Está en la página 1de 10

Sirve para poner límites, separarnos del otro. Decir hasta aquí.

La rabia puede ser positiva si modulamos su


respuesta. Nos sirve para identificar una molestia. Para entrenarnos en la capacidad de decir NO.
Fundamentalmente nos permite expresar nuestras necesidades.
Miedo
Sirve de protección, prudencia cuando hay un peligro real. ¿Qué pasa cuando no hay un peligro real? El
miedo nos puede paralizar e invadir de tal manera que no podamos hacer nuestras cosas con normalidad.
Por tanto, el miedo es adaptativo y nos protege en función de la intensidad. Si me dejo dominar por el
miedo, no voy a poder hacer lo que me propongo. Voy a tener que aprenderlo a gestionar.

ABC
La ida básica de la personalidad que tiene Ellis se resume en el esquema A-B-C:

● (A) Acontecimientos activadores: situaciones ante las que el individuo debe dar respuesta,
son hechos externos, o experiencias internas (emociones, pensamientos).

● (B) Creencias: que se activan para interpretar el acontecimiento activador. Pueden


ser racionales o irracionales.

● (C) Consecuencias: son los resultados de las creencias que se activan. Pueden ser de tres


tipos: emociones, conductas o creencias.
o Cuando las creencias son racionales se activarán conductas apropiadas y emociones
adecuadas que permitirán afrontar correctamente la situación.
o Si las creencias son irracionales las conductas que se pondrán en marcha serán
inapropiadas y las emociones inadecuadas.
LAS SUPOSICIONES

Suponer es algo que todos hacemos con mucha frecuencia y forma parte de nuestra vida
cognitiva. Aún y teniendo oportunidades para averiguar lo que ocurre en realidad, solemos dar
por “ciertas” determinadas suposiciones, que sin estar suficientemente contrastadas, adquieren
sin ninguna razón una categoría de certeza absoluta. Ese hecho puede resultar peligroso y
contraproducente, especialmente en lo que se refiere a las relaciones afectivas interpersonales.
Aquello que hemos vivido y ha causado en nosotros una determinada sensación, será
seguramente determinante en situaciones futuras.

El pasado produce una acción directa y activa en la actitud del presente, que a su vez,
desemboca en posibles previsiones de futuro que no sabemos si acabarán con repercusiones.

El “dar por supuesto” condiciona una reacción emocional en cada uno de nosotros, y a la vez,
una respuesta que influirá definitivamente a nuestro interlocutor. A partir de ahí, pueden
producirse multitud de percepciones e interpretaciones erróneas de lo ocurrido, y como colofón
final, un malentendido mayúsculo de proporciones considerables.
Los problemas psicológicos están
causados en parte por la manera
de interrelacionar con el
contexto en que  nos
encontramos y un elemento
fundamental de esta
interpelación tiene que ver con
nuestra mente. ¿Cómo influyen
los pensamientos, creencias,
esquemas mentales, en nuestras
emociones, conductas y
respuestas fisiológicas?

Para entenderlo podemos


imaginarnos un iceberg como
metáfora:

-Su parte visible son los pensamientos automáticos, estos pensamientos son mensajes
aprendidos que ven la luz en situaciones que generan una emoción, son las cosas que nos
decimos ante cada situación.  Estos pensamientos tienen algunas características que nos
ayudan a identificarlos, son específicos a cada situación, son automáticos (se disparan
antes de ser conscientes de lo que pensamos), son mensajes resumidos, no tienen pruebas
que los señale como ciertos pero igual los creemos, los vemos como naturales porque los
hemos tenido por mucho tiempo, son difíciles de desviar aún cuando nos esforzamos, van
acompañados de una carga emocional, y los más importante, son aprendidos y pueden ser
cambiados.

En la parte media del iceberg son las creencias intermedias (distorsiones de


pensamiento), formada de valoraciones, suposiciones y reglas; las cuales se mezclan unas
con otras, es decir, podemos valorar algo de una forma exagerada (es lo peor que me ha
pasado), al mismo tiempo creamos una suposición para tratar de enfrentarlo (si hago
esto..lograré esto…) y formamos normas o reglas para guiarnos (tengo que…).

Entre las valoraciones que creamos están el catastrofismo (es horrible, es lo peor que me
ha pasado, etc.) las necesidades (necesito…) y las expectativas de autoeficacia (puedo/no
puedo, soy capaz/soy incapaz, etc.)  Las suposiciones son las manera de actuar que
nosotros creamos para poder enfrentar las situaciones luego de valorarlas.  Las normas y
reglas son las cosas que nos imponemos o imponemos a los demás, estas normas se
agrupan, según Ellis, en tres áreas: tengo que actuar perfectamente, los
demás deben tratarme perfectamente y las condiciones de mi vida tienen que ser
cómodas, fáciles, etc.

La parte más profunda del iceberg esta formada por las creencias centrales o nucleares, las
cuales están en un nivel tan profundo que son inconscientes.  Estas creencias constituyen
nuestros valores fundamentales, nuestra identidad, las afirmaciones más globales acerca
de nosotros mismos, del mundo y de los demás.  Estas creencias, cuando son inflexibles
son conocidas como Esquemas maladaptativos, y se generan a partir de experiencias
dolorosas o traumáticas denominadas Trampas Vitales.
“Si escuchas en tu interior una voz que te dice que no
puedes pintar, sigue pintando y conseguirás que esa voz se
calle”. 
Esta reflexión atribuida a Van Gogh muestra que no tiene que pasar nada especialmente grave
para que uno le dé vueltas al coco y esa charla con sus pasajeros negativos se convierta en una
forma de vivir y de tomar decisiones.
CONTROL DE LOS PENSAMIENTOS IRRACIONALES

También podría gustarte