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Mecánica Cuántica Conceptual - Propagación de Feynman
Mecánica Cuántica Conceptual - Propagación de Feynman
CUÁNTICA
CONCEPTUAL
Propagación de Feynman
y cuantización semiclásica
Bernardo Adeva Andany
2 LA CONSTANTE DE PLANCK . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.1 La observación en intervalos de tiempo muy cortos 13
2.2 El movimiento periódico 15
2.3 El tamaño de los átomos y el radio de Bohr 16
2.4 El oscilador armónico 1D 20
2.5 La densidad de niveles de energía 21
2.6 El movimiento ondulatorio 24
3 LA PROPAGACIÓN DE FEYNMAN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1 Propagación exacta sobre un tiempo finito 35
4 LA VELOCIDAD INSTANTÁNEA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
5 LA ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
6 LA FUNCIÓN DE ONDAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
9 EL PRINCIPIO DE INDETERMINACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
13 LA FÓRMULA DE BOHR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
15 EL MOMENTO ANGULAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
∂U
− = mẍ (1.1)
∂x
Hx 2,t2L
t2
t1
Hx 1,t1L
x1 x x2
Figura 1.1: Movimiento en el plano (x,t) según distintas trayectorias: la de mínima acción
(verde) y otras fuera de la Mecánica Clásica (rojo)
(x − x1 )2 (x2 − x)2
∆t x1 + x ∆t x + x2
= m −U( ) + m −U( ) (1.4)
2 2(∆t/2)2 2 2 2(∆t/2)2 2
Donde U((x1 + x)/2) representa el potencial promedio en la primera
mitad (análogamente U((x + x2 )/2)). Evidentemente la acción no tomará
igual valor para cada punto intermedio x que la partícula pueda ocupar en el
instante t = (t1 + t2 )/2. Pues bien, el principio de mínima acción dice que
el único punto x posible es aquél que hace mínimo (extremal) el valor de S
y cumple por tanto ∂∂ Sx = 0. Es fácil comprobar, derivando la expresión (1.4)
respecto a x, que se obtiene exactamente la fórmula (1.3), que equivale a
(1.1).
10 Capítulo 1. EL PRINCIPIO DE MÍNIMA ACCIÓN
4S(x1 ,t1 ; x,t) construye una función en el plano (x,t) que se llama función principal de Hamilton, y que
verifica ∂∂tS = −E y ∂∂ Sx = p, siendo p el momento en el punto (x,t).
2. LA CONSTANTE DE PLANCK
1
la constante α tiene especial sentido para los sistemas integrables, y es aditiva para cada uno de los
circuitos cerrados irreducibles i que se producen alrededor de los toros invariantes en el espacio fásico
que caracterizan el movimiento en este tipo de sistemas. Toma el valor αi = Mi /4 en cada uno de ellos, si
hacemos n = 0, 1, . . . ∞, siendo Mi un número entero positivo llamado índice de Maslov.
2.1 La observación en intervalos de tiempo muy cortos 13
y que dicho límite no existe en realidad (es infinito). Por tanto, los
cuerpos no siguen trayectorias diferenciables. A nosotros nos
parece que sí lo hacen, debido a que nuestros sentidos, o aparatos de medida,
no son capaces de constatar intervalos de tiempo suficientemente cortos.
3
para estimar ∆T /T con precisión se hace necesario conocer los detalles de la localización espacial del
cuerpo (fluctuaciones de su centro de gravedad, por ejemplo), y no podemos en general suponer que los
móviles son puntos matemáticos (como habitualmente se hace en la Mecánica).
4 únicamente para ∆t h/(4T ) podemos garantizar que ∆T será positivo. Para ∆t . h/T las fluctuaciones
cuánticas serán más moderadas, pudiendo tomar ∆T valores positivos o negativos, dependiendo de los valores
discretos n = 1, 2, 3, ó 4.
2.2 El movimiento periódico 15
Consideración relativista
Para descartar la existencia de trayectorias diferenciables, nos hemos
limitado a tratar de forma no relativista la energía cinética. Pero resulta
evidente que, para intervalos de tiempo de observación suficientemente
cortos, el aumento de la energía cinética necesariamente lleva a cualquier
cuerpo al dominio relativista, aproximándose su velocidad a la velocidad de
la luz c. Un ejercicio instructivo para el estudiante interesado en este caso
es demostrar lo anterior tomando la acción relativista S para el movimiento
libre 5 , que implica una acción reducida S0 = S + mc2 γ∆t, donde γ es el
factor de Lorentz. No es difícil entonces darse cuenta de que, suponiendo
S0 ∼ h, la localización temporal necesaria para que la partícula alcance
velocidades próximas a c viene dada por ∆t ∼ h/(mc2 ), siendo m su masa
en reposo. Nótese que este tiempo de localización es mucho más corto, en
general, que el necesario para producir fluctuaciones cuánticas significativas.
Si consiguiésemos localizar en el tiempo átomos, moléculas o núcleos
atómicos con la precisión anterior, estos sistemas perderían su integridad, y
de hecho tal consideración no tiene relevancia alguna para su estudio. Para
un electrón, cuya masa me es mucho más ligera, la localización temporal
en el intervalo ∆t ∼ h/(me c2 ) sigue siendo demasiado corta como para
ser relevante en el estudio de la materia ordinaria. Tiene sin embargo la
interesante consecuencia de producir pares electrón-positrón, allá donde
consiga realizarse en el laboratorio.
d −2
Z ∆t
S= Ldt = L̄ ∆t = (T̄ − Ū) ∆t = E ∆t (2.2)
0 d +2
6para potenciales centrales del tipo indicado, únicamente los casos d = −1 y d = 2 originan trayectorias
siempre periódicas. En los demás casos tendría sentido considerar como periodo el intervalo de tiempo ∆t en
que r realiza un ciclo entre (rmin , rmax ), llamado aquí periodo parcial.
7 este potencial describe igualmente la atracción gravitatoria entre dos masas m y m , con β = G m m ,
1 2 N 1 2
y el análisis físico que sigue se aplica íntegramente a este caso también.
2.3 El tamaño de los átomos y el radio de Bohr 17
-���� �=�
Figura 2.1: Potencial culombiano del átomo de Hidrógeno que muestra los estados
discretos de la energía que se originan cuando la acción clásica reducida S0 toma
valores que son múltiplos enteros de h. El nivel más bajo E1 define el radio de Bohr
a0 = β /(−2E1 ). En el límite n → ∞ la energía parece tomar valores continuos.
1 mβ 2 1 1 mZ 2 e4 1
− En = = (2.4)
2 h̄2 n2 2 (4πε0 )2 h̄2 n2
1 mβ 2
− E1 = 2
= 2.180 × 10−18 J (2.5)
2 h̄
para ser exactos, la condición de cuantificación en este caso es: S0 = (n + M/4)h, siendo el índice de
8
Maslov M = 4. En 2D tenemos M = 2 por las parejas de puntos sobre la elipse que están en línea recta con el
foco secundario (puntos conjugados). Pero la elipse debe ser sumergida en 3D, y ello hace que aparezcan dos
nuevos puntos conjugados, en línea recta con el foco principal (uno de ellos repetido). Véase M. Gutzwiller,
“Chaos in Classical and Quantum Mechanics”, Springer 1990. La regla general, cuando tenemos varios de
grados de libertad, es que al menos uno de ellos cumple M 6= 0 y n toma valores que empiezan de hecho en
cero: n = 0, 1, . . . ∞.
2.3 El tamaño de los átomos y el radio de Bohr 19
��
��
I N I N N
S0 = pd q = ∑ pi dqi = ∑ S0i = ∑ (ni + αi )h
i=1 i=1 i=1
Z Z
!
Ω(E) = dN q θ E − H(q , p) d N p
de ciclos.
26 Capítulo 2. LA CONSTANTE DE PLANCK
Figura 2.3: Cuando una onda muy débil se difracta, solo uno de los detectores registrará
el quantum, el resto no darán señal. No podemos predecir cuál es el detector que salta.
1
la amplitud (3.1) se construye como una suma (integral) sobre muchas amplitudes distintas (caminos),
que contribuyen simultáneamente al movimiento. Se hace referencia a esta idea en la literatura como
principio de superposición. Veremos en el Capítulo 6 cómo este principio se extiende inmediatamente al
propio estado de movimiento.
31
(3.1), estando basado en una función exponencial. Nótese que dicha integral nos muestra también que la
relación (3.1) es igualmente satisfecha por el propagador real que se obtendría al reemplazar i → −1 en
(3.2). Esta opción no corresponde a la Mecánica Cuántica, pues adolece crucialmente del comportamiento
oscilatorio requerido. Corresponde en cambio al fenómeno de la difusión, que describe los procesos basados
en el movimiento Browniano. p p
5 los ceros del coseno se sitúan en x = ± (2n − 1)π/2a, y los del seno en: x = ± nπ/2a, con
n n
n = 1, 2, . . . ∞.
33
cosHax2 L
1
x
Π Π
-
2a 2a
-1
sinHax2 L
1
x
Π Π
-
a a
-1
Figura 3.1: Representación gráfica de las funciones de Fresnel, que son la parte real
2
(arriba) y la parte imaginaria (abajo) de la función eiax .
6 en estos experimentos, que son analizados en el curso, la propagación tiene lugar en 2D. Resultan
enormemente reveladores los realizados con átomos de Helio en 1997 (Ch. Kurtsiefer et al., Nature 386
(1997), 150-153), admirablemente descritos en el libro “Quantum Physics” de J.S. Townsend (2010).
34 Capítulo 3. LA PROPAGACIÓN DE FEYNMAN
Hx 2,t 2 L
t2
t1
Hx 1,t 1 L
x1 x cl x2
Figura 3.3: Posiciones x que ocupa un cuerpo (en rojo) en el instante t al pasar de x1 a x2
en un pequeño lapso de tiempo, separadas de la trayectoria clásica (azul), y la parte real
de la amplitud que les asigna el propagador de Feynman (gris), en una escala arbitraria.
50
-4 -2 2 4
-50
Podemos evaluar la Lagrangiana L(x, ẋ,t) en cada punto (xi ,ti ) y aplicar
el propagador (3.2) en cada subintervalo:
iε xi+1 + xi xi+1 − xi ti+1 + ti
K(i + 1, i) = A exp L , ,
h̄ 2 ε 2
N−1
K(xb ,tb ; xa ,ta ) = lı́m ∏ K(i + 1, i) (3.4)
ε→0 i=0
Figura 4.1: Camino irregular seguido por una partícula cuando se mira en detalle en un
diagrama espacio-tiempo: la trayectoria no es diferenciable. Dibujo original de Richard
Feynman en Quantum Mechanics and Path Integrals, 1948.
1 recordamos aquí la consideración relativista realizada en la Sección 2.1, que lleva la velocidad hacia c.
5. LA ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER
i mξ 2
r Z +∞
m i
K(x,t + ∆t) = exp exp −U(x − ξ /2,t)∆t K(x − ξ ,t)dξ
2πih̄∆t −∞ h̄ 2∆t h̄
(5.2)
m √ ih̄Z 2
r
∂ K(x,t) Z 3/2 1 ∂ K(x,t)
∆t iZ
∆t
Z = 2π − ∆tU(x,t)K(x,t)
2 ∂ x2
Z Z
∂t 2πih̄Z
∆t
Z m h̄
que no es más que la parte real del propagador de Feynman con una
fase β adecuada, hubiera dado origen a una ecuación diferencial real que
sustituyese a la ecuación de Schrödinger.
Para responder a la pregunta anterior, lo primero es dilucidar si el
propagador real Kc cumple o no el postulado de propagación (3.1), para
∆t → 0. Sorprendentemente, la respuesta es afirmativa para el movimiento
libre (U(x,t) = 0), a condición de ser β = −π/4. Sin embargo, dicho
postulado deja de verificarse en el caso general con U(x,t) 6= C 2 .
Se constata así la necesidad de los números complejos para tener una
representación viable del postulado de propagación de Feynman (3.1), que
se basa en asignar una fase al cociente S/h̄ en (3.2), no generando la función
coseno ninguna ecuación diferencial que represente a dicho postulado.
2 para verlo, téngase en cuenta la expresión cos(A + B) = 2cosAcosB − cos(A − B), donde aparece un
segundo término cuya integral es no nula en (−∞, +∞), en presencia de un potencial U(x,t) 6= 0.
6. LA FUNCIÓN DE ONDAS
Como la probabilidad total de que ocupe algún punto del espacio debe
ser la unidad en cada instante t, debe verificarse la llamada condición de
normalización: Z +∞
ψ(x,t)2 dx = 1
(6.3)
−∞
eikx e-ikx
+i X +i X
-1 -1
+1 +1
-i -i
h
λ= (7.3)
p
siendo h la constante de Planck.
En efecto, esta onda no es otra cosa que el estado ψ(x,t) definido por la
solución (7.1) de la ecuación de Schrödinger 1 , que hemos representado en
la Figura 7.1 para t = 0.
Con la relación de dispersión (7.2), asociamos la velocidad de la partícula
con la velocidad de grupo vg = dω dk de la onda:
dω h̄k h
=m
p = mvg = m = h̄k =
dk m λ
estando la energía cinética de la partícula asociada con la frecuencia ω
de la onda:
p2 h̄2 k2
E= = = h̄ω
2m 2m
1el razonamiento relativista original de De Broglie para postular esta onda fue bien distinto a lo aquí
expuesto. La onda se encuentra en fase con lo que él llamó un proceso periódico interno asociado con la
energía mc2 . Es el carácter dispersivo de la onda, a través de la relación ω(k) 6= vk, lo que permite resolver
el conflicto planteado entre el aumento de frecuencia por el aumento de masa con la velocidad (h̄ω = mc2 γ),
y la disminución de frecuencia debida a la dilatación temporal de Lorentz (h̄ω1 = mc2 /γ).
49
2 véase por ejemplo “The Fourier Transform and its Aplications”, R. N. Bracewell (2000).
8. VALORES MEDIOS E INDETERMINACIÓN
[x, p] ≡ xp − px = ih̄
2 +∞ R +∞ ∂ ψ ∗ ∂ ψ R +∞ ∂ ψ(x) 2
en efecto: − ∞∞ ψ ∗ ∂ ψ2 dx = −ψ ∗ (x)ψ(x)−∞ + −∞
1
R
dx ≥ 0 para funciones
∂ x ∂ x dx = −∞
∂x ∂x
de cuadrado sumable ψ(x) que vayan a cero en el infinito.
9. EL PRINCIPIO DE INDETERMINACIÓN
Idéntico resultado
p se obtiene diferenciando la expresión relativista para
la energía E = p2 c2 + m2 c4 (siendo m la masa en reposo), teniendo en
cuenta que también dE/d p = vg = β c = pc2 /E en este caso. Es claro que
el producto ∆E∆t no depende ya de vg , y de la expresión (9.1) obtenemos
el principio de indeterminación energía-tiempo:
∂ ψ −h̄2
ih̄ = ∆ +U(r ,t) ψ (10.2)
∂t 2m
p2
O aún más simple, utilizando el operador Hamiltoniano H = +U:
2m
∂ψ
ih̄ = Hψ (10.3)
∂t
El propagador de Feynman en 3D se escribe como:
ZZZ
ψ(r ,t) = K(r ,t ; r1 ,t1 )ψ(r1 ,t1 )d 3 r1 (10.4)
Número de medidas
XA\
400
DA
200
3
esto hace posible realizar en física medidas de enorme precisión. La consecución de tales medidas a
menudo constituye un factor principal para el avance de la propia física, o un hito tecnológico. Nótese que
también pueden lograrse, en cualquier caso, medidas de gran precisión sobre los valores medios hAi.
63
S0
= 2πn n = 0, 1, 2, . . . ∞
h̄
1 en la Mecánica Clásica con N grados de libertad, el movimiento periódico está bien caracterizado
tanto en los sistemas integrables como en los sistemas caóticos. En el primer caso, debería llamarse más
apropiadamente multiperiódico, ya que tiene lugar confinado dentro de toros invariantes en el espacio
fásico de energía constante, con N − 1 frecuencias independientes entre sí. Como los números racionales
forman un conjunto denso dentro de los números reales, siempre podemos hacer que dichas frecuencias sean
proporcionales a un conjunto apropiado de enteros, de manera que sean conmensurables, siendo entonces el
movimiento verdaderamente periódico. En los sistemas caóticos no existen tales toros, porque no existen
más constantes del movimiento que la energía total E. Pero las órbitas periódicas conservan todo su sentido,
aún siendo inestables al cabo de muchos ciclos.
2 propagador que, sobre la trayectoria clásica, se hace exacto para cualquier intervalo de tiempo.
66 Capítulo 12. LOS ESTADOS ESTACIONARIOS
tipo: U(r) = β rd (d > −2), donde la coordenada radial r va y viene entre los límites (rmin , rmax ). La frontera
se alcanza justo en esos límites, cuando cambia el signo del momento radial. Para un comprensión detallada
de la afirmación realizada arriba en la Mecánica Clásica, es conveniente alguna lectura adicional. Véase, por
ejemplo, S. C. Creagh, J. M. Robbins and R. G. Littlejohn, Physical Review A Vol. 42, No. 4 (1990).
67
∂ |ψ(r ,t)|2
=0 ∀r ∈ R3 (12.1)
∂t
5 puede encontrarse un desarrollo detallado de esta idea en el libro de M. Gutzwiller, “Chaos in Classical
and Quantum Mechanics”, pp. 301-305, Springer 1990.
6 recuérdese que esta frecuencia nada tiene que ver con la clásica ω = 2π/∆t, siendo ∆t el periodo.
cl
68 Capítulo 12. LOS ESTADOS ESTACIONARIOS
Hψ = Eψ (12.4)
H = diag (E1 , E2 , · · · )
1
para analizar este caso, véase el ejercicio propuesto en el curso.
2
véase una descripción más detallada de estos dispositivos en el libro “The Quantum World”, M. Le
Bellac, World Scientific (2014), junto con el ejercicio del curso dedicado a este caso.
14. LA MECÁNICA CUÁNTICA EN EL MARCO RELATIVISTA
1véase la discusión preeminente realizada en “Teoría Cuántica Relativista Parte 1 (Volumen 4)”, de L.D.
Landau, E.M. Lifshitz, V. B. Berestetskii y L.P. Pitaevski, Física Teórica de Landau (2005), pp. 1-4.
2 una forma simple de verlo es asociar la máxima localización temporal ∆t ∼ h/(mc2 ) que vimos en
la Sección 2.1 con ∆E ∼ h̄/∆t = mc2 /(2π), que equivale a ∆p = mc/(2π). De aquí puede inferirse una
máxima localización espacial de ∆x ∼ h̄/∆p = h/(mc).
15. EL MOMENTO ANGULAR
Todo cuerpo que ocupe el punto r con momento p gira alrededor del
origen de coordenadas, siempre que ambos vectores no sean colineales.
El giro se llama en física momento angular y se describe por el producto
vectorial J = r × p, midiéndose en unidades J ·s en el Sistema Internacional
(SI). Su carácter vectorial expresa el hecho de que toda rotación instantánea
del espacio puede descomponerse en tres rotaciones alrededor de cada uno
de los ejes coordenados: J = (Jx , Jy , Jz ). Cuando lo que gira es una partícula
conocida de masa m (puede ser un fotón), se denomina momento angular
orbital, y se designa con la letra L. El giro de una partícula alrededor
de sí misma se mide en las mismas unidades, y se denomina espín o
momento angular intrínseco, designándose con la letra S . De forma general,
el momento angular de un cuerpo se puede escribir como J = L + S .
Obsérvese que el momento angular se mide en las mismas unidades
que la constante de Planck (unidades de acción), y por tanto se trata de la
magnitud física más específicamente cuántica que podamos encontrar. Dado
que su propia definición hace referencia a los vectores posición y momento,
resulta evidente que el principio de indeterminación tiene mucho que decir
acerca de las limitaciones intrínsecas sobre la precisión en sus medidas.
Como la función de ondas ψ(r ) contiene toda la información sobre el
estado de movimiento de un cuerpo, debe contener también la información
detallada sobre su momento angular orbital, en cada instante de tiempo.
Los grados de libertad, necesariamente cuánticos, que permiten describir
su espín se traducen en la aparición de distintas componentes ψi (r ) de la
función de ondas. Esto lo trataremos más adelante.
80 Capítulo 15. EL MOMENTO ANGULAR
Figura 15.1: Implicación del principio de indeterminación sobre el momento angular. Las
fluctuaciones cuánticas simultáneas y perpendiculares de los vectores posición y momento
impiden su localización completa en 3D.
i j k
∂ ∂ ∂ ∂ ∂ ∂
L = −ih̄ x y z = −ih̄ y − z i+ z −x j + x −y k
∂ ∂ ∂ ∂z ∂y ∂x ∂z ∂y ∂x
∂x ∂y ∂z
82 Capítulo 15. EL MOMENTO ANGULAR
∂
Lz = −ih̄
∂φ
1las coordenadas esféricas establecen una relación 1−1 (x, y, z) ↔ (r, θ , φ ) dentro del conjunto R3 a
través de la transformación estándar: x = r sinθ cosφ , y = r sinθ sinφ , y z = r cosθ , con la transformación
del elemento de volumen d 3 r = r2 d(cosθ )dφ dr.
83
−h̄2 ∂ 2 2 ∂ L2
T = H0 = + + (15.4)
2m ∂ r2 r ∂ r 2mr2
Figura 15.2: Orientación máxima del vector L en los autoestados del momento angular,
para l = 1 (izquierda), y para l = 10 (derecha). Las fluctuacionas cuánticas son máximas
para l = 1, e impiden su proyección íntegra a lo largo de cualquier eje. Para valores altos
de l, dicha proyección se focaliza cada vez más, disminuyendo el ángulo de apertura.
ψ ∗ (r )(Lx ψ)d 3 r
R
ψ = R(r)A(θ )eimφ
Vemos que presentan una fase que oscila cuando nos movemos en líneas
cerradas alrededor del eje de giro, y lo hace tanto más rápidamente cuanto
mayor sea el valor de m (Figura 16.1). Toda fase espacial en la función de
ondas significa una energía, de acuerdo con el propagador de Feynman. En
este caso representa la energía cinética de rotación, siendo cero la variación
de la energía potencial. Obsérvese, sin embargo, que dicha fase no influye
en |ψ|2 , siendo la probabilidad de encontrar la partícula rigurosamente
constante a lo largo de círculos normales centrados en el eje Z.
88 Capítulo 16. LOS AUTOESTADOS DEL MOMENTO ANGULAR
a2
1 ∂ ∂A A
sinθ − |m|2 2 + 2 A = 0 (16.1)
sinθ ∂ θ ∂θ sin θ h̄
a 2
(1 − x2 )v00 − 2 (|m| + 1) xv0 + 2 − |m| (|m| + 1) v = 0 (16.2)
h̄
2
n + |m| n + |m| + 1 − ah̄2
an+2
= (16.3)
an (n + 1)(n + 2)
91
Tal como afirma el Lema, son las potencias altas de n las que gobiernan
el comportamiento asintótico de la función en el límite x → +1 2 .
La función de prueba es la siguiente, para m > 0:
m(m + 1) 2 m(m + 1)(m + 2) 3
(1 − x)−m = 1 + mx + x + x +···
2! 3!
Se trata de una serie bien conocida (el binomio de Newton) 3 , cuya ley
recurrente se comprueba sin dificultad que es:
an+2 (n + m)(n + m + 1)
=
an (n + 1)(n + 2)
Si la comparamos con la fórmula (16.3), identificando el índice entero
m > 0 de una con el |m| de la otra, observamos que efectivamente, en el
límite n → +∞ ambas expresiones son idénticas. Por tanto se cumplen las
condiciones del Lema enunciado antes, siendo la serie inequívocamente
divergente para x → +1, como (1 − x)−|m| .
Ello nos permite llegar a la sorprendente conclusión de que todas las
soluciones de la ecuación diferencial (16.2) son divergentes para x → +1.
Pero no antes de recordar el cambio de función y(x) ↔ v(x) que hemos
realizado, y que es la función de ondas y(x) quien debe ser finita. Utilizando
el símbolo ∼ para denotar igual comportamiento asintótico para x → +1,
tenemos:
|m|/2
y(x) ∼ (1 − x)−|m| (1 − x2 ) = (1 + x)|m|/2 (1 − x)−|m|/2
|m|/2
de manera que el factor (1 − x2 ) → 0 no es capaz de curar la
divergencia, y la propia función de ondas ψ(r, θ , φ ) resulta ser discontínua
en R3 , como consecuencia del factor y(x) → ∞ para x → +1, haciéndose
infinita sobre el eje de giro. Los postulados de la Mecánica Cuántica sobre
la regularidad de ψ se violan por una buena razón: es absurdo que los
electrones que giran alrededor de un eje (Z) concentren toda su probabilidad
sobre el eje de giro, con independencia del valor del momento angular Lz .
2puede probarse fácilmente, utilizando el test del límite para series, que el radio de convergencia de la
serie anterior es (−1, +1). De hecho, también puede comprobarse con facilidad que la serie diverge para
x → +1 utilizando el test de Raabe-Duhamel, para valores m > 1/4. Sin embargo, nos interesa caracterizar
el tipo de divergencia que se produce en la función de ondas y(x), y para ello utilizar la función de prueba
que se indica.
3 para m = 0 no se trata ya de una serie. En todo el razonamiento subsiguiente, puede utilizarse en su
lugar la función de prueba: −ln(1 − x) = 1 + x2 /2 + x3 /3 + · · ·, también divergente para x → +1, y con ley
recurrente: an+2 /an = n/(n + 2)
93
a2
= p + |m| p + |m| + 1
h̄2
Otra forma muy popular de expresar lo anterior, es que para un valor fijo
del entero positivo l, se obtienen los siguientes 2l + 1 valores permitidos de
m, siendo Lz = mh̄:
m = −l, −l + 1, · · · , 0, · · · + l (16.5)
Hemos obtenido así dos leyes físicas enormemente relevantes, que son
las representadas por las ecuaciones (16.4) y (16.5). Impactan en todo el
campo de la Física y de la Química, desde la propia estructura de la Tabla
Periódica de los elementos, que es consecuencia de la segunda, hasta los
fundamentos del magnetismo y todas sus tecnologías derivadas.
La secuencia de valores obtenidos para |√ L| viene
√ a√confirmar la que
habíamos adelantado anteriormente: |L| = 0, 2h̄, 6h̄, 12h̄ · · · . Resulta
evidente que si Lz 6= 0, dicha secuencia no puedepempezar en cero, y con el
valor más bajo |Lz | = h̄, se ha encontrado |L| = 1(1 + 1)h̄ para el módulo
mínimo.
94 Capítulo 16. LOS AUTOESTADOS DEL MOMENTO ANGULAR
Lz
3 3
3ℏ
2 2
2ℏ
1 ℏ 1
0 0
-1 -ℏ -1
-2ℏ
-2 -2
-3ℏ
-3 -3
2l + 1 (l − |m|)! 1/2
Nlm =
4π (l + |m|)!
Como hemos visto en el desarrollo v(x) = ∑n an xn , los polinomios de
Legendre Pl (x) (derivados |m| veces respecto a x) contienen únicamente
potencias pares o impares de cosθ . Esto implica que las autofunciones
ψ(r ) heredan una paridad bien definida en R3 , cumpliendo la propiedad
ψ(−r ) = ψ(r ) (par) ó ψ(−r ) = −ψ(r ) (impar) ∀r ∈ R3 .
Existe una razón física para ello, ya que ψ(r ) representa una solución
estacionaria a la ecuación de Schrödinger con potencial radial (como
veremos enseguida), y por tanto |ψ|2 debe tomar igual valor en las antípodas
(r → −r ), debido a la simetría esférica del problema.
96 Capítulo 16. LOS AUTOESTADOS DEL MOMENTO ANGULAR
P0 = 1 P1 = x
P2 = 21 (3x2 − 1) P3 = 12 (5x3 − 3x)
P4 = 18 (35x4 − 30x2 + 3) P5 = 81 (63x5 − 70x3 + 15x)
1 1/2 15 1/2
Y00 = Y2±2 = sin2 θ e±2iφ
4π 32π
3 1/2 7 1/2
Y10 = 4π Y30 = 16π (5cos3 θ − 3cosθ )
cosθ
3 1/2 21 1/2
Y1±1 = ∓ 8π sinθ e±iφ Y3±1 = ∓ 64π sinθ (5cos2 θ − 1) e±iφ
15 1/2 35 1/2
Y2±1 = ∓ 8π sinθ cosθ e±iφ Y3±3 = ∓ 64π sin3 θ e±3iφ
1 1 dl 2 l
Pl (x) = l (x − 1)
2 l! dxl
y se ofrecen tabulados en la Tabla 16.1 hasta l = 5. En la Tabla 16.2
damos la expresión detallada de los armónicos esféricos hasta l = 3.
Una forma conveniente de representar las funciones Ylm (θ φ ) en 3D
es asociarles una superficie tal que la distancia radial al origen, desde
cada punto de coordenadas (θ , φ ), sea proporcional al valor de |Ylm (θ φ )|.
Esto produce una sensación visual que da una idea de la distribución de
probabilidad del electrón en átomos, moléculas, etc. Sus proyecciones en
2D sobre el plano XZ ó YZ contienen la misma información, y se llaman
diagramas polares.
97
| f (Ω)i = ∑ alm |l mi
lm
distancia r.
Vamos a enunciar una propiedad general de la ecuación de Schrödinger
radial: la función de ondas se comporta cerca del origen (para r → 0)
como ψ ∼ rl , es decir, decae a cero (si l > 0) tanto más rápido cuanto
mayor sea el valor de l. Esta propiedad es condicional a que se cumpla
lim r→0 r2 |U(r)| = 0, es decir, que la energía potencial (negativa) no crezca
en valor absoluto para r → 0 más rápidamente que la función −1/r2 .
Para demostrar el comportamiento asintótico anterior, basta despreciar la
energía potencial U(r) (y consecuentemente E) frente a la energía centrífuga
en la ecuación (17.3), en virtud de la consideración anterior, y resolver la
ecuación diferencial así simplificada en el entorno r → 0:
−h̄2 00 h̄2 l(l + 1)
u + u=0
2m 2mr2
que se reduce a u00 = l(l + 1)u/r2 . Buscando como solución u = Crs
obtenemos la relación siguiente, y posibles valores de s:
s(s − 1) = l(l + 1) =⇒ s = l +1 ó s = −l
100 Capítulo 17. LA ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER RADIAL
1 ikr −ikr
R0 (r) = Ae + Be
r
La condición de que R0 (0) debe ser finita nos obliga a elegir A + B = 0,
y por tanto:
C
R0 (r) = k sinkr
kr
donde Ck define una constante de normalización adecuada.
1 para un análisis detallado, véanse los libros “Quantum Mechanics I” de A. Galindo y P. Pascual,
Springer-Verlag, 1990, y “Quantum Mechanics” de L. D. Landau y E. M. Liftshitz, Butterworth-Heinemann
(1977).
101
Figura 17.1: Función de ondas ψl (real) de un electrón libre que se mueve a lo largo del
eje Z con energía E bien definida y con l = 20, con ml = 0 (izquierda) y l = 0 (derecha).
La función ψl ha sido evaluada en un plano genérico que contiene al eje Z. Mientras el
electrón de la izquierda gira intensamente alrededor del eje vertical, el de la derecha no
gira en absoluto (onda S). Obsérvese la emergencia del parámetro de impacto clásico b
en el primer caso. Ambas funciones se han representado en la misma escala, tal como
aparecen en el desarrollo en ondas parciales (17.7), incluyendo el factor 2l + 1. Se indica
la longitud de onda de De Broglie λ que marca la escala de distancia.
sinx sinx cosx 3 1 3
j0 (x) = j1 (x) = 2 − j2 (x) = 3
− sinx − 2 cosx
x x x x x x
il = 1, i, −1, −i, 1, i, · · · l = 0, 1, 2, 3, 4, 5 · · · ∞
Es decir, que mientras su parte real la construyen los términos pares de
la serie, los términos impares construyen su parte imaginaria, de manera
que solo se utilizan fases que son múltiplos de π/2.
3 el estudiante interesado puede comprobar fácilmente, teniendo en cuenta la ortogonalidad de los
R +1
polinomios de Legendre en la forma −1 Pl (x)Pl 0 (x)dx = δll 0 2/(2l + 1), que la fórmula (17.7) se deduce
directamenteR de la siguiente representación integral de las funciones de Bessel esféricas, debida a Poisson:
+1 ikrcosθ
jl (kr) = 2i1l −1 e Pl (cosθ )d(cosθ ) y bien documentada en la literatura. Basta multiplicar ambos
miembros de (17.7) por Pl 0 (cosθ ) e integrar en (−1, 1).
104 Capítulo 17. LA ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER RADIAL
h̄2 k2
ikr
hk|Elmi ≡ 1
3/2 he |Elmi = δ E − Bk Ylm (k̂) (17.8)
(2π) 2m
4 puede obtenerse una demostración indirecta de la expresión (17.8) comprobando que es justamente la
que necesitamos utilizar para recuperar el desarrollo en ondas parciales (17.7). En efecto, si partimos
de |eikr i = ∑lm hElm|eikr i|ElmidE y sustituimos la expresión anterior,
R
4π
l teniendo en cuenta la muy
m (k̂)Y m∗ (r̂ ), se llega sin
útil propiedad de los armónicos esféricos: Pl (cosθ ) = Pl (k̂r̂ ) = 2l+1 ∑m=−l l Y l
dificultad a√
(17.7), tras integrar la función delta de Dirac, y recordando (17.5). El valor exacto de la constante
es Bk = h̄/ mk.
18. EL MAGNETÓN DE BOHR
Toda partícula con momento angular no nulo (ya sea orbital o de espín), y
que posea carga eléctrica, adquiere automáticamente un momento magnético
µ. Para un electrón con carga −|e| y masa me , que ocupa el punto r
con momento p = me v (aquí no relativista), podemos precisar en cada
instante de tiempo cuánto vale ese momento magnético, y relacionarlo con
su momento angular orbital:
1 e
µ = (r × ev ) = L
2 2me
La expresión anterior es bien conocida en electromagnetismo 1 , y no
intentaremos fundamentarla aquí (el factor 1/2 surge de utilizar el producto
vectorial). Obsérvese que el electrón no tiene que recorrer en absoluto una
trayectoria diferenciable. Lo que nos dice el electromagnetismo es que, en
lo que respecta al giro orbital, los vectores µ y L son proporcionales en
cada instante y establece con precisión el factor de proporcionalidad, sujeto
al signo que tenga la carga eléctrica ±e (vectores paralelos o antiparalelos).
El momento magnético se mide en Am2 (Amperios metro cuadrado)
o bien en JT −1 (Julios por Tesla), unidades equivalentes en el Sistema
Internacional (SI) 2 . El factor ω 0 ≡ |e|/(2me ) recibe el nombre de factor
giromagnético estándar, y para un electrón adquiere el valor preciso:
ω 0 /(2π) = ν0 = 13996MHz T −1 . Obsérvese que si la partícula fuese un
protón, su factor giromagnético sería 2000 veces menor, aproximadamente.
1 véase por ejemplo el libro de D. J. Griffiths “Introduction to Electrodynamics”, Pearson (2013).
2 desaconsejamos fuertemente la utilización de sistemas de unidades obsoletos, que dificultan la
interacción fluida entre los campos de la física y de la ingeniería.
107
Según lo visto al final del Capítulo 16, el estado de giro orbital más
general de un cuerpo será una combinación lineal de autoestados, con
coeficientes complejos. Es claro que el propagador de Feynman permite a
ese cuerpo girar simultáneamente en sentidos opuestos alrededor del eje Z,
en plena consistencia con los principios de la Mecánica Cuántica. Veamos
en detalle la estructura y significado físico de algunos de estos estados,
profundamente implicados en toda la física.
Antes de hacerlo, consideremos la siguiente identidad entre números
complejos, fácilmente demostrable ∀φ , α ∈ [0, 2π] 1 :
1 iφ iα −iφ
α iα/2
e +e e = cos φ − e
2 2
La identidad anterior no tiene ningún misterio: la superposición de dos
movimientos circulares opuestos en el disco unidad (e±iφ ) produce una
línea recta que pasa periódicamente por cero, al correr la fase φ . Nótese
cómo la inclinación de esa recta está gobernada por el desfasaje α entre
ambos números. Esta relación es muy usada, tanto en la mecánica como en
el electromagnetismo.
1 iφ α iα/2
e − eiα e−iφ = sin φ −
e (19.1)
2i 2
111
Por ejemplo, nos permite describir con toda precisión los estados de
polarización lineal de la luz, cuando esa suma representa el vector campo
eléctrico E de una onda electromagnética de frecuencia ω, siendo φ = ωt:
1 iωt iα −iωt
α iα/2
E (t) = e + e e E0 = cos ωt − e E0
2 2
Aunque volveremos enseguida al fotón de esa onda, apliquemos primero
la identidad anterior a la superposición cuántica de los estados de giro de
un electrón. Dentro del subespacio de Hilbert con l = 1 (de dimensión 3,
con la base ortonormal |ml i, ml = −1, 0, +1), definimos los estados de
polarización lineal del electrón como:
1 eiα
|ψα i ≡ |lin, α/2i ≡ √ |+1i + √ |−1i (19.2)
2 2
Teniendo en cuenta los armónicos esféricos Y1±1 (Tabla 16.2), podemos
escribir, utilizando la expresión (19.1), la parte angular de la función de
ondas anterior como:
r
3
ψα (θ , φ ) = −i sinθ sin (φ − α/2) e+iα/2 (19.3)
4π
Su parte radial está determinada por el campo de fuerzas que actúa sobre
ese electrón, con: ψ = f (r)ψα (θ , φ ) , y 0+∞ r2 | f (r)|2 dr = 1, y define la
R
e−iω1t
i(α0 +2ωLt)
|ψα (t)i = √ |+1i + e |−1i (19.4)
2
Esta evolución proporciona una interpretación cuántica del fenómeno
conocido en el electromagnetismo clásico como precesión de Larmor,
por el cual un dipolo magnético µ precesa alrededor del campo magnético
externo B con una frecuencia proporcional al producto de los módulos de
ambos, la frecuencia de Larmor 2 .
Los estados cuánticos definidos por la ecuación (19.2) presentan otra
aplicación importante, más allá del marco de los estados de rotación de una
partícula de masa m (electrón, protón, neutrón, etc). Y es que representan
también los estados de polarización de un fotón individual.
Para comprender esto, pensemos que en una onda electromagnética
circularmente polarizada, el campo eléctrico E y el campo magnético B
giran en el plano perpendicular a la dirección de propagación de la onda, en
sentido dextrógiro o levógiro. Esto significa que cada fotón individual debe
contener esta información. La onda electromagnética es un campo vectorial,
cuyo estado de giro se asocia con el espín del fotón. El quantum no solo
transporta energía E = h̄ω y momento p = h̄ω/c, sino también momento
angular, como la propia onda. Que el momento angular intrínseco del fotón
es ±h̄ fue medido en 1931 por los físicos hindúes Raman y Bhagavantam 3 ,
quienes comprobaron que el grado de despolarización de la luz dispersada
por moléculas de O2 , CO2 y NO estaba en excelente acuerdo cuantitativo
con esta hipótesis.
2 la precesión de Larmor debe tener en cuenta además el espín del electrón, que veremos después.
Nótese que en el estado |ψαi anterior se cumple hµi = 0, y la precesión se produce cuánticamente en dos
dipolos opuestos y superpuestos. El desplazamiento anterior de la densidad electrónica es perfectamente
representativo de este fenómeno.
3 C. V. Raman y S. Bhangavantam, Indian J. Phys., Vol 6, p. 353-366 (1931). Para una versión moderna,
con rotación inducida en un dispositivo optomecánico, véase el artículo de L. He, H. Li, M. Li Sci. Adv.
2016; 2:e1600485, Septiembre 2016, 10.1126/sciadv.1600485.
114 Capítulo 19. LOS ESTADOS DE POLARIZACIÓN LINEAL
L0 = 1 L1 = −x + 1
L2 = 21 (x2 − 4x + 2) L3 = 16 (−x3 + 9x2 − 18x + 6)
1 4 3 2 1 5 4 3 2
L4 = 24 (x − 16x + 72x − 96x + 24) L5 = 120 (−x + 25x − 200x + 600x − 600x + 120)
Rl (r) ≡ ξl (r)e−β r
3/2
Z 3/2 Zr −Zr/2a0
Z −Zr/a0 1
R10 = 2 e R21 = √ e
a0 3 2a0 a0
Z 3/2
Zr
R20 = 2 1− e−Zr/2a0
2a0 2a0
1 2β r 1 1 ∞ (2β r)k
e = (1 + 2β r + · · · ) = ∑
r r r k=0 k!
cuya ley recurrente es, evidentemente:
ak 2β
=
ak−1 k
Esta ley coincide exactamente con la expresada en la ecuación (20.1)
para k → ∞. Como la función exponencial de prueba es divergente para
r → +∞ con β > 0, es de aplicación el Lema citado anteriormente, que nos
permite afirmar que la solución ξl (r) es igualmente divergente en dicho
límite, como e2β r /r.
118 Capítulo 20. EL ÁTOMO DE HIDRÓGENO
√
Z 3/2 Zr 2 −Zr/3a0
2 2
R32 = √ e
27 5 3a0 a0
√
4 2 Z 3/2 Zr
Zr
R31 = 1− e−Zr/3a0
9 3a0 a0 6a0
!
Z 3/2 2Zr 2(Zr)2 −Zr/3a0
R30 = 2 1− + e
3a0 3a0 27a20
Las funciones que definen los estados |En l ml i para el hidrógeno son:
ψnlml (rθ φ ) = Nnl e−Zr/(na0 ) Ln−l−1
2l+1
(ρ) ρ l Ylml (θ φ )
donde el factor de normalización viene dado por:
" 3 #1/2
2Z (n − l − 1)!
Nnl =
na0 2n(n + l)!
con la expresión previamente obtenida para el radio de Bohr a0 (por
definición, con Z = 1):
4πε0 h̄2
a0 ≡
me2
121
Damos en las Tablas 20.2 y 20.3 todas las funciones radiales hasta n = 3,
incluyendo sus constantes de normalización. En la Figura 20.1 mostramos
la densidad de probabilidad del electrón en el átomo de hidrógeno en el
estado 3s, y los perfiles radiales de todos sus estados con n = 3, utilizando
los polinomios y funciones de las tablas anteriores.
Las autofunciones del hidrógeno no son válidas, siquiera sea de forma
aproximada, para otros átomos, donde no se presenta el caso peculiar de la
degeneración culombiana. Esto no debe confundirse con el hecho de que,
en los átomos multielectrónicos, el campo eléctrico al que están sometidos
los electrones aún tiene simetría aproximadamente radial. Esto permite
la descripción de sus orbitales como armónicos esféricos Ylml , designados
en la notación estándar como ns, np, nd, n f , ng, · · · para l = 0, 1, 2 · · ·. El
número de excitación radial n estará siempre presente, con energías Enl no
degeneradas.
21. EL ESPÍN DEL ELECTRÓN
Figura 21.2: Parte real de la función de ondas angular ψ = eiφ /2 de un electrón con su
espín orientado a lo largo del eje vertical Z (superficie naranja), evaluada en los puntos
del plano horizontal. Puede observarse cómo la función tiene un corte a lo largo del eje
X positivo. Es decir, ψ no retorna al mismo valor después de realizar una rotación de
360◦ , sino que cambia de signo: ψ → −ψ. Se ha dibujado en azul la continuación de la
función de ondas en una segunda vuelta (hoja), de manera que la función extendida es
ahora univaluada. Este comportamiento es característico de todos los fermiones de espín
1/2. Se desconoce la escala de distancia relevante de la parte radial R(r) de ψ.
2g = −2.00231930436182(52), https://physics.nist.gov/cgi-bin/cuu/Value?gem.
e
127
Figura 21.3: Orientación del valor medio del espín del electrón en la esfera de Bloch. A
cada punto de la superficie esférica de coordenadas (θ , φ ) le corresponde el estado
cuántico determinado por la expresión (21.1), y viceversa. Todos los estados aquí
representados pueden ser preparados en el laboratorio, orientando un imán de Stern-
Gerlach en la dirección (θ , φ ).
que corrobora el cambio de signo esperado para α = 2π: Rz,2π (χ) = −χ.
Tales rotaciones se consiguen, por ejemplo, por la aplicación de un
campo magnético B sobre el eje Z, a través de la precesión de Larmor.
Esta inversión del signo se ha puesto de manifiesto de forma directa en
experimentos de interferencia de neutrones, donde el patrón observado en
la intensidad de neutrones (en función de B ) muestra la necesidad de una
rotación relativa de 4π para que se produzca la interferencia constructiva 5 .
5 véase el ejercicio propuesto en el curso. Los experimentos originales se realizaron en 1975: H. Rauch et
al. Phys. Lett. A54, 425. (1975) y S.A. Werner et al. Phys. Rev. Lett. 35, 1053. (1975).
22. EL PRINCIPIO DE EXCLUSIÓN DE PAULI
180 °
→ →
r1 ψ⟶-ψ r2
180 °
Pensemos ahora en los estados cuánticos de espín que pueden tener dos
electrones. Recordemos que los estados de espín residen en un espacio de
Hilbert (de dimensión 2) distinto de sus excitaciones espaciales. Volvamos
atrás en la discusión anterior y retomemos la idea de que ambos electrones
son idénticos, y que por tanto no es concebible un estado conjunto que no
sea simétrico o antisimétrico (con independencia de su espín 1/2).
134 Capítulo 22. EL PRINCIPIO DE EXCLUSIÓN DE PAULI
1 1
χ T = √ (| ↑↓i + | ↓↑i) χ 0 = √ (| ↑↓i − | ↓↑i)
2 2
Figura 23.1: a) Funciones de onda unidimensionales proyectadas sobre cada eje, para una
partícula encerrada en un cubo de lado L. b) Momento en 3D de la partícula encerrada
en el cubo anterior, que se apoya en celdas elementales de lado h/(2L).
π 2 h̄2 2
En = n n = 1, 2, · · · ∞
2mL2
En+1 − En (n + 1)2 − n2 2n + 1
= = →0
En n2 n2
π 2 h̄2 2 2 2
En1 n2 n3 = n + n2 + n3 n1,2,3 = 1, 2, · · · ∞
2mL2 1
Obsérvese que ahora la energía del estado fundamental E111 es 3 veces
mayor que en 1D. Esto era también previsible a partir del principio de
indeterminación, pues el confinamiento en cada una de las 3 direcciones
del espacio produce energías que se suman.
Es importante enfatizar que ninguno de los 3 enteros puede ser nulo,
pues una función ψ(r ) = 0 no estaría correctamente normalizada. Vemos
también que en 3D cada nivel de energía adquiere una degeneración cuántica
que no tenía en 1D, ya que existen distintas ternas (n1 , n2 , n3 ) de enteros
con un valor fijo de n2 = n21 + n22 + n23 . La degeneración aumenta con el
valor de n y es un ejercicio interesante calcularla para los enteros más bajos.
1 nótese que la cuantificación del momento |pn | = nπ h̄/L es perfectamente relativista, y por tanto las
soluciones obtenidas son también válidas paraqun fotón (m = 0) encerrado en esa cavidad, si utilizamos
la fórmula relativista para la energía: En = n21 + n22 + n23 π h̄c/L. Esto es interesante, pues las ondas
electromagnéticas estacionarias en la cavidad representan de hecho la función de ondas de ese fotón.
140 Capítulo 23. LA PARTÍCULA ENCERRADA EN UN CUBO
dN d 3 p
= 3
V h
Nótese que el resultado anterior es 100 % relativista, pues se basa de
hecho en la longitud de onda de De Broglie de la partícula encerrada. Esto
significa que es válido para cualquier gas de partículas ultrarelativistas o
semirelativistas que llenen la cavidad (fotones, positrones, neutrinos, etc).
También puede usarse para el gas de electrones libres en un conductor.
Podemos particularizar ahora la fórmula anterior utilizando una relación
energía/momento concreta, con el nivel deseado de aproximación relativista.
Por ejemplo, la relación no relativista E = p2 /(2m), si se trata de moléculas
encerradas a temperatura ambiente 2 .
2 para temperaturas suficientemente bajas, necesariamente se rompe la aproximación que estamos
utilizando (ni 1), pues los niveles de excitación se acercarán al estado fundamental. En este caso el análisis
estadístico requerirá tener en cuenta el carácter fermiónico o bosónico de estas partículas.
141
√ p
siendo k1 ≡ 2mE/h̄ y k2 ≡ 2m(E − E0 )/h̄. Se comprende fácilmente
que, por consistencia con la condición inicial que hemos supuesto de que
la partícula incide desde el lado izquierdo, no es admisible incluir en la
solución una onda De−ik2 x que se propaga de derecha a izquierda en el
lado derecho. En este planteamiento, es claro que el coeficiente A debe
ser considerado como un dato del problema, que representa el flujo de
partículas incidentes, y que los números complejos B y C deben poder
expresarse unívocamente en función de A. La indefinición global de la fase
de ψ nos permite tomar A ∈ R.
145
Figura 24.1: Ejemplo real de un salto de potencial creado por dos condensadores
cilíndricos consecutivos, el primero a tierra y el segundo a un potencial V respecto
al anterior. El electrón incide sobre el eje de simetría, donde el campo eléctrico total
(flechas amarillas) es nulo. Debido al necesario aislamiento, es inevitable la subida del
potencial sobre una cierta distancia finita d 6= 0.
|B|2
R=
|A|2
La forma de calcular B y C es simple: tanto ψ como ∂ ψ/∂ x deben ser
continuas en R, y en particular en x = 0:
∂ ψ1 ∂ ψ2
ψ1 (0) = ψ2 (0) (0) = (0)
∂x ∂x
Por tanto:
A+B =C ik1 A − ik1 B = ik2C (24.1)
de donde se deduce:
k1 − k2 2k1
B= A C= A
k1 + k2 k1 + k2
Valores que nos conducen a la probabilidad de reflexión:
2 p !2
k1 − k2 1 − 1 − (E0 /E)
R= = p (24.2)
k1 + k2 1 + 1 − (E0 /E)
146 Capítulo 24. EL SALTO DE POTENCIAL
k2 |C|2
T= = 1−R
k1 |A|2
U (eV) 6 1.0 T
0.8
0.6
3
0.4
0.2
0
-5 0 5 1 2 3
X (Å) E / E0
U(eV)
n=1
0
0 10 X(Å)
Re ψ Im ψ
Figura 25.1: Parte real y parte imaginaria de la función de ondas de un electrón que
incide con E = 4.3761 eV (valor resonante con n = 1) sobre una barrera de potencial de
altura E0 = 4 eV y anchura a=10Å. Nótense los 4 puntos (en rojo) donde se ha aplicado la
condición de continuidad de ψ y ∂ ψ/∂ x indicada en (25.2).
1
T
2 3 4
0.5
n=1
E / E0
1
T= (25.7)
sin2 (k2 a)
1+
E E
4 −1
E0 E0
La expresión obtenida posee un profundo significado físico. En la
Mecánica Clásica, la partícula pasaría siempre al otro lado con probabilidad
100 % (T = 1) con total independencia del valor de la energía E > E0 .
Sin embargo lo que vemos es que la probabilidad pasa por un conjunto
de máximos y mínimos, fenómeno que se conoce en la literatura como
transmisión resonante.
Es claro que los máximos con T = 1 se producen en los ceros de la
función seno: k2 a = nπ, con n = 1, 2, · · · ∞, donde k2 = 2π/λ recoge la
información de la longitud de onda λ de la partícula dentro de la barrera.
153
λ
a=n n = 1, 2, · · · ∞
2
El significado físico del flujo en las ondas planas nos permite determinar
sin ambigüedad el valor de la probabilidad de transmisión:
|D|2 DD∗
T= =
|A0 |2 |A0 |2
156 Capítulo 26. EL EFECTO TÚNEL
Figura 26.1: Función de ondas de un electrón con E = 8 eV que tiene efecto túnel sobre
una barrera de potencial de anchura a = 2Å y altura E0 = 10 eV . Se ha representado
su valor en el plano complejo (Re ψ, Im ψ), en función de la distancia x recorrida por
el electrón. La función ψ2 (x) en el interior de la barrera se encuentra limitada por los
4 puntos de continuidad de ψ y ∂ ψ/∂ x en x = 0 y x = a, determinados analíticamente
por el sistema lineal (26.2). La probabilidad de transmisión es T = 0.136. El código de
color evoluciona con la fase. Obsérvese su valor aproximadamente constante en el lado
izquierdo, donde la función es casi real, como consecuencia de la intensa onda reflejada.
Figura 26.2: Puntos de retroceso (x1 , x2 ) para el cálculo de la penetración por una barrera
de potencial con perfil dado por la función U(x), siendo E la energía de la partícula. La
barrera se aproxima por un conjunto de ellas muy estrechas, y se utiliza la integral de
Riemann del momento imaginario.
3 véase por ejemplo el artículo “Quantum Tunnelling to the Origin and Evolution of Life”, F. Trixler
(2013), https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24039543.
162 Capítulo 26. EL EFECTO TÚNEL
Cuando la vida media es muy corta, un mol de emisor tiene una enorme
actividad nuclear, es decir, emite muchas partículas α por minuto (pudiendo
resultar muy peligroso).
Las grandes variaciones observadas en la actividad de los emisores
α eran ya conocidas en la década de 1920, junto con las energías Eα ,
gracias sobre todo a las medidas realizadas por Geiger y Nutall 5 . Estos
autores habían establecido una relación empírica entre ambas cantidades,
√
que consistía en una dependencia lineal entre el logaritmo de λ y 1/ Eα ,
la llamada ley de Geiger-Nutall, pero esta ley no podía ser comprendida
con la física de la época. En la Figura 26.3 recogemos datos actuales que
muestran la exactitud de dicha ley con los isótopos pares del Uranio, del
Polonio y del Radio, que analizaremos después.
No solo la ley de Geiger-Nutall no era comprendida, sino que, cuando
se incorporaban los datos de las medidas de los radios nucleares R (en
fm) a los físicos se les planteaba una paradoja irresoluble en base a las
leyes de la Mecánica y al principio de conservación de la energía. Estas
medidas de R se lograban gracias al método introducido por Rutherford,
consistente en dispersar precisamente partículas α de distintas energías
sobre los núcleos, y observar la energía límite (máxima, de hecho) en
que estas eran absorbidas por el núcleo. Se comprende fácilmente que el
parámetro de impacto coincide en este caso con el valor de R.
Para entender la mencionada paradoja, podemos tomar como referencia
los datos concretos del isótopo 238U, que tiene un radio R ≈ 30 f m 6 y un
valor medido Eα = 4.2MeV. La ley de Coulomb arroja la siguiente energía
potencial para la partícula α que se encuentra en el exterior del núcleo, a
una distancia r ≥ R del centro del mismo (suponiendo forma esférica y que
la interacción nuclear sólo actúa en el interior):
1 2Ze2
U(r) =
4πε0 r
5 H. Geiger llevó a cabo en 1909 con E. Marsden el famoso experimento de la lámina de Oro que puso de
manifiesto la existencia del núcleo atómico, y fue el inventor del contador que lleva su nombre, que sigue
siendo en la actualidad el dispositivo de referencia utilizado para la detección de radiactividad α. La medida
de Eα puede lograrse por distintos métodos, siendo el más común la medida de la energía depositada al
frenarse la partícula. Precisiones de ∼ 70 KeV son perfectamente accesibles hoy día.
6 los radios nucleares no están exentos de incertidumbre teórica, por muy precisas que sean las medidas,
debido al hecho de que el potencial nuclear no sube a su valor máximo en vertical, sino sobre una cierta
distancia, determinada por los detalles del campo eléctrico en la superficie del núcleo. Recuérdese la discusión
conceptual del condensador cilíndrico de la Figura 24.1, ahora con d ∼ 5 f m. No obstante, la paradoja anterior
se ilustra perfectamente tomando el valor promedio de 30 fm que se indica.
164 Capítulo 26. EL EFECTO TÚNEL
Log10 λ (s-1)
10
● Po
216 212 ■ U
■ ◆ ●
220 ■ ◆ Ra
5 222 ◆ 214
●
■
224 ◆ 216
0 ■ ●
0.35 226 0.4 0.45
◆ ●
■
228 224 Eα -1/2 (MeV -1/2)
-5
◆
■
230
-10 ■ 226
232 ◆
■
234
-15 ■
236
■
238
-20
Figura 26.3: Actividad λ de los distintos isótopos pares emisores α del Uranio (U), del
Polonio (Po) y del Radio (Ra), en función del inverso de la raíz cuadrada de Eα . La
dependencia lineal observada en cada serie se encuentra en excelente acuerdo con la ley
de Geiger-Nutall discutida en el texto. Nótese la variación de 25 órdenes de magnitud en
el valor de λ . Fuente: Isotope Data, Wolfram Mathematica 11.
B
2 Ze2 1
4 πϵ0 r
R r1
r
E0
Figura 26.4: Energía potencial de una partícula α dentro y fuera de un núcleo ideal
de radio R, en función de su distancia al centro. En el interior, es debida a la fuerza
nuclear, y es constante. En el exterior, se debe a la fuerza de repulsión de Coulomb. La
partícula α puede escapar por efecto túnel, manteniendo su energía E constante. Se
indican los parámetros B y r1 referidos en el texto. En particular, la gráfica anterior ayuda
a comprender los valores E = 4.2 MeV y B = 8.8 MeV que corresponden al 238U.
Ze2
r v 4e r
m 0 ZRm
lnλ = − + ln + = −KEα −1/2 +C
ε0 h̄ 2Eα 2R h̄ πε0
Donde vemos que la pendiente K de la dependencia lineal de lnλ con
Eα −1/2 está unívocamente determinada por Z. Esta es la razón de tomar
distintas series isotópicas de emisores α para un elemento Z determinado,
como hemos hecho en la Figura 26.3 con el Uranio (U), el Polonio (Po), y el
Radio (Ra). El término independiente C (intercepto de las rectas) depende
adicionalmente de v0 y de R, razón por la cual cambia en general para otro
valor de Z distinto, como muestra la propia figura.
Nótese que la constante v0 representa la velocidad de la partícula α en
el interior del núcleo, y recoge la información del potencial nuclear −|E0 |
representado en la Figura 26.4. Esta velocidad es distinta de vα , al ser
(1/2)mv20 = (1/2)mv2α + |E0 |.
El acuerdo excelente de los datos con la hipótesis de Gamow sobre el
efecto túnel, que abarca 25 órdenes de magnitud, constituyó en su momento,
y sigue constituyendo hoy día, una confirmación decisiva del formalismo
de la Mecánica Cuántica. No existe ninguna otra ley física conocida hoy
que mantenga su acuerdo con los datos sobre tal rango de variación de los
parámetros medibles (pensemos en la ley de la gravitación de Einstein y
Newton, el electromagnetismo, etc).
No debemos minimizar lo aprendido del análisis de la paradoja anterior,
en cuanto a la interpretación inequívocamente no local de la Mecánica
Cuántica. Se hace necesario admitir que la partícula α se encuentra de
forma simultánea en el interior del núcleo atómico y en las inmediaciones
del contador Geiger, mientras ninguna señal haya sido registrada en este
último.
27. EL OSCILADOR ARMÓNICO 3D
−h̄2 d 2 ψ 1
2
+ mω 2 x2 ψ = Eψ
2m dx 2
d 2ψ 2 2
+ β −α x ψ = 0
dx2
169
Puede comprobarse por el test del cociente para series que, en efecto,
su radio de convergencia es (−∞, ∞). Es importante darse cuenta de que la
expresión indicada para la ley recurrente es válida tanto para los términos
pares como para los términos impares de la serie. Esto quiere decir que,
fijados los valores de a0 y a1 , están determinados todos los demás términos.
Por tanto estos valores son las dos constantes de integración arbitrarias, que
necesariamente tiene una ecuación diferencial de segundo orden.
Vamos ahora a investigar el comportamiento asintótico de H(u) por
comparación con una serie bien conocida, en aplicación del Lema de
Semejanza Asintótica que enunciamos al inicio del Capítulo 16, para
u → ±∞ (borde del radio de convergencia).
La serie de referencia, que justifica nuestro cambio de función, es la
propia función exponencial:
u2 u4 u6 2
e = 1+u + + +···
2! 3!
a j+2 (l/2)! 2 2
= = ∼ para j → ∞
aj ( j/2 + 1)! j+2 j
H0 = 1 H1 = 2x
H2 = 4x2 − 2 H3 = 8x3 − 12x
H4 = 16x4 − 48x2 + 12 H5 = 32x5 − 160x3 + 120x
√ 1/2 2 2 √ 1/2 2 2
ψ0 (x) = (a/ π) e−a x /2 ψ1 (x) = (a/2 π) 2axe−a x /2
√ 1/2 2 2 √ 1/2 2 2
ψ2 (x) = (a/8 π) (4a2 x2 − 2)e−a x /2 ψ3 (x) = (a/48 π) (8a3 x3 − 12ax)e−a x /2
1
En = n + h̄ω n = 0, 1, · · · ∞ (27.4)
2
ψn (ax)
7
0
-4 -2 2 4
Figura 27.1: Funciones de ondas ψn (ax) de los estados estacionarios del oscilador
armónico 1D, desde n = 0 hasta n = 7. Obsérvese la alternancia en la paridad de las
funciones. Por razón estética, y para ilustrar su espaciamiento en energía, estas se han
desplazado en la escala vertical por una cantidad constante. Se ha coloreado el área del
estado fundamental. La curva en negro representa la energía potencial.
n x2d n −x2
Hn (x) = (−1) e e
dxn
ψ20 (ax)2
1
π Acl 2 -a2 x2
-Acl -5 0 5 Acl
Figura 27.2: Densidad de probabilidad |ψn (ax)|2 de un oscilador armónico con n = 20,
en función de su elongación. Se ha superpuesto en naranja la densidad de probabilidad
clásica, como se observaría en fotografías al azar. Nótese que esta última se hace infinita
en la amplitud clásica Acl , donde la Mecánica Clásica supone falsamente que la velocidad
es nula. El acuerdo entre ambas curvas se hace cada vez mejor para n → ∞, ya que se
observa la probabilidad promedio, estando siempre limitada la precisión espacial.
√
Teniendo en cuenta que la constante a ≡ α = mω/h̄ se mide en m−1 ,
p
i=1
Obsérvese que la energía del estado fundamental del oscilador 3D es
(3/2)h̄ω, es decir, 3 veces mayor que en 1D. Esto era esperable del principio
de indeterminación, donde el confinamiento en cada eje genera energías
que se suman. Para designar los estados estacionarios podemos utilizar la
notación de Dirac en la forma |n1 n2 n3 i.
Veamos ahora que, por encima del estado fundamental |000i (n = 0),
que no es degenerado, se presenta una degeneración cuántica gn , que
va en aumento al crecer los valores de n. Por ejemplo, para n = 1 los
estados: |100i, |010i y |001i tienen igual energía. Para calcular gn , veamos
cuántas ternas de números enteros podemos encontrar fijada la suma:
n = n1 + n2 + n3 . El problema es equivalente a otro combinatorio: de cuántas
maneras podemos distribuir n bolas idénticas en 3 cajas, permitiendo que
puedan estar vacías. Pensemos que, una vez distribuídas dos cajas, la tercera
está fijada por la diferencia. Por tanto se trata de distribuir n + 2 elementos
(incluye 2 huecos) en 2 cajas, es decir:
n+2 1
g oscilador = = (n + 1)(n + 2) (27.7)
2 2
176 Capítulo 27. EL OSCILADOR ARMÓNICO 3D
1
donde Ln(l+
r
2 ) (x) es el polinomio de Laguerre generalizado de grado
nr = n−l 2 2 2
2 evaluado en x = a r (como veremos, n y l tienen igual paridad) ,
y Nnl una constante de normalización .
1 un cálculo completo, distinto del sugerido a continuación, pero con igual notación, puede encontrarse
en https://en.wikipedia.org/wiki/Particle-in-a-spherically-symmetric-potential.
nr
m(m−1)...(m−s+1)
2 polinomio que toma la forma: L(α) (x) = (−1)k nnrr+α m
k
nr ∑ −k x /k!, siendo s = s!
k=0
12 n−l
n+l ! 21
2n+l+2 a2l+3
2 ! 2 !
coeficientes binomiales generalizados, con la constante: Nnl = √ .
π (n + l + 1)!
177