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Esperanza
(Informe de Lectura)
Profesores:
DNI: 29.910.418
e-mail: lorenagaitan@hotmail.com
Índice
Introducción……………………………………………………………………………..3
El poeta y el ideal………………………………………………………………………10
Conclusiones……………………………………………………………………………12
Biografía………………………………………………………………………………..13
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Introducción
El presente trabajo consiste en un recorrido de lectura por las obras del escritor
nicaragüense Rubén Darío: Azul… y Cantos de vida de vida y esperanza. Para ello,
nos interesó destacar, tanto en las narraciones como en las poesías la cuestión
recurrente del poeta y la poesía señalada por la crítica. Al atender a los distintos
autores que analizan la obra de Rubén Darío y realizar la propia lectura, observamos
que dicho par se manifiesta de distintas maneras en los textos. Algunas veces aparece
como figura “literaturizada” del autor, otras como personaje, como tema, motivo o voz.
Sin dudas, como afirma Silvia Molloy (1979) en el primer Darío (uso para
mencionar los primeros escritos), la voz poética del autor es inestable e indecisa. En
los textos posteriores que pertenecen a nuestro análisis, la autora afirma que la voz
del poeta se configura y se individualiza. De esta manera, es posible realizar un
análisis donde se distingue claramente al poeta en Azul… y en Cantos de vida y
esperanza, ya que pertenecen a la obra madura del escritor. Si en lo anterior, se
observan poses cambiantes, en la obra estudiada del presente trabajo se encontrará al
poeta de modo más identificable y definido. Por ejemplo, bajo la forma de autorretrato
modernista, como lo afirma María Salgado (1992) en su estudio sobre Cantos de Vida
y Esperanza, entre otros. Esta misma autora menciona el tratamiento que hace Darío
con el tema del arte.
.Así también, Laura Scarano considera que “La reflexión acerca del arte y del
artista en relación con la sociedad aparecerá como obsesiva indagación, a partir de
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una serie de núcleos argumentales y personajes” (1989). La metapoesía será un tema
recurrente en la obra del poeta, según la autora.
El primer poema de Cantos de Vida y Esperanza puede ser visto como prólogo
donde el autor ejerce su autorretrato subjetivo, en la primera estrofa aparece
mencionándose como el autor de Azul… y Prosas profanas:
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Ese espacio está lleno de preciosismo y símbolos que aparecen como
característicos del modernismo: rosas y cisnes. El paisaje se presenta como un jardín
de estilo europeo, por ello la autora plantea que el poeta rechaza el ambiente
americano al describir un jardín con góndolas y líras, más cerca de un estilo francés.
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El poeta y la poesía como personaje y motivo
“En el castillo que últimamente acaba de adquirir Lesbia, esta actriz caprichosa
y endiablada que tanto ha dado que decir al mundo por sus extravagancias (…)”
(Rubén Darío, 1968; p. 41).
“Se hablaba con el entusiasmo de artistas de buena pasta tras una buena
comida. Éramos todos artistas, quién más quien menos, (…)” (Rubén Darío, 1968; p.
41).
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En este mismo relato, se observa la fusión de artes en la figura del poeta.
Ricardo, el poeta se presenta: “sin pinceles, sin paleta, sin papel sin lápiz” (Rubén
Darío, 1968; p.91).
Por otro lado, en Cantos de Vida y Esperanza, Paco Mancebo Perales, resalta
la presencia del poeta en el poema “¡Torres de Dios! ¡Poetas!”. Aquí, el poeta está
relacionado a una figura inmortal, ya que en la primera estrofa es caracterizado como:
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“¡Oh poeta! ¡Oh celeste poeta de la facha
Otro poema que pertenece a Cantos de Vida y Esperanza y resalta la figura del
poeta como figura relacionada a dios, específicamente al mesías, es “Melancolía”. En
la segunda estrofa de este poema se plantea a la poesía del siguiente modo:
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El poeta y la poesía en relación con la sociedad
En Azul…el primer cuento “El rey burgués”, según Laura Scarano (1989),
presenta una relación conflictiva entre el poeta y la sociedad, reflejada en los valores y
antivalores. Por un lado, se haya la sociedad burguesa que encarna los valores
materialistas y utilitarios Por el otro, el valor espiritual del poeta marginado que
rechaza la mezquindad.
Por un lado, el rey disfruta del dinero y arte como objeto, como lujo: “El rey
tenía un palacio soberbio donde había acumulado riquezas y objetos de arte
maravilloso” (Rubén Darío, 1968; p. 30).
Por otro lado, el poeta se presenta en este cuento como figura novedosa y
diferente “un día le llevaron una rara especie de hombre ante su trono”(…) un poeta
era algo nuevo y extraño” (Rubén Darío, 1968, p. 31).
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El escultor dice “Porque tiemblo ante las miradas de hoy. Porque contemplo el
ideal inmenso y las fuerzas exhaustas (…) me ataraza el desaliento” (Rubén Darío,
1968; p. 54). El pintor: “Lo que es hoy romperé mis pinceles (…) ¡El porvenir! ¡Vender
una Cleopatra en dos pesetas para poder almorzar!” (Rubén Darío, 1968; p. 54- 55). El
músico se queja: “Perdida mi alma en la gran ilusión de mis sinfonías, temo todas las
decepciones (…), no diviso sino la muchedumbre que befa y la celda del manicomio”
(Rubén Darío, 1968; p. 55). Y el poeta más adelante dice “Yo escribiría algo inmortal,
más me abruma un porvenir de miseria y de hambre”, (Rubén Darío, 1968; p. 56). De
esta manera, se ejemplifica como los cuatro artistas son pesimistas ante el porvenir y
se muestran desanimados frente a la sociedad.
El poeta y el ideal
Laura Scarano (1989) vuelve sobre el cuento “El rey burgués” para señalar que
en el relato, además de resaltar el binomio de valores y antivalores de la sociedad
burguesa frente al artista, el cuento señala la muerte del ideal encarnada en la muerte
del poeta frente a la vista del poderoso.
Sin embargo, frente a la aparente muerte, según la autora, Rubén Darío pone
en palabras del personaje poeta su certeza del triunfo de la “espiritualidad sobre la
sociedad tecnicista” (Laura Scarano, 1989; p. 284). Es, según la autora, en el
monologo del poeta mendigo donde Rubén Darío expresa una serie de afirmaciones
que corresponden con lo que él piensa acerca del arte y que es desarrollado en su
lírica.
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En función del ideal superior es que se debe renunciar a “la musa de carne” (Rubén
Darío, 1968; p. 32).
Otro escrito que menciona la autora y refleja el ideal es el texto titulado. “El
ideal” que se encuentra en Azul…, en el apartado llamado “En Chile”.
En este poema en prosa el hablante lírico dice que es: “el pobre pintor de la
Naturaleza y de Psyquis, hacedor de ritmos y castillos aéreos” (Rubén Darío, 1968; p.
104). Su interlocutor es el ideal, identificado a través de una serie de símbolos
femeninos: flor mística, estrella y alba. Según Laura Scarano (1989), los atributos
corresponden a las letanías de la virgen María. Esta última representación católica ,
coincide con la figura de mediación entre el hombre y dios. Las metáforas “Torre de
marfil” o de “cristal” de Rubén Darío, podrían haber representado en principio a lo
femenino que posteriormente se desplazó a la poesía. Esto último pondría en relación
a las esferas poética-erótica.
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En “La cabeza”, otro texto que se encuentra en el apartado “En Chile” de
Azul…, según Laura Scarano, Rubén Darío representa el proceso creativo de la
poesía. La cabeza del poeta que protagoniza el relato contiene “orgía de colores y de
sonidos” (Rubén Darío, 1968; p. 97). Según la autora, esta representación simboliza la
unidad de artes. Al tiempo que en la cabeza del poeta resuenan “himnos”, “colores
agrupados”, “ritmos locos”,” gorgojeos”,”martilleos” etc.
La autora explica que en este texto, se refleja la idea que quiere transmitir el
poeta: la experiencia estética es una. El color, el sonido y las formas pueden ser
entendidos como una sola cosa. En lo tanto, la poesía puede interpretar y objetivar la
realidad.
Conclusiones
El poeta, no solo se entiende como compositor de lírica, sino como figura que
se proyecta en los distintos artistas que aparecen a lo largo de la obra. Bajo la forma
de personajes, como voz narrativa, como innumerables nombres propios de poetas
que se hacen presentes en las narraciones y en las poesías del autor.
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Bibliografía
Ficción
Critica
-Molloy S. (1979) “Conciencia del público y conciencia del yo en el primer
Darío”. Revista Iberoamericana; Vol. XLV, Núm. 108-109, Julio-
Diciembre 1979; 443-457.
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