Río en Ixtlahuaca, Chignahuapan. Fotos: Edgar Barrios | El Sol de Puebla
por Edgar Barrios | el Sol de Puebla CHIGNAHUAPAN, Puebla.-En el tema de las políticas públicas de cuidado del agua tenemos 10 años de retraso, porque desde ese tiempo se sabía ya que había un problema de sequía; no es posible que de 10 años después reaccionen aunque en los últimos dos años anteriores esto ha ido creciendo, señaló reconocido activista en temas ambientales Gerardo Pérez Muñoz, en entrevista, para este medio al hablar de la guerra del agua y la sequía. Para el ambientalista poblano, así como ha ido creciendo la depredación de los bosques y la del agua, por otro lado, no hay programa sistemático y estructuración de reforestación, ni en Puebla ni en ningún otro lado: "si uno revisa lo que va a recibir – de presupuesto – la Comisión Nacional Forestal, este año, realmente es muy poco; en un informe que hay por la Universidad Nacional Autónoma de México cifra que son 500 mil hectáreas por año se está deforestando, mientras hay otros estudios contradictorios que solamente hablan de alrededor de 230 mil hectáreas en los datos oficiales", señaló la fuente. Mientras hace un comparativo de lo que representaría la media entre estos datos, de alrededor de 300 mil hectáreas deforestadas anualmente, sigue planteando un panorama difícil, lo que suma la presencia del crimen organizado con la tala ilegal de árboles, lo que abre otra dimensión de esta misma problemática. "En el tema el cuidado del agua es como querer tratar a un enfermo terminal de cáncer, con grandes metástasis ambientales con mejorales, aspirinas y curitas, con remedios caseros porque no hay política serias y estructurales en el tema ambiental que sean de manera integral, todo está segmentado, por un lado las dependencias ambientales y por otro lado la Secretaría de economía expidiendo permisos mineros, no hay una línea en términos globales generales para atacar la problemática", refirió el también fundador de la revista Colibrí. Pérez Muñoz abundó en que en Puebla, por ejemplo, en su dimensión social, se seca un un acuífero como el Acuexcomac (en la junta auxiliar de San Pedro Cholula), que se los arrebató Manuel Barttlet a la gente de la comunidad y no pasó nada más allá de la noticia en 1993, con trajeron el agua de las tres Cholulas para abastecer la capital poblana y hoy, esa comunidad, no tiene agua por si misma, lo que no ocurrió de la cuenca Libres-Oriental, por la muy fuerte oposición de la población, aunque sin atrajeron de los volcanes. A pregunta expresa sobre lo que representaría que en municipios como Chignahuapan esté declarando en sequía severa y, en municipios como Ahuazotepec, esté declarando sequía moderada, el también activista en temas de derechos humanos, señaló que que la cuenca que abastece Zacatlán, nace en el municipio hidalguense de Acaxochitlán, donde está ocurriendo una desforestación muy agravada, lo que suma el impacto ambiental que tiene la explotación minera del feldespato y ahí que, este reporte de sequía para este municipio famoso por sus esferas, le haya impactado, lo que suma la deforestación de los bosques de niebla en este demarcación poblana y que se extiende hacia la zona de Tetela de Ocampo, lo que suma las granjas agrícolas que hay en Aquixtla. "Todo esto modifica el ciclo del agua, también modifica el biorritmo de la naturaleza en estas regiones; muchos pensadores e investigadores han llegado a la conclusión de que el ser humano es ecocida por naturaleza, acá, exponencialmente, el capitalismo salvaje en el que vivimos y la pendejez de la gente que ya no se asombra por estos fenómenos y sigue su vida normal y no se da cuenta de que el destino ya nos alcanzó", puntualizó. Aunque no todo es tan adverso, hay cosas que todavía se pueden hacer, desde su visión, por ejemplo, en el acuífero de la ciudad de Puebla, que surte a 14 o 15 municipios, entre ellos la capital poblana, que se aplique la regulación que la misma ley estima para que no se instale una industria o comercio importante en el acuífero del valle de Puebla por 10 años; decisión que puede tomar el presidente de la República y que se puede hacerse en varios acuíferos en donde se esté amenazando ya con secar presas, aguajes o jagüeyes, que lo ve difícil porque, a contrapelo de lo que es la propaganda de la 4T, en cuanto al agua, siguen privando los intereses económicos, no ha habido una división política, si nuestros intereses que están por encima de la cuestión política, creando mano a los poderes políticos federales, estatales y municipales. Y para argumentar este dicho, retomó la modificación que tuvo el artículo cuarto, en el párrafo sexto, que habla sobre el derecho al agua, los diputados tenían un año para la promulgación de una nueva Ley del agua, y, a pesar de varios exhortos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no hay nada aún, pero el problema se ha agudizado, por eso no sorprende lo que sucedió en Chignahuapan; presumió que, si la mente fuésemos una sociedad de leyes, por omisión, ya varios funcionarios estarían en la cárcel o ya no estarían en sus cargos, sobre todo por la omisión de prevenir las cosas desde hace 10 años, porque estamos a 10 años en que los diputados federales y senadores debían haber promulgado esta ley y no ha ocurrido: "esta es la prueba palpable de la subordinación del poder político". Al tiempo en que en listaba estas empresas, pasando por cerveceras, mineras, automotrices, etc., también detalló que el crecimiento urbano desordenado que habido en municipios como Chignahuapan y Zacatlán, mientras que en municipios como Ixtacamaxtitlán, Zautla, Tetela de Ocampo y otros donde las como es indígena lograron frenar los proyectos mineros que se querían instaurar en esos territorios, se debió a los movimientos sociales que están ahí y que no existen ni en Zacatlán ni Chignahuapan, que no mueven "ni un dedo".