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UNIVERSIDAD TECNICA DE MANABI

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANISTICAS Y SOCIALES

ESTUDIANTE
PAZMIÑO BASURTO ANGELA YAMILETH

DOCENTE
LCDA. SAMPEDRO MERA MARTHA JOHANA

MATERIA
PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD

CARRERA
PSICOLOGIA GENERAL

PARALELO “B”

CUARTO SEMESTRE

PERIODO ACADEMICO
OCTUBRE DEL 2022 HASTA FEBRERO DEL 2023
DEPRESIÓN Y ANSIEDAD
INTRODUCCIÓN
Los trastornos mentales constituyen una prioridad en salud pública, dado que se encuentran
entre las causas más importantes de morbilidad en Atención Primaria
Investigaciones en el campo de la salud mental han fijado su atención en la población
universitaria, y diversos estudios señalan que los trastornos depresivos y ansiosos en
estudiantes universitarios presentan una mayor tasa en comparación con la población general.
Este aumento se debe a que en el ambiente universitario se ponen a prueba competencias y
habilidades para alcanzar los objetivos durante el periodo de formación profesional,
sometiendo continuamente al estudiante a una gran carga de exigencias académicas, nuevas
responsabilidades, evaluaciones, realización de trabajos, algunas veces desarraigo, así como
presiones familiares, económicas y sociales, que al interactuar con factores identificados
como de riesgo para la presencia de ansiedad y depression (como el sexo, antecedentes
familiares y personales de depresión, diagnóstico de enfermedad grave, muerte de un ser
querido, separación de los padres y el consumo de alcohol), pudieran causar eventualmente un
deterioro en su salud mental,
A todo esto se suma el hecho de que muchos estudiantes de pregrado se encuentran en la
etapa de adolescencia tardía, fase de cambios físicos, psicológicos, socioculturales y
cognitivos que demandan del joven estrategias de afrontamiento, que le permitan consolidar
su identidad, autonomía y éxito personal y social; esta fase es importante para el logro de
comportamientos saludables, que disminuyan riesgos y prevengan el desarrollo de trastornos
clínicos durante la adolescencia y en el transcurso de la adultez. Sobre el particular se ha
encontrado que individuos con historias de depresión en la adolescencia presentan un alto
porcentaje de continuidad del trastorno depresivo mayor en la edad adulta.

DESARROLLO
La depresión y la ansiedad son condiciones diferentes, pero a menudo van juntas. El
tratamiento para ambos es el mismo. Sentirse frustrado o triste de vez en cuando es normal. Y
todos nos sentimos ansiosos de vez en cuando; Esta es una respuesta normal a situaciones
estresantes. Sin embargo, los sentimientos persistentes e intensos de ansiedad y depresión
pueden ser un signo de un trastorno mental subyacente.
La ansiedad puede manifestarse como un síntoma depresivo clínico (mayor). La depresión
causada por un trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno
de pánico o el trastorno de ansiedad por separación, también es común. Muchos han sido
diagnosticados con trastornos clínicos de ansiedad y depresión. Los síntomas de ambas
afecciones a menudo mejoran con asesoramiento psicológico (psicoterapia), medicamentos
como antidepresivos o ambos. Los cambios en el estilo de vida, como dormir mejor, ser más
solidario socialmente, usar técnicas de reducción del estrés o hacer actividad física regular
también pueden ayudar. Si tiene alguna de estas condiciones, evite el alcohol, las drogas y el
tabaco. Pueden empeorar estas condiciones e interferir con el tratamiento.
La ansiedad y la depresión son dos trastornos emocionales complejos que también implican
problemas de pensamiento y comportamiento. Aunque son diferentes, tienen algunas
similitudes que pueden resultar confusas al tratar de distinguirlas. Primero veremos en qué se
diferencian, luego veremos qué tienen en común y terminaremos con una breve reflexión
sobre el tema. aspecto diferente
Una alarma es un sistema que se activa en previsión de un peligro o amenaza futura. Al ser
una respuesta tan intensa, es fácil asociarla a diferentes estímulos o situaciones. Provoca una
clara activación del cuerpo, ayudando a iniciar comportamientos como escapar, evitar o
luchar contra elementos amenazantes. Por lo tanto, cuando se vuelve problemático (por ser
excesivo para el estímulo que lo produjo, por ser repetitivo y/o lento), se aborda aprendiendo
la habilidad de reducir esta activación. Además, la actividad fisiológica suele manifestarse a
nivel psicológico, provocando más distracción, mayor estado de alerta, ansiedad, irritabilidad,
inquietud, etc. Pensamientos y juicios relacionados con amenazas, sobreestimación de riesgos
y subestimación de los propios recursos, etc. Por lo tanto, la ansiedad tiene como objetivo
prevenir el futuro para que no sucedan algunas consecuencias desagradables esperadas.
Además, los trastornos de ansiedad tienen varias características distintas asociadas con la
depresión. Sin cambios a lo largo del día (salvo en algunos casos con fuertes componentes
predictivos que tienden a empeorar al despertar y en las primeras horas del día) y a través de
las estaciones. Por otro lado, la ansiedad no supone una pérdida de la capacidad de disfrutar y
gozar, como sí ocurre con la depresión.
Los trastornos de ansiedad son tan comunes en la atención primaria que se estima que está
representado por cada décimo paciente visto diariamente. De hecho, hay muchos más a
menudo que con diabetes. El diagnóstico de un trastorno de ansiedad es difícil porque en el
cuadro clínico, los síntomas y las enfermedades son lo primero.
Los psíquicos aparecen solo cuando un médico los examina. En otros casos, el trastorno al
mismo tiempo en la enfermedad orgánica o mental. Por otro lado, las personas sufren
síntomas de ansiedad, incluso cuando ellos los provocan sufrimiento y discapacidad tiene
miedo de hablar de ello con un profesional médico porque aquellos que tienden a verlo como
el producto de un carácter débil. Sin embargo, todo los médicos pueden diagnosticar y tratar
estos trastornos sin recurrir a técnicas complicadas; todo lo que se necesita es una buena
relación médico-paciente, una escucha atenta, indagar con prontitud y señalar las medidas
educativas, farmacológicas y psicosociales simple. La ansiedad juega un papel importante en
la clínica ya que puede afectar el resultado final de la mayoría de las enfermedades médicas.
por eso es importante que todos los profesionales de la salud estén familiarizados con el
diagnóstico y el tratamiento arco. Un registro creciente de ansiedad entre los pacientes que
vienen a la oficina.
Sin embargo cada uno de los diferentes trastornos de ansiedad tiene sus propias características
definitorias que los distinguen de la depresión y otros trastornos de ansiedad. Así, en el
trastorno obsesivo-compulsivo existen reflejos y rituales específicos. En el trastorno de estrés
postraumático, el trauma se vuelve a experimentar (flashback). El miedo al miedo es típico
del trastorno de pánico. Y el miedo al ridículo es característico de la fobia social.
El estado de ánimo es una emoción relacionada con el sistema conductual/regulador de
energía y motivación. Estado de ánimo deprimido o deprimido desencadenado por hechos
pasados que se asociaron con pérdida, deterioro o fracaso, provocando inmovilidad,
disminución o lentitud del movimiento y profunda tristeza. Si no es excesivo, funciona para
dar tiempo a que la herida cicatrice, obtener apoyo social para compensar cualquier pérdida,
energizar y facilitar la resolución de problemas. Sin embargo, si dura demasiado, puede
significar conflictos existentes que quedan sin resolver, aislamiento social, pérdida de sentido
de la existencia, empeoramiento de la depresión y confianza en que los problemas no tienen
solución. La atención y los pensamientos se centran principalmente en pérdidas, reveses o
fracasos imaginarios o reales que provocan una profunda tristeza, culpa inapropiada, baja
autoestima y, en algunos casos, la intención de suicidarse.
Las clasificaciones internacionales de los trastornos mentales se han hecho de estas
coincidencias.
La CIE-10, clasificación efectuada por la Organización Mundial de la Salud, incluye el
trastorno mixto ansioso-depresivo donde se dan diferentes posibilidades de combinación de
síntomas propios de la ansiedad y propios de la depresión.
En el DSM-IV, clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana, se propone para
nuevos estudios un trastorno ansioso-depresivo caracterizado por estado de ánimo disfórico
(inquietud, tristeza, ansiedad, preocupación, falta de energía, baja autoestima) que afecta a
diferentes parcelas de la vida de la persona y provoca un malestar clínicamente significativo.
No se diagnostica si se explica mejor por otro trastorno mental, o si la persona ha padecido ya
depresión mayor, trastorno distímico, trastorno por ansiedad generalizada o trastorno de
angustia.
De manera no tan explícita ambas clasificaciones también reflejan la coexistencia entre
ansiedad y depresión, en las reacciones de adaptación (CIE-10) o trastornos adaptativos
(DSM-V). En ambos casos se trata de una respuesta exagerada a una situación estresante que
aparece en los 3 meses siguientes al acontecimiento. Estas reacciones o trastornos se pueden
manifestar con síntomas predominantemente de ansiedad, de depresión, de un combinación de
ambas o de otras emociones o conductas perturbadoras (ira, preocupación, violencia, etc…).
Aspectos comunes
Un 70% de los trastornos depresivos refieren ansiedad de diferentes grados y tipos. Un
porcentaje todavía mayor de personas que sufren trastornos de ansiedad, terminan por
presentar también sintomatología depresiva de diversa consideración.
Vamos a enunciar algunos aspectos que pueden explicar la confluencia que usualmente se da
entre la ansiedad y la depresión:
En ocasiones, las situaciones implican amenaza y pérdida a la vez, por lo que llevan a la
activación de los dos sistemas con diferentes posibilidades de combinación.
Algunos síntomas aparecen por igual en ansiedad y depresión, por ejemplo el centrar la
atención en uno mismo y sus reacciones (autofocalización), las dificultades de concentración,
el insomnio, el vértigo, y las naúseas.
Pueden llevar a conductas y pensamientos muy similares, aunque con causas y contenidos
diferentes. Así la reclusión en casa se dan en la agorafobia con trastorno de pánico y en la
depresión, pero en la primera se debe al miedo a experimentar una crisis de pánico y en la
segunda a la tristeza y a la falta de motivación. Sin embargo, como las causas no siempre se
pueden dilucidar la distinción puede ser una ardua tarea.
En niños es difícil separar ansiedad y depresión, posiblemente porque la depresión como la
conocemos requiere más elaboración cognitiva con lo que en la infancia se parece más a la
ansiedad. Esto se demuestra por que el estado de ánimo en niños diagnosticados de depresión
puede ser de irritabilidad. Aún no se han especializado suficientemente los sistemas.
Lo mismo ocurre en la vejez. En muchos casos, funcionan los mismos psicofármacos para
ambos trastornos, por lo que es de suponer que participan los mismos sistemas de
neurotransmisión. Así, se postula que en ambos hay déficits de los neurotransmisores
serotonina y noradrenalina. Lo cuál explicaría por qué los antidepresivos tricíclicos (que
aumentan la noradrenalina o la serotonina) y los inhibidores selectivos de la recaptación de la
serotonina (que aumentan la cantidad de serotonina en el espacio entre neuronas o espacio
sináptico) son igualmente útiles en ansiedad y en depresión. Sin embargo, en este tema
aparecen aún resultados contradictorios.
Suelen haber precursores o concomitantes comunes. En ambos trastornos es corriente
encontrar en el inicio o en el transcurso, falta de habilidades para la resolución de problemas,
de habilidades sociales, situaciones estresantes o estrés continuado, pensamiento
desadaptativo y rígido. No obstante, aunque en forma sean iguales, su contenido (amenaza o
pérdida) permite, normalmente, su distinción.
Se cree que puede existir una relación genética entre algunos trastornos de ansiedad y la
depresión. Sería el caso del trastorno obsesivo-compulsivo que guarda más relación con la
depresión que con algunos trastornos de la ansiedad, y el del trastorno de pánico.
CONCLUSION
Para concluir hay que recorrer un largo camino para entender los trastornos mentales,
especialmente los relacionados con la ansiedad; encima cómo reconocerlos, cómo
entenderlos, cómo reconocerlos, cómo detectarlos, cómo evaluarlos, cómo afectarlos, cómo
prevenirlos (lo tenemos en varios artículos que aparecen en esta monografía). Y no termina
ahí, es un avance continuo que la psicología está hacienda disciplina científica para ampliar
nuestro conocimiento y mejorarlo recursos disponibles, respondiendo a circunstancias y
situaciones que no llegó correctamente. Pero eso es lo que tenemos hoy. lo importante es que
hay tantos datos y recursos disponibles que está entre ellos esforzarnos por hacer posible todo
este conocimiento y recursos utilizado, puede cubrir el máximo número de personas posible y
conseguimos Así, promover la salud mental y emocional de niños y adolescentes,
previniendo la aparición de trastornos mentales y la intervención con la mayor seguridad tal
vez en caso de que fuera necesario.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(s.f.). Obtenido de
https://www.injuve.es/sites/default/files/adjuntos/2019/06/1._una_mirada_hacia_los_j
ovenes_con_trastornos_de_ansiedad.pdf
(s.f.). Obtenido de https://scielo.isciii.es/pdf/albacete/v7n1/original2.pdf
(s.f.). Obtenido de https://www.cdc.gov/childrensmentalhealth/spanish/anxiety.html

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