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GERMÁN GUZMÁN CAMPOS

Germán Guzmán Campos nació el 20 de diciem-


bre de 1912 en Chaparral (Tolima). En 1936 co-
mienza su carrera como sacerdote. Durante varios
años se consagró a las actividades docentes y a la
investigación sobre los campesinos y la violencia
en su departamento. En 1958 es nombrado párro-
co del Líbano y miembro de la Comisión nacio-
nal investigadora de las causas de la violencia en
Colombia. En 1962, en compañía de Orlando Fals
Borda y Eduardo Umaña Luna, publica el libro La
violencia en Colombia, de gran impacto en la vida
política del momento. Tras la muerte de Camilo
Torres Restrepo asume la dirección del periódi-
co Frente Unido y publica dos biografías del cura
asesinado. En 1970 abandona la actividad sacer-
dotal y se desplaza a México. En 1983 recibe el
Doctorado en Ciencias sociales en la Universidad
iberoamericana. Muere en la ciudad de México el
12 septiembre 1988. Uno de sus grandes méritos
Biblioteca Central Mario Carvajal es haberse convertido en uno de los primeros
y sedes regionales. “gestores de paz” de este país.
La Violencia (1946-1965) intenciones ni voluntades, y que se impone La literatura sociológica del país, a pesar de al-
con una “coacción irresistible” por encima de gunos logros notables sobre todo en la recons-
las creencias, las convicciones, las lealtades, los trucción empírica del proceso, no ha producido
La palabra Violencia (con mayúscula) se utiliza afectos o las pertenencias regionales o familia- aún resultados satisfactorios que nos permitan
para hacer referencia a un período en el que explicar plenamente estas características, que
res.
una parte de la población del país, sobre todo constituyen la más significativa de sus particu-
en las zonas rurales, se vio comprometida en un laridades. La pregunta fundamental se podría
El fenómeno aparece como una “mezcla hetero-
conflicto sangriento de dimensiones colosales, enunciar en los siguientes términos: ¿por qué
génea” en la que no es fácil diferenciar actores,
en nombre de los dos partidos políticos tradi- en nombre de dos partidos políticos, cuya divi-
cionales del país; “la época en la cual la gente componentes económicos, sociales o políticos;
sión carecía de un substrato claro en términos
se mataba por la política”, según un campesino ni un comienzo o un final claramente defini- sociales, económicos o políticos se produce un
entrevistado. dos. Los campesinos se refieren a ella como un enfrentamiento a muerte entre la población,
ente abstracto dotado de atributos propios: “La con todas sus características de sevicia y de
El número de víctimas se ha calculado entre Violencia me quitó a mis padres”, “La Violencia crueldad?
137.000 y 200.000 personas asesinadas entre me robó mi heredad”, “La Violencia me sacó
1948 y 1962. Según estadísticas de la ONU, con del campo y me obligó a venir a la ciudad”. Esta
una tasa de 34.4 homicidios por cada 100.000 denominación hace parte de la “inquietante ex-
habitantes, Colombia ocupaba en 1960 el pri- trañeza” y del “carácter siniestro” del fenómeno,
mer lugar entre los países del mundo en cuan- como una de sus particularidades más repre-
to al número de muertes intencionales. Por sus sentativas.
grandes dimensiones, el fenómeno de la Violen-
cia ha sido considerado el enfrentamiento ar-
Dos características deben ser resaltadas en este
mado más intenso de América Latina en el siglo
proceso social. En primer lugar, los excesos de
XX, después de la Guerra Civil mexicana.
horror y de sevicia que se pueden observar en
En la vivencia de las gentes la Violencia se los crímenes que se cometen en nombre de los
presenta como “una potencia anónima que dos partidos políticos, en ambas direcciones. En
siembra la destrucción a su paso”; una gran segundo lugar, el carácter aparentemente “in-
fuerza impersonal, asimilable incluso a una motivado” de la oposición política entre liberales
fuerza natural, “anterior y exterior” a los y conservadores, que sirve de marco de referen-
actores del conflicto, en la cual no se distinguen cia inmediato al conflicto y a las exacciones.
La Comisión Investigadora personal con todo el material que pudo reco- el enfrentamiento entre liberales y conserva- Latina. El resultado fue una gran “ca- Durante los años 1902-1946 se conoce un pe-
ger: informes, cartas, canciones, coplas, hojas dores, durante más de doce años. Sin embar- tástrofe demográfica” que redujo las ríodo de relativa paz y de convivencia, interrum-
La Junta Militar de Gobierno que sucedió en volantes, afiches, objetos pertenecientes a los go, lo que aparecía recopilado en el libro era poblaciones indígenas de cerca de tres pido por la Masacre de las Bananeras de 1928,
la Presidencia de la República a Gustavo Rojas combatientes o a las víctimas, fotos, etc. apenas una pequeña muestra de la documen- o cuatro millones de personas a finales cometida por el Ejército contra un grupo de
Pinilla nombró la “Comisión Nacional Inves- tación gráfica y escrita que el autor poseía. del siglo XV a seiscientos mil a comien- huelguistas reunidos en la plaza principal del
tigadora de las causas y situaciones presentes Un grupo de profesores de la recién creada Fa- La Universidad del Valle logró la recupera- zos del siglo XVII. En la Colonia, entre municipio de Ciénaga, que protestaban por las
de la violencia en el territorio nacional”, para cultad de Sociología de la Universidad Nacional ción del archivo y se ha empeñado en un los siglos XVI y comienzos del XIX, no pésimas condiciones de trabajo impuestas por
que llevara a cabo un “estudio directo” de las (Orlando Fals Borda y Camilo Torres Restrepo trabajo progresivo de presentación de estos se presentaron signos especialmente la United Fruit Company. El señor Jefferson Ca-
regiones del país afectadas por la violencia entre otros,) conocedores de la existencia de documentos ante la comunidad académica, el fuertes de violencia, salvo enfrenta- ffery de la Legation of the USA envió entre 1928
bipartidista de los años 1950. La Comisión este archivo le propusieron al padre Guz- público y los investigadores. La muestra que mientos esporádicos con grupos de y 1929 al secretario de Estado en Washington
no dejó un informe escrito pero el entonces mán la publicación de un libro que recogiera aquí se presenta es apenas una parte de la to- indígenas, que no habían entrado dos informes con un cálculo entre quinientos y
sacerdote Germán Guzmán Campos, quien el testimonio de las atrocidades cometidas. talidad del material disponible. completamente en el “proceso de mil muertos. Como resultado del cambio de la
oficiaba de Secretario, construyó un archivo En 1962 apareció La violencia en Colombia. aculturación” o con la represión de los hegemonía conservadora a hegemonía liberal
Estudio de un proceso social, que sus- La publicación parcial de este archivo fotográ- esclavos que trataban de fugarse (“ci- en 1930, se presenta en los departamentos de
citó una inmensa polémica de carácter fico coincide con la aparición el 28 de junio de I. Rostros y escenas de la vida marrones”). Las primeras grandes expresiones Boyacá, Santander y Norte de Santander un in-
nacional porque revelaba un conjunto de 2022 de los informes de la “Comisión para el campesina de violencia de masas aparecen con el proceso terregno de violencia política entre liberales y
hechos de violencia frente a los cuales esclarecimiento de la verdad, la convivencia de la Independencia de España. No existen datos conservadores que dejó un saldo aproximado
existía el acuerdo tácito de mantener el y la no repetición”. La comprensión del con- Colombia no es un país violento por naturale- precisos pero se calcula que hubo entre cien mil de diez mil muertos, considerado como el últi-
silencio, en el marco del pacto del Frente flicto que aún afecta a la sociedad colombia- za, como se suele decir. A lo largo de su histo- y ciento cincuenta mil muertos. mo coletazo de las guerras civiles del siglo XIX o
Nacional, que se había creado para poner na debe hacerse en perspectiva histórica, que ria ha habido períodos de violencia y periodos como la primera gran batalla de la Violencia que
fin al conflicto. Este libro, a pesar de las vincule lo sucedido actualmente con lo ocu- de estabilidad, paz y tranquilidad. Los primi- En el siglo XIX Colombia conoce nueve gue- comienza en 1946.
reticencias que suscitó, se convirtió en las rrido en la Violencia bipartidista de los años tivos habitantes de este territorio no eran ni rras civiles de carácter general y cerca de
décadas posteriores en la referencia insos- 1950. A pesar de las diferencias entre ambos especialmente violentos, ni especialmente setenta conflictos de carácter regional, con Sin embargo, durante buena parte de las pri-
layable para los investigadores que que- períodos existen muchos elementos comu- pacíficos: poseían embriones de ejércitos y un cálculo total aproximado cercano a los meras cinco décadas del siglo XX los campe-
rían dar cuenta de lo sucedido. nes, sobre todo el crimen atroz y el imagina- realizaban algunas prácticas guerreras pero, treinta mil muertos, exceptuando la Guerra sinos vivieron en paz y en su vida cotidiana
rio de la violencia como un ente colectivo por ante la ausencia de verdaderos Estados, no de los Mil días (1899-1902) que tuvo como re- desarrollaban actividades laborales y familia-
El libro incluyó una colección de 32 fotos encima de las voluntades particulares, que hubo grandes guerras de rapiña entre ellos. sultado aproximado un número de ochenta res, hasta que llegó la Violencia y lo perturbó
que causaron una inmensa conmoción arrasa todo lo que encuentra en su camino. mil a cien mil muertos y presenta índices de todo. Los rostros de los campesinos y las esce-
por la crudeza de las imágenes, que po- Los encargados de esta exposición queremos La conquista española se acompañó de gran- barbarie muy superiores a las guerras civiles nas de la vida cotidiana que aquí presentamos
nían de presente los excesos de sevicia contribuir a la construcción de una paz esta- des manifestaciones de violencia, similar a lo anteriores. nos muestran cómo era la vida en el campo
y de crueldad que habían acompañado ble y duradera. que ocurrió en el resto de los países de América antes de que comenzara el conflicto.
II. Hombres y mujeres nacional se traducen en lo local en muerte y del país. Pero como la violencia continuaba
se arman persecución del adversario político hasta su en varios departamentos, se buscó una se-
exterminio. gunda salida en la creación del Frente Na-
La Violencia no tiene un comienzo ni un final cional, como pacto político de alternación y
fácilmente discernibles. Algunos conside- En los campos comienzan a formarse grupos de reparto del poder durante 16 años. Los gru-
ran que comenzó con la masacre continua- hombres y de mujeres armados para defender- pos que continuaron en armas después de
da que se presentó a comienzos de los años se de la agresión o para agredir a los miembros 1958 fueron considerados como bandoleros.
1930, en los departamentos del oriente del del partido contrario. Después de 1948, pero La muerte de Efraín González en 1965, en un
país, como resultado de la agresión de los li- sobre todo de 1949, la violencia se generaliza gigantesco operativo militar de cinco horas,
berales a los conservadores en el momento y escapa del control de las élites políticas que es el símbolo del final de una época.
del cambio de la hegemonía conservadora la habían promovido. El campesino de una ve-
a la hegemonía liberal. Otros que comienza reda persigue a muerte al campesino de la ve- El segundo capítulo de la exposición es un
en 1946, con la persecución de los conser- reda de enfrente (como ocurre en Boyacá) del testimonio de la manera como hombres y
vadores a los liberales como preparación de cual sólo lo separa la afiliación a un partido mujeres se armaron para participar en el
las elecciones parlamentarias de 1947, en el político, aunque comparta la misma miseria, conflicto.
momento del cambio de la hegemonía libe- la misma exclusión, el mismo desarraigo, la
ral a la hegemonía conservadora. El asesi- misma marginalidad. Como dice Germán Guz-
nato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de mán “no se juega a la guerra con labriegos”.
1948 no es el punto de partida de la Violencia 1950, con 50.253 muertos, es probablemente
pero sí contribuye de manera decisiva a su el año más violento de la historia de Colombia
radicalización. al igual que el lapso comprendido entre 1949
y 1953.
Los enfrentamientos entre las élites políticas
en el plano nacional, en el Parlamento o en la Las élites políticas, preocupadas por el im-
prensa, entre 1946 y 1949, tienen un eco pro- pulso incontrolable que la violencia tenía en
fundo en los sectores campesinos del momen- los sectores populares, comenzaron a buscar
to hasta el punto de que éstos se convierten algún tipo de solución para detener un con-
por sí mismos, más allá de las “consignas pro- flicto que se les había escapado de las ma-
venientes de lo alto” en protagonistas activos, nos. La primera salida consistió en impulsar
no solamente instrumentales, de los enfren- el gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla
tamientos. Las disputas políticas de carácter en 1953, que logró una pacificación parcial
ma, las circunstancias de tiempo, modo y lugar y La lucha se convirtió en una cruzada religio- base”, exiliados, detenidos, jueces y notarios, en- acerca del significado de lo sucedido. Estos tres
judicial y la protección de las autoridades.
la identidad del fotógrafo. Quienes las tomaron sa y los crímenes en un lenguaje para enviar tre muchos otros. problemas están vigentes en este momento en
Durante el segundo semestre de 1953 se pro-
no lo hicieron para guardar un recuerdo o por mensajes entre regiones, personas, partidos Colombia, aun sin que el conflicto haya llegado
razones periodísticas sino para producir terror y producir advertencias. El adversario no era Propuso medidas para las zonas afectadas y pro- a su fin: la atención a las víctimas como objetivo
duce la entrega de un inmenso número de
en la población y para mostrar con orgullo la simplemente un medio instrumental para gramas de acción. Promovió más de 52 pactos prioritario, la Jurisdicción Especial para la Paz
alzados en armas en una gran mayoría de las
destrucción del adversario y su aniquilamiento. obtener un fin. Su desaparición era un fin en de paz donde la violencia seguía vigente. Reali- (JEP) y la Comisión de la Verdad Colombia.
regiones del país: en el sur y en el norte del
El anonimato de las fotos es un testimonio más sí mismo. Así se buscaba homogeneizar políti- zó una labor documental de revisión de archivos
Tolima, en los Llanos Orientales, en el occi-
del “imaginario colectivo” de la Violencia, que camente el país.
dente, el oriente y el suroeste de Antioquía, de parroquias, notarías, juzgados, inspecciones V. Cómo nos atrevimos a
pervive en el recuerdo de los colombianos como
en Cundinamarca y Santander. Se calcula de policía e informes oficiales de ministros y tanto
una “fuerza impersonal y ciega”, como una “po- El espectador puede sentir repugnancia al ob- gobernadores al igual que datos estadísticos,
que el número de combatientes activos du-
tencia anónima que siembra la destrucción a su servar estas fotos y legítimamente puede abs- documentación cartográfica y fotográfica, ele- El Frente Nacional al cabo de poco tiempo puso
rante los cuatro años anteriores estuvo entre
paso”, como ya hemos señalado repetidas veces. tenerse de hacerlo. Pero lo que no puede dejar mentos culturales del conflicto (canciones, co- fin al enfrentamiento entre liberales y conservado-
20.000 y 80.000 efectivos. En el momento del
Las fotos que evocan las atrocidades están vi- de reconocer es que la comprensión de lo que plas, afiches, hojas volantes, cartas y objetos res. Sin embargo, a finales de la década de 1970,
cambio de gobierno 3.500 hombres entregan
vas en todas las memorias y han contribuido ocurre en aquella época, y sigue sucediendo diversos). en el momento mismo en que concluye el pacto
formalmente las armas en todo el país, 1.489 en
III. Los espectros del horror a la manera como es percibido este aconte- en la actualidad, pasa por el desciframien- los Llanos Orientales entre el 9 de septiembre y político, en otro marco y con nuevos ingredientes,
cimiento fundador de la historia reciente en to del significado de los crímenes atroces. Una de las principales labores de la Comisión la violencia resurge de nuevo con una magnitud y
Las fotos de las atrocidades del enfrentamien- el 7 de octubre de ese año. La exposición ofrece
Colombia. Como decía Marx “en el umbral de la ciencia, fue recomendar la creación de la Comisión una crudeza similares a las de los años 1950. La fi-
to bipartidista, publicadas originalmente en una selección de fotos de la entrega de armas
como a la entrada del infierno, debe colocarse como testimonio de lo que fue este proceso. Especial de Rehabilitación, que realizó diver- nalidad de esta exposición ha sido crear conciencia
el libro La violencia en Colombia. Estudio de un La pretensión del victimario era despedazar esta advertencia: sas actividades de reparación de los daños en el espectador acerca de lo ocurrido en aquella
proceso social, no son simplemente una repre- el cuerpo del adversario, como objetivo privi-
La ´Comisión Investigadora de las causas y situa- del conflicto y atención a las víctimas entre época que nos permita comprender lo que pasa
sentación figurativa de lo sucedido o un “vehí- legiado de la lucha. Los crímenes se prolonga- Aquí se debe dejar cualquier recelo
ciones presentes de la violencia en el territorio septiembre de 1958 y diciembre de 1959. actualmente pero, sobre todo, poner énfasis en
culo de la memoria”, sino la violencia misma. ban en el tiempo para hacer sufrir a la víctima toda cobardía debe morir aquí
nacional (conocida como La Investigadora), Las fotos que aparecen en esta parte de la ex- la idea de que la imposibilidad de dar un sentido
Por ello quien ingresa a esta parte de la expo- que debía ser consciente de su propia destruc- (Dante, La Divina Comedia, compuesta por tres representantes de los par- posición dan cuenta de la manera como cu- a lo sucedido, para integrarlo a la trama histórica
sición debe tener claro que se desplaza en una ción. La manera de hacer desaparecer la “es- El Infierno, Canto III). tidos políticos, dos militares y dos sacerdotes, ras, civiles y militares hicieron parte de estas de nuestra vida institucional, es un elemento que
especie de “túnel del tiempo”, que lo conduce pecie política” que se quería exterminar era comisiones y colaboraron en este proceso, así ha favorecido la repetición de la tragedia que aún
directamente a aquella época pretérita de la atacando las “fuentes de la vida”: los órganos IV. Negociaciones y llevó a cabo entre junio y noviembre de 1958
nos aflige. Como dice el fundador del psicoanálisis
mediadores un recorrido por los departamentos del antiguo los resultados hayan sido precarios.
vida de este país, para presenciar con sus pro- genitales, los senos de las mujeres, el vien-
Caldas, Valle del cauca, Cauca, Santander y To- .
pios ojos los crímenes atroces cometidos en tre de las madres y el asesinato de los niños.
lima, donde realizó más de 20.000 entrevistas Cuando un país sale de una dictadura, pasa por Lo que permanece incomprendido, retorna
nombre de los partidos Liberal y Conservador. La primera tarea que acomete el gobierno de
Los muertos debían “quedar bien muertos” una grave conmoción interior o por una guerra una y otra vez, sin descanso, como un alma en
Gustavo Rojas Pinilla consistió en suspender con autoridades locales, regionales y naciona-
y para ello había que decapitar los cadáve- externa debe resolver tres problemas: la repara- pena, hasta encontrar comprensión y redención.
La mayor parte de las fotos carecen de pie de las actividades militares y ofrecer a los gue- les, “cabecillas de todas las tendencias”, “líderes
res. Las muertes no eran solo individuales ción de las víctimas y de los daños, la identifi- (Freud, Sigmund.
foto en el que se indique el nombre de la vícti- rrilleros que se rindieran y se entregaran las religiosos y políticos, jefes militares y tropas de
sino que asumían la forma del genocidio. cación de las responsabilidades y la elaboración Análisis de la fobia de un niño de cinco años).
garantías de que iban a encontrar el perdón
Rector | Edgar Varela Barrios
Vicerrectora Académica | Liliana Árias Castillo
Decano Facultad de Ciencias Sociales y Económicas | Inés María Ulloa Villegas
Programa Institucional de Paz | Adolfo Álvarez Rodríguez
Comité de Cultura de la Universidad del Valle
Área Cultural de la División de Bibliotecas | Ruby Esperanza Grisales G.
Comunicaciones de la División de Bibliotecas | Verónica Salguero Gómez
Dirección de Regionalización | Edwin Arango Espinal
Diseño curatorial y montaje | Ricardo Mosquera
Diagramación y Diseño | Hugo H. Ordóñez Nievas / Deisy Quistial

Grupo de Investigación
“Las imágenes fotográficas de la Violencia años 1950 como vehículos de construcción de memoria”
Profesor Alberto Valencia Gutiérrez (Investigador principal), Emma Zapata Martelo,
Luis Carlos Castillo, María Eugenia Ibarra, Francisco Ramírez, Laura Gineth Vargas, Eugenia Mora.

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