Buenos Aires, domingo 30 de abril de 2023 | Diario Popular
MUSICA
CHANGO SPASIUK GRABO A DISTANCIA CON MUSICOS DE EUROPA, AFRICA Y LATINOAMERICA
LA PLACA CRECIO EN EL CONFINAMIENTO POR LA PANDEMIA. AL ACORDEONISTA QUE VIAJO POR EL MUNDO DESDE SU CASA
LE “ENCANTO QUE EL RESULTADO FINAL SEA UN CUADRO QUE NO SE ALEJA TANTO DE MI PROPIO MUNDO SONORO”.
“Eiké! tiene más raíz que
discos anteriores míos”
Por PABLO VAZQUEZ
E
s imposible pensar que lo que es-
toy haciendo no tiene referencia
al lugar de donde soy. Todo lo
que hago tiene referencia al lugar de
donde soy porque ésa es la raíz de mi
música y es imposible querer ser algo
que no se es”, enfatiza, clausura
Chango Spasiuk en relación a su nue-
vo disco, Eiké!, que armó en la intimi-
dad de su casa pero con la participa-
ción de un selecto puñado de músicos
de Africa, Europa y Latinoamérica.
Cada uno hizo su aporte desde su res-
pectivo país, desde su refugio en pan-
demia, incluido un argentino -Gusta-
vo Santaolalla- en Estados Unidos. Ya
en el nombre del trabajo el acordeo-
nista definió la identidad de su arte al
elegir un vocablo guaraní. Según la
museóloga y poeta paraguaya Alejan-
dra Peña Gill, eiké equivale a una invi-
tación “a entrar a un espacio inte-
rior”. El álbum que será presentado
de manera peculiar -ver aparte- el jue-
ves en el teatro Español de Neuquén y
el viernes en el Coliseo porteño lleva
por título completo Eiké!, Entrar en el
Alma. A esto llama en general la músi-
ca del Chango y en este caso la convo-
catoria se les hizo específicamente a
los invitados: Santaolalla en ronroco,
el español Carlos Núñez en flauta, el
paraguayo Sixto Corbalán en arpa, el
francés Erik Truffaz en trompeta, el
noruego Einar Watle en guitarra, el
también noruego Steinar Raknes en
contrabajo, el senegalés Boubacar
Cissoko en korá, el brasileño Jaques
Morelenbaum, en violonchelo y el
marroquí Majid Bakkas en laúd.
l Da la impresión que se las ingenió
para esquivar el aislamiento por la pan-
demia y pudo sostener los encuentros
con músicos, aunque sin compartir el
espacio físico.
-No sé si es tan así. Yo junté equipa-
miento, me hice de tecnología para
trabajar y transmitir mejor desde mi
casa. Después tuve ese momento in-
trospectivo que tiene un artista, solo,
con el piano, leyendo poesía… y em-
pecé a grabar. En una tercera etapa,
sí, me comuniqué con los músicos,
que estaban como yo. No sé si hubie-
sen sido posibles tantos feats sin pan-
demia. Porque la agenda sin pande-
mia es complicada. Fue una situación
de sincronía y disponibilidad que vol-
vió posibles tantos cruces.
l ¿Qué lo sorprendió de esas colabo-
raciones?
Domingo Popular
pSpasiuk en el paisaje que lo inspira. Abajo, la tapa del disco. Un living abierto al mundo pero desde Misiones.
-Cuando uno tiene muchos años de
oficio sabe que se imagina algo pero
después en la realidad esos desarro-
llos estéticos con frecuencia no fun-
cionan. Lo que me sorprendió es que
en cada una de las cosas que yo pro-
puse la devolución fue superadora y
el resultado final fue más alto que mis
propias expectativas… la textura que
creó Santaolalla, o lo que hizo Majid
Bekkas con su laúd desde Marruecos,
o lo de Sixto Corbalán, Morelenbaum
o Per Einar Watle.
l Está convencido del material.
-En realidad de todos los proyectos
que yo hago estoy convencido, pero
de este también estoy convencido
-ríe-. Me encantó haberme planteado
el desafío estético de buscar puntos
de contacto en cosas que parecería
que no los tuvieran. Y, sin embargo,
el resultado final es un cuadro que no
se aleja tanto de mi propio mundo so-
noro. Corriéndome de cualquier es-
pacio de divismo, no sé si hay mucha
música argentina que tenga todos es-
tos cruces y más con el triple mérito
de ser una producción independien-
te, totalmente artesanal y encima de
un músico que viene de una tradición
5
como la del chamamé, con toda la
subestimación que ha tenido el géne-
ro durante un montón de tiempo.
l Declaró que no está conforme con el
disco Bailemos y…
-En Bailemos y… hice la primera ver-
sión de Lucas, el tema que compuse
para mi padre y que ahora volví a gra-
bar -con Watle y Raknes-. No estaba
convencido de la versión original. Pe-
ro lo que me pasa con Bailemos es
que en ese momento no sabía muy
bien cómo grabar. A esta altura del
partido he aprendido con la experien-
cia.
l Eiké está en su mundo sonoro, pero
en comparación y por los invitados
¿está menos presente el litoral?
-No, para nada, no. Esa es la raíz de
mi música. Es imposible querer ser al-
go que no se es. Cómo dejar de ser lo
que se es. Imposible. Pero eso no sig-
nifica que no pueda dialogar con
otros mundos. Y que me permita in-
cluso ir con mi música a otro tipo de
circuitos. Pero siempre desde el patio
de mi casa porque es el único lugar al
que pertenece la música que hago.
En el disco hay sonidos más in-
trospectivos como Gratitud, Pynandí,
Tristeza o Improvisación para Juana
-el Chango, solo, con el piano-, pero
también temas muy tradicionales co-
mo Puestero Lobizon, Siete Higueras,
Puerto Tirol, La Polca de Juana. Se di-
ría en el circuito world music que tie-
ne mucho root, mucha raíz, mucha
más que en algunos discos anteriores
míos.En la tapa del disco es como
que estoy en el living, pero el fondo
de mi casa es el monte misionero. O
sea, no hay otro paisaje ahí detrás di-
ferente, es mi propio paisaje. De algu-
na manera esa imagen lo dice todo.i
LA PRESENTACION CON
ARTISTAS EN VIVO Y
RECURSOS DIGITALES
uLa trama específica de timbres
escogida por el Chango Spasiuk para la
mayoría de las doce obras registradas
en Eiké! Entrar al Alma indicaba seguir
algún criterio para la presentación en
vivo. Con los músicos desparramados
por el mundo, el artista misionero
decidió usar pistas con las
intervenciones de los invitados en los
casos de ausencia. “Es un recurso que
usan un montón los músicos del pop, el
trap, el freestyle o del rock inclusive.
Pero en nuestra tradición no se usa
mucho. En mi concierto de treinta años
en el Opera empleé esa herramienta
con la voz de Mercedes Sosa. No lo usé
mucho, pero la presentación de este
disco sí lo vamos a hacer. Como muchos
de los invitados que tenemos no
estarán, los dispararemos digitalmente
y tocaremos alrededor de esos sonidos
y de esos instrumentos”, apunta
Spasiuk. La ambición de fidelidad al
original también apareció en un detalle
de la entrevista. El músico mandó los
audios de sus respuestas al cronista,
quien durante el contacto telefónico
había tomado nota del claro y hasta
pausado discurso del entrevistado.
De cualquier modo, habrá gran
cantidad de música surgiendo en el
preciso instante de los conciertos.
Además del Chango en acordeón y
piano estará de modo presencial su
banda compuesta por Pablo Farhat en
violín, Eugenia Turovetzky en chelo,
Marcos Villalba en percusión, Diego
Arolfo en guitarra y voz, Enzo Demartini
en guitarra y acordeón, Facundo Cano
en contrabajo y Andrés Pilar en piano,
según detalló Spasiuk. Los invitados
que viajarán a la presentación de Eiké!
son Per Einar Watle, Sixto Corbalán y el
vientista argentino radicado en Cuba
Rodrigo Sosa.
“El concierto arranca tocando el disco
con el ensamble, los invitados y algunos
loops y cosas que dispararemos para
tratar de acercarnos lo más que se
pueda a un disco que ha tenido una
gran posproducción. Una vez que tuve
todas las devoluciones de los artistas
vino la etapa de acomodar la
información, darle una idea, una
cohesión, una narración y después
agregarle un violín acá, una percusión
extra ... Y habrá una segunda parte en
la que el sonido no va a girar en torno a
Eike! sino alrededor de mucha otra
música”.