Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1 Termo - 2022
1 Termo - 2022
I. Termodinámica
2022
Indice
4. Dilatación y Compresibilidad………………………………………………………………………………..18
4.1 Dilatación isobárica
4.2 Compresión isotérmica
4.3 Variación simultanea de la presión y de la temperatura
4.4 Ejercicios
8. Transformación Termodinámica………………………………………………………………………….…71
8.1 Definiciones generales
8.2 Transformaciones reversibles para gases ideales.
8.2.1 Transformación isobárica.
8.2.2 Transformación isocórica.
8.2.3 Transformación isotérmica.
8.2.4 Transformación adiabática.
9. Primer Principio…………………………………………………………………………………………..…74
9.1 Experimentos de Joule
9.2 Definición de energía interna
9.3 Definición de calor
9.4 El Primer Principio de La Termodinámica
9.5 Energía interna y calor molar a volumen constante
9.6 Energía interna del gas ideal: Expansión libre de Joule
La Termodinámica es el estudio de las propiedades de sistemas de gran escala en equilibrio, en los que
la temperatura es una variable importante. Varios términos que hemos usado aquí: sistemas, equilibrio y tem-
peratura serán definidos rigurosamente más adelante, pero mientras tanto bastará con su significado habitual.
• Límite: Un límite o frontera es toda pared o contorno real o ideal que separa el sistema del ambiente.
En Termodinámica se supone que el límite de un sistema es una superficie matemática, a la que atribui-
mos ciertas propiedades ideales como rigidez, impermeabilidad y otras que describiremos más adelante.
Los límites reales tan sólo se aproximan a las propiedades de los límites ideales de la Termodinámica.
Un sistema se dice cerrado cuando está rodeado por un límite impermeable a la materia, y abierto
cuando está rodeado por un límite permeable.
• Magnitud vectorial: Es una propiedad de un fenómeno, sistema, cuerpo o sustancia, que para expresarse
cuantitativamente es necesario, además de un número y una unidad de medida, indicar una dirección y
sentido en el espacio. Se simbolizan como las escalares, pero con una flecha en la parte superior: F .
la capacidad calorífica ( C ) . En general las simbolizaremos con letras latinas mayúsculas y oblicuas.
• Magnitud intensiva: Las propiedades que son independientes de la masa del sistema se denominan in-
tensivas. Son ejemplos, la temperatura Celsius ( t ) , la temperatura absoluta (T ) , la presión ( p ) , la
densidad (δ ) y el calor específico ( c ) . Salvo excepciones, la simbolizaremos con letras latinas o grie-
gas minúsculas oblicuas.
• Variables termodinámicas o variables de estado: Las variables termodinámicas son las magnitudes que
estimamos necesario o conveniente especificar para dar una descripción macroscópica del sistema. La
mayoría de esas magnitudes provienen de otras ramas de la física. Por ejemplo, la presión proviene de
la Mecánica, las intensidades de campo eléctrico y magnético del Electromagnetismo, etc. Por consi-
guiente, no podemos dar una definición completa y detallada del concepto de variable termodinámica,
y por ahora nos tenemos que conformar con algunos ejemplos. Para un sistema que consiste de un gas
o un líquido, o una mezcla de diferentes gases o líquidos, las variables termodinámicas son: las masas
de las diferentes sustancias presentes, la presión, el volumen y la temperatura. En un sistema en que se
consideran superficies o películas líquidas, las variables correspondientes son la tensión superficial, el
área superficial y la temperatura. El estudio termodinámico de un sistema magnético incluiría proba-
blemente como variables la intensidad del campo magnético, la magnetización de la materia del sistema
y la temperatura. En estos ejemplos dimos sólo tres variables (además de la masa) para cada sistema,
pero puede haber más. En todos esos grupos de variables la única en común es la temperatura, que luego
estudiaremos en detalle. Las demás provienen de ramas de la física ajenas a la Termodinámica.
• Estado del sistema: Cuando se han especificado los valores de las variables de estado necesarias para
describir al sistema se dice que se ha especificado el estado del sistema. La especificación del estado de
un sistema no nos da ninguna información acerca de los procesos mediante los cuales el sistema fue
llevado a dicho estado.
• Límite adiabático: Se dice que un límite es adiabático cuando el estado del sistema se puede cambiar
únicamente moviendo el límite o bien colocando al sistema en un campo de fuerzas exteriores (por
ejemplo campos eléctricos, magnéticos o gravitacionales). Esta noción será crucial en nuestra próxima
formulación de la Primera Ley. A veces se suele definir el límite adiabático como aquél que es im-
permeable al flujo de calor. Ambas definiciones son equivalentes, pero preferimos la primera porque es
muy difícil dar a priori una definición precisa del concepto de calor. Es mejor que la definición de calor
dependa de la presente definición de límite adiabático que no a la inversa. Nótese que el movimiento
que mencionamos en nuestra definición incluye también movimientos tangenciales y de corte.
• Límite diatérmico: Se dice que un límite es diatérmico cuando permite que el estado del sistema se
modifique sin que haya movimiento del límite. La manera usual de definirlo es que un límite es diatér-
mico cuando permite el flujo de calor a través de él. De nuevo, preferimos evitar esta segunda definición
debido a la dificultad de definir calor.
• Sistema heterogéneo: Un sistema en el cual las variables termodinámicas varían de un lugar a otro en
forma discontinua se dice que es heterogéneo. Por ejemplo, un sis-
tema constituido por hielo y agua en equilibrio es heterogéneo. Las
discontinuidades se producen en las interfases sólido-líquido.
• Ecuación de estado: Muestra la relación que las variables de estado de un sistema (presión, volumen,
temperatura, cantidad de sustancia, etc.) verifican en los estados de equilibrio. Si, por ejemplo, el sis-
tema es una muestra de gas químicamente puro, debido a la ecuación de estado, de las tres variables
(presión, volumen y temperatura) solamente dos se pueden elegir arbitrariamente. La tercera está deter-
minada por la naturaleza del medio, y la ecuación de estado describe este hecho. La ecuación de estado
se puede o no expresar mediante una fórmula analítica, y proviene siempre de los experimentos o de
una teoría de la materia. De ningún modo se puede considerar que surge de la Termodinámica.
Para cada magnitud básica se define una unidad básica. Los nombres y símbolos para las magnitudes
básicas y sus unidades son los que figuran en la siguiente tabla.
Los símbolos de las magnitudes se escriben siempre con letras oblicuas mientras que los símbolos de
las unidades se escriben con letras derechas. Los símbolos que figuran en la tabla para las magnitudes son los
recomendados, mientras que los símbolos de las unidades básicas son obligatorios.
Casi todas las demás magnitudes son magnitudes derivadas, que pueden expresarse en función de las
magnitudes básicas mediante las ecuaciones de la Física. Las unidades de las magnitudes derivadas se escriben
en forma de producto de potencias de las unidades de las magnitudes básicas, empleando las ecuaciones que
relacionan las magnitudes derivadas con las básicas. En general, la unidad de una magnitud Q , que simboliza-
mos como [Q ] , se escribe en forma de un producto dimensional: [Q ] = mα kg β sγ Aδ K ε molϕ cdη , donde
los exponentes son en general números enteros pequeños que pueden ser positivos, negativos o cero, y se deno-
minan exponentes dimensionales.
Hay algunas magnitudes derivadas Q para las que la ecuación que las define es tal que todos los expo-
nentes dimensionales de la expresión de su unidad son cero. Esto es cierto, en particular, para cualquier magni-
tud definida como cociente entre dos magnitudes del mismo tipo. Estas magnitudes se describen como adimen-
sionales o, alternativamente, como de dimensión uno. La unidad derivada coherente de tales magnitudes adi-
mensionales es siempre el número uno (1), puesto que es el cociente entre unidades idénticas de dos magnitudes
del mismo tipo.
Hay también algunas magnitudes que no pueden describirse como función de las siete magnitudes bá-
sicas del SI, sino que tienen naturaleza de cuenta; es decir, su valor se determina mediante conteo. Ejemplos de
ellas son el número de moléculas, la degeneración en mecánica cuántica (el número de estados independientes
con igual energía) y la función de partición en termodinámica estadística (el número de estados térmicamente
accesibles). Estas magnitudes de cuenta se consideran también habitualmente como adimensionales o de dimen-
sión uno y tienen como unidad el número uno (1).
Las definiciones de las unidades básicas pueden ir cambiando con el tiempo según los avances de la
ciencia. Aunque suponemos que el lector está familiarizado con las definiciones del segundo, el metro y el
kilogramo, las reproducimos a continuación:
• Segundo ( s ) : El segundo, como unidad de tiempo, se definió originalmente como la fracción 1 86400
del día solar medio. La definición exacta del día solar medio se dejó a los astrónomos. Sin embargo,
las observaciones demostraron que esta definición no era satisfactoria por culpa de las irregularidades
de la rotación de la Tierra. Para conseguir una definición más precisa de la unidad de tiempo, en 1960
se aprobó una definición, proporcionada por la Unión Astronómica Internacional, que se basaba en el
año trópico 1900. Sin embargo, las investigaciones experimentales habían demostrado ya que un patrón
atómico de tiempo, basado en una transición entre dos niveles de energía de un átomo o de una molé-
cula, podría realizarse y reproducirse con una exactitud muy superior. Considerando que para la ciencia
y la tecnología era indispensable una definición muy precisa de la unidad de tiempo, en 1968 se reem-
plazó la definición del segundo por la siguiente:
De esto resulta que la frecuencia de transición entre los niveles hiperfinos del estado fundamental del
cesio 133 es, exactamente: ν ( hfs Cs ) = 9192 631770 Hz
• Metro ( m ) : El metro, como unidad de longitud, tuvo una definición en 1889 basada en un prototipo
internacional de platino iridiado que fue reemplazada en 1960 por una definición basada en la longitud
de onda de una radiación del kriptón 86. Se adoptó este cambio para mejorar la exactitud con la que se
podía realizar la definición del metro; esta realización se efectuaba mediante un interferómetro y un
microscopio móvil utilizado para medir la diferencia de camino óptico por conteo de franjas. A su vez,
en 1983, esta definición fue reemplazada estableciéndose que:
El metro es la longitud del trayecto recorrido en el vacío por la luz durante un intervalo de tiempo
igual a la fracción 1 299 792 458 del segundo.
De aquí resulta que la velocidad de la luz en el vacío es exactamente igual a 299 792 458 m s .
El prototipo del metro original sigue conservándose en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas
(BIPM) en las condiciones establecidas en 1889.
• Kilogramo ( kg ) : En el período comprendido entre los años 1889 y 2019, el kilogramo se definía como
la masa de un prototipo internacional: un patrón materializado fabricado en platino iridiado que se
conserva en el BIPM en las condiciones establecidas en 1889, año en que se aprobó el prototipo y se
declaró que el mismo sería considerado como unidad de masa. Actualmente, el kilogramo se define
asignándole un determinado valor a la constante de Planck ( h ) , que es una de las constantes funda-
mentales de la física.
J = kg m 2 s 2 es la unidad internacional de energía denominada joule. Las unidades mol, kelvin y am-
pere serán definidas al avanzar con los temas del curso. La candela no será tratada en este curso.
Por conveniencia, ciertas unidades derivadas coherentes han recibido nombres y símbolos especiales.
Son en total veintidós. Suponemos que el lector está familiarizado con algunos ejemplos como el newton, el
joule, o el radián, que es el nombre especial de la unidad de ángulo plano, que en función de las unidades básicas
es: rad = 1= m m
Estos nombres y símbolos especiales pueden utilizarse con los nombres y los símbolos de las unidades
básicas o derivadas para expresar las unidades de otras magnitudes derivadas. Durante el curso se trataran otros
casos.
La masa total m de un sistema físico macroscópico es por lo general una magnitud relevante para tener
en cuenta. Muchas veces puede ser necesario conocer cómo la masa de un sistema se distribuye sobre la
totalidad del volumen V que el sistema ocupa.
∆m
()
ρ r = lim
∆V → 0 ∆V
(2.2.1.a)
El límite debe ser interpretado con sentido físico: Queremos describir los sistemas con suficiente detalle
a escala macroscópica; no pretendemos adentrarnos en la escala microscópica del dominio atómico-molecular.
El límite de la expresión (2.2.1.a) se alcanza cuando ∆V es suficientemente pequeño con relación al volumen
total, pero aún muy grande en comparación a las dimensiones atómicas-moleculares.
Teniendo en cuenta lo que acabamos de mencionar, la expresión (2.2.1.a) puede escribirse de otra ma-
nera. Suponemos que la porción del sistema que consideramos alrededor de la posición r tiene un volumen lo
suficientemente pequeño en comparación al volumen total como para considerarlo matemáticamente como una
cantidad diferencial: dV . Su masa será, también, una cantidad diferencial: dm . Entonces, ρ r es la relación ()
dm
entre esas dos cantidades diferenciales: ()
ρ r =
dV
(2.2.1.b)
Que el sistema sea homogéneo en cuanto a su distribución de masa, equivale a decir que esta distribución
es uniforme. Entonces, la densidad tiene el mismo valor en todos los puntos, el que resulta igual al valor medio.
Puede darse el caso en que a partir de la densidad del cuerpo sea necesario calcular su masa total.
Imaginemos que al sistema lo dividimos en un número N de porciones. La masa de cada porción es ∆m j y la
N
masa total será: m
= ∑ ∆m
j =1
j . Como cada porción tiene un volumen ∆V j , podemos escribir que:
N ∆m j
=m ∑ ∆Vj =1
∆V j
j
Si consideramos el límite N → ∞ , el volumen de cada porción tiende a ser una cantidad diferencial, los co-
cientes ∆m j ∆V j tienden al valor de la densidad en la posición en que se ubica cada porción y la sumatoria se
convierte en una integral de volumen:
N ∆m j
=m ∑ ∆V
j =1 j
∆V j
N →∞
→ ()
m = ∫ ρ r dV (2.2.2)
V
En este curso no será necesario conocer ni tratar las técnicas generales para resolver integrales de volu-
men, aunque si se considerarán algunos casos muy sencillos. Si será importante que se entienda el significado
físico de una expresión como la (2.2.2).
Si el tamaño del sistema es pequeño comparado con las dimensiones del planeta, la aceleración gravitatoria
( )
se puede considerar la misma g = cte en todos los puntos, y el peso del sistema será: p = mg .
El peso se puede considerar aplicado en un punto, el centro de gravedad, que en la situación planteada es
el centro de masa del sistema. Pero también se puede pensar como la sumatoria de fuerzas distribuidas sobre
todo el volumen del cuerpo. En efecto, a partir de (2.2.2) podemos escribir que:
= g ∫ ρ r dV =
p m= g () ()
∫ ρ r g dV (2.2.3)
V V
dp
La fuerza gravitatoria por unidad de volumen es:
dV
()
=ρ r g (2.2.4)
Figura 2: Presión
Si F = F es el módulo de la fuerza perpendicular resultante sobre la superficie, la presión media se
define por la relación: pm = F S . En general, la presión media solamente nos da una idea de cómo se distribuye
en promedio las fuerzas sobre la superficie. Para obtener una descripción detallada debemos definir la presión
en cada punto de la superficie, los cuales podemos ubicar mediante vectores posición r con respecto a alguna
referencia, como se muestra a la derecha de la Figura 2. Tomando una pequeña porción de superficie, de área
∆S , en el entorno del punto considerado, la fuerza perpendicular aplica será ∆ F , y tendrá un módulo
∆F
∆F =∆ F . La presión en el punto r es: ()
p r = lim
∆S → 0 ∆S
(2.3.1.a)
El límite debe ser interpretado con el sentido físico ya discutido en el caso de la densidad. Si la porción de
superficie es lo suficientemente pequeña desde el punto de vista macroscópico la podemos considerar como una
cantidad diferencial, dS , al igual que el módulo de la fuerza perpendicular aplicada, dF . Entonces, podemos
dF
escribir que: ()
p r =
dS
(2.3.1.b)
La superficie considerada puede ser una superficie real como la pared o el fondo de un recipiente que
contiene un líquido, y hablamos de la presión que se ejercen el líquido y la pared. Puede ser la superficie de
contacto entre dos cuerpos sólidos, y describimos con la presión a la fuerza normal por unidad de superficie.
Pero también puede ser una superficie ideal en el seno de un fluido, y hablamos de la presión que una parte del
fluido ejerce sobre otra. Esto permite definir la presión en todos los puntos de un fluido. Si el mismo está en
equilibrio, el valor de la presión es independiente de la orientación de la superficie.
Históricamente, se definió la presión atmosférica normal (atm) como el valor medio de la presión at-
mosférica a nivel del mar. Actualmente, se define la presión atmosférica normal como:
1atm = 101325 Pa
Es común la situación en la que, conociendo la presión sobre una superficie plana, se necesita conocer
la intensidad de la correspondiente fuerza resultante. Podemos imaginar a la superficie dividida en un número
N de porciones. La fuerza en cada porción tendrá un módulo ∆Fj , de manera que el módulo de la resultante
N
será: F
= ∑ ∆F
j =1
j .
N ∆Fj
Como cada porción tiene un área ∆S j , podemos escribir que:=F ∑ ∆S
j =1
∆S j
j
Si consideramos el límite N → ∞ , el área de cada porción tiende a ser una cantidad diferencial, los
cocientes ∆Fj ∆S j tienden al valor de la presión en la posición en que se ubica cada porción y la sumatoria se
convierte en una integral de superficie:
N ∆Fj
=F ∑ ∆S
j =1 j
∆S j
N →∞
→ F = ∫ p r dS () (2.3.2)
S
La presión es una magnitud importante en la descripción de muchos sistemas físicos. Como a cada posición
r = ( x, y, z ) dentro del sistema le podemos asociar un valor de presión
= p p=
r ()
p ( x, y, z ) , matemática-
mente podemos decir que la presión es un campo escalar. Como la presión puede cambiar de un punto a otro
del sistema, es útil saber cómo medir esos cambios. Tomando a la presión como ejemplo, definiremos algunas
magnitudes muy útiles para describir campos escalares.
Si a partir de un punto r realizamos un desplazamiento infinitesimal paralelo al eje x es: d r = dx i .
Si queremos saber cómo cambia el valor de la presión, podemos calcular su derivada parcial:
∂p p ( x + ∆x, y, z ) − p ( x, y, z )
= lim (2.4.1)
∂x ∆x →∞ ∆x
∂p
de manera que resulta: dp = dx
∂x
Si a partir de un punto r realizamos un desplazamiento infinitesimal en una dirección arbitraria, pode-
mos escribir que: d r = dx i + dy j + dz k (2.4.2)
La variación diferencial de la presión para este desplazamiento es la suma de las variaciones parciales:
∂p ∂p ∂p
dp = dx + dy + dz (2.4.3)
∂x ∂y ∂z
El gradiente de la presión en un punto r , que simbolizaremos ∇p , es, por definición, una magnitud vectorial
tal que para un desplazamiento infinitesimal arbitrario d r , la variación diferencial de la presión es:
dp =∇p ⋅ d r (2.4.4)
Fx (=
x, y, z ) p ( x, y, z ) ∆y ∆z Fx ( x + ∆x, y, z ) = − p ( x + ∆x, y, z ) ∆y ∆z
Razonamientos idénticos para las otras componentes permiten concluir que la fuerza por unidad de volumen
∂p ∂p ∂p
debida a la presión en el fluido es: f = − i + j + k = −∇p (2.4.6)
∂x ∂y ∂z
Pero si el sistema está sometido al campo gravitatorio, la fuerza gravitatoria por unidad de volumen, como vimos
()
anteriormente, es: ρ r g , donde ρ r ( ) es la densidad. Para que el sistema esté en equilibrio mecánico, la
fuerza neta en cada pequeña porción debe ser nula, es decir, la fuerza total por unidad de volumen debe anularse.
Si las únicas fuerzas presentes son las debidas a la presión y a la gravedad: −∇p + ρ g = 0
Si la acción de la gravedad puede ser despreciada, como cuando se estudia un volumen no muy grande
de gas, el equilibrio mecánico requiere que el gradiente de presión sea nulo:
∇p =0 ⇒ dp =∇p ⋅ d r =0 .
Esto significa que la presión deberá ser la misma en todos los puntos.
Un sistema físico puede interactuar con su entorno a través de distintos mecanismos. Estas interaccio-
nes pueden dar lugar a un intercambio de energía entre el sistema y su entorno. Algunas interacciones y los
intercambios de energía asociados se pueden describir apelando a los conceptos de fuerza y de trabajo. Pero en
otros casos se hace necesario recurrir a los conceptos de calor y temperatura.
El concepto de temperatura tiene su origen en las percepciones sensoriales del hombre. Pero estas sen-
saciones son inciertas y tienen un alcance restringido. La Termometría tiene como objeto definir el concepto de
temperatura de manera objetiva estableciendo los métodos de medición para esta magnitud.
El refinamiento y la extensión de las nociones primitivas, hasta el punto de que permita asignar valores
numéricos a las temperaturas de los cuerpos, depende de varios hechos experimentales sobre los cuales se basa
el funcionamiento de instrumentos, llamados termómetros, que sirven para medir temperaturas.
Es un hecho conocido que varias propiedades físicas de los cuerpos cambian con la temperatura. Por
ejemplo, los gases, líquidos y sólidos se expanden o se contraen a medida que su temperatura cambia, si la
presión se mantiene constante. Las variaciones de temperatura producen también cambios de otras propiedades,
tales como la resistividad eléctrica de los materiales o la fuerza electromotriz entre materiales disimiles, etc.
Dichas propiedades, que se encuentran entre aquellas que se aprovechan para diseñar termómetros, se denomi-
nan propiedades termoscópicas o termométricas.
El segundo hecho experimental es que existe el equilibrio térmico. Esto se puede describir diciendo que
cuando se pone en contacto térmico dos sistemas (o sea, se los separa mediante un límite diatérmico) y se los
separa del ambiente mediante una pared adiabática, las variables termodinámicas de ambos sistemas pueden
cambiar con el tiempo, pero esos cambios eventualmente concluyen y cada sistema queda en equilibrio. Cuando
esto ha ocurrido, los dos sistemas están en equilibrio térmico el uno con el otro. Por ejemplo, si introducimos
un termómetro de mercurio en vidrio en un recipiente que contiene agua caliente, el mercurio se expande, con
rapidez al principio y luego más y más lentamente hasta que su expansión se detiene por completo. En ese
momento el termómetro y el agua han llegado al equilibrio térmico entre sí.
El tercer hecho experimental es que si tenemos dos sistemas A y B que están en equilibrio térmico entre
sí, y si el sistema A está también en equilibrio térmico con un tercer sistema C, entonces B también está en
equilibrio térmico con C. Esta propiedad transitiva del equilibrio térmico es necesaria para que tenga sentido
asignar valores numéricos a la temperatura. En efecto, si TA = TB y TA = TC , entonces debe ser TC = TB si se
quiere que los números tengan sentido. Este último hecho se denomina Principio Cero de la Termodinámica.
Entonces, si deseamos saber cuándo dos sistemas están a la misma temperatura, es innecesario ponerlos
en contacto y observar si sus propiedades termométricas varían con el tiempo. Alcanza con introducir un tercer
sistema, que tenga una propiedad termométrica de fácil lectura, al que denominaremos termoscopio. Un termos-
copio, por ejemplo, puede ser un dispositivo similar al termómetro de mercurio, pero sin la necesidad de haber
introducido una graduación o escala (calibración). Ponemos el termoscopio en contacto con el primer sistema y
observamos el nivel alcanzado por la propiedad termométrica. Si al poner en contacto el termoscopio con el
segundo sistema la propiedad termométrica alcanza el mismo nivel, significa que ambos sistemas están a la
misma temperatura.
Para asignar un valor numérico a la temperatura de un sistema debemos en primer lugar elegir un sis-
tema con una propiedad termométrica de fácil lectura como, por ejemplo, el volumen de un líquido, la presión
de un gas a volumen constante, la resistencia de un alambre de platino o la fuerza electromotriz de un par
termoeléctrico.
En esta escala la unidad de temperatura se denomina grado centígrado, que por definición es igual a la centésima
parte del intervalo térmico entre los dos puntos fijos y cuyo símbolo es °C .
Un termómetro es un sistema con una propiedad termométrica de fácil lectura a través de una escala
calibrada a partir de uno o más puntos fijos.
Cada escala termométrica que construyamos estará definida en términos de las propiedades termomé-
tricas del material del cual está hecho el termómetro. Lo único en lo cual deben coincidir todas las posibles
escalas arbitrarias de temperatura es en el ordenamiento de las temperaturas. Esto es, las diferentes escalas deben
todas concordar en indicar que un dado cuerpo esta “más caliente” o “más frio” que otro, si queremos respetar
nuestra noción primitiva de temperatura. Esto se puede controlar únicamente comparando entre si gran número
de posibles escalas de temperaturas y descartando como inadecuadas aquellas pocas que violaran este criterio
de ordenamiento. Por ejemplo, el agua tiene una densidad máxima (mínimo volumen especifico) cerca de 4°C
y por lo tanto su volumen no se puede usar como base de una escala termométrica que incluya ese rango.
Veremos que el Segundo Principio de la Termodinámica permite dar una definición absoluta de tempe-
ratura sin hacer referencia a las propiedades de ninguna sustancia material.
Entre todos los posibles termómetros hay uno que tiene carac-
terísticas especiales. Se trata del termómetro de gas. La idea del termó-
metro de gas se remonta a Galileo Galilei, quien en 1592 construyó uno
que consistía en un recipiente cerrado con aire unido a un largo tubo
curvo parcialmente lleno de líquido. La expansión térmica del aire cam-
biaba el nivel del líquido; midiendo ese cambio se determinaba la tem-
peratura. Este principio general se fue perfeccionando a lo largo de los
años hasta llegar al actual termómetro de gas.
Resulta entonces práctico definir una escala de temperatura basada en la termometría con gases, la
llamada escala absoluta de temperaturas, en la que la temperatura mínima posible sea nula (cero absoluto).
Además, como ya se mencionó, los avances teóricos en la termodinámica muestran que es posible
definir el concepto de temperatura independientemente de las propiedades termométricas de cualquier sistema.
A la temperatura definida sobre esa base teórica se la denomina temperatura termodinámica. Como también ya
se mencionó, se comprueba que la temperatura termodinámica coincide con la escala absoluta obtenida con los
termómetros de gas. La temperatura termodinámica se simboliza con T y su unidad en el Sistema Internacional
(SI) se denomina kelvin: [T ] = K .
La escala de temperatura absoluta o del gas ideal (T ) se puede definir por la relación:
pV T
lim = (3.2.1)
p →0 pRVR TR
donde pV y pRVR se refieren a la misma masa de gas a dos diferentes temperaturas, T y TR , una de las cuales
ha sido elegida arbitrariamente como punto fijo o punto de referencia. El primer miembro de la ecuación con-
tiene variables que se pueden medir directamente y da un cociente numérico bien definido. Por lo tanto, si
asignamos un número a TR , queda determinada T . Luego todas las temperaturas de la escala quedan determi-
nadas asignando un número a un único punto fijo.
Es conveniente desarrollar algo más las consecuencias de la definición (3.2.1) y obtener una ecuación
de estado para un gas ideal. Distintos trabajos experimentales permitieron establecer una serie de propiedades
de los gases en el límite de bajas presiones:
• Robert Boyle (1627-1691) y Edme Mariotte (1620-1684) encontraron de manera independiente la que
hoy se conoce como Ley de Boyle–Mariotte: para una dada masa de gas a temperatura constante, el
producto de la presión por el volumen es constante: m =cte, T =cte ⇒ pV =cte
• Jacques Alexandre César Charles (1746-1823) encontró que: para una dada masa de gas a presión
constante, el volumen es directamente proporcional a la temperatura. Esta ley fue publicada por pri-
mera vez por Louis Joseph Gay-Lussac, haciendo referencia a un trabajo previo no publicado por Char-
les. Esta propiedad se conoce como Ley de Charles o Ley de Charles - Gay-Lussac.
• Louis Joseph Gay-Lussac (1778-1850) encontró la que hoy se conoce como Ley de Gay-Lussac: para
una dada masa de gas a volumen constante, la presión es directamente proporcional a la temperatura:
m =cte, V =cte ⇒ p T =cte
pV
K = lim (3.2.2)
p →0 mT
Se puede expresar la ecuación (3.2.3) de manera más cómoda, relacionando la masa ( m ) del gas (quí-
micamente puro) con la cantidad de sustancia ( n ) . John Dalton (1766-1844) propuso que la materia está for-
mada por partículas muy pequeñas llamadas átomos, que son indivisibles y no se pueden destruir. Los átomos
de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen su propio peso y cualidades propias. Los átomos de los dife-
rentes elementos tienen pesos diferentes. Distintos átomos pueden unirse dando origen a las moléculas de dife-
rentes sustancias.
Amedeo Avogadro (1776-1856), basándose en la teoría atómica de Dalton, descubrió que iguales vo-
lúmenes de gases diferentes, en las mismas condiciones de presión y temperatura, contienen el mismo número
de átomos (o moléculas).
El número de elementos ( N ) de un conjunto es una magnitud que cuenta entidades, por lo tanto, es
adimensional o de magnitud 1 (uno): [ N ] = 1 . Pero para contar grandes cantidades de elementos puede ser útil
tomar como unidad de medida un número mayor que uno. Por ejemplo, se define la docena como un conjunto
de 12 elementos (1docena = 12 ) . Entonces, podríamos definir una magnitud denominada cantidad de docenas
( nDOC ) cuya unidad es [ nDOC ] = 1 docena . Luego, el número de elementos de un conjunto es directamente
proporcional a la cantidad de docenas de ese conjunto: N = N D nDOC . El valor de la constante de proporcio-
1
nalidad N D está determinado por la cantidad de elementos en una docena: N D = 12 .
docena
1
Si nDOC = 2,5 docena , entonces:
= N N=
D nDOC 12 2,5 =
docena 30 .
docena
Un mol corresponde a una cierta cantidad de elementos idénticos. Hasta 2019, se definía esa cantidad
( )
como igual a la de átomos presentes en 0, 012 kg de carbono 12 C12 . Está definición del mol permitía
023 ), lo que equivalía a determinar
determinar experimentalmente ese número (resultando próximo a 6, 022 ⋅ 1
el valor de la constante de Avogadro.
Esto equivale a decir que un mol es un conjunto de 6, 0221 ⋅ 023 entidades idénticas.
4076 1
Cuando se emplea la cantidad de sustancia, deben especificarse las entidades elementales consideradas,
que pueden ser átomos, moléculas, iones, electrones u otras partículas o grupos especificados de tales partículas.
La ecuación pV = m K T (3.2.3) =
puede escribirse como: pV n=
MK T N k T .
La constante k resulta ser la misma para todos los gases, es una de las constantes fundamentales de la física y
se denomina constante de Boltzmann.
J
R = 8,314 4626
mol K
Cuando se propuso la escala absoluta, la escala centígrada ya estaba muy difundida y se había conver-
tido de uso cotidiano. Por eso, actualmente se la mantiene, denominándola temperatura Celsius, que se simbo-
liza con la letra t y a su unidad de medida se la denomina grado Celsius ( °C ) . Se la define a partir de la
temperatura absoluta mediante la ecuación de valores numéricos:
t °C
= T K − 273,15 (3.3.5)
Obsérvese que las diferencias o variaciones de temperaturas pueden expresarse tanto en kelvin como
∆t ∆T
en grados Celsius, mediante el mismo valor numérico: = .
°C K
Es decir que la diferencia entre la temperatura absoluta y la Celsius es solamente un corrimiento del cero.
.
Básicamente, se trata de una norma que establece valores de distintos puntos fijos, y proporciona pro-
cedimientos estándar y dispositivos, según el rango de temperatura, para obtener las temperaturas intermedias
a los puntos fijos. La norma está diseñada y actualizada para que las temperaturas obtenidas tengan el mejor
acuerdo posible con la temperatura termodinámica.
Consideramos como sistema en estudio una muestra de una sustancia pura o de una mezcla homogénea
de diferentes sustancias puras. Sabemos que las sustancias se pueden presentar, según las condiciones de presión
y temperatura, en uno de tres estados posibles de agregación: sólido, líquido o gaseoso. Conocemos también
que, bajo ciertas circunstancias, una sustancia puede permanecer en equilibrio coexistiendo dos estados o fases
y, en circunstancias más específicas, se puede dar el equilibrio con la coexistencia de las tres fases (punto triple).
Suponemos que las condiciones de presión y temperatura son tales que la sustancia permanece en equilibrio en
solamente una fase, en la que permanece como sistema cerrado, es decir que la cantidad de sustancia es cons-
tante. También suponemos que el estado de equilibrio termodinámico se puede caracterizar mediante las varia-
bles de estado: presión ( p) , volumen (V ) y temperatura (T ) , vinculadas por una ecuación de estado
f (V , p, T ) = 0 . Esto último significa que una de las variables de estado se puede obtener en función de las
otras dos. Por ejemplo, consideremos al volumen del sistema como una función de la presión y de la tempera-
tura: V = V ( p, T ) .
Consideremos un sistema sólido o líquido que no esté limitado mecánicamente ante un posible cambio
de su volumen. También podemos considerar un sistema gaseoso contenido en un recipiente suficientemente
flexible. Si variamos la temperatura del sistema, manteniendo la presión constante, observamos que se modifica
el volumen (dilatación isobárica). Si la presión permanece constante, podemos considerar al volumen como una
función de la temperatura solamente: V = V (T ) .
• ∆T = T − T0 : Diferencia de temperaturas.
• ∆V = V − V0 : Variación de volumen.
• ∆V V0 : Variación de volumen relativa.
∆V
• βm = : Coeficiente de dilatación volumétrico medio para el intervalo (T0 , T ) .
V0 ∆T
De esta manera, podemos relacionar los volúmenes a dos temperaturas diferentes si conocemos el co-
rrespondiente coeficiente de dilatación volumétrico medio:
∆V
β m= ⇒ ∆V= β mV0 ∆T ⇒ V= V0 (1 + β m ∆T )
V0 ∆T
La expresión anterior es exacta, pero requiere conocer el valor del coeficiente medio para los infinitos
intervalos de temperatura lo que, en general, es imposible. Resulta más conveniente definir un coeficiente de
1 dV
dilatación volumétrica para cada valor de temperatura: β (T ) =
V (T ) dT
En el Sistema Internacional de Unidades (SI) resulta: [ β ] = 1 K .
Si para una dada sustancia fuera posible conocer cómo varía este coeficiente en función de la tempera-
tura, se podría relacionar los volúmenes a dos temperaturas integrando la expresión anterior. Pero, en general,
solamente se conocen los valores del coeficiente para ciertas temperaturas.
En la mayoría de los casos, el aumento de temperatura provoca el aumento del volumen, por lo que el
coeficiente de dilatación volumétrica tendrá un valor positivo. Sin embargo, se dan situaciones en las que el
coeficiente es negativo. Por ejemplo, el agua líquida por debajo de los 4°C disminuye su volumen cuando la
temperatura aumenta.
ρ0
Al variar la temperatura, la densidad del líquido cambia según: ρ (T ) ≅
1 + β L ∆T
m0
siendo β L el coeficiente de dilatación del líquido. La densidad inicial la podemos escribir como ρ 0 = ,
V0
donde m0 es la masa inicial del líquido y V0 es su volumen inicial que coincide con la capacidad inicial del
m
vaso. La densidad final puede calcularse como ρ (T ) = , donde m es la masa de líquido que permanece
V0
en el vaso, cuya capacidad sigue siendo V0 porque despreciamos la dilatación del vidrio. Luego:
m ρ0 ρ0 V0 m0
= ⇒ m= ⇒ m=
V0 1 + β L ∆T 1 + β L ∆T 1 + β L ∆T
En el caso de un sistema sólido, además de conocer como cambia su volumen, puede ser necesario
estimar cómo se modifican otras características geométricas como la longitud o la superficie.
Si se trata de un sistema donde su longitud L predomina sobre las otras dos dimensiones, como en el
caso de una varilla metálica, se pueden hacer consideraciones similares a las anteriores, definiendo el coeficiente
1 dL
de dilatación lineal: α (T ) =
L (T ) dT
Igual que antes, si ∆T = T − T0 es suficientemente pequeño, podemos usar la aproximación:
L (T ) ≅ L0 (1 + α 0 ∆T )
Si el sistema posee una dimensión despreciable frente a las otras dos, como en el caso de una lámina
metálica de pequeño espesor, podríamos estar interesados en cómo cambia la superficie. Pero la dilatación po-
dría ser diferente a lo largo que a lo ancho. Si las tres dimensiones del sistema son comparables, podría presen-
tarse el problema que la dilatación sea diferente según se considere el largo, el ancho o el alto.
Consideraremos solamente el caso de sólidos isótropos, es decir que sus propiedades, incluida la dila-
tación, es la misma en todas las direcciones espaciales.
1 dV
Luego: dV = y z x α dT + xz y α dT + x y zα dT = 3V α dT ⇒=β = 3α
V dT
Entonces, si el coeficiente de dilatación lineal de un sólido es el mismo para todas las dimensiones, se cumple
la relación: β = 3α .
Para el área valen consideraciones análogas a las de la longitud y el volumen, siendo el coeficiente de dilatación
superficial igual al doble del lineal: S (T ) ≅ S0 (1 + 2α 0 ∆T )
Por último, queremos considerar qué es lo que sucede con los vanos, agujeros
y cavidades que eventualmente puedan poseer las muestras sólidas que se dilatan.
2π r (T ) ≅ 2π r0 (1 + α 0 ∆T ) ⇒ r (T ) ≅ r0 (1 + α 0 ∆T )
Resulta, entonces, que el radio del anillo dilata según el coeficiente correspondiente al material del
anillo. Lo mismo sucede con los agujeros en las superficies o las cavidades en los volúmenes.
ρ0 m m0 m m0
Entonces: ρ (T ) ≅ ⇒ ≅ ⇒ ≅
1 + β L ∆T V (T ) V0 (1 + β L ∆T ) V0 (1 + β V ∆T ) V0 (1 + β L ∆T )
⇒ m ≅ m0
(1 + β V ∆T )
(1 + β L ∆T )
Si variamos la presión ejercida sobre el sistema, manteniendo la temperatura constante, observamos que
se modifica el volumen (compresión isotérmica). Si la temperatura permanece constante, podemos considerar
al volumen como una función de la presión solamente: V = V ( p ) .
1 dV
Se define el coeficiente de compresibilidad isotérmica como: κ ( p ) = − .
V ( p ) dp
Dado que al aumentar la presión sobre el sistema el volumen tiende a disminuir, se introduce el signo menos en
la definición anterior para que el coeficiente tenga valores de signo positivo. También es común definir el mó-
dulo de compresibilidad como: B ( p) = 1 κ ( p) .
Si conocemos el valor del coeficiente a la presión p0 , κ 0 = κ ( p0 ) , y si la presión p es suficientemente
próxima a p0 , podemos hacer la siguiente aproximación:
dV
V ( p ) ≅ V0 + ( p0 )( p − p0 ) ⇒ V ( p ) ≅ V0 − V0 κ 0 ∆p ⇒ V ( p ) ≅ V0 (1 − κ 0 ∆p )
dp
También, podemos escribir: V ( p ) ≅ V0 (1 − ∆p B0 ) siendo B0 = 1 κ 0
=
En el Sistema Internacional de Unidades (SI) resulta: [κ ] 1=
Pa , [ B ] Pa .
∂V ∂V
V (T , p ) ≅ V (T0 , p0 ) + (T0 , p0 )(T − T0 ) + (T0 , p0 )( p − p0 )
∂T ∂p
V ≅ V0 + V0 β 0 ∆T − V0 κ 0 ∆p
V ≅ V0 (1 + β 0 ∆T − κ 0 ∆p )
∆V ∆V 1
≅ β 0 ∆T − κ 0 ∆p ≅ β 0 ∆T − ∆p
V0 V0 B0
β 0 ∆T
0 ≅ β 0 ∆T − κ 0 ∆p ⇒ ∆p ≅ = β 0 B0 ∆T
κ0
4.4 Ejercicios
= 2π r ∆r + π ( ∆r )
b) La variación ∆S de su área. ∆S
2
4. Si el radio r de un disco varía en una cantidad (diferencial) dr , teniendo en cuenta los resultados del pro-
blema anterior, calcular:
dl ∆l
a) La variación dl de su perímetro, sabiendo que: = lim
dr ∆r →0 ∆r
dS ∆S
b) La variación dS de su área, sabiendo que: = lim
dr ∆r → 0 ∆r
1 dr
5. Si el coeficiente de dilatación lineal de un disco de radio r se define como: α = , expresar en fun-
r dT
1 dS
ción de α su coeficiente de dilatación superficial definido como: .
S dT
6. Si el radio r de una esfera varía en una cantidad (diferencial) dr , expresar en función de estas dos magni-
tudes la variación dS de su área.
1 dr
7. Si el coeficiente de dilatación lineal de una esfera de radio r se define como: α = , expresar en
r dT
1 dS
función de α su coeficiente de dilatación superficial definido como: .
S dT
8. Si el radio r de una esfera varía en una cantidad (diferencial) dr , expresar en función de estas dos magni-
tudes la variación dV de su volumen.
1 dr
9. Si el coeficiente de dilatación lineal de una esfera de radio r se define como: α = , expresar en
r dT
1 dV
función de α su coeficiente de dilatación volumétrico definido como: β = .
V dT
10. Para una muestra cerrada ( n = cte ) de gas ideal, se cumple la ecuación de estado pV = nRT , donde n es
la cantidad de sustancia y R la constante universal de los gases.
a) Demostrar que el coeficiente de dilatación isobárico es β (T ) = 1 T .
b) Demostrar que el coeficiente de compresibilidad isotérmico es κ ( p ) = 1 p .
Sabemos que dos sistemas físicos pueden interactuar entre si intercambiando, eventualmente, energía. A
veces la interacción se puede describir mediante el concepto de fuerza y calcular la energía intercambiada me-
diante el trabajo de la fuerza. Hoy se acepta que el calor es una cantidad de energía intercambiada entre dos
sistemas macroscópicos como resultado de una cantidad innumerable de procesos a escala microscópica.
Cuando discutamos el Primer Principio de la Termodinámica, profundizaremos en la definición de calor.
Como el calor mide una cantidad de energía, su unidad internacional es el joule. Sin embargo, actualmente
sigue siendo común el empleo de una unidad histórica que se definió cuando aún estaba vigente la teoría del
calórico.
5.1 La caloría
Experimentos como los realizados por James Prescott Joule (1818–1889), que se discutirá más ade-
1cal15 ( 4,1855 ± 0, 0050 ) J .
lante, y otros posteriores, permitieron comprobar que: =
Como la caloría es una unidad histórica tradicional, se la desea mantener, pero definiéndola de manera
independiente de las propiedades de cualquier sustancia. Así surgió, por ejemplo, la caloría termoquímica, que
se define por la relación: 1calTH = 4,184 J .
En 1956, La 5ta Conferencia Internacional sobre las Propiedades del Vapor, definió una caloría basada
en la Tabla Internacional (International Table) de propiedades del vapor: 1calIT = 4,1868 J .
Esta última definición es la que adoptamos para este curso.
Para diferenciar si un sistema absorbe calor de su entorno o si se lo cede, de ahora en adelante adoptamos
el siguiente convenio:
Muchas de las expresiones matemáticas de las leyes físicas dependen de la convención de signos adop-
tada para el calor. Cuando se estudia la bibliografía, se debe prestar atención a la convención de signos utilizada.
Cuando se presenta algún trabajo sobre el tema, se debe indicar la convención de signos utilizada.
En el límite en que la variación de temperatura es tan pequeña que se puede suponer una cantidad infinitesimal,
dT , la cantidad de calor intercambiada será también infinitesimal, δ Q , y el cociente permite definir la capa-
cidad calorífica, a la temperatura T :
C (T ) = δ Q dT (5.3.2)
que queda determinada solamente cuando se especifica el proceso. La capacidad calorífica de un cuerpo es
función de su temperatura y de otras variables termodinámicas como p y V, de modo que es necesaria una
ulterior especificación de esta. Esto se indica mediante un subíndice, por ejemplo, CP y CV indican que la
presión o el volumen, respectivamente, se mantienen constantes a un valor particular a medida que el sistema
intercambia calor. Cuando discutamos el concepto de trabajo de volumen, justificaremos que se cumple que:
CP > CV . Para sistemas en estado sólido o líquido resulta: CP ≅ CV .
Cuando el sistema varía su temperatura desde T0 hasta TF , siguiendo un proceso para el que se co-
noce la correspondiente capacidad calorífica, la cantidad de calor intercambiada es:
TF
Q = CM ∆T = ∫ C (T ) dT
T0
(5.3.3)
La capacidad calorífica C de una muestra de masa m de una sustancia pura es una propiedad de esa
muestra. En cambio, el cociente
cm = C m (5.4.1)
que denominamos calor específico es una propiedad de la sustancia, independiente del tamaño de cualquier
muestra. De la definición de la caloría vemos que para el agua a temperatura ambiente y presión normal es:
cal
cm ( H 2 O ( l ) ) ≅ 1
g °C
En lugar de la masa m de una muestra de sustancia pura, puede resultar útil considerar la cantidad de
sustancia n . Entonces, si la capacidad calorífica de la muestra es C , definimos el calor molar de la sustancia:
cn = C n (5.4.2)
J J
En el SI: [C ] = J K [cm ] = , n]
[c= [=
R]
kg K mol K
cn = cm M (5.4.3)
Cuando el sistema varía su temperatura desde T0 hasta TF , siguiendo un proceso para el que se co-
noce el correspondiente calor específico, la cantidad de calor intercambiada es:
TF
Q = m ∫ cm (T ) dT (5.4.4.a)
T0
TF
Si se trabaja en un rango de temperaturas donde los calores específicos y molares se pueden suponer
aproximadamente independientes de la temperatura, resulta:
TF
Q = m ∫ cm (T ) dT ≅ m cm (TF − T0 )= m cm ∆T (5.4.4.b)
T0
TF
Q = n ∫ cn (T ) dT ≅ n cn (TF − T0 ) = n cn ∆T (5.4.5.b)
T0
En general, los subíndices m y n suelen omitirse porque el análisis dimensional de la ecuación en la que in-
tervienen muestra si corresponde usar el calor específico o el calor molar.
Sabemos que las distintas sustancias se pueden presentar, según las condiciones de presión y tempera-
tura, en uno de tres estados de agregación posibles: sólido, líquido o gaseoso.
Nota: El plasma es un gas altamente ionizado y se puede considerar como un cuarto estado de agregación.
Dentro del estado sólido se pueden diferenciar, entre otras variantes, los sólidos amorfos y los sólidos cristali-
nos. En el estado gaseoso se puede hacer una distinción entre gas y vapor. Aunque son muy importantes, no
avanzaremos en estas cuestiones.
Si las condiciones de presión y temperatura son las apropiadas, una sustancia puede presentarse en
forma de un sistema heterogéneo donde coexisten dos fases: sólido-líquido, líquido-vapor, etc. Tenemos, por
ejemplo, el caso del agua a la presión atmosférica normal y a t = 0°C , donde pueden coexistir en equilibrio
una fase sólida (hielo) con otra líquida. En general, a una dada presión p , llamamos punto de fusión ( tF en la
escala Celsius o TF en la absoluta) a la temperatura en la que pueden coexistir la fase sólida y la líquida. También
t 100°C , pueden coexistir en equilibrio una fase líquida
para el agua a la presión atmosférica normal, pero a=
y una fase gaseosa. En general, a una dada presión p , llamamos punto de vaporización o de ebullición ( tV en
la escala Celsius o TV en la absoluta) a la temperatura en la que pueden coexistir la fase gaseosa y la líquida.
Una característica relevante de los sistemas en que coexisten dos fases de la misma sustancia es que,
mientras estén presentes ambas fases, el sistema puede absorber o ceder calor sin que se modifique su tempera-
tura. El flujo de calor modifica la cantidad de sustancia en cada fase, aumentando en una y disminuyendo en la
otra, según el calor sea absorbido o cedido.
La fusión es el paso del estado sólido al líquido, y requiere que el sistema absorba calor. Para cada
sustancia se define el calor latente de fusión, LF > 0 , de manera que la cantidad de calor que se debe absorber
Q m LF > 0 . En el SI,
para fundir una cantidad de masa m , a la temperatura de fusión, es= [ LF ] = J kg .
El proceso inverso se denomina solidificación. Requiere que el sistema ceda calor. La cantidad de calor
que una cantidad de masa m , a la temperatura de fusión, debe ceder para solidificarse es Q = −m LF < 0 .
La vaporización es el paso del estado líquido al gaseoso, y requiere que el sistema absorba calor. Para
cada sustancia se define el calor latente de vaporización, LV > 0 , de manera que la cantidad de calor que se
=
debe absorber para vaporizar una cantidad de masa m , a la temperatura de vaporización, es Q m LV > 0 . En
el SI, [ LV ] = J
kg . El proceso inverso se denomina condensación. Requiere que el sistema ceda calor. La
cantidad de calor que una cantidad de masa m , a la temperatura de vaporización, debe ceder para condensarse
es Q = −m LV < 0 .
m LF 0
Q => Q= − m LF <0
Sólido
Fusión
→ Líquido
Solidificación
→ Sólido
m LV 0
Q => Q= − m LV <0
Líquido →
Vaporización
Gaseoso
Condensación
→ Líquido
Q >0 Q <0
Sólido
Volatilización
→ Gaseoso
Sublimación inversa
→ Sólido
o Sublimación o regresiva
Hay que tener presente que los valores de algunas propiedades de las sustancias, como la densidad y los
calores específicos o molares, cambian al modificarse el estado de agregación. Así, por ejemplo, en estado
g cal
líquido la densidad y el calor específico del agua son: 1
3
y1 . Pero en estado sólido los valores típicos
cm g °C
g cal cal
son 0,91 3 y 0,5 . El calor específico para el vapor de agua es aproximadamente 0, 48
cm g °C g °C
Ejemplo II: Calcular la cantidad de calor que debe absorber un cubo de 150g de hielo inicialmente a 20°C
bajo cero para transformase en vapor de agua a 100°C . Representar gráficamente la temperatura de esa masa
en función del calor absorbido.
Para ciertas sustancias es posible determinar su calor específico empleando calorímetros de mezclas.
Los calorímetros son recipientes que pueden contener N muestras de masa m j (1 ≤ j ≤ N ) de distintas sus-
tancias, que poseen calores específicos c j y están a las temperaturas iniciales T0 j . Se deja que las muestras
interactúen dentro del recipiente hasta que se alcance el equilibrio térmico a la temperatura TE . Si se conocen
todas las magnitudes mencionadas salvo una, la magnitud incógnita podrá calcularse, bajo ciertas aproximacio-
nes, a partir de un balance energético.
En estas condiciones el equilibrio térmico se alcanza solamente con el intercambio de calor entre las
muestras. Si Q j es el calor absorbido o cedido por la muestra j − ésima , resulta:
N
∑Q
j =1
j =0 (5.7.1)
Dada la condición vi., y considerando los valores específicos independientes de la temperatura, todos los calo-
res se podrán escribir en la forma:
Q=j m j c j ∆T=
j ( )
m j c j TE − T0 j (5.7.2)
N
y, entonces: ∑ m c (T
j =1
j j E − T0 j ) =
0 (5.7.3)
De esta ecuación se despejará la magnitud incógnita. Si la incógnita fuera la temperatura a la que se alcanza el
N N
equilibrio térmico, resulta que: TE = ∑ m j c j T0 j ∑m j cj (5.7.4)
=j 1 =j 1
Como los productos m j c j son las capacidades caloríficas de cada muestra, vemos que la temperatura de equi-
librio es un promedio ponderado de las temperaturas iniciales. De lo anterior resulta que se cumplirá:
Si levantamos la condición iv., permitiendo que el calorímetro participe intercambiando calor con las muestras,
las ecuaciones anteriores son válidas considerando al calorímetro como una muestra más. Para ello hay que
conocer la capacidad calorífica del calorímetro. En general, como el calorímetro está formado por distintitos
componentes de diferentes sustancias, se lo suele caracterizar mediante una magnitud denominada equivalente
en agua, que se mide en unidades de masa. Esto significa que, a los fines de calcular el calor intercambiado por
el calorímetro con las muestras, se lo considera como si fuera una masa de agua líquida de valor igual a su
equivalente.
Si se levanta la condición vi., permitiendo cambios en el estado de agregación de las muestras, la ecua-
ción (5.7.1) sigue siendo válida, incluyendo al calorímetro si fuera necesario. El problema es que los calores no
se podrán escribir todos en la forma (5.7.2). Según sea la incógnita del problema se podrán seguir distintas
metodologías para obtener la solución. Mencionaremos solamente un caso particular.
Supongamos que la incógnita es la temperatura de equilibrio y que el sistema se puede reducir a dos
muestras, una a la temperatura inicial TFría y otra a la temperatura inicial TCaliente > TFría . Deberá cumplirse la
condición TFría ≤ TE ≤ TCaliente . Tomamos la muestra “Fría” y confeccionamos un gráfico que muestre como
varía su temperatura a medida que absorbe calor. Suponiendo que para cada estado agregación el calor especí-
fico es constante, este gráfico estará formado por tramos rectos de pendiente positiva o nula. A continuación,
consideramos la muestra “Caliente” y trazamos un gráfico de su temperatura en función del valor absoluto del
calor que cede. El mismo estará formado por tramos rectos de pendiente negativa o nula. La superposición de
los gráficos mostrará una intersección que se corresponde a la temperatura de equilibrio. Resolviendo esta in-
tersección de dos rectas, además de la temperatura de equilibrio se podrá deducir la composición final del sis-
tema, es decir, la cantidad de masa de las distintas sustancias en los diferentes estados de agregación.
Ejemplo III: En un calorímetro ideal contiene 830g de agua a 20°C y se introducen 100g de vapor de
agua a 100°C .
a) En un mismo gráfico representar la temperatura de la masa inicialmente líquida en función del calor
que absorbería hasta llegar a 100°C y la temperatura de la masa inicialmente en estado gaseoso en
función del valor absoluto del calor que cedería hasta llegar a los 20°C .
b) Calcular la temperatura de equilibrio.
c) Calcular cuánto es el calor realmente intercambiado hasta que se alcanza el equilibrio.
6.1 Introducción
Cuando un sistema y su entorno se encuentran en equilibrio térmico, la temperatura es la misma en todos los
puntos y no hay transmisión de calor entre ellos.
Llamamos campo escalar a una función de las coordenadas espaciales y del tiempo, f = f ( x, y, z , t ) , que a
cada punto de una región espacio y para cada instante de tiempo le hace corresponder una magnitud de tipo escalar.
Entonces. Si el sistema en estudio de halla en equilibrio térmico, podemos describir su temperatura mediante un campo
escalar de la forma:
) T=0 cte
T ( x, y, z , t=
A los fines de este curso, denominaremos estado estacionario a toda situación en la que el campo de temperaturas no
depende del tiempo: T ( x, y, z ) ≠ cte
Llamaremos estado transitorio a toda situación en la que el campo de temperatura varía con el tiempo, llevando al
sistema a un estado estacionario: T ( x, y, z , t )
t →∞
→ T ( x, y, z ) ≠ cte
Analizaremos fundamentalmente las propiedades de los estados estacionarios, pero también discutiremos una
aproximación sencilla para describir un estado transitorio.
La transmisión de calor se efectúa mediante tres tipos de procesos: conducción, convección y radiación.
• La conducción se refiere al intercambio de calor debidos a procesos microscópicos que no involucran el flujo
de masa ni la emisión o absorción de ondas electromagnéticas. Es típico de la transmisión entre las distintas
partes de un sólido o entre sólidos en contacto térmico.
• La convección se refiere al flujo de calor debido al flujo de masa. Es característico de la transmisión entre las
distintas partes de un fluido (gas o líquido) o entre un sólido y un fluido. La convección puede ser natural o
forzada. Debido a las diferencias de temperatura, la densidad de un fluido es diferente en los distintos puntos y,
entonces, debido al empuje hidrostático, las regiones menos densas tienden a elevarse y las más densas a
descender, dando origen a las corrientes de convección naturales. La convección forzada se refiere a las
situaciones en las que algún agente externo, como un ventilador, induce el desplazamiento de la masa fluida.
• La radiación térmica se refiere al intercambio de energía por emisión y absorción de ondas electromagnéticas
(energía radiante).
En general, la transmisión de calor puede deberse a un efecto combinado de los tres mecanismos anteriores, pero en
ciertas situaciones uno de ellos puede ser el dominante de manera que se pueden despreciar los otros.
6.2.1 Isotermas
El calor fluye naturalmente de las regiones de mayor temperatura a las de menor temperatura. Por eso resulta
importante determinar cómo cambia la temperatura de un punto a otro del sistema. Si la temperatura está dada por la
función: T = T ( x, y , z )
una forma gráfica de visualizar cómo varía la temperatura es mediante las regiones isotérmicas, es decir, regiones
formadas por puntos que comparten el mismo valor de temperatura. Para un sistema tridimensional, la región isotérmica
correspondiente a un valor de temperatura T1 está definida por la ecuación: T ( x, y, z ) = T1
°C 2
2 (
T ( x=
, y, z ) 20 x + y2 + z2 )
m
La superficie isotérmica correspondiente a 20°C sería
°C 2
2 (
20 x + y2 + z2 ) = 20°C ⇒
m
x2 + y 2 + z 2 =
1m 2
°C 2
( x, y, z ) 20
T=
m2
( x + y2 )
la superficie isotérmica correspondiente a 20°C sería
°C 2
2 (
20 x + y2 ) =
20°C ⇒ x2 + y 2 =
1m 2
m
Por lo tanto, es una superficie cilíndrica coaxial con el eje z y de
radio igual a un metro.
Para un sistema bidimensional como, por ejemplo, una placa metálica, el campo de temperaturas estaría
descripto mediante dos coordenadas espaciales: T = T ( x, y ) .
°C 2
2 (
T ( x, y ) 20
= x + y2 )
m
la isoterma correspondiente a 20°C sería:
°C 2
2 (
20 x + y2 ) =
20°C ⇒ x2 + y 2 =
1m 2
m
Luego, se trata de una circunferencia de radio igual a un metro
centrada en el origen de coordenadas.
x 2 y 2
T ( x, y ) 20°C
= + ,
1m 2 m
2 2
x y
la isoterma de 20°C sería:=1 +
1m 2 m
y se trata de una elipse centrada en el origen de coordenadas, con
semiejes en las direcciones x e y de uno y dos metros
respectivamente.
Para analizar cuantitativamente cómo cambia la temperatura con la posición, a partir de un determinado punto,
se pueden determinar las derivadas parciales del campo de temperaturas.
x 2 y 2
=
Consideremos que en una región plana el campo de temperaturas fuese T ( x, y ) 20°C + , y
1m 2 m
queremos determinar cómo varía la temperatura ante un cambio en la posición a partir del punto de coordenadas
r = (1m,1.5m ) . La derivada parcial de la temperatura con respecto a la coordenada x es:
∂ x y
2 2
∂ °C ∂ 2 °C
∂x
T ( x=
, y ) 20°C + =
∂x 1m 2 m
20 2
m ∂x
( x ) 40 2 x
=
m
∂T °C
Evaluada en el punto r = (1m,3m ) resulta: = 40 . Esto significa que, en ese punto, la temperatura varía a
∂x m
°C
razón de 40 frente a un desplazamiento en la dirección y en el sentido positivo del eje x . Si estuviéramos interesado
m
en desplazamientos en la dirección del eje y , podemos calcular la deriva parcial de la temperatura para esa dirección:
∂ x y
2 2
∂ °C ∂ 2 °C
∂y
T (=
x, y ) 20°C + =
∂y 1m 2 m
20 2
4 m ∂y
=( y ) 10 2 y
m
∂T °C
Evaluada en el punto r = (1m,3m ) resulta: = 30 . Esto significa que, en ese punto, la temperatura varía a
∂y m
°C
razón de 30 frente a un desplazamiento en la dirección y en el sentido positivo del eje y .
m
Podría interesarnos saber en qué dirección a partir de un punto r = ( x, y ) el cambio de la temperatura sería el
máximo posible. Esto lo podemos saber a partir del gradiente del campo de temperaturas:
∂ ∂
∇T ( x,=
y) T ( x, y ) i + T ( x, y ) j
∂x ∂y
°C °C
Para el campo que estamos tomando de ejemplo es: ∇T 40
= 2
x i + 10 2 y j
m m
°C °C
Por ejemplo, evaluado en r = (1m,3m ) resulta: ∇T 40
= i + 30 j
m m
°C ∇T
50
Luego, es un vector de módulo ∇T = en la dirección y sentido positivo del versor = 0,8 i + 0,6 j .
m ∇T
La dirección del gradiente en el punto r determina en qué dirección el cambió de temperatura es máximo ante un
cambio en la posición y su módulo determina la razón de cambio. Como el calor fluye desde la temperatura mayor hacia
la menor, en cada punto la dirección del flujo es la del gradiente de temperatura, pero el sentido es el opuesto.
dT d
El gradiente térmico será: ∇T = i , donde hemos usado el símbolo para la
dx dx
derivada porque estamos suponiendo que la temperatura depende solamente de la
coordenada x . Por lo tanto, en todos los puntos el flujo de calor será solamente en
la dirección perpendicular al ventanal. En un intervalo de tiempo ∆t , a través del ventanal fluye una cantidad de calor
Q . La intensidad de corriente calórica media para ese intervalo de tiempo la podemos definir mediante el cociente:
Q J
[im ]=
im Q=
= m
∆t Q m = s= W
En la bibliografía es usual el símbolo Q m , pero utilizaremos el símbolo im para enfatizar la analogía de estas leyes con
otras relacionadas a la corriente eléctrica que estudiaremos más adelante. En general, la rapidez con la que fluye el calor
no tiene por qué mantenerse constante. Por lo tanto, conviene definir el valor instantáneo de la intensidad de corriente.
Si entre los instantes de tiempo t y t + dt fluye una cantidad de calor dQ , el valor instantáneo de la intensidad de
dQ
corriente es: i Q=
=
dt
En una situación estacionaria, el valor instantáneo de la intensidad de corriente calórica no depende del tiempo y,
entonces, coincide con el valor medio calculado para cualquier intervalo de tiempo.
El flujo de calor se produce sobre toda el área A del ventanal. En general, la cantidad de calor que pasa por una
determinada porción del ventanal podría ser diferente a la que pasa por otra porción de igual tamaño. Por eso es necesario
definir una magnitud que describa cómo se distribuye el flujo de calor a través de una determinada área.
dQ
Si Q = es la intensidad de corriente total sobre el área A , definimos la densidad media de corriente por
dt
Q 1 dQ W
[ m ] =
la relación: J= q= = J
= qm
m
m m 2
A A dt
Nuevamente, el símbolo usual es qm pero también usaremos J m para más adelante explorar analogías matemáticas
con ciertas leyes de la corriente eléctrica.
Si la densidad de corriente calórica no es la misma en toda el área, debemos definir su valor para cada uno de
los puntos de la superficie. Si en el entorno de uno de esos puntos consideramos una superficie de tamaño diferencial,
dS , la intensidad de corriente será una fracción diferencial de la intensidad total: d Q = di . Entonces, la densidad de
dQ
corriente en ese punto está definida por la relación: J= q=
dS
UTN – FRH – Física II Lic. Juan A. Dasso
Transmisión del calor 41
Si el flujo de calor se distribuye uniformemente sobre toda la superficie, la densidad de corriente es la misma en todos
los puntos en igual a la densidad media.
La ley de Fourier establece que la densidad de corriente calórica es directamente proporcional al gradiente de
temperatura cambiado de signo. En este caso unidimensional, podemos escribir:
dT
J x = −κ
dx
El signo menos indica que el sentido del flujo de calor es hacia
donde la temperatura disminuye. La constante κ es característica
del material y se denomina conductividad térmica. En el Sistema
Internacional la unidad de conductividad térmica es
W
[κ ] =
m⋅K
La conductividad térmica de un material depende de la temperatura, pero consideraremos situaciones donde las
diferencias de temperatura no sean elevadas y, en primera aproximación, podremos considerarla constante.
Siguiendo con el análisis del ventanal, la ley de Fóurier establece que:
dT
J x ( x ) = −κ ( x) .
dx
Si el gradiente térmico dependiera de la posición, lo mismo ocurriría con la
densidad de corriente. Pero en estado estacionario el vidrio no puede ganar o
perder energía. Luego, si consideramos dos planos cualesquiera, x = xa y x = xb
( 0 ≤ xa < xb ≤ L ) , la intensidad de corriente calórica debe ser la misma y, como
el área de ambos planos es la misma, concluimos que la densidad de corriente será
la misma a través del ventanal.
dT dT J J0
−κ
J0 = cte
= ⇒ = − 0 ⇒ dT = − dx
dx dx κ κ
T
J0
x
J
Integrando ∫ dT = − ∫ dx ⇒ T ( x) =
− 0 x + T1
T1
κ 0
κ
Por lo tanto, la temperatura varía linealmente con la posición a través del ventanal.
Pero falta determinar el valor de J 0 . Pero como debe cumplirse la condición T ( L ) = T2 , resulta:
J κ
T2 =
− 0 L + T1 ⇒ − (T2 − T1 )
J0 =
κ L
Q κA L
Como J 0 = , podemos escribir que: Q=− (T2 − T1 ) ⇒ T1 − T2 = Q
A L κA
Ejemplo I: Considerar una ventana de vidrio de 1, 2 m de largo, 0,8m de alto y 5mm de espesor. Una de las
W
caras se mantiene a 25°C y la otra a 10°C . Si la conductividad del vidrio es κ = 0,84 , calcular:
m⋅K
a) La resistencia térmica de la placa de vidrio.
b) La intensidad de la corriente calórica.
c) La densidad de corriente.
T ( 0 ) = T1 T ( L1 + L2 ) =
T3
dT
Además, ∇T = i
dx
dT
−κ1 dx ( x ) ( 0 ≤ x ≤ L1 )
Aplicando la ley de Fourier obtenemos: Jx ( x) =
−κ dT ( x ) ( L1 ≤ x ≤ L2 )
2
dx
J0 J
Luego, en la placa 1, dT = − dx . Integrando entre 0 y x < L1 obtenemos: T ( x) =
− 0 x + T1
κ1 κ1
J0
En la placa 2, dT = − dx . Integrando entre L1 < x < L1 + L2 y L1 + L2
κ2
T3 L1 + L2 T3 L1 + L2
J J J
∫T x dT = − κ 02 ∫ dx ⇒ ∫T x dT = − κ 02 ∫ dx ⇒ T3 − T ( x ) =
− 0 ( L1 + L2 − x )
( ) x ( ) x κ2
J
T ( x) =− 0 ( x − L1 − L2 ) + T3
κ2
J
− 0 x + T1 ( 0 ≤ x ≤ L1 )
κ1
Luego T ( x) =
− J 0 ( x − L − L ) + T ( L1 ≤ x ≤ L2 )
1 2 3
κ 2
Q
Falta determinar la constante J 0 = . Si T2 es la temperatura se la superficie de contacto entre las placas, podemos
A
J J0
− 0 L1 + T1 − κ L1 + T1
κ1 1
escribir que: T2 = T2 =
− J 0 ( L − L − L ) + T J0 L + T
κ 2 1 1 2 3
κ2
2 3
Por lo tanto, tenemos dos ecuaciones que nos permiten calcular las incógnitas J 0 y T2 . Analizaremos esas ecuaciones
en términos de un circuito térmico.
J L1
La ecuación correspondiente a la placa 1 implica: T2 =
− 0 L1 + T1 T −
⇒ 1 2 T = Q ⇒ ∆T1 =R1 Q
κ1 κ1 A
La caída de temperatura en la primera placa es igual a su resistencia por la corriente térmica.
J0 L
=
La ecuación de la placa 2 implica: T2 L2 + T3 ⇒ T2 − T3 =2 Q ⇒ ∆T2 =
R2 Q
κ2 κ2 A
La caída de temperatura en la segunda placa es igual a su resistencia por la corriente térmica.
La caída de temperatura total entre ambas placas es: ∆T = T1 − T3 = ∆T1 + ∆T2 = ( R1 + R2 ) Q
Luego, la corriente calórica puede determinarse a partir de la diferencia total de temperatura y considerando al conjunto
de ambas placas como una única resistencia térmica igual a la suma de sus resistencias.
R= R1 + R2 ∆T =RQ
Estos resultados pueden extenderse a un conjunto formado por tres o más placas en serie. La conexión de resistores
térmicos en serie se caracteriza porque a través de ellos fluye la misma corriente calórica.
Si las superficies de contacto no fueran perfectamente lisas, la resistencia total sería algo mayor a la suma de las
resistencias de cada placa. El contacto rugoso se puede considerar como una resistencia en serie RC intercalada entre
las placas y entonces, la resistencia total equivalente es: R = R1 + R2 + RC
Ejemplo II: Considere dos placas de 1,5m 2 y 1cm de espesor cada una, en contacto entre si. Una placa es de
cobre y la otra de aluminio. La superficie libre de cobre se mantiene a 50°C y la de aluminio a 10°C . Calcular:
a) La resistencia de cada placa y la resistencia total.
b) La corriente calórica y la densidad de corriente.
c) El gradiente de temperatura en cada placa.
d) La temperatura en la superficie de contacto entre las placas.
e) Representar gráficamente el campo de temperaturas.
Ejemplo III: Considerar una ventana de vidrio de 1, 2 m de largo, 0,8m de alto y 10 mm de espesor. Una de las
W
caras se mantiene a 25°C y la otra a 10°C . Si la conductividad del vidrio es κ = 0,84 , calcular:
m⋅K
a) La resistencia térmica de la placa de vidrio.
b) La intensidad de la corriente calórica.
c) Comparar con los resultados del Ejemplo I.
Con relación al Ejemplo I, duplicando el espesor manteniendo todos los demás parámetros iguales, se duplicó
la resistencia térmica y se redujo a la mitad la corriente calórica.
Ejemplo V: Una pared provisoria que separa dos ambientes tiene 2,6m de largo, 2,4m de alto y 15mm de
W
espesor fabricada con madera aglomerada de conductividad 0, 44 . En la pared se practicó una abertura de
m⋅K
1,0m por 0,8m en la que se colocó un vidrio de igual espesor que la pared y conductividad 0,84 W . Uno de los
m⋅K
ambientes se mantiene a 24°C y el otro a 15°C . Calcular:
a) La resistencia de la madera, la del vidrio y la total.
b) La intensidad de corriente en la madera, en el vidrio y la total.
c) La densidad de corriente en la madera y la densidad de corriente en el vidrio.
d) La densidad de corriente media.
En general, la dirección del flujo del calor en los diferentes puntos de un sistema no es la misma. En cada punto esa
dirección está dada por la del gradiente del campo de temperaturas ( ∇T ) . El gradiente de un campo escalar es un
campo vectorial, es decir, una función que a cada punto de una región le asigna una magnitud de tipo vectorial.
()
La densidad de corriente calórica J también se define como un campo vectorial: a cada punto del espacio le asigna
un vector en la dirección y sentido del flujo del calor y cuyo módulo es la intensidad de corriente por unidad de área.
La Ley de Fourier establece que: J =−κ ∇T
()
Entonces, debemos analizar cómo se relacionan en general la densidad de corriente calórica J con la intensidad de la
corriente =
dQ a través de una superficie. Veremos que esta relación está dada por una propiedad muy
i Q=
dt
importante de los campos vectoriales denominada flujo.
De esta manera, el flujo de un campo uniforme sobre una superficie plana resulta igual al producto escalar entre el
campo y la superficie orientada.
Luego, en el ejemplo anterior podemos escribir que la intensidad de corriente es: i= Q= J ⋅ S
Obsérvese que al definir el versor normal hay dos formas posibles de elegir su sentido. Si se lo hace como en la figura
anterior, el ángulo entre el versor y la densidad de corriente es θ . Pero si se lo elige en el sentido opuesto, el ángulo es
π − θ y, entonces, cambia el signo del resultado del producto escalar J ⋅ S . Por eso, cuando se calcula el flujo de un
campo vectorial hay que especificar claramente cuál es el sentido del versor normal considerado.
En el caso más general, el campo vectorial, llamémoslo J , no
necesariamente es uniforme y la superficie sobre la que se debe
calcular el flujo no necesariamente es plana. Esto significa que la
dirección y el módulo del campo pueden ser diferentes en los
distintos puntos de la superficie, como también la dirección
perpendicular a la superficie no necesariamente es la mismo en
todos sus puntos. Para calcular el flujo descomponemos a la
superficie en un conjunto infinito de pequeñas porciones cuya área
se puede considerar una magnitud diferencial dS . Cada una de
esas porciones se puede considerar plana y tendrá un único versor
normal n , de manera que para cada una de ellas podemos definir
un diferencial de superficie orientada d S = dS n . Para cada una
de estas porciones el campo tendrá un determinado valor J de
manera que a cada porción le corresponde una cantidad diferencial de flujo: di= J ⋅ d S
El flujo total sobre la superficie se obtiene “sumando” las cantidades diferenciales correspondientes a las infinitas
porciones de la superficie:
i
= ∫ J ⋅dS
S
La integral anterior define la relación general entre la densidad de flujo calórico y la intensidad de corriente calórica a
través de una superficie. Veremos cómo trabajar con esta integral en algunos casos sencillos.
No siempre las coordenadas cartesianas son las más útiles o cómodas para analizar un determinado problema.
La geometría del sistema bajo análisis es uno de los factores que influyen fuertemente en la elección del sistema de
coordenadas a utilizar. Las coordenadas cilíndricas son ampliamente utilizadas en numerosos problemas tanto en la
ciencia como en la ingeniería.
Las figuras siguientes ilustran la relación entre las coordenadas cartesiana y las cilíndricas del vector posición
de un punto del espacio y muestran los versores correspondientes al sistema cilíndrico. (Para más detalles se puede
consultar el apéndice Sistemas de Coordenadas.)
Las coordenadas cilíndricas del vector posición de un punto del espacio, r , como ilustra la figura, son:
• El módulo ρ = ρ de su proyección sobre el plano x − y .
• El ángulo θ que su proyección sobre el plano x − y forma con el semieje x > 0 .
• Su coordenada cartesiana z .
= x ρ cos(θ ) 0 ≤ ρ
Se relacionan con las coordenadas cartesianas en la forma:
= y ρ sen(θ ) 0 ≤ θ ≤ 2π
= z z −∞ ≤ z ≤ ∞
( )
Las coordenadas cilíndricas ( ρ ,θ , z ) tienen asociadas un conjunto de versores: ρ , θ , k , como muestra la figura.
Expresando el vector posición como: r = ρ cos(θ ) iˆ + ρ sen(θ ) ˆj + z kˆ
ρ
=
resulta: (
ρ ρ cos(θ ) iˆ + sen(θ ) ˆj ) ρ
= cos(θ ) iˆ + sen(θ ) ˆj
=
ρ
dρ
Es sencillo verificar que el versor θ se cumplen las siguientes relaciones: θ = − sen(θ ) i + cos(θ ) j
=
dθ
Las coordenadas cilíndricas son especialmente útiles en problemas con simetría cilíndrica. Esto significa que
existe una recta imaginaria, que denominaremos eje de simetría, a lo largo de la cual el problema tiene simetría de
traslación, es decir, todos los planos perpendiculares a ese eje son equivalentes. Pero también hay simetría de revolución
alrededor del eje. Esto significa que si en un plano perpendicular al eje y a cierta distancia de este conocemos las
propiedades del sistema en un punto A , en otro punto de ese plano y a igual distancia del eje las propiedades serán las
que se obtengan a partir de las del punto A , rotadas alrededor del eje en un ángulo apropiado.
En coordenadas cilíndricas, un campo de temperaturas se expresará como una función de las coordenadas ( ρ ,θ , z ) :
T = T ( ρ ,θ , z )
Si el problema tiene simetría cilíndrica y hacemos coincidir al eje de simetría con el eje z , resulta que la temperatura
no dependerá de las coordenadas (θ , z ) , por lo que la temperatura dependerá solamente de la distancia al eje:
T = T (ρ)
Anteriormente definimos como se calcula el gradiente de un campo escalar cuando se lo expresa en coordenadas
cartesianas. También existe una manera de calcular el gradiente de un campo escalar cuando se utilizan coordenadas
cilíndricas. A los fines de este curso solamente nos interesa en caso de problemas con simetría cilíndrica: T = T ( ρ )
dT
Para este caso particular resulta que: ∇T = ρ
dρ
Por lo tanto, el flujo de calor en un punto es en la dirección que pasa por ese punto cortando perpendicularmente al eje
de simetría.
Si hacemos coincidir al eje de simetría cilíndrica con el eje z , todos los planos z = cte son equivalentes. Luego,
podemos suponer que nos restringimos a estudiar el problema en el plano z = 0 (plano x − y ). En este plano se verifican
las relaciones:
r=ρ r r= ρ= ρ
= r =ρ
Teniendo en cuenta esto, es común en problemas con simetría cilíndrica especificar al campo de temperaturas y a su
gradiente en la forma:
dT
T = T (r ) ∇T = r
dr
Consideremos, por ejemplo, un alambre conductor de la electricidad, recto y muy
largo, de radio a que tiene un recubrimiento de un material aislante eléctrico de radios
a y b > a . El alambre conduce corriente eléctrica tal que la temperatura en la cara
interior del recubrimiento es T ( a ) = Ta y en la cara exterior es T ( b=
) Tb < Ta . Si
suponemos simetría cilíndrica con respecto al eje central del alambre, la densidad de
corriente calórica en el recubrimiento es:
dT
J ( r ) =−κ ∇T =−κ r,
dr
donde κ es la conductividad térmica del recubrimiento. Si consideramos dentro del recubrimiento una superficie S
cilíndrica de radio r ( a < r < b ) y longitud L , la intensidad de corriente calórica a través de ella es: =
Q ∫ J ⋅dS
S
Como en cada punto de la superficie cilíndrica la dirección normal coincide con la del versor r , resulta:
dT dT
−κ
J ⋅dS = −κ
r ⋅ dS r = dS
dr dr
dT
Luego Q = −∫ κ dS
S
dr
dT dT dT
Como
dr
solamente depende de r y sobre la superficie S es r = cte : Q =
−κ ∫
dr S
−κ
dS =
dr
2π r L
En una situación estacionaria, esta intensidad de corriente calórica debe ser la misma independientemente del valor del
radio r ( a < r < b ) de la superficie:
dT dr 2π κ L
Q=−κ 2π r L =
cte ⇒ = − dT
dr r Q
r T
dr 2π κ L
Integrando entre el radio a y el radio r (a < r < b) : ∫a r = − T∫ dT
Q a
r 2π κ L ln ( r a )
− (T − Ta )
ln = ⇒ T ( r=
) Ta − Q
a Q 2π κ L
En la expresión anterior nos falta conocer la intensidad de la corriente calórica, Evaluando para el radio b resulta:
ln ( b a ) ln ( b a )
T=
b Ta − Q ⇒ Q= Ta − Tb =∆T
2π κ L 2π κ L
La expresión anterior la podemos escribir en la forma: ∆T =RQ
ln ( b a )
Donde R= es la resistencia térmica de un tramo de longitud L del recubrimiento.
2π κ L
2π κ L
Como la intensidad de corriente calórica se puede expresar como=Q (Ta − Tb )
ln ( b a )
ln ( r a )
la expresión del campo de temperatura en el recubrimiento resulta T (r ) =
Ta − (Ta − Tb )
ln ( b a )
El gradiente de temperatura puede obtenerse derivando la expresión anterior o también mediante la relación
dT dT Q dT T −T 1
Q = −κ 2π r L ⇒ =− ⇒ =− a b
dr dr κ 2π r L dr ln ( b a ) r
Obsérvese que mientras la intensidad de corriente calórica es constante a través del recubrimiento, la densidad de
dT Q κ (T − T ) 1
corriente no lo es: J (r ) =
−κ = =a b
dr 2 π r L ln ( b a ) r
Consideremos ahora un alambre conductor de la electricidad, recto y muy largo, de radio a que tiene un
recubrimiento de un material aislante eléctrico de radios a y b > a y conductividad
térmica κ1 y un segundo recubrimiento de radios b y c > b y conductividad térmica
κ 2 . El alambre conduce corriente eléctrica tal que la temperatura en la cara interior
del primer recubrimiento es T ( a ) = Ta y en la cara exterior del segundo
recubrimiento es T ( c=
) Tc < Ta . Suponiendo simetría cilíndrica con respecto al eje
central del alambre, queremos determinar la intensidad total de corriente calórica para
un tramo de longitud L y la temperatura T ( b ) = Tb en la superficie de contacto entre
los recubrimientos.
Siguiendo un análisis similar al realizado para el alambre con un recubrimiento, obtenemos que para el primer
recubrimiento se cumple:
ln ( b a )
∆T1 = Ta − Tb R1 = ∆T1 =R1 Q
2 π κ1 L
Repitiendo el mismo análisis para el segundo recubrimiento, resultan las relaciones:
ln ( c b )
∆T2 = Tb − Tc R2 = ∆T2 =
R2 Q
2π κ 2 L
La diferencia de temperatura total es:
∆T = Ta − Tc = ∆T1 + ∆T2 = R1 Q + R2 Q ⇒ ∆T = ( R1 + R2 ) Q
Luego, los dos recubrimientos funcionan como resistencias térmicas en serie.
∆T
La intensidad de corriente térmica será: Q=
R1 + R2
Las coordenadas esféricas del vector posición r de un punto del espacio son:
• Su módulo r = r
• El ángulo θ que su dirección forma con el semieje z > 0 .
• El ángulo ϕ que su proyección ρ del vector r sobre el plano x − y forma con el semieje x > 0 .
= x r sen (θ ) cos (ϕ ) 0 ≤ r
=
Se relacionan con las coordenadas cartesianas en la forma: y r sen (θ ) sen (ϕ ) 0 ≤ ϕ ≤ 2π
z r cos (θ )
= 0 ≤ θ ≤ π
( )
Las coordenadas esféricas ( r , θ , ϕ ) tienen asociados un conjunto de versores r , θ , ϕ , como se muestra en la
figura anterior. Expresando el vector posición como:
r = r sen (θ ) cos (ϕ ) iˆ + r sen (θ ) sen (ϕ ) ˆj + r cos (θ ) kˆ
resulta r= sen (θ ) cos (ϕ ) iˆ + sen (θ ) sen (ϕ ) ˆj + cos (θ ) kˆ
r r=
∂r
θˆ = cos (θ ) cos (ϕ ) iˆ + cos (θ ) sen (ϕ ) ˆj − sen (θ ) kˆ
=
∂θ
ρ r sen (θ ) cos (ϕ ) iˆ + r sen (θ ) sen (ϕ ) ˆj , ρ = r sen (θ ) , =ρ ρ=ρ cos (ϕ ) iˆ + sen (ϕ ) ˆj
ϕ =∂ρ ∂ϕ =− sen (ϕ ) iˆ + cos (ϕ ) ˆj
Un sistema tiene simetría esférica cuando existe un punto O , denominado centro de simetría, tal que si
conocemos las propiedades del sistema en un punto A a cierta distancia de O , las propiedades en otro punto a igual
distancia serán las correspondientes a las del punto A rotadas alrededor del O .
T = T (r )
dT
En este tipo de situaciones, el gradiente de temperatura es: ∇T = r
dr
Por lo tanto, su intensidad dependerá solamente de la distancia al centro de simetría y la dirección del flujo calórico en
un punto será en la dirección que une a ese punto con el centro de simetría (dirección radial).
dT
J ( r ) =−κ ∇T =−κ r
dr
Consideremos, por ejemplo, un recinto esférico de radio interior a y radio
exterior b , centrado en el origen de coordenadas. La cara interior se mantiene
a una temperatura Ta y la exterior a una temperatura Tb . Si consideramos una
superficie esférica de radio r (a < r < b) centrada en el origen de
coordenadas, la dirección normal en cada punto coincide con la del versor
radial r , y el diferencial de superficie orientada será: d S = dS r
Q
La intensidad de la corriente calórica sobre esa superficie es: = ∫ J ⋅dS
S
dT dT
Como −κ
J ⋅dS = −κ
r ⋅ dS r = dS
dr dr
dT
reaulta Q = −∫ κ dS
S
dr
dT dT dT
Como
dr
solamente depende de r y sobre la superficie S es r = cte : Q =
−κ ∫
dr S
−κ
dS =
dr
4π r 2
En una situación estacionaria, esta intensidad de corriente calórica debe ser la misma independientemente del valor del
radio r ( a < r < b ) de la superficie:
dT κ dr
−κ 4π r 2 =
Q=cte ⇒ −4 π dT =
dr
Q r2
T r
κ dr
Integrando entre el radio a y el radio r (a < r < b) : −4 π ∫ ∫
dT = ⇒
Q Ta a
r2
κ 1 1 κ 1 1 1 1 1
−4 π (T − Ta ) =
− − ⇒ 4π (Ta − T ) = − ⇒ T=
a −T − Q
Q r a
Q a r 4π κ a r
1 1 1 1 b−a
Ta=
− Tb − Q ⇒ ∆T = Q ⇒ ∆T =RQ
4π κ a b 4π κ b a
1 b−a
siendo R = la resistencia térmica de la pared esférica.
4π κ b a
6.5 Convección
La convección se denomina
forzada cuando el movimiento del fluido está determinado principalmente por la
acción de algún agente externo.
La convención se denomina
natural cuando el movimiento del
fluido es producido por las diferencias
en la densidad provocadas por las
diferencias de temperatura. De esta
manera, las porciones más calientes y
menos densas tienden a subir y las más
frías y densas tiende a descender.
El estudio de la convección es algo complicado ya que involucra la dinámica de fluidos. Nos limitaremos solamente
a un modelo sencillo que permite hacer, por lo menos, unas primeras estimaciones.
Si una superficie sólida de área A y temperatura TS intercambia calor con un fluido cuya temperatura promedio
es TF , la intensidad de corriente calórica en el fluido y la superficie se puede estimar en forma:
Q h A ∆T
=
El coeficiente de trasferencia convectiva depende, entre varios factores, de la conductividad térmica del fluido y de la
geometría del problema. Nos limitaremos simplemente a utilizar valores típicos para situaciones sencillas.
W
Ejemplo VII: Una cabaña tiene una pared de 6 m 2 formada por dos placas de madera de pino κ p = 0,10 de
m⋅K
W
2cm de espesor cada una, separadas por una capa de fibra de vidrio κ v = 0,038 de 5cm de espesor. El
m⋅K
ambiente interior se mantiene a una temperatura media de 20°C y la temperatura media en el exterior es 2°C . Los
W W
coeficientes de transferencia de la pared con el interior y el exterior son 3 2
y 6 2 . Estimar:
mK mK
a) La intensidad de la corriente calórica y su densidad.
b) La temperatura en la cara interior de la pared.
c) La temperatura en la cara exterior de la pared.
d) La temperatura de las caras de la placa de vidrio.
Un cuerpo a una dada temperatura, además de emitir la radiación térmica que genera, absorbe y refleja radiación
térmica proveniente de su entorno. Se denomina cuerpo negro a un sistema ideal que absorbe toda la energía térmica
que incide sobre él. Entonces, la energía que el cuerpo negro emite es solamente la que genera.
La potencia por unidad de área, J , emitida por un cuerpo negro a la temperatura absoluta T está dada por la ley de
Stefan-Boltzmann: J =σ T4
W
σ 5,67 ⋅10−8
donde = se denomina constante de Stefan-Boltzmann.
m2K 4
En la práctica, un cuerpo solamente absorbe una fracción 0 < α < 1 de la radiación incidente. De la misma manera,
solamente genera una fracción 0 < ε < 1 de la radiación que generaría un cuerpo negro. El coeficiente ε se denomina
emisividad. Un modelo idealizado que permite buenas estimaciones en distintas situaciones prácticas es el denominado
cuerpo gris. Se denomina cuerpo gris a un sistema para el cual los coeficientes α y ε son independientes de la
temperatura y de las características de la radiación incidente o emitida. También es posible demostrar que α = ε .
Determinar la intensidad de corriente calórica neta sobre un cuerpo es algo complicado. Pero para algunas
situaciones pueden aproximar de la manera siguiente: Si un cuerpo gris de área A , emisividad ε y temperatura T está
rodeado de un ambiente de gran área y que se aproxima a un cuerpo negro a la temperatura Ta , la intensidad de corriente
calórica sobre el cuerpo se puede estimar como: =Q ε Aσ (T 4 − Ta4 )
Ejemplo VIII: Un dispositivo para un experimento a realizar en el espacio exterior, un dispositivo electrónico que
disipa 300 mW está contenido en una capsula de aluminio aproximadamente esférica de diámetro 2cm . La capsula
se encuentra dentro de un gran recinto no hermético y que por lo tanto se encuentra al vacío, de manera que la capsula
solamente puede intercambiar calor mediante radiación térmica con las paredes del recinto, que se consideran como
un cuerpo negro a 30°C . Calcular la temperatura de la capsula si esta es:
a) De aluminio brillante ( ε = 0,035 ) .
b) De aluminio anodizado negro ( ε = 0,8 ) .
Se tiene un problema transitorio o de estado no estacionario cuando la temperatura en algún punto del sistema
en estudio varía con el tiempo. Eventualmente, el sistema puede alcanzar un estado en el cual, aunque se mantengan
flujos de calor, la temperatura en cada punto se mantiene constante. Estos son los llamados estados estacionarios.
Los problemas de estado no estacionario o transitorio son comunes en las prácticas de la ingeniería, y es posible
que sea necesario predecir la evolución temporal de la temperatura de un sistema que interviene en un proceso de
transferencia de calor. Si podemos suponer que la temperatura del sistema se mantiene distribuida de manera uniforme,
su estudio supone una aplicación relativamente simple del principio de conservación de la energía, como se verá a
continuación.
Esta ley establece que la rapidez de variación de la temperatura de un cuerpo es directamente proporcional a la
diferencia de temperatura con el medio circundante o ambiente (TA ) , o sea:
dT
−k (T − TA )
= (6.7.1)
dt
donde k es una constante positiva que depende del cuerpo y del medio ambiente.
Si bien esta ley no es aplicable en cualquier situación, en algunos casos nos brinda de manera sencilla una idea
suficientemente aproximada sobre cómo varía en el tiempo la temperatura del sistema. Obsérvese que, aunque suele
llamarse ley de enfriamiento, podría ser aplicable al caso en el cual el cuerpo se calienta. En lo que sigue, trataremos de
mostrar en qué casos la ley es aplicable.
Si la temperatura de un sistema sujeto a una respuesta térmica transitoria es casi uniforme, podemos ignorar las
pequeñas diferencias de temperatura dentro del sistema. Las variaciones de energía del sistema pueden expresarse
entonces en función de las variaciones de temperatura media. Esta aproximación se conoce como modelo de la
capacidad térmica global. El sistema podría ser un componente sólido pequeño de alta conductividad térmica que cede
lentamente calor al entorno a través de una resistencia térmica elevada. La suposición de que la temperatura es uniforme
se justifica, puesto que la resistencia térmica a la conducción dentro del sólido es pequeña comparada con la resistencia
externa. Alternativamente, el sistema podría ser un líquido bien agitado dentro de un tanque aislado que cede calor al
ambiente, en cuyo caso la casi uniformidad de la temperatura se debe a la mezcla del líquido por el agitador. En
cualquiera de los dos casos, una vez supuesta la uniformidad de la temperatura no necesitamos conocer los detalles de
la transferencia de calor dentro del sistema.
El proceso de transferencia de calor que nos interesa aquí es más bien la interacción del sistema con su entorno,
que puede llevarse a cabo, ya sea por conducción, radiación o convección, o por una combinación de estos procesos.
Supongamos el caso de un cuerpo, como los mencionados anteriormente, que se encuentra en equilibrio térmico
con su ambiente a la temperatura T0 y, repentinamente, se lo pone en contacto con un nuevo ambiente a la temperatura
TA . Si es válido el modelo de la capacidad térmica global, el calor intercambiado, para una variación infinitesimal de la
temperatura será: δ q = m c (T ) dT .
Supongamos que se puede despreciar el flujo de calor por radiación y que el intercambio de calor se produce
por conducción o por convección, pero no por una combinación de ambos mecanismos. Recordemos también que
suponemos que el ambiente mantiene su temperatura, es decir, que se comporta como una fuente térmica ideal. Con
estas suposiciones, se puede escribir que, si el intercambio de calor δ q se produce en un intervalo de tiempo dt ,
=
resulta: δ q h A(TA − T ) dt , donde h > 0 es el coeficiente de transferencia, por conducción o por convección, según
corresponda, y A es el área a través de la cual se produce el intercambio de calor.
dT hA
Teniendo en cuenta las dos expresiones para δ q , nos queda: =
− (T − TA ) .
dt m c (T )
Si en el rango de temperaturas de interés el calor específico se puede considerar constante, la expresión anterior se
hA
reduce a la ley de Newton, siendo k ≡ > 0.
mc
Si bien la ecuación ( 6.7.1) es una forma muy común de escribir la ley de Newton, conviene notar que la unidad
de medida de la constante k es la recíproca de la unidad empleada para el tiempo. En otras palabras, si definimos la
1
constante τ≡ , su unidad de medida será igual a la unidad de tiempo. Esta constante se denomina tiempo
k
característico o constante de tiempo, y se verá que nos dice qué tan rápido o qué tan lento será el proceso de variación
de la temperatura. Utilizando la constante de tiempo, la ley de Newton queda:
dT T − TA
= − ( 6.7.3.a )
dt τ
Consideremos el caso particular de un cuerpo a la temperatura T0 , que se pone en contacto con un ambiente a la
temperatura TA < T0 . Para conocer cómo variará la temperatura en función del tiempo, hay que resolver la ecuación
diferencial ( 6.7.3.a ) . Una forma de hacerlo es definiendo la temperatura del cuerpo relativa al ambiente en la forma:
TR= T − TA .
d TR T
En estas condiciones, la ecuación ( 6.7.3) se puede escribir en la forma: = − R,
dt τ
que puede resolver por integración:
d TR dt TR d TR t dt T t
TR
=
−
τ
⇒ ∫TR 0 TR
−∫
=
0 τ
⇒ ln R =
TR 0
− ,
τ
de donde, TR ( t ) = TR 0 e − t τ ( 6.7.3.b )
siendo TR=
0 T0 − TA , es decir, la diferencia de temperatura inicial entre el cuerpo y el ambiente.
La ecuación ( 6.7.3.b ) muestra que esta diferencia entre la temperatura del cuerpo y la del ambiente se reduce de manera
exponencial, con una constante de tiempo igual a τ . Obsérvese que, cuanto más pequeño sea el valor de la constante
de tiempo, la exponencial de la ecuación ( 6.7.3.b ) tiende a cero más rápidamente con el tiempo, por lo que la diferencia
de temperatura entre el cuerpo y el ambiente se reduce más rápidamente.
El tiempo de respuesta de un instrumento es muchas veces ignorado por ser mucho menor que los tiempos
característicos de evolución del sistema en estudio. Sin embargo, en muchos casos la suposición anterior puede no ser
correcta.
Ya se trate del tradicional termómetro de mercurio o de un sensor de temperatura para adquisición electrónica
de datos, el tiempo de respuesta es una característica importante para tener en cuenta y, además, al contrario que para
otros instrumentos, depende fuertemente del sistema que está siendo medido, a través de los coeficientes de transferencia
de calor.
Los sensores de estado sólido son elementos resistivos recubiertos comúnmente con una cápsula plástica.
Cuando se los enfría o calienta, generalmente se observan dos regímenes. En los primeros segundos se observa una
rápida variación de la temperatura, que corresponde al enfriamiento o calentamiento del sensor propiamente dicho. El
sensor detecta este rápido cambio de temperatura al que está sometido a través de la conducción de calor por medio de
sus alambres metálicos de conexión. Luego, el sensor se pone a la temperatura de la cápsula plástica que, por tener una
relativamente baja conductividad térmica, demora el proceso de termalización. Esencialmente, el material plástico de la
cápsula define el tiempo de respuesta de estos sensores. Para tener en cuenta estos dos regímenes de enfriamiento o
calentamiento de estos sensores, la evolución de la temperatura en el tiempo puede expresarse como una combinación
de dos soluciones de la ecuación (6.7.1), usando dos tiempos característicos: un tiempo de relajación “corto”, τ C ,
asociado a los alambres, y un tiempo “largo”, τ L , asociado al plástico:
T ( t ) = A e−t τ C + B e−t τ L + C
Si estudiamos la evolución temporal de la temperatura de un sistema cuyo tiempo característico es mucho mayor
que el del sensor, τ τ L , podemos suponer que, en cada instante, la indicación del sensor corresponde a la temperatura
del sistema. Si la condición anterior no se cumple, la indicación del sensor estará retrasada: la indicación actual del
sensor corresponderá a la temperatura que el sistema tenía un cierto ∆t atrás.
Recordaremos, primero, algunas propiedades del trabajo mecánico realizado por una fuerza sobre un
cuerpo puntual. El cuerpo puntual es el sistema en estudio y calculamos el trabajo realizado sobre el sistema
por un agente externo.
• Si la partícula se mueve en línea recta y la fuerza aplicada es constante ( F = cte : Significa que es constante
en módulo, dirección y sentido) y tiene la misma dirección y sentido que el movimiento de la partícula, para
un desplazamiento ∆ r , el trabajo realizado sobre la partícula es: W
= F ∆ r . En este caso resulta W > 0
lo que significa que la partícula recibe una cantidad de energía igual a W .
Figura 7
• Si la partícula se mueve en línea recta y la fuerza aplicada es constante y en una dirección que no necesa-
riamente es la del movimiento de la partícula, para un desplazamiento ∆ r , el trabajo realizado sobre la
partícula es: W = F ∆ r = F ∆ r cos (α ) . Si α = 0 , estamos en el caso anterior. Si 90° < α ≤ 180° , es
W < 0 , lo que significa que la partícula cede una cantidad de energía igual a W .
Figura 8
• Si la partícula se nueve desde un punto a hasta otro b siguiendo un camino C , no necesariamente recto,
o si la fuerza no se mantiene constante, para calcular el trabajo de la fuerza debemos proceder de la siguiente
manera. Descomponemos la trayectoria de la partícula
en una sucesión de tramos de longitud suficientemente
pequeña como para considerarlos cantidades diferencia-
les: dl . Uno de esos tramos se ilustra en la figura, exa-
gerando su tamaño. En este tramo, la dirección del mo-
vimiento está dada por la recta tangente a la trayectoria,
y se la puede especificar mediante el versor tangente τ .
Entonces, en el tramo considerado, el desplazamiento di-
ferencial de la partícula es d= = dl τ y la fuerza F
r dl Figura 9
aplicada realiza un trabajo diferencial dW = F d r . El
trabajo total a lo largo del camino C es la suma de los trabajos en cada tramo:
W (a → b) =
∫ F d r (7.1.1)
C
Un caso particular muy importante es cuando la fuerza aplicada deriva de un potencial. Esto significa
=
que existe una función escalar U U= ()
r U ( x, y, z ) , generalmente denominada energía potencial, tal que:
∂U ∂U ∂U
F = −∇U = − i+ j+ k (7.1.2)
∂x ∂y ∂z
Como
d r = dx i + dy j + dz k (7.1.3)
resulta
∂U ∂U ∂U
dW ==
F d r − dx + dy + dz =
−dU (7.1.4)
∂x ∂y ∂z
Entonces
b
W (a → b) =
∫ F d r =
− − U ( b ) − U ( a )
∫ dU = (7.1.5)
C a
El trabajo depende solamente del valor de la energía potencial al principio y al final del camino pero no depende
de la forma del camino. Si el camino es cerrado: a ≡ b ⇒ U (a) =
U ( b ) y el trabajo resulta nulo. Esto lo
simbolizamos en la forma: ∫ F d r = 0 (7.1.6)
Las propiedades (6.1.2), (6.1.5) y (6.1.6) son equivalentes y las fuerzas que las verifican se denominan
conservativas.
Consideremos, por ejemplo, una muestra de gas contenida en un recipiente cilíndrico de sección trans-
versal S , como se indica en la Figura 10. El recipiente tiene una tapa móvil o émbolo ubicada inicialmente a
una distancia x0 con respecto a un fondo fijo.
Al expandirse, el gas realiza sobre su entorno un trabajo que, en este ejemplo, está dado por el trabajo
de la fuerza que aplica sobre el émbolo.
dW dx p ( x ) S dx
= F= (7.2.1)
El trabajo total será:
xF xF
=W F dx ∫ p ( x ) S dx
∫= (7.2.2)
x0 x0
Conviene escribir las expresiones anteriores en función del volumen, ya que de esa manera tendrán
validez general, más allá del ejemplo discutido.
dW = p dV (7.2.1)
VF
W= ∫ p (V , T ) dV
V0
(7.2.2)
En la última expresión enfatizamos que la presión del sistema dependerá de otras variables de estado como el
volumen o la temperatura.
Obsérvese que al contrario de lo que normalmente se hace en la Mecánica, hemos considerado un sis-
tema y calculado el trabajo que el sistema realiza sobre el exterior.
Así, si el sistema se expande, VF > V0 ⇒ W > 0 , lo que significa que el sistema entrega energía al
entorno, y por lo tanto pierde, una cantidad de energía W > 0 .
Si el sistema se comprime, VF < V0 ⇒ W < 0 , lo que significa que el sistema recibe del entorno
una cantidad de energía W > 0 .
Muchas veces resulta útil representar gráficamente la presión del sistema cerrado en función del volu-
men, como se muestra en la Figura 11.
Figura 11: Interpretación gráfica del tra- Si el sistema se comprime desde VB hasta VA , el trabajo reali-
bajo de volumen.
−W <0.
zado por el sistema es negativo: W =
Cuando un sistema pasa de un estado de equilibrio inicial a otro final, el trabajo de volumen realizado
por el sistema depende de la transformación seguida entre los mencionados estados inicial y final.
WA →B ( 2 ) ≠ WA →B (1)
Más adelante vamos a justificar que los calores intercambiados por el sistema con el entorno para las
transformaciones 1 y 2 de la figura anterior también son diferentes: QA →B ( 2 ) ≠ QA →B (1)
Cuando un sistema pasa de un estado de equilibrio inicial a otro final, el calor que intercambia con el
entorno depende de la transformación seguida entre los mencionados estados inicial y final
Una transformación se puede descomponer en distintas etapas parciales. El trabajo en una transforma-
ción es igual a la suma de los trabajos realizados en cada una de las etapas parciales. Por ejemplo, consideremos
la transformación de la Figura 13, que lleva al sistema desde el estado A hasta el estado C .
WA →C = ∫ p (V , T ) dV
VA
VB VC
=WA →C ∫ p (V , T ) dV + ∫ p (V , T ) dV
VA VB
Figura 13
W=
A →C WA →B + WB→C
Consideremos como sistema termodinámico una muestra gaseosa. Suponemos que el sistema es ce-
rrado, por lo que la cantidad de sustancia es constante ( n = cte ) , y que las condiciones de presión y de tempe-
ratura son tales que es válida la aproximación de gas ideal. Las variables termodinámicas básicas para describir
los estados de equilibrio del sistema son: la presión ( p ) , el volumen (V ) y la temperatura absoluta o termodi-
námica (T ) . Dada la ecuación de estado del sistema, pV = nRT , conociendo dos de las tres variables anterio-
res queda determinado el estado de equilibrio del sistema.
Si: ∆V = VB − VA y ∆T = TB − TA ⇒ p ∆V = nR ∆T
VB VB
Figura 15 WA →B = WAB = ∫ p (V ) dV
VA
= p ∫ dV = p ∆V = nR ∆T > 0
VA
TB TB
donde se ha supuesto que el rango de temperaturas es tal que se puede considerar constante al calor molar.
Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto (compresión), valen las ecua-
ciones anteriores intercambiando las variables termodinámicas de los estados A y B . Es fácil verificar que
resulta:
−WAB < 0
WBA = −QAB < 0
QBA =
Si: ∆p = pB − pA y ∆T = TB − TA ⇒ V ∆p = nR ∆T
V
WAB
El trabajo realizado por el sistema es:= ∫=
V
p dV 0
QAB= ∫ n c (T ) dT ≅ n c ∫ dT=
TA
V V
TA
n cV ∆T > 0
donde se ha supuesto que el rango de temperaturas es tal que el calor molar se puede considerar constante.
Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto, valen las ecuaciones anteriores
intercambiando las variables termodinámicas de los estados A y B . Es fácil verificar que resulta:
WBA = 0
−WAB = −QAB < 0
QBA =
VB V
B
dV V
=WAB ∫V p
= (V ) dV nRT
= ∫V V nRT ln VAB > 0
A A
Figura 17
=
También: AVA ln (VB VA )
WAB p= pBVB ln (VB VA )
Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto (compresión), valen las ecua-
ciones anteriores intercambiando las variables termodinámicas de los estados A y B . Es fácil verificar que
resulta: WBA = −WAB < 0 QBA = −QAB < 0
VB
pBVB − pAVA T −T
Dejamos al lector verificar que: =WAB p (V ) dV
∫= = nR B A > 0
VA
1− γ 1− γ
Al analizar estos experimentos conviene suponer que la superficie de las paletas es el límite del sistema.
Así el cambio del estado ocurre debido al movimiento del contorno. Joule también realizó experimentos con
mercurio en lugar de agua, y con discos de hierro que se frotaban entre sí dentro del líquido, en vez de agitarlo
mediante las paletas. También llevo a cabo otros experimentos en los que el aumento de temperatura se obtenía
de resultas de un trabajo eléctrico. Gracias a sus experimentos Joule encontró que la realización de una deter-
minada cantidad de trabajo adiabático producía siempre la misma variación del estado del sistema, sin que
importara el dispositivo usado para producir el trabajo, ni cual fuera la naturaleza del sistema. Si ahora supone-
mos que lo mismo vale para cualquier sistema termodinámico y bajo cualquier condición, podemos definir la
energía de un sistema termodinámico y formular el Primer Principio.
Los experimentos de Joule indican que tiene sentido hablar de la diferencia de energía entre dos estados
de un sistema y que esta diferencia se puede medir por medio de la cantidad de trabajo que realiza el ambiente
mientras el sistema pasa de un estado a otro en condiciones adiabáticas.
Puesto que en la experiencia de Joule las pesas descienden lentamente a velocidad constante, el trabajo
de la gravedad (trabajo realizado por el ambiente) no produce un aumento de la energía cinética de las pesas
sino que se transmite mediante el sistema de cuerdas poleas y paletas, provocando la agitación del agua y, en
definitiva, produciendo el cambio del estado de equilibrio termodinámico del sistema. A este cambio lo rela-
cionamos con una variación de la energía del sistema, que medimos por medio de la cantidad de trabajo que
realizó el ambiente.
La energía del sistema de simbolizamos con U y la denominamos energía interna, ya que no tiene en
cuenta las posibles energías cinéticas y potenciales debidas al movimiento del sistema como un todo.
La energía que perdió el ambiente la ganó el sistema, que en consecuencia cambio su estado. Si h es
la altura que descendieron las pesas de masa m y g es el módulo de la aceleración gravitatoria, el intercambio
de trabajo adiabático entre el sistema y el ambiente es, en valor absoluto, WAdi = mg h . Escribimos que:
UF −UI =
−WAdi (9.2.1)
U I es la energía interna asociada al estado de equilibrio inicial del sistema y U F la asociada con el estado final.
WAdi es el intercambio de trabajo adiabático entre el sistema y el ambiente medido con la siguiente convención
de signos:
El trabajo es positivo cuando representa una cantidad de energía que el sistema transfiere al ambiente. Es
negativo si es una cantidad de energía que el ambiente transfiere al sistema.
La experiencia indica que todo par de estados de un sistema termodinámico se puede conectar mediante
la realización de trabajo adiabático (eligiendo convenientemente cual de los dos es el estado inicial), y por lo
tanto suponemos que esto ocurre en general. La definición de energía interna se basa entonces en las dos gene-
ralizaciones siguientes:
Nos gustaría creer que la magnitud U definida por la ecuación (9.2.1) depende sólo del estado del
sistema y no del proceso mediante el cual se llegó a ese estado, porque hay muchas maneras de producir el
mismo cambio de estado, además de las transformaciones adiabáticas. Consideremos el sistema usado en el
experimento de Joule (que llamaremos sistema A). Podemos obtener la misma variación de temperatura po-
niendo A en contacto térmico (removiendo el límite adiabático) con un segundo sistema B, de una temperatura
mayor. En esta transformación no se intercambia trabajo del ambiente, pero en cambio hay una variación del
estado de B.
Podemos postular que la variación de energía interna de A es la misma que ocurrió en la transformación
adiabática, pero que ahora la diferencia proviene de una transferencia de energía de B a A, que se produjo
mientras los dos sistemas estuvieron en contacto térmico. Sin embargo, este postulado necesita una verificación
experimental: hace falta mostrar que la cantidad exacta de energía involucrada en el cambio del estado inicial
al estado final de A, ha efectivamente provenido de B. Esto se puede comprobar rodeando B con una envoltura
adiabática y realizando la experiencia de Joule sobre B hasta devolverlo a su estado inicial. Si el postulado es
correcto, el trabajo que aporta el ambiente al devolver B a su estado inicial será igual al que se aportó cuando
llevamos A del estado inicial al estado final en forma adiabática.
Puesto que los experimentos confirman que así ocurre, el postulado queda justificado. La energía trans-
ferida de B a A durante el contacto térmico se llama calor, y se indica con el símbolo Q . En general, podemos
cambiar el estado del sistema realizando sucesivamente procesos adiabáticos y diatérmicos, y realizando trabajo
exterior mientras el sistema esta en contacto térmico con otro sistema. En tales casos podemos generalizar la
noción de calor y escribir:
∆U = U F − U I = Q − W (9.2.2.a)
donde W es el trabajo intercambiado con el ambiente y la diferencia de energía ∆U se debe determinar por
separado mediante un experimento adiabático, de acuerdo con la ecuación (9.2.1).
Se puede mostrar que esta definición de calor tiene todas las características de las antiguas ideas intuitivas
acerca del calor que se obtuvieron de los experimentos calorimétricos, a saber:
En base a los experimentos de Joule y los experimentos diatérmicos que comentamos recién, podemos
formular el Primer Principio de La Termodinámica en la forma siguiente:
• Para todo sistema termodinámico existe una magnitud U , llamada energía interna, que es función sólo
del estado del sistema y no de los procesos mediante los cuales se obtuvo ese estado.
• La diferencia de energía interna entre dos estados se mide por el trabajo adiabático necesario para llevar
al sistema de uno de los estados al otro.
• Para procesos no adiabáticos, la diferencia entre el trabajo que se realiza y la variación de energía interna
es, por definición, calor.
La notación ∆U = U F − U I implica afirmar que U es una función de estado. Usaremos esta notación
únicamente para funciones de estado y no para magnitudes como Q y W que dependen del proceso mediante
el cual se obtuvo el estado. Que el trabajo intercambiado por el sistema cuando pasa de un estado inicial a otro
final depende del proceso ya lo discutimos al tratar el trabajo de volumen. En ese momento adelantamos que lo
mismo ocurría con el calor. Eso lo podemos fundamentar, ahora, en virtud del Primer Principio.
Consideremos por ejemplo un sistema gaseoso cuyo intercambio de trabajo con el ambiente está dado
solamente por el trabajo de volumen. Consideremos dos estados de equili-
brio, I y F, y dos transformaciones reversibles que los conectan. Al estado I
le corresponde un valor de energía interna U I que no depende de la forma en
que el sistema llegó a ese estado. Lo misma vale para la energía interna U F
correspondiente al estado F. Por lo tanto, la diferencia de energía
∆U = U F − U I , no depende si el sistema pasó de I a F siguiendo la transfor-
mación 1, la 2 o cualquier otra. Por lo tanto, podemos escribir que:
Figura 21
⇒ QIF (1) − QIF ( 2 ) =WIF (1) − WIF ( 2 )
Si consideramos dos estados de equilibrio infinitamente próximos, es decir, que las variables de estado
difieren a lo sumo en una cantidad infinitesimal, entre esos estados la ecuación (9.2.2.a) adopta la forma dife-
rencial:
= δ Q − δW
dU (9.2.2.b)
En estas ecuaciones usamos la notación dU para indicar que se trata de una cantidad infinitesimal que,
además, es el diferencial de una función de estado. En cambio, usamos la notación δ Q o δ W para indicar que
son cantidades infinitesimales pero no el diferencial de una función de estado.
Consideremos un sistema para el cual el intercambio de trabajo con el ambiente está dado por el trabajo
de volumen como, por ejemplo, una muestra de gas. Para dos estados infinitamente próximos:
δ W = p dV
Usamos la notación dU )V o δ Q )V para indicar que esas magnitudes están calculadas para un proceso a vo-
lumen constante. Entonces:
1 δQ 1 dU
=cV = (9.2.3)
n dT V n dT V
Para un sistema gaseoso (químicamente puro) cerrado ( n = cte ) , el estado de equilibrio termodiná-
Si tomamos como variables a V y T , que la energía interna sea una función de estado significa que se
podrá describir como una función de esas dos variables de estado: U = U (V , T ) .
∂U ∂U
Entonces, para dos estados infinitamente próximos: =dU dV + dT
∂V T ∂T V
∂U
Usando (9.2.3) =dU dV + ncV dT (9.2.4)
∂V T
Pero también es posible usar como variables de estado a U y V y, entonces, podemos escribir a la tempera-
∂T ∂U
tura como función de esas variables: T = T (U , V ) . Entonces:=dT dU + dV
∂U V ∂V U
∂T ∂U ∂T
Remplazando esta expresión en (9.2.4) se obtiene que: 1 − ncV dU = + ncV dV
∂U V ∂V T ∂V U
La ecuación anterior se debe cumplir para dos estados cualesquiera infinitamente próximos. En particular,
para dos estados con igual energía interna pero diferente volumen resulta
∂U ∂T ∂U ∂T ∂U ∂T
0=
+ ncV dV ⇒ + ncV =0 ⇒ = −ncV (9.2.5)
∂V T ∂V U ∂V T ∂V U ∂V T ∂V U
Los primeros intentos para determinar la dependencia de la energía interna de un gas con su volumen
fueron hechos por Gay-Lussac y posteriormente por Joule a mediados del S. XVIII. El esquema del dispositivo
empleado se muestra en la Figura 22.
El recipiente A, que contiene el gas a investigar en
condiciones en que vale la aproximación de gas ideal, se
conecta a un recipiente B, en el que se ha hecho vacío, por
medio de un tubo que lleva una llave inicialmente cerrada.
Los recipientes se sumergen en un baño de agua de manera
que el cambio en la temperatura del gas se pueda detectar
a través de la temperatura del agua. El conjunto se encierra
dentro de un límite adiabático. Se deja que el sistema al-
cance el equilibrio térmico a una temperatura T . Luego
se abre la llave de modo que el gas realiza una expansión
Figura 22: Esquema del dispositivo para el experimento libre al espacio vacío. Para esta transformación, que es
de expansión libre de Joule. irreversible, resulta W = 0 , ya que el gas no tiene con
quien intercambiar trabajo. El sistema termina en un
nuevo estado de equilibrio y se mide nuevamente la temperatura.
En todos los experimentos no se detecta cambio apreciable en la temperatura del baño líquido.
Por lo tanto, se acepta que no hay intercambio de calor con el gas, Q = 0 , y que la temperatura del
mismo se mantuvo constante. Como no hay trabajo ni flujo de calor, durante la expansión libre no cambió la
energía interna del gas ideal.
∂T ∂U
Entonces, para el gas ideal, aceptamos que: = 0 ⇒ = 0 , lo que significa que la
∂V U ∂V T
energía interna de una dada cantidad de gas ideal depende solamente de la temperatura: U = U (T )
Si consideramos dos estados de equilibrio cualesquiera para un gas ideal, a las temperaturas TI y TF , la
TF
es decir que resulta igual al calor que intercambia al gas entre esas temperaturas en un proceso a volumen
constante. Dentro del rango de temperaturas donde cV ≅ cte , podemos escribir: ∆U = U F − U I = ncV ∆T
Figura 23
Figura 24
Luego: U F − U I = U F − U B = QBF − WBF = QBF = ∫ nc
TI
V dT
Consideremos para un gas ideal dos estados de equilibrio, I y F, que se corresponden con el mismo valor
de presión, como se muestra en la Figura 25.
∆U = U F − U I = QIF − WIF = ∫ nc
TI
p dT − p ∆V
Figura 25 TF
∆U
= ∫ nc
TI
p dT − nR ∆T
Pero podemos considerar la transformación compuesta por una etapa isotérmica hasta el estado I´, se-
guida de una etapa isocórica hasta el estado F. Como ya se discutió, U I = U I′ y
TF
∆U = U F − U I = U F − U I′ = QI′F = ∫ nc
TI
V dT
TF TF TF
Si consideramos que trabajamos en el rango de temperaturas en que los calores molares son aproxima-
damente constantes, de la relación anterior resulta: (c p − cV )∆T = R ∆T ⇒ c p − cV = R
Pero para no limitarnos a esa situación, podemos considerar que los estados I, I´ y F están infinita-
mente próximos y, entonces:
⇒ c p − cV =
R
Consideremos dos estados de equilibrio infinitamente próximos, pertenecientes una adiabática reversi-
ble. El diferencial de energía interna es:
δ Q − δW =
dU = −δ W =
− pdV
ncV dT =
− pdV ⇒ nRcV dT =
− pRdV
Entonces: nRcV dT =
− pRdV ⇒ cV ( pdV + Vdp ) =
− pRdV ⇒ ( cV + R ) pdV =
−cV Vdp
⇒ c p pdV =
−cV Vdp
dV dp
γ = −
V p
Integrando entre un estado cuya presión y volumen son ( p0 , V0 ) y otro de presión y volumen ( p, V ) pertene-
cientes a la misma adiabática, resulta:
V p
dV dp p
∫V γ V =−∫
p0
p
− ln
=
p0
0
V p0 V γ p0
γ ln = ln ⇒ γ
= ⇒ pV γ = p0 V0γ
V
0 p V0 p
Como toda transformación, los ciclos pueden ser reversibles o irreversibles. Un proceso reversible es,
obviamente, una idealización, y en la práctica a lo sumo se lo podrá aproximar. En este capítulo vamos a usar
este concepto solamente para aprovechar que cuando se invierte un ciclo reversible, las magnitudes calor y
trabajo correspondientes al ciclo cambian de signo.
Ya sea por razones históricas o por comodidad de lenguaje, llamaremos motor o máquina a un disposi-
tivo que opera haciendo que un sistema termodinámico realice un ciclo. En el presente contexto, el “motor” es
arbitrario y no se lo debe pensar, necesariamente, como una colección de piezas, con vapor saliendo por los
costados, etc. Como la máquina, por lo general, hace que el sistema termodinámico repita continuamente el
mismo ciclo, será suficiente conocer los valores de ciertas magnitudes físicas para un ciclo.
Qciclo y Wciclo son los intercambios netos de calor y trabajo del sistema termodinámico con su entorno.
• Si Qciclo > 0 resulta Wciclo > 0 . El sistema absorbe calor y realiza trabajo. Decimos que se trata de un
ciclo térmico o ciclo motor. A la máquina que opera siguiendo un ciclo térmico la llamaremos máquina
térmica. Su objetivo es entregar trabajo a partir de un suministro de calor.
• Si Qciclo < 0 resulta Wciclo < 0 . El sistema cede calor y recibe trabajo. Decimos que se trata de un ciclo
frigorífico. A la máquina que opera según un ciclo frigorífico la llamaremos máquina frigorífica,
cuando el objetivo sea refrigerar un recinto a partir de un suministro de trabajo, o la llamaremos bomba
de calor, cuando el objetivo sea calefaccionar un recinto a partir de un suministro de trabajo.
El objetivo de la máquina térmica es la obtención en cada ciclo de una cantidad de trabajo Wciclo > 0 .
Para ello, el sistema termodinámico debe absorber una cantidad neta de calor Q= ciclo Wciclo > 0 . La experiencia
muestra que esta cantidad neta de calor es siempre el resultado de dos contribuciones. En ciertas etapas del ciclo
el sistema absorbe calor totalizando la cantidad QABS > 0 . En otras etapas, el sistema cede calor totalizando la
cantidad QCED < 0 . El flujo neto es:
Qciclo = Wciclo = QABS + QCED = QABS − QCED > 0
El rendimiento del ciclo térmico mide la relación entre el beneficio obtenido, Wciclo , y el costo necesario
para obtener el beneficio, QABS .
Wciclo QABS + QCED Q Q
R= = = 1 − CED < 1
1 + CED =
QABS QABS QABS QABS
Más adelante justificaremos que siempre es R < 1 , es decir, que siempre es QCED ≠ 0 .
Q=
ciclo Wciclo < 0 . Es necesario que una parte del entorno del sistema termodinámico que realiza el ciclo reciba
el calor que el sistema cede: QCED < 0 .
El flujo neto de calor es: Qciclo = Wciclo = QABS + QCED = QABS − QCED < 0
La eficiencia de la máquina frigorífica mide la relación entre el beneficio, QABS > 0 , y el costo, Wciclo > 0 .
QABS QABS 1
=ε = =
Wciclo QCED − QABS QCED QABS − 1
QCED QCED 1
=ε = =
Wciclo QCED − QABS 1 − QABS QCED
Consideramos, ahora, el caso particular en que una dada cantidad de gas ( n = cte ) realiza un ciclo
reversible. El ciclo se podrá representar en un diagrama
p − V mediante una curva cerrada, como se muestra en la
Figura 26, donde las flechas indican el sentido de la evolu-
ción. Veremos que, si el ciclo es horario, como el de la iz-
quierda de la Figura 26, es un ciclo térmico. En cambio, si es
antihorario, como el de la derecha de la Figura 26, se trata de
un ciclo frigorífico. Veremos, también, que el área encerrada
por la curva mide el valor absoluto del trabajo neto en el ciclo.
Figura 26: Ciclo motor y ciclo frigorífico.
Figura 27: El área encerrada por el ciclo es una medida del valor absoluto del trabajo neto en el ciclo.
Siempre es posible encontrar, al menos, un estado correspondiente al volumen mínimo que ocupa el gas
y otro correspondiente al volumen máximo. El ciclo está formado, por lo menos, de una etapa de expansión y
otra de compresión, como se muestra, respectivamente, en el centro y en la derecha de la figura anterior. En la
etapa de expansión se realiza un trabajo WEXP > 0 y en la de compresión WCOM < 0 . El trabajo neto en el ciclo
es Wciclo =WEXP + WCOM =WEXP − WCOM .
Si el ciclo es horario resulta WEXP > WCOM y, entonces: Wciclo > 0 , coincidiendo gráficamente con el
área encerrada en el diagrama p − V , y, por lo tanto, es un ciclo motor. A partir de esto, es fácil ver que, si se
invierte el ciclo, resulta ser frigorífico.
Para varios razonamientos que haremos más adelante, serán útiles los conceptos que introducimos a
continuación.
Se llama fuente térmica ideal a un sistema que puede intercambiar calor con otros sistemas sin cambiar
su propia temperatura. Una fuente térmica se puede imaginar como un cuerpo de capacidad calorífica muy
grande, que está todo a la misma temperatura. Esta es una idealización que permite, sin pérdida de generalidad,
simplificar muchas discusiones. Dos fuentes que tienen la misma temperatura se consideran como una única
fuente.
Una máquina térmica que opera entre dos fuentes ideales es aquella que solamente absorbe calor de
una fuente térmica caliente a la temperatura TC , en cantidad Q C > 0 , cediendo calor solamente a una fuente
térmica fría a la temperatura TF , en cantidad Q F < 0 , y realizando un trabajo W = Q C + Q F > 0 . Los términos
caliente y fría significan solamente que TC > TF .
Figura 28
Más adelante, utilizaremos estas máquinas idealizadas para discutir leyes im-
portantes de la termodinámica que hasta ahora no hemos visto, y usaremos estos
Figura 29 diagramas para representar simbólicamente estas leyes o como ayuda para la dis-
cusión.
El calor residual que un ciclo térmico disipa a su “fuente fría” puede aprovecharse para hace funcionar
otro ciclo térmico, que toma a esa “fuente fría” como “fuente caliente” y así obtener una cantidad de trabajo
adicional. En una central eléctrica de ciclo combinado se quema gas natural en una cámara de combustión y se
hace pasar por una turbina de gas conectada a un alternador. Los gases calientes ya turbinados se aprovechan
para calentar agua y convertirla en vapor en un recuperador de calor. Este vapor se hace pasar por una segunda
turbina conectada a otro alternador, de forma que ambas generan energía eléctrica.
W2 = R2 Q2
Q1 =Q2 − W2 =(1 − R2 ) Q2
α Q1 α R1 (1 − R2 ) Q2
W1 R1=
=
Figura 30
W + W1
El rendimiento del ciclo combinado resulta: R= 2 =R2 + α R1 (1 − R2 ) > R2
Q2
• Un cierto estado que denominaremos 1 se conecta a través de una expansión isotérmica, a la tempera-
tura TC , con un estado que denominaremos 2.
• El estado 2 se conecta a través de una expansión adiabática con el estado que denominaremos 3, que
se encuentra a una temperatura TF < TC .
• El estado 3 se conecta a través de una compresión isotérmica, a la temperatura TF , con cierto estado
que llamaremos 4.
• Por último, el estado 4 el tal que puede conectarse con el 1 a través de una compresión adiabática.
Por supuesto, en ciclo puede comenzar a partir de cualquiera de los estados y evolucionar en un sentido o
en el opuesto, es decir, como ciclo motor o como ciclo frigorífico. Además, es un ciclo que opera solamente
entre dos fuentes térmicas, a las temperaturas TC y TF < TC .
Analizaremos algunas propiedades generales del trabajo y del calor en cada etapa del ciclo, suponiendo
que opera como ciclo motor. Si operara como ciclo frigorífico valen los mismos resultados pero cambiando el
sentido (signo) de los flujos de calor y de trabajo.
QCED
= Q=
C Q12 , QABS
= Q=
F Q34 , W = Q12 − Q34 = QC − QF
QABS QC 1 1
y la eficiencia es =ε = = =
W QC − QF 1 − QF QC 1 − Q34 Q12
• La relación entre los volúmenes máximo y mínimo es la misma Figura 31: Ciclo de Carnot en un dia-
para las dos isotermas. grama p-V para gas ideal.
En efecto: Q ciclo = Q12 + Q34 = W12 + W34 W ciclo = W12 + W23 + W34 + W41
Como: Q ciclo = W ciclo ⇒ W12 + W34 = W12 + W23 + W34 + W41 0 W23 + W41
⇒ =
ln
Wciclo = W12 + W34 = nRTC (V2 V1 ) + nRT ln
F (V4 V3 )
Wciclo = ln
nRTC (V2 V1 ) − nRT ln
F (V2 V1 ) = TC − TF ) (V2 V1 )
nR ( ln
QABS
= Q=
12 W=
12 ln
nRTC (V2 V1 ) ,
TC − TF ) (V2 V1 ) TC −
Wciclo nR ( ln TF
T
RC = = = = 1− F
QABS nRT ln
C
(V2 V1 ) TC TC
Una de las propiedades importantes del ciclo de Carnot, como veremos más adelante, es que impone un
límite al rendimiento de las máquinas térmicas que operan entre dos fuentes.
Interpretaremos estos resultados más adelante. También, dejamos al lector hallar las expresiones de la
eficiencia del ciclo frigorífico cuando se lo usa como máquina frigorífica y cuando como bomba de calor.
12.2 Problemas
El Primer Principio no alcanza para describir todas las propiedades de los procesos termodinámicos,
como, por ejemplo, las restricciones sobre el sentido en la cual se pueden efectuar adiabáticamente ciertos cam-
bios de estado. Veremos que el Segundo Principio de la Termodinámica da cuenta de estas restricciones.
En este capítulo usaremos el símbolo T para la temperatura, pero la misma puede corresponder a cual-
quier escala arbitraria, basada en cualquier propiedad termométrica, solamente con la condición de que respete
el ordenamiento de las temperaturas, como se explicó en el capítulo 3. En el próximo capítulo, veremos que el
Segundo Principio permite definir una escala termodinámica de temperaturas, independiente de cualquier pro-
piedad termométrica y que esta coincide con la escala absoluta basada en el gas ideal.
Hay varias maneras posibles de enunciar el Segundo Principio. Daremos, a continuación, dos enuncia-
dos y, luego, veremos que son equivalentes.
“No es posible un proceso cuyo único resultado final sea tomar calor de una fuente
y realizar una cantidad igual de trabajo”.
La expresión “único resultado final” asegura que el sistema que lleva a cabo
la transformación procede a lo largo de un ciclo. Todas las variables termodinámicas
del sistema deben recuperar al final de la transformación los mismos valores que
tenían al comienzo. De esta forma, el proceso se puede imaginar como la máquina
térmica que, en forma esquemática, se muestra en la Figura 32. El enunciado afirma Figura 32: Kelvin-Planck:
Esta máquina no es posible.
que tal máquina, cuyo rendimiento sería R = 1 , no es posible.
“No es posible un proceso cuyo único resultado sea absorber calor de una fuente y ce-
derlo a otra de mayor temperatura”.
Demostraremos que los dos enunciados son equivalentes. La demostración la hacemos con ayuda de la
representación simbólica de las máquinas y en dos pasos. Primero, demostraremos que si no se cumple el enun-
ciado de Kelvin-Planck, entonces tampoco se cumple el de Clausius. Luego, a la inversa, demostraremos que si
no se cumple el enunciado Clausius, tampoco se cumple el de Kelvin-Planck.
Esto completa la demostración de la equivalencia entre los dos enunciados. Demostraremos, ahora,
algunas consecuencias directas del Segundo Principio.
• Ningún motor térmico irreversible que opera entre dos fuentes puede tener un rendimiento
mayor que el de un motor reversible que opera entre las mismas dos fuentes.
El rendimiento es
RI = WI Q CI .
Figura 36
Supongamos que una máquina térmica reversible que opera entre las mismas fuentes se ajusta para que
realice un trabajo W R = W I , tomando de la fuente caliente la cantidad de calor Q CR y cediendo a la fuente
WR WI
Además, = ⇒ Q CI − Q FI = Q CR − Q FR ⇒ Q FR − Q FI = Q CR − Q CI > 0
Entonces, podríamos usar la máquina irreversible para hacer funcionar a la reversible como máquina frigorífica,
como se muestra en la Figura 36. De esta manera, el sistema formado por las dos máquinas tiene como único
resultado extraer de la fuente fría la cantidad de calor Q FR − Q FI y entregar esa misma cantidad Q CR − Q CI
a la fuente caliente. Esto contradice el enunciado de Clausius. El absurdo proviene de suponer que R I > R R .
Entonces queda demostrado que: R I ≤ R R .
• Todos los motores reversibles que operan entre el mismo par de fuentes tienen igual eficien-
cia.
Para demostrarlo, debemos considerar dos máquinas térmicas reversibles de rendimientos R R (1) y
R R ( 2 ) . Si suponemos que R R (1) > R R ( 2 ) , siguiendo un razonamiento similar al anterior, llegamos a un
absurdo, con lo que se demuestra que R R (1) ≤ R R ( 2 ) . Si, ahora, suponemos que R R ( 2 ) > R R (1) , el mismo
razonamiento conduce a que debe ser R R ( 2 ) ≤ R R (1) . Como R R (1) ≤ R R ( 2 ) y R R ( 2 ) ≤ R R (1) , se de-
muestra que R R (1) = R R ( 2 ) .
Una máquina térmica que opere según el ciclo de Carnot, trabaja entre dos fuentes, es reversible y su ren-
dimiento es fácil de calcular, ya que depende solamente de las temperaturas de las fuentes. Podemos entonces,
resumir los resultados anteriores en el llamado:
• Teorema de Carnot: El rendimiento de cualquier máquina térmica que opere entre dos temperaturas
específicas es menor o igual que el rendimiento de una máquina de Carnot que opere entre las mismas
temperaturas. La igualdad se cumple si la máquina es reversible.
• Todos los motores reversibles que operan entre el mismo par de fuentes tienen igual eficien-
cia.
Mencionamos ahora, sin demostrar, otras dos propiedades de las máquinas reversibles que trabajan entre
dos fuentes térmicas. La demostración sigue el esquema de las vistas en el capítulo anterior: si se supone que la
propiedad no se cumple, se demuestra que se violaría alguno de los enunciados del Segundo Principio.
• Si dos motores reversibles operan entre una fuente caliente en común y fuentes frías de dife-
rentes temperaturas, el motor que opera sobre la mayor diferencia de temperatura es el que
tiene el mayor rendimiento
• Si dos motores reversibles operan entre una fuente fría en común y fuentes calientes de dife-
rentes temperaturas, el motor que opera sobre la mayor diferencia de temperatura es el que
tiene el mayor rendimiento
Estas propiedades permiten definir una escala absoluta de temperatura, que no depende de las propiedades
de ninguna sustancia. El procedimiento es el siguiente: se elige, por convención, una fuente térmica patrón y se
asigna, también por convención, un valor numérico a su temperatura. Hecho esto, las otras temperaturas se
pueden referir a la temperatura patrón por medio de los rendimientos de motores reversibles que operan entre
la temperatura de la fuente patrón y la temperatura que se desea medir. Por las tres consecuencias mencionadas,
dicho rendimiento depende solamente de esas dos temperaturas y no de los materiales de los motores ni de
ninguna característica del ciclo excepto su reversibilidad. William Thomson (Lord Kelvin) se percató de esto
en 1848 y sugirió una escala absoluta de temperatura basada en la eficiencia de los motores reversibles
• Para todo motor reversible que opera entre dos fuentes térmicas C (caliente) y F (fría), la
razón entre la cantidad de calor absorbida Q C y la cantidad de calor cedida Q F está dada
por Q C Q F = φ C φ F , donde φ es una función que depende solamente de la temperatura
de la fuente, y que denominamos temperatura termodinámica.
W QC − QF Q
R= = = 1− F
QC QC QC
QF
= f (φF , φC )
QC
Figura 37
Ahora, como:
QFA QF
= f (φI , φC ) = f (φF , φI )
QC QFA
QF
⇒
= (φF , φC ) f (φF , φI ) f (φI , φC )
f= ⇒
QC
f (φF , φC ) = f (φF , φI ) f (φI , φC )
QF g (φF )
Entonces = (φF , φC )
f= .
QC g (φC )
Como no hay ninguna condición adicional sobre la función g , podemos hacer la elección sencilla:
g (φ=) φ ⇒ QF QC = φF φC
Si como patrón de temperatura termodinámica tomamos el punto triple de agua y le asignamos el valor
numérico 273,16 , las temperaturas termodinámicas coinciden con las temperaturas absolutas basadas en el
“gas ideal”. Entonces, el patrón de temperatura termodinámica se define de esa manera, y se emplea el símbolo
T para estas dos escalas coincidentes.
Por lo tanto, para los motores reversibles que operan entre dos fuentes: QF QC = TF TC
que es el resultado que habíamos obtenido para el ciclo de Carnot del gas ideal, sobre la base de la correspon-
diente temperatura.
QF QC
−QF QC =
TF TC ⇒ + 0
=
TF TC
Esta propiedad también la habíamos encontrado para el ciclo de Carnot del gas ideal. Vemos entonces que es
válida para cualquier ciclo reversible que opere entre dos temperaturas.
En el pasado, los razonamientos basados en motores hipotéticos se usaban frecuentemente para resolver
problemas de Termodinámica, y a veces todavía los usamos. Pronto definiremos una nueva función de estado
llamada entropía, que permite resolver analíticamente esos problemas sin necesidad de razonar en base a má-
quinas. A partir de allí todos nuestros razonamientos se harán con métodos analíticos. Pero para introducir el
concepto de entropía es necesario considerar más consecuencias del Primer y del Segundo Principio.
• Siempre que un sistema realiza una transformación cíclica, la integral de δ Q T a lo largo del ciclo
es negativa o a lo sumo nula, es decir:
δQ
∫ T
≤0 (1.1)
Este resultado se suele llamar desigualdad de Clausius. Aquí estamos considerando un sistema cualquiera
S que efectúa un ciclo.
La demostración puede hacerse considerando primero que durante el ciclo el sistema S intercambia calor
con un conjunto de N fuentes que tienen temperaturas termodinámicas {T1 , T2 , , TN } . La cantidad de calor
N Qj
intercambiada por S desde la fuente de temperatura T j es Q j . Si demostramos que se cumple: ∑T
j =1
≤ 0,
j
Puesto que los argumentos que permiten la demostración pueden resultar difíciles de seguir, solamente
analizaremos en detalle el caso N = 2 , donde el sistema S de la Figura 39 absorbe una cantidad de calor Q2
Q1 Q2
desde la fuente a T2 y cede una cantidad Q1 a la fuente a T1 < T2 , y demostraremos que: + ≤ 0.
T1 T2
WS + WR W
≤ F ⇒ WS + WR ≤ WF
Q2 Q2
WS + WR ≤ WF ⇒ WS + WR ≤ −WF ⇒ WS + WR + WF ≤ 0
La suma de los tres trabajos anteriores es el trabajo neto del sistema formado por las tres máquinas y, como
debe ser igual al calor neto, podemos escribir que:
− Q0 + QF = WS + WR + WF ≤ 0
Q1 Q Q1
Para la máquina R se cumple: = 0 ⇒ Q0 = T0
T1 T0 T1
Q2 QF Q2
Para la máquina F se cumple: = ⇒ QF = T0
T2 T0 T2
Q1 Q2 Q2 Q1
Entonces: − Q0 + QF =
−T0 + T0 ≤0 ⇒ ≤
T1 T2 T2 T1
Teniendo en cuenta el signo de los calores desde el punto de vista del sistema S, resulta:
Q2 Q Q2 Q1
≤− 1 ⇒ + ≤0
T2 T1 T2 T1
Este razonamiento se puede generalizar, aumentando la complejidad matemática sin agregar nuevos
conceptos físicos, para demostrar la desigualdad en el caso que el sistema intercambia calor con N fuentes.
δ QR
∫ T
=0 (1.2)
δ QR
En efecto, para todo ciclo se cumple la desigualdad de Clausius, luego tendremos: ∫ T
≤0
Pero si el ciclo es reversible, lo podemos realizar en sentido opuesto y entonces el signo de δ QR se invierte.
−δ QR δ QR
Para este ciclo invertido la desigualdad de Clausius requiere que: ∫ T
− ∫
=
T
≤0
La única manera de poder satisfacer simultáneamente las dos últimas desigualdades es que entonces
δ QR
se cumpla que: ∫ T
= 0 , como queríamos demostrar.
15.2 La entropía
Podemos expresar el Segundo Principio en forma matemática si postulamos la existencia de una función
de estado, la entropía, S , definida de manera que la diferencia de entropía entre dos estados de equilibrio, A y
B B
δ QR
B, está dada por: ∆S= S ( B ) − S ( A=
) ∫ dS= ∫ (2.1)
A A
T
donde el subíndice R indica que la transformación considerada para evaluar la última integral debe ser reversi-
ble. La unidad internacional de entropía es [ S ] = J K . Si los dos estados están infinitamente próximos:
dS = δ QR T .
Queremos demostrar que las diferencias de entropía así definidas no dependen de la transformación
reversible emplea para unir los estados A y B. En efecto, consideremos dos de esas transformaciones, a las que
denominaremos 1 y 2.
Como la transformación 2 es reversible, podemos invertirla para for-
mar un ciclo reversible, como se muestra en la Figura 40. Para ese
ciclo vale
δ QR
B
δ QR(1) A
δ QR(2) B
δ QR(1) B
δ QR(2)
0 = ∫ =∫ +∫ =∫ −∫ ⇒
T A
T B
T A
T A
T
B
δ QR(1) B
δ QR(2)
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫
A
T A
T
Figura 40
Si el sistema evoluciona del estado A al B mediante una trans-
formación irreversible, como la entropía se considera función de estado, el cambio de entropía del sistema sigue
B
δ QI
siendo el mismo. Lo que nos interesa es saber qué valor podría asumir la integral ∫
A
T
, donde el subíndice
I indica que la transformación es irreversible. Para ello, consideremos dos transformaciones para ir de A hasta
B, una irreversible ( I ) y la otra reversible ( R ) .
La transformación reversible la podemos invertir para for-
mar el ciclo irreversible de la Figura 41. Para el mimo se cumple:
B A B B
δ QI δ QI δ QR δ QI δ QR
0 ≥ ∫ =∫ +∫ =∫ −∫ ⇒
T A
T B
T A
T A
T
B B
δ QR δ QI
S S ( B) − S ( A
∆= = ) ∫ ≥∫
A
T A
T
La entropía de un sistema aislado (no intercambia calor ni trabajo) no puede decrecer, manteniéndose cons-
tante si la evolución es reversible.
Consideremos una muestra cerrada ( m = cte ) de una sustancia en estado sólido o líquido, que recibe
un flujo de calor en forma reversible desde un estado de equilibrio A hasta otro B, sin que se produzcan cambios
en el estado de agregación. Si el proceso es isobárico:
B
δ QR
TB
mc p (T ) dT TB
c (T ) dT
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ = m∫ p
A
T TA
T TA
T
TB
dT
S S ( B) − S ( =
∆= A) m c p ∫ = m c p ln (TB TA )
TA
T
Si el proceso fuera a V = cte , valen consideraciones similares cambiando c p por cV .
Si se lleva a cabo en forma reversible e isotérmica una transición de fase, de la definición de entropía
resulta que:
B B
δ QR 1 QR
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ δ Q=
R
A
T TA T
QR m LF
∆S= S ( B ) − S ( A )= =
TF TF
QR m LV
∆S= S ( B ) − S ( A )= =
TV TV
Si la sustancia sólida o líquida primero se calienta y luego cambia de estado, la transformación será una
sucesión de etapas como las discutidas anteriormente. La diferencia de entropía será la suma de las diferencias
correspondientes a cada etapa.
Consideremos dos estados de equilibrio, A y B, de una muestra cerrada ( n = cte ) de gas ideal.
• Transformación isobárica
B
δ QR
TB
n c p (T ) dT TB
c (T ) dT
∆= A)
S S ( B) − S ( = ∫ = ∫ = n∫ p
A
T TA
T TA
T
• Transformación isocórica
B
δ QR
TB
n cV (T ) dT TB
c (T ) dT
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ = n∫ V
A
T TA
T TA
T
• Transformación isotérmica
B
δ QR1
B
QAB(R) WAB(R)
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ δ Q=
R =
A
T TA T T
VB V
B
dV
WAB
Ya vimos que:= ∫V= p dV nRT=∫V V nRT ln ( VB VA )
A A
Figura 44
Luego: S S ( B) − S ( =
∆= A ) nR ln ( VB VA )
• Transformación adiabática
Si los dos estados se pueden conectar por una transformación adiabática reversible, como ya se discutió en
general, resulta:
B
δ QR
δ QR = 0 ⇒ ∆S = S ( B ) − S ( A )= ∫ = 0
A
T
• Transformación genérica
Si los dos estados no se pueden conectar por una de las transformaciones anteriores, siempre es posible
conectarlos por una transformación reversible compuesta por dos o más etapas, cada una de las cuales es una
de las transformaciones anteriores. La diferencia de entropía será la suma de las diferencias correspondientes a
cada etapa.
Alternativamente, podemos realizar el siguiente cálculo, con la ayuda del Primer Principio. Para una trans-
formación reversible entre dos estados infinitamente próximos: = dU δ QR − δ W
n cV (T ) dT =δ QR − pdV ⇒ δ QR =n cV (T ) dT + pdV
δ QR dT p δ QR dT dV
= n cV (T ) + dV ⇒ = n cV (T ) +nR
T T T T T V
B TB V
δ QR dT B
dV
S S ( B) − S ( A
∆= = ) ∫ = n ∫ cV (T ) +nR∫
A
T TA
T VA
V
TB
dT
S S ( B) − S ( A
∆= = ) n ∫ cV (T ) + n R ln (VB VA )
TA
T
S S ( B) − S ( A
∆= = ) n cV ln (TB TA ) + n R ln (VB VA )
S S ( B) − S ( =
∆= A ) nR ln ( VB VA ) > 0
S S ( B ) − S ( A ) no depende si
Como la entropía es una función de estado, el valor de la variación ∆=
el proceso es reversible o irreversible. Entonces, ¿dónde radica la diferencia cuando el gas pasa de A a B por
una expansión isotérmica reversible o por la irreversible expansión libre?
Para que el gas se realice una expansión isotérmica reversible, debe estar en contacto con un entorno
que actúe como fuente térmica a la temperatura T0 . Entonces, el gas recibe del entorno la cantidad de calor:
Q=
AB W=
AB nRT0 ln ( VB VA ) .
B B
δ QR1
La variación de entropía del entorno, al actuar como fuente térmica, es: ∆S=
E ∫
A
=
T0 T0 A∫
δ QR
B
En esta expresión, ∫δQ
A
R es la cantidad de calor cedida por la fuente, que es de signo opuesto a la absorbida
1
por el gas. Entonces: ∆S E =− nRT0 ln ( VB VA ) =−nR ln ( VB VA ) < 0 .
T0
El gas y su entorno forman un universo, es decir, son un sistema aislado. Para la variación de entropía del
universo (gas + entorno) es:
1 1
∆S U = ∆S + ∆S E = nRT0 ln ( VB VA ) − nRT0 ln ( VB VA ) = 0
T0 T0
En cambio, cuando el gas realiza la expansión libre de Joule, el gas está aislado del entorno, con el cual
no intercambia calor. Entonces ∆S E = 0 . La variación de entropía del universo formado por el gas y su entorno
es ahora:
1
∆S U = ∆S + ∆S E = nRT0 ln ( VB VA ) + 0 > 0
T0
El ejemplo anterior ilustra sobre la imposibilidad, anteriormente enunciada, de procesos en los cuales
disminuye la entropía de un sistema aislado. Esto se puede usar como criterio de equilibrio. En efecto, si un
sistema aislado se encuentra en un determinado estado, podemos calcular la variación de entropía para todos los
procesos que mantengan constante la energía interna. Si para todos ellos resulta que ∆S < 0 , se concluye que
ninguno es posible y, por consiguiente, el sistema está en equilibrio. En otras palabras:
15.5 Problemas
1. Considere una muestra de gas ideal que pasa de un estado de equilibrio inicial A a otro final B. Las
presiones y volúmenes de dichos estados son pA , VA , pB y VB . Demostrar que el cambio de entropía
pBVBγ
S S ( B) − S ( A
del gas se puede expresar en la forma ∆= = ) n cV ln γ , siendo γ el índice adia-
pAVA
bático del gas. (Ayuda: vincular ambos estados mediante una transformación con una etapa adiabática
y otra etapa a volumen constante).
2. A partir del resultado anterior, obtener las expresiones deducidas en el apartado 15.3.3.
3. Considere una máquina térmica que opera entre dos fuentes ideales. Deducir las expresiones del cambio
de entropía al cabo de un ciclo para los siguientes componentes:
a) La sustancia que realiza el ciclo.
b) La fuente caliente.
c) La fuente fría.
d) Para toda la máquina si el ciclo fuera reversible y si fuera irreversible.
4. En un recipiente rígido de 5L hay 1mol de helio a la presión atmosférica normal. En otro recipiente
rígido de 10 L hay dos moles de oxígeno a una presión de 2atm . Ambos recipientes están vinculados
por una pared diatérmica y separados del entorno por un límite adiabático. Calcular:
a) La temperatura cuando se alcanza el equilibrio térmico.
b) La presión final en cada recipiente.
c) El cambio de energía interna de cada gas y el del conjunto.
d) El cambio de entropía de cada gas y el del conjunto.