Está en la página 1de 2

Buen día, profesora y compañeros, sobre el estudio del foro de esta semana me gustaría

añadir, que yo vivo en Calama hace 17 años, por lo tanto, este tema lo conozco bastante
bien y muy de cerca, y denotar que este estudio es del año 2012 y no muestra la realidad
actual, además que todo trabajo es digno y como adultos somos responsables de los
contratos de trabajo que firmamos a sabiendas de las características del trabajo a realizar.

Sobre las preguntas específicas de esta semana señalar que las decisiones que tomaría para
cambiar estos hábitos son:

Educación: lo primero es trabajar en los estereotipos, como sociedad y sobre todo


masculinizada, vemos a la mujer como un ser de capacidades inferiores o que simplemente
sucumbe frente a las fortalezas masculinas. Debemos ser capaces de entender que somos
diferentes, con capacidades, habilidades y características distintas pero iguales en derechos.

Terminar con los prejuicios; en este punto debo referirme 100% a experiencia vivida,
jóvenes que trabajan en shoperias, lo ven como un trabajo más, muchas son jóvenes que
buscan terminar sus estudios con esfuerzo, haciendo turnos específicos para liberar sus
agendas para ir a clases, varias amigas lo han hecho y las he visto luego trabajando como
profesionales en faenas mineras, pero ocultando sus trabajos pasados, para no ser juzgadas
o discriminadas, y por supuesto, no escuchar rumores mal infundados sobre su persona y su
vida sexual ( ya que solo es un trabajo de garzona con ropa muy ajustada).

Para esto es justo trabajar con la primera infancia, es difícil cambiar a la generación actual,
pero trabajar con la siguiente es primordial, basar la educación en el respeto a las personas,
sin importar su género, etnia, color de piel o su vida personal.

Brindar apoyo psicológico a las víctimas: las personas que tienen trabajos “mal vistos”
deberían tener acceso a Psicologos dentro de sus instalaciones, para trabajar con ellas in
situ, apoyarlas directamente frente a situaciones de discriminación o donde ellas sientan
afectada su integridad física y psicológica.

2. ¿Qué estrategias propone para gestionar dichas decisiones, de manera que lleguen a
todos los involucrados?
Gracias profesora por su comentario, tuve posibilidad de conocer ese medio, ya que una tía
se vino desde la VIII región a trabajar en una shoperia, en esos años, la mayoría de las
jóvenes que trabajaban ahí, eran chilenas y sureñas, jóvenes que buscaban una forma de
alimentar a sus familias, que llegaban acá y se encontraban con un trabajo que las ayudaba
a vivir y enviar dinero a sus familias, la mayoría de escasos recursos, jóvenes que
comenzaban a estudiar para cambiar de rubro. No se puede mentir, a muchas les gustaba
trabajar ahí, muchos se preguntarían ¿Por qué?, la respuesta no es muy difícil, no escuche
jamás a una de ellas sentirse mal con su trabajo, les daba de comer y les entregaba buena
vida, manejaban a los hombres, se sentían como dulce a una hormiga y aprendían a
controlar la situación. Ellas no se sentaban con los clientes, no consumían alcohol con ellos,
era un trabajo 100% de garzona, la ventaja radicaba en las propinas que obtenían que eran
mucho mayores a lo habitual, si no querían atender a una persona en especial, tenían formas
para hacerlos salir.

Actualmente son pocas chilenas las que trabajan ahí, la mayoría son mujeres extranjeras,
que tienen menos prejuicios que nosotras como chilenas, muchos locales han ampliado sus
patentes y funcionan más como restaurantes que shoperias, para poder servir otro tipo de
alcohol y no solo cervezas. Como en todo lugar y trabajo, hay buenas y malas personas, y
así mismo los clientes, pero no son nigth club y no se puede tocar, cualquiera que se
propase es retenido y entregado a las autoridades. Ya no existe tanto prejuicio, no podría
decir que futuras generaciones sueñan con trabajar ahí, pero para muchos es un medio de
dinero más fácil, pero este siempre tiene su costo.

saludos

También podría gustarte