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2022

I. Termodinámica

Lic. Juan Alberto Dasso


Física II – UTN - FRH
Notas de clase correspondientes al curso de Física II – UTN – FRH

Incluye ejercicios resueltos con SMath Studio

Lic. Juan A. Dasso

2022
Indice

1. Definiciones y Conceptos Básicos…………………………………………………………………………1

2. Algunas Magnitudes y Unidades…………………………………………………………….……………....4


2.1 El Sistema Internacional de Unidades (SI)
2.1.1 Unidades con nombres y símbolos especiales
2.1.2 Unidades no pertenecientes al SI cuyo uso con el SI está aceptado
2.2 La densidad de masa y la integral de volumen
2.3 La presión y la integral de superficie
2.4 La presión y el gradiente

3. Termometría y Gas Ideal…………………………………………………………………………………….11


3.1 Temperatura empírica: Fundamentos experimentales de las mediciones de temperatura.
3.2 El termómetro de gas: El gas ideal.
3.3 Escala Internacional Práctica de Temperatura
3.4 Uso de unidades de temperatura en SMath Studio

4. Dilatación y Compresibilidad………………………………………………………………………………..18
4.1 Dilatación isobárica
4.2 Compresión isotérmica
4.3 Variación simultanea de la presión y de la temperatura
4.4 Ejercicios

5. Calorimetría y cambios de estado……………………………………………………………...……………25


5.1 La caloría
5.2 Convención de signos para el calor.
5.3 Capacidad calorífica
5.4 Calor específico y calor molar
5.5 La ley de Dulong y Petit
5.6 Cambios de estado de agregación
5.7 Calorímetro de mezclas

6. Transmisión del calor………………………………………………………………………………….…….36


6.1 Introducción
6.2 Conducción del calor
6.2.1 Isotermas
6.2.2 Gradiente térmico
6.3 Conducción en una dirección: Ley de Fourier
6.3.1 Circuitos térmicos
6.3.2 Resistencias térmicas en serie
6.3.3 Resistencias térmicas en paralelo
6.4 Conducción en varias direcciones: Ley de Fourier
6.4.1 Densidad e Intensidad de corriente calórica: Flujo de un campo vectorial
6.4.2 Flujos con simetría cilíndrica
6.4.3 Flujos con simetría esférica
6.5 Convección
7. Trabajo de Volumen………………………………………………………………………...……………….67
7.1 Trabajo sobre una partícula
7.2 Trabajo de volumen

8. Transformación Termodinámica………………………………………………………………………….…71
8.1 Definiciones generales
8.2 Transformaciones reversibles para gases ideales.
8.2.1 Transformación isobárica.
8.2.2 Transformación isocórica.
8.2.3 Transformación isotérmica.
8.2.4 Transformación adiabática.

9. Primer Principio…………………………………………………………………………………………..…74
9.1 Experimentos de Joule
9.2 Definición de energía interna
9.3 Definición de calor
9.4 El Primer Principio de La Termodinámica
9.5 Energía interna y calor molar a volumen constante
9.6 Energía interna del gas ideal: Expansión libre de Joule

10. Aplicaciones del Primer Principio…………………………………………………………...…………..…80


10.1 La relación de Mayer
10.2 Transformación adiabática del gas ideal

11. Transformaciones Cíclicas…………………………………………………………………………………82


11.1 Rendimiento y eficiencia
11.2 Transformaciones cíclicas en gases
11.3 Máquinas que operan entre dos fuentes

12. Ciclo de Carnot…………………………………………………………………………………………….86


12.1 Ciclo de Carnot para un gas ideal
12.2 Problemas

13. Segundo Principio………………………………………………………………………………………….89


13.1 Enunciado de Kelvin – Planck
13.2 Enunciado de Clausius
13.3 Equivalencia de los enunciados
13.4 Algunas consecuencias del Segundo Principio

14. Temperatura Termodinámica………………………………………………………………………………93


14.1 Definición de la temperatura termodinámica
15. Entropía……………………………………………………………………………….……………………96
15.1 La desigualdad de Clausius
15.2 La entropía
15.3 Ejemplos de cálculos de diferencia de entropía
14.3.1 Sólidos y líquidos sin cambio de estado de agregación
14.3.2 Cambios de estado de agregación
14.3.3 Gas ideal
14.3.4 La expansión libre de Joule
15.4 Criterio entrópico para el equilibrio
15.5 Problemas
1. Definiciones y Conceptos Básicos

La Termodinámica es el estudio de las propiedades de sistemas de gran escala en equilibrio, en los que
la temperatura es una variable importante. Varios términos que hemos usado aquí: sistemas, equilibrio y tem-
peratura serán definidos rigurosamente más adelante, pero mientras tanto bastará con su significado habitual.

La Termodinámica se ocupa de estudiar procesos y propiedades macroscópicas de la materia y no con-


tiene ninguna teoría de la materia. Por lo tanto no nos dice nada acerca de la estructura de la materia. Como las
variables con las cuales se trabaja son siempre macroscópicas, no es posible obtener de la Termodinámica la
información de escala microscópica acerca del sistema, ya sea en lo referente a su estructura como a sus procesos
internos. Si bien ésta es una limitación, en compensación significa que la Termodinámica tiene gran generalidad.
Recuérdese que la Termodinámica clásica se desarrolló fuertemente durante el siglo XIX, cuando la teoría ató-
mica de la materia no estaba todavía suficientemente estudiada.

El hecho de evitar deliberadamente toda referencia a la estructura de la materia confiere a la Termodi-


námica clásica una austeridad que a primera vista puede parecer poco agradable. Pero este enfoque tiene la
virtud de poner en evidencia precisamente aquellas partes de una teoría física que no dependen de teorías parti-
culares de la materia. Por esto la Termodinámica tiene un aspecto muy práctico, puesto que se la puede aplicar
con toda confianza a sistemas que son demasiado complicados para ser analizados mediante otras teorías. En
este curso, sin embargo, haremos algunas mínimas referencias a la estructura atómica, ya que hoy en día dicha
teoría está ampliamente difundida y aceptada. En los cursos de Termodinámica Estadística se estudia cómo se
relacionan las propiedades a escala microscópica del sistema con las propiedades macroscópicas que se consi-
deran en la Termodinámica clásica.

La Termodinámica se originó en consideraciones acerca de las nociones de calor y temperatura, y em-


plea términos y conceptos del lenguaje corriente. Sin embargo, esas mismas palabras y conceptos, cuando se
usan en Termodinámica, son abstracciones de los conceptos ordinarios y tienen significados bien precisos que
pueden diferir del uso común. Por eso hace falta introducir algunas definiciones y conceptos básicos, de los
cuales quizás el más fundamental es el de equilibrio termodinámico.

• Sistema: Un sistema es aquella particular porción del uni-


verso en la cual estamos interesados. Típicos sistemas ter-
modinámicos pueden ser: una cierta cantidad de gas, un lí-
quido y su vapor, una mezcla de dos líquidos, una solución,
un sólido cristalino, etc.

• Ambiente o entorno: Todo lo que se encuentra en el uni-


verso, con excepción del sistema, se denomina ambiente o
entorno.

• Límite: Un límite o frontera es toda pared o contorno real o ideal que separa el sistema del ambiente.
En Termodinámica se supone que el límite de un sistema es una superficie matemática, a la que atribui-
mos ciertas propiedades ideales como rigidez, impermeabilidad y otras que describiremos más adelante.
Los límites reales tan sólo se aproximan a las propiedades de los límites ideales de la Termodinámica.
Un sistema se dice cerrado cuando está rodeado por un límite impermeable a la materia, y abierto
cuando está rodeado por un límite permeable.

• Magnitud escalar: Es una propiedad de un fenómeno, sistema, cuerpo o sustancia,


que puede expresarse cuantitativamente mediante un número y una referencia.
Consideraremos solamente magnitudes cuya referencia sea una unidad de medida.
Las magnitudes escalares serán representadas mediante letras romanas o griegas
oblicuas y las unidades en letras romanas o griegas derechas. Por ejemplo, el volu-
men de un cuerpo es V = 2 m3 , el trabajo de una fuerza es W = −3J .

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Definiciones y Conceptos Básicos 2

• Magnitud vectorial: Es una propiedad de un fenómeno, sistema, cuerpo o sustancia, que para expresarse
cuantitativamente es necesario, además de un número y una unidad de medida, indicar una dirección y

sentido en el espacio. Se simbolizan como las escalares, pero con una flecha en la parte superior: F .

• Magnitud extensiva: Aquellas propiedades de un sistema que son directamente proporcionales a su


masa se llaman magnitudes extensivas como, por ejemplo, el volumen (V ) , la energía interna (U ) y

la capacidad calorífica ( C ) . En general las simbolizaremos con letras latinas mayúsculas y oblicuas.

• Magnitud intensiva: Las propiedades que son independientes de la masa del sistema se denominan in-
tensivas. Son ejemplos, la temperatura Celsius ( t ) , la temperatura absoluta (T ) , la presión ( p ) , la
densidad (δ ) y el calor específico ( c ) . Salvo excepciones, la simbolizaremos con letras latinas o grie-
gas minúsculas oblicuas.

• Variables termodinámicas o variables de estado: Las variables termodinámicas son las magnitudes que
estimamos necesario o conveniente especificar para dar una descripción macroscópica del sistema. La
mayoría de esas magnitudes provienen de otras ramas de la física. Por ejemplo, la presión proviene de
la Mecánica, las intensidades de campo eléctrico y magnético del Electromagnetismo, etc. Por consi-
guiente, no podemos dar una definición completa y detallada del concepto de variable termodinámica,
y por ahora nos tenemos que conformar con algunos ejemplos. Para un sistema que consiste de un gas
o un líquido, o una mezcla de diferentes gases o líquidos, las variables termodinámicas son: las masas
de las diferentes sustancias presentes, la presión, el volumen y la temperatura. En un sistema en que se
consideran superficies o películas líquidas, las variables correspondientes son la tensión superficial, el
área superficial y la temperatura. El estudio termodinámico de un sistema magnético incluiría proba-
blemente como variables la intensidad del campo magnético, la magnetización de la materia del sistema
y la temperatura. En estos ejemplos dimos sólo tres variables (además de la masa) para cada sistema,
pero puede haber más. En todos esos grupos de variables la única en común es la temperatura, que luego
estudiaremos en detalle. Las demás provienen de ramas de la física ajenas a la Termodinámica.

• Estado del sistema: Cuando se han especificado los valores de las variables de estado necesarias para
describir al sistema se dice que se ha especificado el estado del sistema. La especificación del estado de
un sistema no nos da ninguna información acerca de los procesos mediante los cuales el sistema fue
llevado a dicho estado.

• Equilibrio termodinámico: Este es un concepto fundamental de la Termodinámica. El equilibrio termo-


dinámico de un sistema requerirá que cada porción del mismo se encuentre en equilibrio mecánico, en
equilibrio térmico y en equilibrio químico. La idea básica es que las variables que describen un sistema
que está en equilibrio no cambian con el tiempo. Pero esta noción no es suficiente para definir el equi-
librio, puesto que no excluye a procesos estacionarios (principalmente varios procesos en que hay flu-
jos) que no se pueden abordar con los métodos de la Termodinámica clásica. En los procesos estacio-
narios debe haber continuamente cambios en el ambiente para mantener constantes los valores de las
variables del sistema. Para excluirlos se usa entonces una definición más restrictiva: un sistema está en
equilibrio si, y solo si, está en un estado desde el cual no es posible ningún cambio sin que haya cambios
netos en el ambiente. La Termodinámica clásica se ocupa solamente de sistemas en equilibrio. El equi-
librio es una abstracción pues los sistemas reales no están nunca en estricto equilibrio. Pero siempre y
cuando las variables que describen al sistema y al ambiente que interactúa con él no varíen apreciable-
mente en la escala de tiempo de nuestras mediciones, se puede considerar que el sistema está en equili-
brio y aplicarle las consideraciones termodinámicas pertinentes.

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Definiciones y Conceptos Básicos 3

• Límite adiabático: Se dice que un límite es adiabático cuando el estado del sistema se puede cambiar
únicamente moviendo el límite o bien colocando al sistema en un campo de fuerzas exteriores (por
ejemplo campos eléctricos, magnéticos o gravitacionales). Esta noción será crucial en nuestra próxima
formulación de la Primera Ley. A veces se suele definir el límite adiabático como aquél que es im-
permeable al flujo de calor. Ambas definiciones son equivalentes, pero preferimos la primera porque es
muy difícil dar a priori una definición precisa del concepto de calor. Es mejor que la definición de calor
dependa de la presente definición de límite adiabático que no a la inversa. Nótese que el movimiento
que mencionamos en nuestra definición incluye también movimientos tangenciales y de corte.

• Límite diatérmico: Se dice que un límite es diatérmico cuando permite que el estado del sistema se
modifique sin que haya movimiento del límite. La manera usual de definirlo es que un límite es diatér-
mico cuando permite el flujo de calor a través de él. De nuevo, preferimos evitar esta segunda definición
debido a la dificultad de definir calor.

• Sistema homogéneo: Un sistema se dice homogéneo cuando (en ausen-


cia de fuerzas exteriores) sus variables termodinámicas son constantes
a través de todo el sistema. Si hay campos de fuerzas, esta definición se
puede ampliar admitiendo que las variables pueden variar de un punto
a otro del sistema, siempre y cuando esas variaciones sean continuas.
Por ejemplo, una columna de gas en un campo gravitacional se puede
considerar homogénea aunque su densidad no sea uniforme.

• Sistema heterogéneo: Un sistema en el cual las variables termodinámicas varían de un lugar a otro en
forma discontinua se dice que es heterogéneo. Por ejemplo, un sis-
tema constituido por hielo y agua en equilibrio es heterogéneo. Las
discontinuidades se producen en las interfases sólido-líquido.

• Fase: Muchas veces conviene dividir un sistema heterogéneo en


subsistemas, llamados fases, imaginando nuevos límites en los lu-
gares donde ocurren las discontinuidades. En consecuencia, una
fase es un subsistema homogéneo. No es necesario que todas las
partes de una fase sean adyacentes. Por ejemplo, un sistema que
consiste de hielo y agua se considera un sistema de dos fases, sea
que el hielo esté en un único trozo o dividido en varios fragmentos.

• Ecuación de estado: Muestra la relación que las variables de estado de un sistema (presión, volumen,
temperatura, cantidad de sustancia, etc.) verifican en los estados de equilibrio. Si, por ejemplo, el sis-
tema es una muestra de gas químicamente puro, debido a la ecuación de estado, de las tres variables
(presión, volumen y temperatura) solamente dos se pueden elegir arbitrariamente. La tercera está deter-
minada por la naturaleza del medio, y la ecuación de estado describe este hecho. La ecuación de estado
se puede o no expresar mediante una fórmula analítica, y proviene siempre de los experimentos o de
una teoría de la materia. De ningún modo se puede considerar que surge de la Termodinámica.

• Transformación termodinámica: Es todo proceso por el cual un sistema termodinámico evoluciona


desde un estado inicial hasta algún estado final. Si los estados inicial y final son diferentes se dice que
la transformación es abierta. Si son iguales se dice que la transformación es cerrada o que es un ciclo.

• Transformación reversible: Es toda transformación termodinámica cuyo sentido de evolución se puede


invertir mediante un cambio infinitesimal de las magnitudes físicas del entorno del sistema. Para este
tipo de transformaciones se puede considerar que el sistema en cada instante se encuentra en un estado
de equilibrio termodinámico.

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2. Algunas Magnitudes y Unidades

2.1 El Sistema Internacional de Unidades (SI)

En el curso se trabajará principalmente con el Sistema Internacional


de Unidades (SI). Pero también se tendrán en cuenta algunas unidades que no
pertenecen al SI pero cuyo uso es aceptado. También se tendrán en cuenta al-
gunas unidades que si bien no se aceptan en el marco del SI, poseen interés
histórico o técnico.

El SI considera siete magnitudes básicas: tiempo, longitud, masa, can-


tidad de sustancia, temperatura termodinámica, intensidad de corriente eléctrica, intensidad luminosa.

Para cada magnitud básica se define una unidad básica. Los nombres y símbolos para las magnitudes
básicas y sus unidades son los que figuran en la siguiente tabla.

Magnitudes básicas de Sistema Internacional


Nombre Símbolos Nombre de la unidad Símbolo de la unidad
Tiempo t segundo s
Longitud l, r metro m
Masa m kilogramo kg
Cantidad de sustancia n mol mol
Temperatura termodinámica T kelvin K
Intensidad de corriente eléctrica i, I ampere A
Intensidad luminosa IV candela cd

Los símbolos de las magnitudes se escriben siempre con letras oblicuas mientras que los símbolos de
las unidades se escriben con letras derechas. Los símbolos que figuran en la tabla para las magnitudes son los
recomendados, mientras que los símbolos de las unidades básicas son obligatorios.

Casi todas las demás magnitudes son magnitudes derivadas, que pueden expresarse en función de las
magnitudes básicas mediante las ecuaciones de la Física. Las unidades de las magnitudes derivadas se escriben
en forma de producto de potencias de las unidades de las magnitudes básicas, empleando las ecuaciones que
relacionan las magnitudes derivadas con las básicas. En general, la unidad de una magnitud Q , que simboliza-
mos como [Q ] , se escribe en forma de un producto dimensional: [Q ] = mα kg β sγ Aδ K ε molϕ cdη , donde
los exponentes son en general números enteros pequeños que pueden ser positivos, negativos o cero, y se deno-
minan exponentes dimensionales.

Hay algunas magnitudes derivadas Q para las que la ecuación que las define es tal que todos los expo-
nentes dimensionales de la expresión de su unidad son cero. Esto es cierto, en particular, para cualquier magni-
tud definida como cociente entre dos magnitudes del mismo tipo. Estas magnitudes se describen como adimen-
sionales o, alternativamente, como de dimensión uno. La unidad derivada coherente de tales magnitudes adi-
mensionales es siempre el número uno (1), puesto que es el cociente entre unidades idénticas de dos magnitudes
del mismo tipo.

Hay también algunas magnitudes que no pueden describirse como función de las siete magnitudes bá-
sicas del SI, sino que tienen naturaleza de cuenta; es decir, su valor se determina mediante conteo. Ejemplos de
ellas son el número de moléculas, la degeneración en mecánica cuántica (el número de estados independientes
con igual energía) y la función de partición en termodinámica estadística (el número de estados térmicamente
accesibles). Estas magnitudes de cuenta se consideran también habitualmente como adimensionales o de dimen-
sión uno y tienen como unidad el número uno (1).

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Algunas Magnitudes y Unidades 5

Las definiciones de las unidades básicas pueden ir cambiando con el tiempo según los avances de la
ciencia. Aunque suponemos que el lector está familiarizado con las definiciones del segundo, el metro y el
kilogramo, las reproducimos a continuación:

• Segundo ( s ) : El segundo, como unidad de tiempo, se definió originalmente como la fracción 1 86400
del día solar medio. La definición exacta del día solar medio se dejó a los astrónomos. Sin embargo,
las observaciones demostraron que esta definición no era satisfactoria por culpa de las irregularidades
de la rotación de la Tierra. Para conseguir una definición más precisa de la unidad de tiempo, en 1960
se aprobó una definición, proporcionada por la Unión Astronómica Internacional, que se basaba en el
año trópico 1900. Sin embargo, las investigaciones experimentales habían demostrado ya que un patrón
atómico de tiempo, basado en una transición entre dos niveles de energía de un átomo o de una molé-
cula, podría realizarse y reproducirse con una exactitud muy superior. Considerando que para la ciencia
y la tecnología era indispensable una definición muy precisa de la unidad de tiempo, en 1968 se reem-
plazó la definición del segundo por la siguiente:

El segundo es la duración de 9192 631770 periodos de la radiación correspondiente a la transición


entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del átomo de cesio 133.

De esto resulta que la frecuencia de transición entre los niveles hiperfinos del estado fundamental del
cesio 133 es, exactamente: ν ( hfs Cs ) = 9192 631770 Hz

• Metro ( m ) : El metro, como unidad de longitud, tuvo una definición en 1889 basada en un prototipo
internacional de platino iridiado que fue reemplazada en 1960 por una definición basada en la longitud
de onda de una radiación del kriptón 86. Se adoptó este cambio para mejorar la exactitud con la que se
podía realizar la definición del metro; esta realización se efectuaba mediante un interferómetro y un
microscopio móvil utilizado para medir la diferencia de camino óptico por conteo de franjas. A su vez,
en 1983, esta definición fue reemplazada estableciéndose que:

El metro es la longitud del trayecto recorrido en el vacío por la luz durante un intervalo de tiempo
igual a la fracción 1 299 792 458 del segundo.

De aquí resulta que la velocidad de la luz en el vacío es exactamente igual a 299 792 458 m s .
El prototipo del metro original sigue conservándose en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas
(BIPM) en las condiciones establecidas en 1889.

• Kilogramo ( kg ) : En el período comprendido entre los años 1889 y 2019, el kilogramo se definía como
la masa de un prototipo internacional: un patrón materializado fabricado en platino iridiado que se
conserva en el BIPM en las condiciones establecidas en 1889, año en que se aprobó el prototipo y se
declaró que el mismo sería considerado como unidad de masa. Actualmente, el kilogramo se define
asignándole un determinado valor a la constante de Planck ( h ) , que es una de las constantes funda-
mentales de la física.

El kilogramo ( kg ) , es la unidad internacional de masa y se define asignándole a la constante de Planck el va-


=lor h 6, 626 07015 ⋅10−34 J s , donde J s = kg m 2 s .

J = kg m 2 s 2 es la unidad internacional de energía denominada joule. Las unidades mol, kelvin y am-
pere serán definidas al avanzar con los temas del curso. La candela no será tratada en este curso.

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Algunas Magnitudes y Unidades 6

2.1.1 Unidades con nombres y símbolos especiales

Por conveniencia, ciertas unidades derivadas coherentes han recibido nombres y símbolos especiales.
Son en total veintidós. Suponemos que el lector está familiarizado con algunos ejemplos como el newton, el
joule, o el radián, que es el nombre especial de la unidad de ángulo plano, que en función de las unidades básicas
es: rad = 1= m m
Estos nombres y símbolos especiales pueden utilizarse con los nombres y los símbolos de las unidades
básicas o derivadas para expresar las unidades de otras magnitudes derivadas. Durante el curso se trataran otros
casos.

2.1.2 Unidades no pertenecientes al SI cuyo uso con el SI está aceptado

Magnitud Nombre Símbolo Equivalencia


Tiempo minuto min 1min = 60s
Tiempo hora h 1h = 60 min
Tiempo día d 1d = 24 h
Angulo plano grado ° 1° =(π 180 ) rad
Angulo plano minuto ’ 1’ = (1/60) °
Angulo plano segundo ” 1” = (1/60) ’
Volumen litro L 1L = 1000 cm3
Masa tonelada t 1t = 1000 kg

2.2 La densidad de masa y la integral de volumen.

La masa total m de un sistema físico macroscópico es por lo general una magnitud relevante para tener
en cuenta. Muchas veces puede ser necesario conocer cómo la masa de un sistema se distribuye sobre la
totalidad del volumen V que el sistema ocupa.

La relación ρ m = m V , que denominamos densidad media, nos da un


único valor que informa cómo está distribuida, en promedio, la totalidad
de la masa en todo el volumen. Este único valor es suficiente cuando la
masa está uniformemente distribuida. Pero, por ejemplo, sabemos que la
cantidad de aire atmosférico en un determinado volumen no es la misma a
nivel del mar que en lo alto de una montaña.

Para describir en forma detallada cómo se distribuye la masa de un


sistema definimos su densidad ρ , la que adoptará algún valor en cada una
Figura 1: Densidad 
de las posiciones r contenidas en el volumen del cuerpo. Es decir, la den-

()
sidad será una función de la posición: ρ = ρ r . Cada vez que definimos
una función que a cada posición de una región del espacio le hace corresponder un valor de una magnitud
escalar, decimos que hemos definido un campo escalar. La manera de asignar un valor a la densidad del sistema

en una posición r genérica es la siguiente: Se considera alrededor de la posición elegida una pequeña porción

()
del sistema, de volumen ∆V , cuya masa será ∆m . El valor ρ r se define como:

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Algunas Magnitudes y Unidades 7

 ∆m
()
ρ r = lim
∆V → 0 ∆V
(2.2.1.a)

El límite debe ser interpretado con sentido físico: Queremos describir los sistemas con suficiente detalle
a escala macroscópica; no pretendemos adentrarnos en la escala microscópica del dominio atómico-molecular.
El límite de la expresión (2.2.1.a) se alcanza cuando ∆V es suficientemente pequeño con relación al volumen
total, pero aún muy grande en comparación a las dimensiones atómicas-moleculares.

Teniendo en cuenta lo que acabamos de mencionar, la expresión (2.2.1.a) puede escribirse de otra ma-

nera. Suponemos que la porción del sistema que consideramos alrededor de la posición r tiene un volumen lo
suficientemente pequeño en comparación al volumen total como para considerarlo matemáticamente como una

cantidad diferencial: dV . Su masa será, también, una cantidad diferencial: dm . Entonces, ρ r es la relación ()
 dm
entre esas dos cantidades diferenciales: ()
ρ r =
dV
(2.2.1.b)

Que el sistema sea homogéneo en cuanto a su distribución de masa, equivale a decir que esta distribución
es uniforme. Entonces, la densidad tiene el mismo valor en todos los puntos, el que resulta igual al valor medio.

Puede darse el caso en que a partir de la densidad del cuerpo sea necesario calcular su masa total.
Imaginemos que al sistema lo dividimos en un número N de porciones. La masa de cada porción es ∆m j y la
N
masa total será: m
= ∑ ∆m
j =1
j . Como cada porción tiene un volumen ∆V j , podemos escribir que:

N ∆m j
=m ∑ ∆Vj =1
∆V j
j

Si consideramos el límite N → ∞ , el volumen de cada porción tiende a ser una cantidad diferencial, los co-
cientes ∆m j ∆V j tienden al valor de la densidad en la posición en que se ubica cada porción y la sumatoria se
convierte en una integral de volumen:

N ∆m j 
=m ∑ ∆V
j =1 j
∆V j 
N →∞
→ ()
m = ∫ ρ r dV (2.2.2)
V

En este curso no será necesario conocer ni tratar las técnicas generales para resolver integrales de volu-
men, aunque si se considerarán algunos casos muy sencillos. Si será importante que se entienda el significado
físico de una expresión como la (2.2.2).

Si el tamaño del sistema es pequeño comparado con las dimensiones del planeta, la aceleración gravitatoria
  
( )
se puede considerar la misma g = cte en todos los puntos, y el peso del sistema será: p = mg .

El peso se puede considerar aplicado en un punto, el centro de gravedad, que en la situación planteada es
el centro de masa del sistema. Pero también se puede pensar como la sumatoria de fuerzas distribuidas sobre
todo el volumen del cuerpo. En efecto, a partir de (2.2.2) podemos escribir que:

       
= g  ∫ ρ r dV =
p m= g () ()
∫ ρ r g dV (2.2.3)
V  V

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Algunas Magnitudes y Unidades 8


dp  
La fuerza gravitatoria por unidad de volumen es:
dV
()
=ρ r g (2.2.4)

2.3 La presión y la integral de superficie.



Consideremos una superficie plana de área S, sobre la que se aplica una fuerza resultante F , como se
muestra a la izquierda de la Figura 2, perpendicularmente a la superficie. En general, esta resultante no será la
consecuencia de una única fuerza concentrada en un punto de aplicación, sino la suma de fuerzas perpendicu-
lares distribuidas sobre toda la superficie. La presión es la magnitud que describe esa distribución de fuerzas.

Figura 2: Presión

Si F = F es el módulo de la fuerza perpendicular resultante sobre la superficie, la presión media se
define por la relación: pm = F S . En general, la presión media solamente nos da una idea de cómo se distribuye
en promedio las fuerzas sobre la superficie. Para obtener una descripción detallada debemos definir la presión

en cada punto de la superficie, los cuales podemos ubicar mediante vectores posición r con respecto a alguna
referencia, como se muestra a la derecha de la Figura 2. Tomando una pequeña porción de superficie, de área

∆S , en el entorno del punto considerado, la fuerza perpendicular aplica será ∆ F , y tendrá un módulo
   ∆F
∆F =∆ F . La presión en el punto r es: ()
p r = lim
∆S → 0 ∆S
(2.3.1.a)

El límite debe ser interpretado con el sentido físico ya discutido en el caso de la densidad. Si la porción de
superficie es lo suficientemente pequeña desde el punto de vista macroscópico la podemos considerar como una
cantidad diferencial, dS , al igual que el módulo de la fuerza perpendicular aplicada, dF . Entonces, podemos
 dF
escribir que: ()
p r =
dS
(2.3.1.b)

La superficie considerada puede ser una superficie real como la pared o el fondo de un recipiente que
contiene un líquido, y hablamos de la presión que se ejercen el líquido y la pared. Puede ser la superficie de
contacto entre dos cuerpos sólidos, y describimos con la presión a la fuerza normal por unidad de superficie.
Pero también puede ser una superficie ideal en el seno de un fluido, y hablamos de la presión que una parte del
fluido ejerce sobre otra. Esto permite definir la presión en todos los puntos de un fluido. Si el mismo está en
equilibrio, el valor de la presión es independiente de la orientación de la superficie.

La unidad internacional de presión es el pascal: 1Pa = 1N m 2 .

Históricamente, se definió la presión atmosférica normal (atm) como el valor medio de la presión at-
mosférica a nivel del mar. Actualmente, se define la presión atmosférica normal como:

1atm = 101325 Pa

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Algunas Magnitudes y Unidades 9

Es común la situación en la que, conociendo la presión sobre una superficie plana, se necesita conocer
la intensidad de la correspondiente fuerza resultante. Podemos imaginar a la superficie dividida en un número
N de porciones. La fuerza en cada porción tendrá un módulo ∆Fj , de manera que el módulo de la resultante
N
será: F
= ∑ ∆F
j =1
j .

N ∆Fj
Como cada porción tiene un área ∆S j , podemos escribir que:=F ∑ ∆S
j =1
∆S j
j

Si consideramos el límite N → ∞ , el área de cada porción tiende a ser una cantidad diferencial, los
cocientes ∆Fj ∆S j tienden al valor de la presión en la posición en que se ubica cada porción y la sumatoria se
convierte en una integral de superficie:

N ∆Fj 
=F ∑ ∆S
j =1 j
∆S j 
N →∞
→ F = ∫ p r dS () (2.3.2)
S

Si la superficie no es plana lo anterior no es válido. ¿Por qué?

2.4 La presión y el gradiente.

La presión es una magnitud importante en la descripción de muchos sistemas físicos. Como a cada posición
 
r = ( x, y, z ) dentro del sistema le podemos asociar un valor de presión
= p p=
r ()
p ( x, y, z ) , matemática-
mente podemos decir que la presión es un campo escalar. Como la presión puede cambiar de un punto a otro
del sistema, es útil saber cómo medir esos cambios. Tomando a la presión como ejemplo, definiremos algunas
magnitudes muy útiles para describir campos escalares.
  
Si a partir de un punto r realizamos un desplazamiento infinitesimal paralelo al eje x es: d r = dx i .
Si queremos saber cómo cambia el valor de la presión, podemos calcular su derivada parcial:

∂p p ( x + ∆x, y, z ) − p ( x, y, z )
= lim (2.4.1)
∂x ∆x →∞ ∆x

∂p
de manera que resulta: dp = dx
∂x

De manera similar se definen las derivadas parciales para las coordenadas y y z .


Si a partir de un punto r realizamos un desplazamiento infinitesimal en una dirección arbitraria, pode-
   
mos escribir que: d r = dx i + dy j + dz k (2.4.2)

La variación diferencial de la presión para este desplazamiento es la suma de las variaciones parciales:

∂p ∂p ∂p
dp = dx + dy + dz (2.4.3)
∂x ∂y ∂z

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Algunas Magnitudes y Unidades 10


El gradiente de la presión en un punto r , que simbolizaremos ∇p , es, por definición, una magnitud vectorial

tal que para un desplazamiento infinitesimal arbitrario d r , la variación diferencial de la presión es:


dp =∇p ⋅ d r (2.4.4)

Comparando (2.4.3) y (2.4.4) resulta que, en coordenadas cartesianas, es:


∂p  ∂p  ∂p 
p
∇= i+ j+ k (2.4.5)
∂x ∂y ∂z

El gradiente de presión tiene un


significado físico muy importante. Anali-
cemos una pequeña porción de un sis-
tema, como un gas o un líquido contenido
en un recipiente, como muestra la Figura
3. La masa y el volumen de la porción
son ∆m y ∆V =∆x ∆y ∆z . Las fuerzas
debidas a la presión en las caras conteni-
das en los planos x = cte y
Figura 3: La fuerza por unidad de volumen
x + ∆x = cte son:
y el gradiente de la presión

Fx (=
x, y, z ) p ( x, y, z ) ∆y ∆z Fx ( x + ∆x, y, z ) = − p ( x + ∆x, y, z ) ∆y ∆z

La componente x de la fuerza neta debida a la presión es: R x = −  p ( x + ∆x, y, z ) − p ( x, y, z )  ∆y ∆z

La componente x de la fuerza neta por unidad de volumen debida a la presión resulta:


 p ( x + ∆x, y, z ) − p ( x, y, z )  ∆y ∆z ∂p
− lim 
fx = =

∆V → 0 ∆x ∆y ∆z ∂x

Razonamientos idénticos para las otras componentes permiten concluir que la fuerza por unidad de volumen
  ∂p  ∂p  ∂p  
debida a la presión en el fluido es: f = − i + j + k  = −∇p (2.4.6)
 ∂x ∂y ∂z 

Pero si el sistema está sometido al campo gravitatorio, la fuerza gravitatoria por unidad de volumen, como vimos
  
()
anteriormente, es: ρ r g , donde ρ r ( ) es la densidad. Para que el sistema esté en equilibrio mecánico, la
fuerza neta en cada pequeña porción debe ser nula, es decir, la fuerza total por unidad de volumen debe anularse.

Si las únicas fuerzas presentes son las debidas a la presión y a la gravedad: −∇p + ρ g = 0
Si la acción de la gravedad puede ser despreciada, como cuando se estudia un volumen no muy grande
de gas, el equilibrio mecánico requiere que el gradiente de presión sea nulo:

∇p =0 ⇒ dp =∇p ⋅ d r =0 .

Esto significa que la presión deberá ser la misma en todos los puntos.

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3. Termometría y Gas Ideal

Un sistema físico puede interactuar con su entorno a través de distintos mecanismos. Estas interaccio-
nes pueden dar lugar a un intercambio de energía entre el sistema y su entorno. Algunas interacciones y los
intercambios de energía asociados se pueden describir apelando a los conceptos de fuerza y de trabajo. Pero en
otros casos se hace necesario recurrir a los conceptos de calor y temperatura.

El concepto de temperatura tiene su origen en las percepciones sensoriales del hombre. Pero estas sen-
saciones son inciertas y tienen un alcance restringido. La Termometría tiene como objeto definir el concepto de
temperatura de manera objetiva estableciendo los métodos de medición para esta magnitud.

El refinamiento y la extensión de las nociones primitivas, hasta el punto de que permita asignar valores
numéricos a las temperaturas de los cuerpos, depende de varios hechos experimentales sobre los cuales se basa
el funcionamiento de instrumentos, llamados termómetros, que sirven para medir temperaturas.

3.1 Temperatura empírica: Fundamentos experimentales de las mediciones de temperatura.

Es un hecho conocido que varias propiedades físicas de los cuerpos cambian con la temperatura. Por
ejemplo, los gases, líquidos y sólidos se expanden o se contraen a medida que su temperatura cambia, si la
presión se mantiene constante. Las variaciones de temperatura producen también cambios de otras propiedades,
tales como la resistividad eléctrica de los materiales o la fuerza electromotriz entre materiales disimiles, etc.
Dichas propiedades, que se encuentran entre aquellas que se aprovechan para diseñar termómetros, se denomi-
nan propiedades termoscópicas o termométricas.

El segundo hecho experimental es que existe el equilibrio térmico. Esto se puede describir diciendo que
cuando se pone en contacto térmico dos sistemas (o sea, se los separa mediante un límite diatérmico) y se los
separa del ambiente mediante una pared adiabática, las variables termodinámicas de ambos sistemas pueden
cambiar con el tiempo, pero esos cambios eventualmente concluyen y cada sistema queda en equilibrio. Cuando
esto ha ocurrido, los dos sistemas están en equilibrio térmico el uno con el otro. Por ejemplo, si introducimos
un termómetro de mercurio en vidrio en un recipiente que contiene agua caliente, el mercurio se expande, con
rapidez al principio y luego más y más lentamente hasta que su expansión se detiene por completo. En ese
momento el termómetro y el agua han llegado al equilibrio térmico entre sí.

El tercer hecho experimental es que si tenemos dos sistemas A y B que están en equilibrio térmico entre
sí, y si el sistema A está también en equilibrio térmico con un tercer sistema C, entonces B también está en
equilibrio térmico con C. Esta propiedad transitiva del equilibrio térmico es necesaria para que tenga sentido
asignar valores numéricos a la temperatura. En efecto, si TA = TB y TA = TC , entonces debe ser TC = TB si se
quiere que los números tengan sentido. Este último hecho se denomina Principio Cero de la Termodinámica.

Entonces, si deseamos saber cuándo dos sistemas están a la misma temperatura, es innecesario ponerlos
en contacto y observar si sus propiedades termométricas varían con el tiempo. Alcanza con introducir un tercer
sistema, que tenga una propiedad termométrica de fácil lectura, al que denominaremos termoscopio. Un termos-
copio, por ejemplo, puede ser un dispositivo similar al termómetro de mercurio, pero sin la necesidad de haber
introducido una graduación o escala (calibración). Ponemos el termoscopio en contacto con el primer sistema y
observamos el nivel alcanzado por la propiedad termométrica. Si al poner en contacto el termoscopio con el
segundo sistema la propiedad termométrica alcanza el mismo nivel, significa que ambos sistemas están a la
misma temperatura.

Para asignar un valor numérico a la temperatura de un sistema debemos en primer lugar elegir un sis-
tema con una propiedad termométrica de fácil lectura como, por ejemplo, el volumen de un líquido, la presión
de un gas a volumen constante, la resistencia de un alambre de platino o la fuerza electromotriz de un par
termoeléctrico.

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Termometría y Gas Ideal 12

El siguiente paso consiste en asignar arbitrariamente valores nu-


méricos a las temperaturas de uno o más sistemas, que sean fácilmente
reproducibles. A cada una de estas temperaturas las denominaremos punto
fijo patrón. A lo largo de la historia se han definido diferentes escalas em-
píricas de temperatura, basadas en diferentes puntos fijos. En 1742, An-
ders Celsius propuso la denominada escala centígrada, que simbolizare-
mos con t , definida de la siguiente manera:

• Se define como primer punto fijo a la temperatura de solidificación


del agua a nivel del mar, es decir, la temperatura de equilibrio entre
las fases sólida y líquida del agua a la presión atmosférica normal. A
la temperatura de este sistema se le asigna el valor 0°C . Figura 4: Anders Celsius (1701-1744).
Estampilla sueca conmemorativa.
• Como segundo punto fijo, se toma la temperatura del punto de ebulli-
ción del agua a nivel del mar, es decir, la temperatura de equilibrio entre las fases líquida y gaseosa del agua
a la presión atmosférica normal. A esta temperatura se le asigna el valor 100°C .

En esta escala la unidad de temperatura se denomina grado centígrado, que por definición es igual a la centésima
parte del intervalo térmico entre los dos puntos fijos y cuyo símbolo es °C .

Un termómetro es un sistema con una propiedad termométrica de fácil lectura a través de una escala
calibrada a partir de uno o más puntos fijos.

Lamentablemente, si medimos la temperatura de un sistema utilizando termómetros basados en dife-


rentes propiedades termométricas (volumen de alcohol, volumen de mercurio, presión de gas a volumen cons-
tante, resistencia de platino, etc.) obtendremos, en general, valores diferentes, aun cuando todos los termómetros
hayan sido calibrados con los mismos puntos fijos. Por ejemplo, si empleamos termómetros de gas a volumen
constante, donde la presión se emplea como propiedad termométrica, obtendremos valores diferentes para la
temperatura de un dado sistema, según sea la cantidad o el tipo de gas encerrado en ese volumen.

Cada escala termométrica que construyamos estará definida en términos de las propiedades termomé-
tricas del material del cual está hecho el termómetro. Lo único en lo cual deben coincidir todas las posibles
escalas arbitrarias de temperatura es en el ordenamiento de las temperaturas. Esto es, las diferentes escalas deben
todas concordar en indicar que un dado cuerpo esta “más caliente” o “más frio” que otro, si queremos respetar
nuestra noción primitiva de temperatura. Esto se puede controlar únicamente comparando entre si gran número
de posibles escalas de temperaturas y descartando como inadecuadas aquellas pocas que violaran este criterio
de ordenamiento. Por ejemplo, el agua tiene una densidad máxima (mínimo volumen especifico) cerca de 4°C
y por lo tanto su volumen no se puede usar como base de una escala termométrica que incluya ese rango.

Veremos que el Segundo Principio de la Termodinámica permite dar una definición absoluta de tempe-
ratura sin hacer referencia a las propiedades de ninguna sustancia material.

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Termometría y Gas Ideal 13

3.2 El termómetro de gas: El gas ideal.

Entre todos los posibles termómetros hay uno que tiene carac-
terísticas especiales. Se trata del termómetro de gas. La idea del termó-
metro de gas se remonta a Galileo Galilei, quien en 1592 construyó uno
que consistía en un recipiente cerrado con aire unido a un largo tubo
curvo parcialmente lleno de líquido. La expansión térmica del aire cam-
biaba el nivel del líquido; midiendo ese cambio se determinaba la tem-
peratura. Este principio general se fue perfeccionando a lo largo de los
años hasta llegar al actual termómetro de gas.

Se encuentra experimentalmente que todos los gases, a baja


presión y lejos de la región de condensación, se comportan de la misma
manera en lo que se refiere al efecto de la temperatura. Si se usa como
propiedad termométrica el producto de la presión por el volumen de
una masa fija de gas, pV , se encuentra que cuando se usan diferentes gases aparecen solamente diferencias
muy pequeñas entre las temperaturas indicadas. (En la práctica no se suele usar el producto pV : o se mantiene
constante V y se usa p como propiedad termométrica, o viceversa). Esto es ciertamente útil desde el punto de
vista práctico, pero la verdadera importancia del termómetro de gas se debe a que se puede demostrar que las
mediciones que con él se efectúan, cuando se las extrapola al límite de muy bajas presiones, dan una realización
experimental de la temperatura termodinámica absoluta definida en base al Segundo Principio.

Las investigaciones realizadas sobre los ga-


ses, utilizando la escala empírica centígrada, llevaron
a William Thomson (Lord Kelvin) (1824-1907) a
proponer la existencia de un límite inferior para la
temperatura de los cuerpos. En la escala centígrada,
este límite es próximo a t = −273,15°C .

El comportamiento común que poseen los


gases cuando están suficientemente diluidos (límite
de bajas presiones) es lo que se describe mediante el
modelo matemático que se denomina gas ideal. Figura 5: Lord Kelvin. Conmemoración en un billete es-
cocés de cien libras.

Resulta entonces práctico definir una escala de temperatura basada en la termometría con gases, la
llamada escala absoluta de temperaturas, en la que la temperatura mínima posible sea nula (cero absoluto).

Además, como ya se mencionó, los avances teóricos en la termodinámica muestran que es posible
definir el concepto de temperatura independientemente de las propiedades termométricas de cualquier sistema.
A la temperatura definida sobre esa base teórica se la denomina temperatura termodinámica. Como también ya
se mencionó, se comprueba que la temperatura termodinámica coincide con la escala absoluta obtenida con los
termómetros de gas. La temperatura termodinámica se simboliza con T y su unidad en el Sistema Internacional
(SI) se denomina kelvin: [T ] = K .

La escala de temperatura absoluta o del gas ideal (T ) se puede definir por la relación:
pV T
lim = (3.2.1)
p →0 pRVR TR

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Termometría y Gas Ideal 14

donde pV y pRVR se refieren a la misma masa de gas a dos diferentes temperaturas, T y TR , una de las cuales
ha sido elegida arbitrariamente como punto fijo o punto de referencia. El primer miembro de la ecuación con-
tiene variables que se pueden medir directamente y da un cociente numérico bien definido. Por lo tanto, si
asignamos un número a TR , queda determinada T . Luego todas las temperaturas de la escala quedan determi-
nadas asignando un número a un único punto fijo.

El punto triple del agua, es decir, la temperatura a la que pue-


den coexistir en equilibrio las tres fases (sólida, líquida y gaseosa), es
aproximadamente = t 0, 01°C . Hasta 2019, se tomaba este sistema
como punto fijo de la escala absoluta asignándole el valor
TR = 273,16 K . Actualmente la definición es otra, y la enunciaremos
un poco más adelante.

Es conveniente desarrollar algo más las consecuencias de la definición (3.2.1) y obtener una ecuación
de estado para un gas ideal. Distintos trabajos experimentales permitieron establecer una serie de propiedades
de los gases en el límite de bajas presiones:

• Robert Boyle (1627-1691) y Edme Mariotte (1620-1684) encontraron de manera independiente la que
hoy se conoce como Ley de Boyle–Mariotte: para una dada masa de gas a temperatura constante, el
producto de la presión por el volumen es constante: m =cte, T =cte ⇒ pV =cte

• Jacques Alexandre César Charles (1746-1823) encontró que: para una dada masa de gas a presión
constante, el volumen es directamente proporcional a la temperatura. Esta ley fue publicada por pri-
mera vez por Louis Joseph Gay-Lussac, haciendo referencia a un trabajo previo no publicado por Char-
les. Esta propiedad se conoce como Ley de Charles o Ley de Charles - Gay-Lussac.

m =cte, p =cte ⇒ V T =cte

• Louis Joseph Gay-Lussac (1778-1850) encontró la que hoy se conoce como Ley de Gay-Lussac: para
una dada masa de gas a volumen constante, la presión es directamente proporcional a la temperatura:
m =cte, V =cte ⇒ p T =cte

También experimentalmente, se encuentra que a temperatura constante el producto pV es directa-


mente proporcional a la masa m del gas. Podemos entonces definir una constante K como:

pV
K = lim (3.2.2)
p →0 mT

y en dicho límite podemos escribir la (3.2.1) en la forma: pV = m K T (3.2.3)

La constante K tiene un valor diferente para cada gas.

Se puede expresar la ecuación (3.2.3) de manera más cómoda, relacionando la masa ( m ) del gas (quí-
micamente puro) con la cantidad de sustancia ( n ) . John Dalton (1766-1844) propuso que la materia está for-
mada por partículas muy pequeñas llamadas átomos, que son indivisibles y no se pueden destruir. Los átomos
de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen su propio peso y cualidades propias. Los átomos de los dife-
rentes elementos tienen pesos diferentes. Distintos átomos pueden unirse dando origen a las moléculas de dife-
rentes sustancias.

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Termometría y Gas Ideal 15

Amedeo Avogadro (1776-1856), basándose en la teoría atómica de Dalton, descubrió que iguales vo-
lúmenes de gases diferentes, en las mismas condiciones de presión y temperatura, contienen el mismo número
de átomos (o moléculas).

El número de elementos ( N ) de un conjunto es una magnitud que cuenta entidades, por lo tanto, es
adimensional o de magnitud 1 (uno): [ N ] = 1 . Pero para contar grandes cantidades de elementos puede ser útil
tomar como unidad de medida un número mayor que uno. Por ejemplo, se define la docena como un conjunto
de 12 elementos (1docena = 12 ) . Entonces, podríamos definir una magnitud denominada cantidad de docenas
( nDOC ) cuya unidad es [ nDOC ] = 1 docena . Luego, el número de elementos de un conjunto es directamente
proporcional a la cantidad de docenas de ese conjunto: N = N D nDOC . El valor de la constante de proporcio-
1
nalidad N D está determinado por la cantidad de elementos en una docena: N D = 12 .
docena
1
Si nDOC = 2,5 docena , entonces:
= N N=
D nDOC 12 2,5 =
docena 30 .
docena

El número de elementos ( N ) (átomos o moléculas) de una muestra de sustancia pura es directamente


proporcional a la cantidad de sustancia ( n ) : N = N A n . La constante de proporcionalidad se simboliza N A ,
se denomina constante de Avogadro y es idéntica para todas las muestras. En el Sistema Internacional, la unidad
de medida para la cantidad de sustancia se denomina mol: [ n ] = mol . Por lo tanto, la unidad internacional de
1
la constante de Avogadro es [ N
= A] =  mol−1 .
mol

Un mol corresponde a una cierta cantidad de elementos idénticos. Hasta 2019, se definía esa cantidad
( )
como igual a la de átomos presentes en 0, 012 kg de carbono 12 C12 . Está definición del mol permitía
  023 ), lo que equivalía a determinar
determinar experimentalmente ese número (resultando próximo a 6, 022  ⋅ 1
el valor de la constante de Avogadro.

Actualmente, el mol se define fijando el valor de la constante de Avogadro:


= ⋅  023  mol−1
N A 6, 0221 4076  1

Esto equivale a decir que un mol es un conjunto de 6, 0221 ⋅  023 entidades idénticas.
 4076  1

Cuando se emplea la cantidad de sustancia, deben especificarse las entidades elementales consideradas,
que pueden ser átomos, moléculas, iones, electrones u otras partículas o grupos especificados de tales partículas.

La masa molar ( M ) de una sustancia es la razón entre la masa ( m ) y la cantidad de sustancia ( n ) :


M = m n . En el SI resulta [ M ] = kg mol , aunque es muy común expresarla en g mol .

La ecuación pV = m K T (3.2.3) =
puede escribirse como: pV n=
MK T N k T .

La constante k resulta ser la misma para todos los gases, es una de las constantes fundamentales de la física y
se denomina constante de Boltzmann.

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Termometría y Gas Ideal 16

Actualmente, el kelvin se define fijando por convención el valor de la constante de Boltzmann:


=k 1,380649 ⋅10−23 J K

La ecuación de estado del gas ideal, pV = N k T , también se puede escri-


bir en la forma: =pV n=
N A k T n RT (3.2.4)

La constante R = N A k se denomina constante universal de los gases.


En el SI, la constante universal de los gases resulta:

J
R = 8,314 4626
mol K

Con la actual definición del kelvin, la temperatura de equilibrio en-


tre el agua líquida y el hielo a presión atmosférica normal tiene un valor
Ludwig Boltzmann (1844-1906)
próximo a T0 = 273,15 K .

Cuando se propuso la escala absoluta, la escala centígrada ya estaba muy difundida y se había conver-
tido de uso cotidiano. Por eso, actualmente se la mantiene, denominándola temperatura Celsius, que se simbo-
liza con la letra t y a su unidad de medida se la denomina grado Celsius ( °C ) . Se la define a partir de la
temperatura absoluta mediante la ecuación de valores numéricos:

t °C
= T K − 273,15 (3.3.5)

Obsérvese que las diferencias o variaciones de temperaturas pueden expresarse tanto en kelvin como
∆t ∆T
en grados Celsius, mediante el mismo valor numérico: = .
°C K

Es decir que la diferencia entre la temperatura absoluta y la Celsius es solamente un corrimiento del cero.
.

3.3 Escala Internacional de Temperatura (ITS-90)

Medir la temperatura absoluta o termodinámica de un sistema requiere, en principio, el empleo de un


termómetro de gas a volumen constante, en el límite en que el gas esté suficientemente diluido. Esto puede
resultar incómodo en situaciones prácticas, o impracticable en ciertos rangos de temperaturas. Por eso se esta-
blece, por acuerdo internacional, una Escala Internacional de Temperatura.

Básicamente, se trata de una norma que establece valores de distintos puntos fijos, y proporciona pro-
cedimientos estándar y dispositivos, según el rango de temperatura, para obtener las temperaturas intermedias
a los puntos fijos. La norma está diseñada y actualizada para que las temperaturas obtenidas tengan el mejor
acuerdo posible con la temperatura termodinámica.

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Termometría y Gas Ideal 17

3.4 Uso de unidades de temperatura en SMath Studio

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4. Dilatación y Compresibilidad

Consideramos como sistema en estudio una muestra de una sustancia pura o de una mezcla homogénea
de diferentes sustancias puras. Sabemos que las sustancias se pueden presentar, según las condiciones de presión
y temperatura, en uno de tres estados posibles de agregación: sólido, líquido o gaseoso. Conocemos también
que, bajo ciertas circunstancias, una sustancia puede permanecer en equilibrio coexistiendo dos estados o fases
y, en circunstancias más específicas, se puede dar el equilibrio con la coexistencia de las tres fases (punto triple).
Suponemos que las condiciones de presión y temperatura son tales que la sustancia permanece en equilibrio en
solamente una fase, en la que permanece como sistema cerrado, es decir que la cantidad de sustancia es cons-
tante. También suponemos que el estado de equilibrio termodinámico se puede caracterizar mediante las varia-
bles de estado: presión ( p) , volumen (V ) y temperatura (T ) , vinculadas por una ecuación de estado
f (V , p, T ) = 0 . Esto último significa que una de las variables de estado se puede obtener en función de las
otras dos. Por ejemplo, consideremos al volumen del sistema como una función de la presión y de la tempera-
tura: V = V ( p, T ) .

4.1 Dilatación isobárica

Consideremos un sistema sólido o líquido que no esté limitado mecánicamente ante un posible cambio
de su volumen. También podemos considerar un sistema gaseoso contenido en un recipiente suficientemente
flexible. Si variamos la temperatura del sistema, manteniendo la presión constante, observamos que se modifica
el volumen (dilatación isobárica). Si la presión permanece constante, podemos considerar al volumen como una
función de la temperatura solamente: V = V (T ) .

4.1.1 Dilatación volumétrica

Si T0 es una temperatura inicial o de referencia y V0 = V (T0 ) es el correspondiente volumen, a una


temperatura T el volumen será V = V (T ) y podemos definir:

• ∆T = T − T0 : Diferencia de temperaturas.
• ∆V = V − V0 : Variación de volumen.
• ∆V V0 : Variación de volumen relativa.
∆V
• βm = : Coeficiente de dilatación volumétrico medio para el intervalo (T0 , T ) .
V0 ∆T

De esta manera, podemos relacionar los volúmenes a dos temperaturas diferentes si conocemos el co-
rrespondiente coeficiente de dilatación volumétrico medio:
∆V
β m= ⇒ ∆V= β mV0 ∆T ⇒ V= V0 (1 + β m ∆T )
V0 ∆T
La expresión anterior es exacta, pero requiere conocer el valor del coeficiente medio para los infinitos
intervalos de temperatura lo que, en general, es imposible. Resulta más conveniente definir un coeficiente de
1 dV
dilatación volumétrica para cada valor de temperatura: β (T ) =
V (T ) dT
En el Sistema Internacional de Unidades (SI) resulta: [ β ] = 1 K .

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Dilatación y Compresibilidad 19

Si para una dada sustancia fuera posible conocer cómo varía este coeficiente en función de la tempera-
tura, se podría relacionar los volúmenes a dos temperaturas integrando la expresión anterior. Pero, en general,
solamente se conocen los valores del coeficiente para ciertas temperaturas.

Si conocemos el valor del coeficiente para la temperatura T0 , β 0 = β (T0 ) , y si la temperatura T es


suficientemente próxima a T0 ( ∆V V0  1 o β 0 ∆T  1) podemos hacer la siguiente aproximación:
dV
V (T ) ≅ V0 + (T0 )(T − T0 ) ⇒ V (T ) ≅ V0 + V0 β 0 ∆T ⇒ V (T ) ≅ V0 (1 + β 0 ∆T )
dT

En la mayoría de los casos, el aumento de temperatura provoca el aumento del volumen, por lo que el
coeficiente de dilatación volumétrica tendrá un valor positivo. Sin embargo, se dan situaciones en las que el
coeficiente es negativo. Por ejemplo, el agua líquida por debajo de los 4°C disminuye su volumen cuando la
temperatura aumenta.

La densidad del sistema a la temperatura T0 es ρ0 = m V0 , mientras que a la temperatura T será


ρ (T ) = m V (T ) . Considerando a aproximación V (T ) ≅ V0 (1 + β 0 ∆T ) , podemos escribir que:
ρ0
ρ (T ) ≅
1 + β 0 ∆T

Ejemplo I: Consideremos un vaso de vidrio que contiene un


líquido hasta el borde a la temperatura T0 . Al elevar la tempe-
ratura del sistema, el líquido dilata mucho más que el vidrio por
lo que una parte se derrama. ¿Cómo podemos calcular la masa
de líquido que permanece en el vaso, si consideramos despre-
ciable la dilatación del vidrio?

ρ0
Al variar la temperatura, la densidad del líquido cambia según: ρ (T ) ≅
1 + β L ∆T
m0
siendo β L el coeficiente de dilatación del líquido. La densidad inicial la podemos escribir como ρ 0 = ,
V0
donde m0 es la masa inicial del líquido y V0 es su volumen inicial que coincide con la capacidad inicial del
m
vaso. La densidad final puede calcularse como ρ (T ) = , donde m es la masa de líquido que permanece
V0
en el vaso, cuya capacidad sigue siendo V0 porque despreciamos la dilatación del vidrio. Luego:
m ρ0 ρ0 V0 m0
= ⇒ m= ⇒ m=
V0 1 + β L ∆T 1 + β L ∆T 1 + β L ∆T

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Dilatación y Compresibilidad 20

4.1.2 Dilatación lineal y superficial de sólidos isótropos.

En el caso de un sistema sólido, además de conocer como cambia su volumen, puede ser necesario
estimar cómo se modifican otras características geométricas como la longitud o la superficie.

Si se trata de un sistema donde su longitud L predomina sobre las otras dos dimensiones, como en el
caso de una varilla metálica, se pueden hacer consideraciones similares a las anteriores, definiendo el coeficiente
1 dL
de dilatación lineal: α (T ) =
L (T ) dT
Igual que antes, si ∆T = T − T0 es suficientemente pequeño, podemos usar la aproximación:
L (T ) ≅ L0 (1 + α 0 ∆T )

Si el sistema posee una dimensión despreciable frente a las otras dos, como en el caso de una lámina
metálica de pequeño espesor, podríamos estar interesados en cómo cambia la superficie. Pero la dilatación po-
dría ser diferente a lo largo que a lo ancho. Si las tres dimensiones del sistema son comparables, podría presen-
tarse el problema que la dilatación sea diferente según se considere el largo, el ancho o el alto.

Consideraremos solamente el caso de sólidos isótropos, es decir que sus propiedades, incluida la dila-
tación, es la misma en todas las direcciones espaciales.

Consideremos una muestra de material con forma de paralelepípedo recto rec-


tangular de lados x , y , z , como se muestra en la figura. El volumen de la muestra
es: V = x y z . Para una variación dT de su temperatura la variación diferencial del
volumen es:
dV = d ( x y z ) = y z dx + xz dy + x y dz
∂V ∂V ∂V
Obsérvese que lo anterior equivale a: dV = dx + dy + dz
∂x ∂y ∂z
1 dx 1 dy 1 dz
Si el sólido es isótropo: =α = =
x dT y dT z dT

1 dV
Luego: dV = y z x α dT + xz y α dT + x y zα dT = 3V α dT ⇒=β = 3α
V dT

Entonces, si el coeficiente de dilatación lineal de un sólido es el mismo para todas las dimensiones, se cumple
la relación: β = 3α .

Para el área valen consideraciones análogas a las de la longitud y el volumen, siendo el coeficiente de dilatación
superficial igual al doble del lineal: S (T ) ≅ S0 (1 + 2α 0 ∆T )

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Dilatación y Compresibilidad 21

4.1.3 Dilatación de vanos, agujeros y cavidades.

Por último, queremos considerar qué es lo que sucede con los vanos, agujeros
y cavidades que eventualmente puedan poseer las muestras sólidas que se dilatan.

Consideremos, por ejemplo, un anillo circular que


a la temperatura T0 tienen un perímetro L0 . Entonces, a
la temperatura T su perímetro será
L (T ) ≅ L0 (1 + α 0 ∆T ) .
Teniendo en cuenta la relación entre el radio y el perímetro de la circunferencia,
podemos escribir

2π r (T ) ≅ 2π r0 (1 + α 0 ∆T ) ⇒ r (T ) ≅ r0 (1 + α 0 ∆T )

Resulta, entonces, que el radio del anillo dilata según el coeficiente correspondiente al material del
anillo. Lo mismo sucede con los agujeros en las superficies o las cavidades en los volúmenes.

Ejemplo II: Consideremos un vaso de vidrio que contiene un


líquido hasta el borde a la temperatura T0 . Al elevar la tempera-
tura del sistema, el líquido dilata un poco más que el vidrio por
lo que una parte se derrama. ¿Cómo podemos calcular la masa de
líquido que permanece en el vaso?

Al variar la temperatura, la densidad del líquido cambia


ρ0
según: ρ (T ) ≅
1 + β L ∆T
m0
siendo β L el coeficiente de dilatación del líquido. La densidad inicial la podemos escribir como ρ 0 = ,
V0
donde m0 es la masa inicial del líquido y V0 es su volumen inicial, que coincide con la capacidad inicial del
m
vaso. La densidad final será ρ (T ) = , donde m es la masa de líquido que permanece en el vaso y
V (T )
V (T ) ≅ V0 (1 + β V ∆T ) es la capacidad del vaso dilatado, siendo β V el coeficiente de dilatación del vidrio.

ρ0 m m0 m m0
Entonces: ρ (T ) ≅ ⇒ ≅ ⇒ ≅
1 + β L ∆T V (T ) V0 (1 + β L ∆T ) V0 (1 + β V ∆T ) V0 (1 + β L ∆T )

⇒ m ≅ m0
(1 + β V ∆T )
(1 + β L ∆T )

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Dilatación y Compresibilidad 22

4.2 Compresión isotérmica

Si variamos la presión ejercida sobre el sistema, manteniendo la temperatura constante, observamos que
se modifica el volumen (compresión isotérmica). Si la temperatura permanece constante, podemos considerar
al volumen como una función de la presión solamente: V = V ( p ) .
1 dV
Se define el coeficiente de compresibilidad isotérmica como: κ ( p ) = − .
V ( p ) dp
Dado que al aumentar la presión sobre el sistema el volumen tiende a disminuir, se introduce el signo menos en
la definición anterior para que el coeficiente tenga valores de signo positivo. También es común definir el mó-
dulo de compresibilidad como: B ( p) = 1 κ ( p) .
Si conocemos el valor del coeficiente a la presión p0 , κ 0 = κ ( p0 ) , y si la presión p es suficientemente
próxima a p0 , podemos hacer la siguiente aproximación:
dV
V ( p ) ≅ V0 + ( p0 )( p − p0 ) ⇒ V ( p ) ≅ V0 − V0 κ 0 ∆p ⇒ V ( p ) ≅ V0 (1 − κ 0 ∆p )
dp
También, podemos escribir: V ( p ) ≅ V0 (1 − ∆p B0 ) siendo B0 = 1 κ 0

=
En el Sistema Internacional de Unidades (SI) resulta: [κ ] 1=
Pa , [ B ] Pa .

4.3 Variación simultanea de la presión y de la temperatura

Si consideramos al volumen como función de la temperatura y de la presión, V = V ( p, T ) , el coefi-


ciente de dilatación isobárico y el de compresibilidad isotérmico se definen mediante las derivadas parciales:
1 ∂V 1 ∂V
β ( p, T ) = , κ ( p, T ) = −
V ∂T V ∂p

Si V0 = V ( p0 , T0 ) es el volumen del sistema a la temperatura T0 y a la presión p0 , para temperaturas


y presiones próximas a T0 y p0 , respectivamente, se cumple la aproximación:

∂V ∂V
V (T , p ) ≅ V (T0 , p0 ) + (T0 , p0 )(T − T0 ) + (T0 , p0 )( p − p0 )
∂T ∂p
V ≅ V0 + V0 β 0 ∆T − V0 κ 0 ∆p

V ≅ V0 (1 + β 0 ∆T − κ 0 ∆p )

La expresión anterior se puede escribir en las formas:

∆V ∆V 1
≅ β 0 ∆T − κ 0 ∆p ≅ β 0 ∆T − ∆p
V0 V0 B0

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Dilatación y Compresibilidad 23

Si al cambiar la temperatura de una muestra en una cantidad ∆T queremos que su volumen no se


modifique, será necesario provocar un cambio ∆p en la presión sobre la muestra tal que:

β 0 ∆T
0 ≅ β 0 ∆T − κ 0 ∆p ⇒ ∆p ≅ = β 0 B0 ∆T
κ0

4.4 Ejercicios

1. Se colocan dos tramos prefabricados de hormigón en un


puente de longitud total 2L , de modo que no queda espacio
para una posible dilatación. Si se produce un aumento de tem-
peratura ∆T , ¿cuánto mide la altura y a la que se levantan
ambos tramos al deformarse?

2. Un recipiente de vidrio tiene forma de bulbo esférico terminado en


la parte superior como un tubo cilíndrico. A la temperatura T0 la
sección del capilar es A0 , el volumen del bulbo esférico es V0 y
está ocupado por un líquido cuyo coeficiente de dilatación volumé-
trico es β . Cuando se produce un aumento de temperatura ∆T ,
el líquido expande ocupando una altura ∆h dentro del capilar. De-
ducir la expresión para la altura ∆h si:
a) Se desprecia la dilatación del recipiente.
b) El recipiente tiene un coeficiente de dilatación lineal α .

3. Si el radio r de un disco varía en una cantidad ∆r , a partir de consideraciones geométricas calcular:


a) La variación ∆l de su perímetro. ( ∆l= 2π ∆r )

= 2π r ∆r + π ( ∆r ) 
b) La variación ∆S de su área.  ∆S
2
 

4. Si el radio r de un disco varía en una cantidad (diferencial) dr , teniendo en cuenta los resultados del pro-
blema anterior, calcular:
dl ∆l
a) La variación dl de su perímetro, sabiendo que: = lim
dr ∆r →0 ∆r
dS ∆S
b) La variación dS de su área, sabiendo que: = lim
dr ∆r → 0 ∆r

1 dr
5. Si el coeficiente de dilatación lineal de un disco de radio r se define como: α = , expresar en fun-
r dT
1 dS
ción de α su coeficiente de dilatación superficial definido como: .
S dT

6. Si el radio r de una esfera varía en una cantidad (diferencial) dr , expresar en función de estas dos magni-
tudes la variación dS de su área.

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Dilatación y Compresibilidad 24

1 dr
7. Si el coeficiente de dilatación lineal de una esfera de radio r se define como: α = , expresar en
r dT
1 dS
función de α su coeficiente de dilatación superficial definido como: .
S dT

8. Si el radio r de una esfera varía en una cantidad (diferencial) dr , expresar en función de estas dos magni-
tudes la variación dV de su volumen.

1 dr
9. Si el coeficiente de dilatación lineal de una esfera de radio r se define como: α = , expresar en
r dT
1 dV
función de α su coeficiente de dilatación volumétrico definido como: β = .
V dT

10. Para una muestra cerrada ( n = cte ) de gas ideal, se cumple la ecuación de estado pV = nRT , donde n es
la cantidad de sustancia y R la constante universal de los gases.
a) Demostrar que el coeficiente de dilatación isobárico es β (T ) = 1 T .
b) Demostrar que el coeficiente de compresibilidad isotérmico es κ ( p ) = 1 p .

11. ¿Qué pasó? ¿Cómo se soluciona?

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5. Calorimetría y cambios de estado

Antoine-Laurent de Lavoisier (1743-1794 ), fue un químico francés al que se considera creador de


la química moderna, por sus estudios sobre la oxidación de los cuerpos, el fenómeno de la respiración animal,
el análisis del aire, la ley de conservación de la masa y la calorimetría.
Lavoisier propuso la teoría del calórico, que fue un modelo con el cual se explicó, durante cierto
tiempo, las características y comportamientos físicos del calor. La teoría supone al calor como un fluido hipo-
tético, el calórico, contenido en la materia en cantidades que pueden variarse. El calórico se difunde entre los
cuerpos, pasando de uno a otro por contacto. Las distintas sustancias presentarían distintas capacidades para
contener el calórico, lo que explicaría sus diferentes calores específicos. En ciertas condiciones, si un cuerpo
pierde fluido calórico, su temperatura debería disminuir, y ésta, debería aumentar si el cuerpo ganara fluido
calórico.
La teoría del calórico era aceptada, ya que incluso explicaba los experimentos de Joule sobre la equiva-
lencia entre calor y energía, interpretando que al frotar un cuerpo, se romperían las vesículas microscópicas que
contienen el calórico, liberando calor. Sin embargo, la teoría fue perdiendo adeptos, al no poder explicar diver-
sos problemas, como la masa nula del calórico y, al resultar inconsistente con los nuevos datos experimentales,
fue abandonada a mediados del siglo XIX.
Benjamin Thompson (Conde de Rumford) (1753-1814) fue un médico, físico e inventor norteameri-
cano, cuyos experimentos echaron por tierra la tesis del calórico de Lavoisier.
Temeroso de la propagación de la Revolución Francesa, el gobernador de Baviera encomendó al conde
Rumford la supervisión de los cañones construidos para la defensa de las fronteras. En el proceso de taladrar el
ánima de los cañones, Rumford observó que se producía un aumento de temperatura en la estructura del cañón,
en las virutas metálicas y en el propio taladro, de modo que parecía generarse calor continuamente en lugar de
conservarse, como predecía la teoría del fluido calórico.
Rumford dirigió una serie de experimentos para medir el cambio de temperatura que ocurría al utilizar
maquinaria rudimentaria desafilada en el proceso de taladrado. En uno de los experimentos, se utilizó agua para
refrigerar el taladro y la estructura del cañón. Rumford midió el aumento de temperatura del agua y observó la
sorpresa y el asombro que expresaban los semblantes de los allí presentes viendo la gran cantidad de agua que
se calentaba, y que verdaderamente llegaba a hervir sin ningún fuego. Rumford concluyó que el calor no podía
ser una sustancia contenida en la materia, ya que parecía no tener límite. Más bien parecía que era el resultado
del rozamiento o del trabajo realizado por las fuerzas de rozamiento.

Sabemos que dos sistemas físicos pueden interactuar entre si intercambiando, eventualmente, energía. A
veces la interacción se puede describir mediante el concepto de fuerza y calcular la energía intercambiada me-
diante el trabajo de la fuerza. Hoy se acepta que el calor es una cantidad de energía intercambiada entre dos
sistemas macroscópicos como resultado de una cantidad innumerable de procesos a escala microscópica.
Cuando discutamos el Primer Principio de la Termodinámica, profundizaremos en la definición de calor.

Como el calor mide una cantidad de energía, su unidad internacional es el joule. Sin embargo, actualmente
sigue siendo común el empleo de una unidad histórica que se definió cuando aún estaba vigente la teoría del
calórico.

5.1 La caloría

En ciertas situaciones, el flujo de calor sobre un sistema va acompañado de la variación de su tempera-


tura. En base a esto, y como las propiedades de una sustancia suelen depender de su temperatura, se definió la
caloría 15 ( cal15 ) como la cantidad de calor necesaria para aumentar la temperatura de 1g de agua, a la presión
atmosférica normal, desde 14,5°C hasta 15,5°C .

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Calorimetría y cambios de estado 26

Experimentos como los realizados por James Prescott Joule (1818–1889), que se discutirá más ade-
1cal15 ( 4,1855 ± 0, 0050 ) J .
lante, y otros posteriores, permitieron comprobar que: =
Como la caloría es una unidad histórica tradicional, se la desea mantener, pero definiéndola de manera
independiente de las propiedades de cualquier sustancia. Así surgió, por ejemplo, la caloría termoquímica, que
se define por la relación: 1calTH = 4,184 J .
En 1956, La 5ta Conferencia Internacional sobre las Propiedades del Vapor, definió una caloría basada
en la Tabla Internacional (International Table) de propiedades del vapor: 1calIT = 4,1868 J .
Esta última definición es la que adoptamos para este curso.

5.2 Convención de signos para el calor.

Para diferenciar si un sistema absorbe calor de su entorno o si se lo cede, de ahora en adelante adoptamos
el siguiente convenio:

Si el sistema recibe calor, la cantidad se computa con signo positivo.


Si el sistema cede calor, la cantidad se computa con signo negativo.

Muchas de las expresiones matemáticas de las leyes físicas dependen de la convención de signos adop-
tada para el calor. Cuando se estudia la bibliografía, se debe prestar atención a la convención de signos utilizada.
Cuando se presenta algún trabajo sobre el tema, se debe indicar la convención de signos utilizada.

5.3 Capacidad calorífica

En ciertas situaciones, cuando un cuerpo a la temperatura T0 intercambia calor, su temperatura varía


hasta un valor T . El cambio de temperatura depende, entre otros factores, del tipo de proceso que se efectúe.
La cantidad de calor Q y la correspondiente variación de temperatura ∆T = T − T0 se pueden medir, y su razón,
llamada capacidad calorífica media, CM , para el intervalo (T0 , T ) es igual a:
CM
= Q ∆T (5.3.1)

En el límite en que la variación de temperatura es tan pequeña que se puede suponer una cantidad infinitesimal,
dT , la cantidad de calor intercambiada será también infinitesimal, δ Q , y el cociente permite definir la capa-
cidad calorífica, a la temperatura T :
C (T ) = δ Q dT (5.3.2)

que queda determinada solamente cuando se especifica el proceso. La capacidad calorífica de un cuerpo es
función de su temperatura y de otras variables termodinámicas como p y V, de modo que es necesaria una
ulterior especificación de esta. Esto se indica mediante un subíndice, por ejemplo, CP y CV indican que la
presión o el volumen, respectivamente, se mantienen constantes a un valor particular a medida que el sistema
intercambia calor. Cuando discutamos el concepto de trabajo de volumen, justificaremos que se cumple que:
CP > CV . Para sistemas en estado sólido o líquido resulta: CP ≅ CV .

Cuando el sistema varía su temperatura desde T0 hasta TF , siguiendo un proceso para el que se co-
noce la correspondiente capacidad calorífica, la cantidad de calor intercambiada es:

TF

Q = CM ∆T = ∫ C (T ) dT
T0
(5.3.3)

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Calorimetría y cambios de estado 27

Ejemplo I: A temperaturas muy bajas el calor específico del cobre es aproximadamente:

c T   aT  bT 3 , con a  0, 0108 J kg K 2 y b  7, 62 104 J kg K 4 .

a) Calcular el calor específico del cobre a 3K .


b) ¿Qué cantidad de calor por unidad de masa es necesario suministrar para calentar el cobre desde 1K
hasta 4 K ?

c) Representar gráficamente el calor específico en el intervalo 0  T  4 K

El cuadro siguiente muestra la resolución usando SMath Studio

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Calorimetría y cambios de estado 28

5.4 Calor específico y calor molar

La capacidad calorífica de un determinado sistema es directamente proporcional a su masa, por lo que


frecuentemente conviene expresarla en términos de la capacidad calorífica por unidad de masa.

La capacidad calorífica C de una muestra de masa m de una sustancia pura es una propiedad de esa
muestra. En cambio, el cociente
cm = C m (5.4.1)

que denominamos calor específico es una propiedad de la sustancia, independiente del tamaño de cualquier
muestra. De la definición de la caloría vemos que para el agua a temperatura ambiente y presión normal es:
cal
cm ( H 2 O ( l ) ) ≅ 1
g °C

En lugar de la masa m de una muestra de sustancia pura, puede resultar útil considerar la cantidad de
sustancia n . Entonces, si la capacidad calorífica de la muestra es C , definimos el calor molar de la sustancia:

cn = C n (5.4.2)

J J
En el SI: [C ] = J K [cm ] = , n]
[c= [=
R]
kg K mol K

Si la masa molar de la sustancia es M , resulta n = m M y, entonces:

cn = cm M (5.4.3)

Cuando el sistema varía su temperatura desde T0 hasta TF , siguiendo un proceso para el que se co-
noce el correspondiente calor específico, la cantidad de calor intercambiada es:

TF

Q = m ∫ cm (T ) dT (5.4.4.a)
T0
TF

Si se conoce el calor molar: Q = n ∫ cn (T ) dT (5.4.5.a)


T0

Si se trabaja en un rango de temperaturas donde los calores específicos y molares se pueden suponer
aproximadamente independientes de la temperatura, resulta:

TF

Q = m ∫ cm (T ) dT ≅ m cm (TF − T0 )= m cm ∆T (5.4.4.b)
T0
TF

Q = n ∫ cn (T ) dT ≅ n cn (TF − T0 ) = n cn ∆T (5.4.5.b)
T0

En general, los subíndices m y n suelen omitirse porque el análisis dimensional de la ecuación en la que in-
tervienen muestra si corresponde usar el calor específico o el calor molar.

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Calorimetría y cambios de estado 29

5.5 La ley de Dulong y Petit

Cuando la temperatura de un sistema disminuye bastante por debajo de la temperatura ambiente, se


observa que su calor específico disminuye, tendiendo a cero a medida que la temperatura tiende al cero absoluto.
Por el contrario, en el rango de temperaturas cercanas a la temperatura ambiente, el calor específico se mantiene
aproximadamente constante, en un valor que es propio para cada sustancia.
Sin embargo, si se consideran los calores molares, ese valor constante se hace aproximadamente el
mismo para determinados grupos de sustancias. Todo esto se ilustra en la Figura 6 para el cobre y el plomo.

Para sólidos cristalinos resulta cV ≅ cP ≅ 3R .


Para gases monoatómicos (helio, neón, argón, etc.)
se encuentra que cV = 3R 2 y c p = 5 R 2 .
Para gases diatómicos (hidrógeno, nitrógeno, oxí-
geno, monóxido de carbono, etc.) resulta: cV = 5 R 2 y
cp = 7R 2 .
Estos resultados para los valores aproximadamente
constantes de los calores molares a temperatura suficiente-
mente alta fueron encontrándose a partir de los trabajos
de Pierre Louis Dulong (1785-1835) y Alexis Thérèse Pe- Figura 6: Calores molares para el cobre y el plomo en fun-
tit (1791-1820), cuyas conclusiones publicaron hacia 1820. ción de la temperatura absoluta.

De los valores anteriores surge que para los gases ideales: c p − cV =


R . Este resultado se conoce como
relación de Mayer y lo volveremos a discutir más adelante.
Observando la unidad de la constante R , queda claro que todas las ecuaciones de este apartado se
refieren a los calores molares.

5.6 Cambios de estado de agregación

Sabemos que las distintas sustancias se pueden presentar, según las condiciones de presión y tempera-
tura, en uno de tres estados de agregación posibles: sólido, líquido o gaseoso.

Nota: El plasma es un gas altamente ionizado y se puede considerar como un cuarto estado de agregación.
Dentro del estado sólido se pueden diferenciar, entre otras variantes, los sólidos amorfos y los sólidos cristali-
nos. En el estado gaseoso se puede hacer una distinción entre gas y vapor. Aunque son muy importantes, no
avanzaremos en estas cuestiones.

Si las condiciones de presión y temperatura son las apropiadas, una sustancia puede presentarse en
forma de un sistema heterogéneo donde coexisten dos fases: sólido-líquido, líquido-vapor, etc. Tenemos, por
ejemplo, el caso del agua a la presión atmosférica normal y a t = 0°C , donde pueden coexistir en equilibrio
una fase sólida (hielo) con otra líquida. En general, a una dada presión p , llamamos punto de fusión ( tF en la
escala Celsius o TF en la absoluta) a la temperatura en la que pueden coexistir la fase sólida y la líquida. También
t 100°C , pueden coexistir en equilibrio una fase líquida
para el agua a la presión atmosférica normal, pero a=
y una fase gaseosa. En general, a una dada presión p , llamamos punto de vaporización o de ebullición ( tV en
la escala Celsius o TV en la absoluta) a la temperatura en la que pueden coexistir la fase gaseosa y la líquida.

Una característica relevante de los sistemas en que coexisten dos fases de la misma sustancia es que,
mientras estén presentes ambas fases, el sistema puede absorber o ceder calor sin que se modifique su tempera-
tura. El flujo de calor modifica la cantidad de sustancia en cada fase, aumentando en una y disminuyendo en la
otra, según el calor sea absorbido o cedido.

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Calorimetría y cambios de estado 30

La fusión es el paso del estado sólido al líquido, y requiere que el sistema absorba calor. Para cada
sustancia se define el calor latente de fusión, LF > 0 , de manera que la cantidad de calor que se debe absorber
Q m LF > 0 . En el SI,
para fundir una cantidad de masa m , a la temperatura de fusión, es= [ LF ] = J kg .
El proceso inverso se denomina solidificación. Requiere que el sistema ceda calor. La cantidad de calor
que una cantidad de masa m , a la temperatura de fusión, debe ceder para solidificarse es Q = −m LF < 0 .

La vaporización es el paso del estado líquido al gaseoso, y requiere que el sistema absorba calor. Para
cada sustancia se define el calor latente de vaporización, LV > 0 , de manera que la cantidad de calor que se
=
debe absorber para vaporizar una cantidad de masa m , a la temperatura de vaporización, es Q m LV > 0 . En
el SI, [ LV ] = J
kg . El proceso inverso se denomina condensación. Requiere que el sistema ceda calor. La
cantidad de calor que una cantidad de masa m , a la temperatura de vaporización, debe ceder para condensarse
es Q = −m LV < 0 .

La volatilización o sublimación es el pa-


saje directo del estado sólido al gaseoso y requiere
la absorción de calor. Por ejemplo, el hielo seco,
dióxido de carbono ( CO 2 ) en estado sólido, pasa
directamente al estado gaseoso al exponerlo, a
presión atmosférica, a una temperatura superior a
los 78°C bajo cero.

El proceso inverso por el cual una sustan-


cia pasa del estado gaseoso directamente al sólido
se denomina sublimación inversa o regresiva.

Resumimos, a continuación, los procesos de cambio de estado mencionados:

m LF 0
Q => Q= − m LF <0
Sólido 
Fusión
→ Líquido 
Solidificación
→ Sólido

m LV 0
Q => Q= − m LV <0
Líquido →
Vaporización
Gaseoso 
Condensación
→ Líquido

Q >0 Q <0
Sólido 
Volatilización
→ Gaseoso 
Sublimación inversa
→ Sólido
o Sublimación o regresiva

Hay que tener presente que los valores de algunas propiedades de las sustancias, como la densidad y los
calores específicos o molares, cambian al modificarse el estado de agregación. Así, por ejemplo, en estado
g cal
líquido la densidad y el calor específico del agua son: 1
3
y1 . Pero en estado sólido los valores típicos
cm g °C
g cal cal
son 0,91 3 y 0,5 . El calor específico para el vapor de agua es aproximadamente 0, 48
cm g °C g °C

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Calorimetría y cambios de estado 31

Ejemplo II: Calcular la cantidad de calor que debe absorber un cubo de 150g de hielo inicialmente a 20°C
bajo cero para transformase en vapor de agua a 100°C . Representar gráficamente la temperatura de esa masa
en función del calor absorbido.

Los cuadros siguientes muestran la resolución utilizando SMath Studio.

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Calorimetría y cambios de estado 32

5.7 Calorímetro de mezclas

Para ciertas sustancias es posible determinar su calor específico empleando calorímetros de mezclas.
Los calorímetros son recipientes que pueden contener N muestras de masa m j (1 ≤ j ≤ N ) de distintas sus-
tancias, que poseen calores específicos c j y están a las temperaturas iniciales T0 j . Se deja que las muestras
interactúen dentro del recipiente hasta que se alcance el equilibrio térmico a la temperatura TE . Si se conocen
todas las magnitudes mencionadas salvo una, la magnitud incógnita podrá calcularse, bajo ciertas aproximacio-
nes, a partir de un balance energético.

Vamos a suponer que se cumplen las siguientes condiciones:

i. El calorímetro no permite que su contenido intercambie trabajo con el exterior.


ii. El calorímetro no permite que su contenido intercambie calor con el exterior.
iii. El calorímetro no intercambia trabajo con su contenido.
iv. El calorímetro no intercambia calor con su contenido.
v. El intercambio de energía entre las muestras en forma de trabajo es despreciable.
vi. No hay cambios en el estado de agregación de las muestras.

En estas condiciones el equilibrio térmico se alcanza solamente con el intercambio de calor entre las
muestras. Si Q j es el calor absorbido o cedido por la muestra j − ésima , resulta:
N

∑Q
j =1
j =0 (5.7.1)

Dada la condición vi., y considerando los valores específicos independientes de la temperatura, todos los calo-
res se podrán escribir en la forma:
Q=j m j c j ∆T=
j ( )
m j c j TE − T0 j (5.7.2)

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Calorimetría y cambios de estado 33

N
y, entonces: ∑ m c (T
j =1
j j E − T0 j ) =
0 (5.7.3)

De esta ecuación se despejará la magnitud incógnita. Si la incógnita fuera la temperatura a la que se alcanza el
N N
equilibrio térmico, resulta que: TE = ∑ m j c j T0 j ∑m j cj (5.7.4)
=j 1 =j 1

Como los productos m j c j son las capacidades caloríficas de cada muestra, vemos que la temperatura de equi-
librio es un promedio ponderado de las temperaturas iniciales. De lo anterior resulta que se cumplirá:

min {T0 j } < TE < max {T0 j } (5.7.5)

Si levantamos la condición iv., permitiendo que el calorímetro participe intercambiando calor con las muestras,
las ecuaciones anteriores son válidas considerando al calorímetro como una muestra más. Para ello hay que
conocer la capacidad calorífica del calorímetro. En general, como el calorímetro está formado por distintitos
componentes de diferentes sustancias, se lo suele caracterizar mediante una magnitud denominada equivalente
en agua, que se mide en unidades de masa. Esto significa que, a los fines de calcular el calor intercambiado por
el calorímetro con las muestras, se lo considera como si fuera una masa de agua líquida de valor igual a su
equivalente.

Si se levanta la condición vi., permitiendo cambios en el estado de agregación de las muestras, la ecua-
ción (5.7.1) sigue siendo válida, incluyendo al calorímetro si fuera necesario. El problema es que los calores no
se podrán escribir todos en la forma (5.7.2). Según sea la incógnita del problema se podrán seguir distintas
metodologías para obtener la solución. Mencionaremos solamente un caso particular.

Supongamos que la incógnita es la temperatura de equilibrio y que el sistema se puede reducir a dos
muestras, una a la temperatura inicial TFría y otra a la temperatura inicial TCaliente > TFría . Deberá cumplirse la
condición TFría ≤ TE ≤ TCaliente . Tomamos la muestra “Fría” y confeccionamos un gráfico que muestre como
varía su temperatura a medida que absorbe calor. Suponiendo que para cada estado agregación el calor especí-
fico es constante, este gráfico estará formado por tramos rectos de pendiente positiva o nula. A continuación,
consideramos la muestra “Caliente” y trazamos un gráfico de su temperatura en función del valor absoluto del
calor que cede. El mismo estará formado por tramos rectos de pendiente negativa o nula. La superposición de
los gráficos mostrará una intersección que se corresponde a la temperatura de equilibrio. Resolviendo esta in-
tersección de dos rectas, además de la temperatura de equilibrio se podrá deducir la composición final del sis-
tema, es decir, la cantidad de masa de las distintas sustancias en los diferentes estados de agregación.

Ejemplo III: En un calorímetro ideal contiene 830g de agua a 20°C y se introducen 100g de vapor de
agua a 100°C .
a) En un mismo gráfico representar la temperatura de la masa inicialmente líquida en función del calor
que absorbería hasta llegar a 100°C y la temperatura de la masa inicialmente en estado gaseoso en
función del valor absoluto del calor que cedería hasta llegar a los 20°C .
b) Calcular la temperatura de equilibrio.
c) Calcular cuánto es el calor realmente intercambiado hasta que se alcanza el equilibrio.

Los cuadros siguientes muestran la resolución utilizando SMath Studio.

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Calorimetría y cambios de estado 34

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Calorimetría y cambios de estado 35

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6. Transmisión del calor

6.1 Introducción

Cuando un sistema y su entorno se encuentran en equilibrio térmico, la temperatura es la misma en todos los
puntos y no hay transmisión de calor entre ellos.

Llamamos campo escalar a una función de las coordenadas espaciales y del tiempo, f = f ( x, y, z , t ) , que a
cada punto de una región espacio y para cada instante de tiempo le hace corresponder una magnitud de tipo escalar.
Entonces. Si el sistema en estudio de halla en equilibrio térmico, podemos describir su temperatura mediante un campo
escalar de la forma:

) T=0 cte
T ( x, y, z , t=

Es decir, alcanza un único valor para describir la temperatura del sistema.


Cuando el sistema y su entorno no se encuentran en equilibrio térmico, se observa la transmisión de calor entre
los distintos puntos del sistema y entre el sistema y su entorno. Entonces, la temperatura del sistema será descripta por
una función: T ( x, y, z , t ) ≠ cte

A los fines de este curso, denominaremos estado estacionario a toda situación en la que el campo de temperaturas no
depende del tiempo: T ( x, y, z ) ≠ cte

Llamaremos estado transitorio a toda situación en la que el campo de temperatura varía con el tiempo, llevando al
sistema a un estado estacionario: T ( x, y, z , t ) 
t →∞
→ T ( x, y, z ) ≠ cte

Analizaremos fundamentalmente las propiedades de los estados estacionarios, pero también discutiremos una
aproximación sencilla para describir un estado transitorio.
La transmisión de calor se efectúa mediante tres tipos de procesos: conducción, convección y radiación.

• La conducción se refiere al intercambio de calor debidos a procesos microscópicos que no involucran el flujo
de masa ni la emisión o absorción de ondas electromagnéticas. Es típico de la transmisión entre las distintas
partes de un sólido o entre sólidos en contacto térmico.

• La convección se refiere al flujo de calor debido al flujo de masa. Es característico de la transmisión entre las
distintas partes de un fluido (gas o líquido) o entre un sólido y un fluido. La convección puede ser natural o
forzada. Debido a las diferencias de temperatura, la densidad de un fluido es diferente en los distintos puntos y,
entonces, debido al empuje hidrostático, las regiones menos densas tienden a elevarse y las más densas a
descender, dando origen a las corrientes de convección naturales. La convección forzada se refiere a las
situaciones en las que algún agente externo, como un ventilador, induce el desplazamiento de la masa fluida.

• La radiación térmica se refiere al intercambio de energía por emisión y absorción de ondas electromagnéticas
(energía radiante).

En general, la transmisión de calor puede deberse a un efecto combinado de los tres mecanismos anteriores, pero en
ciertas situaciones uno de ellos puede ser el dominante de manera que se pueden despreciar los otros.

Analizaremos fundamentalmente la transmisión por conducción, aunque haremos también algunas


consideraciones básicas sobre la convección y la radiación térmica.

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Transmisión del calor 37

6.2 Conducción de calor

6.2.1 Isotermas

El calor fluye naturalmente de las regiones de mayor temperatura a las de menor temperatura. Por eso resulta
importante determinar cómo cambia la temperatura de un punto a otro del sistema. Si la temperatura está dada por la
función: T = T ( x, y , z )

una forma gráfica de visualizar cómo varía la temperatura es mediante las regiones isotérmicas, es decir, regiones
formadas por puntos que comparten el mismo valor de temperatura. Para un sistema tridimensional, la región isotérmica
correspondiente a un valor de temperatura T1 está definida por la ecuación: T ( x, y, z ) = T1

que, geométricamente, define una superficie isotérmica.


Por ejemplo, si el campo de temperaturas fuese:

°C 2
2 (
T ( x=
, y, z ) 20 x + y2 + z2 )
m
La superficie isotérmica correspondiente a 20°C sería

°C 2
2 (
20 x + y2 + z2 ) = 20°C ⇒
m
x2 + y 2 + z 2 =
1m 2

Se trata, entonces, de una esfera de un metro de radio


centrada en el origen de coordenadas.

Pero si para esa región tridimensional el campo de temperatura


fuera:

°C 2
( x, y, z ) 20
T=
m2
( x + y2 )
la superficie isotérmica correspondiente a 20°C sería

°C 2
2 (
20 x + y2 ) =
20°C ⇒ x2 + y 2 =
1m 2
m
Por lo tanto, es una superficie cilíndrica coaxial con el eje z y de
radio igual a un metro.

Para un sistema bidimensional como, por ejemplo, una placa metálica, el campo de temperaturas estaría
descripto mediante dos coordenadas espaciales: T = T ( x, y ) .

Luego, la región isotérmica correspondiente a la temperatura T1 está definida por la ecuación: T ( x, y ) = T1

que, geométricamente, define una línea isotérmica (o, simplemente, isoterma).

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Transmisión del calor 38

Si para esa placa bidimensional el campo de temperatura fuera:

°C 2
2 (
T ( x, y ) 20
= x + y2 )
m
la isoterma correspondiente a 20°C sería:

°C 2
2 (
20 x + y2 ) =
20°C ⇒ x2 + y 2 =
1m 2
m
Luego, se trata de una circunferencia de radio igual a un metro
centrada en el origen de coordenadas.

Pero si el campo de temperaturas fuese:

  x 2  y 2 
T ( x, y ) 20°C  
= + ,
  1m   2 m  
 
2 2
 x   y 
la isoterma de 20°C sería:=1   + 
 1m   2 m 
y se trata de una elipse centrada en el origen de coordenadas, con
semiejes en las direcciones x e y de uno y dos metros
respectivamente.

En problemas bidimensionales, un esquema que muestre


distintas isotermas permite obtener visualmente una idea rápida de
cómo varía la temperatura con el cambio de posición. El gráfico
siguiente muestra algunas isotermas correspondientes a un hipotético
°C
campo de temperaturas: T ( x, y ) = x y
m2

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Transmisión del calor 39

6.2.2 Gradiente térmico

Para analizar cuantitativamente cómo cambia la temperatura con la posición, a partir de un determinado punto,
se pueden determinar las derivadas parciales del campo de temperaturas.

  x 2  y 2 
=
Consideremos que en una región plana el campo de temperaturas fuese T ( x, y ) 20°C   + , y
  1m   2 m  
 
queremos determinar cómo varía la temperatura ante un cambio en la posición a partir del punto de coordenadas

r = (1m,1.5m ) . La derivada parcial de la temperatura con respecto a la coordenada x es:

∂  x   y  
2 2
∂ °C ∂ 2 °C
∂x
T ( x=
, y ) 20°C    + =

∂x   1m   2 m  
 20 2
m ∂x
( x ) 40 2 x
=
m
 
 ∂T °C
Evaluada en el punto r = (1m,3m ) resulta: = 40 . Esto significa que, en ese punto, la temperatura varía a
∂x m
°C
razón de 40 frente a un desplazamiento en la dirección y en el sentido positivo del eje x . Si estuviéramos interesado
m
en desplazamientos en la dirección del eje y , podemos calcular la deriva parcial de la temperatura para esa dirección:

∂  x   y  
2 2
∂ °C ∂ 2 °C
∂y
T (=
x, y ) 20°C    + =
∂y   1m   2 m  
 20 2
4 m ∂y
=( y ) 10 2 y
m
 

 ∂T °C
Evaluada en el punto r = (1m,3m ) resulta: = 30 . Esto significa que, en ese punto, la temperatura varía a
∂y m
°C
razón de 30 frente a un desplazamiento en la dirección y en el sentido positivo del eje y .
m

Podría interesarnos saber en qué dirección a partir de un punto r = ( x, y ) el cambio de la temperatura sería el
máximo posible. Esto lo podemos saber a partir del gradiente del campo de temperaturas:

∂  ∂ 
∇T ( x,=
y) T ( x, y ) i + T ( x, y ) j
∂x ∂y

°C  °C 
Para el campo que estamos tomando de ejemplo es: ∇T 40
= 2
x i + 10 2 y j
m m

 °C  °C 
Por ejemplo, evaluado en r = (1m,3m ) resulta: ∇T 40
= i + 30 j
m m

°C ∇T  
50
Luego, es un vector de módulo ∇T = en la dirección y sentido positivo del versor = 0,8 i + 0,6 j .
m ∇T

La dirección del gradiente en el punto r determina en qué dirección el cambió de temperatura es máximo ante un
cambio en la posición y su módulo determina la razón de cambio. Como el calor fluye desde la temperatura mayor hacia
la menor, en cada punto la dirección del flujo es la del gradiente de temperatura, pero el sentido es el opuesto.

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Transmisión del calor 40

6.3 Conducción en una dirección: Ley de Fourier

Consideremos, por ejemplo, un ventanal de vidrio que separa dos ambientes.


El vidrio es homogéneo y el área y el espesor del ventanal son A y L . Tomemos
como referencia un eje x , perpendicular al ventanal, como muestra la figura. La
cara del vidrio ubicada en x = 0 se mantiene a la temperatura T1 y la cara ubicada
en x = L se mantiene a la temperatura T2 . Si el alto y el ancho del ventanal son
grandes con respecto al espesor, podemos suponer que la temperatura es solamente
función de la coordenada x : T = T ( x ) , con T ( 0 ) = T1 y T ( L ) = T2 .

dT  d
El gradiente térmico será: ∇T = i , donde hemos usado el símbolo para la
dx dx
derivada porque estamos suponiendo que la temperatura depende solamente de la
coordenada x . Por lo tanto, en todos los puntos el flujo de calor será solamente en
la dirección perpendicular al ventanal. En un intervalo de tiempo ∆t , a través del ventanal fluye una cantidad de calor
Q . La intensidad de corriente calórica media para ese intervalo de tiempo la podemos definir mediante el cociente:

Q   J
[im ]=

im Q=
= m
∆t Q m = s= W


En la bibliografía es usual el símbolo Q m , pero utilizaremos el símbolo im para enfatizar la analogía de estas leyes con
otras relacionadas a la corriente eléctrica que estudiaremos más adelante. En general, la rapidez con la que fluye el calor
no tiene por qué mantenerse constante. Por lo tanto, conviene definir el valor instantáneo de la intensidad de corriente.
Si entre los instantes de tiempo t y t + dt fluye una cantidad de calor dQ , el valor instantáneo de la intensidad de
 dQ
corriente es: i Q=
=
dt
En una situación estacionaria, el valor instantáneo de la intensidad de corriente calórica no depende del tiempo y,
entonces, coincide con el valor medio calculado para cualquier intervalo de tiempo.
El flujo de calor se produce sobre toda el área A del ventanal. En general, la cantidad de calor que pasa por una
determinada porción del ventanal podría ser diferente a la que pasa por otra porción de igual tamaño. Por eso es necesario
definir una magnitud que describa cómo se distribuye el flujo de calor a través de una determinada área.
 dQ
Si Q = es la intensidad de corriente total sobre el área A , definimos la densidad media de corriente por
dt

Q 1 dQ    W
[ m ] =

la relación: J= q= = J
= qm
  m
m m 2
A A dt

Nuevamente, el símbolo usual es qm pero también usaremos J m para más adelante explorar analogías matemáticas
con ciertas leyes de la corriente eléctrica.
Si la densidad de corriente calórica no es la misma en toda el área, debemos definir su valor para cada uno de
los puntos de la superficie. Si en el entorno de uno de esos puntos consideramos una superficie de tamaño diferencial,

dS , la intensidad de corriente será una fracción diferencial de la intensidad total: d Q = di . Entonces, la densidad de

dQ
corriente en ese punto está definida por la relación: J= q=
dS
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Transmisión del calor 41

Si el flujo de calor se distribuye uniformemente sobre toda la superficie, la densidad de corriente es la misma en todos
los puntos en igual a la densidad media.
La ley de Fourier establece que la densidad de corriente calórica es directamente proporcional al gradiente de
temperatura cambiado de signo. En este caso unidimensional, podemos escribir:

dT
J x = −κ
dx
El signo menos indica que el sentido del flujo de calor es hacia
donde la temperatura disminuye. La constante κ es característica
del material y se denomina conductividad térmica. En el Sistema
Internacional la unidad de conductividad térmica es

W
[κ ] =
m⋅K

La conductividad térmica de un material depende de la temperatura, pero consideraremos situaciones donde las
diferencias de temperatura no sean elevadas y, en primera aproximación, podremos considerarla constante.
Siguiendo con el análisis del ventanal, la ley de Fóurier establece que:

dT
J x ( x ) = −κ ( x) .
dx
Si el gradiente térmico dependiera de la posición, lo mismo ocurriría con la
densidad de corriente. Pero en estado estacionario el vidrio no puede ganar o
perder energía. Luego, si consideramos dos planos cualesquiera, x = xa y x = xb
( 0 ≤ xa < xb ≤ L ) , la intensidad de corriente calórica debe ser la misma y, como
el área de ambos planos es la misma, concluimos que la densidad de corriente será
la misma a través del ventanal.

dT dT J J0
−κ
J0 = cte
= ⇒ = − 0 ⇒ dT = − dx
dx dx κ κ
T
J0
x
J
Integrando ∫ dT = − ∫ dx ⇒ T ( x) =
− 0 x + T1
T1
κ 0
κ

Por lo tanto, la temperatura varía linealmente con la posición a través del ventanal.

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Transmisión del calor 42

Pero falta determinar el valor de J 0 . Pero como debe cumplirse la condición T ( L ) = T2 , resulta:

J κ
T2 =
− 0 L + T1 ⇒ − (T2 − T1 )
J0 =
κ L

Q  κA L 
Como J 0 = , podemos escribir que: Q=− (T2 − T1 ) ⇒ T1 − T2 = Q
A L κA

6.3.1 Circuitos térmicos

Si denominamos ∆T = T1 − T2 ≥ 0 a la caída de temperatura en el sentido del flujo


calórico, el ventanal de vidrio que estamos analizando puede considerarse como un resistor
L
térmico cuya resistencia térmica está dada por la relación: R = . La unidad internacional
κA
K
para la resistencia térmica es [ R ] = . Entonces, la relación entre la caída de temperatura y
W
la intensidad de corriente calórica es:

∆T =RQ

Ejemplo I: Considerar una ventana de vidrio de 1, 2 m de largo, 0,8m de alto y 5mm de espesor. Una de las
W
caras se mantiene a 25°C y la otra a 10°C . Si la conductividad del vidrio es κ = 0,84 , calcular:
m⋅K
a) La resistencia térmica de la placa de vidrio.
b) La intensidad de la corriente calórica.
c) La densidad de corriente.

El cuadro siguiente muestra la resolución usando Smath Studio.

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Transmisión del calor 43

6.3.2 Resistencias térmicas en serie.

Consideremos dos placas de área A , espesores L1 y L2 y


conductividades térmicas κ1 y κ 2 . Suponemos que las superficies de
contacto entre las placas son perfectamente lisas. La superficie libre de la
placa 1 se mantiene a la temperatura T1 y la superficie libre de la placa 2
se mantiene a la temperatura T3 < T1 . Considerando el sistema de
referencia de la figura, suponemos que el campo de temperaturas depende
solamente de la coordenada x : T = T ( x)

Se deben cumplir las condiciones de contorno:

T ( 0 ) = T1 T ( L1 + L2 ) =
T3

dT 
Además, ∇T = i
dx

 dT
 −κ1 dx ( x ) ( 0 ≤ x ≤ L1 )
Aplicando la ley de Fourier obtenemos: Jx ( x) = 
−κ dT ( x ) ( L1 ≤ x ≤ L2 )

2
dx

Si consideramos la región comprendida entre dos planos cualesquiera, x = xa y x = xb ( 0 ≤ xa < xb ≤ L1 + L2 ) , en


estado estacionario no puede haber ganancia o pérdida de energía. Esto conduce a que la densidad de corriente calórica
debe ser la misma a través de las placas: J x ( x ) = J 0 = cte ( 0 ≤ x ≤ L1 + L2 )

J0 J
Luego, en la placa 1, dT = − dx . Integrando entre 0 y x < L1 obtenemos: T ( x) =
− 0 x + T1
κ1 κ1

J0
En la placa 2, dT = − dx . Integrando entre L1 < x < L1 + L2 y L1 + L2
κ2
T3 L1 + L2 T3 L1 + L2
J J J
∫T x dT = − κ 02 ∫ dx ⇒ ∫T x dT = − κ 02 ∫ dx ⇒ T3 − T ( x ) =
− 0 ( L1 + L2 − x )
( ) x ( ) x κ2

J
T ( x) =− 0 ( x − L1 − L2 ) + T3
κ2

 J
 − 0 x + T1 ( 0 ≤ x ≤ L1 )
 κ1
Luego T ( x) = 
− J 0 ( x − L − L ) + T ( L1 ≤ x ≤ L2 )
1 2 3
 κ 2

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Transmisión del calor 44


Q
Falta determinar la constante J 0 = . Si T2 es la temperatura se la superficie de contacto entre las placas, podemos
A
 J  J0
 − 0 L1 + T1 − κ L1 + T1
 κ1  1
escribir que: T2 =  T2 = 
− J 0 ( L − L − L ) + T  J0 L + T
 κ 2 1 1 2 3

 κ2
2 3

Por lo tanto, tenemos dos ecuaciones que nos permiten calcular las incógnitas J 0 y T2 . Analizaremos esas ecuaciones
en términos de un circuito térmico.

J L1  
La ecuación correspondiente a la placa 1 implica: T2 =
− 0 L1 + T1 T −
⇒ 1 2 T = Q ⇒ ∆T1 =R1 Q
κ1 κ1 A
La caída de temperatura en la primera placa es igual a su resistencia por la corriente térmica.

J0 L  
=
La ecuación de la placa 2 implica: T2 L2 + T3 ⇒ T2 − T3 =2 Q ⇒ ∆T2 =
R2 Q
κ2 κ2 A
La caída de temperatura en la segunda placa es igual a su resistencia por la corriente térmica.

La caída de temperatura total entre ambas placas es: ∆T = T1 − T3 = ∆T1 + ∆T2 = ( R1 + R2 ) Q

Luego, la corriente calórica puede determinarse a partir de la diferencia total de temperatura y considerando al conjunto
de ambas placas como una única resistencia térmica igual a la suma de sus resistencias.

R= R1 + R2 ∆T =RQ

Estos resultados pueden extenderse a un conjunto formado por tres o más placas en serie. La conexión de resistores
térmicos en serie se caracteriza porque a través de ellos fluye la misma corriente calórica.
Si las superficies de contacto no fueran perfectamente lisas, la resistencia total sería algo mayor a la suma de las
resistencias de cada placa. El contacto rugoso se puede considerar como una resistencia en serie RC intercalada entre
las placas y entonces, la resistencia total equivalente es: R = R1 + R2 + RC

Ejemplo II: Considere dos placas de 1,5m 2 y 1cm de espesor cada una, en contacto entre si. Una placa es de
cobre y la otra de aluminio. La superficie libre de cobre se mantiene a 50°C y la de aluminio a 10°C . Calcular:
a) La resistencia de cada placa y la resistencia total.
b) La corriente calórica y la densidad de corriente.
c) El gradiente de temperatura en cada placa.
d) La temperatura en la superficie de contacto entre las placas.
e) Representar gráficamente el campo de temperaturas.

El cuadro de la página siguiente muestra la resolución empleando SMath Studio.

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Transmisión del calor 46

Ejemplo III: Considerar una ventana de vidrio de 1, 2 m de largo, 0,8m de alto y 10 mm de espesor. Una de las
W
caras se mantiene a 25°C y la otra a 10°C . Si la conductividad del vidrio es κ = 0,84 , calcular:
m⋅K
a) La resistencia térmica de la placa de vidrio.
b) La intensidad de la corriente calórica.
c) Comparar con los resultados del Ejemplo I.

El cuadro siguiente muestra la resolución usando SMath Studio.

Con relación al Ejemplo I, duplicando el espesor manteniendo todos los demás parámetros iguales, se duplicó
la resistencia térmica y se redujo a la mitad la corriente calórica.

1, 2 m de largo, 0,8m de alto formada por dos placas de vidrio


Ejemplo IV: Considerar una ventana de vidrio de
de 5mm de espesor cada un separadas por un espacio de aire de 10 mm . Una de las caras se mantiene a 25°C y
W
la otra a 10°C . Si la conductividad del vidrio es κ = 0,84 , calcular:
m⋅K
a) La resistencia térmica de la ventana.
b) La intensidad de la corriente calórica.
c) Calcular la temperatura en las superficies de separación entre las placas de vidrio y la capa de aire
intermedia.
d) Representar gráficamente la temperatura en función de la posición.
e) Comparar con los resultados del Ejemplo III.

El cuadro siguiente muestra la resolución usando SMath Studio.

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Transmisión del calor 48

6.3.3 Resistencias térmicas en paralelo.

Consideremos una pared de espesor L formada


por un bloque de área A2 y conductividad κ 2 y otro
bloque de área A1 y conductividad κ1 , como se muestra
en la figura. La cara izquierda de la pared se mantiene a
la temperatura T1 y la cara derecha a la temperatura
T2 < T1 . Suponiendo que no hay flujo de calor en la
dirección perpendicular a la superficie de separación
entre los bloques, podemos considerar que:

• Las resistencias térmicas de los bloques son:


L L
R1 = , R2 =
κ1 A1 κ 2 A2
• Las intensidades de corriente térmica en cada bloque
 ∆T  ∆T
son: Q1 = , Q2 = donde
R1 R2
∆T = T1 − T2 .
• La corriente total a través de la pared es:
   ∆T ∆T  
⇒ Q =  1 + 1  ∆T

Q =Q1 + Q 2 = +
R1 R2  R1 R2 

Luego, la pared se puede considerar como un único


1 1 1
resistor térmico con una resistencia equivalente: = + .
R R1 R2
Este resultado se puede generalizar a varios resistores térmicos en paralelo. La conexión en paralelo se caracteriza
porque todos los resistores están sometidos a la misma diferencia de temperatura.

Ejemplo V: Una pared provisoria que separa dos ambientes tiene 2,6m de largo, 2,4m de alto y 15mm de
W
espesor fabricada con madera aglomerada de conductividad 0, 44 . En la pared se practicó una abertura de
m⋅K
1,0m por 0,8m en la que se colocó un vidrio de igual espesor que la pared y conductividad 0,84 W . Uno de los
m⋅K
ambientes se mantiene a 24°C y el otro a 15°C . Calcular:
a) La resistencia de la madera, la del vidrio y la total.
b) La intensidad de corriente en la madera, en el vidrio y la total.
c) La densidad de corriente en la madera y la densidad de corriente en el vidrio.
d) La densidad de corriente media.

El cuadro siguiente muestra la resolución usando SMath Studio.

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Transmisión del calor 50

6.4 Conducción en varias direcciones: Ley de Fourier

En general, la dirección del flujo del calor en los diferentes puntos de un sistema no es la misma. En cada punto esa
dirección está dada por la del gradiente del campo de temperaturas ( ∇T ) . El gradiente de un campo escalar es un
campo vectorial, es decir, una función que a cada punto de una región le asigna una magnitud de tipo vectorial.

()
La densidad de corriente calórica J también se define como un campo vectorial: a cada punto del espacio le asigna
un vector en la dirección y sentido del flujo del calor y cuyo módulo es la intensidad de corriente por unidad de área.

La Ley de Fourier establece que: J =−κ ∇T

()
Entonces, debemos analizar cómo se relacionan en general la densidad de corriente calórica J con la intensidad de la

corriente =
 dQ  a través de una superficie. Veremos que esta relación está dada por una propiedad muy
i Q= 
 dt 
importante de los campos vectoriales denominada flujo.

6.4.1 Densidad e intensidad de corriente calórica: Flujo de un campo vectorial

Un campo vectorial es uniforme cuando su dirección, su sentido y


su módulo son los mismos en todos los puntos de la región considerada. Si
se considera una superficie plana de área A orientada perpendicularmente
a la dirección de un campo uniforme, el flujo del campo a través de esa
superficie es igual al producto del módulo del campo por el área de la
superficie.

Si tenemos una densidad de corriente J uniforme perpendicular a
una superficie plana de área A , la intensidad de corriente a través de la
 
superficie es: i Q=
= J A

Pero si la superficie plana no se orienta perpendicularmente al


campo uniforme, el flujo es igual al producto del módulo del
campo por el área de la superficie y por el coseno del ángulo
formado por la dirección del campo y la perpendicular a la
superficie. Para una situación como la mostrada en la figura,
 
la intensidad de la corriente calórica es: =
i Q= J A cos (θ ) .

Obsérvese que el efecto del coseno es proyectar la densidad


de flujo perpendicularmente al área plana o, proyectar el área
perpendicularmente a la densidad de corriente.

Resulta útil definir la dirección perpendicular a la superficie plana mediante un versor n que denominamos normal
(perpendicular). Entonces, la información del área de una superficie plana y su orientación se pueden integrar en un
 
vector denominado superficie orientada definido como: S = A n

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Transmisión del calor 51

De esta manera, el flujo de un campo uniforme sobre una superficie plana resulta igual al producto escalar entre el
campo y la superficie orientada.
  
Luego, en el ejemplo anterior podemos escribir que la intensidad de corriente es: i= Q= J ⋅ S

Obsérvese que al definir el versor normal hay dos formas posibles de elegir su sentido. Si se lo hace como en la figura
anterior, el ángulo entre el versor y la densidad de corriente es θ . Pero si se lo elige en el sentido opuesto, el ángulo es
 
π − θ y, entonces, cambia el signo del resultado del producto escalar J ⋅ S . Por eso, cuando se calcula el flujo de un
campo vectorial hay que especificar claramente cuál es el sentido del versor normal considerado.


En el caso más general, el campo vectorial, llamémoslo J , no
necesariamente es uniforme y la superficie sobre la que se debe
calcular el flujo no necesariamente es plana. Esto significa que la
dirección y el módulo del campo pueden ser diferentes en los
distintos puntos de la superficie, como también la dirección
perpendicular a la superficie no necesariamente es la mismo en
todos sus puntos. Para calcular el flujo descomponemos a la
superficie en un conjunto infinito de pequeñas porciones cuya área
se puede considerar una magnitud diferencial dS . Cada una de
esas porciones se puede considerar plana y tendrá un único versor

normal n , de manera que para cada una de ellas podemos definir
 
un diferencial de superficie orientada d S = dS n . Para cada una

de estas porciones el campo tendrá un determinado valor J de
 
manera que a cada porción le corresponde una cantidad diferencial de flujo: di= J ⋅ d S
El flujo total sobre la superficie se obtiene “sumando” las cantidades diferenciales correspondientes a las infinitas
porciones de la superficie:
 
i
= ∫ J ⋅dS
S

La integral anterior define la relación general entre la densidad de flujo calórico y la intensidad de corriente calórica a
través de una superficie. Veremos cómo trabajar con esta integral en algunos casos sencillos.

6.4.2 Flujos con simetría cilíndrica

No siempre las coordenadas cartesianas son las más útiles o cómodas para analizar un determinado problema.
La geometría del sistema bajo análisis es uno de los factores que influyen fuertemente en la elección del sistema de
coordenadas a utilizar. Las coordenadas cilíndricas son ampliamente utilizadas en numerosos problemas tanto en la
ciencia como en la ingeniería.
Las figuras siguientes ilustran la relación entre las coordenadas cartesiana y las cilíndricas del vector posición
de un punto del espacio y muestran los versores correspondientes al sistema cilíndrico. (Para más detalles se puede
consultar el apéndice Sistemas de Coordenadas.)

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Transmisión del calor 52


Las coordenadas cilíndricas del vector posición de un punto del espacio, r , como ilustra la figura, son:

• El módulo ρ = ρ de su proyección sobre el plano x − y .
• El ángulo θ que su proyección sobre el plano x − y forma con el semieje x > 0 .
• Su coordenada cartesiana z .
=  x ρ cos(θ ) 0 ≤ ρ
Se relacionan con las coordenadas cartesianas en la forma:
 
=  y ρ sen(θ ) 0 ≤ θ ≤ 2π
= z z −∞ ≤ z ≤ ∞
 
 
( )
Las coordenadas cilíndricas ( ρ ,θ , z ) tienen asociadas un conjunto de versores: ρ , θ , k , como muestra la figura.

Expresando el vector posición como: r = ρ cos(θ ) iˆ + ρ sen(θ ) ˆj + z kˆ

  ρ
=
resulta: (
ρ ρ cos(θ ) iˆ + sen(θ ) ˆj ) ρ
=  cos(θ ) iˆ + sen(θ ) ˆj
=
ρ

  dρ   
Es sencillo verificar que el versor θ se cumplen las siguientes relaciones: θ = − sen(θ ) i + cos(θ ) j
=

Las coordenadas cilíndricas son especialmente útiles en problemas con simetría cilíndrica. Esto significa que
existe una recta imaginaria, que denominaremos eje de simetría, a lo largo de la cual el problema tiene simetría de
traslación, es decir, todos los planos perpendiculares a ese eje son equivalentes. Pero también hay simetría de revolución
alrededor del eje. Esto significa que si en un plano perpendicular al eje y a cierta distancia de este conocemos las
propiedades del sistema en un punto A , en otro punto de ese plano y a igual distancia del eje las propiedades serán las
que se obtengan a partir de las del punto A , rotadas alrededor del eje en un ángulo apropiado.

En coordenadas cilíndricas, un campo de temperaturas se expresará como una función de las coordenadas ( ρ ,θ , z ) :

T = T ( ρ ,θ , z )

Si el problema tiene simetría cilíndrica y hacemos coincidir al eje de simetría con el eje z , resulta que la temperatura
no dependerá de las coordenadas (θ , z ) , por lo que la temperatura dependerá solamente de la distancia al eje:

T = T (ρ)

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Transmisión del calor 53

Anteriormente definimos como se calcula el gradiente de un campo escalar cuando se lo expresa en coordenadas
cartesianas. También existe una manera de calcular el gradiente de un campo escalar cuando se utilizan coordenadas
cilíndricas. A los fines de este curso solamente nos interesa en caso de problemas con simetría cilíndrica: T = T ( ρ )

dT 
Para este caso particular resulta que: ∇T = ρ

Por lo tanto, el flujo de calor en un punto es en la dirección que pasa por ese punto cortando perpendicularmente al eje
de simetría.
Si hacemos coincidir al eje de simetría cilíndrica con el eje z , todos los planos z = cte son equivalentes. Luego,
podemos suponer que nos restringimos a estudiar el problema en el plano z = 0 (plano x − y ). En este plano se verifican
las relaciones:
     
r=ρ r r= ρ= ρ
= r =ρ

Teniendo en cuenta esto, es común en problemas con simetría cilíndrica especificar al campo de temperaturas y a su
gradiente en la forma:

dT 
T = T (r ) ∇T = r
dr
Consideremos, por ejemplo, un alambre conductor de la electricidad, recto y muy
largo, de radio a que tiene un recubrimiento de un material aislante eléctrico de radios
a y b > a . El alambre conduce corriente eléctrica tal que la temperatura en la cara
interior del recubrimiento es T ( a ) = Ta y en la cara exterior es T ( b=
) Tb < Ta . Si
suponemos simetría cilíndrica con respecto al eje central del alambre, la densidad de
corriente calórica en el recubrimiento es:
 dT 
J ( r ) =−κ ∇T =−κ r,
dr
donde κ es la conductividad térmica del recubrimiento. Si consideramos dentro del recubrimiento una superficie S
  
cilíndrica de radio r ( a < r < b ) y longitud L , la intensidad de corriente calórica a través de ella es: =
Q ∫ J ⋅dS
S


Como en cada punto de la superficie cilíndrica la dirección normal coincide con la del versor r , resulta:
  dT   dT
−κ
J ⋅dS = −κ
r ⋅ dS r = dS
dr dr
 dT
Luego Q = −∫ κ dS
S
dr

dT  dT dT
Como
dr
solamente depende de r y sobre la superficie S es r = cte : Q =
−κ ∫
dr S
−κ
dS =
dr
2π r L

En una situación estacionaria, esta intensidad de corriente calórica debe ser la misma independientemente del valor del
radio r ( a < r < b ) de la superficie:

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Transmisión del calor 54

 dT dr 2π κ L
Q=−κ 2π r L =
cte ⇒ = −  dT
dr r Q
r T
dr 2π κ L
Integrando entre el radio a y el radio r (a < r < b) : ∫a r = −  T∫ dT
Q a

r 2π κ L ln ( r a ) 
−  (T − Ta )
ln   = ⇒ T ( r=
) Ta − Q
a Q 2π κ L

En la expresión anterior nos falta conocer la intensidad de la corriente calórica, Evaluando para el radio b resulta:

ln ( b a )  ln ( b a ) 
T=
b Ta − Q ⇒ Q= Ta − Tb =∆T
2π κ L 2π κ L

La expresión anterior la podemos escribir en la forma: ∆T =RQ

ln ( b a )
Donde R= es la resistencia térmica de un tramo de longitud L del recubrimiento.
2π κ L
 2π κ L
Como la intensidad de corriente calórica se puede expresar como=Q (Ta − Tb )
ln ( b a )

ln ( r a )
la expresión del campo de temperatura en el recubrimiento resulta T (r ) =
Ta − (Ta − Tb )
ln ( b a )

El gradiente de temperatura puede obtenerse derivando la expresión anterior o también mediante la relación

 dT dT Q dT T −T 1
Q = −κ 2π r L ⇒ =− ⇒ =− a b
dr dr κ 2π r L dr ln ( b a ) r

Obsérvese que mientras la intensidad de corriente calórica es constante a través del recubrimiento, la densidad de

dT Q κ (T − T ) 1
corriente no lo es: J (r ) =
−κ = =a b
dr 2 π r L ln ( b a ) r

Ejemplo VI: Un tubo de L = 20 m de longitud conduce vapor de agua. El radio


interior es a = 6cm , el exterior es b = 8cm . La conductividad térmica del tubo
W
es κ = 20 . La temperatura de la cara interior es 150°C y la de la exterior es
m⋅K
60°C .
a) Calcular la intensidad de la corriente calórica.
b) Representar gráficamente el campo de temperatura a través de la pared del
tubo.

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Transmisión del calor 55

El cuadro siguiente muestra la resolución con SMath Studio.

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Transmisión del calor 56

Consideremos ahora un alambre conductor de la electricidad, recto y muy largo, de radio a que tiene un
recubrimiento de un material aislante eléctrico de radios a y b > a y conductividad
térmica κ1 y un segundo recubrimiento de radios b y c > b y conductividad térmica
κ 2 . El alambre conduce corriente eléctrica tal que la temperatura en la cara interior
del primer recubrimiento es T ( a ) = Ta y en la cara exterior del segundo
recubrimiento es T ( c=
) Tc < Ta . Suponiendo simetría cilíndrica con respecto al eje
central del alambre, queremos determinar la intensidad total de corriente calórica para
un tramo de longitud L y la temperatura T ( b ) = Tb en la superficie de contacto entre
los recubrimientos.

Siguiendo un análisis similar al realizado para el alambre con un recubrimiento, obtenemos que para el primer
recubrimiento se cumple:
ln ( b a ) 
∆T1 = Ta − Tb R1 = ∆T1 =R1 Q
2 π κ1 L
Repitiendo el mismo análisis para el segundo recubrimiento, resultan las relaciones:

ln ( c b ) 
∆T2 = Tb − Tc R2 = ∆T2 =
R2 Q
2π κ 2 L
La diferencia de temperatura total es:
  
∆T = Ta − Tc = ∆T1 + ∆T2 = R1 Q + R2 Q ⇒ ∆T = ( R1 + R2 ) Q
Luego, los dos recubrimientos funcionan como resistencias térmicas en serie.
 ∆T
La intensidad de corriente térmica será: Q=
R1 + R2

La temperatura en la superficie de contacto entre recubrimientos se puede calcular como:


 
T=
b Ta − R1 Q o T=
b Tc + R2 Q

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Transmisión del calor 57

6.4.3 Flujos con simetría esférica


Las coordenadas esféricas del vector posición r de un punto del espacio son:


• Su módulo r = r
• El ángulo θ que su dirección forma con el semieje z > 0 .
 
• El ángulo ϕ que su proyección ρ del vector r sobre el plano x − y forma con el semieje x > 0 .

=  x r sen (θ ) cos (ϕ ) 0 ≤ r
 
=
Se relacionan con las coordenadas cartesianas en la forma:  y r sen (θ ) sen (ϕ ) 0 ≤ ϕ ≤ 2π
 z r cos (θ ) 
=  0 ≤ θ ≤ π
 
( )
Las coordenadas esféricas ( r , θ , ϕ ) tienen asociados un conjunto de versores r , θ , ϕ , como se muestra en la
figura anterior. Expresando el vector posición como:

r = r sen (θ ) cos (ϕ ) iˆ + r sen (θ ) sen (ϕ ) ˆj + r cos (θ ) kˆ
 
resulta r= sen (θ ) cos (ϕ ) iˆ + sen (θ ) sen (ϕ ) ˆj + cos (θ ) kˆ
r r=

∂r
θˆ = cos (θ ) cos (ϕ ) iˆ + cos (θ ) sen (ϕ ) ˆj − sen (θ ) kˆ
=
∂θ

    
ρ r sen (θ ) cos (ϕ ) iˆ + r sen (θ ) sen (ϕ ) ˆj , ρ = r sen (θ ) , =ρ ρ=ρ cos (ϕ ) iˆ + sen (ϕ ) ˆj

 
ϕ =∂ρ ∂ϕ =− sen (ϕ ) iˆ + cos (ϕ ) ˆj

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Transmisión del calor 58

En coordenadas esféricas, un campo de temperaturas se expresará como una función T = T ( r ,θ , ϕ ) .

Un sistema tiene simetría esférica cuando existe un punto O , denominado centro de simetría, tal que si
conocemos las propiedades del sistema en un punto A a cierta distancia de O , las propiedades en otro punto a igual
distancia serán las correspondientes a las del punto A rotadas alrededor del O .

Si ubicamos el origen de coordenadas en el centro de simetría, el campo de temperaturas no dependerá de las


coordenadas (θ , ϕ )

T = T (r )

es decir, la temperatura depende solamente de la distancia al centro de simetría.

dT 
En este tipo de situaciones, el gradiente de temperatura es: ∇T = r
dr
Por lo tanto, su intensidad dependerá solamente de la distancia al centro de simetría y la dirección del flujo calórico en
un punto será en la dirección que une a ese punto con el centro de simetría (dirección radial).
 dT 
J ( r ) =−κ ∇T =−κ r
dr
Consideremos, por ejemplo, un recinto esférico de radio interior a y radio
exterior b , centrado en el origen de coordenadas. La cara interior se mantiene
a una temperatura Ta y la exterior a una temperatura Tb . Si consideramos una
superficie esférica de radio r (a < r < b) centrada en el origen de
coordenadas, la dirección normal en cada punto coincide con la del versor
  
radial r , y el diferencial de superficie orientada será: d S = dS r
  
Q
La intensidad de la corriente calórica sobre esa superficie es: = ∫ J ⋅dS
S

  dT   dT
Como −κ
J ⋅dS = −κ
r ⋅ dS r = dS
dr dr
 dT
reaulta Q = −∫ κ dS
S
dr

dT  dT dT
Como
dr
solamente depende de r y sobre la superficie S es r = cte : Q =
−κ ∫
dr S
−κ
dS =
dr
4π r 2

En una situación estacionaria, esta intensidad de corriente calórica debe ser la misma independientemente del valor del
radio r ( a < r < b ) de la superficie:
dT  κ dr
−κ 4π r 2 =
Q=cte ⇒ −4 π dT =
dr 
Q r2

T r
κ dr
Integrando entre el radio a y el radio r (a < r < b) : −4 π  ∫ ∫
dT = ⇒
Q Ta a
r2

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Transmisión del calor 59

κ 1 1 κ 1 1 1 1 1 
−4 π (T − Ta ) =
− −  ⇒ 4π (Ta − T ) =  −  ⇒ T=
a −T  − Q

Q r a

Q a r 4π κ  a r 

Falta determina la intensidad de la corriente calórica. Evaluando en el radio b :

1 1 1  1 b−a  
Ta=
− Tb  − Q ⇒ ∆T = Q ⇒ ∆T =RQ
4π κ  a b  4π κ b a

1 b−a
siendo R = la resistencia térmica de la pared esférica.
4π κ b a

Ejemplo VI: Para medir el coeficiente efectivo de un material opaco con


estructura de panal, destinado a las paredes de una aeronave, se construye
un cascarón esférico de radio interior 26cm y radio exterior 34cm en
cuyo centro se coloca una lámpara eléctrica de 100 W . En régimen
estacionario, se miden las temperaturas de las caras interior y exterior
resultando 339 K y 311K . Estimar la conductividad térmica efectiva
del material.

El cuadro siguiente muestra la resolución usando Math Studio

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Transmisión del calor 60

6.5 Convección

La convección se refiere al intercambio de calor entre un cuerpo sólido


y un fluido (líquido o gas) cuando no es posible despreciar el movimiento
del fluido con respecto al cuerpo sólido. Anteriormente tratamos el ejemplo
de una ventana de doble pared de vidrio que encierre una capa de aire. El
intercambio de calor con la capa de aire encerrada se consideró como un
problema de conducción ya que, en ese caso, el movimiento de esa masa de
aire puede despreciarse. Pero en el movimiento de las masas de aire de los
ambientes separados por la ventana no puede despreciarse al calcular el
calor que intercambian con la ventana.

La convección se denomina
forzada cuando el movimiento del fluido está determinado principalmente por la
acción de algún agente externo.

La convención se denomina
natural cuando el movimiento del
fluido es producido por las diferencias
en la densidad provocadas por las
diferencias de temperatura. De esta
manera, las porciones más calientes y
menos densas tienden a subir y las más
frías y densas tiende a descender.

El estudio de la convección es algo complicado ya que involucra la dinámica de fluidos. Nos limitaremos solamente
a un modelo sencillo que permite hacer, por lo menos, unas primeras estimaciones.

Si una superficie sólida de área A y temperatura TS intercambia calor con un fluido cuya temperatura promedio
es TF , la intensidad de corriente calórica en el fluido y la superficie se puede estimar en forma:


Q h A ∆T
=

donde h es el coeficiente promedio de transferencia convectiva en la superficie y el fluido. En el Sistema Internacional


W 1
[ h] = 2
. Obsérvese que la cantidad R = puede considerarse como una resistencia térmica equivalente.
mK hA

El coeficiente de trasferencia convectiva depende, entre varios factores, de la conductividad térmica del fluido y de la
geometría del problema. Nos limitaremos simplemente a utilizar valores típicos para situaciones sencillas.

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Transmisión del calor 61

 W 
Ejemplo VII: Una cabaña tiene una pared de 6 m 2 formada por dos placas de madera de pino  κ p = 0,10  de
 m⋅K 
W 
2cm de espesor cada una, separadas por una capa de fibra de vidrio  κ v = 0,038  de 5cm de espesor. El
 m⋅K 
ambiente interior se mantiene a una temperatura media de 20°C y la temperatura media en el exterior es 2°C . Los
W W
coeficientes de transferencia de la pared con el interior y el exterior son 3 2
y 6 2 . Estimar:
mK mK
a) La intensidad de la corriente calórica y su densidad.
b) La temperatura en la cara interior de la pared.
c) La temperatura en la cara exterior de la pared.
d) La temperatura de las caras de la placa de vidrio.

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Transmisión del calor 62

6.6 Radiación térmica

Todo cuerpo que se encuentra a una temperatura absoluta T > 0


emite radiación electromagnética, fundamentalmente infrarroja y visible
si la temperatura es elevada (longitudes de onda λ > 400 nm ). Se
denomina térmica ya que está originada por la agitación térmica debida a
la temperatura y para diferenciarla de otras radiaciones electromagnéticas
que un cuerpo puede emitir (rayos X, rayos gamma) y que se deben a
otros procesos físicos.

Un cuerpo a una dada temperatura, además de emitir la radiación térmica que genera, absorbe y refleja radiación
térmica proveniente de su entorno. Se denomina cuerpo negro a un sistema ideal que absorbe toda la energía térmica
que incide sobre él. Entonces, la energía que el cuerpo negro emite es solamente la que genera.

La potencia por unidad de área, J , emitida por un cuerpo negro a la temperatura absoluta T está dada por la ley de

Stefan-Boltzmann: J =σ T4

W
σ 5,67 ⋅10−8
donde = se denomina constante de Stefan-Boltzmann.
m2K 4
En la práctica, un cuerpo solamente absorbe una fracción 0 < α < 1 de la radiación incidente. De la misma manera,
solamente genera una fracción 0 < ε < 1 de la radiación que generaría un cuerpo negro. El coeficiente ε se denomina
emisividad. Un modelo idealizado que permite buenas estimaciones en distintas situaciones prácticas es el denominado
cuerpo gris. Se denomina cuerpo gris a un sistema para el cual los coeficientes α y ε son independientes de la
temperatura y de las características de la radiación incidente o emitida. También es posible demostrar que α = ε .

Determinar la intensidad de corriente calórica neta sobre un cuerpo es algo complicado. Pero para algunas
situaciones pueden aproximar de la manera siguiente: Si un cuerpo gris de área A , emisividad ε y temperatura T está
rodeado de un ambiente de gran área y que se aproxima a un cuerpo negro a la temperatura Ta , la intensidad de corriente

calórica sobre el cuerpo se puede estimar como: =Q ε Aσ (T 4 − Ta4 )

Ejemplo VIII: Un dispositivo para un experimento a realizar en el espacio exterior, un dispositivo electrónico que
disipa 300 mW está contenido en una capsula de aluminio aproximadamente esférica de diámetro 2cm . La capsula
se encuentra dentro de un gran recinto no hermético y que por lo tanto se encuentra al vacío, de manera que la capsula
solamente puede intercambiar calor mediante radiación térmica con las paredes del recinto, que se consideran como
un cuerpo negro a 30°C . Calcular la temperatura de la capsula si esta es:
a) De aluminio brillante ( ε = 0,035 ) .
b) De aluminio anodizado negro ( ε = 0,8 ) .

El cuadro siguiente muestra la resolución empleando SMath Studio.

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Transmisión del calor 63

6.7 Respuesta térmica transitoria

Se tiene un problema transitorio o de estado no estacionario cuando la temperatura en algún punto del sistema
en estudio varía con el tiempo. Eventualmente, el sistema puede alcanzar un estado en el cual, aunque se mantengan
flujos de calor, la temperatura en cada punto se mantiene constante. Estos son los llamados estados estacionarios.
Los problemas de estado no estacionario o transitorio son comunes en las prácticas de la ingeniería, y es posible
que sea necesario predecir la evolución temporal de la temperatura de un sistema que interviene en un proceso de
transferencia de calor. Si podemos suponer que la temperatura del sistema se mantiene distribuida de manera uniforme,
su estudio supone una aplicación relativamente simple del principio de conservación de la energía, como se verá a
continuación.

6.7.1 Ley de enfriamiento de Newton

Esta ley establece que la rapidez de variación de la temperatura de un cuerpo es directamente proporcional a la
diferencia de temperatura con el medio circundante o ambiente (TA ) , o sea:

dT
−k (T − TA )
= (6.7.1)
dt

donde k es una constante positiva que depende del cuerpo y del medio ambiente.

Si bien esta ley no es aplicable en cualquier situación, en algunos casos nos brinda de manera sencilla una idea
suficientemente aproximada sobre cómo varía en el tiempo la temperatura del sistema. Obsérvese que, aunque suele
llamarse ley de enfriamiento, podría ser aplicable al caso en el cual el cuerpo se calienta. En lo que sigue, trataremos de
mostrar en qué casos la ley es aplicable.

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Transmisión del calor 64

6.7.2 Modelo de la capacidad térmica global y otras suposiciones

Si la temperatura de un sistema sujeto a una respuesta térmica transitoria es casi uniforme, podemos ignorar las
pequeñas diferencias de temperatura dentro del sistema. Las variaciones de energía del sistema pueden expresarse
entonces en función de las variaciones de temperatura media. Esta aproximación se conoce como modelo de la
capacidad térmica global. El sistema podría ser un componente sólido pequeño de alta conductividad térmica que cede
lentamente calor al entorno a través de una resistencia térmica elevada. La suposición de que la temperatura es uniforme
se justifica, puesto que la resistencia térmica a la conducción dentro del sólido es pequeña comparada con la resistencia
externa. Alternativamente, el sistema podría ser un líquido bien agitado dentro de un tanque aislado que cede calor al
ambiente, en cuyo caso la casi uniformidad de la temperatura se debe a la mezcla del líquido por el agitador. En
cualquiera de los dos casos, una vez supuesta la uniformidad de la temperatura no necesitamos conocer los detalles de
la transferencia de calor dentro del sistema.
El proceso de transferencia de calor que nos interesa aquí es más bien la interacción del sistema con su entorno,
que puede llevarse a cabo, ya sea por conducción, radiación o convección, o por una combinación de estos procesos.
Supongamos el caso de un cuerpo, como los mencionados anteriormente, que se encuentra en equilibrio térmico
con su ambiente a la temperatura T0 y, repentinamente, se lo pone en contacto con un nuevo ambiente a la temperatura
TA . Si es válido el modelo de la capacidad térmica global, el calor intercambiado, para una variación infinitesimal de la
temperatura será: δ q = m c (T ) dT .

Supongamos que se puede despreciar el flujo de calor por radiación y que el intercambio de calor se produce
por conducción o por convección, pero no por una combinación de ambos mecanismos. Recordemos también que
suponemos que el ambiente mantiene su temperatura, es decir, que se comporta como una fuente térmica ideal. Con
estas suposiciones, se puede escribir que, si el intercambio de calor δ q se produce en un intervalo de tiempo dt ,
=
resulta: δ q h A(TA − T ) dt , donde h > 0 es el coeficiente de transferencia, por conducción o por convección, según
corresponda, y A es el área a través de la cual se produce el intercambio de calor.

dT hA
Teniendo en cuenta las dos expresiones para δ q , nos queda: =
− (T − TA ) .
dt m c (T )

Si en el rango de temperaturas de interés el calor específico se puede considerar constante, la expresión anterior se
hA
reduce a la ley de Newton, siendo k ≡ > 0.
mc

6.7.3 Proceso de enfriamiento: Tiempo característico

Si bien la ecuación ( 6.7.1) es una forma muy común de escribir la ley de Newton, conviene notar que la unidad
de medida de la constante k es la recíproca de la unidad empleada para el tiempo. En otras palabras, si definimos la
1
constante τ≡ , su unidad de medida será igual a la unidad de tiempo. Esta constante se denomina tiempo
k
característico o constante de tiempo, y se verá que nos dice qué tan rápido o qué tan lento será el proceso de variación
de la temperatura. Utilizando la constante de tiempo, la ley de Newton queda:

dT T − TA
= − ( 6.7.3.a )
dt τ

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Transmisión del calor 65

Consideremos el caso particular de un cuerpo a la temperatura T0 , que se pone en contacto con un ambiente a la
temperatura TA < T0 . Para conocer cómo variará la temperatura en función del tiempo, hay que resolver la ecuación
diferencial ( 6.7.3.a ) . Una forma de hacerlo es definiendo la temperatura del cuerpo relativa al ambiente en la forma:

TR= T − TA .
d TR T
En estas condiciones, la ecuación ( 6.7.3) se puede escribir en la forma: = − R,
dt τ
que puede resolver por integración:

d TR dt TR d TR t dt T  t
TR
=

τ
⇒ ∫TR 0 TR
−∫
=
0 τ
⇒ ln  R  =
 TR 0 
− ,
τ
de donde, TR ( t ) = TR 0 e − t τ ( 6.7.3.b )
siendo TR=
0 T0 − TA , es decir, la diferencia de temperatura inicial entre el cuerpo y el ambiente.

La ecuación ( 6.7.3.b ) muestra que esta diferencia entre la temperatura del cuerpo y la del ambiente se reduce de manera
exponencial, con una constante de tiempo igual a τ . Obsérvese que, cuanto más pequeño sea el valor de la constante
de tiempo, la exponencial de la ecuación ( 6.7.3.b ) tiende a cero más rápidamente con el tiempo, por lo que la diferencia
de temperatura entre el cuerpo y el ambiente se reduce más rápidamente.

En función de la temperatura del cuerpo, la ecuación ( 6.7.3.b ) se escribe en la forma:

T ( t ) =TA + (T0 − TA ) e − t τ ( 6.7.3.c )

6.7.4 Tiempo de respuesta de un instrumento de medida

El tiempo de respuesta de un instrumento es muchas veces ignorado por ser mucho menor que los tiempos
característicos de evolución del sistema en estudio. Sin embargo, en muchos casos la suposición anterior puede no ser
correcta.
Ya se trate del tradicional termómetro de mercurio o de un sensor de temperatura para adquisición electrónica
de datos, el tiempo de respuesta es una característica importante para tener en cuenta y, además, al contrario que para
otros instrumentos, depende fuertemente del sistema que está siendo medido, a través de los coeficientes de transferencia
de calor.
Los sensores de estado sólido son elementos resistivos recubiertos comúnmente con una cápsula plástica.
Cuando se los enfría o calienta, generalmente se observan dos regímenes. En los primeros segundos se observa una
rápida variación de la temperatura, que corresponde al enfriamiento o calentamiento del sensor propiamente dicho. El
sensor detecta este rápido cambio de temperatura al que está sometido a través de la conducción de calor por medio de
sus alambres metálicos de conexión. Luego, el sensor se pone a la temperatura de la cápsula plástica que, por tener una
relativamente baja conductividad térmica, demora el proceso de termalización. Esencialmente, el material plástico de la
cápsula define el tiempo de respuesta de estos sensores. Para tener en cuenta estos dos regímenes de enfriamiento o
calentamiento de estos sensores, la evolución de la temperatura en el tiempo puede expresarse como una combinación
de dos soluciones de la ecuación (6.7.1), usando dos tiempos característicos: un tiempo de relajación “corto”, τ C ,
asociado a los alambres, y un tiempo “largo”, τ L , asociado al plástico:

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Transmisión del calor 66

T ( t ) = A e−t τ C + B e−t τ L + C

Si estudiamos la evolución temporal de la temperatura de un sistema cuyo tiempo característico es mucho mayor
que el del sensor, τ  τ L , podemos suponer que, en cada instante, la indicación del sensor corresponde a la temperatura
del sistema. Si la condición anterior no se cumple, la indicación del sensor estará retrasada: la indicación actual del
sensor corresponderá a la temperatura que el sistema tenía un cierto ∆t atrás.

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7. Trabajo de volumen

7.1 Trabajo sobre una partícula

Recordaremos, primero, algunas propiedades del trabajo mecánico realizado por una fuerza sobre un
cuerpo puntual. El cuerpo puntual es el sistema en estudio y calculamos el trabajo realizado sobre el sistema
por un agente externo.


• Si la partícula se mueve en línea recta y la fuerza aplicada es constante ( F = cte : Significa que es constante
en módulo, dirección y sentido) y tiene la misma dirección y sentido que el movimiento de la partícula, para
  
un desplazamiento ∆ r , el trabajo realizado sobre la partícula es: W
= F ∆ r . En este caso resulta W > 0
lo que significa que la partícula recibe una cantidad de energía igual a W .

Figura 7

• Si la partícula se mueve en línea recta y la fuerza aplicada es constante y en una dirección que no necesa-

riamente es la del movimiento de la partícula, para un desplazamiento ∆ r , el trabajo realizado sobre la
   
partícula es: W = F ∆ r = F ∆ r cos (α ) . Si α = 0 , estamos en el caso anterior. Si 90° < α ≤ 180° , es
W < 0 , lo que significa que la partícula cede una cantidad de energía igual a W .

Figura 8

• Si la partícula se nueve desde un punto a hasta otro b siguiendo un camino C , no necesariamente recto,
o si la fuerza no se mantiene constante, para calcular el trabajo de la fuerza debemos proceder de la siguiente
manera. Descomponemos la trayectoria de la partícula
en una sucesión de tramos de longitud suficientemente
pequeña como para considerarlos cantidades diferencia-
les: dl . Uno de esos tramos se ilustra en la figura, exa-
gerando su tamaño. En este tramo, la dirección del mo-
vimiento está dada por la recta tangente a la trayectoria,

y se la puede especificar mediante el versor tangente τ .
Entonces, en el tramo considerado, el desplazamiento di-
   
ferencial de la partícula es d= = dl τ y la fuerza F
r dl Figura 9
 
aplicada realiza un trabajo diferencial dW = F d r . El
trabajo total a lo largo del camino C es la suma de los trabajos en cada tramo:

 
W (a → b) =
∫ F d r (7.1.1)
C

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Trabajo de volumen 68

Un caso particular muy importante es cuando la fuerza aplicada deriva de un potencial. Esto significa

=
que existe una función escalar U U= ()
r U ( x, y, z ) , generalmente denominada energía potencial, tal que:

  ∂U  ∂U  ∂U  
F = −∇U = −  i+ j+ k (7.1.2)
 ∂x ∂y ∂z 
Como
   
d r = dx i + dy j + dz k (7.1.3)
resulta
   ∂U ∂U ∂U 
dW ==
F d r −  dx + dy + dz  =
−dU (7.1.4)
 ∂x ∂y ∂z 
Entonces

  b
W (a → b) =
∫ F  d r =
− − U ( b ) − U ( a ) 
∫ dU = (7.1.5)
C a

El trabajo depende solamente del valor de la energía potencial al principio y al final del camino pero no depende
de la forma del camino. Si el camino es cerrado: a ≡ b ⇒ U (a) =
U ( b ) y el trabajo resulta nulo. Esto lo
 
simbolizamos en la forma: ∫ F d r = 0 (7.1.6)

Las propiedades (6.1.2), (6.1.5) y (6.1.6) son equivalentes y las fuerzas que las verifican se denominan
conservativas.

7.2 Trabajo de volumen

Consideremos, por ejemplo, una muestra de gas contenida en un recipiente cilíndrico de sección trans-
versal S , como se indica en la Figura 10. El recipiente tiene una tapa móvil o émbolo ubicada inicialmente a
una distancia x0 con respecto a un fondo fijo.

El gas está en equilibrio termodinámico y


desplazamos el émbolo hasta una posición xF > x0
permitiendo que el gas se expanda, hasta quedar nue-
vamente en equilibrio. Suponemos que este proceso
se realiza de modo que en cada momento el gas está
en equilibrio (transformación reversible). Al variar la
posición x del émbolo varía el volumen ocupado por
Figura 10 el gas, V ( x ) = S x , y, según cómo se lleve a cabo la
transformación, podrá variar la temperatura. En general, la presión del gas dependerá de la posición del émbolo:
p = p ( x) .

Al expandirse, el gas realiza sobre su entorno un trabajo que, en este ejemplo, está dado por el trabajo
de la fuerza que aplica sobre el émbolo.

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Trabajo de volumen 69

Para un desplazamiento infinitesimal dx , el trabajo diferencial realizado por el gas es:

dW dx p ( x ) S dx
= F= (7.2.1)
El trabajo total será:
xF xF

=W F dx ∫ p ( x ) S dx
∫= (7.2.2)
x0 x0

Conviene escribir las expresiones anteriores en función del volumen, ya que de esa manera tendrán
validez general, más allá del ejemplo discutido.

dW = p dV (7.2.1)

VF

W= ∫ p (V , T ) dV
V0
(7.2.2)

En la última expresión enfatizamos que la presión del sistema dependerá de otras variables de estado como el
volumen o la temperatura.

Obsérvese que al contrario de lo que normalmente se hace en la Mecánica, hemos considerado un sis-
tema y calculado el trabajo que el sistema realiza sobre el exterior.

Así, si el sistema se expande, VF > V0 ⇒ W > 0 , lo que significa que el sistema entrega energía al
entorno, y por lo tanto pierde, una cantidad de energía W > 0 .

Si el sistema se comprime, VF < V0 ⇒ W < 0 , lo que significa que el sistema recibe del entorno
una cantidad de energía W > 0 .

Lo anterior es la convención de signos para el trabajo que adoptamos de ahora en adelante

Muchas veces resulta útil representar gráficamente la presión del sistema cerrado en función del volu-
men, como se muestra en la Figura 11.

Si consideramos dos volúmenes, VB > VA , a partir de (7.2.2) ve-


mos que el “área bajo la curva” representa físicamente al valor absoluto
del trabajo realizado por el sistema: W .

Si el sistema se expande desde VA hasta VB , el trabajo realizado


= W >0.
por el sistema es positivo: W

Figura 11: Interpretación gráfica del tra- Si el sistema se comprime desde VB hasta VA , el trabajo reali-
bajo de volumen.
−W <0.
zado por el sistema es negativo: W =

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Trabajo de volumen 70

Cuando un sistema pasa de un estado de equilibrio inicial a otro final, el trabajo de volumen realizado
por el sistema depende de la transformación seguida entre los mencionados estados inicial y final.

En la Figura 12 se muestran dos posibles transformaciones, 1 y 2, que


llevan al sistema desde un estado de equilibrio cuyo volumen es VA hasta
otro estado de equilibrio cuyo volumen es VB > VA . Comparando las
áreas bajo la curva rápidamente concluimos que:

WA →B ( 2 ) ≠ WA →B (1)

En particular, para las transformaciones de la figura se cumple que:

Figura 12: El trabajo de volumen de- WA →B ( 2 ) > WA →B (1)


pende de la transformación seguida.

Más adelante vamos a justificar que los calores intercambiados por el sistema con el entorno para las
transformaciones 1 y 2 de la figura anterior también son diferentes: QA →B ( 2 ) ≠ QA →B (1)

Cuando un sistema pasa de un estado de equilibrio inicial a otro final, el calor que intercambia con el
entorno depende de la transformación seguida entre los mencionados estados inicial y final

Una transformación se puede descomponer en distintas etapas parciales. El trabajo en una transforma-
ción es igual a la suma de los trabajos realizados en cada una de las etapas parciales. Por ejemplo, consideremos
la transformación de la Figura 13, que lleva al sistema desde el estado A hasta el estado C .

El trabajo de volumen desde A hasta C es:


VC

WA →C = ∫ p (V , T ) dV
VA

Si consideramos un estado intermedio perteneciente a la transformación


como, por ejemplo, el B , resulta que:

VB VC

=WA →C ∫ p (V , T ) dV + ∫ p (V , T ) dV
VA VB

Figura 13
W=
A →C WA →B + WB→C

Veremos que la misma propiedad vale para el calor: Q=


A →C QA →B + QB→C

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8. Transformaciones Termodinámicas

8.1 Definiciones generales

• Una transformación termodinámica es un proceso por el cual un sistema termodinámico pasa de un


estado de equilibrio inicial a otro estado de equilibrio final.
• Si los estados de equilibrio inicial y final son diferentes se dice que la transformación es abierta.
• Si el estado de equilibrio final es el mismo que el inicial se dice que la transformación es cerrada o que
es un ciclo.
• En general, las transformaciones termodinámicas son irreversibles, es decir que durante la misma el
sistema pasa por estados de no equilibrio.
• Una transformación es reversible si el sentido de su evolución se puede invertir modificando de manera
infinitesimal las condiciones del entorno del sistema.
• Si la transformación es reversible se puede considerar que el sistema en cada instante se encuentra en
un estado de equilibrio termodinámico.
• Toda transformación reversible es infinitamente lenta o cuasiestática. Pero no toda transformación cua-
siestática es reversible.
• Una transformación es isobárica si durante la misma la presión del sistema se mantiene constante.
• Una transformación es isocórica cuando el volumen del sistema se mantiene constante.
• Una transformación es isotérmica cuando la temperatura del sistema se mantiene constante.
• Si durante la transformación el sistema no intercambia calor se dice que ésta es adiabática.

8.2 Transformaciones reversibles para gases ideales.

Consideremos como sistema termodinámico una muestra gaseosa. Suponemos que el sistema es ce-
rrado, por lo que la cantidad de sustancia es constante ( n = cte ) , y que las condiciones de presión y de tempe-
ratura son tales que es válida la aproximación de gas ideal. Las variables termodinámicas básicas para describir
los estados de equilibrio del sistema son: la presión ( p ) , el volumen (V ) y la temperatura absoluta o termodi-
námica (T ) . Dada la ecuación de estado del sistema, pV = nRT , conociendo dos de las tres variables anterio-
res queda determinado el estado de equilibrio del sistema.

Resulta útil representar gráficamente los estados de equilibrio en gráficos p − V , p − T , V − T , etc.


En lo que sigue, trabajaremos fundamentalmente con gráficos p − V , es decir, representaremos la presión en
función del volumen. Un estado de equilibrio queda representado por un punto en el gráfico, como se muestra
a la izquierda de la Figura 14 para los estados A y B .

Una transformación termo-


dinámica reversible entre los esta-
dos A y B , quedará representada
por una línea continua que une am-
bos estados, como se muestra a la
derecha de la Figura 14, donde fal-
taría aclarar (por ejemplo, mediante
una flecha) si el sentido de la trans-
Figura 14: Representación de estados de equilibrio y de transformaciones reversi-
formación es de A hacia B o a la
bles en un diagrama p-V. inversa.

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Transformaciones termodinámicas 72

8.2.1 Transformación isobárica ( p = cte ) .

En la Figura 15 se representa una transformación isobárica, en el


caso en que el volumen aumenta (expansión). Como:

pVA = nRTA y pVB = nRTB ⇒ VB VA = TB TA ⇒ TB > TA

Si: ∆V = VB − VA y ∆T = TB − TA ⇒ p ∆V = nR ∆T

El trabajo realizado por el sistema es:

VB VB
Figura 15 WA →B = WAB = ∫ p (V ) dV
VA
= p ∫ dV = p ∆V = nR ∆T > 0
VA
TB TB

El flujo de calor es: QA →B= QAB= ∫ n c (T ) dT ≅ n c ∫ dT=


TA
p p
TA
n c p ∆T > 0

donde se ha supuesto que el rango de temperaturas es tal que se puede considerar constante al calor molar.

Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto (compresión), valen las ecua-
ciones anteriores intercambiando las variables termodinámicas de los estados A y B . Es fácil verificar que
resulta:
−WAB < 0
WBA = −QAB < 0
QBA =

8.2.2 Transformación isocórica (V = cte ) .

En la Figura 16 se representa una transformación isocórica, en el


caso en que la presión aumenta. Como:

pAV = nRTA y pBV = nRTB ⇒ pB pA = TB TA ⇒ TB > TA

Si: ∆p = pB − pA y ∆T = TB − TA ⇒ V ∆p = nR ∆T
V
WAB
El trabajo realizado por el sistema es:= ∫=
V
p dV 0

El flujo de calor es:


Figura 16 TB TB

QAB= ∫ n c (T ) dT ≅ n c ∫ dT=
TA
V V
TA
n cV ∆T > 0

donde se ha supuesto que el rango de temperaturas es tal que el calor molar se puede considerar constante.

Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto, valen las ecuaciones anteriores
intercambiando las variables termodinámicas de los estados A y B . Es fácil verificar que resulta:
WBA = 0
−WAB = −QAB < 0
QBA =

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Transformaciones termodinámicas 73

8.2.3 Transformación isotérmica (T = cte ) .

En la Figura 17 se representa una transformación isotérmica, en


el caso en que el volumen aumenta (expansión). La curva está dada por la
función p (V ) nRT
= = V  p (V ) cte V  . Como:
pAVA = nRT y pBVB = nRT ⇒ pB pA = VA VB

El trabajo realizado por el sistema es:

VB V
B
dV V 
=WAB ∫V p
= (V ) dV nRT
= ∫V V nRT ln  VAB > 0
A A 
Figura 17

=
También: AVA ln (VB VA )
WAB p= pBVB ln (VB VA )

Más adelante justificaremos que el flujo de calor es: Q=


AB WAB > 0

Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto (compresión), valen las ecua-
ciones anteriores intercambiando las variables termodinámicas de los estados A y B . Es fácil verificar que
resulta: WBA = −WAB < 0 QBA = −QAB < 0

8.2.4 Transformación adiabática (δ Q = 0 ) .

En la Figura 18 se representa una transformación adiabática,


en el caso en que el volumen aumenta (expansión). La curva tiene ca-
racterísticas similares a las isotermas pero en un punto dado, la pen-
diente de la adiabática tiene mayor valor absoluto. Esto se ilustra en la
Figura 18 para el estado A . Más adelante podremos demostrar que
los estados de equilibrio pertenecientes a una adiabática cumplen la
relación:
pV γ = cte
=
siendo γ c p cV > 1 el llamado índice adiabático. De la relación an-
terior y usando la ecuación de estado, surge rápidamente que también
Figura 18
se cumple: T V γ −1 = cte .

VB
pBVB − pAVA T −T
Dejamos al lector verificar que: =WAB p (V ) dV
∫= = nR B A > 0
VA
1− γ 1− γ

Si se considera que la transformación evoluciona en el sentido opuesto (compresión), es fácil verificar


que resulta:
−WAB < 0
WBA =

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9. Primer Principio de la Termodinámica
El Primer Principio de la Termodinámica es el Principio de Conservación de la Energía aplicado a los
sistemas termodinámicos. Hay una analogía entre los sistemas termodinámicos y los sistemas mecánicos con-
servativos como, por ejemplo, el sistema de masas y resortes de la Figura 19.

En un sistema mecánico conservativo se distinguen dos tipos de energía,


cinética y potencial, que se definen en términos de las velocidades y las posiciones
de las partículas que integran el sistema. La energía total es la suma de ambas. Las
posiciones y las velocidades de las partículas son las variables de estado del sis-
tema mecánico. Si en su evolución las partículas vuelven a las mismas posiciones
con las mismas velocidades, significa que el sistema vuelve al mismo estado me-
cánico el que se corresponde siempre con un mismo valor de energía.
Figura 19
Si hay fuerzas exteriores al sistema, la variación de la energía total es igual
al trabajo realizado sobre el sistema por dichas fuerzas. La analogía consiste en imaginar que los sistemas ter-
modinámicos reales son sistemas mecánicos conservativos cuyas partes (átomos, moléculas, etc.) son dema-
siado pequeñas como para ser percibidas. Se supone que si se toman en cuenta los movimientos a escala mi-
croscópica, la ley de conservación de la energía sigue valiendo, y que los intercambios de energías cinética y
potencial asociadas con los movimientos puramente microscópicos se manifiestan en la escala macroscópica
del experimento como calor. Esta analogía brinda una imagen mental conveniente, y se la aprovecha cuando
se estudia la Termodinámica Estadística.

Pero en este curso estudiamos fundamentalmente la Termodinámica clásica en la que no se formulan


hipótesis acerca de la estructura del sistema y, entonces, no se puede dar una definición de las energías cinética
y potencial microscópicas, porque no miramos el detalle de la estructura del sistema.
Nuestro punto de vista es que el sistema es una suerte de “caja negra” que no podemos abrir para ver lo
que hay en su interior. La analogía mecánica sugiere que la definición de energía para un sistema termodinámico
debe estar relacionada con el concepto de trabajo exterior, es decir, trabajo realizado por fuerzas provenientes
del ambiente. Veremos que tal definición es, en efecto, posible.

9.1 Experimentos de Joule

Los experimentos que demostraron la posibilidad de definir la energía de un sistema termodinámico


fueron realizados en 1843 por James Prescott Joule. En el primer capítulo mencionamos dos métodos generales
para producir cambios en el estado de un sistema: por medios adiabáti-
cos o por medios diatérmicos. Recordaremos las definiciones de límites
adiabático y diatérmico.

Se dice que un límite es adiabático cuando el estado del sis-


tema se puede cambiar únicamente moviendo el límite o bien colo-
cando al sistema en un campo de fuerzas exteriores (por ejemplo cam-
pos eléctricos, magnéticos o gravitacionales).

Se dice que un límite es diatérmico cuando permite que el es-


tado del sistema se modifique sin que haya movimiento del límite.

Los experimentos de Joule fueron adiabáticos. Se empleó el


aparato cuyo esquema se muestra en la Figura 20. Un recipiente recu- Figura 20: Esquema del dispositivo em-
bierto de un límite adiabático, contiene un líquido en su interior que pleado en el experimento de Joule.
puede ser agitado por un sistema de paletas, que se mueven dejando
descender lentamente un conjunto de pesas. De resultas de ello ocurre
un cambio del estado del sistema (cierta cantidad de agua), consistente en un aumento de temperatura desde la
temperatura ambiente a una temperatura ligeramente superior.

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Primer Principio de la Termodinámica 75

Al analizar estos experimentos conviene suponer que la superficie de las paletas es el límite del sistema.
Así el cambio del estado ocurre debido al movimiento del contorno. Joule también realizó experimentos con
mercurio en lugar de agua, y con discos de hierro que se frotaban entre sí dentro del líquido, en vez de agitarlo
mediante las paletas. También llevo a cabo otros experimentos en los que el aumento de temperatura se obtenía
de resultas de un trabajo eléctrico. Gracias a sus experimentos Joule encontró que la realización de una deter-
minada cantidad de trabajo adiabático producía siempre la misma variación del estado del sistema, sin que
importara el dispositivo usado para producir el trabajo, ni cual fuera la naturaleza del sistema. Si ahora supone-
mos que lo mismo vale para cualquier sistema termodinámico y bajo cualquier condición, podemos definir la
energía de un sistema termodinámico y formular el Primer Principio.

9.2 Definición de energía interna

Los experimentos de Joule indican que tiene sentido hablar de la diferencia de energía entre dos estados
de un sistema y que esta diferencia se puede medir por medio de la cantidad de trabajo que realiza el ambiente
mientras el sistema pasa de un estado a otro en condiciones adiabáticas.

Puesto que en la experiencia de Joule las pesas descienden lentamente a velocidad constante, el trabajo
de la gravedad (trabajo realizado por el ambiente) no produce un aumento de la energía cinética de las pesas
sino que se transmite mediante el sistema de cuerdas poleas y paletas, provocando la agitación del agua y, en
definitiva, produciendo el cambio del estado de equilibrio termodinámico del sistema. A este cambio lo rela-
cionamos con una variación de la energía del sistema, que medimos por medio de la cantidad de trabajo que
realizó el ambiente.

La energía del sistema de simbolizamos con U y la denominamos energía interna, ya que no tiene en
cuenta las posibles energías cinéticas y potenciales debidas al movimiento del sistema como un todo.

La energía que perdió el ambiente la ganó el sistema, que en consecuencia cambio su estado. Si h es
la altura que descendieron las pesas de masa m y g es el módulo de la aceleración gravitatoria, el intercambio
de trabajo adiabático entre el sistema y el ambiente es, en valor absoluto, WAdi = mg h . Escribimos que:

UF −UI =
−WAdi (9.2.1)

U I es la energía interna asociada al estado de equilibrio inicial del sistema y U F la asociada con el estado final.
WAdi es el intercambio de trabajo adiabático entre el sistema y el ambiente medido con la siguiente convención
de signos:

El trabajo es positivo cuando representa una cantidad de energía que el sistema transfiere al ambiente. Es
negativo si es una cantidad de energía que el ambiente transfiere al sistema.

La experiencia indica que todo par de estados de un sistema termodinámico se puede conectar mediante
la realización de trabajo adiabático (eligiendo convenientemente cual de los dos es el estado inicial), y por lo
tanto suponemos que esto ocurre en general. La definición de energía interna se basa entonces en las dos gene-
ralizaciones siguientes:

• Cualquier par de estados de un sistema termodinámico se puede conectar mediante la realización de un


trabajo adiabático (no necesariamente reversible).
• La cantidad de trabajo adiabático necesaria para conectar dos estados dados depende solamente de los
estados y no del modo particular de efectuar ese trabajo.

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Primer Principio de la Termodinámica 76

9.3 Definición de calor

Nos gustaría creer que la magnitud U definida por la ecuación (9.2.1) depende sólo del estado del
sistema y no del proceso mediante el cual se llegó a ese estado, porque hay muchas maneras de producir el
mismo cambio de estado, además de las transformaciones adiabáticas. Consideremos el sistema usado en el
experimento de Joule (que llamaremos sistema A). Podemos obtener la misma variación de temperatura po-
niendo A en contacto térmico (removiendo el límite adiabático) con un segundo sistema B, de una temperatura
mayor. En esta transformación no se intercambia trabajo del ambiente, pero en cambio hay una variación del
estado de B.
Podemos postular que la variación de energía interna de A es la misma que ocurrió en la transformación
adiabática, pero que ahora la diferencia proviene de una transferencia de energía de B a A, que se produjo
mientras los dos sistemas estuvieron en contacto térmico. Sin embargo, este postulado necesita una verificación
experimental: hace falta mostrar que la cantidad exacta de energía involucrada en el cambio del estado inicial
al estado final de A, ha efectivamente provenido de B. Esto se puede comprobar rodeando B con una envoltura
adiabática y realizando la experiencia de Joule sobre B hasta devolverlo a su estado inicial. Si el postulado es
correcto, el trabajo que aporta el ambiente al devolver B a su estado inicial será igual al que se aportó cuando
llevamos A del estado inicial al estado final en forma adiabática.

Puesto que los experimentos confirman que así ocurre, el postulado queda justificado. La energía trans-
ferida de B a A durante el contacto térmico se llama calor, y se indica con el símbolo Q . En general, podemos
cambiar el estado del sistema realizando sucesivamente procesos adiabáticos y diatérmicos, y realizando trabajo
exterior mientras el sistema esta en contacto térmico con otro sistema. En tales casos podemos generalizar la
noción de calor y escribir:

∆U = U F − U I = Q − W (9.2.2.a)

donde W es el trabajo intercambiado con el ambiente y la diferencia de energía ∆U se debe determinar por
separado mediante un experimento adiabático, de acuerdo con la ecuación (9.2.1).

Se puede mostrar que esta definición de calor tiene todas las características de las antiguas ideas intuitivas
acerca del calor que se obtuvieron de los experimentos calorimétricos, a saber:

• El flujo de calor a través de los límites de un sistema cambia su estado.


• El calor no puede atravesar un límite adiabático.
• El calor fluye espontáneamente de una temperatura más alta a una más baja.
• El calor se conserva en procesos adiabáticos en los cuales no se produce trabajo neto, como ocurre en
los experimentos que se realizan con calorímetros de mezcla.

9.4 El Primer Principio de La Termodinámica

En base a los experimentos de Joule y los experimentos diatérmicos que comentamos recién, podemos
formular el Primer Principio de La Termodinámica en la forma siguiente:

• Para todo sistema termodinámico existe una magnitud U , llamada energía interna, que es función sólo
del estado del sistema y no de los procesos mediante los cuales se obtuvo ese estado.
• La diferencia de energía interna entre dos estados se mide por el trabajo adiabático necesario para llevar
al sistema de uno de los estados al otro.
• Para procesos no adiabáticos, la diferencia entre el trabajo que se realiza y la variación de energía interna
es, por definición, calor.

Estas tres afirmaciones se expresan mediante las ecuaciones: (9.2.1) y (9.2.2.a)

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Primer Principio de la Termodinámica 77

La notación ∆U = U F − U I implica afirmar que U es una función de estado. Usaremos esta notación
únicamente para funciones de estado y no para magnitudes como Q y W que dependen del proceso mediante
el cual se obtuvo el estado. Que el trabajo intercambiado por el sistema cuando pasa de un estado inicial a otro
final depende del proceso ya lo discutimos al tratar el trabajo de volumen. En ese momento adelantamos que lo
mismo ocurría con el calor. Eso lo podemos fundamentar, ahora, en virtud del Primer Principio.

Consideremos por ejemplo un sistema gaseoso cuyo intercambio de trabajo con el ambiente está dado
solamente por el trabajo de volumen. Consideremos dos estados de equili-
brio, I y F, y dos transformaciones reversibles que los conectan. Al estado I
le corresponde un valor de energía interna U I que no depende de la forma en
que el sistema llegó a ese estado. Lo misma vale para la energía interna U F
correspondiente al estado F. Por lo tanto, la diferencia de energía
∆U = U F − U I , no depende si el sistema pasó de I a F siguiendo la transfor-
mación 1, la 2 o cualquier otra. Por lo tanto, podemos escribir que:

∆U = U F − U I = QIF (1) − WIF (1) = QIF ( 2 ) − WIF ( 2 )

Figura 21
⇒ QIF (1) − QIF ( 2 ) =WIF (1) − WIF ( 2 )

Como sabemos que WIF (1) − WIF ( 2 ) ≠ 0 ⇒ QIF (1) ≠ QIF ( 2 )

Si consideramos dos estados de equilibrio infinitamente próximos, es decir, que las variables de estado
difieren a lo sumo en una cantidad infinitesimal, entre esos estados la ecuación (9.2.2.a) adopta la forma dife-
rencial:
= δ Q − δW
dU (9.2.2.b)

En estas ecuaciones usamos la notación dU para indicar que se trata de una cantidad infinitesimal que,
además, es el diferencial de una función de estado. En cambio, usamos la notación δ Q o δ W para indicar que
son cantidades infinitesimales pero no el diferencial de una función de estado.

9.5 Energía interna y calor molar a volumen constante

Consideremos un sistema para el cual el intercambio de trabajo con el ambiente está dado por el trabajo
de volumen como, por ejemplo, una muestra de gas. Para dos estados infinitamente próximos:

δ W = p dV

Entonces, la ecuación (9.2.2.b) se escribe como: = δ Q − pdV


dU

Si esos dos estados pertenecen a una isocora, V = cte ⇒ dV = 0 y dU )V = δ Q )V

Usamos la notación dU )V o δ Q )V para indicar que esas magnitudes están calculadas para un proceso a vo-
lumen constante. Entonces:
1 δQ  1 dU 
=cV =   (9.2.3)
n dT V n dT V

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Primer Principio de la Termodinámica 78

9.6 Energía interna del gas ideal: Expansión libre de Joule

Para un sistema gaseoso (químicamente puro) cerrado ( n = cte ) , el estado de equilibrio termodiná-

mico queda determinado conociendo dos de las tres variables de estado: p, V , T .

Si tomamos como variables a V y T , que la energía interna sea una función de estado significa que se
podrá describir como una función de esas dos variables de estado: U = U (V , T ) .

∂U  ∂U 
Entonces, para dos estados infinitamente próximos: =dU  dV +  dT
∂V T ∂T V
∂U 
Usando (9.2.3) =dU  dV + ncV dT (9.2.4)
∂V T

Pero también es posible usar como variables de estado a U y V y, entonces, podemos escribir a la tempera-
∂T  ∂U 
tura como función de esas variables: T = T (U , V ) . Entonces:=dT  dU +  dV
∂U V ∂V U
 ∂T    ∂U  ∂T  
Remplazando esta expresión en (9.2.4) se obtiene que: 1 − ncV   dU =   + ncV   dV
 ∂U V   ∂V T ∂V U 
La ecuación anterior se debe cumplir para dos estados cualesquiera infinitamente próximos. En particular,
para dos estados con igual energía interna pero diferente volumen resulta

 ∂U  ∂T   ∂U  ∂T  ∂U  ∂T 
0=
  + ncV   dV ⇒  + ncV  =0 ⇒  = −ncV  (9.2.5)
 ∂V T ∂V U  ∂V T ∂V U ∂V T ∂V U

Los primeros intentos para determinar la dependencia de la energía interna de un gas con su volumen
fueron hechos por Gay-Lussac y posteriormente por Joule a mediados del S. XVIII. El esquema del dispositivo
empleado se muestra en la Figura 22.
El recipiente A, que contiene el gas a investigar en
condiciones en que vale la aproximación de gas ideal, se
conecta a un recipiente B, en el que se ha hecho vacío, por
medio de un tubo que lleva una llave inicialmente cerrada.
Los recipientes se sumergen en un baño de agua de manera
que el cambio en la temperatura del gas se pueda detectar
a través de la temperatura del agua. El conjunto se encierra
dentro de un límite adiabático. Se deja que el sistema al-
cance el equilibrio térmico a una temperatura T . Luego
se abre la llave de modo que el gas realiza una expansión
Figura 22: Esquema del dispositivo para el experimento libre al espacio vacío. Para esta transformación, que es
de expansión libre de Joule. irreversible, resulta W = 0 , ya que el gas no tiene con
quien intercambiar trabajo. El sistema termina en un
nuevo estado de equilibrio y se mide nuevamente la temperatura.

En todos los experimentos no se detecta cambio apreciable en la temperatura del baño líquido.

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Primer Principio de la Termodinámica 79

Por lo tanto, se acepta que no hay intercambio de calor con el gas, Q = 0 , y que la temperatura del
mismo se mantuvo constante. Como no hay trabajo ni flujo de calor, durante la expansión libre no cambió la
energía interna del gas ideal.

∂T  ∂U 
Entonces, para el gas ideal, aceptamos que: = 0 ⇒  = 0 , lo que significa que la
∂V U ∂V T
energía interna de una dada cantidad de gas ideal depende solamente de la temperatura: U = U (T )

Teniendo en cuenta (9.2.4), resulta para el gas ideal: dU = ncV dT (9.2.6)

Si consideramos dos estados de equilibrio cualesquiera para un gas ideal, a las temperaturas TI y TF , la
TF

diferencia de las energías internas es: ∆U = U F − U I = ∫ nc


TI
V dT (9.2.7)

es decir que resulta igual al calor que intercambia al gas entre esas temperaturas en un proceso a volumen
constante. Dentro del rango de temperaturas donde cV ≅ cte , podemos escribir: ∆U = U F − U I = ncV ∆T

Aceptando que la energía interna de una dada cantidad de gas


ideal depende solamente de su temperatura, podemos fundamentar el
cálculo del calor intercambiado en una transformación isotérmica. Consi-
deremos dos estados A y B pertenecientes a una isoterma de gas ideal.
Como:
TA = TB ⇒ UA = UB ⇒ ∆U = U B − U A = 0

⇒ QAB − WAB =0 ⇒ QAB =WAB

Figura 23

También, podemos llegar al resultado (9.2.7) de la siguiente manera:

Consideremos dos estados cualesquiera I y F como los indica-


dos en la figura. La diferencia de energía interna entre ambos estados
no depende de la transformación que eventualmente se use para llevar
al sistema de un estado al otro. Siempre es posible seguir una transfor-
mación isotérmica a la temperatura TI hasta un estado B cuyo volumen
es el del estado F. Luego de conectan los estados B y F mediante una
transformación a volumen constante. Entonces:
U F − U I = U F − U B + U B − U I = U F − U B , porque U B = U I
TF

Figura 24
Luego: U F − U I = U F − U B = QBF − WBF = QBF = ∫ nc
TI
V dT

dado que WBF = 0

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10. Aplicaciones del Primer Principio
Utilizaremos el Primer Principio de la Termodinámica para justificar algunas propiedades de los gases
ideales que mencionamos anteriormente. Por lo tanto, emplearemos también el resultado ya discutido acerca de
la dependencia de la energía interna del gas ideal con la temperatura.

10.1 La relación de Mayer

Consideremos para un gas ideal dos estados de equilibrio, I y F, que se corresponden con el mismo valor
de presión, como se muestra en la Figura 25.

Como la diferencia de energía interna entre dos estados no de-


pende del proceso que eventualmente se use para conectarlos, conside-
rando la transformación isobárica de la Figura 25 podemos escribir:
TF

∆U = U F − U I = QIF − WIF = ∫ nc
TI
p dT − p ∆V

donde ∆V = VF − VI . Como pV = nRT , a p = cte es


p ∆V = nR ∆T , siendo ∆T = TF − TI
Por lo tanto, para la transformación isobárica podemos escribir que:

Figura 25 TF

∆U
= ∫ nc
TI
p dT − nR ∆T

Pero podemos considerar la transformación compuesta por una etapa isotérmica hasta el estado I´, se-
guida de una etapa isocórica hasta el estado F. Como ya se discutió, U I = U I′ y
TF

∆U = U F − U I = U F − U I′ = QI′F = ∫ nc
TI
V dT

TF TF TF

Igualando las dos expresiones para ∆U : ∫ nc


TI
p dT −=
nR ∆T ∫ nc
TI
V dT ⇒
TI
∫ (c p − cV )dT =
R ∆T

Si consideramos que trabajamos en el rango de temperaturas en que los calores molares son aproxima-
damente constantes, de la relación anterior resulta: (c p − cV )∆T = R ∆T ⇒ c p − cV = R

Pero para no limitarnos a esa situación, podemos considerar que los estados I, I´ y F están infinita-
mente próximos y, entonces:

dU = δ QIF − δ WIF = nc p dT − pdV y pdV = nRdT ⇒ dU = nc p dT − nRdT


dU δ=
= QI′F ncV dT ⇒ nc p dT − nRdT =
ncV dT ⇒ (c p − cV ) dT =
RdT

⇒ c p − cV =
R

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Aplicaciones del Primer Principio 81

10.2 Transformación adiabática reversible del gas ideal

Consideremos dos estados de equilibrio infinitamente próximos, pertenecientes una adiabática reversi-
ble. El diferencial de energía interna es:

δ Q − δW =
dU = −δ W =
− pdV

Pero, también, podemos escribir que: dU = ncV dT y, por lo tanto,

ncV dT =
− pdV ⇒ nRcV dT =
− pRdV

Como: pV= nRT ⇒ d ( pV )= d ( nRT ) ⇒ pdV + Vdp= nR dT

Entonces: nRcV dT =
− pRdV ⇒ cV ( pdV + Vdp ) =
− pRdV ⇒ ( cV + R ) pdV =
−cV Vdp

⇒ c p pdV =
−cV Vdp

Definiendo el índice adiabático como γ = c p cV , la relación anterior se escribe como:

dV dp
γ = −
V p

Integrando entre un estado cuya presión y volumen son ( p0 , V0 ) y otro de presión y volumen ( p, V ) pertene-
cientes a la misma adiabática, resulta:

V p
dV dp  p
∫V γ V =−∫
p0
p
− ln  
=
 p0 
0

Si consideramos que γ es aproximadamente constante, finalmente no queda que:

V   p0  V γ p0
γ ln   = ln   ⇒ γ
= ⇒ pV γ = p0 V0γ
V
 0  p  V0 p

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11. Transformaciones Cíclicas
Una transformación que lleva a un sistema termodinámico desde un estado de equilibrio y lo regresa a
ese mismo estado es un ciclo o transformación cerrada.

Como toda transformación, los ciclos pueden ser reversibles o irreversibles. Un proceso reversible es,
obviamente, una idealización, y en la práctica a lo sumo se lo podrá aproximar. En este capítulo vamos a usar
este concepto solamente para aprovechar que cuando se invierte un ciclo reversible, las magnitudes calor y
trabajo correspondientes al ciclo cambian de signo.

Ya sea por razones históricas o por comodidad de lenguaje, llamaremos motor o máquina a un disposi-
tivo que opera haciendo que un sistema termodinámico realice un ciclo. En el presente contexto, el “motor” es
arbitrario y no se lo debe pensar, necesariamente, como una colección de piezas, con vapor saliendo por los
costados, etc. Como la máquina, por lo general, hace que el sistema termodinámico repita continuamente el
mismo ciclo, será suficiente conocer los valores de ciertas magnitudes físicas para un ciclo.

Por ejemplo, al cabo de un ciclo, se cumple: 0 =


∆U ciclo =
Qciclo − Wciclo ⇒ Qciclo =
Wciclo

Qciclo y Wciclo son los intercambios netos de calor y trabajo del sistema termodinámico con su entorno.

• Si Qciclo > 0 resulta Wciclo > 0 . El sistema absorbe calor y realiza trabajo. Decimos que se trata de un
ciclo térmico o ciclo motor. A la máquina que opera siguiendo un ciclo térmico la llamaremos máquina
térmica. Su objetivo es entregar trabajo a partir de un suministro de calor.

• Si Qciclo < 0 resulta Wciclo < 0 . El sistema cede calor y recibe trabajo. Decimos que se trata de un ciclo
frigorífico. A la máquina que opera según un ciclo frigorífico la llamaremos máquina frigorífica,
cuando el objetivo sea refrigerar un recinto a partir de un suministro de trabajo, o la llamaremos bomba
de calor, cuando el objetivo sea calefaccionar un recinto a partir de un suministro de trabajo.

10.1 Rendimiento y eficiencia

El objetivo de la máquina térmica es la obtención en cada ciclo de una cantidad de trabajo Wciclo > 0 .
Para ello, el sistema termodinámico debe absorber una cantidad neta de calor Q= ciclo Wciclo > 0 . La experiencia
muestra que esta cantidad neta de calor es siempre el resultado de dos contribuciones. En ciertas etapas del ciclo
el sistema absorbe calor totalizando la cantidad QABS > 0 . En otras etapas, el sistema cede calor totalizando la
cantidad QCED < 0 . El flujo neto es:
Qciclo = Wciclo = QABS + QCED = QABS − QCED > 0

El rendimiento del ciclo térmico mide la relación entre el beneficio obtenido, Wciclo , y el costo necesario
para obtener el beneficio, QABS .
Wciclo QABS + QCED Q Q
R= = = 1 − CED < 1
1 + CED =
QABS QABS QABS QABS

Más adelante justificaremos que siempre es R < 1 , es decir, que siempre es QCED ≠ 0 .

El objetivo de la máquina frigorífica es absorber calor, QABS > 0


Wciclo < 0 y, entonces, ceder una cantidad neta de calor

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Transformaciones Cíclicas 83

Q=
ciclo Wciclo < 0 . Es necesario que una parte del entorno del sistema termodinámico que realiza el ciclo reciba
el calor que el sistema cede: QCED < 0 .
El flujo neto de calor es: Qciclo = Wciclo = QABS + QCED = QABS − QCED < 0

Como: Wciclo =QABS − QCED < 0 ⇒ W


=ciclo QCED − QABS ⇒ Wciclo + QABS =
QCED

La eficiencia de la máquina frigorífica mide la relación entre el beneficio, QABS > 0 , y el costo, Wciclo > 0 .

QABS QABS 1
=ε = =
Wciclo QCED − QABS QCED QABS − 1

El objetivo de la bomba de calor es ceder calor, luego su eficiencia se define como

QCED QCED 1
=ε = =
Wciclo QCED − QABS 1 − QABS QCED

10.2 Transformaciones cíclicas en gases

Consideramos, ahora, el caso particular en que una dada cantidad de gas ( n = cte ) realiza un ciclo
reversible. El ciclo se podrá representar en un diagrama
p − V mediante una curva cerrada, como se muestra en la
Figura 26, donde las flechas indican el sentido de la evolu-
ción. Veremos que, si el ciclo es horario, como el de la iz-
quierda de la Figura 26, es un ciclo térmico. En cambio, si es
antihorario, como el de la derecha de la Figura 26, se trata de
un ciclo frigorífico. Veremos, también, que el área encerrada
por la curva mide el valor absoluto del trabajo neto en el ciclo.
Figura 26: Ciclo motor y ciclo frigorífico.

Analicemos, por ejemplo, el ciclo que se muestra a la


izquierda de la Figura 27. El razonamiento que haremos se puede generalizar fácilmente para todo ciclo.

Figura 27: El área encerrada por el ciclo es una medida del valor absoluto del trabajo neto en el ciclo.

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Transformaciones Cíclicas 84

Siempre es posible encontrar, al menos, un estado correspondiente al volumen mínimo que ocupa el gas
y otro correspondiente al volumen máximo. El ciclo está formado, por lo menos, de una etapa de expansión y
otra de compresión, como se muestra, respectivamente, en el centro y en la derecha de la figura anterior. En la
etapa de expansión se realiza un trabajo WEXP > 0 y en la de compresión WCOM < 0 . El trabajo neto en el ciclo
es Wciclo =WEXP + WCOM =WEXP − WCOM .
Si el ciclo es horario resulta WEXP > WCOM y, entonces: Wciclo > 0 , coincidiendo gráficamente con el
área encerrada en el diagrama p − V , y, por lo tanto, es un ciclo motor. A partir de esto, es fácil ver que, si se
invierte el ciclo, resulta ser frigorífico.

10.3 Máquinas que operan entre dos fuentes ideales

Para varios razonamientos que haremos más adelante, serán útiles los conceptos que introducimos a
continuación.

Se llama fuente térmica ideal a un sistema que puede intercambiar calor con otros sistemas sin cambiar
su propia temperatura. Una fuente térmica se puede imaginar como un cuerpo de capacidad calorífica muy
grande, que está todo a la misma temperatura. Esta es una idealización que permite, sin pérdida de generalidad,
simplificar muchas discusiones. Dos fuentes que tienen la misma temperatura se consideran como una única
fuente.

Una máquina térmica que opera entre dos fuentes ideales es aquella que solamente absorbe calor de
una fuente térmica caliente a la temperatura TC , en cantidad Q C > 0 , cediendo calor solamente a una fuente
térmica fría a la temperatura TF , en cantidad Q F < 0 , y realizando un trabajo W = Q C + Q F > 0 . Los términos
caliente y fría significan solamente que TC > TF .

Estas máquinas térmicas se representan simbólicamente como muestra la Fi-


gura 28. El rectángulo superior simboliza a la fuente térmica caliente y el inferior a la
fría. La circunferencia representa al sistema termodinámico que realiza el ciclo. Las
flechas verticales representan los flujos de calor: de la fuente caliente al sistema y de
este a la fuente fría. La flecha horizontal simboliza que el sistema realiza trabajo sobre
el ambiente. Los signos a los calores y trabajos han sido asignados desde el punto de
vista del sistema que realiza en ciclo, siguiendo las convenciones establecidas ante-
riormente.

Figura 28

En la Figura 29 se simboliza la máquina frigorífica o la bomba de calor que


opera entre dos fuentes térmicas ideales. La inversión en el sentido de las flechas
verticales indica que, ahora, el calor fluye de la fuente fría al sistema y de este a la
fuente caliente. Para que esto sea posible, veremos que siempre es necesario que el
sistema reciba trabajo, como lo indica la flecha horizontal.

Más adelante, utilizaremos estas máquinas idealizadas para discutir leyes im-
portantes de la termodinámica que hasta ahora no hemos visto, y usaremos estos
Figura 29 diagramas para representar simbólicamente estas leyes o como ayuda para la dis-
cusión.

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Transformaciones Cíclicas 85

10.4 Ciclos térmicos combinados

El calor residual que un ciclo térmico disipa a su “fuente fría” puede aprovecharse para hace funcionar
otro ciclo térmico, que toma a esa “fuente fría” como “fuente caliente” y así obtener una cantidad de trabajo
adicional. En una central eléctrica de ciclo combinado se quema gas natural en una cámara de combustión y se
hace pasar por una turbina de gas conectada a un alternador. Los gases calientes ya turbinados se aprovechan
para calentar agua y convertirla en vapor en un recuperador de calor. Este vapor se hace pasar por una segunda
turbina conectada a otro alternador, de forma que ambas generan energía eléctrica.

En la figura se muestra un esquema simplificado de dos ciclos térmicos


combinados. Las cantidades de calor y trabajo indicadas en la figura deben con-
siderarse en valor absoluto. Las temperaturas de las fuentes verifican las relacio-
nes:
T2 > T1 > T0 .

El ciclo 2 entrega a la fuente de temperatura T1 la cantidad de calor Q1


. Una fracción 0 < α < 1 de este calor alimenta al ciclo 1. Si R1 y R2 son los
rendimientos de cada ciclo, resulta:

W2 = R2 Q2
Q1 =Q2 − W2 =(1 − R2 ) Q2
α Q1 α R1 (1 − R2 ) Q2
W1 R1=
=

El trabajo total obtenido es: W2 + W=


1 R2 Q2 + α R1 (1 − R2 ) Q2

Figura 30

W + W1
El rendimiento del ciclo combinado resulta: R= 2 =R2 + α R1 (1 − R2 ) > R2
Q2

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12. Ciclo de Carnot
Nicolas Léonard Sadi Carnot (1796 - 1832), fue un ingeniero francés pionero en
el estudio de la Termodinámica. En 1824 publicó su obra maestra: "Reflexiones sobre la
potencia motriz del fuego y sobre las máquinas adecuadas para desarrollar esta poten-
cia", donde expuso los dos primeros principios de la Termodinámica. Estos trabajos, poco
comprendidos por parte de sus contemporáneos, fueron más tarde conocidos en Alema-
nia por Rudolf Clausius, quien les dio difusión, y por William Thomson (Lord Kelvin) en
el Reino Unido. El enunciado de Kelvin del Segundo Principio de la Termodinámica está
basado en los trabajos de Carnot. Introdujo el concepto de proceso reversible y el ciclo
reversible que hoy lleva su nombre, como herramienta de ayuda en sus análisis.
Figura 30: Sadi Carnot.
El ciclo de Carnot consta de cuatro etapas: dos isotérmicas y dos adiabáticas:

• Un cierto estado que denominaremos 1 se conecta a través de una expansión isotérmica, a la tempera-
tura TC , con un estado que denominaremos 2.
• El estado 2 se conecta a través de una expansión adiabática con el estado que denominaremos 3, que
se encuentra a una temperatura TF < TC .
• El estado 3 se conecta a través de una compresión isotérmica, a la temperatura TF , con cierto estado
que llamaremos 4.
• Por último, el estado 4 el tal que puede conectarse con el 1 a través de una compresión adiabática.

Por supuesto, en ciclo puede comenzar a partir de cualquiera de los estados y evolucionar en un sentido o
en el opuesto, es decir, como ciclo motor o como ciclo frigorífico. Además, es un ciclo que opera solamente
entre dos fuentes térmicas, a las temperaturas TC y TF < TC .

Analizaremos algunas propiedades generales del trabajo y del calor en cada etapa del ciclo, suponiendo
que opera como ciclo motor. Si operara como ciclo frigorífico valen los mismos resultados pero cambiando el
sentido (signo) de los flujos de calor y de trabajo.

• Como las etapas 2 → 3 y 4 → 1 son adiabáticas: Q=


23 Q=
41 0.
• El sistema absorbe calor en la etapa de expansión isotérmica: Q=
12 QC > 0
• El sistema cede calor en la etapa de compresión isotérmica: Q=
34 QF < 0
• El trabajo neto en el ciclo es W
= Q12 + Q34

Operando como ciclo motor: QABS


= Q=
C Q12 , QCED
= Q=
F Q34 , W = Q12 − Q34 = QC − QF y el
W Q − QF Q Q
rendimiento es R = =C 1− F =
= 1 − 34
QABS QC QC Q12

Operando como máquina frigorífica:

QCED
= Q=
C Q12 , QABS
= Q=
F Q34 , W = Q12 − Q34 = QC − QF
QABS QC 1 1
y la eficiencia es =ε = = =
W QC − QF 1 − QF QC 1 − Q34 Q12

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Ciclo de Carnot 87

12.1 Ciclo de Carnot para un gas ideal

Consideraremos, ahora, el caso particular en que la sustancia que


realiza el ciclo de Carnot es un gas ideal. En un diagrama p − V el ciclo
queda representado como se muestra en la Figura 31.

Demostraremos, primero, dos propiedades que no dependen del


sentido de la evolución del ciclo.

• La relación entre los volúmenes máximo y mínimo es la misma Figura 31: Ciclo de Carnot en un dia-
para las dos isotermas. grama p-V para gas ideal.

En efecto: p1 V1 = p2 V2 , p3 V3 = p4 V4 , p1 V1γ = p4 V4γ y p2 V2γ = p3 V3γ

p2V2γ p3V3γ V1 V2γ V4 V3γ V2γ −1 V3γ −1 V2 V3


Entonces: = ⇒ = ⇒ = ⇒ =
p1V1γ p4V4γ V2 V1γ V3 V4γ V1γ −1 V4γ −1 V1 V4

• La suma de los trabajos adiabáticos es nula.

En efecto: Q ciclo = Q12 + Q34 = W12 + W34 W ciclo = W12 + W23 + W34 + W41

Como: Q ciclo = W ciclo ⇒ W12 + W34 = W12 + W23 + W34 + W41 0 W23 + W41
⇒ =

Para el ciclo térmico o ciclo motor, resulta:

  ln
Wciclo = W12 + W34 = nRTC (V2 V1 ) + nRT  ln
F (V4 V3 )
Wciclo =   ln
nRTC (V2 V1 ) − nRT  ln
F (V2 V1 ) = TC − TF ) (V2 V1 )
nR (    ln

QABS
= Q=
12 W=
12   ln
nRTC (V2 V1 ) ,
TC − TF ) (V2 V1 ) TC −   
Wciclo nR (    ln TF   
T
RC = = = = 1− F
QABS nRT   ln
C
(V2 V1 ) TC TC

Una de las propiedades importantes del ciclo de Carnot, como veremos más adelante, es que impone un
límite al rendimiento de las máquinas térmicas que operan entre dos fuentes.

También se cumple que, como:   ln


QABS = QC = nRTC (V2 V1 ) , y
  ln
Q CED = Q34 = W34 = nRTF (V4 V3 ) = −nRT  ln
F (V2 V1 )
QC QF QC TC
resulta: + =0 y =
TC TF QF TF

Interpretaremos estos resultados más adelante. También, dejamos al lector hallar las expresiones de la
eficiencia del ciclo frigorífico cuando se lo usa como máquina frigorífica y cuando como bomba de calor.

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Ciclo de Carnot 88

12.2 Problemas

1. Considerar una máquina que opera combinando dos ciclos de Car-


not como ilustra la figura. La fuente a la temperatura T1 entrega
al ciclo 1 una fracción 0 < α < 1 del calor que recibe del ciclo 2.
Reducir la expresión del rendimiento de la máquina en función del
coeficiente α y de las temperaturas de las fuentes.

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13. El Segundo Principio de La Termodinámica
En los experimentos adiabáticos de Joule, las pesas descienden mientras que la temperatura del sistema
aumenta a medida que se agita el fluido. Podemos imaginar el proceso adiabático inverso, en el que el fluido se
enfría a medida que las pesas se elevan a causa de ese enfriamiento. Este proceso sería compatible con el Primer
Principio, es decir, con la conservación de la energía. Sin embargo, este proceso nunca ha sido observado. A los
fines de definir la diferencia de energía interna entre dos estados de un sistema, alcanza con que la transforma-
ción adiabática entre ellos sea posible al menos en un sentido.

El Primer Principio no alcanza para describir todas las propiedades de los procesos termodinámicos,
como, por ejemplo, las restricciones sobre el sentido en la cual se pueden efectuar adiabáticamente ciertos cam-
bios de estado. Veremos que el Segundo Principio de la Termodinámica da cuenta de estas restricciones.

En este capítulo usaremos el símbolo T para la temperatura, pero la misma puede corresponder a cual-
quier escala arbitraria, basada en cualquier propiedad termométrica, solamente con la condición de que respete
el ordenamiento de las temperaturas, como se explicó en el capítulo 3. En el próximo capítulo, veremos que el
Segundo Principio permite definir una escala termodinámica de temperaturas, independiente de cualquier pro-
piedad termométrica y que esta coincide con la escala absoluta basada en el gas ideal.

Hay varias maneras posibles de enunciar el Segundo Principio. Daremos, a continuación, dos enuncia-
dos y, luego, veremos que son equivalentes.

13.1 Enunciado de Kelvin – Planck

“No es posible un proceso cuyo único resultado final sea tomar calor de una fuente
y realizar una cantidad igual de trabajo”.

La expresión “único resultado final” asegura que el sistema que lleva a cabo
la transformación procede a lo largo de un ciclo. Todas las variables termodinámicas
del sistema deben recuperar al final de la transformación los mismos valores que
tenían al comienzo. De esta forma, el proceso se puede imaginar como la máquina
térmica que, en forma esquemática, se muestra en la Figura 32. El enunciado afirma Figura 32: Kelvin-Planck:
Esta máquina no es posible.
que tal máquina, cuyo rendimiento sería R = 1 , no es posible.

13.2 Enunciado de Clausius

“No es posible un proceso cuyo único resultado sea absorber calor de una fuente y ce-
derlo a otra de mayor temperatura”.

Nuevamente, la expresión “único resultado final” asegura que el sistema que


lleva a cabo la transformación procede a lo largo de un ciclo. El proceso se puede imaginar
como la máquina frigorífica que, en forma esquemática, se muestra en la Figura 33. El
enunciado afirma que tal máquina, cuya eficiencia sería ε = ∞ , no es posible.
Figura 33: Clausius: Esta
máquina no es posible.
13.3 Equivalencia de los enunciados

Demostraremos que los dos enunciados son equivalentes. La demostración la hacemos con ayuda de la
representación simbólica de las máquinas y en dos pasos. Primero, demostraremos que si no se cumple el enun-
ciado de Kelvin-Planck, entonces tampoco se cumple el de Clausius. Luego, a la inversa, demostraremos que si
no se cumple el enunciado Clausius, tampoco se cumple el de Kelvin-Planck.

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El Segundo Principio de la Termodinámica 90

Supongamos que no se cumple el enunciado de Kelvin-


Planck. Entonces, sería posible una máquina que absorba una canti-
dad de calor Q de una fuente a la temperatura TC > TF , y realice
una cantidad de trabajo W = Q . Este trabajo podría utilizarse para
hacer funcionar un ciclo frigorífico, que extraiga una cantidad de ca-
lor Q F de la fuente de temperatura TF , entregando a la fuente de

temperatura TC una cantidad de calor Q F + W = Q F + Q . Esto


se representa simbólicamente en la Figura 34. El único resultado del
sistema formado por ambas máquinas consiste en tomar de la fuente
fría una cantidad de calor Q F y entregarla a la fuente caliente, con- Figura 34: Si no se cumple el enunciado de
Kelvin-Planck, no se cumple el de Clausius.
tradiciendo el enunciado de Clausius.

Supongamos, ahora, que no se cumple el enunciado de Clau-


sius. Entonces, si tuviéramos una máquina que toma de una fuente a la
temperatura TC > TF una cantidad de calor Q , entregando a una

fuente a la temperatura TF una cantidad de calor Q F y realizando una

cantidad de trabajo W= Q − Q F , podríamos conectar entre esas


fuentes una máquina que tome de la fuente fría una cantidad de calor
Q F y se la entregue a la caliente. El único resultado del sistema for-
mado por las dos máquinas sería tomar de la fuente caliente una canti-
Figura 35: Si no se cumple el enunciado de Clau-
dad de calor Q − Q F y realizar la misma cantidad de trabajo, con- sius, no se cumple el de Kelvin-Planck.
tradiciendo el enunciado de Kelvin-Planck.

Esto completa la demostración de la equivalencia entre los dos enunciados. Demostraremos, ahora,
algunas consecuencias directas del Segundo Principio.

13.4 Algunas consecuencias del Segundo Principio

• Ningún motor térmico irreversible que opera entre dos fuentes puede tener un rendimiento
mayor que el de un motor reversible que opera entre las mismas dos fuentes.

Supongamos que una máquina térmica irreversible toma una


cantidad de calor Q CI de la fuente caliente y cede una cantidad

Q FI a la fuente fría, realizando un trabajo =


W I Q CI − Q FI .

El rendimiento es

RI = WI Q CI .
Figura 36

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El Segundo Principio de la Termodinámica 91

Supongamos que una máquina térmica reversible que opera entre las mismas fuentes se ajusta para que
realice un trabajo W R = W I , tomando de la fuente caliente la cantidad de calor Q CR y cediendo a la fuente

W R Q CR − Q FR . El rendimiento de esta máquina es


fría la cantidad de calor Q FR , de manera que =

RR = WR Q CR . Supongamos que R I > R R ⇒ WI Q CI > W R Q CR ⇒ Q CR > Q CI

WR WI
Además, = ⇒ Q CI − Q FI = Q CR − Q FR ⇒ Q FR − Q FI = Q CR − Q CI > 0

Entonces, podríamos usar la máquina irreversible para hacer funcionar a la reversible como máquina frigorífica,
como se muestra en la Figura 36. De esta manera, el sistema formado por las dos máquinas tiene como único
resultado extraer de la fuente fría la cantidad de calor Q FR − Q FI y entregar esa misma cantidad Q CR − Q CI

a la fuente caliente. Esto contradice el enunciado de Clausius. El absurdo proviene de suponer que R I > R R .
Entonces queda demostrado que: R I ≤ R R .

• Todos los motores reversibles que operan entre el mismo par de fuentes tienen igual eficien-
cia.

Para demostrarlo, debemos considerar dos máquinas térmicas reversibles de rendimientos R R (1) y
R R ( 2 ) . Si suponemos que R R (1) > R R ( 2 ) , siguiendo un razonamiento similar al anterior, llegamos a un
absurdo, con lo que se demuestra que R R (1) ≤ R R ( 2 ) . Si, ahora, suponemos que R R ( 2 ) > R R (1) , el mismo
razonamiento conduce a que debe ser R R ( 2 ) ≤ R R (1) . Como R R (1) ≤ R R ( 2 ) y R R ( 2 ) ≤ R R (1) , se de-
muestra que R R (1) = R R ( 2 ) .

Una máquina térmica que opere según el ciclo de Carnot, trabaja entre dos fuentes, es reversible y su ren-
dimiento es fácil de calcular, ya que depende solamente de las temperaturas de las fuentes. Podemos entonces,
resumir los resultados anteriores en el llamado:

• Teorema de Carnot: El rendimiento de cualquier máquina térmica que opere entre dos temperaturas
específicas es menor o igual que el rendimiento de una máquina de Carnot que opere entre las mismas
temperaturas. La igualdad se cumple si la máquina es reversible.

Veremos más consecuencias del Segundo Principio en el capítulo siguiente.

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14. Temperatura Termodinámica
El Segundo Principio de la Termodinámica posee consecuencias que permiten definir una escala de
temperatura, denominada temperatura termodinámica, de manera que sea independiente de cualquier propiedad
termométrica. En los razonamientos que siguen, y hasta que definamos la temperatura termodinámica, nos al-
canza cualquier escala empírica que nos permita discernir si una temperatura es mayor que otra.

Comenzamos por recordar una consecuencia discutida en el capítulo anterior.

• Todos los motores reversibles que operan entre el mismo par de fuentes tienen igual eficien-
cia.

Mencionamos ahora, sin demostrar, otras dos propiedades de las máquinas reversibles que trabajan entre
dos fuentes térmicas. La demostración sigue el esquema de las vistas en el capítulo anterior: si se supone que la
propiedad no se cumple, se demuestra que se violaría alguno de los enunciados del Segundo Principio.

• Si dos motores reversibles operan entre una fuente caliente en común y fuentes frías de dife-
rentes temperaturas, el motor que opera sobre la mayor diferencia de temperatura es el que
tiene el mayor rendimiento

• Si dos motores reversibles operan entre una fuente fría en común y fuentes calientes de dife-
rentes temperaturas, el motor que opera sobre la mayor diferencia de temperatura es el que
tiene el mayor rendimiento

Estas propiedades permiten definir una escala absoluta de temperatura, que no depende de las propiedades
de ninguna sustancia. El procedimiento es el siguiente: se elige, por convención, una fuente térmica patrón y se
asigna, también por convención, un valor numérico a su temperatura. Hecho esto, las otras temperaturas se
pueden referir a la temperatura patrón por medio de los rendimientos de motores reversibles que operan entre
la temperatura de la fuente patrón y la temperatura que se desea medir. Por las tres consecuencias mencionadas,
dicho rendimiento depende solamente de esas dos temperaturas y no de los materiales de los motores ni de
ninguna característica del ciclo excepto su reversibilidad. William Thomson (Lord Kelvin) se percató de esto
en 1848 y sugirió una escala absoluta de temperatura basada en la eficiencia de los motores reversibles

Discutamos, entonces, la siguiente consecuencia, en la que se define la temperatura termodinámica.

14.1 Definición de la temperatura termodinámica

• Para todo motor reversible que opera entre dos fuentes térmicas C (caliente) y F (fría), la
razón entre la cantidad de calor absorbida Q C y la cantidad de calor cedida Q F está dada
por Q C Q F = φ C φ F , donde φ es una función que depende solamente de la temperatura
de la fuente, y que denominamos temperatura termodinámica.

Obsérvese que si a la temperatura termodinámica de la fuente patrón se le asigna un valor positivo,


todas las temperaturas termodinámicas serán positivas.

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Temperatura Termodinámica 94

Consideremos el motor reversible R de la Figura 37. Su rendimiento es:

W QC − QF Q
R= = = 1− F
QC QC QC

Como sabemos, este rendimiento depende solamente de las temperaturas de


las fuentes, por lo que existirá alguna función f tal que:

QF
= f (φF , φC )
QC

Figura 37

Consideremos la máquina compuesta por los motores reversibles


A y B, cuyo esquema se muestra en la Figura 38. El motor A trabaja entre
las temperaturas TC y TI > TF . Se ajusta para que tome de la fuente C la
misma cantidad de calor que el motor R.
La máquina B, que trabaja entre TI y TF , se ajusta para que tome
de la fuente a la temperatura intermedia igual cantidad de calor que la en-
tregada a esa fuente por el motor A.
La máquina compuesta trabaja entre las mismas temperaturas que
el motor R, debe tener el mismo rendimiento, y como ambas absorben
igual calor deben realizar el mismo trabajo: =W WA + WB .
Además: QF = QFB .

Ahora, como:

QFA QF
= f (φI , φC ) = f (φF , φI )
QC QFA
QF

= (φF , φC ) f (φF , φI ) f (φI , φC )
f= ⇒
QC
f (φF , φC ) = f (φF , φI ) f (φI , φC )

Como el término de la izquierda no depende de φ I , la única solución es que


Figura 38
la función f sea de la forma f ( x, y ) = g ( x ) h ( y ) y, entonces:

g (φF ) h (φC ) = g (φF ) h (φI ) g (φI ) h (φC ) ⇒ 1 = h (φI ) g (φI ) ⇒ h (φ ) = 1 g (φ )

QF g (φF )
Entonces = (φF , φC )
f= .
QC g (φC )

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Temperatura Termodinámica 95

Como no hay ninguna condición adicional sobre la función g , podemos hacer la elección sencilla:

g (φ=) φ ⇒ QF QC = φF φC

Si como patrón de temperatura termodinámica tomamos el punto triple de agua y le asignamos el valor
numérico 273,16 , las temperaturas termodinámicas coinciden con las temperaturas absolutas basadas en el
“gas ideal”. Entonces, el patrón de temperatura termodinámica se define de esa manera, y se emplea el símbolo
T para estas dos escalas coincidentes.

Por lo tanto, para los motores reversibles que operan entre dos fuentes: QF QC = TF TC

que es el resultado que habíamos obtenido para el ciclo de Carnot del gas ideal, sobre la base de la correspon-
diente temperatura.

Si tenemos en cuenta el signo correspondiente a los flujos de calor, tenemos que:

QF QC
−QF QC =
TF TC ⇒ + 0
=
TF TC

Esta propiedad también la habíamos encontrado para el ciclo de Carnot del gas ideal. Vemos entonces que es
válida para cualquier ciclo reversible que opere entre dos temperaturas.

La ecuación anterior es un caso particular de un concepto muy importante de la Termodinámica, vincu-


lado íntimamente con el Segundo Principio y que desarrollamos en el capítulo siguiente

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15. Entropía

En el pasado, los razonamientos basados en motores hipotéticos se usaban frecuentemente para resolver
problemas de Termodinámica, y a veces todavía los usamos. Pronto definiremos una nueva función de estado
llamada entropía, que permite resolver analíticamente esos problemas sin necesidad de razonar en base a má-
quinas. A partir de allí todos nuestros razonamientos se harán con métodos analíticos. Pero para introducir el
concepto de entropía es necesario considerar más consecuencias del Primer y del Segundo Principio.

15.1 La desigualdad de Clausius

• Siempre que un sistema realiza una transformación cíclica, la integral de δ Q T a lo largo del ciclo
es negativa o a lo sumo nula, es decir:
δQ
∫ T
≤0 (1.1)

Este resultado se suele llamar desigualdad de Clausius. Aquí estamos considerando un sistema cualquiera
S que efectúa un ciclo.

La demostración puede hacerse considerando primero que durante el ciclo el sistema S intercambia calor
con un conjunto de N fuentes que tienen temperaturas termodinámicas {T1 , T2 , , TN } . La cantidad de calor
N Qj
intercambiada por S desde la fuente de temperatura T j es Q j . Si demostramos que se cumple: ∑T
j =1
≤ 0,
j

pasando al límite N → ∞ , se transforma la sumatoria en una integral y se completa la demostración.

Puesto que los argumentos que permiten la demostración pueden resultar difíciles de seguir, solamente
analizaremos en detalle el caso N = 2 , donde el sistema S de la Figura 39 absorbe una cantidad de calor Q2
Q1 Q2
desde la fuente a T2 y cede una cantidad Q1 a la fuente a T1 < T2 , y demostraremos que: + ≤ 0.
T1 T2

Con este fin, consideramos un motor térmico reversible R que opera


entre las temperaturas T1 y T0 < T1 , tomando de la fuente a T1 una can-
tidad de calor igual a la que S le entrega a la fuente. R realiza trabajo y
entrega a la fuente a T0 una cantidad de calor Q0 . Consideramos, tam-
bién, una máquina frigorífica reversible F, que opera entre T0 y T2 ,
ajustada para entregar a la fuente a T2 una cantidad de calor igual a la
que de ella absorbe S.

Es sistema compuesto por S y R es una máquina que opera entre


dos fuentes y, por lo tanto, su rendimiento debe ser menor o igual al de
una máquina reversible que opere entre las mismas fuentes. Por lo tanto,
podemos escribir que:

WS + WR W
≤ F ⇒ WS + WR ≤ WF
Q2 Q2

Figura 39 Teniendo en cuenta los signos de los trabajos:

WS + WR ≤ WF ⇒ WS + WR ≤ −WF ⇒ WS + WR + WF ≤ 0

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Entropía 97

La suma de los tres trabajos anteriores es el trabajo neto del sistema formado por las tres máquinas y, como
debe ser igual al calor neto, podemos escribir que:

− Q0 + QF = WS + WR + WF ≤ 0

Q1 Q Q1
Para la máquina R se cumple: = 0 ⇒ Q0 = T0
T1 T0 T1

Q2 QF Q2
Para la máquina F se cumple: = ⇒ QF = T0
T2 T0 T2

Q1 Q2 Q2 Q1
Entonces: − Q0 + QF =
−T0 + T0 ≤0 ⇒ ≤
T1 T2 T2 T1

Teniendo en cuenta el signo de los calores desde el punto de vista del sistema S, resulta:

Q2 Q Q2 Q1
≤− 1 ⇒ + ≤0
T2 T1 T2 T1

Este razonamiento se puede generalizar, aumentando la complejidad matemática sin agregar nuevos
conceptos físicos, para demostrar la desigualdad en el caso que el sistema intercambia calor con N fuentes.

La desigualdad de Clausius tiene una consecuencia muy importante:

• Cuando un sistema evoluciona según un ciclo reversible, se cumple que:

δ QR
∫ T
=0 (1.2)

δ QR
En efecto, para todo ciclo se cumple la desigualdad de Clausius, luego tendremos: ∫ T
≤0
Pero si el ciclo es reversible, lo podemos realizar en sentido opuesto y entonces el signo de δ QR se invierte.
−δ QR δ QR
Para este ciclo invertido la desigualdad de Clausius requiere que: ∫ T
− ∫
=
T
≤0

La única manera de poder satisfacer simultáneamente las dos últimas desigualdades es que entonces
δ QR
se cumpla que: ∫ T
= 0 , como queríamos demostrar.

Es importante observar que en la desigualdad de Clausius (14.1.1), T es la temperatura de la fuente (o


fuentes) con que el sistema intercambia calor, y puede o no ser igual a la temperatura del sistema. En cambio,
en la ecuación (14.1.2), T es la temperatura tanto de las fuentes como del sistema, pues un intercambio de
calor entre dos sistemas es reversible si, y sólo si sus temperaturas son iguales.

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Entropía 98

15.2 La entropía

Podemos expresar el Segundo Principio en forma matemática si postulamos la existencia de una función
de estado, la entropía, S , definida de manera que la diferencia de entropía entre dos estados de equilibrio, A y
B B
δ QR
B, está dada por: ∆S= S ( B ) − S ( A=
) ∫ dS= ∫ (2.1)
A A
T

donde el subíndice R indica que la transformación considerada para evaluar la última integral debe ser reversi-
ble. La unidad internacional de entropía es [ S ] = J K . Si los dos estados están infinitamente próximos:
dS = δ QR T .

Queremos demostrar que las diferencias de entropía así definidas no dependen de la transformación
reversible emplea para unir los estados A y B. En efecto, consideremos dos de esas transformaciones, a las que
denominaremos 1 y 2.
Como la transformación 2 es reversible, podemos invertirla para for-
mar un ciclo reversible, como se muestra en la Figura 40. Para ese
ciclo vale

δ QR
B
δ QR(1) A
δ QR(2) B
δ QR(1) B
δ QR(2)
0 = ∫ =∫ +∫ =∫ −∫ ⇒
T A
T B
T A
T A
T

B
δ QR(1) B
δ QR(2)
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫
A
T A
T
Figura 40
Si el sistema evoluciona del estado A al B mediante una trans-
formación irreversible, como la entropía se considera función de estado, el cambio de entropía del sistema sigue
B
δ QI
siendo el mismo. Lo que nos interesa es saber qué valor podría asumir la integral ∫
A
T
, donde el subíndice

I indica que la transformación es irreversible. Para ello, consideremos dos transformaciones para ir de A hasta
B, una irreversible ( I ) y la otra reversible ( R ) .
La transformación reversible la podemos invertir para for-
mar el ciclo irreversible de la Figura 41. Para el mimo se cumple:

B A B B
δ QI δ QI δ QR δ QI δ QR
0 ≥ ∫ =∫ +∫ =∫ −∫ ⇒
T A
T B
T A
T A
T
B B
δ QR δ QI
S S ( B) − S ( A
∆= = ) ∫ ≥∫
A
T A
T

Lo anterior nos muestra que si un sistema evoluciona en


Figura 41 forma adiabática reversible, su entropía se mantiene constante:
δ QR = 0 ⇒ ∆S = 0 .

Pero, si lo ha hace de manera adiabática irreversible, su entropía no puede disminuir: δ QI = 0 ⇒ ∆S ≥ 0 .


Como situación particular tenemos que:

La entropía de un sistema aislado (no intercambia calor ni trabajo) no puede decrecer, manteniéndose cons-
tante si la evolución es reversible.

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Entropía 99

15.3 Ejemplos de cálculos de diferencia de entropía

15.3.1 Sólidos y líquidos sin cambio de estado de agregación

Consideremos una muestra cerrada ( m = cte ) de una sustancia en estado sólido o líquido, que recibe
un flujo de calor en forma reversible desde un estado de equilibrio A hasta otro B, sin que se produzcan cambios
en el estado de agregación. Si el proceso es isobárico:

B
δ QR
TB
mc p (T ) dT TB
c (T ) dT
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ = m∫ p
A
T TA
T TA
T

Si en el intervalo de temperaturas el calor molar se puede suponer independiente de la temperatura:

TB
dT
S S ( B) − S ( =
∆= A) m c p ∫ = m c p ln (TB TA )
TA
T
Si el proceso fuera a V = cte , valen consideraciones similares cambiando c p por cV .

15.3.2 Cambios de estado de agregación

Si se lleva a cabo en forma reversible e isotérmica una transición de fase, de la definición de entropía
resulta que:

B B
δ QR 1 QR
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ δ Q=
R
A
T TA T

Si el estado A es una muestra de masa m en estado sólido a la temperatura de fusión TF , y el estado


B corresponde a la misma muestra en estado líquido y a la temperatura TF , resulta:

QR m LF
∆S= S ( B ) − S ( A )= =
TF TF

Si el estado A es una muestra de masa m en estado líquido a la temperatura de vaporización TV , y el


estado B corresponde a la misma muestra en estado líquido y a la temperatura TV , resulta:

QR m LV
∆S= S ( B ) − S ( A )= =
TV TV

Si la sustancia sólida o líquida primero se calienta y luego cambia de estado, la transformación será una
sucesión de etapas como las discutidas anteriormente. La diferencia de entropía será la suma de las diferencias
correspondientes a cada etapa.

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Entropía 100

15.3.3 Gas ideal

Consideremos dos estados de equilibrio, A y B, de una muestra cerrada ( n = cte ) de gas ideal.

• Transformación isobárica

Si ambos estados se corresponden con el mismo valor de presión, como


los representados en la Figura 42, considerando una transformación reversi-
ble isobárica, resulta que:

B
δ QR
TB
n c p (T ) dT TB
c (T ) dT
∆= A)
S S ( B) − S ( = ∫ = ∫ = n∫ p
A
T TA
T TA
T

Si en el intervalo de temperaturas el calor molar se puede suponer cons-


tante: ∆=S S ( B) − S ( =A ) n c p ln ( TB TA )
Figura 42

• Transformación isocórica

Si ambos estados se corresponden con el mismo volumen, como los repre-


sentados en la Figura 43, considerando una transformación reversible isocó-
rica, resulta que:

B
δ QR
TB
n cV (T ) dT TB
c (T ) dT
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ = n∫ V
A
T TA
T TA
T

Si en el intervalo de temperaturas el calor molar se puede suponer cons-


tante: ∆= A ) n cV ln ( TB TA )
S S ( B) − S ( =
Figura 43

• Transformación isotérmica

Si ambos estados se corresponden con el mismo valor de temperatura, como


los representados en la Figura 44, considerando una transformación reversible
isotérmica, resulta que:

B
δ QR1
B
QAB(R) WAB(R)
S S ( B) − S ( =
∆= A) ∫ = ∫ δ Q=
R =
A
T TA T T
VB V
B
dV
WAB
Ya vimos que:= ∫V= p dV nRT=∫V V nRT ln ( VB VA )
A A

Figura 44
Luego: S S ( B) − S ( =
∆= A ) nR ln ( VB VA )

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Entropía 101

• Transformación adiabática

Si los dos estados se pueden conectar por una transformación adiabática reversible, como ya se discutió en
general, resulta:
B
δ QR
δ QR = 0 ⇒ ∆S = S ( B ) − S ( A )= ∫ = 0
A
T

• Transformación genérica

Si los dos estados no se pueden conectar por una de las transformaciones anteriores, siempre es posible
conectarlos por una transformación reversible compuesta por dos o más etapas, cada una de las cuales es una
de las transformaciones anteriores. La diferencia de entropía será la suma de las diferencias correspondientes a
cada etapa.

Alternativamente, podemos realizar el siguiente cálculo, con la ayuda del Primer Principio. Para una trans-
formación reversible entre dos estados infinitamente próximos: = dU δ QR − δ W

n cV (T ) dT =δ QR − pdV ⇒ δ QR =n cV (T ) dT + pdV

δ QR dT p δ QR dT dV
= n cV (T ) + dV ⇒ = n cV (T ) +nR
T T T T T V

B TB V
δ QR dT B
dV
S S ( B) − S ( A
∆= = ) ∫ = n ∫ cV (T ) +nR∫
A
T TA
T VA
V

TB
dT
S S ( B) − S ( A
∆= = ) n ∫ cV (T ) + n R ln (VB VA )
TA
T

Si en el intervalo de temperaturas el calor molar se puede suponer constante:

S S ( B) − S ( A
∆= = ) n cV ln (TB TA ) + n R ln (VB VA )

15.3.4 La expansión libre de Joule

Consideremos el proceso de expansión libre de


una muestra de gas que se puede considerar ideal. La
muestra está inicialmente a la temperatura T0 ocupando
el recipiente de volumen VA (estado A), como se mues-
tra en la Figura 45. Se abre la llave y se pone al gas en
comunicación con el otro recipiente, de volumen
VB − VA , en el que se había realizado vacío.
Figura 45

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Entropía 102

Alcanzado el equilibrio, la muestra ocupa un volumen VB > VA y su temperatura es T0 (estado B),


como ya lo discutimos al tratar la experiencia de Joule. El proceso de expansión libre es a las claras irreversible,
porque durante el mismo el gas pasa por estados de no equilibrio mecánico. La diferencia de entropía entre los
estados A (inicial) y B (final), se puede calcular mediante cualquier transformación reversible que los conecte.
Como ambos corresponden a la misma temperatura, podemos emplear una transformación reversible isotérmica
y aplicar el resultado que obtuvimos anteriormente:

S S ( B) − S ( =
∆= A ) nR ln ( VB VA ) > 0

S S ( B ) − S ( A ) no depende si
Como la entropía es una función de estado, el valor de la variación ∆=
el proceso es reversible o irreversible. Entonces, ¿dónde radica la diferencia cuando el gas pasa de A a B por
una expansión isotérmica reversible o por la irreversible expansión libre?

Para que el gas se realice una expansión isotérmica reversible, debe estar en contacto con un entorno
que actúe como fuente térmica a la temperatura T0 . Entonces, el gas recibe del entorno la cantidad de calor:
Q=
AB W=
AB nRT0 ln ( VB VA ) .

B B
δ QR1
La variación de entropía del entorno, al actuar como fuente térmica, es: ∆S=
E ∫
A
=
T0 T0 A∫
δ QR
B
En esta expresión, ∫δQ
A
R es la cantidad de calor cedida por la fuente, que es de signo opuesto a la absorbida

1
por el gas. Entonces: ∆S E =− nRT0 ln ( VB VA ) =−nR ln ( VB VA ) < 0 .
T0
El gas y su entorno forman un universo, es decir, son un sistema aislado. Para la variación de entropía del
universo (gas + entorno) es:
1 1
∆S U = ∆S + ∆S E = nRT0 ln ( VB VA ) − nRT0 ln ( VB VA ) = 0
T0 T0

En cambio, cuando el gas realiza la expansión libre de Joule, el gas está aislado del entorno, con el cual
no intercambia calor. Entonces ∆S E = 0 . La variación de entropía del universo formado por el gas y su entorno
es ahora:
1
∆S U = ∆S + ∆S E = nRT0 ln ( VB VA ) + 0 > 0
T0

15.4 Criterio entrópico para el equilibrio

El ejemplo anterior ilustra sobre la imposibilidad, anteriormente enunciada, de procesos en los cuales
disminuye la entropía de un sistema aislado. Esto se puede usar como criterio de equilibrio. En efecto, si un
sistema aislado se encuentra en un determinado estado, podemos calcular la variación de entropía para todos los
procesos que mantengan constante la energía interna. Si para todos ellos resulta que ∆S < 0 , se concluye que
ninguno es posible y, por consiguiente, el sistema está en equilibrio. En otras palabras:

La entropía de un sistema aislado es máxima en un estado de equilibrio.

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Entropía 103

15.5 Problemas

1. Considere una muestra de gas ideal que pasa de un estado de equilibrio inicial A a otro final B. Las
presiones y volúmenes de dichos estados son pA , VA , pB y VB . Demostrar que el cambio de entropía
 pBVBγ 
S S ( B) − S ( A
del gas se puede expresar en la forma ∆= = ) n cV ln  γ  , siendo γ el índice adia-
 pAVA 
bático del gas. (Ayuda: vincular ambos estados mediante una transformación con una etapa adiabática
y otra etapa a volumen constante).

2. A partir del resultado anterior, obtener las expresiones deducidas en el apartado 15.3.3.

3. Considere una máquina térmica que opera entre dos fuentes ideales. Deducir las expresiones del cambio
de entropía al cabo de un ciclo para los siguientes componentes:
a) La sustancia que realiza el ciclo.
b) La fuente caliente.
c) La fuente fría.
d) Para toda la máquina si el ciclo fuera reversible y si fuera irreversible.

4. En un recipiente rígido de 5L hay 1mol de helio a la presión atmosférica normal. En otro recipiente
rígido de 10 L hay dos moles de oxígeno a una presión de 2atm . Ambos recipientes están vinculados
por una pared diatérmica y separados del entorno por un límite adiabático. Calcular:
a) La temperatura cuando se alcanza el equilibrio térmico.
b) La presión final en cada recipiente.
c) El cambio de energía interna de cada gas y el del conjunto.
d) El cambio de entropía de cada gas y el del conjunto.

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