10 Domingo Popular
T &
T E N D E N C I A
VUELVEN LAS HOMBRERAS
La “armadura estilística”
que empodera a la mujer
yM uchas veces consideradas como un “elemento vulgar”, las hombreras vuelven a escena y demuestran todo su poder. Se
trata de una tendencia que se esta imponiendo y fueron protagonistas de los desfiles en las recientes semanas de la moda
internacional. Al vestuario femenino llegaron en la decada del ‘30 y recuperaron su protagonismo en los años ochenta.
S
i en los años ochenta, las hom-
breras se convirtieron en el ac-
cesorio favorito de artistas co-
mo Michael Jackson, Madonna,
Joan Collins, Diana Ross o Melanie
Griffith, este elemento de vestua-
rio, tildado (a veces) de “vulgar”,
vuelve a escena y demuestra su po-
der.
“Las hombreras son una armadu-
ra estilística, tienen poder y empode-
ran a la mujer, además de perfilar si-
luetas”, resume la experta en comu-
nicación de moda Pepa Fernández.
Son tendencia absoluta y han
protagonizado prácticamente to-
dos los desfiles recientes de las se-
manas de la moda internacional,
adquiriendo gran presencia en las
nuevas propuestas de la casa Saint
Laurent para esta primavera-vera-
no 2023.
Desde la firma italiana Max Mara
hasta la inglesa Stella McCartney, los
hombros-pagoda -que imitan a las
cornisas de estos templos- están pre-
sentes en gran parte de sus propues-
tas.
La italiana Alberta Ferretti tam-
bién apuesta por hombreras, pero
con unas proporciones más come-
didas, eso sí, sin perder ese halo de
defensa ante miradas ajenas.
La estética de series televisivas
actuales como “The Bridgerton” ha
fomentado esta moda, que “impone
respeto”, añade Pepa Fernández; y
advierte que “las hombreras deben
mantener una relación inversamente
proporcional al resto del estilismo”.
Conscientes de que los hom-
bros son la parte del cuerpo que co-
necta directamente con la vista, los
diseñadores proponen esta tempo-
rada aupar este complemento, que
llegó al vestuario femenino en la
década de los años treinta del siglo
pasado por influencia del atuendo
masculino.
Por esa época, la diseñadora ita-
pSe impusieron en las recientes pasarelas y hasta famosas como Victoria Beckham se animaron a las hombreras.
liana Elsa Schiaparelli (1890-1973) fue
pionera y presentó una colección en
colaboración con artistas surrealistas
que experimentaron con ellas hasta
crear prendas muy originales que se-
dujeron a la actriz Joan Crawford.
A partir de la Segunda Guerra
Mundial, las hombreras se acomo-
daron en chaquetas americanas,
abrigos y cazadoras confeccionadas
para la mujer a imagen y semejanza
de las prendas de los hombres.
Es “una buena metáfora de ese
cambio de roles que se produjo
cuando las mujeres se incorpora-
Los que se animaron
cThierry Mugler, Ralph Lauren, Donna
Karan o Giorgio Armani, diseñadores
que crearon el uniforme ejecutivo
poniendo énfasis en los hombros.
c
Se eclipsó en los noventa
cEste atributo inequívocamente
ochentero, que muchos entendidos
de la moda calificaban de “vulgar y
excesivo”, se eclipsó tras la líneas
minimalistas de los años noventa.
Diario Popular | Buenos Aires, domingo 30 de abril de 2023
TIP
cAhora las hombreras viven un nuevo
renacer en las toreras que presenta
Dolce&Gabbana o en las chaquetas
americanas de Prada, además de
formar parte del ADN de Balmain.
ron al trabajo en pleno conflicto bé-
lico”, cuenta Fernández.
Pero con la llegada del “New
look” en 1947, creado por el diseña-
dor francés Christian Dior (1905
1957), las hombreras se difumina-
ron, perdieron presencia en favor
de los cuerpos ceñidos, la cintura
de avispa y las faldas amplias.
Tres décadas más tarde, las hom-
breras recuperan protagonismo y en
los años 80 viven su época dorada,
abanderada por los poderosos trajes
de chaqueta que vestía la mujer para
ir a trabajar a la oficina.i
c
En los años ochenta
cSe lucían con la idea de impactar,
desde la primera ministra del Reino
Unido, Margaret Thatcher, hasta la
actriz Joan Collins o la princesa Diana.
30
cfue la década en la que la
diseñadora italiana Elsa
Schiaparelli fue influenciada por
el impresionismo y vio el potencial
de esta tendencia en el 1931 las
incluyó en sus diseños.
UNA MODA AMADA
POR MUCHOS Y
ODIADA POR OTROS
uLas hombreras son ese volumen en
los hombros que ha sido amado por
muchos y odiado por otros. La historia se
remonta al siglo XV, cuando
comenzaron a destacarse ciertas partes
del cuerpo, sobre todo los miembros de
las clases altas renacentistas. Su
objetivo era destacar ante la sociedad y
diferenciarse de los plebeyos.
Las hombreras como las conocemos en
la actualidad tienen su inicio en el siglo
XIX y fue como protección a los
jugadores de fútbol americano de una
lesión. Para 1890 nace la primera
versión de hombreras individuales que
iban cosidas a la ropa y eran hechas de
cuero.
Su gran salto evolutivo se da en los años
‘30 cuando la moda femenina se vio
“militarizada” gracias a las guerras que
se vivían en el momento, así que el uso
de chaquetas y chalecos no era extraño.
Muchas mujeres viudas tuvieron que salir
a trabajar y empezar a mezclarse en un
mundo de hombres por lo que buscaban
infundir respeto a través de la
indumentaria.
Luego de la segunda guerra mundial,
hacia finales de los 50, las mujeres
vuelven a querer figuras más suaves y se
enfocan en remarcar la cintura al estilo
Dior. Para la década de los 70 regresan
las hombreras de la mano de
diseñadores como Ossie Clark y Barbara
Hulanicki.
En los 80 llegaron los baby boomers con
ganas de ganar mucho dinero y rápido y
adoptaron el lema “Dresses for success”;
con ellos buscaban proyectar una
imagen ambiciosa que exteriorizara su
actitud en la vida. La silueta femenina se
volvió a ver influenciada por la estética
masculina a través de las hombreras.