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SPN62-0513M The Way of A True Prophet of God VGR
SPN62-0513M The Way of A True Prophet of God VGR
LA MANERA DE UN
VERDADERO PROFETA DE DIOS
` Pues, buenos días, amigos. Es una excelente mañana y es
un buen tiempo para estar aquí. Estoy contento de estar
vivo esta mañana y de estar aquí de nuevo con la congregación.
Hay tantas cosas que pueden acontecer en tan corto tiempo. Y
no sabemos en qué momento vamos a ser llamados para
responder allá arriba en la Gran Corte, y queremos estar
preparados a cualquier tiempo; para que podamos tener paz.
Y estoy muy agradecido, como dije^Por supuesto, yo
estuve aquí el domingo por la noche y estuve hablándole a la
gente. Yo prediqué el domingo por la noche, y quiero agradecer
al Hermano Roberson y a todos Uds., los que llamaron acerca
de que se gozaron con ese mensaje del domingo en la noche,
Tenemos Todas Las Cosas. Y así que yo en ningún momento
pensé que iba a hablar, sólo vine y miré al Hermano Neville (y
en su garganta parecía que tenía una abeja), y pensé: “Pobre
hermano, si él me llama esta noche, yo voy a ayudar o hacer
todo lo que pueda”; porque yo sé lo que es cuando uno está
cansado y ronco, y uno ha predicado duro esa mañana; y
entonces, yo-yo hablé por él el domingo en la noche. Y así que
estamos-estamos^Muchas gracias.
Ahora, hay muchas peticiones, dicen, para oración; y así
que recordémoslas primero, todas estas peticiones. Inclinemos
nuestros rostros.
Nuestro Padre Celestial, está escrito que deberíamos entrar
a Tus asambleas con acción de gracias en nuestros corazones,
dando a conocer nuestras peticiones en las asambleas de los
santos. Y tenemos muchas de ellas esta mañana; tantas que no
sabemos cómo llamarlas a Tu atención, pero Tú las conoces. Y
hay muchas que no han sido presentadas. Tú también las
conoces. Así que oramos con todo nuestros corazones, como lo
hicimos el domingo pasado por la noche por la hija de la
Hermana y del Hermano Shepherd. Allí cuando en la^?^
volvía^ El Espíritu Santo dijo: “Ella no tiene polio; ella estará
bien”. Qué satisfacción tenemos cuando oímos de Ti.
Ahora, estamos pidiendo esta mañana que Tú concedas estas
peticiones por las enfermedades, por el hogar afligido, por los
seres queridos, y todo lo que ha sido expresado, Padre; pedimos
que Tú recuerdes cada una. Y yo ofrezco mi oración y la oración
de estas personas reunidas ante Ti, y las enviamos a Ti en el
Nombre de Jesucristo. Escúchanos, Padre, te pedimos. Amén.
2 LA PALABRA HABLADA
las cosas”. ¿Ven? Sí, El nos dio vida; trate Ud. de comprarla. El
nos dio amor; trate de comprarlo. El nos dio gozo; trate de
comprarlo. El nos dio paz; trate de comprarla. No hay manera
de comprar eso (¿ven?), no se puede comprar. Y después dije:
“El nos dio la muerte”.
Alguien llamó y dijo: “Predicador, yo me pregunté adónde
iba Ud. con eso”. Dijo: “Yo pensé: ‘Oh, oh, aquí el Hermano
Branham se ató a sí mismo esa vez’”.
¡No cuando la Biblia así lo dice! ¿Ven? La Biblia dice que
El nos dio la muerte.
Pues, ¿qué podemos hacer con la muerte? Uds. saben,
Pablo, llegando a la muerte, dijo: “¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón”? La muerte no nos controla; nosotros la controlamos.
Eso es correcto. Todas las cosas nos son dadas.
Y entonces yo di la ilustración de cómo Israel, en marcha a
la tierra prometida; nunca habían visto esa tierra, no sabían
nada la respecto. Sólo tenían una promesa de Dios que había
una tierra, y estaba llena de leche y miel, y buena y-y un gran
lugar. Y era^Ellos nunca la habían visto; nadie había estado
allí, y no sabían nada al respecto, pero tenían la promesa de
ella. Y por fe ellos peregrinaron a través del desierto. Y cuando
llegaron a la línea de la frontera, tenían un guerrero allí por el
nombre de Josué, el cual significa “Jehová Salvador”. Así que
él cruzó al otro lado del Jordán a la tierra prometida y trajo la
evidencia que la tierra existía. (¡Me gusta eso!) Y era una tierra
buena. Dos hombres cargaron un racimo de uvas. Era una
tierra buena. Así que él trajo la evidencia que existía la tierra
que ellos iban a poseer.
Ahora, a la Iglesia, estamos peregrinando hacia una tierra
de inmortalidad, una tierra donde no hay muerte, una tierra
donde el muerto es resucitado; y nosotros tuvimos un gran
Salvador en nuestro campamento, Jesús, que significa “Jehová
Salvador, Amado”. Y El cruzó el Jordán de la muerte, a la otra
tierra y regresó y trajo la evidencia que sí vivimos después de
la muerte. ¡Amén! Así que ¿dónde está la muerte?
Y luego, El nos dio todas las cosas. Ahora es que tenemos
las arras de nuestra herencia. Tanto que (ahora, escuchen
atentamente. Quisiera predicar sobre ese tema, pero^es que
en cuanto a mí, ahora mismo lo siento cómodo. ¿Ven?) que
nosotros tenemos las arras de eso, porque un día caminábamos
en pecado; y después de ser bautizados en Su Nombre y
levantados con El en resurrección, hemos sido sacados del
pecado, para nunca más querer regresar otra vez. ¿Ven? Somos
resucitados del pecado con la evidencia que estamos
potencialmente en la resurrección de entre toda muerte. ¿Ven?
Si pudimos levantarnos del pecado por fe en El, y si hay
pecado^¿Quién desearía volver nuevamente a los basureros
LA MANERA DE UN VERDADERO PROFETA DE DIOS 9