas que había recibido no eran suficientes para mostrar a su familia y amigos
su éxito como empresario, abrió otras cinco tiendas en varias ciudades, basado en
su "pálpito" empresarial.
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Al cabo de poco tiempo, la liquidez de la empresa dejó de ser suficiente para


soportar este crecimiento. Entonces, Rudesindo llamó a su amigo Eustaquio,
experto en finanzas, y él, muy "sabiamente", le comentó que las empresas se
debían endeudar para crecer. Rudesindo siguió el consejo de su amigo y entonces
todo ese desarrollo fue financiado con deuda bancaria. Como los bancos tenían la
mejor imagen de cumplimiento de don Pericles, y había buenas garantías
hipotecarias de los locales comerciales, no tuvieron reparo en financiar el
crecimiento, aunque no había mucha sustentación a los proyectos.

Entonces, lo que tenía que pasar pasó, y muy pronto el flujo de caja de la empresa
no daba para pagar las deudas, la empresa empezó a incumplir a los proveedores,
los inventarios se fueron disminuyendo, los clientes no veían renovación en la
moda, el flujo de caja se apretó y los bancos empezaron a demandar y a utilizar
las hipotecas de los locales de las tiendas. Como si fuera poco, Rudesindo
empezó a financiar con dinero de la empresa un nuevo negocio de Paco, su
hermano, con el visto bueno de Arcadia, la madre de los Almanza. Al poco tiempo,
la empresa estaba en bancarrota.

Mientras Rudesindo andaba en sus proyectos, don Pericles se dedicaba a sus


vacas, hasta que un buen día, Arcesio, otro de sus hijos, le advirtió de las
demandas en que estaba la empresa, y del disgusto generalizado de los
proveedores. Don Pericles volvió a Bogotá a tomar cuentas a Rudesindo, y muy
pronto notó que ya no había nada qué hacer. Procuró rescatar lo que quedaba,
pero ya era demasiado tarde. Casi todas las propiedades estaban en manos de
los bancos y del buen negocio que había entregado a su hijo no quedaba sino el
triste recuerdo.

Señor estudiante, analice la TOMA DE DECISIONES de Rudesindo desde el


punto de vista de la administración financiera. Analice su comportamiento con
respecto a) Las actividades de inversión. b) Las actividades de financiamiento. c)
Las actividades de Operación.

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