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3-4-2023 La farsa detrás del

feminismo radical
Langer, Lautaro; Cáceres Kevin y
Prado Mateo

Formación Ética
INSTITUTO LINEA CUCHILLA
La farsa detrás del feminismo. Langer Lautaro, Cáceres Kevin y Prado Mateo. 3°Técnico.

Introducción:
Está variante del feminismo busca eliminar los problemas que el este percibe entre ellos
la desigualdad de género, mejores trabajos, e igualdad de salarios, y que los menores
puedan tener relaciones cuánto ellos quieran. El uso de “radical” en el feminismo
viene de que esté busca realizar los cambios de manera definitiva, completa y total.

Cuestión:
Entendiendo esto, nos podemos cuestionar … ¿Está bien lo que está haciendo el
feminismo radical? ¿Está justificado? ¿Están simplemente siendo hipócritas?

Tesis: La realidad es mucho más compleja que cualquier reducción simplista entre
buenos y malos o las matan porque son mujeres. A base de falacias, manipulación y
eslóganes repetidos en todos los medios de comunicación. Llegando incluso a romperse
la igualdad ante la ley por razón de sexo y perder los hombres nuestra presunción de
inocencia, siendo criminalizados y tratados como violadores en potencia. Bajo esta
premisa, las radicales aplauden la deconstrucción del hombre y el empoderamiento de
la mujer porque, para ellas, ambos sexos están enfrentados en un juego de suma cero.
Estas conductas solo alejan más a los seres humanos entre si y degrada la calidad de
muchas relaciones humanas.

Argumentación:
La brecha salarial: Una cifra que se obtiene al comparar el salario medio de todos los
hombres con el salario medio de todas las mujeres. Así, sin más, sin tener en cuenta
factores como la preparación, la profesión, la responsabilidad o la antigüedad. Por no
tener en cuenta, no valoran ni el número de horas trabajadas, un despropósito.

Básicamente, si a las mujeres se les pagase menos por el simple hecho de ser mujeres,
estarían en una posición laboral eminente en el mercado, ya que ningún empresario
contrataría hombres para realizar el mismo trabajo que hacen las mujeres por menos
salario. ¡No habría ni un hombre trabajando si esto fuera así!

Un dato curioso, en España está prohibida la discriminación salarial por razón de sexo. Si
nos fijamos en las estadísticas de 2016, se realizaron más de un millón de inspecciones
de trabajo, se actuó en 5.976 casos y se comprobaron un total de 81 infracciones, solo
81 infracciones de más de un millón de inspecciones a este respecto.

Remuneración del mercado y horas de trabajo

En el estudio realizado por CRUE Universidades Españolas, podemos observar en el


Gráfico 3.02 cómo dos de las carreras que poseen las salidas laborales con mayores
sueldos: informática e ingenierías, tienen una escasa presencia femenina. ¿Acaso las
mujeres no son libres de elegir estas carreras?

En esta otra gráfica del INE se refleja el porcentaje de mujeres que trabajan a tiempo
parcial respecto al total, que es de un 23,8%, mientras que en los hombres es del 7%. Es
absurdo equiparar sueldos totales teniendo en cuenta esta enorme diferencia en el
número de horas trabajadas.

Sea como fuere, veamos algunos estudios al respecto:

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La farsa detrás del feminismo. Langer Lautaro, Cáceres Kevin y Prado Mateo. 3°Técnico.

Resulta muy esclarecedor el estudio realizado por Valentín Bolotnyy y Natalia Emanuel
de la Universidad de Harvard. Los trabajadores son promovidos en función de su
antigüedad, por lo que, si llevan el mismo tiempo en la empresa, reciben el mismo salario,
horarios, rutas y beneficios.

Siendo así ¿cómo es posible que haya diferencias salariales? Al realizar un análisis
pormenorizado descubrieron que los trabajadores masculinos hacían un 83% más de
horas extra que sus compañeras, que éstos aceptaban el doble de veces un turno de
horas extra con poca antelación y que tomaron un 48% menos de horas libres no
remuneradas. Además, elegían las rutas y los horarios menos deseables, noches, fines de
semana, que llevan una compensación salarial.

En resumen, los hombres preferían ganar más dinero, aunque eso les supusiera trabajar
más horas y en peores condiciones. Las mujeres, en cambio, escogían trabajar menos
horas y en horarios más cómodos, aunque ello conllevara menores ingresos.

La invisibilidad del dolor masculino:

Sería lógico crear ayudas exclusivas para hombres según el sistema demagógico de leyes
y subvenciones actuales.

Según las estadísticas, los hombres son población de riesgo. Se cometen seis veces más
asesinatos de hombres, tres veces más suicidios, mayor fracaso escolar, mayor riesgo de
caer en drogodependencias y sobre todo la brecha vital, ya que los hombres viven 5,5
años menos medios. Lo mismo que lo anterior, ¿alguien ha oído hablar de ello?

Se habla mucho de la obligación de asumir las tareas domésticas por parte de las
mujeres, pero nunca se habla de la imposición del rol de proveedor por parte del hombre.
En el estudio sobre la Empresa de Transportes de la Bahía de Massachusetts queda claro
que los hombres prefieren trabajar más con tal de conseguir más dinero. Pero ¿realmente
lo prefieren? Mientras que las mujeres prefieren trabajar menos horas, sabiendo que
supone ingresar menos, volvemos a decir: ¿prefieren?

Misoginia: Decir que las feministas fustigan a los hombres parece un cliché, una
caricatura misógina. El motivo central del feminismo, aseguran sus defensoras, es la lucha
por la igualdad. La etiqueta del odio a los hombres es producto o de la difamación o de
un malentendido. Sin embargo, gran parte de la retórica feminista actual ha cruzado la
línea que separa las críticas al sexismo de las críticas a los hombres, y se centra en el
comportamiento personal: cómo hablan, cómo abordan las relaciones, incluso cómo se
sientan en el transporte público. Se destacan los defectos masculinos como condenas
absolutas, y cualquier objeción a ello se considera un síntoma de complicidad. Si se
hicieran acusaciones similares contra las mujeres, se tacharían de burda misoginia.

Def. de “misoginia”: desprecio u odio hacia las mujeres.

Conclusión:

Estamos a favor de las mujeres -y de los hombres- y de que cada cual se identifique o
defienda las ideas que considere más justas y necesarias. Lo que criticamos es la
ideología totalitaria subyacente tras el feminismo contemporáneo:

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La farsa detrás del feminismo. Langer Lautaro, Cáceres Kevin y Prado Mateo. 3°Técnico.

• Esa ideología que nos impone una forma de hablar, que nos dice cómo realmente
somos y cómo deberíamos comportarnos. Esa ideología institucionalizada en el
poder ejecutivo, en el legislativo y en el judicial.
• Esa ideología que cada vez está más asimilada en el aparato educativo del Estado
e insiste en adoctrinar sexualmente a niños que ni se plantean esas cuestiones.
• Esa ideología que se disfraza como un movimiento del Pueblo, pese a que está
impulsada por los máximos organismos a nivel mundial.
• Esa ideología que en vez de ayudar a las mujeres buscando la causa de los
maltratos y asesinatos, ideologiza las muertes presuponiendo que las causas se
deben exclusivamente al género de la víctima (las matan porque son mujeres).
• Esa ideología a través de la cual se crean miles de asociaciones que son
subvencionadas con dinero público y que, buena parte de estas, solo promueven
el enfrentamiento civil entre ambos sexos.
• Esa ideología que, en vez de castigar a los culpables, criminaliza a la mitad de la
población tratándoles como violadores en potencia.
• Esa ideología que, a través de discursos buenistas, propaganda y complicidad
política ha conseguido que, por ejemplo, en España no haya igualdad ante la ley
por razón de sexo ni presunción de inocencia
• Esa ideología que rechaza valores tradicionales como la unión entre hombres y
mujeres, la familia o el catolicismo, pero que resulta ser igual de intolerante que
la propia investigación.

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