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Área Jurídica
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CURSO
VIGILANTE DE
SEGURIDAD
Área
Jurídica
INDICE
Tema 6. Delitos contra las libertades: Detenciones ilegales, secuestros, amenazas y coacciones. Violencia de género.
Tema 7. Delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico: Robo, hurto, daños, receptación y otras conductas
afines.
Tema 9. Delitos cometidos con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas
garantizadas por la Constitución.
Tema 10. Delitos contra la intimidad, el derecho a la imagen y la inviolabilidad del domicilio: Domicilio de personas
jurídicas y establecimientos abiertos al público. Omisión del deber de socorro.
Tema 13. La detención: concepto y duración. Facultades atribuidas a este respecto por nuestro ordenamiento jurídico
a las personas no revestidas de los atributos de agente de policía judicial. Especial referencia a lo que las leyes y
jurisprudencia establecen respecto a cacheos y registros. Delito flagrante y persecución del delincuente.
Tema 14. El personal de seguridad privada como auxiliar de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el campo de la
persecución de las infracciones penales: Pautas de actuación. Especial referencia a su labor en la preservación de
instrumentos de prueba.
Tema 15. Los derechos del detenido según nuestro ordenamiento jurídico y su tramitación por parte del sujeto activo
de la detención.
La materialización de la voluntad popular se plasma en un Texto, con carácter de Ley Fundamental, aprobado por las
Cortes Generales el 31 de octubre de 1978, ratificado por el pueblo español, en referéndum, el día 6 de diciembre y
que, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado el día 29 de diciembre, entra en vigor ese mismo 29 de
diciembre de 1978. Sus fines principales son:
La consecución de estos fines y la confirmación de los derechos fundamentales de los españoles, hacen que la
estructura de la Constitución presente dos partes claramente diferenciadas:
1. Parte dogmática, donde se contienen los derechos, deberes y garantías e incluye el Título Preliminar y el
Título I.
2. Parte orgánica, donde se establecen los órganos y medios que permitirán el ejercicio de tales derechos.
Incluye desde el Título II al Título VI.
Se trata de una Constitución extensa, pues consta de 169 artículos, 11 Títulos (el Título Preliminar más 10 Títulos), 4
Disposiciones Adicionales, 9 Disposiciones Transitorias, 1 Disposición Derogatoria y 1 Disposición Final.
Es una Constitución escrita, formal, codificada, cerrada y rígida que nace del consenso, con una ideología democrática
y monárquica. Reconoce, además, la división de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Además del Preámbulo o exposición de motivos y razones que justifican su instauración, la Constitución
consta de:
- Título Preliminar
Viene a ser como un resumen de las bases o pilares:
El Estado Español es un estado social y democrático de derecho
La soberanía reside en el pueblo
La Monarquía Parlamentaria es la forma política del Estado Español
La indisoluble unidad de la Nación española
El castellano como lengua española oficial del Estado
La bandera de España: roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que la roja
Consolidación del pluralismo político a través de los partidos políticos
Concluye el Título Preliminar reafirmando los principios que inspiran toda la Constitución: La Constitución garantiza el
principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones
sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la
interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
La dignidad de la persona, los derechos inviolables que les son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el
respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.
En este Título Primero, la Constitución, entre otros, reconoce los derechos fundamentales relacionados con la vida, la
integridad física, la libertad y la seguridad de las personas.
Resalta como elemento moderador y símbolo de la unidad de la Nación Española la institución de la Corona
(Monarquía), que es hereditaria.
Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes.
Nuestro sistema es bicameral. Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso
de los Diputados (Cámara Baja) y el Senado (Cámara Alta).
En la actualidad el Congreso se compone de 350 Diputados, en tanto que el Senado, además de 4 senadores por
provincia, está integrado por los representantes insulares, representantes de Ceuta y Melilla, así como los que
designan las Comunidades Autónomas.
El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función
ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes.
La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de
eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
Que las Cámaras o sus Comisiones recaben la información y ayuda que precisen del
Gobierno.
Que se puedan plantear tanto la cuestión de confianza como la moción de censura.
Que se declaren los estados de alarma, excepción y sitio.
La Constitución reconoce expresamente la independencia del Poder Judicial: La justicia emana del pueblo y se
administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, inamovibles,
responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley.
El Tribunal Supremo es el órgano jurisdiccional superior en todos los órdenes, salvo lo dispuesto en la propia
Constitución en materia de garantías constitucionales.
Se establece la obligación de cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los Jueces y Tribunales. Se
establece también la gratuidad de la justicia cuando así lo disponga la Ley.
El Fiscal General del Estado, que será nombrado por el Rey, a propuesta del Gobierno, oído el Consejo General del
Poder Judicial, sin perjuicio de otras funciones, tiene la misión de promover la acción de la justicia en defensa de la
legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la Ley.
La potestad originaria para establecer los tributos corresponde exclusivamente al Estado, mediante Ley.
Asigna al Gobierno la competencia para la elaboración anualmente de los Presupuestos Generales del Estado y a las
Cortes Generales la competencia para su examen, enmienda y aprobación, en su caso.
Como supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del Estado, así como del sector público, se
cuenta con la institución del Tribunal de Cuentas.
El Tribunal Constitucional tiene jurisdicción en todo el territorio español y es competente para conocer:
En este Título se determinan los requisitos para la reforma total o parcial de la Constitución y prohíbe que cualquier
reforma pueda llevarse a cabo en tiempo de guerra o de vigencia de los estados de alarma, excepción o sitio.
CONSTITUCIÓN.
El contenido de los tres párrafos citados, que se corresponden con los artículos tercero al quinto, ambos inclusive de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, queda reflejado en el reconocimiento que de tales derechos hace
nuestra Constitución: Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que en ningún caso puedan ser
sometidos a torturas ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte salvo lo que
puedan disponer las leyes penales militares en tiempo de guerra (artículo 15 de la Constitución).
Las sanciones penales por la transgresión de estos derechos se recogen en nuestro Código Penal, si bien no entramos
en su contenido porque se estudian en los temas 3 a 11.
Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, sino con la
observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista en la Ley.
Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, de modo que le sea comprensible, de sus derechos y
de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido
en las diligencias policiales y judiciales en los términos que la ley establezca.
La ley regulará un procedimiento de "habeas corpus" para producir la inmediata puesta a disposición judicial de toda
persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo de duración de la prisión
provisional.
El desarrollo de los derechos a que se refieren los párrafos anteriores, artículo 17 de la Constitución, se lleva a cabo en
el artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establece los requisitos para la detención: tiempo que deberá
durar, forma de practicarla, derechos del detenido, asistencia del abogado, etc.
Asimismo el desarrollo del "habeas corpus" se contienen en la Ley Orgánica 6/84, de 24 de mayo.
Todos los derechos del detenido, así como las actuaciones del abogado en defensa de los mismos, se estudian en el
tema 15 de este temario.
Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y del culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus
manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la
sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás
confesiones (Artículo 16 de la Constitución).
También existe una especial atención al derecho a la seguridad en el contenido de los siguientes artículos de la
Constitución:
Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.
Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a
ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las
garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse
culpables y a la presunción de inocencia.
La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado a declarar
sobre hechos presuntamente delictivos (artículo 24 de la Constitución).
Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no constituyan
delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel momento (artículo 25.1 de la
Constitución).
En la Constitución también se dispone que, mediante Ley Orgánica, se podrán determinar aquellos casos en que, de
forma individual y siempre con intervención judicial y control parlamentario se podrán suspender los referentes a la
detención preventiva, la inviolabilidad del domicilio o el secreto de las comunicaciones, en relación con las
investigaciones sobre bandas armadas o elementos terroristas.
Registrar consiste en examinar minuciosamente una cosa para encontrar algo que puede estar oculto en la misma.
La anterior definición es la que sigue nuestro ordenamiento jurídico cuando se refiere al registro como el empleo de
medios coercitivos, con el fin de lograr el conocimiento del delito, la posible obtención de medios de prueba o el
hallazgo de la persona misma del imputado, para los fines del proceso penal.
El registro se admite como una excepción a los principios de la intimidad personal y de la inviolabilidad del domicilio,
reconocidos en el artículo 18 de la Constitución:
El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución
judicial, salvo en los casos de flagrante delito.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal, entre otros aspectos relacionados con la entrada y registro, dispone lo siguiente al
respecto:
Nadie podrá entrar en el domicilio de un español o extranjero residente en España sin su consentimiento, excepto en
los casos y en la forma expresamente previstos en las leyes (artículo 545).
El Juez o Tribunal que conociere de la causa podrá decretar la entrada y registro, de día o de noche, en todos los
edificios y lugares públicos, sea cualquiera el territorio en que radiquen, cuando hubiere indicios de encontrarse allí el
procesado o efectos o instrumentos del delito, o libros, papeles u otros objetos que puedan servir para su
descubrimiento y comprobación (artículo 546).
1. Los que estuvieren destinados a cualquier servicio oficial, militar o civil del Estado, de la Provincia o del
Municipio, aunque habiten allí los encargados de dicho servicio o los de la conservación y custodia del
edificio o lugar.
2. Los que estuvieren destinados a cualquier establecimiento de reunión o recreo, fueren o no lícitos.
Para la entrada y registro en los templos y demás lugares religiosos bastará pasar recado de atención a las personas a
cuyo cargo estuvieren. (Artículo 549)
Ya hemos constatado que la Constitución, para considerar lícita la entrada en un domicilio exige:
• Consentimiento del titular, que se entenderá otorgado cuando no invoque la inviolabilidad y lo permita.
• Resolución judicial, adoptada por la Autoridad Judicial competente, en auto motivado en el que constará el
lugar, la persona que lo ejecutará y el momento (de día, de noche, etc.)
• También se podrá entrar en domicilio, son incurrir en infracción, en caso de flagrante delito. El Tribunal
Supremo considera que el delito es flagrante cuando el delincuente es sorprendido con el objeto, efecto o
instrumento del delito.
En apoyo de esta postura del Tribunal Supremo se podrían citar las siguientes Sentencias del mismo:
Sentencia de 9 de febrero de 1.995. Sostiene que el delito flagrante se perfila a través de dos notas substantivas:
inmediatez, esto es que la acción delictiva se esté desarrollando o acabe de realizarse, y otra de índole personal, que
consiste en que el delincuente se encuentre en el lugar del hecho y en relación con objetos, instrumento o efectos del
delito, constituyendo una evidencia directa su participación, y a estas notas se unen otras objetivas, como la
percepción directa de aquella situación y la necesidad de urgente intervención para evitar la consumación o el
agotamiento del delito, o simplemente la desaparición de los efectos o vestigios del mismo.
Sentencia de 15 de febrero de 1.995. Reconoce que la inviolabilidad del domicilio alcanza a las habitaciones de los
hoteles, pensiones… pues, en otro caso, la persona que careciera de domicilio propio como lugar de vivienda, no vería
jamás protegida su intimidad.
Sentencia de fecha 4 de abril de 1.995. Reconoce que no se consideran domicilios sometidos a la protección
constitucional los bares, los restaurantes, los almacenes o los garajes, siempre y cuando en ellos no conste
especialmente un atisbo de privacidad.
• De las diligencias practicadas y de su resultado, se extenderá en el mismo lugar un acta en la que harán
constar todas las incidencia surgidas y que deberá ser firmada por los presentes. Si el registro resulta negativo
y el interesado lo reclama se expedirá copia del acta redactada.
Cacheos
El cacheo consiste en el examen minucioso que se realiza a una persona para tratar de encontrar efectos o
instrumentos que se puedan utilizar o ser objeto de un delito.
También se suele realizar para averiguar si un individuo posee objetos que sirvan para atentar contra la vida o la
integridad física de las personas.
La Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, en su artículo 18, establece al respecto lo siguiente: Los
agentes de la autoridad podrán realizar, en todo caso, las comprobaciones necesarias para impedir que en las vías,
lugares y establecimientos públicos se porten o utilicen ilegalmente armas, procediendo a su ocupación.
En relación con la viabilidad de los cacheos, el Tribunal Constitucional se ha pronunciado del siguiente modo:
"El derecho a la libertad y como contrapartida a no ser privado de ella sino en los casos y en la forma establecida por
las leyes, no puede entenderse afectado por las diligencias policiales de cacheo e identificación, pues aun cuando
éstas inevitablemente causan molestias, su realización y consiguiente inmovilización del ciudadano, durante el tiempo
imprescindible para su práctica, supone para el afectado un sometimiento legítimo, desde la perspectiva
constitucional, a las normas de policía, sometimiento al que puede verse obligado incluso sin la previa existencia de
indicios de infracción contra su persona, en el curso de la actividad preventiva e indagatoria de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad, siempre que dichas prácticas, cacheos e identificaciones, se realicen por funcionarios de policía
legalmente autorizados y por el tiempo mínimo imprescindible para cumplir el fin que persiguen".
La Secretaría de Estado de Interior, por su parte, ha determinado que el derecho a la intimidad personal no es, sin
embargo, un derecho de carácter absoluto, y puede llegar a ceder en ciertos casos, ante exigencias públicas.
Circunstancia que sucede, por ejemplo, en el caso de cacheos o registros personales por Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, actuación que se halla amparada por las previsiones de la Ley Orgánica 2/1986, de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad para:
Asegurar los instrumentos, efectos y pruebas del delito, poniéndolos a disposición del Juez o
Tribunal competente
Por consiguiente, el cacheo, como sometimiento dentro de la legalidad por parte de los ciudadanos a las normas de la
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, no es otra cosa que una renuncia a unos derechos en beneficio de unas mayores
cotas de seguridad. Por este motivo se exige de todos los que tienen encomendada la misión de garantizar la seguridad
el máximo respeto a la persona en su ejercicio.
A partir de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, se declara expresamente que la UE tiene personalidad jurídica. Es
decir, se trata de un sujeto capaz de exigir sus derechos y al que se le puede exigir el cumplimiento de sus obligaciones
El principio de la democracia
El principio de respeto a los derechos humanos
El principio de igualdad de los Estados miembros
El principio del respeto a la identidad nacional de los Estados miembros y a sus funciones
esenciales
El principio de cooperación leal
El principio de solidaridad
El principio de transparencia y proximidad
Por último, haremos referencia a las diferentes condiciones de adhesión que tienen que cumplir los Estados para llegar
a ser un Estado miembro de la UE. Los Estados candidatos deben cumplir las siguientes condiciones:
3. Cumplir los Criterios de Copenhague que consisten en: Ser Estados dotados de instituciones que garanticen la
democracia, el imperio de la ley, los Derechos humanos y la protección y el respeto de minorías; tener una
economía de mercado que funcione; poseer capacidad de hacer frente a la competencia y a las fuerzas del
mercado dentro de la UE; gozar de capacidad de responder a las obligaciones del acervo comunitario,
incluidos los objetivos de la unión política, económica y monetaria.
4. Respetar los valores de la UE. La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana,
libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los Derechos humanos, incluidos los derechos
de las personas pertenecientes a minorías. Estos valores son comunes a los Estados miembros en una
sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la
igualdad entre mujeres y hombres.
Se caracteriza por tratarse de un derecho diferenciado del Derecho Internacional y del derecho interno de los países
miembros. Su mecánica se engloba bajo una categoría propia denominada "sistema comunitario".
Su nombre anterior derivaba de las Comunidades Europeas (CE), creadas en los años cincuenta (Comunidad Europea
del Carbón y del Acero, Comunidad Económica Europea y Comunidad Europea de la Energía Atómica). Con el Tratado
de la Unión Europea (más conocido como Tratado de Maastricht de 1992), estas tres Comunidades quedan englobadas
dentro de la Unión Europea. Tras la última reforma operada por el Tratado de Lisboa, se sustituye el adjetivo
‘comunitario’ por ‘de la Unión Europea’. La Comunidad Europea desaparece y es sustituida por la Unión Europea.
El Derecho emanado de las instituciones de la Unión prevalece sobre el Derecho nacional. Este carácter de supremacía
se fundamenta en la cesión del ejercicio de la soberanía que los Estados miembros realizan en favor de las
instituciones europeas.
El órgano jurisdiccional europeo encargado de velar por el respeto del principio de primacía será el Tribunal de Justicia
controlando su correcta aplicación y sancionando, si se requiere, a los Estados miembros en el caso de que no cumplan
con tal disposición. A nivel estatal, será el juez de los Estados miembros el encargado de velar por el cumplimiento del
DUE.
Los particulares tienen derecho a invocar ante los tribunales ordinarios las disposiciones del DUE e, igualmente, éstas
les conceden de manera directa derechos y obligaciones. Es el ‘efecto directo’.
b. No vinculante
Dictámenes: El dictamen es un informe. No es de obligado cumplimiento.
Recomendaciones: No son de obligado cumplimiento. Es una invitación para actuar de una determinada manera.
B. Actos convencionales
Convenios en aplicación de una disposición de los Tratados
Convenios no previstos en tratados pero de objeto ligado a su ejecución
Decisiones de los representantes en el Consejo
Acuerdos entre la UE y terceros Estados.
C. Principios generales del Derecho comunitario
Reglas no escritas pero aceptadas por los sistemas jurídicos de los miembros. Se trata, entre otros, de
los principios de proporcionalidad, solidaridad, equilibrio institucional, no discriminación. Algunos de
estos principios, no escritos en los inicios, han ido apareciendo posteriormente en documentos
comunitarios o se han ido definiendo por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
D. Jurisprudencia del Tribunal de Justicia
Surge del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ayuda a cubrir lagunas del DUE.
En primer lugar, es un sistema original que muestra diferencias, tanto con las estructuras estatales, como con las del
resto de Organizaciones internacionales. Está presente el ‘Método comunitario’ consistente en que la Comisión
propone y el Parlamento y el Consejo deciden (actos legislativos). Es el conocido ‘triálogo’.
B. Órganos auxiliares
• Comité de las Regiones
• Comité Económico y Social Europeo
• Banco Europeo de Inversiones
INSTITUCIONES PRINCIPALES
El Consejo Europeo
Es el máximo órgano político de la UE. Dirige las políticas generales de la UE. Está compuesto por los Jefes de Estado o
de Gobierno, así como por su Presidente y por el Presidente de la Comisión -todos los Estados miembros están
representados por sus Jefes de Gobierno salvo los casos francés (Presidente de la República) y chipriota (Presidente de
Chipre), en que están representados por sus Jefes de Estado-. Participará también en sus trabajos el Alto
Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. El Presidente del Consejo Europeo será
elegido por el propio Consejo Europeo por un período de dos años y medio, con posibilidad de una sola reelección.
Funcionamiento. “e reunirá “dos veces por semestre” en Bruselas convocado por su Presidente, es decir, dos por cada
Presidencia rotatoria del Consejo y podrá reunirse de manera extraordinaria por convocatoria de su Presidente cuando
“la situación lo exija”.
Representa los intereses comunes de los Estados miembros de la Unión, expresando una voluntad distinta de aquellos.
Es el principal órgano en la toma de decisiones y coordina las políticas de la UE.
Composición: Está compuesto por 28 miembros. Un representante por cada Estado miembro, de rango ministerial,
facultado para comprometer al Gobierno del Estado miembro al que represente, -el rango ministerial puede serlo a
nivel regional o autonómico, siempre que el Gobierno del Estado miembro faculte a esa persona para comprometer su
voluntad caso por caso-. Las formaciones del Consejo son 10. Las más importantes son el Consejo de Asuntos
Exteriores, el de Asuntos Generales y el “EcoFin” (asuntos económicos y financieros).
Posee una función política. El Estado que la ejerce coordina y dirige, impulsa y concilia los diferentes asuntos de la UE.
Se lleva a cabo por un sistema de rotación, esto es, un sistema dual con presidencia permanente del Consejo de
Asuntos Exteriores. Tiene una duración semestral. Su presidente, preside y representa al Consejo.
Es un órgano auxiliar del Consejo que, debido a la composición variable de las formaciones del Consejo y la falta de
continuidad en sus trabajos, prepara detalladamente los trabajos del Consejo de la UE. Rota cada 6 meses con la
Presidencia.
El COREPER está formado por representantes de los Estados miembros y en concreto por los Jefes de la
Representación Permanente de cada Estado miembro acreditada ante la UE.
La Comisión Europea
Es una institución independiente de los Estados miembros, de las otras Instituciones y de intereses privados encargada
de los asuntos comunes y del interés general de la UE.
Composición: La Comisión está compuesta por 28 comisarios nombrados por los Estados miembros pero
independientes de éstos (un comisario por cada Estado). Su mandato, al igual que los miembros del Parlamento
Europeo, tiene una duración de 5 años. Por último, les acompaña la nota de la colegialidad, es decir, cualquier decisión
adoptada por un comisario en su área será responsabilidad de la Comisión en su totalidad.
• Pone en práctica las decisiones del Consejo sobre política agraria común, investigación y
tecnológica y ayuda exterior. Gestiona el presupuesto de estas políticas.
• Tiene el Derecho de iniciativa legislativa a través del Derecho de propuesta. Conceptúa y prepara la
legislación de la UE.
• Posee poder de ejecución atribuido por los Tratados caso por caso.
• Goza de atribuciones de control del cumplimiento del Derecho (originario y derivado) sobre los EM
y sobre los particulares
• Y, por último, redacta el Informe General anual sobre las actividades de la UE al Parlamento
Europeo.
El Parlamento Europeo
Todos los ciudadanos de la UE tienen derecho a ser electores y elegibles en las elecciones al Parlamento Europeo en su
lugar de residencia (arts. 20 y 22.2 TFUE y 39 de la Carta)
Funcionamiento: Durante un periodo anual, el Parlamento Europeo celebra 12 sesiones ordinarias, sin perjuicio de las
extraordinarias. La Comisión tiene derecho a asistir y participar en las sesiones plenarias y a las parlamentarias, debido
a su derecho de iniciativa normativa.
Atribuciones: Con el Tratado de Lisboa se ha otorgado al Parlamento un mayor poder legislativo, igualando al Consejo,
y dando mayor poder a los parlamentarios nacionales. Las principales funciones del Parlamento son las siguientes:
Aprueba su propio reglamento interno
Elige a su Presidente, Vicepresidente y Cuestores -por mayoría absoluta- por un periodo de 2
años y medio
Participa en la función legislativa con el Consejo y en la conclusión de acuerdos
internacionales
Posee función consultiva y presupuestaria: Descargo o aprobación de la ejecución del
presupuesto
También lleva a cabo funciones de control político:
Interpelaciones o turno de preguntas
Discusión del informe general anual de la Comisión
Moción de censura y votación de confianza a la Comisión por mayoría de ⅔
Derecho de petición ante el Defensor del Pueblo
Composición: Los eurodiputados son elegidos por sufragio universal directo por la ciudadanía de los Estados
miembros. Éstos tienen un mandato representativo de 5 años y privilegios e inmunidades. Se agrupan por ideologías
(no por nacionalidad) y pueden pertenecer a un sólo grupo político (siempre y cuando tenga al menos 25 diputados) o
no.
Su función es la de garantizar el respeto al Derecho en la interpretación y aplicación de los Tratados. Consta de tres
instancias:
1. Tribunal de Justicia
Composición: Está compuesto por 28 Jueces, uno por cada Estado miembro. Son independientes e imparciales. Su
periodo es de 6 años renovable ilimitadamente. Tienen un presidente cuyo mandato es de 3 años. Representan a
todos los sistemas jurídicos nacionales. Está compuesto también por 9 Abogados Generales (1 Alemania, Italia,
España, Francia y Reino Unido y 4 por rotación para el resto) que actúan en las cuestiones nuevas de Derecho
dictando un informe público llamado Conclusiones Generales. Por último, cuentan con un Secretario nombrado por
los Jueces y los Abogados Generales por un periodo de 6 años.
2. Tribunal General
Es el Antiguo Tribunal de 1ª Instancia (TPI - 1988) que actualmente constituye la instancia intermedia: Conoce de
asuntos en 1ª instancia y es Tribunal de apelación de los Tribunales especializados.
Composición - organización – funcionamiento: Son 28 Jueces aunque se permite aumentar el número por
productividad reelegibles por periodos de 6 años “entre personas que ofrezcan absolutas garantías de independencia y
posean la capacidad necesaria para el ejercicio de funciones jurisdiccionales”. “u Presidente es elegido por votación
secreta y mayoría absoluta por los 28 jueces y tiene un mandato de 3 años reelegible. No hay abogados generales. Y
tienen también un Secretario que llevan a cabo funciones jurisdiccionales y administrativas.
Su función es la elaboración de una política monetaria única para los Estados que comparten la moneda común, el €.
Tiene su sede en Fráncfort (Alemania). Posee personalidad jurídica propia y autonomía financiera (presupuesto y
recurso independiente de la UE).
Funciones:
Poder normativo
Poder sancionador: El BCE estará autorizado a imponer multas y pagos periódicos coercitivos a las
empresas que no cumplan con sus obligaciones respecto de los reglamentos y decisiones del mismo.
Tribunal de Cuentas
Controla y fiscaliza las cuentas de la Unión Europea. Es la conciencia financiera de la UE. Tiene su sede en Luxemburgo.
Esta controlado de forma interna por la Comisión y de forma externa por el Parlamento Europeo y el Tribunal de
Cuentas.
Formación: 28 miembros, un nacional de cada Estado con un mandato de 6 años. Sus miembros son profesionales e
independientes con dedicación exclusiva y permanente. De entre ellos eligen a su presidente.
Funciones:
• Elabora un informe general al final de cada ejercicio que sirve al Parlamento para controlar la gestión de la
Comisión.
ÓRGANOS AUXILIARES
Es un órgano consultivo que representa a la sociedad civil organizada (representación de actividades profesionales:
transporte, agricultura, salud pública, formación profesional, educación, industria…). Está formado por 353 consejeros
con un mandato de 5 años renovables. Asisten a la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo.
Es un órgano consultivo que representa a los entes regionales y locales, para aquellos Estados miembros que posean
regiones, en determinadas materias preceptivas (transporte, empleo, política social, educación, cultura, salud, medio
ambiente, cohesión económica y social). Está formado por 353 representantes, titulares de un mandato electoral o
responsables políticos en una asamblea, con un mandato de 5 años renovables. Asisten a la Comisión, el Consejo y el
Parlamento Europeo.
Contribuye a la integración de las economías de los Estados miembros y a su cohesión económica y social mediante
una política de estimulación de inversiones. Actúa como una empresa financiera. Está formado por 28 Estados
miembros y entre los proyectos de su ámbito podemos encontrar:
Eurojust
Es el órgano de la Unión con personalidad jurídica propia creado por decisión del Consejo de la UE. Está compuesto
por un nacional de cada Estado miembro. Cada Estado nombra también a uno o varios corresponsales nacionales.
Tiene su sede en el lugar de trabajo del Estado que lo nombra.
Su objetivo es reforzar la lucha contra ciertas formas de delincuencia grave que afectan a dos o mas Estados miembros
o a Estados miembros y terceros países. Facilita también la coordinación entre investigaciones y actuaciones judiciales.
Proporciona cooperación entre autoridades competenciales y ayuda en la asistencia judicial internacional y
extradición.
28 PAISES MIMEBROS DE LA UNION EUROPEA
- Alemania (1952)
- Austria (1995)
- Bélgica (1952)
- Bulgaria (2007)
- Chipre (2004)
- Croacia (2013)
- Dinamarca (1973)
- Eslovaquia (2004)
- Eslovenia (2004)
- España (1986)
- Estonia (2004)
- Finlandia (1995)
- Francia (1952)
- Grecia (1981)
- Hungría (2004)
- Irlanda (1973)
- Italia (1952)
- Letonia (2004)
- Lituania (2004)
- Luxemburgo (1952)
- Malta (2004)
- Países Bajos (1952)
- Polonia (2004)
- Portugal (1986)
- Reino Unido (1973)
- República Checa (2004)
- Rumanía (2007)
- Suecia (1995)
1. LA INFRACCIÓN PENAL
Cuando se incumple una norma no se está actuando según lo establecido y, por tanto, se está transgrediendo lo
exigido. En el caso de la infracción penal, estaríamos ante "La transgresión de una norma penal sancionada por la Ley".
Se considera delito la acción (hacer, conducta activa) o la omisión (no hacer, conducta pasiva), realizada por una
persona y que puede ser calificada como dolosa (intencionada) o imprudente (no intencionada) y que es sancionada
por la Ley.
Consecuentemente con lo anterior, el artículo 10 del Código Penal dispone: Son delitos las acciones y omisiones
dolosas o imprudentes penadas por la Ley.
1. Son delitos graves las infracciones que la Ley castiga con pena grave.
2. Son delitos menos graves las infracciones que la Ley castiga con pena menos grave.
3. Son delitos leves las infracciones que la ley castiga con pena leve.
Como características o notas constitutivas, y englobando en el sentido amplio del concepto delito tanto los hechos
considerados delitos como los considerados faltas, destacaremos las siguientes: acción u omisión, voluntaria, típica,
antijurídica, culpable y punible.
Acción u omisión. Es el primer elemento del concepto del delito y comprende tanto el acto consecuencia de una
acción como el producido por una omisión. Luego el delito se puede cometer tanto si se hace algo que la Ley prohíbe
(atentar contra la vida de otro), como por no hacer lo que la Ley exige (el policía que deja de cumplir su deber de
perseguir a un delincuente).
La acción u omisión, como acto volitivo (que se quiere hacer), es imputable siempre a la persona humana.
Independientemente de reconocer que el concepto persona abarca a la persona física y a la jurídica, hay que destacar
el hecho de que de los actos de las personas jurídicas responderán criminalmente sus dirigentes
Voluntariedad. Para que una acción humana sea constitutiva de delito, ha de ser voluntaria. Según esta premisa, no se
considera que han cometido un delito los que actúan impulsados por una fuerza que anula su voluntad, aunque el
resultado de dicha actuación sea considerado como hecho delictivo por la Ley.
Por este motivo, no se considera delito el hecho cometido por el sujeto si se encuentra sometido a hipnosis o está
paralizado por miedo insuperable (causas psíquicas) o por algún deslumbramiento (causas físicas).
Tipicidad. El Código Penal define como tipos a las distintas figuras delictivas recogidas en el mismo. Las acciones y
omisiones, dolosas o imprudentes, para que sean consideradas delitos o faltas han de estar penadas por la ley, es
decir, deben estar comprendidas en alguno de los tipos determinados en el propio Código Penal o en las leyes penales
especiales.
Antijuridicidad. Es una de las características que la Ley exige para considerar contraria a derecho una conducta
humana.
La Ley requiere en ciertos casos que se tenga en cuenta el ánimo del sujeto, ya que la falta de este requisito implica
que la conducta deje de ser antijurídica. Por ejemplo, en el hurto, además de la sustracción de un bien, ajeno se exige
un ánimo de lucro (que el sujeto que comete el delito gane algo).
Las conductas típicas se consideran antijurídicas salvo que concurra alguna de las causas de justificación reconocidas
en el Código Penal, como sería el caso de actuar en legítima defensa.
Culpabilidad. La culpabilidad y la libertad, según el Derecho Penal, se encuentran vinculadas entre sí, razón por la cual
se suele decir que actúa culpablemente el que, con arreglo al ordenamiento jurídico, pudo proceder de otra manera
distinta a como lo hizo.
La culpabilidad ha entenderse como el deber de cuidado que objetivamente cabe esperar de cualquier persona en una
situación dada. La inobservancia de ese cuidado determina la culpabilidad del sujeto cuando con ello ha ocasionado el
hecho descrito o tipificado como delito. Ahora bien, es necesario que el sujeto tenga capacidad suficiente para poder
observar dicho cuidado. En este sentido, cuando concurre una causa de inimputabilidad (las eximentes reconocidas en
el propio Código Penal) o de no culpabilidad (estado de necesidad), la acción u omisión típica y antijurídica deja ser
culpable, ya que se excluye la capacidad de culpabilidad en el sujeto.
Punibilidad. Se considera que una conducta es punible cuando, como consecuencia de ella, el culpable pueda ser
castigado con una pena prevista en una Ley Penal. En principio, todo delito, se considera punible.
Respecto al primer caso, tenemos el ejemplo del artículo 606 párrafo 2° del Código Penal, donde se exige la garantía de
reciprocidad en algunos delitos contra el Derecho de Gentes.
En el segundo caso, nos encontramos con que algunos delitos, previstos en dicho Código Penal, requieren para su
persecución y castigo ciertas condiciones previas. Esto ocurre en el caso de los delitos privados, en los que se precisa de
denuncia o querella por parte del ofendido o perjudicado para proceder.
En relación a las excusas absolutorias, contempladas en el Código Penal, citaremos las siguientes:
La recogida en el artículo 454 (se exime de la pena impuesta a los encubridores los que lo
sean de su cónyuge, ascendientes, etc.)
La del artículo 268 (se exime a los cónyuges, ascendientes, etc., por los delitos patrimoniales
que se causaren entre sí)
Tentativa. Consistente en la realización de actos encaminados a la realización plena del delito pero éste no llega a
producirse. En este caso, el autor tiene la intención de cometer el delito o falta y pone todos o parte de los medios
necesarios para llevarlo a cabo e inicia su ejecución pero, por causas ajenas a su voluntad, no llega a realizar lo que se
proponía.
Consumación. Cuando el sujeto ha realizado todos los actos constitutivos de la conducta tipificada por la ley, entonces,
el delito queda consumado.
Actos preparatorios. Se consideran actos preparatorios aquellos actos externos susceptibles de determinar
consecuencias jurídico-penales.
Conspiración. Se produce esta situación cuando dos o más personas se ponen de acuerdo para la ejecución de un
delito y deciden llevar a cabo su determinación de ejecutarlo.
Proposición. Existe cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras personas a participar en su
ejecución.
Provocación. Se da esta figura si, directamente se incita por medio de la imprenta, la radiodifusión o cualquier otro
medio de similar eficacia, que facilite la publicidad, o ante una concurrencia de personas, a la perpetración de un
delito.
Apología. ¿Qué es la apología? Desde el punto de vista del Derecho Penal consiste en la exposición, ante una
concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que defiendan el crimen y que
ensalzan o enaltecen a su autor.
Estas cuatro formas de participar en un delito se castigarán, si así lo contempla el artículo en concreto, con la pena
prevista para ese delito pero en uno o dos grados menos.
Según el artículo 10 del Código Penal, son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley.
En el Derecho penal español se puede ser culpable de tres formas: por dolo, por imprudencia y por omisión.
2.1El dolo
El dolo es la forma más grave de culpabilidad. Actúa dolosamente el que sabe por qué lo hace y quiere hacerlo y así lo
lleva a efecto. Dos son los elementos del dolo:
• Elemento intelectual. El saber qué se realiza. El actor conoce los hechos relativos a la acción y la significación
del acto que realiza. Por ejemplo, conducir bajo la influencia del alcohol.
• Elemento volitivo. El querer realizar el acto injusto. Voluntad del actor para realizar el acto.
Para que exista dolo realmente, en el sujeto se ha de producir una acción dependiente de su voluntad que le lleve a
ejecutar el hecho prohibido por la ley. A esto se le denomina relación de causalidad (causa – efecto) puesto que existe
una relación entre el acto inicial y el resultado producido (el sujeto es consciente, quiere y puede prever el resultado
de su conducta).
En los delitos de acción dolosos se describe bien una actividad finalista o bien una actividad finalista que produce un
determinado resultado. En el primer caso se trata de un delito de simple actividad (conducir un vehículo a motor bajo
la influencia de drogas tóxicas) y en el segundo, de un delito de resultado (homicidio).
• Delitos de peligro concreto: cuando el peligro del bien jurídico protegido es un elemento del tipo, es decir, el
delito solo queda consumado cuando se ha producido realmente el peligro del bien jurídico (por ejemplo, la
conducción temeraria).
• Delitos de peligro abstracto: en donde el peligro es el motivo que indujo al legislador a crear la figura
delictiva. Es decir, el peligro no es aquí un elemento del tipo y el delito queda consumado aunque en el caso
concreto no se haya producido un peligro del bien jurídico protegido (por ejemplo, conducir un vehículo a
motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas).
Para determinar si un comportamiento es imprudente habrá que considera las posibilidades que el sujeto tenía para
obrar de otra manera a como lo hizo, es decir, la posibilidad de prever el resultado.
Elementos de la imprudencia:
El delito imprudente excluye las formas imperfectas de ejecución, como puede ser la tentativa, ya que no puede
penarse la imprudencia sin la realización del daño.
Clases de imprudencia:
• Imprudencia grave o temeraria. Es la falta de cuidado de la persona media que se relaciona con la figura
dolosa, caso de los estragos, con vehículo de motor o el uso de armas. En estos dos últimos casos llevará
aparejada la privación del permiso de conducir o de la licencia de armas.
• Imprudencia simple: Consiste en no respetar las normas exigibles a un ciudadano cuidadoso. Si es con
infracción de reglamento presupone agravación y si no se da esa infracción constituye falta.
• Imprudencia profesional. La imprudencia profesional se considera agravada precisamente por el especial
cuidado que deben tener los profesionales en sus actuaciones.
• Imprudencia inexcusable: El Juez o Magistrado que por imprudencia grave o ignorancia inexcusable dictara
sentencia o resolución manifiestamente injusta incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o
cargo público por tiempo de dos a seis años (artículo 447 Código penal).
• Imprudencia con vehículo de motor: El que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad
manifiesta y pusiera en concreto peligro la vida o la integridad de las personas, será castigado con las penas
de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por
tiempo superior a uno y hasta seis años.
En todo caso, se considerará que existe temeridad manifiesta y concreto peligro para la vida o la integridad de las
personas en los casos de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas con altas tasas de alcohol en sangre y con
un exceso desproporcionado de velocidad respecto de los límites establecidos (artículo 381 Código penal).
2.3 El error.
Dentro de los conceptos penales, en los que no interviene la voluntad del sujeto activo para realizar la acción delictiva,
el Código penal introduce el matiz del ERROR señalando que:
Excluye la responsabilidad criminal cuando exista error invencible (inevitable) sobre un hecho constitutivo de
infracción penal o sobre la ilicitud del mismo. Este error excluye el DOLO y LA IMPRUDENCIA.
3. DELITOS
Tras definir los delitos como acciones u omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley, es el propio Código penal
el que clasifica los delitos en graves, menos graves y leves (artículo 13):
1. Son delitos graves las infracciones que la Ley castiga con pena grave.
2. Son delitos menos graves las infracciones que la Ley castiga con pena menos grave.
3. Son delitos leves las infracciones que la ley castiga con pena leve.
Las penas y sus clases.
Las penas que pueden imponerse con arreglo al Código penal, bien con carácter principal bien como accesorias, son:
• Privativas de libertad. Por ejemplo, prisión, arresto de fin de semana o la prisión permanente revisable etc.
• Privativas de otros derechos. Ejemplo, inhabilitación especial, inhabilitación absoluta, privación del permiso
de armas, privación del permiso de conducir, etc.
• Multa. Que consiste en la imposición al condenado de una sanción pecuniaria. En derecho penal, se
impondrá, salvo que la Ley disponga otra cosa, por el sistema de días-multa.
No se reputarán penas:
• La detención y prisión preventiva y las demás medidas cautelares de naturaleza penal, como la libertad
provisional con o sin fianza.
• Las multas y demás correcciones que, en uso de atribuciones gubernativas o disciplinarias, se impongan a los
subordinados o administrados.
• Las privaciones de derechos y las sanciones reparadoras que establezcan las leyes civiles o administrativas.
Se entiende por responsabilidad la obligación de satisfacer cualquier pérdida o daño causado porque así lo exija la
naturaleza de una obligación o se halle determinado por la Ley
El Código penal señala que toda persona criminalmente responsable de un delito lo es también civilmente si del hecho
se derivaren daños o perjuicios.
Cuando concurren esas circunstancias, tanto en la ejecución del delito como en las personas responsables del mismo,
éstas determinan que a esas personas no se les imponga pena alguna, o bien que se les castigue con penas más leves o
más graves que las establecidas en el Código penal para el delito cometido. Se denominan eximentes, atenuantes y
agravantes, respectivamente.
Se consideran circunstancias eximentes aquellos factores que, cuando coinciden en la actuación delictiva de una
persona, exoneran o liberan a ésta de cualquier responsabilidad como consecuencia de sus actos.
• Los menores de 18 años no serán responsables criminalmente con arreglo al Código penal porque son
responsables con arreglo a lo dispuesto en la Ley que regule la responsabilidad penal del menor.
• El que al tiempo de cometer la infracción penal, a causa de cualquier anomalía o alteración psíquica, no
pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. El trastorno mental transitorio
no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o
hubiera previsto o debido prever su comisión. A los efectos de este Código penal se considera discapacitado a
toda persona, haya sido o no declarada su discapacidad, que padezca una enfermedad de carácter persistente
que le impida gobernar su persona o bienes por sí misma.
• El que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado de intoxicación plena por el consumo de
bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos
análogos, siempre que no haya sido buscado con el propósito de cometerla o no se hubiese previsto o debido
prever su comisión, o se halle bajo la influencia de un síndrome de abstinencia. A causa de su dependencia de
tales sustancias, que le impida comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión.
• El que, por sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la infancia, tenga alterada
gravemente la conciencia de la realidad.
• El que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos
siguientes:
◦ Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegitima el ataque a los mismos
que constituya delito y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa
de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas.
• El que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno lesione un bien jurídico de otra persona o
infrinja un deber, siempre que concurran los siguientes requisitos:
◦ Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar.
◦ Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto.
◦ Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
• Ejecutar el hecho con alevosía. Hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra las
personas empleando en la ejecución medios, modos o formas que tiendan directa o especialmente a
asegurarla, sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido.
• Ejecutar el hecho mediante disfraz, con abuso de superioridad o aprovechando las circunstancias de lugar,
tiempo o auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del
delincuente.
• Cometer el delito por motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología,
religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo u orientación sexual,
razones de género, la enfermedad que padezca o su discapacidad.
• Ser reincidente. Hay reincidencia cuando, al delinquir, el culpable haya sido condenado ejecutoriamente por
un delito comprendido en el mismo Título de este Código, siempre que sea de la misma naturaleza. A los
efectos de este número no se computarán los antecedentes penales cancelados o que debieran serlo. ni los
que correspondan a delitos leves.
Las condenas firmes de jueces o tribunales impuestas en otros Estados de la Unión Europea producirán los efectos de
reincidencia salvo que el antecedente penal haya sido cancelado o pudiera serlo con arreglo al Derecho español.
La jurisprudencia ha venido sosteniendo que si la motivación del hecho punible fue ajena a los lazos familiares u
obedeció a razones extrañas al orden parental, el parentesco no operará como agravante, ocurriendo de idéntico
modo cuando se ha roto el vínculo familiar por distanciamiento, por enemistad, por intereses contrapuestos o por
cualquier otra razón, así como en los casos de provocación por parte de la víctima, de ofensas procedentes del mismo
origen, o de infidelidad real o presunta.
EL USO DE INSTRUMENTOS DE DEFENSA (INCLUIDAS ARMAS DE FUEGO) DENTRO DE LA LEGÍTIMA DEFENSA, ESTADO
DE NECESIDAD, MIEDO INSUPERABLE, CUMPLIMIENTO DE UN DEBER O EJERCICIO DE UN DERECHO, OFICIO O
CARGO.
Respecto de la legítima defensa, la cuestión del uso de instrumentos de defensa nos conduce al requisito de la
necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión ilegítima.
Para juzgar la necesidad racional del medio empleado en la defensa, no sólo debe tenerse en cuenta la naturaleza del
medio en sí, sino también el uso que de él se hace y la existencia o no de otras alternativas de defensa menos
gravosas, en función de las circunstancias concretas del hecho.
En lo tocante al cumplimiento de un deber, ejercicio de un derecho, oficio o cargo, tenemos que destacar, por un
lado, que la Ley impone a los funcionarios, particularmente a quienes son autoridad pública o agentes de la misma,
conductas ejecutivas del poder coactivo del Estado que implican ataques a los bienes jurídicos de los particulares, o
hacen uso de las armas para dominar la resistencia opuesta por los conminados al sometimiento de la conducta
debida. Por otro lado, la naturaleza de determinados contratos concretamente los relacionados con la seguridad
privada y sus vigilantes determina, en los mismos términos, la coacción y el uso de las armas o elementos defensivos,
por parte de estos profesionales, cuando en el desempeño de su labor observen la posible lesión o ataque a los bienes,
objeto de su protección.
El empleo de la fuerza ha de estar sujeto a una serie de medidas en las que han de sopesarse varias circunstancias:
imposibilidad de emplear otros medios, gravedad del hecho que determina la intervención, grado de resistencia del
previamente intimado, deberes y facultades del actuante. Como declara nuestra Jurisprudencia, el medio violento ha
de ser necesario o racionalmente indispensable, sin incurrir en abusos y extralimitaciones. La Ley no autoriza el
empleo indiscriminado o desproporcionado de estos medios, por tanto, el vigilante de seguridad ha de ser consciente
de que será directamente responsable ante los tribunales del mal uso que haga de aquellos, si es que produjera daños
innecesarios a los presuntos delincuentes.
Concretamente, y en relación con el uso de las armas de fuego, hay que destacar la Orden Extraordinaria, 20 abril
1983, de la Inspección General de la Policía Nacional, siguiendo el mandato de la Declaración sobre la Policía del
Consejo de Europa, Resolución 690/1979, 8 de mayo. En dicha Orden se especifica que:
"Los miembros de los cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado pueden utilizar sus armas de fuego ante una agresión
ilegítima que se lleve a cabo contra el agente de la autoridad o terceras personas siempre que concurran las siguientes
circunstancias:
1. Que la agresión sea de tal intensidad y violencia que ponga en peligro la vida o integridad física de la persona
atacada.
2. Que el agente de la autoridad considere necesario el uso del arma de fuego para impedir o repeler la agresión
en cuanto racionalmente no puedan ser utilizados otros medios.
3. El uso del arma de fuego ha de ir precedido, si las circunstancias lo permiten, de conminaciones al agresor
para que abandone su actitud y de la advertencia de que se halla ante un agente de la autoridad.
4. En última instancia, ante el fracaso de los medios anteriores, o bien cuando por la rapidez, violencia y riesgo
que entrañe la agresión no haya sido posible su empleo, se debe disparar sobre partes no vitales del cuerpo
del agresor, atendiendo siempre al principio de que el uso del arma cause la menor lesividad posible.
No se incluye la figura del encubridor, que sí figuraba en el anterior Código Penal. De esta forma, se deja de considerar
al encubrimiento como una participación post- delictiva para convertirlo en un delito autónomo. Efectivamente, es
difícil mantener la idea de que el encubrimiento, actuación siempre posterior a la comisión del delito, sea una forma
de participación en el mismo. Al hablar de delito autónomo queremos decir que el que encubra a un asesino, por
ejemplo, ayudándole a sustraerse de la investigación, no será un mero partícipe en el delito de asesinato cometido por
el autor, sino que será autor de su propio delito de encubrimiento, siendo, en este caso, el bien jurídico protegido la
Administración de Justicia.
Son autores quienes realizan el hecho por sí solo, conjuntamente o por medio de otro del que se sirven como
instrumento. También serán considerados autores:
1.a) Los que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo (inductor)
1.b) Los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado. Por tanto, su
participación en el delito es necesaria (cooperador necesario).
• Autor mediato: será aquél que se valga de otra persona para ejecutar el hecho del que se sirve como
instrumento.
• Autor inmediato: será aquél, que realiza por sí misma los actos de ejecución del delito.
Son cómplices los que, no hallándose comprendidos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho con actos
anteriores o simultáneos, pero sus actos no se consideran necesarios para la consumación del mismo. Los cómplices
serán castigados con la pena del delito disminuida en 1 ó 2 grados menos.
En los delitos que se cometan utilizando medios o soportes de difusión mecánicos no responderán criminalmente ni
los cómplices ni quienes los hubieren favorecido personal o realmente. En este caso los autores responderán de forma
escalonada, excluyente y subsidiaria de acuerdo con el siguiente orden:
Los que realmente hayan redactado el texto o producido el signo de que se trate, y quienes les hayan
inducido a realizarlo.
Los directores de la publicación o programa en que se difunda
Los directores de la empresa editora, emisora o difusora
Los directores de la empresa grabadora, reproductora o impresora
El que actúe como administrador de hecho o de derecho de una persona jurídica, o en nombre o representación legal
o voluntaria de otro, responderá personalmente, aunque no concurran en él las condiciones, cualidades o relaciones
que la correspondiente figura de delito requiera para poder ser sujeto activo del mismo, si tales circunstancias se dan
en entidad o persona en cuyo nombre o representación obre.
En estos supuestos, si se impusiere en sentencia una pena de multa al autor del delito, será responsable del pago de la
misma de manera directa y solidaria la persona jurídica en cuyo nombre o por cuya cuenta actúo
Toda persona criminalmente responsable de un delito lo es también civilmente si del hecho se derivaran daños o
perjuicios. Si son dos o más los responsables de un delito los Jueces o Tribunales señalarán la cuota de que deba
responder cada uno.
Los autores y cómplices, cada uno dentro de su respectiva clase, serán responsables solidariamente entre sí por sus
cuotas, y subsidiariamente por las correspondientes a los demás responsables. La responsabilidad subsidiaria se hará
efectiva, primero, con los bienes de los autores y, después, en los de los cómplices.
Tanto en los casos en que se haga efectiva la responsabilidad solidaria como la subsidiaria, quedará a salvo la
repetición del que hubiere pagado contra los demás por la cuotas correspondientes a cada uno.
El encubrimiento
El vigente Código Penal trata esta figura como un delito contra la Administración de Justicia y castiga al que, con
conocimiento de la comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como autor o cómplice, interviniere con
posterioridad a su ejecución, de alguno de los modos siguientes:
1. Auxiliando a los autores o cómplices para que se beneficien del provecho, producto o precio del delito, sin
ánimo de lucro propio.
2. Ocultando, alterando o inutilizando el cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito, para impedir su
descubrimiento.
3. Ayudando a los presuntos responsables de un delito a eludir la investigación de la autoridad o de sus agentes,
o a sustraerse a su búsqueda o captura, siempre que concurra alguna de las circunstancias siguientes:
a. Que el hecho encubierto sea constitutivo de traición, homicidio del Rey, de cualquiera de sus
ascendientes o descendientes, de la Reina consorte o del consorte de la Reina, del Regente o de algún
miembro de la Regencia, o del Príncipe heredero de la Corona, genocidio, delito de lesa humanidad,
delito contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, rebelión, terrorismo u
homicidio.
b. Que el favorecedor haya obrado con abuso de funciones públicas.
Las disposiciones relativas al encubrimiento se aplicarán aun cuando el autor del hecho encubierto sea irresponsable o
esté personalmente exento de pena.
1. Hay tentativa cuando el sujeto da principio a la ejecución del delito directamente por hechos exteriores,
practicando todos o parte de los actos que objetivamente deberían producir el resultado y, sin embargo, éste no
se produce por causas independientes de la voluntad del autor.
• Quedará exento de responsabilidad penal por el delito intentado quien evite voluntariamente la
consumación del delito, bien desistiendo de la ejecución ya iniciada, bien impidiendo la producción del
resultado, sin perjuicio de la responsabilidad en que pudiera haber incurrido por los actos ejecutados, si
éstos fueren ya constitutivos de otro delito.
• Cuando en un hecho intervengan varios sujetos, quedarán exentos de responsabilidad penal aquél o
aquéllos que desistan de la ejecución ya iniciada, e impidan o intenten impedir, seria, firme y decididamente,
la consumación, sin perjuicio de la responsabilidad en que pudieran haber incurrido por los actos
ejecutados, si éstos fueren ya constitutivos de otro delito.
A los autores de tentativa de delito se les impondrá la pena inferior en uno o dos grados a la señalada por la Ley para el
delito consumado, en la extensión que se estime adecuada, atendiendo al peligro inherente al intento y al grado de
ejecución alcanzado. Lo anterior no será de aplicación en los casos en que la tentativa se halle especialmente penada
por la Ley.
2. Hay consumación cuando el sujeto realiza todos los actos constitutivos de la conducta tipificada por la ley.
Son actos preparatorios aquellos actos externos susceptibles de determinar consecuencias jurídico-penales.
• La conspiración existe cuando dos o más personas se conciertan para la ejecución de un delito y resuelven
ejecutarlo.
• La proposición existe cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras personas a ejecutarlo.
• La conspiración y la proposición para delinquir sólo se castigarán en los casos especialmente previstos en la
Ley.
• La provocación existe cuando directamente se incita por medio de la imprenta, la radiodifusión o cualquier
otro medio de eficacia semejante, que facilite la publicidad, o ante una concurrencia de personas, a la
perpetración de un delito.
• Es apología, a los efectos del Código penal, la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier
medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor.
• La apología sólo será delictiva como forma de provocación y si por su naturaleza y circunstancias constituye
un incitación directa a cometer un delito. Si a la provocación hubiese seguido la perpetración del delito, se
castigará como inducción.
Recordar, como ya se ha dicho, que el Código penal determina que éstos actos preparatorios sólo se sancionarán en los
casos especialmente previstos por la Ley.
A los veinte años, cuando la pena máxima señalada al delito sea prisión de quince o más años
A los quince, cuando la pena máxima señalada por la Ley sea inhabilitación por más de diez
años, o prisión por más de diez y menos de quince
A los 10, cuando la pena máxima señalada por la ley sea prisión o inhabilitación por más de
cinco años y que no exceda de 10
A los cinco, cuando la pena máxima señalada por la ley sea prisión o inhabilitación por más
de tres años y que no exceda de cinco
A los tres años, los restantes delitos menos graves
Los delitos de calumnia e injuria prescriben al año
Cuando la pena señalada por la Ley fuere compuesta, se estará a la que exija mayor tiempo para la prescripción.
Los delitos de lesa humanidad y de genocidio y los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto
armado, no prescribirán en ningún caso.
Las penas impuestas por los delitos de lesa humanidad y de genocidio y por los delitos contra las personas y bienes
protegidos en caso de conflicto armado, no prescribirán en ningún caso.
El diccionario define el homicidio como la acción de matar a una persona o muerte causada a una persona por otra.
El Código Penal, en su Libro II, Título Primero: "Del homicidio y sus formas", sitúa la vida humana como primer valor en
el orden de protección de bienes jurídicos.
Homicidio
Consiste en quitar la vida a una persona con voluntad o intención de hacerlo. La acción típica en el homicidio consiste
en matar a otra persona, dado que el bien jurídico protegido es la vida humana independiente, bien supremo del
individuo, como reconoce la propia Constitución Española en su artículo 15, al señalar que todos tienen derecho a la
vida.
1. El que matare a otro será castigado, como reo de homicidio, con la pena de prisión de diez a quince años.
2. Los hechos serán castigados con la pena superior en grado en los siguientes casos:
a) cuando concurra en su comisión alguna de las circunstancias del apartado 1 del artículo 140.
b) cuando los hechos sean además constitutivos de un delito de atentado del artículo 550.
El sujeto activo del delito es cualquier persona, sin que la relación de parentesco justifique un tipo penal agravado. La
agravación del parentesco, podría apreciarse como la circunstancia mixta de parentesco.
El sujeto pasivo lo será todo ser humano vivo, que también constituye objeto material del delito. Ello hace que el
objeto material de este tipo penal desaparezca con la muerte de la persona. Por tanto, sólo el ser humano vivo puede
ser objeto del homicidio.
Homicidio imprudente
1. El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la
pena de prisión de uno a cuatro años.
Si el homicidio imprudente se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se impondrá asimismo
la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a seis años.
Si el homicidio imprudente se hubiera cometido utilizando un arma de fuego, se impondrá también la pena de
privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de uno a seis años.
Si el homicidio se hubiera cometido por imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación
especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de tres a seis años.
2. El que por imprudencia menos grave causare la muerte de otro, será castigado con la pena de multa de tres meses a
dieciocho meses.
Si el homicidio se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se podrá imponer también la pena
de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de tres a dieciocho meses.
Si el homicidio se hubiera cometido utilizando un arma de fuego, se podrá imponer también la pena de privación del
derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de tres a dieciocho meses.
El delito previsto en este apartado sólo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal.
Constituirán imprudencia grave los supuestos más extremos de culpa o negligencia, e imprudencia leve los más
simples. La imprudencia "grave" aparece cuando se omiten las precauciones que exige la más vulgar diligencia, es la
eliminación de la atención más absoluta. La "leve" surge cuando se omite la diligencia media acostumbrada en una
esfera especial de actividad, la omisión de la atención normal.
La imprudencia profesional consiste en la omisión grave de aquellas reglas del arte exclusivas de la profesión, y de las
que carece (impericia) o se olvida o ejecuta descuidadamente (negligencia) el sujeto que la ejerce.
La variación del criterio legislativo, concibiendo el homicidio imprudente como un tipo especial, determina que en el
supuesto de producirse varias muertes por una sola acción u omisión imprudente se aprecien tantos delitos de
homicidio imprudente como muertes se produzcan, valorándose en concurso ideal de delitos.
Asesinato
Será castigado con la pena de prisión de 15 a 25 años, como reo de asesinato, el que matare a otro concurriendo
alguna de las circunstancias siguientes:
1. Con alevosía. Se considera que existe alevosía cuando se emplean medios, modos o formas
que tiendan al aseguramiento de la ejecución del delito con evitación de los riesgos
derivativos de la posible defensa de la víctima.
2. Por precio, recompensa o promesa. Se requieren dos sujetos, el que paga o promete y el
ejecutor, considerándose ambos autores de asesinato.
3. Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido.
4. Para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra.
Cuando en un asesinato concurran más de una de las circunstancias previstas en el apartado anterior, se impondrá la
pena en su mitad superior.
1. El asesinato será castigado con pena de prisión permanente revisable cuando concurra
alguna de las siguientes circunstancias:
• Que la víctima sea menor de dieciséis años de edad, o se trate de una persona especialmente
vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad.
• Que el hecho fuera subsiguiente a un delito contra la libertad sexual que el autor hubiera
cometido sobre la víctima.
• Que el delito se hubiera cometido por quien perteneciere a un grupo u organización criminal.
2. Al reo de asesinato que hubiera sido condenado por la muerte de más de dos personas se le impondrá
una pena de prisión permanente revisable.
La provocación, la conspiración y la proposición para cometer el delito de homicidio y asesinato será castigada con la
pena inferior en uno o dos grados a la señalada.
Consiste en incitar de forma directa a una persona para que se suicide y se comete independientemente de que llegue
a producirse o no la muerte del suicida.
La desaprobación objetiva del suicidio por parte del ordenamiento jurídico determina que la conducta de
favorecimiento, provocación o causación dolosa por tercero se estime acreedora de castigo. El bien jurídico protegido
es el libre ejercicio sobre la autodeterminación del derecho a la disponibilidad de la vida por su titular y la vida misma.
Para el Tribunal Constitucional "el derecho a la vida tiene un contenido de protección positiva, que impide configurarlo
como un derecho a la propia muerte".
"1.- El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de 4 a 8 años. (Inducción al suicidio)
Se impondrá la pena de prisión de 2 a 5 años al que coopere con actos necesarios al suicidio de una persona.
(Auxilio necesario no ejecutivo del suicidio)
Será castigado con la pena de prisión de 6 a 10 años si la cooperación llegara hasta el punto de ejecutar la
muerte. (Homicidio consentido o auxilio ejecutivo del suicidio)
El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición
expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría
necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será
castigado con la pena inferior en 1 ó 2 grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo. ( Homicidio
solicitado o cooperación activa solicitada para el homicidio).
Se introduce una novedad legislativa al regular lo que se ha venido a llamar homicidio "eutanásico" o "eutanasia
directa". Eutanasia significa "buena muerte", "muerte dulce". Es necesario distinguirla de la eutanasia auténtica,
que trata de mitigar el sufrimiento del enfermo, con auxilio activo a morir dignamente sin acortamiento de su
vida, y de la eutanasia indirecta, que conlleva acortamiento de la vida por el suministro de fármacos al enfermo
para mitigar los graves dolores que sufre, sin intención de adelantar su fallecimiento, y de la eutanasia pasiva,
esta ocurre cuando el paciente deja de ser asistido con los medios que le prolongaban artificialmente la vida,
resultando atípicas e impunes estas conductas.
El artículo 15 de la Constitución Española, además del derecho a la vida, menciona también el derecho a la
integridad física.
El aborto
Constituye delito causar la muerte de un feto de forma intencionada y fuera de los casos autorizados legalmente.
Casos de grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la mujer embarazada
Si el embarazo es consecuencia de un delito de violación (siempre que el delito hubiese sido
denunciado y el aborto se practique dentro de las doce primeras semanas de gestación)
Si se presume que el feto va a nacer con graves taras físicas o psíquicas.
2.LESIONES
Consecuentemente con el contenido del artículo 15 de la Constitución Española, si en el homicidio el bien jurídico
protegido es la vida humana, en el delito de lesiones lo que penaliza el Código penal es la conducta que atente contra
la integridad corporal o la salud física o mental.
En el Código Penal se recogen, bajo el nombre de lesiones, una serie de conductas que afectan directamente a la salud
y a la integridad física de las personas. En realidad se trata de un sólo bien jurídico, la salud (física y psíquica), ya que
en este bien jurídico se incluye también la integridad corporal.
De este concepto de salud se derivan dos importantes consecuencias:
1. No constituye delito de lesiones, aunque sí posiblemente un delito de injurias o de coacciones, la disminución
de la integridad corporal que no supone menoscabo de la salud. Por ejemplo, corte de pelo o de barba, daños
de prótesis artificiales, etc.
2. No constituye tampoco un delito de lesiones la acción que objetivamente supone una mejora de la salud,
aunque incida negativamente en la integridad corporal como, por ejemplo, la amputación de una pierna
gangrenada.
Los delitos de lesiones son delitos de resultado material para cuya comisión se requiere la producción de una lesión,
con las características previstas en el tipo penal concreto.
De las lesiones
Entendemos como lesión el daño o detrimento corporal causado por una herida, golpe o enfermedad o la
perturbación de la situación física y/o psíquica de una persona. Así que, la lesión se define como un menoscabo de la
integridad corporal o de la salud física o mental.
El Tribunal Supremo, en Sentencia de 20 de mayo de 1989 dice: "Lesión es concepto equivalente a todo detrimento
causado en el cuerpo, en la salud o en la mente".
Desde la perspectiva médica, por lesión se entiende toda herida, daño o cambio patológico de un tejido corporal o
cualquier anomalía local, visible, de los tejidos de la piel, como una herida, una llaga, una erupción o un forúnculo,
pudiéndose calificar ésta como benigna, cancerosa, grosera, oculta o primaria.
Desde el punto de vista legal, una lesión tan sólo tendrá consideración penal cuando ésta haya sido producida por una
persona a otra, debiendo existir para tal resultado necesaria relación de causalidad, es decir, resultado lesivo producto
de animus laedendi. Por el contrario, cuando la lesión haya sido cometida por un animal o cosa, cuando lo que exista
sea el conocido como animus necandi (ánimo de matar) y no propiamente ánimo de lesionar, o cuando estemos ante
una autolesión, no podremos nunca hablar del tipificado como delito de lesiones en nuestro actual Código Penal. Por
tanto, aunque estemos ante lesiones médicas no por ello necesariamente éstas habrán de ser definidas como lesiones
desde un punto de vista jurídico-penal.
Aunque en un principio el concepto de lesión parece ser lo suficientemente claro, no es así, es más complejo,
debiéndose estudiar para su calificación como motivo de imputación penal bajo el concepto de delito de lesiones
varios extremos, tales como su origen, el resultado o sus consecuencias, separando necesariamente la definición de
lesión sanitaria de la penal, aun cuando ambas estén estrechamente unidas.
1. La culpabilidad o el ánimo de lesionar: Para hablar de lesión desde el punto de vista penal es necesario que exista
ánimo de lesionar (animus laedendi), intención no de matar sino de herir, golpear o maltratar a otro, siendo también
punible el no tener la precaución debida para con determinados actos o, en su caso, omitir cualquier tipo de auxilio si
éste era necesario, produciendo con ello un menoscabo en la salud o en la integridad física, sin que sea menester el
proponerse un resultado matemáticamente previsible, según se reconoce en diversas sentencias del Tribunal Supremo.
Se considera el delito de lesiones como un delito de resultado (no existe la tentativa), donde casi siempre es necesario
que exista dolo, en cualquiera de sus acepciones (dolo genérico, directo o de propósito, indirecto o dolo eventual).
2. Bien jurídico protegido: El bien jurídico protegido por el Código penal es, obviamente, tanto la integridad corporal
como la salud física o mental.
• El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal
o su salud física o mental, será castigado, como reo del delito de lesiones con la pena de prisión de tres meses
a tres años o multa de seis a doce meses, siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad,
además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. La simple vigilancia o
seguimiento facultativo del curso de la lesión no se considerará tratamiento médico.
• El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión no incluida en el apartado anterior,
será castigado con la pena de multa de uno a tres meses.
• El que golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, será castigado con la pena de multa de uno a
dos meses.
• Los delitos previstos en los dos apartados anteriores sólo serán perseguibles mediante denuncia de la persona
agraviada o de su representante legal.
Las lesiones previstas podrán ser castigadas con la pena de prisión de dos a cinco años, atendiendo al resultado
causado o riesgo producido:
En cuanto a la peligrosidad del medio utilizado para causar la lesión, la agravación será ajustada siempre que el sujeto
activo sea consciente de tal peligrosidad objetiva, cualquiera que sea la gravedad de la lesión que se haya producido.
Dichos medios, entre otros, se podrían resumir:
• Armas. Pueden ser propias o impropias, aunque éstas últimas pueden caber mejor en el concepto de objetos
o instrumentos. Pueden ser de fuego, blancas, de caza, deportivas, de guerra, de valor artístico, de defensa.
• Instrumento. Es todo objeto que se pone al servicio de un propósito distinto del de un arma, pero capaz de
producir lesiones. Así, instrumentos para producir ataduras, para colgar, para conducir corriente eléctrica,
para demoler, para esquilar, una tijera, una aguja de tricotar, una olla, un plato, una maceta, un matillo.
• Objeto. Es toda cosa que sin ser un arma ni un instrumento, usándolo de determinada manera puede causar
lesiones. Así, una piedra, un libro lanzado con contundencia, un trozo de cristal, tornillos, una aguja
hipodérmica.
• Medios. Son los hechos o acontecimientos naturales provocados de los que se sirve el agente para delinquir
con más facilidad, con más impunidad o con más intensidad. Así, lesionar electrificando el agua, conduciendo
a alguien hacia arenas movedizas o hacia aguas turbulentas, o inutilizando los frenos de un coche, o
colocando un explosivo, o inundando un valle. Se incluye el contagio.
• Método. Es todo procedimiento más o menos planificado, sea por el propio agente delictivo o por un tercero,
ya conocido o improvisado, pero que resulta hábil para lesionar. Así, cualquier forma de tortura o vejamen,
privar de agua, de comida, de sueño, ensordecer, aterrar.
Respecto a las formas o maneras, se refieren al comportamiento. Así, golpear súbitamente con la cabeza o con los pies,
agredir a traición, empujar hacia un sitio plagado de objetos cortantes, despeñar.
Los artículos 149 y 150 del Código Penal constituyen dos tipos cualificados en función de la mayor o menor gravedad
de los resultados que produzca la lesión.
anterior, castiga con la pena de prisión de tres a seis años al que causare a otro la pérdida o inutilidad de un órgano o
miembro no principal, o la deformidad.
En el primer caso el órgano o miembro inutilizado o mutilado debe ser "principal", es decir, esencial pero no vital (un
riñón, el pie, la lengua, la mano, un ojo). Por miembro u órgano no principal se entiende el que no es vital ni esencial
para la salud o la integridad, los que carecen de autonomía funcional, y tan sólo sirven para facilitar el funcionamiento
de los principales (un dedo, el lóbulo de la oreja, el bazo, las piezas dentales).
El que causara a otro una mutilación genital en cualquiera de sus manifestaciones será castigado con la pena de prisión
de seis a 12 años. Si la víctima fuera menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, será
aplicable la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o
acogimiento por tiempo de cuatro a 10 años, si el juez lo estima adecuado al interés del menor o persona con
discapacidad necesitada de especial protección.
La provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos previstos en los artículos precedentes de este
Título, será castigada con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente.
A. El que por imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos anteriores será
castigado, en atención al riesgo creado y el resultado producido:
1. Con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a dieciocho meses, si se tratare de las lesiones del
apartado 1 del artículo 147.
2. Con la pena de prisión de uno a tres años, si se tratare de las lesiones del artículo 149.
3. Con la pena de prisión de seis meses a dos años, si se tratare de las lesiones del artículo 150.
- Si las lesiones se hubieran causado utilizando un arma de fuego, se impondrá también la pena de
privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de uno a cuatro años.
- Si las lesiones hubieran sido cometidas por imprudencia profesional, se impondrá además la pena de
inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de seis meses a
cuatro años.
B. El que por imprudencia menos grave causare alguna de las lesiones a que se refieren los artículos 149 y 150 será
castigado con una pena de multa de tres meses a doce meses.
• Si los hechos se hubieran cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se podrá imponer también
la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de tres meses a un año.
• Si las lesiones se hubieran causado utilizando un arma de fuego, se podrá imponer también la pena de
privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de tres meses a un año.
El delito previsto en este apartado sólo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal.
1. El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión de menor
gravedad de las previstas en el apartado 2 del artículo 147, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle
lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga
relación de afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el autor, será
castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficios de la comunidad de treinta y
uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a
tres años, así como, cuando el juez o tribunal lo estime adecuado al interés del menor o persona con
discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela,
curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años.
2. Si la víctima del delito previsto en el apartado anterior fuere alguna de las personas a que se refiere el
artículo 173.2, exceptuadas las personas contempladas en el apartado anterior de este artículo, el autor será
castigado con la pena de prisión de tres meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y
uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a tres
años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o persona con discapacidad
necesitada de especial protección, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda
o acogimiento de seis meses a tres años.
3. Las penas previstas en los apartados 1 y 2 se impondrán en su mitad superior cuando el delito se
perpetre en presencia de menores, o utilizando armas, o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de
la víctima, o se realice quebrantando una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código o una
medida cautelar o de seguridad de la misma naturaleza.
2. Riñas tumultuarias
Quienes riñeren entre sí, acometiéndose tumultuariamente, y utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro
la vida o integridad de las personas, serán castigados por su participación en la riña con la pena de prisión de tres
meses a un año o multa de seis a 24 meses.
No se sanciona la mera participación en riña sino, como queda tipificado, la participación utilizando medios o
instrumentos que pongan en peligro la vida o la integridad (delito de peligro concreto). Además se exige que tal
acometimiento sea tumultuario, es decir, que intervengan más de dos personas, siendo también necesario que se
llegue a las vías de hecho, no bastando las simples agresiones verbales (amenazas) o el sacar un arma en una riña, que
sería un delito de lesiones leve.
En definitiva, para que exista este tipo delictual se ha de participar en una riña tumultuaria (da igual el resultado)
utilizando medios o instrumentos que creen una efectiva situación de peligro. Si así no fuese sería tan sólo un ilícito de
desorden público.
3. Lesiones al feto
El que, por cualquier medio o procedimiento, causare en un feto una lesión o enfermedad que perjudique gravemente
su normal desarrollo, o provoque en el mismo una grave tara física o psíquica, será castigado con pena de prisión de
uno a cuatro años e inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión sanitaria, o para prestar servicios de toda
índole en clínicas, establecimientos o consultorios ginecológicos, públicos o privados, por tiempo de dos a ocho años.
El que, por imprudencia grave, cometiere los hechos descritos en el artículo anterior, será castigado con la pena de
prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses.
Cuando los hechos descritos en el artículo anterior fueren cometidos por imprudencia profesional se impondrá
asimismo la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de seis
meses a dos años.
El tipo penal que sanciona las lesiones producidas al feto, ya sea intencionadamente o por imprudencia grave, parece
pensado para castigar a los que realizan maniobras abortivas ilegales, a los que impiden el normal crecimiento
intrauterino del nasciturus (el concebido no nacido), sin consumar la muerte del mismo, sólo dañándolo, aun cuando
no pueden descartarse otros posibles propósitos (experimentación, supresión de taras o enfermedades genéticas
mediante manipulación intrauterina…).
Es un delito que puede llevarse a cabo tanto por medios físicos como por medios mecánicos.
4. La manipulación genética
Los delitos contra la manipulación genética son conductas punibles de muy nueva creación. Los avances científicos en
estos últimos años han dado como fruto la existencia y desarrollo de técnicas de fecundación y reproducción asistidas
que, para que sean legales, han de seguir unas pautas estrictas dejando a un lado el debate ético-moral que tales
técnicas comportan. En consecuencia, se considerarán delictivos los siguientes actos: la manipulación de genes
humanos cuando no se trate de enfermedades muy graves, el uso ilícito de la ingeniería genética, la fecundación ilícita
de óvulos humanos y la reproducción asistida no consentida.
En los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válido, libre, consciente y expresamente emitido del
ofendido, se impondrá la pena inferior en uno o dos grados.
El consentimiento, que ha de ser "válida, libre, consciente y expresamente emitido" por el ofendido (sin coacción ni
influencia que lo vicie y con plena conciencia), no
tiene validez justificante en los delitos de lesiones, pero sí tiene efectos atentatorios (pena inferior en uno o dos
grados).
No será válido el consentimiento otorgado por un menor de edad (de dieciocho años) o una persona con discapacidad
necesitada de especial protección.
Excepción:
“No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el consentimiento válida, libre, consciente y expresamente emitido
exime de responsabilidad penal en los supuestos de trasplante de órganos efectuado con arreglo a lo dispuesto en la
ley, esterilizaciones y cirugía transexual realizadas por facultativo, salvo que el consentimiento se haya obtenido
viciadamente, o mediante precio o recompensa, o el otorgante sea menor de edad o carezca absolutamente de
aptitud para prestarlo, en cuyo caso no será válido el prestado por éstos ni por sus representantes legales.
No será punible la esterilización acordada por órgano judicial en el caso de personas que de forma permanente no
puedan prestar en modo alguno el consentimiento al que se refiere el párrafo anterior, siempre que se trate de
supuestos excepcionales en los que se produzca grave conflicto de bienes jurídicos protegidos, a fin de salvaguardar el
mayor interés del afectado, todo ello con arreglo a lo establecido en la legislación civil”.
El particular que encerrare o detuviere (debemos entender que ha transcurrido un mínimo lapso de tiempo, a valorar
según las circunstancias) a otro, privándole de su libertad, será castigado. Si el culpable diera libertad al encerrado o
detenido dentro de los tres primeros días de su detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto, se
impondrá la pena inferior en grado. La pena se agravará si el encierro o detención ha durado más de 15 días.
El particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes (los casos en que el particular está facultado para la
práctica de la detención vienen enumerados en el artículo 490 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal), aprehendiere a
una persona para presentarla inmediatamente a la autoridad, será castigado con la pena de multa de 3 a 6 meses.
2. SECUESTRO
El secuestro es la detención ilegal de una persona exigiendo alguna condición para ponerla en libertad, sea dinero o
cualquier otro beneficio, que no tiene necesariamente que tener un contenido económico. De ahí que no se llame
‘rescate’ sino ‘condición’.
El secuestro de una persona exigiendo alguna condición para ponerla en libertad, será castigado con la pena de prisión
de 6 a 10 años.
Tipos agravados
Las penas se impondrán en su mitad superior:
• Si la detención ilegal o secuestro se ha ejecutado con simulación de autoridad o función pública, o la víctima
fuere menor de edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección o funcionario público en
el ejercicio de sus funciones.
• Si el reo de detención ilegal o secuestro no da razón del paradero de la persona detenida, salvo que la haya
dejado en libertad.
El hecho será castigado con una pena de quince a veinte años de prisión, en el caso de detención ilegal, y de veinte a
veinticinco años de prisión, en el de secuestro, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
a) Que la víctima fuera menor de edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección.
b) Que el autor hubiera llevado a cabo la detención ilegal o secuestro con la intención de atentar contra la
libertad o la indemnidad sexual de la víctima, o hubiera actuado posteriormente con esa finalidad.
Que, fuera de los casos permitidos por la ley, y sin mediar causa por delito, cometiere alguno de los hechos descritos
en este Capítulo será castigado con las penas respectivamente previstas en éstos, en su mitad superior, pudiéndose
llegar hasta la superior en grado.
Actos preparatorios
La provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos previstos en este capítulo se castigarán con la
pena inferior en uno o dos grados.
El Código Penal, si bien agravó las penas para los delitos de detención ilegal o secuestro cuando la víctima fuera menor
de edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección, no llegó a tratar el tema de la posible
sustracción o negativa a restituirlo por parte de alguno de los progenitores. Ante la alarma social que tales hechos
producen en la población, el legislador salvó esta situación modificando el Código Penal mediante la Ley Orgánica
9/2002, de 10 de diciembre ( BOE número 296, de 11 de diciembre) y previendo medidas cautelares en el ámbito civil
que eviten las sustracciones o retenciones ilícitas de menores.
3. AMENAZAS
Gramaticalmente amenaza significa dar a entender a otro, con actos o palabras, que se le quiere hacer algún mal.
Pero, desde el punto de vista jurídico, no toda amenaza constituye infracción penal, sino que deben concurrir una
serie de requisitos.
En principio, no se exige que el sujeto activo tenga el propósito de llevar a cabo la amenaza, sino que basta con que el
sujeto pasivo, aparentemente, pueda considerarse atemorizado, privándole así de su tranquilidad y sosiego.
El mal anunciado ha de ser futuro, requisito que permite distinguir las amenazas de otros delitos en que la
intimidación aparece como elemento integrante pero el mal anunciado es inmediato (coacciones).
Amenazas graves
El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un
mal que constituya delito de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, tortura, contra la integridad moral, la
libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico, será castigado:
1. Con la pena de prisión de 1 a 5 años, si se hubiere hecho la amenaza exigiendo una cantidad o imponiendo
cualquier otra condición, aunque no sea ilícita, y el culpable hubiere conseguido su propósito. De no
conseguirlo, se impondrá la pena de prisión de 6 meses a 3 años. Las penas señaladas en el párrafo anterior
se impondrán en su mitad superior si las amenazas se hicieren por escrito, por teléfono o por cualquier medio
de comunicación de reproducción, o en nombre de entidades o grupos reales o supuestos.
2. Con la pena de prisión de 6 meses a 2 años, cuando la amenaza no haya sido condicional.
Si las amenazas de un mal que constituyere delito fuesen dirigidas a atemorizar a los habitantes de una población,
grupo étnico, cultural o religioso, o colectivo social o profesional, o a cualquier otro grupo de personas y tuvieran la
gravedad necesaria para conseguirlo, se impondrán, respectivamente, las penas superiores en grado a las previstas en
el artículo anterior.
Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años, los que, con la misma finalidad y gravedad, reclamen
públicamente la comisión de acciones violentas por parte de organizaciones o grupos terroristas.
Las amenazas de un mal que no constituya delito serán castigadas con pena de prisión de tres meses a un año o multa
de seis a 24 meses, atendidas la gravedad y circunstancia del hecho, cuando la amenaza fuere condicional y la
condición no consistiere en una conducta debida. Si el culpable hubiere conseguido su propósito se le impondrá la
pena en su mitad superior.
Si alguien exigiere de otro una cantidad o recompensa bajo la amenaza de revelar o difundir hechos referentes a su
vida privada o relaciones familiares que no sean públicamente conocidos y puedan afectar a su fama, crédito o interés,
será castigado con la pena de prisión de dos a cuatro años, si ha conseguido la entrega de todo o parte de lo exigido, y
con la de cuatro meses a dos años, si no lo consiguiere.
Si el hecho descrito en el apartado anterior consistiere en la amenaza de revelar o denunciar la comisión de algún
delito el ministerio fiscal podrá, para facilitar el castigo de la amenaza, abstenerse de acusar por el delito cuya
revelación se hubiere amenazado, salvo que éste estuviere castigado con pena de prisión superior a dos años. En este
último caso, el juez o tribunal podrá rebajar la sanción en uno o dos grados.
El que de modo leve amenace a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una
análoga relación de afectividad aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de
trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la
tenencia y porte de armas de un año y un día a tres años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al
interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación especial para el
ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años.
Igual pena se impondrá al que de modo lee amenace a una persona especialmente vulnerable que conviva con el
autor.
El que de modo leve amenace con armas u otros instrumentos peligrosos a alguna de las personas a las que se refiere
el artículo 173.2, exceptuadas las contempladas en el apartado anterior de este artículo, será castigado con la pena de
prisión de tres meses a un año o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en todo caso,
privación del derecho a la tenencia y porte de armas de uno a tres años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime
adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación especial
para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de seis meses a tres años.
Se impondrán las penas previstas en los apartados 4 y 5, en su mitad superior cuando el delito se perpetre en
presencia de menores, o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se realice quebrantando
una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código o una medida cautelar o de seguridad de la misma
naturaleza.
• No obstante lo previsto en los apartados 4 y 5, el Juez o Tribunal, razonándolo en sentencia, en atención a las
circunstancias personales del autor y a las concurrentes en la realización del hecho, podrá imponer la pena
inferior en grado.
• Fuera de los casos anteriores, el que de modo leve amenace a otro será castigado con la pena de multa de
uno a tres meses. Este hecho sólo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal.
Cuando el ofendido fuere alguna de las personas a las que se refiere el apartado 2 del artículo 173, la pena será la de
localización permanente de cinco a treinta días, siempre en domicilio diferente y alejado del de la víctima, o trabajos
en beneficio de la comunidad de cinco a treinta días, o multa de uno a cuatro meses, ésta última únicamente en los
supuestos en los que concurran las circunstancias expresadas en el apartado 2 del artículo 84. En estos casos no será
exigible la denuncia a que se refiere el párrafo anterior.
4. COACCIONES
En esta figura la acción consiste en obligar a otro, mediante violencia, a hacer u omitir un determinado
comportamiento que la Ley no prohíbe. La jurisprudencia y la mayor parte de la doctrina entienden por violencia tanto
la violencia física, ejercida sobre las personas o cosas, como la violencia moral, es decir, la intimidación.
La diferencia fundamental con las amenazas es que en las coacciones el mal aparece como inminente, en tanto que en
las amenazas el mal es futuro.
Artículo 172
1. El que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o le
compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres
años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados.
Cuando la coacción ejercida tuviera como objeto impedir el ejercicio de un derecho fundamental se le impondrán las
penas en su mitad superior, salvo que el hecho tuviera señalada mayor pena en otro precepto de este Código.
También se impondrán las penas en su mitad superior cuando la coacción ejercida tuviera por objeto impedir el
legítimo disfrute de la vivienda.
2. El que de modo leve coaccione a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una
análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de
trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la
tenencia y porte de armas de un año y un día a tres años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al
interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación especial para el
ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años.
Igual pena se impondrá al que de modo leve coaccione a una persona especialmente vulnerable que conviva con el
autor.
Se impondrá la pena en su mitad superior cuando el delito se perpetre en presencia de menores, o tenga lugar en el
domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se realice quebrantando una pena de las contempladas en el artículo
48 de este Código o una medida cautelar o de seguridad de la misma naturaleza.
No obstante lo previsto en los párrafos anteriores, el Juez o Tribunal, razonándolo en sentencia, en atención a las
circunstancias personales del autor y a las concurrentes en la realización del hecho, podrá imponer la pena inferior en
grado.
3. Fuera de los casos anteriores, el que cause a otro una coacción de carácter leve, será castigado con la pena de multa
de uno a tres meses. Este hecho sólo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal.
Cuando el ofendido fuere alguna de las personas a las que se refiere el apartado 2 del artículo 173, la pena será la de
localización permanente de cinco a treinta días, siempre en domicilio diferente y alejado del de la víctima, o trabajos
en beneficio de la comunidad de cinco a treinta días, o multa de uno a cuatro meses, ésta última únicamente en los
supuestos en los que concurran las circunstancias expresadas en el apartado 2 del artículo 84.
1. El que con intimidación grave o violencia compeliere a otra persona a contraer matrimonio será castigado con una
pena de prisión de seis meses a tres años y seis meses o con multa de doce a veinticuatro meses, según la gravedad de
la coacción o de los medios empleados.
2. La misma pena se impondrá a quien, con la finalidad de cometer los hechos a que se refiere el apartado anterior,
utilice violencia, intimidación grave o engaño para forzar a otro a abandonar el territorio español o a no regresar al
mismo.
3. Las penas se impondrán en su mitad superior cuando la víctima fuera menor de edad.
1. Será castigado con la pena de prisión de tres meses a dos años o multa de seis a veinticuatro meses el que acose a
una persona llevando a cabo de forma insistente y reiterada, y sin estar legítimamente autorizado, alguna de las
conductas siguientes y, de este modo, altere gravemente el desarrollo de su vida cotidiana:
2. Establezca o intente establecer contacto con ella a través de cualquier medio de comunicación, o
por medio de terceras personas.
3. Mediante el uso indebido de sus datos personales, adquiera productos o mercancías, o contrate
servicios, o haga que terceras personas se pongan en contacto con ella.
4. Atente contra su libertad o contra su patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de otra persona
próxima a ella.
Si se trata de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o situación, se impondrá la
pena de prisión de seis meses a dos años.
2. Cuando el ofendido fuere alguna de las personas a las que se refiere el apartado 2 del artículo 173, se impondrá
una pena de prisi.
ón de uno a dos años, o trabajos en beneficio de la comunidad de sesenta a ciento veinte días. En este caso no será
necesaria la denuncia a que se refiere el apartado 4 de este artículo.
1. Las penas previstas en este artículo se impondrán sin perjuicio de las que pudieran corresponder a los delitos
en que se hubieran concretado los actos de acoso.
2. Los hechos descritos en este artículo sólo serán perseguibles mediante denuncia de la persona agraviada o de
su representante legal.
Este Título es una consecuencia del derecho a la integridad física y moral reconocido en el artículo 15 de la
Constitución española. Supone el derecho a no ser dañado en el propio cuerpo, ni física ni moralmente, a través de
torturas o tratos inhumanos o degradantes.
Esta prohibición está basada en consideraciones morales de toda evidencia, que en última instancia se resumen en la
consideración de la dignidad de la persona humana.
El bien jurídico protegido en estos delitos es, por tanto, la integridad moral de las personas derivada de su dignidad,
que implica la exigencia de respeto por parte de todos, en particular de las autoridades y funcionarios públicos.
6. VIOLENCIA DOMÉSTICA
Nuestra sociedad, a cuya seguridad pretendemos contribuir desde la esfera de la seguridad privada, se encuentra
especialmente concienciada respecto a la lacra que suponen ciertas conductas que tienen lugar dentro del ámbito
familiar o doméstico. Consecuente con este sentimiento popular, la Ley Orgánica 11/2003, de 29 de septiembre, en su
exposición de motivos reconoce:
El fenómeno de la violencia doméstica tiene un alcance ciertamente pluridisciplinar. Es preciso abordarlo con medidas
preventivas, con medidas asistenciales y de intervención social a favor de la víctima, con medidas incentivadoras de la
investigación, y también con medidas legislativas orientadas a disuadir de la comisión de estos delitos.
Por ello, los delitos relacionados con la violencia doméstica han sido objeto en esta reforma de una preferente
atención, para que el tipo delictivo alcance a todas sus manifestaciones y para que su regulación cumpla su objetivo en
los aspectos preventivos y represivos. También se ha incrementado de manera coherente y proporcionada su penalidad
y se han incluido todas las conductas que puedan afectar al bien jurídico protegido.
En esta línea, en primer lugar, las conductas que son consideradas en el Código penal como falta de lesiones, cuando se
cometan en el ámbito doméstico pasan a considerarse delitos, con lo cual se abre la posibilidad de imponer pena de
prisión y, en todo caso, la pena de privación del derecho a la tenencia y porte de armas.
En segundo lugar, respecto a los delitos de violencia doméstica cometidos con habitualidad, se les dota de una mejor
sistemática, se amplía el círculo de sus posibles víctimas, se impone, en todo caso, la privación del derecho a la
tenencia y porte de armas y se abre la posibilidad de que el juez o tribunal sentenciador acuerde la privación de la
patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento.
a. El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será
castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.
Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose
de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a
constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima.
Se impondrá también la misma pena al que de forma reiterada lleve a cabo actos hostiles o humillantes que, sin llegar
a constituir trato degradante, tengan por objeto impedir el legítimo disfrute de la vivienda.
a. El que habitualmente ejerza violencia física o psíquica sobre quien sea o haya sido su cónyuge o sobre persona que
esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o sobre los descendientes,
ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o del cónyuge o conviviente, o sobre los
menores o personas con discapacidad necesitadas de especial protección que con él convivan o que se hallen sujetos a
la potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho del cónyuge o conviviente, o sobre persona amparada en
cualquier otra relación por la que se encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar, así como sobre las
personas que por su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a custodia o guarda en centros públicos o
privados, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años, privación del derecho a la tenencia y porte
de armas de tres a cinco años y, en su caso, cuando el juez o tribunal lo estime adecuado al interés del menor o
persona con discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación especial para el ejercicio de la patria
potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de uno a cinco años, sin perjuicio de las penas que
pudieran corresponder a los delitos en que se hubieran concretado los actos de violencia física o psíquica.
Se impondrán las penas en su mitad superior cuando alguno o algunos de los actos de violencia se perpetren en
presencia de menores, o utilizando armas, o tengan lugar en el domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se
realicen quebrantando una pena de las contempladas en el artículo 48 o una medida cautelar o de seguridad o
prohibición de la misma naturaleza.
En los supuestos a que se refiere este apartado, podrá además imponerse una medida de libertad vigilada.
a. Para apreciar la habitualidad a que se refiere el apartado anterior, se atenderá al número de actos de violencia
que resulten acreditados, así como a la proximidad temporal de los mismos, con independencia de que dicha
violencia se haya ejercido sobre la misma o diferentes víctimas de las comprendidas en este artículo, y de que los
actos violentos hayan sido o no objeto de enjuiciamiento en procesos anteriores.
b. Quien cause injuria o vejación injusta de carácter leve, cuando el ofendido fuera una de las personas a las que se
refiere el apartado 2 del artículo 173, será castigado con la pena de localización permanente de cinco a treinta
días, siempre en domicilio diferente y alejado del de la víctima, o trabajos en beneficio de la comunidad de cinco
a treinta días, o multa de uno a cuatro meses, esta última únicamente en los supuestos en los que concurran las
circunstancias expresadas en el apartado 2 del artículo 84
c. Las injurias solamente serán perseguibles mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante
legal.
1. La privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos impide al penado residir o
acudir al lugar en que haya cometido el delito, o a aquél en que resida la víctima o su familia, si fueren
distintos.
a. La prohibición de aproximarse a la víctima, o a aquellos de sus familiares u otras personas que determine el
juez o tribunal, impide al penado acercarse a ellos, en cualquier lugar donde se encuentren, así como acercarse a
su domicilio, a sus lugares de trabajo y a cualquier otro que sea frecuentado por ellos, quedando en suspenso,
respecto de los hijos, el régimen de visitas, comunicación y estancia que, en su caso, se hubiere reconocido en
sentencia civil hasta el total cumplimiento de esta pena.
b. La prohibición de comunicarse con la víctima, o con aquellos de sus familiares u otras personas que determine
el juez o tribunal, impide al penado establecer con ellas, por cualquier medio de comunicación o medio
informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual.
c. El juez o tribunal podrá acordar que el control de estas medidas se realice a través de aquellos medios
electrónicos que lo permitan.
8. DELITO DE TORTURA
Comete tortura la autoridad o funcionario público que, abusando de su cargo, y con el fin de obtener una confesión o
información (tortura indagatoria o inquisitiva) de cualquier persona (cuya producción no se exige para la
consumación) o de castigarla por cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha cometido (tortura
vindicativa), la sometiere a condiciones o procedimientos que por su naturaleza, duración u otras circunstancias, le
supongan sufrimientos físicos o mentales, la supresión o disminución de sus facultades de conocimiento,
discernimiento o decisión, o que de cualquier otro modo atenten contra su integridad moral.
El culpable de tortura será castigado con la pena de prisión de dos a seis años si el atentado fuera grave, y de prisión
de uno a tres años si no lo es. Además de las penas señaladas se impondrá, en todo caso, la pena de inhabilitación
absoluta de ocho a 12 años.
No se consideran torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que
sean inherentes o incidentales a éstas.
Nos encontramos con un delito que guarda una gran analogía con el precedente delito de tortura, de donde toma el
sujeto activo, el abuso del cargo y uno de los resultados típicos (el atentado contra la integridad moral), prescindiendo
de los demás elementos del delito de tortura precisamente para diferenciarse de éste y configurar un tipo residual. Se
excluye, por tanto, la concurrencia del elemento subjetivo del injusto constituido por la finalidad de obtener una
confesión o información o castigar a una persona por cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha
cometido.
Pero, aun cuando no se exija tal elemento, tampoco deben producirse la perpetración de sufrimientos físicos o
mentales o la supresión o disminución de las facultades de conocimiento, discernimiento o decisión del sujeto pasivo.
Si se produce el tercer resultado (atentado contra la integridad moral) y la ausencia del mencionado elemento
subjetivo, nos encontramos ante el tipo residual.
"La autoridad o funcionario público que, abusando de su cargo y fuera de los casos comprendidos en el artículo
anterior, atentare contra la integridad moral de una persona será castigado con la pena de prisión de dos a cuatro años
si el atentado fuera grave, y de prisión de seis meses a dos años si no lo es. Se impondrá, en todo caso, al autor,
además de las penas señaladas, la de inhabilitación especial para empleo o cargo público de dos a cuatro años".
Reglas concursales. Si en los delitos descritos en los artículos precedentes, además del atentado a la integridad moral,
se produjere lesión o daño a la vida, integridad física, salud, libertad sexual o bienes de la víctima o de un tercero, se
castigarán los hechos separadamente con la pena que les corresponda por los delitos o faltas cometidos, excepto
cuando aquél ya se halle especialmente castigado por la Ley.
El Código Penal, dedica su Título XIII a los Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico, si bien no
todas las figuras recogidas en dicho se dirigen exclusivamente contra el patrimonio. Junto a los intereses patrimoniales
se encuentran en juego otros como la integridad física (robo con violencia o intimidación en las personas) o la libertad
(extorsión).
Para un sector mayoritario, el patrimonio sólo incluye las cosas que revisten valor, pero siempre que estén en poder
del sujeto en virtud de una relación jurídica. Quedan excluidas las posiciones de poder fáctico desaprobadas por el
ordenamiento jurídico.
1. CLASIFICACIÓN
Los delitos contra el patrimonio se clasifican en delitos de enriquecimiento y delitos sin enriquecimiento.
Delitos de enriquecimiento
Son los que se cometen con ánimo de lucro, es decir, son aquellos en los que el sujeto activo se quiere procurar una
ventaja o provecho para él o para un tercero. Los delitos de enriquecimiento pueden ser.
1. De apoderamiento: Donde se toma materialmente una cosa mueble o se usurpa un derecho real o una cosa
inmueble (robo, hurto, usurpación...). La realización de este tipo de delitos requiere un comportamiento físico
activo, incluso con medios comisivos violentos.
2. Defraudaciones: Se realizan por medios psicológicos más sutiles como el engaño. Son la estafa,
apropiación indebida, insolvencias punibles…
Son los que se cometen sin ánimo de lucro, es decir, aquellos en los que el ánimo de enriquecimiento no
existe. Por ejemplo, el delito de daños.
2. DELITOS DE APODERAMIENTO
2.1 Hurto
La acción consiste en apropiarse de las cosas muebles ajenas, sin la voluntad de su dueño y sin el empleo de fuerza en
las cosas y sin violencia o intimidación en las personas, con el objeto de obtener un beneficio.
El bien jurídico protegido es la posesión de hecho de las cosas muebles, cualesquiera que sea su origen, si bien
indirectamente resultará generalmente lesionado el derecho de propiedad de alguien.
El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño será castigado, como reo de
hurto, con la pena de prisión de seis a 18 meses si la cuantía de lo sustraído excede de 400 euros.
Se impondrá una pena de multa de 1 a 3 meses si la cuantía de lo sustraído no excediese de 400 euros, salvo si
concurriese alguna de las circunstancias del hurto agravado.
Las penas establecidas en los apartados anteriores se impondrán en su mitad superior cuando en la comisión del hecho
se hubieran neutralizado, eliminado o inutilizado, por cualquier medio, los dispositivos de alarma o seguridad
instaladas en las cosas sustraídas.
Hurto agravado
El hurto será castigado con la pena de prisión de 1 a 3 años cuando concurran alguna de las siguientes circunstancias o
en su mitad superior si se dan 2 o más circunstancias.
Será castigado con multa de 3 a 12 meses el que, siendo dueño de una cosa mueble o actuando con el consentimiento
de éste, la sustrajere de quien la tenga legítimamente en su poder, con perjuicio del mismo o de un tercero, siempre
que el valor de aquélla excediere de 400 euros. Si no excede de 400 euros, multa de 1 a 3 meses.
Robo
Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza
en las cosas para acceder o abandonar el lugar donde éstas se encuentran o violencia o intimidación en las personas,
sea al cometer el delito, para proteger la huida, o sobre los que acudiesen en auxilio de la víctima o que le
persiguieren.
Son reos del delito de robo con fuerza en las cosas los que ejecuten el hecho cuando concurra alguna de las
circunstancias siguientes:
1° Escalamiento. Por éste puede entenderse: La entrada en el lugar del robo por una vía que no fuera la destinada al
efecto.
3° Fractura de armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos cerrados o sellados, o forzamiento de sus cerraduras
o descubrimiento de sus claves para sustraer su contenido, sea en el lugar del robo o fuera del mismo.
4°Uso de llaves falsas.
5°Inutilización de sistemas específicos de alarma o guarda.
A los efectos del presente artículo, se consideran llaves las tarjetas, magnéticas o perforadas, y los mandos o
instrumentos de apertura a distancia y cualquier otro instrumento tecnológico de eficacia similar.
Cuando el culpable o culpables participen en los hechos como miembros de una organización o grupo
criminal que se dedicare a la comisión de delitos contra el patrimonio.
Cuando el robo se cometa en casa habitada, edificio o local abiertos al público o en cualquiera de sus
dependencias.
Si los hechos se hubieran cometido en un establecimiento abierto al público, o en cualquiera de sus dependencias,
fuera de las horas de apertura, pena de prisión de 1 a 5 años.
- Se considera casa habitada todo albergue que constituya morada de una o más personas, aunque
accidentalmente se encuentren ausentes de ella cuando el robo tenga lugar.
- Se consideran dependencias de casa habitada o de edificio o local abiertos al público, sus patios, garajes
y demás departamentos o sitios cercados y contiguos al edificio y en comunicación interior con él, y con
el cual formen una unidad física.
-
Si los hechos anteriores revisten especial gravedad,
Cuando el robo se cometa en casa habitada, edificio o local abierto al público o en cualquiera de sus dependencias, se
impondrá la pena de prisión de 3 años y 6 meses a 5 años.
AGRAVADO: Se impondrá la pena en su mitad superior cuando el delincuente haga uso de armas u otros medios
igualmente peligrosos, sea al cometer el delito o para proteger la huida, y cuando atacare a los que acudiesen en
auxilio de la víctima o a los que le persiguieren.
ATENUADO: En atención a la menor entidad de la violencia o intimidación ejercidas y valorando las demás
circunstancias, se podrá poner la pena inferior en grado.
2.2Extorsión
El que, para enriquecerse, obliga a otro con violencia o intimidación a realizar o no realizar un negocio jurídico,
perjudicando con ello su propio patrimonio o el de un tercero, comete el delito de extorsión.
El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico
en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años, sin
perjuicio de las penas que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados (artículo 243).
Las amenazas o las agresiones físicas que puedan acompañar a la extorsión llevarán aparejada pena aparte, como
delitos de amenaza, de lesiones o contra la vida.
1. El que sustrajere o utilizare sin la debida autorización un vehículo a motor o ciclomotor ajenos, sin ánimo de
apropiárselo, será castigado con la pena de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días o multa
de 2 a 12 meses si lo restituyera, directa o indirectamente, en un plazo no superior a 48 horas, sin que, en
ningún caso, la pena impuesta pueda ser igual o superior a la que correspondería si se apropiare
definitivamente del vehículo.
2. Si el hecho se ejecutare empleando fuerza en las cosas, la pena se aplicará en su mitad superior.
3. De no efectuarse la restitución en el plazo señalado, se castigará el hecho como hurto o robo en sus
respectivos casos.
4. Si el hecho se cometiere con violencia o intimidación en las personas, se impondrán las penas del robo con
violencia o intimidación en las personas.
3. DEFRAUDACIONES
A continuación se tratará de otros delitos contra el patrimonio realizados con propósitos de apoderamiento sobre
bienes ajenos, pero en los que la modalidad de acción del sujeto activo está caracterizada por el empleo del fraude o
del engaño.
3.1 Estafa
1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro,
induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.
2. También se consideran reos de estafa:
Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante,
consigan una transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro.
Los que fabricaren, introdujeren, poseyeren o facilitaren programas informáticos específicamente
destinados a la comisión de las estafas.
Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes en cualquiera de
ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un tercero.
Los reos de estafa serán castigados con la pena de prisión de 6 meses a 3 años. Para la fijación de la pena se tendrá en
cuenta el importe de lo defraudado, el quebranto económico causado al perjudicado, las relaciones entre éste y el
defraudador, los medios empleados por éste y cuantas otras circunstancias sirvan para valorar la gravedad de la
infracción. Si la cuantía de lo defraudado no excede de 400 euros, se impondrá la pena de multa de 1 a 3 meses.
El delito de estafa será castigado con penas de prisión de 1 a 6 años y multa de 6 a 12 meses, cuando:
1. Recaiga sobre cosas de primera necesidad, viviendas u otros bienes de reconocida utilidad social.
2. Se perpetre abusando de firma de otro, o sustrayendo, ocultando o inutilizando, en todo o en parte,
algún proceso, expediente, protocolo o documento público u oficial de cualquier clase.
3. Reaiga sobre bienes que integren el patrimonio artístico, histórico, cultural o científico.
4. Revista especial gravedad, atendiendo al valor de la defraudación, a la entidad del perjuicio y a la
situación económica en que deje a la víctima o a su familia.
5. El valor de la defraudación supere los 50000 euros o afecte a un elevado número de personas
6. Se cometa abuso de las relaciones personales existentes entre víctima y defraudador, o aproveche
éste su credibilidad empresarial o profesional.
7. Se cometa estafa procesal. Es decir, los que en un procedimiento judicial de cualquier clase,
manipularen las pruebas en que pretendieran fundar sus alegaciones o emplearen otro fraude
procesal análogo, provocando error en el juez o tribunal y llevándole a dictar una resolución que
perjudique los intereses económicos de la otra parte o de un tercero.
8. Al delinquir el culpable hubiera sido condenado ejecutoriamente al menos por tres delitos
comprendidos en este capítulo.
1° Quien atribuyéndose falsamente sobre una cosa mueble o inmueble facultad de disposición de la que carece, bien
por no haberla tenido nunca, bien por haberla ya ejercido, la enajenare, gravare o arrendare a otro, en perjuicio de
éste o de tercero.
2° El que dispusiere de una cosa mueble o inmueble ocultando la existencia de cualquier carga sobre la misma, o el
que habiéndola enajenado como libre, la gravare o enajenare nuevamente antes de la definitiva transmisión al
adquirente, en perjuicio de éste, o de un tercero.
Engaño bastante
Error
Disposición patrimonial
Perjuicio
Serán castigados los que, en perjuicio de otro, se apropiaren para sí o par un tercero, de dinero, efectos, valores o
cualquier otra cosa mueble que hayan recibido en depósito, comisión o custodia, o que les hubieran sido confiados en
virtud de cualquier otro título que produzca la obligación de entregarlos o devolverlos, o negaren haberlos recibido. Si
la cuantía de lo apropiado no excede de 400 euros, se impondrá multa de 1 a 3 meses.
Quien, fuera de los supuestos del artículo anterior, se apropiare de cosa mueble ajena, será castigado con un pena de
multa de 3 a 6 meses. Si se tratara de cosas de valor artístico, histórico, cultural o científico, la pena será de prisión de
6 meses a 2 años. Si la cuantía de lo apropiado no excede de 400 euros, se impondrá la pena de multa de 1 a 2 meses.
Estafa. En la estafa se da el engaño para la posesión ilícita mientras que en la apropiación indebida no existe engaño
previo y la posesión de la cosa es lícita, en principio. Es luego cuando surge el ánimo de apropiación ilícito.
Hurto. En éste media la sustracción, mientras que en la figura que nos ocupa lo que se produce es una apropiación
ilegitima de algo que ya se poseía legítimamente. En ambos casos la acción recae sobre cosas muebles.
Será castigado con la pena de multa de 3 a 12 meses el que cometiere defraudación utilizando energía eléctrica, gas,
agua, telecomunicaciones u otro elemento, energía o fluido ajenos, por alguno de los medios siguientes:
El que hiciere uso de cualquier equipo terminal de telecomunicación, sin consentimiento de su titular, y causando a
éste un perjuicio económico, será castigado con la pena de multa de tres a 12 meses. Si la cuantía del perjuicio
causado no excediera de 400 euros, se impondrá una pena de multa de 1 a 3 meses
4.1Delito de daños
En estos delitos de daños se aprecia un detrimento patrimonial para el dueño o poseedor de los bienes, pero sin que
ello suponga ningún beneficio patrimonial para el autor.
El que causare daños en propiedad ajena no comprendidos en otros Títulos de este Código, será castigado con la pena
de multa de seis meses a veinticuatro meses, atendidas la condición económica de la víctima y la cuantía del daño. Si la
cuantía del daño causado no excede de 400 euros, se impondrá pena de multa de 1 a 3 meses.
Además, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses el que causare
daños expresados en el artículo anterior, si concurriere alguno de los supuestos siguientes:
1º Que se realicen para impedir el libre ejercicio de la autoridad o en venganza de sus determinaciones, bien si se
cometiere el delito contra funcionarios públicos, bien contra particulares que, como testigos o de cualquier otra
manera, hayan contribuido a puedan contribuir a la ejecución o aplicación de las Leyes o disposiciones generales
La misma pena se impondrá al que por cualquier medio, sin autorización y de manera grave borrase, dañase,
deteriorase, altere, suprima, o hiciese inaccesibles datos informáticos, programas informáticos o documentos
electrónicos ajenos, cuando el resultado producido fuera grave.
Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos únicamente a la civil los cónyuges que no estuvieren separados
legalmente o de hecho o en proceso judicial de separación, divorcio o nulidad de su matrimonio y los ascendientes,
descendientes y hermanos por naturaleza o por adopción, así como los afines en primer grado si viviesen juntos, por
los delitos patrimoniales que se causaren entre sí, siempre que no concurra violencia o intimidación.
La provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos de robo, extorsión, estafa o apropiación
indebida, serán castigadas con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente.
5. RECEPTACIÓN
Con este delito se favorece al autor de un delito de índole económica, al ayudarle a que se beneficie de los efectos del
delito en el cual ha intervenido, ya que el receptador de esos efectos, le paga una cantidad al autor del delito de índole
económica, a cambio de esos efectos.
El que, con ánimo de lucro y con conocimiento de la comisión de un delito contra el patrimonio o el orden
socioeconómico, en el que no haya intervenido ni como autor ni como cómplice, ayude a los responsables
aprovecharse de los efectos del mismo, o reciba, adquiera u oculte tales efectos, será castigado con la pena de prisión
de seis meses a dos años.
Serán castigados con las penas de prisión de seis meses a seis años y multa de seis a doce meses:
1. º Los que, mediante engaño o abuso de situación de necesidad, impongan a los trabajadores a su servicio
condiciones laborales o de Seguridad Social que perjudiquen, supriman o restrinjan los derechos que tengan
reconocidos por disposiciones legales, convenios colectivos o contrato individual.
2. º Los que den ocupación simultáneamente a una pluralidad de trabajadores sin comunicar su alta en el régimen
de la Seguridad Social que corresponda o, en su caso, sin haber obtenido la correspondiente autorización de
trabajo, siempre que el número de trabajadores afectados sea al menos de:
a) el veinticinco por ciento, en las empresas o centros de trabajo que ocupen a más de cien trabajadores,
b) el cincuenta por ciento, en las empresas o centros de trabajo que ocupen a más de diez trabajadores y
no más de cien, o
c) la totalidad de los mismos, en las empresas o centros de trabajo que ocupen a más de cinco y no más de
diez trabajadores.
3. º Los que en el supuesto de transmisión de empresas, con conocimiento de los procedimientos descritos en los
apartados anteriores, mantengan las referidas condiciones impuestas por otro.
4. º Si las conductas reseñadas en los apartados anteriores se llevaren a cabo con violencia o intimidación se
impondrán las penas superiores en grado.
Será castigado también con la pena de prisión de tres a dieciocho meses o multa de doce a treinta meses, salvo que los
hechos estén castigados con una pena más grave en otro precepto de este Código, quien:
1. Con las penas de prisión de dos a cinco años y multa de seis a doce meses, los que trafiquen de manera ilegal con
mano de obra.
2. En la misma pena incurrirán quienes recluten personas o las determinen a abandonar su puesto de trabajo
ofreciendo empleo o condiciones de trabajo engañosas o falsas, y quienes empleen a súbditos extranjeros sin
permiso de trabajo en condiciones que perjudiquen, supriman o restrinjan los derechos que tuviesen
reconocidos por disposiciones legales, convenios colectivos o contrato individual.
El que determinare o favoreciere la emigración de alguna persona a otro país simulando contrato o colocación, o
usando de otro engaño semejante, será castigado con la pena prevista en el artículo anterior.
Los que produzcan una grave discriminación en el empleo, público o privado, contra alguna persona por razón de su
ideología, religión o creencias, su pertenencia a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar,
enfermedad o discapacidad, por ostentar la representación legal o sindical de los trabajadores, por el parentesco con
otros trabajadores de la empresa o por el uso de alguna de las lenguas oficiales dentro del Estado español, y no
restablezcan la situación de igualdad ante la ley tras requerimiento o sanción administrativa, reparando los daños
económicos que se hayan derivado, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de 12 a
24 meses.
Cuando el delito a que se refiere el artículo anterior se cometa por imprudencia grave, será castigado con la pena
inferior en grado.
Cuando los hechos previstos en los artículos de este título se atribuyeran a personas jurídicas, se impondrá la pena
señalada a los administradores o encargados del servicio que hayan sido responsables de los mismos y a quienes,
conociéndolos y pudiendo remediarlo, no hubieran adoptado medidas para ello.
1. INTRODUCCIÓN
En su sentido más amplio y común, falsedad equivale a mentira. Es falso todo aquello que no es verdadero, que se
aparta de la verdad. Aunque tal idea acerca de la falsedad no es relevante para el Derecho Penal, la mentira, desde un
punto de vista ético o moral, es impune.
El Código penal entiende que la falsedad se refiere a los sujetos y consiste en afirmar lo que no es verdadero o realizar
un acto que carece de autenticidad. La falsificación tiene que ver con las acciones; se trata de la alteración de un
objeto verdadero o de poner lo falso en el lugar en que ya estuvo lo verdadero. No puede haber falsificación sin
falsedad y, sin embargo, cabe concebir la falsedad sin falsificación.
En sus respectivas variedades, todos los tipos de falsedad presentan un elemento común: el bien jurídico protegido es
la llamada ‘fe pública’, entendida como la confianza que los ciudadanos depositan en determinados símbolos
(documentos, sellos, monedas…) representativos de ciertas realidades que son relevantes para el ordenamiento
jurídico.
2. FALSEDADES REALES
Entendemos por éstas, aquellas acciones falsarias típicas que recaen o se refieren a documentos, entendidos éstos
como objetos en los que se concreta o refleja un pensamiento humano con relevancia jurídica (escritos sobre papel o
similares, discos, disquetes informáticos...).
- Falsificación de moneda
Será castigado con la pena de prisión de 8 a 12 años y multa del tanto al décuplo del valor aparente de la moneda:
La tenencia, recepción u obtención de moneda falsa para su expedición o distribución o puesta en circulación será
castigada con la pena inferior en uno o dos grados, atendiendo al valor de aquélla y al grado de connivencia con el
falsificador, alterador, introductor o exportador.
El que habiendo recibido de buena fe moneda falsa la expenda o distribuya después de constarle su falsedad será
castigado con la pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 24 meses. No obstante, si el valor aparente de la
moneda no excediera de 300 euros, se impondrá la pena de multa de 1 a 3 meses.
Se entiende por moneda la metálica y papel moneda de curso legal y aquella que previsiblemente será puesta en curso
legal. Se equipararán a la moneda nacional las de otros países de la Unión Europea y las extranjeras. Se tendrá
igualmente por moneda falsa aquella que, pese a ser realizada en las instalaciones y con los materiales legales, se
realiza incumpliendo, a sabiendas, las condiciones de emisión que hubiere puesto la autoridad competente o cuando
se emita no existiendo orden de emisión alguna.
El que falsificare o expendiere, en connivencia con el falsificador, sellos de correos o efectos timbrados, o los
introdujera en España conociendo su falsedad, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años.
El adquirente de buena fe de sellos de correos o efectos timbrados que, conociendo su falsedad, los distribuyera o
utilizara será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 24 meses. No obstante, si el valor
aparente de los sellos o efectos timbrados no excediera de 400 euros, se impondrá la pena de multa de 1 a 3 meses.
2.2Falsedades documentales
Dentro de este grupo de infracciones es de aplicación el amplio concepto de documento que establece el artículo 26
del Código penal: Todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o
cualquier otro tipo de relevancia jurídica.
Una especie de documentos públicos la constituyen los denominados documentos oficiales, que pueden serlo por su
origen (si han sido expedidos en las Oficinas Públicas como consecuencia de su propio funcionamiento como tales o
con ocasión de la prestación de los servicios públicos) o por su destino (cuando, habiendo sido redactados y suscritos
por particulares, a partir de modelos, formularios o impresos facilitados por la Administración o sin este formato, se
incorporen a un expediente o procedimiento público o, al presentarse, deban dar origen a una actuación
administrativa o judicial).
Se entiende por documentos mercantiles los que expresen o reflejen un acto de comercio, es decir, un acto de los
comprendidos en el Código de comercio u otras leyes mercantiles, así como las actuaciones de naturaleza análoga
Artículo 390:
1.- Será castigado con las penas de prisión de 3 a 6 años, multa de 6 a 24 meses e inhabilitación especial por tiempo de
2 a 6 años, la autoridad o funcionario público que, en el ejercicio de sus funciones, cometa falsedad:
2.- Será castigado con las mismas penas a las señaladas en el apartado anterior el responsable de cualquier confesión
religiosa que incurra en alguna de las conductas descritas en los números anteriores, respecto de actos y documentos
que puedan producir efecto en el estado de las personas o en el orden civil.
La autoridad o funcionario público que por imprudencia grave incurriere en alguna de las falsedades previstas en el
artículo anterior o diere lugar a que otro las cometa, será castigado con la pena de multa de 6 a 12 meses y suspensión
de empleo o cargo público por tiempo de 6 meses a un año.
El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil, alguna de las falsedades descritas en los tres
primeros números del apartado 1 del artículo 390, será castigado con las penas de prisión de 6 meses a tres arios y
multa de 6 a 12 meses.
El que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o, para perjudicar a otro, hiciere uso de un documento falso de
los comprendidos en los artículos precedentes, será castigado con la pena inferior en grado a la señalada a los
falsificadores.
2. El que, a sabiendas de su falsedad, hiciere uso del despacho falso para perjudicar a otro, será castigado
con la pena inferior en grado a la señalada a los falsificadores.
Documento privado será todo aquel que no participe de los caracteres de un documento público.
El que, para perjudicar a otro, cometiere en documento privado alguna de las falsedades previstas en los tres primeros
números del apartado 1 del artículo 390, será castigado con la pena de prisión e 6 meses a 2 años, artículo 395.
El que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o para perjudicar a otro, hiciere uso de un documento falso de
los comprendidos en el artículo anterior, incurrirá en la pena inferior en grado a la señalada a los falsificadores, artículo
396.
- Falsificación de certificados
Los certificados son los documentos expedidos por los facultativos en el ejercicio de su profesión.
Las certificaciones son documentos que afirman o constatan, con eficacia, por lo menos
administrativa, un hecho, dato o circunstancia y sólo pueden ser emitidas por las autoridades o
funcionarios públicos habilitados o comisionados al efecto.
Los certificados son documentos privados, si bien podrían convertirse en públicos por su presentación en una oficina
pública. Las certificaciones constituyen siempre una clase especial de documento oficial.
El facultativo que librare certificado falso será castigado con la pena de multa de 3 a 12 meses, artículo 397.
La autoridad o funcionario público que librare certificación falsa será castigado con la pena de suspensión de seis
meses a dos años, artículo 398.
El particular que falsificare una certificación de las designadas en los artículos anteriores será castigado con la pena de
multa de 3 a 6 meses.
La misma pena se aplicará al que hiciere uso, a sabiendas, de la certificación falsa.
- Disposición general
En estos casos, se penan acciones que realmente sólo son actos preparatorios de los mencionados delitos. Con ello el
legislador se propone evitar la perpetración y la facilitación de las falsedades.
3. FALSEDADES PERSONALES
Con estas falsedades se intenta crear una apariencia engañosa mediante actos que expresan o implican la posesión de
identidad, cualidades o titulación inciertas.
1. El matrimonio
2. La filiación
3. La edad
- La suplantación de la personalidad de otro, usando todos sus derechos, sin que baste el simple uso del
nombre ajeno.
- El dolo o ánimo específico de ejercitar los derechos y acciones del titular suplantado.
- Una cierta continuidad o permanencia en la sustitución, con trascendencia de la misma, pues la
suplantación momentánea y parcial sólo podría integrar la tentativa de delito.
- Que la sustituida sea una persona real y esté viva.
El que ilegítimamente ejerciere actos propios de una autoridad o funcionario público atribuyéndose carácter oficial,
será castigado con la pena de prisión de uno a tres años, artículo 402.
El que sin estar autorizado usare pública e indebidamente uniforme, traje o insignia que le atribuyan carácter oficial
será castigado con la pena de multa de 1 a 3 meses, art. 402 bis.
- Intrusismo
El que ejerciere actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido
en España de acuerdo con la legislación vigente, incurrirá en la pena de multa de 6 a 12 meses. Si la actividad
profesional desarrollada exigiere un título oficial que acredite la capacitación necesaria y habilite legalmente para su
ejercicio y no se estuviere en posesión de dicho título, se impondrá la pena de multa de 6 a 12 meses.
Se impondrá una pena de prisión de 6 meses a 2 años si concurriese alguna de las siguientes circunstancias:
1. Si el culpable, además, se atribuyese públicamente la cualidad de profesional amparada por el título referido
2. Si el culpable ejerciere los actos a los que se refiere el apartado anterior en un local o establecimiento abierto
al público en el que se anunciare la prestación de servicios propios de aquella profesión.
Título académico es el expedido por un centro de enseñanza superior universitario o equivalente, que faculta en
exclusiva a quienes lo poseen para el desempeño de cierta profesión.
Título oficial es el emitido por la Administración del Estado u otra Administración Pública a favor de quienes han
superado ciertas pruebas o cumplido determinados requisitos y que les habilita para el ejercicio de determinadas
actividades profesionales que normalmente no exigen formación académica superior.
Son reos del delito de rebelión los que se alzaren violenta y públicamente para cualquiera de los fines siguientes:
1. El que matare al Rey o a la Reina o al Príncipe o a la Princesa de Asturias será castigado con la pena de prisión
permanente revisable.
2. El que matare a cualquiera de los ascendientes o descendientes del Rey o de la Reina, a la Reina consorte o al
consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, será castigado con la pena de prisión de
veinte a veinticinco años, salvo que los hechos estuvieran castigados con una pena más grave en algún otro
precepto de este Código.
Si concurrieran en el delito dos o más circunstancias agravantes, se impondrá la pena de prisión de veinticinco a treinta
años.
El Código Penal, en su Título XXI, artículos 510 a 512, contempla aquellas conductas contrarias a los Derechos
Fundamentales reconocidos en la Constitución Española. Por consiguiente, si la Constitución es contraria a la
discriminación al señalar en su artículo 14 que los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social, incurren en responsabilidad criminal:
Los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas,
antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a
una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la
pena de prisión de 1 a 3 años y multa de 6 a 12 meses.
Artículo 510
1. Serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses:
1.a) Quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad,
discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada
por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la
ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o
nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género,
enfermedad o discapacidad.
1.b)Quienes produzcan, elaboren, posean con la finalidad de distribuir, faciliten a terceras personas el
acceso, distribuyan, difundan o vendan escritos o cualquier otra clase de material o soportes que
por su contenido sean idóneos para fomentar, promover, o incitar directa o indirectamente al odio,
hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona
determinada por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros
referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a
una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de
género, enfermedad o discapacidad.
1.c) Públicamente nieguen, trivialicen gravemente o enaltezcan los delitos de genocidio, de lesa
humanidad o contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, o enaltezcan a
sus autores, cuando se hubieran cometido contra un grupo o una parte del mismo, o contra una
persona determinada por razón de su pertenencia al mismo, por motivos racistas, antisemitas u
otros referentes a la ideología, religión o creencias, la situación familiar o la pertenencia de sus
miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por
razones de género, enfermedad o discapacidad, cuando de este modo se promueva o favorezca un
clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación contra los mismos.
2. Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a doce meses:
a) Quienes lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio
o descrédito de alguno de los grupos a que se refiere el apartado anterior, o de una parte de los mismos,
o de cualquier persona determinada por razón de su pertenencia a ellos por motivos racistas,
antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de
sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por
razones de género, enfermedad o discapacidad, o produzcan, elaboren, posean con la finalidad de
distribuir, faciliten a terceras personas el acceso, distribuyan, difundan o vendan escritos o cualquier
otra clase de material o soportes que por su contenido sean idóneos para lesionar la dignidad de las
personas por representar una grave humillación, menosprecio o descrédito de alguno de los grupos
mencionados, de una parte de ellos, o de cualquier persona determinada por razón de su pertenencia a
los mismos.
b) Quienes enaltezcan o justifiquen por cualquier medio de expresión pública o de difusión los delitos que
hubieran sido cometidos contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona determinada por
razón de su pertenencia a aquél por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología,
religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su
origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o
discapacidad, o a quienes hayan participado en su ejecución.
Los hechos serán castigados con una pena de uno a cuatro años de prisión y multa de seis a doce meses cuando de ese
modo se promueva o favorezca un clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación contra los mencionados grupos.
3. Las penas previstas en los apartados anteriores se impondrán en su mitad superior cuando los hechos se
hubieran llevado a cabo a través de un medio de comunicación social, por medio de internet o mediante el uso
de tecnologías de la información, de modo que, aquel se hiciera accesible a un elevado número de personas.
4. Cuando los hechos, a la vista de sus circunstancias, resulten idóneos para alterar la paz pública o crear un grave
sentimiento de inseguridad o temor entre los integrantes del grupo, se impondrá la pena en su mitad superior,
que podrá elevarse hasta la superior en grado.
5. En todos los casos, se impondrá además la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en
el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo superior entre tres y diez años al de la duración de
la pena de privación de libertad impuesta en su caso en la sentencia, atendiendo proporcionalmente a la
gravedad del delito, el número de los cometidos y a las circunstancias que concurran en el delincuente.
6. El juez o tribunal acordará la destrucción, borrado o inutilización de los libros, archivos, documentos, artículos y
cualquier clase de soporte objeto del delito a que se refieren los apartados anteriores o por medio de los cuales
se hubiera cometido. Cuando el delito se hubiera cometido a través de tecnologías de la información y la
comunicación, se acordará la retirada de los contenidos.
En los casos en los que, a través de un portal de acceso a internet o servicio de la sociedad de la información, se
difundan exclusiva o preponderantemente los contenidos a que se refiere el apartado anterior, se ordenará el bloqueo
del acceso o la interrupción de la prestación del mismo.
Será castigado el que deniegue a una persona una prestación a la que tenga derecho por razón de su ideología, religión
o creencias, su pertenencia a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, situación familiar,
enfermedad o minusvalía. Asimismo, cuando los hechos se cometan contra una asociación, fundación, sociedad o
corporación o contra sus miembros por las mismas razones.
Artículo 511. Incurrirá en la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años el particular encargado de un
servicio público que deniegue a una persona una prestación a la que tenga derecho por razón de su ideología, religión
o creencias, su pertenencia a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, situación familiar, por
razones de género, enfermedad o discapacidad.
2. Las mismas penas serán aplicables cuando los hechos se cometan contra una asociación, fundación, sociedad o
corporación o contra sus miembros por razón de su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus
miembros o de alguno de ellos a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, situación
familiar, por razones de género, enfermedad o discapacidad.
3. Los funcionarios públicos que cometan alguno de los hechos previstos en este artículo, incurrirán en las mismas
penas en su mitad superior y en la de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de dos a
cuatro años.
4. En todos los casos se impondrá además la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en
el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo superior entre uno y tres años al de la duración de
la pena de privación de libertad impuesta en su caso en la sentencia, atendiendo proporcionalmente a la
gravedad del delito y a las circunstancias que concurran en el delincuente.
Los Derechos Fundamentales, reconocidos en la Constitución obligan a todos, incluidos los profesionales (médicos,
abogados, psicólogos, etc.), razón por la cual el artículo 512 del vigente Código Penal establece:
Los que en el ejercicio de sus actividades profesionales o empresariales denegaren a una persona una prestación a la
que tenga derecho por razón de su ideología, religión o creencias, su pertenencia a una etnia, raza o nación, su sexo,
orientación sexual, situación familiar, por razones de género, enfermedad o discapacidad, incurrirán en la pena de
inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio, industria o comercio e inhabilitación especial para
profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre por un periodo de uno a cuatro años.
1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización
previa.
2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la
autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con
peligro para personas o bienes.
Ahora bien, dado que la Constitución sólo requiere una comunicación con la finalidad, horario, itinerario…, para
celebrar una manifestación, el Código Penal establece que tienen la consideración de reuniones o manifestaciones
ilícitas:
2° Aquellas a las que concurran personas con armas, artefactos explosivos y objetos contundentes o de cualquier otro
modo peligroso.
Las personas que, con ocasión de la celebración de una reunión o manifestación, realicen actos de violencia contra la
autoridad, sus agentes, personas o propiedades públicas o privadas, serán castigadas con la pena que a su delito
corresponda, en su mitad superior.
Los que impidieren el legítimo ejercicio de las libertades de reunión o manifestación, o perturbaren gravemente el
desarrollo de una reunión o manifestación lícita serán castigados con la pena de prisión de dos a tres años si los hechos
se realizaran con violencia, y con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses si se cometieren
mediante vías de hecho o cualquier otro procedimiento ilegítimo.
Los promotores o directores de cualquier reunión o manifestación que convocaren, celebraren o intentaren celebrar
de nuevo una reunión o manifestación que hubiese sido previamente suspendida o prohibida, y siempre que con ello
pretendieran subvertir el orden constitucional o alterar gravemente la paz pública, serán castigados con las penas de
prisión de seis meses a un año y multa de seis a doce meses, sin perjuicio de la pena que pudiera corresponder, en su
caso, conforme a los apartados precedentes.
Si no llegan a cumplirse los requisitos enunciados, la asociación en cuestión podría entenderse que es ilícita,
entendiendo el Código penal asociaciones ilícitas las siguientes, artículo 515:
1. Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas, promuevan su comisión.
2. Las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la
personalidad para su consecución.
3. Las organizaciones de carácter paramilitar.
4. Las que fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o
violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, la
pertenencia de sus miembros o de alguno de ellos a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación
sexual, situación familiar, enfermedad o discapacidad.
La libertad ideológica abarca, entre otros, el derecho a elegir la opción política o religiosa de todo individuo. Asimismo
le ampara en su derecho a no expresar o declarar en relación a estas creencias. Este principio obliga al Estado a
declararse neutral, es decir a no considerar oficial a ninguna creencia y a respetar a todas aquellas que cumplan con
los principios legales establecidos.
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más
limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el
mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas
de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y
las demás confesiones.
Por tanto, el Código penal recoge en su artículo 522 cualquier conducta que vaya en contra de la libertad manifestada
en el artículo 16 de la Constitución:
1. Los que por medio de violencia, intimidación, fuerza o cualquier otro apremio ilegítimo impidan a un
miembro o miembros de una confesión religiosa practicar los actos propios de las creencias que
profesen, o asistir a los mismos.
2. Los que por iguales medios fuercen a otro u otros a practicar o concurrir a actos de culto o ritos, o a
realizar actos reveladores de profesar o no profesar una religión, o a mudar la que profesen.
El que con violencia, amenaza, tumulto o vías de hecho, impidiere, interrumpiere o perturbare los actos, funciones,
ceremonias o manifestaciones de las confesiones religiosas inscritas en el correspondiente registro público del
Ministerio de Justicia e Interior, será castigado con la pena de prisión de 6 meses a 6 años, si el hecho se ha cometido
en lugar destinado al culto, y con la de multa de 4 a 10 meses si se realiza en cualquier otro lugar.
- Actos de profanación
El que en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecutare actos de profanación en ofensa de los
sentimientos religiosos legalmente tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de
12 a 24 meses.
1. Incurrirán en la pena de multa de 8 a 12 meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros
de una confesión religiosa, hagan públicamente de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de
documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a
quienes los profesan o practican.
2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de
quienes no procesan religión o creencia alguna.
El término escarnio puede ser utilizado en este artículo como sinónimo de burla de manera pública, de los dogmas,
creencias, ritos o ceremonias, es decir, de las
verdades fundamentales, reglas de culto y actos externos sobre las prácticas de creencias religiosas.
El que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un
cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o
nichos será castigado con la pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses.
Autoridad:
Hay que destacar, conforme al artículo 24 Código Penal, que a los efectos penales se reputará autoridad al que por sí
solo o como miembro de alguna corporación, tribunal u órgano colegiado tenga mando o ejerza jurisdicción propia. En
todo caso, tendrán la consideración de autoridad los miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de las
Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas y del Parlamento Europeo. Se reputará también autoridad a los
funcionarios del Ministerio Fiscal.
Funcionario público:
Se considerará funcionario público todo el que por disposición inmediata de la Ley o por elección o por nombramiento
participe en el ejercicio de funciones públicas.
Veamos a continuación los delitos que pueden cometer los funcionarios públicos contra la libertad individual
El Juez o Magistrado que entregare una causa criminal -no la entrega material de las actuaciones que componen la
causa, sino la entrega de la competencia- a otra autoridad o funcionario, militar o administrativo, que ilegalmente se la
reclame, será castigado. Si además entregara la persona de un detenido, se le impondrá la pena superior en grado.
La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, (si no mediara causa se aplicarían las disposiciones
del Cap. I, Título VI "Delitos contra la libertad”) acordare, practicare o prolongue cualquier privación de libertad de un
detenido, preso o sentenciado, con violación de los plazos o demás garantías constitucionales o legales, será castigado.
La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, decretare, practicare o prolongare la
incomunicación de un detenido, preso o sentenciado, con violación de los plazos o demás garantías constitucionales o
legales, será castigado.
Reducción de la pena. Si los hechos descritos en los dos párrafos anteriores fueran cometidos por imprudencia grave,
se castigarán con pena más leve.
2. Delitos cometidos por los funcionarios públicos contra la inviolabilidad domiciliaria y demás
garantías de la intimidad
Los funcionarios públicos, precisamente por su condición de servidores públicos, están especialmente obligados a
respetar estos derechos, por lo que su incumplimiento da lugar al siguiente delito recogido en el Código Penal:
Será castigado la autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, y sin respetar las garantías
constitucionales o legales:
• Entre en un domicilio sin el consentimiento del morador (el artículo 18.2 de la Constitución determina
que el domicilio es inviolable, así como que ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin
consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito)
• Registre los papeles o documentos de una persona o los efectos que se hallen en su domicilio, a no ser
que el dueño haya prestado libremente su consentimiento.
Si no devolviera al dueño, inmediatamente después del registro, los papeles, documentos y efectos registrados, las
penas serán más graves, sin perjuicio de la pena que pudiera corresponderle por la apropiación.
La autoridad o funcionario público que, con ocasión de lícito registro de papeles, documentos o efectos de una
persona, corneta cualquier vejación injusta o daño innecesario en sus bienes, será castigado.
La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, interceptare cualquier clase de correspondencia
privada, postal o telegráfica, con violación de las garantías constitucionales o legales, incurrirá en castigo. Si divulgara o
revelara la información obtenida, se le impondrá pena superior. Recordemos que el artículo 18.3 de la Constitución
garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución
judicial.
La autoridad, funcionario público o agente de éstos que, mediando causa por delito, interceptare las
telecomunicaciones o utilizare artificios técnicos de escuchas, transmisión, grabación o reproducción de sonido, de la
imagen o de cualquier otra señal de comunicación, con violación de las garantías constitucionales o legales, incurrirá
en pena legal. Si divulgare o revelare la información obtenida, se agravarán las penas.
4. Delitos cometidos por los funcionarios públicos contra otros derechos individuales.
- Asistencia letrada. La autoridad o funcionario público que impida u obstaculice el derecho a la asistencia de
abogado al detenido o preso, procure o favorezca la renuncia del mismo a dicha asistencia o no le informe de
forma inmediata y de modo que le sea comprensible de sus derechos y de las razones de su detención, será
castigado.
Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea comprensible, de sus derechos y
de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido
en las diligencias policiales y judiciales, en los términos que la ley establezca, artículo 17.3 de la Constitución.
- Ilicitud de la censura previa. La autoridad o funcionario público que establezca la censura previa o, fuera de los
casos permitidos por la Constitución y las Leyes, recoja ediciones de libros o periódicos o suspenda su
publicación o la difusión de cualquier emisión radiotelevisiva, incurrirá en la pena de inhabilitación absoluta de
seis a diez años. No olvidemos que la Constitución, en su artículo 20, recoge una serie de derechos relativos a la
libertad de expresión y que el ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura
previa. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud
de resolución judicial.
- Disolución o suspensión de actividades lícitas por funcionario público. La autoridad o funcionario público que
disuelva o suspenda en sus actividades a una asociación legalmente constituida, sin previa resolución judicial, o
sin causa legítima le impida la celebración de sus sesiones, será castigado. Así lo señala el artículo 22.4 de la
Constitución al indicar que las asociaciones sólo podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud
de resolución judicial motivada.
- Prohibición o disolución de reunión pacífica. La autoridad o funcionario público que prohíba una reunión pacífica
o la disuelva fuera de los casos expresamente permitidos por las Leyes, será castigado. Pues se reconoce en el
artículo 21 de la Constitución el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no
necesitará autorización previa. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará
comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración
del orden público, con peligro para personas o bienes.
- Expropiación ilegal. La autoridad o funcionario público que expropie a una persona de sus bienes fuera de los
casos permitidos y sin cumplir los requisitos legales, incurrirá en pena legal, ya que nadie podrá ser privado de
sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente
indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes (artículo 33.3 de la Constitución).
Asimismo, incurrirá en pena legal la autoridad o el funcionario público que, a sabiendas, impida a una persona el
ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las Leyes.
El Código Penal, al dedicar su Título X a los delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad
del domicilio, está adaptando su contenido tanto a estos valores constitucionales como a las normas específicas que
han venido a regular ese derecho.
El bien jurídico que protege la norma penal es la intimidad, referida al ámbito personal donde cada uno, preservado
del mundo exterior, encuentra las posibilidades de desarrollo y fomento de su personalidad.
Concepto de secreto. Se entiende que el secreto es el conocimiento de un hecho reservado a un círculo de personas y
oculto a otras. El secreto no es el bien jurídico protegido en estos delitos, sino la intimidad. El secreto es el medio a
través del cual se garantiza ese derecho.
1. El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus
papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales,
intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción
del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de
uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
2. Las mismas penas se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique, en perjuicio de
tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados en ficheros o soportes
informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado. Iguales
penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los mismos y a quien los altere o
utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero.
3. Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años si se difunden, revelan o ceden a terceros los datos o hechos
descubiertos o las imágenes captadas a que se refieren los números anteriores.
Será castigado con las penas de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses, el que, con
conocimiento de su origen ilícito y sin haber tomado parte en su descubrimiento, realizare la conducta descrita en el
párrafo anterior.
4. Los hechos descritos en los apartados 1 y 2 de este artículo serán castigados con una pena de prisión de tres a
cinco años cuando:
a) Se cometan por las personas encargadas o responsables de los ficheros, soportes informáticos,
electrónicos o telemáticos, archivos o registros; o
b) se lleven a cabo mediante la utilización no autorizada de datos personales de la víctima.
Si los datos reservados se hubieran difundido, cedido o revelado a terceros, se impondrán las penas en su mitad
superior.
5. Igualmente, cuando los hechos descritos en los apartados anteriores afecten a datos de carácter personal que
revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen racial o vida sexual, o la víctima fuere un menor de edad o
una persona con discapacidad necesitada de especial protección, se impondrán las penas previstas en su mitad
superior.
6. Si los hechos se realizan con fines lucrativos, se impondrán las penas respectivamente previstas en los apartados
1 al 4 de este artículo en su mitad superior. Si además afectan a datos de los mencionados en el apartado
anterior, la pena a imponer será la de prisión de cuatro a siete años.
7. Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses el que, sin
autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de
aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la
mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona.
La pena se impondrá en su mitad superior cuando los hechos hubieran sido cometidos por el cónyuge o por persona
que esté o haya estado unida a él por análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, la víctima fuera menor de
edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección, o los hechos se hubieran cometido con una
finalidad lucrativa.
Por otro lado, el que por cualquier medio o procedimiento, vulnerando las medidas de seguridad establecidas para
impedirlo, y sin estar debidamente autorizado, acceda o facilite a otro el acceso al conjunto o una parte de un sistema
de información o se mantenga en él en contra de la voluntad de quien tenga el legítimo derecho a excluirlo, será
castigado con pena de prisión de seis meses a dos años.
El que mediante la utilización de artificios o instrumentos técnicos, y sin estar debidamente autorizado, intercepte
transmisiones no públicas de datos informáticos que se produzcan desde, hacia o dentro de un sistema de
información, incluidas las emisiones electromagnéticas de los mismos, será castigado con una pena de prisión de tres
meses a dos años o multa de tres a doce meses.
Será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de tres a dieciocho meses el que, sin estar
debidamente autorizado, produzca, adquiera para su uso, importe o, de cualquier modo, facilite a terceros, con la
intención de facilitar la comisión de alguno de los delitos a que se refieren los apartados 1 y 2 del artículo 197 o el
artículo 197 bis:
Autor funcionario público con prevalecimiento del cargo. La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos
permitidos por la Ley, y sin mediar causa legal por delito, y prevaliéndose de su cargo, realizare cualquiera de las
conductas descritas en el artículo anterior, será castigado con las penas respectivamente previstas en el mismo, en su
mitad superior y, además, con la inhabilitación absoluta por tiempo de seis a doce años.
Determinados trabajos suelen colocar al profesional en una relación más íntima o directa con los secretos o datos
privados de las personas relacionadas con su actividad. Tal es el caso del vigilante de seguridad que, por la peculiaridad
de sus funciones, suele permanecer en contacto directo tanto con la actividad profesional como particular de las
personas cuya custodia tiene encomendada.
Así, el que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o sus relaciones laborales,
será castigado con la pena de prisión de 1 a 3 años y multa de 6 a 12 meses.
La acción consiste en revelar, poner en conocimiento de una o más personas, secretos que conoce por su oficio o sus
relaciones laborales. Si tiene conocimiento por otras vías, no será esta infracción. El secreto debe ser de otro y afectar
a la intimidad (cuando sea un secreto industrial o de empresa se incluirá en el capítulo relativo a los delitos de la
propiedad intelectual e industrial).
El profesional que, con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva, divulgue los secretos de otra persona, será
castigado con la pena de prisión de 1 a 4 años, multa de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para dicha profesión
por tiempo de dos a seis años.
En estos casos, el ataque a la intimidad se produce de manera análoga al resto de los tipos, pero se diferencia en la
deslealtad con la que actúa el que revela los secretos.
Lo dispuesto en este capítulo será aplicable al que descubriere, revelare o cediere datos reservados de personas
jurídicas, sin el consentimiento de sus representantes, salvo lo dispuesto en otros preceptos de este Código, señala el
artículo 200 del Código penal. Este artículo viene a tutelar la intimidad de las personas jurídicas, haciéndolas sujetos
pasivos de los delitos que recoge el presente capítulo.
1. Para proceder por los delitos previstos en este Capítulo será necesaria denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal. Cuando aquélla sea menor de edad, persona con discapacidad necesitada de especial
protección o una persona desvalida, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal.
2. No será precisa la denuncia exigida en el apartado anterior para proceder por los hechos descritos en el artículo
198 de este Código, ni cuando la comisión del delito afecte a los intereses generales o a una pluralidad de
personas.
3.
Eficacia del perdón del ofendido
El perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción penal, sin perjuicio de que en los
delitos o faltas contra menores o incapacitados, los Jueces o Tribunales, oído el Ministerio Fiscal, podrán rechazar la
eficacia del perdón otorgado por los representantes de aquéllos, ordenando la continuación del procedimiento, con
intervención del Ministerio Fiscal, o el cumplimiento de la condena.
La denominación de este Capítulo es nueva, extendiéndose a los domicilios de las personas jurídicas y a los
establecimientos públicos fuera de las horas de apertura. Así,
1. El particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere en la misma contra la
voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de 6 meses a 2 años.
2. Si el hecho lo ejecutare con violencia o intimidación la pena será mayor
El bien jurídico protegido es la intimidad personal entendida como el ámbito personal donde cada uno, preservado del
mundo exterior, encuentra las posibilidades de desarrollo y fomento de su personalidad.
El allanamiento cometido por autoridad o funcionario, sin mediar causa legal por delito, y sin respetar las garantías
constitucionales o legales, será castigado con la inhabilitación especial para empleo o cargo público de dos a seis años,
cuando:
a) Registre los papeles o documentos de una persona o los efectos que se hallen en su domicilio, a no ser
que le dueño haya prestado libremente su consentimiento.
b) Si no devolviera al dueño, inmediatamente después del registro, los papeles, documentos y efectos
registrados, se incrementarán las penas, sin perjuicio de la que pudiera corresponderle por el hecho de
la apropiación.
c) Igualmente será castigado la autoridad o funcionario público que, con ocasión de lícito registro de
papeles, documentos o efectos de una persona, cometa cualquier vejación injusta o daño innecesario en
sus bienes.
La morada. El concepto de morada no está recogido en el texto penal sino que se ha ido configurando por la doctrina
científica y la jurisprudencia. Morar equivale a vivir o residir de forma asentada en un lugar, pero no equivale a casa
habitada. Podríamos definir a la morada como un mueble o inmueble cerrado o, en parte, abierto, separado del
mundo exterior, destinado a desarrollar de modo efectivo una actividad humana con exclusión de las demás.
La Ley de enjuiciamiento Criminal, artículo 545, refiriéndose a la inviolabilidad del domicilio reconocida en el artículo
18.2 de la Constitución, establece que nadie podrá entrar en el domicilio de un español o extranjero residente en
España sin su consentimiento, excepto en los casos y en la forma expresamente previstos en las leyes.
Lo que presupone el derecho del habitante, independientemente de que sea propietario o inquilino, de impedir la
entrada en su morada, lo que hace que la misma autoridad o sus agentes deban de cumplir una serie de formalidades
para tener derecho a entrar.
2.1 Allanamiento del domicilio de personas jurídicas, despachos profesionales y establecimientos públicos.
▪ Será castigado con las penas de prisión de 6 meses a 1 año y multa de 6 a 10 meses el que
entrare contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o
privada, despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al
público fuera de las horas de apertura.
▪ Será castigado con la pena de prisión de 1 a 3 meses, el que se mantuviere contra la voluntad
de su titular, fuera de las horas de apertura, en el domicilio de una persona jurídica pública o
privada, despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al
público.
▪ Será castigado con la pena de prisión de 6 meses a 3 años, el que con violencia o intimidación
entrare o se mantuviere contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica
pública o privada, despacho profesional u oficina, o en establecimiento, mercantil o local
abierto al público.
La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley y sin mediar causa legal por delito,
cometiere cualquiera de los hechos descritos en los dos artículos anteriores, será castigado con la pena prevista
respectivamente en los mismos, en su mitad superior, e inhabilitación absoluta de 6 a 12 años.
En los casos de graves accidentes o peligros se hace esencialmente necesaria la solidaridad humana, esto es, que
cualquier persona pueda contar con la ayuda de sus semejantes para superar la situación de necesidad generada. Éste
es el bien jurídico protegido en este tipo.
◦ El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave,
cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de
tres a doce meses.
◦ En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia
auxilio ajeno.
◦ Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado fortuitamente por el que omitió el auxilio, la pena
será de prisión de seis meses a un año y multa de seis a doce meses, y si el accidente se debiere a
imprudencia, la de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a veinticuatro meses.
Las características del tipo básico se contienen en los párrafos primero y segundo:
El supuesto agravado (párrafo tercero) se refiere al caso de que el que omite el auxilio debido es el causante del
accidente, bastante común en los atropellamientos, con independencia de que sea fortuito o por imprudencia del
autor.
Además, el artículo 196 señala que el profesional que, estando obligado a ello, denegare asistencia sanitaria o
abandonare los servicios sanitarios, cuando de la denegación o abandono se derive riesgo grave para la salud de las
personas, será castigada con las penas del artículo precedente en su mitad superior y con la de inhabilitación especial
para empleo o cargo público, profesión u oficio, con tiempo de seis meses a tres años. Se refiere al tipo agravado,
cuando se ocasione un grave riesgo para las personas. Tal circunstancia presupone que, ante casos de grave riesgo para
la salud, o bien ceden los derechos de huelga de los médicos y personal sanitario o bien entran en conflicto ambos
derechos.
Se trata de un delito de omisión propia, es decir, de mera inactividad y que requiere como elementos objetivos:
- El delito de calumnias consiste en imputar falsamente a otro un delito, aun a sabiendas de su falsedad.
Puede verse agravado cuando tal imputación se lleve a cabo con publicidad.
- El delito de injurias consiste en insultar a alguien, pero no con cualquier insulto, sino con aquellos
insultos que en el ámbito social dado son considerados como graves.
Son delitos de atentado los que agredieren o, con intimidación grave o con violencia, opusieren resistencia grave a la
autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o los acometieren, cuando se hallen en el ejercicio de las funciones
de sus cargos o con ocasión de ellas. También se considerarán actos de atentado los cometidos contra los funcionarios
docentes o sanitarios que se hallen en el ejercicio de las funciones propias de su cargo, o con ocasión de ellas.
Si el atentado fuera contra la autoridad, se castigará con una pena de prisión de 1 a 4 años y multa de 3
a 6 meses. Pero si la autoridad contra la que se atentare fuera miembro del Gobierno, de los Consejos
de Gobierno de las Comunidades Autónomas, del Congreso de los Diputados, del Senado o de las
Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas, de las Corporaciones locales, del Consejo
General del Poder Judicial o Magistrado del Tribunal Constitucional se impondrá la pena de prisión de
un a seis años y multa de seis a doce meses.
• Si fuera contra sus agentes o funcionarios públicos, prisión de 1 a 3 años.
Tipo agravado
• Se impondrán las penas superiores en grado siempre que en el delito de atentado concurra alguna
de las circunstancias siguientes:
• Cuando el acto de violencia ejecutado resulte potencialmente peligroso para la vida de las
personas o pueda causar lesiones graves. En particular, están incluidos los supuestos
delanzamiento de objetos contundentes o líquidos inflamables, el incendio y la utilización de
explosivos.
• Acometiendo a la autoridad, a su agente o al funcionario público haciendo uso de un vehículo a
motor.
• Cuando los hechos se lleven a cabo con ocasión de un motín, plante o incidente colectivo en el
interior de un centro penitenciario.
Los que agredieren o, con intimidación grave o con violencia, opusieren resistencia grave a las Fuerza Armadas que,
vistiendo uniforme, presten un servicio que legalmente se les hubiera encomendado.
• Si el atentado fuera contra la autoridad, se castigará con una pena de prisión de 2 a 4 años y multa
de 3 a 6 meses. Pero si la autoridad contra la que se atentare fuera miembro del Gobierno, de los
Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas, del Congreso de los Diputados, del Senado
o de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas, de las Corporaciones locales, del
Consejo General del Poder Judicial o Magistrado del Tribunal Constitucional se impondrá la pena
de prisión de cuatro a seis años y multa de seis a doce meses.
• Si fuera contra sus agentes o funcionarios públicos, prisión de 1 a 3 años. Las penas previstas se
impondrán también a
• Los que acometan o intimiden a las personas que acudan en auxilio de la autoridad, sus agentes o
funcionarios.
• Los bomberos o miembros del personal sanitario o equipos de socorro que estuvieran
interviniendo con ocasión de un siniestro, calamidad pública o situación de emergencia, con la
finalidad de impedirles el ejercicio de sus funciones.
• Al personal de seguridad privada, debidamente identificado, que desarrolle actividades de
seguridad privada en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Por último señalar que, serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho
meses, los que, sin estar comprendidos en los delitos anteriores, resistieren o desobedecieren gravemente a la
autoridad o sus agentes en el ejercicio de sus funciones, o al personal de seguridad privada, debidamente identificado,
que desarrolle actividades de seguridad privada en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad.
Los que faltaren al respeto y consideración debida a la autoridad, en el ejercicio de sus funciones, serán castigados con
la pena de multa de uno a tres meses.
La provocación, la conspiración y la proposición para los el delito de atentado y el delito de resistencia y desobediencia
serán castigadas con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente.
1. LA DENUNCIA
La denuncia (y también la querella) viene a constituir la vía preliminar a través de la cual el Juez suele llegar al
conocimiento de los hechos constitutivos de delito.
La denuncia es una declaración de conocimiento de la perpetración de un hecho que se considera pueda ser
constitutivo de delito y que realiza una persona ante el órgano judicial competente, Ministerio Fiscal o Policía Judicial.
Nuestro ordenamiento jurídico considera que la denuncia es un deber o una obligación jurídica y cuyo incumplimiento
comportaría consecuencias diversas.
1.1Denunciado
La denuncia no tiene que dirigirse frente a una persona determinada, es decir, la identificación del delincuente no es
un requisito exigido para la validez de la denuncia. Pero en el caso de que exista algún sospechoso, el denunciante
puede especificar esta circunstancia.
1.2 Contenido
El contenido de la denuncia se limita a una simple e informal exposición de los hechos aparentemente delictivos y sus
circunstancias. Se trata de narrar hechos.
La denuncia puede realizarse por escrito o de palabra, personalmente o por medio de mandatario con poder especial.
Puede realizarse también on line, personándonos posteriormente en sede judicial.
En el caso de hacerse por escrito, deberá estar firmada por el denunciante o por otra persona a su ruego y habrá de
contener sus datos personales y los hechos relativos al delito denunciado.
Si la denuncia se hace por escrito, una vez recibido éste por la autoridad o funcionario que corresponda, lo rubricará y
sellará en todas sus hojas en presencia del que lo presente, quien, a su vez, podrá igualmente rubricarlos por sí mismo
o por medio de otra persona a su ruego.
La denuncia verbal tiene carácter personalísimo, se plasmará en un acta, en forma de declaración, en la que se
recogerán cuantas noticias aporte el denunciante sobre el hecho denunciado. Dicha acta, que será extendida por la
autoridad o funcionario que reciba la denuncia y que hará constar los datos identificativos contenidos en el DNI, será
firmada por la autoridad o funcionario y el denunciante.
Si la persona que va a denunciar no supiere leer ni escribir, podrá hacerlo verbalmente o por medio de otra.
El mayor número de denuncias suelen presentarse de forma verbal, mediante comparecencia del denunciante en las
dependencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Una vez finalizada la denuncia y si el denunciante lo requiere, se le dará resguardo o copia en la que únicamente
constarán los datos aportados por el denunciante, según lo dispuesto por la Ley de Enjuiciamiento Criminal en su
artículo 268: El Juez, Tribunal, Autoridad o funcionario que recibieren una denuncia verbal o escrita harán constar por
la célula personal, o por otros medios que reputen suficientes, la identidad de la persona del denunciador. Si éste lo
exigiere, le darán resguardo de haber formalizado la denuncia.
El Código penal, dentro de los delitos contra la Administración de Justicia, dedica a la acusación y denuncias falsas los
artículos 456 y 457 que establecen la responsabilidad en que pueden incurrir aquellos que se extralimiten en el
ejercicio del derecho y deber de la denuncia:
1. Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona
hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o
administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancionados:
• Con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se
imputara un delito grave.
• Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito menos grave.
• Con la pena de multa de tres a seis meses, si se imputara una falta.
2. No podrá procederse contra el denunciante o acusador sino tras sentencia firme o auto también firme, de
sobreseimiento o archivo del Juez o Tribunal que haya conocido de la infracción imputada. Estos mandarán
proceder de oficio contra el denunciante o acusador siempre que de la causa principal resulten indicios bastantes
de la falsedad de la imputación, sin perjuicio de que el hecho pueda también perseguirse previa denuncia del
ofendido. Artículo 456.
El que, ante alguno de los funcionarios señalados en el artículo anterior, simulare ser responsable o víctima de una
infracción penal o denunciare una inexistente, provocando actuaciones procesales, será castigado con la multa de seis
a doce meses. Artículo 457.
2. LA OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR
Las personas que no están obligadas a denunciar aunque si pueden hacerlo si así lo desean:
Es un instrumento oficial en el que los funcionarios de policía judicial hacen constar las diligencias que se practican
para averiguar y comprobar un hecho delictivo, especificando en el mismo los hechos averiguados, las declaraciones e
informes
recibidos y todas las circunstancias que hubiesen observado y que pudiesen constituir indicio de delito.
El atestado se levantará bien directamente por la policía al tener conocimiento directo de unos hechos que pueden ser
constitutivos de delito, bien por denuncia de un particular o bien a consecuencia de las diligencias practicadas por el
Ministerio Fiscal.
Para realizar las averiguaciones, los funcionarios de policía judicial están obligados a observar estrictamente las
formalidades legales, no debiendo utilizar medios de averiguación que la ley no autorice.
El atestado será firmado los agentes que lo hayan extendido y será puesto en conocimiento del Ministerio Fiscal o de la
Autoridad Judicial en su caso.
En relación con la policía, el artículo 297 de la citada Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que los atestados que
redactaren y las manifestaciones que hicieren los funcionarios de Policía Judicial, a consecuencia de las averiguaciones
que hubieren practicado, se considerarán denuncias para los efectos legales.
Si la denuncia fuere presentada por un testigo presencial de los hechos, su comparecencia en juicio lo sería en calidad
de testigo.
Delitos privados
Se consideran como delitos privados la calumnia, la injuria, el delito de daños, el delito de revelación de secretos… que
se persiguen sólo mediante la presentación de querella y, por tanto, no son susceptibles de denuncia.
• Ante la comisión de un delito privado, cuando es flagrante o de los que no dejan huella de su
perpetración.
• Los delitos de calumnia e injuria cometidos por medio de la imprenta, grabado, radiodifusión o
televisión.
• Cuando la ofensa se dirija contra funcionario público, autoridad o agente de la misma sobre
hechos relativos al ejercicio de sus cargos.
3. LA QUERELLA
3.1. Concepto.
Es la declaración que una persona efectúa por escrito para poner en conocimiento del Juez unos hechos que cree que
presentan las características de delito. Con ella el querellante solicita la apertura de una causa criminal en la que se
investigará la comisión del presunto delito, y se constituirá como parte acusadora en el mismo.
Puede interponer una querella cualquier ciudadano español independientemente de que haya sido o no ofendido por
el delito. Sin embargo, los extranjeros sólo podrán querellarse en el primero de los casos, esto es, si son directamente
ofendidos por el delito que declaran.
El Juez o Tribunal decidirá si admite o no a trámite la querella interpuesta. Contra la resolución que dicte el Juez
desestimándola podrá presentarse el llamado recurso de apelación.
Por su parte, en la querella se podrán denunciar tanto delitos públicos como privados.
Los delitos públicos son aquellos que se persiguen 'de oficio', esto es, por las propias autoridades. Sin embargo, para el
seguimiento de los delitos privados será necesario que el afectado por los mismos formule una querella en la que
manifieste su voluntad de ser parte acusadora en el procedimiento penal.
Junto a la querella deberán aportarse aquellos documentos o pruebas que sirvan para acreditar los hechos objeto de la
misma o indicar dónde pueden encontrarse.
Cuando se trate de un delito in fraganti, de los que no dejan señales de su comisión o en los que exista un temor
fundado de que el presunto culpable va a escaparse o a ocultarse, el particular que tenga la intención de formular
querella podrá acudir además a cualquier funcionario de policía solicitando la práctica de las primeras diligencias de
averiguación y, en su caso, detener al delincuente.
En los delitos privados, excepto para el caso de violación y secuestro, junto con la querella se presentará la
certificación que acredite que se ha celebrado o intentado el acto de conciliación entre querellante y querellado.
No obstante, podrán celebrarse aquellas diligencias de carácter urgente dirigidas a la comprobación de los hechos o
para la detención del delincuente, debiendo presentar la certificación lo antes posible, de lo contrario se paralizarían
las actuaciones.
Cuando el que presenta la querella no es el perjudicado por el delito, sus herederos o representante legal o, en el
supuesto de homicidios o asesinatos, el viudo o la viuda y los parientes ascendientes y descendientes consanguíneos o
afines de la víctima hasta el segundo grado, deberá prestar fianza para cubrir los gastos del juicio.
En el caso de los extranjeros, únicamente quedarán exentos de presentar fianza si así se contempla en algún tratado
internacional que les sea de aplicación o por el régimen de reciprocidad con el país de origen del extranjero.
• Si a los 10 días de practicarse las últimas diligencias solicitadas por el querellante, éste no insta la
continuación del procedimiento
• Cuando la causa esté paralizada porque el querellante no solicita que se practique ninguna
actuación
• Por muerte o incapacidad del querellante, si la causa no se continúa por sus herederos o
representantes legales en el plazo de 30 días naturales desde que se les notifique la existencia de
la querella
Se trata de las denuncias formuladas por delitos de violación, abusos, acosos sexuales, abandono de familia. En
general, la persecución de estos delitos depende de la voluntad del perjudicado o de su representante legal. Sin
embargo, cuando el perjudicado por ellos es un menor de edad o un incapaz, la ley permite su persecución, aún contra
la voluntad de los perjudicados o sus representantes, y obliga a denunciarlos a los órganos de protección de menores
en determinados casos y al Ministerio Fiscal, siempre permitiendo además la intervención de oficio del Juez. Son por
tanto, delitos perseguibles de oficio.
La detención es una medida cautelar por la que se determina la privación provisional de la libertad de una persona. Se
efectúa con arreglo a la Ley y con la finalidad de poner a disposición de la Autoridad Judicial a la misma.
- Principio de legalidad. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su
libertad, sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista en la Ley,
artículo 17.1 de la Constitución.
Siguiendo la definición constitucional y en concordancia con la misma, la Ley de enjuiciamiento Criminal, en su artículo
489, dispone que ningún español ni extranjero podrá ser detenido sino en los casos y en la forma que las leyes
prescriban.
Consecuentemente con lo expuesto, existe un derecho fundamental a no ser detenido salvo en los supuestos
excepcionalmente previstos en las leyes y, más exactamente, en las Leyes Orgánicas si fueran posteriores a la entrada
en vigor de la Constitución.
1.1Finalidad de la detención
La finalidad de la detención es evitar que la persona implicada en un hecho delictivo se pueda sustraer a la acción de la
Justicia. La Autoridad Judicial es la que, en definitiva, tiene que decidir sobre la prisión provisional o su libertad con o
sin fianza, lo que le proporciona el carácter de medida cautelar personal.
La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las
averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en
todo caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la
autoridad judicial, artículo 17.2 de la Constitución.
En caso de no cumplir con dichos requisitos, el privado de libertad podría hacer uso de la garantía que constituye el
apartado 4 del artículo 17 y hacer uso de la facultad del Habeas corpus para comparecer ante el Juez competente.
2. FACULTADES ATRIBUIDAS A ESTE RESPECTO POR NUESTRO ORDENAMIENTO JURÍDICO A LAS PERSONAS NO
REVESTIDAS DE LOS ATRIBUTOS DE AGENTE DE POLICÍA JUDICIAL.
En toda detención hay que contemplar un sujeto activo, el que la lleva o puede llevarla a cabo, y un sujeto pasivo que,
lógicamente, será el que sufra esa limitación o privación de su derecho a la libertad.
En atención a lo establecido por la Constitución Española, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en su artículo 490,
dispone lo siguiente:
Tanto la detención efectuada por un particular, como la efectuada por un vigilante de seguridad, tendrá como
resultado la inmediata puesta del detenido a disposición judicial o, en todo caso, la entrega a la patrulla o centro
policial más próximo.
Las investigaciones, dentro del plazo establecido por la Constitución Española, a realizar por los agentes de la
autoridad, no son exigibles a los particulares; únicamente deberán entregar al detenido en el plazo más breve posible.
Por último, señalar que el particular que detuviere a otro deberá justificar los motivos que le han llevado a practicar tal
detención si el detenido así lo exige (artículo 491 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).
También llamada detención obligatoria o preceptiva, se regula por la Ley de Enjuiciamiento Criminal en su artículo 492
y obliga al funcionario policial a detener:
- Al procesado que preste en el acto fianza bastante, a juicio de la autoridad o agente que intentara detenerlo, por
presumir racionalmente que comparecerá cuando le llame el Juez o Tribunal competente.
- Al que estuviere en el caso del número anterior, aunque todavía no se hallase procesado, con tal de que
concurran las dos circunstancias siguientes:
1. Que la Autoridad o Agente tenga motivos racionalmente bastantes para creer en al existencia de un
hecho que presente caracteres de delito.
2. Que los tenga también bastantes para creer que la persona a la que intente detener tuvo
participación en él.
Dependiendo del motivo que haya originado la detención y como máximo en un plazo de 72 horas a contar desde que
le fuera entregado el detenido, el Juez puede ordenar bien su ingreso en prisión, bien su libertad provisional.
En general, coinciden con las medidas establecidas en los casos de prisión, destacando que se adoptan de forma
extraordinaria contra el detenido en los casos de desobediencia, violencia, rebelión o cuando haya intentado o
realizado preparativos para fugarse.
Las medidas son temporales, por lo que únicamente duran el tiempo estrictamente necesario.
Además, el Juez puede ordenar que el detenido esté incomunicado durante el tiempo que dure la detención. En estos
casos no tendrá derecho a comunicarse con su familia, a informar del hecho de la detención y el abogado le será
designado de oficio por el funcionario o autoridad judicial que le custodie.
Únicamente se puede adoptar durante el desarrollo de un proceso penal. Con esta medida se priva de libertad al
sujeto al que se le imputa la comisión de un delito con la finalidad de que puedan aplicarse de forma efectiva las leyes
penales.
Por su parte, una vez que el detenido es puesto a disposición del Juez o Tribunal, sólo se podrá ordenar su prisión
provisional a solicitud del Ministerio Fiscal o de la acusación particular. Para que un Juzgado o Tribunal pueda decretar
la medida de prisión provisional, es necesario que conste la existencia de un delito e indicios suficientes para
considerar que la persona detenida es la responsable del mismo.
Además, es necesario que el delito que se le impute lleve aparejada una pena superior a 2 años de prisión o que el
Juez considere necesario su ingreso en prisión por cuestiones tales como los antecedentes del detenido, sus
circunstancias personales y las del hecho delictivo.
La persona que se encuentre en situación de prisión provisional tiene derecho a que su caso sea atendido de forma
prioritaria prestándole la debida atención.
La prisión provisional no puede extenderse por más tiempo del estrictamente necesario y, en todo caso, del que se
señala en cada caso en función de la pena que sanciona el tipo de delito atribuido al detenido.
Así, dependiendo de la clase de delito podrá permanecer un periodo mayor o menor en situación de prisión
provisional.
Cuando la pena a imponer sea de prisión menor el detenido no podrá permanecer durante más de 1 año en situación
de prisión provisional; si la pena es superior, el límite temporal de la prisión provisional estará en 2 años.
Sin embargo, en ambos casos la situación podrá prolongarse si se prevé que la causa no podrá ser juzgada en este
tiempo y existen razones fundadas para considerar que la persona inculpada podría evitar el desarrollo normal del
proceso (por ejemplo, huyendo del país u ocultándose). En estos casos, el Juzgado o Tribunal, antes de poder adoptar
la prórroga de la situación de prisión provisional deberá dar audiencia al inculpado y al Ministerio Fiscal.
Si ya hubiese recaído sentencia y contra ésta se hubiese formulado recurso, la prisión provisional podrá prolongarse
hasta la mitad de la pena impuesta en la sentencia.
Las personas y entidades que ejerzan funciones de vigilancia, seguridad o custodia, referidas a personal y bienes o
servicios de titularidad pública o privada, tienen especial obligación de auxiliar o colaborar en todo momento con las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, artículo 4.2 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El carácter auxiliar del personal de seguridad con respecto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad estatal está recogido
taxativamente en los textos legales. Así, el artículo
4.2 de la Ley Orgánica 02/86, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad establece que las personas y
entidades que ejerzan funciones de vigilancia, seguridad o custodia a personas o bienes o servicios de titularidad
pública tienen especial obligación de colaborar en todo momento con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por otra parte, el artículo 8.3 de la Ley 5/14, de 4 de abril, de Seguridad Privada establece que las empresas y el
personal de seguridad privada tendrán obligación especial de auxiliar y colaborar, en todo momento, con las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad. También el artículo 72 del Reglamento de Seguridad Privada establece que, en concreto los
vigilantes de seguridad, deberán seguir las instrucciones que, en el ejercicio de sus competencias, impartan los
responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, siempre que se refieran a personas y bienes cuya protección y
vigilancia estuviesen encargadas, colaborando con aquellas en los casos de suspensión de espectáculos, desalojos o
cierre provisional de locales y, en general, dentro de los locales o establecimientos en que presten su servicio, en
cualquier situación en que sea preciso para el mantenimiento o restablecimiento de la seguridad ciudadana.
Un aspecto que debemos destacar de la actual Ley 5/14, de 4 abril, de Seguridad Privada es la protección jurídica de
agente de la autoridad que se recoge en su
artículo 31 al señalar que: ‘“e considerarán agresiones y desobediencias a agentes de la autoridad las que se cometan
contra el personal de seguridad privada, debidamente identificado, cuando desarrolle actividades de seguridad privada
en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de “seguridad’.
El personal de seguridad privada tendrá la obligación especial de auxiliar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado en el ejercicio de sus funciones, prestarles su colaboración y seguir sus instrucciones en relación con las
personas, bienes, establecimientos o vehículos de cuya custodia estuviesen encargadas.
Para incentivar esta obligación, el Reglamento de Seguridad Privada ha establecido que el personal de seguridad
privada que contribuya con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad puede ser distinguido con menciones honoríficas por
parte del Ministerio del Interior. Y hasta tal punto es importante este aspecto de la colaboración que el Reglamento
obliga a las empresas de seguridad a llevar un Libro-Registro en el que se deben anotar todas las comunicaciones que
dichas empresas realicen a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y que están relacionadas con la seguridad ciudadana.
Un aspecto de especial relevancia, dada la incidencia delictiva que tiene en la sociedad actual, lo constituye el hecho
de que los vigilantes deben (de acuerdo con el Reglamento de Seguridad Privada) impedir el consumo ilegal de drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en el interior de los locales, establecimientos o instalaciones objeto
de su vigilancia y, en caso de detectar algún tipo de tráfico, tratar de informar a los Cuerpos Policiales y, a ser posible, a
las Brigadas o Grupos de Policía Judicial, para que realicen las investigaciones conducentes a la identificación,
detención y puesta a disposición judicial de los implicados.
No debe olvidarse el gran número de vigilantes de seguridad existentes en la actualidad y la diversidad de lugares
donde prestan sus servicios profesionales constituyendo, de esa forma, un cuerpo policial más como prolongación del
estatal y, todo ello, con la finalidad de conseguir un nivel de seguridad suficiente para justificar la existencia de ambos
estamentos -el público y el privado-, pues ambos persiguen, aunque de forma diferente por su especial constitución,
un fin común. Es por ello que el vigilante de seguridad debe conseguir una preparación profesional suficiente para que
sepa actuar en todo momento dependiendo del hecho delictivo en concreto.
Así, por ejemplo, cuando se trate de un hecho delictivo contra la propiedad, en sus diferentes versiones (robo, hurto,
estafa...), en primer lugar, debe procurar tratar de identificar al autor o autores mediante la descripción de sus
características físicas y para ello debe saber explicarlas de manera clara y escueta, siendo concreto en su relato.
Deberá tratar de memorizar las matrículas de los vehículos, marcas, y modelos de éstos. No deberá manipular, ni
permitir que nadie lo haga hasta la llegada de la Policía, los lugares en que los delincuentes puedan haber dejado algún
rastro útil para su identificación posterior tales como huellas, pisadas, prendas, objetos o instrumentos utilizados que
deberán ser preservados con el máximo cuidado para evitar que puedan ser alterados o que, incluso, puedan
desaparecer. De la misma manera, en los delitos contra las personas (asesinatos, homicidios, lesiones...) deberán
impedir que nadie se acerque al cadáver y menos que lo puedan tocar, manipular o moverlo, asegurando así las
pruebas que puedan ser vitales a la hora del procedimiento judicial.
En este contexto es especialmente útil la colaboración que, con independencia de la preservación de pruebas, pueden
ofrecer los vigilantes de seguridad pues, con su preparación específica, pueden hacerse una composición del lugar y de
los hechos o, lo que es igual, adquirir una visión de conjunto y de primera mano (quiénes estaban, cómo o dónde se
encontraban, si tal persona llegó antes o después, si el conductor del coche era joven o no, si iba sólo o
acompañado...) que puede ser sumamente útil a la Policía encargada de investigar el caso. Y para conseguir estos
objetivos el vigilante no sólo deber ser una persona perspicaz y detallista sino que deberá alcanzar una preparación
adecuada y un nivel de actuación suficiente de forma que se convierta en un auténtico profesional, ya que sólo así se
puede convertir en eficaz colaborador de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Es por ello que, la Ley y el Reglamento de Seguridad Privada han previsto una formación, tanto inicial como
permanente, a través de centros especializados a los que necesariamente deberá acudir todo candidato a vigilante de
seguridad o el que, ya siéndolo, deba actualizar sus conocimientos.
Ahora bien, las empresas de seguridad privada y su personal deberán comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
competentes, tan pronto como sea posible, cualesquiera circunstancias o informaciones relevantes para la prevención,
el mantenimiento o restablecimiento de la seguridad ciudadana, así como todo hecho delictivo del que tuviesen
conocimiento en el ejercicio de su actividad o funciones, poniendo a su disposición a los presuntos delincuentes, así
como los instrumentos, efectos y pruebas relacionados con los mismos.
Además, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán facilitar al personal de seguridad privada, en el ejercicio de sus
funciones, informaciones que faciliten su evaluación de riesgos y consiguiente implementación de medidas de
protección. En el caso de que dicha información contuviera datos de carácter personal sólo podrá facilitarse cuando
exista un peligro real para la seguridad pública o para evitar la comisión de infracciones. Y, al mismo tiempo, las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tendrán acceso a la información, previa autorización, ya sea mediante cesión de datos
que se consideren necesarios para la seguridad ciudadana, ya sea mediante el acceso a los sistemas instalados por las
empresas de seguridad privada, que les va a permitir la comprobación de las informaciones en tiempo real cuando ello
sea necesario para la prevención de un peligro real para la seguridad pública o para la represión de infracciones
penales.
Considera la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada que, cuando se proceda a la comunicación de buena fe de
información a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por parte de las entidades de seguridad privada y su personal, no se
entenderá como vulneración de las restricciones sobre divulgación de información impuestas por vía contractual o por
cualquier disposición legal cuando sea necesario para la prevención de riesgos públicos o posibles infracciones
penales.
Para llevar a cabo estas funciones de coordinación y participación está prevista la existencia de comisiones mixtas de
seguridad privada y órganos consultivos, tanto en la Administración General del Estado, como en aquellas
comunidades autónomas que tengan asumidas las competencias en materia de seguridad.
1. LA DETENCIÓN
La detención consiste en la privación temporal de la libertad de una persona ante la sospecha de que sea responsable
de una infracción penal. Al tratarse de la privación de un derecho fundamental, nuestro ordenamiento jurídico
establece una serie garantías para la protección de la persona detenida. Garantías que parten de la propia
Constitución, que establece en su artículo 17:
◦ Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, sino
con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista en la Ley.
◦ La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las
averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en el plazo máximo de
setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial.
◦ Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata y de modo que le sea comprensible, de
sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la
asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales en los términos que la ley
establezca.
◦ La ley regulará un procedimiento de "habeas corpus" para producir la inmediata puesta a disposición
judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo de
duración de la prisión provisional.
1.1Duración de la detención
Como establece la Constitución, la detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario y, en
todo, caso su duración no podrá superar las setenta y dos horas, salvo en el caso de terrorismo, que es posible
prorrogarla hasta un límite máximo de otras cuarenta y ocho horas más (cinco días en total), con los requisitos que
más adelante veremos.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal, artículo 520, al desarrollar el mandato constitucional, establece el derecho que
tiene toda persona detenida a ser informada de los siguientes derechos:
• A ser informado de modo que le sea comprensible y, de forma inmediata, de aquellos hechos que
se le imputan y de las razones que dan motivo a su privación de libertad
• A guardar silencio, no declarando si no quiere hacerlo, a no contestar a alguna o algunas de las
preguntas que le formulen o a manifestar que solo declarará ante el Juez
La autoridad judicial o a los funcionarios, bajo cuya custodia se encuentre el detenido, comunicarán al Colegio de
Abogados el letrado designado por el detenido y dicho Colegio comunicará a aquél su designación. Igualmente actuará
el Colegio de Abogados si el designado por el detenido lo fuere de oficio. En el primer caso, si el abogado designado no
fuere hallado o no compareciere, el Colegio de Abogados nombrará uno de oficio. Por su parte, el abogado acudirá al
centro de detención a la mayor brevedad y, en todo caso, en el plazo máximo de ocho horas, contadas desde el
momento de la comunicación al referido Colegio. Dichas autoridades o funcionarios se abstendrán de hacerle
recomendación alguna sobre la elección de Abogado al detenido.
El detenido tiene derecho a designar abogado y a pedir que esté presente en su declaración y si no lo designa tiene
derecho a que le nombren uno de oficio.
El letrado que asista al detenido adaptará sus actuaciones a los siguientes extremos:
• Solicitar, en su caso, que el detenido sea informado de sus derechos y que se proceda al
reconocimiento médico del mismo.
• Solicitar, a la autoridad o funcionario que hubieren de practicar la diligencia en que el abogado
haya intervenido, una vez terminada ésta, la declaración o ampliación de los extremos que
considere convenientes, así como la consignación en el acta de cualquier incidencia que haya
tenido lugar durante su práctica.
• Entrevista reservada, con el detenido, al término de la práctica de la diligencia en que hubiere
intervenido.
¿Se puede prestar declaración sin estar presente el abogado?
El detenido podrá ser invitado a prestar declaración sin la presencia del abogado en los dos siguientes casos y, en ellos,
el detenido seguirá conservando su derecho a no declarar si así lo decide:
En casos excepcionales los derechos del detenido se pueden ver limitados pero siempre dentro del marco de la
legalidad.
Se puede aplicar esta restricción en casos de delitos cometidos por integrantes de bandas armadas o terroristas, en
que la detención podrá prolongarse el tiempo necesario para los fines de la investigación, hasta un limite máximo de
otras cuarenta y ocho horas, siempre que tal prórroga se hubiere solicitado, por comunicación motivada, dentro de las
primeras cuarenta y ocho horas desde la detención y sea autorizada por el Juez en las veinticuatro horas siguientes. La
autorización o denegación de la prórroga se adoptarán en resolución motivada.
Asimismo podrá solicitarse al Juez la incomunicación de estos detenidos desde el mismo momento de su detención. El
Juez se pronunciará sobre la misma, en resolución motivada, en el plazo de veinticuatro horas. Una vez solicitada la
incomunicación, el detenido quedará en todo momento incomunicado, sin perjuicio del derecho de defensa que le
asiste.
Como una garantía más de los derechos del detenido, la Constitución, en el último apartado de su artículo 17 se remite
a la Ley Orgánica 6/1984, de 24 de mayo, de habeas corpus.
Se trata de un texto legal concreto y sencillo que establece el procedimiento judicial a través del cual se determinará si
una detención ha sido o no ajustada a Derecho y será el Juez el que deba resolver sobre la situación en que quedará el
detenido.
El procedimiento no podrá durar más de veinticuatro horas y no requiere asistencia de Abogado y Procurador.
◦ Los que lo fueren por una autoridad, agente de la misma, funcionario público o particular sin que
concurran los supuestos legales, o sin haberse cumplido las formalidades prevenidas y requisitos
exigidos por las leyes
◦ Aquellas que estén ilícitamente internadas en cualquier establecimiento o lugar
◦ Las que estuviesen por plazo superior al señalado en las leyes si, transcurrido el mismo, no fuesen
puestas en libertad o entregadas al Juez más cercano al lugar de la detención
◦ Las privadas de libertad a quienes no les sean respetados los derechos que la Constitución y las
leyes procesales garantizan a toda persona
Dicha competencia corresponde al Juez de Instrucción del lugar en que se encuentre el detenido, en su defecto, el del
lugar en que se produjo la detención y, en defecto de los anteriores, el del lugar donde se hayan tenido las últimas
noticias del paradero del detenido. Caso de detención de personas terroristas o pertenecientes a bandas armadas, es
competente el Juzgado Central de Instrucción, en tanto que el Juez Togado Militar tendrá la competencia en el ámbito
militar.
• El detenido
• El cónyuge del detenido o persona a quien se encuentre unido por análoga relación de afectividad
• Los ascendientes, descendientes o hermanos del detenido
• Si es menor o incapaz, sus representantes legales o el Ministerio Fiscal
• El Defensor del Pueblo
• El Juez, de oficio
El procedimiento, salvo en caso de que sea instado por el Juez de oficio, se inicia con escrito o comparecencia en la
que deberá constar nombre y circunstancias personales del solicitante y del detenido. En caso de ser el detenido el
propio solicitante, la solicitud podrá hacerla de su propio puño y letra o bien se incluirá la diligencia hecha por el
instructor del atestado. Se indicará el lugar donde se halle privado de libertad el detenido o persona bajo cuya custodia
se encuentre. También se indicará el motivo concreto por el que solicita el habeas corpus.
El Juez dará traslado de la solicitud al Ministerio Fiscal y acordará o denegará la incoación del procedimiento, mediante
auto, dando cuenta al Ministerio Fiscal. Decisión contra la que no cabe recurso.
Si el Juez determina incoar el procedimiento, podrá ordenar traer al detenido ante él y, una vez oído éste o en su caso
su representante legal o su abogado, si el detenido hubiere designado alguno, oirá también al Ministerio Fiscal.
Asimismo, oirá también a las autoridades o funcionarios que hubieren ordenado o practicado la detención para que
expongan las razones de su proceder y, por último, oirá a las personas que hayan tenido la custodia del detenido.
Las partes aportarán todas las pruebas que tengan y el Juez admitirá aquellas que estime pertinentes. Una vez
practicadas las pruebas y oídos los testigos que hubiere, el Juez dictará resolución mediante auto motivado.
1. El archivo de las actuaciones si estima que la detención es legal y declarará en el auto motivado que dicte que la
detención es conforme a Derecho. En este caso, el atestado seguirá su curso para poner al detenido ante el Juez
competente.
2. Si estima que se trata de persona ilegalmente detenida, el Juez acordará alguna de las siguientes medidas:
• Puesta en libertad del detenido, si lo fue ilegalmente
• La continuación del detenido en la misma situación, conforme a las disposiciones legales aplicables
al caso, o bajo la custodia de personas distintas a las que se encontraba
• Si hubiere transcurrido el plazo legalmente establecido para su detención, que el detenido sea
puesto inmediatamente a disposición judicial
El Juez podrá, igualmente, deducir testimonio para la persecución y castigo de aquellos delitos que hubieren podido
cometer, tanto los que hubieren ordenado la detención, como los que hubieren custodiado al detenido. Igualmente
deducirá testimonio en aquellos casos de denuncia falsa o simulación de delito para determinar las responsabilidades
penales correspondientes.
Si el solicitante hubiere actuado de mala fe, las costas penales correrán a su cargo, caso contrario se declararán de
oficio.
El ordenamiento jurídico no impone obligación alguna a los vigilantes de seguridad respecto a la información de
derechos al detenido a que se refiere la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Todo ello pese a la obligación que tienen de
proceder a la detención en los siguientes supuestos:
1. En caso de delito in fraganti, considerado según la jurisprudencia del Tribunal Supremo como aquella situación
fáctica en la que el delincuente es sorprendido en el momento de delinquir o en circunstancias inmediatas a la
perpetración del delito. Lo que exige la concurrencia de tres requisitos:
• Inmediatez temporal
• Inmediatez personal
• Necesidad urgente de intervención policial
2. Concurrencia de indicios racionales de que se ha cometido un delito y siempre que la persona que se intenta
detener no se encuentre procesada por ese delito y que existan motivos racionales bastantes para creer que la
persona a la que se intenta detener ha participado en un hecho que presente caracteres de delito.
1. Corresponde al Gobierno, a través del Ministerio del Interior y de los demás órganos y autoridades competentes
y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a sus órdenes, la preparación, dirección y ejecución de la política en relación
con la administración general de la seguridad ciudadana, sin perjuicio de las competencias atribuidas a otras
administraciones públicas en dicha materia.
2. Son autoridades y órganos competentes en materia de seguridad ciudadana, en el ámbito de la Administración
General del Estado:
a) El Ministro del Interior.
b) El Secretario de Estado de Seguridad.
c) Los titulares de los órganos directivos del Ministerio del Interior que tengan atribuida tal condición, en
virtud de disposiciones legales o reglamentarias.
d) Los Delegados del Gobierno en las comunidades autónomas y en las Ciudades de Ceuta y Melilla.
e) Los Subdelegados del Gobierno en las provincias y los Directores Insulares.
3. Serán autoridades y órganos competentes, a los efectos de esta Ley, los correspondientes de las comunidades
autónomas que hayan asumido competencias para la protección de personas y bienes y para el mantenimiento de la
seguridad ciudadana y cuenten con un cuerpo de policía propio.
. 4. Las autoridades de las Ciudades de Ceuta y Melilla y las autoridades locales ejercerán las facultades que les
corresponden, de acuerdo con la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, y la legislación de régimen local, espectáculos
públicos, actividades recreativas y actividades clasificadas.
Los alcaldes podrán imponer las sanciones y adoptar las medidas previstas en esta Ley cuando las infracciones se
cometieran en espacios públicos municipales o afecten a bienes de titularidad local, siempre que ostenten
competencia sobre la materia de acuerdo con la legislación específica.
La Constitución Española reserva, con carácter amplio y general, las competencias relativas a la seguridad pública al
Estado (artículo 149.1.29) en tanto que, desde un punto de vista más específico, atribuye a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, la tarea de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y de
garantizar la seguridad ciudadana (artículo 104.1), afectando en su regulación al ejercicio de algunos derechos
fundamentales, como el derecho a la libertad, a la libre circulación por el territorio nacional y a entrar y salir
libremente de España o al derecho de reunión.
La Ley Orgánica 2/86, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es la que determina las funciones y
cometidos de los distintos cuerpos.
Artículo noveno.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ejercen sus funciones en todo el territorio nacional y están integradas
por:
a) El Cuerpo Nacional de Policía, que es un Instituto Armado de naturaleza civil, dependiente del Ministro del Interior.
b) La Guardia Civil, que es un Instituto Armado de naturaleza militar, dependiente del Ministro del Interior, en el
desempeño de las funciones que esta Ley le atribuye, y del Ministro de Defensa en el cumplimiento de las misiones de
carácter militar que éste o el Gobierno le encomienden. En tiempo de guerra y durante el estado de sitio, dependerá
exclusivamente del Ministro de Defensa.
Artículo diez.
1. Corresponde al Ministro del Interior la administración general de la seguridad ciudadana y el mando superior de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como la responsabilidad de las relaciones de colaboración y auxilio con
las Autoridades policiales de otros países, conforme a lo establecido en Tratados y Acuerdos Internacionales.
2. Bajo la inmediata autoridad del Ministro del Interior, dicho mando será ejercido en los términos establecidos en esta
Ley por el Director de la Seguridad del Estado (Secretario de Estado de Seguridad), del que dependen directamente las
Direcciones Generales de la Guardia Civil y de la Policía, a través de las cuales coordinará la actuación de los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado.
3. En cada provincia, el Gobernador Civil (Delegado o subdelegado del Gobierno) ejercerá el mando directo de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con sujeción a las directrices de los órganos mencionados en los apartados
anteriores, sin perjuicio de la dependencia funcional de las unidades de Policía Judicial, respecto de los Jueces, de los
Tribunales y del Ministerio Fiscal, en sus funciones de averiguación del delito y descubrimiento y aseguramiento del
delincuente.
Artículo once.
1. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y
libertades y garantizar la seguridad ciudadana mediante el desempeño de las siguientes funciones:
a) Velar por el cumplimiento de las Leyes y disposiciones generales, ejecutando las órdenes que reciban de las
Autoridades, en el ámbito de sus respectivas competencias.
b) Auxiliar y proteger a las personas y asegurar la conservación y custodia de los bienes que se encuentren en situación
de peligro por cualquier causa.
c) Vigilar y proteger los edificios e instalaciones públicos que lo requieran.
d) Velar por la protección y seguridad de altas personalidades.
e) Mantener y restablecer, en su caso, el orden y la seguridad ciudadana.
f) Prevenir la comisión de actos delictivos.
g) Investigar los delitos para descubrir y detener a los presuntos culpables, asegurar los instrumentos, efectos y
pruebas del delito, poniéndolos a disposición del Juez o Tribunal competente y elaborar los informes técnicos y
periciales procedentes.
h) Captar, recibir y analizar cuantos datos tengan interés para el orden y la seguridad pública, y estudiar, planificar y
ejecutar los métodos y técnicas de prevención de la delincuencia.
i) Colaborar con los servicios de protección civil en los casos de grave riesgo, catástrofe, o calamidad pública, en los
términos que se establezcan en la legislación de protección civil.
2. Las funciones señaladas en el párrafo anterior serán ejercidas con arreglo a la siguiente distribución territorial de
competencias:
a) Corresponde al Cuerpo Nacional de Policía ejercitar dichas funciones en las capitales de provincia y en los términos
municipales y núcleos urbanos que el Gobierno determine.
b) La Guardia Civil las ejercerá en el resto del territorio nacional y su mar territorial.
3. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los miembros del Cuerpo Nacional de Policía podrán ejercer las
funciones de investigación y las de coordinación de los datos a que se refieren los apartados g) y h) del número 1 de
este artículo, en todo el territorio nacional.
La Guardia Civil, para el desempeño de sus competencias propias, podrá asimismo realizar las investigaciones
procedentes en todo el territorio nacional, cuando ello fuere preciso.
En todo caso de actuación fuera de su ámbito territorial, los miembros de cada Cuerpo deberán dar cuenta al otro de
las mismas.
4. Sin perjuicio de la distribución de competencias del apartado 2 de este artículo, ambos Cuerpos deberán actuar
fuera de su ámbito competencial por mandato judicial o del Ministerio Fiscal o, en casos excepcionales, cuando lo
requiera la debida eficacia en su actuación; en ambos supuestos deberán comunicarlo de inmediato al Gobernador
civil y a los mandos con competencia territorial o material; el Gobernador civil podrá ordenar la continuación de las
actuaciones o, por el contrario, el pase de las mismas al Cuerpo competente, salvo cuando estuvieren actuando por
mandato judicial o del Ministerio Fiscal.
5. En caso de conflicto de competencias, ya sea positivo o negativo, se hará cargo del servicio el Cuerpo que haya
realizado las primeras actuaciones, hasta que se resuelva lo procedente por el Gobernador civil o las instancias
superiores del Ministerio del Interior, sin perjuicio de lo dispuesto para la Policía Judicial.
6. Al objeto de conseguir la óptima utilización de los medios disponibles y la racional distribución de efectivos, el
Ministerio del Interior podrá ordenar que cualesquiera de los Cuerpos asuma, en zonas o núcleos determinados, todas
o algunas de las funciones exclusivas asignadas al otro Cuerpo.
2.2 y 2.3 Serán competencias ejercidas por la Guardia Civil y de la Policía Nacional
Artículo doce.
1. Además de las funciones comunes establecidas en el artículo anterior, se establece la siguiente distribución material
de competencias:
c) Las previstas en la legislación sobre extranjería, refugio y asilo, extradición, expulsión, emigración e inmigración.
f) Colaborar y prestar auxilio a las policías de otros países, conforme a lo establecido en los Tratados o Acuerdos
Internacionales sobre las Leyes, bajo la superior dirección del Ministro del Interior.
g) El control de las entidades y servicios privados de seguridad, vigilancia e investigación, de su personal, medios y
actuaciones.
b) El resguardo fiscal del Estado y las actuaciones encaminadas a evitar y perseguir el contrabando.
1. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están obligadas a la cooperación recíproca en el desempeño de sus
competencias respectivas.
2. Las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil actuarán recíprocamente como oficinas para la
recepción y tramitación de los documentos dirigidos a las autoridades de cualquiera de los dos Institutos
El Cuerpo Nacional de Policía tiene un doble tipo de funciones, que le confieren a la vez carácter de Policía
Administrativa y Policía Judicial.
1) Como Policía Administrativa, por cuanto gestiona, controla e inspecciona asuntos como la documentación personal,
el régimen de extranjería, etc.
2) Como Policía Judicial, investigando los delitos, constituyéndose en auxilio de la justicia bajo cuyas directrices actúan
funcionalmente en este campo.
Además, el Cuerpo Nacional de Policía está estructurado en cuatro Escalas y siete
4. GUARDIA CIVIL
Artículo trece.
1. El Cuerpo de la Guardia Civil se estructura jerárquicamente según los diferentes empleos, de conformidad con su
naturaleza militar.
2. El régimen estatutario de la Guardia Civil será el establecido en la presente Ley, en las normas que la desarrollan y
en el ordenamiento militar.
Artículo catorce.
1. El Ministerio del Interior dispondrá todo lo concerniente a servicios de la Guardia Civil relacionados con la seguridad
ciudadana y demás competencias atribuidas por esta Ley, así como a sus retribuciones, destinos, acuartelamientos y
material.
2. Conjuntamente, los Ministros de Defensa e Interior dispondrán todo lo referente a la selección, formación,
perfeccionamiento, armamento y despliegue territorial, y propondrán al Gobierno el nombramiento del titular de la
Dirección General de la Guardia Civil, así como la normativa reguladora del voluntariado especial para la prestación del
servicio militar en la misma.
3. El Ministro de Defensa dispondrá lo concerniente al régimen de ascensos y situaciones del personal, así como a las
misiones de carácter militar que se encomienden a la Guardia Civil, ejerciendo, respecto al voluntariado especial para
la prestación del servicio militar en la misma las competencias que normativamente le correspondan.
Artículo quince.
1. La Guardia Civil, por su condición de instituto armado de naturaleza militar, a efectos disciplinarios, se regirá por su
normativa específica. Cuando la Guardia Civil actúe en el cumplimiento de misiones de carácter militar o cuando el
personal de dicho Cuerpo se integre en unidades militares, resultará de aplicación el régimen disciplinario de las
Fuerzas Armadas.
En todo caso, será competente para la imposición de la sanción de separación del servicio el Ministro de Defensa, a
propuesta del de Interior.
2. Los miembros de la Guardia Civil no podrán pertenecer a partidos políticos o sindicatos ni hacer peticiones
colectivas: individualmente podrán ejercer el derecho de petición en los términos establecidos en su legislación
específica.
Por otra parte, El Cuerpo de la Guardia Civil se estructura jerárquicamente según los diferentes empleos, de
conformidad con su naturaleza militar (Guardia, Cabo, Sargento, Teniente, Capitán, Comandante, Teniente Coronel,
Coronel y General).
A cada Comunidad Autónoma concierne la creación de su propia policía, de conformidad con el contenido de sus
respectivos Estatutos de Autonomía. Si así está previsto en ellos y mediante Ley Orgánica, los cuerpos de policía que se
creen, previo informe del Consejo de Política de Seguridad, son Institutos Armados de naturaleza civil, con estructura y
organización jerarquizada.
Sus miembros, deberán vestir de uniforme, salvo en los casos en que sean autorizados por la Junta de Seguridad
respectiva para realizar el servicio sin él.
Podrán utilizar armas de fuego, correspondiendo conceder las licencias al Gobierno de la Nación.
Su ámbito de actuación queda delimitado por el territorio de la Comunidad a que pertenezcan, salvo en situaciones de
emergencia previo requerimiento de las Autoridades estatales.
Sus mandos se designarán, por las autoridades competentes de la Comunidad, entre mandos de las Fuerzas Armadas y
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que habrán de superar un curso de especialización homologado por
el Ministerio del Interior.
Aquellas Comunidades que decidieran no crear sus propios cuerpos de policía, podrán solicitar del Gobierno de la
Nación, a través del Ministerio del Interior, la adscripción de Unidades del Cuerpo Nacional de Policía para el desarrollo
de sus correspondientes competencias.
Hasta la presente tienen previsto en su Estatuto de Autonomía la creación de cuerpos de policía, las Comunidades
Autónomas de Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana Valencia, Canarias y el Régimen
Foral de Navarra.
a) Velar por el cumplimiento de las disposiciones y órdenes singulares dictadas por los órganos de la Comunidad
Autónoma.
a) Velar por el cumplimiento de las Leyes y demás disposiciones del Estado y garantizar el funcionamiento de los
servicios públicos esenciales.
b) Participar en las funciones de Policía Judicial, en la forma establecida en el artículo 29.2 de esta Ley.
c) Vigilar los espacios públicos, proteger las manifestaciones y mantener el orden en grandes concentraciones
humanas.
El ejercicio de esta función corresponderá, con carácter prioritario, a los Cuerpos de Policía de las Comunidades
Autónomas, sin perjuicio de la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando, bien a
requerimiento de las Autoridades de la Comunidad Autónoma, o bien por decisión propia, lo estimen necesario las
Autoridades estatales competentes.
3. De prestación simultánea e indiferenciada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado:
a) La cooperación a la resolución amistosa de los conflictos privados cuando sean requeridos para ello.
b) La prestación de auxilio en los casos de accidente, catástrofe o calamidad pública, participando en la forma prevista
en las Leyes, en la ejecución de los planes de protección civil.
c.) Velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente,
recursos hidráulicos, así como la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la
naturaleza.
6. POLICÍAS LOCALES
Art. 51. Los municipios podrán crear cuerpos de policía propios, de acuerdo con lo previsto en la presente ley, en la Ley
de Bases de Régimen Local y en la legislación autonómica. Son las Policías Locales, con cualquier denominación con la
que se las conozca: Guardia Urbana, Policía Municipal...
Se configuran como institutos armados de naturaleza civil, con estructura y organización jerarquizada, rigiéndose por
principios generales y disposiciones estatutarias comunes con el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, previstas
en la mencionada Ley Orgánica, aunque adecuándolas a las disposiciones propias que dicten la Comunidad Autónoma
y los respectivos Ayuntamientos.
Sus miembros sólo podrán actuar en su ámbito municipal, salvo emergencias y previo requerimiento de las
autoridades competentes. Actuarán de uniforme y para hacerlo de paisano lo tendrá que autorizar el Delegado o
Subdelegado del Gobierno.
a) Proteger a las Autoridades de las Corporaciones Locales, y vigilancia o custodia de sus edificios e instalaciones.
b) Ordenar, señalizar y dirigir el tráfico en el casco urbano, de acuerdo con lo establecido en las normas de circulación.
d) Policía Administrativa, en lo relativo a las Ordenanzas, Bandos y demás disposiciones municipales dentro del ámbito
de su competencia.
e) Participar en las funciones de Policía Judicial, en la forma establecida en el artículo 29.2 de esta Ley.
f) La prestación de auxilio, en los casos de accidente, catástrofe o calamidad pública, participando, en la forma prevista
en las Leyes, en la ejecución de los planes de Protección Civil.
g) Efectuar diligencias de prevención y cuantas actuaciones tiendan a evitar la comisión de actos delictivos en el marco
de colaboración establecido en las Juntas de Seguridad.
h) Vigilar los espacios públicos y colaborar con las Fuerzas de Seguridad del Estado y con la Policía de las Comunidades
Autónomas en la protección de las manifestaciones y el mantenimiento del orden en grandes concentraciones
humanas, cuando sean requeridos para ello.
i) Cooperar en la resolución de los conflictos privados cuando sean requeridos para ello.
2. Las actuaciones que practiquen los Cuerpos de Policía Local en el ejercicio de las funciones previstas en los
apartados c) y g) precedentes deberán ser comunicadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado competentes.
Notas características de Servicios y actividades autorizados a las empresas de seguridad. Ley Orgánica 4/2015, de 30
de marzo, de protección de la seguridad ciudadana: aspectos penales y administrativos de la tenencia y consumo
ilícito de drogas.
Desde un punto de vista genérico, la seguridad representa uno de los pilares básicos de la convivencia y, por ello, su
garantía constituye una actividad esencial inherente a la existencia misma del Estado moderno que lo ejerce en
régimen de monopolio a través del poder público.
Sin embargo, se fue extendiendo de forma progresiva la realización de actividades de seguridad por otras instituciones
sociales o agentes privados hasta producirse un auge extraordinario en todas las sociedades de nuestro entorno. Así
países como Bélgica, Francia, Reino Unido o Italia aprobaron leyes relativas a la seguridad privadaen el monopolio de
la seguridad que corresponde al Estado.
De esta forma, también nuestro país, siguiendo análogas directrices, ha tratado de regular la seguridad privada a
través de antigua la Ley 23/92, de 30 de julio, derogada en la actualidad por la Ley 5/2014, de 4 de abril, que regula
toda esta materia y se complementa con el Reglamento de 1992, así como con otras Órdenes del Ministerio del
Interior.
Anteriormente a estas normas legales, numerosas disposiciones, muy dispersas y carentes de fuerza legal, hacían de la
seguridad privada una actividad poco seria lo que dio lugar a numerosas irregularidades que era necesario corregir.
Así, aunque la seguridad pública es una parcela de exclusiva competencia del Estado no puede estar presente en todas
las actividades de una sociedad moderna y es por ello que ha sido dividida en diversas materias que pueden ser
atendidas por el sector privado, ofreciendo servicios a lugares y aspectos donde aquélla no puede atender en toda su
magnitud.
Por otra parte, la defensa de la seguridad no puede ser ocasión de agresiones, coacciones, desconocimiento de
derechos o invasión de esferas jurídicas y patrimoniales de otras personas. Y ésta es una de las razones que justifican la
intensaintervención en la organización y desarrollo de las actividades de las empresas privadas de seguridad por parte
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que tienen la misión constitucional de proteger los derechos
fundamentales de todos los ciudadanos y garantizar su seguridad.
Por último, señalar que las empresas de seguridad pueden ser canceladas de oficio cuando pierdan alguno de los
requisitos que les son necesarios para constituirse como tal empresa de seguridad, ya que estos requisitos deben
mantenerse durante toda la vida activa de la empresa, y también pueden cancelarse a petición de las propias
empresas.
a) La vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto públicos como privados, así como de
las personas que pudieran encontrarse en los mismos.
b) El acompañamiento, defensa y protección de personas físicas determinadas, incluidas las que ostenten la condición
legal de autoridad.
c) El depósito, custodia, recuento y clasificación de monedas y billetes, títulos-valores, joyas, metales preciosos,
antigüedades, obras de arte u otros objetos que, por su valor económico, histórico o cultural, y expectativas que
generen, puedan requerir vigilancia y protección especial.
d) El depósito y custodia de explosivos, armas, cartuchería metálica, sustancias, materias, mercancías y cualesquiera
objetos que por su peligrosidad precisen de vigilancia y protección especial.
e) El transporte y distribución de los objetos a que se refieren los dos párrafos anteriores.
g) La explotación de centrales para la conexión, recepción, verificación y, en su caso, respuesta y transmisión de las
señales de alarma, así como la monitorización de cualesquiera señales de dispositivos auxiliares para la seguridad de
personas, de bienes muebles o inmuebles o de cumplimiento de medidas impuestas, y la comunicación a las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad competentes en estos casos.
h) La investigación privada en relación a personas, hechos o delitos sólo perseguibles a instancia de parte.
2. Los servicios sobre las actividades relacionadas en los párrafos a) a g) del apartado anterior únicamente
podrán prestarse por empresas de seguridad privada, sin perjuicio de las competencias de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad. Los despachos de detectives podrán prestar, con carácter exclusivo y excluyente,
servicios sobre la actividad a la que se refiere el párrafo h) del apartado anterior.
3. Las entidades públicas o privadas podrán constituir, previa autorización del Ministerio del Interior o del
órgano autonómico competente, centrales receptoras de alarmas de uso propio para la conexión, recepción,
verificación y, en su caso, respuesta y transmisión de las señales de alarma que reciban de los sistemas de
seguridad instalados en bienes inmuebles o mueblesde su titularidad, sin que puedan dar, a través de las
mismas, ningún tipo de servicio de seguridad a terceros.
b) La fabricación, comercialización, venta o entrega de equipos técnicos de seguridad electrónica, así como la
instalación o mantenimiento de dichos equipos siempre que no estén conectados a centrales de alarma o centros de
control o de videovigilancia.
Con carácter complementario o accesorio de las funciones de seguridad privada que se realicen y sin que en ningún
caso constituyan el objeto principal del servicio que se preste:
a) Las de información o de control en los accesos a instalaciones, comprendiendo el cuidado y custodia de las llaves, la
apertura y cierre de puertas, la ayuda en el acceso de personas o vehículos, el cumplimiento de la normativa interna
de los locales donde presten dicho servicio, así como la ejecución de tareas auxiliares o subordinadas de ayuda o
socorro, todas ellas realizadas en las puertas o en el interior de inmuebles, locales públicos, aparcamientos, garajes,
autopistas, incluyendo sus zonas de peajes, áreas de servicio, mantenimiento y descanso, por porteros, conserjes y
demás personal auxiliar análogo.
b) Las tareas de recepción, comprobación de visitantes y orientación de los mismos, así como las de comprobación de
entradas, documentos o carnés, en cualquier clase de edificios o inmuebles, y de cumplimiento de la normativa
interna de los locales donde presten dicho servicio.
d) Las de comprobación y control del estado y funcionamiento de calderas, bienes e instalaciones en general, en
cualquier clase de inmuebles, para garantizar su conservación y funcionamiento.
Estos servicios y funciones podrán prestarse o realizarse por empresas y personal de seguridad privada, siempre con
carácter complementario o accesorio de las funciones de seguridad privada que se realicen y sin que en ningún caso
constituyan el objeto principal del servicio que se preste.
Según el artículo 17. 2 2. Además de estas actividades, las empresas de seguridad privada podrán realizar las
actividades compatibles a las que se refiere el artículo 6 y dedicarse a la formación, actualización y especialización del
personal de seguridad privada, perteneciente o no a sus plantillas, en cuyo caso deberán crear centros de formación,
de conformidad con lo previsto en el artículo 29.4 y a lo que reglamentariamente se determine.
Las empresas de seguridad privada podrán revestir forma societaria o de empresario individual, debiendo cumplir, en
ambos casos, la totalidad de condiciones y requisitos previstos en este capítulo para las empresas de seguridad
privada.
Para la prestación de servicios de seguridad privada, las empresas de seguridad privada deberán obtener autorización
administrativa y serán inscritas de oficio en el registro correspondiente, de acuerdo con el procedimiento que se
determine reglamentariamente.
La autorización administrativa será sustituida por una declaración responsable cuando pretendan dedicarse
exclusivamente a la instalación y mantenimiento de aparatos, equipos, dispositivos y sistemas de seguridad
conectados a centrales receptoras de alarmas o a centros de control o de videovigilancia.
La validez de la autorización o de la declaración responsable será indefinida.
b) Tener la nacionalidad de un Estado miembro de la Unión Europea o de un Estado parte en el Acuerdo sobre el
Espacio Económico Europeo.
c) Contar con los medios humanos, de formación, financieros, materiales y técnicos adecuados que, de acuerdo con el
principio de proporcionalidad, se determinen reglamentariamente, en función de la naturaleza de las actividades para
las que soliciten la autorización o se presente la declaración responsable, y de las características de los servicios que se
prestan en relación con tales actividades.
f) Constituir el aval o seguro de caución que se determine reglamentariamente a disposición de las autoridades
españolas, para atender exclusivamente las responsabilidades administrativas por infracciones a la normativa de
seguridad privada que se deriven del funcionamiento de la empresa.
g) No haber sido condenadas mediante sentencia firme por delitos de insolvencia punible, contra la Hacienda Pública,
contra la Seguridad Social, contra los derechos de los trabajadores, por intromisión ilegítima en el ámbito de
protección del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar o a la propia imagen, vulneración del secreto de las
comunicaciones o de otros derechos fundamentales, salvo que hubiesen cancelado sus antecedentes penales. En el
caso de las personas jurídicas, este requisito será aplicable a los administradores de hecho o de derecho y
representantes, que, vigente su cargo o representación, no podrán estar incursos en la situación mencionada por
actuaciones realizadas en nombre o a beneficio de dichas personas jurídica.
a) La prestación o publicidad de servicios de seguridad privada por parte de personas, físicas o jurídicas, carentes de la
correspondiente autorización o sin haber presentado declaración responsable.
b) El ejercicio de funciones de seguridad privada por parte de personas físicas carentes de la correspondiente
habilitación o acreditación profesional.
c) La prestación de servicios de seguridad privada incumpliendo los requisitos o condiciones legales de prestación de
los mismos.
2. Limitación en el uso de las armas por parte de los vigilantes de seguridad, que solamente podrán usar en los
servicios descritos en el artículo 81 del Reglamento de Seguridad Privada y artículo 40 de la Ley de Seguridad Privada.
Limitación para ejercer ciertas actividades, como son las de protección del almacenamiento, manipulación y transporte
de explosivos o sustancias u objetos peligrosos, que requerirán una habilitación especial.
3. Las empresas de seguridad no podrán realizar los servicios de investigación privada propios de los despachos de
detectives privados, y éstos no podrán prestar servicios propios de las empresas de seguridad privada.
Los despachos de detectives y los detectives privados no podrán celebrar contratos que tengan por objeto la
investigación de delitos perseguibles de oficio ni, en general, investigar delitos de esta naturaleza, debiendo denunciar
inmediatamente ante la autoridad competente cualquier hecho de esta naturaleza que llegara a su conocimiento, y
poniendo a su disposición toda la información y los instrumentos que pudieran haber obtenido hasta ese momento,
relacionado con dichos delitos.
Se establece, tanto para los vigilantes de seguridad como para los escoltas, la prohibición de realizar identificaciones ni
detenciones indiscriminadamente y en ningún caso pueden retener la documentación personal ni realizar
interrogatorios.
Las empresas de seguridad vienen obligadas a garantizar la formación y actualización profesional de su personal de
seguridad, pudiendo crear centros de formación y actualización para el personal de empresas de seguridad.
Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana: aspectos penales y administrativos de
la tenencia y consumo ilícito de drogas.
La aprehensión durante las diligencias de identificación, registro y comprobación de armas, drogas tóxicas,
estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otros efectos procedentes de un delito o infracción administrativa se hará
constar en el acta correspondiente, que habrá de ser firmada por el interesado; si éste se negara a firmarla, se dejará
constancia expresa de su negativa. El acta que se extienda gozará de presunción de veracidad de los hechos en ella
consignados, salvo prueba en contrario
• El traslado de personas, con cualquier tipo de vehículo, con el objeto de facilitar a éstas el acceso a drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, siempre que no constituya delito.
• La tolerancia del consumo ilegal o el tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en
locales o establecimientos públicos o la falta de diligencia en orden a impedirlos por parte de los propietarios,
administradores o encargados de los mismos.
Para las infracciones graves, el grado mínimo comprenderá la multa de 601 a 10.400; el grado medio, de 10.401 a
20.200 euros, y el grado máximo, de 20.201 a 30.000 euros.
2. La multa podrá llevar aparejada alguna o algunas de las siguientes sanciones accesorias, atendiendo a la naturaleza
de los hechos constitutivos de la infracción:
b) El comiso de los bienes, medios o instrumentos con los que se haya preparado o ejecutado la infracción y, en su
caso, de los efectos procedentes de ésta, salvo que unos u otros pertenezcan a un tercero de buena fe no responsable
de dicha infracción que los haya adquirido legalmente. Cuando los instrumentos o efectos sean de lícito comercio y su
valor no guarde relación con la naturaleza o gravedad de la infracción, el órgano competente para imponer la sanción
que proceda podrá no acordar el comiso o acordarlo parcialmente.
c) La suspensión temporal de las licencias, autorizaciones o permisos desde seis meses y un día a dos años por
infracciones muy graves y hasta seis meses para las infracciones graves, en el ámbito de las materias reguladas en el
capítulo IV de esta Ley. En caso de reincidencia, la sanción podrá ser de dos años y un día hasta seis años por
infracciones muy graves y hasta dos años por infracciones graves.
d) La clausura de las fábricas, locales o establecimientos, desde seis meses y un día a dos años por infracciones muy
graves y hasta seis meses por infracciones graves, en el ámbito de las materias reguladas en el capítulo IV de esta Ley.
En caso de reincidencia, la sanción podrá ser de dos años y un día hasta seis años por infracciones muy graves y hasta
dos años por infracciones graves.
Artículo 45. Carácter subsidiario del procedimiento administrativo sancionador respecto del penal.
1. No podrán sancionarse los hechos que hayan sido sancionados penal o administrativamente cuando se aprecie
identidad de sujeto, de hecho y de fundamento.
2. En los supuestos en que las conductas pudieran ser constitutivas de delito, el órgano administrativo pasará el tanto
de culpa a la autoridad judicial o al Ministerio Fiscal y se abstendrá de seguir el procedimiento sancionador mientras la
autoridad judicial no dicte sentencia firme o resolución que de otro modo ponga fin al procedimiento penal, o el
Ministerio Fiscal no acuerde la improcedencia de iniciar o proseguir las actuaciones en vía penal, quedando hasta
entonces interrumpido el plazo de prescripción.
La autoridad judicial y el Ministerio Fiscal comunicarán al órgano administrativo la resolución o acuerdo que hubieran
adoptado.
3. De no haberse estimado la existencia de ilícito penal, o en el caso de haberse dictado resolución de otro tipo que
ponga fin al procedimiento penal, podrá iniciarse o proseguir el procedimiento sancionador. En todo caso, el órgano
administrativo quedará vinculado por los hechos declarados probados en vía judicial.
4. Las medidas cautelares adoptadas antes de la intervención judicial podrán mantenerse mientras la autoridad judicial
no resuelva otra cosa.
1. ESPECIALIDADES Y FORMACIÓN
El personal de seguridad privada está sujeto a lo establecido en la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada y su
Reglamento que regulan la actuación, funciones y demás circunstancias.
El mencionado personal de seguridad privada está integrado, de acuerdo con el artículo 26.1 de la Ley 5/2014, por los
vigilantes de seguridad y su especialidad de vigilantes de explosivos, los escoltas privados, los guardas rurales y sus
especialidades de guardas de caza y guardapescas marítimos, los jefes de seguridad, los directores de seguridad y los
detectives privados.
Para el desarrollo de sus respectivas funciones, el personal de seguridad privada, habrá de obtener previamente una
habilitación que les concederá el Ministerio del Interior y que tendrá el carácter de una autorización administrativa.
Esta habilitación se acreditará mediante una tarjeta de identidad profesional (TIP) que expedirá dicho Ministerio.
Podrán ser personal de seguridad privada aquellas personas que reúnan los siguientes requisitos generales que indica
el artículo 28:
a) Tener la nacionalidad de alguno de los Estados miembros de la Unión Europea o de un Estado parte en
el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, o ser nacional de un tercer Estado que tenga suscrito
con España un convenio internacional en el que cada parte reconozca el acceso al ejercicio de estas
actividades a los nacionales de la otra
b) Ser mayor de edad
c) Poseer la capacidad física y la aptitud psicológica necesarias para el ejercicio de las funciones
d) Estar en posesión de la formación previa requerida
e) Carecer de antecedentes penales por delitos dolosos
f) No haber sido sancionado en los dos o cuatro años anteriores por infracción grave o muy grave,
respectivamente, en materia de seguridad privada
g) No haber sido separado del servicio en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o en las Fuerzas Armadas
españolas o del país de su nacionalidad o procedencia en los dos años anteriores
h) No haber sido condenado por intromisión ilegítima en el ámbito de protección del derecho al honor, a la
intimidad personal y familiar o a la propia imagen, vulneración del secreto de las comunicaciones o de
otros derechos fundamentales en los cinco años anteriores a la solicitud
i) Superar, en su caso, las pruebas de comprobación que reglamentariamente establezca el Ministerio del
Interior, que acrediten los conocimientos y la capacidad necesarios para el ejercicio de sus funciones
Además, podrán habilitarse pero no podrán ejercer funciones propias del personal de seguridad privada, los
funcionarios públicos en activo y demás personal al servicio de cualquiera de las administraciones públicas, excepto
cuando desempeñen la función de director de seguridad en el propio centro a que pertenezcan. Por otro lado, los
miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán ejercer funciones propias del personal de seguridad privada
cuando pasen a una situación administrativa distinta a la de servicio activo, siempre que en los dos años anteriores no
hayan desempeñado funciones de control de las entidades, servicios o actuaciones de seguridad, vigilancia o
investigación privadas, ni de su personal o medios.
Respecto a los nacionales de otros Estados miembros de la Unión Europea o de Estados parte en el Acuerdo sobre el
Espacio Económico Europeo, cuya habilitación o cualificación profesional haya sido obtenida en alguno de dichos
Estados para el desempeño de funciones de seguridad privada en el mismo, podrán prestar servicios en España,
siempre que, previa comprobación por el Ministerio del Interior, se acredite que cumplen los siguientes requisitos:
a) Poseer alguna titulación, habilitación o certificación expedida por las autoridades competentes de
cualquier Estado miembro o de un Estado parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo que
les autorice para el ejercicio de funciones de seguridad privada en el mismo.
b) Acreditar los conocimientos, formación y aptitudes equivalentes a los exigidos en España para el
ejercicio de las profesiones relacionadas con la seguridad privada.
c) Tener conocimientos de lengua castellana suficientes para el normal desempeño de las funciones de
seguridad privada.
d) Los previstos en los párrafos b), e), f), g) y h) del artículo 28.
Además, de acuerdo con la Orden sobre personal de seguridad privada (INT/318/2011, de 1 de febrero), tras la
superación de la formación previa en un centro autorizado y la superación de las pruebas de selección de la Secretaría
de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior (siempre que se cumplan todos los requisitos mencionados), éste
otorgará la HABILITACIÓN o autorización administrativa al interesado. La formación en el centro autorizado se llevará a
cabo mediante un curso o módulo general de 180 horas –mínimas- y 6 semanas lectivas.
a. Cursos de actualización o de especialización para los vigilantes de seguridad que tendrán una duración
de 20 horas anuales como mínimo y al menos el 50% será presencial
b. Cursos de formación especial. Cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad convoquen cursos o
conferencias que tengan relación con el principio de auxilio, colaboración y coordinación con las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad, dichas horas se computarán como horas de formación permanente.
c. Cursos de formación específica. Con una duración mínima de 10 horas presenciales, serán necesarios
para los siguientes servicios:
- Transporte de fondos
- Servicios de acuda
- Vigilancia de buques
- Vigilancia en puertos
- Vigilancia en aeropuertos
- Servicios con perros
- Servicios en los que se utilicen aparatos de rayos X
La nueva Ley de Seguridad Privada añade en el artículo 29 que la formación requerida para el personal de seguridad
privada consistirá:
Para los vigilantes de seguridad, vigilantes de explosivos, escoltas privados, guardas rurales, guardas de
caza y guardapescas marítimos, en la obtención de la certificación acreditativa correspondiente,
expedida por un centro de formación de personal de seguridad privada que haya presentado la
declaración responsable ante el Ministerio del Interior o el órgano autonómico competente, o de los
correspondientes certificados de profesionalidad de vigilancia y seguridad privada y guarderío rural y
marítimo, que establezca el Gobierno a propuesta del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, o del
título de formación profesional que establezca el Gobierno a propuesta del Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte. En estos dos últimos casos no se exigirá la prueba de comprobación de
conocimientos y capacidad ante el Ministerio de Interior.
Para los jefes y directores de seguridad, en la obtención bien de un título universitario oficial de grado
en el ámbito de la seguridad que acredite la adquisición de las competencias que se determinen, o bien
del título del curso de dirección de seguridad, reconocido por el Ministerio del Interior.
Por su parte, los vigilantes de seguridad y los guardas rurales en sus distintas modalidades, habrán de disponer
además, de una cartilla profesional y de una cartilla de tiro que deberán permanecer depositadas en la sede de las
empresas de seguridad donde presten sus servicios. Únicamente se exime de la obligación de tener cartilla de tiro a los
guarda pescas marítimos que habitualmente presten sus servicios sin armas.
Los vigilantes de seguridad solamente podrán realizar las siguientes funciones que señala la Ley de Seguridad Privada
en el artículo 32:
a. Ejercer la vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto privados como
públicos, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos, llevando a cabo
las comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su misión.
Además, también podrán realizar las funciones de recepción, verificación no personal y transmisión a las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad que se reconoce a los operadores de seguridad.
No olvidemos que los vigilantes de seguridad se dedicarán exclusivamente a las funciones de seguridad propias, no
pudiendo simultanearlas con otras no directamente relacionadas con aquéllas.
Señalar también que corresponde a los vigilantes de explosivos, como especialidad del vigilante de seguridad y que
deberán estar integrados en empresas de seguridad, la función de protección del almacenamiento, transporte y demás
procesos inherentes a la ejecución de estos servicios, en relación con explosivos u otros objetos o sustancias peligrosas
que reglamentariamente se determinen. Será aplicable a los vigilantes de explosivos lo establecido para los vigilantes
de seguridad respecto a uniformidad, armamento y prestación del servicio.
Por otro lado, todas estas funciones sólo pueden realizarlas los vigilantes de seguridad con el uniforme reglamentario y
distintivo preceptivo y que estén integrados en empresas de seguridad, teniendo en cuenta que la uniformidad no
debe confundirse con la que usen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o las Fuerzas Armadas. Y dichos preceptos serán
también aplicables, en lo que respecta a uniformidad y armamento, a los vigilantes de explosivos.
Por su parte, los escoltas privados ejercerán, con carácter exclusivo y excluyente el acompañamiento, defensa y
protección de personas determinadas, o de grupos concretos de personas, impidiendo que sean objeto de agresiones
y actos delictivos. La defensa y protección prestada ha de estar referida únicamente a la vida e integridad física y a la
libertad de las personas objeto de protección.
En el desempeño de sus funciones, los escoltas no podrán realizar identificaciones o detenciones, ni impedir o
restringir la libre circulación, salvo que resultase imprescindible como consecuencia de una agresión, tanto al escolta
como a la persona escoltada o terceros debiendo poner inmediatamente al/los detenido/s a disposición de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad, sin poder realizar interrogatorios.
Todo lo dicho para los vigilantes de seguridad será de aplicación a los escoltas excepto en lo relativo al uniforme.
3. ESPECIAL REFERENCIA AL CARÁCTER AUXILIAR Y COLABORADOR CON LAS FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD
El carácter auxiliar del personal de seguridad privada respecto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad estatales está
recogido taxativamente en diferentes textos legales. Así, la Ley de Seguridad Privada, el reglamento que la desarrolla y
la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad 2/86, de 13 de mayo, en las que se establece que las personas y
entidades que ejercen funciones de vigilancia, seguridad o custodia a personas y bienes o servicios de titularidad
privada tienen especial obligación de auxiliar y colaborar en todo momento con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Dicha colaboración es especial en cuanto a la suspensión de espectáculos, desalojos o cierre provisional de locales y,
en general, dentro de los locales o establecimientos en que presten su servicio, en cualquier situación en que sea
preciso para el mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana.
La Orden sobre personal de seguridad privada (INT/318/2011, de 1 de febrero) establece la uniformidad de los
vigilantes de seguridad, que estará integrada por anorak, jersey, cazadora, chaqueta, corbata, camisa o polo de manga
larga o corta, pantalón, chaleco, calcetines, zapatos, botas, cinturón y falda.
El color del uniforme de los vigilantes de seguridad de cada empresa o grupo de empresas de seguridad privada, con la
finalidad de evitar que se confunda con los de las Fuerzas Armadas y con los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,
necesitará estar aprobado previamente por la Dirección General de la Policía, a solicitud de la empresa o empresas
interesadas.
Cuando se presten servicios en centrales nucleares, empresas o industrias en las que se produzcan, fabriquen o
manipulen sustancias o productos que impliquen peligro para la integridad física o la salud de las personas, los
vigilantes podrán portar prendas adecuadas que establezca la empresa fabricante o manipuladora, ostentado el
distintivo sobre las mismas.
El anorak, la cazadora y la camisa llevarán, en la parte alta de la manga izquierda, el escudo-emblema de la empresa de
seguridad en la que se preste servicio, cuyo tamaño no podrá ser menor de 5 por 8 centímetro, ni sobrepasar de 10
por 10 cm.
El distintivo de vigilante de seguridad consistirá en una placa ovalada y apaisada, de 8 centímetros de ancho por 6 cm
de alto, en fondo blanco. En la parte superior del anverso figurará la expresión “vigilante de seguridad”, o la de
“vigilante de explosivos”, según corresponda, debiendo constar en la parte inferior el número de la tarjeta de identidad
profesional. El distintivo se portará permanentemente en la parte superior izquierda, correspondiente al pecho, de la
prenda exterior (anorak, cazadora o camisa), sin que pueda quedar oculto por otra prenda o elemento que se lleve.
Podrá ser de material metálico o plástico flexible.
La defensa reglamentaria de los vigilantes de seguridad será de color negro de goma semirrígida, forrada de cuero y de
50 cm de longitud y los grilletes serán de los denominados de manilla. Los vigilantes de seguridad llevarán la defensa
en la prestación de su servicio salvo cuando se trate de la protección del transporte y distribución de monedas y
billetes, títulos-valores, objetos valiosos o peligrosos y explosivos. La Dirección General de la Policía podrá autorizar la
sustitución de la defensa reglamentaria por otras armas defensivas, previa solicitud de la empresa, y siempre que se
ajusten a lo determinado en el Reglamento de Armas y Explosivos.
El armamento general consiste en un arma corta, calibre 38 especial de 4 pulgadas, mientras que el arma larga es una
escopeta de repetición del calibre 12/70, con cartuchos de 12 postas comprendidas en un taco contenedor. Se prevé
que los vigilantes de seguridad que presten servicios con armas efectuarán un mínimo de 25 disparos en cada ejercicio
obligatorio de tiro semestral con el tipo de arma con la que habitualmente desempeñen sus funciones. Por último,
señalar que la Orden sobre personal de seguridad privada (INT/318/2011, de 1 de febrero), señala que a los
habilitados, previa comprobación de que reúnen los requisitos en las bases de datos, se les otorgará la Tarjeta de
Identidad Personal (TIP), que “habilita para el ejercicio de las respectivas funciones”; incluirá las habilitaciones para las
que esté habilitado el titular; tendrá un periodo de validez de 10 años; y su uso será personal e intransferible,
acreditando la condición del titular cuando le sea requerida por los ciudadanos, la autoridad o sus agentes.
““SEGURIDAD PRIVADA” y “TA‘RETA DE INDENTIDAD PROFESIONAL”, y en la parte superior figurará: “Dirección General
de la Policía y de la Guardia Civil”, el escudo nacional de España, “Gobierno de España” y “Ministerio del Interior”, así
como los colores de la bandera española y de la UE. En el anverso contiene la fotografía y la fecha límite de validez. En
el reverso, el número de TPI (que es el del DNI o NIE), los apellidos y nombre y el número y fecha de habilitación, la
leyenda Esta tarjeta de identidad profesional el personal e intransferible y sirve para acreditar la condición del titular
en los casos y circunstancias en que el ejercicio de la función lo requiera siempre que le sea exigida por los ciudadanos,
Autoridad o sus Agentes, la fecha de expedición y el equipo de expedición.
Los servicios de seguridad privada se prestarán de conformidad con lo dispuesto en esta ley, en particular en lo relativo
a los principios de actuación, y en sus normas de desarrollo, con arreglo a las estipulaciones del contrato, así como, en
su caso, con la autorización concedida o declaración responsable presentada.
Únicamente podrán ser prestados por empresas de seguridad privada, despachos de detectives y personal de
seguridad privada. En caso de que fueran subcontratados, se estará a la reglamentación establecida.
Además, los vigilantes de seguridad, vigilantes de explosivos, escoltas privados y jefes de seguridad desempeñarán sus
funciones profesionales integrados en las empresas de seguridad que les tengan contratados. Respecto a los directores
de seguridad de las empresas de seguridad privada y de las entidades obligadas a disponer de esta figura
desempeñarán sus funciones integrados en las plantillas de dichas empresas. Mientras que los guardas rurales podrán
desarrollar sus funciones sin necesidad de constituir o estar integrados en empresas de seguridad, prestando sus
servicios directamente a los titulares de bienes y derechos que les puedan contratar.
Los medios utilizados por las empresas de seguridad en la prestación de los servicios de seguridad privada deberán
estar homologados por el Ministerio del Interior. En todo caso, los vehículos, uniformes y distintivos no podrán inducir
a confusión con los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ni con los de las Fuerzas Armadas, y se ajustarán a las
características que reglamentariamente se determinen.
El personal de seguridad privada uniformado, constituido por los vigilantes de seguridad y de explosivos y por los
guardas rurales y sus especialidades, prestará sus servicios vistiendo el uniforme y ostentando el distintivo del cargo, y
portando los medios de defensa reglamentarios, que no incluirán armas de fuego. Ello no impide que
reglamentariamente se puedan establecer excepciones a la obligación de desarrollar sus funciones con uniforme y
distintivo.
Salvo en los casos expresamente previstos en esta ley y lo que se determine reglamentariamente atendiendo a las
especiales características de determinados servicios de seguridad privada, los vigilantes de seguridad ejercerán sus
funciones en
Durante la prestación de los servicios de seguridad privada, el personal portará la tarjeta de identidad profesional y, en
su caso, la documentación correspondiente al arma de fuego.
Además está previsto que reglamentariamente se determinen aquellos supuestos en los que, valoradas circunstancias
tales como localización, valor de los objetos a proteger, concentración del riesgo, peligrosidad, nocturnidad, zonas
rústicas o cinegéticas, u otras de análoga significación, podrá autorizarse la prestación de los servicios de seguridad
privada portando armas de fuego. Podrá autorizarse también la prestación de los servicios de verificación personal de
alarmas portando armas de fuego, cuando sea necesario para garantizar la seguridad del personal que los presta,
atendiendo a la naturaleza de dicho servicio, al objeto de la protección o a otras circunstancias que incidan en aquélla.
No olvidemos que el personal de seguridad privada sólo podrá portar el arma de fuego cuando esté de servicio y podrá
acceder con ella al lugar donde se desarrolle éste, salvo que legalmente se establezca lo contrario.
Reglamentariamente podrán establecerse excepciones para supuestos determinados. Las armas de fuego adecuadas
para realizar cada tipo de servicio serán las que reglamentariamente se establezcan.
Requerirán autorización previa por parte del órgano competente los siguientes servicios de vigilancia y protección, que
se prestarán en coordinación, cuando proceda, con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y de acuerdo con sus
instrucciones:
a) La vigilancia en polígonos industriales y urbanizaciones delimitados, incluidas sus vías o espacios de uso
común.
b) La vigilancia en complejos o parques comerciales y de ocio que se encuentren delimitados.
c) La vigilancia en acontecimientos culturales, deportivos o cualquier otro evento de relevancia social que
se desarrolle en vías o espacios públicos o de uso común, en coordinación, en todo caso, con las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad.
d) La vigilancia y protección en recintos y espacios abiertos que se encuentren delimitados.
e) Reglamentariamente se establecerán las condiciones y requisitos para la prestación de estos servicios.
Por último, señalar que cuando así se decida por el órgano competente, y cumpliendo estrictamente las órdenes e
instrucciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, podrán prestarse los siguientes servicios de vigilancia y
protección:
Ahora bien, no se podrán utilizar cámaras o videocámaras con fines de seguridad privada para tomar imágenes y
sonidos de vías y espacios públicos o de acceso público salvo en los supuestos y en los términos y condiciones
previstos en su normativa específica, previa autorización administrativa por el órgano competente en cada caso. Su
utilización en el interior de los domicilios requerirá el consentimiento del titular.
Las cámaras de videovigilancia que formen parte de medidas de seguridad obligatorias o de sistemas de recepción,
verificación y, en su caso, respuesta y
Las grabaciones realizadas por los sistemas de videovigilancia no podrán destinarse a un uso distinto del de su
finalidad. Cuando las mismas se encuentren relacionadas con hechos delictivos o que afecten a la seguridad
ciudadana, se aportarán, de propia iniciativa o a su requerimiento, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad competentes,
respetando los criterios de conservación y custodia de las mismas para su válida aportación como evidencia o prueba
en investigaciones policiales o judiciales.
La monitorización, grabación, tratamiento y registro de imágenes y sonidos por parte de los sistemas de videovigilancia
estará sometida a lo previsto en la normativa en materia de protección de datos de carácter personal, y especialmente
a los principios de proporcionalidad, idoneidad e intervención mínima.
Los servicios de protección personal, a cargo de escoltas privados, consistirán en el acompañamiento, custodia,
resguardo, defensa y protección de la libertad, vida e integridad física de personas o grupos de personas
determinadas. La prestación de estos servicios se realizará con independencia del lugar donde se encuentre la persona
protegida, incluido su tránsito o circulación por las vías públicas, sin que se puedan realizar identificaciones,
restricciones de la circulación, o detenciones, salvo en caso de flagrante delito relacionado con el objeto de su
protección. Por último, para la realización del servicio sólo podrá realizarse previa autorización del Ministerio del
Interior o del órgano autonómico competente, conforme se disponga reglamentariamente.
a) El depósito y custodia de las llaves de los inmuebles u objetos donde estén instalados los sistemas de
seguridad conectados a la central de alarmas y, en su caso, su traslado hasta el lugar del que procediere
la señal de alarma verificada o bien la apertura a distancia controlada desde la central de alarmas.
b) El desplazamiento de los vigilantes de seguridad o guardas rurales a fin de proceder a la verificación
personal de la alarma recibida.
c) Facilitar el acceso a los servicios policiales o de emergencia cuando las circunstancias lo requieran, bien
mediante aperturas remotas controladas desde la central de alarmas o con los medios y dispositivos de
acceso de que se disponga.
Cuando los servicios se refirieran al análisis y monitorización de eventos de seguridad de la información y las
comunicaciones, estarán sujetos a las especificaciones que reglamentariamente se determinen. Las señales de alarma
referidas a estos eventos deberán ser puestas, cuando corresponda, en conocimiento del órgano competente, por el
propio usuario o por la empresa con la que haya contratado la seguridad.
Los principios rectores de los servicios y funciones de la seguridad se recogen el artículo 8 y 30 de la Ley. El principio de
complementariedad en la colaboración entre la seguridad pública y privada pasa ahora a tener un papel protagonista,
dejando atrás el principio de subordinación, que viene desarrollado a su vez por los principios de cooperación o de
corresponsabilidad. Así, los prestadores de servicios de seguridad privada colaborarán, en todo momento y lugar, con
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con sujeción a lo que éstas puedan disponer en relación con la ejecución material
de sus actividades. Además, las empresas de seguridad, los despachos de detectives y el personal de seguridad privada
tendrán especial obligación de auxiliar y colaborar, en todo momento con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el
ejercicio de sus funciones, de prestarles su colaboración y de seguir sus instrucciones, en relación con los servicios que
presten que afecten a la seguridad pública o al ámbito de sus competencias.
Si bien es cierto que la seguridad es una función exclusiva de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, por mandato
constitucional, la realidad que se ha ido perfilando es que éstos necesitan del auxilio y colaboración de la seguridad
privada y, por tanto, se hacen necesarias fórmulas jurídicas más flexibles que permitan, no sólo la integración del
sector privado en el sistema de seguridad pública, sino también un mejor cumplimiento de sus deberes.
Se reconoce, por tanto, el papel auxiliar y colaborador de la seguridad privada respecto de la pública que, sin renunciar
a la preeminencia de estos últimos, se adecua a la normativa y da respuesta a las necesidades reales de seguridad. La
Ley se centra en los poderes de intervención y control público sobre la seguridad privada, modernizando su gestión y
potenciando su colaboración con la seguridad pública.
En resumen, puede decirse que el conjunto de los cambios propuestos en la nueva ley, además de mejorar y resolver
problemas técnicos, de gestión y operativos, profundiza decididamente en el actual modelo español de seguridad
privada (complementaria, subordinada, colaboradora y controlada por la seguridad pública), apostando por su papel
preventivo en beneficio de la seguridad general, y lo hace aprovechando e integrando funcionalmente todo su
potencial informativo, de recursos humanos y de medios materiales, al servicio de la protección y seguridad el
conjunto de la ciudadanía, de forma compatible con el legítimo interés que persiguen las entidades privadas de
seguridad -Preámbulo, párrafo III-.
1. Los servicios y funciones de seguridad privada se prestarán con respeto a la Constitución, a lo dispuesto
en esta ley, especialmente en lo referente a los principios de actuación establecidos en el artículo 30
(que veremos a continuación) y al resto del ordenamiento jurídico.
2. Los prestadores de servicios de seguridad privada colaborarán, en todo momento y lugar, con las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con sujeción a lo que éstas puedan disponer en relación con la
ejecución material de sus actividades.
3. De conformidad con lo dispuesto en la legislación de fuerzas y cuerpos de seguridad, las empresas de
seguridad, los despachos de detectives y el personal de seguridad privada tendrán especial obligación
de auxiliar y colaborar, en todo momento, con aquéllas en el ejercicio de sus funciones, de prestarles su
colaboración y de seguir sus instrucciones, en relación con los servicios que presten que afecten a la
seguridad pública o al ámbito de sus competencias.
4. Las empresas, los despachos y el personal de seguridad privada:
a) No podrán intervenir ni interferir, mientras estén ejerciendo los servicios y funciones que les
son propios, en la celebración de reuniones y manifestaciones, ni en el desarrollo de conflictos
políticos o laborales.
b) No podrán ejercer ningún tipo de control sobre opiniones políticas, sindicales o religiosas, o
sobre la expresión de tales opiniones, ni proceder al tratamiento, automatizado o no, de datos
relacionados con la ideología, afiliación sindical, religión o creencias.
c) Tendrán prohibido comunicar a terceros, salvo a las autoridades judiciales y policiales para el
ejercicio de sus respectivas funciones, cualquier información que conozcan en el desarrollo de
sus servicios y funciones sobre sus clientes o personas relacionadas con éstos, así como sobre
los bienes y efectos de cuya seguridad o investigación estuvieran encargados.
5. El Ministro del Interior o, en su caso, el titular del órgano autonómico competente prohibirá la
utilización en los servicios de seguridad privada de determinados medios materiales o técnicos cuando
pudieran causar daños o perjuicios a terceros o poner en peligro la seguridad ciudadana.
6. Cuando el personal de seguridad privada desempeñe sus funciones en entidades públicas o privadas en
las que se presten servicios que resulten o se declaren esenciales por la autoridad pública competente,
o en los que el servicio de seguridad se haya impuesto obligatoriamente, habrán de atenerse, en el
ejercicio del derecho de huelga, a lo que respecto de dichas entidades disponga la legislación vigente.
Además, el personal de seguridad privada se atendrá en sus actuaciones a los siguientes principios básicos (artículo
30):
a) Legalidad
b) Integridad
c) Dignidad en el ejercicio de sus funciones
d) Corrección en el trato con los ciudadanos
e) Congruencia, aplicando medidas de seguridad y de investigación proporcionadas y adecuadas a los
riesgos
f) Proporcionalidad en el uso de las técnicas y medios de defensa y de investigación
g) Reserva profesional sobre los hechos que conozca en el ejercicio de sus funciones
h) Colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El personal de seguridad privada estará obligado a
auxiliar y colaborar especialmente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a facilitarles la información
que resulte necesaria para el ejercicio de sus funciones, y a seguir sus instrucciones en relación con el
servicio de seguridad privada que estuvieren prestando
6. RÉGIMEN SANCIONADOR
Con la presente Ley se vuelve a dar respuesta a demandas que venían formulándose hace algún tiempo respecto al
régimen sancionador. Así, desde un punto de vista sistematizador, se establecen separadamente las infracciones que
pueden ser cometidas por las empresas de seguridad privada, por un lado; por otro lado, se contemplan también las
que pueden llevar a cabo el personal de seguridad privada y, como novedad, se establecen también aquellas
infracciones que pueden cometer los usuarios y centros de formación en materia de seguridad privada.
Se ha querido, sobre todo, hacer una especial incidencia en la regulación de todas aquellas conductas que, de alguna
forma, daban lugar al conocido intrusismo, ya fuere éste llevado a cabo por empresas de seguridad, por personal no
habilitado o, incluso, por los propios usuarios de la seguridad privada. Y es importante destacar aquí el esfuerzo
realizado en cuanto a la graduación de las infracciones, así como a los criterios que se han establecido para establecer
las sanciones correspondientes para garantizar así la individualización de las penas.
Las infracciones de las normas contenidas en la ley podrán ser leves, graves y muy graves.
Las infracciones leves prescribirán a los seis meses, las graves al año y las muy graves a los dos años. El plazo de
prescripción se contará desde la fecha en que la infracción hubiera sido cometida. En las infracciones derivadas de una
actividad continuada, la
fecha inicial del cómputo será la de la finalización de la actividad o la del último acto en que la infracción se consume.
La prescripción se interrumpirá por la iniciación, con conocimiento del interesado, del procedimiento sancionador,
volviendo a correr el plazo si el expediente permaneciera paralizado durante seis meses por causa no imputable a
aquellos contra quienes se dirija.
El personal que desempeñe funciones de seguridad privada, así como los ingenieros, técnicos, operadores de
seguridad y profesores acreditados, podrán incurrir en las siguientes infracciones:
personas sobre bienes de cuya seguridad estén encargados, en el caso de que no sean
constitutivas de delito; salvo que sean constitutivas infracción a la normativa sobre protección de
datos de carácter personal.
h) El ejercicio abusivo de sus funciones en relación con los ciudadanos.
i) La realización, orden o tolerancia, en el ejercicio de su actuación profesional, de prácticas abusivas,
arbitrarias o discriminatorias, incluido el acoso, que entrañen violencia física o moral, cuando no
constituyan delito.
j) El abandono o la omisión injustificados del servicio por parte del personal de seguridad privada,
dentro de la jornada laboral establecida.
k) La elaboración de proyectos o ejecución de instalaciones o mantenimientos de sistemas de
seguridad conectados a centrales receptoras de alarmas, centros de control o de videovigilancia,
sin disponer de la acreditación correspondiente expedida por el Ministerio del Interior.
l) La no realización del informe de investigación que preceptivamente deben elaborar los detectives
privados o su no entrega al contratante del servicio, o la elaboración de informes paralelos.
m) El ejercicio de funciones de seguridad privada por parte del personal a que se refiere el artículo
28.3 y 4.
n) La comisión de una tercera infracción grave o de una grave y otra muy grave en el período de dos
años, habiendo sido sancionado por las anteriores.
Infracciones graves
Infracciones leves
a. La actuación sin la debida uniformidad o medios, que reglamentariamente sean exigibles, o sin portar
los distintivos o la documentación profesional, así como la correspondiente al arma de fuego utilizada
en la prestación del servicio encomendado.
b. El trato incorrecto o desconsiderado con los ciudadanos.
c. La no cumplimentación, total o parcial, por parte de los técnicos acreditados, del documento
justificativo de las revisiones obligatorias de los sistemas de seguridad conectados a centrales
receptoras de alarmas, centros de control o de videovigilancia.
d. En general, el incumplimiento de los trámites, condiciones o formalidades establecidos por esta ley,
siempre que no constituya infracción grave o muy grave.
Por último, señalar las autoridades competentes para ejercer la potestad sancionadora prevista en la presente. Así:
Infracciones Sanciones
Contra las resoluciones sancionadoras se podrán interponer los recursos previstos en la Ley de Procedimiento
Administrativo 30/1992.
1.1Objeto de la Ley.
Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal tiene por objeto garantizar y
proteger, en lo que concierne al tratamiento de los datos personales, las libertades públicas y los derechos
fundamentales de las personas físicas, y especialmente de su honor e intimidad personal y familiar.
1.2Ámbito de aplicación
La presente Ley Orgánica será de aplicación a los datos de carácter personal registrados en soporte físico, que los haga
susceptibles de tratamiento, y a toda modalidad de uso posterior de estos datos por los sectores público y privado.
Se regirá por la presente Ley Orgánica todo tratamiento de datos de carácter personal:
A los ficheros mantenidos por personas físicas en el ejercicio de actividades exclusivamente personales
o domésticas.
A los ficheros sometidos a la normativa sobre protección de materias clasificadas.
A los ficheros establecidos para la investigación del terrorismo y de formas graves de delincuencia
organizada. No obstante, en estos supuestos el responsable del fichero comunicará previamente la
existencia del mismo, sus características generales y su finalidad a la Agencia Española de Protección de
Datos.
Se regirán por sus disposiciones específicas, y por lo especialmente previsto, en su caso, por esta Ley Orgánica los
siguientes tratamientos de datos personales:
Los procedentes de imágenes y sonidos obtenidos mediante la utilización de videocámaras por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de conformidad con la legislación sobre la materia.
1.3Definiciones
• Datos de carácter personal: cualquier información concerniente a personas físicas identificadas o
identificables.
• Fichero: todo conjunto organizado de datos de carácter personal, cualquiera que fuere la forma o
modalidad de su creación, almacenamiento, organización y acceso.
• Tratamiento de datos: operaciones y procedimientos técnicos de carácter automatizado o no, que
permitan la recogida, grabación, conservación, elaboración, modificación, bloqueo y cancelación,
así como las cesiones de datos que resulten de comunicaciones, consultas, interconexiones y
transferencias.
• Responsable del fichero o tratamiento: persona física o jurídica, de naturaleza pública o privada, u
órgano administrativo, que decida sobre la finalidad, contenido y uso del tratamiento.
• Afectado o interesado: persona física titular de los datos que sean objeto del tratamiento a que se
refiere el apartado c) del presente artículo.
• Procedimiento de disociación: todo tratamiento de datos personales de modo que la información
que se obtenga no pueda asociarse a persona identificada o identificable.
• Encargado del tratamiento: la persona física o jurídica, autoridad pública, servicio o cualquier otro
organismo que, sólo o conjuntamente con otros, trate datos personales por cuenta del
responsable del tratamiento.
• Consentimiento del interesado: toda manifestación de voluntad, libre, inequívoca, específica e
informada, mediante la que el interesado consienta el tratamiento de datos personales que le
conciernen.
• Cesión o comunicación de datos: toda revelación de datos realizada a una persona distinta del
interesado.
• Fuentes accesibles al público: aquellos ficheros cuya consulta puede ser realizada, por cualquier
persona, no impedida por una norma limitativa o sin más exigencia que, en su caso, el abono de
una contraprestación. Tienen la consideración de fuentes de acceso público, exclusivamente, el
censo promocional, los repertorios telefónicos en los términos previstos por su normativa
específica y las listas de personas pertenecientes a grupos de profesionales que contengan
únicamente
los datos de nombre, título, profesión, actividad, grado académico, dirección e indicación de su pertenencia al grupo.
Asimismo, tienen el carácter de fuentes de acceso público los diarios y boletines oficiales y los medios de
comunicación.
Los datos de carácter personal sólo se podrán recoger para su tratamiento, así como someterlos a dicho tratamiento,
cuando sean adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con el ámbito y las finalidades determinadas, explícitas
y legítimas para las que se hayan obtenido y no podrán usarse para finalidades incompatibles con aquellas para las que
los datos hubieran sido recogidos. No se considerará incompatible el tratamiento posterior de éstos con fines
históricos, estadísticos o científicos.
Los datos de carácter personal serán exactos y puestos al día de forma que respondan con veracidad a la situación
actual del afectado. Si resultaran ser inexactos, en todo o en parte, o incompletos, serán cancelados y sustituidos de
oficio por los correspondientes datos rectificados o completados, sin perjuicio de las facultades que a los afectados se
les reconozca.
Los datos de carácter personal serán cancelados cuando hayan dejado de ser necesarios o pertinentes para la finalidad
para la cual hubieran sido recabados o registrados. No serán conservados en forma que permita la identificación del
interesado durante un período superior al necesario para los fines en base a los cuales hubieran sido recabados o
registrados.
Los datos de carácter personal serán almacenados de forma que permitan el ejercicio del derecho de acceso, salvo que
sean legalmente cancelados.
Los interesados a los que se soliciten datos personales deberán ser previamente informados de modo expreso, preciso
e inequívoco:
Cuando se utilicen cuestionarios u otros impresos para la recogida, figurarán en los mismos, en forma claramente
legible, las advertencias a que se refiere el apartado anterior.
Cuando los datos de carácter personal no hayan sido recabados del interesado, éste deberá ser informado de forma
expresa, precisa e inequívoca, por el responsable del fichero o su representante, dentro de los tres meses siguientes al
momento del registro de los datos. Sin embargo, esto no será de aplicación cuando expresamente una ley lo prevea,
cuando el tratamiento tenga fines históricos, estadísticos o científicos, o cuando la información al interesado resulte
imposible o exija esfuerzos desproporcionados, a criterio de la Agencia Española de Protección de Datos o del
organismo autonómico equivalente, en consideración al número de interesados, a la antigüedad de los datos y a las
posibles medidas compensatorias. Asimismo, tampoco regirá cuando los datos procedan de fuentes accesibles al
público y se destinen a la actividad de publicidad o prospección comercial, en cuyo caso, en cada comunicación que se
dirija al interesado se le informará del origen de los datos y de la identidad del responsable del tratamiento así como
de los derechos que le asisten.
El tratamiento de los datos de carácter personal requerirá el consentimiento inequívoco del afectado, salvo que la ley
disponga otra cosa.
• los datos se recojan para el ejercicio de las funciones propias de las Administraciones públicas en
el ámbito de sus competencias;
• se refieran a las partes de un contrato o precontrato de una relación negocial, laboral o
administrativa y sean necesarios para su mantenimiento o cumplimiento;
• el tratamiento de los datos tenga por finalidad proteger un interés vital del interesado o
• los datos figuren en fuentes accesibles al público y su tratamiento sea necesario para la
satisfacción del interés legítimo perseguido por el responsable del fichero o por el del tercero a
quien se comuniquen los datos, siempre que no se vulneren los derechos y libertades
fundamentales del interesado.
El consentimiento podrá ser revocado cuando exista causa justificada para ello y no se le atribuyan efectos
retroactivos.
En los casos en los que no sea necesario el consentimiento del afectado para el tratamiento de los datos de carácter
personal, y siempre que una ley no disponga lo contrario, éste podrá oponerse a su tratamiento cuando existan
motivos fundados y legítimos relativos a una concreta situación personal. En tal supuesto, el responsable del fichero
excluirá del tratamiento los datos relativos al afectado.
Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. Cuando en relación con estos datos se
proceda a recabar el consentimiento, se advertirá al interesado acerca de su derecho a no prestarlo.
Sólo con el consentimiento expreso y por escrito del afectado podrán ser objeto de tratamiento los datos de carácter
personal que revelen la ideología, afiliación sindical, religión y creencias. Se exceptúan los ficheros mantenidos por los
partidos políticos, sindicatos, iglesias, confesiones o comunidades religiosas y asociaciones, fundaciones y otras
entidades sin ánimo de lucro, cuya finalidad sea política, filosófica, religiosa o sindical, en cuanto a los datos relativos a
sus asociados o miembros, sin perjuicio de que la cesión de dichos datos precisará siempre el previo consentimiento
del afectado.
Los datos de carácter personal que hagan referencia al origen racial, a la salud y a la vida sexual sólo podrán ser
recabados, tratados y cedidos cuando, por razones de interés general, así lo disponga una ley o el afectado consienta
expresamente.
Quedan prohibidos los ficheros creados con la finalidad exclusiva de almacenar datos de carácter personal que revelen
la ideología, afiliación sindical, religión, creencias, origen racial o étnico, o vida sexual.
Los datos de carácter personal relativos a la comisión de infracciones penales o administrativas sólo podrán ser
incluidos en ficheros de las Administraciones públicas competentes en los supuestos previstos en las respectivas
normas reguladoras.
El responsable del fichero, y, en su caso, el encargado del tratamiento deberán adoptar las medidas de índole técnica y
organizativas necesarias que garanticen la seguridad de los datos de carácter personal y eviten su alteración, pérdida,
tratamiento o acceso no autorizado, habida cuenta del estado de la tecnología, la naturaleza de los datos almacenados
y los riesgos a que están expuestos, ya provengan de la acción humana o del medio físico o natural.
No se registrarán datos de carácter personal en ficheros que no reúnan las condiciones que se determinen por vía
reglamentaria con respecto a su integridad y seguridad y a las de los centros de tratamiento, locales, equipos, sistemas
y programas.
El responsable del fichero y quienes intervengan en cualquier fase del tratamiento de los datos de carácter personal
están obligados al secreto profesional respecto de los mismos y al deber de guardarlos, obligaciones que subsistirán
aun después de finalizar sus relaciones con el titular del fichero o, en su caso, con el responsable del mismo.
Comunicación de datos
Los datos de carácter personal objeto del tratamiento sólo podrán ser comunicados a un tercero para el cumplimiento
de fines directamente relacionados con las funciones legítimas del cedente y del cesionario con el previo
consentimiento del interesado.
Será nulo el consentimiento para la comunicación de los datos de carácter personal a un tercero, cuando la
información que se facilite al interesado no le permita conocer la finalidad a que destinarán los datos cuya
comunicación se autoriza o el tipo de actividad de aquel a quien se pretenden comunicar.
El consentimiento para la comunicación de los datos de carácter personal tiene también un carácter de revocable.
Aquel a quien se comuniquen los datos de carácter personal se obliga, por el solo hecho de la comunicación, a la
observancia de las disposiciones de la presente Ley.
No se considerará comunicación de datos el acceso de un tercero a los datos cuando dicho acceso sea necesario para
la prestación de un servicio al responsable del tratamiento.
La realización de tratamientos por cuenta de terceros deberá estar regulada en un contrato que deberá constar por
escrito o en alguna otra forma que permita acreditar su celebración y contenido, estableciéndose expresamente que el
encargado del tratamiento únicamente tratará los datos conforme a las instrucciones del responsable del tratamiento,
que no los aplicará o utilizará con fin distinto al que figure en dicho contrato, ni los comunicará, ni siquiera para su
conservación, a otras personas.
Una vez cumplida la prestación contractual, los datos de carácter personal deberán ser destruidos o devueltos al
responsable del tratamiento, al igual que cualquier soporte o documentos en que conste algún dato de carácter
personal objeto del tratamiento.
En el caso de que el encargado del tratamiento destine los datos a otra finalidad, los comunique o los utilice
incumpliendo las estipulaciones del contrato, será considerado también responsable del tratamiento, respondiendo de
las infracciones en que hubiera incurrido personalmente.
Los ciudadanos tienen derecho a no verse sometidos a una decisión con efectos jurídicos, sobre ellos o que les afecte
de manera significativa, que se base únicamente en un tratamiento de datos destinados a evaluar determinados
aspectos de su personalidad.
El afectado podrá impugnar los actos administrativos o decisiones privadas que impliquen una valoración de su
comportamiento, cuyo único fundamento sea un tratamiento de datos de carácter personal que ofrezca una definición
de sus características o personalidad.
Derecho de acceso
El interesado tendrá derecho a solicitar y obtener gratuitamente información de sus datos de carácter personal
sometidos a tratamiento, el origen de dichos datos, así como las comunicaciones realizadas o que se prevén hacer de
los mismos. La información podrá obtenerse mediante la mera consulta de los datos por medio de su visualización, o la
indicación de los datos que son objeto de tratamiento mediante escrito, copia, telecopia o fotocopia, certificada o no,
en forma legible e inteligible, sin utilizar claves o códigos que requieran el uso de dispositivos mecánicos específicos.
La cancelación dará lugar al bloqueo de los datos, conservándose únicamente a disposición de las Administraciones
públicas, Jueces y Tribunales, para la atención de las posibles responsabilidades nacidas del tratamiento, durante el
plazo de prescripción de éstas. Cumplido el citado plazo deberá procederse a la supresión.
No se exigirá contraprestación alguna por el ejercicio de los derechos de oposición, acceso, rectificación o cancelación.
El plazo máximo en que debe dictarse la resolución expresa de tutela de derechos será de seis meses y contra las
resoluciones de la Agencia Española de Protección de Datos procederá recurso contencioso-administrativo.
Derecho a indemnización
Los interesados que, como consecuencia del incumplimiento de lo dispuesto en la presente Ley por el responsable o el
encargado del tratamiento, sufran daño o lesión en sus bienes o derechos tendrán derecho a ser indemnizados.
La Agencia Española de Protección de Datos es un ente de derecho público, con personalidad jurídica propia y plena
capacidad pública y privada, que actúa con plena independencia de las Administraciones públicas en el ejercicio de sus
funciones. Se regirá por lo dispuesto en la presente Ley y en un Estatuto propio, que será aprobado por el Gobierno.
Las funciones de la Agencia Española de Protección de Datos serán ejercidas, cuando afecten a ficheros de datos de
carácter personal creados o gestionados por las Comunidades Autónomas y por la Administración Local de su ámbito
territorial, por los órganos correspondientes de cada Comunidad, que tendrán la consideración de autoridades de
control, a los que garantizarán plena independencia y objetividad en el ejercicio de su cometido.
La captación y/o el tratamiento de imágenes con fines de vigilancia es una práctica muy extendida en nuestra
sociedad. La videovigilancia generalmente persigue garantizar la seguridad de los bienes y las personas o se utiliza en
entornos empresariales con la finalidad de verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes
laborales. Ambas finalidades constituyen bienes valiosos
dignos de protección jurídica, pero sometidos al cumplimiento de ciertas condiciones. La utilización de medios técnicos
para la vigilancia repercute sobre los derechos de las personas, lo que obliga a fijar garantías.
personal a efectos de la aplicación de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de protección de los datos de
carácter personal (LOPD).
La aplicación de la LOPD a estos sistemas plantea cierto grado de dificultad en todos los ámbitos. Por una parte, el
responsable debe ser capaz de identificar si el uso que hace las videocámaras se encuentra sujeto a la Ley. Por otra,
resulta complejo informar al titular de los datos y hacerlo con criterios homogéneos, comprensibles y fácilmente
identificables.
Sin embargo, a diferencia de la videovigilancia desarrollada por las FCS, que cuenta con la legislación específica que la
regula, la única regulación existente en el ámbito privado, la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguridad Privada no
contiene indicaciones precisas en materia de protección de datos. Y es evidente, y así lo ha subrayado en distintas
sentencias el TC, que la videovigilancia es un medio particularmente invasivo y, por ello, resulta necesaria tanto la
concurrencia de condiciones que legitimen los tratamientos, como la definición de los principios y garantías que deben
aplicarse.
Por todo ello, y con la finalidad de adecuar estos tratamientos a la LOPD, se dicto la Instrucción 1/2006, de 8 de
noviembre, de la Agencia Española de Protección de Datos, sobre el tratamiento de datos personales con fines de
vigilancia a través de sistemas de cámaras o videocámaras.
Pero junto a la videovigilancia, vinculada a la seguridad o al control laboral, surgen nuevos usos y servicios basados en
la captación y el tratamiento de imágenes registradas por videocámaras o Webcams. En los casos en los que estas
imágenes pertenecen a personas identificadas o identificables resulta de aplicación la LOPD.
3.2¿Cuándo deben aplicarse las normas sobre protección de datos a los tratamientos de imágenes?
El concepto de dato personal incluye las imágenes cuando se refieran a personas identificadas o identificables. Por ello,
los principios vigentes en materia de protección de datos personales deben aplicarse al uso de cámaras, videocámaras
y a cualquier medio técnico análogo, que capte y/o registre imágenes, ya sea con fines de vigilancia u otros en los
supuestos en que:
Para que se pueda utilizar un sistema de esta naturaleza no basta con que éste reúna los requisitos técnicos que lo
permitan funcionar. Debe existir legitimación para ello. Esto ocurrirá cuando:
Sin perjuicio de las previsiones específicas de la LO 4/1997, de 4 de agosto, por la que se regula la utilización de
videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en lugares públicos, a estos tratamientos se les aplica
supletoriamente la LOPD en aspectos como la creación de ficheros mediante disposición de carácter general publicada
en un diario oficial, que más adelante se examinan.
El uso de las instalaciones de cámaras y videocámaras debe seguir ciertas reglas que rigen todo el proceso desde su
captación, almacenamiento, reproducción hasta su cancelación. El responsable deberá tener en cuenta los siguientes
principios:
Debe existir una relación de proporcionalidad entre la finalidad perseguida y el modo en el que se traten
los datos.
Debe informarse sobre la captación y/o grabación de las imágenes.
El uso de instalaciones de cámaras o videocámaras sólo es admisible cuando no exista un medio menos
invasivo.
Las cámaras y videocámaras instaladas en espacios privados no podrán obtener imágenes de espacios
públicos.
Podrían tomarse imágenes parciales y limitadas de vías públicas cuando resulte imprescindible para la
finalidad de vigilancia que se pretende, o resulte imposible evitarlo por razón de la ubicación de
aquéllas.
En cualquier caso, el uso de sistemas de videovigilancia deberá ser respetuoso con los derechos de las
personas y el resto del Ordenamiento jurídico.
Las imágenes se conservarán por el tiempo imprescindible para la satisfacción de la finalidad para la que
se recabaron.
En este ámbito deben respetarse y aplicarse los principios contenidos en la legislación vigente y en particular la LOPD,
el Reglamento que la desarrolla y la Instrucción 1/2006, de 8 de noviembre, de la Agencia Española de Protección de
Datos, sobre el tratamiento de datos personales con fines de vigilancia a través de sistemas de cámaras o
videocámaras. Este cumplimiento se proyectará sobre distintos aspectos.
Como se ha señalado, la utilización de sistemas para la captación y/o tratamiento de imágenes con fines de
videovigilancia y seguridad está sujeta a condiciones derivadas de la Ley 2371992 de Seguridad Privada y su
Reglamento, de la LOPD y a la Instrucción 1/2006. Se trata de servicios que sólo pueden ser prestados por empresas
específicamente autorizadas en virtud de sus condiciones y cualificación. Ello determina la exigencia de una especial
diligencia en el asesoramiento al responsable que contrate sus servicios respecto del cumplimiento de la LOPD y de la
Instrucción 1/2006. En primer lugar y con carácter general:
cumplimiento de dicha obligación supone una falta de legitimación para el tratamiento por parte de la
empresa de seguridad.
La empresa de seguridad privada que realice operaciones de instalación o mantenimiento de los
servicios de vigilancia mediante cámaras debe garantizar que tales sistemas cumplan con los requisitos
de la LOPD y de la Instrucción 1/2006. En particular su pericia técnica será muy relevante en aspectos
como la inscripción del fichero ante el Registro General de protección de Datos, la ubicación de
distintivos informativos, la definición del espacio vigilado y la orientación de las videocámaras y la
adopción de las medidas de seguridad.
La ausencia de contrato tendrá como consecuencia la falta de legitimación de la instalación.
Por otra parte, hay que recordar que cuando la empresa de seguridad acceda a las imágenes, con independencia de
que lo pueda hacer el responsable, tendrá la consideración de encargado del tratamiento y le corresponderán las
responsabilidades que procedan conforme con lo dispuesto por el contrato. Sin embargo, a las empresas de seguridad,
tengan o no la condición de encargados, les compete el deber de asesorar a los particulares sobre la adecuación a la
normativa de protección de datos de las instalaciones de videovigilancia. La Agencia Española de Protección de Datos
en el desarrollo de su actividad notificará de oficio las incidencias detectadas a la autoridad gubernativa para su
conocimiento y eventual actuación en aplicación de la Ley de Seguridad Privada.
4.1Supuestos específicos
En algunos casos, el empleo de técnicas que implican captación de imágenes poseen características específicas a pesar
de que estén vinculadas a la seguridad privada.
La realización de controles de acceso a los edificios puede comportar la captación de imágenes. Generalmente se
articulan mediante controles en los cuales el afectado se identifica, se obtiene su imagen y se emite un carné, pase o
tarjeta de identificación. En estos casos, los datos de carácter personal son recabados por servicios de seguridad tanto
en edificios públicos como privados, así como en establecimientos, espectáculos, certámenes y convenciones.
En tales casos será de aplicación lo dispuesto en la Instrucción 1/1996 de la Agencia de Protección de Datos sobre
ficheros automatizados establecidos con la finalidad de controlar el acceso a los edificios. Por lo tanto:
El responsable del fichero asumirá el cumplimiento de todas las obligaciones establecidas en la LOPD: a.
tendrá la consideración de responsable del fichero la persona física o jurídica, de naturaleza pública o
privada, u órgano administrativo por cuya cuenta se efectúe la realización del servicio de seguridad b. la
Instrucción 1/1996 permite también que la empresa de seguridad tenga la consideración de
responsable del fichero.
La recogida de datos efectuada se limitará a la finalidad de realizar controles de acceso.
Deberá informarse de ello.
Los datos personales no podrán ser utilizados para otros fines ni cedidos, salvo con consentimiento del
afectado.
Los datos serán cancelados cuando haya transcurrido el plazo de un mes, contado a partir del momento
en que fueron recabados.
El responsable del fichero garantizará la adopción de las medidas de seguridad que correspondan.
Por otro lado, la Instrucción 2/1996, regula los ficheros establecidos con la finalidad de controlar el acceso a los casinos
y salas de bingo. En este caso:
Tendrá la consideración de responsable del fichero la sociedad explotadora del casino de juego o la
empresa titular de la sala de bingo.
Deberá cumplirse con el deber de información en la recogida de datos.
Los datos personales no podrán ser utilizados para otros fines ni cedidos fuera de los casos
expresamente establecidos en la ley, salvo consentimiento del afectado.
Los datos de carácter personal deberán ser destruidos cuando haya transcurrido el plazo de seis meses,
contado a partir de la fecha del ultimo acceso.
El responsable del fichero garantizará la adopción de las medidas de seguridad que correspondan.
Entidades financieras
Las instalaciones de videovigilancia utilizadas en Bancos, Cajas de Ahorro y demás entidades de crédito están sujetas a
reglas específicas. La LO 1/1992 de Seguridad Ciudadana prevé que, por razones de seguridad pública, se adopten
determinadas medidas y, en virtud de la autorización reglamentaria que esta Ley contiene, el Reglamento de
Seguridad Privada ha exigido la instalación de cámaras y videocámaras en dichos establecimientos. Así, las previsiones
del Reglamento de Seguridad Privada deben interpretarse en conexión con la LOPD.
Estas instalaciones son de titularidad privada, siendo estas entidades responsables de las mismas. El Reglamento de
Seguridad Privada señala:
Las imágenes estarán exclusivamente a disposición de las autoridades judiciales y de las dependencias
de las FCS, a las que facilitarán inmediatamente aquellas que se refieran a la comisión de hechos
delictivos.
El contenido de los soportes será estrictamente reservado, y las imágenes grabadas únicamente podrán
ser utilizadas como medio de identificación de los autores contra las personas y contra la propiedad.
En principio las imágenes sólo podrán ser visualizadas por las FCS, los Jueces y Tribunales, por la
inspección de la Agencia Española de Protección de Datos en ejercicio de sus competencias y por el
personal legitimado por la Ley de Seguridad Privada.
En estos ficheros el derecho de acceso de los afectados no es posible, sin perjuicio de que quepa invocar
en su caso la tutela de la Agencia Española de Protección de Datos.
La cancelación se produce transcurridos quince días desde la grabación salvo que hubiesen dispuesto lo
contrario las autoridades judiciales o las FCS.
No obstante, en algunas ocasiones la protección de los espacios privados sólo es posible si las cámaras se ubican en
espacios como las fachadas. A veces también resulta necesario captar los accesos, puertas o entradas, de modo que
aunque la cámara se encuentre en el interior del edificio, resulta imposible no registrar parte de lo que sucede en la
porción de vía pública que inevitablemente se capta. Por lo que el 4.3de la Instrucción 1/2006 dispone:
Las cámaras y videocámaras instaladas en espacios privados no podrán obtener imágenes de espacios públicos salvo
que resulte imprescindible para la finalidad de vigilancia que se pretende, o resulte imposible evitarlo por razón de la
ubicación de aquéllas. En todo caso, deberá evitarse cualquier tratamiento de datos innecesario para la finalidad
perseguida.
Para que esta excepción resulte aplicable, no deberá existir una posibilidad de instalación alternativa. Debe tenerse en
cuenta que:
Cada vez resulta más frecuente el uso de videocámaras IP y Webcams capaces de transmitir datos en formato digital a
través de Internet. La tecnología permite el ahorro de costes al facilitar la grabación directa en soporte digital y facilita
el nacimiento de nuevos servicios de videovigilancia. Se trata de productos muy publicitados, fácilmente adquiribles y
que no suelen requerir de conocimientos técnicos especiales para instalación, pero respecto de cuyo uso deben
analizarse los riesgos.
El uso de tales cámaras comporta riesgos adicionales cuando no se configura adecuadamente el uso del
programa y/o el entorno de comunicaciones.
La configuración por defecto del software puede no reunir las garantías de seguridad facilitando el
acceso abierto a las imágenes por cualquiera. Deberá revisarse si las funciones de identificación y
autenticación se encuentran activadas con el fin de evitar accesos de terceros a las imágenes y de
garantizar que sólo acceden los usuarios autorizados.
Asimismo, la grabación digital permite un uso fácil de las imágenes.
La captación de imágenes en entornos escolares no se encuentra vedada pero requiere adoptar ciertas cautelas. La
instalación de cámaras de videovigilancia en un centro escolar con el fin de controlar conductas que puedan afectar a
la seguridad ha de ser una medida proporcional en relación con la infracción que se pretenda evitar y, en ningún caso,
debe suponer el medio inicial para llevar a cabo funciones de vigilancia. La utilización de estos sistemas debe ser
proporcional al fin perseguido que, en todo caso, deberá ser legítimo. La instalación de cámaras de videovigilancia
sería una medida proporcional y justificada si se cumplen los siguientes requisitos:
Los menores son sujetos merecedores de una especial protección por lo que el principio de proporcionalidad debe
aplicarse con un rigor extremo. Por ello, en entornos como colegios, guarderías, centros lúdicos cuyo público objetivo
sean los menores y espacios similares, la instalación de videocámaras sólo será legítima cuando derive de una
necesidad ineludible, cuando la medida sea la más adecuada y siempre que no exista una medida alternativa menos
lesiva para los derechos del menor.
En particular:
La zona objeto de videovigilancia será la mínima imprescindible abarcando espacios públicos como
accesos o pasillos.
En ningún caso podrán instalarse estos medios en espacios protegidos por el derecho a la intimidad
como baños, vestuarios o aquellos en los que se desarrollen actividades cuya captación pueda afectar a
la imagen o a la vida privada como los gimnasios.
Salvo en circunstancias excepcionales, no resulta admisible la captación de imágenes con fines de
control de asistencia escolar.
El uso de videocámaras con fines de seguridad en espacios de juego, aulas y otros ámbitos en los que se
desarrolla la personalidad de los menores sólo podrán ser objeto de grabación en presencia de
circunstancias excepcionales, justificadas por la presencia de un riesgo objetivo y previsible para la
seguridad de los menores.
Por último, en entornos escolares cabe el uso de videocámaras para la prestación de otros servicios que se examinan
en un apartado posterior.
Una gran parte de la vida privada de las personas se desarrolla en espacios públicos de uso privado como
establecimientos comerciales, restaurantes, lugares de ocio… La
garantía del derecho a la protección de datos se extiende también a estos ámbitos. Por ello, cuando se pretenda
instalar sistemas de videovigilancia en los mismos, deberán ponderarse los derechos y garantizarse el cumplimiento
estricto del principio de proporcionalidad.
identificables en los lugares en los que se realiza materialmente la práctica deportiva o se reciban este
tipo de servicios.
Taxis
La instalación de dispositivos de videovigilancia en los taxis requiere que la cámara la instale una empresa de
seguridad privada, que deberá obtener la autorización del Ministerio de Interior y si la cámara graba deberá de
notificarlo previamente a la Agencia Española de Protección de Datos para su inscripción en el Registro General de la
misma, cumpliéndose los demás extremos previstos por la Instrucción 1/2006.
1. EL CONTRATO LABORAL
1. Esta ley será de aplicación a los trabajadores que voluntariamente presten sus servicios retribuidos por cuenta ajena
y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o
empresario.
2. A los efectos de esta ley, serán empresarios todas las personas, físicas o jurídicas, o comunidades de bienes que
reciban la prestación de servicios de las personas referidas en el apartado anterior, así como de las personas
contratadas para ser cedidas a empresas usuarias por empresas de trabajo temporal legalmente constituidas.
c) La actividad que se limite, pura y simplemente, al mero desempeño del cargo de consejero o miembro de los
órganos de administración en las empresas que revistan la forma jurídica de sociedad y siempre que su actividad en la
empresa solo comporte la realización de cometidos inherentes a tal cargo.
e) Los trabajos familiares, salvo que se demuestre la condición de asalariados de quienes los llevan a cabo. Se
considerarán familiares, a estos efectos, siempre que convivan con el empresario, el cónyuge, los descendientes,
ascendientes y demás parientes por consanguinidad o afinidad, hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por
adopción.
f) La actividad de las personas que intervengan en operaciones mercantiles por cuenta de uno o más empresarios,
siempre que queden personalmente obligados a responder del buen fin de la operación asumiendo el riesgo y ventura
de la misma.
g) En general, todo trabajo que se efectúe en desarrollo de relación distinta de la que define el apartado 1.
A tales efectos se entenderá excluida del ámbito laboral la actividad de las personas prestadoras del servicio de
transporte al amparo de autorizaciones administrativas de las que sean titulares, realizada, mediante el
correspondiente precio, con vehículos comerciales de servicio público cuya propiedad o poder directo de disposición
ostenten, aun cuando dichos servicios se realicen de forma continuada para un mismo cargador o comercializador.
4. La legislación laboral española será de aplicación al trabajo que presten los trabajadores españoles contratados en
España al servicio de empresas españolas en el extranjero, sin perjuicio de las normas de orden público aplicables en el
lugar de trabajo. Dichos trabajadores tendrán, al menos, los derechos económicos que les corresponderían de trabajar
en territorio español.
5. A efectos de esta ley se considera centro de trabajo la unidad productiva con organización específica, que sea dada
de alta, como tal, ante la autoridad laboral.
En la actividad de trabajo en el mar se considerará como centro de trabajo el buque, entendiéndose situado en la
provincia donde radique su puerto de base.
g) La de los trabajadores con discapacidad que presten sus servicios en los centros especiales de empleo.
h) (Derogada)
i) La de los menores sometidos a la ejecución de medidas de internamiento para el cumplimiento de su
responsabilidad penal.
j) La de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud.
k) La de los abogados que prestan servicios en despachos de abogados, individuales o colectivos.
l) Cualquier otro trabajo que sea expresamente declarado como relación laboral de carácter especial por una ley.
2. En todos los supuestos señalados en el apartado anterior, la regulación de dichas relaciones laborales respetará los
derechos básicos reconocidos por la Constitución.
c) Por la voluntad de las partes, manifestada en el contrato de trabajo, siendo su objeto lícito y sin que en ningún caso
puedan establecerse en perjuicio del trabajador condiciones menos favorables o contrarias a las disposiciones legales y
convenios colectivos antes expresados.
d) Por los usos y costumbres locales y profesionales.
2. Las disposiciones legales y reglamentarias se aplicarán con sujeción estricta al principio de jerarquía normativa. Las
disposiciones reglamentarias desarrollarán los preceptos que establecen las normas de rango superior, pero no podrán
establecer condiciones de trabajo distintas a las establecidas por las leyes a desarrollar.
3. Los conflictos originados entre los preceptos de dos o más normas laborales, tanto estatales como pactadas, que
deberán respetar en todo caso los mínimos de derecho necesario, se resolverán mediante la aplicación de lo más
favorable para el trabajador apreciado en su conjunto, y en cómputo anual, respecto de los conceptos cuantificables.
4. Los usos y costumbres solo se aplicarán en defecto de disposiciones legales, convencionales o contractuales, a no
ser que cuenten con una recepción o remisión expresa.
5. Los trabajadores no podrán disponer válidamente, antes o después de su adquisición, de los derechos que tengan
reconocidos por disposiciones legales de derecho necesario. Tampoco podrán disponer válidamente de los derechos
reconocidos como indisponibles por convenio colectivo.
1. Los trabajadores tienen como derechos básicos, con el contenido y alcance que para cada uno de los mismos
disponga su específica normativa, los de:
a) A la ocupación efectiva.
c) A no ser discriminados directa o indirectamente para el empleo, o una vez empleados, por razones de sexo, estado
civil, edad dentro de los límites marcados por esta ley, origen racial o étnico, condición social, religión o convicciones,
ideas políticas, orientación sexual, afiliación o no a un sindicato, así como por razón de lengua, dentro del Estado
español.
Tampoco podrán ser discriminados por razón de discapacidad, siempre que se hallasen en condiciones de aptitud para
desempeñar el trabajo o empleo de que se trate.
d) A su integridad física y a una adecuada política de prevención de riesgos laborales.
e) Al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida la protección frente al acoso por
razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, y frente al acoso
sexual y al acoso por razón de sexo.
f) A la percepción puntual de la remuneración pactada o legalmente establecida.
g) Al ejercicio individual de las acciones derivadas de su contrato de trabajo.
h) A cuantos otros se deriven específicamente del contrato de trabajo.
1. El contrato de trabajo se podrá celebrar por escrito o de palabra. Se presumirá existente entre todo el que presta un
servicio por cuenta y dentro del ámbito de organización y dirección de otro y el que lo recibe a cambio de una
retribución a aquel.
2. Deberán constar por escrito los contratos de trabajo cuando así lo exija una disposición legal y, en todo caso, los de
prácticas y para la formación y el aprendizaje, los contratos a tiempo parcial, fijos-discontinuos y de relevo y los
contratos para la realización de una obra o servicio determinado; también constarán por escrito los contratos por
tiempo determinado cuya duración sea superior a cuatro semanas.
Deberán constar igualmente por escrito los contratos de trabajo de los pescadores, de los trabajadores que trabajen a
distancia y de los trabajadores contratados en España al servicio de empresas españolas en el extranjero.
De no observarse la exigencia de forma escrita, el contrato de trabajo se presumirá celebrado por tiempo indefinido y
a jornada completa, salvo prueba en contrario que acredite su naturaleza temporal o el carácter a tiempo parcial de los
servicios.
Cualquiera de las partes podrá exigir que el contrato se formalice por escrito, incluso durante el transcurso de la
relación laboral.
3. El empresario está obligado a comunicar a la oficina pública de empleo, en el plazo de los diez días siguientes a su
concertación y en los términos que reglamentariamente se determinen, el contenido de los contratos de trabajo que
celebre o las prórrogas de los mismos, deban o no formalizarse por escrito.
4. El empresario entregará a la representación legal de los trabajadores una copia básica de todos los contratos que
deban celebrarse por escrito, a excepción de los contratos de relación laboral especial de alta dirección sobre los que
se establece el deber de notificación a la representación legal de los trabajadores.
Con el fin de comprobar la adecuación del contenido del contrato a la legalidad vigente, esta copia básica contendrá
todos los datos del contrato a excepción del número del documento nacional de identidad o del número de identidad
de extranjero, el domicilio, el estado civil, y cualquier otro que, de acuerdo con la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo,
de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, pudiera afectar a la
intimidad personal. El tratamiento de la información facilitada estará sometido a los principios y garantías previstos en
la normativa aplicable en materia de protección de datos.
La copia básica se entregará por el empresario, en plazo no superior a diez días desde la formalización del contrato, a
los representantes legales de los trabajadores, quienes la firmarán a efectos de acreditar que se ha producido la
entrega.
Posteriormente, dicha copia básica se enviará a la oficina de empleo. Cuando no exista representación legal de los
trabajadores también deberá formalizarse copia básica y remitirse a la oficina de empleo.
Los representantes de la Administración, así como los de las organizaciones sindicales y de las asociaciones
empresariales, que tengan acceso a la copia básica de los contratos en virtud de su pertenencia a los órganos de
participación institucional que reglamentariamente tengan tales facultades, observarán sigilo profesional, no pudiendo
utilizar dicha documentación para fines distintos de los que motivaron su conocimiento.
5. Cuando la relación laboral sea de duración superior a cuatro semanas, el empresario deberá informar por escrito al
trabajador, en los términos y plazos que se establezcan reglamentariamente, sobre los elementos esenciales del
contrato y las principales condiciones de ejecución de la prestación laboral, siempre que tales elementos y condiciones
no figuren en el contrato de trabajo formalizado por escrito.
1. Si resultase nula solo una parte del contrato de trabajo, este permanecerá válido en lo restante, y se entenderá
completado con los preceptos jurídicos adecuados conforme a lo dispuesto en el artículo 3.1.
Si el trabajador tuviera asignadas condiciones o retribuciones especiales en virtud de contraprestaciones establecidas
en la parte no válida del contrato, el órgano de la jurisdicción social que a instancia de parte declare la nulidad hará el
debido pronunciamiento sobre la subsistencia o supresión en todo o en parte de dichas condiciones o retribuciones.
2. En caso de que el contrato resultase nulo, el trabajador podrá exigir, por el trabajo que ya hubiese prestado, la
remuneración consiguiente a un contrato válido.
3. En caso de nulidad por discriminación salarial por razón de sexo, el trabajador tendrá derecho a la retribución
correspondiente al trabajo igual o de igual valor.
1. El contrato de trabajo podrá concertarse por tiempo indefinido o por una duración determinada.
a) Cuando se contrate al trabajador para la realización de una obra o servicio determinados, con autonomía y
sustantividad propia dentro de la actividad de la empresa y cuya ejecución, aunque limitada en el tiempo, sea en
principio de duración incierta. Estos contratos no podrán tener una duración superior a tres años ampliable hasta doce
meses más por convenio colectivo de ámbito sectorial estatal o, en su defecto, por convenio colectivo sectorial de
ámbito inferior. Transcurridos estos plazos, los trabajadores adquirirán la condición de trabajadores fijos de la
empresa.
Los convenios colectivos sectoriales estatales y de ámbito inferior, incluidos los convenios de empresa, podrán
identificar aquellos trabajos o tareas con sustantividad propia dentro de la actividad normal de la empresa que puedan
cubrirse con contratos de esta naturaleza.
b) Cuando las circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos así lo exigieran, aun tratándose
de la actividad normal de la empresa. En tales casos, los contratos podrán tener una duración máxima de seis meses,
dentro de un periodo de doce meses, contados a partir del momento en que se produzcan dichas causas. Por convenio
colectivo de ámbito sectorial estatal o, en su defecto, por convenio colectivo sectorial de ámbito inferior, podrá
modificarse la duración máxima de estos contratos y el periodo dentro del cual se puedan realizar en atención al
carácter estacional de la actividad en que dichas circunstancias se puedan producir. En tal supuesto, el periodo máximo
dentro del cual se podrán realizar será de dieciocho meses, no pudiendo superar la duración del contrato las tres
cuartas partes del periodo de referencia establecido ni, como máximo, doce meses.
En caso de que el contrato se hubiera concertado por una duración inferior a la máxima legal o convencionalmente
establecida, podrá prorrogarse mediante acuerdo de las partes, por una única vez, sin que la duración total del
contrato pueda exceder de dicha duración máxima.
Por convenio colectivo se podrán determinar las actividades en las que puedan contratarse trabajadores eventuales,
así como fijar criterios generales relativos a la adecuada relación entre el volumen de esta modalidad contractual y la
plantilla total de la empresa.
c) Cuando se trate de sustituir a trabajadores con derecho a reserva del puesto de trabajo, siempre que en el contrato
de trabajo se especifique el nombre del sustituido y la causa de sustitución.
2. LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Artículo 37 CE
1. La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los
trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios.
1. Los convenios colectivos, como resultado de la negociación desarrollada por los representantes de los trabajadores
y de los empresarios, constituyen la expresión del acuerdo libremente adoptado por ellos en virtud de su autonomía
colectiva.
2. Mediante los convenios colectivos, y en su ámbito correspondiente, los trabajadores y empresarios regulan las
condiciones de trabajo y de productividad. Igualmente podrán regular la paz laboral a través de las obligaciones que se
pacten.
3. Los convenios colectivos regulados por esta ley obligan a todos los empresarios y trabajadores incluidos dentro de
su ámbito de aplicación y durante todo el tiempo de su vigencia.
Sin perjuicio de lo anterior, cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, por acuerdo
entre la empresa y los representantes de los trabajadores legitimados para negociar un convenio colectivo conforme a
lo previsto en el artículo 87.1, se podrá proceder, previo desarrollo de un periodo de consultas en los términos del
artículo 41.4, a inaplicar en la empresa las condiciones de trabajo previstas en el convenio colectivo aplicable, sea este
de sector o de empresa, que afecten a las siguientes materias:
a) Jornada de trabajo.
b) Horario y distribución del tiempo de trabajo.
c) Régimen de trabajo a turnos.
d) Sistema de remuneración y cuantía salarial.
e) Sistema de trabajo y rendimiento.
f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el artículo 39.
1. Los convenios colectivos tendrán el ámbito de aplicación que las partes acuerden.
2. Las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas, de carácter estatal o de comunidad
autónoma, podrán establecer, mediante acuerdos interprofesionales, cláusulas sobre la estructura de la negociación
colectiva, fijando, en su caso, las reglas que han de resolver los conflictos de concurrencia entre convenios de distinto
ámbito.
Estas cláusulas podrán igualmente pactarse en convenios o acuerdos colectivos sectoriales, de ámbito estatal o
autonómico, por aquellos sindicatos y asociaciones empresariales que cuenten con la legitimación necesaria, de
conformidad con lo establecido en esta ley.
3. Dichas organizaciones de trabajadores y empresarios podrán igualmente elaborar acuerdos sobre materias
concretas. Estos acuerdos, así como los acuerdos interprofesionales a que se refiere el apartado 2, tendrán el
tratamiento de esta ley para los convenios colectivos.
Concurrencia
Un convenio colectivo, durante su vigencia, no podrá ser afectado por lo dispuesto en convenios de ámbito distinto,
salvo pacto en contrario.
En todo caso, los sindicatos y las asociaciones empresariales que reúnan los requisitos de legitimación podrán, en un
ámbito determinado que sea superior al de empresa, negociar acuerdos o convenios que afecten a lo dispuesto en los
de ámbito superior siempre que dicha decisión obtenga el respaldo de las mayorías exigidas para constituir la comisión
negociadora en la correspondiente unidad de negociación.
En el supuesto previsto en el párrafo anterior se considerarán materias no negociables en ámbitos inferiores el período
de prueba, las modalidades de contratación, excepto en los aspectos de adaptación al ámbito de la empresa, los
grupos profesionales, el régimen disciplinario y las normas mínimas en materia de seguridad e higiene en el trabajo y
movilidad geográfica.
1. Dentro del respeto a las leyes, los convenios colectivos podrán regular materias de índole económica, laboral,
sindical y, en general, cuantas otras afecten a las condiciones de empleo y al ámbito de relaciones de los trabajadores y
sus organizaciones representativas con el empresario y las asociaciones empresariales, incluidos procedimientos para
resolver las discrepancias surgidas en los periodos de consulta previstos en los artículos 40, 41, 47 y 51; los laudos
arbitrales que a estos efectos puedan dictarse tendrán la misma eficacia y tramitación que los acuerdos en el periodo
de consultas, siendo susceptibles de impugnación en los mismos términos que los laudos dictados para la solución de
las controversias derivadas de la aplicación de los convenios.
Sin perjuicio de la libertad de las partes para determinar el contenido de los convenios colectivos, en la negociación de
los mismos existirá, en todo caso, el deber de negociar medidas dirigidas a promover la igualdad de trato y de
oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral o, en su caso, planes de igualdad con el alcance y
contenido previsto en el capítulo III del título IV de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de
mujeres y hombres.
2. A través de la negociación colectiva se podrán articular procedimientos de información y seguimiento de los
despidos objetivos, en el ámbito correspondiente.
Asimismo, sin perjuicio de la libertad de contratación que se reconoce a las partes, a través de la negociación colectiva
se articulará el deber de negociar planes de igualdad en las empresas de más de doscientos cincuenta trabajadores de
la siguiente forma:
a) En los convenios colectivos de ámbito empresarial, el deber de negociar se formalizará en el marco de la
negociación de dichos convenios.
b) En los convenios colectivos de ámbito superior a la empresa, el deber de negociar se formalizará a través de la
negociación colectiva que se desarrolle en la empresa en los términos y condiciones que se hubieran establecido en los
indicados convenios para cumplimentar dicho deber de negociar a través de las oportunas reglas de
complementariedad.
3. Sin perjuicio de la libertad de contratación a que se refieren los apartados anteriores, los convenios colectivos
habrán de expresar como contenido mínimo lo siguiente:
a) Determinación de las partes que los conciertan.
b) Ámbito personal, funcional, territorial y temporal.
c) Procedimientos para solventar de manera efectiva las discrepancias que puedan surgir para la no aplicación de las
condiciones de trabajo a que se refiere el artículo 82.3, adaptando, en su caso, los procedimientos que se establezcan
a este respecto en los acuerdos interprofesionales de ámbito estatal o autonómico conforme a lo dispuesto en tal
artículo.
d) Forma y condiciones de denuncia del convenio, así como plazo mínimo para dicha denuncia antes de finalizar su
vigencia.
e) Designación de una comisión paritaria de la representación de las partes negociadoras para entender de aquellas
cuestiones establecidas en la ley y de cuantas otras le sean atribuidas, así como establecimiento de los procedimientos
y plazos de actuación de esta comisión, incluido el sometimiento de las discrepancias producidas en su seno a los
sistemas no judiciales de solución de conflictos establecidos mediante los acuerdos interprofesionales de ámbito
estatal o autonómico previstos en el artículo 83.
Vigencia
1. Corresponde a las partes negociadoras establecer la duración de los convenios, pudiendo eventualmente pactarse
distintos periodos de vigencia para cada materia o grupo homogéneo de materias dentro del mismo convenio.
Durante la vigencia del convenio colectivo, los sujetos que reúnan los requisitos de legitimación previstos en los
artículos 87 y 88 podrán negociar su revisión.
2. Salvo pacto en contrario, los convenios colectivos se prorrogarán de año en año si no mediara denuncia expresa de
las partes.
3. La vigencia de un convenio colectivo, una vez denunciado y concluida la duración pactada, se producirá en los
términos que se hubiesen establecido en el propio convenio.
Durante las negociaciones para la renovación de un convenio colectivo, en defecto de pacto, se mantendrá su vigencia,
si bien las cláusulas convencionales por las que se hubiera renunciado a la huelga durante la vigencia de un convenio
decaerán a partir de su denuncia. Las partes podrán adoptar acuerdos parciales para la modificación de alguno o
algunos de sus contenidos prorrogados con el fin de adaptarlos a las condiciones en las que, tras la terminación de la
vigencia pactada, se desarrolle la actividad en el sector o en la empresa. Estos acuerdos tendrán la vigencia que las
partes determinen.
Mediante los acuerdos interprofesionales de ámbito estatal o autonómico, previstos en el artículo 83, se deberán
establecer procedimientos de aplicación general y directa para solventar de manera efectiva las discrepancias
existentes tras el transcurso del procedimiento de negociación sin alcanzarse un acuerdo, incluido el compromiso
previo de someter las discrepancias a un arbitraje, en cuyo caso el laudo arbitral tendrá la misma eficacia jurídica que
los convenios colectivos y solo será recurrible conforme al procedimiento y en base a los motivos establecidos en el
artículo 91. Dichos acuerdos interprofesionales deberán especificar los criterios y procedimientos de desarrollo del
arbitraje, expresando en particular para el caso de imposibilidad de acuerdo en el seno de la comisión negociadora el
carácter obligatorio o voluntario del sometimiento al procedimiento arbitral por las partes; en defecto de pacto
específico sobre el carácter obligatorio o voluntario del sometimiento al procedimiento arbitral, se entenderá que el
arbitraje tiene carácter obligatorio.
Transcurrido un año desde la denuncia del convenio colectivo sin que se haya acordado un nuevo convenio o dictado
un laudo arbitral, aquel perderá, salvo pacto en contrario, vigencia y se aplicará, si lo hubiere, el convenio colectivo de
ámbito superior que fuera de aplicación.
4. El convenio que sucede a uno anterior deroga en su integridad a este último, salvo los aspectos que expresamente
se mantengan.
1. En representación de los trabajadores estarán legitimados para negociar en los convenios de empresa y de ámbito
inferior, el comité de empresa, los delegados de personal, en su caso, o las secciones sindicales si las hubiere que, en
su conjunto, sumen la mayoría de los miembros del comité.
La intervención en la negociación corresponderá a las secciones sindicales cuando estas así lo acuerden, siempre que
sumen la mayoría de los miembros del comité de empresa o entre los delegados de personal.
Cuando se trate de convenios para un grupo de empresas, así como en los convenios que afecten a una pluralidad de
empresas vinculadas por razones organizativas o productivas y nominativamente identificadas en su ámbito de
aplicación, la legitimación para negociar en representación de los trabajadores será la que se establece en el apartado
2 para la negociación de los convenios sectoriales.
En los convenios dirigidos a un grupo de trabajadores con perfil profesional específico, estarán legitimadas para
negociar las secciones sindicales que hayan sido designadas mayoritariamente por sus representados a través de
votación personal, libre, directa y secreta.
2. En los convenios sectoriales estarán legitimados para negociar en representación de los trabajadores:
a) Los sindicatos que tengan la consideración de más representativos a nivel estatal, así como, en sus respectivos
ámbitos, las organizaciones sindicales afiliadas, federadas o confederadas a los mismos.
b) Los sindicatos que tengan la consideración de más representativos a nivel de comunidad autónoma respecto de los
convenios que no trasciendan de dicho ámbito territorial, así como, en sus respectivos ámbitos, las organizaciones
sindicales afiliadas, federadas o confederadas a los mismos.
c) Los sindicatos que cuenten con un mínimo del diez por ciento de los miembros de los comités de empresa o
delegados de personal en el ámbito geográfico y funcional al que se refiera el convenio.
3. En representación de los empresarios estarán legitimados para negociar:
a) En los convenios de empresa o ámbito inferior, el propio empresario.
b) En los convenios de grupo de empresas y en los que afecten a una pluralidad de empresas vinculadas por razones
organizativas o productivas y nominativamente identificadas en su ámbito de aplicación, la representación de dichas
empresas.
c) En los convenios colectivos sectoriales, las asociaciones empresariales que en el ámbito geográfico y funcional del
convenio cuenten con el diez por ciento de los empresarios, en el sentido del artículo 1.2, y siempre que estas den
ocupación a igual porcentaje de los trabajadores afectados, así como aquellas asociaciones empresariales que en dicho
ámbito den ocupación al quince por ciento de los trabajadores afectados.
En aquellos sectores en los que no existan asociaciones empresariales que cuenten con la suficiente representatividad,
según lo previsto en el párrafo anterior, estarán legitimadas para negociar los correspondientes convenios colectivos
de sector las asociaciones empresariales de ámbito estatal que cuenten con el diez por ciento o más de las empresas o
trabajadores en el ámbito estatal, así como las asociaciones empresariales de comunidad autónoma que cuenten en
esta con un mínimo del quince por ciento de las empresas o trabajadores.
4. Asimismo estarán legitimados en los convenios de ámbito estatal los sindicatos de comunidad autónoma que tengan
la consideración de más representativos conforme a lo previsto en el artículo 7.1 de la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de
agosto, de Libertad Sindical, y las asociaciones empresariales de la comunidad autónoma que reúnan los requisitos
señalados en la disposición adicional sexta de la presente ley.
5. Todo sindicato, federación o confederación sindical, y toda asociación empresarial que reúna el requisito de
legitimación, tendrá derecho a formar parte de la comisión negociadora.
1. El reparto de miembros con voz y voto en el seno de la comisión negociadora se efectuará con respeto al derecho de
todos los legitimados según el artículo anterior y en proporción a su representatividad.
2. La comisión negociadora quedará válidamente constituida cuando los sindicatos, federaciones o confederaciones y
las asociaciones empresariales a que se refiere el artículo anterior representen como mínimo, respectivamente, a la
mayoría absoluta de los miembros de los comités de empresa y delegados de personal, en su caso, y a empresarios
que ocupen a la mayoría de los trabajadores afectados por el convenio.
En aquellos sectores en los que no existan órganos de representación de los trabajadores, se entenderá válidamente
constituida la comisión negociadora cuando la misma esté integrada por las organizaciones sindicales que ostenten la
condición de más representativas en el ámbito estatal o de comunidad autónoma.
En aquellos sectores en los que no existan asociaciones empresariales que cuenten con la suficiente representatividad,
se entenderá válidamente constituida la comisión negociadora cuando la misma esté integrada por las organizaciones
empresariales estatales o autonómicas referidas en el párrafo segundo del artículo 87.3.c).
En los supuestos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el reparto de los miembros de la comisión negociadora
se efectuará en proporción a la representatividad que ostenten las organizaciones sindicales o empresariales en el
ámbito territorial de la negociación.
3. La designación de los componentes de la comisión corresponderá a las partes negociadoras, quienes de mutuo
acuerdo podrán designar un presidente y contar con la asistencia en las deliberaciones de asesores, que intervendrán,
igual que el presidente, con voz pero sin voto.
4. En los convenios sectoriales el número de miembros en representación de cada parte no excederá de quince. En el
resto de los convenios no se superará el número de trece.
5. Si la comisión negociadora optara por la no elección de un presidente, las partes deberán consignar en el acta de la
sesión constitutiva de la comisión los procedimientos a emplear para moderar las sesiones y deberá firmar las actas
que correspondan a las mismas un representante de cada una de ellas, junto con el secretario.
Validez
Para la validez de los Convenios Colectivos estos han de:
Efectuarse por escrito.
Ser presentados ante la autoridad laboral competente dentro del plazo de 15 días a partir del momento de
su firma, para su registro.
Ser remitido al órgano público de mediación, arbitraje y conciliación competente para su depósito.
Publicación obligatoria y gratuita, por la autoridad laboral, en el Boletín Oficial del Estado o en el Boletín
Oficial de la Comunidad Autónoma o en el Boletín Oficial de la provincia correspondiente, en el plazo
máximo de veinte días desde la presentación del convenio en el registro
El convenio entrará en vigor en la fecha en que acuerden las partes. No obstante, si la autoridad laboral estimase que
algún convenio conculca la legalidad vigente, o lesiona gravemente el interés de terceros, se dirigirá de oficio a la
jurisdicción competente, la cual adoptará las medidas que procedan al objeto de subsanar supuestas anomalías, previa
audiencia de las partes.
DERECHO DE HUELGA
3. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que
regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de
los servicios esenciales de la comunidad.
a) Los trabajadores, a través de sus representantes. El acuerdo será adoptado, en reunión conjunta de dichos
representantes, por decisión mayoritaria de los mismos. De la reunión, a la que habrán de asistir al menos el setenta y
cinco por ciento de los representantes, se levantará acta, que deberán firmar los asistentes.
b) Directamente los propios trabajadores del centro de trabajo, afectados por el conflicto, cuando el veinticinco por
ciento de la plantilla decida se someta a votación dicho acuerdo. La votación habrá de ser secreta y se decidirá por
mayoría simple. El resultado de ésta se hará constar en acta".
El art. 3.2 ya que la necesaria presencia de un porcentaje determinado de trabajadores y que la iniciativa para la
huelga tenga que ser apoyada por un 25 por 100 de los mismos. Es, para el T.C, conceder un privilegio a la
mayoría contraria, a la huelga, o abstencionista.
Permite, el T.C, incumplir el preaviso marcado en el apdo. 3, art. 3 Real Decreto-ley 17/1977, de 4 de marzo,
cuando, lo imponga una notoria fuerza mayor o un estado de necesidad a probar por quienes no cumplan el
plazo estipulado.
Plazo de presentación de comunicación de convocatoria de inicio de huelga. En la comunicación de inicio hay que
distinguir entre:
1.- En el supuesto que la huelga afecte a empresas de servicios públicos, la comunicación de inicio se presentará ante
la autoridad laboral con diez días naturales de antelación a la fecha de inicio de la misma.
2.- Para el resto de empresas, la comunicación de inicio de la huelga se presentará ante la autoridad laboral con cinco
días naturales de antelación a la fecha de inicio de la misma. STS, Sala de lo Social, Sección 1, Rec 200/2010 de 29 de
octubre de 2010, Ecli: ES:TS:2010:6224.
3.1 Efectos del ejercicio del derecho de huelga
El ejercicio del derecho de huelga no extingue la relación de trabajo, ni puede dar lugar a sanción alguna salvo que el
trabajador, durante la misma, incurriera en falta laboral.
Durante la huelga se entenderá suspendido el contrato de trabajo y el trabajador no tendrá derecho al salario.
El trabajador en huelga permanecerá en situación de alta especial en la seguridad social, con suspensión de la
obligación de cotización por parte del empresario y del propio trabajador. El trabajador en huelga no tendrá derecho a
la prestación por desempleo, ni a la económica por incapacidad laboral transitoria.
Se respetará la libertad de trabajo de aquellos trabajadores que no quisieran sumarse a la huelga.
En tanto dure la huelga, el empresario no podrá sustituir a los huelguistas por trabajadores que no estuviesen
vinculados a la empresa al tiempo de ser comunicada la misma.
Los trabajadores en huelga podrán efectuar publicidad de la misma en forma pacífica y llevar a efecto recogida de
fondos sin coacción alguna.
El comité de huelga habrá de garantizar durante la misma la prestación de los servicios necesarios para la seguridad de
las personas y de las cosas, mantenimiento de los locales, maquinaria, instalaciones, materias primas y cualquier otra
atención que fuese precisa para la ulterior reanudación de las tareas de la empresa.
El ejercicio del derecho de huelga habrá de realizarse, precisamente, mediante la cesación de la prestación de servicios
por los trabajadores afectados y sin ocupación por los mismos del centro de trabajo o de cualquiera de sus
dependencias.
Serán consideradas huelgas ilegales las huelgas rotatorias, las efectuadas por los trabajadores que presten servicios en
sectores estratégicos con la finalidad de interrumpir el proceso productivo, las de celo o reglamento y, en general,
cualquier forma de alteración colectiva en el régimen de trabajo distinta a la huelga.
Desde el momento del preaviso y durante la huelga, el comité de huelga y el empresario, y en su caso los
representantes designados por los distintos comités de huelga y por los empresarios afectados, deberán negociar para
llegar a un acuerdo, sin perjuicio de que en cualquier momento los trabajadores puedan dar por terminada aquella.
El pacto que ponga fin a la huelga tendrá la misma eficacia que lo acordado en convenio colectivo.
TEMA 21
CONVENIO COLECTIVO DE SEGURIDAD
PRIVADA
Resolución de 19 de enero de 2018, de la Dirección General de Empleo, por la que se registra y publica el
Convenio colectivo estatal de las empresas de seguridad.
El presente Convenio Colectivo establece el marco de las relaciones laborales entre las Empresas dedicadas a las
actividades que se especifican en el artículo 3 de este Convenio y sus trabajadores.
Las normas de este Convenio Colectivo Estatal serán de aplicación en todo el territorio español.
Están sometidas a este Convenio Colectivo las Empresas que realicen alguna de las actividades siguientes:
a) La vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto públicos como privados, así
como de las personas que pudieran encontrarse en los mismos.
b) El acompañamiento, defensa y protección de personas físicas determinadas, incluidas las que ostenten la
condición legal de autoridad.
c) El depósito, custodia, recuento y clasificación de monedas y billetes, títulos-valores, joyas, metales preciosos,
antigüedades, obras de arte u otros objetos que, por su valor económico, histórico o cultural, y expectativas que
generen, puedan requerir vigilancia y protección especial.
e) El transporte y distribución de los objetos a que se refieren los dos párrafos anteriores.
Se regirán por el presente Convenio Colectivo Estatal la totalidad de los trabajadores que presten sus servicios en
las empresas comprendidas en el ámbito funcional expresado en el Artículo 3.
El presente Convenio entrará en vigor el día 1 de enero de 2017, con independencia de la fecha de su publicación
en el Boletín Oficial del Estado, y mantendrá su vigencia hasta el 31 de diciembre del 2020, quedando prorrogado
íntegramente hasta su sustitución por otro Convenio de igual ámbito y eficacia.
Artículo 6. Denuncia.
La denuncia del presente Convenio se entenderá automática al momento de su vencimiento, en este caso, el 31 de
diciembre de 2020.
Las empresas que, además de las actividades descritas en el párrafo anterior, realicen las contempladas en las
letras f) y g) del artículo 5 de la Ley 5/2014, se rigen por el presente Convenio Colectivo.
Las empresas que, sin realizar ninguna de las actividades descritas en las letras a), b), c), d) y e), desempeñen las
comprendidas en las letras f) y g) del artículo 5 de la Ley 5/2014, de Seguridad Privada, o las actividades compatibles a
las que se refiere el artículo 6 del mismo texto legal, no están sometidas al presente Convenio Colectivo. Dichas
empresas pueden adherirse al mismo en los términos que establece el artículo 92.1 del Estatuto de los Trabajadores,
siempre que no estén afectadas por otro Convenio Colectivo.
CAPÍTULO II
De la interpretación y administración del Convenio
Las condiciones pactadas en el presente Convenio Colectivo constituirán un todo orgánico e indivisible.
Ambas partes acuerdan que, si durante la vigencia del Convenio, el contenido del mismo fuera modificado y/o
afectado por la autoridad laboral, modificación legislativa o por sentencia firme, se convocará con carácter inmediato a
la Comisión Negociadora a fin de adaptar su contenido en lo que pudiera quedar modificado.
En tanto no se alcance un acuerdo al respecto, será de aplicación el convenio colectivo en vigor, con los efectos
que las partes acuerden.
El presente Convenio, su interpretación y aplicación, se rige por el principio de igualdad y no discriminación por
razones personales que consagran los artículos 14 de la Constitución y 17.1 del Estatuto de los Trabajadores, y muy
especialmente por el principio de igualdad efectiva de mujeres y hombres que ha desarrollado la Ley Orgánica 3/2007,
de 22 de marzo, cuyas previsiones se consideran como referencia interpretativa primordial del presente Convenio
Colectivo.
Todas las referencias en el texto del convenio a «trabajador» o «empleado», «trabajadores» o «empleados»,
«operario» u «operarios», se entenderán efectuadas indistintamente a las personas, hombre o mujer, que trabajan en
las empresas comprendidas en el ámbito funcional expresado en el artículo 3.
Todas las empresas sujetas al presente convenio deberán contar con un plan de igualdad con los contenidos
establecidos en la Ley, cuyo objetivo será potenciar la igualdad de trato y oportunidades en el ámbito laboral.
CAPÍTULO IV
La organización práctica del trabajo, con sujeción a este Convenio Colectivo Estatal y a la legislación vigente, es facultad
de la Dirección de la Empresa.
Sin merma de la autoridad que corresponde a la Dirección, los representantes de los trabajadores tendrán funciones
de información, orientación y propuesta en lo relacionado con la organización y racionalización del trabajo, de
conformidad con el Estatuto de los Trabajadores y demás legislación vigente.
La delegación de facultades directivas, será comunicada, tanto a los que reciban la delegación de facultades, como a
los que, después, serán destinatarios de las órdenes recibidas.
La organización del trabajo tiene por objeto alcanzar en la empresa un nivel adecuado de productividad basado en la
óptima utilización de los recursos humanos y materiales.
b) La adjudicación a cada trabajador del número de elementos o de la tarea necesaria que corresponda al
rendimiento mínimo exigible.
c) La fijación de normas de trabajo que garanticen la óptima realización de las tareas encomendadas, constando
por escrito.
d) La exigencia de atención y cuidado de los medios materiales puestos a disposición para el desarrollo del trabajo,
así como de las instalaciones y bienes análogos de la Empresa y de sus clientes.
e) La movilidad y redistribución del personal de la Empresa, típicas de la actividad, mediante los cambios de
puesto de trabajo, desplazamientos y traslados que exijan las necesidades organizativas, de acuerdo con las
condiciones pactadas en este Convenio.
En todo caso se respetará el nivel funcional y tal potestad no podrá repercutir en su perjuicio económico para el
trabajador afectado.
f) La fijación de una fórmula de cálculo de la retribución clara y sencilla, facilitando su comprensión, incluso en los
casos en que se aplique un sistema de remuneración con incentivos o primas.
g) La realización de las modificaciones razonablemente exigibles en los métodos de trabajo y distribución del
personal.
a) La formación de carácter obligatorio, incluidos los ejercicios de tiro, se retribuirá en los términos que se recogen
en este artículo.
b) Las partes firmantes se someten al subsistema de formación profesional continua regulado en los términos
previstos en la legislación vigente así como el desarrollo que se efectúe de los planes de formación sectoriales para la
formación de los trabajadores, comprometiéndose a realizar los actos necesarios para el fiel cumplimiento de ambos
acuerdos.
Queda facultada la Comisión Mixta o Paritaria sobre Formación Profesional Continua del Sector de Seguridad
Privada, para desarrollar cuantas iniciativas sean necesarias y conducentes a la aplicación, de la normativa legal vigente
en el ámbito temporal del Convenio.
Cuando se efectúe la actividad formativa obligatoria, en cualquiera de sus modalidades, fuera de la jornada laboral
se abonarán al trabajador las horas empleadas en ella a precio de su hora extraordinaria.
Cuando, en este caso, deba el trabajador desplazarse por sus propios medios, dicho desplazamiento será abonado
en la forma prevista en los artículos 58 y 59.
Las empresas, en virtud de la referida normativa, se someten al procedimiento en ella establecido, y deberán
informar a los Representantes de los trabajadores de los planes de formación profesional a realizar, bajo el objetivo
general de la mejor adaptación de la empresa a las circunstancias del mercado.
En aplicación de lo previsto en la legislación vigente, el personal de seguridad privada tendrá prohibido comunicar
a terceros, salvo a las autoridades judiciales y policiales para el ejercicio de sus respectivas funciones, cualquier
información que conozcan en el desarrollo de sus servicios y funciones sobre sus clientes o personas relacionadas con
éstos, así como sobre los bienes y efectos de cuya seguridad o investigación estuvieran encargados.
La subrogación se produce cuando una empresa sustituye de forma total o parcial a otra en la prestación de los
servicios contratados por un cliente, público o privado, cualquiera que fuera la causa, en los supuestos y términos
establecidos en este Convenio.
Dadas las especiales características y circunstancias de la actividad, que exigen la movilidad de los trabajadores de
unos a otros puestos de trabajo, este artículo tiene como finalidad garantizar la estabilidad en el empleo de los
trabajadores de este sector, aunque no la estabilidad en el puesto de trabajo.
Dadas las peculiaridades establecidas en la normativa laboral respecto de los jubilados parciales y sus relevistas,
estos trabajadores quedan excluidos del mecanismo de subrogación, por lo que en caso de sustitución de empresas en
la prestación de un servicio, permanecerán siempre en la empresa cesante, salvo que la empresa cesante cierre o
desaparezca, o en el supuesto de que la empresa cesante pierda la totalidad de los servicios del lugar de trabajo en los
términos del art. 58 del presente Convenio.
CAPÍTULO VI
Clasificación profesional
Los contratos de trabajo serán de carácter indefinido, salvo las modalidades contractuales temporales establecidas
en la ley, con las siguientes previsiones:
Será personal contratado para obra o servicio determinado aquél cuya misión consista en atender la realización de
una obra o servicio determinado dentro de la actividad normal de la Empresa. Los contratos celebrados por obra o
servicio determinado suscritos a partir del 18 de junio de 2010, no podrán tener una duración superior a cuatro años.
b) Cuando el cliente resuelva el contrato de arrendamiento de servicios, cualquiera que sea la causa, sin perjuicio
de la figura de subrogación establecida en el artículo anterior, en el caso de que exista otra Empresa de Seguridad
adjudicataria.
A efectos de la determinación de los trabajadores afectados por esta situación, se elegirán primero los de menor
antigüedad, y en caso de tener la misma, se valorarán las cargas familiares, y, en todo caso, será oída la Representación
de los Trabajadores.
2. Contrato eventual.
Será personal eventual aquél que ha sido contratado por las Empresas con ocasión de prestar servicios para
atender las exigencias circunstanciales del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos, aun tratándose de la
actividad normal de la Empresa, tales como servicios de vigilancia o conducción extraordinaria, o los realizados para
ferias, concursos - exposiciones, siempre que la duración máxima de estos contratos no sea superior a 12 meses en un
plazo de 18 meses. En caso de que se concierte por un plazo inferior a 12 meses, podrá ser prorrogado mediante
acuerdo de las partes, sin que la duración total del contrato pueda exceder de dicho límite máximo.
3. Contrato de interinidad.
Será personal interino aquél que se contrate para sustituir a otro trabajador de la Empresa con derecho a reserva
del puesto de trabajo, durante su ausencia por incapacidad temporal, vacaciones, supuestos de excedencia forzosa o
especiales de los artículos 63 y 64 de este Convenio, cumplimiento de sanciones, etc.
El personal que preste sus servicios en las Empresas comprendidas en este Convenio Colectivo se clasificará en los
siguientes grupos profesionales:
Grupo profesional 1. Personal directivo, titulado y técnico. En este grupo se comprenden los siguientes niveles
funcionales:
a) Director General.
b) Director Comercial.
c) Director Administrativo.
f) Jefe de Personal.
g) Jefe de Seguridad.
j) Delegado-Gerente.
Grupo profesional 2. Personal Administrativo, técnico de oficina y ventas. En este grupo se comprenden los
siguientes subgrupos profesionales:
A) Administrativos.
C) Personal de Ventas.
A) Administrativos.
a) Jefe de primera.
b) Jefe de segunda.
c) Oficial de primera.
d) Oficial de segunda.
e) Azafata/o.
f) Auxiliar.
g) Telefonista.
a) Analista.
b) Programador de ordenador.
c) Operador-Grabador de Ordenador.
f) Delineante Proyectista.
g) Delineante.
C) Personal de Ventas.
a) Jefe de Ventas.
b) Técnico Comercial.
c) Gestor de Clientes.
d) Vendedor-Promotor.
Grupo profesional 3. Personal de Mandos intermedios.–En este grupo se comprenden los siguientes niveles
funcionales:
a) Jefe de Tráfico.
b) Jefe de Vigilancia.
c) Jefe de servicios.
f) Coordinador de servicios.
g) Supervisor de CRA.
h) Jefe de Turno.
Grupo profesional 4. Personal Operativo. En este grupo se comprenden los siguientes subgrupos profesionales:
A) Habilitado.
B) No Habilitado.
A) Habilitado.
e) Vigilante de Seguridad.
f) Vigilante de Explosivos.
g) Escolta.
B) No Habilitado.
a) Contador-Pagador.
b) Operador de Seguridad.
Grupo profesional 5. Personal de Seguridad Electrónica y Sistemas de Seguridad. Comprende los siguientes niveles
funcionales:
a) Encargado.
b) Ayudante de Encargado.
c) Revisor de Sistemas.
g) Especialista.
Grupo profesional 6. Personal de Oficios Varios. Comprende los siguientes niveles funcionales:
a) Oficial de Primera.
b) Oficial de Segunda.
c) Ayudante.
d) Peón.
a) Conductor.
b) Ordenanza.
c) Almacenero.
d) Limpiador/a.
Las Empresas deberán confeccionar y mantener el escalafón general de su personal, como mínimo deberá figurar
en el mismo los datos correspondientes a todos y cada uno de sus trabajadores, con el detalle que sigue:
1. Nombre y apellidos.
2. Fecha de nacimiento.
4. Nivel funcional.
7. Número de orden.
El personal podrá formular reclamación contra los datos del escalafón mediante escrito dirigido a la Empresa
dentro de los quince días siguientes a la publicación del mismo, debiendo las Empresas resolver la reclamación en el
plazo de quince días más. Contra el acuerdo desestimatorio, expreso o tácito, que se presumirá cuando la Empresa no
resuelva en el plazo mencionado, los interesados podrán formular la reclamación que proceda ante la Autoridad
competente.
Las vacantes de nivel funcional de retribución superior que se originen en la Empresa, salvo amortización de la
plaza, se cubrirán en igualdad de condiciones con las personas ajenas o por personal del censo de la Empresa, de
acuerdo con las normas siguientes:
A) Libre designación.–Serán de libre designación de la Empresa las personas que deban ocupar vacantes entre el
personal directivo, titulado, técnico, jefes (incluidos el de tráfico, de cámara, de vigilancia) e inspectores.
B) En los restantes niveles funcionales, las vacantes se cubrirán por concurso oposición y de méritos de acuerdo
con las siguientes bases:
Los aspirantes de personal no operativo deberán tener una antigüedad mínima de un año y pertenecer al centro
de trabajo donde exista la vacante.
Para acceder al cambio de nivel funcional del personal operativo de vigilancia, transporte de fondos, la antigüedad
mínima será de dos años, además de reunir los requisitos del apartado B) anterior, sin perjuicio de lo establecido en el
último párrafo del artículo 32 A) de este convenio.
C) Se nombrará un Tribunal calificador de las pruebas, compuesto por tres personas, de las cuales una será un
técnico de formación que actuará de Secretario, otra como representante de la Empresa y otra persona, que tendrá
voz y voto y será designada por la representación de los trabajadores (Comité de Empresa, Delegados de Personal o
Delegado Sindical).
El Tribunal determinará las pruebas de acuerdo con las condiciones establecidas en la convocatoria, que consistirá
en:
– Exámenes psicotécnicos.
– Exámenes prácticos.
La calificación de las pruebas será realizada, en conjunto, por el Tribunal calificador, que levantará acta en la que
figuren los resultados obtenidos por cada candidato, no pudiendo quedar declarada desierta la plaza, si alguno de los
candidatos supera el 50% de la puntuación.
Para establecer el orden de preferencia de los candidatos que hayan superado las pruebas de aptitud se sumará a
la calificación global obtenida por cada uno de ellos (base de 0 a 10) los puntos que resulten de aplicar:
– Por cada año de antigüedad en la empresa: 0,20 puntos, con un máximo de dos puntos.
– Premios por actos heroicos y meritorios registrados en su expediente personal máximo un punto).
– Cursos de formación realizados: a los que hubieren podido presentarse cualquier trabajador del centro donde
exista la vacante, 0,10 puntos cada uno, con un máximo de dos puntos.
No superado el examen por ninguno de los concursantes, se proveerá la plaza con personal de libre designación o
de nuevo ingreso, exigiéndosele para desempeñar el puesto vacante la formación mínima exigida en las bases.
CAPÍTULO X
Dadas las especiales circunstancias en que se realiza la prestación de los servicios de seguridad y vigilancia, la
movilidad del personal vendrá determinada por las facultades de organización de la Empresa, que procederá a la
distribución de su personal entre sus diversos lugares de trabajo de la manera más racional y adecuada a los fines
productivos dentro de una misma localidad. A estos efectos se entenderá por localidad tanto el municipio de que se
trate, como a las concentraciones urbanas o industriales que se agrupen alrededor del mismo y que formen con aquel
una Macroconcentración urbana o industrial, aunque administrativamente sean municipios distintos siempre que
estén comunicados por medios de transporte públicos a intervalos no superiores a media hora, a la entrada y/o salida
de los trabajadores. El personal de las Empresas que desempeñen tareas de vigilancia podrá ser cambiado de un
centro de trabajo a otro, de acuerdo con las facultades expresadas, dentro de una misma localidad, destinando a ser
posible, para cada lugar de trabajo, a aquellos trabajadores del servicio de seguridad y vigilancia que residan más cerca
de aquél.
Los trabajos realizados dentro de la zona definida como localidad no darán lugar a dietas para ninguno de los
trabajadores de las Empresas incluidas en el ámbito de aplicación del presente Convenio Colectivo, y sí a los
correspondiente pluses de distancia y transporte pactados.
Se acuerda constituir Comisiones Paritarias a los efectos de determinar los límites de cada una de las
Macroconcentraciones urbanas o industriales a que se refiere este Artículo.
Tales Comisiones habrán de constituirse en el plazo de 1 mes a contar desde la fecha en que una de las partes
requiera a la otra con tal finalidad, el domicilio a efectos de citaciones de la Comisión Paritaria será el de la Asociación
Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad, Marqués de Urquijo, 5, Segunda Planta, 28008 Madrid.
Cuando un trabajador tenga que desplazarse por necesidad del servicio fuera de la localidad, entendida en los
términos del Artículo 58 donde habitualmente presta sus servicios o cuando salga de la localidad para la que haya sido
contratado, tendrá derecho al percibo de dietas salvo que dicho desplazamiento no tenga perjuicios económicos para
el trabajador. En el caso de que no se desplace en vehículo de la Empresa, tendrá derecho a que se le abone, además
el importe del billete en medio de transporte idóneo.
Si el desplazamiento se realizase en un vehículo particular del trabajador, se abonará, a razón de 0,26 euros el
kilómetro el año 2017, 0,27 euros el kilómetro el año 2018, 0,28 euros el kilómetro el año 2019 y 0,29 euros el
kilómetro el año 2020.
Los traslados del personal serán aquellos desplazamientos fuera de la localidad de origen que exijan o impliquen
cambio de residencia, y podrán estar determinados por alguna de las siguientes causas:
1. Petición del trabajador y/o permuta. Existirá preferencia en estos supuestos para el trabajador fijo, en función
de su antigüedad real en la Empresa, siempre que concurran servicios de igual naturaleza y duración que los por él
ocupados.
3. Por necesidades del servicio, debiendo seguirse el procedimiento establecido en el artículo 40 del Estatuto de
los Trabajadores cuando concurran las razones económicas, técnicas, organizativas o de producción a que hace alusión
dicho artículo.
En los traslados a petición del trabajador y en los de permuta no habrá lugar ni derecho a indemnización por los
gastos que se originen por el cambio de residencia.
La fecha de petición del traslado o permuta se considerará prioritaria para acceder a la misma.
Los traslados realizados por mutuo acuerdo se regirán por los pactos que por escrito se hayan establecido,
indicando el lugar y duración del mismo.
En los traslados por necesidades del servicio las Empresas habrán de demostrar la urgencia de las necesidades. En
caso de oposición al traslado por parte del trabajador éste acudirá a la jurisdicción competente. El traslado por tal
motivo dará derecho al abono de los gastos de viaje de traslado y de los familiares que con él convivan, el transporte
gratuito de mobiliario y enseres y a una indemnización equivalente a dos mensualidades de salario real.
El trabajador que haya sido trasladado por necesidades del servicio no podrá ser trasladado de nuevo en un plazo
de cinco años, salvo acuerdo mutuo.
CAPÍTULO XII
El cese de los trabajadores en las Empresas tendrá lugar por cualquiera de las causas previstas en el Estatuto de
los Trabajadores y demás legislación vigente, incluyéndose entre ellas lo previsto en el artículo 14 de este Convenio.
En el caso de cese por voluntad del trabajador, el personal directivo, titulado y técnico deberá preavisar su baja
con una antelación no inferior a dos meses. El personal administrativo o de mando intermedio, el personal operativo,
subalterno y de oficios varios, con quince días hábiles de antelación. La falta de cumplimiento del preaviso llevará
consigo la pérdida de los salarios correspondientes a quince días hábiles sin incluir en éstos la cantidad
correspondiente a las partes proporcionales de las pagas extraordinarias de dicho período. Si el preaviso se hubiera
efectuado en período hábil inferior a los quince días hábiles previstos, la pérdida de los salarios correspondientes será
proporcional al período hábil no preavisado. El preaviso deberá ejercitarse siempre por escrito y las Empresas vendrán
obligadas a suscribir el acuse de recibo.
La falta de preaviso por parte de la Empresa en casos de finalización del contrato, de quince días, según prevé la
legislación vigente, dará lugar a la indemnización correspondiente o a la parte proporcional si el preaviso se hubiera
efectuado en período inferior al previsto.
Las liquidaciones se pondrán a disposición de los trabajadores dentro de los quince días naturales siguientes a la
fecha de la baja y el finiquito no tendrá carácter liberatorio hasta transcurridas 72 horas desde su entrega. En todo
caso, la nómina correspondiente al mes de la terminación de la relación laboral deberá ser abonada, como muy tarde,
dentro de los cinco primeros días hábiles del mes siguiente a la misma.
CAPÍTULO IX
El Tiempo de Trabajo
La jornada de trabajo será de 1.782 horas anuales de trabajo efectivo en cómputo mensual, a razón de 162 horas.
Asimismo, si un trabajador por las necesidades del servicio no pudiese realizar su jornada mensual, deberá
compensar su jornada, en el mismo o distinto servicio, en los dos meses siguientes.
Se entenderá como trabajo nocturno el que se realice entre las veintidós horas y las seis horas.
Entre la jornada terminada y el inicio de la siguiente, deberá mediar un mínimo de trece horas, salvo en los casos
siguientes: a) por especial urgencia o perentoria necesidad y b) en el trabajo a turnos.
Los trabajadores de vigilancia que prestan sus servicios en Cajas de ahorro y Bancos, durante el horario de
atención al público, en jornada continuada, durante el horario de 8,30 a 16,45 horas, como mínimo, tendrán derecho
por día trabajado en ese horario a una ayuda alimenticia que deberá ser pactada entre la Dirección de cada Empresa y
los Representantes de los Trabajadores, no pudiendo pactar, en ningún caso, cantidades inferiores a cinco euros. Para
dichos trabajadores, la jornada será de 1.782 horas.
Si la jornada de trabajo fuera partida, el trabajador tendrá derecho, al menos, a dos horas y media de descanso
entre la jornada de la mañana y de la tarde, salvo pacto en contrario.
Para el personal no operativo, el descanso será de hora y media entre jornada y jornada, salvo pacto en contrario.
Con el fin de conciliar la vida laboral y familiar, las empresas facilitarán a los trabajadores la libranza de al menos,
un fin de semana al mes –sábado y domingo– salvo en los siguientes supuestos:
b) Cuando los trabajadores hayan sido contratados expresamente para prestar servicios en dichos días.
c) Cuando el trabajador esté adscrito a un servicio con un sistema pactado de rotación de libranza diferente
d) Cuando, excepcionalmente, se requiera por los clientes a los que se prestan servicios obligatorios en los fines de
semana un incremento imprevisto de plantilla que pueda impedir a la empresa facilitar puntualmente dicha libranza.
En este último caso, podrá disfrutarse la libranza del fin de semana en una fecha posterior de mutuo acuerdo con la
empresa.
El trabajador librará, al menos, uno de las dos siguientes noches: 24 de diciembre o 31 de diciembre.
Los trabajadores podrán intercambiarse los turnos de trabajo entre ellos, previa comunicación a la empresa con
veinticuatro horas de antelación.
Con el mismo fin de conciliar la vida laboral y familiar, se establecerá un sistema de cuadrantes anuales respecto
de los servicios fijos y estables sobre la base de los criterios que más abajo se establecen, quedando por tanto al
margen los servicios de naturaleza esporádica, aquéllos cuya concreción horaria sea de imposible determinación o
aquellos otros cuya implantación y desaparición están ligados a la existencia de determinadas causas tales como
incrementos de nivel de seguridad en atención a circunstancias específicas. Además de tener en cuenta lo anterior, se
entenderá que un servicio es fijo o estable, cuando su duración prevista sea igual o superior a un año.
Criterios:
a) El cuadrante será entregado a los trabajadores afectados y a la representación legal de los trabajadores. Dicha
entrega se hará efectiva un mes antes de que el mismo surta efecto.
b) Con el objeto de ajustar eficientemente el volumen necesario de plantilla a las especificidades estructurales de
este tipo de cuadrantes, el mismo se confeccionará partiendo de garantizar una jornada anual de 1782 horas efectivas
de trabajo en los supuestos de jornada a tiempo completo o del número de horas de contrato en los supuestos de
contratación parcial.
Para dotar de la flexibilidad necesaria, únicamente en casos de servicios fijos o estables, la empresa confeccionará
un cuadrante anual, cuyo cómputo en jornada mensual, a tiempo completo, oscilará en una horquilla de 144 a 176
horas, excepto en el mes de febrero que será de 134 a 162 horas. En caso de contratación a tiempo parcial, esta
horquilla se ajustará proporcionalmente a la jornada laboral contratada. En dicho cuadrante se recogerán los días de
servicio, los descansos y el/los periodo/s de vacaciones correspondientes, manteniéndose en el mismo una frecuencia
de trabajo, descanso y turnos equilibrada entre todos los trabajadores que realicen el servicio, teniendo siempre como
horizonte la garantía de las 1782 horas de trabajo efectivo en cómputo anual, o la cantidad de horas resultante en los
contratos a tiempo parcial, todo ello sin perjuicio de las horas extraordinarias que el trabajador pudiera realizar de
forma voluntaria.
La aplicación de esta forma de distribución irregular de la jornada mensual no implicará variación alguna respecto
de la forma en que se devengan y abonan las remuneraciones ordinarias pactadas en el convenio, debiendo percibirse
la remuneración de las tablas salariales fijadas en el convenio, con independencia del número de horas efectivamente
realizadas.
c) Se respetará de forma mensual, en dicho cuadrante, la libranza de un fin de semana ininterrumpido, siendo este
fin de semana de 48 horas de duración, e iniciándose el cómputo de éstas desde la hora de finalización del servicio
realizado el viernes. Esto no será de aplicación a los trabajadores adscritos voluntariamente a servicios de fin de
semana, a los contratados expresamente para estos días, a aquellos que estén adscritos a un servicio con un sistema
pactado de rotación de libranza diferente, y cuando, excepcionalmente, se requiera por los clientes a los que se
prestan servicios obligatorios en los fines de semana un incremento imprevisto de plantilla, que pueda impedir a la
empresa facilitar puntualmente dicha libranza. En este último caso, podrá disfrutarse la libranza del fin de semana en
una fecha posterior de mutuo acuerdo con la empresa.
d) El trabajador librará, al menos, uno de las dos siguientes noches: 24 de diciembre o 31 de diciembre.
e) Si las condiciones contractuales entre la empresa de seguridad y el cliente cambiasen, y éstas supusieran una
modificación en la organización del servicio, el cuadrante podría sufrir las modificaciones necesarias para adaptarlo a
la nueva situación. Igualmente, lo anterior afectará a aquellos supuestos donde la empresa se vea obligada a variar el
cuadrante por motivos ajenos a su voluntad. Estas variaciones deberán ajustarse a los criterios establecidos en el
anterior apartado b), siendo informada la representación legal de los trabajadores.
g) El cuadrante anual estará en todos los casos ligados al lugar de prestación (servicio), de forma que si por
cualquier motivo el trabajador es asignado a un nuevo lugar de prestación (servicio), asumirá el cuadrante disponible
de esta nueva asignación. Asimismo, en caso de subrogación, la nueva adjudicataria mantendrá el cuadrante hasta la
finalización de su vigencia.
h) Dada la enorme dificultad operativa que supone la implantación práctica de este tipo de cuadrantes anuales
que ya se viene realizando, expresamente se acuerda que como mínimo el 65% de los servicios de la empresa
dispondrá de cuadrante anual, afectando, exclusivamente, a los servicios fijos o estables en los términos antes
expuestos.
En el caso de que a lo largo del año se produzcan cambios de servicios fijos o estables a no fijos y no estables o
viceversa, el defecto o exceso de horas que en ese momento del cambio tenga el trabajador, se liquidarán en los
siguientes términos:
a) Si existe exceso de horas, se abonará el mismo en concepto de horas extraordinarias en el mes siguiente al del
cambio producido o se compensarán en los términos dispuestos en el artículo 53 de este convenio.
b) Si existe defecto de horas, deberán ser recuperadas por el trabajador a lo largo del resto del año natural o en el
plazo de dos meses si el cambio se produce en los dos últimos meses del año.
Las empresas, de acuerdo con la representación de los trabajadores, podrán establecer fórmulas alternativas para
el cálculo de la jornada mensual a realizar.
Asimismo, se respetarán los acuerdos existentes o los que puedan pactarse entre la representación de los
trabajadores y la empresa en aquellos servicios que por sus características actuales o históricas, pudieran quedar
afectados por los criterios anteriormente expuestos.
Las jornadas de trabajo o calendario laboral para el Transporte de Fondos y manipulado, se fijaran anualmente y
con un mes de antelación al inicio del nuevo año. El calendario laboral se pactará entre la representación de los
trabajadores y la empresa, atendiendo a las características especiales de cada delegación donde constaran los días
laborales, y festivos de cada Comunidad, así como la hora de entrada y quedando garantizada la jornada diaria que se
pacte. Cada trabajador recibirá copia de su calendario anual.
6. Normas comunes.
La representación legal de los trabajadores y la dirección de la empresa velarán por el efectivo cumplimiento de lo
dispuesto en este artículo para una equitativa distribución de trabajo entre las plantillas, de forma que no se
produzcan por exceso o por defecto relevantes diferencias en el tiempo de trabajo.
En caso de que se produzca la extinción de la relación laboral antes de la finalización del año natural se
regularizarán en el finiquito los posibles excesos o defecto de jornada que pudieran existir a la fecha mencionada. Para
ello se comparará hasta la fecha de la extinción la jornada que haya realizado el trabajador con la contratada,
abonándose o descontándose el exceso o defecto de jornada resultante.
A partir del 1 de enero de 2018, y como medida de homogeneización de los sistemas de cálculo de la jornada en
las situaciones de Licencias retribuidas, vacaciones e incapacidad temporal, las mismas se regularán del siguiente
modo:
El cómputo de jornada correspondiente a los días de disfrute de licencias retribuidas que coincidan con días de
trabajo programado será, con carácter general, el resultado de dividir la jornada ordinaria de trabajo anual pactada
con el trabajador, con el límite de 1.782 horas/año, entre el resultado de restar a los días naturales del año, los días
regulados en los arts. 55 y 57 del convenio, sin que dicho cómputo pueda, en ningún caso, originar déficit de jornada.
En el supuesto de que la jornada programada para ese día fuera inferior al resultado de dicha operación, se computará
la jornada programada.
Cuando dentro del periodo de disfrute de permiso éste coincida con algún día sin trabajo programado, el cómputo
de la jornada de ese día será cero.
b) Cómputo de jornada en situaciones de Incapacidad Temporal y licencias previstas en la letra a) del art. 56.
En estas situaciones, el cómputo de jornada será el resultado de dividir la jornada anual entre el resultado de
restar de los días naturales del año los días de vacaciones previstos en el art. 57 de este convenio, sin que dicho
cómputo pueda, en ningún caso, originar déficit de jornada ni, por si solo, exceso de jornada.
En situación de vacaciones, el cómputo de jornada de cada día de disfrute será el resultado de dividir el cómputo
mensual entre el número de días de vacaciones previstos en el art. 57 de este convenio.
Tendrán la consideración de horas extraordinarias las que excedan de la jornada ordinaria establecida en el
artículo 52 de este Convenio Colectivo:
a) En el supuesto de servicios que se gestionen con cuadrante anual, las que excedan de las reflejadas en el
reparto mensual de cada trabajador.
Las horas extraordinarias se compensarán en descansos o se abonarán de acuerdo con lo establecido en el artículo
35 del Estatuto de los Trabajadores.
Para la determinación del valor de la hora extraordinaria, según el nivel funcional del trabajador, se tomará como
mínimo el valor de la hora ordinaria, obtenido de dividir el importe del salario ordinario en cómputo anual, integrado
por los conceptos establecidos en el Convenio de salario base, conceptos salariales de las pagas extraordinarias y, en
su caso, los pluses que correspondan de Peligrosidad mínimo, de Peligrosidad garantizado, de Actividad, de Escolta, de
Residencia en Ceuta y Melilla y antigüedad, por el número total de horas de trabajo anuales que componen la jornada
ordinaria pactada. En todo caso, quedan excluidas las retribuciones extrasalariales establecidas en el Convenio
colectivo, como el Plus de Distancia y Transporte y Plus de Mantenimiento de Vestuario y otras indemnizaciones y
suplidos.
Si bien la realización de horas extraordinarias es de libre aceptación del trabajador, cuando se inicie un servicio de
vigilancia o de transporte de seguridad, deberá proseguir hasta su conclusión o la llegada del relevo. El período de
tiempo que exceda de la jornada ordinaria de trabajo, siempre que no se haya compensado en descanso, se abonará
como horas extraordinarias.
Cuando por necesidades del servicio las empresas precisen la modificación de los horarios establecidos, podrán
cambiarlos de conformidad con el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, salvo los supuestos previstos en el
artículo 52 de este Convenio Colectivo relativos al cuadrante anual.
Dadas las especiales características de la actividad y el cómputo de jornada establecida en el artículo 52, los
trabajadores afectados por el presente Convenio, adscritos a los servicios y cuya jornada diaria sea igual o superior a
ocho horas, tendrán derecho a un mínimo de 96 días naturales de descanso anual, quedando incluidos en dicho
descanso los domingos y festivos del año que les correspondiera trabajar por su turno y excluyendo de este cómputo
el período vacacional que se fija en el artículo siguiente.
El resto del personal tendrá derecho a un descanso mínimo semanal de día y medio ininterrumpido.
Cuando excepcionalmente y por necesidades del servicio no pudiera darse el descanso compensatorio por
concurrir los supuestos previstos en el artículo 47 del Real Decreto 2001/83 declarado vigente por el Real Decreto
1561/95, de 21 de septiembre, se abonará dicho día con los valores mencionados en el artículo 53.
Los trabajadores tendrán derecho, además, a un día libre por asuntos propios, sin cómputo de jornada y a elección
del trabajador, en las siguientes condiciones:
1. No podrá utilizarse durante los períodos de máxima actividad, comprendidos entre el 15 de diciembre y el 15 de
enero del año siguiente, durante el período del Domingo de Ramos al Lunes de Pascua, ambos incluidos, ni durante el
período vacacional de los meses de julio y agosto, salvo autorización de la empresa.
2. No podrá ejercerse este derecho en el mismo día de manera simultánea por más del 5% de la plantilla del
centro de trabajo al que pertenezca el trabajador.
Los trabajadores regidos por este Convenio Colectivo tendrán derecho al disfrute de licencias sin pérdida de la
retribución, en los casos y con la duración que a continuación se indican en días naturales:
a) Matrimonio del trabajador, diecisiete días. El trabajador podrá disfrutar continuadamente la licencia de
matrimonio y la vacación anual, siempre que lo solicite a la empresa con una antelación mínima de dos meses.
b) Durante dos días, que podrán ampliarse hasta cuatro máximo cuando el trabajador necesite realizar un
desplazamiento al efecto, en los casos de alumbramiento de esposa o adopción, o de enfermedad grave,
hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario o fallecimiento de
cónyuge, hijos de ambos, uno u otro cónyuge, padre, madre, nietos, abuelos o hermanos de uno u otro cónyuge. En
caso de enfermedad o intervención grave, este permiso podrá tomarse dentro de los siete días desde el hecho
causante incluido.
d) Por el tiempo indispensable para el cumplimiento de un deber inexcusable de carácter público y personal de
acuerdo con la legislación que al efecto hubiere, incluyéndose en este tiempo el que corresponda al invertido en
denuncias derivadas del cumplimiento del servicio.
e) Por el tiempo establecido para disfrutar de los derechos educativos generales y de la formación profesional, en
los supuestos y en la forma regulados por el Estatuto de los Trabajadores.
f) Por el matrimonio de padres, hijos, hermanos y nietos de uno u otro cónyuge, y previa justificación, tendrán
derecho a un día de licencias para asistir a la boda, ampliable a tres días por desplazamiento.
i) Por cita de médico especialista del INSALUD u organismo oficial de salud equivalente de las Comunidades
Autónomas, tres horas de permiso como máximo.
j) Por tiempo indispensable para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto, que
deben realizarse dentro de la jornada de trabajo.
Los derechos que correspondan a los permisos cuyo estado civil es el matrimonio legal se extenderán a las parejas
que convivan en común salvo lo previsto en el apartado a), justificando esa convivencia mediante certificación del
registro de parejas o uniones de hecho.
El cómputo de jornada de los días de licencia se realizará en base a lo establecido en el número 7 del artículo 52.
En todos los casos, y con independencia del disfrute en un día distinto del correspondiente al hecho causante (en
aquellos supuestos en que así esté previsto) el período a tener en cuenta para realizar el cálculo de la jornada a
computar vendrá determinado por el momento en el que se produce el hecho causante que da derecho a la licencia.
Todos los trabajadores disfrutarán vacaciones retribuidas, con arreglo a las condiciones siguientes:
1. Tendrán una duración de treinta y un días naturales para todo el personal de las Empresas sujetas a este
Convenio Colectivo que lleve un año al servicio de las mismas.
2. La retribución correspondiente al período de vacaciones vendrá determinada por la suma del «total» de la Tabla
de Retribuciones del Anexo, y por los conceptos comprendidos en ella, más el Complemento Personal de antigüedad
(Trienios/Quinquenios) y el promedio mensual de lo devengado en el período de referencia por el trabajador por
cualquiera de los complementos establecidos en el artículo 40.2 del Convenio (excepto aquellos que tengan ya
regulada una forma específica de retribución en las vacaciones en este Convenio: plus de peligrosidad, plus de Ceuta y
Melilla y plus de actividad) correspondiente a los doce meses inmediatamente anteriores a aquél en que se inicie el
período de vacaciones, promedio que, dividido entre los 31 días de vacaciones, será abonado por cada día disfrutado
de vacaciones.
3. En cada Empresa se establecerá un turno rotativo de disfrute de las vacaciones. El período que constituye turno
se determinará de acuerdo entre las Empresas y el Comité de Empresas o Delegados de Personal, debiéndose fijar el
cuadro de vacaciones con antelación de dos meses al inicio del período anual de vacaciones.
4. Cuando el período de vacaciones fijado en el calendario de vacaciones de la empresa al que se refiere el párrafo
anterior coincida en el tiempo con una incapacidad temporal derivada del embarazo, el parto o la lactancia natural o
con el período de suspensión del contrato de trabajo previsto en los apartados 4, 5 y 7 del artículo 48 del Estatuto de
los Trabajadores, se tendrá derecho a disfrutar las vacaciones en fecha distinta a la de la incapacidad temporal o a la
del disfrute del permiso que por aplicación de dicho precepto le correspondiera, al finalizar el periodo de suspensión,
aunque haya terminado el año natural a que correspondan.
En el supuesto de que el período de vacaciones coincida con una incapacidad temporal por contingencias distintas
a las señaladas en el párrafo anterior que imposibilite al trabajador disfrutarlas, total o parcialmente, durante el año
natural a que corresponden, el trabajador podrá hacerlo una vez finalice su incapacidad y siempre que no hayan
transcurrido más de dieciocho meses a partir del final del año en que se hayan originado.
5. Cuando un trabajador cese en el transcurso del año, tendrá derecho a la parte proporcional de la imputación en
metálico de las vacaciones en razón al tiempo trabajado.
6. El cómputo de jornada de los días de vacaciones se realizará en base a lo establecido en el número 7 del artículo
52.
CAPÍTULO XI
La excedencia voluntaria es la que deberá concederse por la Dirección de la Empresa al trabajador que la solicite.
La solicitud habrá de realizarse cumpliendo los plazos de preaviso establecidos en este Convenio para las bajas
voluntarias.
Será requisito indispensable, para tener derecho a tal excedencia, haber alcanzado en la Empresa una antigüedad
no inferior a 1 año. La excedencia podrá concederse por un mínimo de 4 meses y un máximo de 5 años.
Los trabajadores de los Grupos Profesionales I, II y III que realizasen funciones gerenciales o que estuviesen
relacionadas con aspectos comerciales y/o operativos de la empresa en la que solicitasen excedencia y prestasen
servicios para otra empresa de seguridad durante el período de excedencia, perderán el derecho a la reincorporación,
excepto en los casos en que tal situación se haya producido con posterioridad a la denegación a una solicitud válida de
reincorporación.
Durante el tiempo de excedencia quedarán en suspenso los derechos y obligaciones laborales del excedente,
excepto las obligaciones relativas a la buena fe, no siéndole computable el tiempo de excedencia a ningún efecto.
Si la solicitud de excedencia fuese por un periodo inferior al máximo, la petición de prórroga de la misma, en su
caso, habrá de presentarse por escrito en la Empresa con treinta días naturales de antelación a su vencimiento.
El excedente que no solicitara por escrito su reingreso en la Empresa con una antelación mínima de un mes a la
finalización del período de excedencia o su prórroga, causará baja definitiva en la Empresa a todos los efectos.
La empresa estará obligada a contestar por escrito al trabajador que solicite su reincorporación.
El reingreso, cuando se solicite, estará condicionado a que haya vacante en su nivel funcional; si no existiera
vacante en su nivel funcional y sí en otro inferior, el excedente podrá ocupar esta plaza con el salario a ella
correspondiente hasta que se produzca una vacante en su nivel funcional.
a) Excedencia forzosa.
La excedencia forzosa dará derecho a la conservación del puesto y al cómputo de la antigüedad de su vigencia y se
concederá por la designación o elección para un cargo público que imposibilite la asistencia al trabajo. Igualmente
podrán solicitar su paso a la situación de excedencia en la empresa los trabajadores que ejerzan funciones sindicales
de ámbito provincial o superior mientras dure el ejercicio de su cargo representativo.
El reingreso deberá ser solicitado dentro del mes siguiente al cese en el cargo.
En caso de reincorporación de trabajadores que hayan causado excedencia forzosa, la empresa les garantiza su
incorporación inmediata en el mismo puesto de trabajo que tenían en el momento del inicio de su excedencia forzosa.
Los trabajadores tendrán derecho a un periodo de excedencia de duración no superior a tres años para atender al
cuidado de cada hijo, tanto cuando lo sea por naturaleza, como por adopción, o en los supuestos de guarda con fines
de adopción o acogimiento permanente, a contar desde la fecha de nacimiento o, en su caso, de la resolución judicial
o administrativa.
También tendrán derecho a un periodo de excedencia, de duración no superior a dos años, salvo que se establezca
una duración mayor por negociación colectiva, los trabajadores para atender al cuidado de un familiar hasta el
segundo grado de consanguinidad o afinidad, que por razones de edad, accidente, enfermedad o discapacidad no
pueda valerse por sí mismo, y no desempeñe actividad retribuida.
La excedencia contemplada en el presente apartado, cuyo periodo de duración podrá disfrutarse de forma
fraccionada, constituye un derecho individual de los trabajadores, hombres o mujeres. No obstante, si dos o más
trabajadores de la misma empresa generasen este derecho por el mismo sujeto causante, el empresario podrá limitar
su ejercicio simultáneo por razones justificadas de funcionamiento de la empresa.
Cuando un nuevo sujeto causante diera derecho a un nuevo periodo de excedencia, el inicio de la misma dará fin
al que, en su caso, se viniera disfrutando.
El periodo en que el trabajador permanezca en situación de excedencia conforme a lo establecido en este artículo
será computable a efectos de antigüedad y el trabajador tendrá derecho a la asistencia a cursos de formación
profesional, a cuya participación deberá ser convocado por el empresario, especialmente con ocasión de su
reincorporación. Durante el primer año tendrá derecho a la reserva de su puesto de trabajo. Transcurrido dicho plazo,
la reserva quedará referida a un puesto de trabajo del mismo grupo profesional o nivel funcional equivalente.
No obstante, cuando el trabajador forme parte de una familia que tenga reconocida oficialmente la condición de
familia numerosa, la reserva de su puesto de trabajo se extenderá hasta un máximo de quince meses cuando se trate
de una familia numerosa de categoría general, y hasta un máximo de dieciocho meses si se trata de categoría especial.
La reincorporación de los excedentes regulados en este artículo a sus puestos de trabajo deberá producirse en el
plazo de treinta días, como máximo, desde el momento que desaparezca las causas que motivaron la excedencia. De
no producirse el reingreso en los plazos establecidos, por causas imputables al trabajador, el excedente causará baja
definitiva en la Empresa.
CAPÍTULO V
Las partes firmantes consideran esencial proteger la seguridad y la salud de los trabajadores frente a los riesgos
derivados del trabajo mediante el establecimiento de políticas de prevención laboral eficaces y que sean fruto del
necesario consenso entre ambas partes.
A este fin, se constituirán los Comités de Seguridad y Salud en el trabajo en las distintas Empresas de Seguridad,
que tendrán las funciones y atribuciones contenidas en la citada legislación, a fin de dirimir aquellas cuestiones
relativas a la Seguridad y Salud que puedan suscitarse con motivo de las actividades desarrolladas en las Empresas.
A estos efectos, la Gestión Preventiva aludida deberá incluir, de manera no exhaustiva, los siguientes aspectos:
A) Vigilancia de la Salud:
Los reconocimientos médicos serán de carácter voluntario, sin menoscabo de la realización de otros
reconocimientos, con carácter obligatorio, y previo informe de los representantes de los trabajadores, cuando existan
disposiciones legales específicas, o cuando estos sean necesarios para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo
sobre la salud de los trabajadores, o para verificar si el estado de salud del trabajador puede constituir un peligro para
el mismo, para los demás trabajadores, o para otras personas. La periodicidad de los reconocimientos médicos será de
acuerdo con los protocolos médicos del Servicio de Prevención-Vigilancia de la salud, teniendo en cuenta el puesto de
trabajo correspondiente.
En razón de los servicios a prestar, cuando se aprecien comportamientos extraños de carácter psíquico y/o
farmacológico, de especial intensidad y habitualidad; la Empresa, por propia iniciativa, a instancia del interesado, o a la
de la Representación de los Trabajadores, pondrá los medios necesarios para que aquél sea sometido a
reconocimiento médico especial y específico, que contribuya a poder diagnosticar las causas y efectos y facilitar el
tratamiento adecuado, obligándose al trabajador a colaborar con el equipo médico facultativo para cuantos
reconocimientos, análisis y tratamientos sean necesarios. Durante el tiempo que duren los reconocimientos, análisis o
tratamiento, la Empresa se obliga a abonar al trabajador el 100% del salario, siempre que medie situación de I.T.
B) Protección a la maternidad:
De conformidad a lo establecido en la Ley 39/1999, de conciliación de la vida familiar y laboral de las personas
trabajadoras, el empresario adoptará las medidas necesarias para evitar la exposición de las trabajadoras en situación
de embarazo o parto reciente a riesgos para su seguridad y salud o una posible repercusión sobre el embarazo y el
período de lactancia.
Dichas medidas se llevarán a cabo a través de una adaptación de las condiciones y de tiempo de trabajo de la
trabajadora afectada, de acuerdo con los siguientes criterios:
1. La evaluación de los riesgos a que se refiere la normativa vigente de prevención de Riesgos Laborales deberá
comprender la determinación de la naturaleza, el grado y la duración de la exposición de las trabajadoras en situación
de embarazo o parto reciente a agentes, procedimientos o condiciones de trabajo que puedan influir negativamente
en la salud de las trabajadoras o del feto, en cualquiera actividad susceptible de presentar un riesgo específico.
Si los resultados de la evaluación revelasen un riesgo para la seguridad y la salud o una posible repercusión sobre
el embarazo o la lactancia de las citadas trabajadoras, el empresario adoptará las medidas necesarias para evitar la
exposición a dicho riesgo, a través de una adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora
afectada. Dichas medidas incluirán, cuando resulte necesario, la no realización del trabajo nocturno o del trabajo a
turnos.
2. Cuando la adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo no resultase posible o, a pesar de tal
adaptación, las condiciones del puesto de trabajo pudiesen influir negativamente en la salud de la trabajadora
embarazada o del feto, y así lo certifiquen los servicios médicos del Instituto Nacional de Seguridad Social o de las
mutuas, con informe del médico del Servicio Nacional de Salud que asista facultativamente a la trabajadora, ésta
deberá desempeñar un puesto de trabajo o función diferente y compatible con su estado. El empresario deberá
determinar, previa consulta con los representantes de los trabajadores/as, la relación de los puestos de trabajo exentos
de riesgos a estos efectos.
Las empresas deberán proporcionar a los delegados de prevención un curso de formación suficiente relacionado
con el desarrollo de sus funciones en esta materia, de 30 horas de duración.
Se constituirá una Comisión Mixta de Seguridad y Salud que estará formada por las organizaciones firmantes: un
miembro por cada representación sindical e igual número total por cada representación empresarial y que tendrá por
fin el análisis, estudio y propuestas de soluciones en materia de prevención de riesgos laborales en el marco sectorial.
Además, en consonancia con lo pactado en el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2015, 2016 y 2017,
dicha Comisión recabará de las empresas sujetas al presente Convenio Colectivo la información estadística necesaria
para analizar las causas del absentismo y establecer los criterios para reducirlo, definiendo en una futura negociación
colectiva los mecanismos de seguimiento y, en su caso, medidas correctoras y de control para su reducción, así como el
estudio de los complementos de la prestación pública por ITCC.
CAPÍTULO XIV
Faltas y Sanciones
Las acciones u omisiones punibles en que incurran los trabajadores se clasificarán atendiendo a su importancia,
reincidencias e intenciones, en leves, graves y muy graves.
En la aplicación de las sanciones se tendrán en cuenta y valorarán las circunstancias personales del trabajador, su
nivel cultural, trascendencia del daño, grado de reiteración o reincidencia.
1. Hasta cuatro faltas de puntualidad, con retraso superior a cinco minutos e inferior a quince, dentro del período
de un mes.
2. Abandonar el puesto de trabajo sin causa justificada o el servicio breve tiempo durante la jornada. Si se causare
como consecuencia del mismo abandono perjuicio de consideración a la Empresa, compañeros de trabajo, clientes o
personal del mismo, o fuera causa de accidente, la falta podrá revestir la consideración de grave o muy grave.
3. No notificar, con carácter previo, la ausencia al trabajo y no justificar, dentro de las veinticuatro horas siguientes
salvo que se pruebe la imposibilidad de haberlo hecho, la razón que la motivó.
4. Los descuidos y distracciones en la realización de trabajo o en el cuidado y conservación de las máquinas, útiles,
armas, herramientas, instalaciones propias de los clientes. Cuando el incumplimiento de la anterior origine
consecuencias de gravedad en la realización del servicio, la falta podrá reputarse de grave o muy grave.
5. La inobservancia de las órdenes de servicio, así como la desobediencia a los mandos, todo ello en materia leve.
6. Las faltas de respeto y consideración en materia leve a los subordinados, compañeros, mandos, personal y
público, así como la discusión con los mismos dentro de la jornada de trabajo y usar palabras malsonantes e
indecorosas con los mismos.
7. La falta de aseo y limpieza personal y de los uniformes, equipos, armas, etc., de manera ocasional.
8. No comunicar a la Empresa los cambios de residencia y domicilio y demás circunstancias que afecten a su
actividad laboral.
10. Excederse en sus atribuciones o entrometerse en los servicios peculiares de otro trabajador, cuando el caso no
constituya falta grave.
1. El cometer tres faltas leves en el período de un trimestre, excepto en la puntualidad, aunque sean de distinta
naturaleza, siempre que hubiera mediado sanción comunicada por escrito.
2. Más de cuatro faltas de puntualidad en la asistencia al trabajo en el período de un mes superior a los diez
minutos o hasta cuatro faltas superiores a quince minutos cada una de ellas.
3. La falta de asistencia al trabajo de un día en el período de un mes, sin causa justificada. Será muy grave si de
resultas de la ausencia se causare grave perjuicio a la Empresa.
4. La desobediencia grave a los superiores en materia de trabajo y la réplica descortés a compañeros, mandos o
público. Si implicase quebranto manifiesto a la disciplina o de ella se derivase perjuicio notorio para la Empresa,
compañeros de trabajo o público se reputará muy grave.
5. La suplantación de la personalidad de un compañero al fichar o firmar, sancionándose tanto al que ficha a otros
como a éstos últimos.
6. La voluntaria disminución de la actividad habitual y la negligencia y desidia en el trabajo que afecta a la buena
marcha del servicio.
7. La simulación de enfermedad o accidente y no entregar el parte de baja oficial dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes a la emisión del mismo, salvo que se pruebe la imposibilidad de hacerlo.
8. El empleo de tiempo, uniformes, materiales, útiles, armas o máquinas en cuestiones ajenas al trabajo o en
beneficio propio.
9. El uso, sin estar de servicio, de las insignias del cargo, o la ostentación innecesaria del mismo.
10. El hacer desaparecer uniformes y sellos, tanto de la Empresa como de clientes de la misma, así como causar
accidentes por dolo, negligencia o imprudencia inexcusable.
11. Llevar los registros, documentación, cuadernos o cualquier clase de anotaciones oficiales y escritos que
reglamentariamente deben tener, sin las formalidades debidas y cometiendo faltas que por su gravedad o
trascendencia merezcan especial correctivo. Y si tuviera especial relevancia, tendrán la consideración de muy grave.
1. La reincidencia en comisión de falta grave en el período de seis meses, aunque sea de distinta naturaleza,
siempre que hubiese mediado sanción.
2. Más de doce faltas no justificadas de puntualidad cometidas en el período de seis meses o treinta en un año,
aunque hayan sido sancionadas independientemente.
3. Tres o más faltas injustificadas al trabajo en el período de un mes, más de seis en el período de cuatro meses o
más de doce en el período de un año, siempre que hayan sido sancionadas independientemente.
4. La falsedad, deslealtad, el fraude, el abuso de confianza y el hurto o robo, tanto a compañeros de trabajo como
a la Empresa o a terceros relacionados con el servicio durante el desempeño de sus tareas o fuera de las mismas.
5. El hacer desaparecer, inutilizar, causar desperfectos en armas, máquinas, instalaciones, edificios, enseres,
documentos, etc., tanto de la Empresa como de clientes de la misma, así como causar accidentes por dolo, negligencia
o imprudencia inexcusable.
6. El realizar trabajos por cuenta propia o cuenta ajena estando en situación de incapacidad laboral transitoria, así
como realizar manipulaciones o falsedades para prolongar aquella situación.
7. La continuada y habitual falta de aseo y limpieza de tal índole que produzca quejas justificadas de mandos,
compañeros de trabajo o terceros.
9. La violación del secreto de correspondencia o de documentos de la Empresa o de las personas en cuyos locales
e instalaciones se realice la prestación de los servicios y no guardar la debida discreción o el natural sigilo de los
asuntos y servicios en que, por la misión de su cometido, hayan de estar enterados.
10. Los malos tratos de palabra o de obra, o falta grave de respeto y consideración a las personas de sus
superiores, compañeros, personal a su cargo o familiares de los mismos, así como a las personas en cuyos locales o
instalaciones realizara su actividad y a los empleados de estas, si los hubiere.
11. La participación directa o indirecta en la comisión de un delito calificado como tal en las leyes penales, que
conlleve la retirada de la habilitación para los Vigilantes de Seguridad.
12. El abandono del trabajo en puestos de responsabilidad una vez tomado posesión de los mismos y la inhibición
o pasividad en la prestación del mismo.
14. Originar riñas y pendencias en sus compañeros de trabajo o con las personas o los empleados para las que
presten sus servicios.
15. La comisión de actos inmorales en el lugar de trabajo o en los locales de la Empresa, dentro de la jornada
laboral.
17. La competencia ilícita por dedicarse dentro o fuera de la jornada laboral a desarrollar por cuenta propia
idéntica actividad que la Empresa o dedicarse a ocupaciones particulares que estén en abierta pugna con el servicio.
18. Hacer uso de las armas, a no ser en defensa propia y en los casos previstos por las leyes y disposiciones
vigentes.
19. Iniciar o continuar cualquier discusión, rivalidad, pretendida superioridad, exigencias en el modo de prestarse
los servicios, etc., con funcionarios de la Policía.
20. Entregarse a juegos, y distracciones graves, todo ello durante y dentro de la jornada de trabajo.
21. Exigir o pedir por sus servicios remuneración o premios de terceros, cualquiera que sea la forma o pretexto
que para la donación se emplee.
22. La imprudencia en acto de servicio. Si implicase riesgo de accidente para si o para compañeros o personal y
público, o peligro de averías para las instalaciones.
a) Amonestación verbal.
b) Amonestación escrita.
a) Amonestación pública.
c) Despido.
Para proceder a la imposición de las anteriores sanciones se estará a lo dispuesto en la legislación vigente.
La facultad de las Empresas para imponer sanciones, que deberá ejercitarse siempre por escrito salvo
amonestación verbal, del que deberá acusar recibo y firmar el enterado el sancionado o, en su lugar, dos testigos, caso
de negarse a ello, prescribirá en las faltas leves a los diez días; en las graves a los veinte días, y en las muy graves a los
sesenta días, a partir de la fecha en que la Empresa tuvo conocimiento de su comisión y, en todo caso, a los seis meses
de haberse cometido.
Todo trabajador podrá dar cuenta por escrito a través de la representación de los trabajadores a la Dirección de
cada Empresa de los actos que supongan abuso de autoridad de sus jefes. Recibido el escrito, la Dirección abrirá el
oportuno expediente en el plazo de cinco días, debiendo dar contestación al citado escrito en los diez días siguientes a
estos y por escrito. En caso contrario, los representantes de los trabajadores deberán formular la oportuna denuncia
ante la Autoridad Laboral competente.
CAPÍTULO XIII
Premios
Con el fin de recompensar la conducta, el rendimiento, laboriosidad y demás cualidades sobresalientes del
personal, las Empresas otorgarán a sus trabajadores, individual o colectivamente, los premios que en esta sección se
establecen.
a) Actos heroicos.
b) Actos meritorios.
c) Espíritu de servicio.
d) Espíritu de fidelidad.
f) Tirador selecto.
Serán actos heroicos los que realice el trabajador con grave riesgo de su vida o integridad personal, para evitar un
hecho delictivo o un accidente o reducir sus proporciones.
Se considerará actos meritorios los que en su realización no supongan grave riesgo para la vida o integridad
personal del trabajador, pero representen una conducta superior a la normal, dirigida a evitar o a vencer una
anormalidad en bien del servicio o a defender bienes o intereses de los clientes de las Empresas o de estas mismas.
Se estimará espíritu de servicio cuando el trabajador realice su trabajo, no de un modo rutinario y corriente, sino
con entrega total de sus facultades, manifiesta en hechos concretos consistentes en lograr su mayor perfección,
subordinando a ellos su comodidad e incluso su interés particular.
Existe espíritu de fidelidad cuando éste se acredita por los servicios continuados a la Empresa por un período de
veinte años sin interrupción alguna, siempre que no conste en el expediente del trabajador nota desfavorable por
comisión de falta grave o muy grave.
Se entiende por afán de superación profesional la actuación de aquellos trabajadores que en lugar de cumplir su
misión de modo formulario, dediquen su esfuerzo a mejorar su formación técnica y práctica para ser más útiles a su
trabajo.
Los anteriores motivos dignos de premio, quedarán recompensados, correlativamente, con los siguientes premios:
d) Propuesta a los Organismos competentes para la concesión de recompensas, tales como nombramientos de
trabajador ejemplar, Medalla de Trabajo y otros distintivos.
Excepción hecha de las felicitaciones, la concesión de los premios antes consignados se hará por la Dirección de
las Empresas, en expediente contradictorio, instruido a propuesta de los Jefes o compañeros de trabajo, y con
intervención preceptiva de éstos, y de los representantes de los trabajadores.
CAPÍTULO VII
Retribuciones
Las retribuciones del personal comprendido en el ámbito de aplicación de este Convenio Colectivo estarán
constituidas por el salario base y los complementos del mismo y corresponde a la jornada normal a que se refiere el
Artículo 52 del presente Convenio.
El pago del salario se efectuará por meses vencidos en los tres primeros días hábiles y dentro, en todo caso, de los
cinco primeros días naturales de cada mes. No obstante, los complementos variables establecidos en el Convenio
Colectivo se abonarán en la nómina del mes siguiente al que se haya devengado, y su promedio en vacaciones se
abonará en la nómina del mes siguiente al que se disfruten.
El recibo de salarios incluirá todos los conceptos retributivos incluyendo, expresamente, en su caso, el desglose de
los valores unitarios que corresponda.
El trabajador tendrá derecho a percibir anticipos a cuenta, por el trabajo ya realizado, sin que pueda exceder del
90 por ciento del importe de su retribución total mensual de las tablas de retribución del Anexo más la antigüedad, en
un plazo máximo de cuatro días hábiles desde la solicitud.
La estructura económica que pasarán a tener las retribuciones desde la entrada en vigor, del presente Convenio
será la siguiente:
a) Sueldo base.
b) Complementos:
1. Personales:
– Antigüedad.
2. De puestos de trabajo:
– Peligrosidad.
– Plus escolta.
– Plus de actividad.
– Horas extraordinarias.
– Gratificación de Navidad.
– Gratificación de julio.
– Gratificación de marzo.
d) Indemnizaciones o suplidos:
Se entenderá por sueldo base la retribución correspondiente, en cada uno de los niveles funcionales a una
actividad normal, durante la jornada de trabajo fijada en este Convenio.
El sueldo base se considerará siempre referido a la jornada legal establecida en este Convenio. Si por acuerdo
particular de la Empresa con sus operarios se trabajara la jornada con horario restringido, el sueldo base será divisible
por horas, abonándose el que corresponda, que en ningún caso podrá ser inferior al correspondiente a cuatro horas.
Todos los trabajadores, sin excepción de niveles funcionales, disfrutarán además de su sueldo, aumentos por años
de servicio, de acuerdo con el siguiente régimen de devengo del Complemento Personal de Antigüedad, establecido
por las siguientes normas:
a) Los Trienios devengados hasta el 31 de diciembre de 1996 se mantienen en las cuantías que se relacionan a
continuación, sin que experimenten en el futuro incremento económico alguno y se aplican de acuerdo con el nivel
funcional que tuviera el trabajador a la fecha final de la maduración del trienio antes del 31 de diciembre de 1996.
c) La acumulación de los incrementos salariales por antigüedad que resultaren aplicables en régimen tanto de
trienios como quinquenios, no podrán en ningún caso, suponer más del 10% del Salario Base a los 5 años, del 25% a
los 15 años, del 40% a los 20 años y del 60%, como máximo, a los 25 o más años.
a) Peligrosidad.–El personal operativo de vigilancia y transporte de fondos y explosivos que, por el especial
cometido de su función, esté obligado por disposición legal a llevar un arma de fuego, percibirá mensualmente, por
este concepto, el complemento salarial señalado en el presente artículo o en el Anexo de este Convenio.
El importe del plus de peligrosidad para los Vigilantes de Seguridad de Transporte Conductor y Vigilante de
Seguridad de Transporte será de 140,70 euros en 2017, 143,51 euros en 2018, 146,38 euros en 2019 y 149,31 euros en
2020.
El importe del Plus de Peligrosidad para los Vigilantes de Seguridad de Transporte de Explosivos-Conductor,
Vigilantes de Seguridad de Transporte de Explosivos será de 149,83 euros para el año 2017, 152,83 euros para el año
2018, 155,89 euros para el año 2019 y 159,01 euros para el año 2020.
El Vigilante de Seguridad de Explosivos, percibirá por este concepto 164,68 euros mensuales para el año 2017,
167,97 euros para el año 2018, 171,33 euros para el año 2019 y 174,76 euros para el año 2020.
2. Los Vigilantes de Seguridad de Vigilancia cuando realicen servicio con arma de fuego reglamentaria percibirán
un plus de peligrosidad de 140,70 euros al mes o un precio por hora de 0,87 euros durante el año 2017, de 143,51
euros al mes o un precio por hora de 0,89 euros durante el año 2018, de 146,38 euros al mes o un precio por hora de
0,90 euros durante el año 2019 y de 149,31 euros al mes o un precio por hora de 0,92 euros durante el año 2020.
3. Sin perjuicio de la naturaleza del plus de peligrosidad como plus funcional, se garantiza a todos los vigilantes de
seguridad del servicio de vigilancia que realicen servicios sin arma la percepción de un plus de peligrosidad mínimo
equivalente a 18,84 euros mensuales, abonables también en pagas extraordinarias y vacaciones, para el año 2017,
19,22 para el año 2018, 19,60 euros para el año 2019 y 19,99 euros para el año 2020.
En el caso de que realizaran parte o la totalidad del servicio con arma, percibirán el importe correspondiente a las
horas realizadas con arma, siempre y cuando esta cantidad mensual superara los importes mínimos garantizados
previstos en el párrafo precedente, quedando éstos subsumidos en dicha cantidad mensual. Es decir, percibirá el
mayor importe de las dos cuantías, nunca la suma de ambas.
Los importes del plus de peligrosidad señalados en este apartado letra a) puntos 2 y 3, podrán ser abonados por
las empresas en once pagas, incluyéndose en las mismas las partes proporcionales de pagas extraordinarias y
vacaciones.
b) Plus escolta.–El personal descrito en el artículo 32 A.3 c), cuando realice las funciones establecidas en el citado
precepto, percibirá, como mínimo por tal concepto, la cantidad de 247,24 euros mensuales o 1,52 euros por hora
efectiva como complemento para el año 2017, la cantidad de 252,18 euros mensuales o 1,56 euros por hora efectiva
como complemento para el año 2018, la cantidad de 257,22 euros mensuales o 1,59 euros por hora efectiva como
complemento para el año 2019 y la cantidad de 262,36 euros mensuales o 1,62 euros por hora efectiva como
complemento para el año 2020.
c) Plus de Actividad.–Dicho plus se abonará a los trabajadores de los niveles funcionales a los cuales se les hace
figurar en el Anexo del presente Convenio, con las siguientes condiciones particulares para los niveles funcionales que
a continuación se detallan:
3. En relación con el resto de niveles funcionales, el plus de actividad para los años 2017, 2018, 2019 y 2020
corresponderá al que figure en las tablas de retribuciones del Anexo Salarial.
d) Plus de Responsable de Equipo de Vigilancia, Transporte de Fondos o Sistemas.– Se abonará al trabajador que,
además de realizar las tareas propias de su nivel funcional, desarrolla una labor de coordinación, distribuyendo el
trabajo e indicando cómo realizarlo, confeccionando los partes oportunos, anomalías o incidencias que se produzcan
en los servicios en ausencia del Inspector u otro Jefe, teniendo la responsabilidad de un equipo de personas. El
personal que ejerza funciones de responsable de equipo percibirá un plus por tal concepto, de un diez por ciento del
sueldo base establecido en este Convenio, que corresponda a su nivel funcional, en tanto las tenga asignadas y las
realice.
Se exigirá, como requisito previo para acceder a este puesto de trabajo, que el trabajador acredite haber realizado
un curso de formación específico sobre el uso y funcionamiento de la Radioscopia Aeroportuaria, impartido por
personal técnico con conocimientos suficientes en este tipo de aparatos, sin el que no podrá, en todo caso,
desempeñar el citado servicio.
f) Plus de Radioscopia Básica.– El Vigilante de Seguridad que utilice la radioscopia en puestos de trabajo que no
sean instalaciones aeroportuarias percibirá como complemento de tal puesto de trabajo la cantidad de 0,17 € por hora
efectiva de trabajo, mientras realice aquel servicio.
g) Plus de Trabajo Nocturno.– Se fija un plus de Trabajo Nocturno por hora trabajada. De acuerdo con el Artículo
52 del presente Convenio Colectivo, se entenderá por trabajo nocturno el comprendido entre las veintidós horas y las
seis horas del día siguiente. Si las horas trabajadas en jornada nocturna fueran de cuatro o más horas, se abonará el
plus correspondiente a la jornada trabajada, con máximo de ocho horas.
Teniendo en cuenta que los fines de semana y festivos del año son habitualmente días laborables normales en el
cuadrante de los vigilantes de seguridad del Servicio de Vigilancia, se acuerda abonar a estos trabajadores un Plus por
hora efectiva trabajada durante los sábados, domingos y festivos de 0,79 euros el año 2017, 0,81 euros el año 2018,
0,83 euros el año 2019 y 0,85 euros el año 2020.
A efectos de cómputo será a partir de las 00,00 horas del sábado a las 24,00 del domingo y en los festivos de las
00,00 horas a las 24,00 horas de dichos días trabajados. No es abonable para aquellos trabajadores que hayan sido
contratados expresamente para trabajar en dichos días (Ej. Contratos a Tiempo Parcial para fines de semana).
A los efectos de los días festivos, se tendrán en cuenta los nacionales, autonómicos y locales señalados para cada
año, correspondientes al lugar de trabajo donde el vigilante de seguridad de vigilancia preste el servicio,
independientemente del centro de trabajo donde esté dado de alta.
Se abonará un Plus de Residencia equivalente al 25% del Salario Base de su nivel funcional a los trabajadores que
residan en las provincias de Ceuta y Melilla. Dicho plus no será abonable en las gratificaciones extraordinarias de
Navidad, Julio y Marzo, y no podrá ser absorbido o compensado, total o parcialmente, sino con otra percepción de la
misma naturaleza e igual finalidad, todo ello de acuerdo con lo dispuesto en la O.M. de 20 de marzo de 1975.
a) Horas Extraordinarias.
Respecto a las horas extraordinarias se estará a lo dispuesto en el artículo 53 del presente Convenio Colectivo y en
el artículo 35 del Estatuto de los Trabajadores.
Los trabajadores que realicen su jornada laboral en la noche del 24 al 25 de diciembre, así como la noche del 31
de diciembre al 1 de enero, percibirán una compensación económica de 65,94 euros en 2017, 67,26 euros en 2018,
68,61 euros en 2019 y 69,98 euros en 2020, o en su defecto, a opción del trabajador, de un día de descanso
compensatorio, cuando así lo permita el servicio.
1. Gratificación de Julio y Navidad.– El personal al servicio de las Empresas de Seguridad percibirá dos
gratificaciones extraordinarias con los devengos y fechas de pago siguientes:
El importe de esta gratificación será de una mensualidad de la columna de «total» correspondiente al Anexo
Salarial, incluyendo el complemento personal de Antigüedad, así como la parte proporcional del Plus de Peligrosidad
correspondiente al tiempo trabajado con armas durante su devengo, pero con exclusión de los pluses de transporte y
vestuario. Se abonará de acuerdo con lo devengado en su período de generación.
El importe de esta gratificación será de una mensualidad de la columna de «total» correspondiente al Anexo
Salarial, incluyendo el complemento personal de Antigüedad, así como la parte proporcional del Plus de Peligrosidad
correspondiente al tiempo trabajado con armas durante su devengo, pero con exclusión de los pluses de transporte y
vestuario. Se abonará de acuerdo con lo devengado en su período de generación.
El personal que hubiere ingresado en el transcurso del año o cesare durante el mismo, percibirá las gratificaciones
extraordinarias aludidas, prorrateando su importe en relación con el tiempo trabajado.
2. Gratificación de Marzo.–Todos los trabajadores de las Empresas de Seguridad sujetas a este Convenio,
cualquiera que sea la modalidad de su contrato de trabajo, tendrá el derecho al percibo de una paga en marzo.
El importe de esta gratificación será de una mensualidad de la columna de «total» correspondiente al Anexo
Salarial, incluyendo el complemento personal de Antigüedad, así como la parte proporcional del Plus de Peligrosidad
correspondiente al tiempo trabajado con armas durante su devengo, pero con exclusión de los pluses de transporte y
vestuario. Se abonará de acuerdo con lo devengado en su período de generación.
Esta gratificación se devengará anualmente del 1 de enero al 31 de diciembre, y se abonará, por años vencidos,
entre el 13 y el 15 de marzo del año siguiente. Los trabajadores que al 31 de diciembre lleven menos de un año al
servicio de la empresa o que cesen durante el año, tendrán derecho igualmente a percibir la parte proporcional
correspondiente al tiempo trabajado, ya que su devengo se computará por años naturales.
3. Prorrateo de Pagas: Las anteriores gratificaciones extraordinarias se podrán prorratear en doce mensualidades,
previo acuerdo del trabajador y la empresa.
Las Empresas facilitarán cada dos años al personal de seguridad operativo habilitado, en sus distintas modalidades
las siguientes prendas de uniforme: tres prendas superiores de verano, tres prendas superiores de invierno, una
corbata –si procede-, dos chaquetillas o prendas similares, dos prendas inferiores de invierno y dos prendas inferiores
de verano.
Asimismo, se facilitará, en casos de servicios en el exterior, las prendas de abrigo y de agua adecuadas.
En caso de fuerza mayor, debidamente probada, se sustituirán las prendas deterioradas por otras nuevas.
Las prendas de uniforme a entregar al Guarda Rural serán en las mismas unidades que al Vigilante de Seguridad,
añadiéndose aquellas otras distintivas exigidas por las disposiciones legales correspondientes.
Las Empresas afectadas por el presente Convenio, asumirán la asistencia legal de aquellos trabajadores que, en
calidad de acusados o denunciantes, se vean incursos en procesos penales instruidos por ocasión de acciones
realizadas en el cumplimiento de las funciones encomendadas por la Empresa, con independencia de que con
posterioridad el trabajador cause baja en la misma, y ello siempre que hayan comunicado tal situación en los cinco
días hábiles siguientes a la recepción de la primera comunicación, y en todo caso, con una antelación mínima de 48
horas a la celebración de la actuación judicial que haya de practicarse.
En caso de incumplimiento por parte de la empresa de las obligaciones aquí establecidas, el trabajador tendrá
derecho a repercutir a la empresa los honorarios del Abogado y Procurador –si fuera preceptiva su intervención- con
los límites establecidos en los Criterios orientadores de Honorarios del Colegio Profesional correspondiente.
Las Empresas adscritas al presente Convenio vendrán obligadas a suscribir Póliza de Seguro de Responsabilidad
Civil por importe, de al menos 142.725,12 para el año 2017, 145.579,62 euros para el año 2018, 148.491,21 euros para
el año 2019 y 151.461,03 euros para el año 2020 con los efectos y consecuencias comprendidas en la Ley del Contrato
de Seguro.
1. Normativa básica
La presente Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales tiene por objeto promover la
seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias
para la prevención de riesgos derivados del trabajo. A tales efectos, esta Ley establece los principios generales relativos
a la prevención de los riesgos profesionales para la protección de la seguridad y de la salud, la eliminación o
disminución de los riesgos derivados del trabajo, la información, la consulta, la participación equilibrada y la formación
de los trabajadores en materia preventiva.
Para el cumplimiento de dichos fines, esta Ley regula las actuaciones a desarrollar por las Administraciones públicas,
así como por los empresarios, los trabajadores y sus respectivas organizaciones representativas.
2. Derechos y obligaciones
2.1Derecho a la protección frente a los riesgos laborales
Los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo. Este derecho
supone la existencia de un correlativo deber del empresario de protección de los trabajadores frente a los riesgos
laborales; deber de protección que constituye, igualmente, un deber de las Administraciones públicas respecto del
personal a su servicio.
Los derechos de información, consulta y participación, formación en materia preventiva, paralización de la actividad en
caso de riesgo grave e inminente y vigilancia de su estado de salud, en los términos previstos en la presente Ley,
forman parte del derecho de los trabajadores a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.
En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a
su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo. A estos efectos, en el marco de sus responsabilidades, el
empresario:
El empresario está obligado a tomar en consideración las capacidades profesionales de los trabajadores en materia de
seguridad y de salud en el momento de encomendarles las tareas y a adoptar las medidas necesarias a fin de
garantizar que sólo los trabajadores que hayan recibido información suficiente y adecuada puedan acceder a las zonas
de riesgo grave y específico.
Podrán concertar operaciones de seguro que tengan como fin garantizar como ámbito de cobertura la previsión de
riesgos derivados del trabajo, la empresa respecto de sus trabajadores, los trabajadores autónomos respecto a ellos
mismos y las sociedades cooperativas respecto a sus socios cuya actividad consista en la prestación de su trabajo
personal.
El plan de prevención de riesgos laborales deberá incluir la estructura organizativa, las responsabilidades, las
funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos necesarios para realizar la acción de
prevención de riesgos en la empresa. Los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del plan de prevención
de riesgos, que podrán ser llevados a cabo por fases de forma
• El empresario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y salud de los
trabajadores, teniendo en cuenta, con carácter general, la naturaleza de la actividad, las
características de los puestos de trabajo existentes y de los trabajadores que deban
desempeñarlos. Igual evaluación deberá hacerse con ocasión de la elección de los equipos de
trabajo, de las sustancias o preparados químicos y del acondicionamiento de los lugares de
trabajo. La evaluación inicial tendrá en cuenta aquellas otras actuaciones que deban desarrollarse
de conformidad con lo dispuesto en la normativa sobre protección de riesgos específicos y
actividades de especial peligrosidad. La evaluación será actualizada cuando cambien las
condiciones de trabajo y, en todo caso, se someterá a consideración y se revisará, si fuera
necesario, con ocasión de los daños para la salud que se hayan producido.
• Cuando el resultado de la evaluación lo hiciera necesario, el empresario realizará controles
periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores en la prestación de
sus servicios, para detectar situaciones potencialmente peligrosas.
• Si los resultados de la evaluación prevista en el párrafo a pusieran de manifiesto situaciones de
riesgo, el empresario realizará aquellas actividades preventivas necesarias para eliminar o reducir y
controlar tales riesgos. Dichas actividades serán objeto de planificación por el empresario,
incluyendo para cada actividad preventiva el plazo para llevarla a cabo, la designación de
responsables y los recursos humanos y materiales necesarios para su ejecución. El empresario
deberá asegurarse de la efectiva ejecución de las actividades preventivas incluidas en la
planificación, efectuando para ello un seguimiento continuo de la misma.
• Cuando se haya producido un daño para la salud de los trabajadores o cuando aparezcan indicios
de que las medidas de prevención resultan insuficientes, el empresario llevará a cabo una
investigación al respecto, a fin de detectar las causas de estos hechos.
La utilización del equipo de trabajo quede reservada a los encargados de dicha utilización.
Los trabajos de reparación, transformación, mantenimiento o conservación sean realizados por los
trabajadores específicamente capacitados para ello.
Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no
puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas,
métodos o procedimientos de organización del trabajo.
Los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo, tanto aquellos que afecten a la
empresa en su conjunto como a cada tipo de puesto de trabajo o función.
Las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a los riesgos señalados en el apartado
anterior.
En las empresas que cuenten con representantes de los trabajadores, la información a que se refiere el
presente apartado se facilitará por el empresario a los trabajadores a través de dichos representantes;
no obstante, deberá informarse directamente a cada trabajador de los riesgos específicos que afecten a
su puesto de trabajo o función y de las medidas de protección y prevención aplicables a dichos riesgos.
El empresario deberá consultar a los trabajadores, y permitir su participación, en el marco de todas las
cuestiones que afecten a la seguridad y a la salud en el trabajo. Por otro lado, los trabajadores tendrán
derecho a efectuar propuestas al empresario, así como a los órganos de participación y representación,
dirigidas a la mejora de los niveles de protección de la seguridad y la salud en la empresa.
4. Medidas de emergencia
El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible presencia de personas
ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia
de primeros
auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores, designando para ello al personal encargado de poner
en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, en su caso, su correcto funcionamiento. El citado personal
deberá poseer la formación necesaria, ser suficiente en número y disponer del material adecuado, en función de las
circunstancias antes señaladas.
Para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario deberá organizar las relaciones que sean necesarias con
servicios externos a la empresa, en particular en materia de primeros auxilios, asistencia médica de urgencia,
salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada la rapidez y eficacia de las mismas.
Cuando los trabajadores estén o puedan estar expuestos a un riesgo grave e inminente con ocasión de
su trabajo, el empresario estará obligado a:
Informar lo antes posible a todos los trabajadores afectados acerca de la existencia de dicho riesgo y de
las medidas adoptadas o que, en su caso, deban adoptarse en materia de protección.
Adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que, en caso de peligro grave, inminente e
inevitable, los trabajadores puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario, abandonar de
inmediato el lugar de trabajo. En este supuesto no podrá exigirse a los trabajadores que reanuden su
actividad mientras persista el peligro, salvo excepción debidamente justificada por razones de seguridad
y determinada reglamentariamente. El trabajador tendrá derecho a interrumpir su actividad y
abandonar el lugar de trabajo, en caso necesario, cuando considere que dicha actividad entraña un
riesgo grave e inminente para su vida o su salud.
Disponer lo necesario para que el trabajador que no pudiera ponerse en contacto con su superior
jerárquico, ante una situación de peligro grave e inminente para su seguridad, la de otros trabajadores o
la de terceros a la empresa, esté en condiciones, habida cuenta de sus conocimientos y de los medios
técnicos puestos a su disposición, de adoptar las medidas necesarias para evitar las consecuencias de
dicho peligro.
Cuando el empresario no adopte o no permita la adopción de las medidas necesarias para garantizar la
seguridad y la salud de los trabajadores, los representantes legales de éstos podrán acordar, por
mayoría de sus miembros, la paralización de la actividad de los trabajadores afectados por dicho riesgo.
Tal acuerdo será comunicado de inmediato a la empresa y a la autoridad laboral, la cual, en el plazo de
veinticuatro horas, anulará o ratificará la paralización acordada.
6. Vigilancia de la salud
El empresario garantizará a los trabajadores a su servicio la vigilancia periódica de su estado de salud en función de los
riesgos inherentes al trabajo. Esta vigilancia sólo podrá llevarse a cabo cuando el trabajador preste su consentimiento.
De este carácter voluntario sólo se exceptuarán, previo informe de los representantes de los
trabajadores, los supuestos en los que la realización de los reconocimientos sea imprescindible para evaluar los efectos
de las condiciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores o para verificar si el estado de salud del trabajador
puede constituir un peligro para el mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas con la
empresa o cuando así esté establecido en una disposición legal en relación con la protección de riesgos específicos y
actividades de especial peligrosidad. En todo caso se deberá optar por la realización de aquellos reconocimientos o
pruebas que causen las menores molestias al trabajador y que sean proporcionales al riesgo.
Las medidas de vigilancia y control de la salud de los trabajadores se llevarán a cabo respetando siempre el derecho a
la intimidad y a la dignidad de la persona del trabajador y la confidencialidad de toda la información relacionada con su
estado de salud. Los resultados de la vigilancia serán comunicados a los trabajadores afectados y los datos relativos a
la vigilancia de la salud de los trabajadores no podrán ser usados con fines discriminatorios ni en perjuicio del
trabajador. El acceso a la información médica de carácter personal se limitará al personal médico y a las autoridades
sanitarias que lleven a cabo la vigilancia de la salud de los trabajadores, sin que pueda facilitarse al empresario o a
otras personas sin consentimiento expreso del trabajador.
No obstante, el empresario y las personas u órganos con responsabilidades en materia de prevención serán
informados de las conclusiones que se deriven de los reconocimientos efectuados en relación con la aptitud del
trabajador para el desempeño del puesto de trabajo o con la necesidad de introducir o mejorar las medidas de
protección y prevención, a fin de que puedan desarrollar correctamente sus funciones en materia preventiva.
7. Documentación
El empresario deberá elaborar y conservar a disposición de la autoridad laboral la siguiente documentación:
Evaluación de los riesgos para la seguridad y la salud en el trabajo, incluido el resultado de los controles
periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores.
Planificación de la actividad preventiva, incluidas las medidas de protección y de prevención a adoptar y,
en su caso, material de protección que deba utilizarse.
Práctica de los controles del estado de salud de los trabajadores y conclusiones obtenidas de los
mismos.
Relación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que hayan causado al trabajador una
incapacidad laboral superior a un día de trabajo.
El empresario estará obligado a notificar por escrito a la autoridad laboral los daños para la salud de los trabajadores a
su servicio que se hubieran producido
El empresario titular del centro de trabajo adoptará las medidas necesarias para que aquellos otros empresarios que
desarrollen actividades en su centro de trabajo reciban la información y las instrucciones adecuadas, en relación con
los riesgos existentes en el centro de trabajo y con las medidas de protección y prevención correspondientes, así como
sobre las medidas de emergencia a aplicar, para su traslado a sus respectivos trabajadores.
Las empresas que contraten o subcontraten con otras la realización de obras o servicios correspondientes a la propia
actividad de aquéllas y que se desarrollen en sus propios centros de trabajo deberán vigilar el cumplimiento por dichos
contratistas y subcontratistas de la normativa de prevención de riesgos laborales.
Los trabajadores no serán empleados en aquellos puestos de trabajo en los que, a causa de sus características
personales, estado biológico o por su discapacidad física, psíquica o sensorial debidamente reconocida, puedan ellos,
los demás trabajadores u otras personas relacionadas con la empresa ponerse en situación de peligro o, en general,
cuando se encuentren manifiestamente en estados o situaciones transitorias que no respondan a las exigencias
psicofísicas de los respectivos puestos de trabajo.
Igualmente, el empresario deberá tener en cuenta en las evaluaciones los factores de riesgo que puedan incidir en la
función de procreación de los trabajadores y trabajadoras, en particular por la exposición a agentes físicos, químicos y
biológicos que puedan ejercer efectos mutagénicos o de toxicidad para la procreación, tanto en los aspectos de la
fertilidad, como del desarrollo de la descendencia, con objeto de adoptar las medidas preventivas necesarias.
parto reciente a agentes, procedimientos o condiciones de trabajo que puedan influir negativamente en la salud de las
trabajadoras o del feto, en cualquier actividad susceptible de presentar un riesgo específico. Si los resultados de la
evaluación revelasen un riesgo para la seguridad y la salud o una posible repercusión sobre el embarazo o la lactancia
de las citadas trabajadoras, el empresario adoptará las medidas necesarias para evitar la exposición a dicho riesgo, a
través de una adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora afectada. Dichas medidas
incluirán, cuando resulte necesario, la no realización de trabajo nocturno o de trabajo a turnos.
Cuando la adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo no resultase posible o, a pesar de tal adaptación, las
condiciones de un puesto de trabajo pudieran influir negativamente en la salud de la trabajadora embarazada o del
feto, y así lo certifiquen los Servicios Médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social o de las Mutuas, ésta deberá
desempeñar un puesto de trabajo o función diferente y compatible con su estado.
En el supuesto de que no existiese puesto de trabajo o función compatible, la trabajadora podrá ser destinada a un
puesto no correspondiente a su grupo o categoría equivalente, si bien conservará el derecho al conjunto de
retribuciones de su puesto de origen. Si dicho cambio de puesto no resultara técnica u objetivamente posible, o no
pueda razonablemente exigirse por motivos justificados, podrá declararse el paso de la trabajadora afectada a la
situación de suspensión del contrato por riesgo durante el embarazo durante el período necesario para la protección
de su seguridad o de su salud y mientras persista la imposibilidad de reincorporarse a su puesto anterior o a otro
puesto compatible con su estado.
Lo dispuesto aquí también será también de aplicación durante el período de lactancia natural, si las condiciones de
trabajo pudieran influir negativamente en la salud de la mujer o del hijo y así lo certifiquen los Servicios Médicos del
Instituto Nacional de la Seguridad Social o de las Mutuas. Podrá, asimismo, declararse el pase de la trabajadora
afectada a la situación de suspensión del contrato por riesgo durante la lactancia natural de hijos menores de nueve
meses si se dan las circunstancias mencionadas.
Las trabajadoras embarazadas tendrán derecho a ausentarse del trabajo, con derecho a remuneración, para la
realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto, previo aviso al empresario y justificación de la
necesidad de su realización dentro de la jornada de trabajo.
respecto, a agentes, procesos o condiciones de trabajo que puedan poner en peligro la seguridad o la salud de estos
trabajadores. A tal fin, la evaluación tendrá especialmente en cuenta los riesgos específicos para la seguridad, la salud
y el desarrollo de los jóvenes derivados de su falta de experiencia, de su inmadurez para evaluar los riesgos existentes
o potenciales y de su desarrollo todavía incompleto.
En todo caso, el empresario informará a dichos jóvenes y a sus padres o tutores que hayan intervenido en la
contratación de los posibles riesgos y de todas las medidas adoptadas para la protección de su seguridad y salud.
Ahora bien, el Gobierno establecerá las limitaciones a la contratación de jóvenes menores de dieciocho años en
trabajos que presenten riesgos específicos.
Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario deberán, en
particular:
Usar adecuadamente, de acuerdo con su naturaleza y los riesgos previsibles, las máquinas, aparatos,
herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y, en general, cualesquiera otros medios con
los que desarrollen su actividad.
Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, de acuerdo con
las instrucciones recibidas de éste.
No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad existentes o
que se instalen en los medios relacionados con su actividad o en los lugares de trabajo en los que ésta
tenga lugar.
Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados para realizar
actividades de protección y de prevención o, en su caso, al servicio de prevención, acerca de cualquier
situación que, a su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para la seguridad y la salud de los
trabajadores.
Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente con el fin de
proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean
seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores.
El incumplimiento por los trabajadores de las obligaciones en materia de prevención de riesgos tendrá la consideración
de incumplimiento laboral a los efectos previstos en el Estatuto de los Trabajadores o de falta, en su caso, conforme a
lo establecido en la correspondiente normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios públicos o del personal
estatutario al servicio de las Administraciones públicas.
El empresario deberá consultar a los trabajadores, con la debida antelación, la adopción de las decisiones relativas a:
En las empresas que cuenten con representantes de los trabajadores, las consultas a que se refiere el apartado
anterior se llevarán a cabo con dichos representantes.
Por otro lado, los trabajadores tienen derecho a participar en la empresa en las cuestiones relacionadas con la
prevención de riesgos en el trabajo. En las empresas o centros de trabajo que cuenten con seis o más trabajadores, la
participación de éstos se canalizará a través de sus representantes y de la representación especializada.
A los Comités de Empresa, a los Delegados de Personal y a los representantes sindicales les corresponde la defensa de
los intereses de los trabajadores en materia de prevención de riesgos en el trabajo. Para ello, ejercerán las
competencias que dichas normas establecen en materia de información, consulta y negociación, vigilancia y control y
ejercicio de acciones ante las empresas y los órganos y tribunales competentes.
Los Delegados de Prevención son los representantes de los trabajadores con funciones específicas en materia de
prevención de riesgos en el trabajo. Serán designados por y entre los representantes del personal con arreglo a la
siguiente escala:
En las empresas de hasta treinta trabajadores el Delegado de Prevención será el Delegado de Personal. En las
empresas de treinta y uno a cuarenta y nueve trabajadores habrá un Delegado de Prevención que será elegido por y
entre los Delegados de Personal. No obstante, en los convenios colectivos podrán establecerse otros sistemas de
designación de los Delegados de Prevención, siempre que se garantice que la facultad de designación corresponde a
los representantes del personal o a los propios trabajadores. Asimismo, en la negociación colectiva podrá acordarse
que las competencias reconocidas en esta Ley a los Delegados de Prevención sean ejercidas por órganos específicos
creados en el propio convenio o en los acuerdos citados.
En las empresas que no cuenten con Comité de Seguridad y Salud por no alcanzar el número mínimo de
trabajadores establecido al efecto, las competencias atribuidas a aquél en la presente Ley serán
ejercidas por los Delegados de Prevención.
Acompañar a los técnicos en las evaluaciones de carácter preventivo del medio ambiente de trabajo, así
como a los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social en las visitas y verificaciones que realicen en los
centros de trabajo para comprobar el cumplimiento de la normativa sobre prevención de riesgos
laborales, pudiendo formular ante ellos las observaciones que estimen oportunas.
Tener acceso a la información y documentación relativa a las condiciones de trabajo que sean
necesarias para el ejercicio de sus funciones. Cuando la información esté sujeta a limitaciones, sólo
podrá ser suministrada de manera que se garantice el respeto de la confidencialidad.
Ser informados por el empresario sobre los daños producidos en la salud de los trabajadores una vez
que aquél hubiese tenido conocimiento de ellos, pudiendo presentarse, aún fuera de su jornada laboral,
en el lugar de los hechos para conocer las circunstancias de los mismos.
Recibir del empresario las informaciones obtenidas por éste procedentes de las personas u órganos
encargados de las actividades de protección y prevención en la empresa, así como de los organismos
competentes para la seguridad y la salud de los trabajadores.
Realizar visitas a los lugares de trabajo para ejercer una labor de vigilancia y control del estado de las
condiciones de trabajo, pudiendo, a tal fin, acceder a cualquier zona de los mismos y comunicarse
durante la jornada con los trabajadores, de manera que no se altere el normal desarrollo del proceso
productivo.
Recabar del empresario la adopción de medidas de carácter preventivo y para la mejora de los niveles
de protección de la seguridad y la salud de los trabajadores, pudiendo a tal fin efectuar propuestas al
empresario, así como al Comité de Seguridad y Salud para su discusión en el mismo.
El empresario deberá proporcionar a los Delegados de Prevención los medios y la formación en materia preventiva que
resulten necesarios para el ejercicio de sus funciones. La formación se deberá facilitar por el empresario por sus
propios medios o mediante concierto con organismos o entidades especializadas en la materia y deberá adaptarse a la
evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos, repitiéndose periódicamente si fuera necesario. El tiempo
dedicado a la formación será considerado como tiempo de trabajo a todos los efectos y su coste no podrá recaer en
ningún caso sobre los Delegados de Prevención.
A los Delegados de Prevención les será de aplicación lo dispuesto en cuanto al sigilo profesional debido respecto de las
informaciones a que tuviesen acceso como consecuencia de su actuación en la empresa.
El Comité de Seguridad y Salud es el órgano paritario y colegiado de participación destinado a la consulta regular y
periódica de las actuaciones de la empresa en materia de prevención de riesgos. Se constituirá en todas las empresas o
centros de trabajo que cuenten con 50 o más trabajadores y estará formado por los Delegados de Prevención, de una
parte, y por el empresario y/o sus representantes en número igual al de los Delegados de Prevención, de la otra. En las
reuniones del Comité
participarán, con voz pero sin voto, los Delegados Sindicales y los responsables técnicos de la prevención en la
empresa que no estén incluidos en la composición a la que se refiere el párrafo anterior. En las mismas condiciones
podrán participar trabajadores de la empresa que cuenten con una especial cualificación o información respecto de
concretas cuestiones que se debatan en este órgano y técnicos en prevención ajenos a la empresa, siempre que así lo
solicite alguna de las representaciones en el Comité. Se reunirá trimestralmente y siempre que lo solicite alguna de las
representaciones en el mismo. El Comité adoptará sus propias normas de funcionamiento.
Las empresas que cuenten con varios centros de trabajo dotados de Comité de Seguridad y Salud podrán acordar con
sus trabajadores la creación de un Comité Intercentros, con las funciones que el acuerdo le atribuya.
A fin de dar cumplimiento respecto de la colaboración entre empresas en los supuestos de desarrollo simultáneo de
actividades en un mismo centro de trabajo, se podrá acordar la realización de reuniones conjuntas de los Comités de
Seguridad y Salud o, en su defecto, de los Delegados de Prevención y empresarios de las empresas que carezcan de
dichos Comités, u otras medidas de actuación coordinada.
Por otro lado, los trabajadores y sus representantes podrán recurrir a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social si
consideran que las medidas adoptadas y los medios utilizados por el empresario no son suficientes para garantizar la
seguridad y la salud en el trabajo. En sus visitas a los centros de trabajo para la comprobación del cumplimiento de la
normativa sobre prevención de riesgos laborales, el Inspector de Trabajo y Seguridad Social comunicará su presencia al
empresario o a su representante o a la persona inspeccionada, al Comité de Seguridad y Salud, al Delegado de
Prevención o, en su ausencia, a los representantes legales de los trabajadores, a fin de que puedan acompañarle
durante el desarrollo de su visita y formularle las observaciones que estimen oportunas, a menos que considere que
dichas comunicaciones puedan perjudicar el éxito de sus funciones. La Inspección
informará a los Delegados de Prevención sobre los resultados de las visitas y sobre las medidas adoptadas como
consecuencia de las mismas, así como al empresario mediante diligencia en el Libro de Visitas de la Inspección de
Trabajo y Seguridad Social que debe existir en cada centro de trabajo.
Hora
Fecha: Hora:
PARTE DE INCIDENCIA N°
Fecha Asunto:
Turno
Informante:
Informado:
Incidencia:
Qué ha ocurrido
Cómo ha sucedido
Cuando se ha producido la incidencia
Quién o quienes han participado y en calidad de qué (si se sabe
este dato)
Medidas adoptadas:
Observaciones:
La denuncia se puede presentar personalmente o por un mandatario con poder especial y puede hacerse, tanto por
escrito, como de forma verbal. Actualmente también se prevé la denuncia a través de la Red que posteriormente deberá
ratificarse personándose en sede policial.
El contenido esencial de la denuncia escrita debe incluir los apartados o elementos siguientes:
1. Debe ir encabezada por el denunciante.
2. Indicar el lugar de presentación:
Juzgado de Instrucción o de Guardia Comisaría de policía